Viendo el mundo en términos absolutos

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Viendo el mundo en términos absolutos
Foto cedidaBen Wallace & Luke Newman de Henderson. Seeing Things in absolutes

En los últimos años, el miedo y la codicia se han convertido en poderosos factores de motivación. Según el momento, los inversores han sucumbido al pánico ante la situación económica mundial o al optimismo al pensar que los bancos centrales ya han tomado medidas suficientes para fomentar el crecimiento. De la preocupación sobre la deuda pública en el mundo occidental al «precipicio presupuestario» estadounidense con el que inauguramos 2013, los inversores han seguido como hipnotizados la dirección del péndulo de la actualidad.

Sin embargo, en los últimos meses hemos asistido a la paulatina aparición de una tendencia distinta. La observamos por primera vez a principios de 2012, cuando el precio de las acciones dependía casi exclusivamente del estado de ánimo del mercado. En ese momento, las noticias económicas tenían mucho más peso que los datos relativos a títulos específicos. Desde entonces, el grado de correlación en las cotizaciones se ha reducido constantemente y las principales temáticas macroeconómicas que han llevado a los inversores a comprar o vender en los últimos años ya no hacen tanta sombra a las características inherentes a cada título.

Fuente: Bloomberg, CBOE S&P500 Implied Correlation Index (que indica la correlación media esperada en los precios de las acciones que componen el Índice S&P500), a 7 de agosto de 2013

Un mercado en el que los precios fluctúan en tándem, como el que imperó en el periodo anterior a 2012, limita las oportunidades de los profesionales de la selección de valores, como nosotros, para generar rentabilidades activas. Cuanto menor es la correlación en las fluctuaciones del precio de las acciones, más oportunidades habrá de encontrar títulos capaces de generar rentabilidades por encima o por debajo de la media del mercado. Esto permite que los rasgos intrínsecos de las acciones cobren más protagonismo, lo que, a su vez, incrementa las oportunidades de obtener beneficios de las ideas de selección de títulos tanto en estrategias cortas como largas.

En cierta medida, puede suponer un reto superar la arraigada preferencia de algunos inversores por los fondos de renta fija, especialmente en el caso de aquellos que perdieron dinero tras la quiebra de Lehman Brothers (casualmente, el 15 de septiembre se cumplen 5 años de la declaración del concurso de acreedores de la firma). No obstante, en los últimos meses los mercados de renta fija han estado sujetos a una presión inusual y constante, como resultado de la incertidumbre en torno al plan diseñado por la Reserva Federal estadounidense para retirar su programa de compra de bonos por valor de 85.000 millones de dólares al mes.

Esto ha llevado a los inversores a buscar otras opciones para su dinero en un contexto de escaso crecimiento y bajos tipos de interés. Los fondos de rentabilidad absoluta —que, por lo general, se sitúan a medio camino entre los fondos de renta fija y los de renta variable en cuanto a su riesgo potencial— son, a nuestro parecer, una atractiva opción intermedia.

En nuestras estrategias de retorno absoluto, las inversiones largas y cortas son igualmente importantes y, como siempre, la clave está en conseguir una combinación adecuada de posiciones. El enfoque altamente proactivo a la hora de ajustar las posiciones en el fondo es una parte intrínseca de nuestro estilo de gestión. Nuestra cartera se compone de las posiciones largas nucleares y de posiciones cortas tácticas, lo que nos permite reaccionar rápidamente ante los acontecimientos del mercado y aprovechar las oportunidades en un universo de inversión heterogéneo. No dudamos en utilizar esta flexibilidad para ajustarla exposición neta y bruta, lo que nos ha permitido generar rentabilidades positivas constantes, además de ayudarnos a preservar el capital y minimizar la volatilidad.

Por primera vez en varios años, en enero de 2013 situamos nuestra exposición bruta por encima del 100%, demostrando nuestra convicción de que había llegado el momento de poner el capital de los inversores «a trabajar». En ese momento, adoptamos algunas posiciones largas importantes en áreas más defensivas del mercado que mostraban un perfil seguro en cuanto al pago de dividendo, como por ejemplo las empresas HSBC y Vodafone. Concretamente, HSBC parecía estar muy bien posicionada, tras un incremento del dividendo que sugería unas buenas perspectivas de beneficios en el futuro.

Hemos sido muy activos en el sector financiero en 2013, con posiciones tanto cortas como largas, teniendo en cuenta la sensibilidad de este segmento a los datos económicos y las política monetarias. Los bancos centrales han adoptado medidas extraordinarias en los dos últimos años, fijando el tipo libre de riesgo con el fin de restablecer la confianza en la economía e incrementar el atractivo de otras clases de activos. Aunque en circunstancias normales no elegiríamos posicionarnos largos en el sector de la minería, parece que existe una serie de empresas de recursos que están siendo penalizadas injustificadamente, teniendo en cuenta los cambios efectuados en sus equipos directivos y el aumento de su inversión en inmovilizado.

Esperemos que esta menor correlación en las cotizaciones marque el final de la larga resaca provocada por la crisis financiera, al menos por el momento. En un mercado perfectamente eficiente, todas las decisiones de inversión se basarían en factores racionales y cuantificables, y la volatilidad en el precio delas acciones dependería principalmente de los fundamentales de cada empresa. Es cierto que los mercados no son perfectos, pero en el actual entorno, creemos que una estrategia larga/corta activamente gestionada y que busque rentabilidades absolutas puede dar sus frutos para los inversores de perfil conservador.

Columna de opinión de Henderson Global Investors

“En España son muy pocos los que aportan valor a la gestión”

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“En España son muy pocos los que aportan valor a la gestión”
Fernando de la Vega, director de Gestión de Inversiones de Bankia. “En España son muy pocos los que aportan valor a la gestión”

El director de Gestión de Inversiones de Bankia, Fernando de la Vega, ofrece, en esta entrevista con Martin Huete, su visión del mercado de gestión en España, un mercado en el que según él “son muy pocos los que aportan valor a la gestión”, mientras que el resto se limita a hacer seguimiento de mercado o diferenciación de mercado, lo que no le resta valor, pero “es muy distinto a buscar una idea e invertir a largo plazo”.

De la Vega, con una larga, fructífera y dilatada experiencia en los mercados y en ambos lados «de la mesa», es decir, como «ventas» y como «gestor de activos», subraya además que en España es más fácil vender fondos extranjeros que para una gestora española salir fuera a vender sus productos debido a los muchos problemas que se encuentran por parte del regulador.

En este sentido, el directivo añadió que históricamente ni la patronal, ni el regulador han apoyado a la industria de gestión de fondos española, aunque también culpó al sector de no haber hecho la fuerza suficiente para contrarrestarlo.

En esta entrevista, que forma parte de una serie del blog de Martin Huete dirigida a acercar la industria de gestión a la gente joven que esté pensando en trabajar en este mundo, De la Vega sostiene que lo primero que debe hacerse es buscar cual es el cliente objetivo y que es lo que le aportas para darle valor, además de leer, “leer mucho, todo lo que caiga en tus manos”.

Se desacelera el crecimiento en los emergentes y la Eurozona vislumbra la luz al final del túnel

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Se desacelera el crecimiento en los emergentes y la Eurozona vislumbra la luz al final del túnel
Foto: Natharael, Flickr, Creative Commons.. Se desacelera el crecimiento en los emergentes y la Eurozona vislumbra la luz al final del túnel

El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus perspectivas de crecimiento económico mundial y lanzó una advertencia a los países emergentes por los riesgos crecientes de una desaceleración de sus economías. En una actualización de su informe sobre “Perspectivas Económicas Mundiales» (WEO por sus siglas en inglés), el organismo bajó al 3,1% las proyecciones de crecimiento mundial para 2013 y al 3,8% para 2014, según Reuters.

Las economías de los mercados emergentes en general han sido las más afectadas debido a incrementos importantes en las tasas de interés en las economías avanzadas y a la alta volatilidad en los precios de los activos. También hay que añadir que los mercados emergentes han sufrido una actividad local más débil y esto provocará fugas masivas de capital al exterior, devaluación de los precios de los activos, incremento de las rentabilidades locales y depreciación de la divisa.

Las economías latinoamericanas se expandirán al 3%, en lugar del 3,4% anterior. China y Brasil, que forman parte de ese grupo, son los principales compradores de Argentina.

Luz al final del túnel

Por otro lado, existen datos positivos que apoyan la creencia en una recuperación de la Eurozona tras varios años oscuros. El riesgo de la ruptura del euro es bastante bajo aunque todavía hay mucho camino por recorrer. La Eurozona puede pasar de ser un lastre para la economía global a ser uno de los motivos de su recuperación.

Los analistas esperan que los datos de las próximas semanas muestren que el bloque volvió a crecer en el segundo trimestre a pesar de varios años de contracción económica, tal y como ya han mostrado algunos países. Ya se notan algunos cambios positivos, de hecho el PMI manufacturero de Polonia y la República Checa subió en julio debido a aumento de las exportaciones al resto de Europa. Otro dato positivo es que el mes pasado subieron las exportaciones chinas y japonesas a la región desde febrero de 2011. Definitivamente hay un cambio en la percepción: antes no se vislumbraba la salida de la crisis y ahora se espera un crecimiento paulatino.

La eurozona supone alrededor de un 19% del total de la economía mundial, por lo que una mejora de un punto porcentual en su PIB puede resultar en un impulso del 0,7% en el resto del mundo durante cuatro trimestres.

 Dicho esto, mi recomendación para inversores conservadores es invertir en los siguientes fondos de inversión, de renta fija de la Eurozona:

  • JPM Euro Gov. Liquidity fund: sólo para los muy adversos a la volatilidad.
  • Bestinver Renta: Un poco más de riesgo pero también de rentabilidad (este fondo solo está disponible para los residentes en España).
  • Rothschild & Cie Gestion:Fondo R Euro Credit C. Este fondo ha sido premiado en la nueva edición de los Premios Expansión y Allfunds Bank, como el mejor fondo de bonos corporativos. 
  • El más rentable es Gesconsult Corto Plazo (solo disponible para residentes en España).  Referenciado al índice EONIA invierte en activos de renta fija, tanto pública como privada, negociados en cualquier mercado organizado, principalmente de la zona euro, y en menor medida de países del resto de Europa, EEUU, Canadá y Japón.

 

India: Sacando las conclusiones equivocadas

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India: Sacando las conclusiones equivocadas
Photo: Yann. India: Drawing the Wrong Conclusions

Las últimas semanas han sido difíciles para la India en su lucha por estabilizar su moneda, la rupia, que se ha depreciado sensiblemente frente al dólar americano. La rupia ha tenido una tendencia a la baja en los últimos tres años debido a los fundamentales subyacentes, pero la reducción anticipada de los estímulos por parte de la Reserva Federal, parece haber acelerado su caída. El movimiento de la moneda ha creado un gran nerviosismo entre los inversores y les ha hecho cuestionarse cada vez más la balanza de pagos de la India (BOP). Sin embargo, los temores de una posible crisis de balanza de pagos pueden ser exagerados.

Una de las medidas clave que determinan la vulnerabilidad de la economía a una crisis es la relación de la deuda externa sobre el PIB. Para la India, este no se acerca a los niveles de principios de los años 90, cuando el país necesitaba ser rescatado por el Fondo Monetario Internacional después de encontrarse al borde del impago de su deuda soberana. Otro factor alentador es que el país tiene reservas por casi 300 millones de dólares, aunque sólo sería suficiente para mantener hasta un máximo de siete meses de importaciones.

Sin embargo, la caída de la rupia es un desafío para la economía, y los políticos puede utilizarla como una llamada de atención para que se hagan las necesarias reformas. El reto de la economía de la India ha sido durante mucho tiempo atraer capital extranjero suficiente para financiar el crecimiento interno. Sobre una base sostenible, el flujo de capital puede venir a través de una sólida industria de exportaciones o por medio de la inversión extranjera directa (IED) en proyectos a largo plazo. Las reformas son fundamentales para lograr cualquiera de estas mejoras.

Sin embargo, nos preocupa que los políticos estén sacando conclusiones erróneas sobre el estado actual de la rupia. Las recientes medidas anunciadas por el gobierno de la India y el Banco de la Reserva de India (RBI) sugieren que los políticos están viendo el movimiento de esta divisa como un problema a corto plazo, prestando menos atención a algunos de los problemas estructurales a los se que enfrenta la economía. Por lo tanto, las medidas parecen centrarse en la reducción de la necesidad del país de dólares americanos mediante la restricción o el aumento del coste de las importaciones «no esenciales», tales como televisores de LCD u oro. Por otra parte, en los últimos días, el RBI ha puesto algunas restricciones en la capacidad de sus habitantes para mover el capital extranjero. La eficacia de tales medidas es cuestionable.

El gobierno puede estar intentando cerrar la brecha en la financiación del déficit por cuenta corriente India aumentando la dependencia de fuentes financiación de corto plazo, incluida la deuda externa. Si bien estas medidas pueden funcionar a corto plazo, tienen que esforzarse por atraer fuentes de capital más sostenibles para lo que tendrían que abaratar los costes al hacer negocios, y mejorar la competitividad de las empresas nacionales. Desafortunadamente, los intentos del país por mejorar la competitividad en los últimos años no han dado fruto. Por ejemplo, la decisión del año pasado de abrir la IED en el sector minorista,  no sirvió para mucho debido a ciertas restricciones impuestas a las empresas extranjeras que desean invertir en la India.

El aspecto positivo de todo esto es si los acontecimientos recientes pueden llegar a ser el impulso para que las autoridades indias presten atención a los objetivos a largo plazo de mejorar la competitividad y la productividad en el país. En el pasado, las tensiones económicas han permitido a los elementos progresistas dentro del país seguir adelante con las reformas. Seguimos creyendo que la atracción subyacente de invertir en la India se mantiene intacta.

Sharat Shroff, CFA
Portfolio Manager
Matthews Asia

Los puntos de vista y la información expuestos suponen una opinión y análisis sobre las condiciones de mercado en un momento específico y son susceptibles de variar. No deben tomarse como una recomendación de compra o venta de un título específico o de los mercados en general. La temática contenida en este texto deriva de varias fuentes que se consideran fiables y precisas en el momento de su compilación. Matthews International Capital Management LLC no acepta ninguna responsabilidad por pérdidas directas o resultantes del uso de esta información. La inversión en mercados internacionales y emergentes puede conllevar riesgos adicionales, como los derivados de inestabilidad política y socio-económica, mercados ilíquidos, fluctuaciones de tipo de cambio, alta volatilidad y normativa limitada. Adicionalmente, los fondos invertidos en un solo país pueden estar sujetos a mayor riesgo de mercado que los fondos diversificados por su concentración en área geográfica determinada. La inversión en pequeñas y medianas empresas conlleva mayor riesgo que la inversión en grandes empresas, puesto que pueden ser más volátiles y menos líquidas que las grandes compañías. Este documento no ha sido revisado ni aprobado por ningún organismo regulatorio.

Bolsa Colombia y Dólar: ¿qué muestra la historia?

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Bolsa Colombia y Dólar: ¿qué muestra la historia?
Mattbuck. Bolsa Colombia y Dólar: ¿qué muestra la historia?

La historia de la última década de la Bolsa de Colombia y el dólar nos muestra una relación diciente: ha existido una tendencia inversa, y no es posible tener un alto precio de las acciones, con un dólar apreciado frente al peso. Esto quiere decir, o se tienen acciones altas o se tiene un dólar alto, pero las dos, simultáneamente, parece imposible.

La gráfica siguiente muestra esa relación, y cómo en momentos en los cuales alguna de las variables se desajustó, el tiempo tendió a corregirlo (esa variable generalmente fue el dólar, aunque a finales de 2010 y principio de 2011, la que estuvo desajustada fue el IGBC, y eso explica la caída posterior que tuvo). El desequilibrio más grande fue el de 2008, cuando era evidente que un dólar a $1.700 no era sostenible, y tenía que subir (incluso, de no haberse presentado el evento de Lehman Brothers, el dólar se hubiera ajustado, no tan alto como llegó, pero lo hubiera hecho).

 

 

En un momento en el cual la mayoría de analistas esperan una caída del precio del peso colombiano, la pregunta lógica que surge es si el índice IGBC puede seguir subiendo. La respuesta, observando la gráfica anterior, luce evidente: se está generando un nuevo desequilibrio, el cual tarde o temprano debe ser corregido. Si observamos con detenimiento, y suponiendo que el dólar llegue a $2.100; el IGBC debería, según esta relación histórica, ubicarse en niveles cercanos a los 12.000 puntos (o inferiores), relativamente lejos de los 13.650 puntos en los que se ubica actualmente.

Una pregunta lógica es cómo estar tan seguros de que en la tendencia actual es el IGBC la variable desajustada, y no el dólar? La respuesta es relativamente sencilla: las monedas emergentes se están depreciando frente al dólar norteamericano. En la medida que la FED termine sus estímulos y suba la tasa de interés (por allá en 2015), la valorización que vimos de monedas emergentes en los últimos años va a desaparecer. A los inversionistas más inquietos, les debe haber llamado la atención lo que viene sucediendo con monedas de otras latitudes, como la Rupia de Indonesia, la Rupia de India o la Lira turca, todas ellas altamente afectadas recientemente. Si es un inversionista más sofisticado, mire lo que pasa con las monedas de Ucrania, Kazajstán, o más cercanamente, Brasil. Comprobarán que es más fácil que el IGBC corrija a la baja; que todas las monedas del mundo emergente al unísono, al alza.

Una de las frases que vengo acuñando con los inversionistas con los que me siento a discutir estos temas, es que “así como nos quedamos esperando por 10 años un precio del dólar igual al de marzo de 2003, nos vamos a quedar esperando que el IGBC vuelva a los 16.000 puntos que rozó en octubre de 2010”. Para que vean lo que quiero decir, observen con atención la siguiente gráfica:

 

 

Es claro que aunque la tendencia sea decreciente, existirán algunos momentos en que el IGBC suba (así como el dólar subió); pero que el inversionista que quiera sacar provecho de la situación tiene que ser activo, y no sólo sentarse y esperar el largo plazo. No por lo menos en las acciones colombianas.

 

*Por favor tener en cuenta que: “Las opiniones aquí expresadas son a título personal y no reflejan necesariamente la posición de Skandia sobre los temas tratados”.

Más dinero, más desarrollo, más desafíos para invertir en América Latina

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Parece que fue hace mucho tiempo, pero tan solo sucedió hace 10 años. Un empresario latinoamericano, dueño de diversos negocios en la región, se encontraba en Nueva York agotado después de un día intenso de trabajo. Había estado negociando intensamente las condiciones de un acuerdo con inversionistas. Lejos de casa, cansado de tanto trabajo, comenzó a sentir la falta de algún entretenimiento.  Lo que sugirió a continuación, estuvo fuera de las normas aceptadas en los negocios.

Aunque particularmente pintoresco, este ejemplo de comportamiento profesional inapropiado se hace menos factible que ocurra hoy en día dando muestra del progreso en el intercambio y la inversión en América Latina a través de estrategias de private equity, fusiones y adquisiciones, entre otras. El cambio en el nivel de profesionalismo es parte del resultado de un ambiente de negocios en ebullición en países como Colombia, Perú y México.

El ascenso de varios países latinoamericanos en el mundo de las inversiones a través de los tratados de libre comercio ha refinado a todos los partícipes. Los negocios de familia y compañías locales, antes menos sofisticados, se comenzaron a tornar en maquinarias eficientes y objetos de inversión por parte de inversionistas globales. 

México, el segundo socio de comercio global más importante para los Estados Unidos, ha visto un éxito sorprendente en el área de private equity en los últimos dos años. De acuerdo con la Latin America Private Equity and Venture Capital Association, esto se vio enfatizado en el primer semestre del 2012 cuando hubo 228 millones de dólares en inversiones, lo cual fue un incremento exponencial de los 84 millones en la misma etapa en el 2011. Desde el 2011, el número total de negocios en el área de private equity en México se ha más que duplicado.

El año pasado en su reporte anual Doing Business, la International Finance Corporation (IFC por sus siglas en inglés)y el Banco Mundial  le otorgaron a Colombia el sexto lugar en la categoría de protección a los inversionistas. Aunque ningún país latinoamericano ha alcanzado una de las 30 primeras posiciones en la métrica de facilitación para hacer negocios; muchos de ellos han mejorado considerablemente en los últimos cinco años. Entre estos están Chile (40 a 33), Colombia (66 a 45) y México (62 a 43).

Impulsada por años récord en el 2010 y 2011, la actividad de fusiones y adquisiciones, se ha disparado vertiginosamente en América Latina. Los líderes en estas áreas, Brasil, México, Colombia y Chile han estimulado la explosión de transacciones en el segundo trimestre del 2012, lo cual sobrepasó los niveles antes de la recesión y alcanzó los $60 mil millones.

Con toda esta inversión, más compañías están buscando grupos de private equity que los ayuden a resolver problemas más complejos que el flujo de fondos. Estas empresas necesitan disminuir la deuda en sus balances, lograr una oferta pública, establecer alianzas estratégicas, crecer y finalmente terminar saliendo de la inversión. Éstas ven a los fondos de private equity como el medio para lograr sus fines estratégicos.

Aun así, las concepciones erróneas y obstáculos abundan. Algunas compañías todavía tienden a comparar capital con deuda, haciendo que las tasas de retorno de las firmas de private equity parezcan demasiado altas. Muchos accionistas temen perder control de sus compañías ante la entrada de nuevos socios, lo que da muestra de que persisten los malentendidos fundamentales sobre las diferencias entre inversores financieros e inversores estratégicos. En los mismos países, es difícil que equipos externos aprendan y entiendan las normas de un determinado país sin ayuda de consultores locales.

Y, por supuesto, existe otro obstáculo omnipresente que es la barrera idiomática y que ha estado presente desde el comienzo de los tiempos. Aunque muchos integrantes de grupos de private equity e inversionistas hablan adecuadamente en su segunda lengua, el contexto y significado puede perderse en la traducción, especialmente cuando se negocia a altos niveles.

Los directores de private equity tienen algunas reglas fundamentales que deben ser seguidas para tener éxito en América Latina. Deben concentrarse más en las reglas básicas de negocios y menos en índices como EBITDA. Deben tener empleados que hablen español y portugués y mantener una presencia física en los principales mercados. Las valoraciones deben estar atadas a resultados reales, no a  proyecciones irrealistas.

El potencial de inversión en América Latina antes un diamante en bruto y poco conocido está siendo pulido.  Todavía le quedan algunas aristas por limar.

                                                                            

 

 

Volatilidad en aumento: ¿Por qué? ¿Y cómo invertir?

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Volatilidad en aumento: ¿Por qué? ¿Y cómo invertir?
. Volatilidad en aumento: ¿Por qué? ¿Y cómo invertir?

Desciende abruptamente el precio de las acciones y de los bonos

Como venimos analizando durante las últimas semanas, parece haber aumentado la volatilidad desde las bajas registradas durante el verano, y ha aumentado la incertidumbre de los inversionistas. A pesar de que hubo ciertos aspectos positivos (como la confirmación de que, finalmente, se está expandiendo la economía de Europa después de seis trimestres de contracción), la atención de los inversionistas se centró la semana pasada en la creciente violencia en Egipto y en las preocupaciones de que la Reserva Federal se esté preparando para restringir su programa de compra de activos.

Durante la semana pasada, las acciones experimentaron sus peores pérdidas semanales en lo que va del año del año: el índice Dow Jones Industrial Average cayó un 2,2% hasta cerrar en 15.081, el índice S&P 500 disminuyó un 2,1% hasta cerrar en 1.655 y el índice Nasdaq Composite cayó un 1,6% hasta cerrar en 3.602. Los mercados de renta fija no quedaron inmunes a la volatilidad, ya que la rentabilidad de las letras del Tesoro experimentó su alza más importante desde junio (el precio se mueve en dirección opuesta a la rentabilidad). La rentabilidad de las letras del Tesoro de referencia a 10 años aumentó del 2,58% al 2,83%.

Aumentan los riesgos geopolíticos

Además del número de víctimas, la violencia y la conmoción política en Egipto han empezado a afectar la percepción de los inversionistas. La creciente violencia en ese país es un síntoma del aumento en la inestabilidad geopolítica que observamos en la mayor parte del Medio Oriente y el norte de África. A pesar de que es imposible predecir las consecuencias políticas, hay una cuestión clara: durante el año pasado, la inestabilidad ha generado alteraciones considerables en la producción de petróleo y en las exportaciones desde Irán, Irak, el sur de Sudán, Libia, Nigeria y Siria. A pesar de que está aumentando la producción energética en Norteamérica, la reducción en el suministro desde el Medio Oriente y África ayuda a explicar por qué el petróleo es uno de los pocos productos básicos que ha experimentado alzas de precio durante este año.

¿Empezará la desaceleración por parte de la Reserva Federal en septiembre?

Además del enfoque en los riesgos geopolíticos, los inversionistas siguen muy conscientes del momento y del alcance de cualquier cambio posible que se implemente en la política monetaria. La semana pasada, los datos económicos fueron mixtos (e incluyeron algunas lecturas débiles relacionadas con la manufactura y la producción industrial); sin embargo, los inversionistas se centraron en una cifra en particular: el informe semanal sobre solicitudes de seguro de desempleo, que fue más firme de lo esperado.

El motivo por el cual esta cifra tuvo una influencia tan abrumadora en la psicología de los inversionistas es que la Reserva Federal ha manifestado de manera elocuente que está muy centrada en las condiciones del mercado laboral. Los funcionarios de la Reserva Federal han sido bastantes coherentes en decir que, si sigue mejorando el mercado laboral al ritmo actual (aproximadamente 190.000 empleos nuevos por mes), es posible que la Reserva empiece a restringir la compra de activos (también conocida como “desaceleración”) durante este otoño, probablemente en la próxima reunión, que se llevará a cabo a mediados de septiembre. En este contexto, la cifra clave que debemos observar tendrá que ver con el informe de empleo de agosto, que se publicará el 6 de septiembre. Si coincide el crecimiento del empleo correspondiente a agosto con el ritmo reciente, es probable que el banco central empiece a disminuir sus compras de bonos durante el próximo mes.

Se debe considerar la reducción de la exposición a las áreas vulnerables del mercado

Entonces, ¿cómo afecta todo esto a los inversionistas? En primer lugar, diríamos que es probable que siga aumentando la volatilidad. Las valoraciones accionarias son razonables, aunque parece alta la sensación de inercia y crecen los riesgos generales.

Además de la decisión sobre desaceleración por parte de la Reserva Federal, en un futuro cercano, los inversionistas deberán lidiar con otra posible batalla relacionada con el presupuesto en Washington. La conclusión es que, en este entorno, creemos que los inversionistas deberán considerar reducir su exposición a las áreas del mercado bursátil que tienen valoraciones exageradas y a los activos que son vulnerables al aumento de las tasas de interés real.

En la primera categoría podemos incluir las acciones estadounidenses de baja capitalización y el sector de bienes discrecionales del consumidor. En la segunda categoría podemos incluir las letras del Tesoro a largo plazo, los valores del Tesoro protegidos contra la inflación (Treasury Inflation-Protected Securities, TIPS) y las áreas del mercado bursátil que se consideran representativas del mercado de bonos, como el sector de servicios públicos.

 

Mirando con lupa

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Mirando con lupa
. Mirando con lupa

Hemos vuelto a lo básico, ya dicho y confirmado por entidades como Goldman Sachs (la cual, quizá, tienen un peso de opinión mayor al mío; por eso, lo que decimos desde hace un mes, ahora sí se va a volver tema de discusión en los círculos de los analistas), sobre lo que debe ocurrir con las inversiones en Mercados Emergentes durante los próximos años: toca revisar con lupa quién es quién, los fundamentales que hay detrás, y las oportunidades que brinda cada uno. Esto era algo inevitable, pues en el nuevo ambiente económico, ya no todos somos tan llamativos como éramos hasta hace sólo unos meses.

Un reciente informe de GS precisamente mostró que durante los últimos años las correlaciones de las monedas emergentes con las desarrolladas han sido particularmente altas (entre 40% a 50%), cuando esa variable era alrededor del 10% antes de la crisis financiera. Pero más llamativo aún, es que en los últimos meses la correlación ha vuelto a bajar. Aunque se mantiene en más del doble de los niveles antes de la crisis financiera, ya está en cerca de la mitad de lo que tuvimos durante los últimos años, en la época de la “danza de los millones”.

En columnas recientes he hecho el llamado a los analistas a mirar con detalle variables como los déficit de cuenta corriente, el aumento en el endeudamiento gubernamental y empresarial (que lo llamo el apalancamiento emergente), y, en general, todas las variables de libro de texto que vuelven a ser altamente atractivas para el futuro.

Esto quiere decir que el lema de “invertir en países emergentes”, deja de ser cierto, y en vez de mirar el bosque, debemos mirar los árboles. ¿Quiere esto decir que debemos salir corriendo de los emergentes? La respuesta es no, pero ahora ya no los debemos empaquetar a todos en un solo grupo, sino empezar a mirar caso por caso específico. Esto, de forma lógica, demandará mayor tiempo de análisis (antes era solo invertir en el agregado, sentarse y esperar a que de retornos); mayores recursos para mirar en quién puedo confiar y en quién no.

Aunque he visto a muchos analistas positivos porque las economías emergentes ahora son más robustas, tienen mayores reservas internacionales y en muchos casos las prudencia fiscal ha sido la regla en los últimos años; las cifras que sigo tienen para mí una alta relevancia: el endeudamiento emergente se ha disparado (lo he dicho repetidamente en las últimas tres semanas); lo cual, unido a una baja tasa de interés en moneda fuerte, y por consiguiente a una posibilidad de fondos de cobertura de apalancamiento muy barato, están creando un “caldo de cultivo” perfecto para que, el que quiera especular contra un país emergente relativamente mal parado, lo puede hacer y lo puede obligar a doblegarse.

Candidatos, hay unos cuantos, y los analistas los identifican más que todo en Europa Central y en Asia; pero que quede claro, esto no implica salir corriendo de Asia, simplemente que, repito, se debe mirar caso por caso. Lo interesante de esto, es que ya todas las instancias empiezan a alinearse con la estrategia que hemos venido hablando recientemente, lo cual debe ser el trabajo de los analistas y asesores financieros en los próximos años.

Oportunidad inédita para Paraguay

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Oportunidad inédita para Paraguay
Horacio Cartes, presidente de Paraguay. Oportunidad inédita para Paraguay

Con una optimista perspectiva de crecimiento económico para este año (un 12,5%, según la Cepal; un 13%, según el Banco Central), Paraguay se prepara para estrenar un nuevo gobierno la semana que viene.

Retorna el viejo Partido Colorado (oficialmente, «Alianza Nacional Republicana»), que gobernó 60 años antes de caer, por vez primera, en 2008, frente a una coalición formada por su histórico rival, el Partido Liberal, y un candidato extrapartidario, el obispo Fernando Lugo, quien no terminó su mandato al ser depuesto por un juicio político en que el Parlamento se pronunció en su contra por abrumadora mayoría.

Los gobiernos del Mercosur (y luego la Unasur) reaccionaron apresuradamente ante el episodio y suspendieron a Paraguay de esos organismos. Calificaron de «golpe de Estado» lo que había sido un procedimiento constitucional, llevado a cabo por los poderes legítimos del Estado (Legislativo y Judicial). Predominaron la camaradería con el presidente «amigo», la simpatía por su presunto progresismo y la voluntad de hacer ingresar en el Mercosur a Venezuela por la ventana, eludiendo la negativa paraguaya. El atropello fue tan grosero que el propio presidente uruguayo, José Mujica, votante de todo, lo confesó paladinamente: «Lo político primó sobre lo jurídico».

La elección aportó un juicio inequívoco: los dos partidos que votaron la destitución de Lugo obtuvieron más del 90% de los votos, y los opuestos, todos sumados, no llegaron al 10%. El propio ex presidente resultó electo senador con un 9% de votos, adquiriendo así un estatus que en lo personal le es valioso, pero que en lo político desnuda la disminución de su respeto, luego de la nube de hijos naturales que le aparecieron como impensado fruto de sus tiempos de sacerdocio.

Desgraciadamente, el Mercosur sigue en su errática línea de conducción y, al tiempo que levanta la suspensión de Paraguay, confirma la presidencia pro témpore de Venezuela, hiriendo así -innecesariamente- a quien fue mal sancionado y no puede aceptar, lógicamente, la presidencia de un país cuya integración ni siquiera aprobó (y cuya membresía es de muy dudosa validez).

El retorno del coloradismo es juzgado por algunos como una deriva hacia el pasado autoritario de esa colectividad, que acompañó los 35 años de la tiranía de Stroessner. La historia reciente nos dice lo contrario. Ante todo, porque el fin de la dictadura lo provocó el mismo Partido Colorado, desde un ejército comandado por el general Andrés Rodríguez, quien destronó al anciano dictador, fue revalidado por el voto popular y condujo, luego, una abierta reinstitucionalización democrática.

El Partido Colorado que retorna al poder, entonces, es otro. Ha pasado por el llano y se ha recompuesto en él, preservando una organización que ha sido revalidada ahora sin el apoyo clientelístico de la administración. A su frente queda ahora un presidente que no tiene larga experiencia política ni tradición partidaria, pero que tampoco arrastra los pesados lastres del pasado. Sus primeros pasos han sido auspiciosos, pues ha consolidado una fuerte mayoría parlamentaria.

Horacio Cartes recibe un país que en los últimos años ha mostrado notables indicadores de crecimiento y vive un vigoroso tiempo de cambio. El año pasado fue negativo por los efectos de la sequía y de un brote de aftosa que afectó su exportación de carne, pero la emergencia ha pasado y se espera terminar el año igualando, o superando, el récord de 2010, en que un 13% de expansión del PBI le proyectó como excepcional a nivel mundial. La revolución sojera y el desarrollo ganadero lideran esta expansión, sustentada además en una fuerte reserva financiera y un clima de inversión creciente, que mira hacia la construcción, el turismo y la agroindustria. Digamos, simplemente, que hoy Paraguay ha superado a la Argentina en exportación de carne. Por estas razones, tanto en Brasil como en la Argentina y Uruguay crece el interés por invertir allí, retroalimentando esa expansión en curso.

Todo indica que los precios internacionales que han liderado el crecimiento sudamericano tendrán un aflojamiento, pero todavía con un nivel más que suficiente para sustentar un proceso de modernización como el que Paraguay requiere. Hay un ambiente internacional francamente optimista. Se trata ahora de que el nuevo gobierno preserve el clima de estabilidad, maneje su mayoría parlamentaria con sabiduría, trate de disminuir esas crispaciones tan propias de una política que aún arrastra años de enfrentamientos y no recaiga en el clientelismo y el caudillismo personalista. La situación pondrá a prueba el pragmatismo presidencial de exitoso empresario privado, que tendrá que manejarse en los vericuetos de una política compleja, con sus tiempos y exigencias. Su desafío intransferible es impedir que la política dañe la economía.

Paraguay arrastra una endémica pobreza. Con un 49%, supera largamente el promedio de América latina (28,87% de la población, según la Cepal). La habitual tentación es explotarla con un Estado prebendario, que suele dar alguna respuesta electoral rápida, pero compromete el futuro. El Estado no debe comprar conciencias ni atar al ciudadano a la dádiva. El reclamo público siempre exigirá resultados milagrosos. Se trata de racionalizarlo con avances realistas, acompasados al crecimiento económico.

La oportunidad es inédita. El viejo aislamiento paraguayo ha quedado en los libros. El nuevo presidente se enfrenta a una cita con la historia. Todo está dado, entonces, para un gran salto.

Columna de opinión de Rafael Fernández, director del Grupo Empersarial Arcallana, Fundador de URBA Inmobiliaria y Director de FLEX – Soluciones Financieras – Paraguay

 

¿Cómo afrontará Latinoamérica un parón súbito en la inversión?

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¿Cómo afrontará Latinoamérica un parón súbito en la inversión?
Wikimedia CommonsBy Hans Hillewaert. How Will Latin America Weather a “Sudden Stop” in Investment?

Desde mayo, se ha retirado más de un cuarto de la inversión internacional en fondos de mercados emergentes de los últimos cinco meses, según los datos más recientes de Emerging Portfolio Fund Research. Para las economías latinoamericanas, esto probablemente se traduzca en un menor crecimiento, pero en esta ocasión el impacto podría ser más suave.

El “parón súbito” que hemos visto en los flujos de inversión este año está típicamente asociado con casos de depreciación de las divisas, ampliación de los déficit por cuenta corriente y un menor crecimiento del PIB. En términos generales, estos síntomas están ahora presentes en América Latina. Las ventas recientes siguieron al anuncio de que la FED estaba considerando menores compras de bonos más adelante en el año. Sin embargo, la desaceleración en el crecimiento y el incremento en los déficit externos en la región comenzaron antes de eso, principalmente por un debilitamiento en la demanda externa de los bienes exportados y por la caída en los precios de las commodities ante un crecimiento global por debajo de potencial – con una preocupación especial por las perspectivas de demanda de China.

Episodios previos en los que el flujo de capitales se dio la vuelta, por ejemplo en 1994, generaron trastornos significativos en toda América Latina; provocaron una aguda contracción de la actividad económica doméstica y propiciaron la adopción de medidas de ajuste de urgencia y la concesión de créditos multilaterales y bilaterales para ayudar a algunos países a mantenerse al corriente en sus pagos externos. Esto ocurrió porque los países de la región estaban endeudados en divisas, y tras una corrección significativa en los tipos de cambio hizo falta un endurecimiento de la política fiscal para afrontar el servicio de la deuda. Es decir, el shock externo se amplificó a nivel interno.

En nuestra opinión, aunque el parón súbito en la inversión seguirá provocando una ralentización del crecimiento en la región, esta vez el impacto en las economías latinoamericanas será más suave. Es así porque ahora las condiciones macroeconómicas en la región son más sólidas. Vemos cinco diferencias importantes en relación a la situación de los noventa.

Primero, los déficits por cuenta corriente en general son menores. En segundo lugar, la situación fiscal es más fuerte, con algunos países que incluso gozan de superávit. En tercer lugar, las reservas de divisas extranjeras son mayores, tanto en términos absolutos como en relación al PIB, las importaciones o los pagos de deuda. La dos últimas diferencias son las más importantes: los tipos de cambio son ahora flexibles (ver gráfico),y el sector público en la mayoría de los países es acreedor neto del resto del mundo en divisa fuerte.

Así, los movimientos en las divisas van a servir de colchón parcial del shock externo, previniendo así una contracción más severa de la economía doméstica en los países con flexibilidad en el tipo de cambio. En nuestra opinión, esto también significa que la dinámica de los ajustes será diferente, ya que la depreciación no propiciará medidas fiscales indeseables pro-cíclicas. Por tanto, creemos que aunque las salidas de flujos provoquen un comportamiento macro más discreto, la mayor parte de los países de la región tienen fundamentos suficientemente sólidos para aguantar un shock externo.

El ajuste en los bonos probablemente resultará en una mayor diferenciación en función de su calidad crediticia. Así, existe una gran probabilidad de que los países con mejores fundamentales vayan a tener un mejor comportamiento durante los próximos trimestres. Favorecemos los países con menores déficits por cuenta corriente y menores desequilibrios fiscales; bajos pagos de deuda externa; y baja proporción de inversores extranjeros en valores domésticos. Seguimos creyendo que México es candidato a comportarse bien en los próximos meses, al tiempo que seguimos creyendo en la significativa vulnerabilidad de Venezuela.

Fernando J. Losada es economista senior para Latinoamérica de AllianceBernstein