Renta fija emergente: gestión activa, con límite de VAR, y carteras de vencimiento en moneda fuerte

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Renta fija emergente: gestión activa y flexible, con límite de VAR, y carteras de vencimiento fijo en moneda fuerte
Pixabay CC0 Public Domain. Renta fija emergente

Las previsiones de crecimiento que se barajan para las economías emergentes siguen estables, apuntando a un 4,1% en 2019 y un 4,7% en 2020, según el FMI. A esto se suma que la inyección de liquidez que van a proporcionar los bancos centrales, precisamente para alejar el temor a un frenazo del crecimiento económico global, también ayuda a los mercados emergentes al frenar el alza del dólar.

Por otro lado, los mercados emergentes, en análisis global, mantienen una tasa de impago por debajo de la media histórica de estos mercados y un endeudamiento relativamente bajo frente al de los países desarrollados.

El potencial de esta clase de activo es evidente, especialmente en el escenario de tipos en el que vivimos y que, previsiblemente, seguiremos viviendo durante un tiempo. Pero a los inversores a veces les generan rechazo los riesgos que esta renta fija puede llegar a alcanzar; y es un miedo muy razonable.

Desde Mirabaud proponemos dos estrategias especialmente adecuadas para poder beneficiarse de las perspectivas de la deuda emergente: invertir en carteras muy flexibles, pero siendo muy estrictos limitando los riesgos; o construir una cartera de bonos muy diversificada en activos específicos y de calidad, en dólares o euros, y esperar a vencimiento sin que la volatilidad a corto y los problemas de falta de liquidez nos desvíe del objetivo final.   

La solución que entraría dentro del marco de la primera estrategia es Mirabaud Global Emerging Market Bond Fund, que tiene la flexibilidad de invertir en cualquier tipo de activo en renta fija, en dólar y moneda local, pero con un aspecto claramente diferenciador: el fondo incorpora un límite de VAR de entre 3%-6%. Actualmente se encuentra en 4,5%, con una volatilidad del 4,3%. El límite de VAR nos permite invertir en deuda emergente, pero con “paracaídas”.

Nuestro objetivo es localizar las mejores oportunidades de inversión en cualquier momento del ciclo económico, pero no a cualquier precio ni a cualquier plazo. La TIR actual del fondo es del 11% y la duración de tres años. Esta estrategia requiere un modelo de gestión activa, especialmente por las posiciones que mantenemos en deuda emergente en moneda local, ya que solo así se pueden mitigar de manera eficiente los riesgos de estas divisas sin dejar de aprovechar las oportunidades presentes en este tipo de deuda.

La herramienta que ofrecemos a nuestros inversores en el segundo marco estratégico de inversión, vía carteras de vencimiento fijo, es Mirabaud Emerging Market 2024 Fixed Maturity. Lanzamos el fondo el pasado mes de mayo -ya cerrado a nuevas inversiones- y ha mostrado una magnífica evolución: se cerró con una TIR estimada del 8% y duración modificada de 3,14 años, diversificando en más de 30 países.

La herramienta a vencimiento, clara apuesta de Mirabaud por la inversión dinámica de cara a cubrir las cambiantes necesidades de los inversores -y cada vez más demandada por nuestros clientes-, ofrece un mayor grado de certeza en la rentabilidad esperada, a la vez que reduce a un mínimo los crecientes problemas de liquidez en los mercados de bonos.

El fondo tiene un perfil similar al de un bono sencillo, pero está dotado de la diversificación propia de una cartera de instrumentos de deuda exclusivamente denominada en dólar, y se centra en la obtención de los atractivos rendimientos que ofrecen actualmente los emisores de los mercados emergentes.

Fundamentalmente, sigue un enfoque buy and hold de deuda corporativa, soberana y cuasi-soberana. Inicialmente, la estrategia se lanzó en dólares porque no consideramos la inversión en moneda local en un fondo con cartera a vencimiento a más de 4 años, ya que requiere una gestión activa debido a los riesgos que mencionábamos anteriormente.

Actualmente, estamos trabajando para lanzar otro Fixed Maturity en Deuda Emergente”, pero denominado en euros. El segmento de deuda emergente denominada en euros está creciendo rápidamente y, durante los próximos años, esperamos ver un aumento en el número de emisores y emisiones. En Mirabaud estamos ultimando el lanzamiento de esta nueva estrategia en euros, que verá la luz en pocas semanas y vendrá a cubrir las necesidades de muchos inversores.

Como comentaba al inicio de este artículo, y pese a que este verano no ha sido su mejor escenario, en Mirabaud estamos plenamente seguros de que la deuda de emergentes sigue proporcionando muy buenas oportunidades. La clave para localizar las oportunidades más interesantes estriba en garantizar una toma de decisiones dinámica y activa, lo que, hoy, se configura como el único modo de aprovechar las oportunidades existentes, tanto en moneda local como en dólar.

Tribuna de Elena Villalba, directora general de Mirabaud AM para España, Portugal y Latinoamérica

El Ahorro Voluntario del SAR es propulsado por PensionISSSTE; ¿Solventará el problema de las pensiones ínfimas?

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Wikimedia CommonsFoto: Germán Torreblanca. El Ahorro Voluntario del SAR es propulsado por PensionISSSTE. ¿Solventará el problema de las pensiones ínfimas?

El Ahorro Voluntario (AV) del SAR se nutre en gran medida con el Solidario (AS) de los trabajadores del Estado. Según datos del regulador al cierre de agosto, PensionISSSTE, séptima administradora en activos netos, concentraba 21.711 millones de pesos, el 25,71% del AV del sistema; estaba casi a la par de XXI Banorte, primera en activos (3,55 veces más), que conjuntaba 22.234 millones, el 26,33% del AV total.

Ahorro Voluntario medio: 1.851 pesos por cuenta

El Monto acumulado de AV es llamativo. Al disgregar la información la lectura es diferente y concluyente. Véase la tabla.

  • El AS en PensionISSSTE constituía el 10,34% de las Aportaciones Obligatorias (AO) de sus afiliados. Apréciese su ventaja sobre las proporciones de AV en XXI Banorte (2,98%) y SURA (2,34%), segundo y tercer lugar, y sobre las de Coppel (0,56%) y Azteca (0,27%), penúltimo y último.
  • Un dato relevante es la cantidad media por cuenta, el AV por persona, considerando cuentas registradas; se asume que los no registrados no hacen contribuciones complementarias. En PensionISSSTE era de 13.583 pesos, tendiente a ser impulsor (falta ver si decisivo) de la tasa de reemplazo. La segunda y tercera media individual más altas, lejos de la primera, eran la de Profuturo, con 3.842 pesos, y la de SURA, con 3.000. En la parte baja, Coppel, con 129 pesos, y Azteca, con 67.
  • La cantidad media por afiliado registrado del SAR de 1,851 pesos, es evidente que no mueve la aguja de la pensión esperada. Al ritmo actual, dentro de 20 años, cuando comience el retiro de la primera generación de cotizantes exclusivos del sistema, la media por cuenta sería de alrededor de 6.000 a 7.000 pesos, irrelevante aún en términos de tasa de reemplazo, sin influencia como para elevar la pensión a cifras dignas.
  • El AV total, de 84.440 millones de pesos, llamativo en términos absolutos, era todavía mínimo en relación al AO: 2,34%.

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¿A qué se debe la alta contribución voluntaria de los del PensionISSSTE?

A los incentivos de sus derechos laborales: el empleado que ha inyectado de manera voluntaria hasta 2% más de su salario a su cuenta individual, ha sido premiado por la dependencia o entidad federal en que labore hasta con 6,5% adicional. Así, su aportación no obligatoria se eleva a 8,5%. O sea que es el Estado (nosotros, vía impuestos) quien en realidad carga con la mayor parte del AS. En descargo de los burócratas se reconoce su esfuerzo meritorio pues su cuota individual de AO, 6,125%, casi iguala a la tripartita (Estado + trabajador + patrón) de los inscritos al IMSS. Con la cuota patronal de 5,175%, su AO es de 11,3% y con su prestación se maximiza al 19,8% de su sueldo. Este porcentaje sí está alineado a las sugerencias internacionales y se considera suficiente para producir pensiones dignas.

Una lección: el mero hecho de que el burócrata aporte 6,125% ineludible (hasta 8,125% con el 2% voluntario), es prueba de que sí, los asalariados de la iniciativa privada pueden (y deben) hacer AO superiores al raquítico 1,125% vigente. No hay razón para postergarlo.

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Ahorro Voluntario, considerable en monto. Crecimiento con tendencia al equilibrio

El crecimiento del AV se estabiliza. Su porcentaje de incremento anual ha disminuido a partir de 2014 para consolidarse entre 25% y 29%. De incrementos en torno a 60% y 80% entre 2011 y 2013, ha pasado a máximo de 43% en 2015, y a mínimo de 25% en abril de 2019, según cifras de Consar. Es natural, ya que al partir de cero en 2010, los incrementos en los primeros años se perciben como proporcionalmente mayúsculos. Sería comprensible que sus variaciones sucesivas fuesen menores a 20%.

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¿El Ahorro Voluntario solventará el problema de pensiones ínfimas?

No. En lo absoluto. Influirá para elevar la pensión de los trabajadores al servicio del Estado, siempre que su vida laboral mayoritaria transcurra ahí y ejerzan la opción de AS en forma regular. Pero será irrelevante para los de la iniciativa privada, salvo casos puntuales. ¿Entonces no tiene caso hacer aportaciones voluntarias? Tiene caso. Hay que hacerlas y lo más cuantiosas posible. Dada la baja tasa de contribución obligatoria, es la única alternativa para tratar de aumentar, aunque sea en poca medida, la tasa esperada de reemplazo.

Cada vez hay más canales y esquemas para facilitar el depósito de AV –el “cómo”–, mas no hay incentivos ya no digamos como los de los burócratas, ni siquiera alicientes o complementos menores –el “de dónde”– que propicien el AV consuetudinario y sostenido. Además, está visto por la experiencia en países maduros, en teoría con mayor cultura financiera, que no es habitual que el grueso de los asalariados ahorre.  

Columna de Arturo Rueda

Inversión de impacto y los objetivos de sostenibilidad de la ONU

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Pixabay CC0 Public Domain. Inversión de impacto y los objetivos de sostenibilidad de la ONU

Los inversores empiezan a darse cuenta de que tienen la capacidad de influir eligiendo dónde y cómo invierten su dinero. Invertir con objetivos de sostenibilidad en mente permite a los inversores influir en el funcionamiento de la economía o en el comportamiento de las empresas.

La inversión puede impulsar la innovación canalizando fondos hacia nuevas tecnologías, reforzar el comportamiento positivo premiando las buenas prácticas e influir en la cadena del valor económico. Asimismo, determinadas estrategias pueden invertir con un objetivo específico en mente, como, por ejemplo, abordar la necesidad de agua potable o reducir las emisiones de carbono.

Este tipo de estrategias de inversión no solo redundan en beneficio del medio ambiente o la responsabilidad social, sino que además tienen la capacidad de generar rentabilidades atractivas.

Una nueva generación de inversiones

La denominada inversión de impacto se basa en tres principios. En primer lugar, el propósito de la estrategia debe ser generar un impacto social o medioambiental positivo a la vez que ofrecer rentabilidades atractivas. En segundo lugar, debe existir una relación causal entre la inversión y el impacto generado. Por último, el impacto social o medioambiental debe ser identificable y ha de comunicarse para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas a los inversores.

Para calificar que una estrategia de inversión es de impacto es necesario que la inversión se centre en abordar problemas medioambientales y sociales acuciantes, y es aquí donde los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU se utilizan como marco internacional reconocido y creíble.

Los 17 ODS globales se crearon con motivo de la Asamblea General de la ONU en 2015 como medio para alcanzar un futuro mejor y más sostenible en 2030. Cada objetivo se enfoca en un área determinada, como eliminar la pobreza, reducir los residuos, proporcionar acceso a una educación de calidad y actuar para frenar el cambio climático.

Aunque puede que muchas inversiones tengan cierta relación con un tema social o medioambiental, eso no significa necesariamente que cumplan los criterios de la inversión de impacto. Por ejemplo, la inversión de impacto en recursos hídricos supone financiar proyectos relacionados con la eficiencia hídrica o la calidad del agua, no invertir en agua embotellada. La inversión de impacto en el sector agrícola significa invertir en seguridad y sostenibilidad alimentaria, y no en futuros de materias primas.

Por ejemplo, a la hora de formular una estrategia de inversión de impacto en mercados ilíquidos, nos aseguramos de que somos capaces de medir directamente el impacto de una inversión y demostrar una causalidad entre la inversión y el impacto generado.

Nuestros criterios para la inversión de impacto en mercados cotizados obedecen a una lógica similar. No obstante, demostrar una causalidad entre la inversión y el impacto resulta más difícil en los mercados secundarios a menos que las inversiones se realicen para proyectos concretos, como por ejemplo en el caso de los bonos verdes.

Dado que el acceso al capital a través de valores cotizados resulta esencial para muchas empresas cuyos productos, servicios y actividades generan un impacto medioambiental y social positivo, también hay margen para la inversión de impacto en este ámbito. Consideramos que la implicación en las empresas en las que se invierte constituye una poderosa herramienta para propiciar una relación más estrecha entre la inversión en renta variable o en bonos y unos resultados positivos.

Además de las ventajas financieras, una estrategia de impacto diversificada puede, simultáneamente, repercutir positivamente en múltiples ámbitos. Por ejemplo, invertir en una central de generación combinada de calor y electricidad para mejorar la eficiencia energética puede brindar acceso a energía asequible y limpia (ODS 7), contribuir al desarrollo de industrias, innovación e infraestructuras sostenibles (ODS 9) y promover un consumo y una producción responsables (ODS 12). La capacidad de aplicar los ODS de forma más amplia permite a los inversores entender los proyectos desde la perspectiva de sus ámbitos de acción.

Si bien los ODS tienen muchas ventajas, resulta difícil utilizarlos para medir el impacto o incluso como marco absoluto para la construcción de carteras. Es por ello que medir indicadores clave (KPI) de impacto específicos de los proyectos es una parte esencial de nuestra estrategia de inversión. Esos KPI de impacto se utilizan en decisiones de inversión y para fines de seguimiento continuo. En definitiva, el uso de los ODS ofrece una ruta atractiva a los inversores que quieren contribuir a mejorar el mundo, pero la definición de los criterios que se deben tener en cuenta y de los procesos de medición requieren de un cuidadoso desarrollo. 

Allianz GI

Tribuna de Andreas Fruschki, gestor del fondo Allianz Global Water y director de análisis de renta variable en Europa de Allianz Global Investors.

Navegar en el universo de la deuda pública emergente

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Jarrett Fifield sailing boat Unsplash
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Jarrett Fifield . Foto: Jarrett Fifield

Este verano ha sido difícil para los inversores: se han intensificado las preocupaciones en el plano geopolítico y los rendimientos de la renta fija han vuelto a caer como consecuencia de la búsqueda de refugio por parte de los flujos de capital. 

Pero no todo ha sido negativo, la deuda pública emergente denominada en divisa fuerte, según el índice JP Morgan EMBI Global Diversified, ha registrado rentabilidades de doble dígito, expresadas en términos de dólares, en lo que va de año (1) y ha batido a los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años.

El descenso de los rendimientos estadounidenses ha sido un factor clave de esta rentabilidad superior. No obstante, este sigue siendo un resultado destacable, dado que se ha logrado en un contexto de desaceleración del crecimiento mundial y de escaramuzas comerciales de distinta intensidad entre los grandes bloques económicos —EE. UU., China, la UE y Japón—, y ha desafiado la tendencia habitual, en la que los activos emergentes son los primeros en verse perjudicados en un clásico contexto de aversión al riesgo.

Los indicios no son alentadores, pero…

En el ciclo de subidas de tipos más reciente de la Reserva Federal (Fed) de 2015 a 2018, los rendimientos estadounidenses comenzaron su tendencia bajista antes del cambio de discurso de la Fed y cayeron mucho más que el ajuste al tipo oficial de los fondos de la Fed.

Los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, la referencia de esta clase de activos, alcanzaron su máximo en el 3,23% a principios de noviembre de 2018, mientras que la Fed aplicó su última subida del ciclo en su reunión de diciembre.

Desde entonces, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años ha descendido por debajo del 1,5 %, mientras que, hasta ahora, la Fed ha realizado dos recortes de 25 puntos básicos (en julio y en septiembre) hasta llevar la horquilla del tipo de los fondos federales en el rango del 1,75% y el 2,00%.

Además, tras tambalearse al borde del precipicio durante un tiempo, el tramo de 2 a 10 años de la curva de rendimientos se invirtió una vez más a finales de agosto, lo que tradicionalmente se ha considerado como la antesala de una recesión.

Algunos analistas parecen estar ponderando al alza el efecto de la guerra comercial junto con la decreciente influencia del impulso a corto plazo proporcionado por los recortes de tipos y la ley estadounidense de empleo (Jobs Act) de 2017, y concluyen que no hay manera de evitar una recesión.

Sin embargo, también podría argumentarse que (en base en las reacciones que se han observado a las noticias sobre el plano comercial) el descenso de los rendimientos estadounidenses en todo el espectro de vencimientos constituye más una consecuencia de las incertidumbres con respecto a las guerras comerciales y la correspondiente debilidad económica, que un reflejo de la aplicación de un endurecimiento monetario excesivo y demasiado precipitado que esté asfixiando cada vez más al ciclo económico.

Este último escenario es el que se produjo de forma manifiesta en 1994 y 1995, cuando la Fed subió los tipos hasta en siete ocasiones en 12 meses y llevó el tipo oficial del 3% al 6%, y en el ciclo de subidas de 2004-2006.

Esta vez, la política de la Fed ha sido más comedida, y los inversores en renta fija prevén que el banco central seguirá recortando los tipos para apuntalar el contexto económico mundial. Si estas expectativas se materializan, la postura acomodaticia de la Fed podría revertir la inversión de la curva, mientras que cualquier acuerdo final en el plano comercial entre EE.UU. y China debería propiciar una inclinación de la curva. Lo más seguro es que la continuidad de la incertidumbre probablemente ponga a prueba el coraje de los inversores de manera regular.

No exactamente una cobertura “natural”…

Los indicios que arroja la deuda pública emergente denominada en divisa fuerte respecto de la probabilidad de una recesión en EE.UU. tampoco son inequívocos. Esta clase de activos difícilmente constituye una cobertura natural frente a una ralentización económica mundial.

La rentabilidad más reciente de las categorías de calificación distintas a grado de inversión se situó en sintonía con cualquier otra clase de activos de renta fija sensible al crecimiento. El diferencial de estos países con calificaciones reducidas se ha ampliado y está ahora en 439 puntos básicos (2).

En cambio, el mensaje que emiten los movimientos en el tramo de mayor calidad —grado de inversión— de la deuda emergente resulta más contrario: los diferenciales de la deuda emergente con grado de inversión se sitúan en el tramo más reducido de su horquilla histórica, en 165 puntos básicos (2).

Por otro lado, el índice JPM EMBIG Diversified Investment Grade ha obtenido una rentabilidad del 16,61% este año (3), superando así la rentabilidad del índice de referencia de los bonos estadounidenses a diez años recién emitidos, FTSE 10-Year Treasury, en un 4,2% durante el mismo periodo. Solo en agosto, este segmento de la deuda emergente registró una revalorización del 4,15%, lo que no parecería indicar una recesión mundial inminente.

Desde el punto de vista de las valoraciones, la actual diferencia entre los diferenciales del segmento de alto rendimiento y el de grado de inversión en el EMBI Global Diversified se acerca a su máximo histórico de 499 puntos básicos, similar a los niveles observados el 27 de octubre de 2008, en el punto álgido de la crisis financiera (Gráfica 1).

Gráfico GAM Investments

Incluso si la proporción de deuda pública desarrollada que se negocia con rendimientos negativos descendiera, la demanda de activos que arrojen rendimientos positivos con parámetros fundamentalmente sólidos se mantendrá en el contexto actual.

Cabe esperar que se produzcan retrasos temporales cíclicos en la clase de activos emergente debidos al impredecible contexto de la guerra comercial, dado que las economías emergentes han demostrado ser las más favorecidas por la globalización.

No obstante, los fundamentales de los países emergentes han mejorado en los últimos años, tal y como ilustra la postura prudente que reflejan las crecientes reservas de divisas (Gráfica 2) de estos países, que se sitúan en máximos históricos.

Gráfico GAM Investments

Motivos para estar convencidos sobre la inversión en mercados emergentes…

En conclusión, tenemos razones de peso para creer que, en vista de la reversión del sentimiento sumamente bajista descontado en los mercados desarrollados, los segmentos de la deuda emergente que arrojan mayores rendimientos deberían, una vez más, batir a aquellos de mayor calidad. No se trata tanto de una opinión ni de una previsión, sino de una visión calculada con base en comparaciones históricas y en las reacciones que hemos observado en los mercados. A nuestro juicio, esta situación constituye una oportunidad cíclica para invertir en deuda pública emergente denominada en divisa fuerte. Creemos que la mejor forma de aprovechar esta oportunidad es centrarse en los fundamentales económicos constatables de cada país. A partir de ahora, realizaremos una evaluación a medio plazo de la solvencia relativa y mantendremos nuestro proceso de inversión basado en las valoraciones, que llevamos más de una década perfeccionando.

 

Columna de Bogdan Manescu, gestor de inversiones en GAM Investments. 

 

Anotaciones: 

(1) A 30 de agosto de 2019

(2) A 30 de agosto de 2019.

(3) A 30 de agosto de 2019.

 

Advertencias legales importantes:

Los datos contenidos en este documento tienen simplemente el objetivo de la información y no constituyen asesoramiento de inversión. Por la veracidad y exactitud del contenido de esta información se declina toda responsabilidad. Cualquier recomendación u opinión contenida en este documento puede cambiar y refleja el punto de vista de GAM en las actuales condiciones económicas. Se declina toda responsabilidad por la veracidad y exactitud de los datos. La rentabilidad pasada no es un indicador de la rentabilidad actual o futura.

Globalización: de viento de cola a viento de frente

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Foto: Boris Smokrovic
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Boris Smokrovic. Foto: Boris Smokrovic

Una versión acelerada de la globalización, etiquetada por algunos como una hiperglobalización, ha estado en marcha durante la mayor parte de una generación. Incitada en parte por el TCLAN (NAFTA), el inicio del euro y la aceptación de China en la Organización Mundial del Comercio, las empresas multinacionales han navegado la ola de la globalización junto con los vientos de cola seculares en sus márgenes. Pero con la creciente preocupación de que la globalización haya llegado a sus límites, ¿se encuentran en estos márgenes en riesgo?  

En la era posterior a la crisis global financiera, los directores financieros se han vuelto extremadamente adeptos a emplear todo tipo de ingeniería financiera para incrementar los márgenes, los beneficios y los precios de las acciones. Han adoptado unas estrategias más ligeras de capital, incrementado el apalancamiento, se han comprometido en una deuda más elevada, financiado fusiones y adquisiciones y recomprado acciones. Las empresas también se han vuelto más competentes a la hora de reducir costes gestionando cadenas de valor globales, obteniendo bienes y servicios intermedios en todo el mundo y ensamblándolos en países de bajo coste. Al mismo tiempo, se han involucrado en un arbitraje fiscal y regulatorio internacional.   

Pero a medida que nos globalizamos cada vez más y más, los beneficios marginales de una globalización adicional han disminuido. El valor agregado resultante del TCLAN, la formación de la Eurozona y la deslocalización parece estar llegando a su fin.

¿Mejor imposible?

Si bien la globalización ha entrado en decadencia y ha regresado con más fuerza por miles de años, el orden mundial establecido tras Bretton Woods, que dio origen a la cadena de valor global actual, se ha visto respaldado por el rol central del dólar estadounidense como divisa de reserva mundial, mientras que instituciones como la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional y Estados Unidos han actuado como los ejecutores a nivel mundial.   

Con este telón de fondo, la cadena global de valor se ha basado en una reducción implacable de los aranceles. Pero hay signos crecientes de que la globalización ha podido alcanzar sus límites, con unos niveles crecientes de desigualdad y un incremento simultáneo del populismo entre los síntomas.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China cuestiona la viabilidad de la cadena de valor global en un mundo donde las tasas de aranceles globales puede que se estén revertiendo tras décadas de caídas. Si Estados Unidos finalmente aplicase un 25% de arancel en todos los bienes importados de China, los niveles de aranceles, en términos generales, aumentarían hasta un nivel no visto desde la década de los años 60.   

Sin embargo, las cadenas globales de valor globales no han sido diseñadas con el estilo de aranceles de los años 60. A esos niveles, las cadenas de valor probablemente se desgastarían. Al mismo tiempo, las barreras no arancelarias parecen estar al alza en todas las partes. La cadena de valor global fue construida para un mundo de bajos aranceles en el que el comercio libre es percibido como un bien público. Pero los acontecimientos recientes ponen en tela de juicio esa opinión, poniendo en riesgo la multimillonaria cadena de valor global en riesgo.   

Sin palancas que accionar

En un entorno en el que los directores financieros han accionado todas las palancas disponibles, ¿hay algún de margen de error desde la perspectiva del precio de los activos? Argumentaríamos que no hay mucho. Si la globalización se revierte y las cadenas de valor mundiales se ven socavadas o se ven forzadas a realizar unos costosos ajustes, es probable que los márgenes brutos de beneficio se vean afectados negativamente. Las empresas que generaron unos márgenes superiores a la media, unos beneficios y un rendimiento de las acciones no porque produjeran unos productos superiores, sino porque gestionaban de forma efectiva las cadenas de suministro globales pueden encontrarse en posiciones insostenibles, ya sin una ventaja económica.  

Y en un entorno en el que los equipos gestores tienen menos cartas para poner en juego y los márgenes están en riesgo debido a disrupciones en las cadenas de suministro, las empresas con unos modelos de negocio realmente diferenciados, una propiedad intelectual única y un fuerte valor de marca están probablemente mejor posicionadas para lidiar con las cambiantes condiciones globales. Las empresas que no puedan modificar rápidamente la producción para evitar los impactos de los aranceles y aquellas que carezcan de un poder de fijación de precios, podrían estar en riesgo.

Esta posible dislocación hace que la selección de seguridad sea cada vez más importante a medida que la dispersión del mercado se reafirma y después de una década monolítica de acción en los precios basada en los índices. En esencia, a finales del ciclo los inversores se han vuelto mucho más selectivos, evitando empresas altamente apalancadas con márgenes brutos decrecientes, así como cíclicas de menor calidad. Como suele ser el caso, los entornos empresariales cambiantes tienen una forma de exponer las vulnerabilidades corporativas, aumentado la importancia de ser selectivos. 

 

Columna de Erik Weisman, economista jefe y gestor de carteras de renta fija de MFS Investment Management, and Robert M. Almeida, gestor de carteras y estratega global de inversiones.

 

El sector de servicios de comunicación de EE.UU. celebra su primer aniversario: ¡vaya año!

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El sector de Servicios de Comunicación de EE.UU. celebra su primer aniversario: ¡Vaya año!
Pixabay CC0 Public Domain. Servicios de Comunicación

La reclasificación a gran escala de tres sectores bajo el estándar GICS (Global Industry Classification Standard) en septiembre de 2018 resultó en un reequilibrio significativo del índice base S&P 500, el lanzamiento de nuevos fondos y el aumento de la actividad inversora.

Los cambios del S&P tuvieron lugar el 24 de septiembre de 2018, y el más importante de ellos fue reclasificar el antiguo sector de servicios de telecomunicaciones por el de servicios de comunicación. El nuevo sector agrupó a activos de medios interactivos dominantes y conocidos, así como a proveedores de entretenimiento y grandes firmas de telecomunicaciones.

¡Vaya año!

El principio del año no ha sido fácil. El sector de servicios de comunicación cayó más rápidamente que la media del mercado durante la corrección del último trimestre de 2018, ya que los inversores huyeron de las empresas tecnológicas y apostaron por una seguridad relativa a través de acciones más defensivas, bonos o efectivo.

Sin embargo, desde principios de 2019 hasta finales de abril, el sector repuntó debido a las expectativas de un crecimiento atractivo de los ingresos. Los miedos de que se produjeran interferencias políticas en las empresas más grandes frenaron de alguna manera al sector, pero ahora está mostrando un momentum renovado, ganando un 24,4% desde principios de año (frente al aumento del 20,9% del mercado).

El valor que mejor ha rendido este año ha sido Twitter, con retornos del 50% basados en el aumento de la cantidad de usuarios. Aunque la mirada de los inversores ha estado puesta en blue chips de perfil alto como Facebook y Alphabet, también han contribuido significativamente al rendimiento del sector AT&T –cuya cotización se ha visto impulsada por el interés de un inversor activista- y Walt Disney –que entusiasmó a los inversores tras anunciar una nueva plataforma de streaming-. Ambas acciones han contribuido alrededor del 25% al total del movimiento del sector en el índice.

Cuando se produjo el lanzamiento, hubo dudas sobre cómo funcionaría esta mezcla de subsectores, y SPDR argumentó que la muestra era atractiva: los resultados apoyan esta visión.

Puede haber baches momentáneamente… y luego un pastel

Alphabet está siendo investigada en Estados Unidos, debido a las preocupaciones de que Google se comportó de forma monopolística en su negocio publicitario. El empeño de políticos y reguladores podría terminar afectando a Facebook, que debe afrontar sus propias batallas legales en el ámbito de la privacidad.

Un resultado de esto podría ser la disgregación de los negocios. Sin embargo, estos movimientos podrían tardar años y afrontar extensos desafíos judiciales. No obstante, una ruptura no tiene por qué ser necesariamente dañina para los accionistas.

Es probable que los servicios de comunicación nunca sean aburridos. El sector se compone de una mezcla interesante entre comunicación y contenido para medios, redes sociales, entretenimiento y videojuegos. Este posicionamiento significa que casi siempre habrá empresas que ofrezcan un rápido crecimiento de las ventas, un flujo significativo de noticias y un enfoque en las FAANG.

El incremento de la publicidad digital también puede ser un motor para el sector, ya que los grandes jugadores de las redes sociales generan plataformas que alcanzan a audiencias inmensas a nivel global. Adquirir el sector da acceso a todas estas temáticas sin tener que escoger el ganador o estar extremadamente expuesto a los riesgos idiosincráticos de acciones individuales.

Tribuna de Rebecca Chesworth, jefa de estrategia de renta variable y sectores en SPDR ETF EMEA

 

SPDR S&P US Communication Services Select Sector UCITS ETF (Ticker: SXLC)

Lea más sobre la gama sectorial de SPDR: https://www.spdrs.com/investment-ideas/investing-with-spdr-sector-etfs?WT.mc_id=dis_sec_comms_es_fs_adv_sep19

 

 

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Al invertir usted se expone a riesgos, entre otros, el de perder la totalidad de la cantidad invertida. Tal actividad podría no ser apta para todo inversor.

El valor de los valores de renta variable puede fluctuar como consecuencia de las actividades de una determinada empresa o de las condiciones generales del mercado y la economía.

Las inversiones en mercados emergentes o en desarrollo pueden ser más volátiles y menos líquidas que las inversiones en mercados desarrollados y pueden suponer también una exposición a estructuras económicas que por lo general son menos diversas y maduras, así como a sistemas políticos menos estables que los de países más desarrollados. Invertir en valores emitidos en el extranjero podría conllevar un riesgo de pérdida de capital por una fluctuación desfavorable del valor de las divisas, por retenciones fiscales, por diferencias respecto a los principios de contabilidad generalmente aceptados o por inestabilidad económica o política en otros estados.

Standard & Poor’s, S&P y SPDR son marcas registradas de Standard & Poor’s Financial Services LLC (ʹS&Pʹ); Dow Jones es una marca registrada de Dow Jones Trademark Holdings LLC (ʹDow Jonesʹ). Dichas marcas han recibido licencia de uso por parte de S&P Dow Jones Indices LLC (ʹSPDJIʹ), así como sublicencia por parte de State Street Corporation para determinados fines. Los productos financieros de State Street Corporation no son patrocinados, respaldados, vendidos ni promocionados por SPDJI, Dow Jones, S&P, sus respectivas sociedades vinculadas o terceras partes licenciantes y ninguna de dichas partes realizan manifestación alguna en cuanto a la conveniencia de invertir en tal/es producto/s, como tampoco se hacen responsables de nada relacionado con lo anterior, incluido cualquier error, omisión o interrupción de cualquier índice.

La información aquí contenida no constituye una recomendación de análisis ni «análisis de inversiones» y está clasificada como «comunicación de marketing» según lo estipulado en la Directiva relativa a los mercados de instrumentos financieros (2014/65/UE) o reglamentos suizos aplicables. Todo ello implica que esta comunicación de marketing (a) no se ha elaborado con arreglo a las disposiciones legales orientadas a promover la independencia de los informes de inversiones, (b) no existe prohibición alguna que impida la negociación antes de la divulgación de los informes de inversiones. 

Para inversores en España: tanto SSGA SPDR ETFs Europe I como II plc han sido autorizados para la distribución pública en España y están registrados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores con los números 1244 y 1242. Antes de invertir, los inversores podrán obtener una copia del Prospecto y los Documentos de datos fundamentales para el inversor, las memorias de comercialización, el reglamento o las escrituras de constitución del fondo, así como de los últimos informes anuales y semestrales de SSGA SPDR ETFs Europe I y II plc de Cecabank, S.A. Alcalá 27, 28014 Madrid (España), que es el Representante, Agente de Pago y Distribuidor en España o en la página web www.spdrs.com. El distribuidor español de SSGA SPDR ETFs se encuentra disponible en la página web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Las inversiones concentradas en un determinado sector o industria tienden a ser más volátiles que el mercado en su conjunto y hacen que incremente el riesgo de que disminuyan los retornos a raíz de eventos que tengan efectos negativos sobre dichos sectores o industrias, lo cual podría provocar un descenso del valor de las participaciones del Fondo.

Queda prohibida la reproducción, copia o transmisión, total o parcial, de este documento, así como la divulgación de su contenido a terceros sin el consentimiento expreso y por escrito de State Street Global Advisors.

Por lo general, los bonos presentan menor riesgo y volatilidad a corto plazo que las acciones, pero tienen un riesgo relacionado con el tipo de interés (al aumentar los tipos, suelen descender los precios de los bonos), riesgo de impago del emisor, riesgo de crédito del emisor, riesgo de liquidez y riesgo de inflación. Estos efectos normalmente son más acusados en valores a largo plazo. Cualquier valor de renta fija que se venda o amortice antes de su vencimiento puede acarrear ganancias o pérdidas sustanciales.

Los logotipos y marcas de servicios aquí expuestos pertenecen a sus respectivos propietarios. Los proveedores de información de terceros no garantizan ni manifiestan en ningún modo que los datos son exactos, completos o actuales y no asumen responsabilidad alguna por daños y perjuicios de cualquier tipo relacionados con el uso de dichos datos.

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Una alianza para la sostenibilidad

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Pixabay CC0 Public Domain. Una alianza para la sostenibilidad

La relación entre el equipo financiero de una compañía y sus socios bancarios a menudo carece de un ingrediente vital: las compras. Los bancos han fracasado con demasiada frecuencia a la hora de involucrar a los líderes en compras, lo cual limita nuestro conocimiento en cuanto a las prioridades en la cadena de suministro.

Un diálogo continuo entre el socio bancario y las funciones del departamento de compras pueden favorecer las prioridades de los equipos de compradores, promoviendo resultados relacionados con la agilidad, la sostenibilidad y el riesgo, que están interrelacionados.

La sostenibilidad de la entrega siempre ha sido una prioridad en la cadena de suministro. Mediante la identificación de proveedores estratégicos, la financiación puede ofrecer apoyo cuando sea necesario para facilitar operaciones que puedan resistir los cambios del mercado. Sin embargo, ahora se debe profundizar en este concepto ya que las empresas compradoras están cada vez más presionadas por los consumidores finales cuya tendencia es evaluar los impactos a gran escala de sus decisiones de compra. Esta es la razón por la que el interés medioambiental, social y el gobierno corporativo han llegado hasta el consejo de administración.

En los últimos años la visión sobre la sostenibilidad ha sufrido un cambio paradigmático. En lugar del altruismo, son las dinámicas en los negocios las que dirigen el cambio en nuestro comportamiento. El reciente estudio Navigator: Made for the Future encargado por HSBC reveló que el 57% de las compañías planean incrementar las inversiones en sostenibilidad los próximos dos años. En esta encuesta, realizada a más de 2.500 empresas en 14 países, se refleja que alrededor de un tercio de las compañías esperan cambiar radicalmente los próximos 24 meses, desde lo que venden a donde trabajan, ya que buscan oportunidades de crecimiento en un mundo que cambia rápidamente.

Según este estudio, tecnologías como la robótica encabezan los planes de gastos de las empresas y las compañías están ahora priorizando la inversión en el bienestar y las habilidades futuras de sus empleados. Mediante las cualificaciones de los empleados y la adopción de tecnologías innovadoras, el objetivo final de las empresas es ser más eficientes, más centradas en el cliente y más ecológicas. Más de la mitad de las empresas encuestadas planean aumentar su inversión en la experiencia del cliente (52%) y el 45% aumentará el gasto para ser más sostenible desde el punto de vista medioambiental. Casi una cuarta parte (24%) quiere ser más ecológica para atraer y retener al personal con talento, y el 30% está sintiendo la presión de los clientes para mejorar en esta área. Asimismo, el 48% de los encuestados que dijeron que la innovación es importante señalaron también que la sostenibilidad es clave para sus planes de crecimiento.

Los bancos internacionales juegan un papel clave en el apoyo a la transición de las compañías para ser más sostenibles. Si un banco comprende de manera global el contexto de un proveedor dentro de la cadena de suministro, tal vez ofrezca mejores condiciones para su financiación. Este apoyo puede incluir créditos verdes, financiación de inversiones de capital por parte de proveedores clave, o programas más amplios de financiación de la cadena de suministro que vinculen la tasa de financiación de los proveedores a sus estándares de sostenibilidad.

Ser sostenible supone tener un modelo de negocio sostenible. Las entidades de crédito ya están evaluando este criterio desde la perspectiva del riesgo al tomar decisiones, lo que influirá en las decisiones en temas relacionados a los créditos. La inversión inicial puede traer ahorro a largo plazo. Mientras que mejorar las condiciones de trabajo o comprar maquinaria eficiente supone hacer una gran inversión inicial, esta se verá traducida en reducciones a largo plazo de ineficiencias, uso de energía y coste para las compañías.

Al Igual que los beneficios en cuanto al coste, la creciente importancia de los factores ESG para los consumidores y accionistas se traduce en un riesgo potencial para los beneficios y la reputación de las empresas. Ya estamos considerando riesgos de transición en industrias que van a tener que hacer cambios relacionados con la sostenibilidad.

Aunque el departamento de compras puede no considerar en principio que los bancos sean importantes para alcanzar los objetivos, en realidad su potencial para impulsar la eficiencia y la liquidez a lo largo de la cadena de suministro los hace relevantes y valiosos. Esta conversación más amplia entre los equipos de compras, los equipos de finanzas y los socios bancarios puede acelerar el progreso hacia un futuro más sostenible para todos.

Tribuna de Stuart Nivison, Global Head de Client Network Banking en HSBC.

Compañías globales transformadoras, con Lord Abbett

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Pixabay CC0 Public Domain. Compañías globales transformadoras, con Lord Abbett

Independientemente del entorno de mercado, siempre es posible identificar oportunidades de inversión. Se especula mucho sobre la escalada de la renta variable estadounidense y su capacidad para extender, incluso más allá, las alzas que ha estado registrando últimamente. Pero algunos tipos de compañías se mantienen bien por encima de la media, por sus características innovadoras y disruptivas y por ser capaces de optimizar y mejorar algunos sectores clave.

La gestora Lord Abbett cree que esto es posible, que el mercado infravalora persistentemente el crecimiento y el potencial de retorno de compañías tremendamente transformadoras que lideran los mercados. Sus gestores tienen experiencia en venture capital y sus filosofías y procesos son una extensión de su perspectiva respecto a este tipo de inversión. 

Con su fondo LORD ABBETT U.S. GROWTH LEADERS la gestora busca formar una cartea de compañías con un crecimiento extraordinario, que puedan transformar la sociedad a través de productos y servicios innovadores. La clase I de capitalización en dólares de este fondo es la más rentable de su categoría VDOS Renta Variable Internacional Global en lo que va de año, revalorizándose un 35,63%.

Tomando como referencia el índice Russell 1000 Growth, el fondo invierte principalmente en valores de renta variable de empresas domiciliadas o no en Estados Unidos que, en opinión de los gestores de la cartera del fondo, presentan un potencial de crecimiento a largo plazo superior a la media, en todos los segmentos de capitalización de mercado. En condiciones normales, invierte al menos un 50% de su patrimonio neto en empresas con una capitalización de mercado similar a la de las empresas incluidas en el índice Russell 1000. Por lo general, invierte el resto de su patrimonio en valores de pequeñas y medianas empresas.

El enfoque de inversión de la gestora en compañías de crecimiento y gran capitalización bursátil es claramente high-growth. Creen que el mercado infravalora el crecimiento y el potencial de retorno de compañías altamente transformadoras. Tras décadas de experiencia en el análisis de compañías de alto crecimiento, han observado que un crecimiento superior de las compañías no siempre significa mayor crecimiento en Bolsa y que invertir con éxito en crecimiento requiere capacidad para diferenciar ambas cosas.

Para capturar el potencial de retorno de estas compañías de alto crecimiento, aplican un enfoque dinámico y activo, que combina análisis fundamental riguroso con análisis técnico y gestión de riesgos. Se apoyan en su capacidad de identificar valores de compañías transformadoras, líderes de mercado, junto a su conocimiento del comportamiento de los participantes en el mercado, para gestionar el riesgo e implementar de forma efectiva sus decisiones de compra y venta. 

El equipo invierte en compañías que están posicionadas para provocar una disrupción en sus sectores -a menudo con nuevas tecnologías, soluciones más sencillas, o mayor calidad – y absorber una cuota de mercado significativa. El éxito en este segmento de Bolsa requiere un análisis fundamental intensivo y el conocimiento de los equipos directivos, para identificar las oportunidades más atractivas de crecimiento, además de análisis técnico de las tendencias macro y de evolución, para identificar también los puntos de entrada y salida óptimos.

El equipo de crecimiento de Lord Abbett gestiona unos 7.880 millones de dólares (aproximadamente 7.153 millones de euros) en estrategias de estilo crecimiento con el gestor de carteras Tom O´Hallaran a la cabeza. O´Hallaran ha gestionado este tipo de carteras durante más de una década. 

Lord Abbett emplea un enfoque de equipo a la gestión de todas sus carteras. La estrategia de Growth Equity está liderada por F. Thomas O´Hallaran, J.D., CFA, Partner y Gestor de Carteras, Matthew R. DeCicco, CFA, managing Director & Portfolio Manager y Vernon Bice, CMT, Gestor de Carteras. O´Hallaran y DeCicco, son también responsables de las estrategias Micro Cap Growth y Small Cap Growth. Se apoyan además en cinco analistas dedicados y el equipo global de análisis de Lord Abbett. 

F. Thomas O´Hallaran, J.D., CFA, Partner & Portfolio Manager se incorporó a Lord Abbett en 2001, como analista de la estrategia de renta variable Small Cap Growth, y fue nombrado socio en 2003. Previamente fue Executive Director/ Senior Research Analyst en Dillon, Read & Co como abogado. Obtuvo su Licenciatura (BA) por el Bowdoin College, un Doctorado en Derecho (JD) por el Boston College y un Máster (MBA) por la Universidad de Columbia. Cuenta con la certificación Chartered Financial Analyst (CFA) y con experiencia en el negocio de inversión desde 1987.

El equipo se apoya en los gestores de cartera de la estrategia Lord Abbett Convertible, que forman también parte del equipo Innovation Research Vertical, así como en los gestores y analistas, tanto de renta variable como de crédito, de toda la organización. 

Su proceso de inversión comienza con un universo de valores cuya capitalización bursátil está normalmente en el rango del universo Russell 3000. Esta lista de valores se pasa a través de varios filtros cuantitativos sistemáticos, diseñados para identificar candidatos fuertes entre los valores de crecimiento. Los filtros incluyen crecimientos superiores a las tasas nominales de crecimiento económico, crecimiento de beneficios obtenido en base a un fuerte crecimiento de ingresos, estructura de capital conservadora y preferencia por beneficios actuales positivos. 

En una segunda etapa del proceso, aplican un análisis fundamental riguroso a esta lista de valores para identificar aquellas compañías que esperan que produzcan fuertes retornos. Esto se realiza determinando la calidad inherente del modelo de negocio de la compañía, calibrando la oportunidad de mercado para la compañía e identificando las fuerzas económicas que darán forma a su dirección en el futuro, evaluando la posición competitiva de la compañía y valorando la capacidad de la compañía para ejecutar sus estrategias. Buscan compañías con modelos de negocio sólidos, condiciones sectoriales favorables, ventajas competitivas y equipos directivos competentes. 

Los sectores sobreponderados en Lord Abbett Growth Leaders son consumo discrecional (sobreponderación de 4,56% respecto al índice Russell 1000 Growth). De acuerdo con la gestora, el consumo supone la mayor cuota de la economía en su conjunto y es un objetivo preferencial para soluciones creativas e innovadoras. Como tal, las compañías que son capaces de crear una necesidad o un mercado para un producto y/o ofrecen productos de una forma más conveniente y a menores precios, representan una oportunidad de crecimiento sustanciosa. Aunque el crecimiento de e-commerce a nivel global ha sido fuerte en la última década, sigue siendo un segmento pequeño del mercado minorista en su conjunto. Han incluido en su cartera compañías emergentes altamente innovadoras que están posicionadas para alterar el paisaje del consumidor. 

Tecnologías de la información sobrepondera un 4,07% respecto al índice Russell 1000 Growth. Estiman que la revolución tecnológica está creando tremendas oportunidades de crecimiento, para compañías de diferentes sectores, que tiene el potencial de durar muchos años. El fondo tiene un gran peso en valores de software/servicios de internet que se benefician de una fuerte demanda de herramientas de software de clientes que adoptan la nube y arquitecturas de IT similares. Esta adopción parece acelerarse conforme las compañías intentan emular las arquitecturas en la nube que han beneficiado a compañías líderes como Google y Facebook.

En el caso del sector salud, su sobreponderación respecto al índice de referencia es de 1,50%. Los líderes de mercado en este sector, que han tenido dificultades para lograr crecimiento orgánico, han buscado cada vez más el crecimiento a través de adquisiciones, poniendo su objetivo en compañías pequeñas y medianas. Es probable que las grandes empresas continúen comprando el crecimiento futuro de los ingresos pagando una prima, convirtiendo a pequeñas empresas con proyectos prometedores en objetivos clave de adquisición. El equipo de Crecimiento de Lord Abbett se centra en biotecnología, particularmente en terapia genética, con fármacos de alto impacto en proyectos como temática de la estrategia. 

Su apoyo al sector sanitario lo argumentan también por la tendencia que existe hacia tratamientos sanitarios con aparatos y procedimientos mínimamente invasivos, que han mejorado su eficiencia, mejorado la calidad de los cuidados y reducido los costes y buena parte del malestar que soportan los pacientes. Según se vayan sustituyendo las cirugías por aparatos médicos con procedimientos mínimamente invasivos, las compañías tecnológicas deberían verse beneficiadas del incremento de demanda. La preferencia de médicos y pacientes por este tipo procedimientos continuará empujando el crecimiento en los próximos años. Las mayores posiciones en la cartera del fondo incluyen acciones de Amazon.com, Inc. (4,90%), Microsoft Corp. (4,20%), Mastercard, Inc. (2,80%), Facebook, Inc. (2,20%) y MercadoLibre, Inc. (2,10%).

La historia de rentabilidades del fondo lo posiciona entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017, 2018 y 2019. A tres años, registra un dato de volatilidad del 19,73% y del 22,94% a un año. También a un año, su Sharpe es de 0,64 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 9,38%. La suscripción de la clase I de capitalización en dólares del fondo requiere una aportación mínima de 1 millón de dólares (aproximadamente 907.800 euros), aplicando a sus partícipes una comisión fija del 0,75% y de depósito de hasta el 0,03%. Cuenta también con las clases A y Z (clase limpia) dirigidas a inversores individuales. 

El panorama macroeconómico sigue siendo positivo, particularmente para valores de crecimiento. El entorno de bajo crecimiento de la economía estadounidense, pero aun relativamente atractivo en comparación con otras economías desarrolladas, junto con una inflación muy moderada y tipos bajos, conforman un trasfondo positivo. A eso hay que añadir la fortaleza del mercado laboral, que ofrece una combinación única de crecimiento salarial y fuerte productividad, sin señales de que la inflación de salarios esté alimentando la inflación subyacente.

Dicho esto, existen claros riesgos macroeconómicos en el rumbo político de la Fed: el potencial de una desaceleración de la economía global que haga que se reduzcan las inversiones de corporaciones estadounidenses; una escalada de la guerra comercial que alimente un recorte de la inversión global; una desaceleración más aguda de lo esperado en los beneficios empresariales que conduzca a un comportamiento recesivo de las corporaciones (despidos, recortes, aversión al riesgo).

Con este telón de fondo, continúan siendo muy optimistas respecto a este segmento de compañías, ya que el aumento de beneficios comienza a escasear y los crecimientos seculares recompensan aún más por su resistencia. En cuanto a la Fed, creen que es probable por supuesto un recorte adicional en 2019. En el corto plazo esperaban una reacción negativa del recorte que hubo en julio, pero las implicaciones a largo plazo no son particularmente relevantes.

Por su positiva evolución por rentabilidad, especialmente en el último periodo de tres años, respecto a la volatilidad incurrida, LORD ABBETT U.S. GROWTH LEADERS FUND A USD CAP obtiene la calificación cinco estrellas de VDOS en su clase I de capitalización en dólares.

Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS y quefondos.com

 

Emergencia climática: cómo mitigar sus efectos desde la inversión

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Emergencia climática: cómo mitigar sus efectos desde la inversión
Pixabay CC0 Public Domain. Emergencia climática

Recientemente, hemos visto cómo Islandia celebraba el primer funeral por un glaciar muerto, Ok, que perdió su condición hace cinco años y que finalmente se destruyó a causa de los efectos del cambio climático. Ok es un ejemplo de los daños irreparables producidos por el calentamiento global.

La mera y simple cancelación de los cambios iniciados ya parece inalcanzable; por tanto, el reto del desafío ambiental actual es mitigarlos, a través de una política de reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero, con el fin de mantener un clima ciertamente cálido pero habitable, sin consecuencias perjudiciales adicionales para la biodiversidad y la vida humana. En este contexto, la inversión temática juega un papel fundamental.

El calentamiento global es indiscutible

Algunas observaciones o casos como el del glaciar islandés son suficientes para convencernos del innegable impacto del calentamiento global. Así, la temperatura media de la superficie aumentó alrededor de 1,1°C entre la era preindustrial y 2018. La mayoría del calentamiento se ha producido en las últimas tres décadas.

Los océanos han absorbido la mayor parte. Esto se evidencia en que los primeros 75 metros de profundidad se calentaron con un promedio de 0,11°C por década entre 1971 y 2010. El aumento del nivel del mar, previsto en 19 centímetros entre 1901 y 2010, es el resultado del deshielo. Se estima que el retroceso anual total de los glaciares desde 1994 ha sido de alrededor de 400.000 millones de toneladas.

Todas estas observaciones van acompañadas de impactos en el ecosistema. Entre ellos se incluyen los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, las sequías, las inundaciones, los ciclones y los incendios, que pueden interrumpir el suministro de alimentos y agua, causar daños considerables a la infraestructura y las instalaciones y riesgos con impactos muy negativos sobre el ser humano.

Actuar hoy por el clima significa actuar por el futuro de la humanidad

En este contexto, no podemos seguir negando su impacto. Las iniciativas de ONGs, compañías y estados han contribuido sustancialmente a generar una conciencia global en torno a la lucha contra el cambio climático en la que todos tenemos en mayor o menor medida un papel sustancial que desarrollar: actuar hoy por el clima significa actuar por el futuro de la humanidad.

En este sentido, por un lado, las empresas tienen un papel central en la acción por el clima. El aumento mundial de las emisiones de efecto invernadero, que continúan incrementándose y hoy son un 50% superior al nivel de 1990, están vinculadas a los combustibles fósiles y a los procesos industriales. De esta forma, en la lucha contra el calentamiento climático, las compañías se encuentran en la primera línea, y su presente y futuro pasa por realizar los esfuerzos necesarios para trasformar su actividad con un menor impacto sobre el medio ambiente.

Por otro lado, la cooperación internacional es también clave. La acción por el clima es un desafío prioritario para las próximas décadas. En este sentido, la ONU ha incluido la acción por el clima entre sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. El Acuerdo de París fija el objetivo de contener el aumento mundial de las temperaturas en 2ºC por encima de los niveles preindustriales y de hacer lo necesario para reducir este incremento a 1,5ºC.

En este contexto, ha llegado el momento de que los inversores tomen partido. En Amundi, como gestora de activos y desde nuestro centro especializado en inversión temática CPR AM, tenemos la capacidad para apoyar y guiar a las compañías comprometidas con la transición ambiental y, en paralelo, la responsabilidad de reducir el riesgo climático de nuestras inversiones para nuestros clientes.

En aras de un mayor compromiso, CPR AM ha establecido una alianza con la entidad sin ánimo de lucro CDP –pionera en la publicación de datos sobre la emisión de carbono de las compañías–, fruto de la cual lanzamos en el arranque de 2018 CPR Invest-Climate Action, un fondo de inversión temática de renta variable global con un enfoque multi-sector que identifica las compañías que mejor gestionan los riesgos climáticos.

Para identificar dichas empresas, los gestores del fondo se sirven de los datos climáticos de CDP y seleccionan un universo de inversión determinado –aproximadamente 700 acciones– que refleja las mejores prácticas medioambientales en todos los países y sectores. El universo lo terminan de componer los filtros ASG y una serie de controversias.

Su objetivo de inversión consiste en batir a largo plazo (cinco años como mínimo) en los mercados mundiales de renta variable, ajustándose a los ODS de las Naciones Unidas en lo que se refiere a los retos climáticos, comprometiéndose así con la lucha contra el cambio climático y con uno de los mayores retos a los que se enfrenta nuestra sociedad.

Tribuna de Raúl Fernández, director de distribución de Amundi Iberia

 

 

Disclaimer

Dirigido a inversores profesionales. Fondo registrado en CNMV número 1564. Capital y rentabilidad no garantizadas. Invertir implica riesgo consulte a su asesor financiero.  El principal distribuidor de los fondos en España es Amundi Iberia SGIIC, SAU, entidad registrada en la CNMV como Sociedad Gestora de IIC con el número 31

Undécimo aniversario del colapso de Lehman Brothers

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Lehman’s Brothers
Pixabay CC0 Public Domain. Undécimo aniversario del colapso de Lehman’s Brothers

En los más de 10 años desde la gran crisis financiera global, algunos de los riesgos se han transformado, pero muchos de los aspectos clave aún permanecen. La crisis financiera global es principalmente un asunto de riesgo sistémico dentro del sistema bancario. Este riesgo ha disminuido, pero no se ha acabado por completo.

Los bancos de EE.UU. se han desempeñado significativamente y reconstruido sus reservas de capital. Sin embargo, los bancos europeos, si bien han mejorado mucho en este frente, se han mostrado menos dispuestos a aceptar algo de la propia medicina que requieren como los créditos sin retorno o afianzar sus proporciones de capital. Esto es una espada de dos filos porque los requerimientos necesarios de calidad y liquidez bajo regulaciones como las de Basilea III y Dodd-Frank potencialmente significan que las instituciones están más limitadas en su capital – otro viento en contra macroeconómico en una economía global que ya está creciendo demasiado lentamente.

Un derivado de riesgo sistémico fue que los reguladores descubrieron en muchos casos, que las instituciones financieras eran demasiado “grandes para fallar.” Desafortunadamente, desde la crisis financiera global, muchos bancos e instituciones financieras solo se han expandido más ya que dichas firmas necesitan a mayores economías de escala para competir en un entorno más costoso (ej. Regulaciones) y de tecnología avanzada. Los bancos en EEUU no requieren demostrar solvencia ni concretar planes, pero nadie sabe cómo dichos planes elaborados en tiempos sin crisis, funcionarán realmente en la confusión de una crisis real.   

Una lección de la crisis de Lehman fue que la falta de riesgos de liquidez es a veces más letal que el riesgo de solvencia. Las firmas más importantes que son rentables a largo plazo pueden ser arrastradas a la crisis si no pueden financiar sus obligaciones y operaciones a corto plazo. En todo el panorama financiero, es claro que la mayoría de las empresas han emprendido medidas significativas para gestionar su falta de liquidez y medir los riesgos. Pero la liquidez es una criatura impredecible –puede aparecer rápidamente y sin avisar y ninguna firma o estrategia empresarial es completamente inmune cuando los mercados de capital se caen. Esto también puede significar oportunidades para los negocios e inversionistas que pueden navegar por brotes de falta de liquidez y desplazamiento masivo de precios. Los inversionistas de valor todavía pueden generar ganancias si diferencian entre un modelo empresarial fallido (insolvencia/bancarrota) y paro temporal.

¿Qué riesgos siguen estando en el horizonte? Con tasas de interés ultra bajas globalmente, la deuda y el apalancamiento han continuado aumentando en algunos frentes importantes. Si bien los consumidores en mercados desarrollados no se extienden demasiado, los beneficiarios de créditos corporativos y deuda de gobiernos soberanos se han hartado de deuda super barata. En el supuesto de que los costos por servicio de deuda sigan siendo manejables, quizá este riesgo no se manifestará en problemas de solvencia. Sin embargo, las empresas y países siguen dependiendo de mercados de capital abiertos y de libre flujo, tasas reales bajas, y tasas de inflación bajas. Ninguna de estas condiciones es una certeza en un futuro más distante. El ciclo clásico del crédito no ha desaparecido.

Para los inversionistas, quizá la lección clave es no asumir la inherente estabilidad de las instituciones financieras, sin importar qué tan sólidas parecen hoy día. Los compradores pueden hacer huelga. Los activos son solamente líquidos dentro del contexto de la aversión al riesgo. Las perdidas aumentan a través de la estructura de capital y los derivados tienen tanta posibilidad de exacerbar el daño como de brindar protección. Las correlaciones bajas son deseables, pero no son de esperarse, y la gestión de riesgos no puede reducirse a un simple estimado. La recuperación post-Lehman y expansión ha sido históricamente prolongada. A medida que avancemos en el ciclo, entre más discreción mostremos, mejor parte de valor se obtendrá.

Tribuna de David F. Lafferty, Estratega en Jefe de Mercados de Natixis IM.