Vientos en contra en Estados Unidos

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Vientos en contra EE.UU.
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A medida que aumenta la preocupación por una posible recesión en Estados Unidos, los consumidores se muestran cada vez más cautelosos con sus gastos. Los estadísticas muestran que los hogares de bajos ingresos están optando por compras más pequeñas y reduciendo gastos discrecionales como la comida rápida. Mientras tanto, el mercado del lujo ha experimentado un descenso significativo. Los datos de las tarjetas de crédito revelan que el gasto ha disminuido en la mayoría de las categorías minoristas. Además, los consumidores tienen menos efectivo, y los saldos de sus cuentas corrientes y de ahorros han disminuido durante el último año.

Para agravar estos problemas, el crecimiento salarial se ha ralentizado y los saldos de las deudas se están acercando a los niveles prepandemia, lo que deja a muchos con una flexibilidad financiera reducida y una creciente sensación de incertidumbre.

El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan se desplomó un 11%, hasta 57,9 a mediados de marzo, desde 64,7 el mes pasado. La confianza entre los demócratas fue la más baja jamás registrada, incluyendo los peores momentos de la crisis financiera de 2008-2009. Incluso los republicanos se sienten peor, aunque muchos creen que cualquier impacto económico a corto plazo causado por las medidas de Donald Trump valdrá la pena. Más aún, los consumidores ahora esperan que la inflación anual se dispare al 4,9%.

Esta semana los inversores esperan que la Reserva Federal mantenga sin cambios los tipos de interés al concluir su reunión de dos días este miércoles. El mercado ha descontado con casi total certeza que las tasas se mantendrán en sus niveles actuales del 4,25% al 4,5%. Tras la decisión, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, tiene previsto responder a las preguntas de los medios sobre los tipos de interés y las políticas económicas, lo que podría tener un impacto en los mercados.

El reciente cambio en la inversión de acciones estadounidenses a no estadounidenses por parte de muchos inversionistas se debe sobre todo a la reducción del gasto público excesivo en Estados Unidos y al fin de la austeridad en Europa. Aunque no está claro si esta tendencia será duradera, recomendamos aprovechar cualquier subida a corto plazo del mercado estadounidense para diversificar aún más en otros mercados.

El euro se mantiene cerca de su máximo en cinco meses debido al creciente optimismo sobre el fin de la guerra en Ucrania. Por otro lado, el dólar se mantiene cerca de su mínimo en cinco meses frente a sus principales pares, lo que refleja la preocupación por la economía estadounidense. El dólar está perdiendo atractivo debido que la errática formulación de políticas amenaza con socavar su carácter de refugio seguro. Al mismo tiempo, las esperanzas en el nuevo contexto europeo permiten una mejora en la confianza del euro.

Mientras el Presidente Trump siga usando con firmeza los aranceles y esté dispuesto a arriesgarse a sufrir dificultades económicas, el dólar estadounidense se mantendrá bajo presión, incluso si Estados Unidos mantiene su ventaja en los tipos de interés y su superioridad cíclica.

Es hora de hablar de criptomonedas, herencia digital e impuestos

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Criptomonedas herencia digital e impuestos
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Nos interese o no, los activos digitales son una realidad innegable. Tal vez no sean parte de nuestra vida diaria aún, pero sí lo serán para nuestros hijos y nietos. ¿Por qué es importante hablar de ellos? Porque más allá de $Libra (el escándalo relacionado con el presidente argentino Javier Milei) hay algo que debemos tener en cuenta: los activos digitales se heredan y, en muchos casos, están sujetos a impuestos. Y desde ya que presentan desafíos desde el punto de vista de la privacidad (recuerden que el intercambio automático de información que hoy existe para bancos y demás entidades financieras, pronto comienza a regir también para exchanges) y pueden ser motivo de ataques por parte de terceros (acreedores, exparejas, etc.).

La herencia digital

Cuando uno piensa en la riqueza lo que surge instantáneamente es dinero en efectivo o en cuentas bancarias, inversiones, automóviles, propiedades, joyas, arte… Pero desde hace tiempo, los activos digitales han ganado protagonismo, y de hecho hubo casos populares de personalidades que al fallecer dejaron en una suerte de limbo millones de dólares en esa clase de activos.

En algunos lugares (USA, Suiza, España y Francia, entre otros) se debate hace años sobre la adaptación de las leyes a esto que llamamos herencia digital. Se trata de legislaciones provisorias, claro: nadie puede asegurar que esto no cambie de un momento a otro.

Esa falta de normas específicas, o al menos de normas institucionalizadas en la mayoría de los países, hace esencial pensar en cómo queremos que nuestros activos digitales pasen a otras manos.

Si nuestros activos forman parte de una billetera de cripto descentralizada a la que tenemos acceso con una clave privada, o si utilizamos dispositivos no conectados a internet (cold storage), lo que poseemos queda, como dije, en una suerte de limbo. Y eso, como expliqué otras veces, desafía la planificación patrimonial. Los herederos no podrán acudir a un juez para que mande a transferir y/o registrar estos activos a nombre del heredero, como sí podrían hacerlo con el dinero en una cuenta bancaria, un bien inmueble u otros activos tradicionales.

Todos los activos se heredan legalmente de la misma manera. Cuando la persona fallece, automáticamente pasan a sus sucesores. El principal problema de los activos digitales es la gran diferencia entre las distintas clases: para cada una es necesaria una solución específica.

Por eso, mi recomendación es planificar sobre su custodia. No será lo mismo si esta está a cargo del propio titular o de un exchange centralizado.

Por supuesto, siempre se puede compartir la contraseña con familiares y amigos, pero esto podría no ser legal en algunos países en los cuales los poderes (por caso: ceder la contraseña) otorgados en vida pierden validez cuando uno muere. Tampoco puede ser viable con los requisitos de doble o triple factor de autenticación, cada vez más comunes. Sin acceso, ¿quién podrá defendernos? Nadie. El bloqueo digital es el futuro de ese activo.

Entonces, ¿con qué herramientas contamos? En principio, las más comunes son dos:

Utilizar alguna de las herramientas de planificación patrimonial tradicionales como testamentos, sociedades y trusts (se contrata un fiduciario profesional para que administre bienes en favor de ciertos beneficiarios).

Usar “smart contracts” o “contratos inteligentes”, que son líneas de código autoejecutables que funcionan con una estructura inalterable debido a que se despliegan en una red blockchain, asegurando su ejecución al verificar el cumplimiento de la condición.

Lo digo siempre, no hay certezas que abarquen todos los casos: hay que ver cada situación particular y tomar la mejor decisión. Una decisión específica para una persona o familia específica.

Impuestos y monedas digitales

Como hemos visto en estos días, las criptomonedas ya no son exclusivas de expertos. Aunque no todos accedan a ellas, todos hablan de ellas. Los que no saben, dicen que saben o quieren saber. Ahora bien, en cuanto a la cuestión impositiva hay, sobre todo, interrogantes comunes. ¿Las criptomonedas pagan impuestos? ¿Cuáles? ¿Se paga cuando se compran o cuando se venden? ¿Conviene cobrar en criptomonedas antes que en moneda corriente? ¿Es mejor tener criptomonedas en mi país o en otro país en el que haya menor presión fiscal?

Es interesante que las preguntas no tengan todas una respuesta clara ni única. Se trata de un fenómeno innovador cuyas zonas grises devienen de lo que es, quizá, su mayor virtud: el control descentralizado a través de cadenas de bloques o blockchain, que momentáneamente las deja fuera del ámbito de regulación de los bancos centrales y las entidades financieras y plantea desafíos a los gobiernos a la hora de ejercer el contralor fiscal.

Así, depende del país en el que se resida (fiscalmente) si los impuestos alcanzan o no a –por ejemplo– los pagos en monedas digitales. En Uruguay, por caso, están exentas del Impuesto al Patrimonio por tratarse de activos en el exterior, como sucede en la mayoría de los países de América Central, y parcialmente en Paraguay Bolivia, donde se paga impuestos sólo por lo que se gana en el país. Tampoco las alcanza IRPF en Uruguay, ya que se trata de activos en el exterior que pagarían impuestos únicamente de pagar cupones o dividendos y no por incrementos patrimoniales.

¿Y Argentina? Las criptomonedas, como cualquier otro bien, se encuentran incluidas en el cálculo del Impuesto a los Bienes Personales. Habría que declararlas al final de cada año tributario.

Ganancias, en cambio, se paga en Argentina solo cuando se vende el activo: 15% para personas físicas y 35% para personas jurídicas.

El mundo va cambiando y adaptándose a esta realidad digital, por lo cual lo que hoy es un hecho (o un deseo), mañana puede ser otra cosa. Muchos países están asimilando o ya asimilaron considerar las monedas digitales como activos financieros, lo que implica para el fisco cobrar cuando se venden, por considerarlas ganancia de capital (capital gains, en Estados Unidos). Varios fueron hacia ese lado, detrás de USA: no gravar la compra ni la tenencia, sólo la venta y la tasa de ganancia. Otros planean gravar las ganancias aun antes de su realización, lo cual sería una locura.

Estamos, como dije otras veces, en una zona gris: las criptomonedas no llegaron al techo (y, creo, ni a las rodillas) de sus capacidades de desarrollo, y por eso todo lo que se defina hoy será momentáneo.

Martín Litwak está especializado en derecho tributario y es fundador del estudio UNTITLED

Defensa europea: esfuerzos de inversión considerables y efectos favorables sobre el crecimiento

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Defensa europea inversión

Desde el fin de la Guerra Fría, muchos países europeos han reducido su presupuesto militar para financiar políticas sociales y económicas. Ahora, las crecientes tensiones geopolíticas, la guerra en Ucrania y la reducción anunciada del compromiso estadounidense han puesto de relieve la vulnerabilidad de Europa en materia de seguridad y la necesidad de poner fin a los “dividendos de la paz”.

¿Por qué es inevitable un aumento del gasto en defensa?

A pesar de la aceleración observada desde la invasión rusa en Ucrania en 2021, el gasto militar de la Unión Europea (UE) sigue siendo insuficiente. Estimado en 378 mil millones de dólares en 2024, representa solo cerca de un tercio del de Estados Unidos (ver gráfico 1). En porcentaje del PIB, el presupuesto europeo destinado a defensa alcanzó el 2 %. Es inferior al de Estados Unidos, que se estima en un 3,4 % del PIB. Solo 15 Estados miembros destinan al menos el 2 % de su PIB a defensa, conforme a los compromisos con la OTAN (ver gráfico 2).

Los retrasos de Europa afectan a casi todos los ámbitos. En términos de efectivos militares activos, los ejércitos europeos están por detrás de China, India, Rusia y Estados Unidos (ver gráfico 3). En cuanto al gasto en equipamiento, aunque este ha aumentado rápidamente desde 2020, no permite un fortalecimiento significativo de las capacidades de defensa en la región. Estas últimas han permanecido extremadamente limitadas. Los stocks disponibles de armas principales han disminuido considerablemente en las últimas décadas en toda Europa (ver gráfico 4). Sobre todo, la dependencia del equipamiento de defensa respecto a Estados Unidos es alta. Durante el período 2019-2023, el 55 % de las importaciones de armas europeas provinieron de los Estados Unidos, frente al 35 % en 2014-2018 (datos SIPRI 2024)

Aumentar el gasto militar: ¿cuánto y cómo?

En este contexto, las necesidades de inversión son considerables. Si todos los países europeos miembros de la OTAN desean cumplir con el objetivo, que podría incrementarse al 3 % del PIB para 2030, se estima que las necesidades adicionales ascienden a más de 300 mil millones de euros en comparación con el nivel de 2024 (ver gráfico 6). Según el informe Draghi (septiembre de 2024), estas necesidades podrían alcanzar los 500 mil millones de euros durante la próxima década para reemplazar los suministros enviados para ayudar a Ucrania. Esta cifra podría incluso incrementarse si Estados Unidos redujera aún más su compromiso militar en la región.

Las iniciativas anunciadas en los últimos días constituyen, por lo tanto, un comienzo histórico para responder a las urgencias de soberanía. A nivel europeo, el plan « ReArm Europe » tiene como objetivo otorgar más flexibilidad a los Estados miembros para permitirles aumentar sus gastos militares sin deteriorar su déficit público (650 mil millones de euros en 4 años) y autoriza a la Comisión a pedir prestado en los mercados y a prestar a los Estados miembros (150 mil millones). Esto sigue, en particular, a la decisión del futuro canciller alemán, Friedrich Merz, de aumentar el gasto militar en 400 mil millones de euros, al mismo tiempo que refuerza las inversiones en infraestructuras por un valor de 400 a 500 mil millones de euros en un plazo de 10 años

¿Qué impactos tiene sobre el crecimiento?

Tales medidas tendrán implicaciones macroeconómicas notables. Hacemos la hipótesis de que los planes de inversión anunciados, si se implementan correctamente, permitirán a los Estados miembros aumentar sus gastos militares al 3 % del PIB. Nuestras estimaciones sugieren, como resultado, un impacto positivo de aproximadamente un 0,3 % de crecimiento adicional del PIB por año en la zona euro. El efecto multiplicador es más pronunciado en España e Italia (ver gráfico 6).

En estas economías, los esfuerzos son más considerables, ya que la proporción de gasto militar/PIB sigue por debajo del objetivo del 2 %, mientras que la de Alemania o Francia ya ha alcanzado el objetivo de la OTAN. Además, la parte del gasto destinada al personal militar es más alta, lo que sugiere efectos favorables más significativos que los derivados de los gastos en equipamiento o infraestructuras (1).

Paralelamente, el aumento del gasto militar podría provocar efectos inflacionarios, a través del choque de demanda positivo. Una perspectiva reflacionista de este tipo reduciría la presión sobre los tipos de interés de referencia del BCE.

(1) Según la literatura, los efectos multiplicadores directos son más altos para el gasto destinado al personal militar (alrededor de 1,2) que para el destinado a equipamientos, infraestructuras y otros (0,9)

Tribuna de opinión escrita por Thuy Van Pham, Economista de Groupama AM.

Acciones europeas y chinas: ¿tendencias o modas pasajeras?

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Un par de factores han contribuido al reciente aumento del mercado accionario europeo. Primero, las perspectivas de un acuerdo de paz en Ucrania y una política fiscal más flexible a la luz de las elecciones federales alemanas. Y, en segundo lugar, el hecho de que entramos en 2025 con un punto de partida históricamente deprimido para las acciones europeas en relación con sus homólogas estadounidenses.

Estructuralmente, el viejo continente sigue desafiado por una variedad de factores, incluido el envejecimiento demográfico, los altos costos laborales y energéticos, el estancamiento del crecimiento de la productividad y un ecosistema de tecnología e innovación comparativamente débil. En este contexto, es difícil imaginar que los inversores estadounidenses y asiáticos comiencen a sobreponderar las acciones europeas.

Por otro lado, las acciones chinas se encuentran en medio de un mercado alcista cíclico respaldado por varios catalizadores. En primer lugar, el anuncio de aranceles adicionales del 10% sobre las importaciones chinas por parte de Estados Unidos fue un resultado mejor de lo que se temía inicialmente. En segundo lugar, los inversores están reconstruyendo las expectativas políticas antes de la Asamblea Popular Nacional de marzo. En tercer lugar, la presentación de DeepSeek desafió el dominio incomparable de los actores estadounidenses en inteligencia artificial (IA). Y, por último, Beijing se está volviendo más favorable a los negocios, especialmente en previsión de otra guerra comercial con Estados Unidos.

Todos estos factores deberían ampliar la ventana táctica para las acciones chinas, especialmente dadas las asignaciones aún bajas en las carteras globales, especialmente en las carteras de inversionistas latinoamericanos. Cabe recordar que diversificar globalmente puede ser valioso para los inversionistas en la región porque les permite reducir la correlación entre los activos de la cartera, potencialmente aumentando sus rendimientos y reduciendo su riesgo general.

Sin embargo, es importante recordar que China sigue estancada en una recesión de balance. Por tanto, la disciplina fiscal es la única forma eficaz de contrarrestar las tendencias de desapalancamiento en el sector privado. Incluso si las autoridades chinas actuaran con suficiente eficiencia para abordar la recesión de balance, las cuestiones estructurales, como la disminución de su población, siguen siendo una preocupación importante.

Recomendaciones de cartera

Calificamos las acciones estadounidenses como sobreponderadas. Siguen siendo resilientes, impulsadas ​​por el liderazgo en innovación tecnológica. Los entornos macroeconómicos favorables, respaldados por decisiones de los bancos centrales e incentivos fiscales, posicionan al mercado estadounidense para un éxito sostenido durante el próximo año. En conjunto, creemos que el mercado estadounidense merece una prima en relación con el resto del mundo debido a un crecimiento secular y una calidad superiores a la media, lo que justifica las valoraciones actuales.

La renta variable europea, por su parte, la calificamos como neutral. Los riesgos asociados con posibles aranceles a las importaciones chinas podrían afectar negativamente a las acciones europeas que tienen exposición a China. Si bien persisten problemas estructurales que limitan la exposición a las acciones de crecimiento en Europa, la mejora de las perspectivas para las acciones cíclicas debería reforzar la confianza de los inversores. Las acciones europeas ofrecen una diversificación más amplia y cotizan con valoraciones descontadas cuando se ajustan sobre una base neutral sectorial.

En cuanto a las acciones en China, mantenemos una calificación táctica de sobreponderación. Un menor entusiasmo en el mercado estadounidense puede respaldar los flujos de rotación hacia el mercado chino. En el corto plazo, creemos que China se ve respaldada por una tensión comercial mejor de lo temida, el éxito de DeepSeek y las crecientes expectativas de política interna. El resultado político en el Congreso Nacional del Pueblo aún está por verse.

La “A” en préstamos directos

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Los fondos de préstamos directos han establecido una base firme en el espacio de la gestión patrimonial. En esta columna de opinión de Alejandro Lara se explican las claves de este activo. La proliferación en los últimos 4 a 5 años de las BDC’s (Compañías de Desarrollo Empresarial) abiertas no transables en bolsa ha hecho del crédito privado un tipo de inversión atractiva para quienes buscan distribuciones altas de efectivo combinadas con características de baja volatilidad esperadas en inversiones alternativas.

Para los inversores no estadounidenses, los BDCs que no transan en la bolsa pueden ser mejores vehículos que los que sí cotizan, ya que los administradores de fondos clasifican adecuadamente los dividendos como ingresos por intereses u otras fuentes. Así, se pueden evitar sustancialmente las retenciones a los no residentes.

Los BDCs públicos generalmente se negocian a través de custodios y tienden a ser considerados acciones, por lo que sus dividendos pueden estar potencialmente sujetos a retenciones sobre el monto total, impactando sus rendimientos y causando posibles dolores de cabeza al intentar obtener el reembolso de éstas.

Los fondos de crédito privados se centran principalmente en prestar capital a empresas. Normalmente, los préstamos se emiten a tasas de interés flotantes y sus contratos de préstamo especifican claramente la jerarquía del prestamista dentro de la estructura de capital y las restricciones o responsabilidades –conocidas como covenants– a las que está sujeto el prestamista.

Una característica de la industria de préstamos directos que no se enfatiza lo suficiente es su fuerte vínculo con la industria de capital privado (PE). Muchos fondos de PE, por ejemplo, han decidido establecer sus propias estrategias de crédito privado como palanca natural de crecimiento. Como afirmó un socio en la conferencia anual de su fondo privado hace unos años: «Estamos estableciendo una estrategia de crédito, ya que algunas de las empresas que queremos comprar están muy sobrevaloradas y encontramos una mejor propuesta si invertimos en ellas a través de crédito».

Para los gestores de activos privados, ciertamente existe una oportunidad de otorgar préstamos a empresas en lugar de invertir capital accionario, pero hay una razón fundamental por la cual las firmas de PE necesitan crédito y es una ampliamente estudiada en los cursos de finanzas. Simplemente, es porque el patrimonio es el tipo de capital más caro que se puede emplear. Por ende, los fondos de PE buscan financiar adquisiciones con una combinación de patrimonio y deuda menos costosa. Aquí es donde entra en juego la compra apalancada o LBO.

Una LBO es una transacción de compra corporativa en la que el precio total (o valor empresarial) de una empresa se paga mediante la inyección de patrimonio y deuda. La diferencia con un préstamo personal –como cuando se compra un coche, por ejemplo– es que el garante y deudor de dicha deuda no son los nuevos propietarios, sino la propia empresa que fue adquirida.

Por lo tanto, el préstamo se refleja como un pasivo de la empresa objetivo, mientras que la garantía del préstamo (si la jerarquía del mismo se establece adecuadamente en el contrato) sería el valor de la empresa y su capacidad de pago como resultado de su flujo de caja libre recurrente. Esta es la razón por la cual este tipo de transacción se conoce también como un préstamo de flujo de caja.

En teoría, las LBOs son beneficiosas para compradores y prestamistas. Para los accionistas, no existe riesgo de estar sujetos a responsabilidades personales si la empresa incumple.  Para los prestamistas, por otro lado, la empresa en sí misma es una mejor garantía y permite un rescate del capital más rápido y más opciones que cobrar la deuda a los compradores.

Incluso si los ingresos de una empresa se deterioran significativamente, siempre puede haber valor empresarial residual para reestructurar, vender el activo y potencialmente recuperar capital en orden de antigüedad. Por lo tanto, muchos fondos de préstamos directos se centran en el tramo “senior” del capital. Este es el de mayor jerarquía, ya que provee la mayor probabilidad de recuperación del capital.

Desde el punto de vista del prestamista directo, existen razones claras por las que dichos fondos les gusta financiar LBOs respaldadas por fondos de PE. En primer lugar, los fondos de PE compran empresas con regularidad. En lugar de tener que buscar a quien prestarle individualmente, trabajar con fondos de PE es una manera de aprovechar un flujo constante de nuevos negocios.

La segunda razón es que, como inversores profesionales, los fondos de PE realizan una exhaustiva debida diligencia sobre la empresa, la cual pueden compartir con los prestamistas. Por último, los fondos de capital privado pueden mantener capital en reservas para inyectar a las empresas en sus portafolios que puedan estar atravesando dificultades financieras.

Sin embargo, esta última característica -la inyección adicional de capital- se utiliza ampliamente para mercadear fondos privados, aunque está sujeta a cuestionamiento. Al hablar con gestores de PE, queda claro que colocar capital adicional en una empresa con el fin de protegerla de sus prestamistas es la última alternativa a considerar y sólo se implementaría después de extensas negociaciones con el prestamista.

Sin embargo, los fondos PE reconocen que los prestamistas directos proveen una fuente importante de capital menos costoso para ejecutar LBOs, aunque no es la única vía disponible. Las transacciones de PE más grandes pueden acceder a fuentes de capital más baratas y condiciones menos estrictas al trabajar con un banco a través de un préstamo ampliamente sindicado, o BSL.  Sin embargo, los fondos de préstamos directos ofrecen características como la posibilidad de desembolsar el capital en partes y pago en especie (PIK), en el que una parte de los pagos de intereses se pueden diferir a la madurez del crédito.

¿La industria de crédito privado es una extensión de la industria de PE?

De hecho, la mayoría de los fondos de crédito accesibles para el canal de gestión patrimonial se limitan a otorgar préstamos a empresas propiedad de fondos de PE, debido a los atributos explicados anteriormente. Sin embargo, algunos vehículos también otorgan préstamos a empresas que no son propiedad de PE y, al hacerlo, pueden cerrar préstamos en mejores condiciones financieras, debido, en parte, a una menor competencia en ese ámbito.

En 2024, algunos bancos estaban en conversaciones con prestamistas privados para llegar a acuerdos sobre referir transacciones, ya que los requisitos de capital en los bancos limitan el tamaño y los tipos de préstamos que pueden emitir -lo cual es una de las razones por la cual la industria de préstamos directos ha crecido tanto-. No obstante, la potencial flexibilización en los requisitos de capital bajo el nuevo gobierno puede descarrilar algunos de esos planes.

En general, los préstamos directos pueden considerarse como una versión más ligera y quizás menos riesgosa del PE y de cómo llevar a cabo una inversión en la economía privada. En muchos casos, los prestamistas directos negocian puestos en las juntas directivas de la empresa, influyen en la forma en que se gestionan éstas y negocian ciertos paquetes accionarios. Al final, dichos fondos están aportando una gran parte del capital para completar adquisiciones corporativas y sin su participación, muchas de estas transacciones posiblemente no se cerrarían.

Stablecoins: el futuro de las finanzas globales y la estrategia detrás del dólar

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En los últimos años, hemos sido testigos de cómo el ecosistema de las criptomonedas se ha transformado de un nicho experimental a uno de los espacios con mayor crecimiento e innovación. Entre todos los activos digitales que han surgido, hay uno que considero fundamental para la adopción masiva de este nuevo mundo financiero: las stablecoins. Estas criptomonedas, respaldadas por monedas fiduciarias, como el dólar o el euro, representan una puerta de entrada para empresas y para pequeños inversores.

¿Por qué las stablecoins son tan relevantes? En primer lugar, permiten transacciones rápidas y con comisiones muy bajas, lo que facilita el envío de dinero a nivel internacional sin la necesidad de intermediarios tradicionales. En Orionx, hemos visto de cerca cómo muchas empresas y usuarios han encontrado en las stablecoins una solución eficiente para remesas o pagos transfronterizos, impulsando la inclusión financiera en mercados emergentes. Además, al estar respaldadas por activos como el dólar, generan confianza en las personas que aún ven a las criptomonedas con cierta desconfianza.

Hoy existe la intención en Estados Unidos de regular y promover las stablecoins como parte de una estrategia geopolítica para reforzar el dominio del dólar en la economía digital. La reciente presentación de la Ley GENIUS (Guía y Establecimiento de la Innovación Nacional en las Monedas Estables de EE.UU., por su sigla en inglés) ante el Senado refleja, a mi juicio, una jugada muy clara.

Mientras se argumenta que se busca proteger a los consumidores y dotar de mayor transparencia a estos activos digitales, resulta innegable que también se persigue consolidar al dólar como la principal moneda de referencia en un ecosistema financiero que evoluciona rápidamente.

La propuesta establece un marco regulatorio más estricto para los emisores con más de 10.000 millones de dólares en circulación y, al mismo tiempo, reglas estatales para los más pequeños. Con ello, pretende equilibrar la innovación con la protección al consumidor, garantizando la estabilidad del sistema.

Sin embargo, no podemos pasar por alto el trasfondo geopolítico: si EE.UU. no toma la delantera en la regulación de stablecoins, otras potencias, como el caso del yuan digital, podrían ganar terreno en la economía mundial, desplazando al dólar de su posición de privilegio.

Considero que esta ley marca un hito en la evolución de las monedas digitales. Por un lado, ofrece una base legal que brinda seguridad a los usuarios, a la vez que promueve una mayor adopción. Por otro lado, es una llamada de atención para los que participamos en el sector. La carrera por la digitalización de las finanzas no solo está determinada por la innovación, sino también por la capacidad de los gobiernos para influir en cómo esa innovación se regula y se adopta.

Desde mi perspectiva, en Orionx seguiremos atentos y participando activamente en este debate, convencidos de que estas disposiciones normativas pueden ser la chispa que encienda una adopción masiva, segura y eficiente de las finanzas descentralizadas.

Tendencias y oportunidades en un mercado cambiante

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Gletir y trading global
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Los mercados de valores han estado experimentando una mayor volatilidad en 2025, después de dos años de sólidos rendimientos que llevaron las valoraciones a niveles récord. La incertidumbre política y comercial ha generado una turbulencia significativa en el sector tecnológico, especialmente con la llegada de la inteligencia artificial (IA) de DeepSeek. Los aranceles impuestos por Estados Unidos a varios países han añadido otro nivel de complejidad a la situación.

A medida que avanzamos en el año, identificamos tres factores clave que influirán en los mercados. En primer lugar, los aranceles seguirán siendo una herramienta de negociación, pero creemos que solo se implementarán temporalmente hasta que se alcancen acuerdos políticos viables. En segundo lugar, el impacto de los aranceles en el consumidor estadounidense será limitado, ya que los fabricantes extranjeros ofrecerán descuentos para mantener su participación de mercado. Finalmente, Europa también enfrentará una ronda de aranceles estadounidenses.

La evaluación de las consecuencias de las disputas comerciales es un desafío para los inversores, especialmente debido a la incertidumbre sobre las medidas de represalia de otras naciones. Sin embargo, se estima que la inflación estadounidense aumentaría entre 0,5 y 0,6 puntos porcentuales este año debido a los aranceles. Todos los ojos están en la reacción de la Reserva Federal.

Nuestra recomendación es no tomar decisiones precipitadas en cuanto a las carteras de inversión. Esperamos que el crecimiento de las ganancias se expanda este año, lo que suele ir acompañado de un desempeño más diversificado del mercado. Esto subraya la importancia de diversificar la cartera más allá de las acciones estadounidenses de tecnología de gran capitalización. Vemos oportunidades en los segmentos cíclicos, donde la reciente rotación parece estar ganando terreno. Nuestras preferencias se inclinan hacia los sectores industriales, financieros y de mediana capitalización estadounidenses. También esperamos que las empresas de plataformas de software y aplicaciones sigan beneficiándose de la integración de IA en sus productos y ofertas.

Además, destacamos dos temas de largo plazo como alternativas en un portafolio diversificado: «Ciudades del futuro» y «Longevidad prolongada». El primero aborda los retos estructurales que enfrentan nuestras ciudades, desde el deterioro de la infraestructura hasta un parque inmobiliario envejecido, pasando por el auge del comercio electrónico, el teletrabajo y la creciente amenaza del cambio climático. En cuanto al segundo, este se basa en el incremento de la esperanza de vida, que ha aumentado 20 años desde principios de la década de 1960. Un mundo de adultos cada vez más longevos repercute inevitablemente en las pautas de consumo y provoca cambios involuntarios como consecuencia de la evolución de las aspiraciones vitales y las afecciones relacionadas con la edad.

Es el momento para la inversión en multiactivos

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Tras años de letargo, los fondos del mercado monetario han resurgido con fuerza en los últimos tres años: desde principios de 2022, unos 1,9 billones de euros han entrado en fondos del mercado monetario en todo el mundo, lo que supone un repunte del 30,4%. Los fondos de otras clases de activos sufrieron, especialmente los fondos balanceados (gráfico 1). Sin embargo, debido al cambio de tendencia de las tasas de interés y al aumento de la incertidumbre económica y política tras las elecciones estadounidenses, pensamos que es el momento adecuado para volver a diversificar.

El giro de la política monetaria despertó el interés por el mercado monetario
Como consecuencia del endurecimiento monetario del BCE entre 2022 y 2024, el retorno de las tasas de interés provocó una fuerte demanda de soluciones ligadas al mercado monetario, que ahora ofrecen rendimientos superiores al 4% anual. Además de las atractivas tasas de interés, los inversores privados, en particular, también se convencieron por la volatilidad históricamente baja y la alta liquidez de esta clase de activos.

Con la excepción de Japón, los principales bancos centrales del mundo se han embarcado en un ciclo de relajación, que ha llevado a dejar atrás los máximos de las tasas de interés del mercado monetario. El BCE, por ejemplo, ha recortado su tasa de depósito cinco veces en el último año, en 25 puntos básicos cada vez, hasta su nivel actual del 2,75%. Esperamos tres recortes más este año, en línea con el mercado, hasta el 2% (gráfico 2). Y puede que ahí no acabe la historia. En 2026, el lento crecimiento económico en Europa podría situar los tipos en el 1,5%.

Esto implica que los inversores en monetarios están expuestos a un importante riesgo de reinversión durante los próximos uno o dos años, ya que las tasas de los fondos monetarios siguen de cerca las tasas de interés oficiales. Históricamente, existe otro problema con los fondos del mercado monetario para los inversores a largo plazo: su rendimiento ha sido inferior al de muchas otras clases de activos durante un ciclo completo, [1] y en muchos periodos ni siquiera han conseguido preservar su capital en términos reales. Es posible que ese periodo se repita; al fin y al cabo, el mercado de capitales prevé actualmente una inflación a largo plazo ligeramente superior al 2% anual[2].

La renta variable es prácticamente indispensable para acumular riqueza en el largo plazo
La renta variable, por su parte, ha demostrado históricamente ser una cobertura contra la inflación, y creemos que es el camino a seguir para el crecimiento real del patrimonio en el futuro. Sin embargo, incluso las inversiones en renta variable mundial ampliamente diversificada están sujetas a una mayor volatilidad. Durante la crisis financiera mundial, a veces se produjeron pérdidas de más de la mitad del capital invertido. Por tanto, una inversión exclusivamente en renta variable puede estar fuera de la tolerancia al riesgo de algunos inversores.

A continuación, demostraremos que una combinación adecuada de clases de activos, desde inversiones relacionadas con el mercado monetario hasta bonos y acciones, es crucial para navegar con éxito por las inciertas aguas de los mercados de capitales. Analizaremos las ventajas de combinar distintas clases de activos y de gestionar los factores de riesgo. Diversificar entre y dentro de las clases de activos no sólo es pertinente, sino que parece posible ahora.

Bonos y acciones: una interacción compleja

La era de las tasas de interés bajas llegó a su fin en 2022: como las tasas de inflación aumentaron en todo el mundo, los bancos centrales se han visto obligados a subir de nuevo las tasas de interés. El consiguiente aumento de los rendimientos ha provocado una caída significativa de los precios de los bonos[3], pero también el tan esperado regreso de atractivas oportunidades de rendimiento en todo el espectro de la renta fija (gráfico 3). Dependiendo de la calidad crediticia, los bonos corporativos, por ejemplo, rinden ahora entre el 3% y el 8% anual[4].

Estos rendimientos más elevados pueden amortiguar las caídas de precios a corto plazo y proporcionar así un cierto colchón de seguridad. Si se asegura hoy un rendimiento del 5% anual hasta el vencimiento, debería ser capaz de soportar movimientos importantes de las tasas de interés mejor que un inversor que compra al 0,5% anual. Esto significa que los inversores en bonos estadounidenses IG pueden tolerar una subida del rendimiento tres veces superior a la de principios de 2022 antes de tener que contabilizar pérdidas en sus bonos. Esto también hace que la cuestión del punto de entrada óptimo sea algo menos relevante.

Históricamente, los bonos han sido una clase de activos menos volátil durante muchos periodos, e incluirlos en una cartera parece razonable, si no necesario, en función del perfil de riesgo global. Sin embargo, si observamos la volatilidad implícita actual de estas clases de activos, veremos que, mientras que el riesgo de la renta variable se ha reducido significativamente, la incertidumbre en el mercado de renta fija se mantiene por encima de la media histórica de la última década (gráfico 4). Esto se debe en parte a las incertidumbres actuales sobre el crecimiento, la inflación y la política monetaria, pero también al deterioro de los ratios de deuda pública con saldos fiscales negativos. Los inversores en renta variable parecen menos preocupados por los riesgos resultantes que los inversores en renta fija.

Este sentimiento entre los participantes en el mercado se refleja en los actuales máximos históricos. La renta variable estadounidense, en particular, volvió a subir fuertemente en 2024. Esto conlleva una alta concentración continuada de la bolsa estadounidense, especialmente en unas pocas empresas. Las valoraciones de muchas empresas han vuelto a subir, impulsadas por la IA y la perspectiva de una administración estadounidense más favorable a las empresas. Aunque no pueden descartarse retrocesos a corto plazo, creemos que la idea de participar en la innovación y el crecimiento de los beneficios aboga por una asignación a largo plazo a la renta variable. Sin embargo, incluso una inversión global y ampliamente diversificada en el mercado de renta variable está sujeta a una mayor volatilidad del mercado y conlleva riesgos a la baja que pueden no ser aceptables para los inversores.

Todo depende de la combinación

Para lograr rendimientos más estables en distintas fases del mercado, creemos que es esencial combinar ambas clases de activos en una cartera. Sin embargo, muchos inversores siguen recordando el año 2022, cuando esta diversificación no funcionó: cayeron los precios tanto de la renta variable como de la renta fija. En los últimos 25 años, sin embargo, los bonos han sido casi siempre un factor estabilizador para una cartera de acciones y bonos.

En nuestra opinión, los bonos deberían incluirse como elemento estabilizador en la construcción de carteras. Sobre todo porque la interacción habitual entre acciones y bonos está volviendo a un nivel algo normal a medida que caen las tasas de inflación y se relaja la política monetaria. Esto fue especialmente evidente a mediados del año pasado. Mientras que los índices de renta variable registraron importantes pérdidas en agosto, la deuda pública se benefició de la caída de los rendimientos (gráfico 6). En una situación de mercado así, impulsada sobre todo por la preocupación por el crecimiento, una cartera mixta puede beneficiarse de los efectos de diversificación.

Basta con observar los últimos tres años para ver cómo la correlación puede cambiar con el tiempo, lo que es coherente con la perspectiva a más largo plazo (gráfico 7). Entre 1970 y 1990, por ejemplo, la correlación fue mayoritariamente positiva, pero también hubo fluctuaciones repentinas y a corto plazo durante este periodo. En los últimos años, ha habido una tendencia continua hacia una mayor correlación positiva. Sin embargo, esta tendencia parece estar ralentizándose, lo que podría mejorar el potencial de diversificación.

La ventaja de la diversificación, ya sea dentro de una misma clase de activos o entre distintas clases, es el mejor perfil de riesgo de la cartera diversificada resultante. En pocas palabras, cuando se combinan acciones y bonos, el riesgo conjunto de la cartera es inferior a la media de los dos componentes[5]. Este efecto positivo de la diversificación, la misma rentabilidad esperada con un menor riesgo esperado, se ilustra claramente en la figura siguiente, que muestra cómo la frontera eficiente se desplaza hacia la izquierda con correlaciones más bajas, mejorando el perfil de riesgo-rentabilidad de la cartera resultante.

También cabe señalar que no sólo la correlación entre la renta variable y la deuda pública muestra actualmente un potencial de diversificación ligeramente mejorado, sino también la correlación entre otras clases de activos. Tras un movimiento hacia correlaciones positivas más elevadas en 2022, reflejo de una reducción general del potencial de diversificación, podemos observar que la proporción de activos poco correlacionados ha aumentado ligeramente en el pasado reciente (gráfico 9).

El actual entorno de mercado es, por tanto, una invitación a invertir en múltiples clases de activos. Una cartera multiactivos hace precisamente eso y tiene el potencial de ofrecer atractivos rendimientos ajustados al riesgo identificando y aprovechando hábilmente los factores de diversificación. El momento adecuado para el multiactivo es ahora.

 

 

Tribuna de Vincenzo Vedda, CIO de DWS, Peter Warken, co responsable de Allocation, y Henning Potstada, responsable global de Multiactivos y responsable de renta fija para EMEA de DWS. 

 

 

 

Datos a 24/01/2025; RBA0091_103315_3 (01/2025) (30/01/2026)

Invertir en IA: cómo ganar ventaja de la nueva revolución tecnológica

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Invertir en IA y revolución tecnológica
Foto cedida

La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser un concepto futurista para convertirse en una realidad que está transformando múltiples aspectos de la vida diaria. Desde los asistentes virtuales hasta los vehículos autónomos, la IA está presente en casi todo. Como resultado, invertir en empresas relacionadas con el sector se ha vuelto una estrategia atractiva, siendo uno de los sectores más dinámicos y prometedores para los inversionistas.

Para contextualizar, según datos de Statista, el valor de mercado de la Inteligencia Artificial a nivel mundial podría rebasar la barrera de los 300,000 millones de dólares para 2026, lo que hace a esta industria una de las más atractivas a futuro.

Sin embargo, para poder entender más a fondo y ganar exposición invirtiendo en la IA, tenemos que pensar en diversas aristas que permiten apreciar el panorama completo: analizar su conformación como sector; valorar las opciones de inversión que existen (las que más nos convienen); mercados en los que está presente; oportunidad y riesgo, así como ventajas y desventajas futuras.

Como señala Laura Helsinger, experta en Inteligencia Artificial, existen tres grupos claves para entender este sector: los innovadores, los usuarios y los facilitadores o proveedores de recursos.

Los innovadores se refiere a las compañías o empresas que están creando esta tecnología, tanto en software (Google, Meta, IBM o Microsoft) como en hardware (Tesla, Rockwell, Boston Dynamics, entre otras). Los usuarios son las compañías que usan la Inteligencia Artificial en sus productos, en sus operaciones o en sus inventarios y tienen presencia en diversos sectores, como Target (en retail), John Deere (agricultura) o Lemonade (finanzas), por citar algunos. Y los facilitadores o proveedores de recursos que son las compañías que están creando la infraestructura para que los innovadores puedan crear la Inteligencia Artificial y para que los usuarios puedan adoptarla.

En este último punto hay que destacar el papel de compañías como Nvidia, cuya acción valía 14.61 dólares a finales de 2022 y ahora se encuentra en 138.07 dólares, mostrando un retorno de más de 800%. Otros casos similares son Intel, Oracle, AMD, entre otras.

Desde nuestra perspectiva es importante detallar puntos claves para saber cómo invertir en IA. Existen tres categorías para tener exposición en este nicho que son: las acciones, los ETFs y los Fondos de Inversión.

Para las acciones es importante elegir empresas que tengan amplia exposición, con acceso al Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC) y a toda la bolsa de Estados Unidos. Sin embargo, es recomendable que, al momento de tomar la decisión de invertir bajo esta categoría, no solo se apueste por una o dos acciones, sino tratar de formar un portafolio más diversificado, ya que en sectores tan innovadores como la IA a veces es difícil prever qué empresa va a ser la ganadora o que empresa va a capturar un mayor crecimiento o un mayor porcentaje de mercado. El caso de Nvidia es un claro ejemplo.

Como ventajas de invertir en este instrumento destacan la exposición más directa, flexibilidad y personalización. Algunas desventajas pueden ser análisis y selección, concentración, y el hecho de diversificar, el cual implica un mayor riesgo.

En el caso de los ETFs (Exchange-traded funds), los inversores pueden diversificar su portafolio sin tener que comprar cada activo individualmente. Con un ETF se compra un portafolio completo de empresas seleccionadas por un equipo experto. Algunas ventajas de invertir en estos instrumentos son: gestión profesional, simplicidad, diversificación, inversión mínima baja. Entre las desventajas resalta una exposición menos dirigida.

En la categoría de fondos de inversión existen instrumentos enfocados en invertir en tendencias de innovación globales con exposición en Inteligencia Artificial, los cuales establecen una estrategia con amplia diversificación y el potencial de crecimiento a largo plazo, con una baja correlación de retornos respecto a las estrategias de crecimiento tradicionales.

Las ventajas en estos instrumentos pueden ser: gestión profesional activa, simplicidad, diversificación, inversión mínima baja. Desventajas: una exposición diversificada a nichos adicionales.

En este sentido, la Inteligencia Artificial está moldeando el futuro, al mismo tiempo que ofrece un vasto abanico de oportunidades de inversión que no se deben pasar por alto.

Es fundamental entender que, como cualquier inversión, invertir en inteligencia artificial requiere una investigación profunda y una evaluación cuidadosa de los riesgos. Aquí es en donde la asesoría financiera juega un papel clave: contar con el acompañamiento de un experto no solo ayuda a diseñar una estrategia personalizada que maximice los rendimientos, sino que también brinda la confianza necesaria para tomar decisiones informadas. Con la orientación adecuada, invertir en IA no solo se convierte en una oportunidad para obtener resultados significativos, sino también en una forma de ser parte activa de una de las revoluciones tecnológicas más trascendentales de nuestra era.

Por Moises Saad, VP Director of Advisory and Investment Solutions GBM

La renta fija en el punto de mira: potencial de rendimiento en un contexto de estrechamiento de diferenciales

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Pixabay CC0 Public Domain

Al comenzar el nuevo año, los mercados de renta fija presentan un panorama heterogéneo. Los diferenciales entre sectores se encuentran en sus niveles más estrechos desde la crisis financiera mundial (CFG), y los diferenciales de las empresas con grado de inversión no eran tan estrechos desde 1997. Sin embargo, los rendimientos se mantienen en el decil más alto de abaratamiento desde la CFG. Es probable que esta dicotomía se refuerce a sí misma, ya que los inversores, atraídos por los elevados rendimientos, aceptan una menor compensación de los diferenciales.

Factores que impulsan los diferenciales estrechos y los rendimientos elevados:

  • Factores macroeconómicos: Los inversores siguen siendo optimistas acerca de la trayectoria de crecimiento de la economía estadounidense, alentados por los últimos datos del PIB (3,1% trimestral anualizado), la resistencia del crecimiento de las nóminas no agrícolas y la continua fortaleza del sector manufacturero. Estos factores han favorecido el apetito por el riesgo.
  • Factores fundamentales: Los balances de las empresas y los consumidores siguen siendo sólidos. Las tasas de impago de la deuda de alto rendimiento, de sólo el 1,1% (según JP Morgan), están muy por debajo de la media histórica del 3,4%. La deuda de los consumidores, en relación con el PIB, se encuentra en su nivel más saludable desde la crisis financiera mundial.
  • Factores técnicos: Los mercados de renta fija han experimentado fuertes flujos de entrada durante 2024, con entradas de fondos de inversión que alcanzaron un máximo de la década de 425.000 millones de dólares. Además, la emisión neta negativa en el espacio corporativo de alto rendimiento en años anteriores ha dejado el sector modestamente más pequeño, contribuyendo a una dinámica favorable de oferta-demanda.

A pesar de estas condiciones favorables, los patrones históricos sugieren cautela. Aunque hay pocos indicios de que una recesión sea inminente, si así fuera, los inversores reflejarían inmediatamente este riesgo en los diferenciales de crédito. Observamos que el entorno actual se asemeja a otros pasados en los que la complacencia vino precedida de una perturbación imprevista.

Lecciones históricas sobre volatilidad y complacencia

Una mirada retrospectiva a la diferencia entre la volatilidad de los tipos y la de los diferenciales (gráfico anterior) revela que el entorno actual se asemeja a otros periodos de complacencia, como 2005-2007 y 2018-2020, que precedieron a importantes perturbaciones de la economía mundial. Durante esos periodos, los diferenciales estrechos, combinados con una volatilidad decreciente, enmascararon riesgos subyacentes que más tarde afloraron con importantes dislocaciones del mercado.

En una línea similar, la «señal de complacencia» de Barclays -que realiza un seguimiento de varios factores basados en el mercado, como la volatilidad realizada del alto rendimiento, las entradas de fondos de alto rendimiento y préstamos bancarios, y el precio de las coberturas de cola de alto rendimiento- indica que los mercados se encuentran en su nivel más alto de complacencia desde septiembre de 2021. Esta señal subraya el creciente riesgo de que los inversores no estén valorando adecuadamente el potencial de perturbación, especialmente en áreas sensibles al crédito.

Aterrizaje suave: Desafíos históricos y riesgos modernos

El precio actual de los activos de riesgo refleja un mercado que ha declarado la victoria sobre la recesión. La comunicación actual de la Reserva Federal sugiere que los riesgos para la inflación y el empleo son prácticamente iguales, lo que constituye una situación favorable para el banco central. Los tipos, que parecen estar por encima de los neutrales, dan a la Reserva Federal la palanca que necesita para mantener la inflación bajo control, al tiempo que dispone de munición para aplicar recortes en caso de que las nóminas no agrícolas tiendan a la baja.

Sin embargo, la historia sugiere que evitar una recesión tras un ciclo de subidas de tipos es la excepción más que la regla. En los últimos 50 años, para lograr un «aterrizaje suave» han sido necesarias tres condiciones:

  1. Sin choques: Las crisis pasadas, como las subidas del precio del petróleo, la guerra y la pandemia de COVID-19, han descarrilado a menudo la estabilidad económica.
  2. Sin burbujas financieras: Los excesos financieros, como la burbuja de las puntocom en 2001 y la burbuja inmobiliaria en 2008, han provocado históricamente recesiones.
  3. Buena política: Es fundamental una combinación de políticas fiscales responsables y una política monetaria independiente.

Fuente: Bloomberg y Thornburg, datos a 30 de septiembre de 2024.

A mediados de los años ochenta y mediados de los noventa, fueron raros los periodos en los que se alinearon las tres condiciones, permitiendo aterrizajes suaves. En la actualidad, el riesgo de perturbaciones sigue siendo impredecible, pero la dinámica política y fiscal presenta un notable viento en contra. Abordar déficits presupuestarios significativos podría limitar el crecimiento, reduciendo la contribución del gobierno a la expansión económica.

 

 

Artículo de opinión de Christian Hoffmann, responsable de Renta Fija y Director General de Thornburg IM, y Adam Sparkman, gestor, gestor de carteras de clientes y Director General.