Prepararse para lo inesperado

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Prepararse para lo inesperado
Pixabay CC0 Public Domain. Prepararse para lo inesperado

El pasado año nos ha brindado valiosas lecciones sobre las trampas que encierran las predicciones. Acontecimientos que parecían improbables a comienzos de 2016 —la salida de Reino Unido de la UE y la elección de Donald Trump como presidente de EE.UU.— han terminado sucediendo. La incertidumbre se ha impuesto, o al menos eso es lo que podrían hacernos creer los medios de comunicación. Aunque estos acontecimientos tal vez se consideraban improbables, distaban mucho de ser imposibles por el estrecho abanico de posibles resultados en cada uno de ellos. Sin embargo, como bien nos recordó la crisis crediticia, no es únicamente la probabilidad del acontecimiento lo que tiene que preocuparnos, sino los perjuicios (o recompensas) que se producen cuando ocurre.

Muchos expertos han vertido sus opiniones durante las últimas semanas, pero nadie puede hablar con certeza sobre cómo podrían resolverse las incertidumbres actuales. Los mercados parecen bastante convencidos de que en EE.UU. se avecina una oleada de inversión en infraestructuras. El diagnóstico general parece ser que la elección de Trump es buena para las acciones y mala para los bonos, aunque parece improbable que ambos extremos sean ciertos durante un periodo prolongado, habida cuenta de que las valoraciones de la bolsa estadounidense están en niveles excesivos.

Los estudiosos de la historia de los mercados financieros encontrarán muchos ejemplos en los que nuestros modelos para prever el futuro han resultado ser deficientes ante sucesos en apariencia aleatorios. Existe una serie de sesgos conductuales bien conocidos, como la ilusión de la experiencia reciente, el sesgo de confirmación, la falacia del jugador, el efecto de enfoque, etc. que pueden influir en las hipótesis que nos formamos y los tipos de decisiones que tomamos sobre la base de estos modelos.

Aunque el Brexit y las elecciones a la presidencia de EE.UU. han creado sus respectivas incertidumbres, la gente ahora está esperando lo inesperado de una forma en la que tal vez no lo habría hecho hace un año. El tiempo dirá si estos miedos están plenamente justificados (y la volatilidad, de hecho, sube) o si estamos viendo otra demostración palpable de nuestros sesgos conductuales.

A la vista de los retos a los que nos enfrentemos todos a la hora de abordar un futuro incierto, prepararse para los cambios es una parte importante de nuestro proceso de inversión. A este respecto, cabe mencionar estar atentos a la integridad estructural de la cartera de posiciones largas y cortas y a cómo podrían comportarse las exposiciones bursátiles en determinados escenarios. También tratamos de usar coberturas imperfectas, cuando procede, e incluir posiciones en activos que tienen la cualidad de ser «antifragilidad», es decir, que se benefician de la volatilidad.

A pesar de todo, nuestro enfoque no está exento de limitaciones, ya que no podemos hacer que las carteras resistan en todos los escenarios. Sin embargo, durante el próximo año seguiremos trabajando con ahínco para dotar a nuestras carteras de «solidez ante los cambios» y, al mismo tiempo, continuar mejorando nuestros procesos de inversión.

James Clunie, gestor del Jupiter Global Absolute Return SICAV Fund

Las oportunidades para 2017 pueden estar en el mercado privado

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Las oportunidades para 2017 pueden estar en el mercado privado
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Chris D Lugos Z. Private Funds: Venturing Off the Beaten Path

Este año, esperamos ver una continuación de muchos de los mismos temas que hemos visto en los mercados privados este año. El entorno macroeconómico global sigue siendo débil, y los bancos centrales siguen aplicando una política monetaria acomodaticia. El crecimiento de la línea superior sigue siendo difícil de conseguir, tanto para las empresas como para la economía estadounidense.

Ahora más que nunca, los inversores están buscando rentabilidades en el mercado privado. Por lo tanto, las inversiones alternativas continúan siendo populares entre los inversores institucionales, ya que su nivel de confort en activos tradicionales de renta variable y renta fija está probado.

Para muchos la renta fija parece estar completamente en valor ya que a partir de ahora los tipos de interés sólo pueden subir y los inversores esperan que se materialicen las consecuencias negativas de la intervención del banco central y las tasas negativas. Los pronósticos a largo plazo para las acciones cotizadas entre los principales inversores institucionales son tan bajos como 4%-5%, lo que está muy por debajo de sus hipótesis para el crecimiento de sus pasivos. Entonces, ¿dónde pueden invertir los inversores?

Creemos que el mayor cambio puede darse entre los propios inversores. En un mundo en el que todo el mundo está siguiendo los mismos temas y sintiendo las mismas presiones, los inversores buscan nuevas oportunidades y maneras de optimizar su exposición a través de una cartera de activos sin restricciones, ya sea en mercados emergentes o desarrollados.

Encontrando oportunidades

Estamos viendo grandes compras en el mercados privados, adquisiciones que superan 10 veces las ganancias de una empresa antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) usando un apalancamiento de 6 veces para los acuerdos más grandes.

En el mercado secundario general, la fijación de precios también se está completamente descontada porque muchos inversores están buscando curvas J reducidas y una cartera visible que tiene potencial de crecimiento. (La curva J muestra la tendencia de un fondo de capital privado durante su vida a entregar rentabilidades negativas y flujos de efectivo antes y las ganancias de una inversión y los flujos de efectivo positivos más adelante a medida que las compañías maduran y se venden).

Creemos que los inversores deben buscar rentabilidad donde la mayoría no esté, es decir, en áreas del mercado con menos formación de capital. Puede ser más difícil generar retornos, pero en realidad puede ser una estrategia de menor riesgo que seguir el camino fácil que siguen otros inversores. En particular, estamos enfocados en oportunidades en los segmentos pequeños y medianos del mercado privado, junto con el crédito privado. Creemos que los inversores deben centrarse en las compañías más pequeñas y o los fondos para perseguir alpha, al tiempo que tienen en cuenta que estos segmentos requieren mayor maestría y selectividad.

Un pequeño negocio de tamaño medio generalmente operará en un múltiplo inferior al de un negocio grande. Entre los mismos tipos de empresas, sólo considerando el tamaño, los inversores pueden pagar 7x EBITDA por la empresa más pequeña, pero 9x para la más grande. ¿Por qué? Porque para la compañía más grande es más fácil conseguir apalancamiento. Cuanto mayor es el fondo, más presión ejerce el dinero. Por supuesto, las pequeñas transacciones del mercado mediano no son baratas, pero es una proposición relativa del valor en comparación con un fondo de valor absoluto.

Hay otra ventaja para los acuerdos en las pequeñas y medianas compañías. No sólo los inversores pueden obtener beneficios de un mayor crecimiento, sino que una vez que la empresa alcanza un tamaño determinado, los inversores pueden obtener los beneficios de la extensión de los múltiplos, de tal manera que el inversor siguiente utiliza más apalancamiento para comprar la empresa. Los inversores nunca deben usar el múltiplo extendido como la justificación principal. En nuestra opinión deben buscar crecimiento, eficiencias operativas y buenas líneas de fondo, pero es cierto que un múltiplo expandido puede ser un extra.

Steven Costabile es responsable global de Fondos Privados de PineBrigde Investments.

Esta informacióntiene sólo fines educativos y no pretende servir como consejo de inversión. No supone una oferta de venta o solicitud de compra de ningún producto de inversión o valor. Cualquier opinión proporcionada en este artículo no se debe ser tenida en cuenta en decisiones sobre inversión. Cualquier opinión, proyecciones, pronósticos y declaraciones a futuro son de carácter especulativo. Son válidas únicamente a la fecha presente y están sujetas a cambios. PineBridge Investments noestá solicitando o recomendando acciones basadas en esta información.

 

Los impuestos y la mente del consumidor

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Los impuestos y la mente del consumidor
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Edgar Zuniga. Los impuestos y la mente del consumidor

Se abre el año 2017 con una nueva reforma tributaria -para no perder la costumbre colombiana de tener el récord mundial en reformas tributarias “estructurales” aprobadas cada dos años -, y es importante mencionar los efectos que, desde el punto de vista del consumidor final, puede tener este hecho.

Ya existe suficiente ilustración sobre las consecuencias que en las cuentas fiscales del país tendrá la reforma, y en el recaudo que traerá la misma. Pero el consumidor final sí va a ser afectado y en gran medida por los efectos de la nueva ley.

En primer lugar, está el aumento del IVA en tres puntos, que, si bien deja con tributación cero a un grupo de bienes y servicios, sí toca a otros que son de alto consumo para una persona del común en su día a día. Obviamente, un aumento del impuesto con un reajuste de precios debido a inflación, sube el valor final al comprador el cual, inmediatamente, sentirá una sensación de pobreza, que lo llevará a restringir el consumo de ciertas cosas. Para evitar los malos entendidos: obviamente un mayor impuesto deja menos recursos en los bolsillos de las personas y en ese sentido sí tienen menos capacidad de compra, pero la sensación de pobreza experimentada, puede ser mayor al impacto propio del impuesto.

Esta  es una acción natural de todo ser humano, ampliamente estudiada por ciencias como la psicología y las neurociencias, que han encontrado que todos los humanos, ante una sensación de pobreza, prefieren tomar decisiones económicas muchos más cautas (este efecto se ve también, por ejemplo, cuando bajan los precios de activos financieros o como cuando bajó el precio de la vivienda en USA tras la crisis de 2008…¿o por qué creen que el consumo norteamericano no reaccionaba a pesar de las toneladas de dinero que inyectó la Fed a la economía?).

Pero el efecto impositivo es mucho más complejo: muchas personas naturales también verán afectado su impuesto de renta (pagando más desde este año), por lo que el impacto podría ser aún mayor. Si bien el gran titular fue que no se tocó la tabla del impuesto de renta y que no tributarán los colombianos de menores ingresos, sí hay una afectación que se debe mencionar: al disminuir el monto máximo de exenciones y deducciones que puede tomar un contribuyente para bajar su base gravable, muchos empezarán a pagar impuestos mayores. Una aclaración que se torna válida: la tabla de declaración de renta es sobre la base gravable, no sobre los ingresos brutos, por lo cual al tener una base gravable mayor (producto de lo explicado anteriormente), el impuesto será mayor.  

Y no precisamente los de ingresos más altos serán los más afectados, pues estos contribuyentes ya en muchos casos veían un tope máximo de restas en sus bases gravables. Así las cosas, la mente del consumidor con el impacto de la reforma, jugará un papel fundamental en el desarrollo de algunas variables en los próximos meses.   

Las posiciones expresadas son a título personal del autor, y no representan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados.

Opinión de Manuel García Ospina, vicepresidente de wealth management de Old Mutual Colombia.

El repunte de los mercados podría haber ido demasiado lejos

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El repunte de los mercados podría haber ido demasiado lejos
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: Toby Oxborrow. What The Markets May Be Miscalculating?

Los últimos días de 2016 han estado marcados por un continuo dolor para los mercados asiáticos. El año había comenzado con un repunte en los mercados de renta variable y de renta fija de Asia, pero terminó con un desplome. Ojalá la rentabilidad hubiera sido mejor, pero los sectores que repuntaron –materias primas, energía y otros sectores cíclicos– lo hicieron no tanto por sus fundamentales como por las expectativas de que la inflación repunte. Sectores con perfiles de crecimiento secular más robustos, como el sector sanitario, han sufrido recientemente también.

Este entorno ha sido difícil para los inversores, incluido nuestro equipo de Matthews Asia, focalizado en adoptar decisiones estratégicas a largo plazo para incluir en nuestros portfolios acciones expuestas a un crecimiento secular a precios razonables. Pero también es un entorno del que hemos advertido a los inversionistas y que personalmente creo que es transitorio, por lo que pretendemos atenernos a nuestra filosofía de inversión y nuestro compromiso con el crecimiento a largo plazo, no a corto plazo.

De hecho, a medida que los mercados han avanzado desde la victoria del presidente electo Donald Trump, cada paso parece traer nueva confianza al mercado de Estados Unidos y envía sacudidas al este. Las expectativas de una inflación más alta, de una regulación más sencilla y una política comercial estadounidense proteccionista se revela como una bendición para Estados Unidos y una carga para Asia. Pero, ¿han subido los mercados a ciegas? ¿Está el mercado muy centrado ahora en el corto plazo y muy poco en el futuro? Sí, creo que el mercado ha hecho algunas cosas mal.

Para empezar, los mercados pueden estar sobrestimando los estímulos inflacionistas de la política económica del presidente electo Trump. Los recortes de impuestos aumentarán el déficit presupuestario, sí, pero esto se verá compensado por un ritmo más rápido de subida de los tipos de interés por la Reserva Federal. Es más probable que los recortes de impuestos que ahorran dinero a los más ricos y amplían la base imponible en la parte inferior se ahorre en lugar de gastarse. Eso no es estimulante. Además, muchos de los miembros del equipo de economía de la nueva administración son partidarios del llamado ‘hard money’ y de controlar más estrictamente a la Fed. Este no es un ambiente cómodo para quienes abogan en la  Reserva Federal por un enfoque flexible.

En segundo lugar, los mercados pueden estar sobrestimando los efectos de una regulación más flexible. Sí, hay costos asociados con él, pero los beneficios no están en un nivel bajo. De hecho, están cerca de los niveles máximos del PIB. ¿Dónde está la evidencia de que la regulación ha traído costes altos? El efecto de los recortes de impuestos en el impuesto de sociedades es real, pero ¿por cuánto tiempo es probable que persista? Tal vez el mercado está sobrestimando el impulso a las valoraciones de estos posibles eventos.

¿Y el efecto de los aranceles comerciales que quiere imponer Trump? ¿Se verán afectadas las cadenas de producción? ¿Acortadas? Probablemente, pero China y otros grandes fabricantes asiáticos están construyendo sus cadenas de producción en los países más desarrollados de Asia sólo en parte para satisfacer la demanda occidental. El objetivo a largo plazo sigue siendo producir para sus propios ciudadanos. China seguirá invirtiendo en el resto de Asia. Sí, algunas empresas sufrirán, pero otras se beneficiarán. Nuestras carteras se componen en gran parte de aquellas empresas que se concentran en el consumo interno y en el negocio doméstico en Asia, donde las tendencias a largo plazo son abrumadoramente positivas.

Al mismo tiempo, los mercados están, según creo, evaluando mal las perspectivas a largo plazo de Asia. Creo que las mejores rentabilidades que vimos a principios de 2016 fue, en parte, por el reconocimiento de que Europa tenía sus propios problemas, pero también que en Asia las valoraciones de las acciones eran razonables y las tasas de interés reales eran realmente muy altas en términos globales y que a pesar de varios años de malos resultados de ganancias, el crecimiento económico de Asia se traduciría, más pronto o más tarde, en el crecimiento de los beneficios.

Por ahora esa confianza se ha ido. Pero los fundamentos permanecen en su lugar e incluso a medida que las valoraciones en los Estados Unidos se encarecen, a medida que los precios de los mercados aceptan una interpretación idealista de las políticas de la próxima administración, las valoraciones en Asia se están volviendo más baratas para los negocios de crecimiento secular a largo plazo.

Sin embargo, Asia tiene muchas cosas buenas: crecimiento económico, política estable, fuertes posiciones fiscales y monetarias y valoraciones razonables. Lo único que le falta es el impulso de los beneficios empresariales y el cambio en el sentimiento que eso traería. No sé si 2017 será el año en que las ganancias se esto ocurra, pero con la rentabilidad por dividendo en el mercado cerca del 3%, sé que hay que ser paciente. Tenemos la intención de seguir invirtiendo en las empresas que están destinadas a crecer de forma sostenible a largo plazo. Cuando el mercado está pensando «ahora, ahora, AHORA» desde Matthews Asia estamos tratando de tener paciencia, paciencia, paciencia…
 
Robert Horrocks es CIO de Matthews Asia.

 

‘Lower for longer’: ¿Dónde se puede encontrar rentabilidad actualmente?

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‘Lower for longer’: ¿Dónde se puede encontrar rentabilidad actualmente?
Pixabay CC0 Public Domain. ‘Lower for longer’: ¿Dónde se puede encontrar rentabilidad actualmente?

Durante décadas, el paradigma de la inversión para muchos inversores se ha centrado en construir carteras con una parte core formada por renta variable y deuda. En el pasado, el componente de renta variable proporcionaba de forma regular sólidos rendimientos (a menudo de doble dígito), mientras se esperaba que los bonos ofrecieran beneficios de diversificación y ayudaran a reducir el riesgo de caída de la cartera en momentos de estrés. Además, el significativo descenso de los tipos de interés desde la década de los 80 impulsó las valoraciones de la renta fija. Sin embargo actualmente, dado que el margen (si es que lo hay) para poner en práctica nuevas reducciones en los tipos es limitado, los inversores se enfrentan a un entorno que supone un desafío en lo que respecta al segmento de renta fija, y esta situación les ha forzado a buscar rentabilidad más allá de las economías avanzadas y del crédito de alta calidad.

No en vano, hoy en día, en Europa las rentabilidades son muy bajas con el bund alemán o los bonos suizos a diez años por debajo de cero. En Estados Unidos son ligeramente más atractivas y los bonos a 10 años ofrecen de media un 2%. En el segmento de deuda corporativa, la fotografía es similar y a nivel agregado la  deuda corporativa en euros ofrece un rendimiento inferior al 1%, mientras que el mismo segmento a nivel global y de Estados Unidos y registran entre un 2% y un 3%, respectivamente. Sin embargo, los mercados emergentes o el high yield presentan mayor potencial. De hecho, el high yield norteamericano tiene una rentabilidad a vencimiento cercana al 7% con una duración modificada bastante más pequeña -del 4%-, y la deuda de mercados emergentes en moneda extranjera tiene una rentabilidad a vencimiento del 4,7% con una duración modificada del 7,4%.

Por tanto, ambos segmentos cuentan con un potencial atractivo, aunque también poseen características diferentes, como la calidad crediticia. Mientras que el índice de high yield norteamericano está compuesto por bonos que no tienen la calificación de grado de inversión, más del 55% de la deuda soberana de los mercados emergentes cuenta con grado de inversión, incluyendo un porcentaje significativo de deuda “Aa”.

Otro aspecto clave para los inversores en sus asignaciones de renta fija es la liquidez. El índice de high yield norteamericano tiene una peor puntuación en liquidez que los índices de deuda emergente. Por norma general, los inversores requieren mayor liquidez durante los periodos de estrés, cuando aumentan las fluctuaciones de los precios, como sucedió durante la crisis financiera de 2008-2009. Y si se analiza este periodo, se puede comprobar que los índices de mercados emergentes fueron tan líquidos como el agregado americano, mientras que otros índices tuvieron que hacer frente a significativas interrupciones de liquidez.

No obstante, es importante que los inversores reconozcan las diferencias que existen entre los distintos índices de deuda soberana de mercados emergentes, ya que pueden tener impactos considerables en los rendimientos. En los índices estándar de mercados emergentes por capitalización, los países que emiten más deuda tienen las mayores ponderaciones y la exposición está concentrada en unos pocos países muy endeudados (en términos absolutos). Por ejemplo, en el segundo semestre de 2016, alrededor del 52% del total de deuda de mercados emergentes en divisa extranjera procedía de siete países (Rusia, Brasil, México, Venezuela, Turquía, Indonesia y China).

Para asegurar esta diversificación, se puede aplicar un enfoque simple, pero significativo económicamente, como limitar el riesgo por emisor. Sirva como ejemplo que los principales índices de deuda emergente en dólares han ofrecido una rentabilidad media acumulada a tres años que se sitúa en un rango de entre el 22%-25%, mientras que el índice Barclays EM USD Sovereing + Quasi Sovereing, que tiene un límite del 3% por emisor, ha superado en 250 puntos básicos la rentabilidad a tres años (aproximadamente 80 puntos básicos anuales). Esta diferencia se puede atribuir principalmente al impacto de la limitación, es decir, los mayores emisores se han quedado rezagados en rentabilidad. Por tanto, no todos los índices de mercados emergentes son iguales, por lo que una comprensión más profunda sobre su composición resulta clave.

Columna de Pedro Coelho, director de ventas de UBS ETF en España

¿Cuál es la duración de su portafolio?

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¿Cuál es la duración de su portafolio?
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Unsplash. ¿Cuál es la duración de su portafolio?

Después de varios años de pronósticos errados en torno al nivel de la tasa de 10 años vaticinados por los principales agentes del mercado, el inversor no tiene confianza en las proyecciones que estos mismos agentes realizan para 2017.

Dado el alto nivel de incertidumbre que presentan los mercados en torno a este tema, creemos que cada uno debería evaluar sus expectativas de retorno y tener muy claros los riesgos que se corren con los diferentes instrumentos de inversión en sus portafolios.

Una de las cosas que más preocupa a los inversores es perder capital, y por la misma razón nosotros estamos preocupados por las duraciones de los portafolios.  El año 2016 comenzó con el bono del Tesoro de 10 años rindiendo 2,24%, pasando a niveles de 1,35% en julio para terminar el año en 2,45%. La misma suerte corrieron los retornos en los portafolios de la renta fija.

Durante el mes de diciembre 2016 el equipo de LATAM ConsulltUS ha trabajado en la selección de fondos mutuos y bonos individuales para actualizar nuestros listados de “Top Recommendations” de cara al 2017 y uno de los aspectos más difíciles de la tarea, ha sido justamente, lograr armar portafolios con retornos que superen las duraciones.

En las estrategias de inversión de LATAM ConsultUS hemos incluido fondos mutuos de renta fija con mandatos «unconstrained», totalmente flexibles, para delegar el manejo de la duración a los diferentes administradores.

Sin embargo, esto requiere un gran trabajo de seguimiento y monitoreo permanente por parte del equipo, revisando en el corto plazo los diferentes posicionamientos tácticos de los fondos mutuos, para identificar posibles solapamientos de riesgos o distribuciones que no se ajusten con nuestra visión del mercado.

Al momento de seleccionar bonos individuales, la mayor dificultad ha sido conseguir «buenos créditos», con potencial de apreciación de capital que estén rindiendo por encima de la duración.  El mercado ha extendido los plazos de las deudas más allá de los retornos, volviendo el universo de bonos sumamente sensible a los movimientos en las tasas de interés.  Hoy en día los bonos globales tienen un retorno de 1,6% y una duración de 6,93 años.  La deuda High Yield tiene un retorno de 5,87% y una duración promedio de 4,23 años, mientras que la deuda emergente rinde 5,04% y su duración es de 5,77 años.

El gráfico a continuación, explica por qué nos ha sido tan difícil encontrar bonos individuales con una buena relación riesgo-retorno. Lo mismo sucede a nivel de fondos mutuos de renta fija, pues el universo de títulos es el mismo.  La duración del índice Global Aggregate se ha incrementado considerablemente en los últimos 10 años, mientras que el retorno se ha mantenido en niveles por debajo de la media histórica.

 

En este sentido, la incorporación de algunos derivados permite cubrir ciertos riesgos; contribuyen a bajar la volatilidad de los portafolios y, por lo tanto, a proteger el capital de nuestros clientes.

Debido a las condiciones actuales de la deuda corporativa y soberana, estamos más positivos en el sector high yield y en el retorno que obtendremos durante el 2017 del mercado accionario frente a la tenencia de bonos individuales.  Por esta razón en nuestras estrategias de inversión hemos aumentado la exposición a high yield, renta variable global y a fondos de renta fija unconstrained, con movimientos tácticos y con mandatos muy flexibles.

Opinión de María Camacho, estratega de inversión de LATAM ConsultUS

El camino a la jubilación es tan importante como el destino

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El camino a la jubilación es tan importante como el destino
CC-BY-SA-2.0, FlickrPhoto: DD. The Road to Retirement is as Important as the Destination

Si utiliza la aplicación de mapas Waze entonces sabe que normalmente hay varias rutas para llegar a un destino, y que cada una de ellas supone una experiencia notablemente diferente de las demás. Puede seguir la ruta más fácil y llegar a su ubicación a tiempo y sin estrés, pero también podría quedar atrapado en un atasco, si elige la «ruta más corta» en la aplicación en lugar de «ruta más rápida». Pero la ruta más rápida a veces supone entrar en un confuso laberinto de calles unidireccionales llenas de baches.

Los empleados que participan en planes de jubilación con una contribución definida también tiene diferentes rutas para llegar a un destino común –la jubilación- y tienen diferentes experiencias de inversión a lo largo del camino. Un factor primordial de esto es la asignación de activos, así como la adopción de una fecha objetivo y otras estrategias. Lo sorprendente, sin embargo, es que incluso con la proliferación de Fondos de Fecha Objetivo (TDFs), más de tres cuartas partes de los activos de planes de jubilación todavía invierten en opciones individuales de menú básico, como se muestra a continuación en el gráfico.

Esto ha motivado que algunas firmas elaboren estrategias de “etiqueta blanca”. Las estrategias de etiqueta blanca contienen uno o más fondos que se despojan de las marcas de la compañía y del fondo y se reemplazan con nombres de clase de activos genéricos o objetivos de inversión como «ingresos» o «conservación del capital», entre otros. Estas soluciones tienen como objetivo mejorar las asignaciones básicas (simplificando las opciones del plan), crear carteras más diversificadas y ser más rentables.

Al adaptar las opciones de inversión de las estrategias de “etiqueta blanca” a las características y necesidades únicas de una determinada población demográfica o laboral, las soluciones pueden optimizarse para ofrecer una experiencia de inversión que pueda generar mejores resultados a largo plazo para los participantes.

¿Cómo podemos determinar qué tipo de experiencia de inversión es la más apropiada para un determinado segmento de la población? El gráfico 2 muestra algunos ejemplos de factores que se pueden considerar al evaluar el mejor enfoque para su plan. Las soluciones de etiquetas blancas que incorporan estos factores pueden ayudar a los participantes a permanecer invertidos en todo tipo de  condiciones de mercado.

Para la mayoría, no hay una ruta perfecta hacia la jubilación. Hay inevitables baches y desvíos a lo largo del camino. Puede encontrar formas de hacer el viaje más fácil y que le provoque menos ansiedad, sin embargo. Dado que la demografía, la conducta y la dinámica de los comités de inversión varían de un plan a otro, estos factores pueden desempeñar un papel importante en determinar la experiencia de inversión adecuada para un grupo de participantes.

Las consideraciones demográficas como la edad, la rotación de empleados y la presencia de un Plan de Beneficios Definidos (PD) son factores importantes, mientras que el comportamiento, incluyendo la aversión a las pérdidas, el compromiso y el perfil profesional también son importantes. Tomar todos estos factores en consideración puede ayudar a optimizar las carteras de etiqueta blanca para sus participantes. Mientras que para quienes quieren llegar a su destino, es decir, a la jubilación, es de vital importancia. No se puede ignorar el viaje que escojan para llegar allí.

Kristen Colvin es directora de relaciones con consultores de MFS Institutional Advisors, Inc., la subsidiaria institucional de MFS Investment Management®.

 

 

Los tipos de interés a largo plazo, cerca de máximos

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Los tipos de interés a largo plazo, cerca de máximos
Pixabay CC0 Public Domain. Los tipos de interés a largo plazo, cerca de máximos

El triunfo electoral de Donald Trump ha impulsado el aumento de los tipos de interés a largo plazo. Aunque es probable que los planes del presidente electo para el estímulo fiscal fomenten el crecimiento de Estados Unidos y alimenten al alza el dólar, tal y como están ahora las cosas parece que los tipos a largo plazo podrían estar a punto de dejar de subir.

Los tipos de interés a largo plazo ya estaban al alza cuando Donald Trump fue elegido, pero han aumentado desde entonces. En su primer discurso como presidente electo, el candidato republicano reafirmó las principales características de su política económica: estímulo fiscal (recortes de impuestos, aumento del gasto público) y una tendencia hacia el proteccionismo. Si el comercio mundial se desacelera, la oferta podría verse afectada y la inflación podría resurgir, pero es difícil de medir el impacto potencial mientras no haya propuestas claras. En este punto no se sabe qué acuerdos comerciales podría cuestionar la nueva administración. El estímulo fiscal, por otro lado, podría ser implementado rápidamente y provocar un importante repunte en el crecimiento de Estados Unidos, entre el 0,5% y el 1%. De hecho, el crecimiento ya está apoyando a los mercados y empujando a los tipos a largo plazo y al dólar hacia arriba. En cuanto a los tipos de interés a corto plazo, es muy probable que la Fed aumente el ritmo de sus aumentos de tipos.

Sin embargo creemos, basándonos en los datos actuales, que esta fuerte tendencia hacia los tipos a largo plazo podría estar llegando a su fin. El mercado ya ha revisado sus pronósticos para las subidas de tipos de la Fed hasta finales de 2018, y asegura que habrá de dos a cuatro. Según las previsiones, los estímulos fiscales que añaden un crecimiento del 1% por lo general desencadenan un aumento del 0,25% en la tasa real neutra. Y los inversores ya han puesto precio a la posibilidad de que se lleve a cabo un plan de estímulo sustancial.

Además, creemos que la Fed estará limitada en sus acciones por la subida del dólar, que asumirá el papel de variable de ajuste. Asimismo, si los tipos subieran demasiado rápido, los activos de riesgo terminarían sufriendo. Por último, cabe señalar que los planes se destinan únicamente a medidas de estímulo específicas en lugar de cualquier cambio estructural importante en la economía estadounidense, y su potencial de crecimiento sigue siendo históricamente bajo a menos que, por supuesto, los gastos propuestos fueran realmente aumentar la productividad empresarial a largo plazo.

Nuestro estilo de gestión de retorno absoluto nos permite gestionar activamente las ponderaciones de los segmentos en los que estamos invertidos. Particularmente el crédito investment-grade estadounidense y el alto high yield (a través de CDS), así como la deuda bancaria subordinada. Dado el entorno descrito anteriormente y la inestabilidad política actual, este tipo de gestión de activos es especialmente útil.

Columna de Christel Rendu de Lint, responsable del equipo de Global & Absolute Return Fixed Income de Union Bancaire Privée (UBP)

Una extraña combinación de factores hace de 2017 el momento de apostar por los mercados emergentes

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Una extraña combinación de factores hace de 2017 el momento de apostar por los mercados emergentes
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Marco Bellucci. Una extraña combinación de factores hace de 2017 el momento de apostar por los mercados emergentes

Bajas valuaciones, mejores perspectivas económicas y monedas fuertemente devaluadas. Este trinomio es una extraña combinación que se ha dado pocas veces en la historia de los mercados emergentes y que se configuran como los factores principales para apostar a estas bolsas de cara al año que comienza en días.

Lo acontecido en los últimos 12 meses para estas bolsas fue ciertamente vertiginoso, pasando de la decepción a la euforia para luego volver al escepticismo nuevamente. En este sentido, el 2016 se divide en dos etapas bien diferenciadas para dichos mercados: la era pre-Trump y la época post-Trump.

Después de la gran caída que sufrieron las acciones en el mes de enero, la recuperación ha sido muy fuerte, sobre todo en las bolsas de la periferia que se acoplaron a los récords de Wall Street.

Finalizando febrero, lo peor pareció haberse dejado atrás, ya que la Reserva Federal de Estados Unidos no continuó con su ajuste de tasas de interés, asegurando liquidez en los mercados financieros. Por su parte, la economía de China se estabilizó y los temores sobre posibles devaluaciones del yuan cedieron.

Así, los mercados emergentes no solo que ganaron un interés particular, sino que la suba se dio con un interesante ingreso de capitales, revirtiendo el desinterés mostrado en 2015.

En esta línea, la salida de capitales en emergentes fue mermando en el primer y segundo trimestre, mientras que crecía el ingreso de fondos en busca de una renta extraordinaria. Finalmente, en el tercer trimestre los ingresos superaron ampliamente a los egresos, permitiendo un flujo neto positivo de casi US$ 7.000 millones.

Sin embargo, algo que parecía encaminado a la recuperación se quedó en el camino por ds eventos que minaron el territorio de las economías en proceso de desarrollo:

  1. La victoria de Donald Trump.
  2. La suba de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.

Este fue un cóctel explosivo que llevó a una rápida salida de fondos de esos mercados, revirtiendo la tendencia del tercer trimestre, una depreciación acelerada de las monedas contra el dólar y una caída de las Bolsas.

La foto de lo sucedido se resume en el siguiente gráfico:

Mientras las acciones estadounidenses consolidaron su andar y trayectoria alcista, las emergentes fueron castigadas, principalmente las latinoamericanas como se observa más arriba.

Mirando hacia adelante

Como mencioné anteriormente, me permito ser optimista hacia adelante. Es cierto que la foto actual luce de ser la mejor para las economías emergentes: las tasas de interés subieron y hay una amenaza latente de mayor proteccionismo global impulsado por el presidente elector de Estados Unidos.

Sin embargo, aun con esto, hay lugar para pensar en buenos negocios. Tres son las razones que impulsan mi optimismo con las bolsas emergentes:

1. Valuaciones bajas (y atractivas)

Uno de los indicadores más utilizados para medir el potencial de un mercado en particular es el indicador Shiller P/ E que lo que hace es ajustar las ganancias por los ciclos de mercado para lograr una idea de tendencia desestacionalizada.

Para ello, se toma un promedio de las ganancias de la última década y se las compara con el precio actual del valor del índice.
Así, el promedio de Shiller P/E para los mercados emergentes es de 11,2 veces en la actualidad, bien por debajo de las 13 veces verificadas en la crisis de 2008 y de las más de 20 veces que tiene el S&P 500.

2. Monedas deprimidas

Las monedas de los mercados emergentes han sobre reaccionado negativamente a la llegada de Trump y la suba de las tasas de interés de Estados Unidos.

De acuerdo al índice de monedas emergentes llevado adelante por JP Morgan, en promedio las monedas cotizan con un descuento contra el dólar estadounidense equivalente al de la Crisis Asiática en 1997 y el default de Rusia en 1998.

Este nivel de descuento sugiere una recuperación para los próximos meses / años en virtud de la reversión cíclica de la historia de estas monedas.

3. Perspectivas económicas

Todo indica que el duro período 2015/2016 para las economías emergentes tendría su punto de inflexión a partir del año próximo, lo que supone mayor crecimiento esperado con su consecuente impacto positivo en las ganancias corporativas.

De esta manera, de prosperar esta visión, las economías en desarrollo volverán a ser el motor fundamental del crecimiento global.

Estos tres factores me invitan a tener un mayor optimismo para los mercados emergentes de aquí en adelante, presentándose como una oportunidad de valor para los inversores pacientes y de largo plazo.

Diego Martínez Burzaco, es economista jefe de Inversor Global y portfolio manager.

¿Es sostenible el reciente repunte de las bolsas?

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Amundi lanza el primer ETF con exposición a bonos flotantes denominados en dólares
Pixabay CC0 Public Domain. A Mixed Bag, Not A Game Changer

En las últimas semanas, el mercado ha estado repleto de conversaciones sobre la existencia en las bolsas de una rotación desde sectores más defensivos, como los servicios públicos, los REIT y las compañías de gran capitalización, a otros «coyunturales más arriesgados «. Aunque es cierto que hay claramente una rotación en marcha, no creo que la tendencia actual vaya a durar.

Esta rotación comenzó en septiembre, cuando los datos económicos comenzaron a confirmar un repunte en el ritmo de crecimiento de EE.UU., y se reforzó después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Los comicios dieron al mercado algo de adrenalina, al anticipar los inversores unos impuestos más bajos, menos regulaciones gubernamentales y un aumento significativo del gasto en infraestructuras, que teóricamente deberían mejorar el ritmo de crecimiento económico. En el entorno post-electoral, los sectores golpeados y de baja calidad como los bancos y las compañías industriales debido a niveles de deuda más altos y capacidades de generación de flujo de caja menos seguras, asumieron papeles de liderazgo de mercado.

Vamos a poner la reciente subida de las bolsas en en su contexto. Históricamente, las acciones tienden a subir en el cuarto trimestre del año, es un efecto conocido como el llamado «Santa Claus rally”. Además, tienden a aumentar durante tres o cuatro meses inmediatamente después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Sin embargo, la rotación que estamos viendo desde el growth al value este año es atípica.

Sostenibilidad en cuestión

Dado todo el ruido que hay, es natural preguntarse si el repunte como consecuencia de la llegada de Trump es sostenible. Lo dudo. Estas son algunas de las razones:

  1. Los hedge funds, que en los últimos años han tenido un desempeño muy inferior a sus índices de referencia, han sido en gran parte responsables de la mayor parte del reciente movimiento del mercado, intensificando su actividad en un intento por mejorar sus cifras de desempeño y desencadenando un impulso altamente apalancado en las operaciones con compañías cíclicas y de más riesgo.
  2. Los operadores intradía vuelven a cobrar fuerza. Después de haber estado descansando durante gran parte del mercado alcista, que ya dura siete años, los volúmenes de operaciones intradiarias han aumentado sustancialmente en las últimas semanas, superando últimamente el volumen institucional.
  3. La participación minorista también ha aumentado. Eso tiende a ser un fenómeno de ciclo tardío, ya que el inversor medio tiende a comprar durante períodos de euforia y vender durante tiempos de desesperación.
  4. Es poco probable que el reciente rebote de ganancias observado en el tercer trimestre. El aumento de los precios de la energía, el fuerte fortalecimiento del dólar y el aumento de los tipos de interés son los principales obstáculos para las ganancias y el crecimiento económico. Estos factores podrían eliminar las ventajas de cualquier estímulo fiscal que llegue desde Washington el próximo año. Además, dada la avanzada fase del actual ciclo económico, la historia sugiere que sería prudente esperar una posible recesión en algún momento durante el primer mandato de Trump.

Alerta con la fase del ciclo

Las narrativas del mercado pueden ser poderosas, pero también pueden ser engañosas. Recordemos la narrativa a principios de 2009, en el momento más crítico de la crisis financiera mundial. La economía era demasiado frágil y el sistema financiero estaba sometido a demasiadas tensiones. Se pensó que en un entorno así, el crecimiento de las ganancias sería anémico, si no imposible. Los inversores se asustaron y muchos ni siquiera han regresado hasta hace poco.

Ese fue precisamente el enfoque equivocado. Si los inversores hubieran mirado más allá, se habrían dado cuenta de que los responsables políticos de todo el mundo estaban llevando a cabo un esfuerzo extraordinario para sanar los mercados financieros y las economías. Y lo consiguieron. Hemos experimentado un increíble crecimiento de los beneficios a medida que los mercados se recuperaron de la crisis.

Ahora, años más tarde, la narración es algo eufórica. Pero igual que fui escéptico de la narrativa negativa después de la crisis, soy escéptico de la euforia que vivimos hoy. La euforia es a menudo un fenómeno de las últimas fases del ciclo.

En mi opinión, es importante estar atento a varios inhibidores del crecimiento. La economía mundial sigue enfrentándose a una montaña de deudas, y dependiendo de la mezcla de políticas adoptada por la nueva administración, esa montaña podría crecer más rápidamente. Nos enfrentamos al desafío demográfico sustancial de una fuerza de trabajo envejecida y menos productiva.

Aunque los menores impuestos personales y corporativos y un impulso al gasto en infraestructuras probablemente aceleren el crecimiento, no son suficientes, en mi opinión, para contrarrestar los factores que han limitado tanto el PIB estadounidense como el mundial durante casi una década. Tal vez las medidas del gobierno consigan extender el ciclo actual un tiempo, pero es poco probable que consigan subirle la velocidad.

Hay algo de calidad en la rotación

Si creo que parte de la reciente rotación tiene sentido y probablemente perdurará. Las acciones bancarias se van a beneficiar de un régimen regulador más flexible y de unos tipos de interés más altos. También las empresas de energía, en particular los productores de carbón, tendrán una vida más fácil en el nuevo entorno.

En mi opinión, lo que está por delante tiene cosas buenas y malas, pero no va a cambiar el entorno. No creo que vaya a haber un aumento dramático en el crecimiento económico como consecuencia de las políticas de la nueva administración de Trump. En este contexto, continúo prefiriendo empresas de alta calidad con un historial de sólido crecimiento del flujo de caja, fuertes balances y altos rendimientos del patrimonio. Este tipo de empresas tienen un largo historia en superar las medias del mercado con el tiempo. Creo que seguirán ganando a largo plazo.

James Swanson es estratega jefe de MFS.