Pixabay CC0 Public DomainFoto: Morfar. La Fed está lista para subir tipos en 25 puntos básicos en marzo: Banxico respondería con 50
Janet Yellen, en comparecencia en el Congreso de Estados Unidos a principios de febrero, abrió la puerta para un alza de tasas en la reunión del 15 de marzo. Según el discurso, en las próximas reuniones de política monetaria, el Comité de Mercado Abierto evaluará si el empleo y la inflación continúan desempeñándose en línea con las expectativas planteadas en el documento, en cuyo caso se justificaría ajustar la tasa de referencia. Esto es independiente del plan fiscal que proponga la administración Trump y que eventualmente se apruebe por el Congreso. Con respeto a la reunión de marzo 15, señaló en la comparecencia que todas las reuniones están abiertas para un alza de tasas. Son varios los miembros de la Fed que han tratado de preparar al mercado con 3 alzas este año, que ha sido nuestro escenario base, y para que estén separadas en el año, marzo empieza a tener sentido.
El reporte de inflación al consumidor de enero de EUA arriba de expectativas, aumentó la probabilidad que asigna el mercado a un alza de +25pb en marzo a 42%. Antes de que se conociera dicho reporte, la probabilidad estaba en 34%, y antes de la comparecencia de la Dra. Yellen tan sólo en 30%. El reporte de inflación de enero, mostró un incremento del índice de precios al consumidor de 0,6%, por encima del esperado del mercado de 0,3% que era igual a la lectura del mes previo. La inflación subyacente subió en 0,3%, superando expectativas y nivel del mes anterior de un alza de 0,2%. De igual manera, el reporte de ventas al menudeo de enero y las revisiones al mes previo superaron expectativas. En este contexto, los reportes van en línea con el escenario de la Fed para subir 3 veces este año. Ya sólo faltaría el reporte de empleo del mes de febrero que se dará a conocer el próximo 10 de marzo.
El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos de 10 años, en 2,51% tiene espacio para subir en caso de incorporar 3 alzas este año de +25pb y 3 más el próximo año. De acuerdo con nuestro análisis propietario, el mercado tiene incorporado un escenario con menos alzas que las propuestas por el consenso de miembros del Comité de Mercado Abierto de la Fed, lo que mostramos en la gráfica 1.
En dicha gráfica contrastamos lo que, según nuestros cálculos, tiene incorporado para la trayectoria de la tasa de referencia de la Fed la curva actual de bonos del Tesoro de Estados Unidos versus el consenso de la Fed, o los famosos “dots”. Por su parte, en la gráfica 2, presentamos cómo se verían los rendimientos de la curva de bonos del Tesoro de EUA en caso de incorporar el escenario de los “dots”, y lo comparamos con la curva actual.
De dicho análisis propietario, concluimos que, por ejemplo para el rendimiento del bono de 10 años, éste pudiera ajustarse a un nivel de 2,9% en caso de incorporar todo el escenario de los “dots”. De alguna manera, este ejercicio marca un límite superior de alza de dichos rendimientos, ya que difícilmente vemos un escenario más agresivo que el de los “dots” para los próximos 3 años.
A Banxico le falta, a nuestro juicio, al menos 25 puntos base de alza adicional a la Fed, más las que haga la Fed este año. Hemos argumentado en análisis previos que el nivel de la tasa de referencia en México tenía que subir para aumentar el diferencial con la Fed para hacerla atractiva a los flujos extranjeros de inversión de cartera, destacando que aquellas monedas emergentes con tasas más altas habían logrado una apreciación importante de su moneda en comparación con el peso mexicano que se mantuvo (y se mantiene) en los últimos lugares de rendimiento el año pasado y lo que va de este.
Banxico subió la tasa de referencia +50 puntos base en enero y, a nuestro juicio, todavía faltan al menos otros 25 puntos base adicional a lo que haga la Fed. Si la Fed sube +25 puntos base en la reunión de marzo, entonces Banxico podría subir +50 puntos base. Para el resto del año, Banxico seguiría a la Fed para terminar el año en al menos 7,25% con tres alzas de la Fed probablemente en marzo, junio y septiembre. El escenario que planteamos para la tasa de referencia de Banxico, es congruente con el escenario del mercado para este año, según las cotizaciones de los IRS de TIIE.
Las pequeñas diferencias se pueden explicar por el método de interpolación- suavización de la curva de IRS de TIIE. Seguimos argumentando que donde tenemos una gran diferencia con el mercado, es en 2018 cuando la Fed pudiera estar subiendo 3 veces y el mercado en México no incorpora alza alguna de Banxico, por lo que la recomendación planteada en el In the Spotlight “Vemos más alzas de tasas de Banxico que el mercado: nos preocupa la inflación”, sigue vigente: pagar el 26×1 y recibir el 9×1.
Columna de FINAMEX escrita por Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Toby Oxborrow. Una guía del mercado de renta variable de 2017 para quienes llevan la contraria
El paso de un año a otro es una oportunidad para reflexionar sobre los 12 meses pasados y mirar hacia el futuro. Parece que hubiera sucedido hace mucho tiempo, pero a principios de 2016 las acciones y otros activos de mayor riesgo inicialmente se liquidaron. El S&P 500 cayó más del 10%, los precios del petróleo bajaron a menos de 30 dólares por barril y los diferenciales de la deuda high yield se ampliaron en casi 200 puntos básicos. Las explicaciones de las liquidaciones fueron los renovados temores de una ralentización de la economía china y la amenaza de más subidas de las tasas de la Reserva Federal.
En una cena a la que asistí con una docena de administradores de fondos de capital y de alta rentabilidad el 25 de enero de 2016, ninguno de los otros inversionistas quería predecir una rentabilidad positiva de las acciones en 2016. Sin embargo, a finales de 2016 había un sentimiento alcista generalizado, ya que los inversionistas empezaron a esperar mejoras continuadas de la economía estadounidense. Warren Buffett ha aconsejado desde hace mucho a los inversionistas sobre la mejor forma de responder a estas grandes variaciones del sentimiento del mercado: “Sean cautelosos cuando otros son ambiciosos y ambiciosos cuando otros son cautelosos”.
Vale la pena reflexionar sobre esta montaña rusa emocional de 2016 al contemplar el rango de posibles resultado del mercado de renta variable en 2017. Este rango de posibilidades parece más amplio de lo normal. No obstante, la mayoría de inversionistas no están condicionados para pensar en términos de escenarios. En particular, los mercados detestan la incertidumbre. Por eso, los cuentistas y quienes ven el futuro en bolas de cristal siempre encuentran una audiencia con sus promesas de predecir el futuro.
La historia que el mercado se contaba a sí mismo a finales de 2016 es que las políticas de Washington en relación con la tasa impositiva corporativa, las menores regulaciones y un gran presupuesto de gastos en la infraestructura conducirán a un crecimiento económico acelerado, así como a una mayor inflación y tasas de interés más altas. Partiendo de estas suposiciones, los inversionistas aceptaron gustosos las “historias” reflacionarias, incluyendo aquellas sobre bancos y acciones de empresas de materias primas.
En la encuesta de administradores de fondos Bank of America Merrill Lynch Fund Manager Survey de diciembre de 2016, el porcentaje de quienes contestaron que mantenían posiciones sobreponderadas en bancos globales alcanzó un máximo de 10 años. Además, en la encuesta Citi US Equity Strategy Investor Survey de diciembre de 2016, el sector financiero era el más popular.
Además de las encuestas de gestores de carteras, otra de nuestras maneras favoritas de medir el entusiasmo de los inversionistas profesionales por ciertos sectores es monitorear los niveles de asistencia a las conferencias de la industria.
En una conferencia anual de bancos de gran capitalización celebrada la primera semana de diciembre, se registró una asistencia de inversionistas un 20% superior a la del año anterior. En el caso de uno de los bancos más conocidos del país, el salón de conferencias principal estaba lleno de cientos de inversionistas, y en el salón auxiliar solo se podía estar de pie. ¡Y no se trata en estos casos de acciones no descubiertas todavía!
En cambio, las acciones de las compañías que no se perciben como beneficiarias del “trade reflacionario de Trump” han sido dejadas literalmente a un lado y pueden ser aprovechadas por los cazadores de gangas que llevan la contra. En una conferencia de la industria de las tecnologías de la información celebrada en noviembre del año pasado se registró una asistencia un 10% menor, si bien nuestros analistas de asistencia nos dicen que tuvieron la sensación de que fue un 30% menos.
Asimismo, el sector de atención de la salud ha asustado a muchos inversionistas desde mediados de 2015 debido a las preocupaciones relacionadas con la regulación de los precios de las medicinas que se extendieron por el sector. Tanto las tecnologías de la información como la atención de la salud ofrecen a quienes seleccionan las acciones activamente oportunidades para identificar compañías con perspectivas de crecimiento sobresalientes, altas rentabilidades sobre el capital sustentables y balances saludables. El entusiasmo temporal por otras partes del mercado brinda a quienes llevan la contraria un punto de entrada en estos excelentes negocios con valoraciones potencialmente atractivas.
Una parte de nuestra preocupación por el entusiasmo del mercado por las acciones reflacionarias es que solo se están enfatizando los escenarios macro positivos, mientras que los micro se están ignorando por completo.
Eddie Perkin es director de Inversión de Capital y líder del equipo ‘value’ de Eaton Vance Management.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Seyed Mostafa. Perturbación e innovación: Catalizadores de oportunidades
Las tendencias digitales y demográficas parecen prometer una era de cambio para las firmas de gestión de activos y los asesores financieros. Se trata de una oportunidad —al fin y al cabo, cuando el entorno se torna complejo, una gestión y un asesoramiento de calidad resultan más valiosos que nunca.
Estas tendencias generan perturbación e innovación en las grandes esferas políticas, comerciales y de interacción social, y no se ciñen al sector de la gestión de activos y patrimonios. Cuando tenemos que lidiar con el cambio, solemos pensar que la situación se está alterando con más frecuencia de la que debería. En parte, esta es la percepción que transmiten los medios de comunicación, puesto que la innovación en la tecnología mediática nos permite estar informados de la actualidad de manera mucho más rápida, en tiempo real. Cuando sobreviene un desastre natural en el otro extremo del mundo, tenemos un acceso inmediato a las imágenes y grabaciones (y varias veces de manera consecutiva al día siguiente). Ahora somos más conscientes que antes de cuanto acontece en las cuatro esquinas del planeta, aunque esto no tiene por qué implicar que las perturbaciones se produzcan con mayor asiduidad.
Perturbación frente a innovación
Cuando se gesta un cambio, resulta indispensable entender de qué tipo se trata y cómo nos afecta. También se ha de comprender la naturaleza de los productos o servicios que ofrecemos. Una perturbación equivale a un cambio radical en la demanda de un producto o servicio ofertado que incide en el crecimiento a largo plazo de un sector. Si comenzamos a percibir que la gente ya no necesita nuestros servicios, entonces no tiene sentido seguir ofreciéndolos. Por ejemplo, las lámparas de gas se han sustituido completamente; esto constituye una verdadera perturbación. Por otro lado, la innovación transforma las modalidades de prestación, fijación de precios o utilización de un producto o un servicio, pero no pone en peligro el crecimiento a largo plazo de un sector en su conjunto. Cada uno de los participantes de un sector podría verse amenazado si no logra adaptarse a la innovación.
Estoy firmemente convencido de que muchas tendencias demográficas mundiales se revelan favorables para el crecimiento del asesoramiento y la gestión de activos. No obstante, algunas de las tendencias que se observan en las preferencias generacionales, sumadas a las innovaciones en el sector tecnológico que afectan a la gestión de riesgos, las comunicaciones, así como el diseño y la fijación de precios de los productos, exigen adaptación por parte de los participantes sectoriales.
Respuestas conductuales: la flexibilidad es crucial
En realidad, existen distintas maneras de reaccionar ante las perturbaciones e innovaciones: con un ataque de pánico, enterrando la cabeza como el avestruz o esbozando un plan. Tan solo una de esas opciones funciona realmente. En periodos de grandes cambios, para que un plan culmine en éxito debe incorporar un elemento esencial: flexibilidad. Resulta vital comprender los objetivos de los clientes, así como sus exigencias en cuanto a la modalidad de prestación de los servicios. A todos nos suena la legendaria cita de Henry Ford: «Puedes comprar el coche del color que quieras, siempre y cuando sea negro». En estos momentos, deberíamos hacer un ejercicio de reflexión y preguntarnos si realmente hemos dejado atrás esa mentalidad o si todavía tratamos de imponer mayoritariamente en nuestros clientes el concepto que, en nuestra opinión, estos deberían desear.
La tecnología nos permite disponer de más tiempo para proporcionar ideas y prestar servicios a los clientes
La creación de nuevas tecnologías significa que tenemos a nuestra disposición un mayor volumen de datos que analizar. En el pasado, dedicábamos mucho tiempo a recabar y cotejar los datos para extraer la información más útil y adquirir conocimientos específicos. Un sistema informático como la tecnología cognitiva «Watson» de IBM demuestra cómo un proceso de análisis tradicional puede beneficiarse de la tecnología innovadora.
Y esto cobra una importancia fundamental. Esta tecnología no nos sustituye a nosotros, los gestores de activos, ni tampoco reemplaza a los asesores financieros. Al contrario, nos permite dedicar más tiempo a formular y proporcionar ideas y opiniones, siempre y cuando estemos dispuestos a modificar o dejar de lado algunas de las rutinas diarias en las que nos acomodamos. Gracias a la tecnología innovadora, los equipos de investigación dedican menos tiempo a las tareas básicas de recopilación, organización y análisis sencillo de la información, lo que les permite centrarse aún más en la formulación de nuevas ideas.
En cuanto a los asesores, la tecnología les permite concentrarse en las actividades que generan más valor, así como expandir sus ámbitos de especialización hasta abarcar segmentos considerados menos rentables. Al recurrir a enfoques basados en la tecnología, como los «robo-asesores», los asesores humanos podrán dedicar más tiempo a entablar contacto con los clientes.
El sector de servicios financieros ha afrontado periodos de gran agitación en el pasado: desde desplomes bursátiles y recesiones hasta el alba y el ocaso de monedas y países. La historia demuestra que los cambios presentan riesgos, pero también oportunidades —si estamos más preparados que los que se encuentran a nuestro alrededor. En una época marcada por la incertidumbre y el cambio, una mente despejada y un sabio consejo resultan más valiosos que nunca. Contar con una estrategia, en lugar de dejarse llevar por el pánico o enterrar la cabeza como el avestruz, nos ayudará a alcanzar el éxito, juntos.
Colin Moore, director global de inversiones en Columbia Threadneedle.
El CEO de Capital Group responde en esta tribuna de opinión a la última y polémica carta a inversores de Warren Buffett.. Obtener valor a través de la gestión activa
En los últimos años, la idea de que los gestores no pueden batir a los índices se ha convertido en una idea común dentro de los círculos de inversión. El último en sumarse a esta corriente ha sido el legendario inversor Warren Buffett. En su carta de 2017 a los accionistas de Berkshire Hathaway ha defendido esta opinión al abogar por la indexación con bajas comisiones como el mejor enfoque para la mayoría de los inversores individuales.
La filosofía de inversión de Capital Group coincide en muchos aspectos con la de Buffett, a través de un enfoque de inversión bottom-up, que analiza rigurosamente las compañías y construye carteras duraderas. Este enfoque de inversión a largo plazo da como resultado menos operaciones, menos costes y, por tanto, mejores resultados. Y también estamos totalmente de acuerdo con Buffett respecto al mensaje de que la mayoría de la gente necesita ahorrar para la jubilación.
Sin embargo, aunque no discutimos los datos que han llevado a Buffett a adoptar esta postura, hay un hecho bastante simple que se está dejando olvidado: no todos los gestores están en la media. Como solemos decir: solo porque una persona en la media no pueda encestar al baloncesto, esto no significa que uno no pueda encestar”. Tanto Buffett como otras personas saben que hay excepciones. Y nosotros somos una de ellas.
Seleccionar un fondo cuyo track record sugiere que puede superar al mercado, puede suponer una diferencia significativa en la vida de un inversor. Es decir, los inversores que invierten en un fondo indexado podrán obtener los rendimientos del mercado, pero aquellos que inviertan en los fondos que han seleccionado tendrán la oportunidad de superar al índice. Para los inversores actuales la diferencia entre obtener el rendimiento del mercado u obtener rentabilidades superiores puede suponer un colchón de cara a la jubilación.
Los fondos indexados dan la opción de beneficiarse de los mercados alcistas. Sin embargo, los inversores en índices también se quedan atrapados en las caídas. Por tanto, los fondos indexados pueden tener un lugar en la cartera, pero no proporcionan una protección para los mercados bajistas.
A pesar de los billones de dólares que han entrado en este tipo de fondos, solo cerca de la mitad de los inversores saben que están expuestos al 100% de la volatilidad y de las pérdidas del mercado durante los periodos bajistas. Quizá esto no sea tan sorprendente si se tiene en cuenta el largo periodo alcista del mercado americano. Pero los mercados se dan la vuelta. Y hacerlo mejor que la mayoría en los momentos difíciles es fundamental para los inversores que buscan aumentar su colchón de ahorro a largo plazo. Las inversiones gestionadas de forma activa pueden ofrecer el potencial de perder menos que los fondos que replican índices durante las caídas de los mercados.
En Capital Group siempre hemos creído en el valor de un buen asesoramiento para ayudar a los inversores a alcanzar sus metas de inversión a largo plazo. Creemos que los asesores ayudan a motivar a las personas a ahorrar y, quizás lo más importante, pueden servir como una mano firme en momentos volátiles, cuando la naturaleza humana a menudo lleva a los inversores a tomar decisiones que resultan ser contraproducentes. En la mayoría de los casos, los inversores necesitan ahorrar más y permanecer invertidos, y los asesores juegan un papel fundamental en ayudar a la gente a hacer ambas cosas.
Foto: Thomás. El mercado está infravalorando los beneficios corporativos en Brasil, que podrían llegar al 30%-40%
El banco central de Brasil ha recortado su tipo de interés oficial en 75 puntos básicos como parte del agresivo programa de rebajas de tipos que llevará a cabo hasta enero del año que viene. En menos de un año, el tipo de interés pasará del 13% al 8%, lo que representa una reducción enorme. Como resultado, el consumo podría empezar a repuntar a partir del año que viene y el PIB podría pasar de crecer menos del 1% en 2017 a crecer a un ritmo de hasta el 4% en 2018.
Los tipos de interés brasileños son la excepción en el entorno actual y se explican por la nefasta política fiscal y la mala gestión local que ha vivido el país en los últimos años. Por ese motivo, los factores mundiales no afectarán a las decisiones de tipos de interés en Brasil, al menos hasta que caigan por debajo del 7%. La inflación brasileña se sitúa actualmente en el 4,2%, por debajo del punto medio de las expectativas de inflación. Estimamos que el banco central podría rebajar su objetivo del 4,5% al 4,2%, o incluso hasta el 4%, en junio o julio, lo que sería bien recibido por el mercado.
Nuestras perspectivas para la economía brasileña y para los beneficios corporativos son positivas. Venimos del punto más bajo del ciclo, con beneficios muy pobres, y para algunos sectores el entorno competitivo ha cambiado bastante en los últimos meses. Creemos que el mercado está infravalorando los beneficios corporativos y que los campeones del mercado podrían superar las previsiones en un 30-40%.
Los principales riesgos internos son de naturaleza política: si la reforma de la seguridad social no se aprueba, el crecimiento del país podría verse afectado. A más largo plazo, las elecciones previstas para finales de 2018 también representan un riesgo político. Desde el punto de vista externo, un brusco aumento de las tires del treasury estadounidense a diez años o de los tipos de interés de EE. UU. también podría resultar negativo para los flujos de entrada en Brasil.
En un escenario de este tipo, creemos que el consumo discrecional, las infraestructuras y otros sectores sensibles a las variaciones de los tipos de interés se comportarán mejor que las materias primas, los bancos y otras empresas de gran capitalización.
Los activos brasileños de renta fija y el real ya han registrado movimientos importantes y pensamos que, de las tres, la renta variable es la clase de activo que ofrece más potencial alcista. Los inversores brasileños mantienen una asignación muy baja a renta variable (el 90% está invertido en renta fija e instrumentos equivalentes) y los inversores extranjeros siguen infraponderados en Brasil. Los datos técnicos son buenos y la economía del país no depende del comercio exterior ni de las exportaciones a EE. UU. (a diferencia de México). Por eso consideramos que puede ser un buen momento para capturar las oportunidades de crecimiento que ofrecen las acciones brasileñas.
El fondo BNY Mellon Brazil Equity comportó muy bien en 2016 y continúa haciéndolo en 2017, con una rentabilidad acumulada en el año de más del 22% en términos de dólar. Las materias primas fueron uno de los sectores que más contribuyeron a la rentabilidad del fondo el año pasado pero están ligadas al ciclo mundial y a la demanda de China y de los mercados emergentes, por lo que la delta que puedan añadirle a nuestra cartera es ahora probablemente menor a la de otros sectores que se beneficiarán del crecimiento interno de Brasil.
Columna de BNY Mellon escrita por Alexander Gorra, responsable de la plataforma internacional de ARX Investimentos
Dejamos atrás un año convulso para la economía global y que marcará desde luego el rumbo de 2017. Trump consiguió la victoria inesperada en Estados Unidos, dos presidentes dimitieron como consecuencia de sendos referéndums, Cameron y Renzi, el petróleo alcanzó cotas históricas mínimas, y la situación en Oriente Medio ha originado uno de los mayores y más dramáticos éxodos que podemos recordar.
Afrontamos el nuevo año con la mirada puesta en claves económicas que generan incertidumbre entre los analistas: se espera un crecimiento de la economía mundial del 2,8%, una mejora con respecto a 2016, pero el sexto año consecutivo en que la actividad económica mundial se mantiene por debajo del 3%. Por otra parte, los efectos de las elecciones en EE.UU. y las negociaciones del Brexit continuarán conociéndose en los próximos meses. Las elecciones que van a celebrarse en Europa revelarán, asimismo, si el populismo está ganando terreno.
Las fechas clave del año son las siguientes: 20 de enero, ceremonia de investidura presidencial en EE.UU.; 15 de marzo, elecciones generales en los Países Bajos; para el 31 de marzo se espera que Reino Unido active el Artículo 50 para comenzar las negociaciones para abandonar la UE; 23 de abril, elecciones en Francia (primera vuelta); 7 de mayo, elecciones en Francia (segunda vuelta); octubre, XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China; otoño, elecciones federales alemanas.
Estados Unidos
La victoria de Trump fue, sorpresivamente, bien acogida por los mercados de renta variable en EE.UU. y, eso fue debido a la convicción de que el que será oficialmente presidente americano el 20 de enero, pondrá en marcha al pie de la letra, sus propuestas. La política fiscal americana será más laxa, donde se reducirán los siete tramos actuales del IRPF, que van desde un 10% hasta un 39,6%, a tres, con un tope del 25% para las grandes fortunas. Este cambio en el ingreso, junto con la falta de reducción de gasto público, puede suponer un aumento de la deuda de 5 billones de dólares, que se sumarían a los 19 billones actuales. En cualquier caso, la expectativa de que la nueva administración estadounidense promulgue importantes estímulos fiscales ha aumentado el optimismo sobre el crecimiento de Estados Unidos.
Por el contrario, la política monetaria se tornará más dura, tras el aumento de tipos decidido por la Reserva Federal en diciembre, un interrogante clave para el corto plazo será cuánto puede desacoplarse la política monetaria de EE.UU. de la del resto del mundo; el aumento relativo de los costes de endeudamiento en EE.UU. se verá limitado por la búsqueda de rendimiento por parte de los inversores globales. Podemos esperar tres subidas de 25 puntos básicos cada una este año.
El aumento de tipos de diciembre y las expectativas de subidas de tipos en 2017 dispararon la cotización del dólar, que solamente se encuentra depreciado un 4% respecto al euro, que se ha debilitado, pues se prevé que la incertidumbre política podría malograr el plan del Banco Central Europeo (BCE) de recortar las medidas de expansión cuantitativa (QE). El yen también se ha depreciado ante la expectativa de que el Banco de Japón pudiera verse obligado a defender su tope de rendimiento con medidas más enérgicas si los rendimientos de los títulos del Tesoro de EE.UU. continúan subiendo.
El elevado rendimiento de los bonos estadounidenses tendrá un impacto negativo en los mercados emergentes, reduciendo significativamente el margen para una mayor relajación monetaria. La inflación estimula la idea de un mayor crecimiento nominal (facilitando el desapalancamiento) y de mayor poder de fijación de precios para las empresas; el tiempo dirá si los mercados mantienen el optimismo respecto a estas perspectivas o si comienzan a ver la inflación como una amenaza. En este contexto, la economía americana puede crecer en 2017 en torno al 2,3%.
Europa
Las economías europeas se benefician de una conjunción de factores favorables. Los precios del petróleo se mantienen relativamente bajos, el crecimiento de la economía mundial es sostenido, el euro ha seguido depreciándose y las políticas económicas en la UE son favorables a la recuperación.
En cuanto a la política monetaria, la expansión cuantitativa llevada a cabo por el Banco Central Europeo está afectando significativamente a los mercados financieros, contribuyendo a una disminución de los tipos de interés y expectativas de mejores condiciones crediticias. La política fiscal en la UE, neutra en términos generales, ni restrictiva ni expansionista, también acompaña al crecimiento. Con el tiempo, la continuación de las reformas estructurales y el Plan de Inversiones para Europa de la UE también deberán dar sus frutos.
Sin embargo, la eurozona afronta enormes desafíos políticos, que podrían perjudicar la confianza y el crecimiento del próximo año, incluyendo la materialización del Brexit, las consecuencias de la reciente derrota del referéndum en Italia y las próximas elecciones en Francia, Alemania y los Países Bajos, debilitando el crecimiento de la zona euro a un 1,5% este año.
En el Brexit, un escenario severo supondría una intensificación de la tensión financiera, especialmente en Europa, un endurecimiento de las condiciones financieras y efectos mucho más pronunciados sobre la confianza. Los acuerdos comerciales entre el Reino Unido y la Unión Europea volverían a basarse en las normas de la OMC. El aumento de los populismos y la situación de la banca, principalmente en Italia, son también factores de riesgo a tener en cuenta.
El euro sigue estando muy infravalorado según la paridad del poder adquisitivo y es de esperar que el superávit por cuenta corriente de la zona euro favorezca a la moneda única en los próximos meses. Es probable que veamos el dólar en paridad con el euro de forma puntual en la primera mitad de 2017, pero el dólar no superará ese umbral ni se mantendrá tan apreciado de forma consistente. En primer lugar, un dólar claramente fortalecido hace menos competitivas las exportaciones de EE.UU. y penaliza el crecimiento y los resultados empresariales, lo que puede llevar a la Fed a moderar el ritmo de subida de tipos.
Es más que probable que el tipo de cambio atraviese un cambio de tendencia a mediados del año 2017. Aunque la visibilidad acerca de los nuevos presupuestos es todavía limitada, la combinación de una menor recaudación fiscal por las rebajas de impuestos de Trump y las mayores inversiones en infraestructuras anticipan un aumento del déficit fiscal hasta niveles cercanos al 5%. La consecuencia más probable de esta menor disciplina presupuestaria y el aumento de la deuda pública en EE.UU. será una depreciación del dólar hasta 1,10 dólares a finales de 2017.
Países emergentes
El índice MSCI Emerging Markets ha registrado una progresión del 7% en 2016 y en claro contraste con la caída del 17% que sufrió en 2015. El mercado de divisas, y a pesar de algunas excepciones notables como las del peso mexicano o la lira turca, 2016 ha estado marcado también por una tendencia al alza en las monedas emergentes. Este comportamiento globalmente positivo ha contado con la ayuda tanto de fuerzas de empuje como de atracción.
2017 puede ser un año complicado para los países en desarrollo, en particular para aquellos donde el nivel de endeudamiento es demasiado elevado, por los riesgos en el entorno exterior; la subida de tipos en EE.UU. supondría una mayor carga financiera por dos vías, los propios tipos y el tipo de cambio adverso. Si bien la valoración de los activos financieros emergentes se encuentra, en conjunto, en niveles razonablemente atractivos. De entrada, varias medidas de los tipos de cambio de equilibrio indican que, en la mayoría de los casos, las divisas emergentes cotizan por debajo de su valor fundamental.
China puede ver un crecimiento de un 6,4%, donde los responsables políticos seguirán dando prioridad a estabilizar la economía dado que el Partido Comunista de China celebrará su XIX Congreso Nacional en Beijing durante el segundo semestre del año. La política fiscal proactiva seguirá desempeñando un papel positivo. En 2017, el crecimiento de la inversión inmobiliaria y las ventas disminuirán, pero el efecto negativo será contrarrestado por la inversión en infraestructura. China deberá imponer reformas estructurales orientadas a la oferta y de políticas de control macroeconómico.
En cuanto a política monetaria, es poco probable que en 2017 haya una flexibilización monetaria significativa y la atención de la política monetaria podría cambiar de apoyar al crecimiento a evitar los riesgos. Se espera que el banco central prefiera herramientas como revertir acuerdos de recompra y facilidades en préstamos a mediano plazo para garantizar la liquidez y evitar un excesivo crecimiento del crédito.
La política monetaria de China estará determinada por el objetivo de crecimiento económico y se espera una creciente inflación, el alza de las tasas de interés en Estados Unidos y un yuan más débil, lo que restringirá el espacio para la flexibilización. El renminbi (RMB) ha registrado agudas devaluaciones desde octubre, lo que ha causado preocupación en el mercado, pero sería extraña la posibilidad de disminuciones persistentes en 2017 y China puede manejar el impacto.
India puede experimentar un crecimiento de un 7,5%, y convertirse en la más dinámica del mundo; la economía india ha resistido mejor que otros países emergentes la recesión económica global. La inflación está controlada, al igual que el déficit en cuenta corriente, y la demanda interna sigue siendo sólida. India es la cuarta potencia agrícola del mundo, La agricultura representa aproximadamente el 18% del PIB, pero el gran desarrollo está en el sector servicios, la parte más dinámica de la economía india, que contribuye al 52% del PIB y emplea a más de un cuarto de la población activa (en torno a 471 millones de trabajadores).
Brasil se ha enfrentado a una grave recesión desde hace dos años, y puede volver a la senda del crecimiento en 2017, en torno a un 0,6%. El gobierno ha abordado medidas estructurales tales como la congelación de los gastos públicos en los próximos veinte años, la presentación al Congreso de una profunda reforma del sistema de pensiones y también se propone reformar el modelo laboral. Para 2017, las proyecciones de inflación se sitúan en un 4,9%.
Rusia será un mercado atractivo en 2017 debido a cambios favorables en la coyuntura de la política exterior y la estabilización en el mercado nacional; los factores que tienen un impacto positivo en la imagen de la economía rusa son, el robustecimiento del rublo, la reducción de la inflación y el incremento de los precios de los hidrocarburos. El crecimiento de la economía podría estar en torno al 1,5%, después de dos años de recesión, si el precio del petróleo está en torno a los 50 dólares.
La OPEP alcanzó un acuerdo para limitar la producción de crudo, al que se sumaron Rusia y el bloque de productores no pertenecientes a la OPEP, liderado por México, de tal manera que se limitará la oferta y esto conllevará la estabilización de precios de crudo en 2017. El precio de Brent se mantendrá en niveles de 55-57 dólares por barril en este año.
En España…
Después de muchos meses de falta de Gobierno, éste se formó en diciembre, y se ha conseguido negociar el techo de gasto para 2017 que se situará en 118.337 millones de euros, unos 5.000 millones menos que el límite para 2016, si bien parece que el acuerdo para los presupuestos del año en curso no será sencillo.
Cuatro son los grandes desafíos de 2017 para la economía española: el nivel de desempleo, todavía muy alto, aunque ha mejorado, la necesaria reforma de las pensiones, los cambios del modelo de financiación y el déficit y la deuda. La aprobación de los presupuestos generales para el 2017 se antoja fundamental para lograr el compromiso de déficit con Bruselas, 3,1% del PIB.
En segundo lugar, y ya preocupante, es el estado del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, donde sólo restan 15.195 millones de euros tras la última disposición para liquidar el IRPF, y habrá que revisar el marco regulador de las pensiones. El Gobierno ha manifestado que emitirá deuda pública para frente al pago de prestaciones cuando se agote la hucha de las pensiones, con el impacto que esto tendrá sobre la ratio Deuda / PIB, que se mueve en torno al 100%, y debemos recordar que el compromiso con Bruselas, es que está en un 60%.
La reforma de la financiación autonómica es una asignatura pendiente desde la legislatura anterior, pero lo espinoso del tema ha postergado la discusión. Varias son las comunidades que no están felices con el actual modelo, Madrid, Comunidad Valenciana, Baleares o Cataluña, ya que dicen que reciben del Sistema menos de lo que aportan; Madrid y Baleares son contribuyentes netos.
Tribuna de Aurelio García del Barrio, director del Global MBA con Especialización en Finanzas de IEB
Pixabay CC0 Public DomainFoto: myeviajes. Fondos de pensiones: ¿cómo se invierte en cada tipo de fondo?
En esta columna nos vamos a centrar en las inversiones que se realizan en cada tipo de fondos de pensiones en Chile. ¿Sabes qué porcentaje de inversión se realiza en cada tipo de fondo? Acá toda la información sobre las inversiones en los fondos de pensiones.
Para revisar la información de las inversiones de los fondos de pensiones vamos a recopilar la información publicada por la Superintendencia de Pensiones, organismo que se encarga de representar al Estado en el interior del sistema chileno de pensiones.
Fondos de pensiones: ¿cómo se invierte en cada tipo de fondo?
Ahora es el momento de conocer las diferencias en el porcentaje de inversiones en cada uno de los fondos de pensiones. Debemos tener en cuenta que los títulos de renta variable tienen un mayor riesgo, es decir, pueden sufrir mayores alzas y bajas de rentabilidad en un determinado período que los títulos de renta fija. Por eso, en los fondos más riesgosos se invierte una mayor proporción en renta fija, mientras que en los fondos más conservadores se invierte una proporción mucho menor.
El Fondo de Pensiones A es el fondo más riesgoso y las inversiones en el mes de enero se realizaron de la siguiente forma:
Renta Fija: 21,8%
Renta Variable: 78,2%
El Fondo de Pensiones B es el fondo riesgoso y las inversiones en el mes de enero se realizaron de la siguiente forma:
Renta Fija: 41,4%
Renta Variable: 58,6%
El Fondo de Pensiones C es el fondo intermedio y las inversiones en el mes de enero se realizaron de la siguiente forma:
Renta Fija: 63,9%
Renta Variable: 36,1%
El Fondo de Pensiones D es el fondo conservador y las inversiones en el mes de enero se realizaron de la siguiente forma:
Renta Fija: 84,1%
Renta Variable: 15,9%
El Fondo de Pensiones E es el fondo más conservador y las inversiones en el mes de enero se realizaron de la siguiente forma:
Renta Fija: 96,4%
Renta Variable: 3,6%
Fondos de pensiones: ¿Cuál ha sido la rentabilidad por tipo de fondo?
Con los datos publicados por la Superintendencia de Pensiones, vemos que los fondos con mayor rentabilidad son el Fondo A Más Riesgoso y el Fondo B Riesgoso.
A continuación vamos a ver la rentabilidad de cada uno de los fondos de pensiones:
Fondo A Más Riesgoso: 4,79%
Fondo B Riesgoso: 4,62%
Fondo C Intermedio: 4,60%
Fondo D Conservador: 4,08%
Fondo E Más Conservador: 3,57%
Aunque como comentamos los fondos con más riesgo son los que nos proporcionan mayor rentabilidad, vemos que en el período las rentabilidades entre los distintos tipos de fondos han sido muy similares. Y entre el fondo con mayor rentabilidad y el fondo con menor rentabilidad, la diferencia ha sido de 1,22%.
¿En el momento de invertir es mejor invertir una mayor parte en renta fija o renta variable? Es una pregunta muy personal que dependerá de nuestro perfil de inversión y de nuestra experiencia. Si no queremos asumir casi riesgo es mucho mejor invertir una mayor parte de nuestro portafolio en renta fija, pero si por el contrario queremos asumir más riesgo, debemos saber que nuestro dinero estará más expuesto pero podemos obtener una mayor rentabilidad, en este caso la mayor parte de nuestras inversiones serán en renta variable.
Después de conocer las inversiones y rentabilidades de cada tipo de fondo debemos saber qué si lo deseas puedes cambiarte de fondo de pensiones, a un fondo con mayor o menor riesgo. Para realizar el cambio de fondo tienes dos posibilidades: internet o sucursales. Antes de cambiarte de fondo de pensiones debes tener en cuenta una serie de cuestiones básicas, que podrás descubrir en el siguiente artículo.
Opinión de Andrea Broseta, responsable de desarrollo de negocio en Rankia Chile.
Pixabay CC0 Public DomainPexels. Radiografía de 2017: ciclo a corto plazo y tendencia a largo plazo
Este 2017 promete ser un año emocionante, no solo por la existencia de muchas incertidumbres, sino también por el nuevo entorno de tipos de interés, en alza aunque moderada. A pesar del estado de ánimo más bien apagado de los analistas, e incluso también de los participantes de mercado, pensamos que los fundamentales cíclicos y permanentes serán más favorables para los inversores a largo plazo este año a pesar de las dificultades a corto plazo.
En cuanto al ciclo a corto plazo, la recuperación cíclica va a continuar, impulsada por las políticas monetarias persistentemente, la ausencia de desequilibrios importantes y los menores riesgos políticos, en nuestra opinión, en comparación con 2016.
En cuanto a la tendencia a largo plazo es más favorable, con la recuperación de las tendencias alcistas de crecimiento en todo el mundo, aunque a niveles inferiores a las previas a 2008. Las primas sobre los tipos de interés deberían incrementarse en consecuencia (aunque también hasta niveles inferiores a los previos a la crisis).
La actual coyuntura debería favorecer una asignación de activos centrada en la solidez de los fundamentales más que en las oportunidades derivadas de valoraciones incorrectas y, posiblemente, una gestión más activa de las asignaciones a medida que se materialice el ciclo alcista de subida de tipos. En resumen, ¡debería ser un año entretenido para los inversores!
En definitiva, nos movemos hacia el optimismo ya que la situación de estagnación secular parece cada vez más un concepto sobrevalorado. La recuperación cíclica sigue impulsando dos temáticas principales – incrementos de las tasas de inflación y de los tipos de interés.
En todo el mundo, la combinación de una política monetaria favorable aplicada de forma sostenida en el tiempo y la mejoría experimentada por las coyunturas a nivel doméstico seguirá, en ausencia de desequilibrios importantes, impulsando el crecimiento al alza. Prevemos un incremento de la tasa de crecimiento económico mundial desde el 3,1% en 2016 hasta el 3,4% en 2017.
En este contexto, creemos que las temáticas dominantes serán la vuelta de la inflación y las subidas de los tipos de interés. Con independencia de cómo abordemos el tema, la inflación está regresando al panorama actual.
En primer lugar, hay presiones del lado de la demanda: al menos dos vías a través de las cuales se canalizan hacia la inflación. En primer lugar, el incremento de utilización de la capacidad productiva presiona al alza sobre precios y salarios. La economía de Estados Unidos ha estado creciendo durante más de siete años consecutivos y la utilización de la capacidad productiva se ha incrementado considerablemente.
Además, la inflación ya casi ha vuelto a sus orígenes en el sector servicios, debido a su vez a los incrementos salariales, y la tasa de incrementos salariales se sitúa actualmente en un sólido 2,4% interanual en Estados Unidos. En la actualidad, aquellos trabajadores menos productivos que habían abandonado el mercado laboral han vuelto al mismo, lo cual supone una presión alcista sobre los salarios, y este incremento del poder adquisitivo permitirá también a ciertas compañías incrementar sus precios como consecuencia de una demanda creciente. En segundo lugar, el impulso previsto por la elección de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos, derivado de sus propuestas en materia de recortes de impuestos y de desregulación financiera, es también probable que incremente la demanda, lo cual supondría una presión alcista adicional sobre los precios.
Además, hay presiones del lado de la oferta: también existen pero son menos significativas, al margen del posible incremento de los aranceles sobre determinados bienes importados específicos anunciado por Trump. Los precios de las materias primas parecen estabilizarse y prevemos un escaso efecto alcista sobre el crecimiento derivado de las mejoras de productividad. Además, la globalización, que tuvo un efecto deflacionista en vísperas de la crisis financiera, está contribuyendo en la actualidad a la consolidación de una tasa de inflación más estable. Los salarios pagados en los mercados emergentes (EM) se están incrementando, pero la inflación de los productos manufacturados se mantiene en niveles bastante contenidos.
Analizando las distintas regiones, se confirma el incremento de la inflación, si bien moderado. Aunque la tasa de inflación en Estados Unidos parece fijarse por encima del 2%, cualquier incremento adicional debería verse limitado por la reciente apreciación del dólar. En Europa, la recuperación parece consolidarse y en Alemania podrían producirse ciertas presiones alcistas sobre los salarios, aunque en el resto de países la inflación se sitúa entre el 1 y el 2%. Japón sigue con su lucha, aunque la combinación de políticas tiene el objetivo firme de afrontar el problema de la inflación. En los mercados emergentes se registran en cierto modo mayores incrementos de precios, aunque modestos.
Las subidas de tipos van más allá del efecto Trump
Los tipos de interés se han incrementado a la estela de la victoria electoral de Trump, aunque los fundamentales ya estaban mejorando desde una perspectiva inflacionista.
En primer lugar, una mayor prima por inflación: las expectativas de inflación se han incrementado hasta el 2% en Estados Unidos, por encima del 1,3% y con mayor margen de subida en Alemania, y por encima del 3% en el Reino Unido, donde el escenario de depreciación de la libra esterlina está contribuyendo a incrementar las tensiones existentes sobre el mercado de trabajo. Analizando la evolución de los tipos de interés tras la victoria electoral de Trump (ver más adelante) apreciamos que más de la mitad del incremento de tipos en Estados Unidos y en Alemania se ha debido al cambio de las expectativas de inflación.
Los bancos centrales, aunque en general las políticas aplicadas siguen siendo muy acomodaticias, han cambiado sin embargo las pautas. La Fed está reduciendo de forma gradual sus programas de soporte y prevemos solamente dos subidas de tipos este año. En el resto del mundo, el BCE ha prolongado su programa QE más allá de las elecciones en Alemania aunque a un menor ritmo, y el Banco de Japón está fijando actualmente sus objetivos sobre toda la curva de rendimientos, reservándose el derecho a permitir incrementos muy graduales de rendimientos si la coyuntura económica así lo permitiera. Esta combinación de política monetaria expansiva flexible, sin comprometerse a la adopción de medidas expansivas adicionales, pretende favorecer un incremento progresivo de los tipos de interés, aunque a un ritmo lento y en mucha menor medida que en períodos previos a la crisis inducida por la “exuberancia irracional” de los mercados.
En los mercados emergentes, debido en parte a la depreciación de sus divisas frente al dólar, y en cierta medida a un alto en la acumulación de reservas, los bancos centrales se mantienen firmes para abordar las presiones inflacionistas y las salidas de capitales, aunque también sin adoptar medidas desproporcionadas.
Los riesgos políticos son menos intensos que en 2016
La agenda política va a seguir siendo intensa en 2017 y los mercados seguirán buscando su próximo cisne negro, pero en nuestra opinión los riesgos políticos son mucho menos intensos en comparación con los anticipados previamente. A diferencia del Brexit, las elecciones francesas no versarán sobre Europa, y a diferencia de Trump, los partidos franceses anti-europeos están presentes desde hace tiempo en el escenario político francés contando con una cierta base social. Como consecuencia, es menos probable que se produzcan sorpresas y dadas las características específicas del sistema a dos vueltas, el resultado electoral apunta hacia la victoria en segunda ronda por una amplia mayoría de uno de los candidatos de los principales partidos.
El resultado de las elecciones en Alemania, al igual que en Holanda, es probable que implique la necesidad de formar una coalición que podría ser estable sin necesidad de incluir en la misma a partidos anti-europeos. Además, a posible anticipación de las elecciones en Italia es muy probable tras la reforma de la ley electoral, con la restauración del viejo sistema electoral proporcional, dificultando de esta forma la posible victoria del M5S.
En conjunto, la agenda electoral en Europa es probablemente menos intensa que en 2016, aunque es incuestionable su potencial para generar volatilidad.
El final de la situación de estagnación
Los fundamentales, tanto del lado de la oferta como de la demanda, deberían limitar el pesimismo. La debilidad de la demanda se está desvaneciendo, a todas las regiones, con potencial para intensificarse la tendencia en los próximos años.
El lado de la oferta está mejorando; considerando los cambios demográficos, una menor productividad y la persistencia de los niveles de desigualdad, estimamos que la tasa de crecimiento potencial se sitúe en el 1,6% en Estados Unidos, en el 1,25% en el Reino Unido y en la zona euro, y en el 0,6% en Japón, mientras que en los mercados emergentes la tendencia de crecimiento sigue siendo importante ya que deben seguir reduciendo la distancia con los países desarrollados. Incluso si la tasa de inflación se mantuviera por debajo del 2%, el crecimiento nominal se situaría próximo al 5% en términos globales, lo cual ya no sería un escenario de estagnación permanente.
Si la economía digital se comporta como en los años 1990, tal circunstancia podría también impulsar aún más la tendencia alcista de crecimiento, entre un 0,5 y un 1%ppt dependiendo de la capacidad de las economías para generar y adoptar innovaciones disruptivas. Naturalmente, esto sugiere un incremento de entre 40 y 90 puntos básicos dependiendo de la región.
¿Qué significa esto para los inversores?
Nos equivocaríamos si pensamos que éste es el escenario más favorable para los inversores, ya que una subida de los tipos de interés en este entorno de incertidumbre complica considerablemente su vida a corto plazo. En consecuencia, nuestra asignación estratégica de activos descansa sobre dos pilares, concretamente fundamentales y acción.
Entre los fundamentales, estrategias de preservación del capital, ya que las subidas de tipos pueden en algún momento afectar negativamente las valoraciones de las acciones y en consecuencia dificultar la diversificación. Además, tenemos preferencia al crédito frente a la deuda soberana y a la renta variable. Dentro de la renta fija, favorecemos las duraciones cortas frente a las largas y el segmento “high yield” frente al “investment grade”. Dentro de la deuda soberana, favorecemos los bonos ligados a la inflación y los países “core” en detrimento de los periféricos. Con respecto a la renta variable, preferimos Estados Unidos. Aunque las valoraciones parecen ajustadas tanto en Estados Unidos como en la zona euro, las políticas económicas tienen más potencial de soporte de los beneficios empresariales en Estados Unidos.
En acción, apostamos por una gestión de inversiones más activa y por buscar valor en los fundamentales, aprovechando el ciclo alcista en la sector de la construcción y en las carteras depréstamos y edificios.
Tribuna de Laurence Boone, directora de Análisis en AXA IM y economista jefe del Grupo AXA.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: R. Cabanilla. Lecciones del último ciclo de subidas de tipos
Durante el último ciclo de subidas de tipos de interés en 2004, la Fed no se apartó de la tendencia global de política monetaria, sino que formó parte de ella. De hecho, el Banco de Inglaterra (BOE) lideró el camino con un alza inicial de las tasas en noviembre de 2003, seguida por la Fed en junio de 2004, el Banco Central Europeo (BCE) en diciembre de 2005 y finalmente el Banco de Japón (BOJ) en julio de 2006.
En 2017, la mayor diferencia es la política monetaria de los otros bancos centrales del Grupo de los Cuatro (G4). Desde que la Fed inició su lenta normalización de la política monetaria en mayo de 2013, el BCE, el BOJ y el BOE han emprendido una mayor flexibilización de las políticas con programas de QE e incluso tasas de interés negativas. Las revisiones al alza de las estimaciones de crecimiento e inflación de Estados Unidos para el año 2017 reflejan las expectativas de un efecto positivo del esperado plan de estímulo fiscal de la administración Trump. Mientras tanto, las expectativas de crecimiento e inflación siguen siendo bajas en otros países, debido a la ineficacia de la política fiscal y la incertidumbre política. Como resultado, los diferenciales entre los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos y otros rendimientos de los bonos de los gobiernos del G4 están en máximos históricos.
La divergencia de la política monetaria estadounidense con respecto a la tendencia mundial ha apoyado un repunte del dólar estadounidense en los últimos dos años y medio. Dadas las previsiones de un crecimiento más rápido de Estados Unidos y aún más divergencia en las políticas monetarias, esperamos que el dólar se mantenga fuerte y relativamente estable frente a otras monedas.
Este no fue ciertamente el caso en 2004, cuando el dólar estaba entrando en el tercer año de una depreciación significativa impulsada por las preocupaciones sobre el comercio de EE.UU. y los déficits por cuenta corriente. A pesar de que Estados Unidos sigue teniendo déficits en ambas áreas, el saldo por cuenta corriente ha mejorado desde la crisis financiera mundial y se ha mantenido relativamente estable entre el -2% y -3% del PIB. Esta es una notable mejora con respecto a 2004, cuando el déficit por cuenta corriente comenzó el año en -4,4% y se deterioró hasta el -6% del PIB en 2006.
Las economías de los mercado emergentes con mucha deuda en en dólares estadounidenses tendrán problemas debido a la fortaleza del dólar, lo que hará bastante difícil que la deuda de los mercados emergentes coincida en 2017 con el estelar desempeño que registró en 2004. Esto puede hacer que la búsqueda global de rentabilidad se aleje de las economías vulnerables y se dirija hacia la estabilidad relativa del mercado estadounidense. Además, el auge del proteccionismo comercial también presenta un contratiempo para las economías de mercados emergentes y un riesgo para sus tenedores de bonos en 2017.
Estamos ahora en el octavo año del actual ciclo de crédito, que comenzó cuando las economías del mundo emergieron de la crisis financiera mundial de 2008. En cuanto a la duración, estamos ciertamente en las últimas etapas del ciclo del crédito, y el deterioro de los fundamentos del crédito es una preocupación. Sin embargo, excluyendo a los emisores relacionados con las materias primas, los fundamentos de crédito no son significativamente peores en el año 2017 que en 2004.
Los inversores parecen estar bastante compensados por el riesgo de invertir en el mercado crediticio avanzado de hoy, ya que los spreads de crédito comenzaron en 2017 aproximadamente con 30 puntos básicos más que en el 2004. Los ‘defaults’ entre los emisores high yield aumentaron en 2016, impulsados por los emisores relacionados con las materias primas. Sin embargo, las expectativas para 2017 son que el ratio de ‘default’ en la deuda high yield volverá a su media a largo plazo de aproximadamente el 4%.
Qué significa esto para los inversores en renta fija
Las rentabilidades de la renta fija en dólares fueron notablemente fuertes en 2003, y el sólido desempeño duró hasta 2004. Aunque la evolución también fue fuerte el año pasado, no registró la misma magnitud, dados los menores rendimientos totales.
A pesar de que nos preocupamos por la deuda de los mercados emergentes en 2017, esperamos que el crédito estadounidense, tanto investment grade como high yield, tenga una buena evolución en 2017, especialmente cuando consideramos que los diferenciales de crédito comenzaron 2017 siendo más amplios que en 2004 y que una aceleración en el crecimiento económico estadounidense beneficiaría a los fundamentos empresariales estadounidenses. Por último, dados los diferenciales de rendimiento entre los ingresos fijos en dólares estadounidenses y otros mercados, esperamos que la demanda global de bonos en dólares continúe apoyando la buena evolución.
Creemos que tiene sentido, siempre que sea posible, dar un paso atrás en el actual entorno de mercado y «ver el bosque por los árboles». Una forma de hacerlo es buscar ejemplos en el pasado reciente que puedan mejorar nuestra comprensión de lo que puede suceder este año.
Con esto en mente, nos sentimos cómodos yendo un poco en contra del consenso actual recomendando a los inversionistas que no huyan de mantener duración en sus carteras de renta fija y aprovechen lo que esperamos será otro año de rendimientos extraordinarios para los mercados de crédito en dólares.
Robert Vanden Assem es managing director y responsable de renta fija investment grade de los mercados desarrollados en PineBridge.
Jonathan Davis es especialista de producto de renta fija investment grade de los mercados desarrollados en PineBridge.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Jnittymaa0. Hacia un mundo más transparente
Las medidas que han tomado la mayoría de los países latinoamericanos en torno a la transparencia fiscal han impactado directamente en el trabajo del asesor financiero. Anteriormente la preocupación principal era la confidencialidad de la información y mantener la relación cliente/asesor en estricta privacidad. Pero ahora las reglas de juego han cambiado y el cliente comienza a focalizarse en las inversiones, buscando obtener de su asesor profesionalismo y resultados, es decir, la atención del inversor ha vuelto a estar en el rendimiento neto de la cuenta.
En este sentido hemos notado un cambio importante de los profesionales de la industria en la región, que buscan mejorar la eficiencia fiscal para el cliente y lograr que las colocaciones se adecuen a su perfil de riesgo y objetivos de inversión. La mayoría de los asesores financieros están buscando productos para optimizar los portafolios. Cumplir con las expectativas de retorno y de volatilidad deseada por el cliente se ha vuelto la prioridad al momento de asesorar.
Nuestro trabajo técnico, da un apoyo fundamental al asesor financiero, puesto que se centra en seleccionar los mejores activos en sus respectivas clases permitiéndoles al mismo tiempo identificar de forma rápida y eficiente los riesgos. Es nuestro trabajo optimizar esas inversiones, mejorar el retorno de cara al futuro y bajar la volatilidad. Cada producto seleccionado debe agregar valor y debe mejorar la relación riesgo/retorno del portafolio en su conjunto.
Este nuevo escenario nos obliga a ser muy cuidadosos a la hora de recomendar aumentar o disminuir exposición en una determinada clase de activo y debemos ser muy eficientes en la selección del mejor activo en su clase.
Los retornos se han vuelto cada vez más escasos o magros y la búsqueda de ingresos no debe deteriorar la calidad de los portafolios. En el momento de elegir el activo para incorporar a un portafolio debemos estar seguros de que se ha elegido el mejor en su clase. El resultado de una buena elección puede hacer una diferencia importante en el resultado final. Minimizar los efectos de las correcciones del mercado y potenciar los retornos hacen que nuestro trabajo sea valorado por los asesores.
Nuestros clientes, en la mayoría de los casos asesores financieros independientes, son cada vez más exigentes en las explicaciones técnicas de cada sugerencia. El cliente final ha aumentado su educación financiera haciendo el trabajo del asesor financiero cada vez más profesional.
No solamente apoyamos al asesor en la selección del activo adecuado, sino que ofrecemos monitoreo diario sobre los diferentes productos financieros recomendados, aspecto altamente valorado por nuestros clientes. Tener, a través de LATAM ConsultUS, un equipo con la vista permanente en el mercado detectando oportunidades o alertas para las inversiones, proponiendo cambios en busca de mejorar el retorno o disminuir el riesgo para el cliente final, ha sido la clave para el éxito de nuestra propuesta.
Opinión de María Camacho, estratega de inversión de LATAM ConsultUS