La Inteligencia Artificial en la selección de valores

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IA, AI
Pixabay CC0 Public DomainTung Nguyen from Pixabay

La inteligencia artificial (IA) va a tener un efecto transformador en el sector financiero, incluyendo la automatización de tareas rutinarias, la mejora de los procesos y la optimización de las operaciones. Efectivamente, ya es aplicable en el asesoramiento automatizado, el trading algorítmico y la evaluación de los riesgos.

Además, la IA puede mejorar las predicciones y en última instancia facilitar la generación de exceso de rentabilidad respeto al riesgo asumido para los clientes.

De hecho, ya en la década de los 80 los gestores de carteras empezaban a utilizar algoritmos para la selección de los activos y la gestión de los riesgos. Entonces se trataba de modelos simples de un solo factor, basados en las primas de riesgo respaldadas por investigaciones empíricas y la teoría económica.

Posteriormente los gestores evolucionaron hacia modelos multifactoriales para incorporar el sentimiento de los analistas, la posición de los inversores y la estabilidad de los beneficios empresariales y actualmente se trabaja con aprendizaje automático e IA para entrenar y crear modelos de selección de valores más allá de las primas de riesgo clásicas.

Así, en el caso de algoritmos de aprendizaje automático, es posible combinar árboles de decisión en un proceso iterativo. Estos nuevos modelos pueden ser entrenados con 250 a 300 características, incluyendo fundamentales de las acciones, sentimiento de los analistas, efectos calendario y la actividad de precios y mercados, entre otros datos. El objetivo es crear un modelo predictivo más preciso y robusto de las rentabilidades de las acciones a corto plazo para facilitar la toma de decisiones de inversión.

En última instancia el éxito de invertir con IA depende de cómo se entrene el modelo, lo que depende en gran medida de los datos utilizados y su evaluación. Al respecto, hay que tener en cuenta que los modelos de inversión basados en IA están plagados de riesgos y de complejidad. El modelo ha de ser fiable, rápido, preciso y sujeto a supervisión, continuamente ajustable, lo que requiere mucho tiempo. La gran cantidad de datos empleados dificulta el seguimiento.

Pero la suposición de que los inversores aceptarán la IA como una «caja negra» no sirve. Hay que presentar las características, posiciones, riesgos y atribuciones de rentabilidad de manera transparente. Sería fatal para los inversores que la asignación de activos y selección de valores no fueran comprensibles. Así que no se trata solo de que el modelo funcione, sino, más importante, de identificar las señales correctas y que exista disciplina para evitar sobreajustes,  sesgo o factores de exageración.

De manera que el modelo debe ser creado, supervisado y actualizado por gestores humanos. Según una encuesta de Morgan Stanley en 2023, a más del 60 % de inversores minoristas les gustaría ser asistidos por un asesor financiero que aproveche el poder de la IA, pero con un humano al frente. Así, David Wright, codirector de Quest AI en Pictet Asset Management, está convencido de que las personas siempre van a estar involucradas en el proceso de inversión.

El caso es que la mayoría de los modelos de inversión basados en IA tienen un horizonte de inversión de doce meses, pero el aprendizaje automático requiere de retroalimentación constante y los períodos de tiempo largos son técnicamente difíciles de aplicar hoy día. De ahí que en Pictet Asset Management hayamos desarrollado el modelo Quest AI.  Está entrenado incluso para horizontes de inversión de un mes, periodo durante el cual la rentabilidad de las acciones se ve especialmente afectada por el sentimiento y comportamiento de los inversores. Al respecto el modelo Quest AI permite capturar las relaciones y los efectos de interacción entre datos. Con ello es posible evaluar más rápida y eficientemente los cambios de comportamiento y, por tanto, hacer pronósticos más precisos a corto plazo para la selección de las acciones más atractivas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta además otros desafíos que plantea la IA. Entre ellos destacan los enormes requisitos energéticos de los centros de datos para procesar datos. De hecho, en un centro de datos de IA el 70 % de la factura es de energía.

Así que se requieren herramientas y software de diseño para fabricación de chips eficientes y nuevos materiales que permitan bajo consumo energético, infraestructura de red y edificios “verdes” con tecnologías emergentes como refrigeración directa y, desde luego, gran cantidad de renovables. En muchos casos se emplean parques de renovables cerca de los centros de datos para reducir costes de redes, pero aun así precisan energía 24 horas al día 7 día a las semana y, por tanto, conexión a redes de transporte de electricidad. En concreto, por cada euro invertido en renovables hay que invertir entre 0,7 y 1,4 euros en redes. Además, los centros de datos precisan de baterías para asegurar la continuidad.

Con todo se requieren edificios sostenibles, pues 40 % de la energía de los centros de datos se emplea en refrigerar y determinadas compañías proporcionan soluciones de acondicionado del aire y tecnologías emergentes, como refrigeración directa. Pero sobre todo los centros de datos precisan chips, donde las barreras de entrada son muy fuertes y los crecimientos elevados. La tecnología punta es de 2 nanómetros, 27.000 veces más fino que el cabello humano y cuanto más pequeños, más eficiente energéticamente.

 

 

Tribuna de Gonzalo Rengifo, director de distribución de Pictet Asset Management para Iberia y Latam. 

BCCh vs Fed: ¿independencia real o parcial?

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Banco Central de Chile (WK)
Wikimedia CommonsBanco Central de Chile

“Ha llegado el momento de que la política monetaria se ajuste”, dijo Jerome Powell en su discurso en Jackson Hole en agosto. Luego, el 18 de septiembre, la Reserva Federal de Estados Unidos realiza un recorte de tasas de 50 puntos base, iniciando el periodo de normalización monetaria largamente esperado.

El mercado ya incorporaba en sus expectativas que en la reunión del FOMC (sigla en inglés del Comité Federal de Mercado Abierto) de septiembre se produciría la primera baja de tasas desde la pandemia. De hecho, en vista del debilitamiento de los datos económicos de ese país, el mercado se había anticipado y desde los últimos días de julio ya había comenzado a incorporar el recorte de tasas para la reunión de septiembre.

¿El escenario económico en Chile es similar a lo que vemos en Estados Unidos?

La situación tiene ciertas similitudes, pero también importantes diferencias. Si vemos la situación del crecimiento e inflación, en el IPoM (Informe de Política Monetaria) de septiembre, el Banco Central de Chile actualizó su visión acerca de la economía local. En cuanto a la actividad, el dinamismo de comienzos de año se redujo, influido por el deterioro del consumo privado, contrastando con lo esperado en Estados Unidos, donde la Fed mantiene su visión de que la economía de ese país sigue creciendo a un ritmo sólido.

En relación con la inflación, en ambos países se espera una convergencia de este indicador a la meta. Sin embargo, en Chile, el escenario contemplado por el Banco Central para la inflación total refleja un aumento en el corto plazo, esperando un descenso durante el próximo año producto de las menores presiones de demanda interna.

Un factor importante en el cual se basa la entidad liderada por Rosanna Costa para plantear sus futuros movimientos es lo que ocurre en el plano externo. En ese sentido, las bajas en la tasa esperadas en Estados Unidos dan pie a un recorte local.

Lo visto en el mercado es que efectivamente los movimientos de tasas se encuentran altamente correlacionados y el espacio adicional que podemos tener en Chile, sin mediar una recesión, depende mucho de lo que pueda hacer la Reserva Federal.

El nivel de tasas en Estados Unidos históricamente ha sido un piso para Chile. De hecho, en los últimos 20 años ha sido muy extraño tener nuestra TPM (Tasa de Política Monetaria) por debajo de la Fed Funds Rate.

Actualmente, el diferencial de tasas está en niveles bajos respecto a su historia, y a pesar de tener una economía que en términos de crecimiento e inversión podría requerir una mayor expansión monetaria, bajar la tasa de manera agresiva en el corto plazo hace que el ajuste venga por el tipo de cambio. Esta variable debe ser atendida para que los efectos positivos de los estímulos monetarios no sean contrapesados con movimientos negativos en este indicador.

Una bonita encrucijada que podría marcar el quiebre de una larga historia.

¿Han desaparecido las oportunidades en renta fija latinoamericana con el ciclo de normalización monetaria?

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Oportunidades en renta fija latinoamericana

Tras la pandemia de COVID-19, el mundo enfrentó un entorno de disrupción en las cadenas de suministro que derivó en niveles de inflación sin precedentes. Ante el acelerado incremento de los precios, los bancos centrales se vieron obligados a aumentar las tasas de interés a niveles históricos para mitigar los efectos inflacionarios.

América Latina no fue la excepción a esta tendencia global. Países como Brasil, Chile, Colombia y México elevaron sus tasas de referencia, en muchos casos, a cifras de dos dígitos. Este ajuste atrajo flujos de inversión hacia los instrumentos de renta fija en mercados emergentes, con América Latina como un destino relevante.

Sin embargo, en un contexto donde la inflación ha comenzado a moderarse a nivel mundial, y ante la expectativa de recortes en las tasas de la Reserva Federal (FED) en el corto plazo, así como la paulatina reducción de las tasas de interés en la región a medida que se normalizan las políticas monetarias, surge una interrogante válida: ¿Sigue siendo atractiva la renta fija en América Latina?
La respuesta, considerando un balance adecuado entre riesgo y rendimiento, es afirmativa. La renta fija latinoamericana mantiene su atractivo, pero es crucial realizar una selección cuidadosa, tanto del país como de los segmentos de la curva que ofrecen mayor valor.

En este sentido, los tramos intermedios de la curva en varios países latinoamericanos continúan ofreciendo tasas de interés atractivas con un considerable potencial de apreciación, destacando particularmente los bonos en Colombia y México. Por otro lado, en un escenario de desaceleración económica con crecimiento más moderado, la renta fija en países como Chile, proporciona una protección adicional a los portafolios de inversión dada su menor volatilidad en comparación con otras naciones de la región.

Además, si se considera que, en teoría, las monedas latinoamericanas tienden a depreciarse debido a la disminución del diferencial de tasas de interés frente a Estados Unidos, los bonos corporativos en dólares de Brasil, Chile, Colombia, México y Perú representan una opción interesante. Estos instrumentos se benefician tanto del efecto del tipo de cambio como de una eventual disminución en las tasas de los bonos del Tesoro estadounidense.

En resumen, la normalización de la política monetaria en la región no elimina el atractivo de la renta fija en América Latina. Por el contrario, invita a migrar posiciones desde los tramos cortos de la curva hacia una estrategia más balanceada y diversificada, aprovechando las diversas oportunidades que ofrecen los activos de renta fija en la región.

¿Qué sabe la Fed que el mercado ignora?

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Wikimedia Commons

En el día de ayer (miércoles 18 de septiembre), y por primera vez desde 2020, la Reserva Federal de los Estados Unidos redujo su tasa de interés de referencia. Esto no fue una novedad. Por el contrario, el propio presidente de la entidad, Jerome Powell, ya lo había dejado trascender en la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole en agosto último.

Mismo para el mercado tampoco fue algo sorpresivo. La curva de los bonos del Tesoro estadounidense tenía implícito en sus rendimiento el pivot de la política monetaria de la Fed. Incluso el equity, reflejado en los máximos recientes de los índices, también anticiparon la movida.

Y entonces, si no fue una cuestión de dirección de la política, ¿qué fue lo novedoso de ayer? La magnitud.

Ocho de cada diez analistas de Wall Street señalaban que el recorte de tasas de interés se situaría en 25 puntos básicos. O en términos simples, la tasa de interés de referencia se bajaría en un 0,25% al rango de 5,25% / 5,00%. Sin embargo, no ocurrió. El recorte fue de 50 puntos básicos. Y así como la historia muestra que «el mercado siempre mata consensos», esta vez fue Powell y su equipo los encargados de llevar sobre sus espaldas ese mote.

La respuesta de Powell ante la pregunta de por qué la agresividad del recorte fue que «no estamos dispuestos a correr detrás de los acontecimientos».

Desde el punto de vista de la consistencia macroeconómica de la entidad, la decisión se justifica en su proyección de mayor tasa de desempleo para fin de año y de una menor inflación esperada. Para el primer caso la estimación para fin de año pasó del 4,2% al 4,4%. Para el tema inflacionario, el «PCE Inflation» se estima ahora en 2,6% contra el 2,8% previo.

Hasta acá, no parecería existir razones para preocuparse. Sin embargo, el mercado no dice lo mismo, ¿o sí?

Tras la decisión de la Fed, primó la volatilidad y los índices pasaron del verde al rojo. Es cierto, a esta hora los futuros de acciones apuntan a una fuerte recuperación, el mercado está inquieto. ¿Acaso la Fed sabe algo que los mercados ignoran a esta altura?

Mirando los indicadores económicos y las métricas que anticipan el nivel de actividad, no hay alertas evidentes más allá de un leve deterioro marginal en el mercado laboral y en el sector manufacturero. De nuevo, nada alarmante.

Ergo, para los amantes de la historia y con intereses en juego, los acontecimientos pueden no ser iguales, aunque tienen cierta «rima»:

A mi entender, el movimiento agresivo de la Fed (inesperado para mí), tiene que ver con dos cuestiones:

  1. La entidad no quiere «interferir» en el proceso de elecciones presidenciales con ajustes de política monetaria, sacando cualquier tipo de ruido entre la economía y la política.
  2. Jerome Powell y su equipo quieren evitar que el mercado le esté marcando permanentemente el pulso de los ajustes futuros con la histeria de la volatilidad y el extremismo con el que se maneja todo en los tiempos actuales.

Si esto es finalmente así, el inversor debe focalizarse en el bosque y no en el árbol. La mirada macro global del pivot en la política monetaria debe traer de mediano plazo un buen playoff riesgo-retorno para activos emergentes, deudas corporativas de mayor duration y equity sectorial táctico buscando valor por encima de los índices en general.

El tiempo permitirá desasnar si efectivamente la Fed sabía algo que el mundo inversor ignoraba o no o si simplemente esta vez la historia no fue un leading indicator para los que viviremos en los próximos meses.

El autor: Diego Martínez Burzaco es Country Manager Argentina en Inviu.

Family Offices y sus inversiones en ESG en Latinoamérica: un futuro sostenible

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Wikimedia CommonsRio Amazonas

En los últimos años, los Family Offices han adquirido un rol más relevante en la gestión de inversiones que trascienden la preservación del patrimonio familiar. Se han convertido en actores clave en la promoción de la sostenibilidad, al integrar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en sus estrategias de inversión. En Latinoamérica, esta tendencia ha ganado un impulso considerable, reflejando no sólo un interés por generar retornos financieros, sino también por contribuir al bienestar social y ambiental de la región.

Las inversiones ESG han ganado popularidad en todo el mundo, y Latinoamérica no ha sido la excepción. Estas inversiones consideran criterios no financieros que evalúan cómo una empresa gestiona los riesgos y oportunidades relacionados con el medio ambiente (E), las cuestiones sociales (S) y la gobernanza (G). Estos factores han demostrado ser esenciales no solo para mejorar la reputación de los Family Offices, sino también para mitigar riesgos a largo plazo y asegurar la sostenibilidad financiera de las empresas en las cuales invierten.

Conforme el Global Family Office Report 2024, publicado por la entidad financiera Suiza UBS, el cincuenta y siete por ciento de los Family Offices con una empresa operativa ya están teniendo en cuenta las consideraciones de sostenibilidad para sus empresas operativas o planean hacerlo en el futuro, con impacto directo en sus portafolios a la hora de tomar decisiones de inversión.

En este contexto, los Family Offices están jugando un papel crucial al destinar una porción significativa de su capital hacia inversiones con impacto positivo. A diferencia de los inversores institucionales que suelen seguir estrategias más rígidas, los Family Offices tienen la flexibilidad de priorizar la creación de valor a largo plazo, lo que los convierte en aliados ideales de las inversiones ESG.

¿Por qué invertir en ESG en Latinoamérica?

Latinoamérica enfrenta una serie de desafíos ambientales y sociales únicos que hacen que las inversiones ESG sean particularmente relevantes. La región es rica en biodiversidad y recursos naturales, pero también está expuesta a riesgos como el cambio climático, la deforestación y la desigualdad social. Esto crea una oportunidad significativa para que los Family Offices inviertan en soluciones sostenibles que no solo generen retornos económicos, sino que también ayuden a resolver algunos de los problemas más urgentes de la región.

En el caso de México el marco normativo en materia ambiental, se compone de varias leyes, reglamentos y normas que regulan la protección del medio ambiente, el uso de recursos naturales y la gestión de la contaminación, así mismo cuenta con instituciones que se encargan de vigilar el cumplimiento voluntario de dichas disposiciones jurídicas, como es la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente; una de las leyes que regula el marco normativo ambiental es la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA). La misma regula la evaluación del impacto ambiental, la protección de los recursos naturales y el control de la contaminación. La LGEEPA es la base del sistema de gestión ambiental en México y establece el marco para la formulación de políticas y programas ambientales. Leyes similares encontramos en varios países de la región como Chile y Colombia.

¿Cuáles son las inversiones que están causando mayor impacto en los portafolios de inversión de los Family Offices?

  1. Energías Renovables

Latinoamérica es líder en la producción de energía renovable, con países como Brasil, Chile y México apostando fuertemente por la energía solar, eólica e hidroeléctrica. Los Family Offices están cada vez más interesados en financiar proyectos de energía limpia que no sólo reduzcan las emisiones de carbono, sino que también ofrezcan retornos financieros atractivos.

Como ejemplo, en los últimos años, ha habido un aumento en el interés por las inversiones en energía renovable en Argentina. El gobierno ha implementado políticas para fomentar la inversión en energías limpias, como el programa RenovAr, que busca diversificar la matriz energética del país y reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Este tipo de iniciativas no solo ayudan a combatir el cambio climático, sino que también pueden generar empleos y fomentar el desarrollo económico.

  1. Agronegocios Sostenibles

Con vastas áreas de tierras agrícolas, la región tiene un potencial inmenso para el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles. Inversiones en tecnologías agrícolas avanzadas, como la agricultura de precisión y la agroforestería, están siendo apoyadas por Family Offices con el fin de aumentar la productividad sin comprometer los recursos naturales.

Si bien el potencial de crecimiento en agronegocios sostenibles en Latinoamérica es considerable, también existen desafíos. La inestabilidad política en algunos países, la falta de incentivos gubernamentales y la incertidumbre económica pueden dificultar la toma de decisiones en una inversión de estas características. Sin embargo, muchos Family Offices han identificado estos riesgos como una oportunidad para fomentar cambios positivos y sostenibles en la región en agronegocios.

  1. Infraestructura Social y Gobernanza

La inversión en educación, salud e infraestructura social también ha sido un área de enfoque para los Family Offices que buscan promover un desarrollo inclusivo. Además, la mejora de la gobernanza empresarial en Latinoamérica es fundamental para reducir la corrupción y aumentar la transparencia, lo que a su vez mejora el clima de inversión.

Las inversiones ESG pueden promover una mejor gobernanza al exigir altos estándares de transparencia y responsabilidad en los Family Offices y sus inversiones. Esto puede incluir la adopción de prácticas de informes financieros claros y precisos, la implementación de políticas anticorrupción y la promoción de una cultura de ética y responsabilidad.

En este sentido, Colombia, Brasil, Chile, Uruguay, México, Argentina, entre otros países de la región, han avanzado en la implementación de normas de gobernanza corporativa, pero aún queda trabajo por hacer. Las iniciativas para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas son cruciales para crear un entorno empresarial más sólido y confiable.

A medida que la normativa ESG se fortalece en países de todo el mundo, Latinoamérica comienza a adoptar marcos regulatorios similares, lo que facilita aún más la inversión responsable. Además, el acceso a datos y métricas fiables sobre el impacto ESG está mejorando, lo que ayuda a los inversores a tomar decisiones más informadas.

Conclusión

El papel de los Family Offices en la promoción de las inversiones ESG en Latinoamérica está en pleno crecimiento. Al aprovechar su flexibilidad y enfoque a largo plazo, estas entidades están liderando el camino hacia un futuro más sostenible en la región. Las oportunidades para generar un impacto positivo, tanto financiero como social y ambiental, son enormes, y los Family Offices están bien posicionados para capitalizarlas.

A pesar del creciente interés en inversiones de ESG por los Family Offices, Latinoamérica enfrenta varios desafíos en la implementación de estas prácticas. La falta de un marco regulatorio claro y la volatilidad económica pueden dificultar la adopción generalizada en este tipo de inversiones para las familias de alto patrimonio. Además, la falta de datos y métricas estandarizadas entre los países de la región puede complicar la evaluación del impacto efectivo ESG.

El apoyo gubernamental y la colaboración entre el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil son esenciales para superar estos desafíos. Las iniciativas para fomentar la educación y la formación en ESG también pueden contribuir al desarrollo de un mercado más maduro y sostenible en Latinoamérica.

 

El autor: Juan Pablo Demichelis es abogado egresado de la Universidad Católica Argentina, con especialización en Derecho Fiscal Internacional. Obtuvo un LL.M. en International Business Law en la Universidad de Exeter, Inglaterra; y también posee un MBA de la Universidad Católica Argentina.
Comenzó su carrera como abogado corporativo en el área de Derecho Societario en el bufete Brons & Salas, en Buenos Aires. En 2008 se incorporó a la firma McEwan, donde asesoró en materia tributaria a familias e individuos de alto patrimonio, empresas nacionales, corporaciones multinacionales, entidades fiduciarias y fondos de inversión. Entre 2014 y 2018, formó parte de un grupo fiduciario internacional, primero como Director de Cross Border Transactions Structuring en Curazao, y a partir de 2016 en México como Head of Corporate Clients.
Actualmente, es Presidente del capítulo mexicano de Society of Trust and Estate Practitioners (STEP) y se desempeña como Legal Counsel en un grupo empresarial, liderando la División de Cumplimiento y Patrimonial – Family Office, supervisando sus transacciones y operaciones locales e internacionales.

El fantasma del blanqueo

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Hace algún tiempo vengo escribiendo y hablando sobre el blanqueo de capitales aprobado en Argentina a partir de un proyecto presentado por el gobierno de Javier Milei. No es novedad lo que opino al respecto: creo que no es el mejor momento para llevar adelante un blanqueo, que no están dadas las condiciones para eso y que, incluso aunque le sirva al gobierno para hacerse de algunos dólares para afrontar el delicado momento que atraviesa el país, en definitiva no cambiará mucho el fondo de la cuestión. Por supuesto, eso no significa que no sea una buena herramienta para algunas personas que quieran formalizar bienes o que necesiten utilizar en Argentina su dinero bien habido en el exterior. Las particularidades son eso: particularidades.

El problema, insisto, es principalmente el momento: ¿qué seguridad tienen los argentinos de que el país va a seguir por esta línea? ¿Que no volverán pronto los gobiernos populistas? ¿Que los impuestos finalmente se reducirán y que no se perseguirá a los pagadores de impuestos? Esta última no es una pregunta menor. ¿O acaso no se están aprovechando algunas armas ya conocidas, completamente inútiles pero hostiles, para presionar a la gente para que aproveche esta “última oportunidad” de transparentar sus capitales, como si se tratara de una oferta de Cyber Monday?

Me refiero, fundamentalmente, a dos armas: una es el fantasma del intercambio de información con los Estados Unidos, como si ese acuerdo, que demoró años y fue confirmado finalmente por Sergio Massa durante la presidencia de Alberto Fernández, fuera el cuco. Pero no lo es. Como mencioné en muchas entrevistas y columnas, el intercambio cuenta solamente desde 2023 en adelante (no es retroactivo) y es sorteable (y 100% legal) a partir de una buena planificación patrimonial. ¿El fantasma del blanqueo? Afuera. Muchísimos países tienen vigente un IGA para implementar FATCA con Estados Unidos y la vida sigue. Estados Unidos es celoso de sus datos, los bancos son celosos de sus datos y, fundamentalmente, son cuidadosos con los datos personales, algo de lo que Argentina no puede hacer alarde.

El otro fantasma es la AFIP: ojo que si te encuentra te va a ir a buscar; ojo que si no blanqueás todo, te va a saltar lo demás. Buuu.

La AFIP, de paso, acaba de anunciar su propio blanqueo local, en este caso enfocado en inversiones inmobiliarias para intentar alcanzar a inversores directos, desarrolladores, vehículos de inversión y demás. Mientras tanto, los medios ya advirtieron que se están realizando operativos (como lo ha venido haciendo desde hace años la ARBA de Kicillof en la provincia de Buenos Aires) para relevar obras en construcción, barrios privados y demás inversiones, en busca de presionar para que este otro blanqueo también sea un éxito.

Ahora bien, ¿qué sería un éxito? ¿Recaudar cuánta plata? ¿Y después?

Esa pregunta —¿y después?— es la que me hace repetir hasta el cansancio que este blanqueo no es oportuno, ni siquiera como el que se hizo durante el gobierno de Mauricio Macri, que esperaba sostenerse en el poder durante al menos ocho años. El blanqueo no sirve en estos momentos, porque hay una clave no resuelta en la Argentina y que está lejos –además– de resolverse: sea el gobierno de Milei de centro, de derecha o liberal; tenga o no tenga mayorías parlamentarias; consiga o no el apoyo popular en las elecciones legislativas del año que viene; logre o no mantener las alianzas legislativas que le están permitiendo empezar a sacar leyes; viaje mucho o poco al exterior, por compromisos importantes o personales; veamos como veamos esta realidad; lo que hay de fondo es un país sin seguridad jurídica, con inestabilidad, con baja protección de datos personales y con impuestos todavía altos, a pesar de las promesas de campaña.

Yo confío en que este gobierno bajará, en algún momento, los tributos. Que habrá una reforma, si no buena, al menos que mejore algunas cosas. Pero ¿y la seguridad? ¿La tranquilidad de una familia?

Nadie saca la plata de su país y la aleja de su vida porque le resulte cómodo, por avaricia. Y el que lo hace es único, diferente, extraordinario. Un porcentaje menor. En general, sacamos la plata de los bancos, de las cajas de seguridad, del colchón, de los países por miedo. ¿Alguien puede decir que hoy se siente seguro en Argentina? ¿Qué está dispuesto a traer todo lo que tiene afuera, porque sabe que en el país ya no se lo van a tocar? ¿Que confía en poner su dinero en un banco, comprarse el auto que siempre quiso, vivir la vida que quiere vivir sin miedo, sin persecuciones?

Que levante la mano, porque yo no los veo.

Ojalá, claro, me equivoque. Ojalá la seguridad jurídica y la baja de impuestos sean, por fin, un hecho en el país en el que nací, me crié y me formé. Ojalá sea pronto, pero hoy no lo es: por eso se apela a los fantasmas para mostrar el blanqueo como la única alternativa. ¿Puede ayudar a alguien? Adelante. Pero para dormir tranquilos, por ahora (y, como digo muchas veces, lamentablemente), lo mejor es estructurar el patrimonio.

Crece la inversión en alternativos de las AFOREs en monto, pero en porcentaje se mantiene

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En la medida que los activos en administración de las AFOREs han aumentado, los recursos que se destinan a inversiones alternativas también lo han hecho; sin embargo, el porcentaje que representa en el portafolio a valor de mercado aun es bajo y no llega a los dos dígitos en promedio para todas las AFOREs, ya que apenas se ubica en 7.8% de los 359.000 millones de dólares que administran (cifras al 30 de junio) y si se consideran los compromisos el porcentaje es mayor, ya que solo se ha llamado el 58%.

Para llegar a este 7,8%, en casi seis años, solo ha aumentado 1,7% respecto a los activos en administración (de 6,1% en 2018 a 7,8% a junio de 2024) al hacerse las comparaciones en dólares. Esto significa un aumento porcentual del 0,28% promedio en seis años, sin embargo, al revisar el crecimiento en los activos y las inversiones en alternativos los montos son importantes.}

En los últimos tres años se ha visto que el porcentaje de inversión ponderado en alternativos de las AFOREs se ha estabilizado entre 7,5 y 7,8% que en casos particulares algunas veces están cerca o arriba del 10%, mientras que otras llegan ligeramente arriba del 4%.

Las inversiones en alternativos subieron de 10.300 millones de dólares a finales de 2018 a 27.800 millones de dólares a junio 2024 que significan un aumento de 2,7 veces, respecto al crecimiento porcentual de este periodo.

Los activos en Administración que gestionan las 10 AFOREs terminaron junio en 359.000 millones de dólares. La tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) a 5 años (2018-2023) es de 15,1% en dólares, mientras que las inversiones en alternativos tuvieron un CAGR a 5 años (2018-2023) de 19,9%, porcentaje ligeramente superior al crecimiento de los Activos en Administración.

Las inversiones en fondos de capital privado se han canalizado tanto a inversiones en Mexico (56% a valor de mercado a junio 2024), así como internacionales (44%). Respecto a las inversiones en México, de acuerdo con información que publicó Dario Celis (El Heraldo de México del 31 de julio) destaca que las AFORES invirtieron 805 millones de dólares en 12 plantas de ciclo combinado y de un parque eólico que el gobierno compró a la española Iberdrola. Esta inversión se acerca al porcentaje de crecimiento promedio de los últimos seis años (0,22% de inversión en Iberdrola vs 0,28% promedio de crecimiento en seis años). Lo cual es un monto significativo que se invierte en México.

 

El valor de mercado de todas las inversiones alternativas que se realizan en Mexico e internacionales es de 30.207 millones de dólares, de acuerdo con información pública de los 343 CKDs (133) y CERPIs (210) a junio de 2024. Las inversiones en México que se realizan a través de los CKDs son 56% y 44% es internacional preponderantemente ya que los CERPIs por lo menos invierten 10% en Mexico.

El apetito de las inversiones alternativas por parte de las AFOREs se esperaría que aumente conforme los Activos en Administración crezcan, y que el porcentaje que representa se acerque al 9-10% que parece ser el límite en el que las AFOREs se sienten más cómodas.

REITs, FIBRAs… el exponencial crecimiento de los fondos inmobiliarios en el mundo

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El estudio “Global REIT Approach to Real Estate Investing” ha logrado documentar el exponencial crecimiento de las FIBRAs, también conocidas en el mundo como Real Estate Investment Trust (REIT por su siglas en inglés)  a nivel global, especialmente para los países en desarrollo, como en el caso de México.

El informe resume el espectacular crecimiento de las FIBRAs en todo el mundo desde su creación, hace más de 60 años, y los beneficios del modelo “REIT” para las comunidades, las economías y los inversores. Actualmente hay 42 países y regiones, que representan el 84% del PIB mundial con una población combinada de 5.000 millones de personas, que han promulgado la legislación REIT.

El origen

La figura de los REITS, al igual que las FIBRAs de México, es la figura de fideicomisos de inversión en bienes raíces, que a su vez tiene la posibilidad de constituirse en emisoras a través  del sistema bursátil.

Los REIT se afianzaron tempranamente en los EE. UU. en 1960, y los Países Bajos, Nueva Zelanda, Taiwán y Australia adoptaron el modelo antes de 1970. Los REITs continuaron extendiéndose por todo el mundo; Brasil se convirtió en el primer país en adoptar REITs en América del Sur en 1993, Israel y el Emirato de Dubai en los Emiratos Árabes Unidos fueron los dos primeros países en adoptar REITs en Medio Oriente en 2006, seguidos por Sudáfrica en 2013 como el primer país de África. Mauricio es el país más reciente en adoptar REITs en 2023.

En México, actualmente, las FIBRAs administran más de 2.000 propiedades, el equivalente a casi  el 5% del PIB nacional con rendimientos en los últimos tres años del 15%, en comparación con el 8,2% del IRT de la BMV.

El Producto Interno Brutos y las FIBRAs

En 1990, los países y regiones con REITs tenían sólo una participación del 6% pero han crecido hasta representar el 63% de la población mundial en 2022. Asia ha impulsado el crecimiento de los países y regiones de REITs, sobre todo en India en 2014 y China en 2021. Estos países y regiones también representan el 84% del PIB global de 2022, en comparación con el 28% del PIB global en 1990. El PIB de los países y regiones REIT ha aumentado de 6,5 billones de dólares a más de 84 trillones de dólares en este período.

De acuerdo al estudio elaborado por la Nareit, el crecimiento del número de las FIBRAs a nivel global desde 1990 alcanza un total de 940 REITs que cotizan en el mercado de valores, con una capitalización bursátil combinada de aproximadamente 2 trillones de dólares a finales de 2023.

Las regiones de Europa y el Pacífico han experimentado el mayor crecimiento de los REITs desde 2020: Europa agregó 62 REITs (lo que representa un crecimiento del 31%) y el Pacífico agregó 13 REIT (con crecimiento del 25%). China es otro motor de crecimiento: adoptando el modelo en 2021, que a finales de 2023 contaba ya con 33 REITs cotizados en la Bolsa de Valores de Beijing.

El estudio también muestra que, a largo plazo, los bienes raíces cotizados a nivel mundial, incluidos los REIT, en general han superado tanto a las acciones como a los bonos globales. La tasa de crecimiento anual compuesta de los rendimientos desde febrero de 2005, hasta diciembre de 2023, es del 7,5% para el índice FTSE EPRA Nareit Global Extended, en comparación con el 5,8% del mercado bursátil mundial en general (representado por MSCI EAFE), el 5,7% del sector inmobiliario privado y 3,1% para los bonos globales (índice de bonos Bloomberg Barclays Global-Aggregate). Los REITs también han tenido una baja correlación con otras acciones y bonos, y los REITs del FTSE EPRA Nareit Global tienen una correlación de 0,82 con el MSCI EAFE.

El caso de México y por qué las FIBRAs son tan relevantes

La inversión en fideicomisos inmobiliario permite que la persona o inversionista institucional esté expuesto al mercado inmobiliario, pero a través de un vehículo que diversifica el riesgo de un solo inmueble entre variedad de inmuebles, asegura una administración profesional, ordenada y alineada a los intereses de los inversionistas.

Necesitamos capital profesional para desarrollar y transformar edificios de forma que sean menos intrusivos en temas de emisiones de carbono, energía y consumo de agua, y que además incorporen principios de economía circular y que apoyen el crecimiento de la economía y la demanda de distintos sectores en México.

Las FIBRAs continúan avanzando en la adopción de mejores prácticas internacionales de gobierno corporativo y estandarización de sus reportes; esto importante porque los inversionistas necesitan información clara y bajo altos estándares para la toma de decisiones de inversión, de ahí la importancia de la labor de la AMEFIBRA, quién asesora y unifica conceptos para los 15 Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces que actualmente cotizan y operan en México.

En la primera semana del mes de Septiembre la AMEFIBRA estará organizando la nueva edición del FIBRA DAY titulado “Mexican REITs Investor Conference” que se llevará a cabo nuevamente en la Ciudad de Nueva York, donde se estará analizando el mercado de las FIBRAs con la experiencia internacional de los REITS y donde expertos del sector analizarán el gran potencial de madurez y crecimiento de los bienes raíces y particularmente de las FIBRAs mexicanas, ante inversionistas estadounidenses y extranjeros.

Además, Bank of America dio a conocer en su reciente nota de análisis una buena noticia para el sector de Real Estate. Se trata de las perspectivas que la institución financiera tiene sobre los bienes raíces, haciendo una especial mención al caso de los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces, mejor conocidos como FIBRAs.

BofA señala que la historia ha demostrado que las FIBRAs pueden tener un mejor rendimiento que el del principal índice del mercado bursátil mexicano, el S&P/BMV IPC. Se observó en cuatro ocasiones que de 2013 a 2018 los rendimientos de las notas a 10 años alcanzaron puntos máximos, en promedio el índice de FIBRAs tuvo un mejor desempeño que el mercado. Según el análisis de Bank of América, los ya esperados recortes de tasas tanto por parte de la Fed de Estados Unidos como por parte de Banxico, serán un catalizador importante para los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces.

El proceso de recuperación económica continuará en 2024 y seguiremos siendo testigos del crecimiento en adquisiciones de inmuebles por parte de los REITs en el mundo, así como la constante profesionalización del sector a través de las mejores prácticas internacionales, convirtiéndose en un sector cada vez más maduro, seguro y atractivo para los inversionistas a nivel global. Conocemos el potencial de México y las FIBRAs participan para crear las oportunidades, la infraestructura y las propiedades industriales, comerciales, hoteleras, educativas, centros de trabajo y de almacenamiento y distribución que necesita nuestro país ante el actual fenómeno del nearshoring.

Por Salvador Daniel Kabbaz Zaga, Presidente de AMEFIBRA y Director General de Fibra Danhos.

A un año de la Ley de Delitos Económicos en Chile: lecciones aprendidas y camino por recorrer

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Justicia (PX)

Sin lugar a duda, la publicación de la Ley de Delitos Económicos en Chile, en agosto de 2023, despertó la ansiedad del mundo empresarial, debido al establecimiento de un régimen de tratamiento penal especial para aquellas acciones cometidas en el ámbito de los negocios, expansión de la responsabilidad penal de la persona jurídica y la designación de varios individuos responsables de la integridad corporativa de la empresa, en lugar de una sola persona.

Desde entonces, las organizaciones a nivel general aceleraron su paso para actualizar sus políticas y procedimientos internos y así cumplir con la nueva legislación. Esto ha sido acompañado por el fortalecimiento de sus áreas de cumplimiento, mediante la implementación de modelos de prevención y detección de conductas ilícitas más efectivas, nuevos sistemas de gobernanza, un mayor énfasis en el rol de los miembros de la organización y refuerzo de sus programas de capacitación.

En nuestra experiencia con clientes de diversos sectores, uno de los principales desafíos que han enfrentado las compañías en este camino ha sido la creación de un sistema de prevención de delitos efectivo y fácil de incorporar en la cultura organizacional.

¿La razón? Para lograr el desarrollo de un método eficaz es necesario aunar esfuerzos entre distintas áreas de la empresa, que cada uno de los colaboradores comprenda su rol, las responsabilidades y riesgos que implican sus acciones en la organización.

Si bien hemos visto grandes avances desde la publicación de la norma, existe otro reto importante a considerar: el proceso de implementación de nuevos modelos de prevención de delitos requerirá una revisión constante y pruebas de efectividad realizadas por terceros independientes. Éstos cumplirán un rol clave respecto de actualizaciones de dichos modelos, además de supervisar posibles situaciones de riesgos penales, evaluar el diseño y efectividad de los controles y proponer planes de acción para mantener un método de prevención de delitos efectivo.

Hoy, a casi un año desde la publicación de la ley, y cuando nos encontramos ad portas de la entrada en vigor de las modificaciones a la norma de responsabilidad penal de las personas jurídicas, será el momento de poner a prueba los cambios implementados por las empresas y ver cómo los tribunales abordarán los primeros casos bajo la nueva legislación para perseguir la responsabilidad penal, ya sea que ellos se inicien por intereses legítimos o por la instrumentalización de la norma.

¡Hay dinero para todo … la liquidez existente (y creciente) seguirá impulsando los mercados!

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Wikimedia Commons

Cuando los bancos centrales del mundo empezaron a subir la tasa de interés para combatir la inflación, y anunciaron que iban a recoger dinero de sus políticas expansionistas, creímos que la liquidez iba faltar. Sin embargo, no ha sido así. De hecho, hay más liquidez de la que siempre hubo, y los movimientos de los flujos de inversión a nivel global parecen mostrarlo.

Así, más allá de los datos económicos puntuales que nos tienen atentos mes tras mes a sus anuncios, como el IPC, el desempleo, la tasa de interés, entre otros…, hay varias realidades en el mundo que están determinando el rumbo de los mercados financieros, a saber:

. La alta liquidez que existe en la economía global, provista principalmente por el gobierno estadounidense, mediante su exceso de endeudamiento. Entre 1 de junio de 2023 (momento en que se resolvió el más reciente debate del techo de la deuda) y hoy, el monto total del endeudamiento federal se ha incrementado en 3,56 trillones de dólares (pasando de  31,464 trillones de dólares a 35,126 trillones), es decir, es como si Estados Unidos hubiera metido el total de la economía de Francia en su endeudamiento.

No hizo falta que los bancos centrales mantuvieran una política monetaria excesivamente laxa como lo hicieron entre 2009 y 2021 para proveer liquidez, porque fue el gobierno federal el que “se hizo cargo de la situación”. Este endeudamiento llega a la economía de alguna manera: lo provee el gobierno en forma de subsidios, pago de deuda, etc … este dinero llega a incrementar los niveles de efectivo globales y se quedan dando vueltas por ahí (no “desaparecerán” hasta tanto el Tesoro estadounidense decida recoger deuda, que es muy improbable que suceda, por lo menos en el corto plazo).

En los próximos años el gobierno federal enviará 1,6 trillones de dólares a la economía global en forma de intereses de su deuda, y son recursos que se destinarán “a algo”. Los bonos del Tesoro los tienen inversionistas, sea cual sea su denominación (bancos centrales, institucionales, retail), y una vez les lleguen harán algo con esos recursos, que en la mayoría de los casos, será reinvertirlo.

Lo anterior ha alimentado la liquidez que impulsa los mercados financieros. Esto se muestra en los diferentes flujos de inversión que llegan a los activos financieros: todo sigue recibiendo inversiones. Hemos dicho en ocasiones anteriores que los Money Markets (fondos del mercado monetario) han sido los grandes receptores de inversiones en el último año, esto en otras ocasiones podría haber indicado una disminución de flujos de inversión hacía otros activos, pero esto no ha sido así en esta oportunidad.

Las acciones, por ejemplo, llevan 17 semanas seguidas recibiendo flujos de inversión que han totalizado más de 252 billones de dólares (252.000  millones de dólares), y ni siquiera ante la turbulencia de Japón a inicio de agosto, esos flujos disminuyeron. Incluso, esta semana las acciones recibieron los mayores flujos en tres semanas, siendo sectores que se encontraban rezagados, como Servicios Públicos (Utilities) y Consumo Básico, los que se han visto ampliamente beneficiados.

A los bonos tampoco les ha ido nada mal. De hecho, cuando se mira como porcentaje de sus propios activos, son los bonos gubernamentales globales (aunque aquí principalmente es Estados Unidos el principal receptor) los que más han recibido flujos (15%), mientras que los bonos corporativos grado de inversión, lo han hecho en el 8%. Esto a la vez que, como dijimos, los money markets reciben y reciben dinero aún (las últimas dos semanas monetarias han sido extremadamente positivas para estos instrumentos, con más de 50.000 millones de dólares en la recepción de flujos).

Ahora, algo muy interesante y que explica lo que ha sucedido en los mercados financieros, es que los money markets, como porcentaje del total de fondos mutuos, ha bajado su participación a lo largo del tiempo, pasando de representar el 30% en 2010 a un 18% aproximadamente en la actualidad. En pandemia, subieron levemente a algo más de 22%, sin embargo la tendencia es a la baja.

Y esto es bien diciente: este tipo de vehículos tienen muchos más activos pero su participación porcentual es más baja porque, como no, los demás activos (acciones, principalmente) se han valorizado tanto que representan un mayor porcentaje del total cada vez más.   Y bueno, si se cree que el exceso de dólares afecta de alguna manera a las inversiones en Estados Unidos, sucede todo lo contrario: realmente es el ganador de todo esto, y hoy cuando se evalúan los portafolios globales, casi el 70% de los mismos están invertidos en activos estadounidenses.

Llegado a este punto, y viendo los diferentes datos de liquidez, flujos, entre otros, es comprensible que los bancos centrales, especialmente la Fed, se muestre cauta al momento de tomar decisiones sobre la tasa de interés. Si yo fuera un banquero central, también al observar el panorama completo, tendría muchas preguntas sobre los efectos posteriores de cualquier decisión.

Hay exceso de liquidez en el mundo, la misma nunca hizo falta a pesar de que los bancos centrales subieron tasas y de que algunos incluso recogieron algo de los dineros que habían lanzado a la economía. Pero los mercados financieros se siguen alimentando de los recursos que existen, siguen teniendo movimientos positivos porque la liquidez se sigue registrando a manos llenas. De momento, a pensar de los temas económicos (recesión), geopolíticos, etc, hay muchos elementos para pensar que los mercados van a seguir al alza alimentados por esta liquidez creciente (al menos, hasta la próxima discusión del techo de la deuda, a desarrollarse en mayo de 2025, se podría anticipar que vamos a seguir viendo mucha más liquidez en el mundo).

 Columna de Manuel Felipe García Ospina, vicepresidente de Negocios Internacionales de Skandia Colombia. Las opiniones expresadas son responsabilidad de su autor y representa su punto de vista personal; y no reflejan necesariamente la posición de Skandia sobre los temas tratados.