Las principales voces del ámbito político, del capital riesgo y de la innovación en Europa se reunieron en el Palacio de Linares el pasado 10 de junio en una sesión de trabajo de alto nivel destinada a abordar la persistente brecha de género en las inversiones dentro del ecosistema europeo de innovación.
Organizado en el marco del Proyecto Piloto del Parlamento Europeo sobre la Brecha de Género en las Inversiones —iniciado por la eurodiputada Lina Gálvez y liderado por la Agencia Ejecutiva para las PYMEs (EISMEA) de la Comisión Europea—, el evento reunió a inversores, fundadoras y líderes del ecosistema para analizar desafíos estructurales profundamente arraigados y co-crear soluciones orientadas a políticas que impulsen más capital hacia la innovación liderada por mujeres, especialmente en el ámbito de la alta tecnología (deep tech).
La sesión se inauguró con una intervención de la eurodiputada Lina Gálvez, quien subrayó el carácter sistémico de la brecha de financiación y sus consecuencias perjudiciales para la competitividad y la capacidad de innovación de Europa. “Las estructuras de acceso al capital aún no son lo suficientemente inclusivas”, afirmó, haciendo un llamamiento a mejorar los datos, reforzar la rendición de cuentas y cambiar las narrativas sociales. “No basta con probarse el zapato diseñado para hombres: hay que cambiar la forma del zapato”.
A continuación, se celebró un dinámico panel con la participación de Laura González-Estéfani, fundadora y CEO de TheVentureCity y exmiembro del Consejo del EIC, y Sonia Fernández, socia de Kibo Ventures, moderado por Kasia Piasecki de European Women in VC. El debate puso de relieve la importancia de una transformación cultural, estructuras de fondos equitativas y el papel de los inversores institucionales (LPs) y las políticas públicas como palancas de cambio.
“Europa tiene el talento y el capital. Lo que falta es la mentalidad”, declaró González-Estéfani. “Las innovadoras no deben conformarse con las sobras del capital. Hay que empoderar a las niñas desde las primeras etapas y apoyar a las mujeres para que gestionen fondos más grandes —no de 5 millones, sino de más de 50 millones de euros— si queremos construir un legado y un impacto sistémico”.
Sonia Fernández coincidió en la urgencia de repensar el statu quo, señalando la clara relación entre la representación femenina en puestos de dirección de fondos (GP) y el flujo de capital hacia proyectos liderados por mujeres. “Si los LPs no sienten que se les evaluará por criterios de diversidad, no lo priorizarán”, advirtió, destacando la necesidad de incentivos estructurales.
Taller práctico
La segunda mitad del día estuvo dedicada a un taller práctico, donde participantes de distintos sectores abordaron barreras clave como la pobreza de tiempo, la socialización de género y los cuellos de botella estructurales en la financiación. Se propusieron soluciones concretas, entre ellas garantías colaterales respaldadas por la UE para gestoras primerizas de fondos femeninos; acceso más rápido y menos burocrático a subvenciones iniciales para fundadoras de deep tech; armonización de los indicadores de género en todos los programas de financiación de la UE; reforma de los sistemas educativos para equilibrar ambición y empatía desde edades tempranas; normalizar el fracaso como símbolo de aprendizaje y no de vergüenza.
El taller también subrayó la necesidad urgente de contar con referentes visibles y de fomentar una narrativa más sólida sobre la innovación sostenible liderada por mujeres —no solo fundadoras de «unicornios», sino también aquellas que están transformando sectores desde la base.
En una entrevista posterior al evento, González-Estéfani reflexionó sobre su trayectoria desde fundadora autodidacta hasta inversora global, abogando por confiar más en la capacidad de ejecución que en los títulos, y pidiendo a la UE instrumentos políticos más inteligentes para apoyar a una nueva generación de gestoras de fondos. “Las ideas no valen nada si no se ejecutan”, afirmó. “El éxito es solo una colección de miles de errores”.
El evento de Madrid formó parte de una serie más amplia de encuentros de expertos celebrados en toda Europa, que alimentarán un conjunto integral de recomendaciones políticas sobre inversión con perspectiva de género. Estas aportaciones orientarán futuras acciones por parte de la Comisión Europea, el Parlamento y los actores del ecosistema para cerrar la brecha de inversión de género.