Foto: titoalfredo, Flickr, Creative Commons. Los fondos de inversión a largo plazo europeos (FILPE): una nueva oportunidad de financiación a largo plazo en Europa
En el contexto de una crisis financiera de dimensión global, Europa continúa intentando poner en marcha nuevas fuentes de financiación que permitan seguir paliando los efectos devastadores de la crisis, ya conocida como la Gran Depresión, que comenzaron siete años atrás y que aún se siguen notando, en cierto modo, en el contexto global. A estos efectos, una de las medidas que la Comisión adoptó, a mediados de 2013, y que ha visto finalmente la luz el pasado 29 de abril, a través del Reglamento (UE) 2015/760 del Parlamento Europeo y del Consejo, y es el que va a permitir articular nuevos mecanismos de inversión y centrar el foco en el largo plazo.
Con carácter general, el horizonte temporal de inversión es cortoplacista, mientras que los agentes económicos que intervienen en el tráfico mercantil requieren, cada día más, de unos mecanismos de financiación más a largo plazo. Es en este contexto en el que los FILPE pretenden dar respuesta a esta divergencia, proporcionando instrumentos y medidas que fomenten la inversión a más largo plazo. El objetivo prioritario es conducir la economía europea hacia la «senda de crecimiento inteligente, sostenible e integrador». La meta es aumentar la productividad y mejorar el tejido económico, y uno de los efectos sería la mayor protección frente a posibles riesgos sistémicos.
Desde un punto de vista regulatorio, los FILPE son una modalidad de fondos de inversión alternativa, regulados por la Directiva 2011/61/UE (más conocida por sus siglas en inglés, AIFMD), autorizados para operar en el ámbito de la Unión Europea; por tanto, resultan al mismo aplicables los requisitos en lo relativo a la sociedad gestora y a la designación del depositario que se establecen en la Directiva AIFMD.
No podemos olvidar que, al tratarse de un instrumento de inversión a largo plazo, la política de reembolsos impone ciertas restricciones a los inversores que verán ligada su inversión al período de duración del FILPE. Sin embargo, el reglamento o los documentos constitutivos del FILPE podrán prever la posibilidad, bajo determinadas circunstancias, del reembolso antes del vencimiento.
El Reglamento especifica los activos considerados aptos, y en los que los FILPE tienen que mantener un porcentaje mínimo del 70% de su patrimonio: son valores mobiliarios e instrumentos del mercado monetario (establecidos en el artículo 50 de la Directiva 2009/65/CE); instrumentos de capital y deuda emitidos por determinadas «empresas en cartera admisible«; acciones o participaciones de uno o varios FILPE, fondos de capital-riesgo europeos (FCRE), fondos de emprendimiento social europeos (FESE); préstamos concedidos por el fondo a una empresa en cartera admisible con un vencimiento que no supere la vida del FILPE; tenencia directa o indirecta de activos reales con valor igual o superior a 10 millones de euros.
Es importante entender que se considera por “empresas en cartera admisible”, que son aquellas que (i) no son financieras o que no están cotizadas, y en el caso de que sean cotizadas, (ii) que su capitalización bursátil no supere los 500 millones de euros, además de aquellas que estén establecidas en un estado miembro, o en uno tercero siempre y cuando este último no forme parte de jurisdicciones de alto riesgo y haya firmado un acuerdo con el estado miembro de origen y gestor del FILPE y con todos los demás estados miembros en los que esté pensado comercializar las acciones o participaciones del fondo. Además de listar un elenco de activos aptos para la inversión, el Reglamento establece una prohibición de invertir en determinados activos como: (i) vender activos en corto; (ii) invertir en materias primas, o derivados de materias primas; (iii) llevar a cabo préstamos de valores, o pactos de recompra repos o aquellas operaciones que tengan un efecto económico equivalente; (iv) o utilizar instrumentos derivados, salvo que estos instrumentos se utilicen para fines de cobertura.
Los FILPE han de detallar en su política de inversión no sólo los activos elegibles en los que se invertirá el coeficiente de inversión obligatorio sino en qué activos se invertirá el coeficiente de libre disposición del 30%.
Con el objetivo de permitir que los FILPE capten patrimonio adicional, se les autoriza a recibir préstamos en efectivo (aunque también tendrían a su alcance los mecanismos de fondeo que otorgan los mercados regulados). Es un endeudamiento limitado, podrán recibir préstamos en efectivo siempre que no representen más del 30% del patrimonio del FILPE.
Al ser considerados como fondos armonizados bajo AIFMD, gozan de la posibilidad de ser comercializados a inversores profesionales, en todos los países de la Unión Europea bajo el pasaporte AIFMD.
La CNMV es la autoridad supervisora competente tanto de autorizar los FILPE en España como de registrar los FILPE domiciliados en cualquier estado miembro de la Unión Europea que pretendan comercializarse en España. La Directiva plantea la posibilidad de la comercialización de dichos fondos, tanto a inversores institucionales como a minoritarios. No obstante, en relación con la comercialización a inversores minoristas se establecen ciertas cautelas debido a la especial protección que el legislador les brinda y teniendo en cuenta el carácter ilíquido de esta tipología de fondos alternativos.
Ana García Rodríguez es socia en Derecho Bancario y Regulatorio Financiero de Baker & McKenzie
Foto: Jason Rogers
. ¿Es posible que una startup levante demasiado capital?
Si bien la mayoría de las startups tiene dificultades para levantar el capital necesario para despegar, no es inusual que algunas de ellas en sectores “de moda” o considerados altamente prometedores, puedan encontrarse con mercados de capital altamente líquidos, donde el levantamiento de fondos se facilita.
¿Existen o han existido situaciones de exceso de oferta de capital en años recientes?
Sí. La mayoría de los analistas señalarían el “boom” de las dotcom a principios de siglo y el de los sitios de social media en años recientes. Otro ha sido el de las biotecnológicas en la década pasada, por ejemplo.
¿Cómo cambia el panorama, cuando un sector es popular?
En primer lugar, las opciones se multiplican.Antes, el financiamiento era simple y directo, pues existían básicamente tres posibles mecanismos: a) el famoso FFF (friends, family and fools), familia, amigos y tontos, la segunda b) los inversionistas ángeles con dinero sobrante en el bolsillo y que habían tenido éxito en otro sector, y el tercero c) el camino muy mapeado y delineado de los inversionistas de riesgo.
En cambio, en un sector atractivo donde muchos quieren invertir, desde los grandes fondos hasta el público en general, el financiamiento es mucho más complejo, incluyendo a inversionistas ángeles, el crowdfunding, los inversionistas corporativos, las incubadoras, las aceleradoras, e incluso, los hedge funds.
¿Qué peligros lleva el exceso de oferta de capital?
Fundamentalmente, sobrevaluación de las startups. Ante un exceso de oferta de capital, las startups pueden caer en la tentación de inflar las valuaciones, a fin de maximizar los fondos levantados. El problema es que dichas valuaciones sobreestimadas suelen ser difíciles de cumplir en el futuro, decepcionando las expectativas de los inversionistas. Si sucede lo anterior, la compañía puede encontrar dificultades para levantar capital en siguientes rondas de financiamiento, e incluso, puede encontrar los canales de financiamiento virtualmente cerrados.
Cuando lo anterior sucede a nivel de un sector completo, la contracción del financiamiento suele expresarse en el estallido de lo que se consideraba una “burbuja” especulativa, por las exageradas valuaciones que se tenían de las empresas en dicho sector. Tal fue lo que pasó en 2001 con las dotcom. Tal podría pasar, según algunos, con compañías de redes sociales en el futuro próximo.
Cuando Facebook compró Whatsapp por 19 mil millones de dólares, la adquisición fue seguida por una conferencia de prensa donde Mark Zuckerberg dijó que no tenían idea exacta de cómo generarían ingresos de la plataforma de mensajes que acaban de adquirir.
Muchos analistas opinaron lo que para muchos es sentido común, si pagas tanto por algo que no sabes cómo será negocio tangible y sonante, posiblemente este sobrevaluado.
Artículo elaborado por Gerardo Herrera, Director de Comunicación de Riskmathics FI.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Tim Evanson. Grecia y China relevan a un segundo plano el verdadero 'driver' del próximo trimestre
Dos han sido los asuntos que han dominado los mercados en las últimas semanas: Grecia y China. Nuestra opinión sobre Grecia apunta a que, a corto plazo, un «acuerdo» es probablemente mejor que no llegar a ninguno y desecha el riesgo inmediato de que el país heleno salga de la zona euro (lo que se conoce como «Grexit»). Los mercados han celebrado esta noticia, y se ha disipado ligeramente la sensación de vivir una «historia interminable» que durante tanto tiempo ha permanecido enquistada.
Los efectos a largo plazo de la debacle griega y el acuerdo celebrado con el Eurogrupo se revelan mucho menos positivos. Son muchos los observadores (entre ellos, algunos economistas de renombre como el premio Nobel Paul Krugman) que han hecho una lectura fulminante del rescate propuesto. Cuesta rebatir la posición de que las medidas del rescate suponen un fracaso de la democracia y la erosión de la soberanía, puesto que el pueblo griego ya ha rechazado, vía referéndum, un programa de reformas económicas mucho menos oneroso.
El aspecto más nocivo de la crisis, y uno que trasciende con creces las fronteras de este país mediterráneo, es el hecho de que algunos estados miembros de la zona euro, o tal vez ninguno, confíen probablemente en las intenciones futuras de Alemania. Del mismo modo, será interesante ver de qué forma incidirá entre los votantes británicos el trato a Grecia dispensado por el Eurogrupo, de cara al referéndum sobre la pertenencia a la Unión Europea.
Sin entrar a valorar la opinión que se tenga sobre la crisis griega (o el acuerdo propuesto por el Eurogrupo), resulta innegable que Grecia no está más cerca que antes de contraer un endeudamiento sostenible. El gráfico que figura más abajo muestra que, en una recesión modesta —un escenario bastante probable dada la magnitud de los recortes que se barajan sobre los gastos— el ratio de deuda sobre el PIB será aún imposible de gestionar con un 170% del PIB en unos cuantos años.
Desde nuestro punto de vista, para que Grecia logre un endeudamiento sostenible, cobra vital importancia que, de alguna forma, se alcance la reestructuración de la deuda. Incluso el FMI —uno de los mayores acreedores de Grecia— ha instado a un alivio de la deuda, en una escala «mucho mayor de lo que hasta ahora se ha considerado». Sin embargo, como ha sostenido la canciller alemana Angela Merkel en varias ocasiones, la condonación de la deuda está simplemente «fuera de toda discusión».
También China
En Asia, los mercados bursátiles de la China continental acusaron una severa corrección en el segundo trimestre. Las autoridades respondieron con una batería de medidas orientadas a la estabilización del mercado, como reducir los tipos de interés y los requisitos de los ratios de reserva, suspender las salidas a bolsa (ya que estas operaciones reducen la liquidez del mercado), prohibir que los principales accionistas vendan sus posiciones durante seis meses, imponer restricciones en la venta en corto y alentar la compra de acciones en el seno de la banca, los intermediarios financieros y las compañías de seguros. También se relajaron las normas sobre los operaciones de financiación con reposición del margen (margin lending) y las garantías prendarias. Sin embargo, el gran bazuca vino del banco central chino, al afirmar que iba a ofrecer una «amplia liquidez» y proteger la economía de los riesgos sistémicos y regionales.
Aunque el mercado chino de renta variable tiene visos de mantener su volatilidad a corto plazo, creemos que debería existir un impacto relativamente limitado sobre la economía real en China, ya que la debilidad de los mercados de valores se está produciendo en un entorno más acomodaticio en cuanto a su liquidez. Cabe recordar que solo en los últimos tiempos, la financiación de capital ha adquirido una función mayor en China —la banca y los mercados de renta fija siguen siendo la principal fuente de financiación de las empresas—. La duración del periodo de expansión de los mercados bursátiles, que ahora se han desplomado, ha sido demasiado breve para incidir de forma considerable en la riqueza financiera de los hogares (y los mercados de renta variable todavía siguen en alza desde 2015 hasta la fecha), aunque la incipiente recuperación del mercado inmobiliario puede haberse visto bastante afectada por los acontecimientos recientes.
Debido a la serie de cambios que se han producido en Grecia y China, Estados Unidos ha pasado en las últimas semanas, de alguna manera, a un segundo plano entre los actores del mercado, si bien la presidenta de la Fed, Janet Yellen, acaba de mostrar la señal más inequívoca hasta la fecha de que se baraja una subida de los tipos en este país, y este incremento podría materializarse este mismo mes de septiembre. La postura de la Reserva Federal contrasta con la del FMI, que declaró que los tipos de interés de la Fed deberían congelarse este año. En todo momento, hemos indicado que los mercados y las economías deberían recorrer un camino largo y tortuoso hacia la normalización, aunque la Reserva Federal, según parece, se está preparando para una repunte.
Mark Burgess es director de inversiones de Threadneedle
. Planificando el retiro: debemos cambiar la teoría tradicional
En términos sencillos, la teoría tradicional indica que el ahorro para el retiro viene en una etapa relativamente adelantada de la historia laboral o productiva. Es decir, muchos asesores financieros, al preguntárseles por cuándo se debe empezar a pensar en el retiro como una meta, indican alrededor de los 40 o 45 años. Esta teoría, sin embargo, va a tener que ser replanteada dentro de poco, puesto que al comenzar tan adelante, no va a existir tiempo suficiente de equilibrar ahorro, tiempo y retorno para lograr un objetivo que, poniéndole algún calificativo, podríamos denominarlo, decente.
Me explico: cada vez es más evidente una serie de factores que entran en juego, entre los que contamos una mayor expectativa de vida, menores retornos de los activos financieros, regímenes pensionales más presionados, entre muchos. Al combinar todos estos, cuando un asesor financiero deja como uno de los objetivos finales el ahorro para el retiro, puede estar afectando a su cliente sin quererlo. Claro, la teoría siempre indicó que eso era así (antes habían otras necesidades más inmediatas), pero lo malo de la teoría es que fue hecha cuando el mundo era diferente.
Entonces tenemos regímenes pensionales más presionados. Cada día luce más evidente que las pensiones deben ir para un punto en el cual las tasas de reemplazo sean menores, el tiempo cotizado sea mayor y la edad para pensionarse también sea mayor. Muchas personas piensan que las pensiones son derechos adquiridos (verdad Grecia?), pero la realidad es que en economías presionadas financieramente, las pensiones suelen ajustarse. Los gastos gubernamentales asociados a pensiones vienen representando una carga para muchos gobiernos que crece muchas veces sin control y que destinan una gran proporción del gasto público a un segmento específico de población en detrimento de todos los demás. Un panorama así debe llevar a políticos sensatos a modificar los regímenes, buscando mayor edad, menores remplazos, más tiempo cotizado, tal como lo dijimos anteriormente.
Esta el tema de los retornos en un mundo en el que están siendo mucho menores que años atrás. Es claro que con menores retornos el tiempo requerido para lograr un monto ahorrado es mayor. Si con un retorno del 10% necesitaba 20 años para tener una suma determinada, con un retorno del 5% necesitaré más del doble de tiempo para lograrlo. Y si la capacidad de ahorro hoy no crece, la ecuación empieza a descuadrarse. Si a esto le sumamos que generalmente cuando se acerca tu jubilación te dicen que inviertas en activos menos riesgosos (los que, por definición, tienen retornos menores), pues el “hueco” será aún mayor.
Finalmente está el tema de la longevidad. Si una persona vive más, tendrá más tiempo por delante (mayores recursos necesarios) y gastos nuevos que antes probablemente se estimaban de otra manera (ejemplo, los asociados a salud), lo que llevará inevitablemente a que la suma que necesito para mi etapa de retiro sea mayor. Pero volviendo a leer lo que expresamos anteriormente, con mesadas pensionales que deben tender a disminuir y retornos que son menores, acumular una suma mayor parece altamente complejo.
Por eso, es que la teoría tradicional debe cambiar. El ahorro para el retiro debe comenzar mucho antes de lo que los libros de texto nos indican. Esto nos permite tener un mayor tiempo por delante (y el efecto del interés compuesto se multiplica), e invertir en activos de mayor riesgo que pueden darnos un mejor retorno en principio; potencializando la ecuación para lograr el objetivo en el momento de jubilarnos laboralmente.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor, y no representan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados.
Opinión de Manuel García Ospina, gerente de la Escuela de Planeación financiera y comercial de Old Mutual.
Foto: Covilha, Flickr, Creative Commons. El oro y la volatilidad
Las dudas sobre el reciente comportamiento del oro, alcanzando su nivel más bajo en cinco años deberían replantearse de otra forma: ¿por qué el oro no se ha beneficiado del escenario de elevado riesgo que hemos tenido durante el último mes y medio? Grecia y China; China y Grecia, han llevado a una fuerte aversión al riesgo de los inversores sin que el precio del oro, tradicional activo que se beneficia de la incertidumbre, lo haya esto en esta ocasión. ¿Qué ha fallado? De hecho, probablemente si somos capaces de explicar esta inacción del precio del en aquel momento podamos entender mejor su caída en estos momentos.
¿Es simplemente un producto de la confianza de los inversores en el poder de los bancos centrales? Esta es la respuesta más fácil. Los inversores saben que las autoridades van a intervenir en defensa de la estabilidad financiera, amortiguando con ello cualquier riesgo que pueda surgir. ¿Y la subida de tipos desde la Fed? También, pero siempre que pueda ser compatible con ese objetivo implícito de estabilidad de los mercados.
Pensemos en la demanda de oro desde dos puntos de vista: como objeto de consumo y como inversión. En situación de mejora económica, pesa más el primer factor en la demanda; en situaciones de incertidumbre, es el segundo el que lidera la demanda de oro. Considerando esta doble perspectiva de la demanda, ¿qué puede primar en estos momentos? Muchas dudas económicas, pero poca incertidumbre aparente en los mercados. ¿Contradictorio? Lo es, pero en ambos casos negativo a corto plazo para los precios del oro. Un nuevo ejemplo de la distorsión en los mercados de las políticas expansivas de tipo cuantitativo.
Pero, hay una tercera forma de ver al oro. Me refiero a su papel amortiguador en cualquier cartera de inversión, en situaciones de potencial crisis. En el siguiente gráfico se puede observar la “ganancia” relativa de una cartera con un 5 % de oro en las últimas crisis…
Ya sé que me van a responder: ¿por qué prevenir una crisis cuando tenemos a nuestro favor a los bancos centrales? La complacencia nunca es buena. Ya saben que las crisis ocurren porque no se anticipan. Y es evidente que la volatilidad como sinónimo de riesgo no está funcionando. El oro, por el contrario, sí puede ser un instrumento adecuado para diversificar la cartera y amortiguar el coste de los errores. Especialmente en mercados tan correlacionados como los actuales. Pero, naturalmente, tenerlo en cartera no es gratuito. Vean su reciente caída desde este punto de vista.
José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Celso Flores
. Los próximos meses serán decisivos para los emergentes más débiles
El crecimiento económico en los países emergentes se ha deteriorado aún más en los últimos meses, debido principalmente a la ralentización del crecimiento del comercio mundial y a una nueva caída de los precios de las materias primas. Es evidente que está volviendo a crecer la presión. En muchos países, las autoridades se han visto obligadas a adaptar sus políticas al complicado entorno presente. El descenso de los ingresos por exportaciones debería verse compensado por un menor crecimiento de las importaciones para impedir un deterioro de la balanza por cuenta corriente, evitando así una mayor vulnerabilidad ante la inevitable primera subida de tipos de interés en EE.UU. de finales de este año.
Los países con una debilidad estructural de sus arcas públicas, como Brasil y Sudáfrica, soportan una presión aún mayor. Debido al endeble crecimiento económico, la recaudación fiscal está disminuyendo y los costes de la Seguridad Social están aumentando. El problema se ve agravado por la amenaza de rebajas de la calificación crediticia (rating). Un menor rating supone unos mayores costes de financiación y un déficit público aún mayor. Para impedir que esto suceda, los Gobiernos de Brasilia y Pretoria necesitan aplicar unas políticas fiscales más restrictivas. Ya lo están haciendo, aunque tímidamente, si bien esto basta para seguir ejerciendo presión sobre el ya discreto crecimiento económico.
Si el clima de inversión en ambos países no se hubiese deteriorado tanto como consecuencia de la política económica intervencionista de los últimos años y si se hubiera hecho más hincapié en la inversión en infraestructuras y en las reformas en el mercado de trabajo, la presión no hubiese sido tan intensa. Tanto Brasil como Sudáfrica tienen pocos sectores industriales competitivos. No tienen mucho de lo que echar mano ahora que los precios de las materias primas siguen sufriendo caídas tan pronunciadas, lo que explica por qué estos dos países han resultado especialmente afectados. Brasil ha entrado en una profunda recesión y Sudáfrica apenas crece un 2%, registrando la tasa de paro oficial una rápida subida hasta situarse en el 30%.
Ambos países atraviesan por una situación política turbulenta. Sus bancos centrales tienen que seguir subiendo los tipos de interés, puesto que continúa demostrándose que acometer reformas fiscales profundas es imposible. Por ejemplo, tras años de una rápida expansión de la Administración Pública, el 36% del presupuesto del Gobierno sudafricano se destina al pago de los sueldos de funcionarios. Y Brasil tendrá que afrontar problemas en los bancos estatales tras años de una proliferación del crédito irracional desde una óptica económica y movida por intereses políticos. Habida cuenta de estos riesgos crecientes para las arcas públicas, es necesario subir los tipos de interés para evitar una mayor crisis de confianza y otra fuga de capitales.
Afortunadamente, los bancos centrales sudafricano y brasileño reconocen la necesidad de una intervención. Saben que los tipos de interés estadounidenses subirán gradualmente en los próximos años, lo que normalmente trae consigo una repatriación de capitales hacia EE.UU. Esto afectará, sobre todo, a los países emergentes más vulnerables. Si no se resuelven a corto plazo los desequilibrios económicos, los mayores tipos de interés brindarán, al menos, cierta especie de protección. Los próximos trimestres van a ser emocionantes.
Maarten-Jan Bakkum, estratega senior de mercados emergentes de NN Investment Partners.
Foto: Daniel Zimmel. Inequidades en el retiro y planificación financiera
Interesante y preocupante un informe revelado por la senadora norteamericana Patty Murray, según el cual durante la etapa de retiro, las mujeres tienden a tener una probabilidad mucho más alta que los hombres de vivir en la pobreza en Estados Unidos. Según Murray, el ingreso anual promedio durante la etapa de jubilación de una mujer es alrededor de 16.000 dólares, el de un hombre se ubica en 30.000 dólares anuales. Y con un dato adicional: las mujeres dependen mucho más de los beneficios que otorga el seguro social.
Lógicamente esta disparidad refleja mucho lo que sucedió durante los años laborales, puesto que las mujeres tienden a ganar menos y en muchas ocasiones sus cotizaciones a fondos de jubilación son mucho más discontinuas que las de los hombres, porque las mujeres muchas veces dejan épocas sin cotización por cuidar los hijos o algún familiar enfermo, por citar las más comunes.
Si a lo anterior se le suma el hecho de que las mujeres tienden a ser más longevas (viven más años) y de que se pensionan antes, se tienen todos los ingredientes para que la conclusión a la que llegó la senadora Murray sea totalmente correcta.
En nuestros países latinoamericanos la situación puede ser peor, por las altas tasas de informalidad, que generalmente es un factor que afecta mucho más a las mujeres y, también, de que los salarios mínimos están en cabeza de mujeres mayoritariamente. Y existen otros factores como el hecho de que muchas mujeres son madres cabeza de familia, agravando aún más la situación.
Revertir una situación de este estilo pasa por varios factores, muchos corrigiendo lo de arriba: igualar salarios es una de las soluciones, y otras que no son muy populares, pero que vale la pena discutir, como igualar las edades de jubilación de hombres y mujeres. Pero también, pasa por saber que en vista de la extralongevidad femenina, los asesores financieros tenemos que enfocarnos en realizar procesos de planeación financiera durante la vida laboral para que ellas cuenten con fondos suficientes en el retiro para fondear gastos durante muchos más años.
Cambiar la ley no depende de los asesores, es algo que escapa a su alcance. Eso solo lo hace el gobierno. Pero sí, nuestra función, es proveer el conocimiento para que ellas, independientemente si están en Estados Unidos o en América Latina, no sufran por falta de recursos durante una edad donde todo debe ser disfrute.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados.
Opinión de Manuel García Ospina, gerente de la Escuela de Planeación financiera y comercial de Old Mutual.
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Daniel Lobo. Greek Mattress Stash Up to 30% of GDP
El stock de dinero puesto en circulación por el Banco de Grecia aumentó en más de 5.300 millones de euros en junio hasta alcanzar la cifra récord de 50.500 millones, tal y como se observa en el gráfico. La deuda del banco central heleno con el resto del eurosistema en relación con el suministro de billetes es ahora de 22.800 millones de euros, lo que sitúa el déficit con el Sistema Europeo de Bancos Centrales en 107.700 millones de euros.
El stock de billetes es equivalente al 30% del PIB previsto para 2015 y suponían un 37% de los depósitos bancarios de los residentes de la zona euro en los bancos griegos a finales de mayo. En comparación, el stock de toda la zona euro es igual al 10% del PIB y al 9% de los depósitos bancarios.
El BCE admite un gran cambio en la preferencia por la liquidez de Grecia como consecuencia de la desconfianza del anterior ministro griego y los temores a un «Grexit» asociados. Su concesión de deliberada «asfixia de liquidez» es surrealista.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Dawn Ellner. Golpe de calor
Hace unos días con la excusa de visitar a un amigo en Alemania intenté evitar el sopor veraniego que nos azota en Zaragoza. Lejos de lograrlo, en Múnich hacía aún más calor (el aire acondicionado nunca ha estado de moda allí). En esta semana, a los ciudadanos griegos les ha debido de dar otro buen golpe de calor, pues pese a haber rechazado mayoritariamente en un referéndum un duro paquete de medidas impuestas por sus acreedores, su Gobierno ha aceptado posteriormente ajustes incluso más draconianos si cabe. Que se cumplan es “harina de otro costal”, a las pruebas me remito. Lejos de reconocer las autoridades europeas la ínfima posibilidad de recuperar el dinero invertido, el enfoque es subir impuestos reduciendo el efecto positivo en términos competitivos de la devaluación interna (caída de salarios) implementada. Nadie discute que es un problema más político que económico, pues con una deuda sobre PIB del 180% y un denominador (PIB) en caída libre, un 25% inferior al año 2008, es complicado lanzar un mensaje positivo.
Sin embargo, permítanme enfocar mis inquietudes no en Grecia, que va a ser un “enfermo” latente en el seno de Europa durante muchos años, sino en el evento del año, la posible subida de tipos de interés en EE.UU. Dos fechas hay que tener señaladas, 17 de septiembre y 28 de octubre, donde tendrán lugar sendas reuniones de la FED.
¿A favor? Racionalización de la política monetaria, tras 6 años con tipos en mínimos. Un primer paso fue la paralización del programa de compra de activos o QE. ¿En contra? Apenas existen subidas de salarios considerables ni presiones inflacionistas en materias primas, como consecuencia de la desaceleración económica en China. Realmente con un crecimiento medio del PIB del 2,2% en los últimos cinco años y una tasa de paro por debajo del 5,5% en niveles próximos al año 2007, pocos fantasmas se pueden ver a la hora de reconducir progresivamente el mayor periodo de la historia reciente de financiación a “coste cero”.
En este entorno de mercado, ¿recomendación para el verano? No creo que se haga la rentabilidad del año, por lo tanto prudencia. El mes de junio ha sido un primer aviso. Sin entrar a valorar que múltiplo se merece pagar por la recuperación en Europa, sí es interesante analizar varios catalizadores que desde la comunidad inversora se han venido defendiendo desde hace unos meses a la hora de “empujar” la renta variable europea frente al resto de mercados. Si tomamos el tipo de cambio, el dato sigue siendo favorable para nuestros intereses, pero en medida que en el primer trimestre (caídas interanuales del 12% vs. 22%).
Con el precio del petróleo ocurre de idéntica forma, pese a seguir siendo muy favorable, no hablamos de caídas interanuales del 60% sino del 35% a medida que nos acerquemos al cuarto trimestre del año. En términos de costes de financiación, aquí la realidad manda y vamos a tener tipos bajos por un largo periodo, no hay problemas. Una cifra resume estas y otras magnitudes, los márgenes empresariales medidos en términos de EBIT a nivel sectorial. Tan solo cinco sectores tienen unos márgenes sustancialmente menores frente a las métricas del año 2006-2007: petróleo, recursos básicos, telecomunicaciones y eléctricas. Ah, y bancos, lógicamente. ¿Trampas de valor o bien oportunidades de inversión?
Javier Alfonso Rillo Sebastián es gestor del fondo Ibercaja Alpha en Ibercaja Gestión.
Foto: Procsilas Moscas. Venezuela, al borde del abismo
”I guess things are gonna get much worse before they get better”. Eminem
Hay países que tienen un gran potencial y cuyos gobernantes tienen la manía de llevarlos al desastre con las políticas económicas más empobrecedoras posibles. El socialismo represor y depresor. Mientras aquí los populistas nos venden las soluciones mágicas de intervenir, devaluar, imprimir e inflacionar sin parar, allá donde se aplican solo dejan miseria. Venezuela, un país que he tenido el honor de conocer bien y que adoro, es uno de ellos.
Hace unos meses comentaba el camino hacia el precipicio llevado a cabo por el chavismo en “Venezuela y la pesadilla del petroestado”. Los resultados de la política económica no pueden ser peores: una caída estimada del PIB del 7% con una inflación usando el cálculo oficial del 168% (según HSBC y el FMI). Una inflación real del 615% si usamos la pérdida real de poder adquisitivo según el economista Steve H. Hanke. Más del 90% de las empresas expropiadas por el chavismo se encuentran en pérdidas o quiebra técnica. Todo lo que nacionalizan se pudre en una combinación de corrupción, intervencionismo y mala gestión. Y ante el desastre, Maduro amenaza a los que sobreviven.
Uno de los mayores grupos alimentarios, Polar, se ha mantenido en el país a pesar de amenazas y entorpecimiento estatal… Siempre desde una postura de colaboración con el gobierno. Pues se le culpa de todo y se amenaza con expropiarlo. Mientras las empresas alimentarias expropiadas, que controlan más del 50% del mercado de alimentos, destruían su producción, Polar se mantuvo en el país distribuyendo y creciendo a pesar de las dificultades hasta que el sabotaje interno y las amenazas la llevan al borde del cierre. El régimen chavista, como un virus, solo busca asaltar el tejido productivo, no mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. De las más de 1.500 empresas productivas expropiadas, el resultado ha sido caídas de la producción del 50% medio y pérdidas generalizadas. Muchas ya ni producen. Venezuela se sitúa entre los países más corruptos del mundo y el más corrupto de América Latina según Transparency International. Con 82 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, Venezuela tiene la segunda tasa de criminalidad más alta del mundo. A la corrupción y las expropiaciones desastrosas se añade una política monetaria de película de terror que ha hecho que el Bolivar “fuerte”, creado por Chavez irónicamente para atacar la inflación, se ha devaluado como casi ninguna moneda del mundo. Como dicen en mi querida Caracas, lo único fuerte del Bolivar es su devaluación. El tipo de cambio ha pasado de 6 bolivares por dólar a 200 bolivares por dólar en casi diez años. Imprimir para “redistribuir”… Miseria.
Las expropiaciones, inflación y la corrupción hacen que el nivel de desabastecimiento llegue a niveles extremos, hasta de un 90% en productos esenciales. El Tiempo denunciaba que los 30 millones de habitantes del país tienen asignado un día exclusivo a la semana para adquirir los productos más importantes, según anunció en enero el gobierno socialista de Nicolás Maduro.
Mientras, el gobierno tiene la desfachatez de hablar de bajada de la pobreza. Cuando se empobrece a todos, hay menos pobres en términos relativos, y cuando se desabastece a toda la población baja la desigualdad. Genial. Sin embargo la pobreza real supera el 55%. Muy por encima del 26% oficial aunque el gobierno se niega a publicar cifras oficiales recientes.
El salario mínimo interprofesional es de 29 dólares al mes. Ni un dólar al día. Descontando el impacto de la inflación, que en Venezuela supera ratios de doble dígito, el crecimiento real de Perú, Chile o Brasil en los últimos catorce años es más de tres veces superior al venezolano. Esto en un país que es de los más ricos del mundo en petróleo, que contaba con empresas líderes en sectores de todo tipo, y que ha desaprovechado la época en que disfrutó de unos precios del petróleo que se multiplicaron por diez para despilfarrar, destruir el tejido productivo y encima depender aún más del petróleo, mientras sus dirigentes populistas y los llamados boliburgueses se llevaban miles de millones de dólares.
La política “social” de devaluar, expropiar e intervenir ha llevado a la economía a una situación insostenible de escasez, empobrecimiento generalizado y represión. Imaginen lo mismo en un país sin petróleo como España. Venezuela es otro ejemplo de cómo el populismo y la política económica de las soluciones mágicas convierte el pan en piedras. Y solo deja miseria. Y, por supuesto, no olvidemos a los presos políticos y la represión. Pero hay esperanza. Venezuela es demasiado buena y su gente es mucho más grande que los opresores.
Todas las opiniones de Daniel Lacalle expresadas en sus libros, entrevistas y blog son estrictamente personales y no reflejan la estrategia o filosofía de ninguna otra entidad. Si le ha resultado de interés, puede acceder a sus publicaciones a través del siguiente link.