Oxford Economics ha reducido el pronóstico de migración neta a Estados Unidos (inmigración legal menos emigración no autorizada), en respuesta a una desaceleración en la migración legal y los efectos previstos del aumento en la tarifa del visado H-1B. Menos inmigración implica un crecimiento más lento de la fuerza laboral y, por tanto, un mercado laboral más ajustado, lo que a su vez moderaría el incremento de la tasa de desempleo en los próximos años.
El informe “New visa fees cloud the immigration outlook” de Oxford Economics, preparado por Michael Pearce, aborda las consecuencias de la nueva política migratoria estadounidense. El estudio señala que la llegada de inmigrantes legales podría llegar a promediar unas 775.000 personas por año, lo que representa una reducción anual de cerca de 140.000 individuos respecto a estimaciones previas del propio organismo. Sumando salidas no autorizadas, la migración neta total ajustada podría situarse en torno a 400.000 personas al año, muy por debajo del ritmo reciente de 1,1 a 1,2 millones anuales.
Estas revisiones implican que, en el mediano a largo plazo, la población de EE. UU. podría ser aproximadamente 566.000 personas menos de lo proyectado previamente, y que la fuerza laboral se reduciría alrededor de 350.000 personas en relación con las estimaciones de septiembre.
La investigación de Oxford Economics señala que, con un crecimiento de la fuerza laboral tan limitado, el desempeño económico futuro estará cada vez más condicionado por el nivel de productividad que logre mantener la economía estadounidense. En otras palabras, con escaso impulso demográfico, la clave estará en cuánto resulte capaz de producir cada trabajador adicional.
El cambio de la tarifa H -1B
Uno de los cambios más sustantivos que analiza el estudio es el cobro de una tarifa única de 100.000 dólares para las solicitudes iniciales del visado H-1B. Esta tarifa, que debe pagar el empleador, es de un orden de magnitud muy superior a las tarifas con que se operaba hasta ahora. Quienes ya tienen visados H-1B no están obligados a pagarla.
El programa H-1B otorga inicialmente hasta 65.000 visados por año, más 20.000 adicionales para graduados de máster en los EE.UU. Dado que la demanda para estos visados suele superar con creces la oferta (por ejemplo, para el ejercicio fiscal 2025 hubo más de 340.000 solicitudes válidas), estos visados suelen asignarse por sorteo (lotería).
El estudio señala que la tarifa de 100.000 dólares es especialmente gravosa para empleos de nivel inicial o medio (excepto en salarios muy elevados como medicina o derecho), lo que podría maquillar la demanda de nuevos profesionales bajo esta categoría. Además, el gobierno propone modificar el sistema de lotería para favorecer a trabajadores con niveles salariales más altos, lo cual tendería a favorecer contrataciones de nivel medio y alto en detrimento de posiciones de entrada.
Estos cambios podrían reducir la cantidad de nuevas peticiones de H-1B por debajo del límite permitido, lo que implicaría una contracción neta de este tipo de visados. Tiene especial relevancia que casi el 70% de los actuales beneficiarios se desempeñan en áreas informáticas o tecnológicas, lo que sugiere un impacto directo en ese sector.
El estudio también indica que alrededor de la mitad de los visados H-1B se otorgan a personas que ya están en EE.UU., muchas de ellas en transición desde visas de estudiante. A su vez, muchos beneficiarios pueden apoyar a sus parejas con permisos de trabajo asociados. Por lo tanto, si la atracción para estudiantes extranjeros disminuye, esto puede generar un efecto en cascada sobre el programa H-1B y sobre la migración legal general.
Se desacelera el ingreso de estudiantes extranjeros
El informe advierte que ya se está observando una desaceleración en el ingreso de estudiantes extranjeros. El crecimiento de su número ha caído relativamente rápido durante el año estudiado, y algunos permisos de estudiante muestran una reducción de alrededor del 7% respecto al año anterior. Parte de ello se debe a que, en un momento, la administración estadounidense suspendió temporalmente la emisión de visas de estudiante, y reanudó los trámites bajo reglas más estrictas (por ejemplo, exigiendo divulgación de cuentas en redes sociales).
Este fenómeno es preocupante, dice el informe, porque los estudiantes con visa suelen tener la posibilidad de trabajar temporalmente tras graduarse (por ejemplo, mediante el programa Optional Practical Training, u OPT, con extensión adicional si estudian en disciplinas STEM). Una disminución sostenida en el número de estudiantes impactaría la migración legal y, con ello, la incorporación de nuevos trabajadores al mercado.
No obstante, el análisis reconoce que existe incertidumbre sobre la magnitud del impacto real, ya que la administración no ha publicado datos mensuales de emisión de visas desde julio (a la fecha del informe), y algunos indicadores como los permisos de autorización laboral muestran ya una tendencia a la desaceleración.