Elecciones brasileñas: los mercados, con el corazón en vilo

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Elecciones brasileñas: los mercados, con el corazón en vilo
Pixabay CC0 Public DomainASSY . Elecciones brasileñas: los mercados, con el corazón en vilo

Mientras el país se prepara para los comicios más inciertos desde 1989 –el inicio de su actual democracia–, las miradas están puestas en todos los partidos. Las encuestas indican que un 40% de los votantes todavía no saben a quién van a votar, o si se abstendrán o votarán en blanco. Este porcentaje de indecisos es muchísimo mayor que en años previos, y marcará la diferencia si algún partido es capaz de persuadirlos para elegir un bando.

A comienzos de año, un tribunal federal de apelación mantuvo la condena por corrupción del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Pese a ello, Lula decidió presentarse como candidato a la presidencia, y actualmente va en cabeza según el último sondeo de Datafolha. El Tribunal Superior Electoral (TSE) revisará su candidatura en septiembre, y se anticipa que la rechazará en base a la “Lei da Ficha Limpa” (ley de expediente limpio), diseñada para reducir los niveles de corrupción en el Congreso fomentando una mayor responsabilidad. En este escenario, la ley impide a cualquiera con una condena penal mantenida por un tribunal de apelación presentarse a unas elecciones. Lula todavía puede apelar, pero es poco probable que este proceso se concluya a tiempo como para permitirle participar en las elecciones de octubre.

Incluso si se rechaza la candidatura de Lula, su gran popularidad de permite jugar un papel crucial en las elecciones. En 2010, el respaldo de Lula fue crucial para la victoria de la expresidenta Dilma Rousseff, aunque hay quien duda si tendría la misma fortaleza como para lograr la elección de su candidato a vicepresidente, Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores (PT). Los mercados prestarán menos atención a su estrategia de aplazar la decisión final de si presentarse o no y se concentrarán más en Haddad.

Los inversores preferirían que ganara el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Nuestro escenario básico es que la reactivación económica, las estructuras de partido y los tiempos de televisión asignados deberían beneficiar al candidato reformista del PSDB Geraldo Alckmin, que respalda un marco de política económica favorable para los mercados. Alckmin ha formado una coalición con el bloque centrista, lo cual le permitirá hacerse con casi la mitad de los tiempos asignados para spots televisivos. Con ello tendrá 30 veces más tiempo de emisión que Jair Bolsonaro y Marina Silva, que ocupan el primer y el segundo puesto en las encuestas tras Lula. Marina se presenta por tercera vez, y en elecciones previas obtuvo un resultado decente, con un 20% de los votos totales. Este año, sin embargo, tendrá mucho menos tiempo en antena, lo cual podría reducir sus probabilidades de victoria.

Quizá la mayor sorpresa hasta la fecha ha sido el respaldo logrado por el Partido Social Liberal (PSL). Con su agenda nacionalista conservadora, su líder Jair Bolsonaro lidera la primera ronda si Lula queda fuera de juego. Bolsonaro lleva tiempo defendiendo una política conservadora, orientada a la seguridad; sus discursos se caracterizan por su retórica anti-LGBT y contra los grupos de derechos civiles, y a favor de los derechos a la posesión de armas. Ha prometido políticas económicas liberales y ortodoxas, motivo por el que se ha ganado cierta confianza de los participantes del mercado.

ARX lo considera como la mayor sorpresa de estas elecciones, ya que –en línea con las recientes tendencias globales hacia el populismo– los votantes brasileños parecen inclinarse por candidatos con agendas diferentes a las de los partidos políticos establecidos. Así, en común con los electorados de los Estados Unidos y de Europa en los últimos años, el pueblo brasileño ha comenzado a respaldar a candidatos recién llegados. Es difícil pronosticar que tipo de impacto tendrá el reciente apuñalamiento de Bolsonaro sobre la campaña.

Conclusión clave: el escenario más probable para la segunda ronda es que se enfrenten dos de tres posibles candidatos: Bolsonaro, Haddad o Alckmin.

Por orden de preferencia del mercado:

  • Alckmin: “Si es elegido, anticipamos una fase alcista en los mercados”
  • Bolsonaro: “Su elección también suscitaría una respuesta positiva del mercado, pero con volatilidad adicional debido a la incertidumbre que lo rodea”
  • Haddad: “El candidato menos preferido por los inversores; se considera que representa un riesgo para la aprobación de reformas fiscales significativas”

Tribuna de Rogerio Poppe, ARX, CEO y gestor del BNY Mellon Brazil Equity Fund.

La inversión activa, preparada para protagonizar una recuperación

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La inversión activa, preparada para protagonizar una recuperación
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Samuel S. La inversión activa, preparada para protagonizar una recuperación

Las estrategias pasivas han jugado un papel importante en el rally protagonizado por la renta variable desde los mínimos de la crisis financiera. Esto ha sido sobre todo palpable en Estados Unidos, donde los fondos basados en índices han doblado su ponderación en el mercado más grande y más líquido del mundo. Tal como muestra el gráfico 1, la proporción de los productos de gestión pasiva en el mercado estadounidense ha aumentado de en torno al 20% en 2009 a más del 40% hoy en día, mientras que las gestoras activas han perdido terreno.

Con su bajo coste y la simplicidad de su enfoque de inversión, los fondos indexados (también conocidos como fondos índice o trackers) tienen un atractivo indudable. Sin embargo, el aumento de su popularidad como modalidad de inversión también coincide con un momento en que las estrategias pasivas superaron a las activas: como puede verse en la primera tabla, los fondos indexados han registrado rentabilidades superiores en siete de los últimos nueve años. Los trackers estaban en mejor posición para capturar el alza de un mercado impulsado por el crecimiento y por su propia inercia alcista; las gestoras activas sufrieron, ya que las valoraciones básicamente se ignoraron.

Con un impulso tan favorable para la rentabilidad, la estampida hacia los fondos indexados es fácil de entender, al menos en retrospectiva. No obstante, las rentabilidades pasadas no son indicativas de resultados futuros, y deberíamos evitar extrapolar en base a tendencias recientes. Al fin y al cabo, las cosas no siempre fueron así.

Ascenso y declive

El sesgo de inmediatez nos lleva a exagerar la importancia de nuestra experiencia más reciente, pero la historia muestra que los fondos indexados no siempre han generado rentabilidades superiores.

En los nueve años previos al actual mercado alcista, desde el pico de la burbuja tecnológica, los fondos activos proporcionaron mejores rentabilidades en todos los años menos uno. Y en algunos casos, la magnitud de su rentabilidad excedente fue considerable. El reventón de la burbuja tecnológica en el año 2000 fue una ocasión en que los enfoques selectivos favorecieron al inversor.

En la década de los noventa, en cambio, tuvo lugar un patrón similar al actual: la gestión pasiva superó a la activa en siete de esos diez años.

Observando a los mercados de renta variable desde una perspectiva de varias décadas, llegamos a la conclusión de que la rentabilidad de la inversión activa y pasiva se mueve en ciclos. En nuestra opinión, es un error desestimar la gestión activa por considerarla estructuralmente deficiente. De ser correcta nuestra aseveración de que la rentabilidad de ambos estilos de inversión es cíclica, la reversión a la media debería conducir a un comportamiento superior de las estrategias activas en los próximos años. Los buenos tiempos de la inversión pasiva no durarán para siempre.

¿Por qué ahora?

La importancia de la valoración para las rentabilidades de la inversión en renta variable a largo plazo apunta a un entorno más favorable para las gestoras activas. La dispersión de las valoraciones en todo el mercado supera con creces la media a largo plazo, y la historia revela que los periodos de descenso de las dispersiones coinciden con rentabilidades superiores de las estrategias activas.

Aunque las disparidades no son tan extremas como en los años 2000 y 2009, su disminución debería ayudar a las gestoras activas a generar alfa a través de la selección de valores.

De cara al futuro

En los últimos años, a las gestoras activas les ha costado aguantar el ritmo de un mercado impulsado por el crecimiento y por su propia inercia alcista, pero detectamos potencial para un cambio en las circunstancias. Existen razones para el optimismo. La naturaleza cíclica de las rentabilidades de la inversión activa y pasiva, unida a unas dispersiones de valoración favorables para la generación de alfa, brinda una oportunidad a las gestoras activas para obtener rentabilidades superiores.

En última instancia, su éxito dependerá de una pericia inversora superior y de la fortaleza de las estrategias individuales. Creemos que la aplicación de sus conocimientos y experiencia para invertir en ideas respaldadas por la convicción de sus equipos puede permitir a las gestoras activas generar rentabilidades atractivas y superiores a las de sus homólogas pasivas en los próximos años.

Kotaro Miyata es director de inversiones y presta apoyo a la gama de fondos de renta variable de M&G.

Exclusivamente a inversores profesionales. Prohibida su posterior distribución. Ninguna otra persona o entidad debe utilizar la información contenida en el presente documento.Este documento se distribuye únicamente a efectos informativos y no constituye oferta u ofrecimiento alguno para la adquisición de participaciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G. Las acciones en los fondos M&G no han sido ni serán registradas bajo la Ley de valores de los Estados Unidos (United States Securities Act) de 1933, o sus posteriores modificaciones. Tampoco han sido ni serán registradas o calificadas bajo las leyes de valores de ningún Estado de los Estados Unidos, con lo que no podrán ofrecerse, venderse, transferirse o entregarse, ya sea directa o indirectamente, a ningún inversor dentro de los Estados Unidos, o a, o por cuenta de, ninguna persona de los Estados Unidos, a excepción de ciertas circunstancias limitadas en el marco de una operación exenta de tales requisitos de calificación o registro. Los fondos no se registrarán bajo la Ley de sociedades de inversión de los Estados Unidos (United States Investment Company Act) de 1940 o sus posteriores modificaciones. Toda oferta para vender o comprar cualquier participación en un fondo M&G debe realizarse de conformidad con las leyes locales de la jurisdicción en la que tenga lugar dicha oferta.  Los fondos de M&G no están registrados para su distribución en Canadá. M&G no puede aceptar suscripciones en sus fondos de inversores residentes en Canadá. Promoción financiera publicada por M&G Securities Ltd., la cual está autorizada y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera en el Reino Unido (FCA) y proporciona productos de inversión. La oficina registrada está en Laurence Pountney Hill, London EC4R 0HH, registrada en Inglaterra bajo el nº 90776.

¿Qué puede hacer el nuevo gobierno de México para que la pensión alcance?

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¿Qué puede hacer el nuevo gobierno de México para que la pensión alcance?
Wikimedia CommonsFoto: Luis MEjía Castañeda. ¿Qué puede hacer el nuevo gobierno de México para que la pensión alcance?

El ejecutivo entrante recibirá el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), adopción del modelo chileno, con pendientes inaplazables. Hay uno vital: que los afiliados, al jubilarse, reciban pensiones dignas. El sistema en Chile se aceptó por la expectativa de pensión (Tasa de Reemplazo, –TR–), de 80% sobre el último salario. La realidad de 50% provocó revuelos. Y eso que estipula contribuciones (TC) obligatorias netas de 10% del salario individual. En México, con aportaciones netas de 5,5% se prevé TR de 26% a 27%. Sopésese con ejemplos la urgencia de modificación:
Suposición de último salario     $40.000    $30.000    $20.000
Pensión esperada (TR 26%)    10.400    7.800    5.200

Nadie sufragará su vejez con tales retribuciones. Para potenciar la TR esperada lo primero es subir la TC. La nuestra es la menor de los países de la OCDE (17,6% en promedio) y la segunda más baja de LatAm. En Uruguay, Colombia, Ecuador y Paraguay, va de 15% a 23%.

Si en Chile la TC neta de 10% produjo TR de 50%, y por eso la propuesta de subirla a 12% para que la pensión llegara, ahora sí, a 80%, la de SAR habría de ser de 13% para aspirar a TR de 70% a 80%. Habría que aumentar a los empleados, que aportan 1,125%, la décima parte de la contribución promedio (10,57%) de los trabajadores del sur:

¿Es factible que los mexicanos contribuyan con 7,625%? Sí. Con la fórmula de TC bruta de 13% quedarían incluso 2,95% abajo de la media referida:

¿Y el ahorro voluntario? Cifras de Consar muestran aceleración en números absolutos, a 62.315 millones a abril de 2018. La media es poco más de mil pesos por cuenta, irrelevante en términos de TR. No todos ahorran y quienes pueden lo hacen en distintas proporciones. Será un complemento valioso a la pensión de muchos, mas no solución generalizada.

Mínimos exigibles y altas proporciones de renta variable y valores extranjeros influyen en TR

La meta de TR en Chile se incumplió no obstante el régimen de inversión amplio, de máximos elevados y mínimos forzosos. Las administradoras (AFP) aprovechan el régimen casi a tope, con aplicación diferenciada en los cinco fondos (del más riesgoso, “A”, al más conservador, “E”). El SAR no puede propulsar su TR esperada con régimen de máximos opcionales, sin mínimos forzosos, subutilización de parámetros y sin diferencias relevantes entre las carteras de Siefores Básicas (SB) 4, 3 y 2. Véase que, en el sistema chileno,

  • Los máximos de renta variable (RV) duplican los de SAR
  • Sus mínimos son casi tan altos como los máximos de México
  • Sus pisos de valores extranjeros (VE) duplican los máximos de SAR
  • Los fondos “A”, “B” podrían conformarse prácticamente con puros VE
  • Los fondos menos riesgosos no pasan de un tercio de deuda gubernamental, aun en casos de gran volatilidad o filosofía conservadora; las SB más riesgosas podrían integrarse solo con gubernamentales incluso en épocas prósperas.

Medio punto de rendimiento adicional al año repercute a la larga en crecimiento exponencial del ahorro y TR. Para encauzar a las Afore a impulsar el retorno, habría de incrementarse la proporción permitida de RV y VE, y fijar mínimos. Cada trabajador decidiría al elegir Afore, el grado de riesgo acorde a su perfil.

Desempleo, salarios bajos, esperanza de vida y otras complicaciones
Es preciso atender aspectos consecuentes y otros más:

  1. Aumento de TC ayudaría solo a cotizantes nuevos o de poco recorrido laboral. Habría que elevar a 10% o más, según los años cotizados, la de afiliados con trayectoria extensa, para evitar que su TR esperada aumente menos. A más historial, mayor TC
  2. Las proyecciones asumen que nadie pasa períodos sin empleo y que todos tendrán trabajo hasta el retiro. Las lagunas laborales son y serán realidad, y reducen todavía más la expectativa de pensión 
  3. Los ingresos medios y bajos de la mayoría de empleados perfilan TR ínfima, que agravaría distorsiones sociales. Cabría evocarse la idea alusiva de la reforma chilena de 2017: un pilar de ahorro colectivo para ceder el 2% del salario a los de ingresos más bajos y las mujeres
  4. Se estima que el ahorro se agotaría alrededor de la edad de 80. Los jubilados deberán evitar gastar el total de su pensión precaria, y ahorrar para sostenerse por si llegan a octogenarios.
  5. ¿Retrasar la edad de retiro? Se ha insinuado como solución. Es incierto. La presión que quitaría se revertiría de otra forma, antes del retiro. Nada asegura que se seguirá con empleo hasta la jubilación. Posibilitaría más lagunas laborales y obstruiría la consecución de las semanas necesarias.

Los trabajadores también tienen pendientes

Las adecuaciones y reformas al SAR son improrrogables. La llegada de la izquierda al gobierno pudiera favorecer. El riesgo sería que las reformas no fueran suficientes o las necesarias.
Sí: también los afiliados tienen responsabilidad de cambio: menos gastos innecesarios y placeres inmediatos a costa de necesidades futuras, ahorro habitual, planeación de vida, matrimonio y familia según capacidades y no acorde al dogma. Y no olvidar registrarse, claro.

 

Las lecciones que aprendí tras el colapso de Lehman Brothers

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Las lecciones que aprendí tras el colapso de Lehman Brothers
Pixabay CC0 Public DomainTreptowerAlex. Las lecciones que aprendí tras el colapso de Lehman Brothers

Cuando Lehman Brothers colapsó yo ya estaba trabajando en Edimburgo para el equipo de renta fija de Standard Life Investments. La noticia se produjo un domingo de madrugada, pero hubo que esperar al día siguiente para sentir el impacto total de aquel dramático evento que nadie esperaba. El ruido que hizo la noticia fue tan intenso que, en comparación, todo lo que ocurría al mismo tiempo parecía no tener importancia, sobre todo porque las implicaciones de la quiebra del banco de inversión estadounidense iban a ser inmensas.

Sin embargo, en nuestro equipo la sensación fue contradictoria y se vivió con cierto alivio, ya que no teníamos bonos de Lehman Brothers en cartera. Aunque en aquel momento no éramos conscientes de la crisis que se avecinaba, habíamos infraponderado los bonos estadounidenses y los de sus bancos. En aquellas circunstancias de mercado éramos bastante recelosos de los altos ratings de la banca de inversión y aunque no sabíamos qué iba a pasar con Bearn Sterns o Lehman Brothers, podíamos ver que las dos entidades eran los eslabones más débiles de la cadena. Desde luego nadie nunca pudo imaginar cuáles serían las ondas expansivas de la crisis.

Los diez años que han transcurrido tras la quiebra del banco de inversión nos ha hecho aprender algunas lecciones importantes. La principal y más evidente es que cuando Estados Unidos estornuda, el mundo se resfría. No hay escapatoria, ya sea en Estados Unidos, Europa o los mercados emergentes. Y esto mismo volvería a tener validez.

De lo que estamos casi seguros es que la próxima crisis no se desencadenará en los bancos. Aunque las entidades financieras no están exentas de riesgo en la actualidad, el mercado bancario ha mejorado en muchos aspectos, sobre todo en cuando a endeudamiento se refiere. Hace 10 años los bancos estaban apalancados hasta 30 veces, hoy esa cifra es mucho menor.

Lehman Brothers y la opacidad de los activos subprime en su balance provocó que la incertidumbre se cerniera sobre el sector al completo. Una vez que el banco de inversión se quebró, la preocupación era que el mercado debía centrarse en el siguiente en la lista –Morgan Stanley y Wachovia–. Pero ellos  estaban en una mejor posición que los eslabones más débiles y, con la ayuda de la intervención regulatoria, lograron sobrevivir. Porque, de hecho, la intervención de los reguladores fue crucial para evitar una crisis aún peor, aunque se podrían haber extralimitado. El nivel de regulación del sistema bancario estadounidense es tan alto que, probablemente, el péndulo se haya balanceado demasiado. Una consecuencia adversa es que las compañías de pequeña y mediana capitalización, en muchos sentidos el corazón de la economía estadounidense, tuvieron dificultades  para acceder a la financiación. Sólo hace un par de años han empezado a respirar de nuevo, conforme la regulación ha comenzado a relajarse.

También hemos visto una reacción popular. Los ciudadanos ahora confían menos y se ha impuesto una sensación de injusticia ante el rescate a los banqueros, incluso ante aquellos rescates que lograron salvar los trabajos de la gente y sus ahorros. Con todo, es comprensible que exista mucho enfado y esto podría hacer que la respuesta regulatoria a la próxima crisis sea mucho más difícil.

En el mercado hemos aprendido otras lecciones más aplicables a nuestro día en los mercados financieros. Por ejemplo, que las correlaciones entre activos siempre aumentan en periodos de risk-on y risk-off. La crisis señaló la importancia de saber diferenciar en el momento de tomar decisiones. Por ejemplo, elegir aquellas compañías que podrían sobrevivir durante la próxima tormenta.

A pesar de todo, todavía nos quedan muchas lecciones por aprender. Aunque el mundo está menos apalancado, es cierto que aún queda mucho endeudamiento en los balances de las empresas. Vemos cómo está creciendo también el apalancamiento en los mercados privados y eso debe ser gestionado con cuidado.

Otra lección que deberíamos haber aprendido es que aunque la sofisticación puede ayudar a diseminar el riesgo, no compensa los malos activos o la deuda excesiva. Una gran parte del problema hace diez años fue un exceso de complejidad y esto es algo a tener en cuenta en el futuro.

Tribuna de Craig MacDonald, head of credit en Standard Life Investments.

Tres desafíos a la integración de factores ESG en la renta fija

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Tres desafíos a la integración de factores ESG en la renta fija
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Iñaki Pérez de Albéniz. Tres desafíos a la integración de factores ESG en la renta fija

Históricamente, los inversores han sido más propensos a integrar factores de sostenibilidad dentro de la renta variable que en las estrategias de renta fija. Hay una serie de razones para esto: el papel las inversiones socialmente responsables en las calificaciones crediticias, la escasez de índices ISR con los que comparar el rendimiento y los desafíos en la interacción con los emisores. Pero esa imagen está cambiando rápidamente.

Cada vez más inversores expresan su interés en el enfoque de integración de factores ESG por sus siglas en inglés (factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) más allá de las acciones, gracias al respaldo de las autoridades, como el grupo de expertos de alto nivel de la Comisión Europea sobre finanzas sostenibles.

Dado que los bonos constituyen un componente clave de las carteras institucionales, no es de extrañar que los inversores busquen integrar los principios de ESG dentro de las inversiones de renta fija, particularmente a medida que aumentan las presiones regulatorias y fiduciarias.

Varios factores han facilitado la integración de ESG en la renta fija. Para empezar, los datos y calificaciones de ESG ya están disponibles para casi toda la deuda investment grade, y para muchos emisores high yield. También se han producido varias innovaciones importantes en el ingreso fila renta fija, lo que permite a los inversores asignar más capital privado a instrumentos de deuda sostenible.

Datos de sostenibilidad

Con demasiada frecuencia, en nuestra opinión, la «integración» de la sostenibilidad simplemente se refiere a la aplicación de datos o calificaciones de sostenibilidad al proceso de inversión. Pero creemos que esto refleja tres malentendidos cruciales sobre el papel de los datos de sostenibilidad de terceros en relación con la integración de los factores ESG.

En primer lugar, está la creencia de que la aplicación de calificaciones ESG basadas en alguna forma de evaluación equivale a la integración de la sostenibilidad. Sin lugar a dudas, los conjuntos de datos de grandes proveedores de ESG tienen incalculable valor para la industria financiera, y los desafíos de recopilar y presentar los datos subyacentes en un formato consistente y utilizable son excelentes. Sin embargo, ese tipo de datos no incluye el análisis de inversiones. Por su propia naturaleza, se basan en información histórica y eventos, que reflejan lo que sucedió en lugar de lo que podría suceder en el futuro.

Demasiado amplio

En segundo lugar, los proveedores de ratings sirven para una amplia gama de partes y temas, por lo que sus marcos son amplios. En nuestra opinión, es demasiado amplio para ser inmediatamente aplicable al proceso de inversión. Además, su información de sostenibilidad tiende a no distinguir entre renta fija y renta variable. Aunque existe cierta superposición, los inversores de renta fija están más preocupados por el riesgo a la baja, mientras que los inversores de renta variable tienden a centrarse en el potencial de crecimiento alcista.

En tercer lugar y más importante, en nuestra opinión, es el hecho de que la evaluación de las calificaciones de sostenibilidad está separada del análisis financiero real de una empresa. Los proveedores de datos trabajan independientemente del proceso de inversión, por lo que no cubren el impacto de los problemas de sostenibilidad material en la evaluación financiera real. Si bien las calificaciones de sustentabilidad son importantes, para ser verdaderamente significativas, argumentamos que los analistas de crédito y los gestores deben aplicar esas calificaciones a su propia evaluación de crédito financiero.

Por lo tanto, nuestro enfoque refleja nuestra creencia central: la integración de ESG es más fuerte cuando los analistas de crédito se encuentran en el centro de la misma. Son los más indicados para utilizar su profundo conocimiento de los emisores y su experiencia en el análisis fundamental, para proporcionar el contexto en el que considerar los problemas de sostenibilidad. Es el mismo conjunto de habilidades que utilizan para analizar los factores ESG.

Lo más importante es que los analistas emiten juicios prospectivos, algo que se aplica tanto a los asuntos ESG como a los financieros. Al contar con la comprensión de los analistas de los problemas de sostenibilidad, esperamos que la integración ESG se profundice aún más.

Francis Condon es senior sustainable investment research analyst y Christopher Greenwald es responsable de Research, Sustainable and Impact Investing en UBS AM.

Elementos para la nueva Reforma Educativa

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Elementos para la nueva Reforma Educativa
. Elementos para la nueva Reforma Educativa

Hay muchos factores que explican el crecimiento y desarrollo económico de un país, pero entre ellos se encuentra la formación de capital humano.  La educación implica mayor productividad, mayor eficiencia y por lo tanto mayor competitividad.

Por ello, no genera ninguna sorpresa observar que la mayoría de los países asiáticos que han tenido un destacado crecimiento económico, hayan dedicado recursos a lograr educación de elevada calidad.  Como resultado de ello, actualmente se encuentra en los primeros lugares de la prueba PISA, la cual se aplica en 70 países.  Ubicarse entre los países con mayor puntaje en la prueba, incluso por encima de los desarrollados, no es fortuito, refleja el resultado de varios años de esfuerzo y de ir mejorando continuamente el sistema educativo del país.

Mientras que Singapur, Taiwan, Macaos, Honk Kong, China y Corea se ubican entre los primeros 10 lugares en al menos dos de las tres disciplinas que incluye la prueba PISA, México se ubica en el lugar 55, incluso por debajo de Chile y Uruguay.

El nuevo presidente de México ha expresado su intención de modificar la Reforma Educativa que instrumentó el actual gobierno.  La nueva administración debe de establecer el objetivo a lograr con la educación, con parámetros cuantificables y comparables a nivel internacional (como la posición en la prueba PISA), porque en un mundo globalizado y con avances tecnológicos acelerados, es imperante estar en condiciones de generar capital humano competitivo con el resto del mundo.  El énfasis debe de estar centrado en la calidad, porque el avance tecnológico irá desplazando a los trabajadores de baja capacitación y los puestos de empleo serán para los más preparados.  El impacto del cambio tecnológico ya lo estamos viviendo con la desaparición de puestos de trabajo, como son dibujantes, perforistas, secretarias, etc.  El mercado laboral se irá transformando drásticamente y velozmente, por lo que la nueva Reforma Educativa debe de estar enfocada a generar personas que puedan encontrar trabajo en un medio cada vez más competitivo que demandará conocimiento de calidad, se deberá de diseñar pensando en las condiciones que imperarán en las próximas décadas. Elevar la calidad de la educación dependerá de los planes de estudio, el equipamiento de las escuelas y del nivel de calidad de los profesores. 

Las nuevas autoridades deberían analizar los sistemas educativos exitosos de otros países, tanto de los asiáticos como de los latinoamericanos.  Los sistemas exitosos tienen como factor común, entre otros elementos, la capacitación y evaluación continua de los profesores; salarios adecuados a los maestros; planes educativos enfocados al razonamiento; equipamiento acorde con los planes de estudio; y exámenes obligatorios para el acceso a la educación media superior, el mismo examen independientemente si es a una institución pública o privada.

Es imperativo dedicarle recursos a la educación, para mejorar las instalaciones y equipamiento, así como capacitar a los maestros y mejorar sus salarios. Pero también es de suma importancia que haya que presentar exámenes para obtener un puesto de maestro y que sean evaluados continuamente. Hay muchas profesiones que requieren estarse certificando, el magisterio debe ser una de ellas, porque la formación del capital humano es de vital importancia para el país.

Columna de Francisco Padilla Catalán

Inversión en renta fija: cuatro formas de sortear las subidas de tipos

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Inversión en renta fija: cuatro formas de sortear las subidas de tipos
Pixabay CC0 Public DomainSidLitke. Inversión en renta fija: cuatro formas de sortear las subidas de tipos

Si bien grandes segmentos de los mercados mundiales de bonos siguen arrojando rentabilidades muy bajas o incluso negativas, parece que el prolongado periodo de política monetaria expansiva ha llegado a su fin, con el ciclo de subidas de tipos ya bastante avanzado en el caso de EE.UU. En este entorno, puede resultar difícil generar rentabilidad en renta fija.

Desde febrero, los mercados de bonos han vivido un periodo turbulento con bruscos repuntes del riesgo que han provocado pérdidas entre los inversores más expuestos y han dejado muy pocos segmentos en los que ganar dinero.

No obstante, incluso en mercados turbulentos, los inversores en renta fija que deseen obtener rentabilidades absolutas en términos globales pueden intentar varias cosas:

  1. Moverse con la curva de tipos. Cuando aumentan los tipos de efectivo, invertir en activos con cupones variables puede ayudar a los inversores a capear las subidas. Hablamos, por ejemplo, de los bonos a tipo de interés variable.
  2. Aprovechar la inflación. El aumento de la inflación es uno de los motivos que suelen justificar las subidas de tipos. Por eso, invertir en bonos cuyos cupones están referenciados a la inflación –como los títulos del tesoro estadounidense protegidos contra la inflación (TIPS) o los gilts británicos ligados a la inflación– en el momento adecuado puede contribuir a la rentabilidad.
  3. Ser muy selectivos en crédito. Cuando la economía crece y los bancos centrales responden con aumentos de tipos, los inversores deberían ser muy selectivos con sus títulos de crédito. Inevitablemente, las empresas más expuestas a costes de empréstito más altos se resentirán mientras que es probable que aquellas con modelos de negocio más robustos que se vean respaldadas por ciertas temáticas registren un mejor comportamiento. Por ejemplo, el aumento del gasto público en infraestructuras probablemente beneficiará a las empresas del sector de la construcción. 
  4. Explotar las divergencias. Se ha hablado mucho de las subidas de tipos en EE.UU. pero hay otros países en la misma situación, lo que significa que, ya solo en términos de tipos de interés, existen divergencias geográficas entre los distintos mercados de bonos y sus correspondientes divisas. Un inversor puede explotar estas divergencias invirtiendo en mercados con tipos de interés bajos o estables y poniéndose corto en aquellos en los que los tipos de interés estén aumentado. Por ejemplo, poniéndose largo en bonos del gobierno australiano y corto en treasuries estadounidenses.

Tribuna de Paul Brain, jefe de renta fija en Newton (BNY Mellon).

La Reserva Federal se topa con el dilema de la fortaleza del dólar

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La Reserva Federal se topa con el dilema de la fortaleza del dólar
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Kurtis Garbutt. La Reserva Federal se topa con el dilema de la fortaleza del dólar

Sería un eufemismo decir que la administración Trump ha presentado desafíos para la Reserva Federal. Ahora que la brecha de producción negativa que siguió a la crisis financiera está cerrada y la economía estadounidense se acerca al pleno empleo, el gobierno y un Congreso controlado por los republicanos han seguido adelante con los estímulos fiscales que típicamente se ve como respuesta a las recesiones.

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) respondió acomodando en gran medida el estímulo fiscal, permitiendo un crecimiento del PIB por encima de la tendencia y una tasa de desempleo que probablemente permanecerá por debajo de la mayoría de las estimaciones de su nivel de tendencia durante muchos años. Esto deja a la Fed con un desafío significativo en el medio plazo: cómo enfriar el mercado laboral gradualmente sin generar una excesiva inflación o, por el contrario, arrojar la economía a una recesión.

El estímulo fiscal no es, sin embargo, el único desafío que plantea la administración. Un segundo es la posible interferencia política en el marco de la política monetaria. A pesar de que el FOMC cambió su proyección de la velocidad de la subida de tipos solo modestamente en respuesta al estímulo fiscal, el presidente Trump ha expresado en varias ocasiones su descontento con el ajuste de la política monetaria.

Mi caso base sigue siendo que el FOMC continuará estableciendo lo que cree que es una política apropiada sin tener en cuenta las presiones o críticas de la administración. Los miembros del comité jugarán el juego a largo plazo: las administraciones van y vienen y la mejor manera para que el FOMC evite que el Congreso se entrometa en su independencia es distanciarse de la presión de la Casa Blanca y de la posible amenaza de la intervención monetaria.

Aún así, no es impensable que la administración intente contrarrestar cualquier ajuste en las condiciones financieras a través de la única herramienta monetaria a su disposición, a saber, la intervención cambiaria.

El presidente Trump ya ha mostrado frustración con lo que considera una manipulación de la moneda por parte de otras economías importantes y con un dólar más fuerte que considera perjudica las exportaciones. Si el dólar continúa fortaleciéndose, la Casa Blanca podría considerar la intervención de divisas para compensar o incluso revertir el impacto de los aumentos de las tasas de interés en la moneda.

Nada de esto augura buenas opciones al FOMC. Históricamente, la Reserva Federal no solo implementa intervenciones en nombre del Tesoro (usando fondos del Fondo de Estabilización de Cambios del Tesoro), sino que acompaña al Tesoro en la intervención usando sus propios fondos (específicamente, la Reserva Federal participaría en una intervención para debilitar el dólar creando reservas).

Con toda probabilidad, la Fed continuaría con esta práctica de larga data. No hacerlo sería señal de desacuerdo con la política cambiaria y arriesgar una brecha importante con el Departamento del Tesoro, y también reduciría en gran medida la efectividad de la intervención. Esto se debe a que el Fondo de Estabilización de Cambios, con menos de 100.000 millones de dólares, es lamentablemente inadecuado por sí solo para cualquier tipo de intervención sostenida.

La efectividad de la intervención también se vería reducida en sus efectos de señalización y potencia por el hecho de que no estaría coordinada: ningún otro banco central importante participaría junto con el Tesoro y la Reserva Federal para debilitar el dólar a menos que hubiera evidencia sustancial de que el valor de cambio del dólar se había movido significativamente fuera de línea con los fundamentos o que las condiciones comerciales en los mercados cambiarios se habían vuelto desordenadas.

Por estas razones, la Reserva Federal intervendrá junto con el Tesoro para garantizar que la implementación de la política cambiaria mantenga su credibilidad a largo plazo, al tiempo que intenta en su diálogo con el Departamento del Tesoro limitar el tamaño y la duración de la intervención.

Aún así, sería un desafío para el FOMC evitar cualquier señal de desacuerdo sobre una intervención emprendida por indicación de la administración. Esto se debe a que una intervención para debilitar al dólar representa una relajación de la política monetaria en un momento en que la política se está ajustando. Si el Comité cree que la política debe ajustarse gradualmente a lo largo del tiempo, en teoría debería responder a su propia intervención con incrementos adicionales en las tasas de interés.

Sin embargo, esta respuesta solo colocaría las contradicciones de la intervención durante un ciclo de ajuste directamente sobre los hombros del FOMC. Como resultado, el comité probablemente se apegará a su trayectoria proyectada de aumentos graduales de las tasas de interés.

Incluso esta respuesta más acomodaticia a la intervención podría aumentar las tensiones con la administración, ya que aún distanciaría a la Fed de las preferencias de la Casa. Nuevamente, hay pocas opciones buenas para el banco central si el Departamento del Tesoro va por el camino de la intervención.

Otra posibilidad sería que el FOMC se detuviera en su ciclo de ajustes para reducir la probabilidad de que el Tesoro impulse una intervención que el comité considera como un error de política. Esto, sin embargo, parece altamente improbable a menos que haya señales claras de que la fortaleza del dólar socavará persistentemente la capacidad del FOMC de mantener una inflación del 2%.

En el análisis final, el FOMC preferiría seguir una política ineficaz (intervención) en nombre del Tesoro en lugar de desviarse de su propio camino de los tipos de interés. Esto se debe a que detenerse en el ciclo de ajuste en respuesta a las preocupaciones de la administración sobre la fortaleza del dólar representaría una subordinación de la política monetaria a consideraciones políticas, con ramificaciones potenciales para las tasas de interés a largo plazo y las expectativas de inflación.

Steven Friedman es senior economist de BNP Paribas Asset Management.

Las inquietudes comerciales no bastan para enfriar el optimismo

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Las inquietudes comerciales no bastan para enfriar el optimismo
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Unsplash. Las inquietudes comerciales no bastan para enfriar el optimismo

Los mercados se están viendo vapuleados por la intensificación de las guerras comerciales a escala mundial, la ralentización económica de China, la debilidad monetaria y los riesgos sistémicos en los bancos europeos, así como la crisis en Turquía.

Con todos estos factores como telón de fondo, hemos decidido no modificar nuestras asignaciones, pues reconocemos que, pese a encontrarnos en un punto más cercano al final del ciclo y albergar una mayor preocupación por el comercio mundial, la actual dinámica económica y de beneficios sigue propiciando un prudente optimismo sobre los activos de riesgo.

Comercio mundial

Los cálculos de las repercusiones de una guerra comercial han arrojado resultados un tanto disonantes, al diferir enormemente las hipótesis sobre la magnitud y la probabilidad de los aranceles, por no mencionar el impacto en el crecimiento frente a la inflación y las posibles respuestas políticas. Las estimaciones actuales oscilan entre un recorte del 1% a una fuerte merma del 2,3% para el PIB mundial, y aunque algunas instituciones vaticinan que la inflación obligará a la Reserva Federal a endurecer la política monetaria de manera más agresiva, otras esperan que la incertidumbre ponga freno a la docta institución. Con probabilidad, el impacto de las condiciones financieras eclipsará cualquier repercusión económica directa derivada de un mayor proteccionismo. Además, la mayoría de las estimaciones sugieren que, en comparación con el resto del mundo, el efecto negativo en Estados Unidos se verá multiplicado por dos.

China

La reciente devaluación del yuan chino, que se llevó a cabo para hacer frente a la intensificación de las guerras comerciales y una cierta debilidad de los datos del gigante asiático, ha acaparado algo de atención. Sin embargo, somos conscientes de que el yuan solo ha vuelto al nivel en el que se hallaba hace seis meses en términos efectivos reales, y el grado de la desaceleración china depende de los datos que se escojan para el análisis. 

Ahora bien, existen escasos signos de tensión fuera del mercado de renta variable, y dado el deterioro de los datos monetarios, la política se ha relajado, y todos los parámetros que supervisamos muestran una clara flexibilización de las condiciones financieras en China.

Europa

En cuanto a los potenciales riesgos sistémicos asociados a los bancos del viejo continente, existen cuatro vías principales por las que un sistema bancario incide en la economía y en otros activos: liquidez, oferta de crédito a la economía, calidad de los activos y posiciones en deuda pública. Las señales procedentes de estos canales arrojan luces y sombras. Por ejemplo, mientras que los parámetros de liquidez exhiben relativa solidez y poca dependencia de la financiación de los bancos extranjeros, las entidades bancarias necesitan un capital de 60.000 millones de euros en comparación con los 5.000 millones de euros que indican las pruebas de resistencia.

Los intentos de los bancos centrales por impulsar el capital están funcionando, aunque a un ritmo lento, y aunque Italia sigue siendo el “eslabón débil”, los logros registrados en España e Irlanda han sido notables y los riesgos sistémicos parecen ahora más reducidos.

Nuestros fondos de renta variable mundial presentan un posicionamiento neutral en los valores financieros, y sus líneas se concentran en los bancos de los mercados emergentes y Estados Unidos, en lugar de en Europa, donde todavía resulta necesaria la recapitalización bancaria.

Turquía 

Turquía ha sido el último foco de los movimientos sísmicos del mercado, que han provocado el desplome de los activos en liras, otros activos de los mercados emergentes (divisas, tipos y acciones), determinados bancos europeos y el euro. Aunque Turquía representa un país muy importante desde el punto de vista geopolítico, no lo es tanto desde el punto de vista económico, y pese a que el atolladero en el que se encuentra sumido el país es “típico” de los mercados emergentes, hoy se aplica únicamente a Turquía.

A modo de ejemplo, el excesivo apalancamiento ha generado una abultada deuda privada en moneda extranjera por valor de 230.000 millones de dólares, que vence el próximo mes de mayo; de este importe, 55.000 millones de dólares se usan para financiar el creciente déficit por cuenta corriente. Turquía también mantiene una política monetaria hiperexpansiva en un régimen cada vez más autoritario.

Sin la imposición de controles de capital, que podrían desencadenar unas considerables ventas en los fondos de los mercados emergentes y causar daños en toda la región, la tensión en el bloque emergente de manera más general debería disiparse. En lo referente a los bancos europeos, a pesar de unas cifras que copan titulares (como el hecho de que Turquía posee cerca del 6% de los activos del sistema bancario español y un cuarto del capital y las reservas totales del sector bancario), las exposiciones se obtienen principalmente a través de la titularidad de bancos filiales en lugar de mediante préstamos mantenidos en el balance, y esto mitiga el impacto de manera significativa. En el caso del BBVA, uno de los bancos más expuestos al país, el varapalo supondría unas pérdidas de 5.000 millones de euros (fondos propios y financiación del grupo) en lugar de 120.000 millones de euros (activos y préstamos), una cifra que equivaldría a un año de beneficios.

Dólar estadounidense

El billete verde se ha visto aún más reforzado en este entorno de mayor cautela, hasta el punto de que nuestros analistas de renta fija y divisas hablan de una prima de entre el 8% y el 10% respecto de sus estimaciones de valor razonable. La fortaleza del crecimiento estadounidense (y la debilidad de Europa) nos ha sorprendido tanto a nosotros como al consenso, lo que ha proporcionado un respaldo clave para la moneda norteamericana. Sin embargo, dado que la forma de la curva de tipos y la tasa de variación en los diferenciales de tipos a corto plazo apuntan a una depreciación del dólar, seguimos mostrando una visión estratégicamente bajista con respecto del dólar estadounidense. Por lo general, la moneda ha registrado un continuo comportamiento inferior cuando la curva se ha aplanado en los ciclos de endurecimiento. 

Reino Unido 

Hemos mantenido una postura neutral en relación con el Reino Unido desde julio de 2016, tras el referéndum sobre la permanencia del país en la Unión Europea. Nuestro equipo de renta variable británica sigue considerando que el mercado no goza del favor de los inversores; el rezago relativo del 30% frente a la renta variable mundial ha generado oportunidades de inversión, en especial en las firmas nacionales y los grandes exportadores con un flujo de caja libre positivo y unos rendimientos que revisten atractivo y una buena cobertura. Sin embargo, la incertidumbre sobre las condiciones del brexit ocupa un lugar predominante.

Columna de opinión de Toby Nangle, director mundial de asignación de activos, director de multiactivos EMEA, y Maya Bhandari, gestora de carteras multiactivos, ambos en Columbia Threadneedle Investments

Balance de agosto: más de lo mismo y sin cambios destacables a la vista

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Balance de agosto: más de lo mismo y sin cambios destacables a la vista
Pixabay CC0 Public Domain. Balance de agosto: más de lo mismo y sin cambios destacables a la vista

Desafortunadamente para las inversiones europeas, el mercado en agosto ha deparado una continuación de lo que vivimos desde hace unos meses: una subida del 3% en EE.UU. y una bajada del 3,5% en Europa.

Realmente no ha habido cambios en el fondo del mercado: buenos fundamentales macro y de resultados, pero ruido en varios frentes que impiden al mercado reflejar esos fundamentales. Se cumple el guión y,. ante la subida de tipos en EE.UU., los emergentes y sobre todo los más débiles estructuralmente sufren. En nuestro comentario de finales de julio mencionábamos la necesidad de estar en valores resistentes ante la posibilidad de más ruido proteccionista y de cambio de ciclo.

El factor distorsionador de una guerra comercial latente ha seguido y sigue presente, pero se ha atenuado algo después del preacuerdo comercial entre EE.UU. y México (posiblemente extendido a Canadá).

En parte, este asunto justifica la primacía de la bolsa americana sobre el resto de los mercados, ya que es cierto que EE.UU. soporta un importante déficit comercial frente a Alemania o China, por ejemplo, por lo que una serie de medidas recíprocas y restrictivas del comercio haría en el corto plazo más daño a los países netamente exportadores que a los importadores.

En el largo plazo, los aranceles se compensan con depreciaciones de las monedas y éstas con inflación, pero en el corto plazo se producen efectos negativos en la economía. A nivel de empresas, las medidas proteccionistas se han descontado en las empresas que han reconocido cierto efecto en sus previsiones, pero como son pocas las que lo han aceptado, en general el tema comercial pensamos que ha tenido escaso impacto.

Precisamente el eslabón que une el impacto económico de las medidas comerciales con el enfriamiento económico son las inversiones empresariales, algo que aún no parece que se haya visto afectado en gran medida.

En cierto modo unido al factor anterior y también por una preferencia de algunos inversores por el bajo riesgo en este verano, los activos de los mercados emergentes, tanto monedas como bolsas, han sido los perdedores.

Aunque los principales índices agregados emergentes han bajado en el mes de agosto un 3%-4%, sí ha habido una diferenciación entre unos países y otros. Los más débiles en términos de sector exterior y por un panorama político con dudas son los que más han sufrido.

La bolsa de Argentina ha caído alrededor de un 14% en el mes en moneda local y acumula una depreciación anual del casi el 40%.

El país ha descontado claramente la intervención del FMI. La caída que lleva acumulada en el año la lira turca y su bolsa de más del 20% y 35% parece descontar también una intervención del FMI. Además de estos dos países, se unen fuertes caídas de bolsas en monedas locales en China, Dubai y algunos países de Europa del Este. Las dos preguntas que hay que hacerse ahora son si Brasil puede ser el siguiente susto dentro del proceso de presión a los emergentes y si China está descontando un enfriamiento económico derivado del cambio de ciclo o de la presión comercial.

Respecto a Brasil, su bolsa está aguantando, con un comportamiento caso plano en el año en moneda local. Pero su divisa, el real brasileño, se deprecia alrededor algo más del 15%. Pensamos que la situación económica de este país es más sólida que la de Turquía y Argentina, pero no hay que olvidar que en octubre hay elecciones presidenciales con el menor grado de visibilidad de la historia, debido a la fragmentación y a lo heterodoxo de todos los candidatos.

La lentitud de la subida de tipos está afectando a las bolsas, y sobre todo a los índices que tienen un peso destacable de bancos.

En la UEM, la falta de determinación del BCE en su cambio de rumbo de la política monetaria hace que la rentabilidad del bono alemán siga por debajo del 0,5%.

En EE.UU., la Fed sigue con su proceso de normalización de tipos, pero en cierto modo el último discurso de Powell, mientras aseguraba la subida de septiembre, dejaba la duda sobre la de diciembre. Esto ha hecho que durante el mes la curva de tipos se haya aplanado más. Dado que la rentabilidad del bono a 10 años americano se ha situado por debajo del 2,9% mientras que el tipo a dos años se mantiene por encima del 2,6%, el diferencial entre los dos plazos se ha situado en menos de 25 puntos básicos por primera vez desde agosto de 2007. Esta situación de tipos hace que el escenario de que el BCE no pueda subir tipos en este ciclo gane probabilidades. No es que sean muy elevadas, pero si hace unos meses muchos lo consideraban imposible, ahora hay parte del mercado que lo empieza a contemplar. Una situación negativa para los bancos, que necesitarían de más concentración y reestructuración.

Por unas cosas o por otras, las bolsas siguen acumulando potencial sin reflejarlo en las cotizaciones, y aunque es cuestión de tiempo que lo hagan, hay que estar vigilantes no sea que se pase el ciclo.

Tribuna de Víctor Peiró, director general de Análisis de GVC Gaesco Beka