El resto del mundo supera a EE.UU. en el primer semestre de 2017

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El resto del mundo supera a EE.UU. en el primer semestre de 2017
Foto: Flickr, Creative Commons. El resto del mundo supera a EE.UU. en el primer semestre de 2017

Hemos alcanzado la primera mitad de 2017 y parece un buen momento para reflexionar. A pesar de las preocupaciones de principios de año sobre cómo podría el riesgo geopolítico afectar a los mercados, de momento 2017 ha ofrecido a los inversores unos retornos importantes en varias clases de activos. La combinación de un buen crecimiento económico, baja inflación y un mercado poco volátil ha creado un entorno favorable para que activos de riesgo como las acciones o los bonos corporativos funcionen. Pero, ¿puede continuar este crecimiento?

Por primera vez desde 2010 en el mercado global de renta variable la rentabilidad registrada en el resto del mundo ha sido mejor que el de las acciones estadounidenses.

En las economías desarrolladas las tasas de crecimiento son a día de hoy las mejores desde la crisis financiera. En la zona euro los datos del PIB son considerablemente superiores a los máximos pre-crisis, y en EE.UU. sucede lo mismo de manera más significativa. Los países emergentes están más rezagados, pero casi todos se han unido a la recuperación.

Esperando la inflación

Dado este repunte en la actividad, el escenario parece preparado para un despegue de la inflación. En este sentido, creemos que veremos presiones inflacionistas pronto. No obstante, de momento continúa moderada, pese a una baja tasa de desempleo y una muy generosa política monetaria, factores que tienden a favorecer una inflación más alta.

Desde nuestro punto de vista, el contexto actual implica un entorno de mercado que favorece a los activos de riesgo, como las acciones, por encima de los bonos gubernamentales. Sin embargo, los mercados de activos de riesgo han registrado resultados sólidos desde el verano de 2016, por lo que creemos que la recompensa potencial de invertir en ellos es inferior que antes. 

Pensamos que nos encontramos en un “equilibrio frágil”. Los riesgos económicos tienen una doble vertiente. Por un lado, una ralentización del crecimiento es un claro riesgo para el rendimiento del mercado, aunque parezca improbable por el momento. Por otro lado, un crecimiento económico más rápido también puede ser problemático, ya que podría forzar a la Reserva Federal estadounidense a subir los tipos de interés más rápido de lo previsto, lo que podría desestabilizar los mercados.

El riesgo de valoración, una preocupación

Sin embargo, el principal riesgo para el valor de las inversiones es el riesgo de valoración. Hace un año muchas clases de activos estaban extremadamente baratas. Hoy en día este no es el caso, los precios de los activos están a niveles más “normales” que los de 2016, por lo que si algo va mal podrían producirse periodos de volatilidad en los mercados.

Perspectiva general sobre los activos de riesgo

Tanto los bonos corporativos como las acciones están más caras con respecto al año pasado porque los mercados han sido fuertes, pero el entorno económico se mantiene favorable. Lo que realmente importa es cómo el panorama va a evolucionar en comparación a lo que el mercado espera. La dificultad que presentan los bonos corporativos es que los precios ya reflejan las buenas noticias.

Respecto a las acciones, tenemos una preferencia por las acciones “del resto del mundo desarrollado” sobre las de EE.UU., concretamente Europa y Japón. Las acciones de mercados emergentes ya no son tan baratas como antes, pero, por ahora y en comparación con otras opciones disponibles, creemos que siguen pareciendo atractivas.

Y en cuanto a bonos…

En lo que va de año los mercados de bonos han proporcionado retornos de entre el 1% y 5% en distintos segmentos, lo que supone un tercio de lo que ofrecían en 2016. Sin embargo, los rendimientos están ya cerca de nuestras previsiones para el conjunto de 2017, por lo que las expectativas podrían ser superadas.

La deuda de los mercados emergentes es la que, de momento, ha proporcionado mayores retornos, seguida de los bonos corporativos high yield con ratings BB y por debajo.

La Reserva Federal de EE.UU. ha empezado a incrementar los tipos de interés, aunque con cautela, asegurándose de que los mercados no sobre reaccionaran.

Esperamos que los tipos de interés estadounidenses continúen subiendo lentamente y, como los precios de los bonos decrecen cuando suben los tipos, esperamos ver una reducción en el precio de los bonos gubernamentales y en los bonos corporativos con grado de inversión. Esta es una de las razones por las que preferimos el mercado de bonos de las economías emergentes antes que otras partes del universo de renta fija. Con respecto a la deuda en moneda local de los mercados emergentes, los tipos de interés están muy altos en comparación con lo que se encuentra disponible en los mercados desarrollados.

Sin embargo, también hay amenazas para los bonos. La principal es si la Fed sube los tipos de interés más rápido de lo esperado porque la inflación presente una tendencia más destacada. Entonces, se produciría una caída en el precio de los bonos.

En renta variable…

Los mercados de renta variable globales están siendo este año relativamente sólidos, proporcionando una rentabilidad mejor de la esperada a pesar de las significativas preocupaciones geopolíticas.

Los principales acontecimientos del mercado, incluyendo la agenda de la nueva administración estadounidense, el Brexit, las preocupaciones sobre los ensayos de misiles en Corea del Norte y las elecciones francesas, han fracasado en obstaculizar el rally de la renta variable.

Las acciones han tenido un recorrido por encima de nuestras previsiones en los retornos a largo plazo desde principios de este año, y ahora están un poco caras. En nuestra opinión, la selección de valores y el mix regional serán incluso más importantes en la segunda mitad de este año. No esperamos una bajada notable de la renta variable, con la economía mundial aparentemente en recuperación y con la “reversión de la globalización” incapaz de ponerse en marcha como se temía en un principio. Aun así, creemos que las acciones han alcanzado, en general, su “valor justo”.

2017: desajuste entre sentimiento y realidad

Para la segunda mitad del año, veremos cómo inversores que han esperado para invertir más en renta variable, especialmente en acciones de mercados emergentes, lo vuelven a considerar; esto podría motivar el próximo auge en los mercados. Además, podría suponer un interesante contraste con aquellos inversores que intentaron elegir sus puntos de entrada y salida del mercado basándose en los resultados esperados de los acontecimientos geopolíticos a principios de año. La mayoría han alcanzado un éxito limitado, demostrando que no se debería intentar predecir el mercado y que la diversificación de la cartera es de lejos la mejor opción.

Joseph Little, jefe de Estrategia Global de HSBC Global Asset Management

 

 

¿Pueden los bancos centrales agriar la fiesta a los mercados?

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¿Pueden los bancos centrales agriar la fiesta a los mercados?
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Kliem Photo. ¿Pueden los bancos centrales agriar la fiesta a los mercados?

En las últimas semanas, el discurso de los principales bancos centrales ha seguido una misma línea, la del endurecimiento monetario, lo que ha hecho subir los intereses de los bonos. Comentarios puntuales del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y del Gobernador Carney, del Banco de Inglaterra, han dado paso a la especulación sobre la inminencia del fin del periodo de tipos de interés extremadamente bajos o negativos, y de los programas de flexibilización cuantitativa.

La Fed se está planteando abiertamente qué momento escoger para comenzar a reducir su balance, tras subir los tipos oficiales en junio por cuarta vez en este ciclo de endurecimiento monetario. Y después está China, donde el Banco Popular de China (BPC) está buscando el equilibrio, tratando de introducir un endurecimiento de su política monetaria que permita reducir el excesivo apalancamiento en el sistema financiero sin causar una contracción del crédito.

En nuestra opinión, tiene sentido que los bancos centrales comiencen a normalizar sus políticas, ya que la buena situación de los mercados financieros y del crecimiento económico mundial probablemente sigan mejorando en los próximos años. Sin embargo, la persistente ausencia de presión sobre los precios y los diversos problemas estructurales, como el escaso crecimiento de la productividad o la elevada desigualdad de las rentas, sugieren que esta normalización política tendrá que ser muy gradual.

Así pues, no cabe esperar que los bancos centrales pisen el freno a fondo y hagan descarrilar a los mercados financieros. Existen no obstante otros riesgos de cola, como el alarmante incremento del apalancamiento en China, que potencialmente podrían actuar como catalizadores de la volatilidad en los mercados financieros.

Deuda pública alemana y estadounidense

Debido a la compresión de sus niveles de rentabilidad, los principales mercados europeos de renta fija resultan poco atractivos en comparación con Estados Unidos, desde el punto de vista de la relación riesgo/rentabilidad. Esperamos una convergencia de los diferenciales de intereses de la deuda estadounidense y alemana. El repunte económico de la zona euro deja espacio para ello, mientras que en EE.UU. parece lejano todavía el impulso del crecimiento propiciado por la rebaja de impuestos. Además, las nuevas subidas de tipos que podría practicar la Reserva Federal se ven limitadas por la debilidad de la inflación. Teniendo en cuenta que el diferencial entre la deuda alemana y estadounidense a 10 años se sitúa todavía cercano a sus máximos históricos, nos decantamos por los bonos del Tesoro americano y no por los bunds alemanes.

La deuda de mercados emergentes

Conservamos nuestras buenas perspectivas para la deuda de mercados emergentes (en moneda local), aunque esta categoría continúa estando caracterizada por importantes diferencias en cuanto a rentabilidad entre los distintos países. En varias naciones sigue existiendo margen para la introducción de (más) medidas de estímulo monetario, ya que la inflación está descendiendo. Esto debería resultar favorable para sus respectivos tipos locales. Puesto que su inflación está bajando, sus intereses reales siguen resultando atractivos en comparación con otros mercados de renta fija, especialmente los de las economías avanzadas. Cabe esperar que prosigan los flujos de entrada de fondos en esta categoría de activos, ya que el posicionamiento de los inversores globales de renta fija en este segmento no se muestra saturado todavía.

El mercado de tipos locales que más atractivo nos resulta sigue siendo el mexicano. Confiamos en que el gobierno y el banco central del país lograrán contener la inflación, al menos en el futuro cercano, al igual que han hecho sus vecinos de la zona.

Existen dos factores, que son particulares de este país, y que han motivado que los precios suban en México: el debilitamiento del peso antes y después de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el pasado mes de noviembre, y la liberalización definitiva de los precios del petróleo y el gas en el mercado interior, a principios de 2017.

Los efectos temporalmente más negativos de estos factores ya han quedado atrás, pero además el Banco de México ha subido notablemente los tipos de interés para contrarrestar el riesgo de incremento de la presión inflacionaria o de las previsiones de inflación. Puesto que nuestra previsión es que el banco central logre contener la inflación, nos hemos posicionado en la zona ventral de la curva de swaps mexicana.

Recientemente hemos adoptado también una posición a largo en el rublo, a causa de la presión a la que se ha visto sometida esta divisa debido a la ampliación de las sanciones impuestas por la UE y EE.UU. y a la bajada de los precios del petróleo.

Diferenciales de la deuda periférica

Hemos vuelto a adoptar posición a corto en los mercados de renta fija de Italia y España. Tras las elecciones francesas, los diferenciales de la deuda periférica se han estrechado. El motivo del cambio de posicionamiento es que los diferenciales actuales no reflejan la transición hacia la normalización de la política monetaria (la extinción paulatina del programa de compra de bonos del BCE).

Precaución en crédito asiático y high yield

En crédito, nuestra categoría preferida es la deuda financiera subordinada. Su valoración respecto a otras categorías de crédito resulta atractiva. Asimismo, la situación de tipos de interés en aumento y pronunciamiento de las curvas de tipos resulta favorable para el sector financiero. El crédito asiático y la deuda privada high yield resultan menos atractivos según sus actuales valoraciones.

En la siguiente figura se resumen nuestras perspectivas en cuanto al atractivo de los distintos mercados de deuda pública y categorías concretas de activos de renta fija, en función de las valoraciones, los parámetros técnicos y los fundamentales.

Kommer van Trigt es responsable del equipo macroeconómico de renta fija global de Robeco.

Volatilidad: ¿Se puede comprar de forma eficiente a través de ETPs?

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Volatilidad: ¿Se puede comprar de forma eficiente a través de ETPs?
. Volatilidad: ¿Se puede comprar de forma eficiente a través de ETPs?

Es usual para quienes trabajamos en el mercado escuchar a los que saben, decir cosas como “se espera que la volatilidad aumente” o “esperamos volatilidad para los próximos meses”. ¿Pero cómo se puede invertir en volatilidad?

En primer lugar, es importante tener claras las posibilidades que ofrece el mercado para invertir en volatilidad: una primera posibilidad sería hacerlo mediante el uso de contratos futuros (del VIX), otra sería a través de la compra de opciones (considerando que el precio de las opciones está directamente relacionado a la volatilidad), pero también puede lograrse a través del uso de “Exchange Traded Products” (ETPs), que pueden separarse esencialmente en ETFs o ETNs. La principal diferencia entre estos dos es que el primero es un fondo, mientras que el segundo es una nota o un certificado, lo que implica que no compra de forma directa los activos que componen el índice. En este breve artículo abordaremos algunos de los principales ETPs que pueden utilizarse para invertir en volatilidad y analizaremos su eficacia en el cumplimiento de su función.

Como es sabido, el VIX (CBOE Market Volatility) se ha convertido en la herramienta más utilizada para medir la volatilidad en el mercado. Este índice mide las expectativas de volatilidad y se compone en su totalidad de opciones call y put del S&P 500 a 30 días de vencimiento.

Si bien el VIX es el índice más reconocido en el mercado, es importante tener en cuenta que el mismo no puede ser replicado. Dicho de otra forma, no se puede invertir en algo que se comporte igual a dicho índice. A raíz de este impedimento es que han surgido en el mercado una gran cantidad de índices que invierten en futuros del VIX y que sí son replicables por diferentes ETPs.

En el cuadro debajo pueden observarse los retornos móviles YTD y de 1, 3 y 5 años (al cierre de julio 2017) del VIX y de índices que invierten en futuros del VIX (el primero utiliza futuros de uno y dos meses, el segundo de cuatro a siete meses,  mientras que el tercero, más dinámico, resulta de la combinación de los dos anteriores). A su vez, debajo de cada índice se muestran algunos instrumentos comúnmente utilizados para replicar a cada uno y se incluyen también instrumentos apalancados e inversos al VIX.

Es interesante ver como, por un lado, ninguno de los índices de futuros tiene un comportamiento similar al VIX y, por otro lado, como los ETP sí tienen un comportamiento similar a su respectivo índice (NO al VIX). En el siguiente gráfico pueden observarse con claridad las diferencia entre los índices de futuros y el VIX.

La principal conclusión a la que pretendemos llegar tras lo dicho y tras analizar las cifras presentadas es que los ETPs que se encuentran en el mercado son muy buenos para replicar sus respectivos índices, pero ninguno de ellos es eficaz si estamos buscando tener exposición al VIX. Por lo tanto, a pesar de que estos ETPs podrían ser utilizados para trading y para especular con la volatilidad en el muy corto plazo, no creemos que sirvan como un allocation “buy and hold”.

Santiago de Haedo es es especialista en análisis de productos de inversión, seguimiento e interpretación del mercado de valores internacionales en LATAM ConsultUs

 

 

Viento a favor de los emergentes

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Viento a favor de los emergentes
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Edgardo W. Olivera. Viento a favor de los emergentes

Hasta ahora ha sido un año excelente para los mercados emergentes. El crecimiento se está acelerando en la mayoría de los países, la inflación está en el nivel más bajo registrado, las tasas de interés están disminuyendo y sus bolsas están superando de forma evidente a las de los mercados desarrollados. La rentabilidad de las acciones de los emergentes supera en más de 10 puntos porcentuales a las de los mercados emergentes en lo que va del año. Gran parte de este éxito se debe a dos factores: la percepción de un menor riesgo sistémico en China y los persistentemente bajos tipos de interés en Estados Unidos y Europa.

En años anteriores, China planteó los mayores retos a los mercados emergentes: una sorpresiva desaceleración del crecimiento junto con la fuga de capitales y un rápido aumento de la deuda. En 2015 y principios de 2016, el temor de una posible crisis sistémica en China alcanzó niveles tan altos que afectó a los mercados financieros a nivel mundial. Los mercados emergentes, en particular, se vieron seriamente afectados por las salidas de capital y las fuertes devaluaciones de la moneda.

Desde entonces, las autoridades de Pekín han logrado aliviar gran parte de las preocupaciones. China introdujo amplios controles de capital para restringir las salidas, mientras que las medidas de estímulo puestas en marcha han abordado la desaceleración de su crecimiento económico. Especialmente la mejora del mercado de la vivienda ha desempeñado un papel importante en la restauración de la confianza. Desde finales de 2016, una regulación más estricta de los bancos en la sombra, que son responsables de la mayor parte del crecimiento del crédito de los últimos años, ha ayudado también.

En general, la percepción de los inversores hacia el riesgo sistémico chino ha mejorado significativamente. Esto se refleja claramente en los diferenciales de los CDS del gigante asiático, que han caído fuertemente desde febrero de 2016 y han vuelto a los niveles anteriores a 2014. Sin embargo, todavía hay muchas preguntas sobre la sostenibilidad del modelo de crecimiento impulsado por el crédito chino. Pero siempre y cuando el riesgo chino siga estando descontado, los mercados emergentes tendrán una buena carrera en el horizonte.

BCE y Fed

Hay otro factor que ha ayudado a la reciente recuperación de los mercados emergentes: la postura persistentemente acomodaticia de la política monetaria en Estados Unidos y Europa. A lo largo de este año, las expectativas del mercado sobre el endurecimiento de las políticas se han ido postergando gradualmente. Esto significa que los tipos de interés en EE.UU. y Europa apenas están aumentando, si es que aumentan, y los inversores todavía están dispuestos a buscar retornos en los mercados emergentes.

El resultado: fuertes entradas de capital, apreciación de divisas y caída de los tipos de interés. Este efecto se refleja en un mayor crecimiento del crédito y en un rápido aumento tanto del consumo como del gasto de inversión. Las últimas cifras de inflación en Estados Unidos y Europa y el tono de las declaraciones de la Fed y del BCE no parecen indicar que este entorno favorable para los mercados emergentes está a punto de cambiar.

Dada la percepción en el mercado de que la economía china puede mantener su alta tasa de crecimiento y dado que hay pocas razones para preocuparse por los tipos en los mercados desarrollados, los mercados emergentes siguen disfrutando de un viento a favor.

Maarten-Jan Bakkum es estratega senior del equipo de multiactivos de NN Investment Partners.

 

La menor calidad de la deuda investment grade y high yield impone cautela en el mercado de renta fija

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La menor calidad de la deuda investment grade y high yield impone cautela en el mercado de renta fija
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Laura Nicola . La menor calidad de la deuda investment grade y high yield impone cautela en el mercado de renta fija

Tradicionalmente, la renta fija desempeña un papel fundamental como contrapeso en una cartera diversificada. En un entorno en el que los inversores persiguen el rendimiento y los diferenciales parecen especialmente estrechos, es importante tener en cuenta esta función clave y gestionar la renta fija con la prudencia adecuada.

El fuerte interés en la deuda corporativa ha impulsado el precio de los bonos y ha llevado a un endurecimiento de los spreads en deuda tanto investment grade como deuda high yield.

Investment grade

La deuda estadounidenses investment gradeofrece poca compensación en la actualidad, dados los niveles de spread relativamente estrechos. Además, los cambios en la composición y la duración del índice investment grade revelan una tendencia descendente en su calidad y un aumento en la sensibilidad a los tipos de interés.

La calidad del índice investment grade ha disminuido respecto a hace una década, ya que la proporción de bonos con calificación BBB ha aumentado de forma constante. Ese tipo de deuda representan ahora el 49% del índice US Investment Grade Corporate Bond, frente al 36% de mediados de 2007.

Además de la proporción de BBBs en el índice, como muestra el spread de investment grade y un spread ajustado a la calidad. Este último ajusta el diferencial histórico de la deuda investment grade corporativa utilizando el peso de BBB a 30 de junio de 2017 para indicar cuál habría sido el diferencial de índice si el peso actual de BBB hubiera prevalecido a lo largo del período.

La distribución histórica de la deuda investment grade parece estar subestimada en relación con este spread histórico ajustado por calidad. Esto subraya aún más la magnitud de la estrechez de los niveles de spread de hoy.

Además, la duración ha aumentado en el índice desde los años noventa. La disminución de los tipos de interés, el alargamiento del vencimiento de la deuda (la madurez media ponderada de en investment grade es de 10,9 años frenet a la de 10,3 años de hace una década) y los cupones más bajos que han acompañado a los tipos más bajos han aumentado la sensibilidad a los tipos de interés del mercado de bonos investment grade (gráfico 4).

En el cuadro 5 se muestra que los tenedores de bonos de investment gradeestán recibiendo un pago menor por cada unidad de duración en comparación con hace algunos años, con una compensación actual no muy lejana a los mínimos de 2007 y 1997 en esta medida.

En resumen, la calidad de la deuda investment grade ha disminuido, el riesgo de duración ha aumentado y la compensación por unidad de duración ha disminuido. Así, tanto el riesgo de crédito como el riesgo de tipos han aumentado mientras que las valoraciones han aumentado. Esto ha creado un entorno de inversión con poco «margen de seguridad», que exige un enfoque prudente que priorice la preservación del capital.

Deuda high yield

La deuda high yieldtambién parece cargada de riesgos. Esta clase de activos se caracteriza por una cíclicidad que refleja el ciclo económico. En consecuencia, el riesgo de incumplimiento es un factor importante del rendimiento total. Por lo general, los inversores no reciben una compensación por una asignación estratégica a los segmentos de menor calidad del mercado de deuda high yield

porque cualquier ventaja de carrypercibida tiende a ser compensada por mayores pérdidas en los precios, lo que redunda en rendimientos totales promedio comparables o menores. La deuda high yield también ha tendido a reaccionar más como las acciones que los bonos de baja volatilidad ante una oleada de ventas y a ser vulnerable al riesgo a la baja.

Esto se ve claramente en el gráfico 6, que muestra los diferenciales ajustados por pérdida por tramo de calificación. En el CCC, las emisiones de menor calificación en el mercado de deuda high yield, el diferencial ajustado por pérdidas es actualmente negativo cuando se tienen en cuenta las pérdidas históricas.

Aunque el perfil de retorno del tramo CCC argumenta en contra de una asignación estratégica a lo largo del tiempo, este segmento del mercado muestra una mayor dispersión de los rendimientos que la observada en las otras porciones del mercado de deuda high yield (BB o B), sugiriendo que existen oportunidades para añadir valor con prudente selección de valores.

Se impone la prudencia

Dada la riqueza de los mercados de crédito y los bajos retornos esperados causados en parte por los bajos rendimientos disponibles en el mercado, así como el mayor riesgo y complejidad del entorno, los inversores harían bien en concentrarse en ampliar el conjunto de oportunidades, seleccionando activamente, permitiendo asignaciones flexibles cuando sea apropiado y construyendo carteras con controles prudentes de gestión de riesgos para asegurar una compensación adecuada del riesgo.

El crédito corporativo ofrece oportunidades, pero la compresión extendida ha dejado muchas valoraciones adulteradas. En este contexto, la preservación del capital es importante. El coste de oportunidad de mantener la calidad parece bajo en comparación con el riesgo de un evento de crédito adverso. Nuestro estribillo: Preservar el capital para vivir y luchar otro día.

James Swanson es investment officer y estratega jefe de MFS Investment Management.

¿Alguna vez ha habido tanto riesgo en la seguridad?

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¿Alguna vez ha habido tanto riesgo en la seguridad?
CC-BY-SA-2.0, FlickrGoogle, principal buscador de Internet.. ¿Alguna vez ha habido tanto riesgo en la seguridad?

Este ciclo es difícil de comprender. Las acciones de Facebook, Amazon, Apple, Netflix, Microsoft y Google han registrado sólidas ganancias durante el último año y, juntas, suponen casi la mitad de la rentabilidad total del S&P 500 a pesar de representar apenas el 15% de la capitalización de este mercado. ¿Estamos ante un mercado alcista o una burbuja?

Comparar lo que está ocurriendo con las burbujas anteriores probablemente arroje un resultado engañoso. En el mercado actual, lo que está alimentando las distorsiones en los precios es el miedo de los inversores a las pérdidas, no su deseo de no quedarse fuera de las ganancias, y los nuevos vehículos y estrategias de inversión no hacen sino amplificar este efecto. Los riesgos de pérdidas de valor pueden esconderse en rincones inesperados.

La historia no siempre rima

Reza el dicho que la historia no se repite, pero sí rima. Sin embargo, la excepcional revalorización de los valores tecnológicos estadounidenses difiere bastante de la burbuja de finales de la década de 1990, cuando las empresas de comunicación y telecomunicaciones se pusieron a la cabeza del mercado empujadas por una oleada de salidas a bolsa con precios inflados.

Por un lado, no se trata ni mucho menos de un fenómeno mundial: las bolsas europeas, sin ir más lejos, están dominadas por empresas de la “vieja economía”, como petroleras, tabaqueras, farmacéuticas y bancos. Además, la inversión empresarial actual palidece comparada con el boom de la década de los 90, que giraba en torno a las infraestructuras físicas en la misma medida que el software, y creó las infraestructuras de telecomunicaciones modernas necesarias para prestar servicios de internet (a pesar de que una gran cantidad de capitales especulativos se evaporaron).

La financiación también es diferente, ya que las empresas jóvenes permanecen en manos privadas durante mucho más tiempo que la última vez, cuando la bolsa demostró ser un voluntarioso proveedor de capital para nuevos proyectos empresariales y se pusieron de relieve las llamativas valoraciones de las empresas en sus etapas iniciales.

Una y no más, santo Tomás

Si el último boom de la tecnología no nos ofrece una analogía útil para lo que está pasando, tenemos que buscar explicaciones en otra parte.

En su última carta a inversores, titulada There They Go Again  Again, el afamado inversor Howard Marks hace sonar la alarma sobre los elevados precios de los activos en todo el espectro, desde las acciones hasta los bonos de alto rendimiento y la deuda de los mercados emergentes. En ella, describe un entorno donde “las conductas de riesgo son habituales”.

Estoy de acuerdo en que el efecto del comportamiento de los actores del mercado encaja con la visión de Marks, pero creo que hemos alcanzado este punto del ciclo en los precios de los activos prácticamente sin el optimismo o la actitud de búsqueda del riesgo sobre la que Marks alerta.

De hecho, creo que los motivos de los inversores podrían ser más bien los opuestos: escaldados todavía por la crisis financiera, desean fervientemente evitar las pérdidas de capital, incluso a corto plazo, y necesitan rentabilidades estables de ese capital. La creencia generalizada de que las perspectivas de la economía mundial siguen siendo muy inciertas —percepción amplificada por un panorama político marcado por una inestabilidad sin precedentes— no estimula precisamente la confianza.

Mientras que la mayoría de mercados alcistas y burbujas se nutren del énfasis de los inversores en las plusvalías y su consiguiente miedo a quedar fuera de las ganancias, creo que esta fase de mercado se ha visto impulsada por un deseo abrumador de conseguir seguridad para el capital o, quizá, unas ganancias moderadas. Las inversiones que ofrecen certidumbre en los rendimientos (con independencia de los activos subyacentes) o en el crecimiento (los colosos tecnológicos) han captado los mayores flujos de inversión. Estas tendencias se han mantenido prácticamente sin cambios durante años.

Sin embargo, colectivamente este comportamiento de rechazo al riesgo ha elevado los precios de los activos hasta niveles alarmantes. Allí donde fluye el capital, se producen las lógicas revalorizaciones. Así pues, los precios de activos aparentemente seguros y estables se han disparado, lo que significa que quienes poseen activos con vistas al largo plazo se enfrentan a un mercado realmente difícil donde la seguridad nunca antes había tenido tanto riesgo.

Nuevos últimos compradores

Si estoy en lo cierto y los mercados han subido a causa de un exceso de prudencia, entonces ¿de dónde salen los últimos compradores? Por citar a otro gurú de la inversión, Warren Buffet dice: “Lo que hacen los sensatos al principio, los insensatos lo hacen al final”. Es habitual que las fases de auge en los precios de los activos terminen atrayendo a los inversores que al principio eran escépticos. Así ocurrió ciertamente con la burbuja tecnológica original, cuando los escépticos que se habían quedado al margen estaban asumiendo cada vez mayores cantidades de riesgo vinculado a los índices, y también riesgo profesional, hasta que la mayoría de ellos se vieron obligados a sumarse a la fiesta.

Pero esta vez no son los escépticos lo que están subiéndose al carro y empujando cada vez más al alza los precios. Más importante aún es el auge de los nuevos vehículos no discrecionales, como los fondos pasivos, los fondos cotizados y las estrategias cuantitativas. De nuevo, merece la pena recordar que estas decisiones de asignación de activos generalmente no se basan en una actitud de tolerancia al riesgo, sino que representan un deseo de tener un acceso barato al mercado, nada más.

La mentalidad conservadora de los inversores también se refleja en el crecimiento de las estrategias de baja volatilidad. Su objetivo es conseguir rentabilidades absolutas moderadas mediante la inversión en activos de baja volatilidad, reduciendo así el riesgo de sufrir pérdidas de capital. Sin embargo, cuando los inversores entran en masa en activos concretos durante periodos prolongados, la volatilidad que registran esos activos desciende, ya que las pérdidas de valor se reducen por las persistentes compras.

Lo que parece estar ocurriendo en estos momentos es que las entradas continuas en los colosos tecnológicos estadounidenses están alimentando un ciclo que se perpetúa a sí mismo. A este respecto, cabe destacar que estos valores tienen una volatilidad realizada menor que los valores de consumo básico o de servicios públicos. Este hecho habrá estimulado la demanda de las estrategias cuantitativas de volatilidad mínima y los fondos cotizados, así como de las estrategias pasivas basadas en la capitalización bursátil.

Entender lo anterior ayuda a explicar no solo la evolución de los grandes valores tecnológicos en EE.UU., sino también por qué se han mantenido las estructuras dominantes de capitalización bursátil en otros mercados.

¿Demasiado riesgo en la seguridad?

Es indudable que los inversores harían bien en tomar nota de las advertencias lanzadas por Marks sobre los precios de muchos activos. Podría ser verdad, como él mismo señala, que los inversores de estilo value suelen hacer sonar la alarma pronto, pero existen ciertamente suficientes ejemplos de asignaciones orientadas hacia los activos de mayor riesgo (y de activos de mayor riesgo que pasan a ser inversiones generalizadas) como para tomarnos una tregua.

No obstante, creo que es importante tener en cuenta la psicología dominante entre los inversores (las motivaciones de los actores relevantes) a la hora de evaluar las ganancias conseguidas durante los últimos años. A diferencia de la burbuja anterior, la búsqueda generalizada de la seguridad y la aversión a las pérdidas de capital son los factores que están alimentando los avances de los gigantes tecnológicos estadounidenses en bolsa.

Eso me lleva a extraer conclusiones muy diferentes sobre dónde residen los riesgos de sufrir pérdidas de capital sustanciales si realmente nos estamos aproximando al final del mercado alcista posterior a la crisis financiera.

Podría ocurrir que los valores que no resultan atractivos para aquellos que sienten una fuerte aversión a las pérdidas de capital terminen siendo, paradójicamente, los que mejor aguanten. En otras palabras: si el precio por evitar la volatilidad es elevado, podrían obtenerse réditos económicos asumiendo la volatilidad que otros rechazan.

Paras Anand es responsable de renta variable europea de Fidelity.

Volatilidad del precio del petróleo: ¿estamos ya fuera de peligro?

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Volatilidad del precio del petróleo: ¿estamos ya fuera de peligro?
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Javi. Volatilidad del precio del petróleo: ¿estamos ya fuera de peligro?

Después del golpe sufrido este verano, los precios del petróleo han vuelto a subir a unos 50 dólares por barril. Mi recomendación, en vista de la volatilidad del precio del petróleo, es aguantar. Las buenas noticias son que ya hemos pasado por esto antes. Las malas noticias… que ya hemos pasado por esto antes.

Creo que, finalmente, el mercado del petróleo se corregirá por sí solo. La demanda prevista está en alza y, según mi punto de vista, dado que pocas empresas petroleras pueden obtener ganancias razonables con los precios del petróleo a los niveles actuales o inferiores, la producción y los inventarios tendrán que descender gradualmente.

Varias empresas han recortado gastos y asesoramiento ante las llamadas de atención del segundo trimestre, y se orientan a mantener los gastos dentro del flujo de efectivo en 2018, teniendo en cuenta el entorno más suave de los precios de la materia prima. Aunque los recortes a corto plazo se concentran en el capital no productivo (o sea, proyectos a largo plazo), creo que las empresas reducirán gastos de explotación en 2018 si los precios caen a menos de 50 dólares por barril.

Me parece que los recortes en los gastos son un acontecimiento positivo por dos razones. En primer lugar, las empresas están demostrando que tienen la flexibilidad para ajustar gastos a corto plazo en un entorno de precios del petróleo más bajos. En segundo lugar, los recortes suponen menos proyectos de explotación nuevos, lo que podría generar un vacío importante en la producción en 2019 y 2020, cuando empiecen a decaer las explotaciones submarinas actuales y otros proyectos convencionales.

¿Qué ocurrirá si los precios del petróleo se mantienen bajos durante más tiempo?

Según mi opinión, el mayor el riesgo es que el acuerdo de recortes de suministro de la OPEP se viniera abajo sin que hubiera una recuperación suficiente de los niveles de inventario, lo cual podría inundar el mercado con un exceso de suministro que mantendría los precios bajos. Si los precios del petróleo no se recuperan, muchas empresas podrían afrontar carencias de flujo de efectivo disponible en la segunda mitad del año.

Bajo circunstancias normales, las empresas podrían endeudarse o emitir acciones para obtener efectivo, pero la rentabilidad ha sido relativamente alta, mientras que los precios de las acciones en el comercio de energía han estado cayendo, de modo que los inversores que sufrieron pérdidas en recesiones anteriores han abandonado el sector. Es probable que pocos inversores se arriesguen a financiar proyectos que parecen poco rentables sólo por razones de crecimiento, por lo que las empresas tendrán que replantearse sus estrategias y planes comerciales. Algunas empresas esperan atraer inversores generando rendimiento patrimonial a través de la preservación del capital. ¿Puede tener éxito esta estrategia si se mantienen los precios bajos durante más tiempo? Es un tema que estoy siguiendo muy de cerca.

Así, pues, ¿qué están haciendo los inversores en este momento?

Por ahora, los inversores de capital parecen estar esperando que los precios del petróleo desciendan a 40 dólares por barril o incluso a 30 dólares antes de regresar al mercado. Algunos especulan que el actual estancamiento podría presagiar una recuperación más lenta dado que los inversores a largo plazo se mantendrán a la espera hasta que vean precios de saldo.

Ryan McGrail, analista sénior de crédito de Loomis Sayles (afiliada a Natixis Global AM).

La mejora de la economía deja espacio a los bancos centrales para planificar sus movimientos de salida

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La mejora de la economía deja espacio a los bancos centrales para planificar sus movimientos de salida
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: BCE. La mejora de la economía deja espacio a los bancos centrales para planificar sus movimientos de salida

El entorno económico global está disfrutando de un momento dulce, especialmente en Europa, donde los últimos indicadores empresariales, como el Índice de Gestor de Compras Manufacturero están alcanzando nuevos máximos. En este entorno, el BCE seguirá siendo acomodaticio, pero también está preparando gradualmente a los mercados para su próximo movimiento.

Banco Central Europeo

En Europa, el Banco Central Europeo se muestra últimamente más expresivo preparando al mercado para la normalización de su política monetaria no convencional a partir de 2018. La secuencia será una reducción gradual de las compras de activos hasta la eliminación del programa, y a continuación se iniciará el ciclo de subidas y la estandarización del balance.

Dicho esto, la Reserva Federal ha demostrado que el proceso puede ser muy largo (la Reserva Federal frenó su programa de compras en 2013 y no empezó a subir los tipos hasta 2015). Por eso, creemos que el cambio de política del Banco Central Europeo será un tema importante en el mercado en el segundo semestre del año, lo que hará subir los tipos europeos a finales de año. Los factores que habrá que observar serán la inflación subyacente y las condiciones del mercado laboral, ya que son los que determinarán la actuación del Banco Central Europeo.

Reserva Federal

Por otro lado, la Reserva Federal continuará subiendo los tipos ante la constante mejora económica, la sólida situación del mercado laboral y las expectativas de un aumento de la inflación tras la debilidad de las últimas cifras de inflación. Actualmente, las expectativas del mercado sobre el ciclo de subidas de la Reserva Federal difieren de los “puntos” (las proyecciones de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto), ya que el mercado espera un ciclo de subidas más gradual, aunque la reducción de su balance será bastante más lenta (llevará tres años).

En Estados Unidos, el énfasis estará en la implementación de las políticas pro-crecimiento de Trump y cómo afectarán al crecimiento y a la inflación. Si la inflación sigue siendo moderada y el crecimiento más frágil, la Reserva Federal tendría que rebajar sus deseos de endurecer la política para adaptarse a las expectativas del mercado.

Asia y los mercados emergentes

En Asia, se espera que el Banco de Japón siga con su política monetaria actual, y es posible que el Banco Popular de China también quiera eliminar algo de acomodación. En los mercados emergentes, las condiciones monetarias siguen siendo en general acomodaticias y Brasil, India y Rusia todavía tienen espacio para realizar ajustes de tipos.

Philippe Ithurbide es economista jefe de Amundi AM.

La política económica de Trump es perfectamente coherente

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La política económica de Trump es perfectamente coherente
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Robert Pittman . La política económica de Trump es perfectamente coherente

El programa económico de Donald Trump no es ni incoherente ni impredecible. De hecho, se trata de una forma muy contundente de neomercantilismo. Este mercantilismo fue un sistema que tuvo lugar durante los siglos XVII y XVIII en Europa y que consistía en los esfuerzos de los Estados más poderosos por acumular riqueza protegiendo su industria mediante aranceles elevados y obligando a los socios comerciales más débiles (las colonias, en aquel momento) a aceptar unas condiciones comerciales injustas.

La esencia del programa económico de Trump preconiza exactamente lo mismo. Y esta suerte de nacionalismo económico no es en absoluto una escuela de pensamiento que se ha forjado únicamente en Estados Unidos. La idea económica en la que se cimienta el Brexit o los programas económicos propuestos por partidos de extrema derecha en Francia o los Países Bajos respaldan objetivos similares.

No cabe duda de que el liberalismo económico y la globalización han demostrado tener sus defectos, lo que, en parte, explica la tendencia actual. Pero la cuestión más urgente para los mercados es: ¿cuáles serán las consecuencias de esta transición hacia políticas mercantilistas?

Consecuencias

Se nos ocurren al menos dos. La primera es la inflación. La política de Donald Trump se aplicará en un momento en que la inflación ya está repuntando prácticamente en todo el mundo, si bien en diferentes medidas. Y aunque el liberalismo, la globalización y la innovación han sido corrientes precursoras de la deflación, es probable que el apoyo mediante aranceles a los sectores industriales tradicionales poco competitivos fomente la inflación. Por tanto, el aumento cíclico de la inflación podría verse reforzado por la previsión de una inflación estructural mayor. Claramente, en la actualidad los mercados de renta fija no están descontando este riesgo.

La segunda consecuencia será la generación de tensiones comerciales que podrían lastrar la actividad económica mundial o incluso aumentar las primas de riesgo políticas en ciertas regiones.

Recordemos que el mercantilismo finalizó, principalmente, por dos motivos: el primero es que la creciente animadversión hacia los socios comerciales provocó, en varias ocasiones, que las guerras comerciales se convirtieran en guerras reales.

El segundo motivo es que los economistas finalmente concordaron con la postura de David Ricardo, según la cual el comercio mundial no es un juego de suma cero. En vez de intentar robar volúmenes comerciales los unos a los otros, los países deberían comprender que promover el libre comercio es ventajoso para todos. En otras palabras, el mercantilismo genera ganadores y perdedores y, por tanto, inestabilidad. Los inversores en renta variable tienen razón al pensar que vale la pena invertir en los ganadores, y es probable que acudan, principalmente, a los sectores cíclicos y al mercado estadounidense. No obstante, también les convendría prepararse de cara a la inestabilidad.

Didier Saint-Georges es managing director de Carmignac.

La preservación de capital es hoy día la clave en el mercado de renta fija

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La preservación de capital es hoy día la clave en el mercado de renta fija
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Evone. La preservación de capital es hoy día la clave en el mercado de renta fija

No son tiempos corrientes. Las incertidumbres han llegado en masa: bancos centrales mundiales que ya planean retirar sus programas de expansión cuantitativa, estancamiento económico estructural, altos niveles de deuda, tendencias demográficas adversas, disfunción política, tensiones geopolíticas elevadas y la irrupción de nuevas tecnologías.

Al mismo tiempo, los precios de los activos han aumentado y la volatilidad del mercado sigue siendo baja. Los retornos esperados son los más bajos de una década. Los inversores son notablemente optimistas, a pesar de la complejidad y la incertidumbre del entorno actual y están llevando a cabo estrategias de alto riesgo en la búsqueda de rendimientos. En nombre de esta búsqueda, los inversores también se apresuraron a comprar acciones que se comportan como bonos­, lo que ha llevado a altos precios y baja rentabilidad de dividendos para estos activos.

El deseo de captar ingresos, combinado con un repunte en el crecimiento global, ha dado lugar a un fuerte interés de los fondos de pensiones y otros inversores institucionales por la deuda corporativa tanto high yield como investment grade. Esto ha llevado a que los diferenciales de los bonos corporativos estadounidenses caigan a niveles por debajo de sus mínimos posteriores a la crisis financiera y que el precio de los bonos suba.

Las empresas ahora pueden recaudar dinero en algunos mercados de bonos estadounidenses a un coste más bajo, en relación a los bonos del gobierno, de lo que lo han hecho en la última década. El ambiente favorable también ha creado el contexto para que las compañías emitan bonos de mayor duración.

El resultado es que los mercados crediticios parecen «descontar la perfección» en un contexto que está lejos de ser ideal. Dada la multitud de factores estructurales que pesan sobre la economía mundial y la posibilidad de que podamos entrar en las últimas etapas de un ciclo económico, la inversión en renta fija debe centrarse en la prudente preservación del capital. Un inversor en este mercado lo que necesita ahora mismo es preservar el principal y ya luchará otro día.

Los mercados de crédito parecen aún más forzados cuando se evalúan sobre una base de calidad y sensibilidad a los tipos de interés. Los inversores deben ampliar sus oportunidades y seleccionar activamente valores con miras a una gestión prudente del riesgo para asegurar una compensación adecuada. Después de todo, invertir consiste en asegurar que la prima de riesgo capturada compense adecuadamente los riesgos asumidos.

James Swanson es investment officer y estratega jefe de MFS Investment Management.