Foto: Matt H. Wade. ¿Se acerca la corrección en USA?
Uno de los problemas grandes de un inversionista es la avaricia. La ciencia de Behavioral Finance (Finanzas del Comportamiento) ha estudiado muy bien este tema, en el que muestra que entre más alto se encuentre el retorno de un activo, el cerebro empieza a generar una mayor adrenalina, bloqueando las funciones racionales y dejándose llevar por la emoción. No soy experto sicólogo ni un neurocientífico, pero así, en palabras sencillas, es como los inversionistas, sofisticados y no, cometen equivocaciones gigantescas cuando los mercados están en puntos máximos.
He leído recientemente muchos artículos en los cuales los analistas tratan de justificar el continuo aumento de las acciones norteamericanas durante los próximos meses. Es cierto que algunas relaciones históricas muestran que las acciones tienen espacio para subir, y yo no dudo que en los próximos 10 años lo hagan (ya he expuesto mis argumentos sobre el porqué mi activo favorito de largo plazo son acciones en USA); pero los artículos están siendo demasiado optimistas.
Se acerca el fin de año, de menores volúmenes transados, incluso más bajos que los que hemos visto recientemente, y con la espada de Damocles sobre la cabeza: entraremos a enero y febrero nuevamente con temas fiscales en USA. La verdad, dudo que antes del 15 de enero de 2014 el Congreso norteamericano se ponga de acuerdo para resolver otra vez los problemas de techo de la deuda y de la parálisis del Gobierno Federal. Dudo, principalmente, que los políticos se logren poner de acuerdo con la suficiente anticipación.
Pero lo que más preocupa a los analistas es que los mercados avanzan ‘sin convicción’. Esto en términos prácticos se constituye cuando, a pesar de que las acciones suben su precio, los volúmenes transados son muy bajos. Estos escenarios, generalmente, han sido una antesala de la corrección de los mismos, y no debería existir una razón aparente para que esta vez no fuese así. Los inversionistas, que están listos para salir, esperan cualquier noticia para voltear la figura. Y hablando de figuras, una parte que utilizan muchos traders son las figuras técnicas, una de las cuales muestra que el índice accionario S&P 500 ha alcanzado ya tres máximos históricos recientes, seguidos de pequeñas correcciones; y que la próxima figura puede ser a la baja; con una corrección relativamente importante.
El inicio del próximo año (creo) no será fácil, pero habrá oportunidades. Es posible, según los analistas, que aún en diciembre las acciones USA ganen algún valor, y se habla del 2.5% en promedio, que no es despreciable. Lo dicen por la inercia que generalmente muestran los mercados accionarios cuando el año ha sido positivo, lo dicen por la historia (más de la mitad de los años en que los índices han terminado con ganancias, diciembre es el mes en el cual alcanzan su máximo en el año), lo dicen porque aún la relación precio sobre ganancias es relativamente baja (14.8 vs un 16.6 histórico). Sin embargo, si se puede pasar ligero de acciones el año nuevo, no sería una mala estrategia. Recuerden que dudo que, además, en época decembrina, los políticos norteamericanos se sienten a no dejar que pase lo mismo que en octubre.
Carta abierta a Mariano Rabadán, presidente de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva. El necesario cambio en Inverco
Estimado Mariano:
El motivo de publicar esta carta de manera abierta es con un sano fin: provocar una discusión, también abierta, en el sector sobre qué papel debe de jugar Inverco en la nueva sociedad 2.0, que como un vendaval, irremisiblemente está cambiando todos los órdenes que conocemos.
Sé que hay espacios en Inverco para plantear impresiones y cambios, pero me temo que al final pueda pasar como en otras ocasiones, que ese debate no sea público, que no se conozca y que al final se cambien las cosas para que no cambien. Además, la carta la hago a titulo personal y no en representación de entidad alguna. Y, como no podía ser de otra manera, quiero también agradecerte sinceramente tu dedicación, esfuerzo y compromiso, durante tantos años, a favor del desarrollo de la industria de gestión de activos en España.
La verdad es que el panorama a día de hoy no deja de ser un poco desalentador para la libre competencia, la transparencia y la importancia del sector; nos encontramos en una industria dominada por la gran banca y por sus políticas de distribución, lo que conlleva una proporción desmedida de productos sin valor y cómodos de vender, unas comisiones infladas tanto en fondos de inversión como, especialmente, en fondos de pensiones, una opacidad bastante manifiesta en la realidad del sector de gestión de activos, gestoras que se han tenido que deslocalizar para vender fuera, ninguna gestora española entre las 100 primeras a nivel global y así un largo etcétera, que muchas personas en la industria queremos cambiar y tratar de promover otro modelo.
Paso a comentarte los cambios que considero imprescindibles en la asociación:
1.- Pasar a representar realmente a toda la industria nacional y no sólo a los poderosos.
Sé que esto es muy bonito decirlo y muy difícil hacerlo, pero todos en el mercado de gestión de activos sabemos que la voz predominante ha sido durante muchos años la de los grandes bancos (en defensa de su posición dominante) y esto es algo que definitivamente tiene que cambiar. Un ejemplo claro lo tenemos en las cuentas Ómnibus que si no se han aprobado hasta ahora en España, es porque los grandes bancos no han querido y eso es algo que es más que sabido por todos: aquí se han abierto las puertas de par en par a las gestoras extranjeras, mientras la industria nacional de gestión no bancaria no podía competir en igualdad de condiciones.
2.- Mejorar y cambiar las estadísticas del sector
Desde hace muchos años y puntualmente todos los meses, Inverco ha desarrollado una gran labor en enviar los datos de fondos de inversión, sicavs y pensiones. A día de hoy esa información se ha quedado claramente obsoleta tanto en la forma (existen tablas dinámicas y otras formas de enviar estadísticas infinitamente más atractivas) y en el fondo (no recoge los patrimonios gestionados en carteras, ni los fondos gestionados en Luxemburgo y Dublín, ni los patrimonios asesorados y/o cogestionados, siendo la información que se envía de fondos de inversión, pensiones y sicavs claramente mejorable).
3.- Ser más rigurosos y objetivos en los análisis
Hay que defender la industria pero desde la transparencia y la rigurosidad. Desde Inverco siempre se dice que los fondos de pensiones no son caros porque no están lejos de la media Europea, pero lo que no se dice es que un tercio de los fondos de pensiones españoles son garantizados, muchos de renta fija a corto plazo o monetarios. (Como será que el gobierno prepara una ley para rebajar las comisiones máximas en los fondos de pensiones).O, la argumentación defendiendo a los fondos garantizados, cuando todos sabemos que en España existen por la comodidad y altos márgenes que suponen para las redes su venta o cuando se dice que los fondos de renta variable españoles son baratos, cuando se meten fondos garantizados de rendimiento variable en esos análisis.
Todo esto sin entrar en el tema de las rentabilidades donde realmente habría mucho que hablar si la industria española ofrece valor o no, pero no porque no haya buenos profesionales, sino por el montaje que existen de fábricas al servicio de los intereses de la red y no al servicio de los intereses de los partícipes.
4.- Cambiar la comunicación de Inverco
Inverco, como tantas otras sociedades no está evolucionando al ritmo que exige la sociedad, seguimos recibiendo las mismas notas de prensa desde hace años, donde da la sensación de que sólo se cambia la fecha y los números de las mismas.
Inverco tiene que rediseñar su página web, tiene que aumentar su credibilidad, rehacer su concepción de marca, tiene que estar en las redes sociales con el fin de compartir, comunicar, escuchar a la gente y no sólo a los representantes de las gestoras, porque es ahí donde podemos ver qué pide la sociedad, qué pide el nuevo partícipe y, en consecuencia, ayudar a alinear la industria a esos deseos y no seguir con el sota, caballo y rey. El viejo modelo ha muerto y o cambiamos o nos cambian.
5.- Anclar a la industria nacional como puente entre Luxemburgo y Latinoamérica
Creo que todavía estamos a tiempo, para que Inverco juegue un papel decisivo en conseguir que el mundo de la gestión en Latinoamérica se incorpore al estándar UCIT y así realmente ayudar a que sea UCIT un estándar mucho más global, posicionando a España como puente entre Luxemburgo y Latinoamérica, aumentando así las posibilidades de expansión de la industria nacional en esa parte del mundo, fomentando los acuerdos y las posibles colaboraciones entre gestoras e instituciones latinoamericanas y españolas. Creo que este es un tema de capital importancia.
Por último creo queInverco se debería de implicar más en algunos cambios que serían muy útiles para el mejor funcionamiento de la industria, entre ellos y seguramente se me escapan algunos, podemos hablar de la necesidad de:
-Abogar por un único regulador
Una de las cosas más necesarias es que en la industria de gestión de activos tengamos un único regulador. El que la Dirección General de Seguros controle y supervise los fondos de pensiones y la CNMV al resto de sociedades de gestión, no tiene ningún sentido. Esto provoca que encontremos en la web de la CNMV las auditorías de dichas entidades al cierre de 2012 y en la web de la DGS las auditorías del año… ¡2011…!
-Pedir a la CNMV un mínimo común denominador en las auditorías obligatorias
Como es sabido, la CNMV, en una medida de transparencia más que loable, exige ahora a todas las entidades dependientes de ella que envíen la auditoría de final de año para colgarla en su página web. Sin embargo, dichas auditorías distan mucho de ser homogéneas y comparables, por lo que de nuevo conseguir transparencia y claridad en los datos del sector es una tarea harto difícil. Hay que clarificar cuales son los distintos vehículos de inversión/gestión para recursos de clientes y pedir que dicha información sea homogénea y comparable
-Simplificar los tipos de sociedades para gestionar recursos de clientes
Actualmente en España tenemos muchos tipos de sociedades diferentes para gestionar recursos externos de clientes: Sociedades Gestoras de Carteras, Sociedades y Agencias de Valores, Gestoras de Fondos de Pensiones, Sociedades de Seguros que gestionan fondos de pensiones y carteras de unit linked, Sociedades Gestoras de Instituciones de Inversión colectiva… ¿No se podría poner un poco de orden en todo esto?
Con todo el respeto y con la máxima humildad, creo que esta tarea necesita de la incorporación de talento, de profesionales del negocio, de nuevos aires y que apalancándose en lo mucho y bueno que ya tiene Inverco, puedan llevar a cabo esta profunda transformación que la organización requiere, y así poder configurar una nueva y renovada organización.
Con la seguridad de que promoverás los cambios y el debate necesario para buscar soluciones, y confiando que esta carta no me suponga lo que le pasó a Tom Cruise en la película Jerry Maguire, se despide afectuosamente
. ¿La inversión socialmente responsable gana adeptos en banca privada?
La inversión socialmente responsable ha surgido en los últimos años, y se ha desarrollado a la vez que la idea del desarrollo sostenible y la responsabilidad empresarial.
Por norma general, los criterios a tener en cuenta para llevar a cabo una inversión en los mercados financieros son liquidez, riesgo y rentabilidad. En la EAFI Aspain 11 realizamos para los clientes que lo desean una inversión socialmente responsable. Aumentamos los criterios a la hora de confeccionar una cartera de inversión: a los mencionados anteriormente agregamos criterios éticos, sociales, ambientales o de buen gobierno.
En contra de lo que se pueda pensar, la elección de activos socialmente responsables no restringe la rentabilidad. En el amplio universo de productos a los que tenemos acceso existen muy buenas opciones de inversión que por su característica sostenible ganan fuerza en el largo plazo.
La toma de decisiones se compone de varias fases. En un principio marcamos las pautas a tener en cuenta para la confección de la cartera. Siempre del lado del cliente y cumpliendo con todos sus requisitos de riesgo. Podemos definir tres pasos claros en el proceso de asset allocation o distribución de activos. En el primer paso se seleccionan los activos que cumplan con el perfil de riesgo, elegimos la proporción entre renta fija y renta variable. En un segundo paso se filtran los activos acorde con los requisitos responsables del cliente. Tras tener todos los activos que podemos elegir localizados existe un tercer y último paso del asset allocation que tiene como objetivo seleccionar sectores y zonas geográficas.
Una vez finalizado el proceso de asset allocation da lugar el stock picking sostenible. Hay varios índices globales que agrupan una gran cantidad de valores de esta clase, como por ejemplo el MSCI KLD 400 SOCIAL INDEX. Tras la primera toma de contacto con el grupo de valores se utilizan criterios fundamentales y técnicos, como en cualquier otra inversión aportando valor y sin ningún tipo de conflicto de intereses. Mediante un scoring propio, seleccionamos, catalogamos y elegimos los valores que mejor rentabilidad puedan aportar a la cartera. Así la inversión socialmente responsable no incurre en un coste de oportunidad, ya que el universo de activos del que disponemos es muy amplio.
Es fundamental saber a dónde va destinado el dinero que invertimos. Al margen del componente responsable de las empresas, si una empresa tiene ese factor de responsabilidad social, podemos considerarlo como un buen indicador de buena gestión empresarial si además tiene unos buenos fundamentales y es rentable. Por lo que en el medio plazo siempre será una mejor opción de inversión, sea cual sea la idea del cliente respecto al componente responsable.
Hoy en día la crisis ha hecho que muchos inversores se cuestionen la sostenibilidad de sus inversiones. Puesto que vivimos una crisis de confianza, a parte de la financiera, la característica ética está ganando peso entre las elecciones de las personas físicas y jurídicas. Ahora más que nunca los inversores reclaman transparencia en las decisiones de inversión, lo que hace que el componente responsable sea poco a poco de obligado uso. Las empresas que aún siguen con comportamientos destructivos para el conjunto social, ya sea a nivel medioambiental, ético o económico van perdiendo atractivo para un número creciente de clientes. El dinero que fluye de los inversores cada vez está más concienciado, todo lo que ha sucedido hasta ahora ha servido para abrir los ojos de muchas personas que mientras su dinero les reportara una rentabilidad no importaba de dónde procediera.
Hace unos años la inversión socialmente responsable no era más que un nicho en un sector en el que prima la rentabilidad por encima de todo. Tras adecuar la metodología de selección responsable a cada cliente, el valor añadido aumenta, teniendo rentabilidades muy parecidas a las de carteras con métodos convencionales, y de poder elegir, la gran mayoría eligen a la inversión responsable siempre y cuando las rentabilidades sean similares. Los métodos de selección de activos ganan en complejidad al incluir más variables a tener en cuenta, es cierto que a veces demasiada información desemboca en desinformación. Este no es el caso, ya que la característica responsable se toma como indicador cualitativo y de capacidad gestora por parte de los directivos de las empresas.
Uno de los principales problemas de América Latina en Washington -y también en Bruselas- es que no se sabe muy bien qué es. No es que los latinoamericanos no tengan clara su identidad, sino que los europeos y los estadounidenses todavía no se han hecho cargo de lo que ha cambiado la región.
Esta semana, conversando con Luis Carrillo, manager del fondo Latin America Fund, de JP Morgan, que tiene invertidos en bolsas de la región 141 millones de dólares, me daba cuenta de que América Latina es algo tan simple como esto: un «mercado emergente».
De hecho, en 1998 había solo un país con rango de inversión en la región: Colombia. Hoy hay cuatro más: México, Brasil, Perú y Chile. Y este último, que celebra elecciones este fin de semana, va camino de convertirse pronto en un país desarrollado.
Puede sonar ridículo. Pero lo cierto es que cuando se dicen las palabras ‘mercado emergente’, el primer país que viene a la cabeza es China. Y después India. Luego, otros grandes mercados de Asia, como Indonesia, Tailandia o Malasia. Y, con ellos, Brasil. Ahí se acaba.
La realidad, sin embargo, es que Latinoamérica es un mercado tan emergente y tan normal como cualquier otro. Es verdad que hay países que no tienen rango de inversión, y que no lo van a tener durante bastante tiempo. Los ejemplos más obvios de ello son Venezuela y Cuba.
Pero es también verdad que en Asia tenemos a Myammar, la antigua Birmania, que hasta hace un par de años estuvo aislada del resto del mundo. Por no hablar de Corea del Norte. O de Bután, cuyo índice de la felicidad, como sustituto de los habituales sistemas de medición de la economía, es fundamentalmente un intento de distraer la atención con respecto a una gestión económica ineficiente y un tratamiento de los derechos de una minoría -los refugiados nepalíes- contrario a las normas de la más mínima decencia.
La cuestión, sin embargo, es que los estadounidenses y los europeos seguimos mirando a América Latina poco menos que como una región de ‘booms and busts’, o sea, de crecimientos desaforados seguidos de suspensiones de pagos, nacionalizaciones, crisis políticas e hiperinflación. Eso, sin embargo, pertenece al pasado.
A pesar de los grandes esfuerzos de algunos gobiernos, como el de Argentina, de dar marcha atrás al reloj, la estabilidad macroeconómica y la seguridad jurídica en Latinoamérica no han hecho sino progresar de forma gradual y constante desde hace dos décadas. Es cierto que el riesgo político es superior al de Suiza, pero un mercado emergente es, por definición, una economía con riesgo político. Es cierto que los países de la región siguen estando muy por detrás de los desarrollados en esas áreas. Y que están pagando un precio por ello.
Brasil ha visto el desarrollo de su industria petrolera frenada por las exigencias impuestas a las empresas extranjeras de uso de material producido en el país, cuando no por la xenofobia contra inversores foráneos, como le sucedió a la petrolera Chevron, y al favoritismo a grupos nacionales bien conectados políticamente (el caso de Eike Batista es el más notorio).
Y en cuanto al petróleo mexicano, ése es un mundo aparte, que ni siquiera parece que vaya a ser puesto en orden por la reforma lanzada por Peña-Nieto.
Sin embargo, en América Latina no se mete a directivos extranjeros en la cárcel por motivos que nadie comprende. Eso pasa en China, el gran paradigma de mercado emergente. Y, si queremos sectores politizados, ineficientes, en manos de élites políticas, económicas y sindicales, vayamos a ver, por ejemplo, los bancos de esa economía, que en menos de una década se va a convertir en la mayor del mundo por tamaño.
Carrillo me explicaba que mirar a América Latina como un verdadero mercado emergente implica muchos cambios de mentalidad. Por ejemplo, asumir que esos países no son necesariamente exportadores de materias primas para los inversores (con Venezuela y Argentina, de nuevo, como excepciones a la regla), sino que también están empezando a tener una clase media que necesita bienes de consumo.
A eso añadiría yo que para los políticos y los empresarios, la idea de negociar con un mercado emergente implica también tratar con un país que está empezando a ocupar un lugar importante en el mundo y que, por tanto, es muy sensible a posibles ‘menosprecios’. Los emergentes son muy delicados políticamente. La arrogancia con la que muchos en EEUU, o en España, han enfocado los problemas de Latinoamérica debe quedar para el pasado.
Janet Yellen, presidenta nominada de la FED. Arenas movedizas
Es posible que la estrategia de «apetito/aversión al riesgo» haya sido la tónica dominante durante 2011 y 2012 pero es innegable que, en 2013, hemos asistido a un cierto cambio de tendencia, incluso aunque los mercados de renta variable hayan experimentado un patrón alcista generalizado.
Durante los primeros cinco meses del año, los mercados protagonizaron un repunte avivado por la liquidez, a costa de la generosidad de los bancos centrales de EE. UU. y Japón. Interrumpida por una leve corrección a principios de verano, los mercados de acciones reanudaron su trayectoria alcista, pero esta vez fue a lomos de una oleada de optimismo en los datos económicos hasta que comenzó a aflorar el nerviosismo ante las perspectivas de que estos datos desencadenaran la retirada por parte de la Fed de las compras de activos que conforman su programa de relajación cuantitativa. La decisión adoptada por esta institución en septiembre de no retirar los estímulos permitió a los mercados volver a ganar fuelle a lo largo de septiembre y octubre, reavivando así la creencia de que los bancos centrales seguirían proporcionando liquidez barata.
Aunque mantenemos una visión estratégicamente alcista en renta variable, no apostamos todas nuestras cartas a esta clase de activos
Pero, ¿cuánto tiempo puede esperar la Fed antes de retirar sus estímulos? Ésta se ha esforzado por recalcar que cualquier movimiento hacia una política monetaria menos acomodaticia dependerá de los datos económicos, aunque la interpretación de los mismos se ha complicado debido al bloqueo de la Administración en octubre, que logró enturbiarlos.
Por tanto, el salto en las nóminas no agrarias de los 163.000 trabajadores más de septiembre (una cifra que se revisó al alza desde la lectura anterior, que ascendía a 148.000 personas) a los 204.000 empleados más de octubre no fue del todo inesperada. El índice ISM compuesto manufacturero y de servicios se mantuvo, sugiriendo que de no ser por el bloqueo de la Administración, el crecimiento del empleo podría haber sido aún mayor. Los precios de la gasolina en EE. UU. también han registrado una caída en picado: esto tiene un efecto de estabilización automática en dicho país dado que, en la práctica, equivale a una rebaja de impuestos a los consumidores estadounidenses.
Mantenemos una visión constructiva sobre la economía estadounidense. Así pues, aunque esperamos que el crecimiento económico se ralentice en el cuarto trimestre, las perspectivas mejoran para 2014. Las estimaciones de consenso apuntan a un crecimiento del producto interior bruto del 2,6% y una inflación media del 1,8% en el próximo año (cifras: Bloomberg, a 11 de noviembre de 2013). Si asumimos que las próximas negociaciones presupuestarias se resolverán de forma constructiva, la rémora fiscal debería ser muy inferior en 2014 a la del presente año. El empeoramiento de los datos económicos, que provocó un sorprendente giro a la baja en las estadísticas, podría revertirse pronto. Esto podría hacer que la Fed y su retirada de estímulos volvieran a ser el centro de todas las miradas en los próximos meses.
No obstante, más allá de las fronteras estadounidenses, el panorama internacional sigue siendo desigual. Las previsiones de crecimiento mundial se han estabilizado en los últimos meses, después de la tendencia bajista que registraron a principios de año. En términos generales, las mejoras de las previsiones de crecimiento para Japón y el Reino Unido han compensado los ajustes a la baja en Estados Unidos. Las estimaciones de crecimiento en la zona del euro y en China se han estabilizado aunque se prevé que las de las demás economías emergentes sigan experimentando tensiones.
Aunque seguimos previendo un repunte de la economía estadounidense en el próximo año, somos más escépticos con respecto a la eurozona. Percibimos numerosos obstáculos para el crecimiento, incluida la capacidad de esta región para soportar la reciente apreciación del euro. Resulta difícil creer que el recorte de los tipos de referencia del Banco Central Europeo hasta el 0,25% se deba únicamente a una inflación por debajo del objetivo, y no sea una concesión a la clemencia que reclaman los exportadores europeos.
Por el momento, los inversores parecen estar preparados para impulsar una subida de los mercados de renta variable, a pesar de las anémicas perspectivas económicas. Aunque la fe en las políticas y en la liquidez puede hacer que las acciones se desmarquen de la tendencia macroeconómica a corto plazo, en última instancia, será necesaria una recuperación económica decente para que el repunte actual se torne más sostenible.
Así pues, aunque mantenemos una visión estratégicamente alcista en renta variable, no apostamos todas nuestras cartas a esta clase de activos. Pensamos que, en los próximos meses, se presentarán mejores oportunidades para optimizar el efectivo. Seguimos priorizando Estados Unidos y Japón. En la renta fija, infraponderamos la duración (esto es, la sensibilidad a las fluctuaciones de los tipos de interés) dado que unas rentabilidades relativamente bajas tienen poco que ofrecer en lo que a potencial de apreciación del capital se refiere y que presentan un mayor riesgo de caída.
El año nuevo traerá consigo un cambio en la presidencia de la Fed. En vista de que los mercados son tan vulnerables a la liquidez, existen numerosos titulares que podrían poner a prueba su estabilidad, especialmente en un momento en que muchas clases de activos presentan valoraciones bastante abultadas. El crecimiento es el único sustituto viable a largo plazo de la liquidez. Esperemos que la transición sea tranquila.
Foto: Carlos Delgado. Diseño de portafolios o trading
Entre los actores del mercado financiero siempre ha existido una discusión sobre cuál es la estrategia óptima de inversión: diseñar un portafolio para muchos años, o hacer trading, es decir, dedicarse a la compra y venta de activos, tratando de aprovechar el momento exacto y puntual en el cual deba comprarse y en el cual deba venderse.
En el imaginario popular se cree que el trading es muy superior, pues permite salirse muy rápidamente de los activos cuando existe una corrección y entrar cuando están muy baratos. El inversionista que tiene un portafolio estructurado para el largo plazo, añora poder hacer trading, para evitarse las fluctuaciones y poder generar mayor rentabilidad.
Malas noticias: la evidencia empírica muestra que el trading, en muchos casos, no sólo no genera mayor rentabilidad a un portafolio de inversión sino que, en no pocas ocasiones, genera pérdidas. ¿Cómo puede ser esto? Muy sencillo: el trading es realizado por personas normales, igual que todos los demás, que tienen exactamente los mismos defectos de cualquier inversionista, los mismos sesgos, la misma avaricia, el mismo miedo, la misma sobre confianza, entre otros. El trading, por definición, se basa en tomar decisiones rápidas, pero el humano, llegado el caso, no las toma. Es una reacción natural que todos llevamos dentro, que nos permite apartarnos del riesgo extremo. Incluso, las investigaciones han mostrado que aún los partícipes del mercado que negocian instrumentos sofisticados como opciones financieras, sufren mucho más de los síntomas del inversionista común y corriente.
Adicionalmente, mover mucho el portafolio tiene un costo asociado, pues cada transacción genera un cargo que se debe descontar de la rentabilidad de la inversión y, si los movimientos son muy recurrentes (y no siempre acertados), el costo de hacer trading puede ser mayor que la rentabilidad. Diversos estudios han mostrado esto, destacando alguno que hizo Ibbotson hace algunos años, en el que descubrió que en un gran número de portafolios, más del 90% de la rentabilidad era explicada por el diseño del portafolio, y el restante por la escogencia de los activos.
Y un libro mucho más cercano, que me gusta mucho, descubre también que un portafolio muy sencillo (de tres estrategias muy claramente definidas: un fondo de bonos locales, un fondo de acciones locales y un fondo de acciones internacionales), superaba muchas de las estrategias de las finanzas altamente sofisticadas. El nombre del libro es muy diciente: Cómo un niño de segundo de primaria le gana a Wall Street (How a Second Grader Beats Wall Street, de Alan Roth).
Imposible que tantos investigadores estén errados. Un portafolio diseñado para largo plazo, es la estrategia más interesante de inversión. No existe, hasta ahora, nada probado que sea diferente. Sin embargo, y en honor de la verdad, sí es necesario tomarse el tiempo suficiente antes de invertir en diseñar entre el cliente y su asesor financiero, la estrategia óptima, que más se ajuste a las necesidades y que permita que el cliente entienda cuál va a ser el resultado en 10 o 20 años (un artículo muy interesante dice que la tarea quedó bien hecha si el cliente puede explicarle a su familia, una semana después de la reunión con su asesor financiero, porqué tomaron las decisiones que tomaron).
En vista de lo anterior, es necesario que si no nos sentimos cómodos con nuestra estrategia actual, hacerle una revisión. Eso sí, teniendo en la cabeza que debemos pensar en el largo plazo, y si una corrección se viene (las cuales van a ocurrir siempre en el mercado), entender que la misma se corrige y a largo plazo, se generan ganancias.
Por favor tener en cuenta que: “Las opiniones aquí expresadas son a título personal y no reflejan necesariamente la posición de Skandia sobre los temas tratados”.
El pasado 6 de septiembre se publicó en el Boletín Oficial de las Cortes Generales el texto del acuerdo internacional entre los Estados Unidos de América (EE.UU.) y el Reino de España suscrito el 14 de mayo de 2013 (el “Acuerdo”), por el que se implementará entre ambos estados el marco legal relativo al cumplimiento de la Foreign Account Tax Compliance Act-FATCAamericana (FATCA). El Acuerdo se encuentra desde el pasado 17 de septiembre pendiente del dictamen de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, que está siendo tramitado por el procedimiento de urgencia, por lo que su aprobación y entrada en vigor se espera a finales de 2013 o principios de 2014.
La normativa FATCA, introducida por los legisladores de los EE.UU. el 18 de marzo de 2010, tiene como objetivo perseguir y prevenir el fraude fiscal cometido por residentes fiscales en los EE.UU.através de cuentas exteriores mantenidas con entidades financieras extranjeras. El incumplimiento de estas obligaciones tiene serias consecuencias para las entidades financieras denominadas “no participantes”, entre las que se incluye una retención en la fuente del 30% sobre toda renta de fuente americana obtenida por dichas entidades (conforme a la sección 1471 del Internal Revenue Code, IRC, americano). La implementación de la normativa FATCA estaba prevista inicialmente para el año 2013, aunque la Autoridad fiscal estadounidense (IRS) emitió una comunicación (Notice 2013-43), por la que se ampliaba el plazo para su efectividad a 1 de julio de 2014.
Dadas las quejas recibidas por los Gobiernos de diversos países del primer mundo de sus sectores financieros, se produjo en los años 2010 a 2011 un acercamiento de los Gobiernos del Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España (el G5) a los EE.UU., acercamiento que tras las correspondientes negociaciones se materializó en dos declaraciones conjuntas entre EE.UU. y el G5 (de 8 de febrero y 26 de julio de 2012). El fruto de estas declaraciones conjuntas ha sido el desarrollado de dos modelos de acuerdos intergubernamentales para su implementación entre EE.UU. y los distintos países:
(a) El Modelo 1 IGA, por el que el país firmante del Acuerdo se compromete a remitir la información previamente facilitada por sus “entidades financieras” relativa a la normativa FATCA al IRS estadounidense. Este ha sido el modelo seguido por la mayoría de países; y
(b) El Modelo 2 IGA¸ por el que son las “entidades financieras” residentes en el país correspondiente quienes suministran directamente la información al IRS americano. Las autoridades del país firmante se obligan a proporcionar información adicional a petición del IRS. A día de hoy, el Modelo 2 IGA sólo ha sido acordado entre EE.UU. con Suiza y Japón.
En este sentido, el Acuerdo firmado por España, cuya autorización está pendiente de la tramitación parlamentaria, sigue el Modelo 1 IGA.
Por tanto, será la Administración tributaria española quien facilite al IRS americano la información requerida conforme a la normativa FATCA. Para ello, en el Acuerdo se fijan reglas para el mutuo suministro de información entre EE.UU. y España, no sólo en relación con la información requerida respecto a cuentas exteriores por el IRS americano, sino también respecto a cuentas mantenidas por residentes de España en entidades financieras de EE.UU.
Desde un punto de vista español, la información que a tal efecto deberá proporcionar la Administración tributaria al IRS americano respecto a las cuentas objeto de la normativa FATCA, sería la siguiente:
1) El nombre, domicilio y NIF estadounidense del titular de la cuenta financiera (con reglas especiales respecto a las “entidades no estadounidenses” en las que ejerzan el control “personas estadounidenses”);
2) Número de la cuenta (o equivalente funcional);
3) Nombre e identificación de la entidad financieras que realiza el suministro de información;
4) Saldo o valor de la cuenta reportable;
5) En el caso de cuentas de valores, el importe bruto de los intereses, dividendos y otras rentas, así como el importe bruto obtenidos en venta o amortización de activos, pagadas o acreditadas en ellas;
6) En el caso de depósitos y cuentas corrientes, el importe bruto de los intereses pagados o acreditados en la cuenta; y
7) En el caso de cuentas que no sean de valores o depósitos, el importe bruto pagado o acreditado al titular en relación con la cuenta.
Respecto a los años 2013 y 2014, la única información que, en principio, debe ser obtenida y facilitada al IRS americano sería la indicada en los apartados 1) a 3). Por tanto, la información prevista en los apartados 5) a 7) sólo sería proporcionada por la Administración tributaria española al IRS a partir de 2015, con la exclusión de la información relativa al importe bruto obtenido en la venta o amortización de activos, pagado o acreditado, en las cuenta de valores, que se empezará a proporcionar de 2016 en adelante.
Como resulta de su lectura, el ámbito de aplicación del Acuerdo es muy amplio. Llama la atención el concepto de “entidad financiera”, que comprende empresas de servicios de inversión y ciertas compañías de seguros, teniendo en cuenta las exenciones establecidas en el Anexo II del Acuerdo. También la definición de “cuenta financiera”, que incluye no sólo cuentas corrientes o de ahorro sino además ciertos contratos de seguros, cuentas de valores o participaciones en el capital de una “entidad financiera”.
No obstante, este estándar de exigencia de identificación y suministro de información es mayor para España, en la medida en que se requiere a la Administración tributaria española facilitar la información indicada en al Acuerdo respecto a “entidades no estadounidenses” (las denominadas “US owned foreign entity”), en las que “quienes ejerzan el control” sean personas estadounidenses. Esta exigencia de información no se extiende al IRS respecto a las “cuentas financieras” titularidad de residentes en España a través de entidades no residentes en España.
A estos efectos, no resulta evidente del Acuerdo cuando se entiende ejercido el “control” por una persona estadounidense de una entidad “no estadounidense”. En principio, podría entenderse que ese “control” existe cuando se participa en más de un 10% del capital de una sociedad, lo que podría ser coherente con el apartado ff) del Acuerdo, que se remite al IRC americano a estos efectos (en el que se indica este umbral de participación para el control). No obstante, probablemente la postura más adecuada sea considerar el requisito de “control” como referido a las normas de blanqueo de capitales españolas, establecidas en la Ley 10/2010, de 28 de abril, de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, cuyo artículo 4.2 elevaría este umbral de control “a más de un 25%”, directa e indirectamente, sobre el capital o los derechos de voto de una entidad.
Esta interpretación sería coherente con la normativa “conoce-a-tu-cliente” (know-your-customer) española, además de contar con el apoyo de la propia normativa FATCA, que para analizar el término “controlling entity” parece remitirse a la normativa GAFI (normativa de prevención de blanqueo de capitales) del país extranjero correspondiente. En todo caso, habrá que estar al desarrollo reglamentario del Acuerdo que se establezca vía Real Decreto u Orden Ministerial para confirmar este aspecto.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Leonov Aleksej Leonov . Tras el boom cíclico, giro hacia sectores de calidad y crecimiento
Los mercados mundiales siguen disfrutando de un entorno económico que ha registrado una importante aceleración durante el verano aunque no es lo suficientemente fuerte para poner fin a las políticas monetarias acomodaticias adoptadas por los responsables de los bancos centrales. El ritmo al que se suceden las sorpresas económicas positivas ha disminuido algo recientemente, debido en parte al efecto negativo que han tenido las recientes negociaciones presupuestarias de EE.UU. en la confianza empresarial y del consumidor.
El ritmo al que se suceden las sorpresas económicas positivas ha disminuido algo recientemente
Este mes no hemos modificado ninguna de nuestras previsiones sobre el PIB y esperamos que el entorno monetario acomodaticio se mantenga durante bastante tiempo. De hecho, tras los últimos débiles datos del IPC en la zona euro (0,7%) y la rebaja de 25 puntos básicos en los tipos de interés, es posible que en los próximos meses asistamos a nuevas medidas de flexibilización por parte del Banco Central Europeo (BCE).
Seguimos apostando por la renta variable. El 75% de las empresas ha publicado resultados superiores a las expectativas de los mercados.
La mejora de las perspectivas de crecimiento mundial debería propiciar que los beneficios empresariales vuelvan a crecer tras un periodo de atonía. La temporada de publicación de resultados actual ha sido bastante alentadora. En EE.UU., el 75% de las empresas ha publicado resultados superiores a las expectativas de los mercados. Hasta el momento, en Europa y Asia la mitad de las empresas ha superado las expectativas de beneficios, y en el Reino Unido la cifra se sitúa en torno a los dos tercios. Las valoraciones de la renta variable siguen siendo interesantes, especialmente en materia de rendimiento que, por lo general, se ve respaldado por un sólido flujo de efectivo. Sin embargo, otros indicadores de las valoraciones no son tan atractivos como antes de la significativa revalorización que han experimentado los mercados. Por último, es probable que la política monetaria acomodaticia favorezca los flujos de efectivo por la búsqueda de rendimientos que resultan interesantes en comparación con otras de las principales clases de activos.
La mejora del entorno económico nos ha animado este año a aumentar posiciones en algunas áreas más cíclicas
La mejora del entorno económico nos ha animado este año a aumentar posiciones en algunas áreas más cíclicas dentro de nuestras carteras de renta variable como, por ejemplo, los sectores de la vivienda, consumo discrecional, bancos y químico. No obstante, muchos valores de estos sectores han repuntado con gran fuerza y hemos recogido beneficios. En cambio, muchas empresas «de crecimiento» de mayor calidad han quedado rezagadas en los últimos meses, lo que ha dejado las valoraciones en niveles interesantes. Por ejemplo, hemos incrementado nuestras posiciones en los sectores de consumo básico y farmacéutico de varias regiones.
Infraponderamos la renta fija en su conjunto, a pesar de apostar por las emisiones corporativas.
Los rendimientos de la deuda pública han descendido tras la decisión de la Reserva Federal, adoptada en su reunión de septiembre, de no reducir gradualmente la expansión cuantitativa, lo que frustró las expectativas. Los rendimientos actuales de la deuda pública de los países desarrollados no resultan atractivos, lo que nos lleva a infraponderar la renta fija en su conjunto, a pesar de apostar por las emisiones corporativas. Seguimos sobreponderando el sector de inmuebles comerciales del Reino Unido en el que se ofrecen rendimientos interesantes, ha habido un importante aumento de la demanda de los inversores y la mejora del entorno económico debería ayudar a las expectativas de la demanda de arrendatarios.
Hemos reducido nuestra posición recomendada en materias primas a neutral
Hemos reducido nuestra posición recomendada en materias primas a neutral, como reflejo de las reducidas presiones inflacionistas, la inevitable disminución de la política de expansión cuantitativa en un futuro próximo, el considerable aumento de la oferta de metales básicos y la relajación general de las tensiones geopolíticas. No obstante, este activo sigue siendo una fuente útil de diversificación de carteras y nos mantendríamos a la espera de una oportunidad para incrementar nuestra exposición el año que viene, una vez comience la reducción gradual de la política de expansión cuantitativa y la recuperación mundial prevista resulte más evidente.
Estrategia de inversión noviembre 2013 de Mark Burgess, director de Inversiones de Threadneedle
Manhattan Municipal Building, NYC / Foto: Angel Martín Oro. El futuro de la economía USA: gráficos que no invitan al optimismo
En el fragor de los temas más calientes en el corto plazo de la actualidad económico-financiera, a veces uno pierde la perspectiva de medio-largo plazo. Tapering, shutdown, Yellen, que si dato mejor lo de esperado por aquí, dato peor de lo esperado por allá… Son los temas que suelen dominar las discusiones del día a día. Pero conviene dar un paso hacia atrás y mirar la big picture; que si hablamos de perspectivas de crecimiento de una economía (nos centramos en EEUU), nos referimos, entre otras cosas, a qué pasará con el factor trabajo, su cantidad y productividad, y al factor capital, tanto público como privado. Podríamos añadir, entre esas «otras cosas», el nivel y calidad del capital humano, el factor clave institucional, la intensidad y grado innovador de la actividad empresarial, el grado de apalancamiento de la economía…, pero eso si acaso lo dejamos para otro rato.
Pues bien, recientemente Credit Suisse ha lanzado un poco de agua fría a las perspectivas de crecimiento futuro de la economía norteamericana, con los siguientes cuatro gráficos:
1. Tendencia de desaceleración del crecimiento de la productividad. Sobre esta pérdida de dinamismo de la que, al menos hasta ahora, es considerada como la economía más dinámica del mundo, ya comenté brevemente en uno de mis primeros artículos en esta red: ¿La decadencia de los Estados Unidos?
3. Menor acumulación de capital, medida como la inversión empresarial neta como % del PIB. Los niveles actuales están todavía bastante lejos de los niveles pre-crisis, cosa que no sucede con el consumo, por ejemplo, que ya superó los niveles pre-crisis.
4. Caída en la inversión en infraestructuras públicas. En este gráfico tengamos en cuenta la escala del eje vertical: va del 3.4% al 2.4%, mientras que en el anterior gráfico va del 5% al 0%. Importante para no sobrevalorar el grado de caída de este indicador. No obstante, en los términos históricos desde 1990 es ciertamente una caída importante.
En fin, gráficos que no invitan al optimismo de cara al largo plazo. Pero obviamente, son factores que deben considerarse en conjunto con otros, tanto positivos como también negativos. Entre los positivos, encontramos indudablemente el factor energético en EEUU de las nuevas fuentes de petróleo y gas no convencional, que ha supuesto, supone y seguirá suponiendo, un gran estímulo a la actividad económica empresarial y la renta disponible de las familias vía menor coste energético.
México es un país con múltiples oportunidades, pero si no se tiene clara la ruta corremos el riesgo de perder tiempo.
Por ello el objetivo de este artículo es mostrarte el mapa de la inversión de México con los sectores que tienen más proyección y las ciudades y estados más propicios para ello.
México es una República Federal y está organizada políticamente en 32 entidades federativas. Solo la capital, Ciudad de México, una de las ciudades más dinámicas de América y una de las urbes más pobladas del planeta, constituye en sí misma una gran ventana de oportunidades.
“Si México DF fuera un país, sería la quinta mayor economía de Latinoamérica” decía recientemente el secretario de Desarrollo Económico del DF, Salomón Chertorivski, al periódico español Expansión y es que según este político “la economía de la capital mexicana es actualmente tan grande como la de Perú”.
Sin embargo no debemos centrarnos solo en la capital. Con 115 millones de personas, según el Instituto Mexicano de Estadística (Inegi), su situación geográfica estratégica, enorme territorio, diversidad ambiental y amplia red de tratados de libre comercio con 44 países, México es la puerta de acceso a un mercado potencial de más de 1.000 millones de consumidores, 60% del PIB mundial y también un lugar donde se están desarrollando clústeres en torno a sectores estratégicos.
Aunque los 32 estados ofrecen múltiples oportunidades, cada uno de ellos ha tendido a desarrollar principalmente uno o dos sectores de actividad económica.
Por ello antes de emprender, tenemos que buscar aquel Estado donde nuestra actividad tenga un mejor entorno para el desarrollo. Hay que tener en cuenta por ejemplo su cercanía a Estados Unidos o a los puertos del Pacífico, la seguridad, la cualificación de los recursos humanos e incluso las peculiaridades culturales y el clima, ya que son muy diferentes los estados del Norte, del Centro y del Sur.
Querétaro por ejemplo está considerado uno de los estados más seguros y prósperos del país, con una excelente calidad de vida. Cercano a la capital pero sin las dificultades de una megalópolis como la Ciudad de México, ahí se han implantado con fuerza el sector automotriz y aeronáutico.
Estados como Quintana Roo o Baja California Sur son mundialmente conocidos por su pujanza turística como la Riviera Maya, Los Cabos o Cancún. La capital de Jalisco, Guadalajara, ya es conocida como el “Sillicon Valley de México” ya que se ha formado un clúster de empresas tecnológicas y cuenta con 12 Universidades, 14 Institutos Tecnológicos y decenas de proyectos. Guanajuato concentra muchas empresas de autopartes y producción de vehículos, y Baja California es un polo muy importante de la aeronáutica y las energías renovables.
Por ello quienes vean México como un destino para buscar oportunidades, deben trazarse la ruta de acuerdo a su interés. A continuación te ofrecemos una tabla con los sectores con más potencial de crecimiento y los estados donde están más desarrollados: