¿Trump cambió su sentir sobre las relaciones entre China y los EE.UU.?

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¿Trump cambió su sentir sobre las relaciones entre China y los EE.UU.?
Foto: G20. Has Trump Re-set U.S.-China Relations?

Después de su reunión del G-20 con Xi Jinping, Donald Trump fue mucho más allá de la tregua comercial que esperaba, ya que minimizó las tensiones de seguridad nacional entre los EE. UU. y China al describir la relación bilateral como la de con uno de su «socios estratégicos».

Con esa caracterización de la relación y su aparente decisión de levantar la reciente prohibición de su administración a la venta de tecnología estadounidense a Huawei, Trump lanzó a su equipo de seguridad nacional debajo del autobús.

Volviendo a sus raíces transaccionales, Trump favoreció la venta de más productos a China en lugar de los intentos de sus asesores por restringir el auge de esa nación (y de su compañía de telecomunicaciones líder). Si el presidente sigue con este enfoque, que no es seguro, sería positivo para el futuro de la relación bilateral y para la salud a corto plazo del consumidor y el sentimiento corporativo de China.

Socios en lugar de adversarios

En un artículo en nuestro sitio web el mes pasado, escribí que «Mucho más que el comercio estará sobre la mesa cuando los dos líderes se reúnan… En resumen, [Trump y Xi] tendrán que estar de acuerdo en que la creciente competencia entre las dos naciones no tiene que ser un juego de suma cero, y que la cooperación y las concesiones, en lugar de la confrontación, son lo que hará que ambas partes estén mejor».

En sus comentarios después de reunirse con Xi en Osaka, Trump parece haber optado por el compromiso en lugar de la confrontación. Cuando un periodista de Caixin, una revista financiera china, preguntó si los dos países debían considerarse mutuamente socios estratégicos, competidores o enemigos, Trump respondió: «Creo que vamos a ser socios estratégicos. Creo que podemos ayudarnos unos a otros».

Eso fue, por el momento al menos, un rechazo rotundo del enfoque más adverso de «competidor estratégico» que el equipo de seguridad nacional del presidente ha estado defendiendo.

La perspectiva de Trump fue evidente en sus comentarios sobre dos temas polémicos: Huawei, líder mundial en tecnología 5G y en ventas de teléfonos móviles; y el estado de los estudiantes chinos en los Estados Unidos.

«Los estamos dejando vender a Huawei»

La administración de Trump recientemente colocó a Huawei en una «lista de entidades», lo que limita la capacidad de la compañía para comprar tecnología de EE. UU. pero en la conferencia de prensa del sábado, Trump dijo que revertiría esa restricción. «Las empresas estadounidenses pueden vender sus equipos a Huawei. Estoy hablando de equipos donde no existe un gran problema de emergencia nacional. Pero las empresas estadounidenses pueden vender sus equipos. Así que tenemos muchas grandes compañías en Silicon Valley y con sede en diferentes partes del país, que hacen equipos extremadamente complejos. Los estamos dejando vender a Huawei», señaló.

Los detalles de esta decisión no están claros, pero Trump sugirió que podría eliminar a Huawei de la «lista de entidades». «Estamos hablando de eso», dijo. «Tenemos una reunión sobre eso mañana o el martes».

Trump luego planteó el caso de otra compañía de telecomunicaciones china que había sido sancionada brevemente por su administración. «Saqué a ZTE, si te acuerdas. Yo fui el que lo hice. Eso fue un trato personal. Y luego el presidente Xi me llamó y me pidió un favor personal, que considero muy importante. . . Y nos pagaron 1.200 millones de dólares».

Los comentarios del presidente parecen socavar las declaraciones anteriores de su gobierno de que Huawei representa una amenaza para la seguridad nacional y que se debe negar el acceso a la tecnología estadounidense, y también se debe impedir que vendan equipos de redes 5G a los aliados de EE. UU.

«Queremos que vengan estudiantes chinos»

El director del FBI sugirió recientemente que muchos estudiantes chinos en los EE. UU. Son espías, y el Departamento de Estado ha dificultado el que los ciudadanos chinos obtengan visas de estudiante, pero Trump adoptó una actitud diferente en su conferencia de prensa de Osaka. Al parecer, Xi planteó este problema ante el presidente, quien dijo a los periodistas: «Alguien estaba diciendo que era más difícil para un estudiante chino entrar. Y eso es algo si lo fuera, [sic] alguien lo vio de esa manera, pero yo no. Queremos que los estudiantes chinos vengan y usen nuestras grandes escuelas, nuestras grandes universidades. Han sido grandes estudiantes y tremendos activos. Pero nosotros si lo discutimos. Se mencionó como un punto, y dije que será como cualquier otra persona, como cualquier otra nación».

«Un líder brillante y un hombre brillante»

Trump, quien a menudo se muestra reacio a elogiar a los que están en la mesa de negociaciones, llamó a Xi «un líder brillante y un hombre brillante». Trump agregó, sin explicación, que Xi es quizás el mejor líder chino «en los últimos 200 años». En la misma conferencia de prensa, Trump describió a Xi como «fuerte» y «duro»… pero el es bueno… Tengo una relación tremenda con el presidente Xi «.

Negociaciones comerciales «de vuelta a la pista»

En su conferencia de prensa del G-20, Trump describió las conversaciones comerciales bilaterales como «justo en el buen camino». No levantó los aranceles ya vigentes para los productos chinos, pero pospuso los aranceles adicionales que había amenazado con imponer.

Tomando el mismo enfoque transaccional que con Huawei, Trump dijo a los reporteros: «China acordó que, durante la negociación, comenzarán a comprar grandes cantidades de productos agrícolas a nuestros grandes agricultores». Señalizando, tal vez, un vínculo en su mente entre la conclusión de un acuerdo comercial y sus perspectivas de reelección, el presidente dijo: «(Pero) al final, los agricultores serán el mayor beneficiario. Pero he compensado el hecho de que China estaba, ya sabes, apuntando a nuestros agricultores… Los agricultores no podrían estar más felices».

Al día siguiente, en Corea del Sur, Trump agregó otra nota optimista sobre un acuerdo comercial:“El presidente Xi y yo tuvimos una reunión fantástica. Fue una gran reunión. Nos llevamos bien. También tenemos una muy, muy buena relación. Y él quiere que algo suceda y yo también. Y creo que hay muchas posibilidades de que eso suceda «.

Cautelosamente optimista

Sigo siendo optimista sobre las perspectivas de un acuerdo comercial en el futuro cercano, porque Trump parece reconocer que una guerra comercial con China dañaría la economía de los Estados Unidos y los mercados de acciones, y por lo tanto sus perspectivas de reelección.

Todo indica que Xi también sigue queriendo llegar a un acuerdo. Si bien los aranceles no son un gran problema, ya que China ya no es una economía liderada por las exportaciones, el fracaso para concluir un acuerdo conlleva el riesgo de que una guerra comercial en toda regla conduzca a restricciones en el acceso de China a la tecnología estadounidense, desde semiconductores hasta colaboración en investigación. Eso sería un revés para el crecimiento económico de China, que Xi quiere evitar.

El futuro más allá de un acuerdo comercial es menos claro, pero después de escuchar los comentarios del fin de semana de Trump, soy menos pesimista que hace una semana sobre las perspectivas de una relación bilateral más amplia. Pronto veremos si el presidente convierte su retórica reciente en acciones que promuevan el compromiso sobre la contención.

Mientras tanto, es probable que los consumidores e inversores chinos reciban positivamente las palabras de Trump. Recuerde que las ventas minoristas reales (ajustadas a la inflación) aumentaron un 6,4% en mayo, y el Índice Compuesto de Shanghai subió un 19% durante los primeros seis meses del año. Sin embargo, la comunidad empresarial sintió la presión de las tensiones con los EE. UU., lo que provocó debilidad en la inversión corporativa y la producción industrial durante los primeros cinco meses de 2019. Los datos macroeconómicos de junio saldrán pronto, mientras que el impacto de la reunión Trump-Xi se registrará en los próximos meses.

Columna de Matthews Asia por Andy Rothman

Cambio cultural y demanda de seguros de vida y retiro en Argentina

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Cambio cultural y demanda de seguros de vida y retiro en Argentina
. Cambio cultural y demanda de seguros de vida y retiro en Argentina

Hace algunos meses, a través del Decreto 59/2019, publicado por Boletín Oficial el 21-01-2019 de Argentina, se determinaron los nuevos montos de incentivos fiscales máximos a deducir para primas de Seguros de Vida, Vida con ahorro, Retiro y a las sumas que se destinen a la adquisición de cuotapartes de Fondos Comunes de Inversión que se constituyan con fines de retiro.

En pesos argentinos, los montos máximos a deducir:

Período fiscal 2019 – $12000
Período fiscal 2020 – $18000
Período fiscal 2021 – $24000 (*)

(*) se ajustará por variación de la UVT (unidad de valor tributario) a establecerse por ley.

Debieron pasar 27 años para lograr una actualización de las características enunciadas y una continuidad en presentación de propuestas por parte de AVIRA (Asociación de Vida y Retiro República Argentina) a la SSN (Superintendencia de Seguros de la Nación).

“Mantenga siempre su mente abierta al cambio, dele la bienvenida, búsquelo… Sólo puede progresar examinando una y otra vez sus opiniones e ideas”, Dale Carnegie

La novedad mencionada respecto a las nuevas deducciones, abre oportunidades como incentivo comercial, como condición necesaria, pero de ninguna manera es suficiente. Quizás sea momento de procurar primero, un cambio cultural en la oferta para luego generar el esperado cambio cultural de la demanda de Seguros de Vida, Vida con ahorro y Retiro.

Además del necesario trabajo del sector en propiciar conciencia aseguradora, se pueda agregar y sumar: conciencia comercializadora. También es necesario asumir un rol impostergable en la tan necesaria alfabetización financiera, incluso ya como políticas de RSE.

Cambio cultural en la oferta puede significar rediseñar el perfil comercial, para pasar del vendedor de ayer a un nuevo cambio de paradigma como gestor de vínculos comerciales, donde ayer era “venta postergada, venta perdida”, hoy es: “venta postergada, cliente-contacto siempre vigente”.

Es momento de acompañar el acelerado proceso de digitalización permanente y creciente de la economía con el aprovechamiento de las RRSS como instrumento de prospección y comercialización, esto significa ampliar la gestión comercial en la suma off line + on line, abarcando ambas dimensiones.

De la lógica de las métricas, de seguimiento de llamados y entrevistas, de embudo de ventas, del role play permanente, insistente, de simulación de entrevista con  riesgo  de commoditización, ofreciendo el mismo producto a diferentes clientes, con el mismo proceso repetitivo y la misma intensidad argumental, podemos pasar a la gestión de vínculos comerciales, que significa asumir la singularidad de cada nuevo contacto.

En tal sentido, las redes sociales ofrecen un nuevo ecosistema, de masividad, inmediatez, multiplicidad de contactos, que atraviesan verticalmente a toda la sociedad, permiten comunicación directa y networking

“Las ideas se tienen, en las creencias se está”, Ortega y Gasset

Una de las redes sociales, con perfil profesional por excelencia es Linkedin. Nuestro perfil allí no es una mera exposición, ni recopilación de hoja de vida o CV. Nuestro perfil es la huella de nuestra marca personal y profesional. Concretamente mostramos: a qué nos dedicamos, cómo lo hacemos, cómo nos formamos profesionalmente, cómo nos vinculamos, con quiénes nos vinculamos, qué contenidos aportamos y compartimos, a qué grupos pertenecemos.

Es menester entender que, con nuestro perfil, generamos nuestra reputación profesional on-line. En una red como Linkedin, podemos crecer en contactos, permanecer en cada vínculo, intercambiar y compartir información, mostrar y demostrar expertise y competencia en el asesoramiento respecto a la gestión de finanza$ personale$, que incluyen los seguros de Vida y Retiro.

El coaching provee herramientas muy importantes en la gestión de vínculos comerciales, ya que nos permite mejorar nuestra capacidad de escucha, nuestra habilidad para preguntar, asumiendo cada nuevo contacto y cliente como único y diferente al otro, no podemos repetir un idéntico argumento para todos. Las finanza$ personale$ para cada uno de nosotros son emocionales antes que racionales. No debemos emitir juicios, sino ser muy equilibrados en preguntar y describir situaciones o contextos.

Asumirnos como agentes de cambio cultural del lado de la oferta puede generar un impacto en la demanda, al inicio pausado, pero constante en el tiempo, gestionando vínculos y permaneciendo en ellos.

“Si quieres conocer el pasado, entonces mira tú presente, que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro, entonces mira tu presente, que es la causa…”, Buda

 

Ernesto R.  Scardigno es experto en pensiones, Magíster en Políticas Públicas, Financial & Life Insurance-Retirement Coach ICF Membership, miembro de la Cámara Internacional de Conferencistas

PER de Shiller: una asignación de activos confiable y racional

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PER de Shiller: una asignación de activos confiable y racional
Pixabay CC0 Public Domain. PER de Shiller: una asignación de activos confiable y racional

Históricamente y, en muchos casos todavía hoy, ratios con niveles de inflación esperados, estimaciones de movimientos de tipos de interés o la fluctuación del precio del petróleo han sido la base de muchos gestores para establecer sus niveles de exposición a los distintos tipos de activos y de esa forma preparar las carteras ante los distintos escenarios estimados futuros. Como se ha demostrado a lo largo de los distintos ciclos económicos, tres de cada cuatro estimaciones macroeconómicas se equivocan, impactando directamente en los resultados de esas carteras debido a una sobreestimación de fenómenos económicos que no llegan nunca a suceder o que su realización se dilata en el tiempo.

En medio de este proceso también intervienen factores emocionales que, evidentemente, juegan un rol perjudicial para una correcta y efectiva asignación de activos. Este es uno de los factores de mayor riesgo dentro de este proceso, debido a que cada individuo tiene paradigmas conductuales arraigados a sus propias experiencias que llevan a la toma de decisiones irracionales.

En Amiral Gestion, hemos elegido un ratio objetivo y riguroso para llevar a cabo nuestro proceso de selección de activos. El PER de Shiller, que ha sido promovido por Robert Shiller quien obtuvo el premio Nobel de Economía en el año 2013, apunta justo en la dirección de la racionalidad y la normalización del ciclo económico para determinar el nivel óptimo de exposición a la renta variable.

El mecanismo del ratio se basa en coger los últimos diez años de beneficios de las compañías que componen el índice, calcular el nivel de precio/beneficio actual y, en base a la media histórica, determinar si debemos estar infra o sobreponderados. A esto llamamos la normalización del ciclo, justo por coger un periodo largo de tiempo. Es importante destacar que el PER de Shiller toma como índice de referencia al S&P 500 y nosotros realizamos un índice ponderado entre distintas geografías, pudiendo así nuestro fondo invertir de manera global.

Las ventajas del modelo son múltiples: primero, la rigurosidad del ratio con respecto a las valoraciones actuales, siguiendo el principio de la reversión a la media; segundo, el hecho de que no entren factores emocionales y de naturaleza humana en el proceso lo hace robusto y confiable; y tercero, la cartera se equilibra de manera diaria según las valoraciones, permitiéndonos ser muy agiles para aprovechar oportunidades en los mercados ante eventos inesperados. Este equilibrio se realiza a través de futuros sobre índices debido a que es la forma más rápida y eficiente de hacerlo.

Ante la situación actual que atraviesan los mercados, pasando por las tensiones geopolíticas entre China y EEUU, la flexibilización de la política monetaria de la Fed (por tiempo limitado), los retos demográficos que presentan la mayoría de las economías desarrolladas del mundo y el alto nivel de endeudamiento de la gran mayoría de países occidentales, podemos concluir que el escenario es complejo para poder atinar de manera rigurosa nuestras expectativas y estimaciones macroeconómicas del futuro. Por eso, estamos convencidos de que es importante contar con un mecanismo que sea capaz de centrarse en datos reales y en estadísticas comprobadas para completar la ardua tarea de confeccionar una exposición optima a distintos tipos de activos. Sextant Grand Large es nuestra estrategia mixta conservadora que utiliza el PER de Shiller desde el año 2010 y los resultados han sido extraordinarios, tanto en términos de exposición como niveles de volatilidad.

Apostamos firmemente por la racionalidad en momentos de euforia e incertidumbre.

Tribuna de Francisco Rodríguez d’Achille, responsable de desarrollo de negocio institucional en Amiral Gestion

Royalties sanitarios: una brecha de financiación que ofrece oportunidades

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Royalties sanitarios: una brecha de financiación que ofrece oportunidades
Pixabay CC0 Public Domain. Royalties sanitarios: una brecha de financiación que ofrece oportunidades

El término «royalty» tiene siglos de antigüedad: procede de la época en la que las minas de oro y plata de Gran Bretaña pertenecían a la corona británica. A cambio de un pago previo, las partes interesadas obtenían el derecho a excavar los metales «de la realeza» (royal, en inglés).

En la actualidad, podemos pensar en los royalties (regalías, canon o derechos) como el adelanto de un pago futuro, un mecanismo por el que una organización obtiene la posibilidad de recaudar flujos de caja futuros a cambio de un pago previo.

El cobro de esos flujos de caja futuros está directamente relacionado con la venta de un producto concreto durante un periodo de tiempo determinado. Los royalties son una alternativa a los métodos de financiación tradicionales, pero también están sujetos a estrictas condiciones financieras.

Han venido para quedarse

Los royalties sanitarios se han convertido en parte integral y permanente del sector farmacéutico desde que empezasen a usarse a principios de los 90. Antes de que se generalizase su uso como solución de financiación alternativa, las grandes farmacéuticas financiaban el desarrollo de medicamentos por sus departamentos de I+D.

Sin embargo, encontrar nuevas fórmulas se fue haciendo imperativo debido a los elevados niveles de gasto y de riesgo que implicaban las primeras fases del desarrollo de los medicamentos, y al declive de la productividad de los departamentos de I+D.

En 2002, las diez principales farmacéuticas estadounidenses habían externalizado el desarrollo de un 16% de sus nuevos medicamentos. En 2012, esa cifra había aumentado hasta el 33%. Como resultado de la constante necesidad de innovación biomédica, en 2016 el 70% de sus ventas correspondía a fármacos fabricados por empresas pequeñas y medianas. Esta transformación ha llevado a las grandes farmacéuticas a externalizar las actividades de I+D de nuevos medicamentos, lo que resulta mucho más eficiente.

Necesidades de financiación

El desarrollo de fármacos se reparte entre tres grandes categorías de investigadores: empresas biofarmacéuticas de tamaño pequeño y mediano, inventores y universidades. Aunque cada grupo ejerce una función distinta dentro del proceso de desarrollo de medicamentos, todos tienen algo en común: la necesidad de financiación.

En muchos casos, el objetivo de financiarse con royalties es gozar de una mayor flexibilidad. Por ejemplo, una universidad puede ofrecerlos en una de sus patentes para financiar la construcción de instalaciones de investigación. Por este motivo, representan una enorme oportunidad para que los gestores de inversiones alternativas cierren esa brecha de financiación. Además, permiten a los inversores participar en el sector de ciencias de la vida asumiendo un riesgo bajo, porque el pago de royalties suele estar vinculado a la vida de la patente.

Por otro lado, ganan acceso a flujos de caja ligados a ventas realizadas en un monopolio regulado. Además, la estructura financiera de estos instrumentos es similar a la de la deuda sénior garantizada, por lo que normalmente los inversores tienen prioridad en caso de impago.

Las firmas de préstamos especializados también pueden contribuir a cerrar la brecha de financiación mediante la emisión de deuda garantizada por royalties, ya que pueden emitir un mayor volumen que las entidades tradicionales, aunque con un coste también más elevado. Un aspecto importante es que el dueño de la patente mantiene el control del negocio a la vez que gana flexibilidad financiera.

Estos incentivos están generando interesantes oportunidades de inversión en el mercado de los royalties sanitarios. El elevadísimo coste medio del proceso de aprobación de un nuevo medicamento (unos 2600 millones de dólares, según el Tufts Center for the Study of Drug Development) representa otro catalizador.

Otro factor de desarrollo es el vencimiento, cada vez más próximo, de las patentes de varios medicamentos importantes: las empresas buscan alternativas para compensar la parte de sus ventas que sufrirá la competencia de los genéricos. Según un promedio de estimaciones de expertos del sector, las operaciones del mercado de royalties sanitarios rondan los 14.000 millones de dólares al año.

Valor relativo

En la actualidad, los royalties sanitarios también resultan atractivos en comparación con otras clases de activo. Las estrategias que invierten en ellos ofrecen acceso a generosos niveles de rentas y rendimientos de entre el 5% y el 20%, según la fase de desarrollo en la que esté el producto. Además, los royalties suelen ser activos que se mantienen hasta el vencimiento, por lo que la estrategia de salida de los inversores no depende de los mercados de capitales.

Históricamente, el mercado de royalties sanitarios ha presentado una baja correlación con los de crédito o de renta variable e, incluso, con el conjunto de la economía. Sin embargo, el éxito de estos instrumentos está ligado a tendencias demográficas generales como el envejecimiento de la población, que conlleva un mayor gasto sanitario.

Se estima que el porcentaje de la población mundial con más de 60 años crecerá un 56% entre 2015 y 2030. Y las ventas farmacéuticas en todo el mundo aumentan a una tasa anual compuesta del 6%. Por todos estos motivos, los inversores institucionales pueden desempeñar un papel importante y ayudar a dar respuesta a las crecientes necesidades médicas proporcionando financiación para la investigación farmacéutica del futuro.

Tribuna de Mike Brooks, responsable de multiactivos diversificados en Aberdeen Standard Investments

Inversión de impacto: una decisión estratégica

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Inversión de impacto: una decisión estratégica
Foto cedidaFoto: Hans Splinter, Flickr, Creative Commons . Inversión de impacto: una decisión estratégica

El proceso de salvar la brecha entre las inversiones basadas en las rentabilidades y las donaciones filantrópicas impulsadas por valores ha conllevado el surgimiento de una gama de nuevas alternativas de inversión que no solo se ha consolidado en los últimos años, sino que también presenta un mayor atractivo para los inversores.

Las que mayor interés despiertan son las inversiones que buscan alcanzar objetivos financieros y, al mismo tiempo, integran criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) en el proceso de toma de decisiones de inversión. La inversión de impacto constituye el siguiente paso lógico en este proceso al combinar la búsqueda de beneficios con el objetivo de ejercer un efecto social o medioambiental positivo y cuantificable.

Existe un reconocimiento cada vez mayor de que la inversión en busca de rentabilidades y el objetivo de ejercer un efecto positivo no son mutuamente excluyentes, sino todo lo contrario: pueden reforzarse recíprocamente y duplicar los rendimientos ofreciendo un beneficio económico y generando un cambio positivo en la sociedad. En el espectro que abarca desde las inversiones tradicionales basadas únicamente en las rentabilidades hasta las actividades filantrópicas sin ánimo de lucro, el tramo medio presenta cada vez más opciones. Estamos observando que el interés por este segmento está cada vez más presente en las conversaciones que mantenemos con todo tipo de clientes, ya sean inversores institucionales, clientes privados o empresas.

Así pues, cabe preguntarse cuál es el catalizador de esta tendencia. Un catalizador importante del mercado de las finanzas sostenibles y la inversión de impacto fue el lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS) en 2016. Estos objetivos han proporcionado un marco para los principales actores de este ámbito —desde universidades hasta bancos, pasando por aseguradoras y fondos de pensiones, gobiernos y ONG— de cara a categorizar y cuantificar los principales desafíos a escala global e identificar qué papel puede desempeñar cada uno de ellos en este sentido.

Más recientemente, en abril, la Corporación Financiera Internacional lanzó los Principios Operativos para la Gestión de Impacto, que establecen una «disciplina común y un consenso de mercado en torno a la gestión de las inversiones de impacto con el objeto de contribuir a conformar y desarrollar este incipiente mercado».

Asimismo, el mercado también se ha visto impulsado, en parte, por la conciencia pública, que ha despertado y ha intensificado su lucha por abordar los acuciantes problemas a los que nos enfrentamos a escala global, especialmente en el plano del cambio climático. Asimismo, el hecho de que el auge de la inversión de impacto coincida con la madurez de los inversores de la generación millennial en calidad de inversores no es una mera coincidencia.

Los millennialhan mostrado de forma reiterada un mayor interés por las causas medioambientales y sociales que las generaciones anteriores, y esperan que las empresas que patrocinan y sus proveedores de servicios respondan a sus preferencias de forma cuantificable. Con sus objetivos de inversión, esta nueva clase de inversores demanda el mismo efecto cuantificable en su respuesta. Una reciente encuesta publicada en el informe Credit Suisse Next Generation (2019) demostró que el 86% de los integrantes de la siguiente generación están interesados en los productos sostenibles y en aquellos centrados en la inversión de impacto. Este altruismo eficiente, que combina rentabilidad y efectos positivos, constituye una extensión lógica del sistema de valores de los millennial.

Valores

En términos de cifras del mercado, en el mercado institucional, los inversores que representan más de 80 billones de dólares en activos gestionados han firmado los Principios de Inversión Responsable de Naciones Unidas, y el capital captado por las inversiones sostenibles ha crecido de forma constante más de un 20% anual en los últimos años, hasta alcanzar los 31 billones de dólares en 2018, según la Global Sustainable Investment Review. Además, las inversiones de impacto crecieron más de un 6.000% en tres años desde su concepción, hasta alcanzar 502.000 millones de dólares en 2019, de acuerdo con la Global Impact Investing Network. En el sector medioambiental, la clase de activos de inversión de impacto, que incluye los bonos verdes, creció desde un modesto nivel de 11.300 millones de dólares en 2013 hasta 168.000 millones de dólares en 2018, un crecimiento de más del 1.400% en tan solo unos pocos años, según el programa Climate Bonds Initiative.

En vista de estos extraordinarios niveles de dinámica de mercado e interés de los inversores, resulta evidente que los proveedores de servicios financieros del sector —desde gestoras de activos hasta proveedores de plataformas para los mercados bursátiles— deben responder a la creciente demanda de sus partes interesadas. Aquellos que se mantengan al día de estas tendencias y sean lo suficientemente ágiles para satisfacer esta demanda prosperarán.

Las finanzas sostenibles y la inversión de impacto no son una moda pasajera: se trata de toda una nueva perspectiva mediante la que se puede analizar la teoría de inversión, el análisis de riesgos y las rentabilidades. Los datos han demostrado —y lo harán cada vez más— que es posible lograr rentabilidades interesantes y ejercer un efecto positivo de forma simultánea, por lo que este sector no está —ni debería estar— al margen del sector de gestión de inversiones. Credit Suisse considera que la inversión responsable basada en propósitos ha llegado para quedarse.

Tribuna escrita por Marisa Drew, CEO del departamento de asesoría de impacto y finanzas en Credit Suisse.

Inversión de impacto: una decisión estratégica

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Inversión de impacto: una decisión estratégica
Pixabay CC0 Public Domain. Inversión de impacto: una decisión estratégica

El proceso de salvar la brecha entre las inversiones basadas en las rentabilidades y las donaciones filantrópicas impulsadas por valores ha conllevado el surgimiento de una gama de nuevas alternativas de inversión que no solo se ha consolidado en los últimos años, sino que también presenta un mayor atractivo para los inversores. Las que mayor interés despiertan son las inversiones que buscan alcanzar objetivos financieros y, al mismo tiempo, integran criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) en el proceso de toma de decisiones de inversión.

La inversión de impacto constituye el siguiente paso lógico en este proceso al combinar la búsqueda de beneficios con el objetivo de ejercer un efecto social o medioambiental positivo y cuantificable. Existe un reconocimiento cada vez mayor de que la inversión en busca de rentabilidades y el objetivo de ejercer un efecto positivo no son mutuamente excluyentes, sino todo lo contrario: pueden reforzarse recíprocamente y duplicar los rendimientos ofreciendo un beneficio económico y generando un cambio positivo en la sociedad. En el espectro que abarca desde las inversiones tradicionales basadas únicamente en las rentabilidades hasta las actividades filantrópicas sin ánimo de lucro, el tramo medio presenta cada vez más opciones. Estamos observando que el interés por este segmento está cada vez más presente en las conversaciones que mantenemos con todo tipo de clientes, ya sean inversores institucionales, clientes privados o empresas.

Así pues, cabe preguntarse cuál es el catalizador de esta tendencia. Un catalizador importante del mercado de las finanzas sostenibles y la inversión de impacto fue el lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS) en 2016. Estos objetivos han proporcionado un marco para los principales actores de este ámbito —desde universidades hasta bancos, pasando por aseguradoras y fondos de pensiones, gobiernos y ONG— de cara a categorizar y cuantificar los principales desafíos a escala global e identificar qué papel puede desempeñar cada uno de ellos en este sentido. Más recientemente, en abril, la Corporación Financiera Internacional lanzó los Principios Operativos para la Gestión de Impacto, que establecen una “disciplina común y un consenso de mercado en torno a la gestión de las inversiones de impacto con el objeto de contribuir a conformar y desarrollar este incipiente mercado”.

Asimismo, el mercado también se ha visto impulsado, en parte, por la conciencia pública, que ha despertado y ha intensificado su lucha por abordar los acuciantes problemas a los que nos enfrentamos a escala global, especialmente en el plano del cambio climático. Asimismo, el hecho de que el auge de la inversión de impacto coincida con la madurez de los inversores de la generación millennial en calidad de inversores no es una mera coincidencia. Los millennial han mostrado de forma reiterada un mayor interés por las causas medioambientales y sociales que las generaciones anteriores, y esperan que las empresas que patrocinan y sus proveedores de servicios respondan a sus preferencias de forma cuantificable. Con sus objetivos de inversión, esta nueva clase de inversores demanda el mismo efecto cuantificable en su respuesta. Una reciente encuesta publicada en el informe Credit Suisse Next Generation (2019) demostró que el 86% de los integrantes de la siguiente generación están interesados en los productos sostenibles y en aquellos centrados en la inversión de impacto. Este altruismo eficiente, que combina rentabilidad y efectos positivos, constituye una extensión lógica del sistema de valores de los millennial.

En términos de cifras del mercado, en el mercado institucional, los inversores que representan más de 80 billones de dólares en activos gestionados han firmado los Principios de Inversión Responsable de Naciones Unidas, y el capital captado por las inversiones sostenibles ha crecido de forma constante más de un 20% anual en los últimos años, hasta alcanzar los 31 billones de dólares en 2018, según la Global Sustainable Investment Review. Además, las inversiones de impacto crecieron más de un 6.000% en tres años desde su concepción, hasta alcanzar 502.000 millones de dólares en 2019, de acuerdo con la Global Impact Investing Network. En el sector medioambiental, la clase de activos de inversión de impacto, que incluye los bonos verdes, creció desde un modesto nivel de 11.300 millones de dólares en 2013 hasta 168.000 millones de dólares en 2018, un crecimiento de más del 1.400% en tan solo unos pocos años, según el programa Climate Bonds Initiative.

En vista de estos extraordinarios niveles de dinámica de mercado e interés de los inversores, resulta evidente que los proveedores de servicios financieros del sector —desde gestoras de activos hasta proveedores de plataformas para los mercados bursátiles— deben responder a la creciente demanda de sus partes interesadas. Aquellos que se mantengan al día de estas tendencias y sean lo suficientemente ágiles para satisfacer esta demanda prosperarán.

Las finanzas sostenibles y la inversión de impacto no son una moda pasajera: se trata de toda una nueva perspectiva mediante la que se puede analizar la teoría de inversión, el análisis de riesgos y las rentabilidades. Los datos han demostrado —y lo harán cada vez más— que es posible lograr rentabilidades interesantes y ejercer un efecto positivo de forma simultánea, por lo que este sector no está —ni debería estar— al margen del sector de gestión de inversiones. Credit Suisse considera que la inversión responsable basada en propósitos ha llegado para quedarse.

Tribuna de Marisa Drew, CEO del departamento de Impact Advisory and Finance (IAF) en Credit Suisse.
 

El estancamiento político de España aumenta el riesgo de que se repitan las elecciones

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El estancamiento político de España aumenta el riesgo de que se repitan las elecciones
Pixabay CC0 Public Domain. El estancamiento político de España aumenta el riesgo de que se repitan las elecciones

El líder del partido socialista, Pedro Sánchez, tiene dos semanas para conseguir una mayoría parlamentaria o se arriesga a que la cuarta economía de la eurozona vuelva a las urnas para sus cuartas elecciones generales en otros tantos años.

Después de casi tres meses de debates y negociaciones tras las elecciones generales del 28 de abril, el 23 de julio tendrá lugar la primera votación en el Parlamento español sobre la formación de un nuevo gobierno liderado por Sánchez.

La posibilidad de nuevas elecciones o de un período en el que España esté liderada por un gobierno minoritario débil y con una capacidad limitada para llevar a cabo reformas podría limitar las calificaciones crediticias de España, actualmente en nivel A-, a pesar de un sólido crecimiento económico anual superior al 2% y un rendimiento récord de la deuda pública a diez años por debajo del 0,3%.

España necesita que el nuevo gobierno se ocupe de las vulnerabilidades económicas subyacentes del país, que van desde una deuda pública elevada hasta un mercado laboral todavía rígido y una productividad baja.

Sánchez necesita el respaldo de una mayoría parlamentaria absoluta o de 176 de los 350 representantes de la cámara baja. En el caso probable de que no lo consiga, sólo necesitará una mayoría simple (más votos «sí» que «no») de los que voten en una segunda votación el 25 de julio.

Dada la fragmentación del parlamento, la aritmética parlamentaria siempre iba a ser un difícil acto de equilibrio. Sin embargo, desde las elecciones, esto se ha vuelto aún más difícil.

Formación de gobierno

Un problema es el creciente descontento entre el PSOE (123 escaños) y Unidas Podemos (42 escaños). Además, Ciudadanos (57 escaños) ha virado a la derecha política, tomando una posición inflexible para no apoyar a un gobierno liderado por Pedro Sánchez. La nueva composición de los gobiernos regionales y locales, especialmente en Barcelona, ha disgustado a los partidos independentistas, con cuya abstención en la votación parlamentaria cuenta Sánchez para facilitar una mayoría simple, lo que le hace más difícil superar este obstáculo que en ningún otro momento desde las elecciones del 28 de abril.

Las discusiones entre el PSOE y Unidas Podemos se encuentran actualmente paralizadas. La oferta de Sánchez de un “gobierno de cooperación” con posiciones intermedias en el gobierno a Podemos no está a la altura de la insistencia de su líder en tener representación en ministerios.

En caso de que Sánchez no obtuviera la mayoría simple el 25 de julio, dispondría de dos meses adicionales, hasta septiembre, para obtener los votos necesarios. De lo contrario, el 10 de noviembre se celebrarían nuevas elecciones, las cuartas en cuatro años.

Es probable que la presión sobre Podemos aumente en las próximas semanas para llegar a un acuerdo con Sánchez, sobre todo si se tienen en cuenta las últimas encuestas de opinión que sugieren la victoria para el PSOE a expensas de Podemos. Sin embargo, incluso si se llegara a un acuerdo entre los dos partidos, no es seguro que se obtenga una mayoría simple para formar el próximo gobierno de España.    

Tribuna escrita por Alvise Lennkh, analista de Scope Ratings

Claves para financiar la transición energética

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Claves para financiar la transición energética
Pixabay CC0 Public Domain. Claves para financiar la transición energética

El cambio climático supone una grave amenaza para la sociedad. Y el sector financiero, con su capacidad para asignar capital, puede influir en las empresas e incentivarlas para que adopten políticas respetuosas con el clima.

La buena noticia es que hay cada vez más capital privado disponible para reducir esa brecha de financiación. La denominada inversión de impacto, que busca cumplir con objetivos medioambientales o sociales específicos,  puede convertirse en una respuesta natural a algunos de los retos expuestos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. La inversión en energías renovables, por ejemplo, experimenta un fuerte auge. 2018 fue el quinto año consecutivo en el que la inversión global en renovables superó los 300.000 millones de dólares. El coste de la energía solar y eólica está disminuyendo, lo que propicia la adopción de dichas tecnologías. El resultado es que se produce ahora mucha más electricidad a partir de fuentes renovables que nunca antes en la historia.

Las inversiones en fuentes de energía renovable son esenciales para llevar a cabo la transición energética mundial que permita dejar atrás los combustibles fósiles y abrazar las energías limpias. Y hay una evidente necesidad de mejorar la tecnología para acelerar el ritmo de dicha transición. Esto incluiría mejoras en la eficiencia de las tecnologías existentes así como investigación e innovación en nuevas áreas, y es ahí donde la financiación a la investigación y el desarrollo puede ayudar.

La tarificación de las emisiones de carbono es otra vía para incentivar un cambio de comportamiento de empresas y consumidores. Una tarificación eficiente del carbono puede contribuir a proteger el medio ambiente y a promover la investigación y la inversión en tecnología neutral en carbono, además de ayudar a las empresas a gestionar los riesgos asociados. En la actualidad, 46 gobiernos nacionales y 24 gobiernos regionales o bien cuentan con programas de tarificación del carbono o bien trabajan en su implementación. Alrededor de 1.400 empresas disponen de programas internos de tarificación del carbono, entre las que se encuentran más de 100 incluidas en la lista Fortune Global 500. No obstante, cerca del 80% de las emisiones globales siguen sin estar cubiertas por un programa de tarificación del carbono.

En enero de 2019 se constituyó la Climate Finance Leadership Initiative (CFLI) a petición de la Secretaría General de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de movilizar un mayor volumen de financiación privada para abordar el cambio climático. Este grupo de líderes influyentes del sector financiero está presidido por Michael R. Bloomberg, Enviado Especial para Acción Climática de la Secretaría General de la ONU. Andreas Utermann, el consejero delegado de Allianz Global Investors, es uno de los miembros fundadores de la CFLI.

La participación al más alto nivel de Allianz Global Investors en la CFLI complementa el papel activo que desempeñamos en diversas redes, iniciativas y asociaciones de colaboración como la Iniciativa Climate Action 100+, PRI Infrastructure Advisory Committee de la ONU, Global Impact Investing Network, el Grupo de expertos técnicos sobre finanzas sostenibles de la Unión Europea, Carbon Disclosure Project, Climate Bonds Initiative, Green Bond Principles, y el International Integrated Reporting Council, entre otros.

Hace más de 10 años, fuimos pioneros en la introducción del concepto de inversión en tecnologías ecológicas. Desde 2013, invertimos activamente en energías renovables y, en 2015, lanzamos estrategias centradas en bonos y acciones verdes que promueven la transición climática. Como gestores activos, nos abrimos al reto y a la oportunidad de identificar inversiones adecuadas en el sector de la financiación climática que contribuyan a influir en el medio ambiente de forma positiva y significativa.

Tribuna de Christine Clet-Messadi, gestora del fondo Allianz Climate Transition de Allianz GI.

La transformación del mundo de la inversión a través de ETFs ESG

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La transformación del mundo de la inversión a través de ETFs ESG
Pixabay CC0 Public Domain. La transformación del mundo de la inversión a través de ETFs ESG

La gestión pasiva es definitivamente compatible con la inversión bajo criterios ESG. No solo esto, nosotros vamos un paso más allá afirmando que la gestión pasiva es adecuada para este tipo de inversión, ya que comparten algunos valores comunes.

Primero, la migración de la inversión hacia estrategias ESG es masiva y, al mismo tiempo, la gestión pasiva es uno de los segmentos que más rápido están creciendo dentro de la industria. Ninguno de estos dos aspectos son “tendencias”, sino que están transformando la inversión. Por ejemplo, el número de signatarios de los Principios de las Naciones Unidas para la Inversión Responsable (UNPRI) es ahora de 1.900, lo que representa 22 billones de dólares de activos, y sigue creciendo. Las últimas cifras de la GSIA (Global Sustainable Investment Alliance) muestran que los activos gestionados de manera sostenible crecieron de 23 billones de dólares a finales de 2016 a 31 billones de dólares a finales de 2018. Europa sigue liderando este crecimiento frente a Estados Unidos.

Estas cifras reúnen todo tipo de estrategias, desde la inclusión de criterios ESG en las carteras hasta estrategias puramente ESG. Si miramos el mercado europeo de ETFs, que ha crecido un 20% anualmente durante los últimos 10 años, el punto de inflexión para los ETFs fue 2018. Los activos bajo gestión de ETFs ESG crecieron un 45% en 2018 y de nuevo un 50% en lo que va de año, impulsados por flujos de entrada de más de 4.000 millones de euros durante la primera mitad de 2019. Pero quizás no es suficiente.

La magnitud de las inversiones necesarias para abordar los objetivos de desarrollo sostenible es inmensa. Dichos objetivos no pueden ser alcanzados sin movilizar capital privado en todas sus formas. Un ejemplo obvio es la transición sobre el cambio climático, donde se necesitan 2,4 billones de dólares de inversión anual en “sistemas de energía”. Como afirma el informe IPCC de la ONU, tenemos solo entre 10 y 12 años para evitar el daño irreversible al Planeta, por lo que estos años son decisivos para pasar a la acción reduciendo las emisiones de CO2 a cero en 2050. Esta medida fue una de las condiciones que se fijaron en el Acuerdo de París con el objetivo de reducir dos grados centígrados la temperatura terrestre.

La industria de gestión de activos tiene la responsabilidad de movilizar el capital privado. Los inversores tienen dos canales para hacer que esto ocurra, una es influenciando y otra es financiando. Primero, con la redirección de flujos de capital hacia compañías que contribuyan más a la transición y que estén comprometidas con la mitigación sistemática de las emisiones de CO2. Esto empujaría a las empresas a cambiar su modelo operativo, por ejemplo, invirtiendo en eficiencia energética. Y segundo, comprando acciones sobre los temas más virtuosos, los inversores contribuyen a que éstas tengan un coste de capital bajo y favorecen la fortaleza en el mercado de capitales y el acceso a financiación bancaria. Al comprar los bonos de estas empresas, se financian directamente o refinancian activos y proyectos específicamente “verdes”, por ejemplo, comprando bonos verdes.

Por otro lado, no se puede ignorar el rápido crecimiento que ha experimentado la gestión pasiva. Por primera vez, los fondos indexados y los ETFs captaron más activos que la gestión activa en Europa a principios de 2018. En Estados Unidos, los flujos han sido masivamente positivos para la gestión pasiva y negativos para la gestión activa desde hace cuatro años. El mercado de ETFs, con 5,6 billones de dólares, es el que más crece. Por ello, es crucial movilizar los flujos de la gestión pasiva hacia la inversión en la transición climática, la reducción de las desigualdades de género, la expansión de la disponibilidad de agua, la mejora de las prácticas sociales y de gobierno corporativo, por citar algunos ejemplos.

Cuando se trata de considerar como un conjunto a la inversión ESG y la gestión pasiva, hay muy pocos objetivos de inversión ESG que no se puedan lograr usando los índices correctos. Hay índices disponibles que reflejan todo tipo de políticas ESG, desde el criterio de exclusión hasta la implementación de valores o convicciones; la selección de valores best-in-class, o aquellos totalmente alineados con objetivos de sostenibilidad a través de índices temáticos. Algunos índices pueden usarse en la parte core de la cartera y pueden sustituir fácilmente la beta que genera el mercado tradicional con un moderado tracking error. Otros índices están más orientados al ESG por su temática y pueden ser muy útiles para la diversificación, siempre que la implementación de las convicciones justifique un mayor tracking error.

Curiosamente, el Plan de Acción de la UE, anunciado en marzo de 2018, es un gran reconocimiento al papel de la gestión pasiva y de los índices de estrategias ESG. El plan aborda, en una de sus dimensiones, todo el universo de los índices. Por primera vez, los responsables políticos usarán una definición europea sobre los índices para redireccionar flujos de inversión hacia compañías que promueven una mayor contribución a la transición climática. Este reconocimiento indica que los índices se usarán como parte central de la transformación para guiar al inversor, atrayendo el dinero a la gestión pasiva, aunque no exclusivamente.

Otra área en la que se está debatiendo el papel de la gestión pasiva es en la inversión de impacto o impact investing, que consiste en generar un impacto social o ambiental medible junto con un rendimiento financiero. Ésta habitualmente se asocia con la inversión privada y comunitaria, a través de préstamos privados, private equity o activos reales. Los aspectos principales son: en primer lugar, la intencionalidad, en segundo lugar, aquello que aporta más allá del rendimiento, y en tercer lugar, la posibilidad de medir el impacto de la inversión. Estos mismos principios se pueden encontrar, hasta cierto punto, cuando se invierte en índices. La liquidez de estos activos listados, y de los ETFs que invierten en ellos, aportan una escala y escalabilidad que no tiene el ámbito privado. Además, permiten movilizar grandes cantidades de capital y esto se suma al impacto privado, especialmente cuando los índices están diseñados para objetivos sostenibles específicos.

Por ejemplo, Lyxor utiliza índices que dan acceso a objetivos sostenibles de la ONU, como la acción climática, el agua, la energía limpia y asequible, y la igualdad de género. Nosotros también proponemos invertir en compañías que muestran una creciente tendencia en criterios ESG y no solo en las que tengan las mejores calificaciones. Consideramos que es muy importante recompensar a las empresas que realizan esfuerzos y penalizar a quienes no lo hacen, si queremos que el mundo sea un lugar más seguro y mejor.

Tribuna de Francois Millet, director de estrategia, ESG e innovación de Lyxor ETF.

La confianza del inversor en Mirabaud Equities Global Focus hace crecer un 350% los activos gestionados por el fondo en 12 meses

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La confianza del inversor en Mirabaud Equities Global Focus hace crecer un 350% los activos gestionados por el fondo en 12 meses
Pixabay CC0 Public Domain. La confianza del inversor en Mirabaud Equities Global Focus hace crecer un 350% los activos gestionados por el fondo en 12 meses

Si tuviéramos que elegir las dos claves fundamentales del modelo de selección de valores que aplica el equipo de renta variable global de Mirabaud, definitivamente serían, por un lado, la aplicación de un modelo diferencial de selección temática a través de la cual los gestores filtran y aplican las temáticas que, tras un exhaustivo análisis, creen que provocarán los cambios más sustanciales dentro de los distintos sectores de la industria a escala global.

Por otro, la apuesta por una selección bottom-up con foco en compañías líderes en su sector y con las mejores perspectivas a largo plazo. Esta selección es, de hecho, el mayor contribuyente al alpha del fondo.

Si nos centramos en la selección temática, para el presente ejercicio, la cartera de valores de Mirabaud Equities Global Focus ha sido configurada en torno a ocho temas: economía de servicios (incorporada este año); consumidor millennial; automatización; explosión de los datos; envejecimiento de la población; plataformas; salud y bienestar; e inmobiliaria e infraestructuras.

Una selección temática a través de la que el equipo gestor del fondo ha optado por compañías como Ecolab, Verisk, Estee Lauder, Accenture, Tata Consulting, Infosys, Edenred, AIA, Edwards Lifesciences, Tencent, Nike, Adidas, McCormick, OdontoPrev o HDFC, entre otras.

Siguiendo el modelo estratégico de valor añadido que combina selección temática y selección bottom-up, el fondo Mirabaud Equities Global Focus, liderado por Anu Narula, sigue superando expectativas y, con una volatilidad controlada del 14%, alcanza una rentabilidad del 64% a tres años y del 25% en este 2019 en dólares, muy por encima del 39% y 18% que acumula el índice de referencia en estos períodos respectivamente.

El fondo, galardonado como mejor estrategia de renta variable global en los Premios Fondos de Inversión Expansión – Allfunds 2019, tiene cinco estrellas Morningstar, cuatro globos Morningstar de sostenibilidad, denominación Citywire+.

Cuenta también con la máxima calificación MSCI Rating ASG de AAA (líder), según un estudio reciente de VDOS sobre el universo de fondos que obtienen la calificación máxima en cuanto a cumplimiento de factores ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza); y la clase A de capitalización en euros atendiendo a su rentabilidad.

Mirabaud Equities Global Focus está, pues, cumpliendo su objetivo inicial: ofrecer un crecimiento superior del capital a largo plazo, invirtiendo mayoritariamente en una cartera concentrada de empresas de todo el mundo y haciendo hincapié en oportunidades multitemáticas con ventajas financieras y sostenibles. Y el inversor lo está valorando, como demuestra el hecho de que, en la actualidad, cuente con un patrimonio bajo gestión de más de 270 millones de euros, lo que supone un incremento de los activos bajo gestión del 350% en los últimos doce meses.

Una de las piezas fundamentales para que esto sea así está en que el fondo sostenible Mirabaud Equities Global Focus se muestra inmune al ciclo económico. Es más, su equipo de gestores ha sido capaz de aprovechar al máximo los últimos tramos de mercado alcista que se detectaron en el primer trimestre del año (subió un 43,9% frente al incremento del 30,3% que obtuvo el MSCI World desde principios de 2017 hasta el final del tercer trimestre de 2018) y ha sorteado la fuerte corrección que se produjo en el mes de mayo, arañándole al mercado un 3,7% adicional.

Mirabaud Equities Global Focus es una muestra contundente del éxito del modelo por el que apuesta Mirabaud: gestión activa, de convicción, flexible, sobre criterios ESG y que aprovecha las mejores oportunidades del mercado en cada momento. Una gestión de alta calidad que ha sido ampliamente reconocida por el mercado, como indica el hecho de que Citywire haya situado a Narula en el decimotercer puesto de un ranking formado por más de 1.900 especialistas en gestión activa a escala mundial.

El experto tiene el mejor alpha al más largo plazo, de un 154,93% frente al 112,03% que muestra la media de los gestores del sector; y ha mantenido un riesgo inferior al del benchmark, de forma consistente, durante todo ese período. Una buena base que apuntala las expectativas más favorables para Mirabaud Equities Global Focus.

Tribuna de Elena Villalba, directora general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica