CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Investment Zen. Entre la gestión propia y los mandatos, los ETFs
La adquisición de un vehículo (ETF) o un fondo de inversión indexado, referido a valores internacionales, que se entendería como gestión propia, se asemeja en la práctica a la contratación de un tercero.
También en esa modalidad, que no requiere contactarlo ni contratarlo, el administrador entrega recursos a un tercero, quien decidió la estructuración de un índice generalmente “activo”, y la mecánica de su administración: los valores y ponderaciones que forman parte del portafolio, así como cuándo y cómo sustituirlos o rebalancearlos.
Una gran diferencia es que el vehículo o fondo está a disposición de todos alrededor del mundo, gracias a que el gestor lo lista en alguna bolsa de valores, donde se negocia como una acción, mientras que un mandato se hace para un solo inversionista, con contrato de por medio. Un administrador puede elegir entre una larga lista de vehículos globales, regionales, nacionales o sectoriales ya configurados; por su parte, un mandato obedece a un portafolio que se va a configurar apenas, por lo que se deben discutir su horizonte geográfico y pretensiones, además de hacer variadas definiciones a medida del mandante.
La inversión en ETFs internacionales congrega las ventajas y beneficios descritos de la gestión propia y los mandatos. Si acaso, requieren labor de análisis y cierto nivel de especialización menores que la gestión propia pura. Fitch Ratings considera que la mera entrega de activos a un tercero no garantiza ni maximiza el potencial de rendimientos, ni que la gestión vaya a ser mejor o más eficiente que la que podría realizar un administrador directamente con sus medios. La calificadora aprecia, en cambio, que la figura permite aprovechar las capacidades de inversión de reconocidos gestores internacionales, propicia la transmisión de experiencia y conocimiento del mandatario al mandante, y es una forma de diversificar las decisiones, lo que contribuye a su vez a mitigar los riesgos de mercado. Fitch estima que las tres formas de acceder a instrumentos internacionales, es decir, gestión propia, vehículos o fondos y mandatos, pueden combinarse y ejecutarse a la vez para aumentar las posibilidades de mejorar el desempeño.
Columna de Fitch México escrita por Adriana Beltrán y Arturo Rueda
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Mike Vondran. La recuperación de Brasil será a cámara lenta
Después de 2005, el PIB real de Brasil se aceleró, principalmente como resultado de una mejora significativa en la acumulación de capital y la productividad. La crisis financiera global y la consiguiente inyección de liquidez por parte de los bancos centrales de las economías desarrolladas facilitaron las condiciones financieras para todos los mercados emergentes y para Brasil en particular. Como resultado, el crecimiento del crédito floreció, lo que a su vez apoyó la actividad económica.
La violenta salida de los flujos internacionales a raíz del ‘taper tantrum’ de mayo de 2013 y la caída de los precios de las materias primas desencadenaron una recesión sin precedentes en Brasil en 2015-2016, donde el PIB real se contrajo un 3,6%, después de haber disfrutado de un crecimiento del 3,5% durante la década anterior. Las debilidades estructurales precipitaron la recesión y al mismo tiempo, la incertidumbre política aumentó, culminando con el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff en 2015, que desbarató las finanzas públicas y aumentó la prima de riesgo soberano. Esto último costó al país su calificación crediticia.
Se prevé que el crecimiento real del PIB en Brasil sea de media del 2,5% durante la próxima década. En los últimos treinta años, los mercados emergentes en general han alcanzado considerablemente el nivel de desarrollo económico de los países maduros, pero recientemente el ritmo de esta convergencia ha disminuido. En este momento, América Latina necesitaría casi dos siglos para alcanzar el nivel de desarrollo económico del G7, el doble del tiempo requerido durante el período 2002-2007.
Además, se prevé que los importantes cuellos de botella en la oferta y los altos niveles de corrupción impedirán que el crecimiento alcance su potencial. Brasil ocupa actualmente el puesto número 81 entre los 138 países en el Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, que es menor (por ejemplo) que México (51/138) debido a su alta carga tributaria y corrupción. Brasil también se sitúa en 123 de 190 en la encuesta de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial. Esperamos que Brasil salga de la recesión en 2017 (Anexo 2), ayudado por la mejora continua de la confianza, la caída de la inflación y la flexibilización de la política monetaria. La inflación, que ha superado en promedio la meta de inflación del 4,5% en casi 2,5 puntos porcentuales en los últimos cinco años, ahora se espera que promedie un 4,6% en 2017.
El banco central ha insinuado incluso que revisará la meta de inflación a la baja al 4%, lo que debería hacer caer las expectativas de inflación, si la medida se considera creíble.
Moody’s revisó la perspectiva soberana de Brasil de negativa a la estable y confirmó su calificación de Ba2. Una mejora, sin embargo, requeriría la aprobación de reformas clave y sólo es probable que ocurra después de las elecciones de 2018.
Hasta entonces, los riesgos para nuestra perspectiva tiene una tendencia bajista. El fiscal general pidió a la Corte Suprema que iniciara 83 investigaciones sobre políticos, incluidos miembros del gabinete, gobernadores de los estados y los jefes de la Cámara Baja y del Senado. El resultado de esta investigación podría afectar negativamente la reforma de pensiones aún pendiente.
Los pronósticos de menor crecimiento tienen un fuerte impacto en la proyección del tamaño de la clase media tanto a corto plazo como, más significativamente, a medio plazo. Se espera que el tamaño de la clase media en Brasil caiga al 3% en 2015 y en 2020 y a un 2% en 2030.
Brasil tiene el segundo mercado de seguros privados más grande del mundo, por detrás de Estados Unidos, pero la mezcla de una población envejecida, los casos crecientes de enfermedades crónicas y los altos niveles de reclamaciones implican un aumento en las tarifas de los planes y el coste para los bolsillos.
En Brasil, los contratos de trabajo que ofrecen un plan privado de salud son muy apreciados por los empleados. Por lo tanto, el 63% de los contratistas tienen planes de salud colectivos de negocios. El número de beneficiarios de los planes médicos aumentó un 17% entre 2009 y 2012, lo que señala el dinamismo del mercado y los datos demográficos favorables del país deberían impulsar la demanda de servicios de salud.
El país aún tiene una denominada «bonificación demográfica», que se estoma que dure hasta 2025. Después de esa fecha, Brasil entrará en un período de envejecimiento, con un aumento significativo en la proporción de ancianos sobre el total de la población. El fin de esta bonificación demográfica debería representar una oportunidad de mercado significativa para el sector de la salud y la atención sanitaria en Brasil. Y considerando las debilidades de los servicios públicos en este campo, es probable que los beneficiarios recurran a planes privados.
Manolis Davradakis es economista senior de mercados emergentes globales (excluido Asia) de AXA Investment Managers.
Pixabay CC0 Public Domain. Mark Mobius: El regreso de Argentina
En una reciente visita a Argentina, me interesé por ver cómo ha cambiado la situación con el liderazgo de una nueva administración y, en muchos casos, debido a la aplicación de reformas normativas constructivas. Todavía se está trabajando para abordar las dificultades existentes y, aunque a veces el camino a seguir puede resultar algo difícil, los avances que hemos observado hasta la fecha son prometedores. A continuación, mi compañero Santiago Petri, residente en Argentina y vicepresidente sénior, director ejecutivo senior de Templeton Emerging Markets Group, y yo mostramos nuestra opinión al respecto.
El presidente Mauricio Macri ha introducido diversos cambios, entre ellos la retirada de los controles de divisas con respecto al peso argentino, reformas tributarias, revisiones relativas al cálculo de las estadísticas de la inflación, nuevos nombramientos en el Banco Central y, lo que quizás resulta más importante, el saldo de la deuda con acreedores extranjeros, tras su prolongado impago.
Desde mi punto de vista, el primer año del presidente Macri ha estado marcado, en general, por decisiones determinantes e inteligentes. Un logro especialmente positivo ha sido la ley de amnistía fiscal. Además, la agencia de calificación Standard & Poor’s mejoró recientemente la calificación crediticia a largo plazo del país, sobre la base de los avances logrados al rectificar varios desequilibrios macroeconómicos, lo cual resulta alentador.
La gestión de los números
El crecimiento económico de Argentina ha resultado muy irregular y volátil a lo largo de los años. En los últimos diez años, la economía argentina ha experimentado cuatro años de contracción: 2009, 2012, 2014 y 2016. Sin embargo, también se han producido algunos repuntes positivos, con un aumento del crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 10% en 2010 y del 2,5% en 2015. Tras la contracción de 2016, se prevé que el crecimiento del PIB de este año se recupere hasta alcanzar el 2,7%, con las nuevas políticas orientadas al crecimiento del presidente Macri.
Mientras tanto, la inflación ha tendido al alza durante la última década, con unos datos inferiores al 10% entre 2007 y 2009, que luego ascendieron a alrededor del 40% en 2016. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y su administración fueron acusados de haber manipulado las estadísticas de la inflación para ocultar los efectos perjudiciales de los numerosos gastos de sus programas y el creciente déficit fiscal que el Banco Central había financiado mediante la impresión de moneda. La administración atacó al Instituto Nacional de Estadística, encargado de publicar datos sobre el índice de precios al consumo (IPC), y despidió a estadísticos que presentaban datos considerados negativos o desfavorables.
Al llegar al poder, la nueva administración de Macri normalizó de inmediato el Instituto Nacional de Estadística, gracias a lo cual Argentina cuenta hoy en día con un instrumento más fiable para el seguimiento de la evolución de la inflación. Macri concedió al Banco Central una autonomía total y la autoridad monetaria parece estar logrando avances con respecto al control de la inflación.
Reducir la inflación de forma temporal desde unos niveles muy elevados es una tarea relativamente más sencilla que bajar la inflación a un rango de valores de un solo dígito, más sostenible y a largo plazo. Este es el principal desafío al que se enfrenta el Banco Central en la actualidad. Este año se prevé que la inflación se reduzca a aproximadamente el 22%, pero el gobierno todavía considera que se trata de una cifra demasiado elevada.
En 2016, las deficientes condiciones económicas provocaron que la tasa de desempleo de Argentina se disparase ligeramente por encima del 9%, pero se espera que se reduzca a alrededor del 8,5% durante este año.
En líneas generales, el mercado de valores de Argentina ha obtenido un desempeño inferior al MSCI Emerging Markets Index en los últimos diez años, si bien ya se han observado mejoras con el nuevo gobierno. En 2016, el índice Merval de Argentina aumentó más del 40% y ha subido casi el 30% en lo que va de año.
Las valoraciones de los títulos argentinos han empezado a ascender desde una ratio de precios/beneficios (PER) de aproximadamente tres veces los beneficios de 2012 hasta 12 veces los beneficios de 2016. Esta cifra todavía es inferior al nivel máximo alcanzado en 2007, año en el que el mercado de Argentina vendía a una PER promedio de 24.
Como muchas otras divisas de mercados emergentes, el valor del peso argentino ha bajado con respecto al dólar estadounidense. En 2012, un dólar estadounidense equivalía a unos 4,3 pesos argentinos, mientras que, hoy en día, equivale a 15,4 pesos.
Entramos en materia
Durante nuestra visita a Buenos Aires, mis compañeros y yo nos reunimos con una empresa latinoamericana líder en el sector del comercio electrónico. Ellos afirmaron que México y otros países de América Latina presentan un gran potencial debido a la creciente introducción de Internet. En concreto, los smartphones están cada vez más extendidos en todo el mundo y permiten a las empresas minoristas llegar a más clientes.
En uno de los bancos de Argentina, debatimos acerca de las repercusiones de la elevada tasa de inflación del país. El crecimiento de los préstamos del banco había llegado a situarse en torno al 35%, pero, al restar la tasa de inflación, el crecimiento real es de tan solo el 15%, aproximadamente. En la actualidad, hay un amplio diferencial entre su coste de fondos y sus préstamos, lo cual contribuye de forma positiva a la rentabilidad del banco. Los resultados de rentabilidad han sido favorables, al igual que en otros grandes bancos de Argentina. Señalaron que están avanzando con contundencia en el ámbito de la banca digital y que prestan especial atención a las generaciones más jóvenes (menores de 27 años) a fin de crear una clientela para el futuro.
En una empresa argentina de fabricación de tubos para campos petrolíferos nos informaron de que, tras unos años desastrosos provocados por la caída de los precios del petróleo y el desplome de la demanda de los tubos utilizados en la extracción de petróleo y gas, la situación estaba empezando a mejorar y la demanda de los tubos se estaba recuperando. La empresa tiene abiertas operaciones en todo el mundo y es testimonio de las capacidades técnicas, de gestión y emprendimiento de los argentinos.
La empresa, que es líder en el sector de la fabricación de tubos para campos petrolíferos de alta calidad, también posee fábricas en otras partes del mundo donde sus clientes desarrollan actividades de extracción de petróleo. Nos quedamos maravillados ante el oportuno momento que la empresa eligió para construir una nueva planta, cuando los precios del petróleo estaban en un nivel bajo y todavía seguían en descenso. Ahora que los precios del petróleo se han recuperado, han mejorado las perspectivas.
En una gran empresa siderúrgica, debatimos acerca del enorme exceso de capacidad de China, así como sobre el cierre de varias plantas de laminación de acero en ese país. Además de las operaciones que desarrolla en Argentina, la entidad también cuenta con instalaciones en otros países de América Latina. Los directivos de la empresa mencionaron que el coste de la mano de obra en México era mucho menor que en Brasil y Argentina. Debatimos acerca de la nueva administración estadounidense y de políticas que podrían imponer restricciones a las importaciones, así como sobre las repercusiones que estas podrían tener en sus negocios (que, en realidad, podrían resultar positivas en algunos casos).
Reformas constructivas
En 2001, Argentina incumplió el pago de más de 90.000 millones de dólares estadounidenses de su deuda externa y, al negarse a negociar con los acreedores, la anterior presidencia de Argentina dejó al país temporalmente incapacitado para acceder a los mercados de renta fija. En 2016, después de las iniciativas emprendidas por la administración de Macri para tratar de llegar a un acuerdo, Argentina fue capaz de volver a los mercados de capitales con una venta de bonos cuyos resultados se consideraron muy satisfactorios. En enero de 2017, el gobierno recaudó dinero a través de distintos instrumentos de deuda.
Además, el gobierno presentó un programa de amnistía fiscal para aliviar a los argentinos que habían declarado los activos que tenían depositados en el extranjero, pero que no habían pagado impuestos por ellos. Como consecuencia de la amnistía fiscal aplicable a estas posesiones en el extranjero, se declaró un total de 116.800 millones de dólares estadounidenses, que representan alrededor del 20% del PIB argentino.
El total de los activos declarados estaba compuesto por un 17% (20.500 millones de dólares estadounidenses) de bienes inmuebles, un 29% (33 600 millones de dólares estadounidenses) de cuentas financieras, un 29% (55 900 millones de dólares estadounidenses) de inversiones y un 6% (6 800 millones de dólares estadounidenses) de otros tipos. De los activos declarados, el 80% estaba depositado en el extranjero y el 20% se mantenía en el ámbito nacional. La recaudación de impuestos relacionada con la amnistía fiscal fue del 1,8% del PIB.
Consideramos que esta iniciativa es un avance muy prometedor, ya que prevemos que los inversores locales podrían asignar gran parte de los activos que ahora tienen en territorio nacional a valores locales, imprimiendo así un impulso a la economía argentina.
Cuando Macri llegó al poder, heredó un conjunto de distorsiones y desequilibrios macroeconómicos y microeconómicos, así como un deterioro del marco institucional.
Desde el punto de vista macroeconómico, la economía dependía de unos niveles de consumo nacional insostenibles para el crecimiento, además de encontrarse en una situación de crecientes déficits fiscales y bajos niveles de ahorros e inversiones. Desde el punto de vista microeconómico, para evitar caer en una crisis de la balanza de pagos, el anterior gobierno aplicó unos controles kafkianos sobre el comercio y los cambios de divisas.
En el ámbito nacional, cuando no pudieron controlar los precios directamente, las autoridades optaron por intervenir en el Instituto Nacional de Estadística, encargada de medir la inflación y otras estadísticas clave. Como no contaba con una fuente de fondos real para el Tesoro y había bloqueado su acceso a los mercados internacionales de capitales, el gobierno también decidió subordinar al Banco Central a sus necesidades financieras, activando un proceso de inflación incontrolada y pérdidas de reservas exteriores.
La nueva administración realizó nuevos nombramientos en el Banco Central con personal capaz de desactivar la bomba de relojería que sus precedesores habían causado mediante una agresiva expansión monetaria, agravada por lo que algunos consideran una emisión imprudente de futuros de divisas. Al mismo tiempo, las nuevas autoridades erradicaron los controles sobre los cambios de divisas y unificaron las diversas cotizaciones de los tipos de cambio en un solo sistema de «flotación sucia». Hoy en día, el Banco Central está aplicando un régimen centrado en la inflación y ha conseguido reducir de forma significativa la tasa de inflación.
La complicada situación económica heredada por la administración actual, dentro de la que se engloban los elevados niveles de pobreza, le impidieron adoptar políticas de línea dura para abordar el déficit fiscal a través de reducciones de los gastos, lo cual habría empeorado la contracción económica de Argentina.
En consecuencia, la estrategia gubernamental consiste en utilizar financiación extranjera y fijar, al mismo tiempo, unas metas de reducción del déficit graduales y decrecientes a medio plazo. A medida que la economía mejore, debería ser más fácil para el gobierno realizar ajustes en los gastos que si dichas medidas se tuviesen que tomar en un entorno de recesión.
Desde mi punto de vista, uno de los cambios más valientes de esta administración, que trasciende las medidas adoptadas para que la economía argentina se parezca a una economía orientada al mercado en otras partes del mundo, es una clara directiva del presidente Macri relativa a la transparencia. Parte de la contracción económica de 2016 estaba relacionada con un estricto proceso de auditoría relativo a la adjudicación y el pago de obras públicas, contaminado por la corrupción generalizada de la administración anterior. El proceso de auditoría obligó a la nueva administración a detener algunas obras públicas, ya que las nuevas autoridades se mostraban reacias a seguir pagando proyectos que se sospechaba que pudiesen estar relacionados con la corrupción.
Gracias al aumento de la transparencia en el proceso, ya se ha logrado una mayor eficacia. La construcción de carreteras (entre otras cosas) compete al Ministerio de Transporte, que afirma que ha sido capaz de reducir el coste de anteriores licitaciones en un 40% para el mismo proyecto.
Además, algunos proyectos viarios anteriores se abandonaron poco después de haberse puesto en marcha, con tan solo unos pocos metros de carretera construidos, a pesar de que el licitador ya hubiese abonado el pago total del proyecto. En cambio, los proyectos que la nueva administración ha emprendido ya están acabados.
Durante una década, Argentina ha sufrido una sequía de inversiones en infraestructura crítica relacionada con el sector energético, las carreteras, los ferrocarriles y los puertos, así como con los hospitales y las escuelas. La inversión privada es relativamente baja, y consideramos que crear un marco normativo previsible y transparente debería allanar el camino para proyectos nuevos y atractivos.
En el sector tecnológico, hay varias empresas exitosas que ya cotizan en bolsa, y creemos que podría haber muchas otras entidades aptas para empezar a hacerlo en el futuro próximo.
En nuestra opinión, la normalización de Argentina abre la puerta a muchas otras oportunidades de inversión significativas en el país. La completa retirada de los controles de capital, que obligaban a los flujos entrantes a permanecer en el país durante un tiempo antes de que se les permitiese salir de nuevo, fue un importante avance para los inversores.
La paciencia de las personas a prueba
Aunque hay muchas personas que quieren que el cambio se produzca de la noche a la mañana, el pueblo argentino entendió en gran medida los problemas a los que se enfrentaba el ejecutivo actual cuando llegó al poder y comprendió que llevaría tiempo revertir la situación. La demora o la ralentización de la recuperación económica de Argentina afectó de forma negativa a los niveles de confianza, pero, en general, las personas conservan el optimismo con respecto al futuro.
La economía alcanzó valores mínimos en la segunda mitad de 2016 y, desde entonces, se ha recuperado con mucha moderación, aunque no en los sectores relacionados con el consumo, por lo que es posible que la población general no esté notando este repunte. Ante la ausencia de una recuperación económica más categórica, se han generado dudas con respecto al gobierno.
Es probable que la economía y la actitud de los consumidores resulten cruciales para las elecciones de mitad de período del Congreso que tendrán lugar a finales de octubre de este año. El triunfo de la administración actual debería ayudarle a cargar las pilas para enfrentarse a la segunda mitad del período, sabiendo que cuenta con el apoyo necesario para seguir adelante con su programa vigente. En cambio, una derrota podría preparar el camino para la consolidación de la oposición y traer consigo un período de final de mandato más complicado para Macri.
Hace muy poco, fuimos testigos de una manifestación espontánea en pro del gobierno en el país, que atrajo a un número considerable de personas a favor de que el gobierno siguiese adelante con su trabajo (aunque no necesariamente respaldaba al gobierno al 100%). Los observadores consideraron este acontecimiento como una manifestación en defensa de las instituciones democráticas y contra algunos intentos por parte de facciones radicales de la oposición, bajo el liderazgo de la expresidenta Kirchner, de poner trabas al gobierno y generar un entorno social belicoso.
Somos conscientes de que es difícil para el gobierno de Macri realizar todas las reformas que quisiera, ante los desafíos políticos a los que se enfrenta a corto plazo. Sin embargo, prevemos que, tras las elecciones de mitad de período (suponiendo que los partidarios de Macri salgan reforzados de ellas), es probable que se aceleren las reformas que todavía están en proceso de aplicación. Si Macri consigue mantenerse en este camino (pese a algunos puntos débiles en relación con el consumo, como el aumento del precio del combustible y las restricciones de los aumentos salariales), creemos que las perspectivas de Argentina para el futuro podrían ser bastante buenas.
Mark Mobius, Ph.D., es presidente ejecutivo de Templeton Emerging Markets Group.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: didgeman. Gestionar pensando en los riesgos políticos
Las elecciones estadounidenses han dado lugar a profundos cambios de tendencia en los mercados financieros. Términos como inflación o «reflación» han ocupado el lugar del temor a la deflación. Las acciones y la deuda corporativa registran comportamientos claramente positivos, mientras que los tipos de interés están subiendo en los países desarrollados.
Los inversores se han posicionado rápidamente para aprovechar estas nuevas tendencias y la apuesta por la «reflación» parece actualmente bastante generalizada.
¿Dónde nos encontramos tras un primer trimestre de buenas rentabilidades en los mercados de activos de riesgo? ¿Todavía hay razones para creer en el cambio de régimen impulsado por EE. UU.? ¿Cómo influye la prima de riesgo político europea en los mercados de la zona euro? ¿Los mercados emergentes pueden representar una buena alternativa a los países desarrollados?
El cambio de régimen en EE. UU. es real… tanto como lo sea el programa de reformas del nuevo presidente estadounidense
Tras la elección de Donald Trump como presidente, los EE. UU. han iniciado un cambio de régimen. La economía se ha recuperado totalmente de la crisis financiera de 2008 y los temores a la deflación han dejado su lugar a los «estímulos». En EE. UU., la expansión cíclica debería prolongarse gracias a la perspectiva de aumento del gasto público. Los estímulos presupuestarios y el éxito de la reforma fiscal estadounidense serán los factores clave que favorecerán a las bolsas. Sin embargo, la incertidumbre en materia de política económica sigue siendo extremadamente elevada y provoca una dispersión más acusada en el comportamiento de la bolsa, así como violentas rotaciones sectoriales.
En la renta fija, este nuevo régimen augura el fin de un ciclo de bonanza en este tipo de activo, la subida de la inflación y el endurecimiento monetario que conduce a una subida de los tipos de interés. Todas las miradas se dirigen hacia la Reserva Federal, cuyas proyecciones apuntan a tres subidas de tipos en 2017 y 2018. Sabemos que los mercados descuentan un ritmo de subidas mucho más lento y que el valor razonable de los bonos del Tesoro de EE. UU. a 10 años se sitúa en torno al 3 %, de ahí que nos parezca pertinente estar infraponderados en duración estadounidense, pese a que la Fed se ha comprometido a endurecer progresivamente las condiciones monetarias. En conjunto, esperamos que los posicionamientos en torno a los estímulos se generalicen entre los inversores en un contexto de ampliación de la recuperación económica.
La evolución de los mercados seguirá dependiendo enormemente de la confianza de los inversores en la capacidad de Donald Trump para desarrollar la política económica que ha prometido.
El descenso del riesgo político europeo, una condición indispensable para la revalorización de las bolsas
El crecimiento de la zona euro sigue acelerándose. La confianza de las empresas y los beneficios han mejorado, mientras que la inflación se ha reactivado. El efecto Draghi, vigente desde 2012, debería desvanecerse si la reducción del programa de relajación monetaria del BCE se produce antes de lo previsto. El riesgo de cola, como una posible victoria de los partidos euroescépticos en Francia y una fragmentación del espectro político en Italia, son fuente de una gran incertidumbre. Estos factores demandan un enfoque táctico y prudente en los mercados de renta fija pública europeos.
La prima de riesgo de la bolsa europea ya ha descontado ampliamente los riesgos políticos existentes. Las elecciones francesas constituirán un hito decisivo. Las acciones de la zona euro presentan valoraciones atractivas en un momento en el que el posicionamiento de los inversores, aunque está aumentando, sigue todavía muy lejos de los máximos anteriores. Cuando se atenúe el riesgo político, esperamos un reposicionamiento de los inversores en las acciones de la zona euro. En el mercado de deuda corporativa, los diferenciales han alcanzado mínimos históricos, lo que justifica algunas recogidas de beneficios.
Sin embargo, la deuda corporativa europea sigue siendo interesante, ya que se beneficia de un marco normativo favorable a los tenedores de bonos, unos balances en proceso de mejora y unas valoraciones relativamente atractivas.
La deuda emergente es atractiva dentro del universo de renta fija
Lejos de las inquietudes de los últimos años, los mercados emergentes se han presentado como un valor sólido en este comienzo de año. Con unos fundamentales sólidos gracias a un crecimiento el doble de fuerte que el de los países desarrollados, su demanda interna se ha reforzado y sus desequilibrios exteriores se han reducido.
El riesgo chino se ha moderado y el crecimiento del PIB sigue estando en consonancia con los objetivos del gobierno, que cada vez tolera más una reducción del crecimiento con el fin de gestionar los riesgos financieros. Por lo tanto, el aterrizaje suave de China no debería convertirse en un riesgo sistémico este año.
Por su parte, Latinoamérica se beneficia de un retorno a la normalidad en lo que respecta a su deuda y sus monedas. La deuda emergente ofrece rendimientos previstos interesantes, aunque es crucial diferenciar dentro de los segmentos del mercado. La vulnerabilidad de la deuda pública emergente a las medidas políticas del presidente Trump no es homogénea, lo que nos lleva a preferir los segmentos de alto rendimiento con un historial específico, como Argentina o Brasil. Además, las monedas de los países emergentes latinoamericanos presentan un potencial alcista importante.
Columna de Candriam escrita por Nicolas Forest, responsable global de Gestión de Renta Fija y Nadège Dufossé, responsable global de Asset Allocation.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Geralt. Hablemos de tecnología en los fondos de inversión
Los fondos de inversión han servido su propósito desde que se creó el primero en Los Países Bajos en 1774 y, si bien han cambiado, necesitan un toque extra para que puedan trascender un poco más. Este modesto modificador es claramente la tecnología, y hablaré en este espacio de las diferentes ventajas y aplicaciones que ésta puede tener en el mundo de los fondos de inversión.
Democratizando
En todas las industrias que han sido tocadas por la tecnología, la democratización —derivada de la reducción de costos— ha sido de los primeros beneficios. Este tipo de prerrogativa es especialmente importante en la industria financiera, incluidos los fondos de inversión. Siendo México un país en el que tan solo el 30% de las personas invierte, es importante y necesario facilitar el acceso a vehículos de inversión como los fondos de inversión.
Reducir las barreras de entrada y las comisiones será uno de los primeros pasos en los que la tecnología ayudará al país y a todos los mexicanos. Es bien sabido que los montos de apertura de contrato eran muy altos, siendo 100.000 pesos mexicanos el promedio entre las operadoras. Hoy en día, hay muchas opciones que empiezan desde 10.000, beneficiando a un gran número de personas. Esta reducción y beneficio a las personas no es más que un síntoma de lo que la tecnología implica para las empresas. La posibilidad de utilizar código abierto y tener una base de programadores revisando y mejorando cada línea reduce altos costos y robustece el ecosistema, creando un círculo virtuoso.
Complementando
Desde el principio de los tiempos, la tecnología ha sido vista como el enemigo del humano, la eterna suplente de las personas. Conforme la tecnología se ha ido desarrollando, hemos visto que ha sido un miedo infundado y, sobretodo, dañino. La tecnología ha servido como una herramienta de progreso para el ser humano, pero a fin de cuentas a nuestra merced. Así como un martillo es inútil sin alguien que agarre el mango y lo utilice con un fin para el que es apto, la tecnología se hace inútil si le quitamos el factor humano. Nadie entiende a una persona como lo hace otra persona, y es algo que no se puede dejar pasar.
Transparentando (Rindiendo cuentas, enseñando…)
Las finanzas tienen un estigma. Las persiguen adjetivos calificativos como «difíciles» y «confusas» entre muchos otros. Esto se ha debido a la sofisticación a la que hemos apelado a la hora de crear instrumentos financieros, estrategias para tener ganancias extraordinarias e incluso el arquetipo de lo que significa ser un verdadero «Lobo de Wall Street».
La tecnología —el internet en específico— ha permitido la masificación de la información, y si bien esto ha resultado en poligamia informática, es una gran oportunidad para enseñar a más personas sobre finanzas: qué son y cómo funcionan.
Asimismo, el que las personas tengan la posibilidad de acceder a sus saldos en cualquier instante desde cualquier lugar es algo sin precedentes. Ya no se tiene que esperar al estado de cuenta mensual, simplemente se necesita llevar la mano al bolsillo, desbloquear el celular y al alcance de un dedo se tienen los rendimientos diarios y el saldo al día.
Optimizando
Si algo he visto de primera mano que ha facilitado la tecnología, es la optimización de procesos anticuados y burocráticos. Esta optimización es la que ha llevado a la reducción de costos previamente mencionada. Reduciendo tiempos de espera en la apertura de contratos, en ejecución de órdenes y en resolución de dudas, es definitivo que la tecnología ha ayudado a muchas empresas financieras a reinventarse.
Un punto que no se debe de descuidar cuando se habla de tecnología —y que ha afectado a diversa empresas de base tecnológica— es la regulación. Siendo la tecnología tan cambiante, las leyes tienen que empezar a modificarse para cubrir escenarios que antes no estaban considerados. Está en puerta la Ley Fintech (Ley de Tecnología Financiera) la cual esperamos facilite la adopción de tecnología de alto nivel, y nos permita seguir mejorando la experiencia de inversión para las personas y la seguridad para las empresas y el país.
Sigamos la conversación
La tecnología avanza cada día, y no podemos ser ajenos a ella. Platiquemos más sobre más ejemplos y los beneficios tangibles. Es momento de abordar la conversación. Es momento de renovarse o morir.
Aprovechemos la tecnología, pero sin descuidar —y mucho menos sustituir— a las tan valiosas personas.
Columna de Luis Kentzler, product manager de GBMfondos
Pixabay CC0 Public DomainAlexas_Fotos. Las claves de la Guía Técnica de la CNMV para el personal que informa y asesora sobre los servicios de inversión
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha sometido a consulta pública una guía técnica para la evaluación de los conocimientos del personal que informa y asesora sobre servicios de inversión, que entrará en vigor en 2018 y en la que se recoge la obligación de que estos empleados tengan formación y cuenten con seis meses de experiencia a jornada completa en este campo.
La guía técnica, teniendo en cuenta las Directrices que ESMA publicó en marzo de 2016, tiene como objetivo que los inversores comprendan los riesgos de los productos en los que invierten, para lo cual es preciso que quien se los ofrezca disponga de los conocimientos necesarios para entenderlos y saber explicarlos y para valorar si son adecuados o idóneos para cada cliente, lo que debe ser garantizado por las entidades que prestan servicios de inversión.
En consecuencia, la CNMV señala que las entidades que prestan servicios de inversión deberán disponer de medios humanos y materiales, de procedimientos y de una estructura organizativa que asegure que el personal cuenta con los conocimientos y competencias adecuados de acuerdo a la naturaleza, tamaño y complejidad de las actividades que la entidad financiera desarrolla, el tipo de clientes a los que presta servicios, el tamaño de su plantilla, la implantación nacional o internacional y la estructura que, en el área de formación, pueda tener la entidad.
Asimismo, la CNMV menciona que el órgano de administración o una comisión que pudiera constituirse al efecto (de la que en todo caso formarán parte al menos tres directivos de suficiente nivel), establecerán los criterios y designará la unidad o unidades de la entidad o del grupo que serán responsables de su aplicación. Además, dichos órganos garantizarán que cuando el personal relevante no haya adquirido los conocimientos y competencias necesarios para la prestación de los servicios, no pueda prestarlos.
No obstante, si un empleado no ha adquirido la cualificación o la experiencia adecuada, o ambas cosas, podrá prestar los servicios bajo supervisión, siendo los órganos de administración quienes determinarán las funciones de la persona que se encargue de la supervisión del personal.
Cualificación del personal relevante
La CNMV introduce novedades relevantes que afectan a la cualificación del personal objeto de la guía. En concreto, indica que el personal estará obligado a conocer todos los criterios que detalla la guía en relación a los conocimientos y competencias del personal que proporciona información sobre productos de inversión y a aquellos que prestan asesoramiento.
Además, deberá haber recibido una formación teórica y práctica o dedicado un número mínimo de 80 horas en el caso del personal que solo facilita información y de 150 en el caso del personal que asesora. En cuanto a la formación continuada mínima, la CNMV establece que será de 20 ó 30 horas en función de si el personal informa o asesora.
Asimismo, conviene señalar que la CNMV, al fin, resuelve una de las dudas que más opinión había suscitado en el mercado y destaca que la formación podrá ser impartida por las propias entidades financieras o mediante convenios con entidades formadoras (universidades u otras entidades certificadoras) de una manera presencial o a distancia.
Finalmente, la CNMV va más allá e incluso indica que publicará una lista de títulos o certificados de entidades especializadas en servicios de asesoramiento e información. En consecuencia, considerará que el personal que disponga de alguno de los títulos o certificados incluidos en dicha lista cuenta con la cualificación adecuada para la prestación de los servicios que la propia lista indique en cada caso.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Conal Gallagher . Las ventajas de mezclar el análisis fundamental con el análisis cuantitativo
Contrariamente a lo que dicen los titulares de las noticias, creemos que la gestión activa tiene fuerza para sobrevivir. De hecho, cuando acabe el actual mercado alcista, la capacidad de generar retornos que batan a los índices será aún más importante. Muchos inversores se enfrentan a un creciente número de desafíos, desde los menores horizontes temporales hasta la mayor sensibilidad a los costes y aún más restricciones a la inversión. Los gestores activos tendrán que adaptar su enfoque de inversión para satisfacer las cambiantes demandas de los inversores.
¿Cuál es el valor de combinar la objetividad del análisis cuantitativo con el juicio subjetivo y humano involucrado en el análisis fundamental? Una gama de oportunidades más amplia, mayores niveles de convicción y posiblemente, mayor eficiencia. Es un poco como el uso de ‘cobots’, es decir, robots colaborativos que trabajan junto a las personas en las fábricas.
En un estudio realizado por investigadores del MIT en una fábrica de BMW, el trabajo en equipo de ‘cobots’ y trabajadores humanos redujo el tiempo de ociosidad de los trabajadores en un 85%. Las máquinas, o en el caso de la gestión de activos, los modelos cuantitativos, pueden analizar rápidamente cantidades masivas de datos, lo que ayuda a identificar oportunidades y riesgos.
Sin embargo, los modelos y las máquinas carecen a menudo de la flexibilidad o de la visión de los humanos para llegar a adoptar las mejores decisiones. La combinación de un análisis fundamental, que tiende a desempeñarse mejor en mercados volátiles y en torno a puntos de inflexión, con un análisis cuantitativo, que puede aprovechar distintos factores en los mercados de tendencias, crea una cartera que puede navegar en una amplia gama de entornos de mercado.
Algunos investment managers ya desarrollan esto desde hace años. A principios de este mes, sin embargo, la publicación Barron’s señaló un aumento en la tendencia de portfolio managers que combinan los conocimientos cuantitativos con el análisis fundamental, principalmente como una forma de mejorar el rendimiento y rebajar los costes.
En MFS tuvimos la previsión de hacer esto hace 16 años. Al combinar el análisis fundamental con el análisis cuantitativo altamente sistemático y un proceso de construcción de cartera basado en el riesgo, creamos nuestra capacidad que nosotros denominamos ‘Blended Research’, análisis combinado.
Nuestra capacidad provino de una perspectiva muy diferente. Fue fruto del desarrollo de productos avanzados, no la frustración con la gestión activa. Creemos que los inversores siempre quieren buscar alfa, y es probable que en un entorno de bajas rentabilidades, sea necesario.
Mediante el análisis combinado, hemos encontrado la oportunidad de desplegar nuestras habilidades de gestión activa fundamental de una manera que potencialmente puede abordar ciertos objetivos de inversión y proporcionar soluciones de gestión efectivas desde el punto de vista de los costes, que no se encuentran en los enfoques tradicionales de inversión.
¿Por qué ofrecer capacidades combinadas y fundamentales? En nuestra opinión, una capacidad combinada de análisis coexiste de forma muy sensata con nuestras estrategias fundamentales activas porque trae algo diferente a la mesa. Ciertamente, la combinación sistemática de dos procesos independientes de valoración de acciones -cuantificación fundamental y cuantitativa- ofrece fortalezas complementarias en la búsqueda de rendimientos ajustados al riesgo, especialmente para aquellos inversores con plazos cortos y límites más estrictos.
Pero para los inversores con horizontes temporales más largos y más flexibilidad de inversión, las estrategias activas fundamentales más tradicionales –con niveles típicamente más altos de riesgo activo y generación alfa a través de un ciclo de mercado– suelen ajustarse mejor.
Después de más de 90 años como gestores activos, no hay duda de que estamos comprometidos con nuestro oficio. Aún creemos que la gestión activa es la mejor manera de ayudar a los clientes a cumplir sus metas a largo plazo. Es probable que los días de un enfoque único para la gestión de inversiones hayan terminado. Aquellos gestores capaces de encontrar el enfoque de inversión adecuado a las necesidades de cada inversor individual estarán mejor posicionados para obtener buenos resultados.
Joseph C. Flaherty es CIO de riesgos de MFS Investment Management.
. Citibanamex dominó los traspasos de las Afores en el primer trimestre del año y Coppel perdió fuerza
El balance de los traspasos de cuentas durante el primer trimestre den año entre las Afores tuvo dos contrastes, primero el hecho de que Citibanamex se trepara al primer sitio del ranking, y segundo que Coppel perdiera empuje, algo que no se observaba desde hacía mucho tiempo.
Vayamos por partes: Citibanamex fue la administradora que más traspasos captó en el saldo neto (cuentas recibidas menos cuentas cedidas), al final su balance fue positivo con 60.644 traspasos, producto de haber recibido 102.135 nuevas cuentas, a cambio de perder 41.491 afiliados.
La administradora renovó sus esfuerzos de captación impulsando a su equipo comercial para trabajar más en las sinergias de la empresa con las sucursales del negocio bancario del grupo. La estrategia rinde frutos cada vez más, y finalmente en el primer trimestre del año se logró el liderazgo.
La otra cara de la moneda en materia de traspasos durante el primer trimestre del año fue Coppel, dicha Afore se convirtió en la institución que más clientes perdió con un saldo neto de menos 30.695, luego de recibir 66.274 nuevas cuentas y ceder a otros intermediarios 96.969 afiliados.
Algo pasó durante el primer trimestre de 2017 en la estrategia comercial de la Afore más exitosa de los años recientes, a pesar de lo cual ya superó los 8 millones de cuentas en su portafolio.
Afore Azteca destacó al ubicarse en el segundo sitio de las Afores que más cuentas captaron mediante traspasos, al totalizar la cantidad de 34.488 nuevos clientes, mientras que Afore XXI Banorte se colocó en la segunda posición de la que más clientes perdieron con un saldo neto negativo de 22.907 afiliados.
En total durante el periodo analizado se traspasaron 355.463 cuentas, Citibanamex fue la única Afore que recibió más de 100 mil nuevas cuentas en administración, mientras que Metlife confirmó que es la institución más pequeña del sistema y solamente recibió 2.580 nuevas cuentas contra 5.010 que tuvo que ceder, para un saldo neto negativo de 2.430 cuentas.
Destaca también que en saldo neto solamente hubo tres Afores ganadoras, que fueron: Azteca, Citibanamex y PensionISSSTE, instituciones que tuvieron un balance positivo entre las cuentas recibidas y las cuentas cedidas. Por otra parte, fueron 8 Afores las que perdieron, es decir, las que tuvieron más cuentas cedidas respecto a las que recibieron, éstas Afores fueron: Coppel, Inbursa, Invercap, Metlife, Principal, Profuturo, SURA y XXI Banorte.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Hans. Solo un 2,93% de los activos de las Afores están invertidos mediante mandatos, ¿A qué se debe?
Según cifras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), la inversión del sistema (SAR) en valores extranjeros era del 14,47% de los activos netos al 28 de febrero de 2017, equivalente a 72,33% del límite permitido. El potencial sin uso era de 5,53% de los activos, lo que representaba un 27,67% del límite. El conjunto de las Siefores Básicas 4 había hecho uso casi pleno del 20% autorizado, en tanto que las Básicas 1 tenían un potencial sin uso del 15,30% de sus recursos. La mayor parte de la inversión había sido gestionada directamente por las Afores mediante ETFs. Apenas 2,93% de los activos netos conjuntos del sistema, 81.230 millones de pesos, se había realizado con mandatos, es decir, por encargo a terceros.
Banamex, XXI Banorte y Sura eran las administradoras que habían canalizado ese monto a diferentes mandatarios. ¿A qué se debe que la proporción sea mínima luego de varios años de la aprobación de la alternativa? La gestión directa y la encargada a terceros suponen implicaciones, características, requerimientos, beneficios y desventajas diferentes. El bajo grado de aprovechamiento de los mandatos puede obedecer a esa combinación de elementos.
Implicaciones, Limitantes y Ventajas de la Gestión Propia
El administrador o inversionista debe hacer labores de análisis, selección e inversión. Se requiere que cuente con una o varias personas (un equipo) especializadas en las empresas, sectores y/o economía de varios países. Incluso se precisa el dominio del mecanismo específico con que se pretenden aprovechar las oportunidades: índices, activos individuales, canasta de productos o referencia. ¿Quiénes deben ser especialistas? Los que toman las decisiones de inversión, analistas, ejecutores u operadores, quienes se encargan de administrar los riesgos, así como los integrantes de los comités de inversiones y riesgos.
No es fácil conformar un equipo de expertos. Es probable que el administrador que quiera empezar tenga que reclutar a ejecutivos sénior, de costo alto. Es posible preparar a elementos que ya forman parte de las áreas citadas, aunque el proceso de formación no es corto ni económico.
Si se solventan esos requerimientos, como varias administradoras han hecho, se requiere acudir a diferentes intermediarios para negociar un abanico de valores. La ejecución (compra y venta) está sujeta a la liquidez. La diferencia de horarios de los mercados internacionales y local supone dificultades de valuación y fijación de precios operativos. A cambio de las dificultades, con la gestión propia, la ejecución de las operaciones suele ser rápida. Los gestores deciden los momentos de entrada y salida, mientras que la venta, terminación o eliminación de una inversión es razonablemente sencilla pese a la cuestión de los horarios y liquidez referida.
Implicaciones, Beneficios e Inconvenientes de los Mandatos
El administrador selecciona a uno o algunos gestores en función del prestigio y capacidades que le reconozca (recursos de inversión, administración de riesgos, experiencia, historial de desempeño, costo, etcétera). Mediante un contrato, el administrador o mandante puede conferir encargos globales o por región, país o sectores. Se presume que los gestores dominan las particularidades de diferentes países, regiones, sectores o empresas y las características de los activos, mecanismos y variantes.
Los mandatarios son a su vez gestores que poseen elementos y capacidades suficientes para aplicar recursos discrecionalmente en función de un objetivo, sin intervención del mandante. Estos grandes gestores administran cientos de miles de millones de dólares de gran cantidad de portafolios. Un mandato de una Afore es para ellos un portafolio más y pequeño en contraste con la magnitud de activos globales que manejan.
Se esperaría que los gestores mundiales reconocidos tengan capacidad de generar de forma consistente más beneficios que los que podrían producir administradores que no son especialistas ni cuentan con historial que los avale.
Los volúmenes de operación de un gestor internacional suelen propiciar liquidez y mayor facilidad operativa.
Mediante mandatos, la diferencia de horarios entre los mercados es irrelevante, pues los mandatarios cuentan con analistas y operadores en los países en que realizan las inversiones.
¿Qué inconvenientes hay entonces en los mandatos? La formalización de un contrato requiere de varios meses. Para cada oportunidad de inversión en un país, región o sector internacional se requiere un mandato. Se habrían de celebrar tantos contratos como oportunidades o expectativas se tuvieran, con la lentitud que eso conlleva. El proceso, que comienza con la aprobación por el comité de inversión, la conformación de la estructura de administración y control requerida y el cumplimiento de los lineamientos estipulados para mandante y mandatario, puede desmotivar a algunas Afores, sobre todo a las que hubiera considerado el mandato para un sector o país cuyo beneficio esperado ya se esté materializando.
Columna de Fitch México por Adriana Beltrán y Arturo Rueda
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gunther Hagleitner. Cuanto más suben las bolsas en Estados Unidos, más riesgo corren los inversores
Si los mercados tropiezan conforme avanza el 2017, es poco probable que se deba a un acontecimiento político inesperado, sino más bien a un cambio dirección en la recuperación coordinada del comercio mundial que hemos visto en los últimos tres trimestres. Las bolsas están reaccionando más a una ola de crecimiento mundial sincronizada que a los cambios políticos en Washington o a las elecciones en Europa. Japón, China, la eurozona y Estados Unidos han visto aumentar las sorpresas económicas en los últimos meses y el mercado ha reaccionado en consecuencia.
Pero ahora hay indicios de que este aumento en el crecimiento –como las tres olas anteriores dentro de este ciclo de ocho años– podría tambalearse. Estas son las razones por las que puede haber otra desaceleración:
China, el principal impulsor de la mejora sincronizada en la economía mundial a partir de mediados de 2016 comienza a mostrar signos de tensión. El crecimiento interanual del crédito y de la oferta monetaria se está desacelerando con respecto al ritmo observado en 2016. Además, las autoridades chinas han restringido recientemente el crédito para las compras de automóviles y viviendas. En el pasado, el crédito ha sido tanto un acelerador económico como un mecanismo de frenado en China, especialmente en los precios de los productos básicos. Ahora podemos estar entrando en la fase de frenado.
La eurozona, la inesperada estrella del crecimiento mundial en 2017 también está enviando señales de advertencia. Al igual que en China, el crecimiento del crédito se está desacelerando. Además, la inflación ha perdido su impulso alcista y los exportadores europeos están fuertemente expuestos a una desaceleración de China.
A pesar de la solidez de los mercados de trabajo y optimistas indicadores de confianza, el problema también se esconde en Estados Unidos. Aunque los salarios han aumentado modestamente en las últimas semanas, la inflación ha aumentado más rápido, exprimiendo los ingresos reales. Por otra parte, los gastos de atención sanitaria y los altos costes de vivienda se combinan para frenar el gasto de los consumidores.
Al igual que los consumidores, las empresas estadounidenses se enfrentan a un aumento de los costes, que están agotando los márgenes de beneficios. El aumento de este factor ha sido, quizás, la base más importante del mercado alcista de los últimos ocho años. Sin embargo, la actual compresión de márgenes, combinada con un poder de fijación de precios poco impresionante, son elementos que amenazan la historia positiva de flujos de caja libre que han impulsado este ciclo económico.
A pesar de estos contratiempos, sin embargo, no parece que haya un riesgo elevado de caer en recesión.
¿Nos respaldan las políticas de Washington?
Así que, dado que no es probable otra recesión y que los mercados esperan un cóctel de recortes fiscales y derogaciones regulatorias por parte de Washington, ¿no deberían los inversores estar sobreponderados en renta variable de Estados Unidos? La respuesta es no. En un contexto de beneficios que caen y de presiones en los ingresos, debemos tener muy en cuenta los precios de mercado. Aunque las acciones estuvieron relativamente baratas durante gran parte de este ciclo de mercado, ya no es así.
Estas son algunas medidas que utilizo para evaluar las valoraciones relativas. Primero, examino el rendimiento del flujo de caja del índice S&P 500. Se ha desacelerado a un 2,6% frente a los rendimientos de flujo de caja del 5% y 6% registrados antes del ciclo. Esto me indica que el mercado ya no está barato comparado con otros ciclos y que la dinámica de precios ha descontado muchas buenas noticias de cara al futuro.
Otra medida que utilizo para calibrar las valoraciones es el PER ajustado cíclicamente. Este está lanzando señales de advertencia. Se ha movido a cerca de 30x, una lectura muy alta, excedida solamente dos veces en la historia de más de 100 años. La relación precio/ventas del mercado también es alta, mientras que las pequeñas empresas han alcanzado algunos de los ratios de precio en relación a expectativas de ganancias más altos jamás vistas en la historia.
No hay mucho margen de maniobra
Incluso pese a estas señales de advertencia, el mercado sigue descontando un contexto fundamental y macro muy benigno. Descuenta que las empresas sean capaces de aumentar los precios más rápido de lo que lo hacen los costes, elevando los márgenes de ganancia otra vez a niveles robustos vistos anteriormente en el ciclo. También descuenta unos tipos de interés relativamente estables, unos impuestos decrecientes y que las barreras comerciales no aumentarán. A esto se suma la noción implícita de que la duración de este ciclo económico se extenderá, tal vez durante años.
Cuando las acciones tienen ratios PER relativamente bajos y bajos ratios de precios en relación a las ventas, los inversores pueden aguantar algunas decepciones, especialmente a principios del ciclo, ya que estos contratiempos tienden a ser superados rápidamente. Pero en un ciclo que ya dura ocho años, los días de valoraciones baratas se han marchado hace mucho tiempo. El alto precio actual de los activos financieros sugiere que repunte lleva a los inversores a una posición más precaria.
Para parafrasear a Chris Bonington, el famoso escalador del Everest, cada paso hacia la cumbre implica cada vez más riesgo. No podemos ver la cumbre desde aquí, pero ahora mismo, parece estar envuelta en nubes.