CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ministério da Indústria. Los cambios que traerá Davos
Hemos sido testigos de un sorprendente avance en Davos la semana pasada, cuando el presidente de Estados Unidos revisó el intercambio comercial global y su propio modelo económico global, a la vez que la Casa Blanca indicaba que ya no percibe a la economía como una ecuación de suma cero, contrario a su postura hasta la fecha.
Si volvemos la vista a la toma de posesión y al discurso de Trump hace un año, podemos recordar que claramente se refirió a la necesidad de generar la mayoría de empleos posibles suelo estadounidense, especialmente en el sector industrial, con el fin de beneficiar a sus ciudadanos. Esta visión del mundo tuvo un gran impacto en la política comercial, porque la relación de cooperación con otros países o regiones del mundo ya no era una alternativa, y el surgimiento de este concepto marco el camino de una probable guerra comercial con un efecto drástico en los conceptos arancelarios.
Un análisis de los sucesos en Davos sugiere que la estrategia de la administración Trump se ha modificado debido a la presión de China. Xi Jinping no asistió al foro económico de Suiza, pero los debates más intensos parecen haber partido de los representantes de China. El propósito es desarrollar e incrementar los efectos del programa “Belt and Road” que China inició en 2013, con el fin de convertir a China en el núcleo del comercio mundial.
El motor francés está gripado
El segundo punto que podemos destacar de lo sucedió la semana pasada es el crecimiento en Francia, que llegará a casi 2% en 2018, pero la tendencia no podrá ir más allá de esta cifra en el corto plazo. La razón principal es que el crecimiento de Francia se posiciona en contra de su incapacidad material de avanzar a mayor velocidad.
El país está pagando el precio del flojo impulso experimentado desde el 2011.
En un mundo tan cambiante, Francia parece a veces haberse detenido y sufrir esta inercia. En el periodo actual, cuando la historia parece haber retomado impulso, las presiones en la producción significan que es necesario un nuevo impulso y que el país necesita encaminarse por una ruta de mayor crecimiento de la que está acostumbrada.
Philippe Waechter es economista en Jefe de Natixis Asset Management, filial de Natixis IM.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Savara. El ocaso del Reino Unido: una tesis exagerada
La renta variable británica alcanzó un máximo histórico en 2017, pero si se compara con la renta variable mundial (en dólares estadounidenses), se situó más bien en el vagón de cola. La exposición de los inversores internacionales a las acciones del Reino Unido ha caído a niveles de 2009, cuando el sistema bancario se encontraba bajo amenaza. Esto se ha derivado de las preocupaciones en torno a la depreciación de la libra esterlina y las perspectivas económicas del Reino Unido, que sufren el lastre de las negociaciones sobre el Brexit. No obstante, esta situación ha creado oportunidades para 2018.
Los mercados bursátiles descuentan el futuro, de ahí que las valoraciones ya reflejen un alto grado de incertidumbre política. Como inversores activos, nos centramos en las valoraciones, y no en las noticias. Resulta imposible anticipar la evolución de las negociaciones sobre el Brexit o su impacto en la economía. Con todo, el mercado de renta variable del Reino Unido es el tercero más grande del mundo, además de ser la sede de un amplio abanico de compañías multinacionales, por lo que no solo refleja la suerte del país británico.
Más de un 70% de las ventas registradas por las compañías que integran el índice FTSE 100 proceden de otros países. Estos valores cotizan con un significativo descuento respecto de sus homólogos europeos y estadounidenses, lo que protege en cierta medida las acciones británicas frente a buena parte de las penurias implícitas.
A la zaga de los mercados
Irónicamente, aunque en términos absolutos el mercado del Reino Unido presente valoraciones máximas, existen más oportunidades para comprar valores baratos que en años anteriores. No solo el Reino Unido ha quedado a la zaga de los mercados intencionales al alza, sino que además el mercado bursátil británico se ha tornado cada vez más polarizado. Los inversores han dado la espalda a segmentos enteros del mercado, bien porque los consideran víctimas del Brexit, bien porque, en su opinión, se verán afectados por la tecnología.
Si analizamos una serie de parámetros de valoración (por ejemplo, el rendimiento por dividendo o el ratio precio/beneficio), las acciones del Reino Unido son baratas con respecto a otros mercados desarrollados. En cuanto al ratio precio/valor contable, y en comparación con EE. UU., las valoraciones han tocado suelos que no se veían desde el punto álgido de la burbuja de las telecomunicaciones, los medios de comunicación y la tecnología en el año 2000. De hecho, de entre los valores que forman parte del índice FTSE 350, 85 alcanzaron recientemente mínimos relativos de 53 semanas.
Si los inversores siguen eludiendo la renta variable británica, y si las valoraciones se mantienen en cotas relativamente bajas, las compañías internacionales probablemente seguirán aprovechándose del descuento de valoración del Reino Unido, así como de la debilidad de la libra esterlina, y continuarán pujando por sus homólogos británicos. Algunos ejemplos de esta situación en 2017 provinieron de WS Atkins, una empresa de servicios de ingeniería, y Berendsen, una compañía de servicios de lavandería, que fueron adquiridas por competidores internacionales, por no mencionar la tentativa de adquisición de Unilever por parte de Kraft.
¿Víctimas del Brexit?
Las compañías que reciben la apelación genérica de ‘víctimas del Brexit’ figuran entre las más infravaloradas. Algunos valores de sectores como el ocio, la distribución minorista y los medios de comunicación cotizan a unas valoraciones que no se observaban desde la desaceleración económica de 2009. ¿Cuáles de estas empresas son capaces de capear un entorno económico potencialmente peor y ganar cuota de mercado? O, ¿qué valores descuentan ya un ‘armagedón económico’? ¿Están viviendo estas acciones británicas su propio momento ‘T1 de 2009’ (cuando se registró la última buena oportunidad de compra)?
Los altibajos en las negociaciones sobre el Brexit resultan difíciles de prever, pero los equipos directivos de las firmas deberían estar preparándose siempre para el futuro, en lugar de quejarse de lo caótico que se revela el Brexit. El mundo de los negocios y la incertidumbre van de la mano. Así que, en lugar de aguardar una mayor claridad, las cúpulas directivas deberían fortalecer sus actividades para que puedan afrontar el día de mañana y, en caso necesario, revaluar sus modelos de negocio.
“En los negocios, siempre reina la incertidumbre […] En mi opinión, la incertidumbre representa una oportunidad, y la oportunidad actual es que el resto del mundo está creciendo a una tasa muy superior a la de Europa” dice Sir James Dyson.
El Brexit constituye un típico ejemplo de enconado divorcio. Se trata de dinero frente a acceso (no para visitar a los hijos, sino para operar en los mercados). Si el acuerdo financiero definitivo con la UE se considera perjudicial, entonces toda debilidad cambiaria posterior mejorará el acceso del Reino Unido al mercado de la UE. El punto álgido del rencor se experimentará a principios de 2018. No obstante, esto no es algo en lo que nos centraremos. En su lugar, concentraremos nuestra atención en el valor de las compañías basándonos en sus fundamentales.
Richard Colwell es director de Renta Variable Británica de Columbia Threadneedle.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Víctor. Por qué los mercados siguen ascendiendo
Llevamos solo cuatro semanas del nuevo año y las conversaciones que he tenido con los clientes en este 2018 ponen de relieve por qué las bolsas siguen escalando: la demanda de rendimientos de los inversores no ha menguado un ápice. El riesgo requerido para generar rendimiento no parece importar a los inversores: están más centrados en conseguir una rentabilidad o una renta más próxima a la tasa de inflación. La valoración les preocupa menos y, mientras persista esta mentalidad, los mercados seguirán subiendo.
En Europa, la demanda de rendimientos es muy acusada y la culpa la tienen los tipos de interés negativos. El objetivo de la política monetaria del Banco Central Europeo es mantener la estabilidad de los precios. A ojos del BCE, lo importante es fijar un tipo de interés adecuado e importa muy poco si ese tipo adecuado resulta negativo. Pero a los inversores sí les importa que sea negativo: por lo general, desean al menos recuperar su capital. Cuando el tipo de interés está en su nivel normal, una inversión en un activo sin riesgo garantiza la devolución del capital más un interés. A medida que se asume más riesgo de inversión, la probabilidad de anotarse una pérdida aumenta, de forma imperceptible al principio, pero llega hasta un 10% en una cartera de renta fija.
El incremento del riesgo viene acompañado de una mayor rentabilidad esperada, de ahí que la probabilidad de sufrir pérdidas no suba indefinidamente, sino que se estabiliza en un nivel en torno al 30-40% después de asumir un riesgo similar al de la renta variable. Por tanto, una cartera adecuada para un inversor sería la que ofreciera la rentabilidad esperada máxima en función de la probabilidad de pérdida indicada por aquel. La probabilidad indicada representa la aversión al riesgo del inversor. Sin embargo, cuando los tipos de interés son negativos, un depósito a plazo fijo tiene garantizada la pérdida de capital.
En este entorno perverso, se necesita riesgo de inversión para reducir la probabilidad de pérdida. Los bonos europeos presentan una probabilidad de pérdida en torno al 50%. Son solo las clases de activos como los bonos corporativos investment grade y high yield, las acciones y las inversiones alternativas donde un inversor tiene una probabilidad superior al 50% de recuperar el capital. En un mundo con tipos de interés negativos, el deseo de proteger el capital es un indicador de la tolerancia al riesgo, no de la aversión al riesgo.
Posibles desencadenantes de una caída
Obviamente, resulta fácil ser tolerante al riesgo cuando todos los mercados se han comportado tan bien. Eso podría cambiar fácilmente si los mercados giran a la baja. La asunción excesiva de riesgo generalmente provoca pánico, y cuanto más dure la asunción de riesgo, mayor podría ser la corrección, pero ninguno de los baches que hemos visto en las bolsas durante los últimos años ha espantado a los inversores. Más bien al contrario: los reveses se han interpretado como oportunidades de compra. ¿Qué podría cambiar eso y, por ende, provocar una caída de los mercados? Apreciamos dos posibles desencadenantes:
Los tipos de interés suben, y nos devuelven a la normalidad.
Un acontecimiento exógeno golpea el mercado (por ejemplo, un suceso político) y los inversores se sienten incómodos al darse cuenta de los exagerados niveles de riesgo que están asumiendo.
El BCE sigue siendo extremadamente conservador (equivocadamente, en mi opinión, ya que está estimulando el comportamiento descrito arriba). Las actas de la reunión de diciembre del BCE sugieren que se va a anunciar la fecha de finalización de las compras de activos, pero eso todavía es reducir los estímulos cuantitativos, ni hablar de una subida de tipos. Debido a ello no veo cómo se va a cambiar la actitud de los inversores ante la aversión al riesgo y, por lo tanto, preveo que la demanda desaforada de rendimientos continuará.
La necesidad de mantenerse vigilantes
Por definición no prevemos una crisis exógena, pero los movimientos de alta frecuencia de los precios después de un acontecimiento de estas características nos dirán mucho sobre la tolerancia de los inversores a las caídas. Si se produce un suceso así, pero los descensos son escasos y duran poco, tendremos otro año de tolerancia al riesgo por delante. En contadas ocasiones había sido tan imperativa como ahora la necesidad de vigilancia para un responsable de asignación de activos. Por lo tanto, mi atención se centra en:
El comportamiento del Banco Central Europeo.
La evolución de la inflación.
Los indicadores técnicos de la bolsa.
Por el momento, estas señales de alerta emiten luz verde, pero eso podría cambiar muy rápido. No rehúyo el riesgo, pero prefiero exponerme a la duración en EE.UU. y no en Europa, donde parece considerablemente más probable que se revisen las valoraciones ante un banco central que va rezagado.
David Buckle es responsable de Soluciones de Inversión en Fidelity.
Foto: jl.Cernadas, Flr, Creative Commons. Beneficiarse de la recuperación del sector financiero, con Edmond de Rothschild
El negocio bancario tradicional podría elevar su rentabilidad, especialmente en Estados Unidos, tras la última subida de tipos de la Fed (hasta 1,25-1,50%); más aún tras anunciar tres subidas más para el 2018 que acaba de comenzar. En Europa la subida de tipos podría no comenzar hasta 2020, pero ya a partir de enero de 2018 se comenzará a reducir el volumen de compra mensual de activos.
También a primeros de diciembre pasado se conocía la aprobación de la nueva normativa Basilea III, que tiene por objeto ayudar a reducir una variabilidad excesiva en los activos ponderados por riesgo, mejorando además la capacidad de comparar y la transparencia de los ratios de capital de los bancos. Labuena noticia es que las reformas aprobadas no exigen más capital a los bancos para poder absorber pérdidas, más allá de lo establecido en 2010,cuando el coeficiente mínimo de capital quedó determinado en el 6%.
Parece pues un buen momento para tomar posiciones en instrumentos que inviertan en el sector financiero, adelantándose a una recuperación. Ésta es la alternativa que ofrece la clase I del fondo Edmond de Rothschild Financial Bonds de la gestora Edmond De Rothschild AM, que terminaba 2017 con una rentabilidad del 10,09%.
Se propone como objetivo superar la rentabilidad del índice Bank of America Merrill Lynch Euro Financial Corporate, en el horizonte de inversión recomendado, a través de una cartera expuesta a títulos de renta fija emitidos principalmente por instituciones financieras internacionales.
Para conseguirlo, el fondo se gestiona activamente e independientemente de ningún índice. El Bank of America Merrill Lynch Euro Financial Corporate se utiliza únicamente como referencia comparativa. El fondo buscar capturar el atractivo rendimiento ofrecido por la deuda financiera híbrida, parte integrante de la estructura de capital de las compañías, limitándose al mismo tiempo su volatilidad.
El gestor principal del fondo es Julien de Saussure, gestor de Carteras de Crédito y analista especializado en deuda financiera desde 2009. Incorporado al grupo Edmond de Rothschild en 2006, Julian de Saussure es gestor de carteras de crédito y analista del fondo Edmond de Rothschild Financial Bonds desde 2012. Con anterioridad fue analista de fusiones y adquisicines en Deutche Bank. Julien de Saussure se licenció por la Escuela de Estudios Superiores de Comercio de Paris, HEC Paris, con especialidad en Finanzas (Finance major).
El universo inicial de inversión combina las oportunidades que ofrecen los componentes del índice Bank of America Merrill Lynch Euro Financial con otras externas al índice. Estas oportunidades externas incluyen bonos financieros rescatables en el año o emisiones que tienen un nominal inferior al mínimo requerido para ser incluido en el índice, bonos sin calificación (por ejemplo, algunos CoCos) o emisiones en libras esterlinas, francos suizos y dólares. El gestor aplica al universo resultante un filtro cualitativo y cuantitativo para reducir su cobertura activa a 120-130 emisores.
A continuación se lleva a cabo un posicionamiento geográfico top-down. Se combinan análisis de riesgo económico y de riesgo del sector financiero para asignar una calificación crediticia (de 1 a 5) por país, al objeto de posicionarse en lo que denominan su ‘zona de confort’. Una zona de confort que está compuesta por países fuertes con sistemas financieros sólidos, como Francia y Alemania en este momento.
En la siguiente fase se aplica una combinación de análisis bottom-up cuantitativo y cualitativo por emisor. Se consideran factores cualitativos como resultados financieros, calidad del equipo directivo, historia de la compañía y su actitud hacia accionistas y bonistas y distribución de dividendos, junto con factores cuantitativos como diversificación, estructura de capital, liquidez, calidad de los activos y financiación, beneficios, solvencia y tests de stress.
En un análisis posterior bottom-up por emisión, se tienen en cuenta cuestiones de liquidez, legales y de valor relativo. En esta última etapa se lleva a cabo un proceso de análisis relativo, tanto entre distintos emisores como de diversas emisiones dentro de cada emisor.
Se llega así a una cartera en la que un mínimo del 75% corresponde a una asignación estratégica – con emisiones más defensivas o emisores más sólidos y foco en el potencial del carry, que incluye liquidez – y el 25% restante a una asignación táctica, que incluye instrumentos con mayor riesgo potencial, pero también con mayor potencial de subida, y que suele demandar una mayor rotación de la cartera. Resulta así una cartera concentrada que refleja las convicciones más sólidas de los gestores, con límites predefinidos en lo que a apetito por el riesgo se refiere.
Las mayores ponderaciones en la cartera del fondo, excluyendo derivados, corresponden por zona geográfica a Francia (25,1%), Reino Unido (12,6%), Italia (10,6%), Holanda (10,3%), Suiza (9,20%) y España (8,9%). Por sector un 65,1% está invertido en el sector bancario, un 28,6% en el asegurador y un 6,4% en liquidez. Los cinco emisores principales son BNP Paribas SA (4,9%), Société Générale (4,7%), Credit Agricole SA (4,6%), UBS Group AG (4,6%) y HSBC Holdings Plc (3,2%). El fondo cuenta con un patrimonio global bajo gestión de 1.902,40 millones de euros.
La evolución por rentabilidad del fondo lo sitúa en el primer quintil durante 2013 y 2017, batiendo al índice de su categoría durante 2016. A tres años, registra un dato de volatilidad bastante controlada del 3,8%, que lo sitúa en el segundo grupo de los menos volátiles de su categoría, en el quintil cuatro. A un año, el dato se reduce al 2,56%, con una Sharpe en este periodo del 4,6 siendo su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 2,46%. La suscripción de la clase I de Edmond de Rothschild Financial Bonds requiere una aportación de 500.000 euros. Aplica a sus partícipes hasta un 0,60%, además de una comisión variable del 20% sobre resultados positivos del fondo respecto a su índice de referencia.
El fondo cuenta también con una clase C, más adecuada para inversores individuales, con un requerimiento de inversión mínima de una participación, siendo su último dato de valor liquidativo de 141,74.
Los mercados se mantuvieron volátiles durante el mes de noviembre, mientras que el impulso económico se mantuvo sólido y los resultados de las sociedades europeas del tercer trimestre de 2017 fueron buenos. El PIB de la zona euro avanzó un 0,6% en el tercer trimestre de 2017, las previsiones económicas mejoran y los índices de producción manufacturera están en su nivel más alto desde abril del 2000.
Hay algunas situaciones que siguen bajo vigilancia, con las dificultades de recapitalización de Credito Valtellinese y de Banca Carige en Italia. El mercado primario se mantuvo activo con emisiones de Talanx T2, BFCM T2 y BNP Cardif T3. Crédit Logement presentó una oferta de compra en los antiguos T1 con una prima de 3 a 4 puntos, en la que el equipo gestor participó, y una nueva emisión de T2. La rentabilidad del fondo fue equilibrada en noviembre, tras una corrección marcada en la primera mitad del mes. Los subordinados de seguros y los T2 bancarios contribuyeron de forma positiva a la rentabilidad del fondo, mientras que los CoCos acabaron noviembre en terreno negativo.
Por su evolución tanto por rentabilidad como por volatilidad en los últimos tres años, la clase I del fondo Edmond de Rothschild Financial Bonds obtiene la calificación cinco estrellas de VDOS.
Pixabay CC0 Public Domain. Europa: donde la incertidumbre ocultaba la oportunidad
“Visto desde fuera de Europa, el argumento a favor de invertir en renta variable europea puede parecer descabellado». Ese fue el comienzo de un artículo que escribí a finales de 2013, defendiendo el argumento a favor de invertir en renta variable europea, contrario a la tendencia general. En esta etapa, muchos observadores internacionales se mostraban pesimistas con respecto a la región. No fue una sorpresa ya que los problemas estructurales de Europa son de sobra conocidos: bajo crecimiento del PIB, gravosas normativas e impuestos elevados.
Como repite a menudo la Canciller alemana Angela Merkel, Europa cuenta con el 7% de la población mundial, con el 25% de su producto interior bruto (PIB) y con el 50% de su gasto social.Pero a pesar de estos retos, hay muchas empresas líderes a nivel mundial bien gestionadas con sede en Europa con valoraciones relativamente atractivas que parecieron ser buenas inversiones a largo plazo.
Por supuesto, sigue siendo cierto que Europa no es el hogar de las superestrellas de las redes sociales e Internet. Por otro lado, hay muchos otros sectores y nichos especializados dominados por europeos, que ofrecen rendimientos atractivos de capital y elevadas barreras de entrada. Las perspectivas de estas empresas no van ligadas al PIB de los países en los que tienen su sede o en los que se fundaron. ¿Qué tal lo han hecho algunas de estas estrellas europeas menos conocidas en los últimos años?
Un sello de calidad
La empresa de productos químicos especializados con sede en Suiza, Sika, comenzó desarrollando sellados para túneles bajo los Alpes suizos.Estos sellados todavía se utilizan ampliamente, ya sea en los túneles bajo el Monte Carmelo de Israel o en los túneles de la nueva línea de metro que se abrirá en Londres en 2018.Pero los sellados de túneles son solo uno de los productos ofertados por Sika de entre un amplio abanico de productos de adherencia, refuerzo y sellado.
Pregunte a cualquier arquitecto que trabaje en un edificio moderno o en una infraestructura y seguro que conoce los productos. Representan una fracción del coste del edificio, pero reducen los costes de construcción y mejoran el rendimiento de la vida útil de la estructura. Estas características atraen la lealtad de los controladores de calidad y dan poder a la hora de fijar los precios. Uno de los inversores en Sika es el fundador de Microsoft, Bill Gates; las acciones han crecido más de un 230% desde finales de 2013 (31 de diciembre de 2013 a 31 de diciembre de 2017).
Si se le pregunta a alguien de qué dependen sus vidas, podrían decir que del agua, el pan o quizá Internet. Pero también dependemos del aire comprimido, porque se utiliza para fabricar muchas de las cosas que utilizamos en todo momento: coches, comida, productos farmacéuticos o en el sector de la construcción, entre otros. El aire comprimido a menudo es una herramienta clave en la moderna producción automatizada.La empresa sueca Atlas Copco domina este sector menos conocido y poco glamuroso con su gama de compresores de aire.
Los productos de la empresa tienen un precio más elevado porque utilizan mucha menos energía que productos de la competencia, y la energía representa el 70 % de los costes de la vida útil; un compresor Atlas es como un coche que puede recorrer mucha más distancia con un depósito de gasolina. Además, los beneficios obtenidos por repuestos y mantenimiento valen muchas veces el precio inicial del producto. Esto quiere decir que la base instalada, mayor cada año, produce un generoso flujo de beneficio constante de márgenes elevados. Atlas es más conocida que Sika y sus acciones se han duplicado en los últimos cuatro años (a 31 de diciembre de 2017).
La revolución del mercado minorista
El crecimiento del comercio minorista por Internet está bien documentado; lo que sucede entre bastidores y que permite a las empresas vender sus productos en línea no siempre es tan evidente. A medida que las compras se trasladan de las tiendas a Internet, se están produciendo grandes cambios en la logística para llevar los productos de forma barata y eficiente a su casa. Una mayor competencia y una mayor transparencia en los precios están estimulando los esfuerzos para reducir los costes logísticos mediante la recogida y clasificación automatizada.
Europa cuenta con algunos líderes en equipamiento de almacenes, como Kion y Jungheinrich. Piense en una carretilla elevadora como en un burro moderno: funcionan mejor, llevan batería y no necesitan descansar. Las acciones de ambas empresas de carretillas elevadoras se han duplicado con creces en cuatro años, debido a la fuerte demanda de sus productos.
Además de la construcción y la automatización, vale la pena recordar que Europa sigue siendo una de las partes del mundo más ricas. Existen diversas empresas excelentes, estables y defensivas que consiguen unas rentabilidades magníficas con la venta de productos y servicios a clientes con un elevado poder adquisitivo. Un ejemplo en este sector sería la cervecera danesa Royal Unibrew, que se centra en la venta de cerveza y refrescos con un margen superior en los países nórdicos e Italia.
Cuando comenzamos a invertir en Royal Unibrew, tenía una valoración inferior a las empresas mundiales de consumo o marca. Pero el objetivo de Royal de controlar los costes y presentar nuevos productos, como la cerveza artesanal, hizo que sus acciones subiesen más del 250 % entre el 31 de diciembre de 2013 y el 31 de diciembre de 2017, una rentabilidad mucho más elevada que la de cerveceras y empresas de bebidas alcohólicas internacionales más conocidas.
Una estrategia a largo plazo para Europa
A título comparativo, los índices europeos han ido tras los estadounidenses, pero se podría argumentar que Europa alberga más potencial porque las valoraciones son más bajas. Europa ha necesitado muchos años para librarse del efecto combinado de la crisis financiera mundial y, después, de la crisis de la deuda europea. Muchas empresas se las han apañado para prosperar a pesar de la situación adversa a nivel político y económico.
Ahora las condiciones económicas han repuntado en Europa y el crecimiento del PIB en la región supera en los últimos trimestres al de Estados Unidos. Con esto en mente, recientemente hemos llevado nuestra atención a las empresas que se han reestructurado en los últimos cinco años y que creemos que están en situación de beneficiarse de las condiciones económicas mejoradas.
Simon Rowe es gestor del equipo de Janus Henderson European Equities.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Perzon Seo. ¿Controlan las mujeres sus finanzas? El momento de actuar es ahora
Si las mujeres están dispuestas a pedir ayuda para construir su educación financiera, entonces pueden hacerse cargo de sus finanzas y tomar ventaja de sus decisiones. Cuando se reúnen mujeres que invierten, asesores y expertos financiero, es una buena oportunidad para hablar sobre como las mujeres pueden tomar las riendas de sus vidas financieras. Y, así lo hicimos. Junto con la revista Redbook Magazine, MFS puso en marcha el primer evento de la serie “Tu tiempo es un activo”. Este primer evento fue nombrado “El momento es ahora”, porque las mujeres no deben esperar para hacerse cargo de sus finanzas. Simplemente hay demasiadas cuestiones en juego, desde perder oportunidades a enfrentarse a crisis financieras. Depende realmente de las mujeres construir su conocimiento financiero y pedir el apoyo de un experto para poder gestionar su dinero de una forma efectiva.
Para que las mujeres comiencen a tomar las riendas de su futuro financiero, nos enfocamos en dos cuestiones en el evento. La primera, ayudar a las mujeres a ver que por el hecho de que potencialmente viven más años y se enfrentan a mayores gastos, necesitan un mayor ahorro para el futuro. La segunda, es ayudar a aprovechar al máximo las opciones que tienen hoy, comprendiendo las consecuencias financieras relacionadas y tomando sus propias mejores decisiones. En el panel de expertos del primer evento participaron Meredith Rollins, editora responsable de RedBook, Maureen Kerrigan, asesora financiera para la firma RBC Wealth Management y Nicole Lapin, periodista financiera, ofrecieron tres puntos clave.
No tener miedo de preguntar
Mientras que todo el mundo quiere sentirse financieramente seguro, según la revista Redbook, muchos de sus lectores tienen miedo a preguntar y obtener la educación necesaria para hacerlo posible. Tanto si se sienten avergonzados por lo que no saben o confusos sobre lo que han oído, las mujeres necesitan replantear ese pensamiento. La falta de conocimiento financiero no está relacionada con la inteligencia, es una función que no hemos tenido oportunidad de aprender. Se presta muy poca atención a la alfabetización financiera en la mayoría de sistemas educativos, y muchas familias simplemente no hablan de cómo gestionar el dinero. Como Nicole señaló, “El dinero es un lenguaje, pero no lo aprendemos en la escuela”.
El problema es, que sin ese conocimiento y sin realizar preguntas, las mujeres pierden su confianza con respecto a las cuestiones de dinero. Muchas se quedan de lado y permiten que sus parejas se hagan cargo de las finanzas. Meredith lo hizo cuando se casó. Pero una visita a un asesor financiero en la que percibió que no se la tenía en cuenta, la impulsó a añadir un mayor contenido financiero en Redbook para ayudar a otras mujeres a evitar sentirse del mismo modo. Dejando esa experiencia al margen, contratar un asesor financiero, especialmente con uno que reconozca muchos de los desafíos únicos a los que las mujeres se enfrentan a la hora de planear sus vidas financieras, merece la pena.
Para aquellas mujeres que de repente se quedaron sin pareja, independientemente de si fue a través de muerte o divorcio, la falta de conocimiento puede llevar a una crisis financiera. Maureen compartió en el evento que tras la muerte de su padre por un ataque al corazón mientras regresaba de realizar el envío de las últimas tasas de la universidad de su hermano, su madre comentó que no sabía donde se encontraba el libro de cheques y que se preguntó si de ahora en adelante sus necesidades estarían financieramente cubiertas. A veces, una experiencia como esta provoca que las mujeres comiencen su aprendizaje. En el caso de Maureen, comentó que hizo la promesa de no permitir que otra persona se hiciera cargo de sus finanzas. Pero, hay mucho más que las mujeres pueden hacer en la actualidad para gestionar sus vidas financieras de una manera menos reactiva y más proactiva.
Actúa, no reacciones
Las mujeres necesitan construir su conocimiento financiero y planificar con antelación, en lugar de sólo lidiar con sus finanzas cuando hay un evento vital o una crisis que las fuerza a ello. En otras palabras, no dejes que tu vida financiera transcurra. Haz que ocurra.
Es imposible evitar todos los imprevistos financieros. Pero si las mujeres comprenden sus elecciones y las consecuencias financieras vinculadas, pueden tomar unas mejores decisiones y obtener más debido a esas decisiones. Todo depende de planificar las finanzas en línea con las metas personales. Por ejemplo, una mujer que planea tener hijos y tomarse un tiempo fuera, debe reconocer el impacto financiero de esa decisión, eliminando posibles incrementos de sueldo y no ahorrando a través del plan de pensiones ligado a la empresa mientras se encuentra fuera del mercado laboral. Es una decisión muy personal, pero las mujeres pueden planificar ahorrando una mayor cantidad mientras están trabajando para compensar por aquellos años que perderán de ahorro. O, las mujeres pueden reconocer que en un punto tendrán hacerse cargo del cuidado de los niños y de los padres, podrían tomar decisiones financieras proactivas para evitar verse descarrilando su seguridad financiera.
Durante la sesión se enfatizó que, si bien nunca es demasiado pronto para comenzar a ahorrar, nunca es demasiado tarde. De hecho, Maureen comentó que cada vez que experimentaba un aumento de sueldo, ahorraba la mitad, pensando en que el día anterior no ganó tanto dinero, por lo que mantener la mitad era ya un extra. Y, definitivamente, realizar un presupuesto, que no debe ser complicado. Por ejemplo, Nicole divide el presupuesto entre gastos esenciales, que deben ser el 70% del presupuesto -alojamiento, transporte y comida-, gastos extraordinarios, entorno al 15% -cafés y entretenimiento, y final del juego, otro 15% -vacaciones y jubilación. Describiendo un buen presupuesto como un plan de gasto sostenible, muy parecido a comer saludable en el largo plazo, en lugar de hacer una dieta de impacto.
Columna de Jenine Garrelick, MFS Senior Managing Director. Esta visión no debería ser considerada como un asesoramiento financiero, ni la recomendación o respaldo de ninguna organización acreditada o de asesoramiento financiero en particular.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Qué tienen en común el bitcoin y la tulipomanía?
Irremediablemente para los inversores más avezados del mercado esta historia, como tantas otras, les resulta familiar. La criptomoneda por excelencia, el bitcoin, acumuló en 2017 más de un 1.300% de revalorización. Es incluso más sorprendente que una semana antes de cierre de año cotizase con una revalorización superior al 2.000%. Auténtica locura compradora.
Traducido a euros, si alguien hubiera invertido 500 euros en enero, aproximadamente tendría 6.500 en diciembre. Esto se debe a que en diciembre de 2016, la divisa virtual cotizaba a 1.000 dólares, cerrando 2017 en entornos de los 13.000 dólares. Menuda jugada ¿verdad? ¿Por qué no habría invertido yo en bitcoin en enero? Si tengo un depósito al 0,10%… No hay semana que alguien no me pregunte y muchos de ellos, incluso amigos personales, me lo echan en cara: “Me dijiste que no comprase el verano pasado, que tenía mucho riesgo, y mira…” Gajes del oficio, otra más para el bote.
¿Qué hay del riesgo?
Al margen de habladurías, foros, prensa y redes sociales varias, no debemos perder la cabeza por las elevadas rentabilidades y pensar en los riesgos asumidos a éstas. Cualquier inversión por pequeña que sea, en cualquier activo, debe medirse, cuantificarse, evaluarse y ponerse en valor para cada persona y su perfil de riesgo.
No cabe duda que el Big Data, el Blockchain, las nuevas tecnologías y los algoritmos asociados a las finanzas, bases de datos y mercados ayudarán a una digitalización mundial en todos los ámbitos y sectores. El sector financiero no será menos. Pero de ahí a depositar mis ahorros y mi patrimonio familiar en una divisa virtual, referenciada quién sabe dónde, sin colateral físico, custodiada por “una comunidad” y que casualmente son los “market makers” o creadores de mercado de la misma, es como para pensárselo. ¿Ha pensado qué haría si estuviese de vacaciones en África y necesitase pagar con su dinero virtual? ¿Y si no hubiese red móvil? ¿sabe lo que es un ciberataque? Resuelva estas simples preguntas y luego piense si el bitcoin es para usted.
No sólo existe el bitcoin: asistimos a la creación de multitud de criptomonedas o monedas virtuales en el mercado, y las que llegarán, pero a buen seguro el bitcoin se lleva la palma.
Huele a tulipán…
La subida espectacular en vertical, al igual que sucedió con los bulbos de tulipán en 1636, el afán comprador por personas ajenas a la inversión que en su vida hubieran depositado un euro en acciones por el riesgo y toda la publicidad que está teniendo el bitcoin, hacen pensar que los patrones de la tulipomanía están muy presentes.
Incluso se da un fenómeno social que siguen todas las burbujas y crisis: personas que dejan su trabajo, o comienzan a trabajar en este nuevo sector. Son muchos los que están comenzando a fabricar bitcoins desde sus casas, con ordenadores y complejos programas informáticos. Incluso se venden equipos especializados para la causa. Al igual que sucedió en la tulipomanía donde todos eran mercaderes de tulipán y en las hipotecas subprime donde todos querían ser constructores, con el bitcoin huele a tulipán…
Cuando el botones te habla de comprar oro, es momento de vender oro
Esta famosa cita de Rockefeller la podemos aplicar actualmente. Todo el mundo habla del bitcoin, los foros, las redes sociales, la prensa, el telediario… A fin de cuentas, todos tenemos un amigo que se ha hecho millonario con el bitcoin.
Por ello, no nos dejemos llevar por los porcentajes, las quimeras, los cuentos de la vieja y la posibilidad de pegar el pelotazo. Pensemos antes de nada si invertiríamos en dólar canadiense, por ejemplo ¿verdad que no? Por desconocimiento principalmente o porque la divisa tiene mucho riesgo. Y ahora hágase la siguiente pregunta: ¿invertiría en algo que no conoce, que no está depositado en ningún sitio, que no tiene contrapartida física, que no se puede tocar, que nadie sabe quién maneja, quién custodia y que tampoco tiene claro el canal o medio para llegar a ello? Dígamelo, ¿lo haría? Si es así, tiene poco amor a su patrimonio.
No cabe duda que la subida es impresionante, a mí personalmente me hubiera gustado comprar millones de bitcoin, ahora a toro pasado, claro. Pero reconozco que nada sube eternamente y cuando le dé por girarse y la música deje de sonar, todos aquellos amigos millonarios habrán desaparecido dejándole a usted pidiendo la última copa en el barco en el bitcoin a 18.000 o a 88.000 dólares. El problema no está en comprar, sino en poder vender cuando uno quiere vender. Las plataformas de negociación aún no están preparadas para la rapidez que demanda el mercado.
En la inversión, como en todos los aspectos de la vida, debe primar el sentido común. Si algo ofrece una rentabilidad elevada es porque conlleva un riesgo asociado elevado. No intente saber más que el mercado y no invierta en modas. Al igual que no se compraría un teléfono móvil de 1.300 euros porque es una moda, no invierta en un valor esperando un 1.300% de rentabilidad. De verdad, olvídelo.
Desconozco si es una burbuja o no, si seguirá subiendo o incluso si dentro de unos años no existirá dinero físico y mi sueldo lo recibiré en coins. Lo que tengo muy claro es que no es para todos, al menos hoy, con la información y los datos que tenemos. A futuro…ver veremos.
Si lo analizamos, nadie se imaginaba que algún día hablaríamos por un aparato llamado teléfono móvil. Welcome technology.
Borja Rubí es asesor de Inversiones, EFA en Renta 4 Banco, en Oviedo
Foto: Archer10, Flickr, Creative Commons. Las empresas y la economía china se benefician de las reformas en curso
Los precios de las materias primas han sido históricamente el catalizador del comportamiento de la renta variable emergente, y es probable que lo sigan siendo en el futuro próximo. En China, sin embargo, hemos visto en los últimos años cómo las acciones se han desvinculado cada vez más de los precios de los productos básicos, lo que refleja el éxito de las reformas.
Las autoridades se han centrado en reducir el exceso de capacidad en industrias intensivas como el acero y el aluminio, y en gran medida, aproximadamente un cuarto de la capacidad de producción de carbón se ha reducido y grandes fundiciones de acero y aluminio han cerrado. Esto no solo ha permitido una mejor utilización de la capacidad y una mejor rentabilidad en estos sectores, sino también un menor impacto ambiental.
De acuerdo con esta tendencia, y dado también el aumento de los precios del petróleo y el gas natural, el índice de precios al productor (PPI) ha aumentado significativamente durante varios meses. Esta aceleración en los precios al productor es significativa para la economía de China, ya que debería alentar precios más altos y, por lo tanto, mayores ganancias. En consecuencia, el aumento de los precios de las materias primas también explica el mejor comportamiento de los mercados emergentes y las acciones chinas en relación con las acciones de los países industrializados.
Otras dos industrias con un alto exceso de capacidad son la construcción naval y producción de energía, incluidas las empresas de generación de energía con una gran proporción de electricidad a base de carbón. Estas deberían ser abordadas por las autoridades como un próximo paso. Dado que el mercado laboral es relativamente saludable, ha habido una resistencia limitada del lado del trabajador para intentar reducir el exceso de capacidad.
La gran visión estratégica con la que China quiere dar forma al futuro también debe tenerse en cuenta. Inspirada en las antiguas rutas comerciales de la Ruta de la Seda, China espera conectar a más de 65 países entre sí a través de su iniciativa «One Belt One Road Initiative» (OBOR), que tendrá como objetivo representar el 40% de la producción económica mundial. El proyecto OBOR abarca dos áreas clave de la política económica de China: promover el comercio y el desarrollo mediante la cooperación en proyectos de infraestructura.
Hoy en día, los efectos del aumento del volumen del comercio chino son evidentes: en los últimos diez años, la proporción de países que exportan a China, especialmente en Europa y África, ha crecido significativamente. Estados Unidos, por otro lado, se está quedando atrás. Esta iniciativa de la Ruta de la Seda podría seguir impulsando el crecimiento del comercio y los beneficios en los próximos años -a medida que el comercio mundial se mueve cada vez más hacia Asia y China- algo que ya está empezando a mostrar signos de crecimiento.
Tribuna de César Muro, responsable de distribución pasiva de Deutsche Asset Management.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Krysiek. Retos para acceder a los mercados emergentes a través de fondos indexados de renta variable
En primer lugar, necesitamos entender el término “mercados emergentes”. Según la definición de Naciones Unidas de 1971, los mercados emergentes son los países menos desarrollados que cuentan con potencial para cumplir con las características de los países desarrollados en el futuro, habida cuenta de su crecimiento económico, la mejora de sus regímenes social y político y sus esfuerzos para eliminar las barreras de entrada y salida del capital de inversores internacionales. Las economías emergentes más destacadas son los países BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Para que los inversores accedan a las economías emergentes a través de vehículos indexados, es necesario que un proveedor de índices global cree índices de referencia que estén basados en un conjunto de reglas para clasificar adecuadamente un país como desarrollado, emergente o mercado frontera. MSCI ha definido cinco criterios de accesibilidad al mercado.
El primero es la apertura a la propiedad por parte de inversores extranjeros, es decir, que no se haga distinción entre los inversores locales o internacionales. Segundo, la facilidad de entrada y salida de capitales, que no se produzcan disrupciones o retrasos y que se haga con un coste eficiente. Tercero, la eficiencia del esquema operativo: las compañías deben de estar bien identificadas, los riesgos operativos mitigados y el proceso de negociación, compensación y liquidación debe ser eficiente. Cuarto, un entorno competitivo: los tipos de cambio no deberían ser abusivos, ni imponerse clausulas anticompetitivas. Y por último, la estabilidad del marco institucional, es decir, la trayectoria a largo plazo del sistema económico del país.
El cambio más reciente y significativo ha sido la decisión de MSCI de incluir las acciones chinas clase A en el índice de mercados emergentes, cambio que se hará efectivo en junio de este año. Su decisión se basa en el hecho de que China ha demostrado una mejora en términos de accesibilidad al mercado como resultado de la expansión del programa Stock Connect que ofrece a los inversores internacionales un esquema de acceso más flexible en comparación con los actuales regímenes Qualified Foreign Institutional Investors (QFIIs) y el Renminbi Qualified Institutional Investors (RQFIIs).
Para negociar acciones en divisas locales, el fondo custodio tiene que abrir las respectivas cuentas de custodia locales. El proceso de apertura de la cuenta no solo es menos eficiente en los mercados emergentes que en los desarrollados, sino que también lleva más tiempo completar la documentación requerida. Por ejemplo, la apertura de una cuenta para acceder al mercado de renta variable de Bombay puede llevar hasta seis meses, mientras que en la bolsa suiza se tarda normalmente unas 48 horas.
Tener la posibilidad de acceder directamente al mercado local de un país sin restricciones es fundamental para un fondo indexado de renta variable si el país en cuestión es parte del índice financiero subyacente (el mercado debe poder replicarse utilizando futuros, ADRs, P-notas o instrumentos financieros equivalentes). En la mayoría de los casos, el mercado local donde cotiza la acción no sólo ofrece los mayores niveles de liquidez, sino que también asegura una réplica eficiente del índice, que se mide por el tracking error del fondo respecto a su índice de referencia. El tracking error ex post anualizado de UBS ETF respecto al MSCI World ha sido de 6 puntos básicos frente a los 26 pb respecto al MSCI EM durante los últimos tres años (2014-2016).
Ofrecer soluciones de inversión competitivas a través de fondos que replican índices pasa necesariamente por hacer una réplica de la mejor calidad posible. Esto a su vez requiere acceso directo al mercado para negociar los valores incluidos en el índice en divisa local sin restricciones, en un elevado volumen y con un bajo coste. Esta es una realidad garantizada en el caso de los países desarrollados, menos garantizada para los emergentes y apenas está garantizada en los mercados frontera.
Tribuna de Pedro Coelho, director de UBS ETF para España y Portugal
. ¿Por qué la renta variable española debería destacar en 2018?
Con el comienzo del año, el escrutinio de la renta variable, una de las clases de activos más cotidiana, es un ejercicio de primer orden para cualquier analista, gestor, intermediario financiero o inversor. El análisis del ciclo, los beneficios esperados, las rentabilidades por dividendo o la interpretación de múltiplos, todo ello en términos absolutos y relativos, son algunos de los instrumentos que utilizamos para tratar de descifrar el valor intrínseco de una compañía o mercado.
Pues bien, sin ánimo de caer en lo que un día de 1991 French y Poterba bautizaron como “home bias” (al cerciorarse de que los inversores americanos contaban en sus carteras de acciones con un 94% de compañías estadounidenses pese a que en aquel momento Estados Unidos representaba el 48% del mercado mundial de renta variable), si analizamos el Ibex por unos minutos, podemos decir que 2018 puede ser el año para mirar “de puertas hacia adentro”.
El Ibex estrena temporada tras un mal comportamiento en relativo y pese a lo esperado por el mercado, lo que da lugar a valoraciones atractivas (PER forward 12 meses en relativo al Eurostoxx50 por debajo de la media de los últimos 25 años).
Con unos ROE a la par de los de las compañías europeas, el bajo rendimiento de la bolsa española con respecto al del Eurostoxx no responde a fundamentales o, lo que es lo mismo, España ofrece el mismo nivel de ROE que la bolsa europea (de aproximadamente un 8%) a precio/valor en libros muy inferior.
La correlación entre los beneficios esperados a 12 meses y el comportamiento del Ibex está prácticamente en mínimos desde verano (momento en que la incertidumbre política se ponía más en precio); esto puede dar lugar a un esperado rerating, posiblemente materializable con la publicación de los resultados empresariales del cuarto trimestre.
Pese a la buena tendencia de las empresas y su desapalancamiento generalizado, el beneficio por acción del Ibex sigue muy por debajo de niveles precrisis, lo que demuestra el enorme recorrido existente en valoración de las compañías españolas.
No se espera que el efecto negativo para las compañías españolas de la traslación de divisas en 2017, año de fortaleza indudable del Euro, se repita con tanta fuerza en 2018.
Rentabilidad por dividendo esperada para el año actual, tan sólo superada por el Footsie100 (medida sobre los principales índices europeos, el S&P500 y el Nikkei225).
Aunque el efecto negativo que la incertidumbre política de 2017 tuvo en el mercado español es innegable, y pese a que dichas inquietudes no se han disipado, la situación actual de recuperación de la economía española es notable y coge tracción. Esto ha de actuar como amortiguador en caso de renovados recelos que pudieran transformarse en caídas de mercado:
1) Las previsiones de crecimiento para los próximos años son las mayores de la Eurozona; además, el crecimiento es ahora más sano y equilibrado, con un sector de construcción que cede peso en la balanza comercial a favor del turismo y con una demanda doméstica que crece con fuerza.
2) La competitividad de la economía española se muestra en el crecimiento armonizado de las exportaciones netas desde el año 2010; esto ha sido posible gracias a la contención de los costes laborales unitarios y a la normalización de la disponibilidad y el coste del crédito a tasas similares a las alemanas y francesas (Fitch señalaba en octubre que el crédito a empresas dejaba de caer por primera vez en seis años).
3) La positiva dinámica en la creación de empleo, donde el recorrido aún es enorme, muestra el todavía considerable potencial de crecimiento de la demanda interna.
4) Cataluña, que representa algo más del 20% del PIB español, se deja 4 décimas trimestrales desde el inicio de la incertidumbre política; esto supone un detraimiento del PIB nacional del 20% de dicho 1,6% de pérdida anualizada. Pese a lo no desdeñable de la cifra, el impacto negativo de la tensión a nivel nacional parece acotado.
Si a todo ello le sumamos el viento de cola procedente de la mayor confianza en la recuperación de la Eurozona, que ya estamos viendo materializada en las rentabilidades de los bonos y del euro, las todavía manifiestas políticas macroeconómicas de apoyo al crecimiento y la expansión acompasada de las principales economías mundiales (no olvidemos que el 36% de los ingresos del Ibex provienen de países emergentes), el mercado patrio reúne muchos de los requisitos para rendir adecuadamente en 2018.