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. No hay que temer el proceso de normalización monetaria
La ausencia de presión inflacionaria favorece que los bancos centrales no tengan prisa por subir sus tipos de interés de forma más agresiva, con las repercusiones que eso podría tener para los mercados de renta fija. Por eso, veo poco probable que la Reserva Federal estadounidense acelere el proceso de normalización de sus tipos de interés este año.
Pese a la volatilidad registrada en los primeros meses de 2018 como consecuencia de que el entorno macroeconómico vuelve a centrarse en el retorno de la inflación, el equipo de renta fija de la casa escocesa no anticipa un brusco repunte de la inflación que obligaría a la Reserva Federal y a otros bancos centrales a tomar medidas más contundentes. Por eso creo que, a partir de ahora, el contexto resultará más benigno para la renta fija.
Los bancos centrales se sentirán aliviados, en vez de preocupados, y no pensamos que la volatilidad experimentada en febrero haya alterado fundamentalmente el entorno macro. Pese al nivel de actividad económica, la tasa de crecimiento actual no requiere una respuesta agresiva por parte de los bancos centrales.
Por ese motivo, seguimos descontando una favorable combinación de políticas monetarias acomodaticias (aunque menos que en años anteriores) y una política fiscal relativamente expansiva. Esperamos que el crecimiento sigue siendo superior a la capacidad pero en niveles similares a los de 2001.
Aunque la inflación ha repuntando desde mínimos, creo que estamos ante una simple normalización derivada del escaso exceso de capacidad que registra el mercado laboral y del robusto crecimiento.
En mi opinión, después de años luchando contra la deflación, los bancos centrales no solo no temen el aumento de la inflación sino que probablemente lo recibirán con alegría, y por eso no espero que cambien de postura en el corto plazo. Tras un largo periodo en el que la inflación se ha mantenido por debajo de su nivel objetivo, no parece que la Fed sienta la necesidad de acelerar el ritmo de la normalización.
Esperamos que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) continúe aumentando el tipo de interés oficial este año; tres o cuatro subidas en 2018 nos parecen razonables. Es muy probable que los tipos acaben alcanzando un nivel máximo más alto de lo que prevé el mercado ahora mismo (aproximadamente un 2,5% en 2020) pero no pensamos que la Fed sienta que se está quedando por detrás de la curva.
En Europa, considero que las expectativas de tipos resultan ahora más razonables que a finales del año pasado. Creemos que el BCE pondrá fin a su programa de expansión cuantitativa a finales de 2018 y que, en línea con lo que descuenta el mercado, no empezará a subir tipos hasta la primera mitad de 2019. Básicamente, pensamos que el banco central acabará subiendo tipos más rápidamente de lo que espera el mercado. Sin embargo, hace falta que la inflación aumente para que las tires registren movimientos significativos, algo que resulta poco probable a corto plazo.
Los tipos de interés se encuentran efectivamente en niveles bajos y la inflación, tanto básica como subyacente, continúa siendo débil (y presenta riesgos bajistas), por lo que creemos que el ajuste de la política monetaria se llevará a cabo de forma cuidadosa, sobre todo teniendo en cuenta la apreciación de la moneda común. Después de todo, los banqueros centrales no quieren que la próxima crisis les pille con los tipos de interés en niveles mínimos pero tampoco querrían ser los causantes de una nueva crisis.
Tribuna de Juan Valenzuela, cogestor del Kames Strategic Global Bond Fund de Kames Capital.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Moyan Brenn. ¿Ha llegado el fin del primer ministro japonés, Shinzo Abe?
Tras su decisiva reelección el año pasado, Shinzo Abe está a punto de convertirse en el primer ministro que más ha durado en el cargo en la historia de Japón. Se esperaba que esta hazaña redimiera su corta vida como primer ministro hace una década y que contrarrestara la ola de renuncias que plagaron la oficina ejecutiva de Japón entre 2006 y 2011.
Pero ahora, los índices de aprobación de Abe han caído pronunciadamente y se enfrenta a desafíos dentro de su propio partido en un momento en el que el Partido Liberal Democrático (PLD) debe decidir en septiembre si Abe continúa siendo su líder o no.
¿Qué ha ocurrido?
Se han intensificado las noticias sobre supuestos escándalos que involucran transacciones financieras inapropiadas y acoso sexual en el Ministerio de Finanzas. En el frente internacional, el líder norcoreano, Kim Jong Un se ha comprometido públicamente a avanzar hacia la desnuclearización, un tema en el que las autoridades japonesas han tenido muy poca participación.
Abe tampoco ha logrado ningún triunfo diplomático con Estados Unidos después de su reciente reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump. Y en definitiva, todo esto ha tenido una gran repercusión en la percepción que los ciudadanos japoneses tienen de su primer ministro.
¿Cómo sería un ‘Abexit’?
Abe deberá abandonar su puesto como primer ministro en caso de renuncia, pero también podría ser expulsado por su propio partido. En el primer caso, habría que estar atentos al 20 de junio, cuando termine el actual periodo parlamentario. Dado que el partido de Abe, el PLD, tiene una mayoría en la Dieta Nacional, los miembros podrían votar a un nuevo líder para su partido.
La otra alternativa de Abexit sería si alguno de sus rivales dentro del PLD obtiene suficientes votos durante las elecciones primarias que se llevarán a cabo en septiembre. Esto es cada vez más probable, ya que algunas encuestas muestran a Abe detrás de otros dos aspirantes.
¿Qué significa esto para Abenomics?
Aunque Abe puede ser ahora mismo muy impopular, muchos todavía creen en el conjunto homónimo de políticas económicas que ha defendido desde 2012. Estas iniciativas se centraron en una política monetaria laxa, reformas estructurales y una política fiscal expansiva. Sus esfuerzos han tenido cierto éxito: la economía japonesa se está moviendo y se encuentra por encima de su tasa potencial, mientras que el mercado bursátil se ha duplicado desde que comenzaron las políticas.
Esto es lo que podemos esperar en caso de unAbexit:
Desde PineBridge creemos que no habrá cambios inminentes a la política monetaria ultra flexible. Incluso si Abe renuncia, su sucesor trabajará con el aliado de Abe en el Banco de Japón. El actual gobernador, Haruhiko Kuroda, fue reelegido para un segundo mandato a principios de este año junto con una Junta de Gobernadores más moderada que la que tuvo durante su primer mandato.
Por lo tanto, esperamos que la política monetaria de tasas ultrabajas del Banco de Japón continúe probablemente hasta 2019. Factores como la inflación general, que todavía está lejos del objetivo del Banco de Japón «sosteniblemente por encima del 2%», y el fortalecimiento anual de la el yen japonés frente a tipos como el dólar estadounidense son factores clave que impiden que el Banco de Japón tome más medidas para normalizar la política.
Hay muy poco oxígeno político para las reformas estructurales. Aunque Abenomics ha tenido bastante éxito en alentar a más mujeres a ingresar a la fuerza de trabajo y cambiar las prácticas de gobierno corporativo, otros esfuerzos de reforma estructural duraderos siguen siendo difíciles de poner en marcha.
Cabe destacar que las iniciativas legislativas clave que aumentarían la movilidad del mercado laboral y eliminarían los incentivos fiscales que alientan a las mujeres a trabajar menos horas pueden ser el catalizador que la economía necesita para alcanzar la meta de inflación «sostenible por encima del 2%» del Banco de Japón.
De hecho, desde el inicio de Abenomics en diciembre de 2012, el cambio anual en el crecimiento de los salarios ha sido cercano al 0%. Sin embargo, hasta que el índice de aprobación de Abe rebote o sea nombrado un sucesor, parece que hay muy poca voluntad política para convertir estas ideas en una legislación factible.
No queda mucho margen de maniobra en el camino del estímulo fiscal. Esta puede ser la flecha más débil de Abenomics. Abe hizo campaña alentando paquetes de estímulos fiscales que totalizan billones de yenes japoneses, pero que han tenido muy poco efecto. Primero, el gobierno japonés ha infrautilizado la cantidad prometida. En segundo lugar, los números con los que Abe hizo campaña el año pasado contaron dos veces los proyectos existentes, por lo que el «nuevo gasto» fue mucho más bajo de lo que sugerían los números al principio.
Y por último, gran parte del gasto fiscal prometido se ha visto compensado por un ajuste fiscal en forma de impuestos al consumo. El aumento del impuesto al consumo de 2014 se aprobó en parte para ayudar a reducir el déficit fiscal del gobierno. La economía de Japón se contrajo inmediatamente en los trimestres siguientes a su puesta en marcha.
Debido a su impopularidad pública, peligra la puesta en marcha de un impuesto al consumo en 2019 si Abe deja el cargo. Finalmente, es probable que una de las cuestiones más destacadas de Abe, la de modificar la constitución de Japón para reforzar sus fuerzas armadas, se desestime en caso de su renuncia o derrota electoral.
Pero, no importa lo que le suceda a Abe, sus políticas económicas ya han tenido un impacto duradero en la economía japonesa. Y todavía hay espacio para que ese efecto crezca. En el mejor de los casos, un sucesor con un fuerte mandato público puede sacar provecho de los avances logrados hasta el momento y lograr un mayor progreso en reformas estructurales duraderas y proyectos de gasto público a favor del crecimiento. Ambos son escenarios optimistas para los activos de riesgo japoneses.
Paul Hsiao es analista económico de PineBridge Investments.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Macie Carter. Cuatro perspectivas a tener en el radar para el segundo trimestre del año
En nuestro repaso a las principales tendencias en nuestras perspectivas económicas trimestrales de cara al segundo trimestre de 2018, desde Invesco creemos que cuatro factores destacarán sobre los demás:
1.- Continuidad de la expansión del ciclo económico
Tras un periodo de debilidad en 2015-2016, agravado por el desplome de los precios del petróleo, por la caída de la inversión en ese sector y por el exceso de capacidad de las industrias básicas en China, el sector de las manufacturas globales repuntó con fuerza en 2017 y a comienzos de 2018. El crecimiento del PIB total ha sido menos volátil, aunque registró un buen comportamiento en EE.UU. en el segundo y el tercer trimestre de 2017, y una constante mejora en Europa Continental durante la totalidad de ese ejercicio.
En China, sin embargo, el momentum económico se ha debilitado, lo que ha provocado una leve ralentización de las industrias de procesamiento de materias primas y el sector de la vivienda. Tras este periodo de sólido crecimiento, comienzan a observarse signos de debilitación del momentum en EE.UU., Europa y China. Sin embargo, esto no supone el fin de la recuperación, sino solamente una ralentización del ritmo.
2.- Dos potenciales obstáculos para el crecimiento
Las correcciones intermedias o ralentizaciones durante los ciclos de expansión económica son bastante habituales —las más importantes fueron las asociadas con las subidas de tipos de interés en EE.UU. en 1994-95 y en 2004-05—. En esta ocasión parece haber dos potenciales obstáculos para el crecimiento.
En primer lugar, habida cuenta de que la Reserva Federal estadounidense (la Fed) está subiendo los tipos de interés y reduciendo al mismo tiempo el tamaño de su balance, el país dependerá de forma crítica de la capacidad de la banca y el sistema financiero para generar crédito nuevo, en particular bajo el régimen más restrictivo de Basilea III.
Lo fundamental no es la reducción del balance de la Fed, sino el impacto que esta contracción tiene sobre los fondos del conjunto del sistema bancario. El riesgo principal aquí es que el crecimiento del crédito y el dinero en EE.UU. ya se ha ralentizado en torno a un 4% y cualquier nueva ralentización podría limitar el crecimiento de la economía.
En segundo lugar, la confrontación comercial con China iniciada por el presidente Trump podría tener un efecto desestabilizador temporal sobre la actividad económica. Sobre el papel existe una preocupación generalizada por el hecho de que una «guerra comercial» pudiera precipitar una ralentización global, pero en realidad esto es poco probable.
No cabe duda de que los aranceles, de implementarse, elevarán el precio de las importaciones para los consumidores estadounidenses y chinos, pero las repercusiones sobre el crecimiento total del PIB serían limitadas. Los daños más importantes procederían de una contracción del crédito o de un endurecimiento involuntario de la política monetaria como ocurrió en 1929-33 (con la ley arancelaria de Hawley-Smoot) o en 2008-2009.
3.- La inflación se mantiene contenida y todavía no supone una amenaza para la expansión
Las expectativas económicas de consenso prevén un repunte significativo de la inflación para este año en EE.UU. Sin embargo, durante los últimos ocho años la inflación se ha mantenido por debajo del objetivo de los bancos centrales del 2% en EE.UU., la eurozona y Japón. En un contexto de medidas poco convencionales en materia de política monetaria (a través de la expansión cuantitativa o QE), unos niveles de tipos de interés excepcionalmente bajos y una continuidad de los déficits presupuestarios, el hecho de que la inflación se haya situado por debajo del objetivo ha supuesto un rompecabezas para los analistas convencionales.
Con unos mercados laborales próximos al pleno empleo, esperaban una subida de la inflación de conformidad con la «curva de Phillips» o el análisis de la brecha de producción, que establece que cuando la tasa de desempleo desciende y aumenta la utilización de la capacidad, la inflación es inevitable. Sin embargo, el problema con esta teoría es que la inflación es un fenómeno monetario y no solamente depende de la caída de la tasa de desempleo. El hecho es que la tasa de crecimiento monetario subyacente se ha mantenido baja en la mayoría de las economías desarrolladas —muy por debajo de la necesaria para generar un repunte de la inflación—. Mientras esto se mantenga, no existen motivos para esperar un estallido de la inflación que garantice un endurecimiento de la política monetaria hasta un punto que amenace con poner fin a la expansión del ciclo económico.
4.- La reciente corrección del mercado de valores
Tras el fuerte repunte provocado por las rebajas fiscales en EE.UU. en diciembre y enero, los mercados de renta variable atravesaron una serie de baches en febrero y marzo debido a tres factores principales. En primer lugar, el temor a la inflación generado por la publicación de datos medios de beneficios por hora del mes de enero (conocidos a comienzos de febrero) que saltaron hasta el 2,8% interanual. Las cifras de febrero (+2,6%) y marzo (+2,7%) han demostrado la ausencia de una aceleración sostenida de los salarios, desterrando por el momento la preocupación por una espiral de inflación asociada a los salarios o la “curva de Phillips”.
En segundo lugar, el sector tecnológico, que había impulsado el mercado durante gran parte de 2016 y 2017, se ha visto afectado por una serie de contratiempos que han repercutido en algunos de los nombres más importantes, como Facebook y Amazon.
En tercer lugar, la intensificación de la guerra comercial proteccionista del presidente Trump con China ha mermado la confianza en un amplio espectro de industrias. Tras el repunte experimentado en diciembre y enero por los mercados de valores como consecuencia de la rebaja fiscal de Trump, un cierto grado de corrección resultaba tanto inevitable como recomendable.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kanegen. Los gestores que invierten en bonos aplicando estrategias activas sin restricciones están demostrando lo que realmente valen
La intensificación de la volatilidad en los mercados experimentada a principios de 2018, junto con la vuelta gradual de la inflación y de los tipos de interés a una situación de normalidad, está favoreciendo a los gestores activos de bonos.
Aunque el fuerte incremento de la volatilidad que sacudió a los mercados bursátiles en febrero se debió más a causas técnicas que sistémicas, puso al descubierto la nueva coyuntura de mercado. Los temores a una escalada de la inflación, tal y como la perciben los inversores, provocó una crisis de volatilidad similar a la registrada en China en el verano de 2015, en un momento de mucha menor liquidez y profundidad de los mercados de acciones en comparación con trimestres anteriores.
Esta situación motivó que aquellos ‘traders’ cortos en volatilidad tuvieran que cubrir sus posiciones, con las consiguientes repercusiones con carácter inmediato sobre los precios de los activos. Esta secuencia podría ser recurrente, finalizando definitivamente el período de volatilidad excepcionalmente baja vivida en 2017.
No se ha producido un fuerte incremento de la inflación, pero los continuos incrementos de tipos deberán reflejarse íntegramente en los precios.
Desde una perspectiva macroeconómica, cualquier temor a un fuerte repunte de la inflación sería sin duda amplificado por el mercado: sería probablemente más sensato esperar que se vaya a producir una normalización gradual de la inflación y de los tipos de interés.
Sincronización
El crecimiento económico se mantiene sólido y positivo en todas las regiones del mundo – situación bastante excepcional – y está superando, en general, las expectativas en esta fase avanzada del ciclo de crecimiento. Los índices de confianza empresarial se mantienen próximos a sus niveles máximos históricos, tal y como lo muestra el índice de Planes de Inversiones de Capital (Capex) en Estados Unidos.
La inflación se sitúa todavía por debajo de los objetivos de los bancos centrales y aún le falta camino por recorrer: la inflación subyacente en Estados Unidos y en la zona euro se mantiene muy por debajo del objetivo oficial del 2%. Dado el nivel actual de crecimiento potencial, la inflación debería haber empezado a subir desde hace tres años. El hecho de que no haya existido sincronización entre inflación y crecimiento sugiere que la correlación entre ambos, tal y como predecía la curva de Phillips, es bastante débil en el ciclo actual.
Aunque una crisis inflacionista es relativamente improbable, la Fed está adoptando un enfoque pragmático de la política monetaria restrictiva, siendo probable que siga subiendo los tipos de interés oficiales una vez cada trimestre durante este año. No obstante, estas restricciones monetarias no han sido aún íntegramente descontadas por los mercados de bonos, los cuales, en los últimos años, han sido consistentemente lentos en reflejar las subidas de tipos en los precios. Tal circunstancia debería inducir a la prudencia entre los inversores respecto de la duración de sus carteras de bonos.
Gestión activa de la duración, del riesgo de crédito y de la selección de valores
Esta coyuntura debería resultar favorable para las estrategias activas de inversión en bonos, cuyo objetivo es lograr rentabilidades absolutas –absolute returns–, es decir, rentabilidades no sujetas a las restricciones impuestas por un índice de referencia. El enfoque activo resulta especialmente interesante dado que el conjunto de inversores en euros sigue teniendo escaso margen para descontar subidas futuras de tipos.
Oportunidades
El primer paso es adoptar un enfoque dinámico de la duración y del riesgo de crédito. El objetivo es reducir la exposición a incrementos de rentabilidad de los bonos, y descomponer esta exposición entre distintos mercados mediante la diversificación global de la duración. En términos de asignación de crédito, la estrategia RASD (duración del diferencial ajustado al riesgo) permite la flexibilidad necesaria para ajustar la sensibilidad de la cartera a los cambios de las condiciones de mercado.
La capacidad para identificar y aprovechar las oportunidades de valor relativo también permiten a los gestores activos optimizar el perfil riesgo/ rendimiento y de liquidez de sus carteras. Una forma de lograrlo es utilizando estrategias de derivados, que en la actualidad están generando mayores ‘carry’ y ‘roll-down’ que las inversiones tradicionales en deuda investment grade denominados tanto en euros como en dólares.
Por último, la fortaleza de una cartera de bonos depende inevitablemente de una selección cuidadosa de bonos individuales y de segmentos. Desde este punto de vista, invertir en títulos high-yield, globalmente o a través de CDS, constituye una fuente de valor.
Los CDS son más baratos que los bonos tradicionales, y también tienen menor duración y mayor liquidez. Igualmente, la deuda subordinada de los bancos es una clase de activo destacable debido a sus excelentes fundamentales. Los ratios de capital de los bancos de EE.UU. y europeos siguen siendo sólidos, próximos al 12%, mientras que el sector está siendo más rentable ahora que los bancos han fijado la mayoría de sus costes legales y los préstamos a clientes están siendo rentables.
Christel Rendu de Lint es responsable de Renta Fija Global & Absolute Return de Union Bancaire Privée.
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Image007. Los mercados emergentes: El potencial para liderar el mundo
Como inversores debemos reconocer el papel que juega la renta variable internacional no estadounidense en una cartera bien diversificada. En MFS Investment Management, creemos que muchos inversores están por lo general poco expuestos a la renta variable internacional, en un momento en el que hay potencial para la oportunidad.
Los inversores estadounidenses han tenido tradicionalmente un sesgo pronunciado hacia la inversión doméstica, pero cuando se tiene en cuenta el crecimiento de los mercados internacionales de renta variable y las cifras del PIB fuera de Estados Unidos se puede decir que ha habido un desarrollo significativo en los últimos 20 años.
Por ejemplo, los mercados emergentes (ME) contribuyeron con el 20% del PIB mundial en el año 2000. Sí avanzamos hasta el 2017, los ME representan un tercio del PIB global, mostrando un crecimiento superior al 65% (como muestra a la derecha el gráfico 1). Si se ignora este tipo de crecimiento, se está eliminando (o no considerando) activos con unas oportunidades de crecimiento interesantes.
En el año 2000, la capitalización bursátil del mercado de acciones chino alcanzó los 500.000 millones de dólares. Hoy en día, supera los 7.000 millones. El mundo está cambiando y debemos entender cómo se debe participar en este escenario cambiante. En la actualidad, Estados Unidos representa el 50% de la capitalización bursátil mundial, pero esto es una cifra engañosa, porque el índice de Estados Unidos está dominado por megaempresas. Si combinamos las cinco primeras acciones por capitalización bursátil del S&P 500, Estados Unidos tendría el cuarto mercado más grande del mundo. Estados Unidos representa el 25% de las oportunidades de inversión (el porcentaje que representa en el MSCI ACWI Index), lo que significa que el resto del mundo constituye el otro 75%.
El liderazgo del mercado se ha mantenido por ciclos entre la renta variable internacional y la estadounidense. Desde 1971, el índice MSCI EAFE ha obtenido un desempeño superior al índice S&P 500 en 24 de esos años, mientras que el índice S&P 500 lo ha hecho en 23 de estos años, con tan sólo un 1,25% superior (medido en retorno absoluto). Y, una parte importante de ese rendimiento superior se ha dado en los últimos cinco años. Sin embargo, comenzamos a ver un giro hacia los mercados internacionales en 2017 y en 2018. Si se observa el S&P 500, por lo general ha existido una sobreponderación a aquellos sectores que se han enfocado en factores de growth como la tecnología, la energía y la atención sanitaria. Por el contrario, el índice MSCI EAFE, se ha centrado por lo general en los factores value, o aquellos sectores que tienen un buen desempeño cuando el estilo value se ve favorecido, tales como servicios financieros, materiales y sectores industriales. El tamaño medio del índice S&P 500 ha sido históricamente un tercio mayor que sus contrapartidas del MSCI EAFE, lo que significa que un inversor obtiene una mayor exposición a empresas de pequeña y mediana capitalización invirtiendo fuera de Estados Unidos.
Las valoraciones: los mercados siguen a los beneficios
Las valoraciones de las acciones del MSCI EAFE son en la actualidad muy atractivas, tanto en términos históricos como en términos relativos, conforme está cotizando en unos niveles que no se habían vistos en 20 años (como se muestra en la izquierda del gráfico 2). Además, cuando comparas como se ven estos ratios precio-utilidad (P/E, Price-Earnings) cíclicamente ajustados, se puede observar que los ratios P/E de Estados Unidos son relativamente altos para su media a largo plazo. Por el contrario, los ratios P/E no-estadounidenses se encuentran por debajo de su media histórica a largo plazo (como se muestra en la derecha del gráfico 2). Los mercados internacionales no-estadounidenses tienen mucho trecho por recorrer. Incluso si se tiene en cuenta las valoraciones desde una perspectiva por sector, estamos encontrando oportunidades a explotar en algunos sectores infravalorados fuera de Estados Unidos.
Uno de los motivos por los que el dólar ha sido tan fuerte hasta ahora, ha sido la percepción de que era la mejor casa en un mal vecindario. Pero estamos comenzando a ver unos mejores números económicos y unos mejores fundamentales en el resto del mundo. Creemos que los días en los que el dólar era una fuerte divisa a nivel mundial serán menos frecuentes que en el pasado, conforme los datos de la producción, el desempleo y la confianza del consumidor han mejorado notablemente en los mercados desarrollados no-estadounidenses.
Los mercados emergentes: el potencial para liderar el mundo
El caso subyacente para la inversión en mercados emergentes no ha cambiado mucho en los últimos 20 años: estamos tratando de aprovechar el crecimiento de la clase media que cuenta con un ingreso en expansión. La mayor parte de la población vive en mercados emergentes y la mayoría de la gente tiene menos de 40 años. Por lo que, desde un punto de vista del consumo, creemos que estos mercados no han alcanzado su potencial. El mundo está cambiando, y donde están sucediendo la mayoría de los cambios en los mercados emergentes. Las reformas estructurales, políticas y económicas, han aumentado la productividad y mejorado el potencial de crecimiento en estos mercados en desarrollo. China e India representan casi un 40% de la población mundial, y el índice S&P 500 tiene menos del 10% de exposición a estos países.
¿Cuántos inversores están participando en el crecimiento que está teniendo lugar en los mercados emergentes? ¿Están los inversores estadounidenses tomando la exposición necesaria a empresas que mantienen su actividad empresarial en esta parte del mundo? Como referencia, 2007 fue la última vez que hubo un crecimiento global sincronizado, antes de que haya vuelto ha suceder en 2017 (como muestra el gráfico 3). Y vemos que esta tendencia de expansión global continuará en 2018.
Conclusión
En MFS Investment Management, nuestra visión a largo plazo nos permite el tiempo para generar un alfa potencial, optimizar la diversificación y recompensar las ideas de inversión. Buscamos un enfoque de inversión internacional con una diversificación estratégica entre activos, ampliando las posiciones de las carteras entre distintos mercados. Creemos que esto puede ayudar a los inversores a beneficiarse de un fuerte rendimiento en un mercado y ayudar a minimizar el impacto de una caída en otro. Por su puesto, existen riesgos inherentes a la inversión internacional, incluyendo riesgos geopolíticos, económicos y límites sociales, así como la transparencia en la información y la complejidad de la divisa. Nuestro disciplinado enfoque bottom-up en el proceso de selección de acciones busca descubrir empresas internacionales fuera de Estados Unidos con un alto ROE. La manera de diversificar entre las distintas clases de activos puede ser igual de importante para el éxito inversor a lo largo del tiempo. Creemos que diversificar posiciones entre diferentes industrias, geografías, empresas y estilos de inversión puede ser la mejor manera de reducir la exposición a riesgos a la caída.
Columna de Peter A. Delaney, director, Grupo de Soluciones de Inversión de MFS Investment Management, y Thomas Melendez, gestor de carteras de renta variable para clientes institucionales.
El filósofo José Antonio Marina (España, 1939) en su libro “La inteligencia fracasada” escribe: “Nos enfrentamos continuamente con tres problemas: No sé qué hacer. Sé lo que quiero hacer, pero no sé cómo. Sé cómo, pero no me atrevo. Todos tenemos un proyecto inevitable e inevitablemente vago: Queremos ser felices. Lo que no sabemos es mediante qué proyectos podremos concretar esa aspiración difusa. La elección de metas es una de las más delicadas operaciones de la inteligencia”.
Será entonces que nuestro particular modo de relacionarnos con el dinero pueda ser parte de nuestros problemas o, de nuestras soluciones…. Y no se trata sólo un tema de volumen y cantidades, mucho o poco, nos requiere entender cómo somos respecto a nuestro dinero. ¿Es que en este sXXI, los sistemas previsionales del sXX nos darán soluciones..?
Ampliando mi mirada:
1) Nuestras finanza$ personale$ son emocionales antes que racionales, nuestro esquema decisorio es eminentemente emocional. “La diferencia esencial entre la emoción y la razón es que la emoción te lleva a la acción y la razón a las conclusiones”, según Donald Calne (Londres 1936 – Neurólogo)
2) Claramente lo expresa Estanislao Bachrach (Buenos Aires 1971 – Biólogo) en su libro “ágilmente”, “somos seres emocionales que aprendimos a pensar, y no máquinas pensantes que sentimos. La emoción tiene más dominio sobre nuestra razón. Por esto, muchísimas de las decisiones que tomamos en la vida son no conscientes; la gran mayoría de ellas están dominadas por ráfagas de emociones”.
3) Desde el coaching aportamos una mirada a un eje de nuestra vida, que pone un ordenamiento de prioridades para lograr construir nuestro: Mejor Ser, para nuestro mejor Hacer, para nuestro mejor Tener y nuestro Proteger. El eje de una vida en armonía precisamente es entonces:
SER – HACER – TENER – PROTEGER
Nunca nuestro Tener habla del Ser que somos. Si construimos desde dicha lógica, nuestra necesidad de Tener es inagotable…….
4) El coaching es una disciplina que nos puede facilitar tender un puente entre lo que somos hoy y lo que queremos ser, cuando:“No vivimos a la altura de nuestras capacidades, sino a la altura de nuestras creencias…” Ello incluye nuestras finanza$ personale$ como medio de calidad de vida o de sufrimientos por errores y malas decisiones cuyas consecuencias se prolongan y nos impactan en el tiempo.
5) No es el espíritu aquí hacer abordajes desde lo técnico, no vamos a hablar de valor actual neto, ni de tasa interna de retorno, ni de ratios de liquidez, ni de fórmulas, ni tablero de cálculo, todo ello es posterior al entendimiento de: Nuestra emocionalidad como determinante en nuestro manejo del dinero, porque: “El corazón tiene razones, que la razón no entiende” (Blaise Pascal 1623/1662 Francia)
6) Todos desarrollamos actividades laborales, sea de manera independiente, dependiente o mixta para generar ingresos mensuales, nuestra unidad de medida puede ser entonces: Dividir nuestro ingreso neto mensual sobre 30 días para lograr tener nuestra propia unidad de medida:
Ejemplo salario neto de bolsillo mensual $30000/30= $1000 por día, esa es nuestra unidad de medida
7) De ahora en más te invito a medir tus gastos, consumos, deudas y pagos en dicha unidad de medida, esto es:
¿Cuántos días de trabajo me representa comprar un par de zapatillas nuevas?
¿Cuántos días de trabajo me lleva mi nuevo teléfono móvil?
¿Y cuántos días de trabajo el pago de su abono?
Aquí entendemos un concepto fundamental que es el costo de oportunidad de nuestro ingreso mensual, de nuestro dinero. Todo un mes de trabajo para: ?¿Ahorrar parte, ahorrar nada, gastar todo, pagar deudas, tomar más deudas, pagar consumos..?
8) Tener la oportunidad de trabajar es: Tener la oportunidad de generar ingresos propios + tener la oportunidad de administrar nuestro dinero + tener la oportunidad de lograr serenidad emocional+ autoestima + buenos vínculos afectivos….
Cada vez que hacemos un gasto, un nuevo consumo, podríamos reflexionar que: Dicho gasto/consumo que nos lleva diez minutos hacerlo, representa… por ejemplo, ¿ 4 días de trabajo? O ¿una semana de trabajo?, ¿Valdrá la pena una semana de trabajo para determinado consumo?
9) Nuestros ingresos mensuales los podemos recibir en: Efectivo en mano, o en cheque por cobrar en mano, o depositado en cuenta bancaria a la vista y con tarjeta de débito que es instrumento de pago en lugar de efectivo, siempre hasta la suma que tengamos depositada en caja de ahorro en el banco.
10) Las tarjetas de crédito no representan nuestro dinero como las tarjetas de débito. Las tarjetas de crédito nos generan una ilusión monetariade poder gastar dinero que, quizás no tenemos. Una cosa es tener excedentes de dinero guardados y ahorrados y otra es gastar dinero que no tenemos con tarjeta de crédito y endeudarnos, porque el mes tiene 30 días y acaso: ¿Podrás hacer que tu mes tenga 40 días para pagar deuda de tarjeta ..?
11) Las tarjetas de crédito son beneficiosas si podemos pagar en cuotas un bien al mismo precio que es efectivo, para pagar cuotas de seguros, de servicios en general como medicina, para emergencias si no tenemos efectivo.
Debemos cuidarnos de adherir a pago mensual con tarjeta de todo aquello que no sabemos si lo sostendremos en el tiempo, como gimnasios, clubes, etc
El verdadero límite de toda tarjeta de crédito es: el pago mínimo, salvo por emergencia, nunca debemos caer en dicho esquema que es de crecimiento de deuda exponencial. El año tiene 12 meses, ¿necesitas 15 por tu deuda…?
12) Todo el tiempo debemos tener presente claramente: Qué parte de nuestros gastos mensuales son: imprescindibles, qué parte prescindibles y cuáles postergables…Respecto a nuestros consumos siempre: Hacer el ejercicio de considerar aquellos principales, accesorios, impostergables y postergables
13) Te propongo que hagas un paseo interior en tu hogar y lo vayas recorriendo lentamente…. ¿Podrás analizar cuántos bienes que parecían de consumo impostergable, hoy lucen claramente muy postergables..?, ¿cuántas cosas tienes ya en desuso y no por falta de vida útil, sino porque pasó su momento… cuánta ropa fuera de moda durmiendo en tus muebles…?, ¿No preferirías tener ahorrado el dinero equivalente a tantos consumos que ya no valoras…? Ello es: Costo de oportunidad. Poder tener ahorros en lugar de bienes y cosas apiladas ya sin uso, ni valor presente….
14) Respecto al ahorro comparto muy lucida cita: “Siembra un pensamiento y cosecharás un acto; siembra un acto y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino…” ( Charles Reade 1814/1884 Reino Unido)
15) Desde hace algunos años ya suelo compartir mi fórmula emocional del ahorro como: A=V+P-r+O donde A es ahorro,V es voluntad, P es paciencia, r es resignación y O es optimismo
La voluntades un motor para la acción y es una convicción. La paciencia es atributo del carácter, es constancia en la acción sin la menor resignación. El optimismo es rasgo natural por nuestra confianza en nosotros y nuestra capacidad de ir por más siempre, es un optimismo, sin ingenuidad.
16) El ahorro es un mecanismo de cuidado respecto a nosotros, nuestra familia y vínculos afectivos….
El ahorro es la contracara de las deudas….El primero, emocionalidad en armonía, lo segundo, un torrente emocional de ansiedades, miedos, dudas, falta de libertad… El ahorro te estabiliza emocionalmente, las deudas te desestabilizan emocionalmente.
17) Hay varias alternativas para analizar nuestras deudas: Pueden ser por compra de bienes durables (heladera-muebles de casa), telefonía móvil, un auto, propiedades: son todos actos premeditados y planificados. Pero suele haber un plano de deudas por gastos corrientes, ya dijimos por pago mínimo de tarjeta, por gastos innecesarios.
Podemos necesitar tomar préstamos por deudas asumidas, pedir prestado a amigos, a nuestro empleador, siempre es un desgaste y exposición emocional importante…. Incluso podemos recurrir a la “magia” del juego…gastando cada vez más en ello….
18) Una alternativa natural para las deudas es la de poder acceder a créditos. Tomar un crédito para cancelar deudas requiere hacer un corte y una rigurosa administración de nuestras finanza$ personale$ para no hacer de lo que era una solución, un círculo vicioso…
Otra alternativa diferente es acceder a préstamos personales bancarios a tasa razonable para comprar activos. Es como pagar en cuotas la compra de acciones, bonos o fondo común de inversión, es un medio de capitalización, de construcción de capital y es hacer de un crédito, una vez pagado el mismo, un ahorro y un activo concreto.
19) Siempre antes de asumir una deuda por el monto que sea, quizás un buen análisis es volver a mi ejercicio propuesto al inicio, a la unidad de medidade nuestros ingresos diarios….
“La llave del éxito en la vida es el conocimiento del valor de las cosas” (John Boyle O’Reilly Irlanda 1844/1890)
El valor que damos a nuestros propios ingresos es determinante para una necesaria administración de nuestras finanza$ personale$ equilibradas, sea de equilibrios estables o inestables, pero siempre dentro de un rango de equilibrio emocional….
20) A lo largo de toda nuestra vida laboral activa en plena 4ta revolución industrial, además necesitamos ahorrar para nuestra etapa de retiro, ya que los sistemas de pensiones/jubilatorios no lograrán generar los recursos necesarios para una calidad de vida equivalente en retiro, como en actividad.
Hoy somos ya responsables plenos de nuestro ahorro para retiro y debemos asumir esa responsabilidad ahorrando, postergando gastos y consumos a lo largo de nuestra vida activa. Esto es, construyendo capital.
21) Porque un vaso de agua también se llena gota a gota y un viaje largo se inicia desde un primer paso…. Llegar a destino es una foto….el viaje es una película.
“La necesidad siempre establece límites. Examina tus necesidades y descubrirás tus límites” Anónimo.
En nuestras finanza$ personale$ hay límites muy claros respecto a gastos, consumos y endeudamiento. Podemos determinarlos nosotros en un contexto emocional equilibrado o, que nos venga impuesto en un contexto de desborde emocional.
Hacer lo sencillo complicado es normal; hacer lo complicado sencillo, tremendamente sencillo, eso es creatividad” (Charles Mingus 1922/1979 Estados Unidos)
Bancos privados y públicos, fintech e insurtech tienen mucho por aportar respecto a nuestra necesaria alfabetización financiera, como condición previa a la inclusión financiera.
Pixabay CC0 Public DomainFree-photos. En busca de las mejores primas
El año pasado fue muy favorable para los inversores en mercados emergentes. Las condiciones en 2017 fueron ideales, con la volatilidad anclada en niveles históricamente bajos y un volumen récord de entradas de capital inversor que propició fuertes rentabilidades.
Se encontraron oportunidades significativas para aprovechar las atractivas primas de riesgo disponibles, en un año en que los diferenciales soberanos y corporativos se estrecharon casi 50 puntos básicos, y las rentabilidades al vencimiento (TIR) de la deuda local disminuyeron en 65 puntos básicos.
Esta dinámica positiva continúa respaldada por una combinación de factores estructurales y cíclicos. A nivel estructural, la deuda de mercados emergentes aún está dominada por dos tendencias principales: subidas propiciadas por las perspectivas de crecimiento y asignaciones crecientes de capital en la clase de activo por parte de inversores institucionales con posiciones previamente insuficientes.
En cuanto a la demanda institucional, nuestra expectativa es que estos inversores seguirán elevando su exposición a la deuda de mercados emergentes a medida que mejoran los fundamentales de la clase de activo.
Por otro lado, la mejora del trasfondo económico ha favorecido a los exportadores de materias primas en el universo emergente, sobre todo en Latinoamérica, ya que los precios de los metales industriales y de los recursos energéticos han repuntado.
En los mercados desarrollados –con el Reino Unido como única excepción– la inflación volvió a brillar por su ausencia durante 2017. Esto permitió a los bancos centrales del G4 abordar el proceso de normalización monetaria de forma gradual.
2018: ¿quedan áreas con primas de riesgo atractivas en los mercados de renta fija emergentes? La buena noticia es que la deuda de mercados emergentes todavía ofrece numerosas oportunidades de este tipo en todo el espectro de deuda pública local, divisas y crédito soberano y corporativo.
No obstante, una cosa está clara: mientras que 2017 podría describirse como un “año de beta” con una compresión generalizada de las primas de riesgo, es menos probable que tal coyuntura se repita en 2018.
Riesgo para la rentabilidad
En nuestra opinión, existen tres factores de riesgo exógenos que los inversores no deberían perder de vista: la normalización de los balances de los bancos centrales, el ajuste al alza de los tipos de interés de mercado en Estados Unidos, y el proteccionismo.
La Reserva Federal está recortando su balance y es probable que implemente varias subidas del precio del dinero a lo largo de 2018, y el Banco Central Europeo reduce sus compras de activos desde enero. En este contexto, el avance de la normalización monetaria a nivel global es susceptible de crear cierta volatilidad para la renta fija de mercados emergentes. Aunque la normalización gradual y telegrafiada de las políticas de los bancos centrales es nuestro escenario básico, todavía hay riesgo de que los ajustes de sus balances tengan un efecto disruptivo en los mercados.
Tribuna de Colm McDonagh, director de deuda de mercados emergentes en Insight Investment, parte de BNY Mellon.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: David. ¿Podemos simplemente ignorar la tormenta comercial?
Quizá no, pero aunque desde Natixis IM creemos que hablar de intercambio comercial representa en sí mismo solamente una amenaza limitada a los mercados y la economía global, existen efectos potenciales en cascada. Un análisis más exhaustivo de las relaciones internacionales incluiría no solamente la cuenta corriente (importaciones y exportaciones), sino también la cuenta capital (flujo de activos e inversión extranjera directa entre naciones), y el nivel de divisas que contribuya al equilibrio.
A diferencia de la afirmación de que EE.UU. mantiene un déficit comercial crónico con el mundo debido a acuerdos comerciales mal negociados, el verdadero culpable es el patrón de consumo de EE.UU. Se consume más de lo que se produce – y las importaciones netas (el déficit comercial) cubren la diferencia. Esto, sin embargo, es solamente una parte de una relación muy simbiótica en la cual los exportadores netos como China financian el déficit al reciclar sus reservas mediante activos de EE.UU., como bonos del Tesoro.
¿Efectos?
Cualquier análisis limitado solo al componente comercial ignora un factor más importante: este acto de equilibrismo no solamente financia el excesivo consumo a tasas de interés razonables, sino que también limita la apreciación del yuan y soporta la economía china basada en la exportación.
Siempre habrá efectos negativos para algunos (desigualdad creciente en ingresos, mala distribución del empleo, etc.), pero en su conjunto, el nivel de vida se eleva en aquellos países con apertura comercial y flujos de capital. Por lo mismo, el riesgo real de una guerra comercial proviene no del aumento de precios o de la restricción al flujo de bienes, sino del incremento en la volatilidad en las tasas de interés o el tipo de cambio.
Los recientes comentarios del presidente sobre la manipulación que China y Rusia ejercen sobre sus divisas es un buen ejemplo de cómo los asuntos comerciales pueden afectar indirectamente a los mercados de capital. Por ahora, creemos que los mercados percibirán las agresivas conversaciones comerciales como ruido de corto plazo, ya que nadie se beneficiará si se altera el delicado equilibrio entre el comercio, el capital, el tipo de cambio y las tasas de interés.
Dave Lafferty es estratega jefe de Mercados de Natixis IM y Susan Olson es vice president de Relaciones Gubernamentales de la gestora.
Foto: nothingisimpossibleforawillingheart, Flickr, Creative Commons.. Los cambios estructurales en China podrían ser positivos
China ha acometido en las últimas semanas cambios estructurales sin precedentes. Elnombramiento del presidente y el vicepresidente sin limitaciones temporales (a pesar de que las funciones asociadas a estos dos títulos siguen siendo en gran parte ceremoniales). Se anunció una gran revisión del gobierno que condujo a un recorte efectivo de la burocracia, ya que varias funciones (regulaciones comerciales, protección del medio ambiente, inversiones en infraestructura, entre otras) ahora se han unificado bajo un pequeño número de supra-administraciones.
Es fácil sacar conclusiones apresuradas, como que Xi se obsesione con el poder, que en muchos países (incluida la China de Mao) ha llevado, en el pasado, a consecuencias catastróficas. Sin hacer la vista gorda a éste que sería el peor escenario, actualmente damos a Xi el beneficio de la duda.
China tiene bastantes problemas estructurales que llevará tiempo resolver, y en realidad más de los diez años del mandato original de la presidencia china. Lo que se ha logrado en los últimos dos años en términos de lucha contra la contaminación, recortes del exceso de capacidad y desapalancamiento a través del reequilibrio de la deuda del shadow banking al sector bancario oficial fue increíble, incluso para los más pesimistas.
Pero está lejos de haber terminado, ya que la deuda de China sigue siendo elevada con una brecha de crédito a PIB del 16,7%, según el último informe trimestraldel Banco de Pagos Internacional. Incluso aunque la deuda de China parece estar bajo control aparentemente, el riesgo sigue siendo el impacto que un desapalancamiento brutal del sistema tendría sobre el crecimiento económico.
Pensar que la economía china podría encaminarse hacia un crecimiento de calidad sostenible en menos de cinco años no era realista, y Xi probablemente no quería ver que sus esfuerzos fueran puestos en peligro por su sucesor.
El hecho de que acabe de nombrar a su asesor de confianza durante mucho tiempo, Wang Qishan, como vicepresidente «de por vida» es una buena señal. Cuando estuvo a cargo de la campaña anticorrupción, se dirigió a la cúpula, encarcelando a un gran número de políticos de alto perfil cuando los expertos especulaban en ese momento sobre si sólo se centraría en chivos expiatorios de bajo nivel. El hecho de que Liu He, el asesor económico más cercano de Xi y ex vicepresidente de la poderosa Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, haya sido nombrado viceprimer ministro es otra buena señal, completando un equipo de diputados de ensueño que han construido una sólida trayectoria en sus áreas de competencia en los últimos cinco años.
Tribuna de Fabrice Jacob, CEO de JK Capital Management Ltd., una compañía miembro de La Française Group
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Ryan Vaarsi. ¿Está preocupado por las perspectivas de crecimiento? Apueste por la calidad
Tras el susto experimentado el pasado mes de febrero parece que poco a poco la calma ha vuelto a los mercados. En este sentido no podemos olvidar que los mercados estaban muy complacientes a principios de año. Centrándonos en el caso estadounidense, la inflación se situaba en torno a un 2%, cerca al objetivo de la Fed.
Al mismo tiempo, el déficit ha crecido significativamente por encima de las expectativas previas tanto por el recorte fiscal como por el acuerdo presupuestario y todo apunta a que alcanzará al billón de dólares el año que viene. Y todo ello, por supuesto, sin olvidar la sombra de la guerra comercial con China. Es cierto que el mercado considera que habrá una solución negociada en unos seis meses.
Sin embargo, con la administración Trump hablando de más aranceles sobre bienes chinos, el riesgo de que no haya un acuerdo ha aumentado y China no va a negociar bajo esta presión. Ambos países todavía están muy lejos con respecto a lo que quiere Estados Unidos y a lo que China está dispuesta a negociar. Los aranceles son solo un aspecto, pero hay otros cuya resolución es más complicada.
Además, China no se va a acomodar fácilmente a lo que busca EE.UU.: protección del sector IT o la apertura de sectores para que las compañías estadounidenses operen mediante joint ventures. Es más, incluso aunque se llegue a un acuerdo, será necesario tiempo hasta que las consecuencias se materialicen, lo que significa que tendremos que seguir conviviendo con la incertidumbre.
Previsiones de crecimiento
En este contexto, y sin pensar en absoluto que estamos ante señales de recesión, sí que consideramos que se trata de un factor que podría descarrilar la trayectoria del crecimiento que hemos visto en los otros años. Otro riesgo potencial podría venir de la mano del impacto del aumento del déficit, así como del incremento gradual de la inflación en EE.UU. y de los rendimientos de los bonos.
A ello se añade la desaceleración de la economía china, que está reduciendo el crecimiento del crédito y forzando a los bancos a sacar parte de sus productos de gestión de patrimonios fuera de sus balances. Dicho esto, y como comentaba antes, nuestras previsiones de crecimiento siguen siendo positivas, aunque consideramos que se reducirá la el ritmo del crecimiento.
¿Dónde pueden encontrar oportunidades los inversores en este entorno? Sobre la base de una inversión global y siempre con una filosofía de selección activa de cada uno de los títulos, en nuestra cartera lo que intentamos hacer es comprar compañías de calidad, que registran un crecimiento sostenible y que coticen a precios razonables.
Una gran parte de nuestra exposición está formada por entidades de consumo básico, en donde encontramos empresas con un crecimiento muy resistente, capacidad de fijación de precios y márgenes al alza. Asimismo, estas compañías suelen comportarse bien incluso en entornos económicos complicados. Nos ofrecen protección del capital frente a las caídas, al mismo tiempo que conseguimos crecimiento secular con nombres de consumo discrecional, lo que nos permite participar de las subidas cuando el mercado se fortalece.