El mundo al revés: el bonista busca la ganancia de capital y el accionista busca un ‘cupón’

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El mundo al revés: el bonista busca la ganancia de capital y el accionista busca un 'cupón'
Pixabay CC0 Public Domain. El mundo al revés: el bonista busca la ganancia de capital y el accionista busca un 'cupón'

Una de las numerosas distorsiones que implican las actuales y heteredoxas políticas monetarias es el prisma con el que muchos inversores afrontan la elección entre renta fija o variable. Todo viene marcado por un nivel de tipos negativos/cero que ha cambiado la visión sobre la potencialidad del activo en el que invertimos y que, en la actualidad, se está centrando en el corto plazo, con los riesgos que ello conlleva.

Este cambio se está observando tanto en los inversores en renta fija, que buscan las ganancias de capital frente a la rentabilidad interna, como en el inversor en renta variable, que encuentra un argumento más sólido en la rentabilidad por dividendo que en la expectativa de revalorizaciones futuras. Empezando por la renta fija, los bajos niveles de interés en los que nos movemos no están impidiendo que los inversores sigan comprando deuda y bonos corporativos con tasas negativas o cercanas a cero.

Esto sólo tiene sentido si el inversor espera obtener una ganancia de capital en la operación que realiza, es decir, comprar hoy más barato para venderlo más caro en el futuro. No hay nada censurable en esta estrategia, pero el problema viene cuando descomponemos los retornos generados por la renta fija desde un punto de vista histórico.

En el caso de la deuda corporativa, no podemos olvidar que un bono no incorpora en su cotización (al final de la vida del bono nos van a pagar el nominal) los factores que generan valor para la empresa en el largo plazo. Por lo tanto, el retorno que obtiene ese inversor a largo plazo tiene que ver con la rentabilidad interna que obtenemos en el momento de la compra del bono y no tanto con su precio.

Como se puede observar en el gráfico, el retorno obtenido por los inversores en los fondos de renta fija se explica principalmente por los cupones y muy poco por las variaciones de los precios.

 

En el caso de la renta variable, la rentabilidad por dividendo explica un 42% de la evolución de las rentabilidades de los índices en el largo plazo, dejando el 58% restante a la evolución de los precios, que sí que incorporan factores como el crecimiento de la inflación y los beneficios.

Es una de las muchas particularidades que nos ha tocado vivir estos días, un cambio de roles entre el inversor de renta fija y de renta variable que puede llevar a estimaciones de rentabilidades futuras equivocadas. El inversor de renta fija debería ser consciente de las bajas expectativas que tiene invirtiendo a tipo fijo y a largo plazo en los momentos actuales y que una estrategia defensiva puede permitirle protegerse y mantener la capacidad para invertir a tipos más altos en un futuro.

En cuanto a la renta variable, en términos generales las posibilidades están acotadas por los niveles de valoración de las Bolsas, pero el inversor cuenta con la posibilidad de encontrar empresas en las que el argumento no sólo sea la rentabilidad por dividendo, sino también el crecimiento de la compañía por la generación de caja y el incremento de los beneficios.

David Ardura es subdirector de gestión de Gesconsult

Mediano versus largo plazo: ¿a qué fondos les fue mejor?

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Mediano versus largo plazo: ¿a qué fondos les fue mejor?
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Hans. Mediano versus largo plazo: ¿a qué fondos les fue mejor?

La tasa de interés del indicador mexicano de largo plazo de referencia, el bono gubernamental de 10 años (M10) subió 23 puntos básicos en un año al 31 de octubre de 2016. La tasa se había incrementado 54 puntos básicos vertiginosamente entre el 19 de octubre y el 12 de noviembre de 2015, del 5,86% al 6,41%; a partir de ahí, oscilaría entre un 6,31% y un 5,79% hasta agosto de 2016, cuando parecía consolidarse por fin a la baja.

El sesgo positivo de la curva culminó el pasado septiembre, cuando el rebote de 38 puntos básicos, seguido por otro de 14 puntos básicos en octubre, fue el preámbulo del alza vertical de 120 puntos básicos que se vería en noviembre. Poco antes de esta última aceleración alcista podría haberse anticipado que el comportamiento anual de los fondos de mediano y largo plazos, a octubre de 2016, habría sido negativo. ¿Cómo resultó el desempeño de estos fondos en ese entorno?

Impacto de vaivenes y reducción de diferenciales

Para evaluar su desempeño, Fitch Ratings consideró que 116 fondos de deuda mexicanos podrían ser catalogados de mediano y largos plazos con base en su duración, fueran de tasa nominal o real, sin tomar en cuenta los que solo tienen capital fijo. Los de duración de entre 1 y 3 años fueron 74 fondos; los de 3 a 5 años de duración, 29 fondos; los de más de 5 años de duración, 13 fondos.

Al corte de octubre de 2016, en tanto que el desempeño del indicador genérico M10 fue del −4,55%, el total de los fondos observados produjo el rendimiento promedio simple del 3,18%. Al separar por grupos de duración, se observa que el de 5 años o más generó un rendimiento promedio simple del 7,89%; el de 3 a 5 años, del 3,90%, y el de 1 a 3 años, del 1,61%.

Los fondos de largo plazo en ese primer corte fueron los más productivos en vista de que la evolución de las tasas de más largo plazo, de 20 y 30 años (M20 y M30), tuvo un marcado rumbo bajista a pesar de los vaivenes: el M20 subió apenas 5 puntos básicos, en tanto que el M30 bajó 8 puntos básicos. El diferencial o spread entre el M30 y el M10 se redujo en un año de 83 puntos básicos a 51 puntos básicos; al cierre de noviembre de 2016, a pesar del alza inusitada, el diferencial se había reducido aún más, a 35 puntos básicos.

Cierto: en los 12 meses terminados en noviembre, la rentabilidad de los fondos de mayor plazo disminuyó a la mitad de lo generado al corte de octubre; en cambio, la de los de duración 1 a 3 años mantuvo el porcentaje de rendimiento. Esto quiere decir que, hasta octubre, los fondos de plazos más largos resintieron menos la volatilidad general y los aumentos de hasta 175 puntos básicos que el banco central hizo a la tasa objetivo aunque, a noviembre, resultaron más dañados con la agudización de la volatilidad y un aumento adicional de 50 puntos básicos a la tasa objetivo.

Fitch considera positivo que haya al menos 42 alternativas de mediano y largo plazo (más de 3 años de duración) en un mercado en el que los fondos de corto plazo son preponderantes. Asimismo, estima que es importante observar su desempeño con regularidad, para evaluar también su consistencia ante las condiciones cambiantes del mercado.  

Columna de Fitch México, escrita por Aturo Rueda

La disuasión y el TLCAN

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La disuasión y el TLCAN
Foto: Gage Skidmore. La disuasión y el TLCAN

Cuando una institución enfrenta riesgos debe tomar medidas de disuasión, para convencer a los actores de que modifiquen el comportamiento que lo genera, de prevención, para evitar que suceda, y de mitigación, para minimizar las consecuencias en caso de que se materialice.

La llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos implica un riesgo para el Tratado de Libre Comercia de América del Norte (TLCAN), por ello es necesario instrumentar a la brevedad medidas de disuasión para evitar su desaparición.

Existe una gran interdependencia entre Estados Unidos (EUA) y México, más de 6 millones de trabajos en EUA dependen del libre comercio entre los dos países, ya sea porque le exportan productos a México o utilizan insumos provenientes de México.  La mitad de esos empleos se concentra en 10 estados, la mayoría de ellos republicanos y van desde Texas hasta Ohio y Pensilvania, lugares donde el discurso proteccionista de la campaña tuvo tanto éxito. A su vez, las exportaciones mexicanas tienen, aproximadamente, un 40% de insumos importados, por ello suspender el libre comercio impacta a la economía de ambos países. Cerrar a la economía de EUA provocará que se dejen de importar bienes de México, que representan el 17% de sus importaciones, pero afectará también a los fabricantes de ese país porque dejarán de exportar bienes a México.

Por otra parte, en 2015 EUA importó de México 296.400 millones de dólares y tuvo un déficit comercial de 60.600 millones de dólares, a Canadá le compró 296.100 millones de dólares y tuvo un déficit comercial de 15.500 millones de dólares, en tanto que las importaciones provenientes de China ascendieron a 483.200 millones de dólares y su déficit comercial fue de 367.200 millones de dólares, representando el 40% del total de su déficit.  Por lo tanto, desaparecer el TLCAN no va a resolver el déficit comercial, ya que Canadá y México apenas representaron el 8% de dicho déficit.  Además, la interrelación de las empresas de EUA con sus clientes y proveedores en Canadá y sobre todo en México es muy amplia y limitar el comercio afectará a la producción y el empleo en mayor magnitud que las puras importaciones. 

Las medidas de disuasión consisten en explicar claramente estas interrelaciones a las nuevas autoridades de la Casa Blanca, pero no lo debe de hacer el gobierno de México, lo deben de hacer los Congresistas de los estados de EUA que estarían afectados por romper el TLCAN, los sindicatos y líderes empresariales que se perjudicarían, y analistas académicos que evalúen el impacto sobre el bienestar de los consumidores. Las autoridades mexicanas lo que tienen que hacer de manera urgente y muy dinámica es cabildear a diversos actores políticos, sindicales, empresariales y académicos, para que dicho mensaje llegue claramente a las nuevas autoridades.  Previo a las negociaciones del TLCAN, durante el transcurso de las mismas y hasta su ratificación por los congresos de los tres países, se desarrolló una gran labor de cabildeo.  En las circunstancias actuales es necesario el cabildeo a diversos niveles con todos los actores que puedan influir en las decisiones de política económica de la Casa Blanca.

Columna de Francisco Padilla Catalán

Se acelera la normalización de la curva de rendimientos en renta fija

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Se acelera la normalización de la curva de rendimientos en renta fija
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Stefany. Se acelera la normalización de la curva de rendimientos en renta fija

En Mirabaud, mantenemos la infraponderación en deuda pública estadounidense tras el repunte de los rendimientos como reacción a las elecciones presidenciales. Esta subida de los rendimientos se explica por el aumento de las expectativas de inflación en Estados Unidos a consecuencia de la expansión prevista del gasto público y el riesgo derivado de un endeudamiento excesivo.

Así, el tipo de la deuda pública a diez años se situó en el 2,45% a finales del mes de noviembre, frente al 1,80% previo al 8 de noviembre, mientras que el tipo a dos años subió 35 puntos básicos, alcanzando el 1,15%, lo que provocó una elevación de la curva de los tipos de la deuda pública y una caída de los bonos estadounidenses.

En tal contexto, pretendemos diversificar esta posición por medio de bonos indexados a la inflación (TIPS), unos títulos que han brillado en fechas recientes, en un momento en el que el riesgo de nuevas revisiones al alza de las previsiones de inflación sigue siendo elevado a causa del acuerdo alcanzado por la OPEP para reducir la producción de petróleo.

La deuda estadounidenses high yield (-0,7%) superaron a los bonos de alta calidad crediticia (-2,7%) en noviembre gracias al rebote del barril de WTI (+6%) y a la aceptación generalizada de la tesis de reflación. La mejoría de los márgenes de las empresas del sector energético, un mayor crecimiento económico en Estados Unidos y una ralentización de las tasas de impago sostienen este segmento de la deuda corporativa. Los bonos de alta calidad crediticia también podrían beneficiarse del descenso de los diferenciales de deuda corporativa a consecuencia de la aceleración de la actividad, las mayores tasas de crecimiento de los beneficios y la relajación de las políticas monetarias en el Reino Unido y la zona del euro, que dará apoyo a la demanda mundial.

Por último, seguimos invirtiendo en deuda emergente denominada en dólares estadounidenses. Este enfoque selectivo permite limitar la exposición a las fluctuaciones de los mercados de divisas, aprovechando al mismo tiempo un diferencial de tipos favorable y una posible subida de los precios de las materias primas.

De cara a 2017, y como aproximación global en un entorno que seguirá siendo altamente volátil, apostamos claramente por una estrategia de renta fija flexible capaz de adaptarse ágilmente a los vaivenes del mercado. Fuera de la renta variable y como categoría también diferenciada de la renta fija, creemos que los bonos convertibles pueden ser un magnífico vehículo, un activo realmente eficaz para enfrentarse a un mercado altamente volátil gracias a las ventajas que ofrece su enorme convexidad.

Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.

El Consejo y el Parlamento Europeo dan el sí a un nuevo Reglamento para los fondos monetarios

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El pasado 7 de diciembre el Comité de Representantes Permanentes, en nombre del Consejo Europeo, llegó a un acuerdo con el Parlamento Europeo para una futura aprobación del Reglamento sobre fondos del mercado monetario.

El proyecto de Reglamento tiene por objeto hacer más sólidos estos fondos, garantizar el buen funcionamiento del mercado de financiación a corto plazo y mantener el papel esencial que desempeñan los fondos del mercado monetario (FMM) en la financiación de la economía real.

En este sentido, el proyecto establece las normas relativas a los instrumentos financieros que pueden ser objeto de inversión por un FMM, su cartera y su valoración, y los requisitos de información relativos a un FMM establecido, gestionado o comercializado en la Unión Europea.

Asimismo, cabe destacar que este proyecto de Reglamento es de aplicación a los organismos de inversión colectiva que:

·      requieren autorización como UCITS o son autorizados como UCITS bajo la Directiva 2009/65/CE o son AIFs bajo la Directiva 2011/61/UE;

·      invierten en activos a corto plazo; o

·      tienen objetivos distintos que ofrecen rendimientos en línea con las tasas del mercado monetario o preservan el valor de la inversión.

Una de las principales novedades que incluye el proyecto tiene que ver con los diferentes tipos de FMM. En la actualidad existen dos tipos de FMM: aquellos que ofrecen un valor neto variable por título (VNAV), que dependen principalmente de las fluctuaciones de mercado, y otros que ofrecen un valor neto constante por título (CNAV). Con la aprobación de este Reglamento se creará la categoría de valor neto de poca volatilidad (LVNAV) que estará más centrada en la economía real.

El proyecto establece normas que regulan la composición de las carteras de estos FMM, así como la valoración de sus activos. Con ello se pretende asegurar la estabilidad de sus estructuras y garantizar que invierten en activos diversificados con alta calidad de crédito.

También introduce estándares comunes para incrementar la liquidez de los FMM y para asegurar que pueden afrontar solicitudes de reembolso inesperadas en situaciones complicadas en los mercados. Además, introduce reglas comunes que persiguen que el gestor del fondo conozca el comportamiento de los inversores y esté preparado para responder a sus decisiones repentinas.

Finalmente, es preciso resaltar que el acuerdo al que han llegado el Consejo y el Parlamento Europeo incluye, en particular:

–      las necesidades de liquidez y diversificación;

–      los activos en los que los FMM pueden invertir, incluido la deuda pública;

–      normas de transparencia; y

–      una cláusula de revisión del gobierno de las CNAV.

Columna de opinión de Ana García Rodríguez, socia responsable del Departamento bancario y financiero en la oficina de Madrid de Baker & McKenzie.

 

El sector minorista europeo frente a la invasión digital

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El sector minorista europeo frente a la invasión digital
Wikimedia CommonsPhoto: Pixabay, Creative Commons CCO.. European Retail – Having to Adapt to Digital Disruption

Todas las empresas tienen que reaccionar ante los cambios. El sector minorista tiene que lidiar cada año con los cambios en la moda y, por lo menos en el norte de Europa, se enfrenta también a una climatología desafiante. Los cambios estructurales en los hábitos de compra y en el sector inmobiliario han desplazado gran parte de la actividad de consumo de las calles principales hacia centros comerciales fuera de la ciudad, pero ahora es la invasión digital la que supone todo un reto para el sector. Los comercios tradicionales, con grandes costes fijos derivados de los alquileres de inmuebles a largo plazo, ya no resultan tan atractivos. El panorama competitivo está cambiando con la irrupción de competidores como Amazon, con una capacidad de compra descomunal que ejerce una presión deflacionaria sobre los precios. Muchas tiendas tradicionales están sufriendo y debatiéndose para refinar su modelo de negocio y hacer frente a estos desafíos en un entorno en general débil, donde el conjunto del sector de la moda minorista apenas experimenta crecimiento alguno.

Como suele suceder, los retos también suponen oportunidades, tal y como se puede apreciar en los cambios en las cuotas de mercado que reflejamos aquí. La ubicación de los puntos de ventas sigue siendo un factor importante, pero ahora la ubicación incluye también los sitios web y las redes sociales. Este hecho tiene amplias repercusiones para la asignación del capital, el control de los inventarios, la logística de la cadena de suministro, la marca, la publicidad y la promoción, así como para la mayoría de los aspectos del negocio. Muchos de los elementos clave del éxito, una identidad clara ante los consumidores y una propuesta de valor, siguen siendo importantes, pero ahora deben combinarse con una oferta digital y una logística que respalde este canal de distribución. Para muchos, esto significa cambiar radicalmente la cartera de puntos de venta, disminuyendo el número de tiendas emblemáticas de gran tamaño y de tiendas pequeñas. La compra impulsiva que antes se realizaba en la tienda de camino a casa puede llevarse a cabo ahora con igual facilidad utilizando un smartphone para buscar por la red en el tren de vuelta a casa.

Varios negocios europeos han sacado partido de estos cambios reforzando sus propias posiciones e identificando nuevas áreas de crecimiento. Inditex es una exitosa empresa minorista tradicional con sede en España que ofrece moda asequible y que ha conseguido adaptarse sin perder por ello las señas de identidad que la distinguen. A diferencia de muchos, que se centran en gran medida en los costes en la cadena de suministros, Inditex ha sacrificado parte de los costes en aras de la proximidad del suministro y con ello ha mejorado los plazos de entrega para responder a los cambios en la moda. Este modelo genera menos descuentos, unas líneas que rotan más rápidamente y una excelente combinación de información centralizada, control y autonomía del gerente de cada tienda. Esta estructura se aplica también en Internet, integrándola con la cartera de tiendas físicas a través de incentivos para el personal y opciones de recogida para los clientes. Después de haberse tomado su tiempo para considerar y lanzar su oferta digital, ahora pueden reducir la inversión en tiendas físicas, así como reducir la intensidad de capital y al mismo tiempo seguir impulsando el crecimiento de los ingresos.

Zalando es un nuevo competidor, con sede en Alemania, concebido para la era digital. Desde un primer momento, ellos entendieron la importancia de la logística y de contar con una plataforma escalable para crear el “efecto red” tan habitual en las ofertas digitales. Toda su oferta se realiza a través de la web alojando los productos de otros, exhibiendo los productos y los escaparates de las tiendas de una forma que supera en muchos casos la de marcas establecidas. Zalando afirma que puede realizar entregas a más del 80% de Europa en un plazo de dos días. En un sector con un crecimiento en general bajo, sus ventas están creciendo por encima del 20% al año.

En Alemania, Deutsche Poste ha dejado de ser un servicio nacional puramente postal para convertirse en una extensa empresa de logística y mensajería. Esta mezcla de actividades se enfrenta a retos, obviamente la entrega tradicional de cartas está a la baja, pero también entregan paquetes y cuentan con una importante infraestructura para ello. Todas estas compras en Internet tienen que llegar al consumidor final y esto constituye en sí un negocio de sólido crecimiento lo suficientemente fuerte en su propio territorio como para competir con Amazon.

Buscamos empresas donde observamos la adopción de las nuevas tecnologías y técnicas para llevar a cabo sus operaciones y satisfacer las necesidades y los deseos de los clientes. Deben adaptarse y cambiar para sobrevivir, una cualidad intrínseca de una economía dinámica en crecimiento.

Columna de Stan Pearson, director de Renta Variable Europea de Standard Life Investments

La inclusión de otros activos financieros ayudó a las Afores a minimizar las minusvalías

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La inclusión de otros activos financieros ayudó a las Afores a minimizar las minusvalías
Pixabay CC0 Public DomainPhoto: PS Photography / Pexels. Other Financial Assets Allowed the Afores to Minimize Mark to Market Loses

Después del triunfo de Donald Trump el pasado 8 de noviembre, hasta el pasado 8 de diciembre los mercados financieros muestran un desplazamiento hacia arriba de la curva de tasas de los bonos del tesoro en Estados Unidos, que llegan a reflejar incrementos hasta de 50 puntos base (pb) a lo largo de la curva. En el caso de la curva de bonos mexicanos, se presenta un alza que llega a ser entre 50 y 107 pb en los últimos 30 días. En el caso del bono que vence en 2024 (m24), es decir en ocho años, su efecto equivale a una reducción en su precio del 6%, por citar un ejemplo. El m24 subió en ese plazo 106 pb.

En contraparte entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre, se ha visto un alza en las bolsas internacionales no sólo por el movimiento en el tipo de cambio el cual se movió en el último mes un 11%, sino también impulsadas por las expectativas generadas por el triunfo de Trump. El índice industrial Dow Jones presenta un alza del 18% en pesos (11% explicado por el movimiento en él tipo de cambio y 7% por el movimiento del indicador bursátil). Otros índices como el Russell traen un 27% de rendimiento directo en pesos en el último mes; mientras que él ETF de financieras (XLF) en Estados Unidos registra un incremento del 31% en pesos.

Al revisar los rendimientos de las Siefore Básica 2 que son las Siefores que concentra el mayor número de recursos (36%) de las 5 Siefore que hay, se puede ver lo contrastante que han sido los resultados. Los activos de la sb2 valen 49.000 millones de dólares y en los últimos 30 días tuvieron una minusvalía del 1,7% que equivale a poco más de 826 millones de dólares.

En los últimos 30 días que van entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre, se puede ver que el rendimiento promedio de estas Siefores es del -1,7% donde 4 Siefores presentan un rendimiento por arriba del promedio (Inbursa, Profuturo, Coppel y Azteca) ; dos están en el promedio (Principal y MetLife), mientras que 5 Siefores traen un rendimiento por debajo (XXI-Banorte, Banamex, Invercap, Sura y PensiónISSSTE), donde el beneficio o el impacto es diferente en cada caso.
 

Dados estos resultados se puede ver que hay Afores que si estaban diversificadas no sólo entre renta fija, renta variable y otros activos; tenían menos inversiones en los bonos largos y tenían una diversificación entre valores locales y extranjeros.

Si el 100% del portafolio se hubiera invertido en el bono m24 el resultado en el mes hubiera sido del -6,3%; si el 100% hubiera estado en el índice de la Bolsa Mexicana de Valores, el resultado hubiera sido del -4,4%; si el 100% hubiera estado en dólares el rendimiento hubiera sido un 11%; si hubiera sido en el índice industrial Dow Jones el rendimiento hubiera sido del 18,4% en pesos y si se hubiera invertido con cobertura cambiaria hubiera sido solo del 7%.

En los ejemplos anteriores se consideran inversiones no diversificadas donde se invierte todo en una canasta. Este ejercicio se complica al incorporar los limites normativos donde en el caso de la SB2 se permite invertir un 25% en renta variable donde solo el 20% pueden ser valores extranjeros; solo se permite un 30% en divisas y lo más importante es que el conjunto de las inversiones no pueden superar un Valor en Riesgo (VaR) del 1,1%.

Por las características de los portafolios y el régimen de inversión pareciera que es complicado evitar rendimientos negativos sin incurrir en la concentración en una clase de activo en periodos como el experimentado en noviembre donde hay una percepción negativa del mercado y las inversiones en México.

Al ver estos resultados lo que sale a relucir es la necesidad de aumentar el porcentaje de renta variable, aumentar el límite de valores extranjeros y de llegarse a dar cualquiera de estas dos medidas es necesario subir el límite de Valor en Riesgo (VaR), ya que cualquier aumento en estos porcentajes se ve limitado por el límite del VaR.

Columna de Arturo Hanono

El auge del sector salud en Asia está llegando

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El auge del sector salud en Asia está llegando
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Phalinn Ooi. Asia’s Coming Healthcare Boom

Hemos adoptado una posición alcista a largo plazo en pocos sectores en todo el mundo, pero la asistencia sanitaria en Asia (excluido Japón) es uno de ellos. La combinación de factores regionales clave como la demografía, la urbanización y las deficiencias de las infraestructuras existentes, apuntan a un crecimiento sostenible. Además, los proveedores nacionales de asistencia sanitaria de la región tienen una ventaja competitiva debido a las barreras locales y los bajos costes que permitirán crecer en futuro en las exportaciones y la externalización servicios.

Creemos que el potencial a largo plazo del sector de la salud de Asia (excluido Japón) y las ventajas competitivas que disfrutan las empresas asiáticas frente a sus homólogas mundiales suponen una oportunidad clave a largo plazo para los inversores.

¿Por qué la asistencia sanitaria en Asia está preparada para la expansión?

La envejecida población de la región, el aumento de la urbanización y la falta de infraestructuras médicas, junto con los incipientes sistemas de seguros de salud, proporcionan un fuerte impulso para el crecimiento a largo plazo. Asia representa ya el 60 por ciento de la población mundial. De hecho, algunos de los países de la región -como Corea, Tailandia y China- tienen un rápido crecimiento demográfico que conducirá a una población de casi 1.000 millones de personas mayores de 65 años en Asia de cara al año 2050, según las Naciones Unidas. Creemos que la demanda de medicamentos y servicios de salud en Asia, excepto Japón, sólo puede aumentar.

El aumento de la urbanización y los mejores niveles de vida también amplificarán la demanda de atención médica en Asia. A medida que los países de la región se urbanicen, su PIB per cápita mejorará, lo que dará lugar a un aumento del gasto sanitario en relación con el PIB. El gasto en salud en relación con el PIB en EE.UU., Alemania y Japón en 2014 fue del 17%, 11% y 10%, respectivamente. Asia –ex Japón–, por el contrario, sólo estaba gastando del 4 al 7% del PIB en la asistencia sanitaria en 2014, según la Organización Mundial de la Salud. A medida que estos países converjan hacia el mismo nivel de desarrollo económico que EE.UU., Alemania y Japón, su gasto en salud en relación con el PIB, sin duda, avanzará.

Por último, las brechas existentes en las infraestructuras de Asia, a excepción de Japón, plantean la necesidad de invertir en infraestructuras médicas, como hospitales, camas, profesionales sanitarios y equipos médicos para satisfacer la creciente demanda, que estimulará el gasto en otros segmentos de salud. Además, los seguros de salud todavía está en una fase temprana de desarrollo. La región se encuentra en una coyuntura crucial en la forma en que proporciona atención sanitaria a sus ciudadanos.

Ventaja competitiva

Creemos que las empresas del sector salud asiáticas pueden captar plenamente el crecimiento en su mercado interno, y que algunas empresas pueden incluso ganar cuota de mercado fuera de Asia, (excluido Japón).

La asistencia sanitaria está fuertemente influenciada por la cultura, la distribución y la regulación locales. Por ejemplo, entender el tratamiento médico tradicional en países como China es clave y no es fácil para las empresas no locales. La distribución es también extremadamente complicada en toda la región, sin una solución de modelo único para todos, debido a la geografía, el tamaño, la cultura y los idiomas de la zona. Además, las regulaciones –como el proceso de aprobación de fármacos– difieren en cada país y con frecuencia cambian, lo que dificulta que los jugadores extranjeros se mantengan al día.

En la mayoría de los países asiáticos, sin contar Japón, la asequibilidad sigue siendo una cuestión clave en la asistencia sanitaria. Las empresas de salud más fuertes y mejor posicionadas pueden aprovechar su estructura de costes más bajos, como la mano de obra, para obtener una ventaja sobre las compañías internacionales.

Oportunidad en Asia

El sector de la asistencia sanitaria de Asia ha retrocedido en 2016, debido principalmente a una combinación de factores temporales y cíclicos (como la rotación sectorial) y las correcciones temporales de precios (en particular, en el sector farmacéutico genérico de India). Nuestra visión es que el reciente ajuste de mercado no socava la historia de crecimiento a largo plazo para este sector y que la tesis de inversión a medio y largo plazo permanece intacta.

Como resultado, consideramos esta caída en el sector de la salud de Asia, ex Japón, como una oportunidad de inversión para inversores a largo plazo como nosotros.

Peter Sartori es responsable de renta variable asiática de Nikko AM.

Afore XXI Banorte, las razones

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Afore XXI Banorte, las razones
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Unsplash. Afore XXI Banorte, las razones

Que se muevan las cosas en Afore XXI Banorte no es poca cosa; la institución es la más grande del sistema y por lo tanto hay mucho en juego. Si midiéramos a dicha Afore respecto a la más pequeña, tenemos que es 23 veces más grande rubro por rubro, nada más y nada menos.

Es de llamar la atención el cambio de director general en XXI Banorte, porque se presenta antes de que se haga el anuncio anual sobre las comisiones que cobrarán las Afores los próximos 12 meses, mismo que, por cierto, ya se tardó. Todo indica que la salida es precipitada, al menos así se ha tomado entre el gremio.

Igualmente, siempre llamará la atención los cambios en la cúpula de una empresa exitosa, la más grande del país, aunque suelen darse mucho más frecuentemente de lo que se cree.

Tonatiuh Rodríguez hizo carrera en XXI Banorte, fueron casi 20 años. Pupilo de Javier Beristáin, uno de los fundadores del sistema de cuentas individuales en el SAR y a la postre el primer director de la primera Afore pública del país, la del IMSS, que evolucionaría hasta convertirse en lo que es hoy, el gigante del sistema.

Ante su salida, las especulaciones no se han hecho esperar; en 2015 por primera ocasión en la historia el agente regulador del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), rechazó la propuesta inicial de comisión de una Afore, y fue precisamente la de XXI Banorte.

La administradora tuvo que presentar una nueva propuesta, el argumento de Consar fue precisamente el tamaño de la institución, por lo que debería hacer esfuerzos adicionales para bajar sus comisiones; se acusó de recibo.

Llama también la atención el cambio porque llega un hombre experimentado en finanzas, pero del sector público.

Juan Manuel Valle ha estado cercano a temas de inclusión financiera, ha colaborado con la Condusef, pero es lo más cercano que ha estado en el tema de las Afores. Desde luego que vale la pena otorgarle el beneficio de la duda, ya que luce bien preparado y es egresado de una de las escuelas de finanzas y negocios más importantes de Latinoamérica.

Más aún, si el cambio se realizó con el acuerdo del Consejo de Administración de la Afore, es un hecho que el hombre elegido, Juan Manuel Valle, fue evaluado por sus atributos y los consideraron suficientes para llevar las riendas de la institución más grande del sistema.

Consar no invade la vida institucional de las Afores, nos parecería descabellado que lo hiciera. Sin embargo, estamos en un mundo tan cambiante que muchas cosas tienen diversas interpretaciones.

No cabe duda que los ciclos se cierran, el de Tonatiuh Rodríguez al frente de Afore XXI Banorte llegó a su fin, posiblemente de forma intempestiva, pero así fue. Los nuevos vientos provenientes de la administradora más grande del sistema pueden mover varias cosas más en el SAR.

Lamentablemente no tenemos las razones que motivaron el imprevisto cambio en Afore XXI Banorte, pero fueron importantes, muy importantes.

Columna de Antonio Sandoval

Todos somos keynesianos ahora

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Todos somos keynesianos ahora
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Spudgun67 . Todos somos keynesianos ahora

Tanto el Brexit como el triunfo de Trump han demostrado el extraordinario –y posiblemente lógico– nivel de insatisfacción del “trabajador medio”, cuya renta apenas se ha movido desde 2008, y su rechazo por el apego dogmático a la austeridad y a las políticas del “ya me lo agradecerá usted mañana” en forma de recetas monetarias expansivas y recortes del gasto público. Los políticos que triunfarán en 2017 estarán unidos por el mismo mantra: todos somos keynesianos ahora.

Si esta transición hacia las políticas presupuestarias se afianza, podríamos haber asistido ya al final de la burbuja de renta fija, activo que ha pasado de estar caro a sufrir una sobrevaloración crónica durante los últimos años debido a las políticas monetarias excesivamente expansivas y los tipos de interés próximos al cero. El mero cambio en las expectativas en relación con la victoria de Trump bastó para desencadenar una oleada de ventas en cuestión de días (gráfico 1), un movimiento que podría parecer intrascendente comparado con la magnitud de la corrección que podría sufrir el mercado de bonos.

Cabe esperar, por tanto, un repunte del crecimiento y la inflación, aunque me temo que los tipos de interés suban más despacio de lo que espera el mercado, ya que los gobiernos ejercerán presión sobre los bancos centrales “independientes” para que acepten una inflación temporalmente más alta, como precio que merece la pena pagar a cambio de dinamizar unas economías estancadas. Aunque la duración podría ser el enemigo durante algún tiempo, seguirá habiendo áreas interesantes dentro de la renta fija. Una de las más destacadas será la deuda de los mercados emergentes en moneda nacional, que podría ofrecer gran parte del potencial alcista de la renta variable emergente, pero con menos riesgo bajista y un amplio colchón de rendimiento.

En cuanto a las bolsas, los valores de calidad que pagan dividendos, que han impulsado en gran medida el mercado alcista que vivimos desde 2009, podrían perder gran parte de su brillo conforme los tipos de interés se alejen del cero, con lo que se invertiría la tendencia de búsqueda de rendimientos que ha llevado a los inversores a subir cada vez más por el espectro de riesgo. La inversión de estilo “valor”, que ha sufrido desde la crisis financiera, podría experimentar un nuevo auge ahora (gráfico 2). Ya sea a través de estrategias activas o de smart beta, la exposición a renta variable con un enfoque “valor” probablemente genere mejores rentabilidades que el conjunto del índice.

Reevaluación del riesgo y la volatilidad

Con independencia del efecto a medio plazo de las políticas económicas de Trump, cabe esperar más volatilidad a medida que el presidente electo (y, en un plano más general, la geopolítica) haga moverse a los mercados entre el miedo y el deseo de ganancias. Unos gobernantes nuevos y políticamente inexpertos en EE.UU., elegidos más por el discurso que por unas políticas tangibles, traen consigo una incertidumbre inevitable y posibles pasos en falso, aun si se evita un desastre. Y todo ello, antes de tener en cuenta la posible agitación política en Europa, cuando el Reino Unido se ponga a renegociar su relación con Europa en un contexto marcado por las elecciones generales en Francia y Alemania.

Algunos sucesos podrían provocar giros a corto plazo en las tendencias, tanto en lo que respecta a la relación acciones-bonos como entre los diferentes sectores. Podría tener sentido instaurar en las carteras algún tipo de cobertura frente a riesgos extremos, tal vez mediante el oro y el petróleo, mientras que la gestión activa y las compras oportunistas de activos de riesgo que sufran fases de debilidad (reduciendo las posiciones cuando alcancen máximos) serían enfoques prudentes. 2017 no es, pues, un año para tener una asignación de activos estática.

Evitar el declive a largo plazo

Del mismo modo que algunos mercados parecen corregir de forma casi inmediata (pensemos en la libra esterlina frente al dólar después de la decisión del Reino Unido de salir de la UE), otros se ajustan gradualmente y en periodos prolongados. Un ejemplo que acude a mi mente son las empresas británicas de pequeña y mediana capitalización. Resulta difícil prever algo que no sea una tendencia negativa en muchos de estos valores, dado que las negociaciones para la salida se prolongarán durante varios años y lastrarán el sentimiento. Incluso si el desenlace dentro de unos años es positivo, seguirán presionados hasta que las esperanzas se conviertan en certidumbres.

Aunque el FTSE 100 ha escalado gracias a la acusada depreciación de la libra esterlina, llevando al índice hasta nuevos máximos, en el cómputo global los valores de pequeña capitalización no se beneficiarán de ello.

Lo anterior es especialmente importante para los que invierten con un enfoque activo en la bolsa británica. La concentración del índice en los grandes valores hace que un gestor medio tenga un considerable sesgo hacia los valores de mediana capitalización, mientras que los gestores con un sesgo de gran capitalización generalmente prefieren los valores que pagan dividendos, los cuales, como ya hemos indicado, probablemente se sitúen a la cola del mercado mundial. Por lo tanto, la exposición a la bolsa británica, si es que se tiene, se articularía mejor a través de un fondo que replique el FTSE 100 que con un gestor activo, ya que incluso los mejores probablemente se vean superados por el índice el próximo año. El inversor avezado sabrá identificar perdedores a largo plazo similares en la bolsa estadounidense a medida que vayan aclarándose las políticas de Trump.

James Bateman es el director global de inversiones en el área de multiactivos de Fidelity.