El caso chileno, la bola de cristal para las AFORE

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El caso chileno, la bola de cristal para las AFORE
Foto: Pexels. El caso chileno, la bola de cristal para las AFORE

En 1980, con la Reforma de Pensiones en Chile, se inició en Latinoamérica y otros países de Europa del Este una etapa de transición en diversos sistemas de pensiones antes de reparto -sistemas de pensiones condenados a la quiebra ante el panorama de envejecimiento mundial- hacia esquemas de capitalización individual cuyo objetivo principal fue darles sostenibilidad financiera en el largo plazo y alivio a finanzas públicas. Estos esquemas de capitalización individual, entre otras cosas, vislumbraban resolver problemas de baja cobertura, estimando otorgar tasas de reemplazo promedio cercanas al 70% del último sueldo de los trabajadores.

En el panorama actual, diversos estudios concuerdan que el nivel de contribución necesario para alcanzar una pensión del 70% del último sueldo requiere un ahorro constante durante la vida laboral entre el 14% y el 16% del sueldo base del trabajador. Los países miembros de la OCDE tienen un nivel de ahorro promedio para el retiro del 20%; como referencia el sistema chileno tiene un nivel de contribuciones obligatorias del 10% y el sistema mexicano del 6,5% del sueldo base del trabajador.

Los sistemas de capitalización individual tienen una serie de fortalezas comprobadas, pero no resuelven por si mismos el financiamiento de la vejez. Se requiere un esfuerzo adicional tanto del trabajador como del patrón y del gobierno para complementar las contribuciones obligatorias que se establecieron fijas durante la vida laboral del trabajador, con mecanismos que promuevan un mayor ahorro voluntario individual, que incentiven la permanencia del trabajador en el mercado laboral formal o, en su caso, su permanencia en el sistema contribuyendo de forma activa un porcentaje de su sueldo de forma constante así como generar una oferta adicional de vehículos de ahorro de largo plazo que sirvan para la mejora de los ingresos en la vejez. Porque al final, el nivel de ahorro constante es el factor más importante que determina el monto de la pensión.

Chile, tratando de adelantarse para mejorar las pensiones que estudios actuariales estimaban para sus primeros pensionados del sistema de capitalización, en la última década emprendió una serie de adecuaciones asociadas con incrementar las aportaciones voluntarias, diversificar el régimen de inversión, otorgar un bono por hijo y fortalecer el pilar solidario, entre otras. Sin embargo, las pensiones que efectivamente se están otorgando a los pensionados bajo el sistema de capitalización individual son menores a las estimadas. ¿Qué faltó? Tiempo para madurar estas adecuaciones, incrementar las tasas de contribución obligatoria y empujar con mayor énfasis el ahorro voluntario de los trabajadores.

Sin duda, de haber continuado con un esquema de reparto, el envejecimiento poblacional hubiese presionado a mayores tasas de contribución pues menos trabajadores activos podrían sostener el pago de las pensiones de los jubilados en curso y hubiese presionado a mayores impuestos o a disminuir los beneficios pensionarios ante la falta de recursos públicos para pagarlos o a disminuir otras partidas de presupuesto público como educación, salud, infraestructura y combate a la pobreza, partidas que inciden directamente en el crecimiento y desarrollo económico del país.

En México, en 1997 con la Ley del IMSS y en 2007 con la Ley del ISSSTE se realizaron las dos reformas más importantes del sistema de pensiones que integran el Sistema de Ahorro para el Retiro actual. Estas reformas consideraron la transición de sistemas de reparto a capitalización individual, emulando el sistema de pensiones chileno.

Estas reformas dieron viabilidad financiera a ambos sistemas en relación con las obligaciones de los trabajadores en transición que decidiesen pensionarse bajo las nuevas leyes y para el financiamiento de las pensiones de los nuevos trabajadores. No obstante, el gobierno federal reconoció el pasivo de las pensiones de los futuros pensionados que decidieron (caso ISSSTE) o decidirán (caso IMSS) pensionarse en los términos de las Leyes anteriores. Esto, aunado con las obligaciones pensionarias adquiridas de paraestatales como PEMEX, CFE y otras instituciones como IMSS-Patrón, Universidades y las pensiones solidarias del programa federal 65 y más, generó una asignación en el presupuesto de egresos de la federación que se discute actualmente en la Cámara de Diputados del 3,5% del PIB en 2017 y que representa aproximadamente un 12,5% del presupuesto estimado total. Este mismo documento estima un crecimiento para el pago de pensiones del 7,8% real anual para los próximos años, llegando en 2022 a un gasto para pensiones del 4,4% del PIB: un 30% más que en 2016 en sólo seis años.

En agosto pasado se iniciaron movilizaciones sociales en Chile debido a las bajas pensiones pagadas por el sistema de capitalización. Hoy día, la experiencia chilena nos regala una bola de cristal que nos muestra lo que será el futuro de las pensiones en México si continuamos como hasta ahora sin realizar las reformas de fondo que el sistema de ahorro para el retiro necesita y que permitirán incrementar la cobertura y mejorar el monto estimado de las pensiones de los mexicanos. En 2022 se pensionará el primer trabajador de la generación AFORE con una tasa de reemplazo estimada del 30% de su último sueldo o, posiblemente, con una pensión mínima igual a un salario mínimo.

¿Por dónde empezamos?

Observando la experiencia internacional, destacan sistemas de pensiones multipilares con mayores tasas de contribución obligatoria, edades de jubilación acordes con la expectativa de vida de su población, regímenes de inversión diversificados, incentivos fiscales atractivos dirigidos al ahorro voluntario tanto para trabajadores como patrones, instrumentos adicionales de ahorro complementario desde las empresas que integran elementos de decisión automática en relación con la afiliación y  el escalamiento de las aportaciones.

En este sentido, con base en un análisis de las experiencias en otros países y conforme la realidad mexicana, Principal Financial Group propone nueve iniciativas que mejorarán indudablemente el monto de las pensiones, la cobertura y que darán un nuevo respiro en las finanzas públicas de los gobiernos federal, estatal y local:

  1. Incrementar el nivel de contribución obligatoria.
  2. Reinstalar los incentivos fiscales para patrones, relacionados con ahorro voluntario de largo plazo.
  3. Crear un sólido y atractivo esquema de ahorro voluntario colectivo.
  4. Incrementar la edad de retiro.
  5. Ampliar el régimen de inversión.
  6. Sustituir los fondos de inversiones actuales (SIEFORES) por multifondos “ciclo de vida”.
  7. Unificar los diferentes sistemas de pensiones existentes en el país.
  8. Homologar los beneficios del Sistema Ley-73 con los del Sistema actual SAR-97.
  9. Fomentar la cultura del ahorro, la educación previsional y la asesoría financiera profesional.

Los esquemas de capitalización individual tienen la virtud, entre otras, de incrementar la conciencia de las personas respecto a su retiro, logrando eventualmente una mayor responsabilidad personal. Es un proceso que iniciamos en 1997 y que necesitamos fortalecer. El tiempo apremia, pero estamos convencidos que podemos mejorar el panorama de las pensiones poniéndole atención desde hoy.

Columna de Principal Financial por Leopoldo O. Somohano

¿Podemos seguir confiando en la renta fija?

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¿Podemos seguir confiando en la renta fija?
Foto: RonKikuchi, Flickr, Creative Commons. ¿Podemos seguir confiando en la renta fija?

Los próximos meses no serán tranquilos para los mercados, que se enfrentarán a nuevos periodos de volatilidad. La incertidumbre política en los países desarrollados y la debilidad del crecimiento a nivel global condicionarán el final de un año que hasta ahora ha sido muy bueno para la renta fija. Las previsiones para el crecimiento global siguen sin dar buenas noticias, lastradas por la falta de una expansión fuerte en la actividad global y del retraso de la recuperación en algunas economías, como Brasil y Rusia.

No obstante, en el centro y este de Europa, así como en algunos países de Asia, todavía podemos encontrar un fuerte crecimiento, gracias a una inflación favorable y a la introducción de reformas políticas. No obstante, consideramos que los mercados emergentes necesitan algo más de crecimiento y todavía presentan problemas ligados a las materias primas.

Estados Unidos será otra fuente de volatilidad, que además tendrá ramificaciones en el largo plazo, por lo que preferimos mantener la cautela respecto a la renta variable estadounidense. La Reserva Federal sigue estando en el punto de mira y la comunicación tras la última reunión del organismo que preside Janet Yellen volvió a mostrar la intención de guiarse por el mercado en su decisión sobre una subida de tipos.

Los datos económicos no muestran una tendencia clara: si bien es verdad que el mercado laboral y el consumo son fuertes, el panorama que presentan los miembros de la Fed es que aún es posible que se produzca una recesión. Otro de los motivos de preocupación que vemos en Estados Unidos es la incertidumbre política, con la proximidad de las elecciones presidenciales de noviembre.

Pero no sólo encontramos este tipo de inestabilidad al otro lado del Atlántico. Francia también está sufriendo el populismo, mientras en Alemania los resultados de las elecciones de Berlín, con un aumento del apoyo a la derecha radical, complican la situación para la canciller Angela Merkel.

España, por su parte, necesita estabilidad y liderazgo político. Los resultados de las últimas elecciones autonómicas muestran un apoyo más fuerte al Gobierno en funciones, incrementando la esperanza de que haya una salida al bloqueo surgido tras la repetición de las elecciones generales.

Consideramos que la evolución de la economía española es bastante fuerte, pero todavía hay que trabajar en la reducción del déficit y del desempleo, que es muy elevado, así como en el refuerzo de la competitividad. Somos optimistas respecto a España, pero se necesitan decisiones políticas.

A pesar de estos retos, la renta fija presenta un panorama muy interesante, sobre todo en Europa, donde, a pesar de los rendimientos cercanos a cero, sigue teniendo un buen comportamiento. Hasta ahora, 2016 ha sido un buen año para este tipo de activo, gracias a la acción del Banco Central Europeo, que ha favorecido a la deuda soberana de la zona euro.

También el high yield presenta una opción muy atractiva, ya que las condiciones financieras son muy favorables gracias al BCE, y además podemos encontrar compañías muy sólidas en Europa en las que merece la pena invertir.

Columna de Thomas Herbert, CIO de Oddo Meriten AM en Alemania y responsable global.

Cambios en la Era de la Información: Oportunidades de inversión

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Cambios en la Era de la Información: Oportunidades de inversión
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: JL Díez Rodríguez. Cambios en la Era de la Información: Oportunidades de inversión

Los algoritmos de comportamiento que dirigen las acciones humanas dificultan enormemente la tarea de reconocer, aceptar y actuar en un mundo cambiante; en ocasiones se convierte en una odisea agobiante. Esta tensión puede verse agrandada en el ámbito de la inversión global, porque conlleva elaborar estimaciones subjetivas referentes al valor de una acción, así como evaluar las fuerzas del capitalismo que son capaces de crearlo o destruirlo.

Fue el economista Joseph Schumpeter (1883-1950) quien acuñó el término “destrucción creativa” para describir el ciclo de mutación industrial en el cual los sectores, productos y prácticas anticuados sucumben incesantemente a otros más nuevos. Schumpeter no vió el nacimiento de internet, la invención del teléfono móvil y el advenimiento de las tecnologías inteligentes, pero me inclino por creer que se hubiera asustado al comprobar hasta qué punto se ha acelerado el ritmo del cambio en la Era de la Información.

Un mundo feliz: empresas en continua transformación

Si examinamos las multinacionales más grandes durante periodos de tan solo cinco años, obser vamos un mundo en constante cambio. Un ejemplo reciente es el crecimiento explosivo de la economía digital, del cual hemos sido testigos. A fecha de hoy, las cinco empresas de mayor valor por capitalización bursátil (cap) son las gigantes estadounidenses del mundo tecnológico/digital Apple, Alphabet, Microsoft, Facebook y Amazon. Solo existe una compañía de recursos (Exxon Mobil) que sobrevive actualmente entre las diez primeras, tras haber dominado el panorama en 2011 junto con Royal Dutch Shell, Chevron Corp y PetroChina. Por aquel entonces Facebook ni siquiera había salido a bolsa.

Es relativamente fácil echar la vista atrás y comprobar hasta qué punto ha cambiado el mercado global. Sin embargo, cuesta mucho más prever dónde se localizarán los próximos cambios relevantes (y con potencial de inversión). Cabría pensar tal vez que el acceso sin precedentes que tienen los ciudadanos a las noticias sobre empresas, sectores y la economía les permite tomar decisiones más acertadas sobre dónde deben depositar su dinero, pero esto no siempre es así. La excesiva información a menudo conduce a errores cognitivos de procesamiento, si bien ciertos factores emocionales como el temor y la codicia también pueden inducir a tomar malas decisiones.

Sobrecarga de información: el problema de los atajos

Prueba de ello es este documento, que probablemente sea solo uno de los muchos que leerá hoy mientras navega por Internet. Si combinamos esto con diversos e-mails que reclaman su atención y avisos de novedades que surgen en aplicaciones de redes sociales, probablemente no le extrañará saber que el ciudadano típico consume un volumen de información al día equivalente a seis periódicos (virtuales). Esto contrasta con dos páginas y media de prensa física que se leía hace 25 años.

Cuando nos enfrentamos a semejante marea de información, el cerebro humano actúa con sensatez y adopta técnicas heurísticas o atajos mentales. Se trata de métodos prácticos, sin garantía de ser óptimos ni perfectos, pero que son suficientes para satisfacer metas inmediatas. A veces los atajos deliberados que toma el cerebro para procesar nueva información resultan útiles o incluso pueden salvar nuestras vidas. Por ejemplo, cuando olemos humo en un edificio asimilamos los datos sensoriales con mucha rapidez: humo = peligro; corremos en dirección a una salida. Sin embargo, otras veces las presiones que genera ser bombardeados por tantos datos nos deja abrumados, generalizamos en exceso y perdemos una oportunidad vital para aprender algo nuevo o verlo desde otro punto de vista. La conclusión es que la mente tiende a centrarse predominantemente en resultados lineales.

Dejar de lado el pasado: superar el sesgo

En el ámbito de la inversión, los atajos mentales suelen permitir que ocurran anomalías de valoración. Es mucho más fácil que el cerebro humano, apoyado en sus sesgos cognitivos y emocionales, concluya que los resultados del pasado son indicativos de resultados futuros (a menudo no lo son). A modo de ejemplo, algunos inversores puede que hayan estimado erróneamente la duración del actual ciclo bursátil alcista a causa de comparaciones históricas, o que piensen que el temor inherente reaparecerá y destruirá su capital (sesgo de negatividad). Con un nivel de detalle mayor, el cambio es difícil de reconocer porque implica procesar datos anómalos que contradicen el discurso fácil y habitual. Por ejemplo, existe un sesgo de confirmación cuando los inversores sopesan los datos que únicamente confirman su tesis. La sensación de malestar que surge cuando nos enfrentamos al mundo cambiante suele inducir a los inversores a adoptar una postura de ceguera voluntaria ante los defectos observados en una empresa o alteraciones sufridas por un sector.

La estrategia de renta variable global se esfuerza por deshacer estos sesgos en nuestro enfoque de inversión. Llevamos a cabo minuciosos análisis basados en los fundamentales en busca de oportunidades para invertir en valores cuando el mercado posiblemente ha pasado por alto su potencial de crecimiento. Las empresas tal vez estén sufriendo cambios sustanciales en diversas áreas (se muestran algunos ejemplos en la Figura 2). Nosotros tratamos de asignar un valor a ese cambio, con el fin de tomar una decisión respecto a si, a nuestro juicio, esa inversión les resultará atractiva a nuestros clientes.

La estrategia de Henderson reconoce abiertamente que las tensiones inherentes entre el capitalismo y la psicología humana brindan oportunidades de inversión global basadas en de precios. Nosotros aplicamos un proceso que intenta abrirse paso entre la avalancha de datos sin sucumbir a los atajos mentales o sesgos cognitivos, sin que por ello deje de estar en la vanguardia invertible del cambio innovador.

La serie de contenidos Henderson Future Trends (Futuras tendencias de Henderson)analiza los detonantes que reconfigurarán el panorama de inversión en los próximos años. La serie tiene como objetivo ofrecer nueva información y formación sobre temas que afectarán al proceso decisorio de los inversores y a sus asignaciones de activos.

Ian Tabberer es cogestor de la estrategia Global Equities World Select de Henderson.

Piense en verde, piense en bonos

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Piense en verde, piense en bonos
Foto: JackieTL, Flickr, Creative Commons. Piense en verde, piense en bonos

Después de años de intenso debate, el compromiso mundial para combatir el cambio climático ya es un hecho firme y consolidado. A nivel global, ya vemos oportunidades claras en la medida que se van desarrollando y construyendo infraestructuras para conducir a la economía global hacia un modelo más productivo, menos contaminante y más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. El consenso internacional cifra en al menos 6 billones de dólares (más de 5,3 veces el PIB de España) las necesidades de inversión a nivel global en infraestructuras “verdes”. Y uno de los mecanismos para financiar todo este esfuerzo global son los llamados Green Bonds, o bonos verdes, un mercado que está viviendo un crecimiento vertiginoso, aunque todavía incipiente en nuestro país.

El concepto de los bonos verdes nació en 2007, a partir de una pequeña emisión del Banco Europeo de Inversiones, y fue creciendo paulatinamente hasta superar en 2015 los 40.000 millones de dólares en nuevas emisiones. Las previsiones de la industria sitúan el cierre de este año muy por encima de los 50.000 millones de dólares y hay quienes, como por ejemplo el banco HSBC, que apuestan firmemente por que el volumen final rebasará los 80.000 millones. La característica definitoria de los Green Bonds es que la emisión debe tener como objetivo específico la financiación de un proyecto con un impacto positivo en el medio ambiente.

Los inversores tienen así la posibilidad de invertir directamente  en unos objetivos definidos y cuya evolución es plenamente verificable (hay consultoras que se encargan de certificarlo) y son estos bonos los que permiten a los gestores cumplir con el mandato de sus clientes de invertir en activos que sean socialmente responsables. Desde el  punto de vista del emisor, los Green Bonds tienen la ventaja de ir dirigidos a un elenco amplio de inversores (gestores de fondos, fondos de pensiones, de seguros, entes públicos…) que mejoran el prestigio de la entidad que emite la deuda al contribuir a que ésta cumpla con sus compromisos de responsabilidad social corporativa, una exigencia cada vez más demandada a nivel global.

En términos de rentabilidad, no parece haber ninguna diferencia entre un Green Bond y cualquier otro producto de renta fija que sea comparable en plazo y nivel de calidad, aunque la escasez de este activo le puede hacer tener un mejor comportamiento; la diferencia estriba en la voluntad de los intervinientes de contribuir a lograr un mundo más sostenible y es, por tanto, una cuestión de prestigio que obliga a un elevado nivel de exigencia por parte de emisor e inversor.  Las acciones que suelen entrar en el ámbito de los Green Bonds son los planes de desarrollo de energía renovable, eficiencia energética, gestión sostenible de los recursos naturales, protección de la biodiversidad terrestre y acuática; gestión sostenible del agua, prevención y control de la contaminación; promoción de transportes e infraestructuras limpias y desarrollo de productos eco-eficientes, entre otras categorías elegibles.

Existen varias modalidades de Green Bonds; pueden estar respaldados por el balance entero del emisor, es decir, aunque quebrara el proyecto al que va destinado el dinero, el bono contaría con la garantía completa del emisor; hay otros Green Bonds donde la garantía de pago procede del flujo de ingresos de un proyecto particular  que respalda la emisión y, por lo tanto, tienen un grado de riesgo mayor, y, por último, también se dan titulizaciones verdes: una cartera compuesta por varios proyectos que actúan de garantía de la emisión.

Hasta la fecha, son las instituciones multilaterales son las que han llevado principalmente el peso de las emisiones de bonos verdes, pero la implicación de las administraciones públicas nacionales y del sector privado es cada vez mayor en un mercado que va cobrando relevancia a gran velocidad. En Estados Unidos, los beneficios fiscales han impulsado de forma meteórica el mercado municipal de bonos verdes, pasando de los 100 millones de dólares emitidos en 2013 por el Estado de Massachusetts a los 4.300 millones que se alcanzaron al cierre de 2015, una gota en un océano que tiene un tamaño de 3,7 billones de dólares, pero una combinación en la que se alían el rendimiento económico con la preservación del medioambiente.

Un claro ejemplo de este cambio en Europa es la aseguradora Allianz, que acaba de anunciar que aplicará criterios medioambientales, sociales y de gobernanza a la supervisión de activos valorados en 200.000 millones de dólares. La eléctrica Iberdrola está ejerciendo de abanderada de los Green Bonds: acaba de cerrar una emisión de 700 millones, la mayor operación privada del año y que con emisiones anteriores suma ya cerca de 2.600 millones desde 2014 en este tipo de activo. Asimismo, el Gobierno francés planea lanzar en breve el primer bono de estas características.

Y en las grandes economías emergentes, la corriente favorable a los bonos verdes cobra intensidad. La India planea multiplicar por cinco la capacidad instalada de energía renovable, el sector privado asegura que este ambicioso plan tiene unas necesidades de capital mínimas de 160.000 millones de dólares y los Green Bonds se perfilan como una respuesta ideal. En este sentido, hace muy poco el banco privado indio Axis Bank ha captado 500 millones de dólares por el primer Green Bond indio certificado listado en la Bolsa de Londres; Yes Bank, otra entidad india, ya ha cerrado un acuerdo con la bolsa londinense para lanzar un bono similar a finales de año. Y solo en lo que va de año, el Gobierno de China ha emitido a través de sus diversas empresas públicas cerca de 12.000 millones de euros en bonos verdes, si bien en este caso los criterios del Ejecutivo comunista para determinar lo que tiene propósitos ecológicos no están convenciendo demasiado a los inversores internacionales, ya que en algunos casos se incluía la financiación de plantas de carbón “limpias”.

Y es que el talón de Aquiles de los Green Bonds radica en su voluntariedad. No existe una regla aceptada universalmente de cuáles deben ser los principios que certifican que una emisión de deuda cumple con los requisitos adecuados, que varían en cada país o incluso en cada circunscripción municipal. Los llamados Principios de Bonos Verdes, una guía desarrollada por la ICMA (International Capital Market Association) es lo más parecido, pero es de carácter estrictamente voluntario, igual que el hecho de incluir en el folleto de emisión el certificado realizado por una entidad independiente y experta en la materia también es enteramente opcional. En todo caso, se trata de una tendencia creciente a escala mundial: solo en el mes de septiembre, a Iberdrola se han sumado emisores de tan diverso perfil como el Estado de Nueva York, la Universidad de Arizona o el Banco de Desarrollo de México.

Una armonización de las reglas de juego contribuiría, sin duda, a dar un impulso a una industria en la que es necesario que se impliquen todos los actores del mercado. Y es que no hay que olvidar que una partícula de dióxido de carbono emitida a la atmósfera tarda 100 años en disolverse, por lo que es necesario sumar todos los esfuerzos posibles contra el peligroso incremento del efecto invernadero y sus fatales consecuencias, que ya empezamos a percibir.

Columna de opinión de Adolfo Estévez, director de Axesor Rating

Beneficios estables: un indicio positivo para la renta variable asiática

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Beneficios estables: un indicio positivo para la renta variable asiática
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Thomas Depenbusch. Beneficios estables: un indicio positivo para la renta variable asiática

Tras cinco años de importantes revisiones a la baja en los beneficios de las empresas asiáticas, empezamos a presenciar indicios esperanzadores de que esta tendencia está remitiendo. Si bien podría tratarse, en parte, de un reajuste de las expectativas previas, demasiado elevadas (depositadas en el potencial de reformas en la India o el despegue de las empresas chinas del segmento de Internet), también supone una grata señal de que las empresas están empezando a ser más disciplinadas en sus programas de inversión y si política de retribución a los accionistas. Todo ello, junto con los primeros indicios de un repunte en la demanda, nos hace ser más optimistas sobre un contexto de oferta/demanda más equilibrado, que debería traducirse en una mayor capacidad de fijación de precios a largo plazo por parte de las empresas asiáticas.

Si bien la capacidad ha sido excesiva debido a el optimismo sobre Asia y, en concreto, sobre el crecimiento chino, estamos empezando a observar una mayor disciplina de capital. En los últimos años, cuando China parecía una locomotora del crecimiento que nadie podría parar, las empresas aumentaron considerablemente su capacidad. El drástico aumento de la oferta desbancó a la demanda, lo que dio lugar a un periodo de deflación, ya que los precios sufrían presiones y se produjeron revisiones a la baja de los beneficios como resultado de la presión en márgenes. En vista del elevado nivel de oferta, las empresas asiáticas han dedicado los últimos años a racionalizar sus planes de inversión. Esto se refleja en la reforma de la oferta y la consolidación de la industria local en China, lo que está llevando a las empresas locales a centrarse en los márgenes y en los beneficios en vez de en el crecimiento del volumen de ingresos. Debido a la reducción de la competencia y del exceso de capacidad, estamos empezando a asistir a indicios de nuevas tensiones de precios en el sistema, lo que ayuda a las empresas a recuperar la capacidad de fijación de precios.

En cuanto a la demanda, dado que las empresas no están convencidas sobre la demanda futura se han aferrado en mantener posiciones en liquidez en vez de invertir en sus negocios a pesar de que los tipos de interés están en niveles históricamente bajos. No obstante, desde hace poco hemos empezado a ver un cambio en esta tendencia: las empresas asiáticas han empezado a reducir sus reservas de efectivo y aumentado sus programas de recompras de acciones y dividendos. También valoramos de manera positiva los primeros indicios sobre el incremento de la demanda donde los principales indicadores adelantados, el consumo de cemento, la construcción o la venta de inmuebles han empezado a repuntar.

Creemos que Asia actualmente se encuentra actualmente cerca de un punto de inflexión y que una mejor gestión del capital, un mayor control sobre la capacidad y los primeros indicios de recuperación de la demanda deberían sentar las bases para unas rentabilidades mejores y más sostenibles en la renta variable de la región.

Visión alcista:

  • El ritmo de las revisiones de beneficios a la baja en Asia está remitiendo a medida que las empresas se muestran más disciplinadas y empezamos a asistir a los primeros indicios de un repunte en demanda.
  • Un contexto de oferta/demanda más equilibrado brinda una oportunidad de compra interesante en la renta variable asiática.

Visión bajista:

  • A medida que mejoran los beneficios, tanto las empresas como los gobiernos podrían retomar malos hábitos del pasado y gastar demasiado.
  • La demanda sigue siendo débil y requiere mayores recortes en la oferta, lo que supondría repercusiones negativas para el empleo y, por extensión, para las tendencias de consumo.

Columna de Andrew Swan, responsable de renta variable asiática para la división de renta variable fundamental del grupo de estrategias de gestión activa de BlackRock 

La tecnología hace la selección de fondos de inversión más rentable, barata y transparente

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La tecnología hace la selección de fondos de inversión más rentable, barata y transparente
Foto: Thelittletx, Flickr, Creative Commons. La tecnología hace la selección de fondos de inversión más rentable, barata y transparente

El inversor tradicional sufre una absoluta falta de información por parte de la industria de fondos de inversión. Cuando un inversor quiere buscar información sobre un fondo en concreto para invertir en él, se encuentra con multitud de barreras que le impiden conocer el total de los datos y ratios que debería tener en cuenta para incorporarlo a su cartera. Además, no siempre es fácil interpretar la información que podamos conseguir.

Ante el difícil acceso a la información realmente vinculante para poder tomar la decisión de compra, los inversores acaban obedeciendo a su banco o asesor y terminan comprando lo que ellos mismos les aconsejan. Pero, ¿realmente ese fondo que recomienda el banco es el mejor fondo para el inversor? La mayoría de los gestores basan las recomendaciones en rentabilidades pasadas, que nunca son garantía de rentabilidades futuras. Además, estas recomendaciones tampoco suelen ser las más baratas.

Al igual que los grandes bancos de inversión y brokers están incorporando herramientas tecnológicas para mejorar el servicio, la relación y el precio con su cliente, el mercado de fondos debe seguir los mismos pasos. Las fintech van a revolucionar el mercado del asesoramiento.

En España la industria de fondos cuenta con miles de fondos registrados. Como es lógico, es imposible que tanto inversores particulares como profesionales del sector puedan saber y analizar todos los datos y movimientos que se produzcan para localizar la opción de inversión más rentable y atractiva.

Soy inversor de fondos: ¿qué pueden hacer las fintech por mí?

Gracias a la innovación tecnológica aplicada a este sector, los inversores pueden volverse mucho más autónomos en la gestión de su dinero, van a ver reducidos sus costes y van a disfrutar de rentabilidades mayores que las que puede ofrecer un gestor tradicional. ¿Cómo? Las herramientas tecnológicas identifican en tiempo real, mediante un análisis minucioso y cruce de datos de todos los fondos registrados, los fondos con el más alto rendimiento y que cotizan por debajo de su valor real, que en KAU Markets denominamos “diamantes”.

De esta forma, el inversor toma las riendas de sus propias inversiones y crea un portfolio adaptado al 100% a sus necesidades y exigencias (y a las de su banco) tras conocer los resultados de un análisis previo y objetivo de la salud de cada fondo.

Ventajas de la tecnología frente a la gestión tradicional

La ventaja que presenta una tecnología revolucionaría como la de KAU+ en la industria de fondos es que posibilitan, en primer lugar, el acceso a los más de 16.000 fondos registrados en España y abarcan lo que la mente humana no puede: la identificación en tiempo real de los fondos con más alto rendimiento de capital que cotizan por debajo de su valor real.

El uso de herramientas tecnológicas nos permite llegar hasta donde “la mente” no puede hacerlo. Las plataformas tecnológicas cruzan y filtran todos los datos y ratios de todos los fondos registrados y, según nuestros parámetros de búsqueda, nos seleccionará el conjunto de fondos con mayor potencial y a menos precio del mercado. De esta forma, sabemos que, tras los análisis realizados por la tecnología, vamos a meter nuestro dinero en los productos de mayor calidad y no en una recomendación sesgada por el interés de nuestro banco o asesor.

Cuando un inversor acaba invirtiendo en el fondo que le recomienda su asesor o su banco ¿se trata realmente del mejor fondo para el inversor o es el mejor para el banco? La tecnología nos facilita las opciones de selección y permite una autonomía e independencia imprescindible para invertir realmente en lo que el inversor quiere y necesita según su perfil.

Aquí ya estamos ahorrando costes. ¿Por qué? Sólo el 20% de los fondos de inversión baten a sus índices de referencia, lo que quiere decir que hay muy pocos gestores realmente buenos. Cuando invertimos, hay que pagar unas comisiones de inversión al gestor y, como mínimo, dichos gestores deberían devolvernos una rentabilidad superior al índice de referencia del fondo para que nos salga a cuenta (si no, simplemente con comprar un ETF del índice de referencia ya estaríamos ganando más). Pero en la realidad esto no ocurre, la mayoría de los gestores no devuelven rentabilidades atractivas aunque luego sí te cobren la comisión de su gestión. Con las herramientas tecnológicas, sabemos que lo que pagamos es porque tiene valor.

Columna de Lorenzo Serratosa, CEO de KAU Markets EAFI

Los fondos: ¿son una inversión interesante para 2017?

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Los fondos: ¿son una inversión interesante para 2017?
Foto: Carsten Ten Brink. Los fondos: ¿son una inversión interesante para 2017?

Es importante plantearnos desde bien temprano, la mejor forma de rentabilizar nuestro dinero. Por ello, desde Rankia Chile vamos a considerar y plantear si la inversión en fondos de inversión puede ser interesante para mejorar nuestras finanzas personales durante 2017.

Para poder dar respuesta a nuestro objetivo, vamos a investigar los resultados y las inversiones de los principales fondos de inversión en Chile. De este modo, determinaremos si nos resulta interesante invertir en estos instrumentos financieros, teniendo en cuenta también nuestro perfil de inversión.

Desempeño de los fondos de inversión durante 2016

Al investigar las cifras publicadas por ACAFI (Asociación Chilena Administradoras de Fondos de Inversión) descubrimos que los fondos de inversión crecieron 21,6% (medido en dólares) y 13,3% (medido en pesos) en el primer semestre del año y los activos totales aumentaron en $889.000 millones o US$ 1.514 millones.

Los fondos que más rentaron fueron los de capital privado (retorno del 21,2%), seguidos de la categoría “Otros fondos” (retorno del 10,2%). Por otro lado, los fondos mobiliarios se quedaron en tercera posición (retorno del 9,4%) y por último encontramos los fondos de tipo inmobiliario (retorno del 9,3%). Estas buenas rentabilidades son un gran atractivo para invertir en fondos de inversión.

Ahora que hemos visto los tipos de fondos con mejor rentabilidad, debemos saber y conocer las administradoras de fondos con mayor volumen de activos. De las 36 administradoras que representan al sistema, las administradoras más fuertes con el mayor volumen son: Moneda (24,5%), BTG Pactual (12,7%) y Compass Group (10,1%).

¿Los fondos de inversión son una inversión interesante para 2017?

Ahora que ya hemos visto los últimos resultados sobre los fondos de inversión en 2015 y 2016, hemos comprobado como los fondos de inversión han reportado rentabilidades muy interesantes en estos períodos. Otro de los datos interesantes que hemos podido averiguar es el aumento del número de fondos de inversión, debido al aumento de la demanda de este tipo de instrumentos financieros en los últimos años.

Aunque después de ver los datos, los fondos de inversión parecen una inversión interesante para 2017, debemos tener en cuenta nuestro perfil de inversión antes de invertir en ellos o en otros instrumentos financieros. Los fondos de inversión pueden ser una inversión interesante si nuestro perfil de inversión es conservador o moderado, pero seguramente no invertiremos en ellos si nuestro perfil de inversión es agresivo, porque seguramente nos decantaremos por acciones o derivados financieros.

Ahora debes decidir si los fondos de inversión son una inversión interesante dependiendo de nuestro perfil de inversión y de las rentabilidades anteriores que han reportado. Aunque siempre debemos tener en cuenta y valorar que rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras.

Opinión de Andrea Broseta, responsable de desarrollo de negocio en Rankia Chile.

Sistema financiero chino y Shadow Finance: preguntas y respuestas

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Sistema financiero chino y Shadow Finance: preguntas y respuestas
Foto: AndyCastro, FLickr, Creative Commons. Sistema financiero chino y Shadow Finance: preguntas y respuestas

Para poner en perspectiva la importancia del sistema financiero chino como mecanismo de engranaje para el correcto funcionamiento de la economía, lo primero que debemos hacer es poner en contexto su tamaño: cuatro de los cinco bancos estatales chinos se posicionan como los mayores del mundo tanto en activos como en Capital Tier 1 y retorno sobre el capital.

¿Cuál es el riesgo real de impago de la banca china?

Las cifras oficiales de deudas bancarias impagadas sobre total de deudas (NPL’s) se sitúa en envidiables niveles por debajo del 1,5%. Envidiables si fueran ciertas las cifras. En el otro extremo se sitúan los más escépticos. CLSA estima que la deuda en peligro de impago asciende a 11,4 tr de RMB (16,9% del PIB) lo que implica una tasa de impago del 15% con una pérdida estimada de hasta un 10% del PIB chino (asumiendo una tasa de recuperación del 40%).

¿Cómo funciona un circuito normal de Shadow Finance?

Los bancos captan dinero mediante la distribución retail de productos de Wealth Management (en adelante WMP’s), los clásicos depósitos estructurados. Estos productos se estructuran dentro de compañías trust y otros vehículos e invierten en una cesta de activos que producen rentabilidades muy atractivas para el partícipe. En una economía en que los tipos de interés de los depósitos han sido tradicionalmente bajos, donde existe una represión financiera y en el que los hogares chinos han tenido pocas alternativas de inversión, los WMP’s han sido el vehículo elegido para obtener retornos mayores.

Para las instituciones financieras es una manera de financiarse operando por detrás de los canales regulados del sistema financiero. Este sistema permite a los bancos obtener márgenes adicionales sin que impacte en sus balances al no contabilizarse dicha forma de financiación en los mismos ni por tanto en los ratios de capital exigidos a dichas instituciones. Por otro lado, es una manera de desviar recursos hacia sectores de la economía con más riesgo o para financiar proyectos de infraestructuras de gobiernos locales, que no habrían conseguido financiación tradicional, o de haberla conseguido, habrían pagado tipos muy altos en los circuitos normales bancarios.

Existen otros mecanismos más sofisticados de Shadow Finance distintos a los clásicos estructurados bajo los WMP’s llamados Entrust Loans o Asset Beneficiary Rights mediante los cuales los bancos sacan de sus balances activos de dudoso cobro.

CLSA estima que el volumen de financiación que engloba la industria del Shadow Finance asciende a 54tr de RMB (79% del PIB). Igualmente estima que la deuda en peligro de impago asciende a 4.2tr de RMB (6,2% del PIB) con una pérdida estimada de hasta un 3,7% del PIB chino (asumiendo una tasa de recuperación del 40%).

De cumplirse las estimaciones de CLSA, el impacto conjunto de los non-performing-loans del sistema financiero sumado al del Shadow Finance impactaría en el 14% del PIB chino.

¿Por qué ha permitido el PBOC que proliferara la Industria de Shadow Finance?

Es bien simple. En China el objetivo final es mantener un sistema financiero estable que soportara el objetivo de crecimiento del PIB fijado por el Gobierno. A medida que transcurrían los años se hacía más difícil cumplir con los objetivos de crecimiento ya que se necesitaba más crédito para generar una unidad de crecimiento económico. La única manera de cumplir con dicho objetivo era desviar financiación hacia Industrias con claros síntomas de agotamiento y sobrecapacidad. Dada la rigidez regulatoria que existía en el sistema financiero, dichas industrias no iban a ser beneficiarias de financiación por los canales financieros tradicionales. Es por ese motivo por lo que el PBOC abrió la mano permitiendo por primera vez en 2004, con la primera emisión de un WMP por parte de Everbright Bank, que se asentaran unos canales de financiación opacos fuera del circuito tradicional.

¿Qué medidas ha tomado el CBRC para regular el Shadow Finance?

Siendo conscientes de que había que frenar el crecimiento desordenado de esta Industria, el CBRC implantó las primeras medidas en marzo de 2013 mediante la publicación de unos documentosen los quese pusieron limitaciones a los bancos tanto en los volúmenes que podían estructurar bajo WMP’s como exigencias de provisionamiento cuando sacaban deudas de sus balances. La implementación de dichas medidas ha provocado que la evolución que ha experimentado el Shadow Finance, como porcentaje del total de préstamos bancarios, se haya ralentizado desde principios de 2015, como podemos observar en el siguiente gráfico:

¿Cómo se compara el Shadow Finance chino con el del resto del mundo?

Cuando hablamos de Shadow Finance (o Shadow Banking como una parte importante de dicha industria) asociamos el concepto mirando al mismo actor: China. Ni es el único país en acudir a dichas prácticas ni desde luego el más grande. El Financial Stability Board (en adelante el FSB) fundada por el G20, publica una comparativa mundial que nos permite comparar el porcentaje de Shadow Finance sobre el PIB. En el reporte del año 2015 el FSB estimó que con los datos de 2014 el porcentaje de Shadow Finance en China alcanzó el 26% del PIB. Recordemos que CLSA situaba dicho porcentaje en el 79%. Dicha diferencia se debe a que el FSB usa una definición más estrecha del Shadow Finance que la utilizada por CLSA.

En todo caso el FSB, bajo las mismas reglas para todo el mundo, estima que el porcentaje medio de Shadow Finance sobre el PIB en una muestra de las 26 economías más fuertes del mundo se sitúa en un 59%. Cifra muy superior al 26% estimado para China. España se situaría en una posición privilegiada con el 21%. Estados Unidos con un 82%. En lo alto de la tabla se sitúa Irlanda con una cifra escalofriante del 1.190% del PIB que distorsiona significativamente los datos.

Conclusiones finales

El gobierno, ante las acusaciones vertidas sobre el alto porcentaje de posibles impagos sobre el total de deuda hace hincapié en tres puntos: el bajo porcentaje de deuda pública y familiar, una tasa de ahorro elevada y una masa de activos elevados que respaldan dicha deuda. En ningún momento niega la existencia de dicho problema, lo que implícitamente nos muestra que son conscientes de ello. La solución a un problema pasa por su reconocimiento.

De producirse un riesgo sistémico en el sistema financiero, pensamos que el Gobierno saldría al rescate del sistema emitiendo deuda pública con la que limpiar el balance del sistema financiero. Recordemos que el porcentaje de deuda pública sobre el PIB es bajo respecto a los estándares internacionales (44% del PIB en la actualidad). Siempre le quedaría la opción “Aznariana” de privatizar compañías estatales. Recordemos que más de 100 compañías estatales chinas pertenecen al selecto club de Fortune 500.

La cuestión no es por tanto si China dispone de los mecanismos para solventar una posible crisis del sistema financiero, que los tiene, la cuestión es si van a continuar engordando su problema de deuda.

Columna de Jacobo Arteaga. BrightGate Capital SGIIC SA

¿Exposición a compañías ligadas al crudo? Mejor estar lejos

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¿Exposición a compañías ligadas al crudo? Mejor estar lejos
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Javi. ¿Exposición a compañías ligadas al crudo? Mejor estar lejos

A pesar del crecimiento menor que estamos viendo en los países desarrollados y ante un contexto geopolítico incierto, la tasa de desempleo está descendiendo en la mayoría de las principales economías desarrolladas. Sin embargo, la cautela debe reinar entre los inversores ante la fuerte volatilidad que está experimentando el mercado.

¿Hay alternativas de inversión?

La política monetaria expansiva llevada a cabo por los bancos centrales a nivel mundial ha dado lugar a precios más altos para el mercado de bonos. Y este contexto está favoreciendo a las acciones, la clase de activos que preferimos en estos momentos. Además, vemos un cambio positivo en la dinámica de la revisión de los resultados empresariales. Los excesos de la política monetaria han dado lugar a distorsiones de valoración de mercado, que creemos que favorecen y crean grandes oportunidades para la selección de valores.

No obstante, hay que ser muy cautelosos a la hora de elegir los valores para la cartera. Desde Lazard Frères consideramos que los bancos europeos están enfrentándose a situaciones bastante complicadas debido a los bajos tipos de interés –negativos en algunos casos-, lo que está lastrando sus resultados. Pero, mientras creemos que los bancos del Sur de Europa lo van a hacer peor y no tenemos ninguna exposición, sí vemos oportunidades de inversión muy atractivas entre el sector en los países nórdicos.

En algunos casos, la banca nórdica está ofreciendo rentabilidades por encima del 10%. Dentro de nuestra apuesta por los países nórdicos, con nuestro fondo Norden tenemos exposición al banco danés Danske Bank o al sueco SEB. Pero también a compañías de otros sectores en las que vemos atractivo como Volvo, Astrazeneca, Nokia, Pandora o H&M.

Aunque la banca ha sido uno de los sectores más golpeados y lastrados por las medidas de los bancos centrales, hay esperanza para tener una visión algo más positiva a largo plazo. Las economías caminan hacia una estabilización de los tipos de interés, por lo que los beneficios de las financieras no deberían revisarse más a la baja y creemos que dentro del sector podemos encontrar un mayor potencial de cara a los próximos 3 años.

¿Exposición a compañías ligadas al crudo?

Tras varios intentos fallidos, los países de la OPEP han alcanzado un acuerdo sobre posibles reducciones de la producción. El petróleo se revalorizó con el anuncio pero continúa por debajo de los 50 dólares el barril, nivel que tan solo pudo superar el pasado mes de junio. El acuerdo constituye un primer paso: se trata de formar un grupo de trabajo para determinar la distribución de los recortes de producción con el fin de limitar la producción alrededor de 32,5-33,0 millones de barriles diarios teniendo en cuenta que la producción se situaba en 33,2 millones de barriles diario en agosto. Por lo tanto, tan solo falta encontrar un acuerdo y que los miembros de la OPEP se pongan en marcha.

Al margen del resultado, el importe de la reducción de producción sigue sin poner en duda el desequilibrio del mercado del petróleo que sigue caracterizado por una oferta pletórica. En la situación actual, esta reducción de la producción no debería conllevar un fuerte ascenso del precio del petróleo, con más razón si observamos las ganancias de productividad en el petróleo de esquisto en Estados Unidos, la oferta podría ajustarse rápidamente si los precios aumentasen, limitando de este modo el potencial de rebote.

Ante este escenario, no tenemos exposición a sectores ligados al crudo, dado que consideramos que los precios se mantendrán bajos durante bastante tiempo más, lo que tendría un impacto, por ejemplo, en la dificultad para las compañías de mantener los dividendos.

Julien-Pierre Nouen es jefe economista-estratega de Lazard Frères Gestion.

 

 

¿Cuál es el principal riesgo para los mercados actualmente?

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¿Cuál es el principal riesgo para los mercados actualmente?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Thiago A.. ¿Cuál es el principal riesgo para los mercados actualmente?

Los mercados de renta variable han repuntado desde los mínimos registrados en febrero (o en enero en el caso de los mercados emergentes) y, si bien el voto británico a favor del Brexit desencadenó un marcado episodio de volatilidad, éste no logró frenar el repunte durante demasiado tiempo. ¿Qué es exactamente lo que ha tranquilizado a los inversores?

Por una parte, las preocupaciones anteriores acerca de China, que hicieron cundir el pánico durante el año pasado, han remitido, puesto que los eficaces controles de divisas han frenado las salidas de capitales. En paralelo, la solución contrastada de desatar las ataduras del crédito bancario ha contribuido a ralentizar el descenso de la actividad industrial. Actualmente, esta amenaza ha amainado, aunque no ha desaparecido del todo.

En general, el panorama económico mundial está dominado por un crecimiento reducido, si bien los indicadores a corto plazo en Estados Unidos han mejorado. Desde febrero, el factor que ha impulsado el repunte del mercado ha sido el movimiento análogo entre los títulos industriales, de materiales y energía. ¿Y qué hay de la amenaza (fantasma) del Brexit? A pesar de ser un acontecimiento muy lejano y todavía incierto, al menos debería garantizar que los bancos centrales mantengan sus políticas acomodaticias de cara a mitigar cualquier revés en la economía.

En lo que llevamos de año, la Fed no se ha atrevido a actuar. ¿Qué podría poner fin al efecto estimulante en los mercados de esta ecuación perfecta formada por una mejora del panorama económico y una confianza continuada en el respaldo de los bancos centrales?

La respuesta es muy sencilla. Tanto los mercados de renta fija como los de renta variable podrían caer antes de finales de año si se registran dos acontecimientos igual de probables y compatibles. En primer lugar, hemos de reconocer que la presión deflacionista generada por el desplome de los precios del crudo ha tocado a su fin. Todo lo que baja sube, por lo que, efectivamente, la inflación repuntará. Ésta también se verá impulsada por el aumento de los precios de la vivienda en Estados Unidos, el principal catalizador de la inflación hasta la fecha.

Pero los mercados de renta fija han vivido completamente ajenos a esta realidad.

Los tipos de interés siguen rondando mínimos, lo que no deja margen para sorpresas en lo que a inflación respecta. Los tipos cortos ponen de manifiesto una política monetaria intacta que durará meses, mientras que los largos reflejan unas previsiones de inflación muy bajas. Por tanto, el riesgo —¿o deberíamos decir los riesgos?— en materia de tipos es claramente asimétrico.

En el plano económico, es perfectamente posible que los indicadores económicos adelantados que mueven los mercados (después de todo, va en la naturaleza de los mercados anticipar tendencias económicas) puedan apuntar a un cambio de rumbo.

Estos indicadores son tremendamente sensibles a las variaciones en los tipos de interés, así como a la dirección de la política monetaria. Asimismo, cabe destacar que todo el argumento del crecimiento estadounidense que ha venido impulsando al mercado desde principios de año se ha basado en el consumo.

Sin embargo, éste es muy vulnerable: depende de la contratación de créditos al consumo, que está tocando techo, un nivel de ahorros que está comenzando a crecer, y se expone a un poder adquisitivo que se debilita a causa del encarecimiento de la vivienda y el petróleo.

La perspectiva de una ralentización del crecimiento y un aumento de la inflación sería una combinación menos interesante que la situación de la que los mercados llevan beneficiándose desde febrero. Esto plantearía un dilema a los bancos centrales y, obviamente, a los mercados, además de sumarse a la incertidumbre política en Estados Unidos e Italia. Recomendamos a los inversores no bajar la guardia.

Didier Saint-Georges es miembro del Comité de Inversiones y managing director de Carmignac.