Solo un 2,93% de los activos de las Afores están invertidos mediante mandatos, ¿A qué se debe?

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Solo un 2,93% de los activos de las Afores están invertidos mediante mandatos, ¿A qué se debe?
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Hans. Solo un 2,93% de los activos de las Afores están invertidos mediante mandatos, ¿A qué se debe?

Según cifras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), la inversión del sistema (SAR) en valores extranjeros era del 14,47% de los activos netos al 28 de febrero de 2017, equivalente a 72,33% del límite permitido. El potencial sin uso era de 5,53% de los activos, lo que representaba un 27,67% del límite. El conjunto de las Siefores Básicas 4 había hecho uso casi pleno del 20% autorizado, en tanto que las Básicas 1 tenían un potencial sin uso del 15,30% de sus recursos. La mayor parte de la inversión había sido gestionada directamente por las Afores mediante ETFs. Apenas 2,93% de los activos netos conjuntos del sistema, 81.230 millones de pesos, se había realizado con mandatos, es decir, por encargo a terceros.

Banamex, XXI Banorte y Sura eran las administradoras que habían canalizado ese monto a diferentes mandatarios. ¿A qué se debe que la proporción sea mínima luego de varios años de la aprobación de la alternativa? La gestión directa y la encargada a terceros suponen implicaciones, características, requerimientos, beneficios y desventajas diferentes. El bajo grado de aprovechamiento de los mandatos puede obedecer a esa combinación de elementos.

Implicaciones, Limitantes y Ventajas de la Gestión Propia

  • El administrador o inversionista debe hacer labores de análisis, selección e inversión. Se requiere que cuente con una o varias personas (un equipo) especializadas en las empresas, sectores y/o economía de varios países. Incluso se precisa el dominio del mecanismo específico con que se pretenden aprovechar las oportunidades: índices, activos individuales, canasta de productos o referencia. ¿Quiénes deben ser especialistas? Los que toman las decisiones de inversión, analistas, ejecutores u operadores, quienes se encargan de administrar los riesgos, así como los integrantes de los comités de inversiones y riesgos.
  • No es fácil conformar un equipo de expertos. Es probable que el administrador que quiera empezar tenga que reclutar a ejecutivos sénior, de costo alto. Es posible preparar a elementos que ya forman parte de las áreas citadas, aunque el proceso de formación no es corto ni económico.
  • Si se solventan esos requerimientos, como varias administradoras han hecho, se requiere acudir a diferentes intermediarios para negociar un abanico de valores. La ejecución (compra y venta) está sujeta a la liquidez. La diferencia de horarios de los mercados internacionales y local supone dificultades de valuación y fijación de precios operativos. A cambio de las dificultades, con la gestión propia, la ejecución de las operaciones suele ser rápida. Los gestores deciden los momentos de entrada y salida, mientras que la venta, terminación o eliminación de una inversión es razonablemente sencilla pese a la cuestión de los horarios y liquidez referida.

Implicaciones, Beneficios e Inconvenientes de los Mandatos

  • El administrador selecciona a uno o algunos gestores en función del prestigio y capacidades que le reconozca (recursos de inversión, administración de riesgos, experiencia, historial de desempeño, costo, etcétera). Mediante un contrato, el administrador o mandante puede conferir encargos globales o por región, país o sectores. Se presume que los gestores dominan las particularidades de diferentes países, regiones, sectores o empresas y las características de los activos, mecanismos y variantes.
  • Los mandatarios son a su vez gestores que poseen elementos y capacidades suficientes para aplicar recursos discrecionalmente en función de un objetivo, sin intervención del mandante. Estos grandes gestores administran cientos de miles de millones de dólares de gran cantidad de portafolios. Un mandato de una Afore es para ellos un portafolio más y pequeño en contraste con la magnitud de activos globales que manejan.
  • Se esperaría que los gestores mundiales reconocidos tengan capacidad de generar de forma consistente más beneficios que los que podrían producir administradores que no son especialistas ni cuentan con historial que los avale.
  • Los volúmenes de operación de un gestor internacional suelen propiciar liquidez y mayor facilidad operativa.
  • Mediante mandatos, la diferencia de horarios entre los mercados es irrelevante, pues los mandatarios cuentan con analistas y operadores en los países en que realizan las inversiones.

¿Qué inconvenientes hay entonces en los mandatos? La formalización de un contrato requiere de varios meses. Para cada oportunidad de inversión en un país, región o sector internacional se requiere un mandato. Se habrían de celebrar tantos contratos como oportunidades o expectativas se tuvieran, con la lentitud que eso conlleva. El proceso, que comienza con la aprobación por el comité de inversión, la conformación de la estructura de administración y control requerida y el cumplimiento de los lineamientos estipulados para mandante y mandatario, puede desmotivar a algunas Afores, sobre todo a las que hubiera considerado el mandato para un sector o país cuyo beneficio esperado ya se esté materializando.

Columna de Fitch México por Adriana Beltrán y Arturo Rueda

Cuanto más suben las bolsas en Estados Unidos, más riesgo corren los inversores

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Cuanto más suben las bolsas en Estados Unidos, más riesgo corren los inversores
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Gunther Hagleitner. Cuanto más suben las bolsas en Estados Unidos, más riesgo corren los inversores

Si los mercados tropiezan conforme avanza el 2017, es poco probable que se deba a un acontecimiento político inesperado, sino más bien a un cambio dirección en la recuperación coordinada del comercio mundial que hemos visto en los últimos tres trimestres. Las bolsas están reaccionando más a una ola de crecimiento mundial sincronizada que a los cambios políticos en Washington o a las elecciones en Europa. Japón, China, la eurozona y Estados Unidos han visto aumentar las sorpresas económicas en los últimos meses y el mercado ha reaccionado en consecuencia.

Pero ahora hay indicios de que este aumento en el crecimiento ­–como las tres olas anteriores dentro de este ciclo de ocho años– podría tambalearse. Estas son las razones por las que puede haber otra desaceleración:

  • China, el principal impulsor de la mejora sincronizada en la economía mundial a partir de mediados de 2016 comienza a mostrar signos de tensión. El crecimiento interanual del crédito y de la oferta monetaria se está desacelerando con respecto al ritmo observado en 2016. Además, las autoridades chinas han restringido recientemente el crédito para las compras de automóviles y viviendas. En el pasado, el crédito ha sido tanto un acelerador económico como un mecanismo de frenado en China, especialmente en los precios de los productos básicos. Ahora podemos estar entrando en la fase de frenado.
  • La eurozona, la inesperada estrella del crecimiento mundial en 2017 también está enviando señales de advertencia. Al igual que en China, el crecimiento del crédito se está desacelerando. Además, la inflación ha perdido su impulso alcista y los exportadores europeos están fuertemente expuestos a una desaceleración de China.
  • A pesar de la solidez de los mercados de trabajo y optimistas indicadores de confianza, el problema también se esconde en Estados Unidos. Aunque los salarios han aumentado modestamente en las últimas semanas, la inflación ha aumentado más rápido, exprimiendo los ingresos reales. Por otra parte, los gastos de atención sanitaria y los altos costes de vivienda se combinan para frenar el gasto de los consumidores.
  • Al igual que los consumidores, las empresas estadounidenses se enfrentan a un aumento de los costes, que están agotando los márgenes de beneficios. El aumento de este factor ha sido, quizás, la base más importante del mercado alcista de los últimos ocho años. Sin embargo, la actual compresión de márgenes, combinada con un poder de fijación de precios poco impresionante, son elementos que amenazan la historia positiva de flujos de caja libre que han impulsado este ciclo económico.

A pesar de estos contratiempos, sin embargo, no parece que haya un riesgo elevado de caer en recesión.

¿Nos respaldan las políticas de Washington?

Así que, dado que no es probable otra recesión y que los mercados esperan un cóctel de recortes fiscales y derogaciones regulatorias por parte de Washington, ¿no deberían los inversores estar sobreponderados en renta variable de Estados Unidos? La respuesta es no. En un contexto de beneficios que caen y de presiones en los ingresos, debemos tener muy en cuenta los precios de mercado. Aunque las acciones estuvieron relativamente baratas durante gran parte de este ciclo de mercado, ya no es así.

Estas son algunas medidas que utilizo para evaluar las valoraciones relativas. Primero, examino el rendimiento del flujo de caja del índice S&P 500. Se ha desacelerado a un 2,6% frente a los rendimientos de flujo de caja del 5% y 6% registrados antes del ciclo. Esto me indica que el mercado ya no está barato comparado con otros ciclos y que la dinámica de precios ha descontado muchas buenas noticias de cara al futuro.

Otra medida que utilizo para calibrar las valoraciones es el PER ajustado cíclicamente. Este está lanzando señales de advertencia. Se ha movido a cerca de 30x, una lectura muy alta, excedida solamente dos veces en la historia de más de 100 años. La relación precio/ventas del mercado también es alta, mientras que las pequeñas empresas han alcanzado algunos de los ratios de precio en relación a expectativas de ganancias más altos jamás vistas en la historia.

No hay mucho margen de maniobra

Incluso pese a estas señales de advertencia, el mercado sigue descontando un contexto fundamental y macro muy benigno. Descuenta que las empresas sean capaces de aumentar los precios más rápido de lo que lo hacen los costes, elevando los márgenes de ganancia otra vez a niveles robustos vistos anteriormente en el ciclo. También descuenta unos tipos de interés relativamente estables, unos impuestos decrecientes y que las barreras comerciales no aumentarán. A esto se suma la noción implícita de que la duración de este ciclo económico se extenderá, tal vez durante años.

Cuando las acciones tienen ratios PER relativamente bajos y bajos ratios de precios en relación a las ventas, los inversores pueden aguantar algunas decepciones, especialmente a principios del ciclo, ya que estos contratiempos tienden a ser superados rápidamente. Pero en un ciclo que ya dura ocho años, los días de valoraciones baratas se han marchado hace mucho tiempo. El alto precio actual de los activos financieros sugiere que repunte lleva a los inversores a una posición más precaria.

Para parafrasear a Chris Bonington, el famoso escalador del Everest, cada paso hacia la cumbre implica cada vez más riesgo. No podemos ver la cumbre desde aquí, pero ahora mismo, parece estar envuelta en nubes.

¿La victoria de Marine Le Pen abocaría Francia a salir de la zona euro?

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¿La victoria de Marine Le Pen abocaría Francia a salir de la zona euro?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Global Panorama. ¿La victoria de Marine Le Pen abocaría Francia a salir de la zona euro?

Aunque Marine Le Pen mantiene un discurso prudente sobre la salida de Francia de la zona euro, no es menos cierto es un punto clave del programa del Frente Nacional. Abandonar el euro llevaría a redenominar un gran número de activos en francos, una nueva moneda que se vería penalizada por una elevada tasa de inflación y, muy probablemente, por una elevada desconfianza por parte de los inversores, con tipos de interés más elevados.

Aunque ganara, no creemos que Le Pen consiguiera cumplir su promesa, y ello por varios motivos que detallamos a continuación. Sin embargo, y en la medida en que una victoria del Frente Nacional aumentaría mucho la probabilidad de un “Frexit”, se abriría un periodo de incertidumbre y de alta volatilidad en los mercados que nos llevaría a revisar nuestra política de asignaciones.

Salir de la UE y abandonar la moneda únicarequiere modificar la Constitución. La primera condición para poder modificarla es que el proyecto sea aprobado por las dos cámaras de las Cortes francesas con una mayoría de tres quintas partes o bien ser aprobado en términos idénticos por la Asamblea Nacional y por el Senado por mayoría simple y luego por referéndum. Aunque el Frente Nacional obtuviera la mayoría en la Asamblea Nacional, las normas que rigen la adjudicación de los escaños en el Senado haría inviable este procedimiento.

Doble referéndum

Existe otra estrategia posible, la del artículo 11 de la Constitución, que conllevaría la celebración de dos referéndums: el primero sería para modificar la Constitución para poder organizar más fácilmente un segundo referéndum en el que se preguntaría a la ciudadanía si quiere seguir perteneciendo a la UE.

Entre las medidas que el Frente Nacional pretende introducir en su reforma constitucional están, en particular, la de implantar un sistema de sufragio proporcional en las elecciones a la Asamblea Nacional con una prima mayoritaria y la supresión de las limitaciones para recurrir al procedimiento del artículo 11, lo cual permitiría a Marine Le Pen aplicar dicho artículo modificado para cambiar la Constitución y salir de la UE.

Pese a una victoria en la segunda vuelta, es poco probable que Le Pen obtuviera la mayoría en la Asamblea Nacional. Sin embargo, existe un resquicio para su acción. Si gana, puede nombrar un Primer Ministro para que forme un Gobierno provisional, que una vez abierta la sesión, podría proponer el referéndum.

Si Marine Le Pen consiguiera ganar el referéndum sobre esa reforma constitucional, ello le daría vía libre para convocar un nuevo referéndum sobre la pertenencia a la zona euro. Tendría entonces que convencer a los franceses de lo acertado de salir de la zona euro, sabiendo que los últimos sondeos indican que tres cuartas partes se oponen a ello.

En resumen, pensar que la victoria de Marine Le Pen en las elecciones conllevará automáticamente la salida de Francia de la zona euro nos parece muy exagerado.

Julien-Pierre Nouen es jefe economista-estratega de Lazard Frères Gestion.

Los empleos del futuro

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Los empleos del futuro
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Recklessstudios. Los empleos del futuro

En Estados Unidos los últimos datos de desempleo son bastante alentadores, ya que habiendo alcanzado el 9,5% tras la crisis financiera del 2008, los datos oficiales registran actualmente un nivel de 4,5%.

Sin embargo, hay algunos sectores de la economía que emiten senales muy preocupantes.  Uno de estos es el de «Retail» o consumo, clave para el crecimiento económico.

Grandes tiendas por departamentos han anunciado oficialmente el cierre multiples de locales a nivel nacional, tales como Macys, JCPenny, Sears, Limited, Payless, K-Mart, Abercrombie & Fitch, Urban Outfitters y otros. Aunque algunos de los empleados de estas tiendas son reubicados, muchos otros empleos son simplemente eliminados.

Para nadie es secreto que una de las razones por las que las tiendas en general están sufriendo caídas importantes en su nivel de ventas, es por la facilidad, conveniencia y competitividad de algunos portales de ventas por Internet como EBay y Amazon .   Usted puede encontrar cualquier artículo que necesite, a cualquier hora, a precios competitivos, desde la comodidad de su hogar.   Y la entrega es cada vez mas rápida y efectiva.

Pero algunos  nos preguntamos como se podrán reemplazar los empleos perdidos, pues por mas que crezca el comercio por internet, nunca llegaría al nivel de un local que recibe al publico directamente en su tienda, pero donde los gastos por alquiler, mantenimiento, la empleomania y sus beneficios, y hasta las perdidas por robo de mercancía ponen una etiqueta muy elevada a esos negocios.

La tecnologia crece y se diversifica cada día mas, pero desarrollar plataformas y aplicaciones de internet no requiere de un alto numero de contratados.  Por otro lado, la manufactura se fue de Estados Unidos para no volver, por muchas razones difíciles de reversar.   Gran parte del personal de servicio ya ha sido reemplazado por maquinas de auto servicio o ‘self check out», y no solo en USA.   ¿Preocupante, no?

Hace unos meses estuve en Alemania, y en uno de los aeropuertos locales no había personal alguno para despachar.   El viajero tiene que imprimir su  Boarding Pass;  pesar su equipaje y etiquetarlo; pagar la tarifa que aplique, y despachar el equipaje directamente por la correa.

Aunque en el otro lado de la moneda, absolutamente todo lo que se consume en Alemania es fabricado  o producido en el país.   La comida, la ropa, el calzado, los artículos del hogar, las medicinas y obviamente los autos, de inmejorable calidad.   Algo que no ocurre en Estados Unidos. Esperemos que los genios de la tecnología inventen una rápida solución para generar los empleos del futuro!

Columna de Gloria Marranzini

Lo que se juegan los activos franceses si el domingo gana Marine Le Pen

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Lo que se juegan los activos franceses si el domingo gana Marine Le Pen
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Moyan Brenn . Lo que se juegan los activos franceses si el domingo gana Marine Le Pen

Todos los ojos están puestos ahora mismo en las elecciones francesas, y con razón. Después de todo, el eje franco-alemán ha sido el motor de la integración europea. Como resultado, Francia se ha beneficiado enormemente de un «dividendo político» que ha hecho que los diferenciales de su deuda soberana estén más contenidos que los de Italia, España o Portugal en los últimos años. Además, la huida de los depósitos del sistema bancario francés fue apenas visible en 2011-2012, mientras que se volvió un problema real en los países periféricos.

El dividendo político francés se debió esencialmente al hecho de que los mercados vieron un riesgo mucho menor de ruptura de Francia. En cierta medida esto resultó ser una profecía autocumplida (menos presión sobre la deuda soberna y los balances de los bancos), pero hasta cierto punto también se trataba del cálculo de que Alemania se esforzaría más para mantener en Europa a Francia que a los países de la periferia de Europa.

Es probable que esto siga siendo así todavía, pero por supuesto, si los franceses deciden irse, no hay nada que Alemania pueda hacer al respecto. Esta es la razón por la que el riesgo de que Marine Le Pen (o Jean-Luc Mélenchon) llegue a ser presidenta se refleja en la probabilidad de que este dividendo político desaparezca, que es esencialmente lo que está detrás de la contención de los diferenciales franceses actualmente.

Es importante destacar que Francia no es una economía periférica típica solo por el dividendo político que acabamos de mencionar. La deuda soberana francesa está por debajo del 100% y el sistema bancario francés está en muy buena forma. Además, las perspectivas a largo plazo para el crecimiento francés son bastante buenas, siempre que el próximo presidente presione por poner en marcha reformas. El rendimiento de la productividad del trabajo en Francia es en realidad comparable al de Alemania.

Crecimiento potencial del 2%

Sin embargo, Francia tiene una tasa de desempleo estructural más elevada que Alemania, lo que explica en parte este resultado. Un número considerable de trabajadores de baja productividad están estructuralmente desempleados en Francia mientras que el mismo tipo de empleado sí trabaja en Alemania.

Por el contrario, la productividad total de factores franceses (la eficiencia con la que la mezcla de insumos se transforma en producto) ha empeorado. Por lo tanto, parece que hay un amplio margen para una mejora continúa de la productividad junto con una disminución del desempleo estructural.

La reforma del mercado de trabajo alcanzará este último y lastrará el crecimiento de la productividad laboral, pero la reforma del mercado puede acelerar al mismo tiempo el crecimiento de la PTF. Hay un montón de oportunidades en este aspecto en Francia y si el próximo presidente y el gobierno tienen las agallas para aprovecharlos, Francia podría alcanzar una tasa de crecimiento potencial cercana al 2%, lo que significa que su deuda soberana será bastante sostenible.

El resultado es que la continuación del dividendo político en los diferenciales soberanos franceses dependerá, no es de extrañar, de los acontecimientos políticos. A corto plazo la cuestión es si Marine Le Pen puede convertirse en presidente, pero en un futuro más lejano el dividendo político dependerá crucialmente de la reforma económica.

Un estado más grande con Macron

El programa de Emmanuel Macron sugiere que pretende importar el modelo nórdico a Francia. La esencia de este modelo es una combinación de reformas estructurales que flexibilizan la economía y proporcionan apoyo/incentivos estatales para un aumento de la inversión y del capital humano. Esto último implica que Macron prevé un tamaño más grande del estado que François Fillon, lo cual no es necesariamente malo mientras la intervención estatal actúe como un complemento a los mercados.

Parte de esto supondría mantener una seguridad social más amplia, que seguramente reduciría el potencial de reacciones económicas y políticas en respuesta a las reformas. Esto se vería especialmente si la seguridad social está dirigida a programas que orientan activamente a los trabajadores desempleados hacia nuevos puestos de trabajo. Macron probablemente favorecería una interpretación menos estricta del Pacto Fiscal, por ejemplo, mediante la exención de la inversión del sector público de los cálculos del déficit.

Frente a lo que sucedería con Macron y Fillon, el dividendo político se volvería bruscamente negativo inmediatamente bajo Le Pen y se erosionaría aún más debido al legado económico negativo a través del tiempo. Los temas principales de su programa son muy similares a los de Donald Trump, es decir, una fuerte reducción de la inmigración y un aumento de la soberanía francesa.

¿Volver al franco?

Le Pen quiere un referéndum, pero sigue siendo ambiguo sobre si éste sería un referéndum sobre la calidad de miembro de la UE o el euro. Quiere introducir el franco en paralelo al euro. El objetivo es hacer frente a la «competencia desleal», lo que significa simplemente que quiere una moneda devaluada para mejorar la competitividad. Si se lleva a cabo, este plan es probable que tenga resultados negativos, porque al mismo tiempo que quiere quitar la independencia de la Banque de France e instruir al banco central para financiar directamente el Tesoro.

El resultado será un aumento de la inflación francesa (expectativas) que eliminará cualquier ganancia inicial de competitividad. Lo que es más, todo esto hará que la carga de la deuda francesa sea insostenible porque el Tesoro recibirá ingresos fiscales en el nuevo franco devaluado mientras la deuda permanezca en euros. Alternativamente, puede impagar la deuda y enfrentarse a unos costos de endeudamiento soberanos muy altos por el aumento de los déficits fiscales provocados por la inevitable recesión y su programa de expansión fiscal. Por supuesto, todo este caos económico se verá reforzado por los depósitos y la fuga de capitales de Francia que paralizarán el sistema bancario.

Creo que Le Pen se enfrentaría a un montón de obstáculos, probablemente insuperables, antes de que pudiera convocar un referéndum. Sin embargo, esto no significa que una presidencia de Le Pen fuera favorable a la economía francesa y a los activos franceses.

En el plano interno, el impulso de la reforma se estancaría por completo debido a la «cohabitación» (un presidente con una mayoría parlamentaria de un color diferente) que reduciría rápidamente el dividendo económico francés. Además, el presidente francés tiene mucho poder cuando se trata de política exterior, y es poco probable que Le Pen coopere bien con quien se convierta en nuevo canciller de Alemania.

Como resultado, el dividendo político que ha apoyado los activos franceses y los bancos franceses también se deterioraría significativamente. Por último, la región se vería privada de nuevos avances en la unión fiscal y bancaria, lo que en última instancia sería perjudicial para su estabilidad.

Willem Verhagen es economista senior y estratega macro en NN Investment Partners.

La gestión activa y a largo plazo persiste como la opción más eficaz

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La gestión activa y a largo plazo persiste como la opción más eficaz
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Liezel Z. Pineda. La gestión activa y a largo plazo persiste como la opción más eficaz

El primer trimestre de 2017 ha sido claramente positivo para las bolsas, empujadas principalmente por la revisión al alza del crecimiento y los beneficios. En Mirabaud creemos que la tendencia seguirá siendo positiva durante los dos próximos años por lo que mantenemos nuestra exposición a renta variable, pero también somos prudentes en cuanto al corto plazo a causa de las fuertes subidas que hemos observado durante los últimos cinco meses y al retraso en la puesta en marcha de las políticas económicas y presupuestarias anunciadas en Estados Unidos.

En este momento hemos optado por posicionar nuestras carteras con una ponderación neutral en los países desarrollados y una ligera infraponderación en los países emergentes. También hemos cubierto una parte de la exposición a la renta variable europea ante la proximidad de las elecciones presidenciales en Francia y frente al riesgo que supondría el triunfo en ellas del voto populista. Pese a que nuestro escenario principal no contempla ese resultado, no podemos obviar que constituye un riesgo -extremo- contra el que preferimos estar protegidos.

Como en el caso de la victoria de los detractores de la Unión Europea en el referéndum británico, la primera clase de activos que podría verse afectada por el voto populista en Francia sería el euro. Por el contrario, más allá de la brusca caída inicial, las empresas y los sectores exportadores podrían beneficiarse de la depreciación de la moneda.

En este escenario, el sector bancario sería el más afectado a consecuencia de los riesgos para la estabilidad financiera. Por ello, hemos cubierto una parte de la exposición a la renta variable europea a través de opciones sobre el Euro Stoxx 50, un índice que reúne a 50 multinacionales de la zona euro. A modo de comparación, el sector financiero representa más del 22% del índice europeo frente a tan solo el 15% del índice estadounidense S&P 500. Este último está, en efecto, más expuesto al sector tecnológico, con un 22%, frente al 7% de Europa.

En paralelo, en Estados Unidos los debates en torno al techo de la deuda se reanudarán próximamente y podrían traer consigo cierta volatilidad en los mercados. Este techo se reinstauró el pasado 16 de marzo después de haber estado suspendido en 2015. Desde entonces, el Tesoro estadounidense ha vuelto a recurrir a “medidas extraordinarias” para financiar sus gastos. Esta política podría durar hasta el otoño.

Vemos pues, que la tendencia positiva que se ha dado durante el primer trimestre para la renta variable, a grandes rasgos, seguirá dándose hasta 2019. Pero no desaparecerán los picos de volatilidad. Nuestra recomendación a los inversores es apostar rotundamente por la gestión activa, con una buena selección de valores, y por una estrategia a largo plazo.

Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.

La renta variable en Europa avanza a pesar de la política

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La renta variable en Europa avanza a pesar de la política
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: MPD 01605. La renta variable en Europa avanza a pesar de la política

Con los periódicos llenos de noticias sobre Trump, Brexit y rumores en torno a la política europea, especialmente sobre las próximas elecciones francesas y ahora sobre las británicas, sería comprensible que los inversores europeos optasen por huir en estampida. Sin embargo, los índices bursátiles estadounidenses no han dejado de alcanzar nuevos máximos y el ambiente de fiesta parece haberse extendido en Europa, aunque ningún político europeo ofrezca nada parecido al programa de rebajas de impuestos, desregulación y proteccionismo que propugna Trump. ¿A qué se debe este ambiente de optimismo?

A primera vista, no está claro por qué las bolsas europeas están registrando avances en previsión de unas elecciones que, en el mejor de los casos, podrían confirmar el tambaleo del statu quo y, en el peor, amenazar el futuro del euro. Una victoria de Marine Le Pen haría que el Brexit pareciera una tormenta en un vaso de agua, dado su deseo manifiesto de sacar a Francia de la moneda única. Con la inestabilidad en Italia y las elecciones previstas en Países Bajos y Alemania, existe ahora más incertidumbre política en Europa que en cualquier otro momento desde la crisis griega.

El pragmatismo del mercado prevalece

Pese a todo, los mercados se muestran moderadamente optimistas por diversas razones. La más inmediata es que la gente no cree que los franceses vayan a otorgar el poder a Marine Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones. Eso quizás sea presuntuoso, porque lo cierto es que existen problemas profundamente arraigados en Francia que los políticos no han sabido resolver; no obstante, los franceses parecen sentirse tentados por el programa político más positivo de Macron. En términos más generales, los inversores recuerdan que la zona euro ha demostrado una notable resistencia en anteriores periodos de crisis, durante los cuales ha sido mejor comprar que vender.

Otro factor es el económico. Desde mediados de 2016 no han dejado de emitirse indicios algo más optimistas sobre la economía europea. La actividad de la construcción, los indicadores de confianza y el desempleo marchan todos en la buena dirección, a pesar del panorama desigual y la tibieza de algunos avances. La recuperación del precio del petróleo también ha dado un impulso momentáneo a la inflación general, aunque la inflación subyacente permanece estable.

Este impulso ha eliminado parte del nerviosismo suscitado por el posible riesgo de deflación, además de estimular el debate sobre cuándo el Banco Central Europeo (BCE) comenzará a aminorar su programa de compras de bonos. Todo esto ha propiciado un entorno algo más positivo para el sector bancario, que ha seguido repuntando desde la llegada de Trump, aunque el avance de los bancos europeos no ha sido tan llamativo como el registrado en los EE.UU.

Infravaloradas… y bajo el suelo

Así pues, quizás actuando contra la intuición, hemos ido buscando oportunidades de inversión en empresas francesas que podrían estar infravaloradas debido al ambiente general antifrancés y antieuro que se respira. Recientemente hemos hablado con el grupo de decoración de suelos radicado en Francia, Tarkett, que está controlado por la familia Deconinck. La decoración de suelos es una actividad muy querida por Warren Buffet y entidades de capital riesgo porque un elevado porcentaje del negocio opera en el mercado de reformas, que es mucho menos cíclico que otras áreas relacionadas con la construcción.

En el caso de Tarkett, la compañía está destinando parte de sus flujos de tesorería a la consolidación del sector, usando ideas procedentes de la industria del automóvil para obtener ganancias de productividad año tras año. En el trimestre comprendido entre final de noviembre de 2016 y el 28 de febrero de 2017, la combinación de sólidos resultados y perspectivas mejoradas en Rusia propició una apreciación de los títulos de la entidad superior al 20 por ciento.

¿Cuántos franceses hacen falta para cambiar una bombilla?

Cambiar bombillas francesas podría ser aún menos glamuroso que la decoración de suelos, pero Spie es otra compañía francesa que ha cosechado un éxito financiero mediante la gestión de tareas rutinarias, normalmente algo más complicadas que cambiar bombillas. Spie también se encarga del mantenimiento de sistemas informáticos (TI), climatización, sistemas de seguridad, circuitos eléctricos, centrales eléctricas y mucho más. Gana dinero asegurándose de que su plantilla esté ocupada y ordenando el pago puntual de sus facturas.

En el pasado, Spie empleaba sus flujos de tesorería para apuntalar a una serie de contratistas pésimos, pero después de pasar por manos de diversos propietarios de capital riesgo, ahora cotiza por separado y está generando un sólido historial de entregas regulares. Aquí también, los flujos de caja se emplean en parte para consolidar lo que constituye un sector fragmentado. La atractiva valoración de la compañía se ha pasado por alto hasta hace poco tiempo debido a su exposición a… Francia. No obstante, una adquisición de gran envergadura que acometió en Alemania a finales de 2016 situó a Spie en el punto de mira y sus acciones se han apreciado un 30% durante el mismo periodo trimestral que Tarkett.

La seducción de la gran pantalla

Por último, cruzamos la frontera hasta llegar a la Bélgica francófona para visitar al operador de salas cinematográficas Kinepolis. Se podría pensar que los cines van camino de la desaparición debido al envejecimiento de la población y a la tentación que supone Netflix. Sin embargo, durante los últimos años Kinepolis (nuevamente un negocio controlado por una familia) ha forjado la reputación de ser uno de los mejores operadores de cines de Europa: mejor en el sentido de combinar una bonita experiencia de visualización con holgados rendimientos financieros para los propietarios.

En un sector donde muchas salas de cine europeas se encuentran andrajosas y dirigidas por entusiastas (o por empresas de capital riesgo), Kinepolis enmarca la insólita combinación de ser gestionado por un promotor inmobiliario cualificado y un operador de cines, con una cartera creciente formada por algunas de las salas múltiples más grandes y avanzadas que existen.

Simon Rowe es gestor del equipo de renta variable europea de Henderson.

 

¿Francia, fuera del euro? La absurda economía que propone Le Pen

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¿Francia, fuera del euro? La absurda economía que propone Le Pen
Foto: Moyan Brenn . ¿Francia, fuera del euro? La absurda economía que propone Le Pen

Lo realmente llamativo en estas elecciones presidenciales es que la mayoría de los candidatos (especialmente François Fillon y Emmanuel Macron) han presentado un marco presupuestario bastante cauteloso para los próximos cinco años. Ambos candidatos han aprendido la lección después de que François Hollande presentara pronósticos económicos demasiado optimistas con motivo de la campaña de 2012, que estaban completamente desconectados de la realidad y tuvieron consecuencias económicas desastrosas.

En su programa, el presidente en ejercicio esperaba que el crecimiento anual del PIB alcanzara el 2% a partir de 2014, pero resultó que sólo alcanzó el 0,9% entre 2014 y 2016. En cuanto al déficit público, el objetivo era alcanzar el 0% en 2017, pero debería ser alrededor de 2,7% de acuerdo con las previsiones oficiales. Como resultado de una mala comprensión de la situación económica, François Hollande comenzó a implementar una política económica inadecuada antes de verse obligado a aumentar masivamente los impuestos bajo la presión de la Comisión Europea.

Se espera un resultado negativo similar con el programa de Marine Le Pen. Hasta ahora, la candidata de extrema derecha ha evitado presentar un marco presupuestario detallado, que es la señal clara de que el partido todavía no está muy seguro de la política económica. Los únicos datos que se han publicado confirman un sesgo de optimismo excesivo que no se basa en hechos creíbles.

El Frente Nacional espera un objetivo de crecimiento del 2% desde el próximo año y del 2,5% al final del quinquenio. Es muy difícil entender cómo el partido podría alcanzar un nivel tan alto de crecimiento del PIB, incluso considerando que se planean alrededor de 86.500 millones de euros de gastos, sin introducir reformas que puedan impulsar la actividad económica (por ejemplo, abordando la cuestión clave de la productividad). Durante el próximo quinquenio, el crecimiento probablemente será mucho menor, ya que el Senado espera que el crecimiento medio del PIB potencial sea del 1,2% para el período 2015-2021.

Además, no se presupuestan varios gastos importantes (como la reducción del 10% del impuesto sobre la renta en las tres primeras franjas, la reducción del impuesto sobre la vivienda o el aumento de la pensión por discapacidad para adultos). El Frente Nacional trata de responder a las críticas subrayando que quiere intensificar la lucha contra el fraude y la evasión fiscal. En 2014, esto permitió al gobierno francés recuperar 20.000 millones de euros y casi 21.000 millones de euros en 2015.

Se trata de una cantidad significativa, pero representa sólo un 20% del gasto corriente del Estado. Incluso en el escenario más optimista, no será suficiente para que el Frente Nacional financie todas sus nuevas medidas. Por lo tanto, en un probable contexto de crecimiento débil, es casi imposible que el déficit público aumente sólo un punto en el primer año del quinquenio antes de disminuir a partir de entonces hasta alcanzar el 1,3% en 2022 como lo planeó el Frente Nacional.

La reducción de la edad oficial de jubilación a los 60 años de edad (frente a los 62 actuales) es la medida social que probablemente pesará más negativamente sobre el gasto público y podría llevar a la Comisión Europea a iniciar un procedimiento de déficit excesivo contra el país.

Incapacidad para medir el impacto económico de la salida de la zona del euro

Para un economista, el problema principal es que es realmente imposible medir el efecto económico del programa del Frente Nacional. De hecho, el coste de la salida de la zona euro no puede ser evaluado por modelos econométricos ya que tal cisne negro nunca ha ocurrido en la historia moderna. Sin embargo, lo cierto es que la salida de la zona del euro conduciría a la redenominación de la deuda nacional en francos nuevos. La cuestión no está tan relacionada con la deuda pública, sino con la deuda externa privada de los hogares y las empresas, que alcanza casi el 150% del PIB (es decir, más que la deuda pública). Es obvio que los acreedores extranjeros no aceptarán fácilmente un corte de pelo y ser reembolsado en “monkey money”, lo que causará numerosas quejas en jurisdicciones internacionales y bloqueará la entrada de capital al país.

Además, la salida no traerá de vuelta a Francia independencia monetaria y soberanía. Marine Le Pen ha subrayado repetidamente su determinación de que el nuevo franco se convierta en una banda de fluctuación similar al sistema monetario europeo. Sin embargo, este sistema no es inmune a la especulación. Si el mercado considera que el tipo de cambio no refleja la situación económica de un país, los inversores atacarán la moneda, como fue el caso de la libra esterlina en 1992. En estas circunstancias, una devaluación de al menos el 20% del nuevo franco es bastante probable. Francia estaría rápidamente en una situación insostenible; Ya no tendría el escudo protector del BCE y sería totalmente impotente ante la especulación internacional.

Por último, cuando el Frente Nacional se enfrenta a la cuestión de la devaluación de la moneda, a menudo hace hincapié en que permitirá recuperar la competitividad. El partido considera que sería una buena solución para no proceder a la devaluación salarial, como fue el caso en Portugal y en España. Es indudable que Francia tiene un problema de posicionamiento de rango medio, pero la devaluación de la moneda sólo aportaría un soplo temporal de aire fresco a la economía (sabiendo que se acompañaría de un aumento en el coste de las importaciones, en concreto un impacto negativo en la economía en su conjunto.

Las presiones inflacionarias en este momento, pero la devaluación, claramente las incrementarían significativamente, lo que conduciría a mayores precios al consumidor. La paradoja del Frente Nacional es que quiere «defender el poder adquisitivo del pueblo francés» pero, al mirar hacia la salida de la zona euro, tendrá el impacto exactamente opuesto ya que reducirá el poder adquisitivo debido a la inflación.

“El proteccionismo es la solución”

El proteccionismo no es un tema nuevo en el programa del Frente Nacional. En este sentido, Marine Le Pen no está completamente equivocada cuando proclama que probablemente ha inspirado a Donald Trump. Durante muchos años, el proteccionismo ha sido citado como la mejor solución para detener la desindustrialización de Francia (la participación de la industria en el PIB de Francia ha caído del 25% al 10% desde los años sesenta). Lo nuevo es que el proteccionismo también se percibe como un medio de financiar medidas sociales. Así, el partido propone esencialmente dos reformas:

  • Un impuesto sobre los nuevos contratos firmados por empleados extranjeros para financiar las prestaciones por desempleo. Tal idea no es nada nuevo y es compartida por varios partidos políticos franceses (derecha e izquierda) para luchar contra la directiva Bolkestein y la movilidad laboral dentro de la UE. Por ejemplo, muchos políticos de «Les Républicains» (ala derecha) apoyan firmemente la introducción de una ley (llamada «cláusula Molière») para obligar a los trabajadores a hablar francés en las obras o al menos a proporcionar un traductor que aumenta mecánicamente coste laboral.
  • La postura del Frente Nacional es engañosa por dos razones principales sobre ese tema. En primer lugar, la llegada de trabajadores extranjeros al país debe considerarse un signo del atractivo de la economía. En segundo lugar, Francia experimenta escasez de mano de obra en muchos sectores. Según el Medef (Asociación Francesa de Empleadores), casi un tercio de las empresas del sector industrial se enfrentan a dificultades de contratación. El objetivo de Francia (o el error) era educar a los estudiantes para convertirse en profesores, psicólogos e incluso economistas, mientras que el país necesita desesperadamente ingenieros, desarrolladores de TI y soldadores. Si las empresas no encuentran esas habilidades en el mercado interno, es completamente normal que busquen a los extranjeros para llenar la brecha de habilidades.
  • Un impuesto sobre las importaciones de bienes y servicios del 3% aplicada a países que no respetan las normas sociales, como China. El Frente Nacional espera que este impuesto represente alrededor de 15.000 millones de euros que se destinarán a aumentar los salarios bajos y las pensiones pequeñas. Como suele ocurrir con las medidas económicas del Frente Nacional, este impuesto presupone una renegociación de las normas comerciales y de aduanas a nivel europeo. Además, tendrá al menos dos efectos negativos inmediatos. El país objetivo de este impuesto podría implementar medidas de represalia similares que podrían perjudicar las relaciones comerciales de Francia, especialmente si se trata de China. Además, es probable que el coste adicional de este impuesto se transmita a los consumidores, reduciendo de hecho su impacto positivo esperado en el poder adquisitivo de la clase obrera y de los jubilados.

Columna de opinión de Christopher Dembik, economista de Saxo Bank.

Cinco falacias sobre la inflación y la tasa de interés en Argentina

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Cinco falacias sobre la inflación y la tasa de interés en Argentina
Foto IC. Cinco falacias sobre la inflación y la tasa de interés en Argentina

Con el objetivo de bajar la inflación, el Banco Central de Argentina decidió subir la tasa. Esto desencadenó una serie de malas interpretaciones. Argentina e inflación son sinónimos. Por los últimos diez años fue, junto con Venezuela, el país con la mayor destrucción monetaria de la región.

Así, pasamos de la recuperación post-crisis a la estanflación en pocos años. Entre 2011 y 2015, los precios se multiplicaron por tres, mientras que el PBI per cápita cayó un 3% en términos reales. El “estímulo monetario” no sirvió para nada.

En la actualidad, el Banco Central tiene como objetivo bajar la inflación y, para eso, implementa un sistema de “metas” que ha dado buenos resultados en todo el mundo. Es en este marco donde decidió subir la tasa de interés esta semana, luego de conocerse que, en marzo, los precios subieron un 2,4%.

La subida de tasas, sin embargo, generó todo tipo de análisis desacertados sobre su efecto en la economía. A continuación, las cinco falacias más difundidas sobre este tema.

Falacia #1: Si la tasa alta no bajó la inflación, subirla más no lo logrará tampoco

Tiempo antes de la decisión de subir las tasas de interés, un periodista en un programa de radio hacía la siguiente pregunta: “¿Cómo es posible que, si esta tasa de interés no logró bajar la inflación, una tasa de interés todavía más alta, logre hacerlo?”. La respuesta que el periodista obtuvo del “experto” consultado fue que esa era una duda razonable.

El razonamiento es realmente absurdo. En primer lugar, porque la política de metas de inflación ya dio resultados positivos. Por ejemplo, durante el segundo semestre de 2016 la inflación fue la más baja en 8 años. ¿Dónde está el fracaso de subir la tasa?

Por otro lado, porque el razonamiento equivale a decir: “si le ofrecí 10 pesos a un amigo para que me venda un caramelo y él no aceptó, ¿por qué va a aceptar si le ofrezco 100?”. Claramente, si aceptamos que a mayor precio mayor disposición a vender el caramelo, también tenemos que aceptar que a mayor tasa de interés, mayor será el incentivo para que los tenedores de pesos se los entreguen al Central, éste los absorba y caiga el exceso de dinero que hay en el mercado.

Falacia #2: El impacto de las tarifas en la inflación demuestra que el problema no se arregla solo con política monetaria.

Una de las explicaciones más razonables sobre los malos datos de inflación de marzo y febrero es el impacto que tuvo el sinceramiento de tarifas. En lo que va del año, los precios regulados acumulan una suba del 9,9%, lo que impulsa al alza el promedio de precios que se toma en cuenta para elaborar el IPC. Esto hace que muchos piensen que la inflación que vivimos es una “inflación de costos” (no monetaria) y que, como tal, no se arregla con una política monetaria contractiva, sino que hay que acudir a métodos heterodoxos.

La afirmación es completamente falsa. Es que la suba de tarifas no refuta, sino que refuerza, la teoría monetaria de la inflación. Entre 2002 y 2015, la cantidad de dinero en circulación se multiplicó por 22, mientras que los servicios públicos tuvieron sus precios casi congelados. Esto hizo que la enorme inflación en la cantidad de dinero no pudiera reflejarse en un mayor precio para estos servicios, pero de manera transitoria. Una vez que el gobierno decidió destapar la olla (gradualmente), el efecto de la expansión monetaria apareció en los precios atrasados. La suba de tarifas es una muestra más de la relación directa entre exceso de pesos e inflación.

Falacia #3: Es deseable bajar la inflación, pero no al costo de la recesión

Otra de las ideas falsas que circulan en torno de la nueva política monetaria del Banco Central es que la bajada de la inflación se hace a costa de la recesión. Nuevo error.

La inflación es un impuesto que cobra el estado sin pasar por el debate legislativo. Y nadie que crea que tener menos impuestos es bueno para el crecimiento económico puede afirmar, al mismo tiempo, que bajar el impuesto inflacionario es recesivo para la economía. Para crecer de manera sostenida, lo malo no es bajar la inflación, sino tenerla.

Falacia #4: La alta tasa de interés perjudicará la actividad económica

En este caso, el razonamiento es el siguiente: si un banco me paga, digamos, una tasa del 20% anual, me conviene dejar el dinero allí en lugar de realizar una inversión productiva. Así, una tasa “alta” conspira contra la producción.

Hay numerosas fallas en este razonamiento. La primera es que la tasa de interés es resultado de la oferta y demanda de ahorro. Si el ahorro es bajo, la tasa es alta, sin importar lo que diga el Banco Central. No se puede imprimir felicidad, y el proceso productivo exige ahorro, para que luego éste pueda transformarse en crédito productivo.

Por otro lado, es discutible que la tasa sea alta. Si solo nos guiamos por los datos nominales, nos va a parecer que la tasa es alta. Un 26,25%, en un mundo de inflación cero, sí luce como algo elevado. Sin embargo, una vez que incorporamos la inflación anualizada, o las expectativas de inflación futura (28% y 21% respectivamente), la tasa del BCRA ya no parece tan alta.

El Banco Central busca mantener una tasa positiva (que no es alta) respecto de la inflación. Esa tasa positiva busca premiar el ahorro, y ese ahorro es el que se va a volcar a la actividad productiva para generar un crecimiento económico sostenible.

Si alguna industria determinada sufre porque existen tasas de interés reales positivas (lo que debería ser perfectamente normal), en realidad el problema lo tiene la industria, ya que demuestra que solo puede vivir con el subsidio monetario de la tasa negativa.

La tasa no es alta, sino que busca ser positiva para fomentar el ahorro. Y eso no es perjudicial para la actividad económica, sino su principal aliada en el mediano y largo plazo.

Falacia #5: El problema no es la tasa en pesos, sino en dólares

Muchos pueden estar de acuerdo con lo que planteo en el punto 4, pero van a sostener que lo que hay que mirar es la tasa de interés en dólares. Con un dólar que prácticamente no se ha movido, una tasa del 26,2% puede no ser alta en pesos, pero sí es alta en dólares.

Ok, consideremos que esto es así y que no hay que tener en cuenta devaluaciones esperadas. Lo cierto es que el dólar está cayendo en todo el mundo, incluso en países como México, cuya moneda había sido seriamente castigada luego de la elección de Trump. Las monedas fluctúan, son otro precio del mercado, y el Banco Central no puede ocuparse de todos los negocios financieros que pueden hacerse en ese mercado. Si para bajar la inflación el costo que hay que paga es que algunos hagan un buen negocio financiero, se tratará de un costo muy bajo cuando se mire en retrospectiva.

Conclusión: los bancos centrales no pueden imprimir felicidad ni crecimiento económico. Sin embargo, sí pueden crear inflación y, con ella, destruir la economía. Que el Banco Central hoy tenga como único objetivo la baja de la inflación es un dato para celebrar.

Si tiene éxito, la economía argentina se lo va agradecer.

Columna de Iván Carrino, analista económico publicada originalmente en El Liberal

Se ha dado un cambio de paradigmas en la forma de hacer negocios en Oil & Gas en Estados Unidos

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Se ha dado un cambio de paradigmas en la forma de hacer negocios en Oil & Gas en Estados Unidos
. Se ha dado un cambio de paradigmas en la forma de hacer negocios en Oil & Gas en Estados Unidos

Progresivamente las bombas dejaron de extraer, los ingenieros y geólogos fueron despedidos,  las grandes firmas de private equity se retiraron o quebraron, la maquinaria abandonada retrataba un lúgubre cementerio de chatarra amontonada en los grandes Oil fields de Texas y otros estados petroleros del país.  La exploración y producción del shale Oil & Gas ya no sería rentable por un tiempo.

Transcurría enero de 2016 y el mundo entero contemplaba atónito la llegada del precio del crudo a los 28 dólares por barril, un precio que no alcanzaba desde el año 2003 y materializaba una caída libre de 72% desde los 108 dólares por barril alcanzado en junio de 2014. Numerosos factores –en los que no se profundizará en esta publicación- habían generado el desplome hasta este precio después de casi un año y medio de constantes correcciones a la baja.

Entendiendo el Shale Oil (unconventional)

El Shale Oil (petróleo de esquisto) es un petróleo no convencional producido mediante pirólisis, dadas sus características de extracción generó un cambio de paradigmas en la forma no solo de extraer petróleo sino de hacer negocios en Estados Unidos.

En virtud de sus características de mayor profundidad y perforación horizontal los costos de perforación se elevaron considerablemente, presionando al alza los costos de la mano de obra calificada y proveedores de servicios en los EE.UU. -con un precio del barril que superando los 100 dólares bien podía contemplar este recalentamiento del sector-.
Con la posibilidad de extraer hasta el 80% de las reservas en el primer año, los análisis financieros proporcionaron tasas de retorno muy seductoras, generando el coctel perfecto para sobredimensionar el sector.

Los grandes fondos de private equity, hedge funds y fondos de pensión, se volcaron masivamente a proyectos con este tipo de producción, en virtud de sus generosas rentabilidades. El financiamiento bancario (esencialmente en bancos regionales) aumentó de forma considerable –práctica habitual en la industria es emplear los informes de reserva de un yacimiento como colateral ante el banco, para obtener fondos para seguir la expansión de la producción-. Los avances tecnológicos que posibilitaron esta producción a gran escala del Shale Oil, permitió a EE.UU sustituir las importaciones del commodity por su propia producción interna, en medio de tensiones con la OPEP. En la actualidad existe consenso bastante generalizado en la industria que el retorno a la producción del Shale en EE.UU. podría ser viable nuevamente entre los 65 – 70 dólares por barril.

La Oportunidad del Conventional Oil & Gas

Toda crisis trae aparejado ganadores y perdedores. La industria del Shale cayó estrepitosamente de la mano del desplome del precio del barril de Crudo, sin embargo abriría una nueva era en la producción convencional de petróleo y gas en EE.UU. que no tiene antecedentes.

Para entender a que nos referimos cuando hablamos de “Conventional Oil & Gas” debe concebirse como el método de producción que extrae el producto a raíz de la presión natural existente en los yacimientos una vez perforados. Es un tipo de producción con costos considerablemente más bajos que el Shale, sin demasiada participación activa de fracking, poco profundo (hasta 5.000 – 6.000 pies) y es lo que EE.UU. ha extraído históricamente.

Paradójicamente hoy -los otrora agresivos en Shale- fondos de private equity, hedge funds y pension funds están posicionándose long en esto activos y efectuando adquisiciones en la producción convencional, rentable a precios mucho más bajos.

Efectos positivos

Generados por el Shale:

  • Las innovaciones tecnológicas que se produjeron a raíz de Shale son aplicadas con éxito hoy en el convencional, generando una mayor eficiencia de extracción con costos menores, beneficiando el ratio riesgo/retorno de los inversores.
  • Los Costos de Perforación y Extracción (infraestructura, materiales, proveedores) se han abaratado entre un 60% y 70%.
  • Capacidad ociosa de profesionales calificados: Ingenieros, Geólogos, Geofísicos.

Efecto Trump:

Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha marcado una muy clara impronta a favor de los “fossil fuels” en detrimento de las energías renovables; lo que también ha empujado al sector y los precios al alza.

  • Designación de Scott Pruitt como Presidente de la Agencia de Medioambiente en EE.UU. (EPA), declarado escéptico del cambio climático y defensor del Petróleo, además de estar vinculado a la industria fósil en Oklahoma.
  • Ha resucitado la construcción de los polémicos oleoductos Keystone XL y Dakota Access, detenidos en la era Obama por la amenaza ambiental.
  • A los beneficios fiscales de los que goza el sector, se agrega la promesa electoral de recortar los corporate taxes.
  • Recientemente firmó un Decreto para eliminar el requisito que las agencias del gobierno deban considerar el impacto del cambio climatico en su toma de decisiones. El mismo Decreto ordena reveer Directrices previas del plan de Energia Limpia de Obama.

La realidad se impone con firmeza, las oportunidades de rentabilización reales en Oil & Gas en EE.UU. se están dando a través de la explotación convencional, mientras el precio del barril no se establezca con firmeza por encima del rango de 65 – 70 dólares las posibilidades de explotar el shale de forma rentable son escasas y arriesgadas.

Columna de Leandro Furest