América Latina y el Caribe pueden ser protagonistas en la economía del futuro gracias a la profunda transformación en su ecosistema de emprendimiento, que ha llamado la atención de los inversores de capital riesgo. Con 38 unicornios a mediados de 2025, empresas privadas valoradas en más de 1.000 millones de dólares estadounidenses, y un número creciente de startups de alto impacto, la región está emergiendo como un polo de innovación digital e inclusión.
Según el informe “El Ecosistema de Startups y Capital de Riesgo en América Latina y el Caribe: tendencias, desafíos y perspectivas”, elaborado por CFA Society Spain, en colaboración con el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI) e IE University, de esos 38 unicornios, Brasil concentra más de la mitad (20), seguido por México, Chile, Colombia y Argentina.
En este sentido, el informe lanza una conclusión clara: la región se encuentra en un punto decisivo para consolidar una nueva generación de unicornios basados en innovación, sostenibilidad e integración regional. Según Germán Ríos, director de Estudios de CEAPI, profesor de Economía en IE University y autor del informe, “el ecosistema de emprendimiento iberoamericano combina un enorme potencial con grandes desafíos. La próxima ola de unicornios latinoamericanos emergerá de startups capaces de integrar innovación, sostenibilidad e integración regional efectiva”.
El documento señala que el ecosistema emprendedor iberoamericano ha evolucionado hacia un modelo más maduro y disciplinado. Destaca que, en 2024, la inversión de capital de riesgo alcanzó 4.600 millones de dólares en 751 operaciones, con la fintech, el proptech, el healthtech y la logística como sectores más dinámicos, con Brasil y México concentrando el 69% de los recursos.
En opinión de Luis Buceta, CFA, presidente de CFA Society Spain; “la clave para acelerar el desarrollo del ecosistema emprendedor iberoamericano está en promover incentivos que generen valor añadido y en fortalecer la cooperación entre los distintos actores. De ahí la importancia de promover un ecosistema financiero sólido, innovador, y fomentar una comunidad financiera más conectada con Europa”.
Según el estudio, Iberoamérica vive un ciclo de consolidación, con mayor rigor inversor y presencia creciente de fondos internacionales. Sin embargo, los autores reconocen que persisten brechas relevantes: fragmentación regulatoria, falta de financiación en etapas de crecimiento y déficit de infraestructura tecnológica y de talento. El informe recomienda avanzar hacia un pasaporte regulatorio regional, promover fondos mixtos público- privados y crear academias de startups para reforzar habilidades tecnológicas.
Empuje del capital riesgo
El informe también destaca que el panorama del capital de riesgo en América Latina ilustra aún más esta transformación. En 2024, la inversión en venture capital incrementó un 10% respecto a 2023, gracias al protagonismo de Brasil que captó el 43% de este financiamiento, consolidando su papel como principal destino de las rondas de inversión de gran escala, debido a su tamaño de mercado y su relativamente madura infraestructura. México le siguió con un 26%, mientras que el 31% restante se distribuyó entre los ecosistemas emergentes de Argentina, Chile, Colombia y Uruguay, entre otros.

Según explica el documento, esta concentración de flujos de capital revela una doble dinámica, mientras Brasil continúa dominando gracias a sus ventajas estructurales y a su escala, otros países comienzan a atraer atención como centros de innovación incipientes, pero con gran potencial. Y subraya que la importancia de Brasil en el ecosistema de startups regional también se refleja en el número de empresas que logran levantar su primera ronda de capital de riesgo, representando el 49% del total.
“La interacción entre las tendencias macroeconómicas y las dinámicas locales de innovación sugiere que, aunque el ecosistema de startups de América Latina y el Caribe sigue en una etapa formativa en comparación con referentes globales, se sustenta en cambios demográficos sólidos, una amplia adopción digital y ecosistemas emprendedores cada vez más sofisticados, con un claro potencial de expansión futura”, indica el informe.



