Pixabay CC0 Public Domain. Identificar motores sostenibles que mejoren el medioambiente o por qué la huella de carbono no nos cuenta todo
Los inversores cada vez tienen más en cuenta las características medioambientales de sus inversiones. Este impulso puede ser de naturaleza moral, para poner en sintonía una cartera de inversión con los valores personales. También puede existir una motivación económica, en la creencia de que las actividades que contribuyen a mejorar el medio ambiente tienen más probabilidades de generar rentabilidades superiores a la media.
El sector financiero siempre está dispuesto a atender la demanda de nuevos productos de los inversores. Así, por ejemplo, solo en el segundo trimestre de 2021 se lanzaron 177 nuevos fondos sostenibles en todo el mundo, según datos de Morningstar. Sin embargo, en la práctica no resulta tan sencillo seleccionar empresas que contribuyan a solventar los retos climáticos y medioambientales.
Huella de CO2
En nuestra condición de inversores con un mandato medioambiental, a menudo nos preguntan cómo se puede definir una empresa cuyas actividades contribuyan a mejorar el medio ambiente. Como regla general, los fondos siguen midiendo y comunicando las emisiones de las empresas dividiéndolas por sistema entre las ventas.
En nuestra opinión, eso no basta. La huella, también llamada intensidad de carbono, mide las emisiones de gases de efecto invernadero de una empresa en relación con sus ingresos y es uno de los numerosos factores que nos informan sobre el riesgo y el impacto climático de una empresa. Las empresas y los inversores utilizan la huella de carbono para identificar y abordar riesgos relacionados con las emisiones. Fijarse en lo que contribuyen diferentes sectores a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero puede constituir un punto de partida útil para determinar las prioridades en materia de reducción de las emisiones.
Inclusión de las emisiones de alcance 3 en la huella de carbono
Sin embargo, consideramos que es de gran utilidad ir más allá de las emisiones de los alcances 1 y 2, es decir, las emisiones directas e indirectas de una empresa. Es esencial incluir las emisiones de alcance 3. Estas emisiones se derivan de las actividades de una empresa, pero escapan al control de esta. Estas emisiones resultan difíciles de medir. Por esa razón, generalmente no se comunican o están incompletas. Aunque algunos proveedores de datos ASG calculan estas emisiones, todavía no es lo habitual que se incluyan en las huellas de carbono de los inversores.
Prevención de emisiones
Podemos ilustrar el concepto de emisiones evitadas con un ejemplo. Un fabricante de aerogeneradores y un productor de cosméticos tienen perfiles de emisiones similares en lo que respecta a los alcances 1, 2 y 3, pero difieren enormemente en lo que respecta a las «emisiones potencialmente evitadas». Se trata de una metodología que mide las emisiones de carbono evitadas en la cadena de valor de los productos y servicios de una empresa. Si los inversores se fijaran únicamente en las emisiones de los alcances 1, 2 y 3, se perderían la oportunidad de invertir en una empresa que ofrece soluciones reales contra el cambio climático.
Por segunda vez, DNB Asset Management, junto con el instituto independente ISS-ESG, han elaborado un informe que analiza la huella de carbono de las empresas participadas por el DNB Renewable Energy Fund y muestra cuántas emisiones se han evitado.
Basándose en datos del año 2020, los resultados indican que las posiciones del fondo evitan potencialmente 1.480 t de CO2 por cada millón de euros invertido, frente a una huella de carbono de 246 t de CO2 por cada millón de euros, de modo que la cartera evita aproximadamente 6 toneladas de CO2 por cada tonelada que el fondo emite (aprox. 5 t de CO2 netas). Las primeras diez contribuciones a las emisiones potencialmente evitadas representan el 81% de las emisiones potencialmente evitadas netas totales del fondo.
Creemos que es imprescindible medir también el impacto positivo que tienen en el clima las empresas en las que invierte un fondo. Sin embargo, es una tarea compleja que creemos que necesita una mayor profundización. Únicamente puede llevarse a cabo paso a paso y mediante un análisis exhaustivo que englobe las conversaciones con las empresas.
Tribuna de Laura Natumi McTavish, analista del equipo de Inversiones Responsables de DNB Asset Management.
Pixabay CC0 Public DomainRiesgos en las bolsas. Wall Street
La bolsa estadounidense marcó un nuevo máximo histórico a mediados de noviembre antes de experimentar una fuerte corrección, que empezó cuando se identificó Ómicron, la nueva variante de COVID-19, por lo que terminó el mes con ligeras pérdidas. Otros factores de fondo fueron las disrupciones en la cadena de suministro, la escasez de mano de obra, un dólar más fuerte y la caída del precio del petróleo y del bono estadounidense. Jerome Powell, presidente de la Fed, había calificado previamente la inflación al alza como “transitoria”, pero ahora dice que “es probablemente un buen momento para retirar esa calificación”, acortando la agenda del “tapering” de bonos.
Citando los Insight del economista Gary Shilling, “históricamente, no ha habido escasez global de oferta salvo en periodos de guerra, por lo que el episodio actual -resultado de los cuellos de botella temporales en las cadenas de producción y de las dificultades para reabrir las economías-, es inusual. Pero la reacción de los consumidores y los negocios a la misma no lo es, ya que se están apresurando para hacer pedidos y comprar en anticipación a nuevas escaseces e incrementos de precios en una suerte de ciclo de profecías autocumplidas”.
También destacamos otra nota, del economista Ed Hyman, sobre los valores que mejor lo están hacienda en bolsa vs el tapering de la Fed: “Los últimos tres grandes máximos del S&P sucedieron después de seis subidas en los tipos de interés hasta el 6,5% en el 2000; después de 14 subidas, hasta el 5,25% en 2007; y después de 9 subidas, hasta el 2,5%, en 2018”.
La actividad de fusiones y adquisiciones (M&A por sus siglas en inglés) mantuvo su fortaleza en noviembre, con la incorporación a la cartera de nuevas operaciones recién anunciadas, como la adquisición por parte de American Tower del operador de centros de datos CoreSite Realty por 10.000 millones de dólares; la compra de la biofarmacéutica Dicerna Pharmaceuticals por Novo Nordisk por 3.000 millones de dólares; las compras de GIC y CPP de la compañía de antivirus McAffe por 15.000 millones; la adquisición de KKR y GIP del operador de centros de datos CyrusOne por 15.000 millones de dólares; y la adquisición por parte de DuPont de la compañía de materiales especiales Rogers Corp por 5.000 millones. Entre los acuerdos que se cerraron en noviembre se incluyen la compra por parte de Merck de Acceleron Pharma por 11.000 millones, la compra de Trillium Therapeutics por Pfizer, por 2.000 millones de dólares, y la adquisición de Domtar por Paper Excellence por 3.000 millones.
Al respecto, destacamos del artículo del Wall Street Journal Buyout Boom Gains Steam in Record Year for Private Equity:“Los fondos de private equity han anunciado recompras de acciones récord de 944.400 millones de dólares en Estados Unidos en lo que va de año, 2,5 veces el volumen registrado en el mismo periodo del año pasado y más del doble respecto al máximo previo de 2007… El mercado de OPVs también está en niveles récord, y el volumen de fusiones en EE.UU. es el doble del visto el año pasado”.
Finalmente, en el segmento de convertibles, de manera similar a lo que sucedió en el primer trimestre hemos visto múltiples contratos en el mercado, afectando de manera desproporcionada a las acciones con sesgo ‘growth’. Por lo general, el mercado de convertibles está más orientado al ‘growth’, por lo que se produjo un poco de debilidad al cierre del mes. A pesar de ello, las emisiones repuntaron significativamente, y esperamos que el nivel global de emisiones en el año se quede justo por encima del cierre del año pasado. Esto expande nuestro universo de inversión, y es signo de un mercado sano.
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To access our proprietary value investment methodology, and dedicated merger arbitrage portfolio we offer the following UCITS Funds in each discipline:
GAMCO MERGER ARBITRAGE
GAMCO Merger Arbitrage UCITS Fund, launched in October 2011, is an open-end fund incorporated in Luxembourg and compliant with UCITS regulation. The team, dedicated strategy, and record dates back to 1985. The objective of the GAMCO Merger Arbitrage Fund is to achieve long-term capital growth by investing primarily in announced equity merger and acquisition transactions while maintaining a diversified portfolio. The Fund utilizes a highly specialized investment approach designed principally to profit from the successful completion of proposed mergers, takeovers, tender offers, leveraged buyouts and other types of corporate reorganizations. Analyzes and continuously monitors each pending transaction for potential risk, including: regulatory, terms, financing, and shareholder approval.
Merger investments are a highly liquid, non-market correlated, proven and consistent alternative to traditional fixed income and equity securities. Merger returns are dependent on deal spreads. Deal spreads are a function of time, deal risk premium, and interest rates. Returns are thus correlated to interest rate changes over the medium term and not the broader equity market. The prospect of rising rates would imply higher returns on mergers as spreads widen to compensate arbitrageurs. As bond markets decline (interest rates rise), merger returns should improve as capital allocation decisions adjust to the changes in the costs of capital.
Broad Market volatility can lead to widening of spreads in merger positions, coupled with our well-researched merger portfolios, offer the potential for enhanced IRRs through dynamic position sizing. Daily price volatility fluctuations coupled with less proprietary capital (the Volcker rule) in the U.S. have contributed to improving merger spreads and thus, overall returns. Thus our fund is well positioned as a cash substitute or fixed income alternative.
Our objectives are to compound and preserve wealth over time, while remaining non-correlated to the broad global markets. We created our first dedicated merger fund 32 years ago. Since then, our merger performance has grown client assets at an annualized rate of approximately 10.7% gross and 7.6% net since 1985. Today, we manage assets on behalf of institutional and high net worth clients globally in a variety of fund structures and mandates.
Class I USD – LU0687944552 Class I EUR – LU0687944396 Class A USD – LU0687943745 Class A EUR – LU0687943661 Class R USD – LU1453360825 Class R EUR – LU1453361476
GAMCO ALL CAP VALUE
The GAMCO All Cap Value UCITS Fund launched in May, 2015 utilizes Gabelli’s its proprietary PMV with a Catalyst™ investment methodology, which has been in place since 1977. The Fund seeks absolute returns through event driven value investing. Our methodology centers around fundamental, research-driven, value based investing with a focus on asset values, cash flows and identifiable catalysts to maximize returns independent of market direction. The fund draws on the experience of its global portfolio team and 35+ value research analysts.
GAMCO is an active, bottom-up, value investor, and seeks to achieve real capital appreciation (relative to inflation) over the long term regardless of market cycles. Our value-oriented stock selection process is based on the fundamental investment principles first articulated in 1934 by Graham and Dodd, the founders of modern security analysis, and further augmented by Mario Gabelli in 1977 with his introduction of the concepts of Private Market Value (PMV) with a Catalyst™ into equity analysis. PMV with a Catalyst™ is our unique research methodology that focuses on individual stock selection by identifying firms selling below intrinsic value with a reasonable probability of realizing their PMV’s which we define as the price a strategic or financial acquirer would be willing to pay for the entire enterprise. The fundamental valuation factors utilized to evaluate securities prior to inclusion/exclusion into the portfolio, our research driven approach views fundamental analysis as a three pronged approach: free cash flow (earnings before, interest, taxes, depreciation and amortization, or EBITDA, minus the capital expenditures necessary to grow/maintain the business); earnings per share trends; and private market value (PMV), which encompasses on and off balance sheet assets and liabilities. Our team arrives at a PMV valuation by a rigorous assessment of fundamentals from publicly available information and judgement gained from meeting management, covering all size companies globally and our comprehensive, accumulated knowledge of a variety of sectors. We then identify businesses for the portfolio possessing the proper margin of safety and research variables from our deep research universe.
Class I USD – LU1216601648 Class I EUR – LU1216601564 Class A USD – LU1216600913 Class A EUR – LU1216600673 Class R USD – LU1453359900 Class R EUR – LU1453360155
GAMCO CONVERTIBLE SECURITIES
GAMCO Convertible Securities’ objective is to seek to provide current income as well as long term capital appreciation through a total return strategy by investing in a diversified portfolio of global convertible securities.
The Fund leverages the firm’s history of investing in dedicated convertible security portfolios since 1979.
The fund invests in convertible securities, as well as other instruments that have economic characteristics similar to such securities, across global markets (but the fund will not invest in contingent convertible notes). The fund may invest in securities of any market capitalization or credit quality, including up to 100% in below investment grade or unrated securities, and may from time to time invest a significant amount of its assets in securities of smaller companies. Convertible securities may include any suitable convertible instruments such as convertible bonds, convertible notes or convertible preference shares.
By actively managing the fund and investing in convertible securities, the investment manager seeks the opportunity to participate in the capital appreciation of underlying stocks, while at the same time relying on the fixed income aspect of the convertible securities to provide current income and reduced price volatility, which can limit the risk of loss in a down equity market.
Class I USD LU2264533006
Class I EUR LU2264532966
Class A USD LU2264532701
Class A EUR LU2264532610
Class R USD LU2264533345
Class R EUR LU2264533261
Class F USD LU2264533691
Class F EUR LU2264533428
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De cara a 2022, las perspectivas de inflación a medio plazo siguen siendo más inciertas de lo que han sido durante décadas. Esto creará posibles oportunidades y riesgos para los inversores.
En la cosmología moderna, el paradigma inflacionario se refiere a la idea de que el universo primitivo se expandió a un ritmo extremadamente rápido (exponencial) durante las primeras fracciones de segundo después de su existencia. En las últimas décadas, los físicos han debatido mucho sobre si esto es lo que realmente ocurrió1. Como veremos, estos debates también son bastante relevantes para la inflación de tipo económico.
Los mercados han estado tratando de resolver la cuestión de si los picos de precios observados tras la interrupción de la cadena de suministro podrían ser algo más que una aberración temporal, o «transitoria», como dice la Fed. A menos que se aporten bastantes detalles, cualquier afirmación de este tipo va a tener razón, en algún momento. En agosto, el presidente de la Fed, Jerome Powell, proporcionó tardíamente cinco medidas específicas que vale la pena vigilar. En la actualidad, las cinco apuntan a una inflación más alta, más amplia y quizás más sostenida de lo que la mayoría de los observadores creían probable hace un par de meses. Cada vez son más los llamamientos a la Fed para que acelere la reducción (o el tapering) de sus compras de activos a gran escala, incluso por parte del ex secretario del Tesoro Lawrence Summers2.
No es nuestra intención pelearnos con Larry Summers ni con los economistas que asesoran a Jay Powell en la Fed. Sin embargo, especialmente para los inversores que no están familiarizados con las oscuras artes de hacer previsiones económicas de forma regular, vale la pena señalar que ninguna de las partes puede estar tan segura como probablemente suene para los profanos.
En parte, esto se debe a que hay mucha incertidumbre subyacente dondequiera que se mire, como es de esperar después de una pandemia que ocurre una vez en un siglo. Es fácil decir que los suministros de madera, o los semiconductores o la producción de automóviles se ajustarán eventualmente. La microeconomía básica sugiere que es muy probable que las limitaciones sean «transitorias» en ese sentido, pero pensar en los detalles y en las implicaciones macro tiende a implicar complejidades alucinantes3
Del mismo modo, el espectacular aumento de la demanda de bienes de consumo duraderos desde el comienzo de la pandemia ha contribuido a crear graves tensiones en las cadenas de suministro mundiales4 ¿Cuánto durará? En parte, eso dependerá de las tarifas de transporte de mercancías a nivel mundial, ya que el actual contrato sindical expira el 1 de julio de 2022 para los estibadores del sur de California5.
Dicho esto, Summers tiene razón cuando afirma que las subidas de precios parecen haber dejado de estar confinadas a unos pocos sectores y, en cambio, parecen haberse generalizado. La escasez de mano de obra provocada por la pandemia ya está haciendo subir los salarios, sobre todo en los tramos de ingresos más bajos. También hay muchos indicios inquietantes, incluso en las encuestas políticas, de que los votantes están empezando a dudar de la narrativa transitoria, convirtiendo potencialmente la dinámica inflacionista en una profecía autocumplida6
Nuestros contactos con los directivos de las empresas confirman que muchos se sienten muy seguros de poder repercutir los aumentos salariales a través de la subida de los precios, al tiempo que consideran que la contratación es una limitación clave. Además, en otros países también se han registrado las tasas de inflación anual más rápidas en bastante tiempo, en parte como consecuencia del aumento de los precios de las materias primas en general y de la energía en particular.
Sin embargo, ¿hasta qué punto puede leerse con fiabilidad cualquiera de estos datos? Un poco, pero no demasiado, al menos todavía, sería nuestra respuesta. Como hemos señalado anteriormente, parte del problema es que las estadísticas económicas probablemente seguirán distorsionadas por la pandemia durante bastante tiempo7.
Aunque hemos sido un poco más escépticos que la mayoría sobre la narrativa transitoria antes de que esta postura se pusiera de moda, ahora señalaríamos humildemente que todavía tiene algunos méritos. Una vez que la pandemia se desvanezca, la demanda de los consumidores probablemente se desplazará de los bienes manufacturados a los servicios, incluidos los viajes y el turismo, aliviando las presiones sobre las cadenas de suministro mundial de bienes. El estímulo fiscal se reducirá en Estados Unidos, incluso si se aprueba la última serie de medidas. Y los elevados precios de este año de ciertos artículos, como los coches usados o el petróleo y el gas natural, podrían resultar ser los efectos de base del próximo año, aberraciones estadísticas que distorsionan las comparaciones interanuales. Al fin y al cabo, las elevadas lecturas de la inflación en 2021 reflejaron en parte el colapso de la demanda y la caída de los precios que provocó para ciertos bienes en 2020, durante las primeras etapas de la pandemia.
De hecho, en nuestras previsiones centrales, creemos que las tasas de inflación en los mercados desarrollados se mantienen en niveles elevados durante un tiempo, con algunas variaciones entre países, pero normalmente al menos durante unos meses más. Luego, deberían empezar a descender de nuevo en el segundo semestre de 2022. En el caso de EE.UU., esperamos que la inflación alcance su punto máximo a finales del invierno o, como muy tarde, a principios de la primavera. Sin embargo, tras haber tenido que revisar al alza nuestras previsiones de inflación este año, queremos subrayar que las perspectivas de inflación siguen siendo más inciertas de lo que han sido durante décadas.
Las razones nos llevan, entre otras cosas, al paradigma inflacionario en cosmología. Los físicos de hoy en día saben claramente más sobre la inflación que su disciplina hace 40 años8, pero está mucho menos claro que los economistas lo sepan. Los modelos macroeconómicos actuales y el papel central que otorgan a las expectativas racionales no son más que una forma matemática de contar una historia clara que los economistas que vivieron la década de 1970 encontraron convincente. Si se están acercando a la «verdad» en algún sentido científico es algo tan poco claro hoy como lo era en 1979.9
Todavía no sabemos muy bien cómo se forman las expectativas de inflación, cómo han cambiado esos procesos de formación a lo largo del tiempo o cuáles son las circunstancias específicas más importantes, si es que hay alguna. Y, al menos en lo que respecta a sus propias experiencias vitales, la mayoría de los inversores y economistas actuales de los mercados desarrollados probablemente saben bastante menos que sus predecesores sobre el tema, ya que, como mucho, han experimentado un periodo de este tipo durante la década de los setenta con estancamiento, En cambio, el episodio actual podría resultar tener un mayor paralelismo con el auge inflacionista de la posguerra de julio de 1946 a octubre de 1948.10 En aquel entonces, la inflación resultó ser efímera en la economía estadounidense de posguerra, pero no antes de alcanzar un máximo de más del 20% en marzo de 194711.
1.Turner, M.S. (1987). Toward the inflationary paradigm: Lectures on inflationary cosmology, Fermi National Accelerator Lab (FNAL/C–87/35-A)
4.Romei, V., “Global cargoes are way up on pre-pandemic levels: Few appreciate just how dramatic the rise in demand for consumer durables has been”, in Financial Times, Nov. 9, 2021, https://on.ft.com/3kmSY8x
8.Guth, A.; Kaiser, D.; Nomura, Y. (2014). «Inflationary paradigm after Planck 2013». Physics Letters B. 733: 112–119. https://doi.org/10.1016/j.physletb.2014.03.020
9.Even in the natural sciences, there is often an element of generational change in scientific paradigm shifts. See, in particular, Kuhn, T. (1962; 1970 ed.) The Structure of Scientific Revolutions, University of Chicago Press, and in particular the following quote (p. 151): «Max Planck, surveying his own career in his Scientific Autobiography, sadly remarked that «a new scientific truth does not triumph by convincing its opponents and making them see the light, but rather because its opponents eventually die, and a new generation grows up that is familiar with it.»
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“No se puede intervenir en la realidad que no podemos observar”
Ya nos acercamos al cierre del año 2021. Seguramente poco nos acordaremos de aquellas predicciones que, a esta misma altura de un año atrás nos apurábamos por leer y retener. Quizás un criterio sería entonces, en base a la información disponible concreta y presente, intentar poner el acento más en los aspectos preventivos que predictivos. La misma dinámica de acontecimientos tan acelerados hace que las predicciones sean cada vez más complejas de establecer y sostener.
Observando el devenir de los mercados financieros aún en pandemia, podemos intentar un camino descriptivo. Las dos corrientes genéricas de análisis siempre fueron, los fundamentos y lo técnico. Haciendo una muy breve aproximación a la temática, el primero, pone foco en el valor de un activo relacionado con registros financieros, métricas y modelo de negocios. Mientras que el segundo, hace foco en el precio de un activo, vinculado con un período de tiempo determinado y se expresa en gráficos.
Al análisis fundamental y técnico, hoy se agrega un nuevo, significativo y determinante aporte, la síntesis algorítmica, es el aporte de la inteligencia artificial, que, en base a relevamiento de datos unificados de los silos de almacenamiento, concluye y determina decisiones operativas. Incluso en las redes sociales, en especial vía Twitter, corre información que suele impactar en los precios y tendencias. O acaso, pasa desapercibido cada nuevo comentario/tweet de Elon Musk…? Recientemente S&P Dow Jones lanzó dos nuevos índices: el S&P 500 Twitter Sentiment Index y el S&P 500 Twitter Sentiment Select Equal Weight Index. En ambos casos se mide el impacto de las conversaciones en twitter en los índices bursátiles y financieros. Pasamos de la inside information a la social media information, en tiempo real.
En tal sentido es interesante destacar el crecimiento de personas que en estos últimos años inician operaciones a través de brokers online. Es muy elocuente la accesibilidad para ello, con tecnologías muy amigables a tal fin. Sería necesario aportarles a esos millones de nuevos inversores, una base mínima de conocimientos para así poder gestionar su dinero, con un criterio de responsabilidad y mayor cobertura posible.
Aquello que sí podemos afirmar de manera predictiva es el enorme crecimiento de los criterios ESG (environmental, social, governance) que refieren a factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo, ASG en español. Cada vez cobra mayor relevancia que las empresas cotizantes en mercados puedan mostrar y demostrar el impacto de sus actividades respecto medio ambiente, respecto al entorno social y la comunidad, que incluye los aportes a la “economía plateada”. También refiere al modo de gestionar temática de inclusión, diversidad de género, transparencia de información pública, ratio de clima interno.
Del lado de los inversores crece la corriente de inversión sostenible y responsable (ISR), tanto para el espacio retail, como para los gestores de fondos. En virtud de los aspectos mencionados es que cada día cobran mayor relevancia y crecen algunos criterios de mediciones.
Tal el caso del Global Reporting Initiative (GRI), que de modo independiente propone el primer estándar mundial de lineamientos de empresas respecto a su aporte a la sostenibilidad del negocio, desde su desempeño económico, ambiental y social.
Es muy importante incorporar en el aspecto social, aquella mirada referida a la “economía plateada” o “silver economy”. Desde el punto de vista demográfico en el mundo en general y en Latam en particular, ya se conoce el crecimiento sostenido del segmento social de mayores de 60 años, que requieren ser integrados productivamente, sea como clientes o sea como inversores y ser foco de políticas de alfabetización financiera y alfabetización digital. Quizás el cambio de paradigma respecto al siglo pasado es, pasar del criterio para personas mayores de 60 como nuevos actores en su capacidad de aportar, de dar, de colaborar, de apoyar a los más jóvenes y a toda la comunidad en su conjunto. La experiencia aplicada, es un capital que necesitamos convertirlo en gestión, en innovación, en proyectos asociativos.
Está muy claro que en los mercados financieros en nuestros días, no es seguro ganar, se requiere de buen asesoramiento y buen apoyo profesional, se requiere de conocimientos, también tener muy claro los objetivos a cumplir, si se trata de fondos que disponemos por plazo corto, mediano o largo, si se trata de acumular capital para nuestra etapa de retiro, si se trata de conservar fondos y defenderlos de la inflación, si se trata de ahorro por goteo, para determinar cuánto especulamos, cuándo especulamos, dónde especulamos, con qué instrumento especulamos… Como sea lo hagamos es prioritario ya reconocer el carácter de sustentabilidad de las empresas cotizantes en bolsas.
Cuando hablamos de sustentabilidad, expresamos: “satisfacer necesidades presentes, sin comprometer necesidades futuras”.
En el libro “Un pequeño empujón” de Richard Thaler y Cass Sunstein, podemos leer en su epílogo:” Racionalidad limitada. Ya hemos señalado que, cuando las cosas se complican, los humanos pueden empezar a hacer tonterías, lo que nos lleva a un aspecto de la crisis financiera que no ha recibido la atención que merece: el mundo financiero se ha hecho mucho más complejo en las últimas dos décadas”. Me permito expresar que en los recientes tres años, su complejidad es aún mayor.
Que logres cumplir tus objetivos financieros para 2022¡!
Esta ha sido una década sorprendente para las inversiones sostenibles. Hemos asistido a la confluencia de acciones por parte de empresas, individuos y responsables políticos. Estos últimos han sido especialmente activos en los últimos tres años y el creciente poder de la regulación es un completo cambio de juego para la sostenibilidad, y para los datos sostenibles en particular. El famoso Reglamento de Divulgación Financiera Sostenible (SFDR, por sus siglas en inglés) es un listón cada vez más alto, no sólo para la divulgación, sino también para la disciplina y el enfoque relativos a los marcos sostenibles.
Durante los últimos dos o tres años, la atención se ha centrado principalmente en una sola dimensión: el medio ambiente y, en particular, el clima. Sin embargo, la crisis sanitaria ha demostrado el papel clave del pilar social y cómo las tres dimensiones -medio ambiente, social y gobernanza- están interconectadas, por lo que requieren un enfoque global. Esta ha sido siempre una convicción en DPAM.
La carrera hacia las emisiones cero no es solo una declaración
Casi todos los países se han comprometido a lograr la neutralidad de carbono en las próximas décadas. Esto tiene consecuencias económicas y financieras. En primer lugar, significa una retirada completa de los combustibles fósiles para 2050 y un agresivo proceso de descarbonización. En segundo lugar, supone un coste de inversión estimado en más de 5 billones de dólares al año hasta 2030, lo que requiere una financiación considerable.
Los últimos 5 años han sido años récord en cuanto a los llamados bonos verdes y emisiones similares. Esto es sólo un comienzo. Estos instrumentos deberían emitirse masivamente en los próximos años. Proporcionarán una mayor diversificación a los mercados. Ya sea atraídos voluntariamente por estos instrumentos o empujados por la normativa, los inversores son propensos a comprar activos «verdes» cuyas valoraciones empiezan a mostrar algunos signos de fuerte demanda.
De hecho, la taxonomía europea, entre otras cosas, impulsa a los inversores a comprar los valores que les permitan mostrar los mejores índices de alineación con los dos primeros objetivos del cambio climático (mitigación y adaptación). Los siguientes cuatro objetivos se han redactado recientemente.
A modo de recordatorio, la taxonomía pretende aportar claridad sobre lo que debe considerarse verde y ayuda a reasignar el capital hacia actividades económicas y empresas que contribuyan a los objetivos medioambientales alineados con la taxonomía.
Aunque las ambiciones de los países son importantes, para que tengan éxito deben lograrse a escala mundial. En este sentido, los resultados de la COP 26 no fueron tranquilizadores. «Una COP de los países ricos para los países ricos», como han afirmado varios expertos, y con un importante desfase entre las declaraciones oficiales de la primera semana y las conclusiones de la segunda.
Esto ha creado un contexto de desconfianza entre los países y, en particular, entre las economías desarrolladas y las emergentes, sin precedentes que las próximas conferencias tendrán que resolver rápidamente. La guerra por el liderazgo climático entre China y Estados Unidos ya está creando algunas tensiones geopolíticas. El fracaso de la COP 26 en varios puntos esenciales para la cooperación internacional y la desconfianza entre los estados reforzará dichas tensiones.
¿Qué pasa con el frente social y de gobernanza?
El impacto de la regulación en cuanto a los requisitos sociales y de gobernanza ha sido bastante limitado por el momento, especialmente en la valoración.
En el ámbito social, la atención sigue centrada en la compleja consideración de los derechos humanos a lo largo de la cadena de valor, el famoso deber de diligencia aplicado por Francia y el Reino Unido. Sin embargo, el primer borrador de la Taxonomía Social se publicó el verano pasado, y promete debates animados y ciertamente subjetivos sobre su aplicación.
Lo mismo observamos en materia de gobernanza: las garantías mínimas que deben aplicarse desde el punto de vista reglamentario refuerzan el escrutinio de los incidentes y escándalos a los que pueden enfrentarse los emisores. Además, el paso de la primacía de los accionistas a la gobernanza de los stakeholders sitúa en primer plano la noción de «misión» de la empresa hacia la sociedad. Esto ha abierto la puerta a interesantes debates sobre el frágil equilibrio de todo este microcosmos.
Los 5 mensajes clave para 2022
1. El mercado con criterios ASG ha crecido muy rápidamente en los últimos 5 años hasta convertirse en una tendencia dominante. No hay razón para que se detengan los importantes flujos de activos sostenibles de los últimos trimestres. El seguimiento de estos flujos es clave en la gestión de las carteras.
2. La regulación está ahí para apoyar estos flujos; la SFDR, en particular, es un elemento de cambio para reciclar los activos de inversión en soluciones de inversión con criterios ASG.
3. La demanda está entonces claramente en aumento. Por el lado de la oferta, el universo de activos verdes sigue siendo relativamente pequeño, con sesgos geográficos y sectoriales. Esto podría pesar en la valoración. Es imperativo que el universo crezca para evitar la saturación de los riesgos de inversión. Las carteras gestionadas activamente pueden marcar la diferencia.
4. A raíz de las recientes valoraciones más elevadas, podría cuestionarse la posible valoración errónea de los denominados activos ASG y la correlación positiva entre los ASG y los resultados financieros. Dada la diversidad de enfoques sostenibles, la respuesta no siempre es sencilla. Sin embargo, un reciente análisis del Centro Stern de Negocios Sostenibles de la Universidad de Nueva York y de Rockefeller Asset Management confirmó la correlación positiva y/o neutra entre los criterios ASG y los resultados financieros. El consenso del mercado se basa en que los criterios ASG pueden conducir a un rendimiento superior.
5. Por último, el problema de los datos es un desafío bien conocido. El SFDR y la Taxonomía, en particular, han cambiado las reglas del juego de la inversión y los datos de criterios ASG. Las necesidades de los inversores han pasado de las evaluaciones subjetivas de los proveedores de datos ASG a los datos brutos objetivos directamente de las empresas. El mundo financiero necesita datos adecuados, fiables y con visión de futuro para tomar decisiones de inversión apropiadas, totalmente alineadas con la agenda política 2030-2050. Por ello, el anuncio de la Fundación de las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS) y de la creación del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) ha sido bien recibido por los mercados. Esto desarrollará una base global completa de normas de divulgación de la sostenibilidad para el mercado financiero, lo cual es un paso prometedor en la dirección correcta.
Tribuna de Ophélie Mortier, estratega de Inversión sostenible en DPAM.
La inflación es actualmente la principal preocupación de muchos inversores, empresas y consumidores. En consecuencia, el poder de fijación de precios es el «tema del día» para el mercado y, en concreto, para el sector de los bienes de consumo de marca, en el que las empresas tratan de trasladar las crecientes presiones inflacionistas a través de los precios para mitigar sus propias presiones sobre los márgenes. En octubre, durante una convocatoria de resultados del tercer trimestre de 2021, Charles Bergh, consejero delegado de Levi Strauss, destacó la enorme diferencia que puede suponer la fortaleza de una marca. «En 2011, no teníamos poder de fijación de precios. La situación actual, muy diferente, es que hemos sido capaces de tomar los precios en los últimos 12 meses y se está manteniendo.» En noviembre, el consejero delegado de Ferrari, Benedetto Vigna, hizo una observación similar; Ferrari es una marca premium por la que los clientes están dispuestos tanto a esperar como a pagar. «Hay una manera de gestionar [la lista de espera] adecuadamente ajustando los precios y, de hecho, ya hemos empezado a aumentar los precios para poder gestionar adecuadamente esta situación. Normalmente los clientes también están dispuestos a esperar un poco, porque cuando conduces un Ferrari, no conduces sólo un coche, conduces un coche Ferrari».
Muchas empresas del sector del lujo siguen confiando en su poder de fijación de precios debido a la fuerte demanda subyacente de sus respectivas marcas. ¿Cómo comprobamos el poder de fijación de precios? Cuantitativamente, nos fijamos en los márgenes brutos y en su estabilidad. A este respecto, el sector del lujo obtiene una puntuación favorable en ambos aspectos. Observamos que los márgenes brutos previstos para la mayoría de las empresas del sector son similares a sus medias históricas, a pesar de que la inflación de los costes es más elevada que en cualquier otro momento de los últimos tres años, lo que sugiere lo que se ha confirmado anecdóticamente, es decir, la capacidad de las marcas fuertes para repercutir las presiones inflacionistas a través de los precios.
Dado que el retorno esperado de la inflación domina cada vez más los planteamientos de inversión, opinamos que el poder de los precios en el sector de los bienes de lujo puede ofrecer una cobertura fiable contra la inflación, como se ha demostrado a lo largo del tiempo. Forbes, que ha realizado un seguimiento del Índice del Coste de la Vida Extremadamente Bueno -que comprende una cesta de bienes típicamente adquiridos por los consumidores de lujo, como relojes y bolsos, pero también entradas para la ópera, cirugía estética y caballos de pura sangre- observó una inflación del 10,1% en 2021 en su cesta. Esta cifra se compara con una media acumulada del 5% desde que comenzó a realizar el seguimiento en 1982 hasta finales de 2021, es decir, dos veces el IPC estadounidense en ambos periodos. El salto del 10,1% es el mayor en su índice personalizado desde 2008, con la inflación de la moda particularmente señalada en el +10,8% (frente al +1,1% en 2019).
Federica Levato, experta en el sector de Bain, ha comentado que los clientes aceptan cada vez mejor los precios más altos, ya que los consumidores más jóvenes están más motivados por la «relevancia del precio» que por el precio real; la relevancia del precio se refiere al «valor percibido» de un artículo. Aunque se espera que los clientes sigan polarizándose, en términos de gasto y actitud hacia el lujo, Levato afirma: «Las marcas tendrán que desarrollar una oferta creíble en diferentes puntos de precio, para aumentar su relevancia con diferentes audiencias de clientes, pero manteniéndose fieles a su ADN y posicionamiento principales».
El próspero mercado de la reventa también está desempeñando un papel importante en la consolidación de las credenciales del poder de los precios del sector. El atractivo de los productos de segunda mano está aumentando significativamente entre los compradores más jóvenes y con mayor conciencia de sostenibilidad que buscan aumentar la circularidad de su consumo de moda. El atractivo de la inversión en productos de lujo refuerza aún más estos hábitos de consumo. Rebag, una plataforma de reventa de productos de lujo, lanzó hace dos años «Clair» (Índice de Valoración del Lujo para la Reventa), basado en seis años de datos constantemente actualizados. Como era de esperar, los datos muestran que el triunvirato formado por Hermès, Chanel y Louis Vuitton se mantiene en 2021 como las tres primeras marcas en términos de valor de marca, a pesar de la pandemia mundial, en gran parte atribuible al control de las marcas sobre los precios y el inventario (véase el gráfico 3). Mientras que los bolsos de Hermès encabezan la lista, reteniendo una media del 90% de su valor de venta al público, Louis Vuitton le sigue con un 80%, ganando 17 puntos porcentuales respecto a 2020 en términos de retención de valor. Curiosamente, la más fuerte y consistente escalada desde 2019 ha sido la marca Bottega Veneta, propiedad de Kering.
Del mismo modo, en la categoría de relojes y joyas, tres marcas -Van Cleef y Arpels, Rolex y Cartier- destacan por encima del resto: las piezas de Van Cleef conservan una media del 95% de su valor de venta al público, seguidas de Rolex y Cartier, con un 82% y un 74% respectivamente.
¿Qué significa esto para las marcas de lujo y premium?
Observamos que no todas las empresas se beneficiarán por igual de la capacidad de fijación de precios, sobre todo a raíz de la «hiperpolarización» de los gustos de los consumidores que ha persistido desde el inicio de la pandemia. Para las marcas líderes, el papel de las subidas de precios en un contexto de demanda bastante inelástica, combinado con el aumento de la inflación, podría actuar como un poderoso motor de expansión de los márgenes, teniendo en cuenta los márgenes del 25% – 30%+ que el sector gana de media. Creemos que el mercado está subestimando el papel de las subidas de precios en la expansión de los márgenes en los años actuales y venideros, y los inversores siguen buscando en el mercado marcas con un fuerte poder de fijación de precios que no se refleja actualmente en la valoración. Hermès y, como se ha mencionado anteriormente, Ferrari son ejemplos de dos empresas cuyas valoraciones por encima de la media reflejan no sólo una escasez relativa de oferta, sino también un fuerte poder de fijación de precios (en sí mismo una función de escasez), en nuestra opinión. Creemos que marcas tan amplias como Cartier (propiedad de Richemont), Levi’s y L’Oréal se están moviendo para elevar su mezcla de productos y beneficiarse del halo de precios que solía ser exclusivo de las marcas de moda y cuero. El valor de reventa de las marcas más fuertes impulsa tanto la confianza en el mercado de primera mano como la oportunidad de que los compradores más jóvenes y con mentalidad sostenible entren en la categoría de lujo y adopten una mentalidad de «comprar menos, comprar mejor».
Si entramos en un entorno inflacionista, creemos que las empresas de lujo capaces de repercutir las subidas de precios en una base de clientes fieles serán probablemente las que obtengan los mejores resultados
Tribuna de Swetha Ramachandran, directora de inversiones de marcas de lujo en GAM Investments.
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Puesto que gestionamos carteras discrecionales en nombre de clientes, resulta importante para nosotros comprender los fundamentales de las empresas, sobre todo ante un entorno de inflación de gran incertidumbre. Los bienes inmuebles comerciales constituyen una clase de activos en la que el abanico de resultados varía según la subcategoría, y puede reducirse o ampliarse en función de las perspectivas de inflación. En consecuencia, el análisis fundamental y la implicación continua en la gestión cobran crucial relevancia en el proceso de toma de decisiones de inversión.
Para ponerlos en su contexto apropiado, los REIT son un híbrido de clase de activos que se halla en algún lugar entre la renta variable y la renta fija. Son considerados por los inversores como renta variable por su potencial de crecimiento real del capital, pero también como renta fija debido a sus flujos de ingresos y su énfasis en un rendimiento constante del capital mediante los ingresos por dividendos. En consecuencia, la inflación importa en esta clase de activos, aunque el comportamiento de los REIT durante los períodos inflacionistas ha sido desigual.
La siguiente ilustración compara el rendimiento de los REIT con el de la renta variable durante los periodos en los que la inflación subyacente aumenta. Aunque no cabe duda de que el tipo y el nivel de inflación son importantes para el rendimiento de los títulos de REIT en general, consideramos que los fundamentales (la heterogeneidad de las subcategorías dentro del sector y la calidad de las cúpulas directivas y los activos que gestionan) revisten más pertinencia.
Inflación y diferentes tipos de REITs
La forma más simple de pensar en REIT es pensando en que son arrendadores. Dado que son propietarios y explotadores de propiedades en alquiler, los detalles específicos de los edificios, como la ubicación, la dinámica de la oferta y la demanda a escala regional y la combinación de inquilinos, son importantes. También importan cuestiones como las estructuras de arrendamiento, incluida la duración de los contratos, la indexación de la inflación y los costes de sustitución.
Por lo general, los REIT con arrendamientos más cortos ofrecen una mayor protección frente a la inflación que los de mayor duración. Los REIT dedicados al alojamiento, por ejemplo, presentan los arrendamientos más cortos, ya que las tarifas de las habitaciones de hotel fluctúan a diario. Si bien pueden ajustar los precios para absorber unos mayores costes, el poder de fijación de precios va en función de la oferta y la demanda. En la actualidad, los fundamentales del sector del alojamiento revelan disparidad, con una demanda de ocio en aumento, pero con los viajes de negocios en niveles muy bajos.
Aunque alojarse en hoteles puede no ser una necesidad vital, tener un lugar para vivir sí que lo es, y los REIT residenciales se han convertido en una gran parte del universo de renta variable de REIT públicos. Como pasa con el alojamiento, la inflación del factor trabajo y de los materiales representan factores de riesgo. Asimismo, si los costes de sustitución para activos similares aumentan, lo que suele ocurrir durante los periodos de arrebato inflacionista, el valor intrínseco de las carteras de REIT residenciales también es probable que crezca. A su vez, si los alquileres aumentan debido a la mayor demanda de los inquilinos por la escasa oferta de viviendas, dada la duración relativamente corta de los arrendamientos (normalmente 1 año), los REIT de apartamentos deberían trasladar esa inflación de los activos mediante unos precios más altos, como han hecho durante los últimos 12 meses.
Las cortas duraciones de los arrendamientos también representan una característica de los REIT de auto almacenamiento. Este sector se ha beneficiado de la pandemia, ya que la dinámica del teletrabajo ha desembocado en que muchas personas liberen espacio en sus viviendas. La combinación de una mayor demanda y unos arrendamientos cortos se traduce en incrementos de precios y en el potencial de absorber mejor unos costes más altos.
Por el contrario, las subcategorías de arrendamiento largo como, por ejemplo, propietarios de tiendas de comestibles, comercios minoristas independientes y oficinas, corren más riesgo. Mientras que las tiendas de comestibles y los comercios minoristas se han beneficiado de los estímulos al consumo, los fundamentales de los inmuebles de oficinas siguen revelando dificultades. Las vacantes aumentan, con más y más inquilinos que reducen sus necesidades de espacio a medida que las empresas permiten a sus empleados teletrabajar. No obstante, hay matices, y los fundamentales del segmento de oficinas varían por región y país. Por ejemplo, en China, donde la COVID-19 está relativamente bien controlada, son pocos los empleados que teletrabajan. Sin embargo, en las ciudades y países que experimentan complicaciones para contener el virus, todavía no se vislumbra el momento del retorno a la oficina. Dejando a un lado el virus o el lugar, consideramos que los operadores de REIT con propiedades de baja calidad (aquellas que no permiten un distanciamiento social adecuado o carecen de sistemas de ventilación de alta calidad, por ejemplo), pueden encontrarse en una posición menos competitiva a la hora de atraer inquilinos.
Si bien los REIT han mostrado una trayectoria inferior a la de la renta variable desde el inicio de la pandemia, la mejora de los fundamentales ha hecho descender las tasas de capitalización y aumentar las valoraciones, convirtiendo a los REIT en los activos favoritos del mercado en 2021. Sin embargo, creemos que la evolución de su recuperación será dispar y desigual. Las demandas de los inquilinos estaban cambiando antes de la pandemia y no han hecho más que acelerarse desde entonces. Los costes de ocupación se revelan más importantes que nunca, y los inquilinos eficientes buscarán espacios con la mejor propuesta de valor. En este contexto, concedemos prioridad a los arrendadores de sectores esenciales como el de los hospitales, consultorios médicos, laboratorios, el residencial, el del almacenamiento, el de los centros de datos, el industrial y el de los centros logísticos, entre otros.
El tira y afloja de la inflación
Lo que escuchamos de las empresas es que la gestión «justo a tiempo» de la cadena de suministro está siendo sustituida por un enfoque «por si acaso», ya que muchos están cambiando eficiencia y margen por fiabilidad y cuota de mercado. Creemos que la rotación presenta un cariz inflacionista. Tras años de contención de costes laborales que han hecho que los trabajadores se sientan abandonados, la demanda de mano de obra está sobrepasando la oferta. El factor trabajo ha arrebatado el control al capital. Los trabajadores demandan una mayor compensación y la están obteniendo. Eso también es inflacionista.
Creemos que habrá un tira y afloja entre las fuerzas desinflacionistas seculares, como son la tecnología y el excesivo endeudamiento, que plagaron el último ciclo económico, y las fuentes mencionadas de las actuales presiones cíclicas que empujan los precios al alza. Con independencia de la posición de los inversores en este continuo, todos piensan en la inflación y, en particular, en su magnitud. Demasiada inflación tendría implicaciones diferentes que demasiada poca inflación, pero las implicaciones de cualquiera de las dos eventualidades serían negativas para los mercados y la sociedad.
Como cualquier otra clase de activos, los REIT se ven afectados por la inflación, pero el impacto varía dependiendo del tipo de inflación y de la subcategoría de REIT, como se ha indicado anteriormente. Para nosotros, lo que más importa son los fundamentales y la selección de valores, independientemente del entorno económico e inflacionista.
Tribuna de Robert M. Almeida, gestor de carteras, director de inversiones y estratega global en MFS Investment Management.
Información importante
El índice S&P 500 Index mide la rentabilidad de las 500 compañías cotizadas en bolsa de mayor tamaño de Estados Unidos que participan en el mercado estadounidense de renta variable.
El índice MSCI World Index mide la rentabilidad de los valores de mediana y gran capitalización en 23 mercados desarrollados.
El índice FTSE Nareit All Equity REITs Index es un índice de fondos de inversión inmobiliaria (REIT) de renta variable estadounidense, de libre flotación y ponderado por capitalización de mercado.
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Pixabay CC0 Public Domain. Esclavitud moderna: ¿Cómo pueden los inversores ayudar a las víctimas?
Los inversores pueden evaluar los riesgos de la esclavitud moderna en sus propias carteras utilizando un enfoque de investigación adaptado. Este esfuerzo se ve favorecido por la obligación de muchas empresas, en virtud de la normativa sobre esclavitud moderna, de evaluar e informar sobre los riesgos en sus operaciones y cadenas de suministro.
La colaboración entra en juego cuando los inversores se comprometen directamente con las empresas para entender cómo están gestionando el riesgo de esclavitud moderna en sus negocios y para animarles a tomar medidas concretas para reducirlo. Creemos que es fundamental tener una idea clara de las mejores prácticas corporativas en la gestión del riesgo de la esclavitud moderna cuando se colabora con las empresas. Esto permite a los inversores comprender mejor la empresa y entender los riesgos, y actuar en consecuencia.
En otras palabras, el compromiso tiene dos beneficios: mejores conocimientos sobre la inversión y mejores prácticas empresariales, que pueden ayudar a contrarrestar a quienes practican la esclavitud moderna y aliviar el sufrimiento humano que causan. Es emocionante ver cómo las empresas profundizan en su compromiso con la esclavitud moderna, y muchas de ellas se dan cuenta de que adoptar una postura contra la esclavitud moderna no sólo ayuda a sus víctimas, sino también a sus propias marcas.
Dimensionamiento de las mejores prácticas empresariales en materia de esclavitud moderna
Entonces, ¿en qué consisten exactamente las mejores prácticas empresariales? Hemos colaborado con algunas empresas para identificar cinco criterios, un punto de referencia colectivo para las mejores prácticas en la gestión del riesgo de esclavitud moderna, o riesgos para las personas:
Marco de gobernanza: ¿Qué medidas están tomando el consejo de administración y la alta dirección -a través de políticas y procedimientos, así como de la cultura y los valores de la empresa- para alinear el negocio con el objetivo de reducir el riesgo de esclavitud moderna?
Identificación de riesgos: La naturaleza criminal y encubierta de las prácticas de esclavitud moderna hace que esta sea una tarea difícil y delicada. ¿En qué medida entiende la empresa el reto y qué solidez tienen las técnicas y procesos que utiliza para identificar el riesgo?
Plan de acción para reducir los riesgos: ¿Es el plan una solución realista para reducir el riesgo para las personas dentro de la empresa y sus cadenas de suministro? ¿Identifica la empresa adecuadamente los riesgos y forma y capacita eficazmente a los empleados y proveedores para que se comprometan con ellos y los reduzcan?
Eficacia del plan de acción: ¿En qué medida las acciones de la empresa han reducido el riesgo y cómo miden los progresos el consejo de administración y los altos ejecutivos? ¿Qué procedimientos existen para garantizar la aplicación y el control de las acciones de seguimiento?
Mejoras futuras: Para muchas empresas, el camino hacia la reducción del riesgo de esclavitud moderna será largo, a través de un territorio desconocido. Las mejores empresas serán capaces de evaluar su progreso a cada paso del camino y hacer cambios con la vista puesta en la mejora continua de su rendimiento con respecto a cada uno de los criterios.
Para cada categoría, hemos desarrollado múltiples criterios para evaluar a las empresas individuales
Las cuatro fases del aprendizaje y la mejora de la esclavitud moderna
Este marco -en particular el componente de mejora futura- reconoce que las mejores prácticas son un proceso de aprendizaje y mejora continuos, en el que las empresas pasan por cuatro fases. A partir de una actitud inicial de «laissez-faire», las empresas comienzan a reconocer la esclavitud moderna como un riesgo que debe ser gestionado (principalmente como una cuestión de reputación).
En la tercera fase, se implican en la causa a través de la caridad. Finalmente, aceptan que el riesgo de la esclavitud moderna en sus cadenas de suministro está en el centro de lo que representan como empresa y que la reducción de ese riesgo debe formar parte de sus valores fundamentales. Es en este punto donde la lucha contra la esclavitud moderna se convierte en parte de su identidad de marca y en una fuente de ventaja competitiva.
Hemos comprobado que hablar con el gestor de la cadena de suministro de una empresa -parte necesaria del compromiso con el riesgo de la esclavitud moderna- puede aportar información valiosa y perspectivas de inversión que van más allá de las ya recibidas del consejo de administración de la empresa, los altos ejecutivos, los proveedores y los competidores. Esto ayuda a reforzar la convicción que subyace en la selección de valores.
Igualmente importante es que el compromiso entre los inversores y las empresas, basado en un conocimiento sólido de las mejores prácticas empresariales para abordar la esclavitud moderna, puede conducir con el tiempo a un progreso real en la lucha contra este mal social generalizado y a mejores resultados para sus víctimas.
Este tema forma parte de una serie de reflexiones sobre cómo evaluar y abordar la posible exposición a la esclavitud moderna a través del proceso de inversión, analizando las operaciones comerciales directas de las empresas y sus cadenas de suministro mundiales.
Tribuna de Saskia Kort-Chick, vicepresidenta y directora de Investigación y Compromiso ESG para la Inversión Responsable en AllianceBernstein, y Michelle Dunstan, directora global de inversión responsable de la firma.
Esta década es clave si queremos conseguir los avances necesarios para abordar los retos a largo plazo a los que se enfrenta el planeta en el que vivimos y la sociedad en la que coexistimos. En 2021, los mercados financieros se movieron en gran parte por consideraciones a corto plazo, pero si queremos prosperidad económica a largo plazo, necesitamos mirar más allá de lo inmediato para abordar cuestiones vitales.
Por esta razón, nos centramos en empresas que están liderando la transición a un mundo más sostenible. Para ello se necesita una perspectiva a largo plazo, centrada en resolver cuestiones vitales en áreas como el cambio climático, la desigualdad y la biodiversidad. El imperativo de la inversión sostenible nunca ha sido mayor.
Medidas contra el cambio climático
La COP26, la conferencia internacional sobre el cambio climático que tuvo lugar en Glasgow en noviembre de 2021, fue un hito en la aceleración de las nuevas políticas para abordar la reducción de las emisiones y el declive de la biodiversidad. Aunque los resultados de la conferencia podrían haber sido mejores, el rumbo trazado es claro. Desde hace tiempo sostenemos que es necesaria una colaboración internacional en relación con los precios del carbono y durante la COP26 surgió una dinámica positiva en torno a estas medidas. Los gobiernos se comprometieron a revisar y reforzar sus metas de cara a 2030 para converger hacia el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Tenemos la esperanza de que se resuelva esta brecha entre la realidad y las metas. Esperamos ver una mayor colaboración, impulsada por la reiteración del compromiso conjunto de EE. UU. y China, y que se produzca una transición rápida, pero justa, hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.
Como inversores, necesitamos ver concreción e irreversibilidad en las empresas dentro de sus esfuerzos por descarbonizar sus procesos. Las empresas capaces de reducir de forma tangible sus emisiones de carbono, en lugar de compensarlas, estarán mejor posicionadas para ofrecer rentabilidades sostenibles, ya que cada vez es más frecuente que los costes externalizados pasen a ser costes internalizados de las actividades empresariales.
En 2022, esperamos ver un nuevo impulso a las políticas para abordar el desajuste actual en los precios que pagamos por usar la naturaleza. Es vital que las empresas actúen para vivir dentro de los límites del planeta y mitigar su impacto medioambiental, tanto desde una perspectiva de resiliencia como financiera.
Eso también se aplica a nuestra propia empresa, por supuesto. Jupiter AM ha suscrito la Net Zero Asset Managers Initiative y se ha comprometido a alcanzar las cero emisiones netas en sus actividades y sus inversiones en 2050 o antes.
Es importante que la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono sea una transición justa que aúne el cambio climático con la justicia social. En la COP26, por primera vez la transición justa fue un elemento clave del acuerdo, reconociendo así la importancia de ser ecuánimes a la hora de soportar la carga que supone abordar el cambio climático. La idea de compensar a las naciones vulnerables por las pérdidas y los daños provocados por el cambio climático también ha empezado a entrar en el diálogo y traza un rumbo para los compromisos de financiación por parte de las naciones ricas ante los países de rentas más bajas. El mundo desarrollado ha disfrutado de más de un siglo de crecimiento económico sin precedentes que ha tenido un coste medioambiental considerable. Es imperativo para el éxito de las acciones contra el cambio climático que las naciones en desarrollo eviten una crisis medioambiental similar.
Medidas contra la desigualdad
Además de invertir en empresas que lideran la transición hacia un mundo más sostenible, también buscamos las que están impulsando la transición hacia un mundo más inclusivo. El COVID ha agravado y sacado a relucir las desigualdades sociales. La convulsión económica provocada por los cierres relacionados con el COVID ha afectado desproporcionadamente a los grupos más vulnerables. En EE. UU., la tasa de desempleo se disparó al inicio de la pandemia de forma generalizada, pero sus efectos fueron considerablemente mayores para las personas que no habían terminado la educación secundaria Del mismo modo, durante la pandemia, cuando los niños no pudieron asistir a clase, el acceso a la tecnología se volvió imprescindible para continuar con la educación, lo que, de nuevo, afectó desproporcionadamente a las personas con recursos más limitados.
El COVID ha agravado la vulnerabilidad de muchas mujeres, sobre todo en lo que respecta a su independencia financiera, y ha provocado que muchas abandonen el mercado laboral. En todo el mundo, la participación de la mujer en el mercado laboral ha descendido rápidamente. Este hecho tiene amplias repercusiones sociales, ya que existe una correlación entre el desempleo femenino y los niños en situación de pobreza. Buscamos una mayor transparencia en los salarios y una mayor participación de la mujer en las plantillas como indicador de empresas de calidad.
Medidas en favor de la biodiversidad
Abordar la pérdida de biodiversidad está convirtiéndose en una cuestión de primer orden para las autoridades. La mitad del PIB del mundo depende de la biodiversidad, pero seguimos utilizando los recursos naturales a un ritmo alarmante. La COP15, la conferencia intergubernamental sobre biodiversidad comenzó en la ciudad china de Kunming en octubre de 2021 y continuará hasta abril de 2022. Nuestra esperanza es que las lecciones aprendidas con el cambio climático se puedan aplicar convenientemente a la urgente necesidad de revertir la pérdida de biodiversidad. El impacto de las empresas en la naturaleza será objeto cada vez más de una reevaluación en forma de coste, como ha ocurrido con el carbono.
Al igual que el carbono, la internalización de externalidades en torno a la biodiversidad planteará oportunidades y riesgos. Aunque las empresas llevan tiempo elaborando datos sobre emisiones de carbono, la medición del impacto de las empresas en la naturaleza está dando sus primeros pasos. Ya existen marcos que entrarán en vigor durante los próximos años para uniformizar la información que se divulga, principalmente el del Grupo de Trabajo sobre Información Financiera Relacionada con la Naturaleza (TNFD). Se trata de un paso positivo, pero también un paso que debe estar seguido de concreción e irreversibilidad por parte de las empresas. Abordar estos retos reviste una enorme importancia en estos momentos, tanto para nuestra sociedad como para nuestro objetivo de revalorización del capital a largo plazo. El imperativo de la inversión sostenible nunca ha sido mayor.
Tribuna deAbbie Llewellyn-Waters, Freddie Woolfe y Jenna Zegleman, miembros del equipo que gestiona la estrategia de renta variable global sostenible de Jupiter Asset Management.
The value of active minds – pensamiento independente:Una característica clave del enfoque de inversión de Jupiter es que evitamos la adopción de una visión de la casa, prefiriendo permitir a nuestros gestores de fondos especializados formular sus propias opiniones sobre su clase de activos. En consecuencia, debe tenerse en cuenta que las opiniones expresadas -incluidas las relativas a consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza- son las del autor o autores, y pueden diferir de las opiniones mantenidas por otros profesionales de la inversión de Jupiter.
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M&G (Lux) Positive Impact Fund se lanzó en noviembre de 2018, con el propósito de invertir en compañías que abordan algunos de los mayores desafíos medioambientales y sociales del mundo, a la vez que ofrecer una rentabilidad financiera competitiva a nuestros clientes. Por aquel entonces, poco sabíamos que la conmoción social más importante de nuestra vida estaba en el horizonte, la COVID-19, cuyas consecuencias continúan hasta el día de hoy.
Los efectos sociales y económicos de la crisis de la pandemia han sido hondos. Las desigualdades han aumentado, las personas vulnerables han quedado aún más expuestas y ha quedado clara la importancia de un sistema sanitario eficiente e innovador, o la falta del mismo.
Gobiernos de todo el mundo, mediante la política y los discursos, han demostrado que son dolorosamente conscientes de la necesidad de resolver estos problemas sociales agravados. Al mismo tiempo, los líderes desean luchar contra el cambio climático y otros desafíos medioambientales, lo que exige un aumento de las inversiones en energías limpias, infraestructuras sostenibles y otras soluciones de sostenibilidad. A ello se suma la creciente conciencia de que las subvenciones de hoy a la innovación y la tecnología crearán la ventaja competitiva del mañana.
Ante esto, creemos que los extraordinarios acontecimientos de los dos últimos años han puesto en evidencia la importancia de la inversión de impacto. La pandemia ha puesto de relieve la magnitud de los desafíos que afronta el mundo, así como la urgencia con la que debemos abordarlos; es aquí donde creemos que cobra sentido la inversión de impacto.
Creemos que el mercado está reflejando esta necesidad de inversión de impacto. Desde el lanzamiento del fondo hace tres años, el mercado de inversiones de impacto ha sido el segmento que más rápido ha crecido dentro de las estrategias de inversión responsable y, según la Global Impact Investing Network (GIIN), supone actualmente alrededor de 715.000 millones de dólares en activos bajo gestión. Creemos que hay varios factores que alientan ese crecimiento, entre los que figuran las ya mencionadas desigualdades sociales que la COVID-19 ha puesto en evidencia y el riesgo cada vez más claro e inminente que supone un planeta que se está calentando peligrosamente: el informe Code Red for Humanity (Código Rojo para la Humanidad) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado antes de la celebración de la COP26 de Glasgow, dejó clara la necesidad de actuar de inmediato para evitar un desastre climático.
En este contexto, los inversores se interesan cada vez más no solo por la rentabilidad financiera, sino por los resultados tangibles y reales de sus inversiones. Esto tiene que ver con el concepto de «doble materialidad»: tener en cuenta no solo cómo los factores medioambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ESG) afectan a una compañía, sino también el impacto medioambiental y social que una compañía tiene en el mundo. Esta idea se ha centrado aún más a través de los esfuerzos reguladores, en particular, en Europa, el Reglamento de la UE sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros y el Reglamento sobre taxonomía, que se enfocan muy claramente en la transparencia en relación con los resultados sociales. Por lo que respecta al clima, la COP26 tuvo el efecto de centrar las mentes en los enormes desafíos que afrontamos si queremos evitar los peores efectos del calentamiento global, y hemos visto cómo gobiernos de todo el mundo han reafirmado sus promesas para alcanzar las emisiones netas de carbono a mediados de este siglo. Sin embargo, la regulación y la retórica por sí solas no nos llevarán hasta allí. Para conseguirlo hará falta una acción colectiva pública y privada, centrada en aportar soluciones reales a lo que es un imperativo existencial.
Nuestro enfoque sobre la inversión de impacto
Creemos que la inversión en compañías de calidad ofrece la oportunidad de un crecimiento compuesto a largo plazo y rentabilidades financieras. Asimismo, consideramos que apoyando a las compañías que aportan soluciones a los mayores desafíos de la sociedad, también podemos generar un impacto cada vez mayor a largo plazo. Cuando los ingresos de una compañía están intrínseca y fundamentalmente ligados a un resultado de impacto, a medida que esos ingresos crecen también lo hace el impacto que genera esa compañía. Creemos que esto ofrece un potente argumento para apoyar a esas compañías, participando en las rentabilidades compuestas a largo plazo que pueden ofrecer las compañías de calidad, y el correspondiente aumento de la profundidad y amplitud de sus impactos positivos en la sociedad.
Para resumir cómo lo hacemos, invertimos a largo plazo en compañías que pretenden generar un impacto social y/o medioambiental positivo, junto con rentabilidad financiera. Para ello, tenemos una cartera concentrada, que suele incluir unos 30 valores de cualquier lugar del mundo donde podamos encontrar oportunidades de inversión.
Los inversores deben tener en cuenta que el fondo posee un número pequeño de inversiones, la caída en el valor de una única inversión podría tener un mayor impacto que si el fondo poseyese un mayor número de inversiones. Además, el fondo puede estar expuesto a diferentes divisas. Las variaciones en los tipos de cambio podrían afectar al valor de su inversión.
La selección comienza con un universo global compuesto por más de 4.000 valores, que se somete inicialmente a unos criterios de liquidez y capitalización bursátil mínimos, así como a la exclusión de cualquier compañía que se considere que incumple los Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos, trabajo, medioambiente y corrupción, así como las compañías que se dedican a la producción de tabaco, alcohol, entretenimiento para adultos, armas controvertidas, arenas de alquitrán, energía nuclear o de carbón, o a la prestación de servicios de juego (es decir, compañías que no son capaces de generar impactos positivos netos demostrables para la sociedad). Además, excluimos las compañías que prueban sus productos en animales con fines no médicos.
Del grupo de valores restante, realizamos un «filtrado» para incluir en la lista de seguimiento a unas 200 compañías de impacto que puedan adquirirse si consideramos que el precio y el momento son adecuados. Estas compañías se analizan según el enfoque «triple i» (III) del equipo, para lo cual examina el Fundamento de inversión, la Intencionalidad y el Impacto que produce una compañía a efectos de determinar su idoneidad para el fondo. Desde que lanzamos el fondo, hemos ido creando nuestra lista de seguimiento, formando un grupo más amplio de compañías de impacto que podemos comprar cuando el momento y el precio sean adecuados, en nuestra opinión.
Nuestras áreas de inversión de impacto
En el marco de nuestro análisis, calificamos a las compañías en función de sus credenciales III, y exigimos resultados superiores a la media en cada ámbito «I» para considerarlas dentro de la lista de seguimiento, así como un acuerdo consensuado de los méritos de una compañía por parte de todo el Equipo de Impacto Positivo.
El fondo adopta el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas e invierte en compañías centradas en seis ámbitos clave, que se comparan con los ODS. Son los siguientes: acción por el clima; soluciones a favor del medio ambiente; economía circular; mejor salud, salvar vidas; mejor trabajo y educación; e inclusión social.
Desde la perspectiva de la construcción de la cartera, el fondo invierte en tres categorías de compañías de impacto positivo: «Pioneras»: sus productos o servicios tienen un efecto transformador en la sociedad o el medioambiente; «Facilitadoras»: proporcionan las herramientas para que otros generen un impacto social o medioambiental positivo; y «Líderes», que encabezan el desarrollo de impacto y sostenibilidad en sus sectores.
La inversión en estas categorías ofrece diversificación entre los sectores y la madurez de los modelos de negocio. El fondo no invertirá en compañías de impacto negativo.
Evolución de nuestro enfoque
Durante los tres años transcurridos desde el lanzamiento del fondo, hemos ido desarrollando y perfeccionando nuestro enfoque, ya que nuestro conocimiento y comprensión de lo que mejor funciona desde una perspectiva de impacto de la renta variable han evolucionado con la práctica.
Más allá de nuestro enfoque inicial «III», comenzamos a observar los impactos de nuestras compañías a través del prisma desarrollado por el Proyecto de gestión de impacto (IMP), un foro para crear un consenso global sobre cómo medir y gestionar los impactos (el proyecto evolucionó hasta convertirse en la Plataforma de gestión de impacto de mayor alcance este año). Este prisma se denomina «Cinco dimensiones del impacto», creemos que encaja perfectamente con nuestro propio marco III y ofrece un medio adicional para entender el alcance del impacto que generan las compañías en las que invertimos.
Hemos orientado aún más la cartera hacia las compañías «desatendidas» o a las que se presta poca atención, para ayudar a garantizar que los impactos que se producen son realmente adicionales e importantes, al tiempo que dirigimos la cartera hacia las compañías «C», representadas por el sistema de clasificación «ABC» de IMP+ACT: Las inversiones «A» actúan para evitar daños, las «B» benefician a las partes interesadas y las «C» contribuyen a las soluciones.
El equipo de Impacto también ha crecido desde el lanzamiento del fondo, con tres nuevos analistas que ofrecen apoyo adicional, lo que nos permite desarrollar de manera más eficiente nuestro universo de inversiones potenciales. Al mismo tiempo, hemos lanzado estrategias adyacentes, incluidas las estrategias específicas de Soluciones climáticas, Soluciones para una mejor salud y Diversidad e inclusión, todas ellas derivadas de la estrategia general de Impacto Positivo, al tiempo que impulsamos la investigación y las ideas de cada área del fondo Positive Impact.
Rentabilidad de la inversión
Durante los dos primeros años naturales completos, el fondo obtuvo una excelente rentabilidad relativa y absoluta. En 2019, esa rentabilidad relativa se vio alentada por la selección de valores, concretamente dentro de los sectores de tecnología de la información y salud. En el plano de los valores, el especialista en energía solar cotizado en EE. UU., SolarEdge, fue con diferencia el que más contribuyó a la rentabilidad, mientras que el desarrollador estadounidense de software de simulación de ingeniería Ansys, el especialista danés en inmunoterapia contra la alergia ALK-Abelló y el líder danés en energías renovables Ørsted también resultaron muy favorables. Además, la nula exposición a la energía, el sector que peor se comportó ese año, también dio al fondo un relativo impulso.
En 2020, la rentabilidad estuvo encabezada por la selección de valores dentro de las compañías de suministros públicos, así como por la selección dentro de las tecnologías de la información y la sanidad. SolarEdge volvió a liderar, mientras que Ørsted, ALK-Abelló y el especialista danés en aislamiento con lana mineral Rockwool obtuvieron una excelente rentabilidad. La nula exposición a la energía tuvo un efecto relativo más profundo en 2020, ya que el precio del petróleo se desplomó y las acciones de las compañías energéticas sufrieron mucho los estragos de la COVID-19.
A continuación, los mercados cambiaron en 2021, cuando el mayor lastre sectorial fue esa misma falta de exposición a la energía que antes había resultado favorable, dadas las fuertes subidas del precio del petróleo. Sin embargo, el principal motor de la rentabilidad inferior fue la selección de valores en suministros públicos, las finanzas y las tecnologías de la información. El mayor lastre fue la ya mencionada Ørsted, pues los inversores abandonaron las energías renovables, que habían tenido un 2020 excelente. A principios de año, Ørsted fue también derrotada en la última ronda de licitaciones de nuevos contratos de energía eólica marina por el estado de Nueva York, lo que afectó a la confianza, y más tarde anunció que tendría que llevar a cabo reparaciones urgentes en diez de sus parques eólicos, ya que sus cables submarinos habían sido erosionados por las rocas del lecho marino.
Aunque la rotación en detrimento de las energías renovables fue más general, otras contribuciones negativas fueron más específicas. Por ejemplo, el fabricante estadounidense de láseres de fibra IPG photonics se desplomó tras publicar unos resultados inferiores a los previstos, ante el descenso de la demanda de sus aplicaciones en China y algunas limitaciones en la cadena de suministro. Por su parte, el grupo internacional de diálisis Fresenius Medical Care emitió una alerta de beneficios a principios de año como consecuencia de las elevadas tasas de mortalidad relacionadas con la COVID-19 en los pacientes que reciben tratamiento de diálisis, y de los costes adicionales relacionados con la COVID-19. En septiembre, los analistas volvieron a rebajar la calificación de Fresenius, a causa de la percepción de que los ingresos y los costes de la compañía se están viendo afectados por la aceleración de las muertes causadas por la COVID-19. Este año también ha habido algunos resultados muy positivos, en particular el especialista en eficiencia estadounidense Johnson Controls, la compañía farmacéutica danesa Novo Nordisk y el fabricante estadounidense de semiconductores de alta eficiencia energética Onsemi, pero los resultados negativos pesaron más.
* El índice de referencia es un comparador que se utiliza exclusivamente para medir la rentabilidad del fondo, pero sin limitar la construcción de la cartera. El índice de referencia se ha elegido, porque es el que mejor refleja el objetivo financiero del fondo. El fondo se gestiona de forma activa. El fondo tiene plena libertad para elegir que instrumentos comprar, mantener y vender. Las posiciones del fondo pueden desviarse considerablemente de los componentes del fondo. El índice de referencia no es una referencia ESG y no es coherente con los Criterios ESG y los Criterios de Impacto.
Aunque la rentabilidad en lo que va de año ha sido difícil, hemos de reiterar que somos inversores a largo plazo. Seguimos confiando en que nuestra cartera de compañías de impacto debería beneficiarse del aumento de la demanda de soluciones sociales y medioambientales, especialmente a medida que aumente el gasto público para proporcionar planes de recuperación relacionados con la COVID-19. Creemos que es probable que esta sea una clara vía de crecimiento para muchas compañías incluidas en el fondo, en particular las del ámbito de las energías renovables y la eficiencia energética.
Seguimos confiando en la calidad de los valores de nuestra cartera y creemos que seguirán aportando efectos positivos a la sociedad, así como rentabilidades financieras. Como inversores a largo plazo, nos centramos en la capacidad de nuestras participaciones para generar valor a largo plazo para la sociedad y nuestros inversores, y seguimos siendo optimistas sobre sus perspectivas.
Tribuna de John William Olsen, gestor del fondo M&G (Lux) Positive Impact de M&G Investments.
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El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. No puede garantizarse que el fondo alcance su objetivo, y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
La información ESG de proveedores de datos externos puede estar incompleta, ser imprecisa o no estar disponible. Existe el riesgo de que el gestor de inversiones evalúe incorrectamente un valor o emisor, lo que puede dar lugar a la inclusión o exclusión incorrecta de un valor en la cartera del fondo.
Para obtener información más detallada de los riesgos aplicables al fondo, consulte el Folleto.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
El fondo invierte principalmente en acciones de compañías, con lo que es probable que experimente mayores fluctuaciones de precio que aquellos fondos que invierten en renta fija o liquidez.
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