¿Por qué los inversores a largo plazo deberían considerar la economía social en sus carteras?

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¿Por qué los inversores a largo plazo deberían considerar la economía social en sus carteras?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Karen Roe . ¿Por qué los inversores a largo plazo deberían considerar la economía social en sus carteras?

La economía social es un segmento creciente dentro de la economía en general. Está compuesta por cooperativas, asociaciones sin fines de lucro, fundaciones y empresas sociales. Estas organizaciones están respondiendo a los desafíos sociales y ambientales –y generando millones de empleos– con soluciones innovadoras y modelos económicos. Para seguir haciéndolo, están buscando nuevas inversiones a largo plazo que apoyen su desarrollo.

Los donantes filantrópicos, la banca privada y las fundaciones ya están ayudando a este sector, pero cuando se trata de nuevos modelos de negocio y es necesario aumentar la escala, estas empresas sociales necesitan inversión, no subsidios. Es cierto que esto podría cambiar a medida que los reguladores trabajan en formas de canalizar más financiación a las pequeñas y medianas empresas (pymes) que pertenecen a la economía social.

Pero si el poder de financiación de los grandes inversores institucionales como los fondos de pensiones pudiera ser abierto a la economía social, ¿qué potencial ofrecería a los inversores y a las empresas sociales? ¿Podría repetirse el modelo francés ’90/10 ‘en otros países para inspirar a los inversores a largo plazo a participar en la financiación de la economía real para beneficio social?

Dos millones de empresas sociales

La Comisión Europea calcula que hay dos millones de empresas en la economía social en Europa, lo que equivale al 10% de todas las empresas de la UE. Más de 11 millones de personas –alrededor del 6% de los trabajadores de la UE– trabajan para la economía social. Tienen diferentes formas jurídicas y abarcan diversas actividades, desde la agricultura y la banca hasta el empleo y los talleres. Todos tienen un objetivo común: reinvertir sus beneficios para alcanzar objetivos sociales.

Estas empresas son también un motor de la innovación social: satisfacen las necesidades específicas de un gran número de personas desfavorecidas, como los desempleados de larga duración, los que están excluidos o tienen dificultades para acceder a una vivienda social o a los servicios de salud, así como los discapacitados y las personas de edad avanzada, cuyas situaciones no son plenamente atendidas por el Estado o el sector privado.

Mejora del impacto

Como casi todas las empresas sociales son pymes no cotizadas, la inversión en ellas puede parecer incompatible con la estrategia de asignación de la mayoría de los inversores. Sin embargo, es posible conectar las necesidades financieras de estas empresas con los objetivos de los inversores institucionales a largo plazo para diversificar sus inversiones y mejorar su desempeño en ESG.

Muchos países consideran que el mecanismo del ’90/10 ‘es la próxima gran medida que se implementará en Europa para ayudar a este sector dinámico a desempeñar un papel más importante en el crecimiento del PIB y resolver algunos de los mayores desafíos a los que enfrentan las economías del siglo XXI.

Durante más de 15 años, Francia ha tenido una solución inigualable para canalizar los ahorros a la economía social y ha demostrado ser eficaz. Existe una ley que obliga a las empresas a ofrecer a sus empleados la opción de un fondo de solidaridad social dentro de las posibilidades de sus planes voluntarios de jubilación y de los planes de ahorro de los empleados.

La mayoría de estos fondos de solidaridad son los denominados fondos 90/10, ya que el 90% se invierte en acciones ISR de gran capitalización o bonos y el otro 10% en empresas sociales a través de deuda, capital o a través de fondos de microfinanzas.

Imagínese por un momento que sólo el 1% de todos los ahorros franceses se invirtieran en fondos de 90/10. Automáticamente, estarían disponibles 2.000 millones de euros para invertir en pymes sociales y verdes, según estimaciones del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Esta es la idea que actualmente circula entre los países del G7, como una forma potencialmente fácil y poderosa de impulsar la economía social y dar a los empleados y a los ciudadanos la oportunidad de contribuir a este cambio.

En el Reino Unido, la firma Big Society Capital ha estado evaluando el enfoque francés 90/10 y ahora está promoviendo activamente su adopción por los inversores británicos. Big Society Capital participó el 11 de mayo de este año en una conferencia coorganizada por el gobierno británico y el Foro Económico Mundial en la que este  tipo de fondos recibieron un fuerte apoyo de los propietarios de activos, asset managersy banqueros privados. La idea 90/10 también ha sido adoptada por un grupo de trabajo de expertos gubernamentales del Reino Unido que buscan desarrollar finanzas inclusivas.

Innovación social y crecimiento económico

Incluso si uno está convencido de todo esto, todavía quedan algunas barreras por superar. En muchos países sigue siendo necesario actualizar la situación de los fondos para permitir un cierto porcentaje de diversificación dedicado a emisores no cotizados. Esto implicaría sensibilizar a la industria financiera para que estos fondos de solidaridad estén disponibles y para asegurar que haya un coeficiente de liquidez y un mecanismo adaptado dentro de la disciplina del fondo.

Sin embargo, parece claro que la siguiente etapa en la evolución de la financiación del impacto social se centrará más en la economía social. En nuestra opinión, este tercer sector situado entre el sector privado y el público tiene mucho que ofrecer. Tiene soluciones para las áreas problemáticas de nuestras sociedades modernas, combina la innovación social con el crecimiento económico y creemos que merece la pena colocar este tema en la agenda de los inversores a largo plazo.

Jacky Prudhomme es responsable de Integración de ESG e Inversiones en Economía Social de BNP Paribas Asset Management.

Existe margen para que asistamos a un prolongado ciclo de crecimiento en Argentina

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Existe margen para que asistamos a un prolongado ciclo de crecimiento en Argentina
Pixabay CC0 Public Domain. Existe margen para que asistamos a un prolongado ciclo de crecimiento en Argentina

El pasado mes de junio, el MSCI decidió seguir sometiendo a examen al mercado de renta variable argentino para su posible reclasificación como mercado emergente (desde su estatus actual de mercado frontera) durante otro año más. En la práctica, esto significa que Argentina no se incorporará oficialmente en el índice MSCI Emerging Markets antes de 2019, como pronto.

Los inversores que habían especulado sobre la subida de categoría del mercado argentino hasta mercado emergente recibieron la noticia como un jarro de agua fría. Aunque esto causó decepción a corto plazo, no altera las positivas perspectivas sobre Argentina, que reposan en la mejora de los fundamentales macroeconómicos, gracias al programa económico y de reformas del presidente Mauricio Macri y su partido Cambiemos.

Desde que Macri ganó las elecciones en 2015, los activos de deuda y renta variable han registrado una fuerte demanda y recientemente se procedió incluso a la exitosa colocación de un bono a 100 años. Cabe destacar que unas perspectivas económicas más alentadoras se basarán en la mejora y sostenibilidad de las políticas económicas, y no en un aumento continuo de los precios de las commodities como ocurrió en el pasado.

Mientras que las oportunidades actuales vinculadas al índice de referencia son limitadas el mercado está abriendo sus puertas a una considerable cartera de productos de compañías nuevas y se detectan numerosas oportunidades fuera del índice de referencia procedentes de compañías con una significativa exposición a Argentina. Dada la robusta rentabilidad registrada recientemente por las acciones argentinas, muchas empresas han alcanzado su techo de valoración, aunque siguen existiendo oportunidades selectivas para los inversores activos.

Los valores de los sectores de servicios públicos y energía presentan un gran atractivo, puesto que el programa de reformas de Argentina depende del recorte de subsidios y el aumento de las tarifas. Por consiguiente, las empresas de estos ámbitos se verán favorecidas por la normalización de sus sectores. El sector agrícola se beneficia de la eliminación de los controles de capitales y la depreciación del peso que tuvieron lugar tras la liberalización del mercado de divisas (ya que a estas empresas les resulta más barato exportar sus productos).

Los bancos representan otra esfera de interés. Pese a que algunos argumentan que las valoraciones actuales parecen un tanto exigentes, las entidades bancarias encierran un elevado potencial de crecimiento debido a la insignificante penetración crediticia en la economía. Asimismo, el sector se halla muy fragmentado, lo que genera algunas oportunidades interesantes en el frente de fusiones y adquisiciones.

Si el actual plan culmina con éxito y Argentina consigue sus objetivos de inflación y déficit fiscal, creemos que existe margen para que asistamos a un prolongado ciclo de crecimiento. Esta previsión también toma en consideración el bajo punto de partida, debido a los 15 años de infrainversión en el país y su exclusión de los mercados de capitales de todo el mundo. Habida cuenta de este entorno macroeconómico más alentador, consideramos que el mercado de renta variable sigue presentando potencial de crecimiento. Los comicios de octubre podrían suponer un revés, lo que significa que los inversores todavía deben ejercitar la prudencia. No obstante, existen motivos para ser optimistas a largo plazo.

Ilan Furman es portfolio manager del equipo de renta variable de mercados emergentes de Columbia Threadneedle.

Dos ideas para invertir en renta variable china

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Dos ideas para invertir en renta variable china
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Tomas Roggero . Dos ideas para invertir en renta variable china

En nuestra condición de inversores basados en el análisis bottom-up, buscar inversiones en las que nuestros intereses coincidan con aquellos que asignan capital es esencial para invertir en mercados emergentes.

En el reciente Foro «Belt and Road» para la cooperación internacional celebrado en Pekín se puso de relieve la importancia de la coincidencia de intereses. La conferencia atrajo a varios jefes de Estado, autoridades públicas y representantes de organizaciones internacionales, además de a numerosos anunciantes. Para nosotros lo que se constató allí fue que muchas empresas públicas chinas (SOE) continúan siguiendo el tradicional camino de «desempeñar servicios sociales». Con esto nos referimos a que muchas grandes sociedades y empresas públicas chinas invierten recursos propios para atender las necesidades geopolíticas y económicas del Estado, no para generar una rentabilidad positiva a favor de los inversores.

La iniciativa «One Belt, One Road» de China, que se reveló en 2013 y se conoce como el proyecto «Nueva Ruta de la Seda», posee objetivos ambiciosos en materia económica e infraestructuras con la esperanza de conectar mejor China con otras partes de Asia, Europa, África oriental, Oriente Medio y Rusia. Una ambición global de este calibre exige recursos de capital ilimitados que oscilan, según las estimaciones, entre 4 y 8 billones de dólares estadounidenses. Aunque el sector de la construcción (edificios e infraestructuras) es capaz de consumir estas cifras de capital tan colosales, no es tan seguro que las empresas públicas chinas que inviertan en esta iniciativa planificada de manera central generen una rentabilidad positiva de capital (ROI) para los accionistas.

Comprender los activos

Un ejemplo de proyecto OBOR que no ha prosperado hasta la fecha es una refinería petrolífera ubicada en Kirguistán, Asia Central, construida por la entidad pública Zhongda China Petrol. En el momento de su construcción solo podía operar al 6 % de su capacidad porque era incapaz de abastecerse de petróleo suficiente.

Este tipo de proyectos de inversión son propensos a causar decepciones sonadas, y los auspicios y precedentes históricos que les caracterizan no auguran nada bueno, lo cual refuerza nuestra convicción de que es importante buscar inversiones en las que nuestros intereses se correspondan con los de aquellos que asignan recursos propios. Eso también explica nuestras sospechas ante el gran número de valores de renta variable chinos cotizados y la desconexión que existe entre el crecimiento económico de China y las modestas rentabilidades que ofrece el mercado bursátil del país.

Hay empresas y equipos directivos que operan dentro de China que están dispuestos a tomar un camino menos transitado, al ser capaces de diversificarse respecto al modelo corporativo histórico de China (mano de obra barata, capital subvencionado y dinámica de mercado regulado). Esto se debe a su interés en asumir un auténtico liderazgo tecnológico y ofrecer prestaciones de servicio de talla mundial.

Fuyao Glass

Un ejemplo de ese tipo de empresas es Fuyao Glass, el mayor fabricante de vidrio para automóviles en China. Fuyao ha cosechado una cuota de mercado dominante nacional (alrededor del 60%) al ofrecer diversos tipos de vidrio para automóviles a fabricantes chinos. Actualmente, la compañía está ganando cuota en el mercado internacional al ser capaz de aprovechar su experiencia en investigación y desarrollo (I+D) adquirida internamente para satisfacer la demanda de productos de vidrio de gama alta en mercados desarrollados. La entidad cuenta con una importante división de I+D y, gracias a su inversión sistemática en esta área, ha podido cumplir los exigentes requisitos de certificación y seguridad impuestos a los fabricantes mundiales que emplean sus productos de vidrio.

Fuyao Glass compite con empresas multinacionales y sale victoriosa, lo cual se demuestra con la reciente apertura de un centro de fabricación y diseño de 450 millones de dólares emplazado en Ohio desde el cual atenderá las necesidades de General Motors y Hyundai. Las perspectivas de futuro crecimiento parecen relativamente garantizadas al tener Fuyao la oportunidad de aumentar su cuota de mercado internacional.

Directivos y gobierno corporativo de alta calidad

Cabe destacar que estas características que presenta la franquicia de Fuyao también se ven respaldadas por un equipo directivo de alta calidad, y existen también pruebas contundentes que constatan un gobierno corporativo óptimo. El fundador y presidente de esta compañía constituida en 1987 en Fuzhou, Cao Dewang, se mantiene implicado en el negocio y continúa actuando de una manera que favorece los intereses de los accionistas minoritarios.

Esto puede apreciarse por su decisión de emitir acciones de clase A en los mercados de Shanghái y Shenzhen y acciones H de la bolsa de Hong Kong con los mismos derechos de voto, para respaldar al equipo directivo que posee un fuerte arraigo en el cargo.

Greatview Aseptic Packaging

Existen otras empresas dentro de China que parecen estar siguiendo una trayectoria similar a la de Fuyao Glass. Nuestra estrategia ha adquirido recientemente una participación en Greatview Aseptic Packaging, una entidad que, a pesar de hallarse aparentemente en una etapa temprana de desarrollo de negocio, posee un potencial a largo plazo similar. La compañía, creada por fundadores con espíritu emprendedor, está labrándose una posición de liderazgo en el mercado chino de envases asépticos y tiene visos de ganar cuota de mercado a escala global.

El envase aséptico es un sistema y material diseñado para envasar alimentos y productos lácteos de modo que puedan conservarse durante al menos seis meses, al tiempo que reduce o elimina la necesidad de refrigeración y almacenamiento en la cadena de frío. Su uso está extendido en mercados desarrollados y es fundamental también para la distribución de alimentos en la región de mercados emergentes. Greatview Aseptic fue fundada por ex empleados de Tetra Pak, siendo todavía Jeff Bi, uno de sus fundadores iniciales y principal accionista, el director de la compañía. La entidad ha sido capaz de captar una cuota de mercado considerable en China gracias a sus esfuerzos para fabricar productos de alta calidad a bajo precio.

Sin embargo, es importante resaltar que esto no responde a una estrategia de «imitación». Greatview Aseptic posee un centro de innovación en Shanghái que ha liderado el sector al poder crear códigos QR únicos (marca registrada de una matriz o código de barra bidimensional) en los envases asépticos. Los consumidores chinos vigilan mucho las cuestiones de seguridad en los alimentos y un código QR les permite seguir la pista de un producto hasta su origen.

El liderazgo del equipo directivo, combinado con el compromiso de crear un producto de alta calidad, ha llamado la atención de nuevos clientes, abriendo así las puertas más allá del mercado nacional chino. Prueba de ello es su expansión hacia el mercado europeo mediante la construcción de una planta en Alemania. La puja de la demanda en Europa ha inducido al equipo directivo a incorporar una segunda línea de producción, duplicando así la capacidad.

Una oportunidad de compra de alta calidad a bajo precio

Greatview Aseptic se situó en nuestro punto de mira tras una reunión inicial que mantuvieron los miembros del equipo en Pekín el año pasado. Una segunda reunión con los directivos de la entidad en Edimburgo nos brindó la oportunidad de invertir en el valor cuando el mercado nos ofrecía un precio atractivo. La ralentización del crecimiento en el mercado nacional chino de productos lácteos había situado al valor con una rentabilidad en flujos de efectivo disponible próxima al 7 %.

Esto parece atractivo en relación al sólido balance de la compañía, aunque creemos que ignora la oportunidad de crecimiento a largo plazo que presenta en mercados internacionales. Desde que adquirimos una posición en la compañía, Jardine Strategic Venture Holdings Limited ha comprado una participación accionarial del 20 % en el mercado abierto, ganando así representación en el consejo. Estamos convencidos de que esto es una buena señal para nuestra inversión en Greatview Aseptic.

Lógicamente, como equipo de inversión nos sentimos atraídos por el camino menos transitado. Nuestra filosofía de inversión trata de crear una cartera de elevada convicción compuesta por empresas de alta calidad y valoradas a precios razonables. Empleamos un horizonte de inversión de cinco años para identificar el ruido coyuntural y creemos que el índice no es una guía útil para invertir. Creemos que eso nos diferencia de la amplia variedad de competidores que tenemos. Esperamos con impaciencia poder comentar los distintos aspectos que presenta la cartera, así como el proceso y nuestra filosofía de inversión en los próximos trimestres.

Glen Finegan es director del equipo de Renta Variable de Mercados Emergentes de Janus Henderson.

La llegada de MiFID II: preparándonos para cambios y mejoras

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La llegada de MiFID II: preparándonos para cambios y mejoras
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Unsplash. La llegada de MiFID II: preparándonos para cambios y mejoras

Los mercados financieros europeos están preparándose para someterse a una remodelación completa de su sistema organizativo. En enero de 2018, MiFID II entrará en vigor oficialmente, redefiniendo la estructura general de toda la industria con la aplicación de una nueva legislación cuya intención es regular y mejorar los servicios financieros y de inversión para las entidades financieras y el inversor final.

MiFID II: Objetivos y Oportunidades

La Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID) actúa en los mercados financieros europeos por medio de leyes enfocadas a aumentar la supervisión, la eficiencia, la transparencia de mercado e información, y la protección del inversor. La regulación MiFID II es una versión revisada y más exigente del marco de referencia original, vigente desde noviembre de 2007 y diseñada para mejorar cada uno de estos aspectos que trataba la regulación anterior a la vez que crea un entorno seguro y sistemático para toda actividad financiera.

A pesar de las muchas implicaciones que supondrá este cambio, muchos perciben esta novedad como una oportunidad para tranquilizar a los inversores y ganarse su confianza de nuevo, permitiendo así a las entidades financieras promocionar determinados productos de nicho mientras sigue desarrollándose la propia industria.

MiFID II: Anticipación, impacto y preparación

El impacto de la nueva regulación tendrá implicaciones en diferentes áreas, buscando un mercado más seguro, más transparente y más equilibrado. Como consecuencia, el impacto se extenderá hacia los mercados financieros globales, afectando particularmente a aquellas organizaciones en contacto directo con los mercados europeos.

Ante este cambio inminente, todas las entidades y las diferentes firmas vinculadas a los mercados financieros deberán adaptarse a esta nueva legislación, teniendo en consideración el impacto que tendrá también en los diversos niveles de su organización.

Inicialmente, las áreas que se verán más afectadas pueden clasificarse en tres categorías genéricas, cubriendo un amplio conjunto de parámetros que pueden aplicarse a todos aquellos que están involucrados en la industria financiera. Esto incluye, pero no se limita a, bancos de inversión, gestores de activos, comercios de mercancías, agentes de bolsa y distribuidores financieros.

1. Impacto en el modelo de negocio

En general, los efectos que tendrán lugar en los modelos de negocio de las entidades de centrarán principalmente en los métodos de cobro de las entidades por prestación de servicios de inversión. Esta regulación afirma que los servicios de inversión proporcionados deben cobrarse, mientras que recibir incentivos de terceros queda limitado o prohibido. 

2. Impactos operacionales y organizacionales

Apuntando hacia una mejora funcional y una optimización de la transparencia, la regulación requiere que las entidades faciliten información completa para llevar a cabo una gestión estructurada y proporcionar un control global tanto en lo referente a procedimientos como a documentación. 


3. Impactos tecnológicos

MiFID II exige a las instituciones financieras que evolucionen a través de la implementación de soluciones tecnológicas avanzadas. La nueva legislación les requiere integrar soluciones informáticas de asesoramiento financiero en todas las áreas de su arquitectura organizacional por medio de la adaptación de los sistemas existentes y el desarrollo de tecnología innovadora como soporte ante los demás impactos y requerimientos de los distintos organismos reguladores de cada país.

Encontrar la mejor solución puede convertirse en el mayor reto. TechRules tiene una amplia experiencia en la implementación de soluciones integrales para el asesoramiento financiero para todo tipo de entidades en diferentes países. Estas soluciones en su mayoría centralizadas en Tower como plataforma estable con muchos años de crecimiento y evolución, está construida siguiendo una arquitectura basada en poder prestar servicios vía APIS, web y aplicaciones móviles.

Tribuna de Jaime Bolivar, director general de TechRules

¿Conseguirá la Fed, y el resto de bancos centrales, normalizar la política monetaria?

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¿Conseguirá la Fed, y el resto de bancos centrales, normalizar la política monetaria?
Pixabay CC0 Public DomainC3_0010_shutterstock. Will the Fed (and Other Central Banks) Normalise Monetary Policies?

A mediados de 2013, el entonces presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, sugirió que el banco central estadounidense empezaría a reducir las compras de bonos que habían comenzado en 2008. Las turbulencias ocasionadas por ese anuncio en los mercados, especialmente en los emergentes, frenaron entonces sus intenciones.

El testigo pasó después a Janet Yellen, que en diciembre de 2015 aprobó una primera subida de 25 puntos básicos de unos tipos de interés que habían permanecido en el 0% durante siete años. El último incremento había tenido lugar en 2006, con poco eco -Twitter comenzaba su andadura-. En poco más de un mes, entre el 22 de diciembre y el 28 de enero de 2016, la  bolsa china corrigió algo más de un 27%, y de nuevo los planes de normalización de política monetaria se tuvieron que posponer.

Ahora, no sólo la Reserva Federal, si no otros grandes bancos centrales como el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra o el Banco de Canadá, parecen, esta vez sí, dispuestos a normalizar las políticas monetarias, tras casi diez años de políticas de emergencia.

Crecimiento global

La economía global se encuentra más asentada. La OCDE espera que el PIB mundial crezca en 2017 y 2018 a niveles del 3,5% y el 3,6% respectivamente, frente a la media entre 1987 y 2007 del 3,9%. Pero las economías desarrolladas lo harán a ritmos inferiores, más cerca del 2%. Estados Unidos ha crecido durante los últimos ocho años a una media del 1,47%, frente al 3,4% alcanzado desde la Segunda Guerra Mundial, y la tasa de crecimiento real desde la última recesión ha sido del 2,1% anual, comparada con una media del 4,5% en recuperaciones anteriores. El primer semestre de 2017, con los datos publicados hasta el momento, no parece que vaya tampoco a superar el 2% de crecimiento.

Dos datos históricos complican aún más la tarea de la Reserva Federal: desde la Segunda Guerra Mundial, la Fed ha iniciado trece ciclos de subidas de tipos de interés; diez de ellos llevaron la economía a una recesión. Y, desde Ulysses S. Grant (1869), todos los presidentes republicanos vivieron una recesión durante su primer mandato. Aunque, como dicen a menudo los deportistas ante un reto con resultados históricos en contra, las estadísticas están para romperse.               

La deseada inflación –para los banqueros centrales que nos gobiernan porque, no sé a ustedes, pero a mí me gusta comprar las cosas cuando bajan de precio– cerró 2016 en el 1% en las economías desarrolladas y, sin nuevas subidas del precio del crudo, parece difícil que alcance el objetivo del 2%.

Por último, la deuda global, lejos de reducirse, ha continuado creciendo. En el último año se ha incrementado en más de medio billón de dólares, tras cerrar el primer trimestre de 2017 en 217 billones de dólares, un 46% por encima de hace diez años. Las economías desarrolladas acumulan una deuda total de 160,6 billones de dólares, un 1,4% menos que un año antes, mientras que la deuda de los países emergentes llega a los 56,4 billones de dólares, un 5,4% más.

Los bancos centrales

Con un crecimiento económico positivo, aunque quizás sin la solidez suficiente para afrontar potenciales turbulencias, una inflación controlada aún lejos de sus objetivos y un mayor nivel de deuda en la economía ¿qué lleva a los bancos centrales a actuar de esta manera ahora?

Incluso el economista jefe del conocido como Banco de los Bancos Centrales, el BIS (Bank for International Settlements), en su informe anual del mes pasado señala que “la normalización de las políticas presenta desafíos sin precedentes, dados los elevados niveles actuales de deuda y la inusual incertidumbre. Una estrategia gradual y transparente tiene claros beneficios, pero no es una panacea, ya que también puede fomentar una mayor toma de riesgos y frenar la acumulación de margen de maniobra de las autoridades».

Quizás los banqueros centrales, al fin, se han dado cuenta que la inflación se encuentra en los activos financieros -la rentabilidad de los bonos con mayor historia, los del Reino Unido y Holanda, han visto mínimos de 322 y 500 años respectivamente, mientras que los de EE.UU. tuvieron rentabilidades a diez años del 1,366%, las más bajas desde 1800-. Tal vez han tardado demasiado tiempo en retirar estas medidas que ya no sólo no surten efecto, si no que incitan a tomar demasiados riesgos, lo que pone en peligro la estabilidad financiera. Puede que simplemente estén recargando el arsenal de armas de política monetaria por si es necesario su uso en un futuro próximo.        

Sea cual sea la razón, la realidad es que el mercado, de momento se lo ha permitido. La pregunta es: ¿Seguirá siendo así? ¿Mantendrán el rumbo si el mercado no lo digiere bien? Si no mantiene el pulso, ¿se perderá la fe en la omnipotencia de los bancos centrales? No olvidemos que los bajos tipos de interés han sido el principal acelerador de la apreciación de los mercados financieros.  

Si Ben Bernanke estaba en lo cierto en el efecto positivo de la implementación del quantitative easing, debería también estarlo en el efecto de una retirada del mismo. Sin entrar en este debate, lo realmente importante es que el mercado así lo cree, y piensa que los bancos centrales son los responsables de la positiva evolución de los mercados.  

Janet Yellen, respondiendo a la aparición sobre otra crisis financiera en una entrevista reciente fue clara: “¿Diría que nunca habrá otra crisis financiera? Probablemente eso sería ir demasiado lejos, pero creo que estamos mucho más seguros, espero que no la haya en nuestra vida, no creo que la haya».

En conjunto, los cuatro grandes bancos centrales han comprado cerca de 1313 billones de dólares en bonos. Desde luego deshacer esa cartera sin romper nada, no va a ser tarea fácil.

Tribuna de Alfredo Álvarez-Pickman, economista jefe de Banco Alcalá, entidad de banca privada que forma parte de Crèdit Andorrà Financial Group. Crèdit Andorrà Financial Group Research

Índices y carteras de referencia de fondos de deuda: ¿Guía o estrategia?

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Índices y carteras de referencia de fondos de deuda: ¿Guía o estrategia?
. Índices y carteras de referencia de fondos de deuda: ¿Guía o estrategia?

El índice de referencia o benchmark de un fondo puede consistir en el rendimiento objetivo, sector de inversión, horizonte o nivel de riesgo, entre otros aspectos. Generalmente, los fondos de deuda lo estipulan para especificar al inversionista qué grado aproximado de rendimiento buscan generar. Asimismo, al público le sirve como parámetro para juzgar y comparar el desempeño del fondo.

Con el objetivo de analizar qué es lo que emulan o pretenden los fondos de deuda (FID), Fitch Ratings revisó los 459 benchmarks (117 diferentes) de los 282 FID que conformaban el mercado al cierre de mayo de 2017. La revisión manifiesta la popularidad de los índices de los proveedores de precios del mercado mexicano, PiP y Valmer.

A la fecha de análisis, 29.1% de los fondos utilizaba y ponderaba más de una referencia para crear su benchmark propio, es decir, lo proponen con base en otros. Un índice propio refleja en gran medida la composición de la cartera, por ejemplo, cuánto se invertirá en cierto plazo o qué porcentaje se destinará a tasa fija o variable. En contraste, una minoría de fondos, el 4.4%, no especificaba un índice de referencia en su prospecto.

Los benchmarks de Corto Plazo Prevalecen en Fondos de Deuda debido a que el mercado de fondos es relativamente conservador, no fue sorpresa para Fitch encontrar que más de la mitad de los benchmarks (60.3%) fueran de corto plazo.

Las referencias de largo plazo, que representaban 27.0%, fueron las segundas más utilizadas por los gestores. Las de mediano plazo se utilizaba solo en 3.9% de los casos. En la oferta de FID en México, predominan las referencias de deuda gubernamental de corto plazo y la agencia espera que esta composición no cambie en los años siguientes.

La revisión revela las siguientes cuestiones interesantes: El mercado mexicano es adverso al riesgo, las operadoras y los inversionistas buscan porcentajes de rendimientos parecidos a los de las tasas líderes de México, Cetes o TIIE. Por último, independientemente de las condiciones que prevalezcan, el público no encuentra atractivas las partes media o larga de la curva.

En la gráfica “Benchmarks por Sector”, Fitch clasificó los índices de referencia según su origen: bancario, corporativo, gubernamental, internacional, entidades gubernamentales y otros. Se encontró que el gubernamental, compuesto por instrumentos con la máxima calidad crediticia, originaba 81.3% de las referencias.

El 52.5% de los benchmarks de este sector era de corto plazo (Cetes o fondeo gubernamental), por tanto, susceptibles a menor volatilidad. En la gráfica “Gubernamental”, se aprecia que 25.7% de los índices de referencia era de tasa fija, lo que refleja la intención de emular el comportamiento de bonos de mediano o largo plazo, que son vulnerables al alza de las tasas.

El 10.5% eran benchmarks de tasa variable y 10.5%, de tasa real; los primeros reproducen el comportamiento de los bonos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), y los segundos, el de los Udibonos.

Por otro lado, a mayo de 2017, 28 de los 66 fondos que seguían a los Cetes eran de mediano o largo plazo, por lo que su referencia no habría de ser esa, sino alguna que reflejara su naturaleza, plazo u objetivo. Otros 82 fondos, con un índice de referencia propio u original, delineaban su estrategia con la ponderación de un índice gubernamental (60%) y uno de tasa fija a 5 años (40%).

El sector “Internacional”, equivalente a 7.8% del total, contenía indicadores de referencia como el tipo de cambio del dólar o euro, así como fondos internacionales, bonos americanos, ETFs, entre otros. El tipo de cambio del dólar es dos veces más utilizado que el del euro, a causa de que hay más fondos de cobertura en dólares. Esta categoría ha crecido en los últimos años por la apreciación del dólar estadounidense.

Los sectores “Corporativo” y “Bancario” propiciaban solo 2.8% y 2.6% de las referencias, respectivamente. En el primero, prevalecían los índices de tasa variable con 46.2% del total, seguidos por los de tasa fija con 30.8%. A diferencia de los benchmarks del sector gubernamental, predominantemente de tasa fija, las referencias del corporativo, de mayor riesgo crediticio, suelen añadir un diferencial sobre la tasa libre de riesgo: en tanto mayor es el riesgo crediticio implícito, mayor será el premio a ofrecer.

Por su parte, 50% de los benchmarks originados por el sector bancario estaba referido a la tasa de fondeo, 41.7% a la TIIE28, y el restante a la tasa de interés de los depósitos. Por ende, las referencias de este segmento derivan completamente del corto plazo.

Finalmente, a la fecha de análisis, del sector “Entidades Gubernamentales”, se creaba solo 0.9% de los benchmarks, que son usados por FID que se especializan en Cedevis y/o TFOVIS, u otros de tasa real.

¿Qué Indicadores Siguen los FID?:  En opinión de Fitch, con la evolución del mercado, más operadores valorarán estipular un índice de referencia, sobre todo original, para que el público pueda evaluar el objetivo y el desempeño del fondo.

Por otra parte, si las operadoras desean ofrecer portafolios atractivos, es fundamental que desarrollen benchmarks propios para sus estrategias activas, en vez de que usen indicadores públicos, que son idóneos para estrategias pasivas. Si ello ocurriera, los gestores sustituirían los benchmarks de corto plazo y gubernamentales, como los Cetes, por una combinación de otros que incluyeran incluso una diversidad de plazos y sectores. Conforme se estabilicen las tasas, se abrirá una ventana para que los operadores cuestionen sus estrategias y para que se despierte el apetito de los inversionistas por el riesgo, con la finalidad de sofisticar y crear nuevas oportunidades en el mercado de los FID.

¿Qué significa el auge de los robots para los precios de los activos?

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¿Qué significa el auge de los robots para los precios de los activos?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ministerio de Ciencia . ¿Qué significa el auge de los robots para los precios de los activos?

Reuters, la agencia de noticias, ha revelado recientemente que hasta 400 de sus noticias son escritas cada día por robots. Y por si eso no era lo suficientemente deprimente para los periodistas, la mala noticia es que los comentarios de los clientes aluden a que gran parte de la producción robótica es más legible que la de los humanos.

Mientras tanto, IBM ha desarrollado un programa de inteligencia artificial que mejora el diagnóstico y tratamiento contra el cáncer de los especialistas en oncología en casi uno de cada tres casos.

¿Tenemos delante un futuro brillante o sombrío?

Con avances como éstos, no es difícil pintar un panorama sombrío de mejoras en la automatización que creen una sociedad cada vez más dividida, donde una segunda ‘era de las máquinas’ provoque la pérdida masiva de puestos de trabajo acompañada de la aparición de una clase alta  y rica de propietarios de robots. Sin embargo, la historia de los cambios tecnológicos ofrece un pronóstico decididamente más optimista.

Después de nuestro último análisis sobre este tema, nos mostramos optimistas de que, si se maneja bien, el auge de los robots no tendrá como efecto un desempleo generalizado ni una desigualdad desenfrenada a largo plazo, a pesar de que sí vemos algunos inevitables costos de transición.

Los efectos hasta ahora

Muchos argumentarán que los efectos negativos de la automatización ya se están haciendo evidentes en Estados Unidos, donde en las últimas décadas se ha producido una pérdida de empleo en el sector de manufactura, impulsado por la tecnología y la globalización. Ahora la automatización también está haciendo progresos rápidos tanto en los roles de los servicios que requieren escasa cualificación como en áreas en las que tradicionalmente ha trabajado personal de alta cualificación (como destacan los ejemplos de Reuters e IBM).

El consecuente aumento de la desigualdad podría atenuar la demanda de los consumidores, ejercer presión sobre las finanzas públicas e incluso precipitar una nueva tendencia hacia el populismo en el mundo desarrollado.

Lo que la historia nos enseña

Sin embargo, la historia del cambio tecnológico ofrece mucha esperanza. A lo largo del siglo XX, no sólo la tecnología ha llevado a enormes mejoras de la productividad que elevaron el nivel de vida de todos, sino que casi con toda seguridad ha creado más empleos de los que ha destruido. Por otra parte, una revolución de la automatización debería aumentar la productividad –algo muy necesario–, aumentando las tasas de crecimiento.

Si este panorama resulta exacto, podría poner en duda la idea de que los países en desarrollo con poblaciones numerosas y jóvenes tienen importantes ventajas demográficas sobre las economías desarrolladas.

Sin embargo, es cierto que es difícil sacar conclusiones firmes. Dada la enorme incertidumbre, preferimos considerar varios resultados potenciales entre los dos extremos: la «tecno-distopía», en la que predomina el alto desempleo y la creciente desigualdad, y el «shock positivo de la productividad», donde la automatización facilita un auge de la productividad ampliamente distribuido en la sociedad.

Por supuesto, el orden es importante, y la «tecno-distopía» podría llegar antes de que los políticos y los mercados de trabajo tengan tiempo para adaptarse.

El ángulo de inversión

Desde el punto de vista de la inversión, la tecno-distopía representa un mundo en el que se intensifican muchos de los problemas actuales que enfrenta la economía mundial: la debilidad de la demanda, una inflación moderada, los bajos salarios y la desigualdad. Con la inflación en cotas permanentemente bajas, la rentabilidad de los bonos del mundo desarrollado probablemente caerían aún más. Esto se debe a que la prima que normalmente exigen los inversores en deuda para compensar el riesgo de inflación se reduciría considerablemente.

El carry trade, en particular en los bonos corporativos, se mantendría en boga. Pero los brotes del populismo y la incertidumbre política podrían hacer que los activos de riesgo (como las acciones, las materias primas, la deuda corporativa, el sector inmobiliario o cualquier activo que no se considera libre de riesgo) sufran de forma periódica.

Si el futuro es más brillante, y la automatización ayuda a la economía global a salir de su estancamiento actual, los rendimientos de los bonos desarrollados deberían finalmente salir del rango en el que se han movido durante cinco años, y la mejora de la confianza podría incluso impulsar la inflación. En un sentido que representaría una amplificación del «reflation trade» observado tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

Este debería ser un buen contexto para los activos de riesgo de los mercados desarrollados, con las materias primas y los activos protegidos contra la inflación registrando un buen comportamiento. Justificaría una posición infraponderada (o corta) en la deuda del mundo desarrollado.

Para determinar en qué dirección sopla el viento, los inversores tendrán que vigilar de cerca cómo se enfrentan los responsables políticos y los beneficiarios de la automatización al reto de ampliar sus beneficios financieros de forma más general y estar dispuestos a actuar en consecuencia.

Alice Leedale es estratega de renta fija de Schroders.

La Fed anunciará la reducción de su balance y comenzará a recortarlo en otoño

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La Fed anunciará la reducción de su balance y comenzará a recortarlo en otoño
Pixabay CC0 Public Domain. La Fed anunciará la reducción de su balance y comenzará a recortarlo en otoño

Es poco probable que la Fed anuncie hoy una subida de tipos de interés, pues este encuentro no irá seguido de la tradicional rueda de prensa de la presidenta, durante la cual Janet Yellen suele explicar la decisión del organismo. De hecho, el mercado no descuenta cambios en la política monetaria en este mes.

Además, los datos fundamentales recientemente conocidos dan un respiro a la Fed, ya que la inflación ha sorprendido a la baja. El organismo encuentra aquí otra razón para no mover ficha ahora y esperar a tener más datos económicos a favor antes de tomar una decisión. Después de todo, se esperan unas tres subidas de tipos a lo largo de este año y la Fed ya ha llevado a cabo dos.

Ahora, la gran pregunta es ¿cuándo volverá a elevar los tipos de interés? Probablemente antes de final de año, pues mientras la tasa de desempleo siga cayendo, la Fed estará dispuesta a ajustar los tipos al alza y de forma gradual. Una aceleración de la tasa de inflación o un dólar aún más débil podrían llevar a la Fed a aumentar el ritmo de las alzas.

Este otoño la Fed anunciará la reducción de su balance y probablemente comenzará a recortarlo. El movimiento será gradual, con una meta mensual establecida para aumentar cada trimestre hasta llegar a 50.000 millones de dólares. El tamaño objetivo sigue siendo desconocido, pero será mayor que antes de la crisis financiera. Probablemente el mercado aún no ha puesto en precio la reducción del balance de la Fed, pues a lo largo de las últimas décadas el mercado ha subestimado el endurecimiento financiero por parte del banco central.

Entre tanto, el dólar se ha debilitado mucho debido a que se han reducido las expectativas de nuevos estímulos fiscales, recortes de impuestos y programas de infraestructura, así como por el aumento de los problemas legales del Presidente Trump. El grueso de la depreciación del dólar ha sido contra el euro, a medida que la situación económica en la eurozona mejoraba. Sin embargo, las expectativas del mercado para la normalización monetaria son probablemente demasiado pesimistas. Creemos que el cruce euro/dólar puede experimentar un pull-back en los próximos meses y, a largo plazo, lo más probable es que veamos un euro más fuerte. 

Julien-Pierre Nouen es economista jefe de Lazard Frères Gestion.

El mercado se enfrenta a uno de estos dos problemas en el futuro

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El mercado se enfrenta a uno de estos dos problemas en el futuro
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Yashhima. El mercado se enfrenta a uno de estos dos problemas en el futuro

Durante décadas, expertos de la Reserva Federal, economistas, académicos y portfolio managers han estado en guerra con la inflación y el fenómeno de aumentos de precios sin que se produzca un aumento proporcional de la productividad. Tanto los inversionistas como los responsables de la formulación de políticas odian la inflación porque roban a los consumidores poder adquisitivo y desalientan los flujos de dinero hacia las inversiones a largo plazo.

El remedio para la inflación en los ciclos pasados fue la subida de tipos de interés de los bancos centrales con el objetivo de enfriar el crecimiento y poner fin a la inversión especulativa. Por lo general, los brotes de inflación ocurren un par de años en un ciclo, o a mediados del ciclo a más tardar.

Esta vez, el ciclo se está volviendo viejo –muy viejo–, pero la inflación permanece sorprendentemente débil, muy por detrás de los anteriores ciclos de Estados Unidos. Mientras tanto, se están dando patrones similares a nivel mundial. La inflación china se está desacelerando. En la zona euro, a pesar de que su repunte ha superado las expectativas, registra cifras decepcionantes. En Japón vemos una historia similar. Incluso Reino Unido, que ha visto un repunte de su inflación después del referéndum del Brexit por la debilidad de la libra, tiene ya una bajada, según datos recientes.

Fijación de precios e inflación

La inflación está inextricablemente ligada al poder de fijación de precios de las empresas. Y en las últimas etapas de un ciclo, suele ser la capacidad de aumentar los precios la que impulsa los ingresos frente a una base de costes fijos y provoca la expansión de los márgenes de beneficios. Pero la inflación sigue estando bien contenida en gran parte del mundo desarrollado, limitando la capacidad de las empresas para elevar los precios.

Esta vez, la falta de inflación puede significar problemas para un mercado un 90% más caro que en los períodos anteriores. Pero ya hemos visto que las ventas al por menor de EE.UU. de junio han decepcionado a los analistas, que las ventas y los precios de los coche son débiles y que los alquileres de apartamentos se han comenzado a aplanar. Esta falta de poder de fijación de precios podría afectar negativamente el crecimiento de las ventas futuras, y podría convertirse en una molestia creciente para un mercado que sólo ha conocido trimestre tras trimestre subida en la renta variable.

En mi opinión, el mercado se enfrenta a uno de estos dos problemas en el futuro:

  1. Históricamente, la inflación y el endeudamiento de las empresas aumentan durante las últimas etapas del ciclo económico. Esto eleva los retornos a los accionistas, al menos por un tiempo. Pero en algún momento, generalmente antes de que los datos económicos vuelvan a mejorar, el mercado pierde impulso y los precios de las acciones caen debido a una mortal combinación de política monetaria más estricta, disminución de la inversión y disminución de los beneficios. Si las empresas se apalancan, el ciclo normalmente sigue su curso hacia la decadencia y la recesión, ya que las compañías generalmente aumentan el apalancamiento en el momento preciso. Y la historia nos dice que los activos de riesgo como las acciones y la deuda high yield tienden a sufrir mucho durante las recesiones económicas. De hecho, la caída típica en el Índice S&P 500 durante una recesión es del 26%. Eso es un golpe serio para la cesta de cualquier persona.
  2. Sin embargo, este ciclo se ve atípico, dada la falta de presiones inflacionistas de ciclo tardío. Por lo tanto, si la inflación moderada continúa retrasando el poder de fijación de precios y el crecimiento de los beneficios, entonces la mayoría de las empresas probablemente no estarán a la altura de las expectativas de ganancias y los precios de las acciones podrían sufrir como resultado.

¿Hay una solución milagro?

¿Hay una solución a los dos problemas anteriores? Tal vez la inflación vuelva, el poder de fijación de precios  vuelva y los bancos centrales no ahoguen la moderada expansión económica mundial en curso. Pero ese es un resultado que no he visto durante toda mi carrera. Alternativamente, podríamos asumir que las cosas realmente han cambiado y que el ciclo económico puede prolongarse indefinidamente. O que el Congreso de Estados Unidos reducirá los impuestos suficientemente como para estimular un repunte del crecimiento económico.

Sin embargo, no compro la teoría de que los ciclos son una cosa del pasado. Tampoco que los políticos puedan marcar la diferencia. Dado que no espero ningún milagro, prefiero concentrarme en preservar las enormes ganancias del mercado, del orden del 300%, hechas desde el mínimo que tocó el mercado en 2009.

Los ciclos importan

Para los inversores, la edad es esencial para determinar cuánto riesgo se puede asumir. Con los ciclos económicos pasa lo mismo. El ciclo económico promedio dura cinco años, y el ciclo en que estamos hoy ya es de ocho. El ciclo más largo registrado es de 10 años, así que la historia sugiere que estamos llegando tarde y cuánto más tarde llegamos, más se elevan los riesgos de que el ciclo llegue a su fin.

Esto es especialmente importante dado el envejecimiento de la población mundial. De media, los inversores necesitan adoptar menos riesgos hoy que hace una década, y deben ser particularmente conscientes de la posibilidad de que el ciclo termine en cualquier momento.

James Swanson es estratega jefe de MFS.

Renta variable y sectores clave para los próximos meses

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Renta variable y sectores clave para los próximos meses
Pixabay CC0 Public Domain. Renta variable y sectores clave para los próximos meses

Las últimas revalorizaciones observadas nos muestran que los principales índices, tanto de zonas desarrolladas (salvo la bolsa japonesa) como emergentes, cotizan en unos niveles de valoración que se encuentran muy cerca de la parte alta del rango histórico que han tenido siempre, con la excepción del período 1998-2000. Esta situación hace que la capacidad de mejoría desde los niveles actuales sea limitada. No se espera una expansión de múltiplos puesto que el crecimiento de las economías, aunque cada vez mayor, no deja entrever una aceleración importante del crecimiento económico.

Para ver hasta dónde puede llegar la renta variable en los próximos trimestres deberíamos poner el foco en la evolución de los beneficios empresariales (la E del PER). Como es lógico, en la medida en que estos beneficios continúen con su mejoría podremos esperar una mayor revalorización de este activo. En este sentido, hemos visto en los últimos trimestres que las compañías norteamericanas continuaban superando las expectativas con unas estimaciones de los analistas que apenas se han revisado a la baja. Del mismo modo, en la Eurozona las compañías están publicando por lo general, mejoría de ingresos y de beneficios y éste será el tercer trimestre consecutivo de crecimiento de beneficios a nivel agregado.

Aunque en estos niveles el recorrido de las bolsas va a depender de la capacidad de mejoría de los beneficios de las compañías, hay varios sectores que en los próximos años van a tener un crecimiento superior al esperado para la renta variable.

Sector financiero (bancos y aseguradoras): la normalización de los tipos de interés que hemos observado desde el verano pasado va a permitir que los ingresos de bancos y aseguradoras vayan incrementándose en la medida en que los tipos de interés gradualmente recuperen niveles más normalizados.

Sector tecnológico: el desarrollo incipiente del mundo Internet impulsará el crecimiento de beneficios del sector tecnológico muy por encima del promedio de sectores de la economía real. Estamos ante una revolución que va a cambiar las pautas de actuación de las generaciones presentes y futuras (sobre todo los denominados millennials) y asistiremos a un mayor desarrollo en temas fundamentales como conectividad, medios de pago, seguridad informática, comercio electrónico o almacenamiento en la nube.

Tercer sector: el sector salud tiene un potencial de crecimiento de beneficios superior a la media. Cada vez vivimos más años y pretendemos vivir mejor. Sectores como la biotecnología con descubrimiento de nuevos fármacos, la gestión de hospitales, los seguros médicos, la gestión de residencias para personas mayores o el desarrollo de tecnologías para la prevención y la curación van a tener importantes crecimientos de beneficios durante la próxima década.

En definitiva, prevemos que la renta variable mantenga su buen comportamiento en los próximos trimestres, aunque para ver el recorrido potencial habrá que fijarse en la capacidad de las empresas para hacer crecer los beneficios.

Columna de Miguel Macho, director de Gestión Discrecional de Deutsche Bank España