Por qué mirar de cerca la deuda corporativa latinoamericana hoy

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Suele ser una idea común y largamente difundida en las personas y mejor entendida por los especialistas del mercado financiero, la noción de que el mayor riesgo en una inversión conlleva necesariamente una mayor rentabilidad esperada. Sin embargo, este es un concepto que nos cuesta asimilar a la hora de tomar decisiones en un contexto de alta volatilidad y caídas en los mercados.

El momento actual de la deuda corporativa latinoamericana en dólares, al igual que el de otras inversiones o activos riesgosos que suelen estar en un portafolio diversificado, nos plantea exactamente esta disyuntiva. Por un lado, las valorizaciones o spreads se presentan en niveles especialmente atractivos en un momento de mercado donde vemos volatilidad y, por otro lado, se aprecia a tomadores de decisión de carteras con posturas extremadamente cautelosas al mantener altos niveles de caja, reflejando así una alta aversión o actitud a tomar riesgo.

Al examinar la deuda latinoamericana high yield de los últimos 15 años nos encontramos con tres episodios de caídas abruptas de rentabilidad en el índice JPMorgan CEMBI Broad Diversified Latin HY. Estos comparten dos características: presentar ampliaciones de spreads por sobre los 300 puntos base en un periodo de tiempo menor a tres meses y mostrar caídas en rentabilidad sobre 15% en este mismo lapso. Estas son la crisis financiera global de 2008 entre septiembre de ese año y marzo de 2009, luego la crisis sobre los temores de crecimiento de China entre diciembre 2015 y febrero 2016, y finalmente la crisis del covid en 2019 entre febrero y abril.

 

Fuente: Indice JP Morgan CEMBI Broad Diversified Latin High Yield

 

Por otro lado, si analizamos las rentabilidades que habríamos obtenido en los 18 meses posteriores, en caso de haber invertido en cada uno de estos días de los últimos 15 años, nos encontramos con una relación directa y positiva entre el nivel de spread de entrada y dichas rentabilidades finales luego de dicho período como se muestra en el cuadro a continuación.

 

Fuente: Elaboración propia equipo research Bci Asset Management usando el índice JP Morgan CEMBI Broad Diversified Latin High Yield

 

Lo que nos evidencia este ejercicio es que en la historia de esta clase de activo el nivel de spread o valorización de entrada al momento de invertir tiene una relación directa con la rentabilidad finalmente obtenida luego de 18 meses. Esto implica que, a menor spread de entrada, menor rentabilidad final y, viceversa, a mayor nivel de spread, mayor es el retorno alcanzado, siendo el extremo lo ocurrido en los tres episodios de crisis mencionados, como se aprecia en el gráfico. La línea punteada roja nos muestra el nivel de spread actual de la deuda latinoamericana high yield y el consiguiente retorno esperado en 18 meses usando esta relación histórica entre el nivel de spread de entrada y el retorno terminal posterior a dicho periodo.

¿Qué podemos esperar para los mercados en los próximos meses? ¿En qué niveles de spread hará peak la deuda latinoamericana high yield? No lo sabemos, ya que dependerá de la evolución de los mercados globales en este contexto de aversión al riesgo donde los bancos centrales continúan sus esfuerzos por subir los tipos de interés como forma de controlar la inflación más persistente de lo esperado y para contener las expectativas sobre ésta de los inversionistas. A lo anterior, se suma la evolución de la economía global frente a un potencial escenario de recesión como resultado de este ajuste monetario que resulte eventualmente excesivo. 
 

Fuente: Indice JP Morgan CEMBI Broad Diversified Latin High Yield

 

Con todo, hoy vemos niveles de spread que se encuentran sobre los 700 puntos base y tasas de rendimiento o yield a nivel de 10%. Lo previo en una región que si bien mantiene la dependencia de siempre a la evolución de los commodities y está sujeta a movimientos o incertidumbre políticas que nos tiene acostumbrados en los últimos 15 años, por otro lado, nos muestra emisores corporativos con los menores niveles de endeudamientos en casi 10 años.

Fuente: Elaboración propia equipo research Bci Asset Management

 

Es importante reconocer nuestra incapacidad para determinar el momento exacto para hacer una inversión a priori atractiva en un contexto de mercados a la baja. Mal que mal sí hubo una diferencia para el que decidió invertir en deuda latinoamericana high yield en el primer mes luego de desatada la crisis financiera global en 2008 con la caída de Lehman Brothers en septiembre y con spreads en torno a 700 puntos base, en relación al que decidió hacerlo 6 meses después con niveles sobre los 1.500 puntos. En el primer caso, el retorno luego de 18 meses fue de alrededor de 20% y en segundo en torno a 60%. Lo que sí sabemos es que, en ambos casos o puntos entrada, las rentabilidades finales fueron de doble dígito alto y compensaron el riesgo incluso en ese momento tan extremo como lo fue una de las mayores, sino la mayor, crisis económica y financiera de la historia contemporánea. 

En resumen, nos sabemos con certeza si estamos en el mejor de los timing, ni tampoco la duración de este movimiento a la baja de los mercados de los mercados de deuda latinoamericana. Lo que podemos afirmar es que las compañías se encuentran en una situación financiera saludable y, por sobre todo, que los niveles actuales nos permiten esperar niveles de rentabilidad de doble dígito en el horizonte del próximo año y medio. 

Las barreras de entrada de los ETFs en España

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Excepto para la hacienda española, en el mundo entero los fondos cotizados o ETFs (Exchange Traded Funds) son fondos de inversión.

Primero, porque son claramente instituciones de inversión colectiva. De hecho, al tener inversiones mínimas muy bajas, tienen muchos más partícipes que la mayoría de los fondos de inversión. Sin duda se han convertido en el elemento democratizador de la inversión colectiva y resulta contradictorio que en España no se les dé el mismo tratamiento fiscal que al resto de instituciones de inversión colectiva, es decir, los fondos de inversión.

El motivo por el que se establecen estas barreras de entrada es una confluencia de intereses, probablemente involuntaria y casual, como muchas confluencias de intereses que se producen de forma natural.

La primera interesada en mantener esas barreras de entrada, concretamente la de tipo fiscal, es la hacienda española, que no quiere perderse su parte de las plusvalías que se generan en estos fondos cada año, ya que los fondos tradicionales permiten aplazar -vía traspasos- el pago de la plusvalía.

El otro interesado es el sector financiero, que no quiere ver cómo disminuyen de forma dramática sus comisiones en la actividad de gestión de activos, como ha ocurrido en otros países. Esta ha sido y sigue siendo una de sus principales fuentes de ingresos actual, especialmente cuando los bajos tipos de interés le impiden obtener buenos márgenes en los créditos.

Hay que tener en cuenta que, si en lugar de utilizar fondos tradicionales se utilizan ETFs, las comisiones que paga el cliente se podrían reducir en un 80%. Imaginen el impacto en bancos, sociedades de valores, agencias de valores y asesores no independientes: en España el 95% del sector vive de colocar fondos de inversión y llevarse una comisión, bien como “fabricantes” del producto (gestoras), bien como comisionistas en la colocación de estos (bancos, sociedades de valores, agencias de valores y asesores no independientes).

Para hacernos una idea del temor que hay en el sector, pensemos que, en EE.UU., donde no se crearon barreras, los ETFs y los fondos indexados representan ya el 50% del mercado de los productos de inversión colectiva, para alegría de los inversores que han visto descender dramáticamente las comisiones que pagan.

No es extraño este crecimiento puesto que se puede calificar, sin lugar a duda, a los ETFs como fondos de inversión de tercera generación y la única forma de pararles los pies en España ha sido ponerles dichas barreras de entrada.

Se pueden calificar de tercera generación porque en lugar de tardar días en ser vendidos o comprados se tardan minutos, como si fueran acciones. Además, son mucho más baratos y, como efectivamente se han convertido en un producto democratizador, son muy grandes y en general muy líquidos. Pese a haber pasado por la crisis del COVID o el mercado bajista actual, no ha habido nunca un problema para vender un ETF en el plazo previsto que, como digo, es infinitamente más reducido que el de los fondos de inversión tradicionales.

Fuera de nuestras fronteras, el producto sigue creciendo de forma espectacular y ha sido el responsable de que BlacRrock se haya convertido en la mayor gestora del mundo, al haber sabido compaginar perfectamente los fondos de inversión tradicionales y estos fondos de tercera generación.

Compaginar es la palabra para describir el uso que se debe de hacer de ellos. Los fondos tradicionales y los ETFs no solo no son productos antagónicos, sino que son compatibles e incluso sinérgicos. Los ETFs llegan donde no llegan los fondos tradicionales y sobre todo permiten centrar el tiro, por ejemplo, en determinados sectores y subsectores menos representados en los grandes fondos tradicionales. Por el contrario, los fondos tradicionales son el producto adecuado para una gestión activa, que también tiene su lugar en las carteras.

Aun así, cómo serán las ventajas de estos productos que, pese a las barreras de entrada, están aumentando de forma importante entre los inversores españoles, que han preferido asumir el hecho de que se adelanta el pago de impuestos -al final, aunque se usen fondos tradicionales siempre se paga- y poder aprovecharse de las ventajas que ofrecen los ETFs en cuanto a rentabilidad y disminución de costes.

 

Tribuna de Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance.

Así funcionan las herramientas del BCE para preservar el euro

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El euro nació el 1 de enero de 1999 como la nueva moneda común de 11 países. Inicialmente fue una moneda electrónica y, tres años después, se introdujeron los billetes y monedas de euro. Así que después de todo, las famosas criptomonedas de hoy no son las primeras monedas digitales. El nacimiento del euro fue un símbolo de la integración europea, un proceso que trajo paz, libertad y prosperidad al continente.

El Banco Central Europeo (BCE) se creó para salvaguardar el euro y mantener la inflación bajo control. El BCE supervisa los bancos de la zona del euro, desarrolla y emite billetes, mantiene el buen funcionamiento de las infraestructuras financieras y ayuda a preservar la estabilidad financiera. Esta última se ha convertido en una misión muy importante, especialmente tras la crisis del euro. Como institución joven (menos de 30 años), todavía está encontrando las herramientas para llevar a cabo su misión de la mejor manera posible.

Las operaciones de refinanciación a largo plazo con objetivo (TLTRO), que proporcionan una financiación atractiva a las entidades de crédito, son una de estas herramientas. Al ofrecer a los bancos financiación a largo plazo en condiciones atractivas, preservan las condiciones de préstamo favorables para los bancos y estimulan los préstamos a la economía real.

Estos programas que mencionamos abordan diferentes tipos de riesgos subyacentes. Durante la crisis financiera, el BCE se vio obligado a intervenir, y el 10 de mayo de 2010 lanzó el programa SMP (Securities Markets Programme), para poder comprar activamente títulos de deuda pública y privada de la zona del euro. De este modo, garantizó la solidez y liquidez en esos segmentos de mercado disfuncionales. El objetivo era hacer frente al mal funcionamiento de los mercados de capital de deuda y restablecer un mecanismo adecuado de transmisión de la política monetaria. El Consejo de Gobierno determinó el alcance de las intervenciones.

Esta iniciativa duró hasta el 6 de septiembre de 2012, cuando el Consejo de Gobierno del BCE anunció sus decisiones sobre algunas características técnicas relativas a las operaciones simples del Eurosistema en los mercados secundarios. Estas operaciones se conocerán como Outright Monetary Transactions (OMT, operaciones monetarias de compraventa) y se llevarán a cabo dentro de un marco específico. La condición más importante para las OMT es una condicionalidad estricta y eficaz vinculada a un programa adecuado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

El MEDE se creó en octubre de 2012 como sucesor de la Facilidad Europea de Estabilización Financiera (FEEF). La FEEF fue creado como mecanismo temporal de resolución de crisis por los Estados miembros de la zona del euro en junio de 2010. Su sucesor es una solución permanente a la falta de un respaldo para los países de la zona del euro que ya no podían financiarse en los mercados de capital de deuda. Tanto la FEEF como el MEDE siguen siendo entidades jurídicas independientes, pero comparten personal, instalaciones y operaciones.

Gracias a esta acción colectiva pudieron recurrir a los mercados financieros para proporcionar financiación de rescate a cinco de los 19 Estados miembros de la zona del euro durante lo peor de la crisis. Además, gracias a la innovadora estructura de los programas de rescate se financiaron con un riesgo mínimo y prácticamente sin coste directo para los contribuyentes del resto de la unión monetaria. En cuanto a la OMT, puede adoptar la forma de un programa completo de ajuste macroeconómico del MEDE o de un programa de precaución (línea de crédito en condiciones reforzadas), que incluye las compras en el mercado primario del MEDE de los soberanos que lo necesiten.

Otra herramienta son los programas de compra de activos, «un paquete de medidas de política monetaria no estándar que también incluye operaciones de refinanciación a largo plazo con fines específicos». Comenzó a mediados de 2014 para garantizar que el mecanismo de transmisión de la política monetaria proporcionara el ajuste necesario para garantizar la estabilidad de precios. Algunos de estos programas son:

  • Programa de compra del sector corporativo (CSPP)
  • Programa de compra del sector público (PSPP)
  • Programa de compra de valores respaldados por activos (ABSPP)
  • Tercer programa de compra de bonos garantizados (CBPP3)
  • Y el más reciente, el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP)

En la última reunión del BCE del 21 de julio de 2022, una nueva herramienta llegó al mercado: El Instrumento de para la Protección de la Transmisión (TPI). El TPI puede activarse para contrarrestar la volatilidad no deseada en términos de dinámica de mercado. Se centrará principalmente en los valores del sector público con un vencimiento de entre uno y diez años.

Para ser elegible para el TPI, el BCE considerará múltiples factores para conceder el programa a un país, en particular:

  1.  Cumplir con el marco fiscal de la UE, es decir que el país no esté sometido a un procedimiento de déficit excesivo.
  2. Ausencia de desequilibrios macroeconómicos graves: el país no estará expuesto al procedimiento de desequilibrio excesivo.
  3. Sostenibilidad fiscal: la deuda pública debe ser sostenible, y el BCE considerará los análisis de sostenibilidad de la deuda de varias instituciones europeas e internacionales junto con su propia evaluación interna.
  4. Políticas macroeconómicas sólidas y sostenibles, que cumplan con los compromisos presentados en los planes de recuperación y resiliencia para el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y con las recomendaciones específicas para cada país de la Comisión Europea.

Esta herramienta representa un gran logro en un periodo de tiempo muy corto. Sin embargo, podría ser difícil hacerla funcionar en base a los criterios de elegibilidad definidos por el propio BCE. Otro punto es la referencia a las reinversiones del PEPP y a la OMT, que deja al mercado preguntándose cuánta volatilidad necesitaría el BCE para activar el TPI, y por qué necesitaría el TPI en absoluto, si un país cumple la mayoría o todos los puntos para ser elegible.

Dado que el BCE se encuentra en una senda de subidas de tipos de interés, la probabilidad de que haya más noticias sobre el programa TPI es alta, especialmente después de las vacaciones de verano, cuando la oferta volverá al mercado de bonos del Estado europeo. Son tiempos interesantes.

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Columna de André Figueira de Sousa, gestor de fondos de renta fija en DPAM

Tecnología sanitaria: oportunidades interesantes, pero con precaución hacia la sobreexpectación

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AdvertisementEl aumento y el envejecimiento de la población ejerce una enorme presión sobre el sistema sanitario. Para 2050, Naciones Unidas estima que una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años, frente a una de cada 11 en 2019. No solo envejecen los beneficiarios de la asistencia sanitaria, sino también los proveedores. Más del 50% de los médicos en activo en EE. UU. y un tercio de las enfermeras tienen más de 50 años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2021 hubo un déficit de 7,2 millones de trabajadores sanitarios, y que esta cifra aumentará a 12,9 millones en 2035.

La Ley de Eroom (Ley de Moore escrita al revés) establece que existe una disminución exponencial en la productividad de los medicamentos aprobados por mil millones de dólares de gasto en investigación y desarrollo (I+D) desde 1950. En última instancia, las subidas de los costes se transfieren a los gobiernos y al consumidor en forma de aumentos en el precio de los medicamentos. Los centros de servicios de Medicare y Medicaid (CMS) de EE. UU. prevén que, para 2028, se gastará alrededor de una quinta parte del producto interno bruto estadounidense (PIB) en atención sanitaria, y se espera que los gastos en atención sanitaria alcancen casi los 7.000 millones de dólares para 2030 (gráfico 1).

Janus Henderson Investors

El coste sanitario mundial está aumentando, impulsado por una combinación del envejecimiento de la población (véase el gráfico 2), como se ha mencionado anteriormente, y un aumento de las enfermedades crónicas con comorbilidades como la diabetes y la obesidad. Además, la escasez de mano de obra representa otro problema, ya que el crecimiento del personal sanitario es insuficiente para satisfacer el aumento de la demanda.

Las presiones sin precedentes a las que están sometidos los sistemas sanitarios de todo el mundo a causa de la COVID-19 han puesto de manifiesto estas debilidades. Pero la pandemia también puso de manifiesto el valor de muchas soluciones tecnológicas para la atención sanitaria y estimuló más innovaciones y casos de uso de la tecnología existente. Por ejemplo, las plataformas de I+D ayudaron al rápido desarrollo de vacunas, la telemedicina permitió a los médicos realizar consultas virtuales, mientras que las cirugías mínimamente invasivas asistidas por robots redujeron los tiempos de hospitalización.

En adelante, a medida que los sistemas de atención médica cambien su enfoque a una atención basada en el valor y no en el volumen, los datos digitales y los análisis serán cruciales para reducir los costes, aumentar la productividad y mejorar los resultados de los pacientes.

Janus Henderson Investors

Creemos que la tecnología es la ciencia de resolver problemas. Se trata de abordar no solo el problema de la oferta sanitaria, sino también el aumento del coste de esta, y mejorar el acceso a una asistencia sanitaria de calidad. Esto concuerda con el Objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 3 de las Naciones Unidas, que consiste en garantizar una vida sana y promover el bienestar para todas y todos en todas las edades.

No hay una única definición de empresa de tecnología sanitaria

Por lo general, las tecnologías de atención sanitaria tienen como objetivo reducir los costes médicos, aumentar la productividad de sus proveedores y mejorar los resultados en la atención sanitaria. Por lo tanto, este ámbito resulta atractivo para los inversores, ya que ofrece la posibilidad de generar rendimientos y, al mismo tiempo, tener un impacto social positivo, dado que las empresas se esfuerzan por estar en el lado correcto de la política y la normativa gubernamental.

Existe una amplia variedad de empresas dentro de las áreas de telemedicina, registros electrónicos de atención sanitaria, diabetes y cirugía robótica, y la lista se está expandiendo. En comparación con otros sectores, existen algunos retos específicos cuando se trata de vender nuevas tecnologías al sector sanitario. Entre ellos se encuentran la necesidad de aprobaciones normativas, el cumplimiento de la legislación específica sobre datos sanitarios y una vía de reembolso para las entidades que pagan por los servicios administrados (p. ej.: empleadores, gobiernos y aseguradoras de salud). Incluso cuando se cumplen estos criterios, los proveedores de servicios sanitarios, los hospitales y los pacientes pueden ser reacios a adoptar nuevas tecnologías.

Interés sin precedentes de los inversores debido a la pandemia y al aumento de la inversión temática

En EE. UU., tras un crecimiento anual constante de las operaciones e inversiones de capital riesgo de atención sanitaria digital desde 2010, el crecimiento se aplanó en 2018 y 2019 a alrededor de 8.000 millones de dólares por año. Sin embargo, la pandemia provocó un cambio de marea, con un salto en la inversión de 15.000 millones de dólares en 2020 y un aumento cercano a los 29.000 millones de dólares en 2021 (1). Este entusiasmo se extendió también a los mercados públicos. Tras un 2017 y un 2018 estériles, en 2019 salieron a bolsa cinco nuevos títulos sanitarios.

La fuerte demanda de inversores durante 2020 y 2021 vio la salida de 14 nuevas empresas a bolsa y la formación de 17 sociedades de adquisición con fines específicos (SPAC). Numerosos fondos temáticos de salud digital y fondos cotizados (ETF) surgieron como compradores de estas nuevas acciones, muchas de las cuales a menudo no eran rentables. El entusiasmo de los inversores se ha hecho evidente en la fuerte actividad de fusiones y adquisiciones. El proveedor de la plataforma de telemedicina Teladoc adquirió la empresa de gestión de diabetes Livongo por alrededor de 18.500 millones de dólares en 2020, mientras que, más recientemente, Oracle anunció su intención de comprar el proveedor de registros sanitarios digitales Cerner por unos 28.000 millones de dólares.

Un ámbito altamente competitivo

La pandemia volvió a centrar la atención de los inversores en el sector, lo que potenció niveles significativos de inversión privada y pública, como se ha explicado anteriormente.

El fuerte aumento de la inversión y la actividad del mercado indicó que las expectativas de los inversores en el ámbito de la atención sanitaria y respecto a ciertas empresas estaban potencialmente abultadas y que el “ciclo de sobreexpectación” había alcanzado su punto máximo. Profundizando, parecía que las barreras de entrada habían disminuido en algunas áreas; por ejemplo, los reguladores estadounidenses relajaron las reglas de reembolso para las consultas virtuales, lo que redujo la necesidad de los médicos de usar plataformas de telemedicina específicas. Niveles significativos de inversión en el sector han aumentado la competencia por las acciones cotizadas en este ámbito, mientras que las nuevas ofertas de atención sanitaria de las empresas tecnológicas más tradicionales también han aumentado la intensidad competitiva.

Por ejemplo, en Estados Unidos, Amazon introdujo recetas con descuento (Prime Rx) y amplió su oferta de atención virtual (Amazon Care), algo aparentemente disruptivo para la industria farmacéutica. A las empresas que no eran rentables, incluso con la oleada orgánica y libre de nuevos clientes durante los cierres de la pandemia, les resultaría aún más difícil lograr beneficios en un futuro más competitivo tras la reapertura económica. Los numerosos equipos de gestión que se centraron en el crecimiento y en establecer objetivos de equilibrio a largo plazo probablemente vieron el precio de las acciones de su empresa peligrar en un entorno de mercado más sensible a las valoraciones.

Se justifica la cautela 

El alejamiento de los valores growth que comenzó el año pasado ha provocado fuertes movimientos de precios en el sector tecnológico en general, incluidos los nombres más populares. Como respuesta, algunas empresas tecnológicas de alto nivel han cambiado su enfoque, con el objetivo de garantizar que el crecimiento futuro se equilibre con la rentabilidad y la generación de flujo de caja. Esto puede resultar más difícil para las empresas de tecnología sanitaria, sobre todo en subsectores altamente competitivos sobre los que se cierne la amenaza de que las grandes plataformas tecnológicas perturben el espacio. Además, las dificultades para prever los ingresos y el crecimiento tras la pandemia crean una mayor incertidumbre.

Por tanto, los inversores deben tener cuidado. Incluso después de algunas caídas bruscas, las empresas del sector sanitario con modelos de negocio que parecen rentables y más sostenibles podrían seguir teniendo valoraciones elevadas en relación con el crecimiento futuro, especialmente si se comparan con el universo tecnológico más amplio. Únicamente los inversores con una fuerte disciplina de valoración han conseguido evitar la importante corrección del mercado en el sector de la tecnología sanitaria que se ha producido desde finales de 2021.

La tecnología es un sector diverso con un potencial de crecimiento significativo a largo plazo. Adoptar una estrategia selectiva a largo plazo con un enfoque marcado en las valoraciones puede ayudar a evitar los peligros del “ciclo de sobreexpectación” y permitir identificar inversiones “más saludables”.

 

Tribuna de Alison Porter, responsable de la gestión conjunta de las estrategias Global Technology Leaders y Sustainable Future Technologies en Janus Henderson Investors.

 

Anotaciones:

(1) Rock Health Digital Health Venture Database, datos a 31 de marzo de 2022.

 

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Tecnología sanitaria: oportunidades interesantes, pero con precaución hacia la sobreexpectación

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AdvertisementEl aumento y el envejecimiento de la población ejerce una enorme presión sobre el sistema sanitario. Para 2050, Naciones Unidas estima que una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años, frente a una de cada 11 en 2019. No solo envejecen los beneficiarios de la asistencia sanitaria, sino también los proveedores. Más del 50% de los médicos en activo en EE. UU. y un tercio de las enfermeras tienen más de 50 años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2021 hubo un déficit de 7,2 millones de trabajadores sanitarios, y que esta cifra aumentará a 12,9 millones en 2035.

La Ley de Eroom (Ley de Moore escrita al revés) establece que existe una disminución exponencial en la productividad de los medicamentos aprobados por mil millones de dólares de gasto en investigación y desarrollo (I+D) desde 1950. En última instancia, las subidas de los costes se transfieren a los gobiernos y al consumidor en forma de aumentos en el precio de los medicamentos. Los centros de servicios de Medicare y Medicaid (CMS) de EE. UU. prevén que, para 2028, se gastará alrededor de una quinta parte del producto interno bruto estadounidense (PIB) en atención sanitaria, y se espera que los gastos en atención sanitaria alcancen casi los 7.000 millones de dólares para 2030 (gráfico 1).

Janus Henderson

La tecnología está aliviando los retos a los que se enfrentan los sistemas sanitarios

El coste sanitario mundial está aumentando, impulsado por una combinación del envejecimiento de la población (véase el gráfico 2), como se ha mencionado anteriormente, y un aumento de las enfermedades crónicas con comorbilidades como la diabetes y la obesidad. Además, la escasez de mano de obra representa otro problema, ya que el crecimiento del personal sanitario es insuficiente para satisfacer el aumento de la demanda.

Las presiones sin precedentes a las que están sometidos los sistemas sanitarios de todo el mundo a causa de la COVID-19 han puesto de manifiesto estas debilidades. Pero la pandemia también puso de manifiesto el valor de muchas soluciones tecnológicas para la atención sanitaria y estimuló más innovaciones y casos de uso de la tecnología existente. Por ejemplo, las plataformas de I+D ayudaron al rápido desarrollo de vacunas, la telemedicina permitió a los médicos realizar consultas virtuales, mientras que las cirugías mínimamente invasivas asistidas por robots redujeron los tiempos de hospitalización.

En adelante, a medida que los sistemas de atención médica cambien su enfoque a una atención basada en el valor y no en el volumen, los datos digitales y los análisis serán cruciales para reducir los costes, aumentar la productividad y mejorar los resultados de los pacientes.

Janus Henderson

Creemos que la tecnología es la ciencia de resolver problemas. Se trata de abordar no solo el problema de la oferta sanitaria, sino también el aumento del coste de esta, y mejorar el acceso a una asistencia sanitaria de calidad. Esto concuerda con el Objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 3 de las Naciones Unidas, que consiste en garantizar una vida sana y promover el bienestar para todas y todos en todas las edades.

No hay una única definición de empresa de tecnología sanitaria

Por lo general, las tecnologías de atención sanitaria tienen como objetivo reducir los costes médicos, aumentar la productividad de sus proveedores y mejorar los resultados en la atención sanitaria. Por lo tanto, este ámbito resulta atractivo para los inversores, ya que ofrece la posibilidad de generar rendimientos y, al mismo tiempo, tener un impacto social positivo, dado que las empresas se esfuerzan por estar en el lado correcto de la política y la normativa gubernamental.

Existe una amplia variedad de empresas dentro de las áreas de telemedicina, registros electrónicos de atención sanitaria, diabetes y cirugía robótica, y la lista se está expandiendo. En comparación con otros sectores, existen algunos retos específicos cuando se trata de vender nuevas tecnologías al sector sanitario. Entre ellos se encuentran la necesidad de aprobaciones normativas, el cumplimiento de la legislación específica sobre datos sanitarios y una vía de reembolso para las entidades que pagan por los servicios administrados (p. ej.: empleadores, gobiernos y aseguradoras de salud). Incluso cuando se cumplen estos criterios, los proveedores de servicios sanitarios, los hospitales y los pacientes pueden ser reacios a adoptar nuevas tecnologías.

Interés sin precedentes de los inversores debido a la pandemia y al aumento de la inversión temática

En EE. UU., tras un crecimiento anual constante de las operaciones e inversiones de capital riesgo de atención sanitaria digital desde 2010, el crecimiento se aplanó en 2018 y 2019 a alrededor de 8.000 millones de dólares por año. Sin embargo, la pandemia provocó un cambio de marea, con un salto en la inversión de 15.000 millones de dólares en 2020 y un aumento cercano a los 29.000 millones de dólares en 2021 (1). Este entusiasmo se extendió también a los mercados públicos. Tras un 2017 y un 2018 estériles, en 2019 salieron a bolsa cinco nuevos títulos sanitarios.

La fuerte demanda de inversores durante 2020 y 2021 vio la salida de 14 nuevas empresas a bolsa y la formación de 17 sociedades de adquisición con fines específicos (SPAC). Numerosos fondos temáticos de salud digital y fondos cotizados (ETF) surgieron como compradores de estas nuevas acciones, muchas de las cuales a menudo no eran rentables. El entusiasmo de los inversores se ha hecho evidente en la fuerte actividad de fusiones y adquisiciones. El proveedor de la plataforma de telemedicina Teladoc adquirió la empresa de gestión de diabetes Livongo por alrededor de 18.500 millones de dólares en 2020, mientras que, más recientemente, Oracle anunció su intención de comprar el proveedor de registros sanitarios digitales Cerner por unos 28.000 millones de dólares.

Un ámbito altamente competitivo

La pandemia volvió a centrar la atención de los inversores en el sector, lo que potenció niveles significativos de inversión privada y pública, como se ha explicado anteriormente.

El fuerte aumento de la inversión y la actividad del mercado indicó que las expectativas de los inversores en el ámbito de la atención sanitaria y respecto a ciertas empresas estaban potencialmente abultadas y que el “ciclo de sobre expectación” había alcanzado su punto máximo. Profundizando, parecía que las barreras de entrada habían disminuido en algunas áreas; por ejemplo, los reguladores estadounidenses relajaron las reglas de reembolso para las consultas virtuales, lo que redujo la necesidad de los médicos de usar plataformas de telemedicina específicas. Niveles significativos de inversión en el sector han aumentado la competencia por las acciones cotizadas en este ámbito, mientras que las nuevas ofertas de atención sanitaria de las empresas tecnológicas más tradicionales también han aumentado la intensidad competitiva.

Por ejemplo, en Estados Unidos, Amazon introdujo recetas con descuento (Prime Rx) y amplió su oferta de atención virtual (Amazon Care), algo aparentemente disruptivo para la industria farmacéutica. A las empresas que no eran rentables, incluso con la oleada orgánica y libre de nuevos clientes durante los cierres de la pandemia, les resultaría aún más difícil lograr beneficios en un futuro más competitivo tras la reapertura económica. Los numerosos equipos de gestión que se centraron en el crecimiento y en establecer objetivos de equilibrio a largo plazo probablemente vieron el precio de las acciones de su empresa peligrar en un entorno de mercado más sensible a las valoraciones.

Se justifica la cautela 

El alejamiento de los valores growth que comenzó el año pasado ha provocado fuertes movimientos de precios en el sector tecnológico en general, incluidos los nombres más populares. Como respuesta, algunas empresas tecnológicas de alto nivel han cambiado su enfoque, con el objetivo de garantizar que el crecimiento futuro se equilibre con la rentabilidad y la generación de flujo de caja. Esto puede resultar más difícil para las empresas de tecnología sanitaria, sobre todo en subsectores altamente competitivos sobre los que se cierne la amenaza de que las grandes plataformas tecnológicas perturben el espacio. Además, las dificultades para prever los ingresos y el crecimiento tras la pandemia crean una mayor incertidumbre.

Por tanto, los inversores deben tener cuidado. Incluso después de algunas caídas bruscas, las empresas del sector sanitario con modelos de negocio que parecen rentables y más sostenibles podrían seguir teniendo valoraciones elevadas en relación con el crecimiento futuro, especialmente si se comparan con el universo tecnológico más amplio. Únicamente los inversores con una fuerte disciplina de valoración han conseguido evitar la importante corrección del mercado en el sector de la tecnología sanitaria que se ha producido desde finales de 2021.

La tecnología es un sector diverso con un potencial de crecimiento significativo a largo plazo. Adoptar una estrategia selectiva a largo plazo con un enfoque marcado en las valoraciones puede ayudar a evitar los peligros del “ciclo de sobreexpectación” y permitir identificar inversiones “más saludables”.

 

 

Tribuna de Alison Porter, responsable de la gestión conjunta de las estrategias Global Technology Leaders y Sustainable Future Technologies en Janus Henderson Investors.

 

 

Anotaciones:

(1) Rock Health Digital Health Venture Database, datos a 31 de marzo de 2022.

 

 

Solo para inversores profesionales y cualificados

Solo para uso fuera de US o con profesionales de US dando servicio a personas no US

Comunicación publicitaria

Queda prohibida la distribución posterior

 

 

Información importante:

 

Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros. La rentabilidad histórica no predice las rentabilidades futuras. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.
 

No todos los productos o servicios están disponibles en todas las jurisdicciones. El presente material o la información contenida en él podrían estar restringidos por ley y no podrán reproducirse ni mencionarse sin autorización expresa por escrito, ni utilizarse en ninguna jurisdicción o en circunstancias en que su uso resulte ilícito. Janus Henderson no es responsable de cualquier distribución ilícita del presente material a terceros, en parte o su totalidad. El contenido de este material no ha sido aprobado ni respaldado por ningún organismo regulador.
 
Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) en Europa, por Janus Henderson Investors International Limited (n.º de registro 3594615), Janus Henderson Investors UK Limited (n.º de registro 906355), Janus Henderson Fund Management UK Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848 en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier); (b) en EE. UU., por los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) en Canadá a través de Janus Henderson Investors US LLC solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) en Singapur, por Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) en Hong Kong , Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong; (f) en Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited, (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipéi 101 Tower, No. 7. Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001.  Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; (g) en Corea del Sur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited, exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) en Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) en Australia y Nueva Zelanda, Janus Henderson Investors (Australia) Limited (ABN 47 124 279 518) y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) en Oriente Medio, Janus Henderson Investors International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.

Fuera de EE. UU.: Para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable. Prohibida su visualización o distribución al público. Comunicación Publicitaria.

Janus Henderson, Knowledge Shared y Knowledge Labs son marcas comerciales de Janus Henderson Group plc o una de sus filiales. © Janus Henderson Group plc.

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Tecnología sanitaria: oportunidades interesantes, pero con precaución hacia la sobreexpectación

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AdvertisementEl aumento y el envejecimiento de la población ejerce una enorme presión sobre el sistema sanitario. Para 2050, Naciones Unidas estima que una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años, frente a una de cada 11 en 2019. No solo envejecen los beneficiarios de la asistencia sanitaria, sino también los proveedores. Más del 50% de los médicos en activo en EE. UU. y un tercio de las enfermeras tienen más de 50 años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2021 hubo un déficit de 7,2 millones de trabajadores sanitarios, y que esta cifra aumentará a 12,9 millones en 2035.

La Ley de Eroom (Ley de Moore escrita al revés) establece que existe una disminución exponencial en la productividad de los medicamentos aprobados por mil millones de dólares de gasto en investigación y desarrollo (I+D) desde 1950. En última instancia, las subidas de los costes se transfieren a los gobiernos y al consumidor en forma de aumentos en el precio de los medicamentos. Los centros de servicios de Medicare y Medicaid (CMS) de EE. UU. prevén que, para 2028, se gastará alrededor de una quinta parte del producto interno bruto estadounidense (PIB) en atención sanitaria, y se espera que los gastos en atención sanitaria alcancen casi los 7.000 millones de dólares para 2030 (gráfico 1).

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La tecnología está aliviando los retos a los que se enfrentan los sistemas sanitarios

El coste sanitario mundial está aumentando, impulsado por una combinación del envejecimiento de la población (véase el gráfico 2), como se ha mencionado anteriormente, y un aumento de las enfermedades crónicas con comorbilidades como la diabetes y la obesidad. Además, la escasez de mano de obra representa otro problema, ya que el crecimiento del personal sanitario es insuficiente para satisfacer el aumento de la demanda.

Las presiones sin precedentes a las que están sometidos los sistemas sanitarios de todo el mundo a causa de la COVID-19 han puesto de manifiesto estas debilidades. Pero la pandemia también puso de manifiesto el valor de muchas soluciones tecnológicas para la atención sanitaria y estimuló más innovaciones y casos de uso de la tecnología existente. Por ejemplo, las plataformas de I+D ayudaron al rápido desarrollo de vacunas, la telemedicina permitió a los médicos realizar consultas virtuales, mientras que las cirugías mínimamente invasivas asistidas por robots redujeron los tiempos de hospitalización.

En adelante, a medida que los sistemas de atención médica cambien su enfoque a una atención basada en el valor y no en el volumen, los datos digitales y los análisis serán cruciales para reducir los costes, aumentar la productividad y mejorar los resultados de los pacientes.

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Creemos que la tecnología es la ciencia de resolver problemas. Se trata de abordar no solo el problema de la oferta sanitaria, sino también el aumento del coste de esta, y mejorar el acceso a una asistencia sanitaria de calidad. Esto concuerda con el Objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 3 de las Naciones Unidas, que consiste en garantizar una vida sana y promover el bienestar para todas y todos en todas las edades.

No hay una única definición de empresa de tecnología sanitaria

Por lo general, las tecnologías de atención sanitaria tienen como objetivo reducir los costes médicos, aumentar la productividad de sus proveedores y mejorar los resultados en la atención sanitaria. Por lo tanto, este ámbito resulta atractivo para los inversores, ya que ofrece la posibilidad de generar rendimientos y, al mismo tiempo, tener un impacto social positivo, dado que las empresas se esfuerzan por estar en el lado correcto de la política y la normativa gubernamental.

Existe una amplia variedad de empresas dentro de las áreas de telemedicina, registros electrónicos de atención sanitaria, diabetes y cirugía robótica, y la lista se está expandiendo. En comparación con otros sectores, existen algunos retos específicos cuando se trata de vender nuevas tecnologías al sector sanitario. Entre ellos se encuentran la necesidad de aprobaciones normativas, el cumplimiento de la legislación específica sobre datos sanitarios y una vía de reembolso para las entidades que pagan por los servicios administrados (p. ej.: empleadores, gobiernos y aseguradoras de salud). Incluso cuando se cumplen estos criterios, los proveedores de servicios sanitarios, los hospitales y los pacientes pueden ser reacios a adoptar nuevas tecnologías.

Interés sin precedentes de los inversores debido a la pandemia y al aumento de la inversión temática

En EE. UU., tras un crecimiento anual constante de las operaciones e inversiones de capital riesgo de atención sanitaria digital desde 2010, el crecimiento se aplanó en 2018 y 2019 a alrededor de 8.000 millones de dólares por año. Sin embargo, la pandemia provocó un cambio de marea, con un salto en la inversión de 15.000 millones de dólares en 2020 y un aumento cercano a los 29.000 millones de dólares en 2021 (1). Este entusiasmo se extendió también a los mercados públicos. Tras un 2017 y un 2018 estériles, en 2019 salieron a bolsa cinco nuevos títulos sanitarios.

La fuerte demanda de inversores durante 2020 y 2021 vio la salida de 14 nuevas empresas a bolsa y la formación de 17 sociedades de adquisición con fines específicos (SPAC). Numerosos fondos temáticos de salud digital y fondos cotizados (ETFs) surgieron como compradores de estas nuevas acciones, muchas de las cuales a menudo no eran rentables. El entusiasmo de los inversores se ha hecho evidente en la fuerte actividad de fusiones y adquisiciones. El proveedor de la plataforma de telemedicina Teladoc adquirió la empresa de gestión de diabetes Livongo por alrededor de 18.500 millones de dólares en 2020, mientras que, más recientemente, Oracle anunció su intención de comprar el proveedor de registros sanitarios digitales Cerner por unos 28.000 millones de dólares.

Un ámbito altamente competitivo

La pandemia volvió a centrar la atención de los inversores en el sector, lo que potenció niveles significativos de inversión privada y pública, como se ha explicado anteriormente.

El fuerte aumento de la inversión y la actividad del mercado indicó que las expectativas de los inversores en el ámbito de la atención sanitaria y respecto a ciertas empresas estaban potencialmente abultadas y que el “ciclo de sobre expectación” había alcanzado su punto máximo. Profundizando, parecía que las barreras de entrada habían disminuido en algunas áreas; por ejemplo, los reguladores estadounidenses relajaron las reglas de reembolso para las consultas virtuales, lo que redujo la necesidad de los médicos de usar plataformas de telemedicina específicas. Niveles significativos de inversión en el sector han aumentado la competencia por las acciones cotizadas en este ámbito, mientras que las nuevas ofertas de atención sanitaria de las empresas tecnológicas más tradicionales también han aumentado la intensidad competitiva.

Por ejemplo, en Estados Unidos, Amazon introdujo recetas con descuento (Prime Rx) y amplió su oferta de atención virtual (Amazon Care), algo aparentemente disruptivo para la industria farmacéutica. A las empresas que no eran rentables, incluso con la oleada orgánica y libre de nuevos clientes durante los cierres de la pandemia, les resultaría aún más difícil lograr beneficios en un futuro más competitivo tras la reapertura económica. Los numerosos equipos de gestión que se centraron en el crecimiento y en establecer objetivos de equilibrio a largo plazo probablemente vieron el precio de las acciones de su empresa peligrar en un entorno de mercado más sensible a las valoraciones.

Se justifica la cautela 

El alejamiento de los valores growth que comenzó el año pasado ha provocado fuertes movimientos de precios en el sector tecnológico en general, incluidos los nombres más populares. Como respuesta, algunas empresas tecnológicas de alto nivel han cambiado su enfoque, con el objetivo de garantizar que el crecimiento futuro se equilibre con la rentabilidad y la generación de flujo de caja. Esto puede resultar más difícil para las empresas de tecnología sanitaria, sobre todo en subsectores altamente competitivos sobre los que se cierne la amenaza de que las grandes plataformas tecnológicas perturben el espacio. Además, las dificultades para prever los ingresos y el crecimiento tras la pandemia crean una mayor incertidumbre.

Por tanto, los inversores deben tener cuidado. Incluso después de algunas caídas bruscas, las empresas del sector sanitario con modelos de negocio que parecen rentables y más sostenibles podrían seguir teniendo valoraciones elevadas en relación con el crecimiento futuro, especialmente si se comparan con el universo tecnológico más amplio. Únicamente los inversores con una fuerte disciplina de valoración han conseguido evitar la importante corrección del mercado en el sector de la tecnología sanitaria que se ha producido desde finales de 2021.

La tecnología es un sector diverso con un potencial de crecimiento significativo a largo plazo. Adoptar una estrategia selectiva a largo plazo con un enfoque marcado en las valoraciones puede ayudar a evitar los peligros del “ciclo de sobreexpectación” y permitir identificar inversiones “más saludables”.

 

 

Tribuna de Alison Porter, responsable de la gestión conjunta de las estrategias Global Technology Leaders y Sustainable Future Technologies en Janus Henderson Investors.

 

 

Anotaciones:

(1) Rock Health Digital Health Venture Database, datos a 31 de marzo de 2022.

 

 

Solo para inversores profesionales y cualificados

Solo para uso fuera de US o con profesionales de US dando servicio a personas no US

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Queda prohibida la distribución posterior

 

 

Información importante:

 

Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros. La rentabilidad histórica no predice las rentabilidades futuras. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.
 

No todos los productos o servicios están disponibles en todas las jurisdicciones. El presente material o la información contenida en él podrían estar restringidos por ley y no podrán reproducirse ni mencionarse sin autorización expresa por escrito, ni utilizarse en ninguna jurisdicción o en circunstancias en que su uso resulte ilícito. Janus Henderson no es responsable de cualquier distribución ilícita del presente material a terceros, en parte o su totalidad. El contenido de este material no ha sido aprobado ni respaldado por ningún organismo regulador.
 
Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) en Europa, por Janus Henderson Investors International Limited (n.º de registro 3594615), Janus Henderson Investors UK Limited (n.º de registro 906355), Janus Henderson Fund Management UK Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848 en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier); (b) en EE. UU., por los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc; (c) en Canadá a través de Janus Henderson Investors US LLC solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones; (d) en Singapur, por Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N). Este anuncio o publicación no ha sido revisado por la Autoridad Monetaria de Singapur; (e) en Hong Kong , Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. Este material no ha sido revisado por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong; (f) en Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited, (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipéi 101 Tower, No. 7. Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001.  Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera; (g) en Corea del Sur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited, exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos); (h) en Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II; (i) en Australia y Nueva Zelanda, Janus Henderson Investors (Australia) Limited (ABN 47 124 279 518) y sus entidades relacionadas, incluida Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 531, AFSL 444266) y Janus Henderson Investors (Australia) Funds Management Limited (ABN 43 164 177 244, AFSL 444268); (j) en Oriente Medio, Janus Henderson Investors International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para
mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.

Fuera de EE. UU.: Para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable. Prohibida su visualización o distribución al público. Comunicación Publicitaria.

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¿Ha capitulado el inversor minorista?

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El inversor retail, pequeño inversor o inversor minorista, entendido como el que opera con volúmenes bajos y que no corresponde a cuentas institucionales, suele tener unas pautas de comportamiento muy diferentes a las del resto del mercado. El año 2022 está siendo una muestra evidente de cómo la psicología del pequeño inversor va por libre.

«El folclore del mercado afirma que el mejor momento para comprar acciones es cuando los pequeños inversores son bajistas y que el mejor momento para vender es cuando los pequeños inversores son alcistas». Esta vieja frase, con décadas de antigüedad y que es puro behavioral finance, va totalmente en contra de la teoría del mercado eficiente desarrollada por el Premio Nobel de Economía Eugene Fama. A menudo funciona. ¿Y actualmente? ¿Están bajistas los pequeños inversores? ¿Les afectan las caídas de este año y las malas perspectivas económicas para estar más negativos?

La realidad es que el pequeño inversor todavía no ha capitulado, bien sea porque acumulaba grandes beneficios de años anteriores o porque la salud económica media de las familias es mucho mejor que a las puertas de crisis anteriores. El caso es que el pequeño inversor todavía no ha vendido sus posiciones ni ha mostrado desesperación o miedo. Por regla general, los mercados bajistas no hacen suelo hasta que el inversor retail capitula y es importante señalar que esto todavía no se ha visto. De hecho, aún se muestran confiados con entradas de flujos en renta variable. En otras ocasiones, el pequeño inversor ha empezado a vender cuando la economía flojeaba o se producía un evento muy negativo e inesperado, pero de momento, mientras la economía siga razonablemente fuerte, es de esperar que no se vea forzado a capitular.

Si nos centramos en la renta variable estadounidense, que es donde hoy en día mayor importancia tiene el inversor minorista, teniendo en cuenta el seguimiento de los flujos de pequeños inversores a través de compras directas de acciones, opciones sobre acciones y ETFs de renta variable, se observan muy pocas pruebas de que haya claudicado. De momento, el inversor minorista solo ha vendido unos 10.000 millones de dólares en acciones, lo que supone solo el 4% de lo que compró desde el COVID. Incluso, si normalizamos los datos al ritmo de compras anterior a la pandemia (pues estas se aceleraron durante la pandemia), la venta no alcanza el 10% de las compras realizadas. Nótese que tan solo se trata de ventas de acciones, especialmente de valores de los sectores de tecnología y salud, porque en lo que a ETFs se refiere, se siguen comprando de forma neta.

Para poner estos datos en contexto, es interesante compararlos con lo ocurrido en diciembre de 2018. En ese momento, el inversor retail capituló a final de año, cuando el S&P 500 entró en terreno negativo, y se vendieron 25.000 millones de dólares a lo largo de tres semanas. Esto se tradujo en ventas por el 35% de las compras que se habían realizado en los dos años anteriores, lo que nos demuestra que el minorista no tiene por qué vender toda su cartera, pero sí una parte proporcional mucho más alta de la que ha vendido hasta ahora. Esa observación podría ser un indicador útil para el período actual; es decir, los pequeños inversores no necesitan vender todo lo que compraron desde la aparición del coronavirus. No obstante, para hablar de que el mercado ha tocado suelo, deberíamos ver al menos un flujo de venta por parte del inversor minorista tres veces superior a lo que hemos visto hasta ahora.

Puede que esta capitulación de los pequeños inversores tarde más tiempo en llegar, ya que no hay un catalizador fuerte que les obligue a vender, aunque sí que tienen pérdidas con respecto a las compras que hicieron últimamente, al tiempo que las criptodivisas están sufriendo y esto podría provocar un efecto dominó en los flujos de los minoristas. Con todo, lo más razonable es pensar que la verdadera venta se irá produciendo a medida que la economía se ralentice y la inflación se mantenga alta, por lo que esta vez estará mucho más repartida en el tiempo. Este año habrá que armarse de paciencia.

Miguel Ángel Rico, Portfolio Manager en España de Creand Asset Management (Gesalcalá, SGIIC, SAU)

Guía de estrategias ESG para inversores en bonos municipales

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Los inversores en bonos municipales quieren aplicar cada vez más consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) a sus carteras. Pero, dado el amplio espectro de enfoques, saber por dónde empezar puede ser un reto. Hemos identificado tres estrategias clave para incorporar las consideraciones ESG a la inversión en bonos municipales, cada una de ellas con un enfoque distinto que atrae a diferentes objetivos de los inversores. A continuación, ofrecemos una guía para el inversor sobre la integración, la selección y la inversión de impacto en materia de ESG.

Integración: Medición de factores ESG en las carteras municipales

La integración ESG es el proceso de incorporar factores ESG en una cartera para medir su riesgo y su potencial de rendimiento con mayor precisión. Es un tema familiar en las carteras de renta variable y de bonos imponibles, pero todavía está evolucionando en el mercado municipal, donde los emisores superan en número a los emisores corporativos con grado de inversión de EE.UU. en una proporción de 4 a 1.

¿Por qué hacerlo? Porque los factores ESG pueden tener -y a menudo tienen- un impacto directo en los resultados de un emisor. De hecho, las infracciones relacionadas con los factores ESG pueden dar lugar a rebajas de la calificación, demandas judiciales y cargas financieras inminentes. Por el contrario, los emisores que obtienen una alta puntuación en las medidas ESG pueden representar un valor excepcional, ya que las fortalezas y debilidades relativas pueden no ser evidentes sin una lente ESG.

Los gestores que puedan discernir entre los rezagados y los líderes en ESG tendrán una ventaja en el mercado municipal, que por lo general aún no hace tales distinciones. Esto hace que la integración del ESG sea adecuada para todos los inversores en el mercado municipal. Desde las de corta a las de larga duración, desde las nacionales a las específicas de cada estado y desde las de alto grado a las de alto rendimiento, todas las estrategias de inversión municipal pueden beneficiarse de este escrutinio adicional.

Para eliminar a los posibles rezagados, los gestores deben plantearse preguntas difíciles. ¿Es segura el agua potable de esa ciudad (E)? ¿Cuál es la tasa de graduación de la escuela secundaria de la ciudad (S)? ¿Cuál es la intensidad de la parálisis política del gobierno local (G)? Estamos a favor de un modelo de puntuación, aplicado de forma coherente en todos los emisores, que califica los atributos en una escala de 1 a 10. Estas métricas se reducen a una puntuación final de ESG, que nos ayuda a discernir entre las emisiones de bonos infravaloradas y las inversiones potenciales cuyos riesgos ESG exagerados justifican un mayor rendimiento (Figura 1).

ESG Integration Compares Metrics Across Munis

La selección: Personalización según las preferencias del inversor

Algunos inversionistas municipales pueden querer aplicar la selección ESG para evitar emisores específicos basados en consideraciones y valores personales. Por ejemplo, algunos evitan las empresas de servicios públicos que dependen en gran medida del carbón para la generación de energía o los sistemas de salud con mala reputación; otros pueden dar prioridad a la calidad del aire, la equidad de ingresos o el empoderamiento de la mujer. Una estrategia de selección municipal puede personalizar las carteras en función de lo que más les importa a los inversores (Figura 2).

Examples of ESG Muni Screening, Which Is More Personalized

Al igual que en el caso de la integración, la selección ESG de bonos municipales comienza con el amplio universo de bonos municipales de 4 billones de dólares. Pero después de aplicar los criterios ESG, los gestores pueden eliminar los emisores con menor puntuación dentro de los temas seleccionados por el inversor.

Dada la amplitud del mercado de bonos municipales, este tipo de selección no es fácil. Pocos gestores han asumido el gran compromiso tecnológico necesario para recopilar los datos y filtrar las carteras en función de las consideraciones ESG deseadas por el cliente sin degradar otros factores clave de la cartera, como la calidad y el rendimiento (Figura 3). Pero para un gestor de bonos que esté debidamente equipado, el cribado y los enfoques más adecuados pueden ser otra muesca en el cinturón de herramientas de personalización.

Measuring ESG Doesn’t Have to Cost You

Impacto: mejorar los resultados de las comunidades desatendidas

La inversión de impacto apoya intencionadamente el progreso social y medioambiental centrándose en programas o proyectos con un propósito y unos resultados específicos. En este sentido, la inversión de impacto municipal puede aportar mejoras positivas a comunidades históricamente desatendidas. Por ello, es una opción natural para los inversores municipales que desean marcar una diferencia mensurable en el tratamiento de las desigualdades socioeconómicas.

La inversión de impacto municipal puede dirigirse a muchos objetivos importantes relacionados con los ESG, que van desde la mejora del suministro de agua y el transporte público hasta la eficiencia energética y el desarrollo económico. La Autoridad de Alcantarillado de Búfalo, por ejemplo, emitió un bono de 50 millones de dólares para financiar infraestructuras verdes y reducir la escorrentía de aguas residuales no tratadas en las vías fluviales cercanas. Asimismo, la medida de bonos KK de la ciudad de Oakland financia inversiones específicas en carreteras y otras infraestructuras en los barrios que más lo necesitan, junto con viviendas asequibles.

La mejora del acceso a la educación y la sanidad son también áreas de interés frecuente. Por ejemplo, la Universidad Gallaudet, la única universidad de artes liberales del mundo dedicada a los estudiantes sordos, con problemas de audición y sordociegos, emitió un bono de 40 millones de dólares para financiar mejoras en las instalaciones para optimizar aún más su entorno educativo. No muy lejos, el bono del Sistema de Salud de la Universidad de Virginia Occidental ayudará a pagar la ampliación de la asistencia a los residentes más vulnerables y en riesgo del estado, como los adolescentes adictos a los opioides o los adultos mayores que viven en zonas montañosas y rurales remotas.

Los resultados son tan importantes como la intencionalidad. Los inversores de impacto deben medir cómo se utiliza la recaudación de cada bono para alcanzar objetivos medioambientales o sociales, muchos de los cuales suelen coincidir. Los resultados que nos indican si el proyecto tiene éxito se miden de forma diferente según el sector o los temas ESG (Figura 4).

Tracking Muni Impact: Success Looks Different Across Focus Areas

La elección de un enfoque ESG para activos municipales depende de los objetivos del inversor

A medida que el ESG se convierte en una parte más importante de la inversión municipal, es importante discernir entre los muchos enfoques antes de lanzarse. El mercado municipal es muy amplio, y los bonos municipales -así como los emisores- ofrecen diferentes riesgos y recompensas en materia de ESG. Los inversores municipales que consideren cómo el ESG añade valor a sus carteras deben estudiar todas sus opciones en todo el espectro para saber qué estrategia se alinea mejor con lo que esperan conseguir.

Tribuna de Erin Bigley, senior investment strategist del equipo de Renta Fija de AB; Marc Uy, vicepresidente y gestor de carteras de los productos de impacto municipal de AB; Gavin Romm, vicepresidente senior y jefe de Soluciones SMA de Renta Fija de AB, y Larry Bellinger, vicepresidente sénior y director del Grupo de Investigación de Créditos Municipales en AllianceBernstein.

Nubarrones sobre el crecimiento económico de Mexico

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Nuevamente el crecimiento de la economía mexicana se tornará más débil. La solicitud realizada por Estados Unidos y Canadá de consultas para resolver controversias respecto a la política energética va a reducir el dinamismo de la inversión, de la producción y generación de empleo.

Tratando de poner en palabras muy sencillas, la solicitud se fundamenta en que el T-MEC establece que las empresas de los países socios deberán recibir el mismo tratamiento que las empresas nacionales. Ellos consideran que en materia energética no se está cumpliendo la regla, que existe un tratamiento diferenciado a favor de CFE y Pemex, por ejemplo, que energía eléctrica se despacha primero, permisos de importación de gasolina, etc. Existe también el riesgo que la Unión Europea, con quienes tenemos un Tratado de Libre Comercio, realice otra solicitud de controversia con el mismo fundamento, sobre todo en un escenario de recesión en la mayoría de sus países.

Las consultas deberán de iniciar al mes de haberse solicitado y durarán mes y medio las pláticas entre las partes. Lo más probable es que no se llegará a ningún acuerdo. A inicios de octubre se pedirá la creación de un panel para que resuelva sobre el tema, el cual iniciará el estudio de las reclamaciones en noviembre y tendrá su resolución en mayo o junio de 2023.

Dado estos calendarios, el tema se va a politizar por todas las partes. Este noviembre habrá elecciones para el Congreso de los Estados Unidos y a mitades de 2023 elecciones de gobernador en Coahuila y Estado de México, por lo que ambos mandatarios tienen incentivos para aprovechar el tema con sus electores y alargar la resolución lo más posible.

La incertidumbre imperará hasta la mitad de 2023. Si el panel determina que México trata igual a las empresas extranjeras que a CFE y Pemex entonces no habrá consecuencias comerciales. Si concluyen que el trato a CFE y Pemex es más favorable que a las empresas de los países socios, entonces estos podrán establecer sanciones comerciales para resarcirse del daño y el panel establecerá su magnitud.

Si Estados Unidos y Canadá tienen la razón, impondrán aranceles a las exportaciones de México, se materializará las amenazas que alguna vez realizó el expresidente Trump. No sabemos a qué productos, pero seguramente a los que más exportamos, como son la industria automotriz, cerveza, productos agrícolas.

Esta incertidumbre afectará a las inversiones. El anuncio que se hizo en Washington respecto a inversiones de 40 mil millones de dólares de empresas de ese país en el sector energético, seguro se pospondrán por ser el sector materia de la controversia. Los proyectos en la industria automotriz también se desacelerarán porque es un sector que puede ser afectado con las sanciones comerciales y ninguna planta se establece
para cubrir exclusivamente el mercado nacional. También disminuirá el dinamismo de las inversiones en otras actividades orientadas a la exportación, ante la incertidumbre de la aplicación de aranceles, su magnitud y duración.

Por el riesgo que existe de la imposición de aranceles a las exportaciones de México, estamos perdiendo la oportunidad de atraer a las empresas que están saliendo de Asia. Menor inversión significa dejar de ampliar la planta productiva, crecer el PIB a menor tasa y generar menos empleos. Continuarán los años difíciles para la economía mexicana, en un contexto de elevada inflación y recesión.

Columna de Francisco Padilla Catalán

Estrategia long/short de retorno absoluto en renta fija, con Bluebay AM

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El entorno actual de subidas de tipos de interés, tras el largo periodo de tipos ultrabajos, exige un posicionamiento diferente al invertir en renta fija. Aunque tipos de interés y cotizaciones de los activos de renta fija se mueven en direcciones opuestas, un enfoque de inversión a largo plazo puede beneficiarse del aumento de los cupones pagados por las emisiones, como consecuencia de la subida de tipos.

También adecuadas para el entorno actual, las estrategias de retorno absoluto aplicadas a la renta fija invierten en una amplia variedad de activos globales de renta fija de forma flexible y dinámica con el objetivo de generar rentabilidades positivas por encima de un índice de referencia de efectivo en lugar de un índice de referencia tradicional del mercado de renta fija.

En la categoría VDOS de Retorno Absoluto, uno de los fondos más rentables en el año es Blue Bay Funds – Bluebay Investment Grade Absolute Return Bond, con una revalorización del 7,46% en su clase S en dólares estadounidenses.

Es un fondo gestionado activamente que se propone obtener un mayor rendimiento que su índice de referencia, el ICE BofA Merrill Lynch Euro Currency 3-Month Deposit Offered Rate Constant Maturity Index, invirtiendo en una cartera de valores de renta fija con calificación de grado de inversión, tomando en consideración los factores ASG. No hay restricciones en cuanto al porcentaje en que la cartera y el rendimiento del fondo pueden desviarse de los del índice de referencia. Como parte del proceso de inversión, el gestor de inversiones tiene plena discreción sobre la composición de su cartera, pudiendo tomar exposición a empresas, países o sectores no incluidos en el índice de referencia.

La estrategia de inversión de Blue Bay Funds – Bluebay Investment Grade Absolute Return Bond utiliza una combinación de tipos de interés, divisas, emisiones de deuda soberana y corporativa, con una combinación de enfoques de arriba hacia abajo (top-down) y de abajo hacia arriba (bottom-up), usando una estrategia largo/corto (long/short) para generar un rendimiento objetivo del 3% en efectivo a tres meses.

El equipo gestor está integrado por Mark Dowding, Andrzej Skibo, Thomas Moulds y Marc Stacey. Marc Dowding es socio, director de Inversiones y miembro de la Junta Directiva de BlueBay. Cuenta con más de 27 años de experiencia en inversiones como inversor macro de renta fija y ha sido gestor senior de carteras en BlueBay desde que se incorporó en agosto de 2010. Acostumbrado a gestionar riesgos macro, Mark persigue activamente un diálogo abierto con los responsables políticos y los formadores de opinión, en la creencia de que el análisis propietario es clave para obtener información, con el fin de generar fuertes retornos de inversión. Antes de unirse a BlueBay, Mark fue jefe de Renta Fija para Europa de Deutsche Asset Management, un cargo que anteriormente ocupó en Invesco. Comenzó su carrera como gestor de carteras de renta fija en Morgan Grenfell en 1993. Marc tiene una licenciatura (con honores) en Economía por la Universidad de Warwick.

El equipo de inversión cubre todas sus estrategias de renta fija, construidas en torno a un solo proceso de inversión. A través de su plataforma de inversión única, análisis macro, crediticio y ASG propietario se unen para identificar oportunidades largas y cortas en un universo de decisiones de inversión que llaman ‘fuentes alfa’. En estas decisiones de fuentes de alfa interviene su equipo de experimentados especialistas en inversiones de alta calidad, apoyándose en su análisis forense propietario, que implica la evaluación por fundamentales, valoraciones, análisis técnico y ASG. El análisis da como resultado una puntuación de convicción, que luego se utiliza para alimentar el diseño de la cartera en la etapa de ‘construcción de la cartera’.

Cada estrategia corresponde a uno de estos diseños, que articula un universo de referencia/inversión, objetivo alfa, fuentes alfa y restricciones. Este diseño de producto esencialmente les dice a los gestores de carteras cómo usar las fuentes alfa para construir la cartera de una manera que logre el objetivo del fondo en términos de rendimiento superior, con un nivel dado de volatilidad.

Como parte del proceso es importante entender que tienen una herencia en la gestión de estrategias absolutas y referenciadas a un índice, lo que significa una mentalidad de inversión larga/corta (long/short) con preservación del capital subyacente. Su tecnología y su marco de gestión de riesgos, ambos propietarios, son fundamentales para su enfoque y esenciales para lograr los resultados esperados. Así pues, su éxito se basa en una buena toma de decisiones, combinada con un proceso de inversión estructurado y disciplinado que garantiza que se tomen tantas buenas decisiones en las carteras como sea posible, al tiempo que controlan el riesgo.

La naturaleza de este fondo es que trata de generar el rendimiento a partir de una combinación de decisiones de arriba hacia abajo (top-down), así como de abajo hacia arriba (bottom-up), por lo que, en términos de riesgo, las posiciones de mayor riesgo a menudo no corresponden con las mayores posiciones por emisor. A finales de marzo, por ejemplo, las posiciones de mayor riesgo incluían una posición larga de Europa frente a una posición corta de duración en el Reino Unido y una posición corta en el yen japonés, así como una posición corta en libras esterlinas. Parte del diseño del producto es garantizar que haya una serie de posiciones de riesgo no correlacionadas en la cartera en lugar de depender solo de una cartera de emisores para el riesgo de crédito.

Las mayores posiciones largas por duración de spread corresponden a emisiones de bonos del Gobierno de Rumanía, del Gobierno de México y de Charter Communications Operating LLC, mientras que entre las mayores posiciones cortas encontramos Eastman Chemical Co, Eni SpA y Avnet. En cuanto a la contribución por sectores por duración de spread, respecto al índice (años), los mayores pesos son en emisiones soberanas (0,98%), de bancos (0,57%), de automóviles y repuestos (0,11%), de salud (0,09%) y de viajes y ocio (0,08%).

Por rentabilidad, la clase S en dólares de Blue Bay Funds – Bluebay Investment Grade Absolute Return Bond se posiciona entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2018 y 2022, batiendo al índice de su categoría durante 2019 y 2021. A tres años, su controlado dato de volatilidad es del 6,53% y del 7,02% en el último año, posicionándose en el primero de estos periodos en el segundo mejor grupo (quintil 4) de su categoría VDOS de Retorno Absoluto por este concepto. También a un año, su ratio Sharpe es de 1,99 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 7,42%. La suscripción de la clase S en dólares aplica a sus partícipes una comisión fija de hasta el 2%.

La clase S en dólares es elegible como clase limpia; para inversores retail, profesional y contraparte elegible; para asesoramiento independiente retail, profesional y contraparte elegible y para asesoramiento no independiente con acuerdo de honorarios, profesional y contraparte elegible. También para RTO con acuerdo de honorarios retail, profesional y contraparte elegible, así como para DPM retail, profesional y contraparte elegible.

Una postura de cautela

El camino para los mercados sigue siendo incierto. Como tal, el equipo gestor cree que se debe tomar una postura de inversión cautelosa con un riesgo direccional limitado. En cambio, entienden que el enfoque está por ahora en el valor relativo y la gestión táctica de la volatilidad, mientras esperan a que las valoraciones erróneas, que inevitablemente vienen con episodios de volatilidad en los mercados, se reajusten.

El mercado está lidiando con preocupaciones respecto al crecimiento económico, como resultado del aumento del coste de vida y el agresivo endurecimiento de la política señalado por los bancos centrales. Otras preocupaciones incluyen Rusia/Ucrania, la política de ‘cero COVID’ de China, las presiones salariales y los efectos de segunda ronda de la inflación.

Los bancos centrales no tienen más remedio que lidiar con la inflación, pero los mercados ya están descontando gran parte de la nueva política monetaria y las condiciones financieras se han endurecido significativamente. Por ahora, ven una recesión en Estados Unidos más como un escenario de riesgo que como una visión central. Con esto en mente, creen que el precio de los bonos del Tesoro de Estados Unidos descuenta suficientes alzas de tipos por ahora y, de hecho, es muy probable que la próxima oportunidad esté en las posiciones largas.

El BCE tiene un trabajo difícil, dada su necesidad de subir los tipos en una etapa en que el crecimiento se desacelera. No esperan ver las subidas de tipos ya descontadas por el mercado durante los próximos 18 meses, por lo que están dispuestos, cuando corresponda, a tomar una posición larga en duración europea frente a una posición corta de tipos del Reino Unido, donde la política del Banco de Inglaterra parece arriesgada, lo que bien podría significar que necesiten ponerse al día en términos de subidas de tipos.

En el crédito soberano europeo, los diferenciales siguen siendo vulnerables a la reducción de estímulos, pero el comentario del BCE sobre una herramienta de fragmentación al menos ha puesto un límite a los diferenciales.

Las valoraciones de los bonos corporativos parecen más atractivas después de que la reciente debilidad empujara los diferenciales a niveles vistos por última vez a mediados de 2020. Los temores de recesión hacen que sea difícil retroceder estratégicamente en cuanto al riesgo en largo como inversores de crédito, pero los balances generalmente están en buena forma y la recesión sigue estando suficientemente lejos como para poder invertir en esta etapa.

Por su excelente evolución por rentabilidad, respecto a su volatilidad, en el último periodo de tres años, Blue Bay Funds – Bluebay Investment Grade Absolute Return Bond obtiene la calificación cinco estrellas de VDOS.

Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS