El proceso de envejecimiento es un fenómeno global, que afecta a todas las naciones y existen formas muy diferentes de afrontarlo. Es importante mirar hacia el exterior, comparar soluciones y aprender de ello. El debate interno en España es muy pobre en este punto. En este contexto, Manuel Álvarez, que vivió de cerca la reciente reforma de pensiones como vocal asesor del Gabinete del ex ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escribá, realiza una serie de claves para asegurar la jubilación en su último libro «Pensiones: La promesa rota». Actualmente es colaborador honorífico de la Organización de Consultores de Pensiones; miembro del Observatorio de los Sistemas Europeos de la Previsión Social Complementaria y miembro de la Comisión de Seguridad Social del Instituto de Actuarios Españoles.
1.- Confía en el sistema público, pero no pongas todos los huevos en la misma cesta. La pensión pública es la base, pero no es suficiente. Con el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, los sistemas de reparto están sometidos a presión. Y a futuro, la presión aumentará. Por eso, conviene tener un plan complementario para la jubilación. Lo óptimo es tener tres pilares: Seguridad Social, un plan de pensiones de empleo (en la empresa) y uno individual.
2.- Empieza a ahorrar cuanto antes, aunque sea poco. Ahorrar para la jubilación no es solo para quienes ganan mucho. Es para todos. Cuanto antes empieces, más tiempo tendrá tu dinero para crecer. Incluso pequeñas aportaciones mensuales, si se mantienen en el tiempo, pueden marcar la diferencia gracias al efecto del interés compuesto.
3.- Diversifica las fuentes de ingresos. No pongas todo tu futuro financiero en manos de la pensión pública. Puedes combinarla con un plan de pensiones de empleo y otro personal privado. Y entre estos, elige los que tengan mejor reputación y menores gastos. Si eres joven no tengas miedo a invertir en acciones a través de fondos de inversión y fondos de pensiones diversificados. Son rentables a largo plazo. Otras opciones son cuentas de ahorro, inversiones, una propiedad en alquiler o incluso una actividad parcial tras jubilarte si así lo deseas. Cuantas más fuentes, más seguridad.
4.- Saca partido a los incentivos fiscales. En España se ofrecen ventajas fiscales por ahorrar para la jubilación. Infórmate sobre los productos que permiten desgravar o diferir impuestos, como los planes de pensiones, seguros de vida ahorro, planes de previsión en el País Vasco. Utilizar bien estos instrumentos puede suponer un ahorro importante hoy y una renta futura adicional mañana.
5.- Piensa a largo plazo y con los pies en la tierra. Imagínate cómo quieres vivir en tu jubilación. ¿Dónde? ¿En una gran ciudad? ¿En el pueblo? ¿Con qué estilo de vida? ¿Con qué gastos mensuales? Planificar con realismo te ayuda a establecer objetivos de ahorro adecuados. Recuerda que en España debes esperar vivir 20 o 30 años tras jubilarte, y que tus necesidades cambiarán con el tiempo.
6.- No subestimes el impacto de la inflación. Lo que hoy compras con 100 euros, dentro de 20 años podría costar 150. Por eso, es importante que tus ahorros crezcan al menos al ritmo de los precios. Invertir en productos que protejan frente a la inflación —como fondos de inversión diversificados o activos ligados al IPC— puede ayudar a mantener el poder adquisitivo. Las inversiones en acciones suelen proteger mejor frente a la inflación que la renta fija.
7.- Cuida tu salud: es tu mayor activo. Una buena salud no solo mejora tu calidad de vida, también reduce gastos médicos y permite mantenerse activo más tiempo. Hacer ejercicio, comer bien evitando excesos, evitar el estrés y seguir revisiones médicas son inversiones que rinden grandes frutos en la jubilación.
8.- Infórmate sobre tus derechos y opciones. ¿Sabes cuántos años necesitas cotizar para cobrar el 100% de la jubilación pública? ¿Y para el retiro anticipado? Conocer las reglas del sistema ayuda a tomar mejores decisiones laborales y personales que afectarán directamente a la pensión. Por ejemplo, para cobrar el 100 % de la pensión de jubilación en 2025 es necesario haber cotizado al menos 36 años y 6 meses. Este requisito se mantendrá vigente hasta 2026. Además, la edad ordinaria de jubilación varía según los años cotizados:
• 65 años: si se han cotizado 38 años y 3 meses o más.
• 66 años y 8 meses: si se han cotizado menos de 38 años y 3 meses.
Por lo tanto, para jubilarse a los 65 años con el 100 % de la pensión en 2025, es necesario haber cotizado al menos 38 años y 3 meses. Es importante tener en cuenta que, para acceder a cualquier pensión contributiva, se requiere un mínimo de 15 años cotizados, de los cuales al menos dos, deben estar comprendidos en los 15 años anteriores a la jubilación. Estos requisitos están sujetos a cambios legislativos, por este motivo, hay que estar al día de las reglas vigentes.
9.- Consulta a profesionales si lo necesitas. Planificar la jubilación no es sencillo. Existen muchos productos, normativa fiscal cambiante y decisiones importantes que tomar. Un asesor financiero puede ayudarte a elegir bien, evitar errores y aprovechar oportunidades. No lo veas como un gasto, sino como una inversión en tu futuro.
10.- Revisa el plan cada cierto tiempo. Las circunstancias cambian: tu empleo, tus ingresos, tus metas, las reglas del sistema… Por eso, es importante revisar tu estrategia cada año o ante cualquier cambio relevante. Adaptarse a tiempo evita sustos y te permite seguir el rumbo correcto.
En resumen, asegurar una buena pensión no es solo tarea del Estado. También es responsabilidad del trabajador y futuro jubilado. Con previsión, información y un poco de disciplina, se puede llegar a la jubilación con tranquilidad. Cuanto antes se empiece, más fácil será. Porque no se trata solo de jubilarse, también de vivir bien después de retirarse de la vida laboral.