Los artículos de lujo aprovechan el impulso de una espléndida rentabilidad

  |   Por  |  0 Comentarios

Los artículos de lujo aprovechan el impulso de una espléndida rentabilidad
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Cannik. Los artículos de lujo aprovechan el impulso de una espléndida rentabilidad

En el último bienio se ha producido un alza en el sector de los artículos de lujo, a medida que prosigue la expansión de la economía mundial. Las ventas en China siguen una tendencia al alza con un repunte del crecimiento en Japón y en Europa. Las valoraciones también son interesantes: el sector exhibe un ratio precio/beneficio (PER) que ronda las 23 veces, aunque si se excluye Hermès, cuyo elevado PER de 40,53 distorsiona el resultado, el PER es de 20-21. Este múltiplo se compara con un intervalo histórico de 18-20 veces.

En los artículos de lujo, se han dado valores ganadores y perdedores. La joyería ha superado en rentabilidad a la relojería, y en todos los espectros, salvo en contados casos, las marcas francesas han revelado mejor comportamiento que las italianas.

Kering fue la empresa cuyos resultados despuntaron el año pasado, con François-Henri Pinault al mando. Su éxito se debe en gran parte al nuevo director general de Gucci, Marco Bizzari, y a un nuevo director creativo, Alessandro Michele. Este equipo transformó la marca de la empresa y lanzó nuevos productos, lo que desembocó un impresionante crecimiento de las ventas.

LVMH, con 70 marcas y la mejor dirección de su categoría, siguió cosechando buenos resultados. El consejero delegado, Bernard Arnault, y el director financiero, Jean-Jacques Guiony, impulsaron el grupo hacia la expansión de una serie de adquisiciones acertadas y rentables para producir una rentabilidad sistemática, a pesar incluso de la opinión de los pesimistas que afirmaban que esas adquisiciones eran demasiado caras.

La rentabilidad del sector muestra que este ámbito de la distribución minorista ha experimentado una recuperación en cuanto a su volumen. El volumen se antepone al precio; por tanto, si persiste la estabilidad económica y los acontecimientos geopolíticos no se desvían de la tendencia, deberíamos asistir a una cierta vuelta del poder de fijación de los precios. Por ejemplo, ¿cuánto pagaría una persona por un bolso? Según algunos artículos periodísticos, un bolso de segunda mano se vendió por 380.000 dólares en Christies, en Hong Kong. Por tanto, es posible que el poder de fijación de los precios ya haya llegado.

Principales riesgos

Existen tres riesgos fundamentales en cuanto al crecimiento futuro del sector. China representa el primero. En el año 2012, cuando el presidente Xi Jinping prohibió las dádivas extravagantes en las operaciones comerciales, las ventas de relojes sufrieron un revés; en algunas zonas, estos «regalos» representaban un 30% del mercado. Desde esta prohibición, el mercado se ha normalizado, pero resulta poco probable que volvamos a los máximos anteriores. Si en China se repite este tipo de medidas, los efectos serían igual de perniciosos. Sin embargo, dado que el Gobierno chino se centra más en el consumidor, parece poco probable que volvamos a esta situación.

En segundo lugar, se está produciendo una rotación hacia las experiencias de lujo en detrimento de la propiedad. Los viajes constituyen un sector especialmente agraciado, una tendencia que podría suponer una amenaza para las ventas de los artículos de lujo. Ahora bien, estos se encuentran más afectados por la amenaza de la desestabilización geopolítica o las alarmas sanitarias.

En tercer lugar, las modas cambian. El temor de los fabricantes de artículos de lujo estriba en que el consumidor ya no muestre predilección por los productos de una marca. Por suerte, estos cambios están claramente señalizados y el ciclo de esta moda cuenta con un recorrido razonablemente largo.

Fusiones y adquisiciones

Kering, LVMH y otros valores han demostrado que la agregación de marcas en una empresa produce economías de escala, lo que catapulta las ventas y la rentabilidad. Por tanto, prevemos la salida masiva en algunos valores pequeños (el proceso de consolidación propicia que el sector tenga robustez y madurez para asegurar el éxito de la inversión).

Estrategia de futuro

Hemos sido testigos de la expansión de algunas empresas en determinadas áreas lucrativas de la moda, como la entrada de Moncler en los artículos de punto, y conviene vigilar esta tendencia. Asimismo, las nuevas ideas del equipo directivo entrante también pueden favorecer a algunas empresas. Por ejemplo, la colección «Genius» de Moncler dada a conocer en la Semana de la Moda de Milán rompe con el ritmo de nuevos lanzamientos en el sector, dos veces al año, para presentar colecciones una vez al mes.

Apostamos por que la joyería seguirá superando a la relojería, y observamos signos prometedores de innovación en esta área. Se espera que Pandora, conocida por las pulseras y los abalorios en plata, saque su nueva colección «Shine» de joyería bañada en oro, que puede atraer a nuevos compradores así como a los clientes existentes.

Por último, estamos también observando los accesorios de lujo (moda y marroquinería de alta gama), que aprovechan un periodo intenso y continuo de auge.

Ann Steele es gestora de carteras senior de renta variable europea de Columbia Threadneedle.

¿Mantendrá el sector asegurador del automóvil su velocidad de crucero?

  |   Por  |  0 Comentarios

¿Mantendrá el sector asegurador del automóvil su velocidad de crucero?
Foto: Sandid. ¿Mantendrá el sector asegurador del automóvil su velocidad de crucero?

El paisaje para las acciones de la industria aseguradora ha sido muy favorable este año. Las empresas en la industria se han beneficiado del incremento de los beneficios gracias a unas primas mayores, principalmente como resultado de un incremento en el número de accidentes en las carreteras de Estados Unidos, que son principalmente resultado de conductores distraídos. Mientras los mercados dan su aprobación a los beneficios a corto plazo de la industria aseguradora, en MFS Investment Management creemos que este catalizador de la industria no es sostenible en el largo plazo. La industria se enfrenta a varios potenciales vientos en contra que podrían llevar a una disminución estructural en las primas de los seguros, incluyendo una reducción en los accidentes de automóviles e incidentes y un número menor de conductores en las calles debido a las plataformas que facilitan el uso compartido del vehículo y la conducción automática, así como los avances en la seguridad de la tecnología de los vehículos y una mayor transparencia para los conductores.

Un creciente número de accidentes en el corto plazo

El avance tecnológico en automóviles, tales como frenos antibloqueo y conducción asistida, llevo a un mínimo de accidentes de motor en 30 años. Esta tendencia, sin embargo, se ha visto interrumpida recientemente cuando las victimas mortales comenzaron a crecer (como se muestra en el gráfico 1) debido al incremento de las distracciones de los conductores, incluyendo el envío de mensajes de textos y otras distracciones dentro de los vehículos.      

Mientras creemos que esta tendencia podría continuar en el corto plazo, la probabilidad de que persista en el tiempo es relativamente baja, conforme los avances tecnológicos y en transporte disminuyan probablemente muchos de los riesgos que se toman de media durante la experiencia en las carreteras.

Los adolescentes prefieren los desplazamientos con chófer

Esperamos que las plataformas que facilitan el uso compartido del automóvil, como Uber, junto con los vehículos de conducción autónoma, hagan disminuir la demanda por el uso de vehículos personales y por lo tanto los seguros. Esta situación es similar a la de las tiendas de los centros comerciales. Aunque los centros comerciales no van a desaparecer, el tráfico total de ventas ha disminuido y probablemente continúe deteriorándose con el tiempo.

También es relevante que el porcentaje de alumnos en los últimos años de instituto hayan descendido un 11% con respecto al nivel de hace una década (como se muestra en el gráfico 2). Muchos Millennials parecen estar evitando el engorro de obtener una licencia y el mantenimiento de un coche, prefiriendo la facilidad de una plataforma de uso compartido de viajes. Por lo tanto, mientras las aseguradoras de automóviles están obteniendo un impulso en sus flujos de caja a partir de varias tendencias en la industria, ¿qué sucede con el valor a largo plazo de la industria, con servicios de uso compartido de viajes como Uber, cuyos conductores compran un seguro comercial de forma separada y con los vehículos autónomos, cuyos propietarios también compren muy probablemente un seguro para subscriptores de vehículos comerciales, pueden estar completamente integrados? Creemos que estas tendencias podrían aumentar las preocupaciones sobre la sostenibilidad de los flujos de caja de y sus beneficios, lo que se traslada en unas menores expectativas para las acciones de estas empresas en el largo plazo.       

Unos fuertes vientos en contra: las pólizas telemáticas y los agregadores

La introducción de un mayor número de mejoras tecnológicas en el sector está también nublando la sostenibilidad de la industria del automóvil. Creemos que los aseguradores de vehículos comenzaran a utilizar los datos generados por los vehículos para dar un precio exacto al comportamiento del conductor en su conducción, una plataforma conocida con el nombre de telemática. Una tecnología diseñada para monitorizar la conducción, tomando nota de la fuerza de la frenada, cómo de rápida es la conducción, qué distancia es recorrida y cuándo es recorrida. Basándose en su comportamiento, los aseguradores proporcionarán un nuevo precio al riesgo de cubrir a un conductor. Si se trata de un buen conductor conseguirá un descuento, y si la conducción no fue buena, teóricamente pagará una prima mayor. La tecnología sigue siendo nueva y el dispositivo debe ser enchufado al coche. Sin embargo, un mayor número de productores de equipamiento incorporarán dispositivos telemáticos en sus nuevos vehículos.  

Los agregadores tales como sitios web de viajes que buscan la mejor tarifa aérea, ofertas en hoteles y coches se han convertido en algo común, pero este tipo de productos todavía no está disponible para las aseguradoras de automóviles, al menos no en Estados Unidos. Una de las principales razones por la que es difícil implementar un agregador en Estados Unidos es porque la industria del automóvil está regulada estado por estado. Si los aseguradores quieren implementar un incremento en el precio, tienen que justificar su necesidad con los reguladores de cada uno de los estados. Las empresas no pueden incrementar las primas únicamente porque el competidor está incrementando sus precios o porque quiere incrementar su beneficio. En conjunto, la transparencia en el precio es mala para la rentabilidad, especialmente para aquellos modelos de negocio apalancados, tales como los seguros de automóviles con unos altos ratios de prima a recursos propios. Creemos que a pesar de los desafíos actuales que la industria será más transparente con el tiempo, y esto debería llevar a unas menores primas y en última instancia unos menores flujos de caja para los aseguradores.

Conclusión

La ganancia en el corto plazo no se debe traducir en una ganancia sostenible en el largo plazo para la industria aseguradora de vehículos. En nuestra opinión, el reciente aumento de accidentes e incidentes mortales, que se deben principalmente a distracciones en el coche, no es una tendencia sostenible debido a la innovación en los vehículos y en el transporte. Además, mientras la industria se presenta atractiva en el corto plazo, los inversores a largo plazo deben estar conscientes de que las tendencias a corto plazo pueden ser engañosas y no sostenibles.  

Columna de opinión de Robert M. Almeida, responsable de inversiones de MFS Investment Management 

El dólar, de capa caída

  |   Por  |  0 Comentarios

El dólar, de capa caída
Pixabay CC0 Public DomainGeralt. El dólar, de capa caída

La mayoría de los economistas más respetados del mundo suele salir muy mal parado de sus intentos de predecir los tipos de cambio. Intervienen tantos parámetros —todos ellos inestables, interconectados y con importancia variable— en el precio de equilibrio de las divisas, que el ejercicio de predicción en este sentido constituye una magnífica cura de humildad recibida una y otra vez.

No obstante, esta dificultad en la predicción no impide hacer el intento de comprender, especialmente hoy día, cuando las tendencias de 2017 parecen empeñarse en quedarse en este inicio de año.

La breve apreciación de dólar a finales de 2016, tras la elección de Donald Trump, respondía a una interpretación bastante simple y literal de la promesa del candidato republicano: reforzar todos los aspectos de la economía estadounidense, lo que se traducía en un mayor atractivo de las inversiones efectuadas en la divisa estadounidense. Pero lo que realmente es necesario examinar de cerca es la increíble reversión de tendencia registrada en 2017, año en el que el dólar se depreció marcadamente frente a todas las divisas. En respuesta a esta evolución, el euro se apreció notablemente el año pasado, de forma espectacular frente al dólar (+14%), pero también frente a las principales divisas a escala mundial (+10%). El análisis deberá realizarse pues a ambos lados del Atlántico.

Primera pista: el efecto bumerán. 2016 se concibió como un año precursor de todos los peligros para la zona del euro. ¿Anticipaban la victoria del Brexit en junio de ese año y, después, la elección de Donald Trump una oleada de populismo en las elecciones francesas y neerlandesas con efectos desastrosos para la divisa única? Al final, no pasó nada, y la muerte anunciada del euro resultó ser demasiado exagerada.

Segunda pista: el crecimiento económico. No solo se desvaneció el riesgo político de la zona del euro, sino que la mejora de su economía llegó a sorprender incluso a los más optimistas. Es probable que la percepción de un riesgo político retrasara el regreso de la inversión y la confianza de los inversores. Al mismo tiempo, los constantes fracasos de la Administración Trump para lograr la aprobación de su programa económico cuestionaron el hecho de que la confianza de los consumidores y de las empresas estadounidenses fuera a traducirse en un aumento notable de la actividad. De hecho, por primera vez desde 2008, el crecimiento de la zona del euro superó ligeramente al de Estados Unidos en 2017.

Tercera pista: los tipos de cambio. Lógicamente, el valor de una divisa se ve influenciado por la balanza comercial de un país. Un país o una región que presenta una balanza comercial (más en concreto, una balanza por cuenta corriente) con superávit provocará automáticamente que los países clientes compren su divisa con el fin de abonar sus importaciones. A ello le seguirá una presión alcista para esta divisa. Así, la zona del euro, principalmente gracias a Alemania, registra un superávit por cuenta corriente de más del 3%, mientras que Estados Unidos presenta un déficit de más del 2%. No obstante, cabe destacar que esta situación no es nueva, y que no impidió que el euro se depreciara de 2014 a 2016. Esta dinámica constituye meramente un factor de apoyo para la divisa única, dado que lo más importante probablemente resida en otro elemento: el «estatus» mismo de la divisa.

Esta cuarta pista es difícilmente cuantificable, pero decisiva. En los años posteriores a la creación del euro, el creciente reconocimiento de su credibilidad como nueva divisa de reserva internacional tocó fondo de forma inesperada en 2008 con motivo de la gran crisis financiera. Desde entonces, la envergadura de la zona del euro, aún frágil, y de su divisa, no había podido hacer frente a la de Estados Unidos, sobre todo cuando la región europea se aproximó al borde del abismo económico en 2010-2011 y, después, en el plano político en 2016. Durante este largo y complicado periodo, la proporción que los grandes bancos centrales del mundo dedican al euro en sus reservas de divisas se derrumbó de forma inexorable hasta caer al nivel del que había partido cuando se creó la divisa única hace dieciocho años.

Lo mismo sucedió con la asignación al euro de las grandes gestoras de activos internacionales. Todavía a día de hoy, estas últimas se preguntan sobre las probabilidades de éxito político-económico del nuevo eje franco-alemán. Aún no han renovado su confianza a largo plazo en el euro. Sin embargo, esta perspectiva progresa y tiene tanto potencial que la alternativa estadounidense empieza a generar dudas.

El descenso deliberado del compromiso económico y geopolítico mundial de Estados Unidos (desde el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica hasta el Acuerdo de París sobre el cambio climático, pasando por las amenazas sobre el TCLAN y el acuerdo nuclear iraní) merma el estatus mundial del dólar. Y este deterioro resulta ser sumamente compatible con las prioridades económicas de la Administración Trump, que podrían apoyarse en una divisa más débil para aliviar el tan esgrimido «problema» de una balanza exterior muy negativa.

A modo de conclusión, resultaría lógico que la tendencia de depreciación del dólar se intensificara aún más —aunque el billete verde no se dará por vencido fácilmente— y, en este caso, el euro será una de las primeras divisas en poder beneficiarse de la situación si la dinámica económica y política lograra confirmar su renacimiento.

Tribuna de Didier Saint-Georges, miembro del Comité de Inversión de Carmignac.

 

 

Tres temas a tener en cuenta con la vuelta de la volatilidad a los mercados

  |   Por  |  0 Comentarios

Tres temas a tener en cuenta con la vuelta de la volatilidad a los mercados
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Seyed Mostafa Zamani. Tres temas a tener en cuenta con la vuelta de la volatilidad a los mercados

La volatilidad ha regresado a los mercados financieros y hay claramente tres temas que actualmente molestan a los mercados financieros (aparte de las declaraciones y decisiones de Donald Trump) que merecen explorarse con mayor detalle: crecimiento, inflación y la política monetaria de la Reserva Federal, así como las repercusiones que algunos de los posibles escenarios podrían tener en diferentes clases de activos.

La primera pregunta que podrían plantearse los inversores es si la dinámica de crecimiento e inflación realmente ha cambiado. Después de todo, hace apenas unos meses los inversores estaban preocupados por la debilidad de la economía global y la incapacidad de las autoridades monetarias para alcanzar su meta de inflación. Ahora parecen temer la «sobreestimulación» de la economía estadounidense y un aumento de la inflación.

La idea de que unos 10 años después de la crisis se haya establecido una base para un aumento sostenible de la economía global nos parece poco realista. Por el contrario, las políticas monetarias de los bancos centrales impidieron una transformación general de la situación económica, mientras que los frenos estructurales sobre el crecimiento siguen presentes: demografía, tendencias de productividad, deuda históricamente alta, desequilibrio entre ahorro e inversión y desigualdades sociales.

Además, las medidas implementadas por las autoridades estadounidenses en términos de inmigración y comercio probablemente refuercen aún más estos amortiguadores. Por último, la recuperación económica que hemos visto en los últimos años se basa principalmente en un aumento en los precios de los activos financieros y del sector inmobiliario, y un repunte en los precios de las materias primas, un rebote que podría verse afectado por la desaceleración de la economía china.

Subida de salarios

El segundo tema importante para los inversores se refiere a la inflación. Los temores recientes sobre la inflación se vieron alentados principalmente por las estadísticas de empleo de enero en Estados Unidos, que mostraron una ligera aceleración en los salarios medios por hora, con un aumento interanual del 2,9%.

Las cifras de febrero, publicadas a principios de marzo, volvieron a tranquilizar al mercado con un aumento salarial promedio por hora del 2,6% (es irritante observar que ambas suben en enero y caen en febrero y, por lo tanto, las decisiones de inversión motivadas por estas cifras pueden ser explicadas por algunos ajustes estadísticos cuestionables).

Crecimiento e inflación

El tercer tema de preocupación se refiere a las medidas adoptadas por la Fed dadas las incertidumbres que rodean el crecimiento y la inflación: ¿aumentará la Reserva Federal el ritmo de endurecimiento de su política monetaria, hasta tal punto que cause turbulencias en los mercados financieros? ¿O elegirá jugar la carta de prudencia, que podría percibirse como ir «detrás de la curva»? La respuesta a estas preguntas es aún más incierta dado el reemplazo de Janet Yellen por Jerome Powell al frente del organismo y cuya línea de pensamiento sigue siendo una cantidad desconocida para los mercados.

La Reserva Federal podría decidir aplicar una política monetaria excepcionalmente acomodaticia para continuar apuntalando los precios de los activos financieros o podría endurecer preventivamente su política monetaria para evitar una escalada de los aumentos salariales. La pregunta también será si la Reserva Federal reacciona ante las potenciales tensiones salariales o las tendencias subyacentes de la inflación.

Fundamentales sin cambios

Por último, la Reserva Federal podría decidir aumentar su ajuste monetario, incluso si la inflación no aumenta para darle más municiones en caso de una nueva desaceleración económica. Sin embargo, la experiencia en los últimos años ha demostrado que, en este caso, los bancos centrales podrían recurrir a otras medidas para estimular el crecimiento.

Al final, los fundamentos sobre el crecimiento y la inflación no han cambiado drásticamente en nuestra opinión. Entonces, no hay razón para pensar que los bancos centrales adoptarán políticas monetarias que son muy diferentes de las que ya se han tenido en cuenta. Sin embargo, esto no significa un retorno a un entorno idéntico al del año pasado, que vio subir los precios de las acciones sin mucha volatilidad.

La retórica proteccionista y aislacionista de Donald Trump podría intensificarse antes de las elecciones legislativas de noviembre y reforzar así la aversión de los inversores al riesgo. Sin embargo, las decisiones sobre la asignación entre las clases de activos y dentro de cada clase de activos no son las mismas en un escenario como el que se presenta en un escenario de aumento de la inflación.

Es por eso que durante la corrección bursátil entre enero 26 y febrero 8, provocada por el temor a una inflación creciente, los precios de los bonos también cayeron, mientras que durante la corrección iniciada en marzo y que parece desencadenada por temores al aumento del proteccionismo, esto no es el caso.

Guy Wagner es CIO de Banque de Luxembourg y managing director de su filial de asset management, BLI.

MiFID II y la profesionalización de la banca privada

  |   Por  |  0 Comentarios

MiFID II y la profesionalización de la banca privada
Foto: Peloman, Flickr, Creative Commons. MiFID II y la profesionalización de la banca privada

Pese a no contar aún en nuestro ordenamiento jurídico con una trasposición efectiva total del paquete normativo MiFID II-MiFIR, tras el comunicado publicado el 2 de enero de enero de 2018 por la CNMV cabe considerar que, a efectos prácticos, sus disposiciones resultan directamente aplicables.

A pesar de que aún es pronto para hacer un balance de la entrada en vigor de la nueva normativa, puede afirmarse que MiFID II contribuye muy significativamente a la profesionalización de los servicios de banca privada. Y ello por varias razones. En primer lugar, en materia de asesoramiento financiero, las distintas entidades ya se están autocalificando frente a sus clientes como independientes o no independientes.

Las entidades independientes tendrán que cobrar explícitamente a los clientes sin poder retener ningún tipo de incentivo, mientras que las no independientes podrán seguir recomendando sus propios productos así como cobrar incentivos, si bien bajo el cumplimiento de ciertos requisitos que permitan acreditar una mejora en la calidad del servicio. Se pone coto así a la tendencia imperante en el sector de meramente comercializar productos generadores de jugosas comisiones de colocación. En consecuencia, se potencia el asesoramiento, en sus dos modalidades, impulsando la generación de valor para el cliente, la cual justificará el cobro de las comisiones correspondientes, tal y como sucede con cualquier prestación de servicios profesionales.

Es precisamente el cliente quien debería resultar más beneficiado con el nuevo marco normativo, por cuanto además de poder acceder a un asesoramiento de mayor calidad (y no necesariamente a un mayor coste del que venía soportando, en muchos casos de manera tácita), ahora tendrá acceso a una información más completa, transparente y detallada de los gastos relativos a todos los servicios que reciba y operaciones que realice. Nos encontraremos, pues, ante clientes más y mejor informados que podrán ser más exigentes con sus entidades, así como más capaces de apreciar dónde se encuentra el verdadero valor añadido.

Finalmente, la profesionalización del sector también se verá notablemente reforzada con los nuevos requisitos que, en materia de formación y acreditación, resultan exigibles a quienes presten servicios de asesoramiento a los clientes. Así, una vez transcurrido el plazo transitorio de cuatro años, únicamente podrán prestar los referidos servicios los profesionales que se encuentren debidamente habilitados. Otra buena noticia para los clientes.

Tribuna de Fernando H. Estévez, secretario general de Diaphanum

¿Cómo controlar la volatilidad?

  |   Por  |  0 Comentarios

¿Cómo controlar la volatilidad?
Foto: PIkonasso, Flickr, Creative Commons. ¿Cómo controlar la volatilidad?

Este mes me gustaría destacar un hecho que no deberíamos pasar por alto. Como muchos sabéis, históricamente los gestores, para controlar el riesgo de las carteras, incorporan activos con correlaciones negativas con el fin de mitigar los vaivenes de los mercados.

Para reducir la volatilidad lo ideal es construir las carteras con activos de renta fija, renta variable, oro, dólar… activos que se comportan de forma diferente ante movimientos adversos de mercado. Eso hace que se compensen los movimientos relativos entre ellos, lo que resulta ser una cartera más estable y segura, sobre todo ante una corrección o una crisis. ¡Resulta que en febrero no ha sido así: todo ha bajado a la vez!

Desde hace unos meses, venimos anunciando que la gestión más tradicional de las carteras se está quedando anticuada, por los efectos de las políticas monetarias que han seguido los bancos centrales estos últimos 10 años, que han generado que todos los activos estén en niveles históricos de valoraciones altas. Esto está produciendo que las correlaciones se estén tornando positivas entre todos los activos del mundo, un hecho sin precedentes.

Cuando todo sube es fantástico, pero y ¿si la cosa cambia?

Muchas entidades están volviendo a ofrecer, con alegría, productos estructurados, fondos alternativos, fondos de capital riesgo… y en algunos casos como alternativas de baja volatilidad.

Recuerda que “there is no free lunch” y nadie te obliga a comprar nada que no se entienda.

En DiverInvest, para conseguir diversificar y mitigar los vaivenes de los mercados, la única opción que queda es tener cash (liquidez) en las carteras. Pensamos que tener un porcentaje más elevado de cash de lo habitual, tiene sentido si quieres mitigar riesgos.

Por cierto, ojo donde inviertes el cash o ¿ya te has olvidado de lo que le pasó al Banco Popular?

Tribuna de David Levy, desde Diverinvest EAFI.

 

Perú: Con los fundamentos económicos en verde, todo dependerá de la gobernabilidad

  |   Por  |  0 Comentarios

Perú: Con los fundamentos económicos en verde, todo dependerá de la gobernabilidad
Wikimedia CommonsEl nuevo presidente de Perú, Martín Vizcarra. Perú: Con los fundamentos económicos en verde, todo dependerá de la gobernabilidad

Debido a la situación de enfrentamiento que se estaba viviendo entre el presidente Pedro Pablo Kuczynski y el Congreso, y que había llegado a un punto de quiebre con una crisis de gobernabilidad y parálisis de iniciativas de crecimiento y reformas, creemos que la renuncia del presidente y, por consiguiente, una transición ordenada para un gobierno de Martín Vizcarra puede ser positivo para el país.

En su mensaje de juramento, el presidente Vizcarra fue muy claro en su intención de ejercer el cargo hasta el término de su mandato, y también anunció la renovación completa del gabinete ministerial, lo cual consideramos que era clave para marcar distancia con el gobierno anterior y una señal de querer dar vuelta a la página finalizando la política de “odio y confrontación” de los últimos años.

Los mercados han tomado de manera positiva los cambios, y las expectativas de mayor gobernabilidad y menor incertidumbre se han reflejado la semana pasada en apreciación del tipo de cambio (1.48%), reducción en las tasas de interés de la curva local (10bps del bono a 10 años), y subida de la bolsa (1.33%), a pesar de haberse presentado días volátiles en los mercados internacionales.

Las agencias calificadoras de riesgo Moody’s, S&P y Fitch han ratificado la calificación crediticia de Perú y mantenido la perspectiva estable.

En cuanto al panorama político hacia adelante, creemos en general se pueden contemplar tres escenarios:

Una tregua entre el Congreso y el nuevo gobierno. Esto no quiere decir que el Congreso vaya, de la noche a la mañana, a tener una actitud colaborativa (lo cual no es muy probable), si no que se reduzca la actitud de confrontación y obstrucción, se reabra el diálogo con el ejecutivo, y se logre tener puntos de encuentro que les permitan trabajar juntos en algunos temas centrales. Este escenario sería bastante favorable en relación a los últimos meses, considerando los sólidos fundamentos macroeconómicos y altos precios de commodities que deberían permitir que la economía crezca cerca de su potencial. El crecimiento podría estar cercano al 4% o superior en este escenario.

El Congreso continúa con una actitud de confrontación y obstrucción. Estaríamos en situación similar a los últimos dos años, con crecimiento letárgico y por debajo de potencial, pero aún positivo por los sólidos fundamentos macroeconómicos. El crecimiento podría estar entre 2.5% y 3.5% bajo este escenario.

El Congreso tratará de forzar una renuncia o que se convoque a elecciones generales. Este sería el escenario de mayor incertidumbre. Toda la clase política ha salido golpeada de la crisis actual, lo cual abriría la puerta a que pueda surgir un outsider o candidato de planteamiento radical.

Creemos que el primer escenario es el más probable. Más allá del mensaje de aceptación por la mayor parte del Congreso (que es discurso político y puede ser bastante volátil), creemos hay algunos factores que sustentarían este camino.

En primer lugar, el Congreso ha salido muy desprestigiado con ésta crisis política, llegando a su punto más bajo de aprobación con 11% según encuesta de GFK (menor incluso que la de Kuczynski). Los principales partidos, y en particular el de Keiko Fujimori, probablemente saldrían con representación significativamente menor de darse elecciones generales en este momento (con lo cual también creemos que el tercer escenario es poco probable). Es de interés de los congresistas tratar de cambiar su imagen de impulsores de inestabilidad (y apelar a que la población tenga poca memoria), apuntando a llegar fortalecidos a las elecciones del 2021 (y también a las regionales y municipales de octubre del presente año).

En segundo lugar, Martin Vizcarra no tiene realmente un partido. Si bien esto puede ser visto como una debilidad en algunos casos, en la coyuntura actual puede ser un factor positivo dado que probablemente no lo vean como amenaza política (no hubiera salido elegido como presidente en las elecciones), lo cual puede abrir la puerta a un poco más de diálogo.

En relación a esto último, si bien Martin Vizcarra no era tan conocido antes por el público general, no quiere decir que no tenga experiencia política. Tuvo una buena gestión como gobernador regional de Moquegua, donde logró importantes resultados en educación (que mencionó como una de sus prioridades en el mensaje a la nación) y consiguió manejar situaciones complejas con empresas mineras, puntos que pueden ser relevantes para ganar apoyo de las regiones y de algunos congresistas. 

La situación que recibe es compleja y va a requerir mucho manejo político. No obstante, en la medida en que se reduzca el clima de enfrentamiento (que también debería ser interés del Congreso), esto brindaría un impulso a la economía simplemente por una reducción de incertidumbre política dado que el resto de condiciones son favorables; creemos que este es el escenario más probable.

En el inicio de su mandato ha dado una buena impresión. La primera prueba real se dará en los próximos días con el nombramiento de los nuevos ministros, lo cual también permitirá tener algunas señales de la nueva actitud de los congresistas.

HMC Capital es una empresa de inversiones y asesorías financieras especializada en activos alternativos de América Latina. La firma tiene cmás de 9.000 millones de dólares (USD 9 billion) en activos bajo administración y distribuye una amplia gama de inversionistas institucionales y privados.

 

Cómo la disrupción y la diversidad están avivando el próximo ciclo de energía

  |   Por  |  0 Comentarios

Cómo la disrupción y la diversidad están avivando el próximo ciclo de energía
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Stocksnap. Cómo la disrupción y la diversidad están avivando el próximo ciclo de energía

En la mitad del último ciclo de energía, analistas, científicos y escritores de opinión expresaban su preocupación por el concepto de “peak oil”, un punto teórico en el tiempo, en el que el mundo alcanzaría la cúspide de la extracción de hidrocarburos y experimentaría un declive prolongado y constante en su suministro. Cercanos a la finalización de ese ciclo, sin embargo, el discurso cambió, conforme la producción de “shale oil” estadounidense y la oferta alternativa de energía inundaron el mercado y los productores de energía se quedaron en cambio, con un exceso de producto y con una demanda decreciente. Esto es por lo que las empresas de energía están ahora más preocupadas por un pico en la demanda de crudo que por un pico su oferta, como lo estaban hace una década.       

El auge de los mercados emergentes, la nueva demanda por fuentes de energía alternativa y la tecnología para la extracción de petróleo de esquito en Estados Unidos, han alterado de forma significativa el sector de energía en las últimas décadas, y continuará haciéndolo en el próximo ciclo. En MFS, monitorizamos la disrupción entre diferentes sectores y las implicaciones potenciales que estos temas tienen en los fundamentales subyacentes de los valores en los que invertimos.     

La disrupción en los modelos de negocio tradicionales con nuevos factores que impulsan la demanda y la oferta y la innovación tecnológica que ofrece tanto riesgos como oportunidades para los inversores. Creemos que la selección de títulos es crucial en este sector y que estos temas disruptivos de oferta y demanda continuarán teniendo un impacto en cómo invertimos a través del próximo ciclo de energía.

La transición hacia un nuevo ciclo

El sector de la energía completó recientemente un ciclo completo de inversión que comenzó en el año 2.000. En este periodo, los precios del crudo se movieron de menos de 20 dólares por barril a más de 140 dólares, para volver a caer por debajo de los 30 dólares en febrero de 2016. El ciclo comenzó con un choque en la demanda de los mercados emergentes (principalmente China), como muestra el gráfico en la izquierda, y terminaría con una disrupción en el lado de la oferta con la introducción del “shale oil” y de fuentes alternativas/no-convencionales de energía. El precio del crudo aumentó a un nivel en el que la disrupción del crudo y de la energía alternativa se convirtieron en una característica permanente de la oferta energética. Hoy, el sector se ve cada vez más amenazado por el lado de la demanda, a través de un movimiento con apoyo político hacía la electrificación masiva del transporte y del deseo de un mayor uso de fuentes alternativas.

La revolución del vehículo eléctrico            

La transición hacia el actual ciclo de energía comenzó con la disrupción en la demanda de vehículos con baterías eléctricas (BEVs), que fue respaldada por un apoyo político creciente y al escrutinio regulatorio de los productores de vehículos diésel. Los recientes escándalos en las emisiones de los motores diésel de Volkswagen y otros han ejercido una presión adicional en los productores convencionales de automóviles de los vehículos de combustión convencional. En julio de 2017, Reino Unido y Francia anunciaron una prohibición de las ventas de vehículos de gasolina y diésel a partir de 2040, mientras que Volvo anunció que cada modelo de vehículo fabricado después de 2019 tendrá un motor eléctrico. El gráfico 2 muestra la penetración estimada del vehículo eléctrico, que en la actualidad es menor al 5% pero se espera que sea superior al 80% en 2050, conforme los productores de automóviles realicen un giro en su producción y los vehículos autónomos de uso compartido se hayan convertido en la corriente principal.      

La electrificación masiva de la flota de transporte tendría un impacto significativo en la demanda, conforme los vehículos de transporte de pasajeros representan actualmente aproximadamente un 30% de la demanda de crudo global. Se espera que más de 530 millones de vehículos eléctricos estén en las carreteras a partir de 2040, lo que podría desplazar el consumo de ocho millones de barriles de transporte de combustible por día.   

El aumento de la demanda de vehículos eléctricos tiene una desventaja, requiere una oferta mayor de electricidad y una mejora de la capacidad de almacenamiento. Basándose en las perspectivas de consumo de vehículos eléctricos, el incremento global de la demanda eléctrica será entre un 15% y un 20% más alta para hacer frente a esta demanda. Hacer frente a este incremento de la demanda requiere una mejora en la capacidad de la red, innovación en el almacenamiento y una gestión de los picos de demanda, algo que se presenta actualmente como desafíos para el sector en conjunto.

Buscando un buen retorno en la inversión en energía

Simplemente hacer frente a la demanda de energía con la nueva oferta es sólo una parte de la solución de energía. En MFS pensamos en la energía como una ecuación química: una cantidad de energía entra para desplazar otra parte de energía fuera. Los hidrocarburos convencionales requieren muy poco aporte de energía para obtener una gran producción de energía, produciendo un excedente. Sin embargo, el mundo está reemplazando las fuentes de energía convencionales eficientes con fuentes no convencionales menos eficientes y alternativas que tienen un menor volumen de producción, un menor valor de energía térmica y mayores costos relativos de entrada de energía. En otras palabras, la energía nueva y no convencional requiere más energía para producir menos energía que los hidrocarburos convencionales.

Las fuentes de energía alternativas se han beneficiado de los subsidios gubernamentales y las desgravaciones fiscales, así como de los mercados de capital de apoyo que proporcionan capital a bajo costo. Sin embargo, necesitarán aumentar significativamente la eficiencia de la producción para mejorar la producción de energía relativamente inferior, ya que aproximadamente el 33% de la energía se consume en el proceso de producción de energía y otro 17% se pierde en el almacenamiento y en su entrega. Los productores se quedan con solo la mitad de la energía primaria disponible para el consumo después de este proceso.

En una nota positiva, el costo de los paquetes de baterías de iones de litio ha caído casi un 80% en los últimos seis años, a $227/ kWh, y se espera que caiga a $100/kWh en 2030. Se necesita un almacenamiento rentable para permitir una mejor gestión de la capacidad de la red, para hacer que la energía esté disponible en las horas punta. Sigue existiendo el riesgo de que unos menores excedentes de energía sigan aumentando los costes, ya que sería inusual ver una transición masiva a la nueva tecnología antes de que sea competitiva en términos de costes. Hasta entonces, mantendríamos que los jugadores de energía convencionales todavía tienen un papel importante en la mezcla de suministro de energía, y características fundamentales como la solidez del balance, la calidad de los recursos geológicos y la capacidad del ejecutivo para navegar el paisaje cambiante determinarán ganadores y perdedores.

Conclusión

El sector energético global continúa evolucionando en respuesta a poderosas fuerzas tecnológicas, gubernamentales, económicas y ambientales disruptivas. Estamos siendo testigos de un cambio de crecimiento de las economías desarrolladas a las emergentes y una transición de los combustibles fósiles convencionales hacia las tecnologías de energía limpia. Esta transferencia responde en gran parte a una mayor oferta, estándares específicos de energías verdes y objetivos de desarrollo económico en muchos países. Si bien los hidrocarburos convencionales seguirán siendo la columna vertebral del suministro de energía durante muchos años, los cambios en los márgenes pueden tener importantes implicaciones para los inversores en los próximos años. Creemos que la selección de la seguridad y la gestión del riesgo seguirán siendo los componentes cruciales de cualquier estrategia de inversión con exposición al sector de la energía en el próximo ciclo.

Columna de James Neale, analista de renta variable en MFS Investment Management

 

Por qué el mercado de renta variable favorito sigue siendo Japón

  |   Por  |  0 Comentarios

Por qué el mercado de renta variable favorito sigue siendo Japón
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Guwashi999. Por qué el mercado de renta variable favorito sigue siendo Japón

Aunque no hemos efectuado cambios significativos en nuestra asignación de activos global durante el mes pasado, los mercados no se han mostrado nada tranquilos. La sólida rentabilidad registrada por el mercado en 2017 puso de relieve, en gran medida, que los inversores descontaban en los precios de los activos un entorno mucho más halagüeño para la economía y los beneficios. Ahora bien, los acusados descensos que observamos en febrero no reflejaban, en nuestra opinión, un fuerte deterioro de estas perspectivas.

El enérgico repunte de la aversión al riesgo se debió a factores técnicos más que a factores fundamentales, pues la conjugación de las pérdidas derivadas del masivo cierre de posiciones en los vehículos de volatilidad con elevado apalancamiento (como los ETFs y los títulos de deuda cotizados, ETN) y el prologando posicionamiento de los inversores se tradujo en un brusco incremento de la volatilidad en la renta variable y un descenso en los precios cuya estela no siguieron otras clases de activos (los mercados de crédito mostraron un magnífico comportamiento durante este periodo).

Optamos por la prudencia para no apostar por grandes fondos sistemáticos en proceso de liquidación de activos, aunque estas «perturbaciones en las valoraciones» nos ofrecieron la oportunidad de aumentar la exposición a nuestros mercados favoritos y capturar el valor que habían perdido los participantes del mercado que se habían visto obligados a vender. Con este propósito, nuestras positivas perspectivas de reactivación económica para 2018, junto con unas halagüeñas previsiones de beneficios y un escaso riesgo de recesión, apuntan a unos cuantos catalizadores fundamentales para unos mercados caracterizados por la aversión al riesgo. Dicho esto, es probable que haya aumentado el riesgo de una crisis «accidental» o un error de política.

En este contexto, mostramos preferencia por las acciones, las commodities y los bienes inmuebles sobre la deuda pública nominal e indexada a la inflación de los países centrales, y adoptamos una postura neutral con respecto del crédito y el efectivo. En el universo de la renta variable, seguimos privilegiando claramente las acciones de Japón, los mercados emergentes asiáticos y Europa, pues en todos ellos se observa un elevado apalancamiento operativo que les permitirá beneficiarse de la actual reactivación mundial. Nuestro trabajo reciente se ha volcado en el análisis de estas posiciones, con especial énfasis en la renta variable del Viejo Continente y Japón.

Europa

Habida cuenta de su carácter procíciclo e internacional y su apalancamiento operativo, las acciones europeas se hallan bien posicionadas para beneficiarse de la actual reactivación macroeconómica mundial. Creemos que el repunte de los rendimientos de la renta fija, las expectativas de inflación al alza y la positivización de las curvas resultan favorables para los valores europeos; este último factor resulta especialmente propicio para los beneficios empresariales en el sector financiero.

La coyuntura monetaria dista mucho de ser restrictiva en Europa, y el riesgo de recesión se revela reducido. De hecho, nunca se han producido recesiones en la región a no ser que los tipos de interés reales se hayan situado, como mínimo, en el 2% en Estados Unidos y se haya invertido la curva de tipos. Asimismo, los indicadores de confianza en el sector manufacturero siguieron mostrando fortaleza, mientras que las presiones salariales (Alemania aparte) aún están por emerger, lo que ofrece un posible «punto óptimo» para que las empresas incrementen sus márgenes operativos (nos mostramos, no obstante, bien atentos a las encuestas que sugieren que el empleo se está tornando escaso).

En materia de valoración, la renta variable del Viejo Continente sigue revistiendo atractivo frente a otros activos europeos y la renta variable de otras regiones. Sin embargo, entre los principales riesgos cabe destacar las fluctuaciones en los tipos de cambio (que reducirán probablemente los beneficios empresariales en un 3%-5%, lo que recortaría nuestras previsiones para 2018 hasta el 10%-12%), y un giro al alza paralelo de la curva de tipos.

Japón

Nuestra opinión positiva sobre la renta variable nipona no ha cambiado. La demanda mundial representa el principal catalizador de los beneficios empresariales, y se espera que estos últimos crezcan en un 11% (una cifra superior a la del consenso) en 2018. También anticipamos unos beneficios corporativos por encima de las expectativas del consenso en 2019. Aunque unos movimientos cambiarios repentinos y de calado podrían revelarse problemáticos, en especial para los grandes exportadores, consideramos que las compañías son capaces de adaptarse a unas variaciones más graduales, y Japón solo obtiene un tercio de sus ingresos del extranjero, un dato relativamente modesto en un contexto mundial.

El panorama más general para las compañías del país del sol naciente indica un rápido aumento de los márgenes de beneficios operativos tanto en el sector manufacturero como en el no manufacturero. Aunque estos se hallan en cotas bajas en comparación con el resto del mundo (lo que refleja la base de costes más elevada de Japón), la dirección en la que se mueven es claramente favorable, pues se observa un significativo potencial alcista a medida que las empresas se centran cada vez más en la remuneración de los accionistas.

Además, después de un periodo de extrema relajación monetaria, el Banco de Japón ha rotado desde una postura cuantitativa a una cualitativa, y auguramos un objetivo de rendimiento ligeramente más elevado, respaldado por una inflación que tiende lentamente al alza. Japón ya no representa un «refugio seguro», sino un destino para los inversores extranjeros que genera apoyo en forma de flujos positivos. Esta clase de activos es la única a la que otorgamos gran preferencia.

Capturar las mejores oportunidades macro globales, con JP Morgan

  |   Por  |  0 Comentarios

Capturar las mejores oportunidades macro globales, con JP Morgan
Foto: Doug8888, Flirckr, Creative Commons. Capturar las mejores oportunidades macro globales, con JP Morgan
La gestión alternativa muestra su valor en etapas difíciles. Los fondos que siguen este estilo de gestión para sus carteras se caracterizan fundamentalmente por su flexibilidad en cuanto a la asignación de activos y la utilización de estrategias alternativas.

Una de estas estrategias de inversión, Global Macro, se caracteriza por aplicar una enfoque global, considerando activos y mercados de todo el mundo, con el objetivo de crear una cartera capaz de batir a la media del mercado. La estrategia se basa en análisis macroeconómico, considerando variables como tipos de interés, inflación o tipo de cambio en los diferentes mercados financieros.

Con este enfoque, uno de los fondos que mejor resultado obtiene en el año por rentabilidad, dentro de la categoría VDOS de gestión alternativa, es JPM Global Macro Opportunities, que en su clase C de acumulación en euros se revaloriza un 5,10% desde el inicio del año.

Es un fondo global macro temático y multiactivo, que sigue un proceso de inversión macro fundamental, en el que el equipo gestor trata de aprovechar las oportunidades que generan las diferentes coyunturas macroeconómicas en todo el mundo, combinando estrategias tradicionales y alternativas. Se busca capitalizar las oportunidades de retorno que ofrecen las grandes tendencias o temas macro a través de un proceso análitico y un enfoque de control de riesgo.

El equipo gestor del fondo tiene un objetivo de rentabilidad de liquidez del 7% (antes de comisiones), con una volatilidad de entre el 6% y el 10%. Su filosofía se basa en implementar la visión de JP Morgan Asset Management respecto a las tendencias macroeconómicas mundiales, de una forma dinámica y flexible, construyendo una cartera capaz de generar rentabilidades absolutas atractivas en diferentes entornos de mercado.

El equipo gestor lo integran James Elliot, jefe de Inversiones del equipo de Negocio Internacional de Soluciones Multiactivo, y Shrenick Shah, gestor del equipo de Soluciones Multiactivo. James es responsable de la supervisión de las inversiones de todos los mandatos gestionados por el equipo de Soluciones Multiactivo de Londres y Hong Kong, además de contribuir su punto de vista respecto a los grandes temas macroeconómicos, reflejados en todas las carteras gestionadas globalmente por el equipo.

James Elliot es también responsable de gestionar la cartera global macro. Previa a su incorporación a JP Morgan en 1995, fue jefe de Inversiones del Grupo de Gestión de Carteras de Renta Variable de Japón de JPMAM, basado en Tokio, y codirector del equipo de Renta Variable de Europa, basado en Londres. Fuera de JP Morgan, James fue d irector de Renta Variable de Europa para RAB Capital Plc. Se licenció en Historia Moderna por la Universidad de Oxford y cuenta con la certificación CFA.

El proceso inversor parte de una fase inicial de selección de grandes tendencias macro, con el objetivo de establecer y mantener un número de hasta ocho temas que abarquen tendencias tanto estructurales como cíclicas, en el entorno macroeconómico global. Se seleccionan a continuación entre 20 y 40 estrategias a seguir, de forma que reflejen al menos uno de los temas macro, ofrezcan un potencial de retorno positivo, generen el impacto deseado en la cartera, estén respaldadas por dinámicas de mercado favorables y contribuyan al objetivo definido, tanto en cuanto a exposición como a riesgo.

Se busca conseguir una mezcla de estrategias, tradicionales y sofisticadas. En el caso de las tradicionales, se persigue obtener retornos ligados a la beta de mercado y proporcionar exposición a tipos de interés. Las sofisticadas deberían proporcionar una exposición long/short a la beta de mercado y a una prima de riesgo idiosincrásica y que puedan ofrecer protección en escenarios adversos.

La última fase del proceso inversor se centra en la gestión de riesgo, con un análisis de riesgo en tiempo real que informa el proceso de decisión y asegura su robustez continuada, con el objetivo de controlar la volatilidad por debajo del 10%.

La cartera actualmente asigna un peso del 19% al tema de la Adopción Generalizada de Tecnología, 17% a Recuperación del Crecimiento en Europa, un 15% a Madurez del Ciclo en EE.UU., un 12% a Japón después de Abenomics, un 12% a Convergencia de Mercados Emergentes, un 11% a la Debilidad de la Oferta, un 7% a la Transición en China y también un 7% a la Divergencia Política Global. Con un patrimonio total bajo gestión de 4.922 millones de euros, las asignaciones por tipo de activo en la cartera del fondo corresponden a renta variable (68%), renta fija (13%) y divisas (19%).

La historia de rentabilidades del JPM Global Macro Opportunities  lo sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017 y 2018, batiendo al índice de su categoría durante 2014 y 2015. A tres años registra un dato de volatilidad del 9,11%, que se reduce hasta el 7,28% en el último año. En este último periodo, su ratio Sharpe es de 3,11 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 6,48%. La suscripción de la clase C de acumulación en euros requiere una aportación mínima de 10 millones de dólares (aproximadamente 8,18 millones de euros), aplicando a sus partícipes una comisión fija del 0,6%. El fondo cuenta también con una clase D en euros, con un requerimiento de aportación mínima de 5.000 dólares (aproximadamente 4.094 euros).

La creciente confianza en el crecimiento económico global y los ocasionales repuntes de la inflación, han dado una mayor confianza a los bancos centrales de Europa y Estados Unidos que han comenzado a dar un sesgo más agresivo a sus comunicados. El alza de los costes salariales en Estados Unidos a finales de enero llevó a una recuperación global de los rendimientos de bonos, situación en la que la estrategia de exposición corta a sectores defensivos del equipo gestor funcionó bien.

El riesgo agregado de la cartera se redujo durante la segunda mitad del mes de enero, cuando se percibió la velocidad y magnitud del movimiento ascendente en el mercado de renta variable, que redujo el atractivo de las valoraciones. Se tomaron beneficios en las estrategias de contado de renta variable y se incrementaron las de posiciones largas en volatilidad y en empresas de gran capitalización de EE.UU.

El equipo gestor se siente cómodo con el actual nivel de volatilidad de la cartera y espera poder beneficiarse de oportunidades que surjan como resultado de un incremento de la volatilidad.

La favorable evolución del fondo, tanto por rentabilidad como por volatilidad, especialmente en los últimos tres años, lo posiciona como uno de los más destacados de su categoría, haciéndose merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.

Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS