KKR, firma global de inversión, ha publicado su informe Perspectiva Macroeconómica Global de Medio Año 2025, elaborado por Henry McVey, CIO de KKR y Head of Balance Sheet y Head of Global Macro and Asset Allocation (GMAA), bajo el título “Crea tu propia suerte”. Los expertos de la firma señalan que a pesar de un inicio de 2025 turbulento y de la expectativa de que puedan producirse nuevas caídas en los mercados, mantienen una visión optimista.
Destacan la firme convicción de que unas condiciones financieras atractivas, un ciclo global de relajación monetaria, las mejoras continuadas de productividad y la falta de emisiones netas en forma de salidas a bolsa, high yield y préstamos apalancados, junto con temáticas de inversión sólidas y atractivas, impulsarán este ciclo más lejos y durante más tiempo de lo que muchos prevén.
Aunque reconocen que la etapa vivida entre 2015 y 2021, definida por tipos bajos y volatilidad reducida entre 2015 y 2021 ha terminado, animan a los inversores a mantener el rumbo y apoyarse en el marco de Cambio de Régimen que lleva defendiendo desde hace tiempo el equipo, invirtiendo en las principales tendencias macroeconómicas.
Principales apuestas
En este contexto, anima a los inversores a “Crear su propia suerte” orientándose hacia activos con flujos de caja basados en colaterales, que puedan adaptarse al aumento de costes o que tengan capacidad de mejoras operativas. Ejemplos de ello son las participaciones de control en capital privado con potencial operativo, tramos senior de crédito en un entorno de gran dispersión, o activos reales con contratos de larga duración indexados a la inflación que puedan ajustarse al crecimiento nominal del PIB.
El informe también analiza lo que se mantiene y lo que ha cambiado respecto a las previsiones publicadas en diciembre de 2024. En línea con su visión anterior, el equipo considera que sigue existiendo un entorno técnico excepcional, unos mercados de capitales que reaccionan positivamente al ciclo global de relajación monetaria y un impulso sostenido en los beneficios empresariales, pese a la incertidumbre provocada por los aranceles.
McVey y su equipo también comparten su asignación de activos actualizada, previsiones de rentabilidad actualizadas y carteras modelo que consideran bien posicionadas para destacar en el entorno de Cambio de Régimen. Entre sus previsiones más contrarias al consenso se encuentran:
- El panorama técnico es mejor de lo que los inversores creen: la emisión neta de OPVs, préstamos apalancados y high yield se encuentra en niveles no vistos desde 2009.
- Estamos en un ciclo de productividad similar al de los años 90, lo que impulsará los mercados durante más tiempo y con más fuerza de lo que anticipa el consenso.
- La combinación de impuestos más bajos, márgenes más altos y beneficios de mayor calidad sugiere que los mercados estadounidenses están razonablemente valorados, no sobrevalorados.
- Europa tendrá un mejor desempeño durante más tiempo, apoyada por un euro más fuerte, mayor gasto en defensa e infraestructuras, interés continuado por las renovables, mercados de capital más profundos y menores restricciones transfronterizas.
- El mercado del petróleo pasará a niveles de sobreproducción más elevados en los próximos seis a doce meses, lo que llevará el precio del barril de WTI a una media de 60 dólares en la segunda mitad de 2025 y en 2026.
- La tasa de desempleo se mantendrá baja durante más tiempo en comparación con ciclos anteriores, incluso con una creación de empleo modesta y concentrada en unos pocos sectores.
- El capital privado seguirá siendo una de las clases de activos con mejor rendimiento, gracias a la dispersión y al control, lo que permite a los inversores centrarse en las mejoras operativas y la actividad de fusiones y adquisiciones que tienen efecto positivo en resultados.
En este sentido, destacan que existen oportunidades crecientes para la inversión de capital privado en infraestructuras, debido al menor gasto público por las restricciones fiscales, la necesidad de llevar a cabo la transición energética y la lucha geopolítica.