La deuda corporativa de los mercados emergentes vuelve a registrar otro año de resultados impresionantes

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La deuda corporativa de los mercados emergentes vuelve a registrar otro año de resultados impresionantes
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Sridharan Chakravarthy . La deuda corporativa de los mercados emergentes vuelve a registrar otro año de resultados impresionantes

Aquí tenemos una clase de activos que sigue desafiando las probabilidades. A pesar de las preocupaciones por los altos niveles de deuda, los crecientes riesgos geopolíticos y el lento crecimiento global, la deuda corporativa de los mercados emergentes ha vuelto a registrar otro año de resultados impresionantes.

Este año hemos asistido a más o menos los mismos desafíos que vimos en 2016, incluyendo la incertidumbre sobre cómo se desarrollará la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos. Aunque es demasiado pronto para determinar cuál de sus promesas pondrá en práctica, su mensaje de «America First» ha sido hasta ahora fuerte y claro. Sin embargo, el partido republicano no tiene antecedentes de haber llevado a cabo políticas comerciales proteccionistas, por lo que es probable que esta retórica retroceda en los próximos meses.

Pero no todo gira en torno a Trump y entre la incertidumbre también se pueden encontrar grandes oportunidades. La deuda corporativa de los mercados emergentes ha crecido significativamente desde la crisis financiera mundial. Se ha desarrollado en varios frentes, además de en tamaño. Las perspectivas varían entre las diferentes regiones, pero los países emergentes son el hogar de algunas de las empresas de más rápido crecimiento de todo el mundo. Hay varias razones para que los inversionistas consideren esta clase de activos:

Desde el final de la crisis financiera mundial, las empresas de los mercados emergentes se han estado preparando para cimentar su éxito a lo largo del tiempoy para registrar altos niveles de crecimiento. Sin embargo, los obstáculos a los que se enfrenta la economía mundial han provocado un descenso de la rentabilidad, lo que ha dañado a varias empresas muy apalancadas, especialmente en los sectores minero y energético.

Estas preocupaciones condujeron posteriormente a un replanteamiento de la estrategia empresarial. El resultado final es que las balanzas de las compañías de los mercados emergentes están ahora mucho mejor, especialmente en comparación con sus homólogas estadounidenses. La atención ha pasado de centrarse en la deuda barata a programas de eficiencia y optimización de costes. Los modelos de negocio, que en gran medida se basaban en la expansión, ahora se centran en la generación de retornos y en sostenibilidad de cara al futuro. Esto a su vez debería traducirse en un flujo de efectivo más fuerte y en un proceso de desapalancamiento más rápido.

En resumen, los años de boom han terminado y estas empresas son muy conscientes de ello.

En relación con otras clases de activos, el tamaño del universo de la deuda corporativa de los mercados emergentes es mayor que otros segmentos de los mercados globales de crédito, incluyendo el mercado de deuda high yield estadounidense. El crecimiento en la última década ha sido asombroso. La puesta en marcha del índice de Bonos de Mercados Emergentes de JP Morgan (CEMBI por sus siglas en inglés) en 2007 ha ayudado a la deuda corporativa de los emergentes a convertirse en una clase de activos por derecho propio, en lugar de ser simplemente un subsector.

Estos países continúan ofreciendo un terreno fértil para que las empresas tengan éxito. Su atractiva demografía, una clase media en crecimiento y una gran fuerza de trabajo seguirán siendo motores de la demanda interna.

La rentabilidad sigue siendo fuerte

Las empresas de los mercados emergentes continúan ofreciendo un rendimiento más atractivo en relación al riesgo-recompensa en comparación con sus homólogos de Estados Unidos, y esta tendencia se ha acelerado en los últimos años. Un error común entre los inversores es creer que estos bonos están clasificados por debajo de investment grade.

En cambio, es una clase de activos bien diversificada: un 60% de los bonos tienen calificación investment grade. Así, la deuda corporativa de los mercados emergentes no sólo es de mayor calidad que en Estados Unidos, sino que también está menos expuesta al riesgo de ‘default’. Un reciente informe de JP Morgan predijo que la tasa de ‘default’ de los emergentes caerá en 2017 al 0,8.

Bajas rentabilidades en los mercados desarrollados

En 2016, los bonos de los mercados emergentes experimentaron grandes flujos de entrada de capital a medida que tuvo lugar la «gran rotación» desde los mercados desarrollados hacia los emergentes. Incluso los grandes inversores institucionales realizaron esta migración. Los rendimientos ultrabajos en los mercados desarrollados fueron la principal razón. Más de dos tercios de los bonos europeos todavía rinden menos del 1%, mientras que el rendimiento medio del índice JP EMU es de sólo el 0,49%.

Es probable que el Banco Central Europeo siga teniendo una postura acomodaticia en un futuro próximo, extendiendo el actual programa de expansión cuantitativa hasta diciembre de 2017. En Estados Unidos, la Reserva Federal de Estados Unidos subió los tipos de interés en 25 puntos básicos en diciembre. El mercado espera otras tres subidas de tasas en 2017, pero incluso si esto sucede, los tipos aún estarían en niveles históricamente bajos.

Los deuda corporativa de los mercados emergentes sigue ofreciendo una solución atractiva a medida que los inversores continúan ampliando su búsqueda de rentabilidad.

Fuerte desempeño a largo plazo

En los últimos 10 años, el índice de bonos de empresas emergentes de JP Morgan ha obtenido un rendimiento acumulado del 108,25% y una rentabilidad anualizada del 6,40%. Esto se compara favorablemente con otros índices de bonos globales. Cuando se combinan los sólidos fundamentos crediticios de las empresas de los emergentes, el crecimiento de la economía subyacente y los índices de manufactura, las empresas de los mercados emergentes parecen estar en un camino positivo hacia mayores éxitos.

Siddharth Dahiya es responsable de deuda corporativa de los mercados emergentes en Aberdeen AM.

Si quiere más información, visite http://international.aberdeen-asset.us/income.

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Las acciones europeas han soportado una serie de crisis

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Las acciones europeas han soportado una serie de crisis
Pixabay CC0 Public DomainFoto: denzel. Las acciones europeas han soportado una serie de crisis

Europa y crisis son palabras que se han mencionado juntas últimamente. Más recientemente, luego de las elecciones generales en el Reino Unido, donde Theresa May no consiguió la mayoría que deseaba para asegurar el apoyo político para sus negociaciones sobre la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. Vale la pena señalar que el referéndum de Brexit causó la caída, en el corto plazo, del MSCI Europe. Otras incertidumbres políticas, como los avances obtenidos por partidos populistas, en Francia, Holanda y Alemania, también han socavado la confianza de los inversores en Europa. Por encima de todo, las crisis financieras como la crisis de la deuda soberana griega -en curso desde 2012- o la crisis financiera mundial (2007 a 2009) han sido fuente de inseguridad y volatilidad.

Desde el punto de vista inversor, Europa está en constante competencia con otros mercados de renta variable importantes y los cambios en su clima político pueden hacer que los inversores movilicen su capital. Los Estados Unidos fueron vistos generalmente como un asilo de estabilidad, las promesas hechas por Donald Trump durante su campaña electoral, así como poco después de su elección, hicieron a los mercados de capitales de los Estados Unidos más atractivos. Sin embargo, las dudas han salido a la luz, mientras los inversores cuestionan como será la implementación del mapa de ruta del 45º presidente de los Estados Unidos. La confianza en Europa está regresando, en parte porque los resultados de las elecciones han disipado algunos temores de populismo pero, lo que es más importante, por la recuperación económica, lo que resulta en un fuerte crecimiento de las ganancias corporativas y en nuestra opinión, es el motor tras un crecimiento  sustentable de las valoraciones.

Mientras que las noticias pueden centrarse en lo negativo, hay un progreso. La estabilidad en el sector bancario ha dado un salto adelante desde finales de 2016. El sector bancario italiano ha recaudado con éxito nuevos capitales a través del aumento de capital de 13.000 millones de euros para Unicredit y el fondo de rescate bancario de 20.000 millones de euros establecido. Aunque el futuro de algunos bancos sigue en duda, el riesgo sistémico se ha evitado. Lo mismo ocurrió en España, donde los bancos débiles han sido adquiridos por competidores más fuertes. Santander, número 3 en su país de origen, se hizo cargo de Banco Popular, el número local 6 – y se convirtió en el campeón español al hacerlo. Estas tendencias no sólo hacen que el sector bancario europeo sea más estable, sino que también generan nuevas oportunidades de inversión.

Creemos que la exposición a acciones europeas no debe excluir las acciones británicas después del Brexit. Los puntos de referencia de la renta variable seguirán incluyendo el Reino Unido como lo hacen con Suiza y Noruega. El mercado bursátil del Reino Unido es el hogar de muchas empresas de diversa índole global, de modo que el 75% de los ingresos del índice FTSE100 proviene de fuera del Reino Unido. A pesar de que el Brexit presenta algunos desafíos a futuro, creemos que los principales problemas se encuentran en las normas y reglamentos más que el sistema de tarifas como habíamos creído inicialmente. Como Unión Aduanera, la UE aplica típicamente aranceles del 1-3% a través de una gama de industrias, generalmente comoditizadas. Con la devaluación de la libra esterlina y la capacidad sobrante, las empresas tienen flexibilidad razonable para hacer frente a las tarifas. Sin duda, las empresas pueden necesitar adaptarse. Algunos tendrán que abrir una filial en la UE y para la industria británica de gestión de activos, algunos tendrán que lanzar fondos domiciliados en la UE. Sin embargo, no creemos que Brexit plantee un riesgo sistémico a la región, especialmente porque hay un tiempo razonable para prepararse. También observamos que las recientes elecciones en el Reino Unido no han dado al gobierno el mandato de un «Brexit duro».

El panorama empresarial de hoy es mucho más resistente, el 80% de las empresas pertenecen al sector de los servicios y, por lo tanto, son más especializadas y requieren menos capital. También tienen una alta orientación global. Ejemplos de ello son Prudential y HSBC. El proveedor británico de seguros de vida Prudential, por ejemplo, está fuertemente involucrado en Asia y actualmente genera el 95% de sus beneficios en nuevos negocios fuera del Reino Unido. HSBC, un importante banco que trasladó su sede de Hong Kong a Londres en 1992, tiene una orientación igualmente internacional.

Creemos que el mercado de valores siempre se recupera de una crisis: aunque a largo plazo en los mercados desarrollados. Esto se debe a que las empresas asignan capital para lograr rendimientos sostenibles por encima del costo del capital. Sin embargo, observamos que los niveles de deuda pública se mantienen en niveles altos comparados con el histórico. Estos atributos subrayan la necesidad de carteras bien diversificadas y creemos que las acciones europeas deben ser el núcleo de tales carteras.

Ken Hsia es portfolio manager del European Equity Fund de Investec.

Venezuela, sin riesgo de contagio en la región aún en caso de default

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Venezuela, sin riesgo de contagio en la región aún en caso de default
Plaza Venezuela de Caracas. Venezuela, sin riesgo de contagio en la región aún en caso de default

La situación social y económica venezolana es sumamente crítica. Los analistas internacionales pronostican una inflación del 950% en los próximos meses, una caída del 6% del producto bruto interno y escasas reservas internacionales que no sumarían más de 4.000 millones de dólares.

El factor desencadenante de esta grave situación es la profunda caída del precio del petróleo, sumado a una administración errática, que ha probado ser absolutamente incompetente para enfrentar este cambio tan importante de los fundamentales.

Lamentablemente, las perspectivas no son alentadoras porque el precio del petróleo está siendo afectado por un exceso de oferta que atenta contra la posibilidad de su recomposición. Y que se explica por el enorme avance tecnológico que ha permitido incrementar la oferta, a lo que se suma el abaratamiento de los costos de energías alternativas que se suman a la matriz energética.

Tampoco la situación política tiene miras de mejorar.

Este escenario no sorprende al inversor profesional ya que el cambio del comportamiento de estas variables se viene analizando y vislumbrando desde hace tiempo. Con lo cual, es razonable sostener que los inversores en papeles de la deuda soberana venezolana, a esta altura de los acontecimientos, seguramente son los de características más bien especulativas como hedge funds o bonos basura.

La conjunción de estos factores ideológicos, económicos y políticos genera una situación única en la región, propia de Venezuela. No hay riesgo de contagio porque han elegido el aislamiento del resto del mundo. Afortunadamente la democracia como sistema político está sólido en todos los países de la región. Por estas razones, no habrá un impacto económico significativo en el caso que Venezuela caiga en un default.  No así en el plano social, ya que hoy en día la situación es crítica y de continuar en estas condiciones se profundizará el movimiento migratorio de los venezolanos hacia el resto del continente.

Jackie Maubré es directora de Cohen SA.

Flexibilidad, la clave para ganar con la renta fija en tiempos difíciles

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Flexibilidad, la clave para ganar con la renta fija en tiempos difíciles
Pixabay CC0 Public DomainEvondue . Flexibilidad, la clave para ganar con la renta fija en tiempos difíciles

Estamos ante un momento de mercado especialmente complejo para los ahorradores conservadores. Encontrar rentabilidades superiores a la inflación esperada para no perder poder adquisitivo en los próximos años –el objetivo de todo inversor – es hoy más difícil de lo habitual.

Es necesario buscar estrategias de gestión más flexibles que permitan encontrar ese plus de rentabilidad que los activos de renta fija tradicionales ya no ofrecen debido a una serie de factores coyunturales. Podemos decir que es momento para invertir en activos de renta fija que se puedan ver beneficiados de la retirada de estímulos y de futuras políticas monetarias restrictivas que se implementarán en el Viejo Continente en un futuro cercano.

Además, dado el momento del ciclo económico y monetario en el que nos encontramos, se hace especialmente importante seleccionar los activos de renta fija adecuados y gestionarlos de una manera activa. Dentro del mercado de bonos, se pueden encontrar emisiones con retornos positivos, que aportan valor a las carteras en cualquier situación de mercado. Como ejemplo, en los últimos seis meses, un bono senior de Telefónica ha caído cerca de un 3% (en línea con la deuda pública de España), mientras que la deuda subordinada del mismo emisor se ha revalorizado más de un 5%.

Por otro lado, las expectativas de tipos de interés en la eurozona son superiores a lo que marcan actualmente sus bonos de gobierno. Por tanto, el riesgo de depreciación en estos bonos es elevado. Actualmente, un gran porcentaje de la deuda pública de la eurozona ofrece rentabilidades negativas. Por ejemplo, invertir en este momento a un plazo de ocho años en bonos alemanes ofrece unos retornos cercanos al 0%. Por ello, vivimos una etapa en la que el activo considerado más seguro podría ser el que nos ofrece una menor rentabilidad a vencimiento (TIR) o, incluso, el que más retroceda en precio debido a la sobrevaloración impulsada por el potente programa de compra de activos llevado a cabo por el Banco Central Europeo en los últimos años.

Cartera diversificada

De esta manera, dentro de una cartera diversificada puede ser interesante buscar activos como bonos corporativos y financieros con vencimiento cercano y con cupones flotantes o variables referenciados a los tipos de interés; deuda subordinada y determinadas emisiones high yield que ofrezcan un óptimo binomio rentabilidad-riesgo, eso sí, siempre analizando los fundamentales de los emisores y el riesgo de insolvencia de las emisiones; bonos de entidades financieras con elevados niveles de capital, reducida tasa de fallidos, y con mayor exposición a banca comercial que a banca de inversión y, por último, renta fija denominada en dólares, que ofrece mayor rentabilidad que sus homólogos en euros, ya que el ciclo de retirada de estímulos está mucho más avanzado que en la eurozona.

Además, se debería evitar invertir en activos de renta fija objeto de las compras por parte de la autoridad monetaria –deuda de gobierno, cédulas hipotecarias, ABS, deuda corporativa de mayor calidad crediticia– en especial con vencimientos lejanos, ya que pueden sufrir importantes correcciones a medida que se anuncie la retirada de estímulos monetarios en las próximas reuniones del Banco Central Europeo.

El ciclo de subida de tipos iniciado por la Reserva Federal se trasladará a este lado del Atlántico más pronto que tarde, pero no debería situar los tipos de intervención en niveles especialmente elevados debido a la ausencia de presiones inflacionistas. Factores como los demográficos, digitalización de la economía con cambios en los patrones de consumo o el menor poder de fijación de precios de las empresas, nos indican una ausencia de riesgos al alza en indicadores de precios en un futuro, y por ello de unas políticas monetarias excesivamente restrictivas.

Vienen tiempos difíciles para la renta fija tradicional acostumbrada en los últimos años a importantes retornos, ayudada por las políticas monetarias expansivas llevadas a cabo por los bancos centrales a nivel global. Por tanto, es importante flexibilizar las inversiones en renta fija a través de la ampliación del universo de inversión y la aplicación de políticas de gestión activas. De esta manera será posible ganar la partida a la retirada de estímulos de los bancos centrales y aspirar a retornos superiores a la evolución del gran enemigo del ahorrador, es decir, la inflación.

Tribuna de Germán García Mellado, gestor de Merchbanc SICAV Renta Fija Flexible, en Merchbanc.

Lección de historia para los inversores: 14 años de rentabilidad

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Lección de historia para los inversores: 14 años de rentabilidad
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ian Sane. Lección de historia para los inversores: 14 años de rentabilidad

La tentación entre los inversores es atenerse a lo que saben. Eso no es nada malo. Es una estrategia defendida por pioneros de la inversión como Warren Buffett.

Puede funcionar cuando el mercado está subiendo y tenemos en cartera el activo adecuado. Sin embargo, también es importante que los inversores consideren las bondades de la diversificación.

Esta tabla subraya la importancia de tener el dinero en activos diferentes. Una estrategia de diversificación puede ayudar a reducir el riesgo e incluso mejorar el desempeño a largo plazo de la cartera. Además, muestra la evolución de algunas de las principales clases de activos cada año.

Por supuesto, es importante tener en cuenta que la rentabilidad pasada no es una guía para el rendimiento futuro y que podría no repetirse.

¿Qué ocurre y porqué?

Los precios de las materias primas han sufrido mucho en los últimos años. La crisis financiera mundial dañó la demanda y los precios de casi todos los tipos de materias primas, como el petróleo, el cobre y el aluminio, cayeron bruscamente.

Si hubiese invertido 100 libras en materias primas durante el peor episodio para el sector –entre 2011 y 2015– su capital se habría reducido a 49 libras. Esto representa una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de -13,5%.

Las materias primas volvieron a despertar interés en 2016 debido en gran medida a las propuestas de construcción de infraestructuras de los gobiernos en los EE.UU. y China. Pero incluso con la recuperación del 11% experimentada por el mercados ese año, las 100 libras del ejemplo, invertidas en 2011, sólo valían 54 libras a finales de 2016.

Por su parte, la renta variable ha disfrutado de un período relativamente próspero. Los bajos tipos de interés y el respaldo incesante de los bancos centrales a los mercados financieros han proporcionado un terreno fértil en el que los mercados de valores han florecido.

Si hubiera invertido 100 libras en acciones en 2011, en 2016 habría obtenido 170 libras, esto supone un CAGR del 9,2% e incluye una pérdida del 6% en el primer año.

Es imposible predecir los ganadores y los perdedores con precisión durante un período específico. Sólo con el tiempo y con retrospectiva, los inversores pueden decir con certeza qué no ha funcionado bien.

Para manejar la incertidumbre y protegerse contra la pérdida de capital, los inversores pueden diversificar las carteras. Eso significa repartir sus inversiones entre diferentes activos.

Por ejemplo, si dividió su inversión de 100 libras y colocó la mitad en materias primas y la mitad en acciones entre 2011 y 2015, habría obtenido un beneficio de 3,20 libras esterlinas, en lugar de sufrir una pérdida de 51,50.

¿Cuáles son los beneficios de la diversificación?

Para empezar, esta estrategia reduce el riesgo: Un factor crucial para la mayoría de los inversores es no perder dinero, pero la diversificación puede mitigar ese riesgo.

En segundo lugar, la diversificación permite acceder al capital cuando lo necesite: En tiempos de estrés, la facilidad con la que se puede comprar y vender un activo es fundamental para la supervivencia de las inversiones. Por ejemplo, la venta de propiedades puede llevar mucho tiempo en comparación con la venta de acciones.

Por último, la diversificación puede suavizar los altibajos: La frecuencia y el exceso con el que las inversiones pueden subir o bajar determinan la volatilidad de la cartera. La diversificación de las inversiones puede dar una mayor oportunidad para suavizar estos altibajos.

¿Demasiada diversificación?

No hay una regla fija sobre la cantidad de activos que una cartera diversificada debería mantener: pocas posiciones pueden suponer un riesgo, pero muchas también. Contar con centenares de posiciones en muchos activos diferentes pueden ser difícil de manejar.

David Brett es digital content manager de Schroders.

Prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo: las ESAs allanan el camino

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Prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo: las ESAs allanan el camino
Foto: Ron Kikuchi, Flickr, Creative Commons. Prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo: las ESAs allanan el camino

Recientemente, el Comité Conjunto de las Tres Autoridades Supervisoras Europeas (EBA, EIOPA Y ESMA, «ESAs»), publicó sus Directrices Finales en materia de prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. Estas Directrices tienen como objetivo cumplir con el mandato de la Directiva (UE) 2015/89, relativa a la prevención de la utilización del sistema financiero para el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo, facilitando a las instituciones financieras y de crédito la identificación de las medidas concretas que deben adoptar a la hora de efectuar las medidas de diligencia debida del cliente (CDD) en los casos en los que éstas deban ser simplificadas o reforzadas.

La mencionada Directiva establece que en aquellos casos en los que el riesgo asociado a una operación sea bajo, las empresas pueden llevar a cabo medidas de CDD simplificadas y, en aquellos casos en los que el riesgo sea alto, deban aplicar medidas de carácter reforzado. Pero a pesar de que así se pronuncia, no establece de manera concreta cuáles pueden ser esas medidas ni la extensión en la que deben aplicarse dependiendo del nivel de riesgo asociado que detecte la empresa.

Por este motivo, se publican las Directrices, que se dividen en dos grandes apartados distinguiendo, por un lado, las medidas generales que son de aplicación a todas las empresas y autoridades competentes de cada Estado miembro y, por otro, una serie de Directrices sectoriales específicas que establecen medidas concretas que son de aplicación a distintos ámbitos considerados como especialmente sensibles al riesgo.

Estas Directrices sectoriales se dirigen, entre otros, a los bancos corresponsales, la banca minorista, los emisores de dinero electrónico y a las instituciones de inversión. De este modo, todas las pautas que se dan en el apartado general deben verse complementadas por las específicas si la institución se encuentra en alguno de los sectores mencionados.

Dentro de cada uno de estos grandes apartados, las ESAs se centran en identificar situaciones prácticas de hecho que pueden darse en la realidad para «bajar a la tierra» a las empresas y autoridades competentes y ofrecer una guía con la que los conceptos introducidos por la Directiva no se queden en un plano abstracto.

Es importante no olvidar que las indicaciones contenidas en las Directrices comenzarán a aplicarse a partir del día 26 de junio de 2018 y que los sujetos a los que van dirigidas son tanto las instituciones financieras y de crédito que tienen la obligación de llevarlas a cabo, como las autoridades competentes encargadas de supervisar a las mencionadas instituciones.

Columna de Ana García Rodríguez, socia responsable del departamento de servicios financieros y regulatorio bancario de Baker McKenzie

Convertibles de la eurozona, con Groupama

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Convertibles de la eurozona, con Groupama
Pixabay CC0 Public DomainJarmoluk. Convertibles de la eurozona, con Groupama

Los inversores institucionales están mostrando un interés creciente en bonos convertibles. No solamente se han incrementado las solicitudes para tener reuniones informativas sobre este tipo de activo y se han explorado en profundidad las estrategias presentadas en conferencias, sino que el número de emisiones ha crecido con fuerza, casi hasta alcanzar niveles no vistos desde 2008.

Las emisiones convertibles de renta fija están comenzando a percibirse como un tipo de activo que puede valorarse por fundamentales y que puede ser considerado para formar parte de las carteras de inversores institucionales de gestión tradicional, que incluyen estrategias tanto de renta variable como de renta fija. Esto supone un cambio notable respecto a la percepción sobre este tipo de activo hace 10 años, cuando se veía a los convertibles como una táctica de trading, como consecuencia de la preponderancia de los fondos hedge long-short, activos en el sector.

La categoría de fondos VDOS de Renta Fija Euro Convertibles obtiene en el año una rentabilidad de 3,45%, por encima de renta fija global convertibles que gana un 2,88% en el mismo periodo. Como representante destacado de esta categoría, la clase IC de Groupama convertibles se revaloriza un 5,06% desde enero. Referenciado al índice Exane Convertible – Euro,  su objetivo de gestión consiste en obtener un resultado superior a la de este índice, principalmente por medio de una gestión activa de obligaciones convertibles de la zona euro.

Con un perfil defensivo, el lanzamiento del fondo data de 1996, siendo uno de los productos con más historial de su categoría. Se caracteriza asimismo por un enfoque más conservador que la media, con un sesgo defensivo y una delta máxima del 40%. No sólo el riesgo del fondo está muy controlado, sino que el enfoque selectivo de la gestión en diferentes mercados hace que la rentabilidad haya sido históricamente mejor que la de fondos similares.

La gestión del fondo está liderada por Jean Fauconnier. Fauconnier es un gestor de renta fija muy experimentado, que comenzó su carrera en gestión de bonos en el año 1989. Desde finales del año 2009 es el responsable de gestión de bonos convertibles de Groupama AM, un subsector de la renta fija que supone una de las principales áreas de experiencia y conocimiento de la gestora. Además de Groupama Convertibles, Fauconnier lidera el día a día de la gestión del fondo G Fund- European Convertible Bonds IC Eur, que obtiene también la máxima calificación de VDOS cinco estrellas y que se gestiona de forma más dinámica. Para la gestión diaria, Jean Fauconnier cuenta con el apoyo de los co-gestores Nader Ben Younes y Selim El Maaoui, que forman parte del equipo de Groupama desde 2017 y 2014 respectivamente.

El proceso inversor es cross asset, con el objetivo de explotar las sinergias de los diferentes tipos de activo. El equipo liderado por Fauconnier aprovecha los recursos de la gestora en términos de análisis financiero y gestión de renta variable, pudiendo involucrar gestores de empresas de cualquier capitalización, así como de gestores y analistas dentro del ámbito high yield.

El equipo Groupama AM

Se aprovecha por tanto el know-how de Groupama AM, que cuenta con más de 20 años de experiencia en este tipo de activo. Al menos el 60% de la cartera se invierte en convertibles, pudiendo llegar la exposición en high yield (ex-convertibles) hasta el 25%. La delta del fondo se fija en un máximo del 40% y la duración puede moverse dentro de una horquilla de entre uno y seis años. La vocación del fondo en términos geográficos es de zona euro, pudiendo invertir un máximo del 20% de la cartera en otros países, con un límite máximo del 10% para divisas no euro.

En definitiva, los gestores buscan seleccionar bonos convertibles con la mejor relación riesgo/rentabilidad y de calidad, dentro de la eurozona, siguiendo criterios fundamentales de tamaño, liquidez y calidad, expandiendo el universo invertible a través de una pata de bonos convertibles replicados in-house –compra de crédito investment grade/high yield, por un lado, y exposición a renta variable vía derivados dentro del universo de empresas de gran capitalizacion, por otro–.

Con estos bonos convertibles el equipo busca encontrar más oportunidades y mejorar la diversificación y convexidad de la cartera, al tiempo que obtiene una ventaja en términos de costes, respecto al coste que podría suponer la externalización de la contratación de un bono convertible sintético. Por último, se define el posicionamiento general de cartera en términos de Delta, sectores, regiones o divisas,  mejorando la convexidad con protecciones para asegurar el sesgo defensivo de la cartera.

Composición de cartera

Una cartera que, entre sus mayores posiciones, incluye emisiones convertibles de Fresenius SE & Co KGAA (4,10%), Airbus SE (3,70%), Telecom Italia Spa (3%), Deutsche Wohnen AG (2,80%) y Ziggo Bond  Co (2,30%). Por país, la mayor exposición de la cartera a renta variable –porcentaje de delta– es en Francia (31,9%), Alemania (11,9%), Italia (7%), Gran Bretaña (6,2%), Holanda (4,6%) y España (4,6%). mientras que por calificación es BBB (34%), sin calificación (27,5%), A (12,5%) y BB (10,5%) representan las mayores ponderaciones. En cuanto a sectores, los mayores pesos corresponden a industrias (8,6%), salud (6,7%), inmobiliario (6,4%), consumo básico (3,7%) y consumo discrecional (3,5%).

La historia de rentabilidades del fondo lo posiciona entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2014, 2015 y 2017, batiendo al índice de su categoría durante 2016. A tres años, registra un controlado dato de volatilidad de 4,57% y de 4,5% a un año, posicionándose por este concepto entre los mejores de su categoría, en los quintiles cinco y cuatro respectivamente, en cada periodo. También a un año, su sharpe es de 1,65 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, de 1,23%.

La suscripción del fondo requiere una aportación mínima de 150.000 euros, adecuada para inversores institucionales, a los que aplica una comisión fija de hasta 0,60%. El fondo cuenta también con una clase N cuya aportación mínima de 500 euros resulta más apropiada para un inversor individual.

La cuestión del entorno

De acuerdo con el equipo gestor, los mercados han resultado claramente ganadores de los diversos hitos electorales como Trump, Brexit o elecciones en Holanda y Francia, aunque el reflation trade se ha invertido. El entorno es mejor de lo esperado, con una dinámica de beneficios corporativos muy favorable en Europa, si bien el nivel de valoración es alto en Estados Unidos. En conjunto, Europa parece más atractiva, por lo que podríamos volver a ver importantes flujos de entrada en este tipo de activo.

Además, el soporte de los bancos centrales tiende a desvanecerse. Ya hemos visto el aumento de tipos FED y el comienzo de reducción del programa de compra de bonos del BCE. Por otra parte, la caída de los precios del petróleo reduce las presiones inflacionistas. Aunque atenuado, el riesgo político sigue siendo alto (Italia, Alemania, Corea) por lo que mantienen la infraponderación en periféricos y las coberturas en cartera.

En este contexto, la cartera se encuentra actualmente cerca de su nivel máximo de exposición a renta variable, delta máximo de 40%, cubriendo parcialmente la duración. Los bajos niveles de volatilidad se han  aprovechado para forzar la convexidad de la cartera comprando protecciones para así mitigar posibles shocks de mercado. Por su positiva evolución por rentabilidad en los últimos tres años, Groupama Convertibles obtiene la calificación cinco estrellas de VDOS en su clase Institucional.

Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS Stochastics y quefondos.com.

Valores cíclicos europeos, la mejor apuesta

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Valores cíclicos europeos, la mejor apuesta
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Rod Brazir. Valores cíclicos europeos, la mejor apuesta

Nos encontramos en un momento poco habitual: la exposición de los inversores a la renta variable está en máximos de nueve años, pero apenas supera la inversión media de los últimos veinte. El motivo lo encontramos en que la renta variable europea y la japonesa están infraponderadas desde 2007, lo que se traduce en un recorrido al alza hasta el nivel de las acciones estadounidenses. En este contexto hemos visto como, durante el primer semestre del año, las bolsas de países emergentes avanzaron un 18%, la bolsa suiza un 13% y la estadounidense un 9%, mientras que la europea y la japonesa ganaron, respectivamente, un 8% y un 7%.

Centrándonos en la zona euro, desde Mirabaud Asset Management observamos el crecimiento previsto de los beneficios a doce meses y la subida de los indicadores adelantados como factores que, unidos, son claramente favorables a los valores cíclicos; eso nos lleva a renovar nuestro sesgo value y apostar por sobreponderar sectores específicos.

Concretamente, seguimos siendo optimistas sobre los valores del sector bancario, industrial y energético. Por el contrario, debido a la incertidumbre política derivada del Brexit, mantenemos la prudencia en relación con la renta variable británica y hemos decidido mantener una exposición neutral al índice formado por los 100 primeros valores por capitalización (FTSE 100), que podría beneficiarse de una nueva depreciación de la libra, y una exposición negativa en el FTSE 250, más sensible a una ralentización de la actividad interna.

Posible corrección en EE.UU.

Mantenemos también una posición neutral en renta variable estadounidense. Hemos podido constatar que los inversores estadounidenses han recortado recientemente su exposición a este mercado a la espera de una corrección técnica, que se justificaría por unos niveles de valoración que siguen siendo elevados y las revisiones a la baja del crecimiento de los beneficios a raíz del aplazamiento del aumento del gasto público. Por sectores, recortamos el sector industrial y la ingeniería de la construcción, en respuesta a las revisiones a la baja del beneficio por acción.

Por último, esperamos una corrección técnica para aumentar nuestro nivel de exposición a las bolsas emergentes, movimiento que se justifica por el nivel sostenido de actividad económica en China, la depreciación del dólar estadounidense y la mejoría económica de varios países, como Rusia, Sudáfrica y Brasil.

En todo caso, desde Mirabaud Asset Management siempre apostamos por una gestión activa de la renta variable, con carteras concentradas y de convicción. Nuestros gestores, desde la perspectiva del análisis fundamental, buscan aquellas compañías cuyo valor aún haya pasado desapercibido al mercado. Un claro ejemplo de este tipo de gestión es el fondo Mirabaud Equities Pan Europe Small and Mid, en el que Ken Nicholson localiza las compañías que, a nuestro criterio, serán los “campeones del futuro” de la economía europea.

Raimundo Martín Mayoral es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.

La Fed se prepara para navegar en aguas desconocidas

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La Fed se prepara para navegar en aguas desconocidas
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Matt Turner. La Fed se prepara para navegar en aguas desconocidas

El balance de la Fed no superaba los 900.000 millones de dólares antes de la crisis financiera, pero en los últimos años se ha estabilizado en cerca de 4,5 billones de dólares. Hasta la fecha, el banco central no ha comunicado específicamente al mercado el tamaño deseado en el que desea dejar su balance cuando ponga en marcha las medidas para reducirlo ni ha anticipado cuánto tiempo puede tardar en llegar a su objetivo.

Aunque hay un debate sobre el tamaño final del balance, muchos economistas sugieren que la cifra final estará en algún lugar entre una cifra muy considerable todavía: 2,5 billones de dólares y 3,5 billones de dólares.

Los inversores también deben lidiar con el impacto que tendrá la disminución del balance en la herramienta principal de la Fed, la tasa de fondos federales. Durante los últimos años, los legisladores han utilizado su «gráfico de puntos» para proyectar dónde prevén que estará esta tasa al final de cada uno de los próximos tres años y a largo plazo.

Hasta la fecha, los miembros del FOMC no han reducido su pronóstico para las tasas de los fondos federales como respuesta a la reciente discusión sobre cuándo comenzar el proceso de reducción del balance. De hecho, las actas de la reunión del comité de junio demuestran que los encargados de formular las políticas están divididos sobre los efectos acumulativos del impacto en las tasas de interés de la reducción balance. Varios indicaron que la reducción del balance sería igual a la de todos los demás, aplanando la trayectoria de aumento de la tasa en relación con lo que habría sido si el balance permaneciera constante. Otros participantes no pensaron que la reducción fuera a jugar un papel importante en las decisiones de los tipos.

Un billón de dólares menos

Desde MFS estamos con los que ven una trayectoria de los tipos más plana y unos tipos finales más bajos, teniendo en cuenta que el aumento del balance rebajó efectivamente las tasas de interés cuando las tasas de política monetaria fueron limitadas a cero. Parece lógico que la reducción del tamaño del balance deba por lo tanto reducir la necesidad de futuras subidas de tasas en algún grado.

Dicho de otro modo, si el balance se redujera en un billón de dólares, se podría pensar que este endurecimiento de la liquidez sustituiría a los aumentos de las tasas, aunque sólo en un pequeño grado. Cabe destacar que la Fed se ha mostrado ansiosa por enfatizar que es el stock de la expansión cuantitativa el que ha facilitado la liquidez. Así, revertir parcialmente este proceso debería restringir un poco la liquidez y sustituir algunos de los endurecimientos realizados a través de aumentos de las tasas de interés.

Consecuencias

A medida que la Fed reduzca sus compras de deuda con mayor vencimiento, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos necesitará encontrar compradores del sector privado que sustituyan las compras que la Fed venía haciendo. Para los inversores va a ser muy interesante saber en qué punto de la curva de rendimiento decide el Tesoro emitir.

Si se enfoca en el extremo corto de la curva, el efecto probablemente será mínimo, dada la sólida demanda de papel de alta calidad y de vencimiento corto. Pero si el Tesoro se mueve más allá de la curva, el impacto podría ser más dramático, sobre todo si esto coincidiera con la decisión de emitir vencimientos ultra largos de 50 años o más, tal y como ha propuesto el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin. La emisión de bonos a más largo plazo podría reforzar sustancialmente las condiciones financieras colocando considerablemente más bonos de larga duración al mercado.

No hay que olvidar que las futuras emisiones del Tesoro no sólo tendrán que tener en cuenta el cambio de balance de la Reserva Federal, sino que también tendrá que tener en cuenta cualquier otra emisión derivada de estímulos fiscales, si las propuestas del gobierno Trump vuelven a escena.

Columna de Erik S. Weisman, economista jefe de MFS

La relación de China y Estados Unidos ha traído más bienes que males

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La relación de China y Estados Unidos ha traído más bienes que males
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: The White House. La relación de China y Estados Unidos ha traído más bienes que males

Nunca fue realista esperar una reducción significativa del déficit comercial de Estados Unidos con China, así como lograr progresos concretos hacia la desnuclearización de Corea del Norte en tan sólo 100 días, el plazo que se dio Trump para esto. La fecha límite de este periodo finaliza el 16 de julio y con la posibilidad de que se desate una guerra comercial, este es un buen momento para recordar que el compromiso con Pekín ha tenido éxito tanto con los consumidores estadounidenses como con los consumidores chinos.

La entrada de China en 2001 en la Organización Mundial de Comercio (OMC) es uno de los mejores ejemplos del compromiso con el que se han logrado avances para una muchos estadounidenses y chinos.

La inclusión de China en la OMC ha sido una bendición para muchas compañías estadounidenses. En los últimos 15 años, las exportaciones estadounidenses a China aumentaron en un 500%, mientras que las exportaciones estadounidenses al resto del mundo aumentaron sólo un 90%.

Las exportaciones a China son especialmente importantes para los agricultores estadounidenses. El gigante asiático es su mayor mercado extranjero y en los últimos 10 años el valor de las exportaciones agrícolas a China aumentó en más de un 200%.

Aunque las empresas estadounidenses continúan luchando contra las barreras no arancelarias y la escasa transparencia del gobierno chino, muchas compañías americanas han registrado buenos resultados en ese mercado. Boeing, por ejemplo, entregó más aviones en China que en Estados Unidos en los últimos cinco años. La mayoría de las empresas estadounidenses que operan en China son rentables, según encuestas de la Cámara de Comercio Americana en Pekín y el Consejo Empresarial de Estados Unidos-China

Las exportaciones a China crean trabajos en EE.UU.

Probablemente ha leído que las importaciones procedentes de China provocaron 2,4 millones de empleos perdidos en Estados Unidos. Pero esos empleos se perdieron en más de 10 años, mientras que otro estudio reveló que las exportaciones estadounidenses a China apoyaron directa e indirectamente 1,8 millones de nuevos empleos en un solo año, 2015.

También vale la pena señalar que las importaciones de China son buenas para los presupuestos de los hogares estadounidenses. Un nuevo estudio realizado por economistas de la Fed de Nueva York y otras instituciones concluye que “los consumidores estadounidenses se beneficiaron de precios más bajos en una variedad de productos manufacturados con la entrada de China de la OMC”.

Durante muchos años, la economía de China dependía de la inversión y las exportaciones. Hoy en día, las exportaciones netas no contribuyen en nada al crecimiento del PIB de China, mientras que el consumo interno representa alrededor de dos tercios del crecimiento y más de la mitad del PIB.

No había empresas privadas cuando empecé a trabajar en China a principios de los años ochenta, pero las pequeñas empresas privadas empresariales representan ahora más del 80% del empleo urbano y la creación de empleo.

Sigue habiendo retos

Por que a pesar de todo este progreso, todavía quedan muchos desafíos. China, por ejemplo, sigue restringiendo el acceso al mercado de las empresas extranjeras en sectores como la tecnología, los servicios financieros y la auditoría de cuentas. La administración Trump debe centrarse en esto, en lugar de de reducir el déficit comercial de Estados Unidos con China. El déficit comercial tiene poco impacto en el empleo de Estados Unidos. Está determinado por los saldos entre el ahorro y la inversión, más que por la política comercial.

Política estadounidense

Las políticas proteccionistas de la administración Trump no abrirán más los mercados chinos para las firmas estadounidenses. Más bien, tales medidas darían lugar a represalias, lo que reduciría las exportaciones estadounidenses y perjudicaría a los muchos empleos estadounidenses que respaldan. El proteccionismo perjudicaría a las familias estadounidenses, porque las importaciones han dado como resultado precios más asequibles para muchos bienes de consumo.

Por último, debemos ser realistas en cuanto a la capacidad de Pekín para obligar al líder norcoreano Kim Jong-un a abandonar las armas nucleares. El presidente de Corea del Norte probablemente cree que su posesión de armas de destrucción masiva es la única razón por la que Estados Unidos no ha intentado derrocarlo aún, por lo que no hay razón para creer la presión externa lo llevará a desarmarse.

Cien días fue siempre un plazo poco realista para resolver cualquiera de los difíciles problemas de la relación entre Estados Unidos y China. El 16 de julio, el gobierno de Trump debe volver al proceso de compromiso a largo plazo que ha generado progreso para las empresas, los trabajadores y los consumidores estadounidenses, así como para el ciudadano chino promedio.

Andy Rothman es estratega de inversiones de Matthews Asia.