El desplome del cobre… Chile cae víctima del espejismo chino

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El desplome del cobre… Chile cae víctima del espejismo chino
Foto: Peter Collins. El desplome del cobre… Chile cae víctima del espejismo chino

“The future ain’t what it used to be” Jim Steinman

Si hay un fenómeno que tendemos a olvidar de la locura de bajada de tipos y expansión monetaria iniciada en 2001 ese es el de la enorme cantidad de inversiones llevadas a cabo ante la expectativa de una demanda creciente y al calor del dinero barato.

Las inversiones en el sector minero global se multiplicaron por diez en la década de la borrachera monetaria. Según Andrew McKenzie, consejero delegado de BHP Billington, una de las mayores mineras del mundo, las cifras de sobrecapacidad se habían subestimado por parte de toda la industria y ello, unido a expectativas de crecimiento de demanda de burbuja china, llevará a que ese exceso de suministro persista durante mucho tiempo.

Un indicador clave de esa enorme capacidad excedentaria y de la ilusión del “crecimiento chino” es el cobre que, junto al mineral de hierro, el zinc y el petróleo, cotiza hoy a mínimos de varios años. Esta combinación es muy positiva para Europa, que se beneficia de una batería de materias primas mucho más baratas en dólares –aunque la depreciación del euro reduzca ese beneficio en parte-. No es de extrañar, por tanto, que los índices manufactureros europeos sigan dando cifras expansivas y mejores de lo esperado. Pero muy mala para Chile.

Centrándonos en el cobre, según Deutsche Bank la demanda china estaba “inflada” en 300.000 toneladas ya en 2014 y las expectativas de crecimiento para 2015 eran injustificadamente optimistas.

El cobre es un indicador muy relevante de la debilidad del crecimiento chino y global.

China supone casi el 39% de la demanda global de cobre. Se estima, además, que la cantidad de cobre almacenado por el gigante asiático supera las 725.000 toneladas. Con la ralentización del crecimiento chino y un exceso de almacenamiento es difícil que suba el precio. Si añadimos que Europa supone un 17%, EEUU un 9% y Japón un 5%, estamos hablando de mercados con un cambio estructural en su patrón de producción industrial que cada vez va a consumir menos cobre.

Por el lado del suministro, la producción global está creciendo un 5% anual. Chile, China, Brasil, Perú y Mongolia siguen aumentando su oferta… Mientras la capacidad excedentaria aumenta en 81.000 toneladas estimadas por año entre 2014 y 2016.

China se ralentiza… Malas noticias para el proyecto de Chile socialista

Chile es casi el 34% de la producción de cobre del mundo, y a pesar del admirable proceso de diversificación de su economía en las últimas décadas, este mineral aun supone el 52% de las exportaciones del país. Casi el 20% de sus ingresos vienen de las exportaciones y venta de cobre. Y China es casi el 39% de la demanda. El mayor productor busca aumentar ingresos produciendo más y el principal comprador reduce exceso de cobre almacenado y crece más lento.

Por cada centavo de dólar medio anual que cae el precio del cobre, Chile pierde cerca de 128 millones de dólares en concepto de exportaciones, según la Sociedad Nacional de Minería.

Combinación letal para un gobierno, el de Bachelet, que se lanzaba a una batería de medidas intervencionistas y destructoras de la confianza del consumidor y empresarial para su “paraíso” de redistribución socialista contando con unas expectativas de ingresos extraordinarios que se han desvanecido. Los beneficios de la empresa de cobre Codelco cayeron un 22% en 2014 y se estima que los ingresos por exportaciones de Chile caigan entre un 25% y un 30%.

Las proyecciones de crecimiento del PIB se han revisado a la baja varias veces en los últimos doce meses y apuntan a un 2,5% en 2014, y un muy optimista 3,1% en 2016. El propio Fondo Monetario Internacional alerta de que “el repunte proyectado de la actividad económica en 2016 no se materializará si la confianza de las empresas y los consumidores permanece estancada en los bajos niveles actuales”. 2015 será el primer año desde 2002-2003 en que Chile crezca bastante menos que el promedio global. Y no es solo por el cobre. También están impactando negativamente a la economía chilena las reformas estructurales socialistas del gobierno de Bachelet, incluyendo una reforma tributaria que perjudica a la inversión financiera directa y reduce las posibilidades de la economía de seguir avanzando en la diversificación fuera de la minería.

El ex ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, lo explicaba recientemente. “El mundo crece a un promedio histórico de 3,5%. Nosotros somos los que estamos creciendo menos. Aquí hay una decisión del gobierno actual de priorizar en la redistribución de los ingresos en vez del crecimiento de los ingresos”. Contaban con ingresos de burbuja china para compensar las medidas negativas para la inversión y el emprendimiento… y se fueron.

El riesgo para Chile es que con medidas intervencionistas hundan en poco tiempo una de las historias de éxito de Latinoamérica y del mundo, un ejemplo de crecimiento y prosperidad.

El error histórico que cometen los gobiernos intervencionistas es pensar que tendencias estructurales, como la del cobre, son puntuales. Si mantiene la política de reformas equivocadas, en pocos años se va a encontrar con los mismos resultados que hemos explicado recientemente de Argentina y Venezuela… Una economía menos dinámica, más débil y que ha desaprovechado su potencial de apertura e innovación.

Todas las opiniones de Daniel Lacalle expresadas en sus libros, entrevistas y blog son estrictamente personales y no reflejan la estrategia o filosofía de ninguna otra entidad. Si le ha resultado de interés, puede acceder a sus publicaciones a través del siguiente link.

Tras la tempestad llega la calma

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Tras la tempestad llega la calma
Foto: Striking, Flickr, Creative Commons. Tras la tempestad llega la calma

Durante los primeros meses del año, las cosas le fueron especialmente bien a los inversores, favorecidos por una política monetaria expansiva, unos excelentes datos económicos y la apreciación de las divisas. Casi todas las clases de activos generaron rentabilidades, medidas en euros, positivas. Pero antes incluso de que el verano hubiese comenzado realmente, se levantó un fuerte viento en contra a medida que los escenarios de una salida de Grecia del euro (Grexit) se sacaban del armario y que las bolsas chinas sufrían en pocas semanas una caída superior al 30%.

Como no buscamos grandes emociones, hemos decidido quedarnos cerca de la costa y hemos reducido nuestra exposición a activos de riesgo. Hemos revisado a la baja nuestra posición en renta variable y el sector inmobiliario hasta un nivel neutral y, dentro de la renta variable, hemos eliminado nuestra preferencia por la zona euro. En ambas cuestiones, se ha evitado chocar con el iceberg. Europa aceptó negociar un nuevo rescate para Grecia y el Gobierno chino adoptó medidas drásticas para estabilizar el mercado chino de acciones A (empresas chinas con acciones denominadas en yuanes).

Esto no quiere decir que el cielo vuelve a lucir azul. Grecia tiene todavía un largo camino por recorrer lleno de baches, pero por lo menos durante los próximos meses puede que ya no sea noticia de primera plana todos los días. China, por su parte, tendrá que volver a ganarse la credibilidad ente los inversores internacionales, dado que las recientes medidas no han sido un buen ejemplo de un mercado liberalizado, con libertad de movimientos de capitales. Alrededor del 20% de las acciones A chinas siguen suspendidas de cotización y una rápida inclusión de las acciones A en el índice MSCI parece estar por ahora muy lejos. Esto está sucediendo en un momento de continuas revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento de China y con un gran exceso de deuda. Los planes de conversión de deuda en capital tendrán que aparcarse por el momento.

Aun así, dado que, al menos temporalmente, hemos vuelto a aguas más tranquilas, hemos decidido que nuestra asignación táctica de activos en deuda pública, renta variable y el sector inmobiliario vuelva a estar en sintonía con las señales positivas generadas por nuestro modelo. Por consiguiente, volvemos a tener una posición sobreponderada en renta variable. Ente los factores determinantes positivos figuran la dinámica de crecimiento cíclico, las valoraciones y una mejora en el dinamismo de los precios. Además, no observamos un exceso de optimismo entre los inversores; el ratio alcista/bajista está bajo.

En línea con la renta variable, hemos revisado la posición en el sector inmobiliario hasta una pequeña sobreponderación. Los fundamentales siguen siendo favorables, constituyendo la mejoría en los mercados de trabajo de EE.UU., Europa y Japón un importante elemento impulsor. Incluso el mercado inmobiliario chino está mostrando algunos signos de estabilización. No sólo los fundamentales son favorables, el sector inmobiliario también se beneficia de una prima de rendimiento: las rentabilidades por dividendo de las acciones inmobiliarias se sitúan alrededor de 200 puntos básicos por encima de los rendimientos de la deuda empresarial, casi el doble de la media a largo plazo. El mayor riesgo a corto plazo es una subida de los tipos de interés en Estados Unidos, que en nuestra opinión aún no está suficientemente incorporado a los precios en el mercado de deuda estadounidense.

El riesgo de una nueva y rápida subida de los rendimientos del bono del Estado alemán a 10 años (Bund) ha descendido. La caída de los precios de las materias primas y las bajas presiones salariales limitan las expectativas de inflación. La política monetaria mundial sigue siendo acomodaticia. Por último, la dinámica de crecimiento de los precios de la deuda pública ha mejorado. A pesar de la estabilización en Grecia y China, no hemos observado ninguna presión al alza sobre los rendimientos de los valores de deuda, lo que nos lleva a preguntarnos si existen otras fuerzas en juego, menos visibles. En consecuencia, hemos revisado al alza nuestro posicionamiento en deuda pública de una pequeña infraponderación a una posición neutral.

Los cambios durante las últimas semanas ilustran los fundamentos de nuestra asignación táctica de activos. No seguimos a ciegas nuestro sistema de navegación, sino que nos adaptamos si, de repente, aparecen riesgos u oportunidades inesperados. Tenemos un enfoque dinámico y flexible: si los hechos cambian, no dudamos en adaptar con rapidez nuestro posicionamiento a la nueva realidad.

Valentijn van Nieuwenhuijzen lidera el equipo de Estrategia de Global y Asset Allocation (STAAG) de NN IP.

EDM: buenas perspectivas en Europa después del temporal

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EDM: buenas perspectivas en Europa después del temporal
Foto: Jim Mullhaupt, Flickr, Creative Commons. EDM: buenas perspectivas en Europa después del temporal

Las últimas proyecciones de crecimiento económico que ha publicado el Fondo Monetario Internacional han corroborado que la mayoría de las economías del mundo se desaceleran. Estados Unidos, como ya esperábamos, ha sufrido por temas climáticos e indudablemente por la fortaleza del dólar. Por su parte, Japón no ha podido capitalizar los efectos de su gran expansión monetaria debido al débil consumo y a que la mayoría de países emergentes padecen una desaceleración. A estos últimos, la caída del precio de las “commodities”, así como la depreciación de sus divisas respecto al dólar (divisa de referencia de buena parte de sus deudas), les ha situado en una situación complicada.

Una de las pocas excepciones en cuanto a revisiones a la baja en las expectativas económicas ha sido la zona euro, para quien el FMI ha mantenido sus proyecciones de crecimiento. De hecho, una vez se dispersen los nubarrones del “Grexit”, esperamos una aceleración a corto plazo del crecimiento económico europeo. Muchos factores apuntan a ello:

En primer lugar, el continente lentamente se mueve hacia una mayor integración. La unión bancaria es un buen ejemplo de ello. Y un número creciente de voces habla abiertamente de la necesidad de una unión política y fiscal.

Además, el Banco Central Europeo reaccionó a los efectos de la crisis mucho más tarde que buena parte de sus homólogos (Reserva Federal, Banco de Inglaterra…). Sin embargo, sus últimas políticas monetarias han sido incrementalmente expansivas (principalmente por las medidas no convencionales). Esperamos que este soporte a la economía se mantenga en el futuro ya que, con una tasa de paro elevada, no vemos presiones inflacionistas en la Unión Europea.

Las políticas fiscales de los países miembros, que han sido principalmente contractivas hasta la fecha (especialmente en los países de la periferia), se espera que en el futuro próximo no sean tan negativas para crecimiento. Un buen ejemplo de ello es la economía española, donde se ha anunciado una reducción de la presión fiscal.

La debilidad del euro también es un viento favorable porque impulsa la demanda de productos europeos en Estados Unidos y también en otros países, y las compañías se benefician de un doble efecto positivo: incremento en ventas y expansión de márgenes.

Por último, la caída de precios del crudo es plenamente positiva para una zona netamente importadora como es la Unión Europea. Para los consumidores tiene un efecto similar al de una bajada de impuestos; para las compañías, principalmente para las industriales, supone una importante reducción de costes.

¿Y las valoraciones?

Hemos dejado el análisis de las valoraciones para el final. El PER 2015 de los principales índices europeos es atractivo, pero aún lo es más el PER ajustado al ciclo (o PER Schiller), debido a que las compañías aún tienen un elevado potencial de crecimiento, de aumento de márgenes y de incremento de ROEs de aquí en adelante. En contraste, los índices americanos están en zonas elevadas de valoración y el potencial de crecimiento del beneficio por acción (BPA) de sus integrantes es limitado en el mejor de los casos (muchas compañías han presentado los mayores márgenes de su historia recientemente). En consecuencia, la estrategia de algunos hedge funds es hoy posicionarse “largos” en Europa y “cortos” en Estados Unidos.Los dos fondos de EDM con los que capitalizar dicha recuperación en Europa son EDM Strategy y/o EDM Inversión/EDM Spanish Equity.

Toda inversión obviamente cuenta con riesgos, e invertir en Europa o en España no está exento de ello. Tres factores que podrían impactar negativamente en la evolución de ambos mercados serían: una mayor desaceleración de los países emergentes, un fallo de cálculo en política monetaria por parte de la Reserva Federal, o un accidente político en la periferia de Europa. El riesgo de que produzca cualquiera de los dos últimos se ha reducido en las últimas semanas/meses. Respecto a los países emergentes, China, la principal economía del grupo, tiene munición monetaria/fiscal para intervenir ante cualquier signo de debilidad. Asimismo, la segunda economía del grupo, India, está en un momento dulce, con un gobierno pro-reformas.

Adolfo Monclús es director del departamento de ventas Institucionales, socio, y miembro del Comité de Inversiones de EDM

 

¿Y si descubrimos que la solución no era esa?

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¿Y si descubrimos que la solución no era esa?
Foto: Barney Craggs. ¿Y si descubrimos que la solución no era esa?

Puede estar sucediendo: la depreciación del peso colombiano frente al dólar puede no impulsar el aparato industrial, lo cual tumba la teoría de que la solución a los problemas de la industria era la tasa de cambio. No sería discusión nueva,  porque incluso cuando el precio de la divisa se encontraba por debajo de 1.800 pesos colombianos, se avizoraba como altamente probable que al momento de que el dólar norteamericano subiera, se iba a descubrir una realidad que quizá no fuera la que quisiéramos saber.

Muchos lectores de hace tiempo, quizá con buena memoria, recordarán que habíamos dicho que el problema de la industria era que se estaba marchitando, como lo mostró durante mucho tiempo las cifras de producción industrial, que eran negativas trimestre tras trimestre. Una industria que se marchita, no necesariamente resucita con una tasa de cambio más alta; porque sencillamente el dólar alto iba a coger a una industria resentida, sin capacidad para ajustarse tan rápidamente a la nueva tasa cambiaria. En ese orden de ideas, se advertía, que era necesario un programa de impulso a la reconversión industrial, aprovechar los bajos precios del dólar para importar maquinaria y, sobre todo, mantener algún tipo de salvavidas mientras las condiciones cambiaban, es decir, mientras efectivamente el dólar subía de precio.

Eso, específicamente, era lo que garantizaba que una vez el dólar fuera alto, podríamos aprovechar las condiciones de exportación que se estaban generando. Pero lo triste sería un escenario en el cual el aprovechamiento de la tasa de cambio a 1.800 pesos colombianos fuera mayor endeudamiento no destinado a un tema positivo, es decir, deuda por el simple hecho de endeudarse. Pero incluso, si el endeudamiento en moneda extranjera hubiera sido aprovechado para mejorar el aparato industrial, se empiezan a equilibrar varias fuerzas, la más importante, si la subida absoluta de la deuda en pesos es compensada por el aumento de las ventas al exterior. Si sube más la deuda traída a pesos que las ventas traídas a pesos, financieramente se va a formar un hueco que incrementará la presión financiera sobre balances que, por temas de conversión a normas internacionales de contabilidad y de la carga tributaria de este año, ya están resentidos en algunos casos.

Dicen los neurocientíficos que no existe el deja vu,  sino que el mismo es una construcción mental que toma elementos de la memoria episódica muy parecidos a situaciones actuales, y que nuestro cerebro tiende a equiparar los dos momentos, pensando que era una situación ya vivida. Pero las palabras expresadas durante todo este artículo, vuelven a mi memoria una y otra vez, pues si la industria no responde, el problema no era la tasa de cambio.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor, y no representan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados. 

Opinión de Manuel García Ospina, gerente de la Escuela de Planeación financiera y comercial de Old Mutual. 

¿Un máximo absoluto?

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¿Un máximo absoluto?
Photo: Dave Kellman. An Absolute High?

La renta variable del Reino Unido sigue alta, con una volatilidad atenuada, pero el próximo “shock macroeconómico” podría cambiar rápidamente la situación.

El índice FTSE 100 alcanzó su máximo histórico al superar la barrera de los 7.000 durante la primavera de este año. Desde entonces ha ido cediendo terreno, pero se mantiene en niveles elevados. Los inversores tienen motivos para preguntarse si el mercado puede seguir avanzando o si han de prepararse para un entorno de mayor volatilidad en los mercados.

El FTSE 100 Implied Volatility Index (IVI) 30 Day se encarga de medir la volatilidad. Se deriva de los precios de opciones subyacentes del FTSE 100 y los inversores pueden considerarlo un “indicador de temor”.

Tendencias de volatilidad

El gráfico compara los datos del FTSE 100 IVI Index con los del FTSE 100 Index. Queda claro que los mercados alcistas suelen caracterizarse por períodos de baja volatilidad, mientras que si la tendencia es bajista generalmente la volatilidad es mayor. La euforia parece estar relacionada más con los mercados tranquilos que con el pánico. Psicológicamente esto tiene sentido: muchos estudios han demostrado que las personas suelen sentir más las pérdidas que las ganancias del mismo valor. Los economistas a esto lo llaman la “aversión a perder”. Cuando empiezan a acumularse las pérdidas en el mercado, esto puede desembocar rápidamente en un pánico autopotenciado al evaporarse la confianza en los precios de las acciones.

Por ello, a los inversores no les suele gustar la volatilidad. En cualquier caso, nuestra estrategia puede explotar esta volatilidad en el precio de las acciones para convertirla en un flujo de rentabilidad absoluta (positiva) para los inversores. El Henderson UK Absolute Return Fund combina dos estrategias. Las posiciones “core” (que normalmente suponen un tercio del fondo) son apuestas a largo plazo en relación con el potencial de crecimiento de los beneficios de las empresas subyacentes. Por su parte, las posiciones “tácticas” (que normalmente representan dos terceras partes del fondo) tratan de aprovechar factores que influyen en los precios de las acciones en un periodo de tiempo más reducido. Ambas estrategias pueden estar tanto largas como cortas.

Efectos macroeconómicos

Son estas posiciones tácticas, en particular, las que nos brindan el potencial de generar rentabilidad positiva independientemente de la situación en la que se encuentre el mercado, y existe una gran variedad de problemas macroeconómicos que preocupan a los inversores, como, por ejemplo, el calendario de la subida de tipos, Grecia, las elecciones españolas de diciembre…

Es posible que no podamos prever de forma constante cuál será el próximo «shock macroeconómico» (o cuándo tendrá lugar), pero puede afirmarse con bastante seguridad que se producirá alguno y que la volatilidad de los mercados de valores experimentará un repunte. 

Estudio monográfico

La volatilidad se ha mantenido baja, en términos históricos, este último par de años, aunque repuntó antes de las elecciones generales del Reino Unido de mayo de 2015. Según se acercaban las elecciones, tomamos algunas posiciones cortas tácticas en los sectores que pudieran verse perjudicados en caso de una victoria laborista, como los títulos de determinados bancos, de servicios públicos y transporte. Antes de que se conocieran los inesperados resultados definitivos logramos cerrar muchas de estas posiciones tácticas cortas, y en algunos casos convertirlas en posiciones largas, generando así una importante rentabilidad para la estrategia tras anunciarse la victoria del Partido Conservador.

Ben Wallace y Luke Newman son codirectores del Henderson UK Absolute Return Fund.

 

Los fondos de inversión a largo plazo europeos (FILPE): una nueva oportunidad de financiación a largo plazo en Europa

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Los fondos de inversión a largo plazo europeos (FILPE): una nueva oportunidad de financiación a largo plazo en Europa
Foto: titoalfredo, Flickr, Creative Commons. Los fondos de inversión a largo plazo europeos (FILPE): una nueva oportunidad de financiación a largo plazo en Europa

En el contexto de una crisis financiera de dimensión global, Europa continúa intentando poner en marcha nuevas fuentes de financiación que permitan seguir paliando los efectos devastadores de la crisis, ya conocida como la Gran Depresión, que comenzaron siete años atrás y que aún se siguen notando, en cierto modo, en el contexto global. A estos efectos, una de las medidas que la Comisión adoptó, a mediados de 2013, y que ha visto finalmente la luz el pasado 29 de abril, a través del Reglamento (UE) 2015/760 del Parlamento Europeo y del Consejo, y es el que va a permitir articular nuevos mecanismos de inversión y centrar el foco en el largo plazo.

Con carácter general, el horizonte temporal de inversión es cortoplacista, mientras que los agentes económicos que intervienen en el tráfico mercantil requieren, cada día más, de unos mecanismos de financiación más a largo plazo. Es en este contexto en el que los FILPE pretenden dar respuesta a esta divergencia, proporcionando instrumentos y medidas que fomenten la inversión a más largo plazo. El objetivo prioritario es conducir la economía europea hacia la «senda de crecimiento inteligente, sostenible e integrador». La meta es aumentar la productividad y mejorar el tejido económico, y uno de los efectos sería la mayor protección frente a posibles riesgos sistémicos.

Desde un punto de vista regulatorio, los FILPE son una modalidad de fondos de inversión alternativa, regulados por la Directiva 2011/61/UE (más conocida por sus siglas en inglés, AIFMD), autorizados para operar en el ámbito de la Unión Europea; por tanto, resultan al mismo aplicables los requisitos en lo relativo a la sociedad gestora y a la designación del depositario que se establecen en la Directiva AIFMD.

No podemos olvidar que, al tratarse de un instrumento de inversión a largo plazo, la política de reembolsos impone ciertas restricciones a los inversores que verán ligada su inversión al período de duración del FILPE. Sin embargo, el reglamento o los documentos constitutivos del FILPE podrán prever la posibilidad, bajo determinadas circunstancias, del reembolso antes del vencimiento.

El Reglamento especifica los activos considerados aptos, y en los que los FILPE tienen que mantener un porcentaje mínimo del 70% de su patrimonio: son valores mobiliarios e instrumentos del mercado monetario (establecidos en el artículo 50 de la Directiva 2009/65/CE); instrumentos de capital y deuda emitidos por determinadas «empresas en cartera admisible«; acciones o participaciones de uno o varios FILPE, fondos de capital-riesgo europeos (FCRE), fondos de emprendimiento social europeos (FESE); préstamos concedidos por el fondo a una empresa en cartera admisible con un vencimiento que no supere la vida del FILPE; tenencia directa o indirecta de activos reales con valor igual o superior a 10 millones de euros.

Es importante entender que se considera por “empresas en cartera admisible”, que son aquellas que (i) no son financieras o que no están cotizadas, y en el caso de que sean cotizadas, (ii) que su capitalización bursátil no supere los 500 millones de euros, además de aquellas que estén establecidas en un estado miembro, o en uno tercero siempre y cuando este último no forme parte de jurisdicciones de alto riesgo y haya firmado un acuerdo con el estado miembro de origen y gestor del FILPE y con todos los demás estados miembros en los que esté pensado comercializar las acciones o participaciones del fondo. Además de listar un elenco de activos aptos para la inversión, el Reglamento establece una prohibición de invertir en determinados activos como: (i) vender activos en corto; (ii) invertir en materias primas, o derivados de materias primas; (iii) llevar a cabo préstamos de valores, o pactos de recompra repos o aquellas operaciones que tengan un efecto económico equivalente; (iv) o utilizar instrumentos derivados, salvo que estos instrumentos se utilicen para fines de cobertura.

Los FILPE han de detallar en su política de inversión no sólo los activos elegibles en los que se invertirá el coeficiente de inversión obligatorio sino en qué activos se invertirá el coeficiente de libre disposición del 30%.

Con el objetivo de permitir que los FILPE capten patrimonio adicional, se les autoriza a recibir préstamos en efectivo (aunque también tendrían a su alcance los mecanismos de fondeo que otorgan los mercados regulados). Es un endeudamiento limitado, podrán recibir préstamos en efectivo siempre que no representen más del 30% del patrimonio del FILPE.

Al ser considerados como fondos armonizados bajo AIFMD, gozan de la posibilidad de ser comercializados a inversores profesionales, en todos los países de la Unión Europea bajo el pasaporte AIFMD.

La CNMV es la autoridad supervisora competente tanto de autorizar los FILPE en España como de registrar los FILPE domiciliados en cualquier estado miembro de la Unión Europea que pretendan comercializarse en España. La Directiva plantea la posibilidad de la comercialización de dichos fondos, tanto a inversores institucionales como a minoritarios. No obstante, en relación con la comercialización a inversores minoristas se establecen ciertas cautelas debido a la especial protección que el legislador les brinda y teniendo en cuenta el carácter ilíquido de esta tipología de fondos alternativos.

Ana García Rodríguez es socia en Derecho Bancario y Regulatorio Financiero de Baker & McKenzie

¿Es posible que una startup levante demasiado capital?

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¿Es posible que una startup levante demasiado capital?
Foto: Jason Rogers . ¿Es posible que una startup levante demasiado capital?

Si bien la mayoría de las startups tiene dificultades para levantar el capital necesario para despegar, no es inusual que algunas de ellas en sectores “de moda” o considerados altamente prometedores, puedan encontrarse con mercados de capital altamente líquidos, donde el levantamiento de fondos se facilita.

¿Existen o han existido situaciones de exceso de oferta de capital en años recientes?

Sí. La mayoría de los analistas señalarían el “boom” de las dotcom a principios de siglo y el de los sitios de social media en años recientes. Otro ha sido el de las biotecnológicas en la década pasada, por ejemplo.

¿Cómo cambia el panorama, cuando un sector es popular?

En primer lugar, las opciones se multiplican.Antes, el financiamiento era simple y directo, pues existían básicamente tres posibles mecanismos: a) el famoso FFF (friends, family and fools), familia, amigos y tontos, la segunda b) los inversionistas ángeles con dinero sobrante en el bolsillo y que habían tenido éxito en otro sector, y el tercero c) el camino muy mapeado y delineado de los inversionistas de riesgo.

En cambio, en un sector atractivo donde muchos quieren invertir, desde los grandes fondos hasta el público en general, el financiamiento es mucho más complejo, incluyendo a inversionistas  ángeles, el crowdfunding, los inversionistas corporativos, las incubadoras, las aceleradoras, e incluso, los hedge funds.

¿Qué peligros lleva el exceso de oferta de capital?

Fundamentalmente, sobrevaluación de las startups. Ante un exceso de oferta de capital, las startups pueden caer en la tentación de inflar las valuaciones, a fin de maximizar los fondos levantados. El problema es que dichas valuaciones sobreestimadas suelen ser difíciles de cumplir en el futuro, decepcionando las expectativas de los inversionistas. Si sucede lo anterior, la compañía puede encontrar dificultades para levantar capital en siguientes rondas de financiamiento, e incluso, puede encontrar los canales de financiamiento virtualmente cerrados.

Cuando lo anterior sucede a nivel de un sector completo, la contracción del financiamiento suele expresarse en el estallido de lo que se consideraba una “burbuja” especulativa, por las exageradas valuaciones que se tenían de las empresas en dicho sector. Tal fue lo que pasó en 2001 con las dotcom. Tal podría pasar, según algunos, con compañías de redes sociales en el futuro próximo.

Cuando Facebook compró Whatsapp por 19 mil millones de dólares,  la adquisición fue seguida por una conferencia de prensa donde Mark Zuckerberg dijó que no tenían idea exacta de cómo generarían ingresos de la plataforma de mensajes que acaban de adquirir.

Muchos analistas opinaron lo que para muchos es sentido común, si pagas tanto por algo que no sabes cómo será negocio tangible y sonante, posiblemente este sobrevaluado.

Artículo elaborado por Gerardo Herrera, Director de Comunicación de Riskmathics FI.

Grecia y China relevan a un segundo plano el verdadero ‘driver’ del próximo trimestre

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Grecia y China relevan a un segundo plano el verdadero 'driver' del próximo trimestre
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Tim Evanson. Grecia y China relevan a un segundo plano el verdadero 'driver' del próximo trimestre

Dos han sido los asuntos que han dominado los mercados en las últimas semanas: Grecia y China. Nuestra opinión sobre Grecia apunta a que, a corto plazo, un «acuerdo» es probablemente mejor que no llegar a ninguno y desecha el riesgo inmediato de que el país heleno salga de la zona euro (lo que se conoce como «Grexit»). Los mercados han celebrado esta noticia, y se ha disipado ligeramente la sensación de vivir una «historia interminable» que durante tanto tiempo ha permanecido enquistada.

Los efectos a largo plazo de la debacle griega y el acuerdo celebrado con el Eurogrupo se revelan mucho menos positivos. Son muchos los observadores (entre ellos, algunos economistas de renombre como el premio Nobel Paul Krugman) que han hecho una lectura fulminante del rescate propuesto. Cuesta rebatir la posición de que las medidas del rescate suponen un fracaso de la democracia y la erosión de la soberanía, puesto que el pueblo griego ya ha rechazado, vía referéndum, un programa de reformas económicas mucho menos oneroso.

El aspecto más nocivo de la crisis, y uno que trasciende con creces las fronteras de este país mediterráneo, es el hecho de que algunos estados miembros de la zona euro, o tal vez ninguno, confíen probablemente en las intenciones futuras de Alemania. Del mismo modo, será interesante ver de qué forma incidirá entre los votantes británicos el trato a Grecia dispensado por el Eurogrupo, de cara al referéndum sobre la pertenencia a la Unión Europea.

Sin entrar a valorar la opinión que se tenga sobre la crisis griega (o el acuerdo propuesto por el Eurogrupo), resulta innegable que Grecia no está más cerca que antes de contraer un endeudamiento sostenible. El gráfico que figura más abajo muestra que, en una recesión modesta —un escenario bastante probable dada la magnitud de los recortes que se barajan sobre los gastos— el ratio de deuda sobre el PIB será aún imposible de gestionar con un 170% del PIB en unos cuantos años.

Desde nuestro punto de vista, para que Grecia logre un endeudamiento sostenible, cobra vital importancia que, de alguna forma, se alcance la reestructuración de la deuda. Incluso el FMI —uno de los mayores acreedores de Grecia— ha instado a un alivio de la deuda, en una escala «mucho mayor de lo que hasta ahora se ha considerado». Sin embargo, como ha sostenido la canciller alemana Angela Merkel en varias ocasiones, la condonación de la deuda está simplemente «fuera de toda discusión».

También China

En Asia, los mercados bursátiles de la China continental acusaron una severa corrección en el segundo trimestre. Las autoridades respondieron con una batería de medidas orientadas a la estabilización del mercado, como reducir los tipos de interés y los requisitos de los ratios de reserva, suspender las salidas a bolsa (ya que estas operaciones reducen la liquidez del mercado), prohibir que los principales accionistas vendan sus posiciones durante seis meses, imponer restricciones en la venta en corto y alentar la compra de acciones en el seno de la banca, los intermediarios financieros y las compañías de seguros. También se relajaron las normas sobre los operaciones de financiación con reposición del margen (margin lending) y las garantías prendarias. Sin embargo, el gran bazuca vino del banco central chino, al afirmar que iba a ofrecer una «amplia liquidez» y proteger la economía de los riesgos sistémicos y regionales.

Aunque el mercado chino de renta variable tiene visos de mantener su volatilidad a corto plazo, creemos que debería existir un impacto relativamente limitado sobre la economía real en China, ya que la debilidad de los mercados de valores se está produciendo en un entorno más acomodaticio en cuanto a su liquidez. Cabe recordar que solo en los últimos tiempos, la financiación de capital ha adquirido una función mayor en China —la banca y los mercados de renta fija siguen siendo la principal fuente de financiación de las empresas—. La duración del periodo de expansión de los mercados bursátiles, que ahora se han desplomado, ha sido demasiado breve para incidir de forma considerable en la riqueza financiera de los hogares (y los mercados de renta variable todavía siguen en alza desde 2015 hasta la fecha), aunque la incipiente recuperación del mercado inmobiliario puede haberse visto bastante afectada por los acontecimientos recientes.

Debido a la serie de cambios que se han producido en Grecia y China, Estados Unidos ha pasado en las últimas semanas, de alguna manera, a un segundo plano entre los actores del mercado, si bien la presidenta de la Fed, Janet Yellen, acaba de mostrar la señal más inequívoca hasta la fecha de que se baraja una subida de los tipos en este país, y este incremento podría materializarse este mismo mes de septiembre. La postura de la Reserva Federal contrasta con la del FMI, que declaró que los tipos de interés de la Fed deberían congelarse este año. En todo momento, hemos indicado que los mercados y las economías deberían recorrer un camino largo y tortuoso hacia la normalización, aunque la Reserva Federal, según parece, se está preparando para una repunte.

Mark Burgess es director de inversiones de Threadneedle

Planificando el retiro: debemos cambiar la teoría tradicional

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Planificando el retiro: debemos cambiar la teoría tradicional
. Planificando el retiro: debemos cambiar la teoría tradicional

En términos sencillos, la teoría tradicional indica que el ahorro para el retiro viene en una etapa relativamente adelantada de la historia laboral o productiva. Es decir, muchos asesores financieros, al preguntárseles por cuándo se debe empezar a pensar en el retiro como una meta, indican alrededor de los 40 o 45 años. Esta teoría, sin embargo, va a tener que ser replanteada dentro de poco, puesto que al comenzar tan adelante, no va a existir tiempo suficiente de equilibrar ahorro, tiempo y retorno para lograr un objetivo que, poniéndole algún calificativo, podríamos denominarlo, decente.

Me explico: cada vez es más evidente una serie de factores que entran en juego, entre los que contamos una mayor expectativa de vida, menores retornos de los activos financieros, regímenes pensionales más presionados, entre muchos. Al combinar todos estos, cuando un asesor financiero deja como uno de los objetivos finales el ahorro para el retiro, puede estar afectando a su cliente sin quererlo. Claro, la teoría siempre indicó que eso era así (antes habían otras necesidades más inmediatas), pero lo malo de la teoría es que fue hecha cuando el mundo era diferente.

Entonces tenemos regímenes pensionales más presionados. Cada día luce más evidente que las pensiones deben ir para un punto en el cual las tasas de reemplazo sean menores, el tiempo cotizado sea mayor y la edad para pensionarse también sea mayor. Muchas personas piensan que las pensiones son derechos adquiridos (verdad Grecia?), pero la realidad es que en economías presionadas financieramente, las pensiones suelen ajustarse. Los gastos gubernamentales asociados a pensiones vienen representando una carga para muchos gobiernos que crece muchas veces sin control y que destinan una gran proporción del gasto público a un segmento específico de población en detrimento de todos los demás. Un panorama así debe llevar a políticos sensatos a  modificar los regímenes, buscando mayor edad, menores remplazos, más tiempo cotizado, tal como lo dijimos anteriormente.

Esta el tema de los retornos en un mundo en el que están siendo mucho menores que años atrás. Es claro que con menores retornos el tiempo requerido para lograr un monto ahorrado es mayor. Si con un retorno del 10% necesitaba 20 años para tener una suma determinada, con un retorno del 5% necesitaré más del doble de tiempo para lograrlo. Y si la capacidad de ahorro hoy no crece, la ecuación empieza a descuadrarse. Si a esto le sumamos que generalmente cuando se acerca tu jubilación te dicen que inviertas en activos menos riesgosos (los que, por definición, tienen retornos menores), pues el “hueco” será aún mayor.

Finalmente está el tema de la longevidad. Si una persona vive más, tendrá más tiempo por delante (mayores recursos necesarios) y gastos nuevos que antes probablemente se estimaban de otra manera (ejemplo, los asociados a salud), lo que llevará inevitablemente a que la suma que necesito para mi etapa de retiro sea mayor. Pero volviendo a leer lo que expresamos anteriormente, con mesadas pensionales que deben tender a disminuir y retornos que son menores, acumular una suma mayor parece altamente complejo.

Por eso, es que la teoría tradicional debe cambiar. El ahorro para el retiro debe comenzar mucho antes de lo que los libros de texto nos indican. Esto nos permite tener un mayor tiempo por delante (y el efecto del interés compuesto se multiplica), e invertir en activos de mayor riesgo que pueden darnos un mejor retorno en principio; potencializando la ecuación para lograr el objetivo en el momento de jubilarnos laboralmente.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor, y no representan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados. 

Opinión de Manuel García Ospina, gerente de la Escuela de Planeación financiera y comercial de Old Mutual. 

El oro y la volatilidad

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El oro y la volatilidad
Foto: Covilha, Flickr, Creative Commons. El oro y la volatilidad

Las dudas sobre el reciente comportamiento del oro, alcanzando su nivel más bajo en cinco años deberían replantearse de otra forma: ¿por qué el oro no se ha beneficiado del escenario de elevado riesgo que hemos tenido durante el último mes y medio? Grecia y China; China y Grecia, han llevado a una fuerte aversión al riesgo de los inversores sin que el precio del oro, tradicional activo que se beneficia de la incertidumbre, lo haya esto en esta ocasión. ¿Qué ha fallado? De hecho, probablemente si somos capaces de explicar esta inacción del precio del en aquel momento podamos entender mejor su caída en estos momentos.

¿Es simplemente un producto de la confianza de los inversores en el poder de los bancos centrales? Esta es la respuesta más fácil. Los inversores saben que las autoridades van a intervenir en defensa de la estabilidad financiera, amortiguando con ello cualquier riesgo que pueda surgir. ¿Y la subida de tipos desde la Fed? También, pero siempre que pueda ser compatible con ese objetivo implícito de estabilidad de los mercados.
 

Pensemos en la demanda de oro desde dos puntos de vista: como objeto de consumo y como inversión. En situación de mejora económica, pesa más el primer factor en la demanda; en situaciones de incertidumbre, es el segundo el que lidera la demanda de oro. Considerando esta doble perspectiva de la demanda, ¿qué puede primar en estos momentos? Muchas dudas económicas, pero poca incertidumbre aparente en los mercados. ¿Contradictorio? Lo es, pero en ambos casos negativo a corto plazo para los precios del oro. Un nuevo ejemplo de la distorsión en los mercados de las políticas expansivas de tipo cuantitativo.

Pero, hay una tercera forma de ver al oro. Me refiero a su papel amortiguador en cualquier cartera de inversión, en situaciones de potencial crisis. En el siguiente gráfico se puede observar la “ganancia” relativa de una cartera con un 5 % de oro en las últimas crisis…
 

Ya sé que me van a responder: ¿por qué prevenir una crisis cuando tenemos a nuestro favor a los bancos centrales? La complacencia nunca es buena. Ya saben que las crisis ocurren porque no se anticipan. Y es evidente que la volatilidad como sinónimo de riesgo no está funcionando. El oro, por el contrario, sí puede ser un instrumento adecuado para diversificar la cartera y amortiguar el coste de los errores. Especialmente en mercados tan correlacionados como los actuales. Pero, naturalmente, tenerlo en cartera no es gratuito. Vean su reciente caída desde este punto de vista.

José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España