¿Está sobrevalorada la bolsa?

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¿Está sobrevalorada la bolsa?
Photo: Jacob Garcia. Are Stocks Getting Stretched?

Acabamos de asistir al quinto aniversario del mercado alcista en EE.UU., que empezó después de que el S&P 500 tocara mínimos el 9 de marzo de 2009 . Con eventos como el de Ucrania y otros puntos geopolíticos calientes que han distraído nuestra atención, no hemos celebrado este quinto aniversario como se merecía, pero debemos reconocer que se ha alcanzado un hito importante.

¿Estamos encaminados a otro año de subidas, o se ha alcanzado el tope del mercado? Analicemos algunos métodos de valoración del mercado para ver dónde estamos.

¿Ha alcanzado la bolsa su justo valor?

Las valoraciones siguen acaparando las portadas de los periódicos. Los comentaristas dicen que las valoraciones están ya ajustadas, en especial en un mundo macroeconómicamente frágil. Sin embargo, si comparamos las valoraciones actuales con las alcanzadas en los dos picos anteriores del mercado, podemos ver que el sector privado se encuentra esta vez en mucha mejor forma:

 

Quisiera destacar que los beneficios por acción (BpA) son notablemente superiores, al tiempo que el ratio PER sobre beneficios publicados del mercado no ha alcanzado ni de lejos los niveles que vimos en la burbuja .com de marzo de 2000, ni siquiera los del máximo de octubre de 2007. Otros métodos de valoración históricos también sugieren que las valoraciones actuales no son excesivas.

¿Qué nos dicen los indicadores que miran al futuro, en lugar de al pasado? Si consideramos el PER estimado, calculado con el BpA de consenso para los próximos 12 meses, vemos que el mercado se encuentra valorado a niveles adecuados:

Para tener en cuenta los vaivenes del ciclo empresarial, podemos ajustar los beneficios a través del PER Shiller, que utiliza la media móvil de los beneficios de los últimos 10 años ajustados por la inflación. Este ratio nos dice que el mercado está algo caro:

Sin embargo, si contemplamos otros ratios, como la rentabilidad por dividendo ajustada por la inflación, o el precio dividido entre el cash flow libre, ambos seguidos por muchos analistas, el mercado aparece barato. Así, en su conjunto, yo diría que el mercado está correctamente valorado.

Las señales del mercado de crédito

También estudio el mercado de crédito para adelantar cómo puede evolucionar la bolsa. Los spreads del mercado de bonos miden el precio que tienen que pagar las empresas para acceder al crédito. Hemos visto cómo estos spreads se han mantenido, o incluso se han estrechado. Mis colegas en MFS son expertos en crédito y tanto los analistas de bonos con grado de inversión y los de high yield me aseguran que el mercado de crédito apunta a que vienen mejores tiempos.

Así, a aquellos que aseguran que el dinero fácil proporcionado por la Reserva Federal ha catapultado las valoraciones de la renta variable por encima de lo razonable, yo les diría que en este punto el mercado no está sobrevalorado por un exceso de liquidez – una buena noticia debido a que las comunicaciones de la Fed son cada vez más restrictivas de lo que esperábamos. Por otro lado, el estrechamiento de los spreads de crédito es un buen indicador de que los activos de riesgo, como lo es la renta variable, no están bajo presión.

Artículo de James Swanson, estratega jefe de MFS Investment Managers

Seguimos apostando por la renta variable, concretamente la británica y la japonesa

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Seguimos apostando por la renta variable, concretamente la británica y la japonesa
Foto: Diliff. Seguimos apostando por la renta variable, concretamente la británica y la japonesa

Si bien febrero fue un mes positivo para la renta variable, el mes de marzo se ha mostrado más complicado, ya que la atención de los inversores ha pasado a centrarse ahora en la crisis de Ucrania, un acontecimiento que podría condicionar el apetito por el riesgo en lo que queda de año. Hasta la fecha, las repercusiones de la crisis de Ucrania se han circunscrito en mayor medida a la deuda y la renta variable de los mercados emergentes, así como a los mercados de materias primas. En los niveles actuales, parece que la deuda de los mercados emergentes en moneda local ofrece valor, y en nuestro modelo de asignación de activos nos mantenemos sobreponderados en esta clase de activos, aunque esperamos que continúe la volatilidad a corto plazo en los mercados de deuda tanto en moneda fuerte como en moneda local. La renta variable emergente refleja las preocupaciones tanto por Rusia y Ucrania como por las perspectivas de menor crecimiento de Brasil y China. En las materias primas, Rusia representa un actor importante en el sector de la energía, pues suministra el 30% del gas de Europa, la mitad del cual se conduce a través de Ucrania. Cualquier medida adoptada por la UE para poner freno a las exportaciones de petróleo ruso podría situar con facilidad el petróleo Brent en la horquilla de los 140-160 dólares por barril y, por consiguiente, seguimos muy de cerca los acontecimientos.

Parece que la deuda de los mercados emergentes en moneda local ofrece valor

Por otra parte, los mercados de bonos high yield y con calificación investment grade apenas se han visto afectados por la crisis en Ucrania. Los mercados de divisas también la han soslayado, a excepción de algunas evidentes como el rublo. Los mercados de renta variable y renta fija de los países desarrollados se han visto influidos por otros factores, como los reveses derivados de la mayor fortaleza de la libra esterlina para la renta variable británica y las consiguientes revisiones a la baja de los beneficios relacionadas con el cambio de divisas, las adversas condiciones meteorológicas de EE. UU. y algunos resultados de empresas europeas peores de lo esperado, a pesar de los continuos indicios de recuperación macroeconómica. Los inversores de deuda pública de los países centrales se han centrado en la mayor fragilidad de los datos macroeconómicos estadounidenses, lo que ha resultado favorable para la clase de activos, a pesar de la continua reducción gradual de la expansión cuantitativa.

Seguimos apostando por la renta variable (concretamente, la británica y la japonesa)

En cuanto al posicionamiento, en nuestro modelo de asignación de activos seguimos apostando por la renta variable (concretamente, la británica y la japonesa). No obstante, reconocemos que es importante que las empresas consigan incrementar sus beneficios este año debido a la mejora de las valoraciones de las acciones que se ha producido en los últimos años y el respaldo menguante en forma de liquidez a la renta variable ahora que la expansión cuantitativa estadounidense comienza a desvanecerse. Las empresas que no han cumplido sus expectativas de beneficios en las últimas semanas se han visto castigadas, ya que las valoraciones dejan poco o ningún margen para las decepciones. En los mercados de renta fija, seguimos prefiriendo el crédito corporativo por encima de la deuda pública de los países centrales, aunque es probable que la rentabilidad total de los bonos high yield y los bonos con calificación investment grade sea modesta este año. Los inmuebles comerciales británicos nos siguen pareciendo interesantes por su atractivo rendimiento real, así como por el creciente interés que muestran los inversores en la clase de activos gracias a la continua recuperación macroeconómica del país.

Columna de opinión de Mark Burgess, director de Inversiones de Threadneedle

La deuda de los estadounidenses

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La deuda de los estadounidenses
Foto: Joshua Glassburn - US Navy. La deuda de los estadounidenses

Estados Unidos no puede más con su deuda. Pero no con la deuda del Estado, sino con la deuda de sus ciudadanos y de sus empresas. El déficit público se está reduciendo a una velocidad de vértigo. Pero los mismos votantes a los que preocupa que el Gobierno gaste más de lo que ingresa no son capaces de ahorrar.

Las cifras son brutales. Las familias estadounidenses deben 11,52 billones («trillion») de dólares. Las empresas, más de 16 billones. En total, la deuda privada es casi el doble que la pública. Y no hace más que aumentar. Paradójicamente, las empresas han aprovechado esta época de tipos de interés bajos para emitir deuda. Y las familias, aunque han restablecido parcialmente sus balances, no pueden ahorrar. Los salarios reales están bajando. Cuando las empresas invierten, lo hacen en maquinaria. Y, si crean empleo, saben que tienen un inmenso pool de desempleados en el que buscar trabajadores, de modo que, salvo en industrias muy concretas, como Internet, no ofrecen sueldos altos.

En un momento en el que la Reserva Federal está empezando a endurecer su política monetaria, y con el mercado esperando las primeras subidas de tipos de interés para dentro de unos 15 meses, esa enorme bolsa de deuda es un factor de preocupación. No hay que olvidar que la última crisis no estalló por el déficit público que George W. Bush había creado con sus bajadas de impuestos (el 11-S apenas tuvo repercusión en la economía, al igual que las guerras de Afganistán e Irak), sino por la deuda privada.

Ahora, además, hay otro factor de peligro: la deflación. Los precios apenas están subiendo y eso, en una economía endeudada y en la que el crédito apenas fluye, es peligroso. Estados Unidos necesita hoy inflación, es decir, hacer que el dinero valga menos, porque así las deudas también reducen su valor real, aunque desde el punto de vista nominal no caigan. La propia Reserva Federal está tratando de generar cierta inflación. Pero el crédito no fluye a la economía.

La inflación, sin embargo, es solo un parche, un remedio temporal que no soluciona el verdadero problema de fondo de Estados Unidos, y que es algo tan simple como que los salarios son demasiado bajos y los beneficios empresariales demasiado altos. Hoy, en todo el mundo -y EE.UU. no es una excepción- el factor capital prima sobre el factor trabajo. Eso ha quedado de manifiesto con los datos de crecimiento económico del último trimestre de 2013, que reflejaron un nuevo aumento de los beneficios empresariales. Mientras la balanza siga tan desequilibrada del lado del capital, la deuda de las familias seguirá creciendo, y las empresas tendrán incentivos para, también, endeudarse en Wall Street. La recuperación estará en la cuerda floja.

Columna de opinión del periodista Pablo Pardo, corresponsal del diario El Mundo en Washington y colaborador del Diario Las Américas

Un debate exhaustivo

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Un debate exhaustivo
Photo: acques Grießmayer. An Exhaustive Debate

Australia, uno de los países más contaminadores per cápita en el mundo desarrollado, está explorando maneras de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones en un 5% por debajo de los niveles de 2000, para el año 2020. Una de sus iniciativas actuales, el mecanismo del precio del carbono, a menudo referido como el impuesto del carbono, requiere a los contaminadores que paguen una cantidad proporcional al equivalente de dióxido de carbono emitido durante un año determinado.

Sin embargo, el primer ministro Tony Abbott, elegido en septiembre, había hecho una promesa electoral de revocar este controvertido impuesto,  aprobado hace dos años. A la luz de este potencial cambio, el debate sobre la forma de lograr el objetivo de emisiones de 2020 está sobre la mesa.

Bajo el sistema actual, los contaminadores deben comprar unidades de carbono hasta el nivel de sus emisiones. Estas unidades se establecieron inicialmente a un ritmo de aproximadamente 21 dólares por tonelada. A mediados de 2015, el número de unidades es programado para ser nivelado y la tarifa a aplicar a partir de entonces será fijada por el mercado a través de un formato de subasta. A cualquier exceso de emisiones en esta etapa se le cobrará una prima del 100% sobre el precio de subasta para el período, aumentando teóricamente los incentivos de las empresas para reducir la contaminación.

Los defensores del sistema argumentan que es la solución más rentable, y eventualmente, el incremento de los costes se trasladará al cliente. Sin embargo, un reciente informe del gobierno mostró que, durante un período de 12 meses, hasta septiembre, las emisiones bajaron un decepcionante 0,3%, a pesar de los 6.300 millones de dólares que le ha costado a la industria.

A la luz de la oposición al mecanismo actual, el nuevo gobierno está promoviendo una política climática alternativa de Acción Directa. Los detalles han sido relativamente escasos hasta ahora, pero un elemento central del plan es el mecanismo de «subasta inversa» en la que se distribuiría un fondo de 1.400 millones de dólares a aquellas empresas que sean capaces de reducir las emisiones al menor coste. Los críticos argumentan que bajo este sistema, los mayores contaminadores no serán castigados por haber fallado en la producción nociva y el verdadero coste de reducir las emisiones sería mayor de lo que es el mecanismo actual.

Encuestas recientes muestran que el público aún no se decidido por alguna opción en concreto. El consenso general parece favorecer la eliminación del impuesto sobre el carbono pero se muestra todavía escéptico sobre la adecuación de la política de acción directa como reemplazo. Dado que el 40% de las emisiones de carbono están más allá del alcance del impuesto y tendría pocos incentivos dentro de la política de acción directa propuesta, es poco probable que cualquier resolución sea una solución definitiva.

En su forma actual, la eliminación del impuesto sobre el carbono aliviaría a corto plazo a las empresas australianas de una carga, pero las preocupaciones seguirían existiendo. Algunos dicen que los objetivos de reducción actuales son insuficientes, y las conversaciones sobre el clima mundial fijadas para el próximo año en París, pueden poner presión adicional sobre el gobierno para revisar sus objetivos de emisiones a largo plazo.

Colin Dishington, CA, analista de Matthews Asia

Los puntos de vista y la información expuestos suponen una opinión y análisis sobre las condiciones de mercado en un momento específico y son susceptibles de variar. No deben tomarse como una recomendación de compra o venta de un título específico o de los mercados en general. La temática contenida en este texto deriva de varias fuentes que se consideran fiables y precisas en el momento de su compilación. Matthews International Capital Management LLC no acepta ninguna responsabilidad por pérdidas directas o resultantes del uso de esta información. La inversión en mercados internacionales y emergentes puede conllevar riesgos adicionales, como los derivados de inestabilidad política y socio-económica, mercados ilíquidos, fluctuaciones de tipo de cambio, alta volatilidad y normativa limitada. Adicionalmente, los fondos invertidos en un solo país pueden estar sujetos a mayor riesgo de mercado que los fondos diversificados por su concentración en área geográfica determinada. La inversión en pequeñas y medianas empresas conlleva mayor riesgo que la inversión en grandes empresas, puesto que pueden ser más volátiles y menos líquidas que las grandes compañías. Este documento no ha sido revisado ni aprobado por ningún organismo regulatorio.

Savia nueva para la renta fija española

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Savia nueva para la renta fija española
Foto: JRangel, Flickr, Creative Commons.. Savia nueva para la renta fija española

La renta fija representa aproximadamente el 75% de la cartera de los fondos de inversión españoles que, eso sí, está concentrada de forma mayoritaria en activos extremadamente conservadores. El peso de los bonos corporativos es completamente residual. La buena noticia es que poco a poco van llegando nuevas oportunidades de inversión que pueden generar una atractiva combinación de rentabilidad-riesgo, máxime cuando la caída generalizada de la percepción de riesgo soberano en los mercados está provocando un desplome en la rentabilidad exigida a los bonos públicos en el secundario.

Hablamos del MARF (mercado alternativo de renta fija), cuya puesta en marcha oficial tuvo lugar el pasado mes de octubre; en apenas ocho semanas experimentaba su primera emisión, 50 millones a cinco años al 7,5% lanzados por la constructora Copasa y es posible que en breve veamos una nueva colocación, esta vez de la empresa especializada en servicios TIC (tecnologías de la información y comunicación) Tecnocom, que ya ha comunicado a la CNMV que está estudiando esta posibilidad. Axesor ha realizado el rating de ambas compañías.

La constructora gallega tiene una calificación de BB con tendencia positiva. Su actividad se enmarca dentro de la obra civil y, aunque su correlación con el ciclo económico es menor que el de la construcción residencial, es un sector muy influenciado por factores macroeconómicos. De hecho, las perspectivas de inversión futura en los mercados desarrollados son conservadoras, con una necesidad menor de infraestructuras y la obligación de cumplir con los objetivos de déficit invita a pensar en tendencias de contención de gasto en esta partida. Es lo que ocurre en España, hasta el momento el mercado principal de Copasa, donde prevemos que continuará el declive de los fondos destinados a obra civil. En contraste, en los países emergentes se percibe una creciente necesidad de infraestructuras, así como un progresivo aumento de la renta per cápita y un constante incremento de la concentración de la población en núcleos urbanos. De este punto de vista, transporte, gestión del agua y otras infraestructuras básicas constituirán la punta de lanza de la actividad en obra civil. Todo este panorama, tanto doméstico, como internacional, ha marcado claramente el devenir de la constructora gallega, que no intensificó su proceso de internacionalización hasta el año 2011. Los dos hitos más destacados de esta transformación son el tren de alta velocidad Medina-La Meca (con un valor de cartera contratada de 720,2 millones de euros) y el proyecto de circunvalación de Sao Paulo (participación valorada en 122 millones de euros). La facturación en el exterior del grupo suponía el año pasado en torno al 16% de los ingresos totales; la progresiva internacionalización de la compañía es el gran reto que afronta la constructora siendo ya más del 60% de su cartera de pedidos procedente del exterior

El endeudamiento financiero de Copasa aumentó un 117,3% en el trienio 2010-2012, fundamentalmente por la concesión de la autovía Ourense-Celanova, de la que la compañía posee el 70%, hasta sumar 90,8 millones en términos netos en 2013. Nuestra estimación de ratio deuda financiera neta (DFN) sobre Ebitda para el cierre del año pasado se sitúa en un rango de 2,55 veces, que, aunque supone un claro incremento sobre 2012, sigue siendo significativamente inferior al promedio habitual del sector. El objetivo de Copasa al salir al MARF consistía en lograr una mayor profundidad en su financiación, más estabilidad y una alternativa compatible con el crédito a corto plazo que suministra el pool bancario. Se trata de un asunto esencial a la hora de pugnar por las licitaciones en el exterior, donde las exigencias de avales y garantías son crecientes. En esta tesitura, el sello que otorga un rating, con las obligaciones aparejadas de control interno, transparencia y rigor en la gestión, es algo muy apreciado por los inversores. Una circunstancia que también ha sido valorada por Tecnocom que, tras anunciar su intención de hacer una emisión de bonos y solicitar su admisión al MARF, informó de la puesta a disposición del público nuestro rating, situado en BB+ con tendencia estable.

Respecto a esta empresa, consideramos que mantiene una situación adecuada de liquidez, pese al impacto del ciclo económico en la capacidad de generación de caja. Tecnocom destaca por su alto nivel de capitalización financiera y un nivel de endeudamiento adecuado. Es reseñable también su capacidad de acceso al crédito bancario, como puso de manifiesto en el primer semestre de 2012, cuando logró cerrar una nueva financiación bancaria sindicada a largo plazo, a pesar de la fuerte restricción al crédito bancario que predominaba en ese momento en España. A igual que ocurriera con Copasa, Tecnocom ostenta un nivel de endeudamiento adecuado, como lo pone de manifiesto el ratio DFN/Ebitda que situó en 2013 en un confortable nivel de 1,83 veces. En cuanto a su perfil de negocio, la empresa ha logrado situarse como un referente como proveedor de servicios y sistemas de medios de pago, contando con una cartera de clientes de máximo nivel en los sectores de banca y seguros; industria, telecomunicaciones y energía. Es cierto que este portfolio relativamente concentrado y con un elevado poder de negociación lleva a la compañía a mantener unos márgenes operativos ajustados; aunque esta realidad se matiza con la obtención de ciertas ventas competitivas, como periodos de cobro que han mejorado progresivamente en los últimos ejercicios y una significativa cifra de anticipos de clientes.

Tecnocom procedió en 2013 a una importante reestructuración, que no solo ha repercutido en una mejora de la estructura de costes y gastos, sino que incidió también en unos resultados que arrojaron un incremento del beneficio bruto operativo del 48% respecto al ejercicio anterior. Además, la compañía cuenta con una serie de ‘palancas’ con las que puede mejorar su flexibilidad financiera si fuera necesario, como por ejemplo una cartera de clientes fácilmente factorizable o activos no estratégicos que, sin embargo, sí resultan atractivos para el mercado. Y es que el MARF no está concebido para solucionarle a las empresas problemas de liquidez, sino que está dirigido a compañías saneadas que buscan financiar sus proyectos de expansión. Estamos convencidos de que Tecnocom no será la única que siga los pasos de Copasa, esperamos más anuncios en los meses venideros y prevemos que poco a poco la savia nueva del MARF irá fluyendo en los mercados de renta fija.

Las visitas a compañías de EE.UU. confirman el buen momento de su economía

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Las visitas a compañías de EE.UU. confirman el buen momento de su economía
Foto: Tuxyso. Las visitas a compañías de EE.UU. confirman el buen momento de su economía

En todos los ciclos hay indicadores contradictorios, pero la tendencia económica subyacente apunta a una aceleración de la recuperación económica mundial impulsada por los países desarrollados. En EE.UU., el consumo y la vivienda continúan mostrando fortaleza y seguimos esperando que el gasto de capital se recupere a medida que la confianza empresarial se afianza y los bienes de capital se van haciendo mayores . Recientemente, han salido a la luz algunos datos decepcionantes como, por ejemplo, los importes de las nóminas y las ventas de automóviles, a los que deberá prestarse especial atención. No obstante, puede que las terribles condiciones meteorológicas hayan influido considerablemente. Las recientes reuniones celebradas con varias empresas radicadas en EE.UU. han confirmado la opinión de que dicho país constituye un lugar cada vez más atractivo para la actividad de fabricación, debido al avance del esquisto, los tiempos de respuesta y el aumento de los costes laborales de Extremo Oriente. Este resultará un factor positivo para la actividad económica. Hemos revisado al alza nuestras previsiones de crecimiento del PIB de EE. UU. para 2014, que se sitúan en el 2,7%.

EE.UU. constituye un lugar cada vez más atractivo para la actividad de fabricación, debido al avance del esquisto, los tiempos de respuesta y el aumento de los costes laborales de Extremo Oriente

El mercado de la vivienda del Reino Unido ha seguido fortaleciéndose y registra mejoras significativas fuera del boyante mercado de Londres. La tasa de desempleo ha descendido de forma sustancial y el consumo da muestras de una mayor confianza. Este último se vio impulsado en 2013 por los enormes pagos de los seguros de crédito (PPI, por sus siglas en inglés), que se tradujeron rápidamente en gasto, especialmente en ventas de automóviles. Tras el aumento de las provisiones del sector bancario, parece probable ahora que en 2014 se paguen niveles de compensación similares. Hemos revisado al alza nuestras previsiones de crecimiento del PIB para este año, que se sitúan en el 2,5%. También hemos incrementado nuestras previsiones sobre el crecimiento de la actividad económica en la zona euro para este año, que se sitúan en el 1,1%, como resultado del fuerte crecimiento de Alemania y la recuperación de España e Irlanda (que ha sido mejor de lo previsto), tras un dolorosísimo ajuste en los peores momentos de la crisis crediticia. Sin embargo, creemos que Francia e Italia siguen manifestando cierta debilidad.

Hemos incrementado nuestras previsiones sobre el crecimiento de la actividad económica en la zona euro para este año, que se sitúan en el 1,1%, como resultado del fuerte crecimiento de Alemania y la recuperación de España e Irlanda

Es probable que Japón registre un crecimiento ligeramente menor este año, debido a la subida largamente esperada del impuesto al consumo. No obstante, el crecimiento subyacente debería ser razonablemente sólido. La subida del impuesto al consumo, la mayor fragilidad del yen y el incremento de la confianza empresarial y del consumo deberían contribuir a un aumento favorable de la inflación.

Al contrario que los países desarrollados, las economías emergentes están encontrando cada vez mayores obstáculos para el crecimiento. La retirada gradual de la expansión cuantitativa por parte de la Reserva Federal está provocando salidas de capital de la región, lo que ejerce presión sobre las divisas, especialmente en aquellas economías que adolecen de una balanza de pagos débil. Por consiguiente, estamos asistiendo a varias subidas de los tipos de interés para defender las divisas, lo que a su vez afectará a la actividad económica. Además, el reposicionamiento de la inversión hacia el consumo de la economía china se está llevando a cabo de forma lenta. La ampliación del sector bancario y los temores a quiebras en el sistema bancario paralelo (shadow banking) suponen motivos de preocupación adicionales. No obstante, en relación con esto último, las autoridades parecen haber adoptado una política temporal basada en poner parches, tras el reciente anuncio de rescate de un trust a punto de quebrar.

Las economías emergentes están encontrando cada vez mayores obstáculos para el crecimiento

Tras los comentarios anteriores, nuestra estrategia de renta variable de los mercados emergentes prefiere actualmente los valores exportadores a los valores de consumo interno. Aparte de esto, los temas de nuestra cartera apenas han variado: buscamos empresas sólidas en crecimiento, empresas que repartan generosos dividendos cada vez mayores, beneficiarias de fusiones y adquisiciones, y empresas bien posicionadas para la recuperación económica mundial.

Seguimos sobreponderados con respecto al índice en renta variable. Las valoraciones son razonables y esperamos que la mejora del entorno económico se traduzca en un decente crecimiento de los beneficios empresariales este año, lo que con el tiempo debería notarse en la rentabilidad. La actividad de fusiones y adquisiciones podría representar un factor de apoyo adicional. No prevemos que los problemas actuales de las economías emergentes den lugar a otra crisis cuyo contagio afecte de forma significativa a las economías desarrolladas. Hay más países con divisas variables y reservas de divisas más elevadas que en anteriores periodos de crisis en las economías emergentes, lo que debería contribuir de forma positiva. Las repentinas devaluaciones de las divisas y las subidas de los tipos de interés ya están dando lugar al necesario ajuste de la reducción del consumo. China no cuenta con una divisa de flotación libre, pero no depende del capital extranjero y dispone de una cierta flexibilidad en su política monetaria para ayudar a gestionar los problemas.

Sin embargo, la volatilidad podría persistir a corto plazo. Tenemos una posición neutral en la renta variable de los mercados emergentes y Asia (excluido Japón). Aunque sus valoraciones son atractivas, creemos que los problemas aún no han terminado y esperamos que la debilidad de las divisas continúe.

Análisis de Mark Burgess, director de Inversiones de Threadneedle

La corrección de las acciones USA

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La corrección de las acciones USA
Foto: Kevin Hutchinson. La corrección de las acciones USA

La respuesta rápida a la pregunta planteada arriba es que una corrección debe presentarse. No porque algo radical cambie en el panorama de las acciones en USA, pues los fundamentales siguen siendo lo suficientemente sólidos para justificar que a mediano plazo las encontremos más arriba; sino porque luego de la figura que han mostrado las acciones en los últimos 18 meses, es sano que corrijan.

Ningún activo financiero crece indefinidamente y las fluctuaciones son absolutamente necesarias, y es lo que permite a los inversionistas que siguen con cuidado la premisa de comprar barato y vender caro obtener ganancias. Si el activo financiero creciera indefinidamente, no habría oportunidad de compra y venta: cualquier inversionista compraría hoy, dejaría su activo sin moverlo y obtendría ganancias día tras día. Pero el mundo no es así y hasta el momento no hemos dicho nada novedoso.

La pregunta es cuándo corregirán y en qué magnitud lo harán. Varios elementos empiezan a conjugarse para mostrar en qué punto estamos hoy. Los volúmenes transados durante todo el mes de marzo han sido relativamente bajos. La mayoría de días de este mes el volumen de compra y venta ha estado por debajo de la media móvil de 50 días, lo que indicaría que existe alguna fatiga por parte de los inversionistas. Generalmente, esta caída de volúmenes es la antesala de las correcciones, pues menos inversionistas están dispuestos a comprar, y los que quieren vender empiezan una espiral de tratar de “perder” lo menos posible. Perder, valga la aclaración, traducido en comprar el precio hoy frente al precio máximo alcanzado algunos días atrás.

Otro síntoma está apuntando a que vengan días no tan buenos, y es que el número de acciones que lideran las subidas ha bajado dramáticamente en el presente mes. Es decir, cada nueva subida del índice agregado (S&P 500), está sustentado en menos acciones, lo cual, no hace falta mucha explicación, no es el mejor síntoma.

Adicionalmente, se vienen los meses de verano, y con una particularidad: existe una estacionalidad bien poderosa y es que en los años de Mundial de Fútbol, los meses de verano tienden a ser en conjunto negativos. Esto no pasa con los años en los cuales no hay mundial de fútbol, en el que el conjunto de meses es positivo. Extraño fenómeno, pero quizá el evento deportivo más visto a nivel global, capte, incluso, la atención de los que viven de “las frías finanzas”.

De manera complementaria, se debe decir que generalmente el índice busca un nivel similar a la media móvil de 200 días (es decir, el promedio de los últimos 200 días). Hoy el índice está alrededor de 1.860; y la media mencionada en 1.740. Muchos analistas empiezan a esperar que busque cerrar la brecha pronto (aclaración, esto funciona bien tanto para brechas negativas como positivas).

Y como tema final, hace unos días hurgando en Internet, alguien mostraba la fuerte correlación que existe entre las caídas del Nikkei japonés (cuando rompe a la baja una figura técnica conocida como un triángulo), y lo que sucede posteriormente en las bolsas de USA. Y estamos en un momento de rompimiento a la baja de esta figura antes mencionada.

La otra pregunta es cuánto pueden caer las acciones en USA. Ésta es mucho más complicada, pero los analistas esperan que entre el 12% y el 25%. No se alarmen, suena fuerte, pero incluso en años donde las acciones han terminado positivas (muy positivas en algunos casos), se han registrado caídas similares. Lo único claro es que una corrección sería una oportunidad interesante para volver a comprar activos. Como les dije arriba, nada ha cambiado respecto a los fundamentales y eso debe ser lo más claro para invertir en este tipo de activo. Un inversionista con un portafolio bien diversificado y que mantenga el objetivo claro de lo que quiere lograr con su inversión no debe preocuparse por movimientos temporales, como el que esperan sobre acciones USA los analistas.

“Las opiniones aquí expresada son a título personal, y no reflejan necesariamente la posición de Old Mutual Skandia sobre los temas tratados”

Columna de Manuel Felipe García Ospina

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La indumentaria electrónica, industria multimillonaria que además promueve el deporte

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La indumentaria electrónica, industria multimillonaria que además promueve el deporte
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Peter Parkes (Flickr: Nike FuelBand). Runners Stay on Track with Wearable Fitness Technology

La popularidad de la indumentaria electrónica para deportistas, conocida en inglés como “wearable technology”, está cambiando la forma en la que los atletas se enfrentan a sus entrenamientos, haciendo más fácil y divertido disfrutar del deporte y conseguir su metas. Las ventajas de hacer deporte son su principal embajador, pero estos “gadgets” también están contribuyendo a incrementar la participación en pruebas deportivas. En 2012, el número de participantes en medias-maratones estadounidenses que consiguieron terminar la carrera subió un 15%, un récord histórico.

La integración de tecnologías del bienestar en la indumentaria deportiva, a pesar de estar en una fase muy inicial, apunta a convertirse en una tendencia instrumental para el crecimiento de la industria deportiva. IMS Research estima que el mercado de indumentaria electrónica alcanzará los 6.000 millones de dólares en 2016, gracias al incremento de la demanda proveniente de consumidores ávidos de saber más sobre el efecto del ejercicio en su salud.

La indumentaria electrónica para deportistas, como los relojes “inteligentes” o los pulsómetros que miden la distancia recorrida, las calorías quemadas y el ritmo cardiaco, sirven de apoyo a los deportistas para mejorar sus entrenamientos. En concreto, estos aparatos permiten que el usuario lleve cuenta de su progreso en tiempo real, proveyendo un medio simple e integrado para almacenar los datos relacionados con la práctica deportiva. Algunos dispositivos incluso transmiten estos datos a un tercero para su análisis en tiempo real, devolviendo instantáneamente conclusiones a los usuarios. Además de beneficiar al consumidor, entrenadores de todos los niveles hacen uso de estos datos para mejorar sus sesiones de entrenamiento o crear rutinas personalizadas para sus clientes.

El impacto y las posibles aplicaciones de estas tecnologías son muy amplios, y estamos solo ante la punta del iceberg. Por ejemplo, en el partido All-Star de la liga norteamericana de fútbol de 2012 -Major League Soccer-, se equipó a los jugadores con el sistema Adidas miCoach Elite y así los telespectadores del partido pudieron seguir su estado de forma física en tiempo real. Para las compañías del sector deportivo, estas tecnologías son una forma más de interactuar con sus clientes, mejorar su experiencia de producto y ampliar la lealtad  a una marca.

Ante la creciente popularidad de actividades deportivas como correr, la indumentaria electrónica se verá beneficiada de un mayor número de usuarios que quieren tener un seguimiento de su progreso con vistas a alcanzar sus metas

La indumentaria electrónica no es algo nuevo, pero empieza 2014 con impulso renovado, marcando tendencia en la última Feria Internacional de Electrónica de Consumo de Barcelona. La creciente disponibilidad de WiFi y la penetración de los teléfonos inteligentes son puntos adicionales a favor del desarrollo de la indumentaria electrónica. Los últimos modelos de relojes o bandas electrónicas también han mejorado su diseño y ofrecen una mayor autonomía de batería. En 2006 Nike lanzó el Nike+ con Apple que utiliza un sensor en la zapatilla que recoge datos en un iPod o iPhone. Esta iniciativa ha evolucionado hacia la pulsera Nike Fuelband. Adidas lanzó su plataforma miCoach en 2010 expandiendo su oferta el año pasado con el reloj Smart Run. Recientemente, UnderArmour ha adquirido MapMyFitness, una comunidad web con datos de entrenamientos proporcionados por 20 millones de deportistas, por 150 millones de dólares.

 

Los pumas ganan a los jaguares

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Los pumas ganan a los jaguares
Foto: NASA. Los pumas ganan a los jaguares

América Latina podría estar partiéndose de Norte a Sur. A un lado, podrían estar quedando las economías atlánticas. Entre ellas destaca Venezuela, que está, desgraciadamente, en proceso de desintegración y cuya única ventaja competitiva es tener las mayores reservas de petróleo del mundo. Pero también parece haberse situado en ese terreno Brasil, que parece decidido, una vez más, a confirmar que es el país del futuro, pero nunca el del presente.

Y, por supuesto, Argentina, que se ha autoasignado un cierto ‘excepcionalismo histórico’ que pasa por, entre otras cosas, fiar el futuro a la exportación de materias primas energéticas y agrícolas y desconectarse de los flujos financieros mundiales. Argentina no forma parte ni siquiera del Índice MSCI de los mercados emergentes. Eso implica que ese país es, para el capital mundial, un ‘mercado frontera’, a la altura de, entre otros, Kenia, Ucrania y Vietnam.

Al otro lado de la cordillera de los Andes, las cosas son diferentes. Chile lleva un cuarto de siglo de reformas económicas, y está de camino a ser el primer país de Latinoamérica que consiga la consideración de ‘mercado desarrollado’. Perú ha reforzado su regulación financiera, y Colombia está viviendo un ‘boom’ económico. Finalmente, México parece decidido, tras dos décadas de estancamiento, a romper algunas de las rigideces estructurales que frenan su crecimiento, sobre todo en telecomunicaciones y energía.

Esa ‘fractura’ ha dado pie a que el think tank Fundación Bertelsmann haya publicado un informe bajo el provocador título de Los Pumas del Pacífico. Es una idea que evoca los ‘tigres’ asiáticos -Tailandia, Malasia, Taiwán, Indonesia y Corea del Sur- que han saltado al grupo de las economías desarrolladas en las últimas dos décadas.

Algunas de las bases del crecimiento de los ‘pumas’ (Chile, Perú, Colombia y México) recuerdan a las de los ‘tigres’, sobre todo en lo que se refiere a la independencia y solidez de los bancos centrales. La inflación media de estos países, por ejemplo, es desde hace una década comparable a la del mundo desarrollado, y entre la quinta y la séptima parte de la de sus vecinos de Mercosur (con la distancia, además, aumentando en los últimos años).

Chile ha eliminado prácticamente su deuda pública. Y Perú ha convertido su déficit estructural en superávit (la balanza fiscal ‘estructural’ excluye los efectos adversos del ciclo económico, como por ejemplo un aumento del gasto si aumentara el paro debido a una crisis que, a su vez, provocaría un desplome de los ingresos fiscales por la menor actividad económica. No es un indicador perfecto porque, a fin de cuentas, lo importante es si hay déficit o superávit y si el mercado cree que el país va a ser capaz de pagar su deuda, pero al menos sirve para saber si un Gobierno se toma en serio las cuentas públicas).

Esto no implica que estos países vayan a ser una nueva Corea del Sur. Con la excepción de Chile, los progresos son todavía muy recientes, y no está claro que vayan a consolidarse. El caso más extremo es México, donde los problemas son abrumadores. Un ejemplo: los ingresos fiscales mexicanos suponen un ridículo 9,8% del PIB, cuando la media de los países de la OCDE -la organización de las economías presuntamente desarrolladas, de la que forman parte, precisamente, Chile y el propio México- es del 33%. Eso implica que el Estado mexicano no pude funcionar porque no tiene recursos.

Aun con esos matices, y con todas las incertidumbres sobre el futuro que se quiera, la fractura parece un hecho. A un lado los ‘pumas’; al otro los… ¿jaguares? Por el momento, la comparación entre unos y otros es abrumadoramente favorable a los primeros.

¿Se agotarán los márgenes y los beneficios?

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¿Se agotarán los márgenes y los beneficios?
Foto cedidaJames Swanson, CFA, investment officer y estratega jefe de MFS Investment Management.. ¿Se agotarán los márgenes y los beneficios?

Actualmente estamos viendo señales de estrés en los mercados. La economía de Estados Unidos se está suavizando. Hay preocupación por los mercados emergentes, el mal tiempo y la acumulación de inventarios sin duda han contribuido a la desaceleración – por no hablar de la situación de tensión entre Rusia y Ucrania, y la incertidumbre acerca de qué pasos tomarán en respuesta el resto del mundo.

Ante este telón de fondo, es razonable esperar que la volatilidad del día a día en los mercados vaya de la mano del flujo de noticias. También es probable que veamos algunos movimientos de valores de mayor riesgo y bonos de high yield, hacia activos de más calidad como los bonos del Tesoro americanos y otros activos refugio.

Cuando se trata de sucesos que han afectado la evolución reciente del mercado, no me voy a poner una venda en los ojos. Pero quiero centrarme en los fundamentos subyacentes, que son los márgenes y los beneficios. ¿Vemos alguna evidencia de que están a punto de agotarse o que tienden a revertir a la media?

¿Están los costes aumentando más rápido que los ingresos?

Los márgenes pueden revertir a la media sólo si hay algún motivo para que los costes estén aumentando más rápido que los ingresos. Para las empresas del sector privado, el mayor gasto con diferencia – más o menos el 57% del total – es la compensación que pagan a sus empleados. Hasta el momento, las indicaciones del mercado de trabajo no suponen una amenaza para los márgenes: el aumento de los salarios ha sido modesto, muy por debajo del máximo anterior.

La otra cara es que el aumento de los salarios aumentan el poder de compra de los consumidores y estimula la demanda en la economía. Y eso, a su vez, alimenta de nuevo un bucle que proporciona más poder sobre los precios y los ingresos de las empresas que los emplean. Sin esos aumentos salariales, lo que hemos estado viendo a continuación durante los últimos tres trimestres,  es que el crecimiento de los ingresos del S&P 500 ha estado atrapado muy por debajo del crecimiento del PIB nominal.

Ahora que los salarios están aumentando, aunque sea modestamente, el poder de compra está apareciendo en primera línea.

Vamos a considerar los otros componentes de los márgenes: el coste del capital y las tasas impositivas reales son bajas, mientras que la rotación de activos es alta. Siempre y cuando las presiones salariales no estén presionando de manera dramática, en mi opinión los márgenes tienen capacidad de expandirse en 2014.

¿Qué pasa con el crecimiento del beneficio absoluto?

Creo que los beneficios están también preparados para expandirse por numerosas de razones:

•   Hemos visto crecimiento en el empleo en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y México – un importante socio comercial de los EE.UU.. Ha habido algunas fluctuaciones y decepciones de mes a mes, pero las tendencias subyacentes parecen ser positivas.

•   Los flujos de comercio mundial, especialmente las exportaciones de Estados Unidos, tienden a crecer – tal vez no de manera uniforme en todos los sectores, pero en mi opinión, las cifras están en el camino de la expansión.

•   En su mayor parte, los precios de las materias primas han comenzado a subir después de desinflarse. Las materias primas se han movido históricamente como anticipo del crecimiento mundial – sobre todo el crecimiento en los mercados emergentes. No estamos viendo ese crecimiento todavía, pero el aumento de precios puede ser un precursor.

•   Hemos estado observando las empresas pequeñas – la fuente de crecimiento del empleo en los Estados Unidos. A pesar de que la lectura de la confianza de pequeñas compañías y sus planes de contratar han sido más débiles que los promedios históricos, estos números están empezando a despegar.

Si unimos todo lo anterior, creo que el mercado de renta variable está dando señales de mejores fundamentales y de otro año de crecimiento de los ingresos en el 2014, que es siempre el número uno de la historia de las acciones. A pesar de la reciente volatilidad, el mercado está todavía siguiendo una trayectoria de balances sólidos, un prudente control del margen y rentabilidad estable.

James Swanson, MFS Investment Management