Brasil: ¿se acabó el carnaval?

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Brasil: ¿se acabó el carnaval?
Photo: Prefeitura de Olinda . Brazil: The End of the Carnival?

Durante meses, se han publicado pocos titulares positivos referidos a la economía brasileña. El producto interior bruto (PIB) se está contrayendo, la inflación ha subido como la espuma y el real ya ha perdido más del 50% de su valor desde 2014. Por otra parte, el país se está enfrentando a uno de los escándalos políticos más generalizados de la historia reciente. Actualmente, Brasil dista mucho de ser el paradigma del crecimiento en Latinoamérica.

El malestar económico al que se enfrenta el país es la culminación de los problemas estructurales a largo plazo, acentuados por factores cíclicos y políticos a corto plazo. Una serie de errores en la formulación de políticas han tenido como consecuencia un desequilibrio económico, anteriormente disfrazado por los efectos positivos del aumento de los precios de las materias primas. El agresivo régimen fiscal de Brasil ha desincentivado la inversión en empresas y reprimido la productividad, mientras que el creciente sistema de la seguridad social ha redirigido los fondos, apartándolos de las infraestructuras.

El final del superciclo de las materias primas ha expuesto el deterioro de la situación fiscal y la dependencia del crédito a bajo precio de Brasil. Asimismo, ha minado la confianza en un sistema político que sigue digiriendo el escándalo de Petrobras, por el cual, según una encuesta reciente, la popularidad de la Presidenta Rousseff cayó al 8%.

Un hueso duro de roer

Desde una perspectiva monetaria, el banco central no pudo flexibilizar la política por miedo a una inflación en auge que ya está por encima del 9%. Es poco probable que se apliquen medidas fiscales, ya que el Gobierno se encuentra inmerso en un periodo de reformas para reparar los excesos del pasado. El actual desbarajuste político, que se suma a un gobierno de coalición ya de por sí frágil, está siendo un impedimento para llevar a cabo actuaciones sustanciales en materia de política económica. En resumen, no será fácil dar con la solución.

Desde la perspectiva de los mercados, algunos expertos arguyen que la rápida depreciación del tipo de cambio supondrá un estímulo económico por medio de las exportaciones. Sin embargo, en nuestra opinión, esto no es suficiente para que aumente el crecimiento de forma significativa. Los mercados de exportación de Brasil son relativamente poco flexibles a la hora de fijar precios y dependen en gran medida de una revitalización de la demanda de materias primas. Creemos que solamente la recuperación de China puede ayudar verdaderamente a la economía brasileña en estos momentos. China es el principal socio comercial de Brasil y su necesidad de materias primas ha sido un impulsor clave del crecimiento de Brasil hasta la fecha.

Un ambiente muy caldeado

Las mencionadas tensiones ya son evidentes en los mercados de bonos. La rentabilidad de la deuda en la moneda local de Brasil a 10 años es superior al 16 % y los márgenes de los bonos corporativos han aumentado. Esto supone una mayor presión sobre los requisitos de financiación, tanto del Gobierno como de las empresas y los hogares. Estos últimos son particularmente vulnerables, dado el reciente ascenso de la deuda del sector privado. Los mercados de renta variable también están pasando por dificultades, ya que el descenso de los ingresos de las empresas y el aumento de los tipos de interés erosionan los márgenes de beneficio neto.

Como vemos en el gráfico, la velocidad del deterioro puede pillar desprevenidos a los actores del mercado; la rentabilidad de la deuda pública brasileña ya ha aumentado un tercio en los dos últimos meses. Pero los posibles efectos secundarios pueden no haberse reflejado en su totalidad en los mercados. Una de las áreas que estamos siguiendo de cerca es el sector bancario español, con una exposición considerable a Latinoamérica.

Brasil ha experimentado una gran caída desde su «momento mágico». Ahora, debe emprender el largo camino de la reforma política y fiscal si desea restablecer la confianza de los inversores y la fe del brasileño de a pie en el sistema político. Seguimos siendo prudentes respecto a Latinoamérica y a los mercados emergentes en general, en particular ante la posibilidad de un riesgo sistémico. Esperamos una mejora de las dificultades cíclicas y de la estabilidad política a corto plazo, así como un compromiso con las reformas estructurales en un horizonte más lejano.

Paul O’Connor se unió a Henderson Global Investors como director de su equipo multiactivos en enero de 2013.

 

Capital humano en planificación financiera

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Capital humano en planificación financiera
Foto: Jose Luis Cernadas Iglesias. Capital humano en planificación financiera

Entre las nuevas teorías de planificación financiera, se encuentra la de incluir el capital humano como un activo. Tradicionalmente, en procesos de diseño de portafolios de inversión, se tiene en cuenta únicamente la riqueza financiera, es decir, a la que se le puede poner un precio y un valor. Así, con los supuestos correctos de nivel de riesgo, de retornos de los mercados, de objetivos financieros y de variables como optimización tributaria, se mete todo en una bolsa y sale un portafolio de inversión.

Sin embargo, este modelo tradicional no tiene en cuenta una cosa: las personas más jóvenes, generalmente, tienen una riqueza financiera cercana a cero, pero tienen una riqueza productiva y de capacidad para trabajar, que es gigantesca. En el ciclo laboral, lo que se hace es que se generan ingresos con base en la capacidad de trabajo, se va ahorrando y se va construyendo patrimonio, el cual va a financiar necesidades futuras, como gastos de salud o de recreación en la etapa de jubilación. Es lógico pensar que la capacidad laboral y la productividad van decayendo: en la medida que vamos envejeciendo, podemos trabajar menos tiempo. Se quiera o no, desde la simple capacidad física, una persona de 70 años puede producir menos que una persona de 30 años —ojo, estoy hablando de la capacidad física, no de la habilidad intelectual ni de la experiencia adquirida con los años—, por lo cual esa disminución en la capacidad de generar ingresos con base en el trabajo puro se ve compensada con una riqueza financiera acumulada. Al llegar a los 90 años, tendremos casi que cero capacidad laboral, pero un capital financiero que nos soporte las necesidades; si no se tienen ese capital ahorrado, muy difícilmente una persona mayor podría salir a generar ingresos.

Las teorías desarrolladas por estudios como los de Ibbotsson dicen que el capital humano debe ser entendido como el valor presente de todos los ingresos que va a obtener una persona hasta el día de su muerte. Aunque esto es difícil de calcular, algunos supuestos sí llevarían a modelarlo financieramente: una persona promedio con mayor nivel de educación, probablemente genere mayores ingresos; una persona joven tendrá menores ingresos laborales que una persona alrededor de 50 años; una persona jubilada, es posible que tenga ingresos pensionales menores que una persona que aún se encuentra trabajando (comparando la pura pensión obligatoria vs el salario justo antes de pensión).

En vista de lo anterior, al poder asignarle un valor monetario al capital humano, se pueden tomar decisiones financieras importantes como: el valor de un seguro de vida, el riesgo que le imprimo al portafolio financiero, entre otras. Hablemos un poco del seguro: si el capital humano es el valor presente de todos los ingresos futuros, quiere decir que su valor máximo será, justo, en el momento inicial (o momento cero). En la medida que los años vayan pasando, el valor del capital humano irá cayendo. Esto quiere decir que si mi mayor activo es mi capacidad de trabajar, debo protegerla ante riesgos como la muerte o la incapacidad laboral. Así, son los jóvenes los que deben tener (contrario a lo que es el imaginario común), el mayor monto de un seguro de vida: finalmente, están protegiendo su mayor activo y su mayor patrimonio, que son ellos mismos.

Hay mucho más por decir en este tema, pero lo iremos abarcando próximamente.     

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la visión de Old Mutual sobre los temas tratados.

Opinión de Manuel García Ospina, gerente de la Escuela de Planeación financiera y comercial de Old Mutual. 

Préstamos bancarios: cuando los tipos suben, los cupones suben también

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Préstamos bancarios: cuando los tipos suben, los cupones suben también
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Mark Moz. Préstamos bancarios: cuando los tipos suben, los cupones suben también

Son muchas las características que hacen que los préstamos bancarios sobresalgan en comparación con sus productos análogos de renta fija, pero aquí le presentamos tres factores clave que creemos que todos deberían conocer sobre la inversión en préstamos bancarios:

1. Los préstamos bancarios no tienen duración de la tasa de interés.

Los pagos de los intereses de préstamos bancarios se basan normalmente en un diferencial sobre el LIBOR (London InterBank Offered Rate) a tres meses. Estos pagos fluctúan con los cambios en el LIBOR. Cuando los tipos suben, los cupones que reciben los inversores también suben. En teoría, se puede calcular la duración de los préstamos bancarios. Sin embargo, hemos estudiado la relación entre los cambios en los tipos y los precios de los préstamos bancarios, y simplemente no existe relación entre ellos. Cuando los tipos suben, también lo hace la demanda (y los precios) de los préstamos bancarios.

2. Los préstamos bancarios tienden a valorarse por su precio justo la mayor parte del tiempo.

Si bien las variaciones de precios son más comunes en el segmento de los préstamos bancarios morosos, en préstamos generales tienden a tener un precio cercano al valor nominal. Es poco probable que los préstamos bancarios tengan un precio muy por encima o por debajo del valor nominal, ya que se pueden pagar o refinanciar en cualquier momento y por cualquier motivo. Mientras que otros mercados de renta fija a veces pueden parecer relativamente baratos o caros, pensamos que los préstamos bancarios por lo general se valoran por su precio justo.

3. Los préstamos bancarios pueden ofrecer rendimientos atractivos, y es probable que la morosidad permanezca baja.

La siguiente tabla muestra distintos tipos de activos de renta fija, por su duración y rendimiento. Los préstamos bancarios pueden ofrecer un rendimiento competitivo y generalmente estable que aumenta con los tipos de interés. Además, hay pocos vencimientos de préstamos bancarios previstos de ahora a 2017. Este calendario de bajos vencimientos lleva a una previsión de morosidad por debajo del promedio histórico de la categoría de activos.

Columna de Cheryl Stober, vicepresidente y product manager del equipo de préstamos bancarios en Loomis, Sayles & Company, filial de Natixis Global AM

El CIO, el chef de tu compañía

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El CIO, el chef de tu compañía
Foto: USAarmy, Flickr, Creative Commons. El CIO, el chef de tu compañía

A veces pienso que un chef tiene un rol similar a un CIO. Un chef es aquel que tiene un conocimiento extenso y experiencia en cocina, encargándose especialmente de crear e innovar platos que sus cocineros reproducirán. El chef tiene que saber sobre productos, costes, nutrición, enología, entre otros, y debe ser capaz de liderar y coordinar a un equipo de especialistas, que permita ofrecer buenos resultados.

Un CIO va más allá que un gestor (al que podríamos considerar un cocinero). Un CIO es más global, más completo, se relaciona con la alta dirección, con gestores, analistas, con clientes, con equipos de riesgos, sistemas de información y ventas, medios de comunicación, etc. y tiene que saber de productos, de economía, de riesgos, de estrategia, de geopolítica, de legislación y marketing, entre otras, porque son muchos los inputs que hay que seguir para construir menús-carteras y saber venderlos convenientemente.

El chef/CIO es capaz de usar su creatividad, instinto y experiencia para innovar y mejorar de forma constante sus menús/carteras, de aprender día a día, de extraer el mayor talento de su equipo de especialistas y acompañar al liderazgo de su compañía como colaborador necesario para disfrutar de una relación satisfactoria con sus clientes.

El chef/CIO debe conocer con exactitud los aportes nutricionales, carencias y posibles combinaciones de los productos disponibles, para seleccionar y mezclarlos en su justa medida cuando construye sus carteras. Debe vigilar sus sabores y presentaciones y tiene que ser consciente de tener platos que permitan buenas digestiones cuando los mercados están mal, y otros que posibiliten la energía suficiente para desarrollar largas carreras.

También debe salir de la cocina/despacho y saludar de vez en cuando a sus clientes finales, de preguntarles si les sienta bien el menú y están a gusto con su carta. En definitiva, debe ir afinando entre las necesidades de su entidad y sus clientes, porque no puede creer que su combinación siempre será la más óptima.

Debe estar preparado para las críticas y momentos de adulación. De las primeras solo cabe enseñar qué técnicas utiliza, su visión y qué resultados espera a corto y medio plazo, aprender, revisar y rectificar si es necesario, pero más pronto que tarde. En sus manos pende parte del prestigio y el posible fracaso de la entidad.

De los halagos ante los éxitos, mejor solo agradecer con humildad, a sabiendas de que para mantener el listón de la cocina bien alto, no debe bajar la guardia en ningún momento. En un entorno de mercados aleatorio, los éxitos de hoy pueden ser considerados un fracaso mañana.

Creo que la figura de un verdadero chef/CIO frente a un cualificado cocinero/gestor, en el panorama actual de la banca privada y gestión de activos, es crítica para el negocio, con un importante papel que jugar ante la transformación y adaptación de los modelos de negocio actuales.

Columna de opinión de Rafael Romero, director de Inversiones de Unicorp Patrimonio (Banca Privada Unicaja). De estos temas se habló en la conferencia sobre fondos organizada por iiR España el pasado 6 de octubre.

Las opiniones expresadas son responsabilidad única y exclusiva del autor, y no representan la posición de la entidad en la que presta servicios.

Confiar en el alpha, el secreto para navegar en este contexto de mercado

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Confiar en el alpha, el secreto para navegar en este contexto de mercado
Photo: Arek Olek. Navigating The Storm: In Risk Budgeting and Alpha We Trust

Los marineros y los montañeros lo saben bien: el tiempo puede variar de repente y convertir un agradable viaje familiar en un peligroso desafío. El 2015 comenzó como un año bonito, bendecido por los esfuerzos simultáneos de hasta 14 bancos centrales para reactivar sus economías, liderados por el Banco de Japón y el Banco Central Europeo. La foto familiar a 31 de marzo era idílica: tanto la renta fija como la renta variable registraban ganancias durante el primer trimestre. Tras repuntar un 22% las bolsas europeas por fin alcanzaron el nivel de las de Estados Unidos, mientras que las asiáticas registraban también avances de doble dígito, con China y Japón a la cabeza.

Entonces, llegaron las nubes de tormenta. Después de haber tocado fondo en los 7 puntos básicos el 20 de abril, la rentabilidad del bund alemán a 10 años se elevó inesperadamente a 98 puntos básicos en tan sólo un mes y medio, generando una pérdida de valor sin precedentes del 8,3%. Tan pronto como los mercados de bonos se estabilizaron, el drama de Grexit volvió a rondar a los inversores y los políticos, aunque estas nubes se disiparían con el tiempo. Sin embargo, fue un alivio a corto plazo. Las preocupaciones sobre el régimen del tipo de cambio de China y la incertidumbre sobre la postura de la Fed provocaron en agosto movimientos sin precedentes en las bolsas.

Hay debilidades en los fundamentales que justifican el nerviosismo del mercado. La recuperación económica en Europa y en Japón es débil, los grandes mercados emergentes que van desde Brasil a China, pasando por Rusia están experimentando severos riesgos de desaceleración del crecimiento y la deflación siguen siendo significativa en todos los ámbitos. Mientras tanto, la Reserva Federal, tarde o temprano tiene que revertir una política acomodaticia sin precedentes en la historia. La valoración de las bolsas estadounidenses apuntan a niveles históricamente caros.

Dicho esto, nos parece que, a medio plazo, la evolución positiva de la recuperación de Estados Unidos será mayor que las consecuencias negativas de lo anterior. En general, es probable que la economía mundial se vea respaldada por las buenas condiciones del crecimiento estadounidense. Sin embargo, la desaceleración constante del crecimiento en los mercados emergentes implica que la demanda agregada probablemente permanecerá deprimida. En este entorno seguimos prefiriendo las bolsas europeas y japonesas. Su valoración sigue siendo atractiva en términos relativos y el impulso reciente visto en los beneficios empresariales han dado apoyo. En lo que respecta a la renta fija mantenemos una postura neutral: el entorno de bajo crecimiento y los temores de deflación respaldan este activo pero las valoraciones son caras.

Precisamente porque existen malos momentos, las inversiones a largo plazo tienen una prima. Si nuestro escenario es correcto, es probable que los mercados sigan integrando el valor generado por el crecimiento de la economía global de una manera inquietante.

Más que nunca creemos que la combinación de estrategias de presupuesto de riesgo con alfa puede ofrecer retornos en el largo plazo. La combinación de estrategias de presupuesto de riesgo genera una sólida rentabilidad ajustada al riesgo. Aparte de esto las carteras diversificadas de los hedge fund contribuyen a suavizar el cambio. Revisemos porqué:

Estrategias alpha

Las estrategias de los hedge funds han demostrado ser muy resistentes este año. Las de Risk Arbitrage y Event Driven han sufrido, pero la mayoría de los managers de renta variable Long/Short o Global Macro han logrado suavizar la crisis global. A fines de septiembre, el índice Lyxor L/S Equity Broad sube un 1% en lo que va de año, mientras que los índices bursátiles mundiales han bajado casi un 10%. El fondo de fondos HFR seguía en niveles positivos a final del mes de agosto, aunque es probable que en septiembre vuelva a territorio negativo. Hasta entonces, algunos fondos de hedge funds estaban arrojando resultados positivos, algunos de ellos por encima del 2%, una cifra bastante notable en este entorno.

Las estrategias alpha han estado bajo presión en los rally de los 6 últimos años de mercado. Pero en el transcurso de 2015, los inversores han asignado cada vez más activos a esos fondos debido a que los tradicionales fondos long-only empezaron a ser menos atractivos en términos relativos. Curiosamente, las entradas de capital en las alternativas líquidas en 2015 están alcanzando niveles récord en Europa, con 50.000 millones de euros entre enero y agosto de este año.

Estrategias risk budgeting

El caso a corto plazo para las estrategias que presupuestan el riesgo es más complicado y se han visto criticados recientemente por dos razones:

  1. por su contribución a los movimientos bajistas del mercado
  2. por sus resultados decepcionantes.

Ciertamente las estrategias basadas en presupuesto del riesgo pueden conducir al manager a vender, a pesar de tener una actitud positiva en el mercado. Pero esto es como reducir la superficie de la vela de un barco cuando se levanta viento. Podría resultar costoso si el viento vuelve a caer, pero también puede evitar una situación muy difícil si se levanta viento de nuevo.

El índice VIX se disparó brutalmente del 13% del 17 de agosto al 41%, el 24 de agosto y algunas personas estiman que las estrategias basadas en presupuesto del riesgo cortaron inmediatamente sus posiciones en la misma proporción (por 3), empeorando por tanto, la venta masiva. En nuestra opinión, esto es muy exagerado.

En primer lugar, lo peor de la venta masiva ocurrió en China, donde el enfoque de inversión de presupuesto del riesgo simplemente no existe. En segundo lugar, si la mayoría de los managers de este enfoque utilizan la volatilidad como un proxy para el riesgo, lo habitual es utilizar la serie de datos de volatilidad histórica en el periodo de 3 meses a un año y no el VIX.

En lo que se refiere a su trayectoria, las estrategias de presupuesto de riesgos no pueden escapar a las ventas masivas del mercado sobre todo cuando son long-only. Dicho esto, la mayoría de ellas generan una rentabilidad por encima de los fondos mixtos tradicionales, ya que reducen gradualmente su exposición, siempre y cuando el riesgo de mercado esté aumentando.

Además de eso, deberían tenerse en cuenta las notables propiedades a largo plazo de estas estrategias. AQR Asness, Frazzini y Pedersen (2012) publicaron una simulación muy a largo plazo de una estrategia típica de paridad de riesgo en un artículo en el Journal Financial Analyst.

Curiosamente, estas simulaciones demostraron que no sólo las estrategias de paridad de riesgo llevan haciendolo muy bien desde el año 1980, sino que también habrían sido bastante elásticas entre 1930 y 1980. Se pueden encontrar resultados similares en muchos libros de texto.

Incluso sino lo hace de una manera sistemática, sin duda recomendaría pensar en términos de asignación de riesgos más que en términos de asignación de dólares ya que este enfoque ha demostrado ser y probablemente siga siendo mucho más eficiente.

Nicolas Gaussel es CIO de Lyxor Asset Management y miembro del comité ejecutivo de la firma, en la que empezó a trabajar en 2009.

Los nueve objetivos estratégicos para la China de 2025

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Los nueve objetivos estratégicos para la China de 2025
Photo: Dennis Jarvis. Made in China 2025: Opportunities and Challenges

En el documento Made in China 2025, publicado por el Consejo de Estado chino a principios de mayo de este año, se establece un principio rector para la transformación de China de “gigante de la fabricación” en “potencia de la fabricación” en los próximos 10 años. Este plan, basado en el concepto “Industria 4.0” nacido en Alemania, presenta una estrategia de tres pasos. Se trata de tres fases de diez años, ya que la duración del plan es de treinta, y su objetivo es lograr que China sea una potencia manufacturera para 2045, cuando el país cumpla su 100º aniversario.

La transición de China de “gigante” de la fabricación a “potencia” productora

En Made in China 2025 se establecen nueve objetivos estratégicos, que comprenden la mejora de la capacidad de innovación, la promoción de la integración de la informatización y la industrialización, el establecimiento de una marca de alta calidad, la implantación general de técnicas de producción respetuosas con el medio ambiente y una intensa promoción de la investigación y desarrollo en áreas clave, entre otros elementos. Cuenta además con diez campos fundamentales, que van desde las tecnologías de la información hasta la conservación y creación de energía, pasando por aviación y navegación, medicina biológica, etc.

El gobierno central destinará fondos especiales y creará incentivos fiscales para estos diez campos clave. Aunque los detalles no se conocen aún, se considera que el conjunto del plan mejorará la influencia de las empresas chinas a escala mundial y mejorará al tiempo su capacidad para satisfacer las diversas necesidades de los clientes.

La Industria 4.0 puede alcanzarse directamente aprovechando las ventajas existentes

Made in China 2025 se publica en este preciso momento y supone una cierta ventaja para China desde el punto de vista del proceso de desarrollo. En comparación con los países desarrollados, China y otros mercados emergentes son capaces de combinar los sistemas industriales e Internet de forma más temprana y rápida, gracias a la intensa inversión en infraestructuras que han llevado a cabo. De este modo, los mercados emergentes pueden promover la eficiencia y entrar directamente en la fase de “Industria 4.0”, saltándose las fases de “Industria 2.0” e “Industria 3.0” por las que han tenido que pasar los países desarrollados. Por ejemplo, en los mercados emergentes nadie se molesta en instalar cableado eléctrico y telefónico, sino que pasan directamente a la tecnología inalámbrica. Al reforzar la conexión entre las empresas, se potencia la escala económica general de las entidades del país y se atenúan los obstáculos relacionados con recursos y financiación, lo que hace que las empresas sean más eficientes e “inteligentes”.

Sin embargo, siguen existiendo aún muchos retos que afrontar en el futuro para poder alcanzar las ambiciosas metas de Made in China 2025. En primer lugar, la actual capacidad de innovación china no es muy elevada. Aunque en 2014 China presentó 223.000 solicitudes de patente, lo que la situaba por cuarto año consecutivo como el país con mayor número de solicitudes, sigue dependiendo enormemente de la importación de los materiales básicos. Además, la inversión en I+D de China nunca ha superado el 2,0% de su PIB (2013). A esto se añade que el valor añadido de la industria manufacturera es sólo del 21,5%, muy lejos del 35% o más que registran muchos países desarrollados.

Se precisan mejoras en capacidad de innovación e imagen

Además, la imagen de marca de China nunca ha resultado buena. Casi el 10% de los productos chinos no se adecuan a sus propios estándares nacionales, y la proporción de productos de China que tienen que retirarse de mercados extranjeros es de nada menos que el 65% (2012), la tasa más alta del mundo. En el sector juguetero, en la UE hay una media de 20 casos al mes de juguetes que los fabricantes chinos tienen que retirar del mercado.

La sostenibilidad medioambiental supone también un reto. En el pasado, la escasa eficiencia y la conducta irresponsable del sector manufacturero ha ocasionado una grave contaminación ambiental. Aparte de la contaminación atmosférica y de la gran polución de las aguas subterráneas, su ratio de aprovechamiento de la energía por unidad de producción es también muy elevada. Por consiguiente, no resultará fácil para China lograr una reducción significativa de su consumo de energía y materiales, así como de sus emisiones contaminantes, y lograr la plena implantación de un modelo de fabricación verde en un plazo de diez años.

Se necesita la colaboración del capital y el talento

La enorme inversión necesaria puede suponer también un obstáculo para la ejecución del plan. Aunque el gobierno central puede aportar financiación e incentivos fiscales, estas aportaciones pueden resultar muy escasas teniendo en cuenta la gran inversión necesaria en formación, maquinaria e I+D. Y la disponibilidad de talento también podría resultar insuficiente. Por otra parte, es posible que las universidades no dispongan de instalaciones de formación apropiadas. Así mismo, a lo largo de los últimos 30 años, China ha introducido tecnologías e infraestructuras de gestión del extranjero, aprovechando los bajos costes que ofrece, lo que ha dado lugar a una escasa inversión y reforzamiento de su propio I+D. Además, China ha desarrollado una industria con grandes necesidades de recursos, de los que se ha vuelto dependiente, como acero, aluminio, cemento, etc. Por ello, otras industrias más dependientes de la tecnología, como las energías solar y eólica, se encuentran subdesarrolladas. Así pues, la clave es cómo transformar la estructura industrial y su capacidad.

Y China se enfrenta además a restricciones a la hora de expandir su mercado. Las potencias manufactureras tradicionales, como Estados Unidos, Japón o Alemania dominan el mercado mundial de productos de los segmentos medio y alto. Así que no es fácil para China ampliar su cuota de mercado. Por otro lado, los países en vías de desarrollo, con una solidez financiera relativamente menor, es posible que no puedan dar cabida a este tipo de productos, o que tengan una demanda insuficiente de los mismos.

La mejora del sector de la producción resulta beneficiosa para la reestructuración económica

Además de la complicación relacionada con el espacio en el mercado, China se enfrenta a la competencia de otros países. En los últimos dos años, Estados Unidos ha puesto en marcha planes para hacer que las empresas del país vuelvan a traer sus instalaciones de producción a Norteamérica. Se calcula que, en la actualidad, los costes de producción en China son solamente un 5% menores que en EE.UU. Pero es probable que esta situación dé un vuelco en el futuro. A causa de la menor eficiencia, los mayores costes logísticos y la tecnología más pobre que ofrece China, posiblemente en 2018 los costes de producción en EE.UU. sean un 2%-3% menores que en ese país. Para entonces, la competitividad de la industria china se habrá debilitado aún más.

En general, se ha producido un ajuste fundamental en el patrón del sector manufacturero mundial: Por un lado, los países desarrollados han llevado a cabo una “reindustrialización” para mejorar la ventaja competitiva de su producción después de la crisis financiera; y por otro, distintos países en desarrollo han expandido sus mercados internacionales ofreciendo menores costes que los de China. Por ello, podemos inferir que China se “enfrenta a un enorme reto bidireccional”, como se indica en Made in China 2025.

Superar con éxito estos desafíos y lograr que China se convierta gradualmente en una potencia de la fabricación, con un gran peso específico en productos del segmento superior, una elevada calidad y una adecuada protección del medio ambiente puede resultar beneficioso para los sectores y empresas relacionados con los diez campos básicos en general, así como ayudar a atenuar los efectos del incremento de los costes de mano de obra, la contaminación ambiental, los recursos limitados, el exceso de capacidad y la disminución de las exportaciones, y promover la reestructuración económica.

Victoria Mio es lead portfolio manager del equipo de renta variable china de Robeco y forma parte del equipo de Asia-Pacífico de la firma.

¿Por qué los monos odian perder uvas y usted odia perder dinero?

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¿Por qué los monos odian perder uvas y usted odia perder dinero?
Foto: fPat Murray. ¿Por qué los monos odian perder uvas y usted odia perder dinero?

En nuestra vida, creemos que es razonable no escatimar esfuerzos para tomar mejores decisiones que los monos. Esto no es tan fácil como parece. En un famoso experimento popularizado por el libro SuperFreakonomics, de 2009, el Dr. Keith Chen condicionó a unos monos a entender la utilidad del dinero para comprar golosinas. El estudio fue tan persuasivo que los animales mostraron elasticidad en la demanda: compraban una menor cantidad de determinadas golosinas cuando los precios subían y más cuando los precios caían; pero el verdadero descubrimiento se produjo cuando los investigadores introdujeron dos juegos de azar.

En el primer juego, científicos le mostraban una uva a un mono y, dependiendo de cómo cayera una moneda lanzada al aire, cara o cruz, el animal recibía sólo una uva, o una uva más de “bonificación”. En el segundo juego, al mono se le mostraban dos uvas desde el inicio. Cuando el lado de la moneda no le era favorable al mono, el investigador le quitaba una uva. En ambos juegos los monos obtenían, en promedio, el mismo número de uvas. Sin embargo, en el primero, la uva se presenta como una ganancia potencial, mientras que en el segundo juego como una posible pérdida.

¿Cómo reaccionaron los monos? Citado del libro:

“Una vez que los monos se dieron cuenta de que el científico de las dos uvas a veces retenía la segunda uva, y que el científico de una uva a veces agregaba una uva de bonificación, los monos mostraron una clara preferencia por el investigador de una uva.

A un mono racional no le habría importado, pero estos monos irracionales padecían lo que los psicólogos llaman aversión a la pérdida. Se comportaban como si el dolor de perder una uva fuera mayor que el placer de ganar una.

El hecho que las pérdidas sean difíciles de soportar tiene importantes implicaciones para nuestras propias conductas. Por ejemplo, nosotros, al igual que los monos del experimento, tendemos a tomar decisiones diferentes en función del contexto en que se enmarquen dichas decisiones. Recordemos que los monos recibirían la misma cantidad de uvas esperadas, independientemente de cuál fuera el juego, sin embargo, los monos simplemente dejaron de participar en la apuesta que iniciaba ofreciendo dos uvas pero al mismo tiempo incluía una posible pérdida.

Resulta que el ser humano reacciona exactamente de la misma manera en situaciones similares. En muchos estudios se ha observado que los inversionistas venden sus inversiones ganadoras antes de tiempo (para evitar pérdidas contra valores anclados), y se aferran a sus posiciones perdedoras más de lo que deberían (para evitar la realidad de perder dinero).

Estas y otras observaciones llevaron a los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky a formular la “teoría prospectiva” a principios de la década de 1990 para describir la forma en que las personas toman decisiones entre alternativas probabilísticas en las que interviene el riesgo. Kahneman ganó el Premio Nobel de Economía por sus trabajos sobre teoría prospectiva en 2002.

Esta teoría se puede reducir a un solo concepto: el dolor percibido derivado de una pérdida duele mucho más que el placer percibido derivado de una ganancia equivalente.

Debido a esta asimetría emocional, en un escenario de ganancia es probable que los inversionistas eviten el riesgo, mientras que en un escenario de pérdida, es probable que los inversionistas lo busquen. Y esta es una de las razones principales por las que durante mucho tiempo hemos adoptado una filosofía de inversión centrada en la gestión de riesgos. Observando a nuestros clientes, y de hecho a todo el universo de inversionistas, entendemos que el dolor de perder es un poderoso impulsor para una toma de decisiones, que muchas veces dista de ser lo mejor

En un artículo anterior en nuestro blog (Gestaltu.com), hacíamos mención la forma en que nuestra filosofía de inversión se centra específicamente en los sesgos de comportamiento que pueden socavar el éxito de los inversionistas. En aquel momento, dijimos:

“Como inversionistas e investigadores cuantitativos, por lo general no nos gusta trabajar en áreas “más sentimentales” de las ciencias sociales. Como asesores financieros de confianza, sabemos que a menudo nuestros clientes necesitan algo más que un enfoque basado en evidencias para invertir. Suelen necesitar estímulo, atención y apoyo personal.

La gente usa experiencias como factores para la toma de decisiones, pero actúa impulsada por la emoción. Nosotros diseñamos estrategias de inversión que no sólo funcionan según modelos informáticos, sino también en la práctica, con clientes reales cuyos comportamientos y cuyas acciones nunca se desvinculan totalmente de su estado emocional. En otras palabras, los enfoques basados en reglas que aplicamos en la práctica tienen que ser compatibles con sus pensamientos (y los nuestros).”

“Es cierto que no pasamos tanto tiempo… como lo harían nuestros colegas, hablando sobre “finanzas del comportamiento”. Ahora sabe por qué: la mejor manera que conocemos para limitar los efectos adversos de este tipo de conductas es ofrecer a nuestros clientes un perfil de rentabilidad que no los obligue a tomar malas decisiones bajo presión.”

Basándonos en esta teoría.  Nuestra metodología de inversión no sólo tiene por objeto conducirlo hacia sus metas financieras desde el lugar en el que se encuentra; tiene por objeto llevarlo a ellas lo más suave y tranquilamente posible.

Enseñanzas de Volkswagen para la planificación financiera

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Enseñanzas de Volkswagen para la planificación financiera
Foto: A Paulchu Shot. Enseñanzas de Volkswagen para la planificación financiera

Los recientes hechos ocurridos con Volkswagen dejan muchas enseñanzas para las personas naturales que establecen procesos de planificación financiera y, principalmente, su componente de planificación de inversiones. El más evidente es la necesidad de tener una diversificación en los portafolios que permita mitigar los impactos negativos que ocurren con hechos como los de la automotriz alemana.

Pongámosla fácil: muchos inversionistas tienen la estrategia de buscar el activo que pueda ser más rentable en determinado período de tiempo y salirse, generalmente, anticipando las noticias. Esto tiene un problema como lo demostró Volkswagen, y es que las noticias llegan de un momento a otro sin la posibilidad de anticiparlas. A menos que alguien tenga información confidencial o información privilegiada y la utilice en compra y venta de activos (de hecho, ambas son malas prácticas de los mercados financieros y en muchas ocasiones tienen consecuencias penales el usar información no pública para obtener beneficios económicos), las noticias van más rápido que la reacción que puede tener un inversionista, especialmente el pequeño que depende, en no pocas veces, de terceros para poder ejecutar compras o ventas de activos.

En el momento en el cual Volkswagen anunció el problema de sus automóviles en Estados Unidos, los mercados reaccionaron de manera ampliamente negativa (como tenía que ser). Es claro que un inversionista de compra y venta de activos con la estrategia de anticipación de noticias, no tuvo tiempo para recomponer su estrategia antes de la caída de la acción de la compañía.

La descripción anterior para ilustrar varios puntos, que se conocen desde hace tiempo, pero que se vuelven relevantes cada vez que ocurren (y que de hecho tardé varias semanas para referirme al caso, con el fin de que no se olvide): el primero, la concentración trae consecuencias no deseadas, en el caso al que nos referimos, claramente consecuencias negativas; el segundo, las metas financieras no se logran con localizar recursos en el activo más rentable, de hecho se logran cuando se machan objetivos con inversiones —vuelvo al ejemplo de que si tiene algún objetivo en dólares, es necesario tener las inversiones en dólares—, y el tercero, que no existe algo “libre de riesgo”…esto último es importante de resaltar, porque el riesgo es inherente a toda actividad.

Pensar en qué hubiera pasado si hubiera tenido acciones de Volkswagen dentro de mi portafolio y cómo me hubiera gustado que mis inversiones generales hubieran respondido ante un evento como el registrado, es un ejercicio que nos puede ayudar a planear de mucha mejor manera la forma en que queremos manejar el componente de inversiones de nuestro proceso de planificación financiera.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la visión de Old Mutual sobre los temas tratados.

Opinión de Manuel García Ospina, gerente de la Escuela de Planeación financiera y comercial de Old Mutual. 

La revolución fintech en banca privada y gestión de activos

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La revolución fintech en banca privada y gestión de activos
Foto: Victor Camilo, Flickr, Creative Commons. La revolución fintech en banca privada y gestión de activos

El próximo martes 6 de octubre se celebrará en Madrid el Funds Experts Forum, organizado por IIR. La verdad es que tiene una pinta estupenda para que profesionales del sector se puedan reunir unas horas, parar la habitual locura de su día a día, y pensar y debatir juntos sobre los retos estratégicos y tácticos que afronta el sector. En mi caso, estoy invitado a un diálogo con mi colega Martín Huete, sobre un tema del que se habla mucho últimamente, la llamada revolución fintech y sobre todo cómo afecta este fenómeno a la gestión de activos y la banca privada.

Lo cierto es que, como casi cualquier tendencia innovadora que se pone de moda, oímos hablar de fintech a menudo pero aún con mucho desconocimiento de causa. Últimamente casi la mitad de artículos que leemos son de este tema (la otra mitad de MiFID II y otras regulaciones). Así que no vale mucho la pena que escriba otro más al respecto, me limito a enlazarles este buen resumen de Martín sobre de qué va esto del fintech, como artículo introductorio.

Para el día del evento, más que elucubrar de si el fintech será disruptivo o no lo será y cuándo, la idea es ver qué problemas que tiene ya la industria puede resolver la irrupción del fintech y cuáles otros adicionales puede traer. Lo haremos tratando de evitar el habitual maniqueísmo entre disruptores e incumbents, que aunque tengan una relación aparente de odio y desprecio, suelen acabar casándose con mucha frecuencia.

En este sentido, obviamente hablaremos de robo-advisors (asesores robots, no robones) y su impacto real en activos bajo gestión en todo el mundo y por qué está toda la industria invirtiendo tanto en ellos, de si la regulación es un freno efectivo para todas estas start-ups o no, de cómo va a transformar la distribución del sector MiFID II y la esperada muerte de las retrocesiones, de cómo las formas de reporting y seguimiento de carteras a clientes van a cambiar durante los próximos años, de cuántas de las cosas sobre millenials (otro tema de moda) van siendo ya aplicables hoy en día para los clientes actuales más mayorcitos,…y bueno, de los temas que quiera hablar Martín y cualquiera de los asistentes al foro que se apunte al diálogo.

Salvador Mas es experto en Transformación Digital para el Sector Financiero

¿Qué opinan los gestores sobre China?

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¿Qué opinan los gestores sobre China?
Foto: Biliwander, Flickr, Creative Commons. ¿Qué opinan los gestores sobre China?

El gigante asiático está en boca de todos, y no es para menos después del crecimiento de los últimos años y los datos publicados recientemente. En las últimas semanas muchos gestores de fondos han compartido su visión y análisis sobre la situación, por eso me gustaría hacer una recopilación de las ideas más interesantes:

¿Qué está sucediendo con China?

En el último mes los mercados se han visto sorprendidos por dos noticias relativas a China: la devaluación del yuan por parte del banco central chino, y que los datos publicados sobre la economía china en agosto han sido los peores de los últimos siete años. Dos hechos que es lógico que despierten el interés del inversor si tenemos en cuenta el peso de China en el PIB mundial (11,5% del mundial y el 38% del PIB Asia-Pacífico), y que es el país que más ha aportado al crecimiento en la última década.

Rory Bateman, director de renta variable de Europa y Reino Unido de Schroders, opina que la desaceleración de China es inevitable, ya que “su expansión ha estado dirigida por el gobierno, alimentada del crecimiento del crédito y centrada en inversiones e infraestructura. Ahora necesita hacer una transición hacia el consumo”. José Carlos Jarillo, gestor de SIA, coincide con este momento de transformación, afirmando que “la economía china está en un proceso de cambio, de fuertemente inversora a más consumidora”.

Jim Chanos, fundador de Kynikos Associates, ya advirtió hace tiempo de que el rápido crecimiento de China se debía a una burbuja inmobiliaria sustentada en mucha deuda. Así, entre sus cinco advertencias destaca que la cifra del PIB chino es política, no económica, y que lo importante es la deuda y no las acciones. China ha doblado su ratio de deuda sobre el PIB en los últimos 5 años, hasta alcanzar el 282% según un estudio de McKinsey Global Institute. En cuanto al crecimiento real, Lombard Street Research, Capital Economics y Oxford Economics coinciden en que la verdadera tasa de crecimiento está por debajo del 4%.

En cuanto a la reciente devaluación del yuan, los gestores coinciden en que es una medida para impulsar las exportaciones. Las primeras consecuencias podemos verlas en las materias primas. Juan Cruz, socio y director de Inversiones de Cygnus AM, advierte de que “las recientes medidas para devaluar su divisa no hacen más que añadir leña al fuego de las materias primas”. La continuidad de los precios bajos de las materias primas y del crudo estará condicionada a si China está entrando solo en la guerra de divisas o si acompañará esta devaluación con un paquete de medidas para estimular su economía, según Cruz.

¿Cuál es la repercusión esperada?

Mutuactivos opina que los datos conocidos hasta la fecha no son tan graves como lo que ya ha descontado el mercado, y que “un colapso del gigante asiático sería catastrófico para la recuperación económica mundial».

El gestor de Schroders, en cambio, cree que el impacto de China sobre la recuperación europea será limitado, si bien avisa de que “la presión deflacionaria de las materias primas y las importaciones se trasladará a las expectativas de inflación”. En dicho caso, el euro podría perder competitividad relativa si se dan nuevas devaluaciones de divisas en los mercados emergentes.

Jarillo coincide con la visión de Bateman en que el impacto en el resto del mundo no será tan grande, estimando que una bajada del PIB chino del 1% implicaría una baja a medio plazo (dos años) de un 0.2% en Europa y de un 0.1% en Estados Unidos.

Otras gestoras confirmar este impacto. Según Andres Llorente, impulsor de la iniciativa Smart Social Sicav, “Goldman Sachs, JP Morgan y Societé Generale han vaticinado que el aterrizaje chino no se notará con excesiva fuerza en las economías desarrolladas.”

En cuanto a los mercados, ¿es momento de invertir o de salir de China?

Mientras que algunos han decidido salir del mercado ante la incertidumbre, otros han adoptado por buscar oportunidades en estas caídas. Ese es el caso de Jim Chanos, que está aprovechando para buscar industrias y activos que se vean afectados por la desaceleración de China. Por su parte, tanto Warren Buffett como Bill Ackman se muestran alcistas en el gigante asiático, considerando que tiene potencial en el largo plazo.

Los gestores españoles parecen tener una visión bastante similar. En su artículo sobre China, Mutuactivos opina que estas caídas pueden ser una oportunidad de compra.

Observando los distintos análisis podemos concluir que, si bien el peso de China es muy elevado, su impacto mundial en las economías desarrolladas podría ser menor del esperado. En cuanto a la inversión, donde unos ven adversidad otros ven una oportunidad, lo importante es mantener el foco, conocer el perfil de riesgo de uno mismo y no dejarnos llevar por las emociones.

Opinión de María Tejero, responsable de Marketing y Comunicación de Unience