Renta fija emergente: fundamentales sólidos para ayudar a superar la reciente volatilidad del mercado

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Renta fija emergente: fundamentales sólidos para ayudar a superar la reciente volatilidad del mercado
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Xiquinhosilva. Renta fija emergente: fundamentales sólidos para ayudar a superar la reciente volatilidad del mercado

Desde principios de año, las preocupaciones de los inversores por un retorno de la inflación han vuelto a situarse en un primer plano y han desencadenado una fuerte liquidación de bonos del Tesoro estadounidenses. Aun así, al principio los inversores no se inmutaron, puesto que este movimiento reflejaba las sólidas previsiones de crecimiento en Estados Unidos.

El S&P 500 alcanzó un nuevo máximo el 26 de enero, pese a un incremento de 25 puntos básicos del rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años desde finales de 2017. Los mercados de renta fija emergentes resistieron también bien gracias sobre todo a las fuertes entradas de capital en bonos de los mercados emergentes tanto en divisas fuertes como locales: los diferenciales se ajustaron para compensar la subida de los tipos y las divisas de los emergentes continuaron apreciándose frente al dólar.

El aumento de la volatilidad de los tipos, junto con una inflación salarial más alta de lo esperado en Estados Unidos, finalmente tuvo sus efectos y provocó una actitud de exposición negativa al riesgo. Esto dio lugar a una fuerte situación de venta en los mercados de renta variable y que se contagió a todos los activos de riesgo. En menos de tres semanas desde el 26 de enero, el rendimiento de los bonos a 10 años estadounidenses ha aumentado otros 20 puntos básicos, hasta el 2,86%, el S&P 500 ha perdido un 7,6%, el EuroStoxx 50 un 7,7% y los contratos de mercancías a futuro una media del 5,7%.

También la renta fija emergente

Los instrumentos de renta fija de los mercados emergentes también se han visto impactados. Las principales causas que han motivado esta situación de venta han sido externas a la clase de activo y se basa ampliamente en factores técnicos. La mayoría de los inversores ya apostaban por los activos de riesgo a largo plazo, incluida la deuda y las acciones de los emergentes. Puesto que los inversores buscaban reducir el riesgo, los activos con mayor liquidez han resultado los más afectados.

La deuda pública de mercados emergentes en divisas fuertes (-2,68% desde el 26 de enero – con una subida de los diferenciales de 27 puntos básicos, hasta los 291), han resultado penalizados por su duración más larga y por las salidas de flujos de los ETFs, así como por un alto nivel de emisiones desde comienzos de año.

Los bonos de los emergentes en divisa local (-2,10%) resultaron afectados porque los inversores han abandonado sus posiciones largas apalancadas en divisas de estos países frente al dólar. Es evidente que la depreciación de las divisas se mantuvo relativamente contenida ya que las entradas de capital en los bonos y en las acciones de los emergente en divisa local se mantuvieron sin interrupción. 

La ausencia de “dinero caliente” y de ETFs, así como su duración más corta en tipos de interés y diferenciales más amplios, han ayudado a la deuda corporativa de los mercados emergentes a resistir mejor (-1,23%, con diferenciales al alza sólo 9 puntos básicos durante este período, hasta los 249 puntos básicos). El crédito en los mercados emergentes ha registrado por ello mejores resultados que los bonos del estado de los emergentes y que el crédito en Estados Unidos, tanto en el segmento del investment grade como del high yield.

Los datos fundamentales positivos deberían prevalecer

En ausencia de un aumento considerable de la inflación muy por encima de las expectativas actuales, prevemos que los tipos de los bonos del tesoro en Estados Unidos se situarán cerca de sus máximos durante este año. Y como resultado de ello, aunque la volatilidad probablemente se mantendrá elevada en las próximas semanas, tras varios meses de niveles muy bajos, creemos que los mercados de renta fija de los mercados emergentes deberían mantener un buen comportamiento a medio plazo. Los niveles actuales generan por ello oportunidades atractivas de inversión, ya que los datos fundamentales ayudan a superar los datos técnicos.

Además, los datos fundamentales de los bonos del estado y corporativos de los emergentes continúan mejorando. Los indicadores de dispersión del crecimiento de los distintos países son ahora muy bajos, apuntando hacia una recuperación sincronizada del crecimiento en la mayoría de los países emergentes, como se evidencia a continuación:

En todo caso, en las últimas semanas se han producido noticias positivas en varios países:

  • En Brasil, es poco probable que el ex presidente Lula se presente a las próximas elecciones presidenciales de octubre, tras la decisión de la corte de apelaciones de confirmar su condena por corrupción;
  • En China, la demanda doméstica continúa mejorando y las importaciones están creciendo con rapidez (+37% interanual en enero), incrementando así la demanda de bienes y mercancías de los emergentes (las exportaciones a China representan el 8% de las exportaciones totales de los emergentes);
  • En Ecuador, en un reciente referéndum se ha aprobado una reforma constitucional que limita a dos el número de mandatos presidenciales. Esto impedirá al izquierdista Rafael Correa presentarse de nuevo en las próximas elecciones;
  • Las tensiones geopolíticas con Corea del Norte parecen enfriarse, gracias en parte a la llamada diplomacia olímpica;
  • Los temores a una revisión a fondo del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), que podría ser particularmente negativa para México, se están disipando ya que las negociaciones parecen progresar hacia un resultado más positivo;
  • En Sudáfrica, el Congreso Nacional Africano (CNA) en el poder, decidió retirar su apoyo al presidente Zuma, sospechoso de varios casos de corrupción. Se espera que su salida de la presidencia tenga lugar en los próximos días o semanas.

Deuda corporativa

Respecto a los emisores corporativos de los emergentes, en las últimas publicaciones de datos se muestra también un desarrollo predominantemente positivo en lo referente a los datos fundamentales del crédito.

Los cambios de calificación también han sido positivos: en lo que va de año, se han producido 35 mejoras de calificaciones frente a 26 bajadas para los emisores corporativos de los emergentes. Y algo importante, 14 de estas rebajas de categoría se deben a la bajada por parte de S&P de la calificación de la deuda estatal de Brasil a BB-.

El ratio de seguimiento de subidas/bajadas de categorías a 12 meses (excluyendo los cambios de calificación inducidos por la deuda estatal) alcanza ahora por tanto 1,11x, su nivel más alto desde 2011. Para los próximos trimestres prevemos al menos una estabilización de este ratio.

Otro factor destacado en el pasado, ha sido que las subidas de tipos en Estados Unidos no se han traducido necesariamente en una situación de ventas masivas en las clases de activos de renta fija de los eemrgentes. Por el contrario, como se muestra en el gráfico a continuación, si estas subidas en los índices va acompañada de una fuerte actividad económica en Estados Unidos (según las mediciones del índice ISM, Instituto de Gestión de Suministros), a menudo se traducen en resultados positivos.

Finalmente, tras la reciente cascada de ventas, los datos técnicos también han mejorado. El posicionamiento de los inversores es menos extremo, sobre todo en los mercados de Forex, en los que se han reducido notablemente las posiciones cortas en dólares. El inversor en la clase de activo de renta fija emergente tiene ahora una posición más sólida tras el reciente máximo en las salidas de capital producidas por los ETFs.

La gran cantidad de emisiones realizadas en lo que va de año, ya que los emisores intentaban anticiparse a la próxima subida de la Fed, significa que las necesidades financieras para lo que resta de año serán fácilmente gestionables. Finalmente, las valoraciones parecen ser atractivas en comparación con las de los últimos meses: el rendimiento de los bonos estatales (5,73%) y de los bonos corporativos (5,27%) vuelven a marcar niveles que no se habían visto desde principios de 2017. Las divisas también deberían registrar un buen comportamiento, puesto que el diferencial de crecimiento entre los emergenes y los mercados desarrollados es probable que aumente aún más, y la cartera y las inversiones directas en activos de los primeros deberían mantenerse fuertes.

No obstante, el riesgo idiosincrático se mantiene. Por ejemplo, la primera vuelta de las elecciones en Costa Rica ha tenido como resultado un mercado menos favorable de lo esperado; las tensiones geopolíticas en Oriente Medio continúan siendo altas; y entre los emisores corporativos, Teva, una compañía farmacéutica israelí, perdió su estatus investment grade después de que tanto Moody’s como Standard  & Poor’s rebajase su calificación en dos posiciones a principios de año hasta Ba2/BB.

Por ello, la diversificación continúa siendo particularmente importante para evitar cualquier escollo. Esperamos, sin embargo, que estos riesgos se mantengan aislados y sea improbable que afecten a toda la clase de activos de renta fija en los emergentes, que debería beneficiarse de la mejora general de los bonos del estado y de los datos fundamentales de los bonos corporativos en estos mercados.

Karine Jesiolowski es especialista en Inversiones Senior de Renta Fija Emergente en Union Bancaire Privée.

Darwiconomía: captar el crecimiento de los ganadores del mañana

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Darwiconomía: captar el crecimiento de los ganadores del mañana
Pixabay CC0 Public DomainFoto: obsidianphotography. Darwiconomía: captar el crecimiento de los ganadores del mañana

En un contexto macroeconómico de crecimiento mundial moderado, tipos de interés bajos durante un ciclo prolongado y valoraciones atractivas en lo que respecta a la renta variable europea, la mejor estrategia para captar crecimiento y rentabilidad, tanto a medio como a largo plazo, es invertir en empresas europeas innovadoras.

La dicotomía entre acciones de valor y de crecimiento se encuentra superada: sólo los ganadores del mañana son verdaderas inversiones atractivas y la innovación es el mejor indicador a este respecto.

Tras varios años de alza generalizada y cuasi continua de los mercados, el inversor tiene pocas alternativas al respecto: debe y tiene la obligación de ser selectivo. En sentido contrario, la inacción y la pasividad le pasarán factura tanto a los inversores como a las empresas. Los ciclos de adopción de productos, servicios y tecnologías se aceleran, precipitando la aparición de unos, y la desaparición de otros. En esta economía darwinista donde solo sobreviven los más fuertes, los más flexibles y, sobre todo, los más aptos, la innovación es el mejor indicador de esa capacidad de las empresas para adaptarse.

En este contexto, Candriam ha desarrollado un nuevo enfoque basado en esa firme convicción: las empresas innovadoras de calidad son las únicas que presentan una ventaja competitiva duradera que garantice el crecimiento y la rentabilidad en una economía mundial de menor potencial que en décadas pasadas. Bienvenidos a la era de la darwiconomía: adaptarse o morir…

Envejecimiento de la población y escaso aumento de la productividad

En Europa, como en el resto del mundo, el envejecimiento poblacional es un fenómeno que ha llegado para quedarse y, a menos que se produzca un cambio de tendencia —improbable— de política migratoria de los Estados miembros de la zona, lastrará el crecimiento (gráficos 1 y 2). De igual modo, habida cuenta de la debilidad de la inversión productiva desde la Gran Recesión, es poco probable que la productividad vaya a volver a unos ritmos de crecimiento más elevados de un día para otro.

Un endeudamiento sin margen de maniobra

Según muestra el gráfico 3 (Nivel de deuda de Estados miembros de la zona euro), el endeudamiento actual es entre un 50 % y un 100 % mayor que hace treinta años, salvo el de Bélgica. En el lado opuesto de la balanza ocupa un lugar destacado Grecia.

Este peso de la deuda, junto con los criterios de Maastricht, deja poco margen presupuestario de maniobra a la mayoría de los estados para incentivar el crecimiento.

Sólo hay una salida

En este contexto, sólo las empresas innovadoras, de calidad, capaces de crear crecimiento y nuevos mercados por sí mismas, podrán hacerse con una “parte del pastel». Por ello estamos convencidos de que el inversor debe ser selectivo con los valores que escoge para su cartera y exigente con las perspectivas de crecimiento de dichas empresas.

Creación de valor

Por tanto, el estilo de acciones de calidad y crecimiento debería predominar en los próximos años; por el contrario, cabe prever que las empresas de escasa creación de valor y muy dependientes del crecimiento exógeno (como las del estilo de valor) se enfrentar’an a mayores dificultades de forma duradera.

Cambio de perspectiva

Además, a nuestro juicio, la dicotomía entre «acciones de crecimiento» y «acciones de valor» está superada a largo plazo. Hoy día, ningún sector está a salvo. Una acción aparentemente de valor puede en realidad resultar cara, por estar abocada a desaparecer. Por el contrario, una acción que pueda parecer de «múltiplos elevados» hoy día puede resultar ganadora el día de mañana.

En un contexto de aceleración de los ciclos de vida de los productos y de disrupciones con una frecuencia cada vez mayor, el grado de innovación es el mejor indicador de probabilidad de supervivencia y crecimiento de una empresa.

Análisis y selectividad

Para garantizarse la rentabilidad perenne de la cartera, hay que identificar empresas que crezcan hoy, pero sobre todo en un futuro. Sólo con una gestión activa basada en un análisis fundamental de cada empresa en cartera o en el radar de inversion pueden detectarse las tesis de inversión con potencial y excluir los modelos caducos o en vías de caducar. El análisis y la selectividad son cruciales para invertir en empresas innovadoras, las ganadoras del futuro.

Hay varios sectores especialmente expuestos a las innovaciones. El sector agroalimentario, por ejemplo, está en plena transformación. Los consumidores demandan más soluciones naturales en cuanto a conservantes y colorantes. Son más conscientes de cómo la alimentación repercute en la salud y exigen carne sin antibióticos, yogures sin conservantes químicos, platos preparados con menos grasa, menos sal, menos azúcar, etc. Estas tendencias fragmentan más el mercado y aumentan la importancia de los proveedores de ingredientes en la cadena de producción, que tienen que idear soluciones cada vez más complejas e innovadoras. Empresas como Kerry o Chris Hansen se han especializado en este segmento, con éxito.

Por otra parte, el sector del automóvil experimenta una rápida tendencia hacia vehículos más limpios y más inteligentes. También en este caso son los proveedores especializados e innovadores los claros beneficiados. La opinión pública sabe perfectamente que los vehículos diésel están en declive y la solución 100 % eléctrica —que precipitará el derrocamiento del motor térmico— está más cerca de lo que parece. Algunos observadores anuncian que el 70% del parque automóvil será eléctrico de aquí a 2050. Los grandes fabricantes de automóviles demandan materiales más ligeros que consuman menos energía, baterías potentes y poco voluminosas. El vehículo autónomo y conectado también requiere numerosas soluciones tecnológicas tales como sensores, algoritmos, mecatrónica, inteligencia artificial y conectividad. Internet también es parte integrante de este sector; las plataformas para compartir y alquilar representan hoy día toda una amenaza para los servicois tradicionales de alquiler de vehículos.

El sector industrial está en plena transformación: la industria 4.0 es hoy día la norma; los procesos de producción está digitalizados de cabo a rabo. Los productos se diseñan virtualmente, en 3D, y las fábricas inteligentes se encargan de la producción en masa. Esta transformación posibilita repatriar la producción a Europa y, por consiguiente, el empleo, lo que favorece circuitos cortos, más eficaces y económicos. Estos sectores son tan sólo algunos ejemplos de las transformaciones cada vez más numerosas de toda la economía.

Las propias empresas lo tienen claro

La intensa actividad de fusiones y adquisiciones, con el impulso de los grandes compradores chinos y estadounidenses, está poniendo su punto de mira en empresas europeas innovadoras. Los actuales excedentes de liquidez de China, junto con la falta de una alternativa real en un contexto de tipos bajos y crecimiento moderado, seguirán alimentando esa actividad, a la que le resulta muy goloso el saber hacer europeo, como ya les sucedió a las empresas japonesas hace treinta años.

Los ejemplos recientes de fusiones y adquisiciones son numerosos; el grupo chino Midea Group ha comprado Kuka, precursora de la industria 4.0 y líder en soluciones de producción automatizadas para el sector del automóvil, y Softbank se ha quedado con ARM, líder mundial en procesadores para teléfonos inteligentes y tabletas.

En conclusión, el contexto macroeconómico actual (crecimiento mundial moderado, tipos de interés duraderamente bajos, valoración atractiva de la renta variable europea) nos lleva a recomendar la inversión en empresas europeas de crecimiento, innovadoras. La dicotomía entre acciones de valor y crecimiento se nos antoja superada: sólo los ganadores del mañana son verdaderas inversiones atractivas. La innovación es el mejor indicador a este respecto. Creemos que invertir ahora en esta temática es una de las mejores estrategias, por no decir la mejor, para captar el crecimiento y la rentabilidad tanto a medio como a largo plazo.

Tribuna de Geoffroy Goenen, gestor de renta variable europea fundamental de Candriam

2018: Los ojos bien abiertos

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2018: Los ojos bien abiertos
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jonathan Rubio H. 2018: Los ojos bien abiertos

Al comenzar 2018, nos preocupan aún más las valoraciones y, en general, nos inquieta menos el contexto macroeconómico, aunque todavía hay muchas cosas que podrían salir mal.

En resumen, el mercado ha vuelto a ajustarse al alza sobre la base de que el aumento de los beneficios previstos, en 2017 del 15% para el índice MSCI World, se cumplió por primera vez en cinco años, ya que el crecimiento alcanzó las previsiones. Si bien existen pruebas cada vez mayores de crecimiento generalizado del producto interior bruto, en caso de que los consabidos brotes verdes no lograran florecer, en nuestra opinión, el mercado podría reajustar a la baja los múltiplos ante una situación de menores beneficios, lo que daría lugar al conocido “doble golpe”.

En Estados Unidos, a pesar de “la tormenta y el ímpetu” y la sacudida de muchos liberales, el mercado ha disfrutado en general los beneficios de la nueva administración Trump (la reforma fiscal es el mayor logro) sin que ninguno de los principales riesgos se haya materializado hasta el momento (un nefasto cóctel formado por horrores como sería una guerra comercial con China o una guerra nuclear con Corea del Norte).

A favor del Congreso cabe mencionar la aprobación, después de mucho dramatismo, de la única medida que, en nuestra opinión, tendría el mayor impacto positivo a largo plazo sobre la economía estadounidense: la reforma fiscal. Aunque su impacto global sobre las compañías estadounidenses puede ser moderado a corto plazo (pocas compañías estadounidenses importantes pagan un impuesto de sociedades íntegro a menos que sean exclusivamente nacionales), la gran pregunta a largo plazo es si la combinación de la reforma fiscal y los paquetes de inversión a corto plazo (capex) y repatriación de efectivo será suficiente para impulsar un ciclo de inversión en inmovilizado que genere una recuperación de la productividad desde los mínimos actuales.

En los últimos años, las compañías estadounidenses han optado en general por recomprar acciones más que por aumentar la inversión en inmovilizado, por lo que la productividad en conjunto ha sufrido en consecuencia. Un alcista diría que la combinación de la reforma fiscal y las oportunidades proporcionadas por el Internet de las cosas y la inteligencia artificial dará inicio a un largo ciclo de inversión que eliminará los componentes residuales en muchos sectores. Esto generará enormes ahorros potenciales de costes que, en gran parte, se canalizarán a través de los márgenes, los cuales serán impulsados a nuevos máximos permanentes.

Un bajista responderá que puede haber algún impacto positivo, aunque las corporaciones estadounidenses continuarán recomprando acciones y los márgenes podrían normalizarse a medida que los empleados busquen obtener una mayor parte de los beneficios corporativos desde un punto de partida todavía bajo históricamente, dejando de lado los riesgos que presenta la fase tardía del ciclo económico estadounidense.

El mercado y las valoraciones

Si a esto le sumamos que el mercado estadounidense espera que se repita el crecimiento de los beneficios del 12% en el S&P 500 registrado en 2017, apenas sorprende que el mercado no se haya preocupado demasiado por las valoraciones.

Un alcista (los hay en abundancia) diría que, con un múltiplo de 18,2 veces, la ratio PER de los próximos 12 meses del S&P 500 es solo un 14% superior a la media a largo plazo de 16,0 veces entre 1997 y 2017, entonces ¿por qué tanto alboroto?

Un bajista (entre los que nos incluimos) señalaría que, incluso dejando de lado la calidad de los beneficios (dado el mayor ciclo de manipulación de los beneficios en la historia de Estados Unidos), la deuda corporativa después de un atracón de recompras está cerca de máximos históricos, al igual que los márgenes, lo que significa que el ratio precio-ventas ajustado por la deuda, situado en 2,44 para el S&P 500, se acerca al máximo de 2,98 registrado en 2000, que es una clara señal de advertencia, incluso dejando de lado las nociones obsoletas de la reversión de beneficios a la media o el riesgo de desaceleración de la economía estadounidense.

Si pensamos a más largo plazo en las valoraciones según el PER de Shiller, el mercado estadounidense pasó de estar caro, en 27,9 veces a comienzos de 2017, a estar muy caro, en 32,4 veces a finales de 2017. A menos que los optimistas visionarios tecnológicos tengan razón, en que un cóctel embriagador de inteligencia artificial, Internet de las cosas, comercio electrónico y otros factores impulse aún más los márgenes a máximos históricos, con el consiguiente gran aumento de los beneficios, esto también supone una importante señal de advertencia para las valoraciones, con muchas de las expectativas ya descontadas en los precios.

Creemos que los mercados alcistas no pinchan exclusivamente a causa de las valoraciones, pero, cuando los mercados se centran en las valoraciones una vez más, tiene importancia.

Europa deja atrás preocupaciones

El otro gran riesgo geopolítico que afrontaba el mundo a comienzos de 2017 (aparte de Trump) era el riesgo de una perturbación política en Europa que pudiera dar lugar a un escenario de ruptura de la zona euro si las medidas políticas fracasaban. Después de algunos momentos incómodos, el mercado restó importancia a tales preocupaciones tras las elecciones holandesas y (en particular) las francesas.

Incluso después del desagradable resultado de las elecciones alemanas, el mercado continuó centrándose en los crecientes indicios de recuperación económica de la zona euro. Hasta ahora, el mercado ha tenido razón, con algunos resultados positivos totalmente inesperados, como la gran mayoría parlamentaria del presidente Emmanuel Macron en Francia, lo que (milagro de los milagros) supone que las reformas (particularmente la reforma del mercado laboral) estén abriéndose paso realmente en Francia, tendencia que, parece, continuará.

Nuestra preocupación de que el Brexit pudiera inspirar a otros países europeos para que abandonaran la Unión Europea ha sido hasta ahora errónea: el único país que está sufriendo las consecuencias de esta situación es el propio Reino Unido, después de hacer lo que Michael Bloomberg describió memorablemente como “la cosa puntual más estúpida que haya hecho un país en toda la historia”.

De hecho, la única consecuencia de este proceso ha resultado ser positiva: la autoinmolación del Reino Unido hizo probablemente que los votantes franceses se encomendaran a Macron para evitar el destino de su amado socio europeo. No obstante, nuestra preocupación por las elecciones europeas no se circunscribía especialmente a un resultado no deseado en Francia o Alemania, sino más bien a la posibilidad de que se celebraran elecciones generales en Italia, algo que no sucedió. Italia ha sido la gran perdedora del euro, con una economía que no crece desde hace 20 años debido a la incapacidad de aplicar reformas y  principalmente) la pérdida de la capacidad histórica para depreciar su moneda (la lira) y las dificultades para mantener la competitividad.

Además, las fuerzas euroescépticas italianas son en la actualidad, a medida que se acercan los comicios electorales, las más potentes entre los principales países europeos. El riesgo, ahora, es que los italianos elijan un gobierno en las elecciones de 2018 que decida hacer algo con respecto al euro; de ser así, el riesgo político volverá a reaparecer en Europa.

De cara a 2018, parece existir una expansión global sincronizada. Sin embargo, en nuestra opinión, no es tan grande, tiene un gran riesgo y parece estar descontada por los mercados. Vemos que son pocos los grandes problemas estructurales a nivel global (la deuda, las incógnitas en torno a la reducción de las medidas de expansión cuantitativa, la incertidumbre política, China y otros factores) que se han disipado.

Sencillamente, se ha descontado un escenario “ideal” (ni muy frío ni muy caliente), pero sigue habiendo riesgos elevados y ningún margen de seguridad aparente en las valoraciones. No es probable que un crecimiento como este genere un brusco repunte de la inflación. A pesar de que Estados Unidos está presionando el botón de la reflación en forma de rebajas fiscales, esto no garantiza que el país se reflacione, sobre todo teniendo en cuenta que el punto de partida es una de las expansiones económicas más largas en los tiempos recientes y unos márgenes ya situados en máximos históricos. También se podría señalar que otorgar a la gente equivocada (compañías y personas acaudaladas) beneficios fiscales no equivale a una medida convencional de reflación a través de la política fiscal.

El uso general de la política fiscal para estimular la inflación en Europa también parece dudoso, dado que los alemanes deben mostrarse receptivos, lo que parece estar lejos de la realidad, con una debilitada canciller Merkel que ha perdido poder en su negociación con el Partido Socialdemócrata para renovar la denominada “gran coalición”.

No obstante, si bien existen muy pocas probabilidades de una reflación sistemática liderada por Alemania en Europa, en nuestra opinión, al menos, la política fiscal europea en su conjunto parece haber dejado de ser un lastre de cara al futuro y podría ser ligeramente expansiva.

La situación de Japón

A pesar de sus muchos problemas (deuda, perfil demográfico, la reiterativa expansión cuantitativa), creemos que Japón no afronta el mismo riesgo político que Occidente, dado que Abe acaba de ser reelegido con una gran mayoría. Además, en diciembre de 2017, el gobierno japonés aprobó un proyecto fiscal para que las compañías aumenten los sueldos y la inversión en inmovilizado, y podría reducir el impuesto de sociedades en Japón del actual 30% al 20%.

Incluso existen pruebas de que algunas compañías japonesas están tomando medidas para gestionarse mejor a sí mismas, aunque se trata de casos específicos y no demasiado numerosos. Japón puede tener la capacidad de sorprender al alza desde la reflación, particularmente porque cada vez hay más evidencias de que la escasez de mano de obra está aumentando los salarios. Sin embargo, como siempre en Japón, hay una cantidad frustrantemente pequeña de compañías en las que podamos invertir que puedan beneficiarse de esto.

Como expertos en selección bottom-up, la sustancial recuperación general en los mercados en 2017 agrava el problema que hemos afrontado en los últimos años: no tener, por lo general, un margen de seguridad suficiente en forma de precio para compensarnos por los riesgos potenciales, ya sean de carácter cíclico, macroeconómico o disruptivo. Ciertamente, el mercado no percibe el margen de seguridad como una preocupación principal y el índice VIX se sitúa cerca de mínimos históricos.

Esto significa que, en general, ha sido difícil encontrar valores nuevos para todas las carteras y no han aparecido sectores explícitos con desajustes importantes en los precios, por lo que en 2017 todo ha girado en torno a los factores específicos de cada compañía. En nuestra opinión, los riesgos parecen más sesgados a la baja que al alza.

Si no se materializan las esperanzas generalizadas de una continuación del actual repunte sincronizado en el crecimiento mundial, el contexto actual de altas valoraciones y baja preocupación por el riesgo hace que la preservación del capital sea la principal inquietud. Para nosotros, las compañías de alta calidad mejor posicionadas para aumentar las ventas y los beneficios en una situación de desaceleración económica parecen ser las mejores apuestas relativas, incluso aunque puedan aparentar ser poco interesantes en términos absolutos.

Opinión de William Lock, Bruno Paulson y Dirk Hoffmann-Becking, del equipo de International Equity de Morgan Stanley Investment Management.

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Invertir en Argentina en busca de crecimiento

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Invertir en Argentina en busca de crecimiento
Pixabay CC0 Public Domain. Invertir en Argentina en busca de crecimiento

Con Argentina posicionada para una posible incorporación este año en el índice MSCI Emerging Markets, invertir ahora en el mercado puede ofrecer fuertes beneficios, pero hay que tener cuidado con posibles baches en el camino.

En mi boletín del pasado mes de octubre, planteé el caso de que la economía argentina estuviera de nuevo en el buen camino tras la victoria de Cambiemos en las elecciones legislativas. Ahora, a medida que la recuperación económica se reduce, vemos oportunidades para los inversores con una adecuada tolerancia al riesgo para comprar en una etapa positiva del ciclo.

El crecimiento, la desinflación y las reformas estructurales siguen siendo las prioridades del Presidente Mauricio Macri en 2018.

En los tres frentes afronta desafíos, sin embargo: el tema de la desinflación atrajo la atención del mercado, ya que el objetivo de alcanzar una inflación del 5% para 2019 se ha retrasado hasta 2020. En cambio, se establecieron nuevos objetivos para 2018 y 2019, del 15% y del 10%, respectivamente.

Una primera lectura de la revisión

La revisión del objetivo de la inflación se produjo después de una lectura mayor de la esperada en diciembre, que empujó la tasa de inflación anual del país hacia el 25%, superando con creces el objetivo de entre 12% y 17% para 2017. Además, el anuncio de la revisión por parte del ministro de economía en

lugar del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, planteó el aumento de las preocupaciones sobre la independencia del banco central, particularmente en un momento en el que su presidente tiene el desafío de restablecer la credibilidad de la institución.

Si bien un recorte de tasas de 75 puntos básicos en enero reforzó las continuas preguntas sobre la futura dirección de la política monetaria en Argentina, el banco central buscó aclarar el movimiento en su declaración: “Mientras que los datos muestran señales mixtas, el banco central considera que la posición restrictiva de la política monetaria actual sigue siendo algo alta”.

Aunque la decisión de posponer el objetivo de inflación del 5% a 2020 muestra el dilema de las autoridades de decidir entre generar crecimiento o desinflación, creemos que la batalla contra la inflación continuará a un ritmo gradual en los próximos meses sin comprometer la recuperación.

En las últimas semanas, el banco central también anunció nuevos objetivos fiscales y una reducción de sus transferencias financieras al Tesoro (1,1% del PIB en 2018 y 0,5% en 2019). Con estas medidas, tomando al mercado por sorpresa, el peso argentino se debilitó un 6,4% frente al dólar, alcanzando un mínimo histórico el pasado mes de diciembre.

El peso argentino también ha estado bajo presión, ya que estallaron violentas protestas en Buenos Aires después de que el Congreso adoptara una importante reforma en las pensiones. Si bien la reforma representa una gran victoria para Macri y confirma el compromiso del gobierno de reducir el déficit fiscal, de ahora en adelante, la agenda de reformas estructurales de la administración de Macri será esencial para atraer inversiones y apoyar el crecimiento sostenible.

Por mucho que el mercado pueda apreciar un movimiento político, el “big bang” del gobierno, en nuestra opinión es sensato que Macri tome un enfoque más gradual y pragmático.

Un camino hacia arriba, pero desigual, por delante

Aunque, a largo plazo, Argentina tiene un buen potencial para crecer, es poco probable que el camino económico que se avecina sea fluido. Los inversores en este mercado deberían, por lo tanto, estar preparados para más datos mixtos, incluso a pesar de que la trayectoria general de crecimiento debería seguir siendo positiva.

En concreto, Argentina se enfrenta a varios desafíos, incluida su gran dependencia del crédito externo, lo que implica que el país podría sufrir si los bancos centrales del mundo desarrollado endurecen sus políticas monetarias.

En nuestra opinión, mientras los principales bancos centrales aumentarán gradualmente las tasas, creemos que la economía mundial continuará con la transición de un ciclo acomodaticio a una fase de normalización. Sin embargo, todavía no estamos en un entorno monetario duro.

Si bien la desaceleración del crecimiento es claramente una preocupación para el gobierno, creemos que la desinflación va a seguir a un ritmo gradual en 2018.

Desde el punto de vista de la inversión, todavía encontramos oportunidades interesantes en las tasas locales argentinas, especialmente en los bonos vinculados a la inflación y en la deuda variable debido a los altos rendimientos nominales y somos precavidos pero positivos con respecto al peso.

Macri está abriendo Argentina a la inversión y su reciente victoria en las elecciones legislativas debería darle el margen necesario para seguir normalizando la economía. A diferencia de otros países emergentes como Brasil y México, no habrá elecciones en Argentina en 2018 lo que debería ayudar a la administración a aprobar reformas cruciales.

Creemos que la administración de Macri está avanzando en la transformación del país y en la atracción de inversiones, un proceso que podría culminar en la inclusión de Argentina en el índice MSCI Emerging Markets este año.

Stéphane Monier es jefe de Inversiones de Lombard Odier

 

 

Los millennials cambian las oportunidades para los inversores

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Los millennials cambian las oportunidades para los inversores
Foto: LucasFoxBCN, Flickr, Creative Commons.. Los millennials cambian las oportunidades para los inversores

La generación millennial, también llamada generación Y, que comprende a los nacidos entre 1977 y 1994, ha cambiado los hábitos de consumo con respecto a otras generaciones, modificando la estrategia de las marcas. Actualmente, la generación Y supone el 23% de la población de la Unión Europea. Los millennials son grandes seguidores de las tecnologías. Siempre están deseando compartir sus experiencias, no están preocupados por su privacidad, no es algo que valoren. Aquello que no se comparte no tiene valor ni ha existido nunca. No quieren comprar un producto por su estatus, sino por su experiencia. Ya no compran una segunda vivienda ni tan siquiera una primera. Es innecesario para su modo de vida. Están abiertos a compartir y no se sienten obligados a pertenecer a un barrio, a una ciudad. Son la nueva generación del mundo. Estas tendencias están dando lugar a nuevas oportunidades para los inversores.

Con el fin de dar respuesta a las necesidades y gustos de los millennials, Excem Real Estate ha diseñado una estrategia de inversión inmobiliaria acorde a su hábitos para cubrir el presente y futuro de una generación que ya ha cambiado el mundo. Los ejes de inversión han sido en tres sectores: el turismo, el residencial y las oficinas. Para cada uno, la firma ha sabido identificar su nicho de oportunidad, lanzando tres socimis: Excem Situr, dedicada a los hostels (turismo), Excem Sir dedicada a casas para estudiantes (residencial) y Excem Siwork, dedicada a coworking (oficinas). Con esta estrategia de inversión inmobiliaria, Excem Real Estate cubre la vida de los millennials.

¡Qué mejor manera de compartir sus experiencias que viajando por el mundo de hostel en hostel! Para ello Excem Hospitality ha lanzado su propia marca corporativa de LOV Hostels, con tres marcas: Hatch será su marca premium, Mad para backpackers y Cats como un “party hostels”. Nuestra apuesta por cubrir todas las necesidades de los millennials va más allá: con esta oferta de alojamientos, los jóvenes se podrán mover de un lugar a otro en busca de experiencias, actividades y socialización. Estos alojamientos estarán en edificios singulares en el centro turístico de las principales ciudades del mundo, con ingresos de rentas del 7,5%, que están por encima de otros sectores y que convierten la inversión inmobiliaria en muy conservadora y con alta potencial de revalorización. 

Pero los millennials no solo viajan para disfrutar, sino también para estudiar, trabajar y vivir en viviendas y espacios compartidos por todo el mundo. Excem Real Estate cuenta con la socimi SIR para la adquisición de viviendas en el centro de las principales ciudades destinadas para que los jóvenes estudiantes y jóvenes profesionales convivan, que se han convertido como una de las mejores oportunidades de negocio e inversión. Rentas del 7%, garantizadas dada su gran demanda y escasa oferta, valor estable y en constante crecimiento.

La movilidad laboral, la inquietud empresarial siempre ha necesitado de espacios de trabajo flexibles y aptos para compartir nuevos sistemas de trabajo. Para ello, Excem Real Estate cuenta con su socimi Siwork, dedicada a la compra de edificios de oficinas destinados a coworking. Son oficinas donde lo importante no es el espacio o la mesa que tienes, sino la comunidad a la que perteneces y el networking que te permite relacionarte con todo todos los sectores en todas las partes del mundo. Esa capacidad es la que facilita que todas las empresas que estén en esta atmósfera de trabajo puedan ser más competitivas que el resto. Para todo ello, Excem compra edificios en el centro de las ciudades, consiguiendo unas rentas estables del 5% y un valor seguro de sus inversiones.

Con una gran capacidad demostrada durante más de 45 años, hemos diseñado una estrategia de inversión basada en rigurosos análisis y estudios, a través de la creación de modelos de negocio innovadores, con el objetivo de conseguir rentabilidades estables y por encima del mercado y con un gran valor refugio. Esta tendencia ha logrado llamar la atención de inversores y de fondos como perfectas inversiones en activos inmobiliarios.

Nuestros  alojamientos ofrecen  la mejor calidad- precio, ubicación en zonas céntricas de las principales ciudades, diseño innovador y tecnológico, espacios para sociabilización y múltiples ofertas de ocio. Hemos sabido encajar la tendencia y crear un proyecto firme, confiable, transparente y con garantías para el inversor.

Tribuna de Andrés Sánchez Lozano, CEO de Excem Real Estate.

Oportunidades en el mercado de bonos indexados a la inflación

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Oportunidades en el mercado de bonos indexados a la inflación
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Juan Cabanillas. Oportunidades en el mercado de bonos indexados a la inflación

El rebote de las materias primas, la debilidad del dólar y la fortaleza que sigue mostrando el crecimiento económico han vuelto a colocar el foco sobre la inflación en los mercados desarrollados y emergentes, con el consiguiente aumento generalizado de los rendimientos. Pero, ¿qué ha cambiado y qué mercados están beneficiándose?

Estados Unidos

Enero dejó un comienzo de año difícil en los mercados de renta fija. Los rendimientos de la deuda pública subieron de forma generalizada, con los bonos del Tesoro de Estados Unidos a la cabeza.

El mercado espera ahora que la Fed suba los tipos entre dos y tres veces en 2018. Aunque no se pueden desestimar nuevas subidas de los rendimientos, la dinámica de los activos de riesgo depende en cierta medida de unos rendimientos bajos. Eso limita lo que pueden subir los rendimientos antes de que veamos un contagio indeseado a los mercados de deuda corporativa y renta variable (que es lo que vimos a comienzos de febrero). Por lo tanto, creemos que lo adecuado es mantener una postura neutral en bonos del Tesoro de EE.UU.

A largo plazo, los riesgos siguen orientados al alza en la inflación estadounidense. La posible introducción de aranceles y la inversión en infraestructuras también podrían alimentar presiones alcistas en la inflación. Las tasas de inflación implícita a 10 años de EE.UU. ya no están baratas, dado que han ampliado más de 45 puntos básicos desde los mínimos de 2017. Hemos adoptado una postura neutral en los bonos indexados a la inflación de EE.UU., pero nos plantearíamos volver a elevar la exposición si se recuperan niveles inferiores al 2%.

Europa

El mensaje expansivo del BCE parece cada vez más amenazado por una economía de la zona euro que está registrando un crecimiento sólido y unas condiciones financieras laxas, aunque con pocas presiones inflacionistas.

Con el extremo corto asentado en -40 puntos básicos durante al menos otros doce meses, las reinversiones continuas del programa cuantitativo y un panorama de oferta favorable, seguimos siendo optimistas en duración europea.

Concretamente, la deuda de los países core y semi-core ofrece un carry y un roll-down atractivos, gracias a que las curvas son comparativamente más elevadas y deberían seguir siendo atractivas para los inversores europeos y extranjeros.

Reino Unido

En Reino Unido, la probabilidad de una subida de tipos en el primer semestre de 2018 ha aumentado, ya que la inflación se ha mantenido por encima del objetivo del Banco de Inglaterra y los datos del mercado laboral han sido buenos. El Banco de Inglaterra también podría subir los tipos de forma preventiva para tener munición de reserva en caso de que se produzca una crisis económica cuando el Brexit se haga efectivo. Aunque la deuda pública británica cuenta con un sólido apoyo estructural, está cara frente a otros mercados de deuda pública. Por lo tanto, la cautela está justificada.

Mercados emergentes

Después de descender durante dos años, la inflación de los mercados emergentes se prepara para subir en 2018, lo que crea oportunidades en el mercado de bonos indexados a la inflación de los países emergentes, donde los rendimientos reales son atractivos comparados con sus homólogos desarrollados.

Las positivas perspectivas en torno a la inflación de los mercados emergentes se apoyan en varios factores. Los precios de los alimentos, que tienen un peso elevado en la cesta del IPC de muchos de estos países, deberían rebotar tras la atonía de 2017. Del mismo modo, el encarecimiento de la energía y los metales básicos que hemos visto recientemente pronto comenzará a dejarse sentir en la inflación general. Además, el descenso de las brechas de producción y el sólido crecimiento de los mercados emergentes deberían tirar al alza de los salarios.

Por último, podríamos ver cómo las monedas de los países emergentes pierden terreno frente al dólar a medida que la Fed vaya endureciendo su política monetaria, lo que elevaría los precios de las importaciones. Las tasas de inflación implícita de Chile, Rusia y Brasil están en niveles atractivos. Nuestra forma favorita de expresar nuestra visión negativa sobre la beta de las divisas emergentes es infraponderar las monedas más expuestas a una desaceleración de China”.

Andrea Iannelli, es director de inversiones del área de renta fija de Fidelity International.

El impacto del primer año de Trump en la economía mexicana

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El impacto del primer año de Trump en la economía mexicana
Foto: Presidencia México. El impacto del primer año de Trump en la economía mexicana

Debido a las declaraciones que hizo Donald Trump a lo largo de su campaña, desde su triunfo en las votaciones y su ascenso al poder, se generó una perspectiva muy negativa para la economía mexicana.

A inicios de 2017, la mayoría de los analistas pronosticábamos un crecimiento muy bajo o inclusive nulo para la economía mexicana, con niveles de tipo de cambio por encima de los 20 pesos por dólar, se llegaba a hablar de 25 pesos por dólar.  El impacto negativo sobre el tipo de cambio se preveía por una cancelación del TLCAN, reducción en exportaciones, menor inversión extranjera, salida de capitales y reducción sustancial de las remesas porque se temía la instrumentación de un posible impuesto en Estados Unidos a dichas transacciones. Adicionalmente se preveía presiones en el mercado laboral y en educación por un regreso masivo de indocumentados de Estados Unidos.

Sin embargo, nada de los malos augurios se llegaron a materializar.  Durante 2017 el PIB de México creció 2,3%, nivel similar al del año inmediato anterior. El tipo de cambio apenas rozó los 22 pesos por dólar en enero y si lo medimos al cierre de 2017 contra el de 2016 se apreció 4,4% y si consideramos el promedio anual se depreció 1,1%, o sea que tuvo un comportamiento mucho más favorable de lo previsto.

En 2017 las exportaciones crecieron 9,5% cuando en 2016 disminuyeron 1,7%.  Se recibieron 28.700 millones de dólares, 6,6% más que el año anterior, debido en parte al adelanto de envíos de dinero por temor a la eventual imposición de restricciones. No se canceló el TLCAN, no se presentaron salidas masivas de capital ni reducción en la inversión extranjera directa.  Por esos motivos el tipo de cambio se comportó mucho mejor de lo esperado.

No se presentaron deportaciones masivas como se temía, de hecho, fueron inferiores a las registradas en años anteriores, aunque con mayor cobertura mediática.  No obstante, el temor de los residentes ilegales en Estados Unidos a ser deportados si se incrementó a lo largo del año.

La inflación, que fue de 6,77%, fue en lo único que no le fue bien a la economía mexicana.  Pero eso no se lo podemos achacar a Trump, fue consecuencia del ajuste de precios de los energéticos al inicio del año y a que la política monetaria no fue lo suficientemente restrictiva para eliminar dicho impacto.

A pesar de los temores, a México no le fue mal en el primer año de gobierno del Presidente Trump, pero eso se debe a que él no alcanzó a instrumentar ninguna de las medidas que había ofrecido en su campaña y que afectarían a México.  En otras palabras, los resultados favorables no se deben entender como una gran fortaleza de la economía mexicana, sino más bien que no se materializaron todos los riesgos que se preveían.  Dependiendo de que decisiones alcance a instrumentar Trump, este año si puede ser el que se ponga a prueba la fortaleza de la economía mexicana.

Columna de Francisco Padilla Catalán

El regreso de la volatilidad es un hecho esperado y saludable

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El regreso de la volatilidad es un hecho esperado y saludable
Pixabay CC0 Public DomainAinerkites. El regreso de la volatilidad es un hecho esperado y saludable

Los retornos de los mercados han sido sólidos durante bastante tiempo y esto ha sido así por buenos motivos. La economía global está mejorando y los tipos de interés han estado en mínimos históricos. Por su parte, los bancos centrales han estado alimentando al mercado para ayudarnos a salir de la crisis financiera global de 2008/09. Por tanto, hemos asistido a un escenario muy favorecedor para los precios de las acciones.

Nuestra filosofía se basa en centrarse en el largo plazo y por ello todavía nos sentimos cómodos con el escenario económico para los beneficios corporativos y creemos que hay en el mercado muchas oportunidades, lo que nos lleva a no estar preocupados en exceso por la corrección que hemos vivido. No hemos de olvidar que los mercados se comportan mejor en el largo plazo cuando experimentan alguna corrección de forma periódica.

Dicho de forma sencilla: no pueden crecer de forma indefinida y, en consecuencia, no nos sorprende lo que puedan hacer en el corto plazo. Es más, estábamos algo sorprendidos por lo rápido que estaban subiendo los mercados en enero. Parecían estar de-sincronizados con los fundamentales subyacentes y de aquí que no veamos sorpresa en la corrección. La magnitud de la caída se debió en parte al trading algorítmico, pero parece claro que la volatilidad está en una tendencia al alza y esta tendencia probablemente continuará durante algún tiempo.

Centrándonos en el tan comentado tema de la implicación de las subidas de interés en los mercados de renta variable, lo primero que hay que tener presente es que los tipos han estado creciendo de forma muy paulatina y esto ha hecho que los inversores adopten, acertadamente, una actitud de cierta cautela. A esto se suma que los niveles de desempleo en Estados Unidos han seguido cayendo y que el crecimiento económico está mejorando.

Esto podría significar que la inflación está en camino y que presumiblemente los tipos de interés deberán seguir al alza. Si esta subida se produjese de forma muy abrupta cabría preguntarse si las actuales valoraciones de la renta variable son apropiadas. En mi opinión esto requeriría un cambio muy significativo en los tipos y, hasta ahora, no lo hemos visto y tampoco está en nuestro escenario principal. Por tanto, como decíamos antes, el entorno económico sigue siendo positivo y las ventas a las que hemos asistido han reajustado el mercado. La volatilidad es un elemento inherente al mercado y que se produzca de forma contenida es saludable.

Otro aspecto que también ha estado en el centro de todos los análisis radica en el hecho de que las buenas noticias económicas no han sido bien asimiladas por el mercado, al menos en el corto plazo. Para responder a esta cuestión tomemos el caso del crecimiento de los salarios. Un moderado incremento salarial sería positivo para la economía americana. Sin embargo, como en cualquier otro aspecto, siempre quieres la cantidad correcta. Un crecimiento muy elevado pone nerviosos a los inversores debido a las presiones inflacionistas y si no es suficiente, dicho incremento no es capaz de cumplir con su cometido de permitir un aumento en la riqueza personal que pueda repercutir en un mayor consumo y acabe resultando en un mayor crecimiento económico.

Asimismo, con la aprobación de la reforma fiscal en diciembre, todo parece indicar que las compañías empezarán a invertir más en gastos de capital, lo que constituye el otro pilar que puede ayudar a impulsar el crecimiento económico. Por tanto, la pregunta clave es: ¿puede producirse este crecimiento sin que la economía y la inflación se “calienten” demasiado? Mi opinión es que sí puede, pero hemos de mantenernos alerta y monitorizarlo de cerca.

En resumen, lo que he aprendido a lo largo de mis 34 años de experiencia, con sus diferentes ciclos y picos de volatilidad es que nadie puede predecir el comportamiento del mercado en el corto plazo. Sin embargo, lo que podemos hacer es identificar buenas compañías que pensamos que van a crecer y que, por tanto, serán empresas mayores y mejores dentro de diez años.

Si tuviera que quedarme con una sola, la lección más importante que he aprendido durante este tiempo es que resulta crucial contener las emociones. No es fácil hacerlo ni en los mercados alcistas ni en los bajistas, pero estas emociones son el principal enemigo para crear riqueza a largo plazo. Por el contrario, basarse en los fundamentales, poner en práctica una adecuada asignación de activos y mantener una cartera equilibrada con un horizonte a largo plazo constituye siempre el mejor enfoque.

Tribuna de Tim Armour, presidente y CEO de Capital Group.

PineBridge sigue siendo constructivo en la renta variable

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PineBridge sigue siendo constructivo en la renta variable
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: MH Garment. PineBridge sigue siendo constructivo en la renta variable

Los años posteriores a la crisis financiera de 2008 fueron relativamente fáciles para los gerentes senior de las empresas. El valor de las compañías aumentó simplemente con la expansión del múltiplo aplicado a los beneficios anuales esperados, al tiempo que las primas de riesgo de la renta variable caían desde niveles muy altos como consecuencia de la inyección coordinada de liquidez de los bancos centrales del mundo.

Este impresionante aumento de los mercados durante un período prolongado desató un flujo de capital hacia los fondos que siguen el movimiento del impulso. Los activos en estrategias CTA, que generalmente siguen este movimiento, se estiman en unos 350.000 millones de dólares (US$350 bn), aunque solo una parte de los activos de los fondos CTA se invierte en acciones. Estas estimaciones aproximadas se complican aún más con el uso del apalancamiento. Los números detrás de la inversión en fondos administrados cuantitativamente pueden ser muy grandes: algunas estimaciones los sitúan en alrededor de 750.000 millones de dólares (US$750 bn).

Con tanto dinero invertido en estrategias momentum-tracking, la volatilidad del mercado bajó a niveles anormalmente bajos sobre una base histórica. La volatilidad esperada de las bolsas, medida por el índice VIX, registró un nuevo mínimo en 9,51% el 29 de septiembre de 2017 frente a la media del 19,5% desde 1990.

Pero el 5 de febrero de 2018, el VIX subió al 37,32%, su segunda subida más alta de los últimos cinco años, proporcionando un rudo despertar a los participantes del mercado que durante mucho tiempo han dormido en el entorno de baja volatilidad.

¿Por qué los mercados vuelven a los fundamentales?

El cambio en realidad comenzó en 2017, cuando los inversores en renta variable disfrutaron de un rendimiento bursátil cada vez mayor impulsado no solo el fenómeno la expansión del múltiplo, sino también por el aumento de los beneficios empresariales esperados de las empresas, que comenzó a mediados de año. De hecho, los mercados de renta variable disfrutaron de un aumento constante y espectacular durante todo 2017, con el índice MSCI ACWI repuntando un 21,5% el año pasado.

En opinión de PineBridge, la volatilidad de 2018 se debe principalmente a la incomodidad entre muchos inversores provocada por el aumento en el rendimiento de los bonos a 10 años de Estados Unidos por encima del 2,75%, algo que sucedió el 5 de febrero, y que se ha mantenido por encima de ese nivel desde entonces. Una reciente encuesta al sell-side de la industriareveló, por un abrumador consenso entre los inversores, que consideraban el aumento por encima del 2,75% como un resultado poco probable.

El aumento en la volatilidad significa que los jugadores que siguen la dirección de los mercados financieros tienen que cubrir su exposición a la volatilidad mediante el uso de derivados. A medida que aumenta la volatilidad, deben vender el activo subyacente, en este caso las acciones, para permanecer cubiertos. En un mercado de bolsas a la baja, esto genera una mayor presión bajista hasta que las valoraciones fundamentales se vuelvan convincentes de forma general en todos los índices.

Aunque no se disponen de cifras precisas, varios informes del sell-sideestiman que la necesidad de nuevas coberturas durante la caída de las bolsas en Estados Unidos se situó en un rango de entre 50.000 millones de dólares (US$50 bn) y 100.000 millones de dólares (US$100 bn). El rango es amplio porque la fuente de venta proviene de una amplia variedad de estrategias expuestas a la volatilidad, como CTA, annuities, paridad de riesgo, hedge fundse incluso ETFs propiedad de inversores minoristas.

Esta presión técnica de venta es una cantidad manejable en el contexto de los mercados de renta variable de Estados Unidos que tuvieron un volumen diario promedio de 150.000 millones de dólares (US$150 bn) en los últimos 100 días de negociación. El efecto de reducción de riesgo no se ha contenido en Estados Unidos, dado que está relacionado con las principales bolsas a través del aumento general de la volatilidad de la renta variable.

Seguimos siendo constructivos en renta variable

Mientras la venta técnica permanezca contenida en las cantidades citadas y no tenga un impacto real en el mundo económico, creemos que las primas de riesgo de capital implícitas derivadas del flujo de efectivo descontado son atractivas y superan fácilmente el 8% para EE. UU., Europa y Japón y más del 11% para MSCI Emerging Markets.

En lo que respecta a la política monetaria, durante mucho tiempo hemos creído que el ciclo de tasas ha pasado su punto más bajo. Suponiendo que la normalización por parte de los bancos centrales sea gradual, somos agnósticos en lo que respecta al momento y el número de alzas de tipos.

Pero a medida que los bancos centrales comienzan el largo proceso de retirar su apoyo extraordinario, el centro de atención se está desplazando hacia los fundamentales. A partir de ahora, esperamos que la rentabilidad de las acciones esté determinado más por la capacidad de las empresas para crecer y ser competitivas. Un cambio que es bienvenido, en nuestra opinión.

Anik Sen es responsable global de Renta Variable de PineBridge Investments.

Desechos plásticos: una preocupación creciente para los gobiernos de todo el mundo

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Desechos plásticos: una preocupación creciente para los gobiernos de todo el mundo
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Remek Trzaska . Desechos plásticos: una preocupación creciente para los gobiernos de todo el mundo

Un reciente documental de la BBC «Blue Planet II» de Sir David Attenborough no solo proporcionó vistas submarinas y las maravillas de la diversidad de la vida marina generalmente oculta, sino que también resaltó serios problemas ecológicos, en el que probablemente los desperdicios de plástico es uno de los más impactantes porque estrangula los océanos, daña la vida e incluso encuentra su camino para colarse en la cadena alimenticia.

Este mapa mundial muestra cada país (192) sombreado de acuerdo a la masa estimada de desechos de plásticos mal gestionadps [millones de toneladas métricas (TM)] generados en 2010 por poblaciones que viven a menos de 50 km de la costa. Los países no incluidos en el estudio están sombreados de blanco.

En diciembre de 2017, los 193 países de las Naciones Unidas firmaron una resolución para eliminar la contaminación del plástico oceánico. Si bien no se establecieron objetivos específicos, lo que decepcionó a algunos observadores, se espera que esto impulse acciones futuras.

Históricamente, China ha importado desechos de otras naciones, que luego ha eliminado o reciclado. Sin embargo, desde el comienzo de este año, China ha implementado regulaciones más estrictas con respecto a lo que aceptará, llegando incluso a prohibir los desechos plásticos. Esto plantea desafíos para las empresas que anteriormente exportaban residuos de plástico a China para su procesamiento, y creará nuevas oportunidades para los recicladores locales.

En particular, Estados Unidos se ha visto muy afectado por esta nueva ley, mientras que el gobierno del Reino Unido está preocupado por la cantidad de plástico utilizado en el país. Una cantidad que no cumplirá con los objetivos de la UE de reciclar al menos el 50% de los residuos domésticos para 2020.

Razones para ser positivo

En 2016, California fue el primer estado de EE.UU. en prohibir las bolsas de plástico. Otros condados y municipios como Austin, Cambridge o Seattle, han impuesto un recargo que va entre los 5 y los 10 centavos. Es  cierto que esta misma prohibición se propuso en la ciudad de Nueva York y no se aprobó, pero la ley de reciclaje de bolsas de plástico del estado exige que los grandes minoristas devuelvan todo tipo de bolsas de plástico que ofrecen a los clientes para su reciclaje, incluidas bolsas de plástico de un solo uso.

En 2015, el gobierno del Reino Unido introdujo un impuesto de 5 peniques sobre todas las bolsas de plástico de un solo uso, lo que ha provocado una reducción del 80% en su uso, demostrando que el público está dispuesto a cambiar sus hábitos. En enero de este año, anunció que como parte de una nueva estrategia de medio ambiente, Reino Unido intentará erradicar todos los desechos de plástico evitables para el año 2042. En 2016, Francia aprobó una ley que prohibirá los utensilios de plástico para 2020.

En todo el mundo, el tema de las «microperlas» ha acaparado los titulares. Estos gránulos de plástico de 1 milímetro de tamaño o más pequeños se incluyen en muchos productos cosméticos y de limpieza. Su uso ahora enfrenta una regulación estricta o una prohibición absoluta en muchos países y en varios estados de Estados Unidos.

Desechos plásticos: oportunidades para los inversores                                                                                                             

  • Se requieren urgentemente cambios en la forma en que las economías manejan el plástico, dando lugar a nuevas oportunidades para los inversores, que incluyen:
  • Servicios de reciclaje: Inglaterra está siguiendo el ejemplo escocés de desarrollo de un esquema de depósito que permita el reciclaje más fácil de botellas de bebidas plásticas. Las empresas que brindan servicios de recolección u otras soluciones, como máquinas expendedoras inversas, se beneficiarán de esto.
  • Procesos de reciclado: una de las compañías de nuestra cartera ha sido pionera en el reciclaje de botellas de plástico en Francia, desarrollando plantas que convierten el tereftalato de polietileno (PET) en envases para alimentos, y confiamos en que veremos más innovación. Por ejemplo, el plástico transparente tiene más valor que el plástico de color.
  • La innovación en el envasado: los embalajes renovables biodegradables o basados en fibra que reemplazan el envasado de alimentos de plástico y de un solo uso, va en aumento y es un tema importante en todas las carteras de Impax.

A medida que la transición hacia una economía que genere menos residuos se acelere, es natural que uno de los contaminantes más visibles y duraderos atraiga la atención del público. Impax ha estado invirtiendo en las oportunidades que surgen de esta transición durante casi dos décadas.

Impax Asset Management, especialista en inversiones socialmente responsables es socio de BNP Paribas AM.