Se acelera la normalización de la curva de rendimientos en renta fija

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Se acelera la normalización de la curva de rendimientos en renta fija
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Stefany. Se acelera la normalización de la curva de rendimientos en renta fija

En Mirabaud, mantenemos la infraponderación en deuda pública estadounidense tras el repunte de los rendimientos como reacción a las elecciones presidenciales. Esta subida de los rendimientos se explica por el aumento de las expectativas de inflación en Estados Unidos a consecuencia de la expansión prevista del gasto público y el riesgo derivado de un endeudamiento excesivo.

Así, el tipo de la deuda pública a diez años se situó en el 2,45% a finales del mes de noviembre, frente al 1,80% previo al 8 de noviembre, mientras que el tipo a dos años subió 35 puntos básicos, alcanzando el 1,15%, lo que provocó una elevación de la curva de los tipos de la deuda pública y una caída de los bonos estadounidenses.

En tal contexto, pretendemos diversificar esta posición por medio de bonos indexados a la inflación (TIPS), unos títulos que han brillado en fechas recientes, en un momento en el que el riesgo de nuevas revisiones al alza de las previsiones de inflación sigue siendo elevado a causa del acuerdo alcanzado por la OPEP para reducir la producción de petróleo.

La deuda estadounidenses high yield (-0,7%) superaron a los bonos de alta calidad crediticia (-2,7%) en noviembre gracias al rebote del barril de WTI (+6%) y a la aceptación generalizada de la tesis de reflación. La mejoría de los márgenes de las empresas del sector energético, un mayor crecimiento económico en Estados Unidos y una ralentización de las tasas de impago sostienen este segmento de la deuda corporativa. Los bonos de alta calidad crediticia también podrían beneficiarse del descenso de los diferenciales de deuda corporativa a consecuencia de la aceleración de la actividad, las mayores tasas de crecimiento de los beneficios y la relajación de las políticas monetarias en el Reino Unido y la zona del euro, que dará apoyo a la demanda mundial.

Por último, seguimos invirtiendo en deuda emergente denominada en dólares estadounidenses. Este enfoque selectivo permite limitar la exposición a las fluctuaciones de los mercados de divisas, aprovechando al mismo tiempo un diferencial de tipos favorable y una posible subida de los precios de las materias primas.

De cara a 2017, y como aproximación global en un entorno que seguirá siendo altamente volátil, apostamos claramente por una estrategia de renta fija flexible capaz de adaptarse ágilmente a los vaivenes del mercado. Fuera de la renta variable y como categoría también diferenciada de la renta fija, creemos que los bonos convertibles pueden ser un magnífico vehículo, un activo realmente eficaz para enfrentarse a un mercado altamente volátil gracias a las ventajas que ofrece su enorme convexidad.

Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.

El Consejo y el Parlamento Europeo dan el sí a un nuevo Reglamento para los fondos monetarios

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El pasado 7 de diciembre el Comité de Representantes Permanentes, en nombre del Consejo Europeo, llegó a un acuerdo con el Parlamento Europeo para una futura aprobación del Reglamento sobre fondos del mercado monetario.

El proyecto de Reglamento tiene por objeto hacer más sólidos estos fondos, garantizar el buen funcionamiento del mercado de financiación a corto plazo y mantener el papel esencial que desempeñan los fondos del mercado monetario (FMM) en la financiación de la economía real.

En este sentido, el proyecto establece las normas relativas a los instrumentos financieros que pueden ser objeto de inversión por un FMM, su cartera y su valoración, y los requisitos de información relativos a un FMM establecido, gestionado o comercializado en la Unión Europea.

Asimismo, cabe destacar que este proyecto de Reglamento es de aplicación a los organismos de inversión colectiva que:

·      requieren autorización como UCITS o son autorizados como UCITS bajo la Directiva 2009/65/CE o son AIFs bajo la Directiva 2011/61/UE;

·      invierten en activos a corto plazo; o

·      tienen objetivos distintos que ofrecen rendimientos en línea con las tasas del mercado monetario o preservan el valor de la inversión.

Una de las principales novedades que incluye el proyecto tiene que ver con los diferentes tipos de FMM. En la actualidad existen dos tipos de FMM: aquellos que ofrecen un valor neto variable por título (VNAV), que dependen principalmente de las fluctuaciones de mercado, y otros que ofrecen un valor neto constante por título (CNAV). Con la aprobación de este Reglamento se creará la categoría de valor neto de poca volatilidad (LVNAV) que estará más centrada en la economía real.

El proyecto establece normas que regulan la composición de las carteras de estos FMM, así como la valoración de sus activos. Con ello se pretende asegurar la estabilidad de sus estructuras y garantizar que invierten en activos diversificados con alta calidad de crédito.

También introduce estándares comunes para incrementar la liquidez de los FMM y para asegurar que pueden afrontar solicitudes de reembolso inesperadas en situaciones complicadas en los mercados. Además, introduce reglas comunes que persiguen que el gestor del fondo conozca el comportamiento de los inversores y esté preparado para responder a sus decisiones repentinas.

Finalmente, es preciso resaltar que el acuerdo al que han llegado el Consejo y el Parlamento Europeo incluye, en particular:

–      las necesidades de liquidez y diversificación;

–      los activos en los que los FMM pueden invertir, incluido la deuda pública;

–      normas de transparencia; y

–      una cláusula de revisión del gobierno de las CNAV.

Columna de opinión de Ana García Rodríguez, socia responsable del Departamento bancario y financiero en la oficina de Madrid de Baker & McKenzie.

 

El sector minorista europeo frente a la invasión digital

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El sector minorista europeo frente a la invasión digital
Wikimedia CommonsPhoto: Pixabay, Creative Commons CCO.. European Retail – Having to Adapt to Digital Disruption

Todas las empresas tienen que reaccionar ante los cambios. El sector minorista tiene que lidiar cada año con los cambios en la moda y, por lo menos en el norte de Europa, se enfrenta también a una climatología desafiante. Los cambios estructurales en los hábitos de compra y en el sector inmobiliario han desplazado gran parte de la actividad de consumo de las calles principales hacia centros comerciales fuera de la ciudad, pero ahora es la invasión digital la que supone todo un reto para el sector. Los comercios tradicionales, con grandes costes fijos derivados de los alquileres de inmuebles a largo plazo, ya no resultan tan atractivos. El panorama competitivo está cambiando con la irrupción de competidores como Amazon, con una capacidad de compra descomunal que ejerce una presión deflacionaria sobre los precios. Muchas tiendas tradicionales están sufriendo y debatiéndose para refinar su modelo de negocio y hacer frente a estos desafíos en un entorno en general débil, donde el conjunto del sector de la moda minorista apenas experimenta crecimiento alguno.

Como suele suceder, los retos también suponen oportunidades, tal y como se puede apreciar en los cambios en las cuotas de mercado que reflejamos aquí. La ubicación de los puntos de ventas sigue siendo un factor importante, pero ahora la ubicación incluye también los sitios web y las redes sociales. Este hecho tiene amplias repercusiones para la asignación del capital, el control de los inventarios, la logística de la cadena de suministro, la marca, la publicidad y la promoción, así como para la mayoría de los aspectos del negocio. Muchos de los elementos clave del éxito, una identidad clara ante los consumidores y una propuesta de valor, siguen siendo importantes, pero ahora deben combinarse con una oferta digital y una logística que respalde este canal de distribución. Para muchos, esto significa cambiar radicalmente la cartera de puntos de venta, disminuyendo el número de tiendas emblemáticas de gran tamaño y de tiendas pequeñas. La compra impulsiva que antes se realizaba en la tienda de camino a casa puede llevarse a cabo ahora con igual facilidad utilizando un smartphone para buscar por la red en el tren de vuelta a casa.

Varios negocios europeos han sacado partido de estos cambios reforzando sus propias posiciones e identificando nuevas áreas de crecimiento. Inditex es una exitosa empresa minorista tradicional con sede en España que ofrece moda asequible y que ha conseguido adaptarse sin perder por ello las señas de identidad que la distinguen. A diferencia de muchos, que se centran en gran medida en los costes en la cadena de suministros, Inditex ha sacrificado parte de los costes en aras de la proximidad del suministro y con ello ha mejorado los plazos de entrega para responder a los cambios en la moda. Este modelo genera menos descuentos, unas líneas que rotan más rápidamente y una excelente combinación de información centralizada, control y autonomía del gerente de cada tienda. Esta estructura se aplica también en Internet, integrándola con la cartera de tiendas físicas a través de incentivos para el personal y opciones de recogida para los clientes. Después de haberse tomado su tiempo para considerar y lanzar su oferta digital, ahora pueden reducir la inversión en tiendas físicas, así como reducir la intensidad de capital y al mismo tiempo seguir impulsando el crecimiento de los ingresos.

Zalando es un nuevo competidor, con sede en Alemania, concebido para la era digital. Desde un primer momento, ellos entendieron la importancia de la logística y de contar con una plataforma escalable para crear el “efecto red” tan habitual en las ofertas digitales. Toda su oferta se realiza a través de la web alojando los productos de otros, exhibiendo los productos y los escaparates de las tiendas de una forma que supera en muchos casos la de marcas establecidas. Zalando afirma que puede realizar entregas a más del 80% de Europa en un plazo de dos días. En un sector con un crecimiento en general bajo, sus ventas están creciendo por encima del 20% al año.

En Alemania, Deutsche Poste ha dejado de ser un servicio nacional puramente postal para convertirse en una extensa empresa de logística y mensajería. Esta mezcla de actividades se enfrenta a retos, obviamente la entrega tradicional de cartas está a la baja, pero también entregan paquetes y cuentan con una importante infraestructura para ello. Todas estas compras en Internet tienen que llegar al consumidor final y esto constituye en sí un negocio de sólido crecimiento lo suficientemente fuerte en su propio territorio como para competir con Amazon.

Buscamos empresas donde observamos la adopción de las nuevas tecnologías y técnicas para llevar a cabo sus operaciones y satisfacer las necesidades y los deseos de los clientes. Deben adaptarse y cambiar para sobrevivir, una cualidad intrínseca de una economía dinámica en crecimiento.

Columna de Stan Pearson, director de Renta Variable Europea de Standard Life Investments

La inclusión de otros activos financieros ayudó a las Afores a minimizar las minusvalías

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La inclusión de otros activos financieros ayudó a las Afores a minimizar las minusvalías
Pixabay CC0 Public DomainPhoto: PS Photography / Pexels. Other Financial Assets Allowed the Afores to Minimize Mark to Market Loses

Después del triunfo de Donald Trump el pasado 8 de noviembre, hasta el pasado 8 de diciembre los mercados financieros muestran un desplazamiento hacia arriba de la curva de tasas de los bonos del tesoro en Estados Unidos, que llegan a reflejar incrementos hasta de 50 puntos base (pb) a lo largo de la curva. En el caso de la curva de bonos mexicanos, se presenta un alza que llega a ser entre 50 y 107 pb en los últimos 30 días. En el caso del bono que vence en 2024 (m24), es decir en ocho años, su efecto equivale a una reducción en su precio del 6%, por citar un ejemplo. El m24 subió en ese plazo 106 pb.

En contraparte entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre, se ha visto un alza en las bolsas internacionales no sólo por el movimiento en el tipo de cambio el cual se movió en el último mes un 11%, sino también impulsadas por las expectativas generadas por el triunfo de Trump. El índice industrial Dow Jones presenta un alza del 18% en pesos (11% explicado por el movimiento en él tipo de cambio y 7% por el movimiento del indicador bursátil). Otros índices como el Russell traen un 27% de rendimiento directo en pesos en el último mes; mientras que él ETF de financieras (XLF) en Estados Unidos registra un incremento del 31% en pesos.

Al revisar los rendimientos de las Siefore Básica 2 que son las Siefores que concentra el mayor número de recursos (36%) de las 5 Siefore que hay, se puede ver lo contrastante que han sido los resultados. Los activos de la sb2 valen 49.000 millones de dólares y en los últimos 30 días tuvieron una minusvalía del 1,7% que equivale a poco más de 826 millones de dólares.

En los últimos 30 días que van entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre, se puede ver que el rendimiento promedio de estas Siefores es del -1,7% donde 4 Siefores presentan un rendimiento por arriba del promedio (Inbursa, Profuturo, Coppel y Azteca) ; dos están en el promedio (Principal y MetLife), mientras que 5 Siefores traen un rendimiento por debajo (XXI-Banorte, Banamex, Invercap, Sura y PensiónISSSTE), donde el beneficio o el impacto es diferente en cada caso.
 

Dados estos resultados se puede ver que hay Afores que si estaban diversificadas no sólo entre renta fija, renta variable y otros activos; tenían menos inversiones en los bonos largos y tenían una diversificación entre valores locales y extranjeros.

Si el 100% del portafolio se hubiera invertido en el bono m24 el resultado en el mes hubiera sido del -6,3%; si el 100% hubiera estado en el índice de la Bolsa Mexicana de Valores, el resultado hubiera sido del -4,4%; si el 100% hubiera estado en dólares el rendimiento hubiera sido un 11%; si hubiera sido en el índice industrial Dow Jones el rendimiento hubiera sido del 18,4% en pesos y si se hubiera invertido con cobertura cambiaria hubiera sido solo del 7%.

En los ejemplos anteriores se consideran inversiones no diversificadas donde se invierte todo en una canasta. Este ejercicio se complica al incorporar los limites normativos donde en el caso de la SB2 se permite invertir un 25% en renta variable donde solo el 20% pueden ser valores extranjeros; solo se permite un 30% en divisas y lo más importante es que el conjunto de las inversiones no pueden superar un Valor en Riesgo (VaR) del 1,1%.

Por las características de los portafolios y el régimen de inversión pareciera que es complicado evitar rendimientos negativos sin incurrir en la concentración en una clase de activo en periodos como el experimentado en noviembre donde hay una percepción negativa del mercado y las inversiones en México.

Al ver estos resultados lo que sale a relucir es la necesidad de aumentar el porcentaje de renta variable, aumentar el límite de valores extranjeros y de llegarse a dar cualquiera de estas dos medidas es necesario subir el límite de Valor en Riesgo (VaR), ya que cualquier aumento en estos porcentajes se ve limitado por el límite del VaR.

Columna de Arturo Hanono

El auge del sector salud en Asia está llegando

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El auge del sector salud en Asia está llegando
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Phalinn Ooi. Asia’s Coming Healthcare Boom

Hemos adoptado una posición alcista a largo plazo en pocos sectores en todo el mundo, pero la asistencia sanitaria en Asia (excluido Japón) es uno de ellos. La combinación de factores regionales clave como la demografía, la urbanización y las deficiencias de las infraestructuras existentes, apuntan a un crecimiento sostenible. Además, los proveedores nacionales de asistencia sanitaria de la región tienen una ventaja competitiva debido a las barreras locales y los bajos costes que permitirán crecer en futuro en las exportaciones y la externalización servicios.

Creemos que el potencial a largo plazo del sector de la salud de Asia (excluido Japón) y las ventajas competitivas que disfrutan las empresas asiáticas frente a sus homólogas mundiales suponen una oportunidad clave a largo plazo para los inversores.

¿Por qué la asistencia sanitaria en Asia está preparada para la expansión?

La envejecida población de la región, el aumento de la urbanización y la falta de infraestructuras médicas, junto con los incipientes sistemas de seguros de salud, proporcionan un fuerte impulso para el crecimiento a largo plazo. Asia representa ya el 60 por ciento de la población mundial. De hecho, algunos de los países de la región -como Corea, Tailandia y China- tienen un rápido crecimiento demográfico que conducirá a una población de casi 1.000 millones de personas mayores de 65 años en Asia de cara al año 2050, según las Naciones Unidas. Creemos que la demanda de medicamentos y servicios de salud en Asia, excepto Japón, sólo puede aumentar.

El aumento de la urbanización y los mejores niveles de vida también amplificarán la demanda de atención médica en Asia. A medida que los países de la región se urbanicen, su PIB per cápita mejorará, lo que dará lugar a un aumento del gasto sanitario en relación con el PIB. El gasto en salud en relación con el PIB en EE.UU., Alemania y Japón en 2014 fue del 17%, 11% y 10%, respectivamente. Asia –ex Japón–, por el contrario, sólo estaba gastando del 4 al 7% del PIB en la asistencia sanitaria en 2014, según la Organización Mundial de la Salud. A medida que estos países converjan hacia el mismo nivel de desarrollo económico que EE.UU., Alemania y Japón, su gasto en salud en relación con el PIB, sin duda, avanzará.

Por último, las brechas existentes en las infraestructuras de Asia, a excepción de Japón, plantean la necesidad de invertir en infraestructuras médicas, como hospitales, camas, profesionales sanitarios y equipos médicos para satisfacer la creciente demanda, que estimulará el gasto en otros segmentos de salud. Además, los seguros de salud todavía está en una fase temprana de desarrollo. La región se encuentra en una coyuntura crucial en la forma en que proporciona atención sanitaria a sus ciudadanos.

Ventaja competitiva

Creemos que las empresas del sector salud asiáticas pueden captar plenamente el crecimiento en su mercado interno, y que algunas empresas pueden incluso ganar cuota de mercado fuera de Asia, (excluido Japón).

La asistencia sanitaria está fuertemente influenciada por la cultura, la distribución y la regulación locales. Por ejemplo, entender el tratamiento médico tradicional en países como China es clave y no es fácil para las empresas no locales. La distribución es también extremadamente complicada en toda la región, sin una solución de modelo único para todos, debido a la geografía, el tamaño, la cultura y los idiomas de la zona. Además, las regulaciones –como el proceso de aprobación de fármacos– difieren en cada país y con frecuencia cambian, lo que dificulta que los jugadores extranjeros se mantengan al día.

En la mayoría de los países asiáticos, sin contar Japón, la asequibilidad sigue siendo una cuestión clave en la asistencia sanitaria. Las empresas de salud más fuertes y mejor posicionadas pueden aprovechar su estructura de costes más bajos, como la mano de obra, para obtener una ventaja sobre las compañías internacionales.

Oportunidad en Asia

El sector de la asistencia sanitaria de Asia ha retrocedido en 2016, debido principalmente a una combinación de factores temporales y cíclicos (como la rotación sectorial) y las correcciones temporales de precios (en particular, en el sector farmacéutico genérico de India). Nuestra visión es que el reciente ajuste de mercado no socava la historia de crecimiento a largo plazo para este sector y que la tesis de inversión a medio y largo plazo permanece intacta.

Como resultado, consideramos esta caída en el sector de la salud de Asia, ex Japón, como una oportunidad de inversión para inversores a largo plazo como nosotros.

Peter Sartori es responsable de renta variable asiática de Nikko AM.

Afore XXI Banorte, las razones

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Afore XXI Banorte, las razones
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Unsplash. Afore XXI Banorte, las razones

Que se muevan las cosas en Afore XXI Banorte no es poca cosa; la institución es la más grande del sistema y por lo tanto hay mucho en juego. Si midiéramos a dicha Afore respecto a la más pequeña, tenemos que es 23 veces más grande rubro por rubro, nada más y nada menos.

Es de llamar la atención el cambio de director general en XXI Banorte, porque se presenta antes de que se haga el anuncio anual sobre las comisiones que cobrarán las Afores los próximos 12 meses, mismo que, por cierto, ya se tardó. Todo indica que la salida es precipitada, al menos así se ha tomado entre el gremio.

Igualmente, siempre llamará la atención los cambios en la cúpula de una empresa exitosa, la más grande del país, aunque suelen darse mucho más frecuentemente de lo que se cree.

Tonatiuh Rodríguez hizo carrera en XXI Banorte, fueron casi 20 años. Pupilo de Javier Beristáin, uno de los fundadores del sistema de cuentas individuales en el SAR y a la postre el primer director de la primera Afore pública del país, la del IMSS, que evolucionaría hasta convertirse en lo que es hoy, el gigante del sistema.

Ante su salida, las especulaciones no se han hecho esperar; en 2015 por primera ocasión en la historia el agente regulador del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), rechazó la propuesta inicial de comisión de una Afore, y fue precisamente la de XXI Banorte.

La administradora tuvo que presentar una nueva propuesta, el argumento de Consar fue precisamente el tamaño de la institución, por lo que debería hacer esfuerzos adicionales para bajar sus comisiones; se acusó de recibo.

Llama también la atención el cambio porque llega un hombre experimentado en finanzas, pero del sector público.

Juan Manuel Valle ha estado cercano a temas de inclusión financiera, ha colaborado con la Condusef, pero es lo más cercano que ha estado en el tema de las Afores. Desde luego que vale la pena otorgarle el beneficio de la duda, ya que luce bien preparado y es egresado de una de las escuelas de finanzas y negocios más importantes de Latinoamérica.

Más aún, si el cambio se realizó con el acuerdo del Consejo de Administración de la Afore, es un hecho que el hombre elegido, Juan Manuel Valle, fue evaluado por sus atributos y los consideraron suficientes para llevar las riendas de la institución más grande del sistema.

Consar no invade la vida institucional de las Afores, nos parecería descabellado que lo hiciera. Sin embargo, estamos en un mundo tan cambiante que muchas cosas tienen diversas interpretaciones.

No cabe duda que los ciclos se cierran, el de Tonatiuh Rodríguez al frente de Afore XXI Banorte llegó a su fin, posiblemente de forma intempestiva, pero así fue. Los nuevos vientos provenientes de la administradora más grande del sistema pueden mover varias cosas más en el SAR.

Lamentablemente no tenemos las razones que motivaron el imprevisto cambio en Afore XXI Banorte, pero fueron importantes, muy importantes.

Columna de Antonio Sandoval

Todos somos keynesianos ahora

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Todos somos keynesianos ahora
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Spudgun67 . Todos somos keynesianos ahora

Tanto el Brexit como el triunfo de Trump han demostrado el extraordinario –y posiblemente lógico– nivel de insatisfacción del “trabajador medio”, cuya renta apenas se ha movido desde 2008, y su rechazo por el apego dogmático a la austeridad y a las políticas del “ya me lo agradecerá usted mañana” en forma de recetas monetarias expansivas y recortes del gasto público. Los políticos que triunfarán en 2017 estarán unidos por el mismo mantra: todos somos keynesianos ahora.

Si esta transición hacia las políticas presupuestarias se afianza, podríamos haber asistido ya al final de la burbuja de renta fija, activo que ha pasado de estar caro a sufrir una sobrevaloración crónica durante los últimos años debido a las políticas monetarias excesivamente expansivas y los tipos de interés próximos al cero. El mero cambio en las expectativas en relación con la victoria de Trump bastó para desencadenar una oleada de ventas en cuestión de días (gráfico 1), un movimiento que podría parecer intrascendente comparado con la magnitud de la corrección que podría sufrir el mercado de bonos.

Cabe esperar, por tanto, un repunte del crecimiento y la inflación, aunque me temo que los tipos de interés suban más despacio de lo que espera el mercado, ya que los gobiernos ejercerán presión sobre los bancos centrales “independientes” para que acepten una inflación temporalmente más alta, como precio que merece la pena pagar a cambio de dinamizar unas economías estancadas. Aunque la duración podría ser el enemigo durante algún tiempo, seguirá habiendo áreas interesantes dentro de la renta fija. Una de las más destacadas será la deuda de los mercados emergentes en moneda nacional, que podría ofrecer gran parte del potencial alcista de la renta variable emergente, pero con menos riesgo bajista y un amplio colchón de rendimiento.

En cuanto a las bolsas, los valores de calidad que pagan dividendos, que han impulsado en gran medida el mercado alcista que vivimos desde 2009, podrían perder gran parte de su brillo conforme los tipos de interés se alejen del cero, con lo que se invertiría la tendencia de búsqueda de rendimientos que ha llevado a los inversores a subir cada vez más por el espectro de riesgo. La inversión de estilo “valor”, que ha sufrido desde la crisis financiera, podría experimentar un nuevo auge ahora (gráfico 2). Ya sea a través de estrategias activas o de smart beta, la exposición a renta variable con un enfoque “valor” probablemente genere mejores rentabilidades que el conjunto del índice.

Reevaluación del riesgo y la volatilidad

Con independencia del efecto a medio plazo de las políticas económicas de Trump, cabe esperar más volatilidad a medida que el presidente electo (y, en un plano más general, la geopolítica) haga moverse a los mercados entre el miedo y el deseo de ganancias. Unos gobernantes nuevos y políticamente inexpertos en EE.UU., elegidos más por el discurso que por unas políticas tangibles, traen consigo una incertidumbre inevitable y posibles pasos en falso, aun si se evita un desastre. Y todo ello, antes de tener en cuenta la posible agitación política en Europa, cuando el Reino Unido se ponga a renegociar su relación con Europa en un contexto marcado por las elecciones generales en Francia y Alemania.

Algunos sucesos podrían provocar giros a corto plazo en las tendencias, tanto en lo que respecta a la relación acciones-bonos como entre los diferentes sectores. Podría tener sentido instaurar en las carteras algún tipo de cobertura frente a riesgos extremos, tal vez mediante el oro y el petróleo, mientras que la gestión activa y las compras oportunistas de activos de riesgo que sufran fases de debilidad (reduciendo las posiciones cuando alcancen máximos) serían enfoques prudentes. 2017 no es, pues, un año para tener una asignación de activos estática.

Evitar el declive a largo plazo

Del mismo modo que algunos mercados parecen corregir de forma casi inmediata (pensemos en la libra esterlina frente al dólar después de la decisión del Reino Unido de salir de la UE), otros se ajustan gradualmente y en periodos prolongados. Un ejemplo que acude a mi mente son las empresas británicas de pequeña y mediana capitalización. Resulta difícil prever algo que no sea una tendencia negativa en muchos de estos valores, dado que las negociaciones para la salida se prolongarán durante varios años y lastrarán el sentimiento. Incluso si el desenlace dentro de unos años es positivo, seguirán presionados hasta que las esperanzas se conviertan en certidumbres.

Aunque el FTSE 100 ha escalado gracias a la acusada depreciación de la libra esterlina, llevando al índice hasta nuevos máximos, en el cómputo global los valores de pequeña capitalización no se beneficiarán de ello.

Lo anterior es especialmente importante para los que invierten con un enfoque activo en la bolsa británica. La concentración del índice en los grandes valores hace que un gestor medio tenga un considerable sesgo hacia los valores de mediana capitalización, mientras que los gestores con un sesgo de gran capitalización generalmente prefieren los valores que pagan dividendos, los cuales, como ya hemos indicado, probablemente se sitúen a la cola del mercado mundial. Por lo tanto, la exposición a la bolsa británica, si es que se tiene, se articularía mejor a través de un fondo que replique el FTSE 100 que con un gestor activo, ya que incluso los mejores probablemente se vean superados por el índice el próximo año. El inversor avezado sabrá identificar perdedores a largo plazo similares en la bolsa estadounidense a medida que vayan aclarándose las políticas de Trump.

James Bateman es el director global de inversiones en el área de multiactivos de Fidelity.

¿Cómo encontrar empresas al principio de la curva de crecimiento?

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¿Cómo encontrar empresas al principio de la curva de crecimiento?
Pixabay CC0 Public Domain. Riding the S Curve of Creative Disruption

La curva S, que muestra la trayectoria de crecimiento de una empresa que crea un nuevo producto o incluso una nueva industria, puede ser un aliado o un enemigo para los inversores. Si encuentra una empresa de este tipo al principio de la curva S, podría mantener las acciones cuando llegue el período de crecimiento explosivo. Invertir en la parte superior de la curva S, supone que ya habrá perdido gran parte del crecimiento. Es en ese punto -cuando la mayor parte de su crecimiento ya ha quedado atrás- cuando muchas empresas deciden cotizar en los principales índices bursátiles. Los gerentes activos más experimentados tratan de encontrar estas empresas al principio de la curva, con el objetivo de aprovechar un mayor potencial de crecimiento.

Un ejemplo de esto son las computadoras personales, que generaron una industria que provocó efectos sin precedentes en muchos aspectos de la sociedad, incluyendo la forma en que trabajamos, aprendemos y consumimos contenido. De hecho, aún se puede sentir el efecto dominó de la revolución del ordenador, incluso pese a la evolución de los propios dispositivos.

Bajo estos escenarios de disrupción creativa, las oportunidades de inversión para los gestores activos experimentados proviene de: 1) entender dónde en qué punto de la trayectoria de su crecimiento está una compañía junto con los principales impulsores del crecimiento en una industria determinada y 2) la capacidad de reasignar activos a medida que el mercado madura. ¿Estamos en la fase de adopción temprana, donde hay un gran potencial pero se necesita paciencia? ¿Estamos en la fase de expansión, donde el crecimiento se acelera casi verticalmente? ¿O en la fase de madurez, donde los competidores inundan el mercado, el producto se convierte en algo corriente y los márgenes se comprimen?

Tal y como ha demostrado la historia, estos ciclos se repiten. En los últimos años los smatphones han desplazado al ordenador personal. En lugar de almacenar datos en disquetes, ahora los almacenamos en la nube. En lugar de consumir contenido de entretenimiento en casa en un televisor, cada vez más consumimos más en un dispositivo móvil. La disrupción creativa es un proceso interminable, que crea oportunidades y riesgos a cada paso. Tener una plataforma de análisis integrado ayuda a un gerente capacitado a identificar las oportunidades y los riesgos y tomar decisiones en consecuencia.

El mercado es un mecanismo de descuento de toda la información disponible. Lo que hacemos como gestores es tratar de determinar lo que el mercado ha descontado y si es correcto. Nuestro objetivo es reconocer una tendencia o un activo infravalorado y el peso del riesgo de ese activo adecuadamente. Tener diversos puntos de vista en toda la organización -en términos de explorar oportunidades desde una perspectiva tanto fundamental como cuantitativa, a través de geografías y analistas de diferentes sectores- puede jugar un papel importante en la adopción de mejores decisiones de inversión y esperamos mejores resultados.

Una cultura colaborativa y una plataforma de análisis integrada pueden ayudar a los portfolio managers a entender los efectos de las ondas creadas por las nuevas tecnologías. Los equipos de gestores y analistas con talento están mejor posicionados para pensar en una escala global que aquellos quienes están enfocados estrictamente en la tecnología o el producto en sí. Por ejemplo, ¿se adoptaría una nueva tecnología, como los métodos de pago electrónico, más rápidamente en los mercados desarrollados, debido a una ventaja de la infraestructura, creando oportunidades para que las tecnologías establecidas ganen cuota de mercado en los mercados menos desarrollados? Este es el tipo de problemas en el que un gestor activo cualificado esperaría mantenerse por delante de la curva.

Robert M. Almeida, Jr. es portfolio manager de MFS.

El peso mexicano ha dado el peor retorno en divisas emergentes desde 2014: Banxico tiene que subir los tipos más que la Fed

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El peso mexicano ha dado el peor retorno en divisas emergentes desde 2014: Banxico tiene que subir los tipos más que la Fed
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: J.P. C.. El peso mexicano ha dado el peor retorno en divisas emergentes desde 2014: Banxico tiene que subir los tipos más que la Fed

El peso mexicano ha sido la peor inversión de un grupo de monedas emergentes en lo que va de 2016 y a partir de junio de 2014 cuando empezó el ciclo de apreciación del dólar.  Para el inversionista extranjero, basado en dólares americanos, al invertir en monedas emergentes y ganar la tasa de interés local, el peso mexicano ha sido la peor inversión con las mayores pérdidas en lo que va del año.

En el cuadro 1 destacan las monedas con mayores retornos: el real brasileño, el ruso rublo, el rand sudafricano y el peso colombiano con grandes retornos positivos, mientras que el peso mexicano se encuentra al final de la tabla con minusvalías de (-) 13,1%.  Se ha tratado de explicar el mal rendimiento de este año, como el resultado de una compensación de mejores rendimientos en años anteriores, pero si analizamos desde que comenzó el ciclo de apreciación del dólar estadounidense a finales de junio de 2014, la conclusión es la misma: el peso mexicano está también al final de la tabla.

La tasa de interés en México es bastante más baja que la de Brasil, Rusia, Sudáfrica y Colombia, monedas que han logrado una fuerte apreciación este año. A lo largo del año, hemos explicado el bajo desempeño del peso mexicano con base en factores internos y externos, pero hemos subrayado también que el nivel nominal de la tasa de interés tiene que estar acorde con el nivel de riesgos de invertir en pesos mexicanos, y cuando el nivel está por debajo entonces el peso pierde valor por la salida de flujos de inversión de cartera. Un indicador de esta condición pudiera ser el comportamiento de extranjeros en el mercado de dinero. Como muestra el reporte de balanza de pagos, los extranjeros han salido de posiciones de mercado de dinero en lo que va del año. Además, los que no han salido pudieron ya haber cubierto su riesgo cambiario en el mercado de derivados y eso explica en parte la depreciación de la moneda nacional y la consecuencia ha sido el aumento del riesgo inflacionario como ya lo muestra la inflación al productor (ver más adelante). En cambio, los países mencionados que han logrado una apreciación de sus monedas, ofrecen rendimientos nominales más altos que México lo que se ha traducido en flujos positivos a sus mercados.

Los retos para la política monetaria en 2017 son enormes: Ahora anticipamos una inflación general de 4,5%. El reciente acuerdo de la OPEP traerá precios de la gasolina más altos con la liberalización de precios a partir del 1 de enero, el reciente aumento a los salarios mínimos pudiera contagiarse a otras negociaciones salariales y presionar aún más los costos de las empresas, que de por sí la inflación al productor ya señala incrementos importantes en los precios de bienes intermedios. La inflación 12 meses al productor de bienes intermedios en noviembre alcanzó el alarmante nivel de 9,2%. Vale la pena recordar que en 2015, dichos bienes mostraron una inflación alrededor de cero, lo que ayudó a bajar la inflación al consumidor en dicho año.

Además, hemos observado una nueva depreciación del peso a partir de la elección presidencial en EUA y están latentes mayores impactos por la política anti-TLCAN de Trump. Por su parte, la inflación al productor de bienes de consumo, que podría ser un precursor de la inflación subyacente al consumidor, en el mes de noviembre alcanzó el nivel de 4,6%.

La inflación ha estado contenida dentro del rango del objetivo de 3% +/- 1% a pesar de la depreciación del peso. El mayor reto para el Banco de México en los últimos años ha sido el evitar que la depreciación del tipo de cambio, que tiene un impacto directo de alza en los precios de las mercancías que contienen componentes importados, no se contagie a otros precios como los de servicios. Dicho contagio ocurriría si se da una pérdida de confianza en el poder adquisitivo de la moneda nacional, desatando una inflación generalizada. En buena medida, ha sido clave la credibilidad que ha logrado el Banco de México en el combate a la inflación y, más importante, la figura del Dr. Agustín Carstens por lo que su salida en 2017 conlleva al reto de encontrar su reemplazo.

En la gráfica 3 destaca la importante depreciación del peso mexicano a partir de julio de 2014, la inflación general contenida dentro del rango para la meta de precios y la baja inflación de servicios mostrando el nulo contagio hasta ahora.

El próximo Gobernador del Banco de México, tiene que ser totalmente creíble y autónomo del Gobierno Federal. El principal desafío para el Banco de México en 2017 será el de evitar que las nuevas presiones sobre los costos de las empresas, por mayores precios de energía, de materias primas y de tipo de cambio se contagien a otros bienes y servicios de la economía ajenos a dichos costos, y caigamos en un proceso de aumentos generalizados de precios. El próximo Gobernador tendrá que tener la credibilidad necesaria para mantener la confianza en el poder adquisitivo de la moneda nacional. Para ello, y frente al nuevo escenario de la Fed, tendrá también que ser totalmente autónomo del Gobierno Federal y que no le tiemble la mano para elevar el nivel de la tasa de referencia acorde con los retos que vienen.

La Reserva Federal pudiera acelerar el desmantelamiento de la política monetaria acomodaticia. Esto en respuesta al plan Fiscal de Trump revirtiendo la dirección de los flujos a mercados emergentes de vuelta a Estados Unidos. Hay que recordar que la economía mexicana necesita flujos extranjeros para financiar el déficit de cuenta corriente y el déficit público y estaremos compitiendo con otros países emergentes con mayores tasas de interés nominales. El fin de las “eternas” tasas bajas de la Fed marcaría un nuevo ciclo de alzas de tasas de interés de Banxico que comenzó el mes pasado y en el que además de seguir a la Fed, tendrá que subir por encima de dichos movimientos. Así, en 2017 Banxico estaría lidiando con: i) la reducción de flujos de cartera a mercados emergentes y de inversión extranjera directa, y ii) con las mayores presiones inflacionarias. En este contexto anticipamos que la Fed suba su tasa de interés en 25 puntos base en la reunión de diciembre, y Banxico en 50 puntos base. En 2017, la Fed subiría 50 puntos base, mientras que Banxico al menos 100 puntos base.

Columna de FINAMEX
 

El viento comienza a soplar

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El viento comienza a soplar
Pixabay CC0 Public Domain. El viento comienza a soplar

La visión de consenso volvió a quedar en evidencia y la amenaza que suponía Donald Trump se materializó el 8 de noviembre. Sin embargo, el pavor inicial de los inversores dio paso rápidamente a una ovación generalizada. Se ha vuelto a imponer, por tanto, la teoría de los juegos: el consenso era tan pesimista sobre las consecuencias de la elección de Donald Trump que lo único que podía hacer era tranquilizarse. En este súbito optimismo probablemente interviene también el cambio de ac- titud de los inversores, que primero se centrarían en los excesos del candidato y, después, percibieron repentinamente algunas virtudes en su programa económico. No obstante, para comprender la magnitud de la reacción de los mercados es preciso tener en cuenta que este programa de inversiones, de reduc- ción de la presión  scal y de prome- sas proteccionistas no es, en modo alguno, un suceso aislado.

Como recordábamos en septiembre, la opinión pública del mundo occidental demanda desde hace casi un año que se pongan en marcha estímulos presupuestarios, dirigidos a la demanda interna, que recojan el testigo que dejan las políticas al borde del agotamiento de los bancos centrales. El programa de Donald Trump se inscribe en esta tendencia y va a actuar como un acelerador. Por consiguiente, nos equivocaríamos al subestimar su fuerza de arrastre. Al fin y al cabo, se trata de Estados Unidos y, por eso, este programa de reactivación económica, aunque se quede en unas proporciones más modestas cuando se tope con las limitaciones que impone la realidad, tendrá ramificaciones en todo el mundo.

Uno de sus efectos podría ser avivar en el continente europeo las tentaciones cada vez más fuertes de liberarse del yugo de la ortodoxia financiera impuesta por Bruselas. Un nuevo viento del oeste, inevitable portador de borrascas y momentos de calma, sopla ya en los mercados de bonos, acciones y divisas.

Fortaleza del dólar

Las inversiones en infraestructuras del programa de Donald Trump difícilmente alcanzarán los vertiginosos importes anunciados, pero el déficit de equipamientos públicos en EE.UU. es absolutamente real y los dos candidatos contaban con el objetivo de remediarlo en sus programas. Así pues, este componente keynesiano de las políticas anunciadas debe tomarse muy en serio. No obstante, hay que ser conscientes de que la ejecución de estos proyectos, y aún más sus efectos multiplicadores sobre el resto de la economía, llevará tiempo y deberá lidiar con las restricciones  nancieras. Los mercados, como ocurre a menudo, se apresuran a descontar las previsiones.

El componente fiscal del programa es ciertamente el más decisivo. Dado que los republicanos ostentan la mayoría en el Congreso, podría aplicarse con gran celeridad y, en este caso, estamos ante una política de oferta bastante contundente. La rebaja del impuesto sobre la renta podría reactivar la confianza de los consumidores, que comienza a menguar, y la rebaja del impuesto de sociedades (hasta el 15%) podría constituir un poderoso estímulo para la economía. Tendrá un efecto directo sobre los beneficios netos de muchas empresas estadounidenses, pero lo más importante es que podría desencadenar porfin la recuperación de la inversión privada.

Con todo, no es una apuesta ganada, ya que no es seguro que las empresas decidan invertir en lugar de reducir su endeudamiento. No obstante, el contexto económico sí podría facilitarlo. La elección de Donald Trump se ha producido en un momento en el que los indicadores adelantados han empezado, en efecto, a estabilizarse globalmente, un ligero lo que augura, como mínimo, un ligero repunte cíclico mundial. Este es el caso concreto de EE. UU., donde los últimos datos de actividad industrial han comenzado a enderezarse después de la caída del año pasado, provocada por el hundimiento de la actividad en el sector petrolero. El plan de reactivación de Donald Trump se beneficiará, pues, de un ligero viento favorable y, también contribuirá a reforzarlo y extenderlo.

Cuando menos, el acusado descenso de la presión fiscal sobre las empresas animará a estas a invertir principalmente en territorio estadounidense. También podría atraer a un mayor número de inversores extranjeros. Por consiguiente, entra dentro de lo posible que los flujos de capitales en dirección a EE. UU. se aceleren. En este fenómeno, cabe destacar una fuerza que podría ser muy poderosa y duradera en favor del dólar, lo que, además, podría moderar el ritmo del endurecimiento monetario de la Fed.

La segunda ramificación: deterioro duradero de los mercados de renta fija

Aquí también conviene encuadrar el fenómeno Donald Trump en su contexto. Los mercados de renta fija ya estaban muy caros y descontaban, en conjunto, unas perspectivas de «estancamiento a largo plazo» hasta el infinito. A este respecto, cabe señalar que las estrategias activas de renta fija habían tenido ocasión de reducir considerablemente la sensibilidad de sus carteras a los tipos de interés desde comienzos de verano. Varias semanas después de la elección de Donald Trump, se puede afirmar que los mercados de bonos ya han iniciado el camino de retorno hacia unos niveles de valoración más razonables. Pero al diagnóstico se suman también unas mejores perspectivas económicas, así como un aumento de las previsiones de inflación.

Ciertamente, es demasiado pronto para proclamar una gran desviación de los tipos a largo plazo. El mundo no ha pasado de repente a ser inflacionista: en estos momentos, se conforma con ser menos deflacionista. Incluso en EE. UU., donde la inflación ya ha corregido el rumbo y justifica una subida de tipos más intensa que en Europa, por el momento estamos simplemente ante un repunte cíclico: las presiones demográficas y el endeudamiento público siguen constituyendo importantes frenos estructurales. Por lo tanto, la posibilidad de una subida rápida de los tipos de interés se perfila como uno de los principales riesgos y demanda estrategias de renta fija ágiles, aunque podría ser tolerable para las bolsas.

Tercera ramificación clave: un nuevo apuro para los mercados emergente

El cóctel formado por un dólar fuerte, tipos de interés al alza y amenazas proteccionistas no es, en absoluto, un buen augurio para las economías emergentes y los mercados han tomado rápidamente buena nota de esta circunstancia. Los activos mexicanos, afectados directamente por las amenazas de Donald Trump, se han visto especialmente penalizados y descuentan en estos momentos que las declaraciones del candidato Donald Trump van a llevarse a la práctica sin reservas. ¿Serán realmente tan radicales? Lo dudamos.

A Donald Trump no le va a quedar otro remedio que encontrar un equilibrio entre «proteger» a la clase trabajadora estadounidense y salvaguardar los intereses de las empresas del país, que necesitan la mano de obra mexicana, los recursos naturales canadienses y los costes de producción asiáticos. En cuanto a las relaciones comerciales con China, se verán influenciadas enormemente por el encaje geopolítico que se quiera preservar en Extremo Oriente. Sin duda, se re- negociarán tratados comerciales y tal vez se sustituyan acuerdos multinacionales por tratados bilaterales, pero es improbable que se pueda dar marcha atrás a veinticinco años de globalización económica. Más allá de las tensiones a corto plazo, y sin distinguir entre las clases de activos, los mercados emergentes que han sabido recomponer unos fundamentales sólidos desde 2013 parecen haber recibido un castigo excesivo desde el 9 de noviembre.

Los mercados andaban buscando un nuevo marco de funcionamiento desde 2015, cuando tomaron conciencia de que la simple intervención de los bancos centrales estaba llegando a sus límites en sus efectos, tanto en la economía real, que mantiene su atonía, como en los precios de los activos financieros. El movimiento general hacia políticas presupuestarias más expansivas parece ser la respuesta que va a guiarlos de ahora en adelante; con ello se responde a las demandas de la población, ciertamente, pero también resulta conveniente para unos bancos centrales cada vez más limitados.

Las elecciones estadounidenses constituyen un hito decisivo en esta transición, que continúa con los comicios europeos que se celebrarán en 2017. Así pues, se perfila en el horizonte un nuevo marco en los mercados que conlleva principalmente un cambio de tendencia en los tipos de interés, una apreciación de las monedas de los países que sepan atraer capitales y rotaciones sectoriales y geográficas profundas en el seno de las bolsas. No obstante, no podemos perder de vista que este cambio de panorama se sustenta en grandes alternancias políticas que, en lo que respecta a Europa, podrían volver a poner presión en 2017 sobre la unión de la zona del euro. Los mercados que en buena lógica se adapten rápidamente a esta transición entre modelos económicos deberían seguir vigilando los riesgos políticos que la acompañan.

Didier Saint-Georges es miembro del comité de inversiones y managing director de Carmignac.