Reflexiones sobre un par de semanas de locura

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CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Matteo Fusco. Foto: Matteo Fusco

Ante el empeoramiento de una crisis de salud pública que está teniendo un enorme impacto en las familias, las comunidades y los mercados, he aquí unas cuantas reflexiones que espero resulten de utilidad. Muchos inversores se centran en el potencial de revalorización cuando los mercados tienden al alza y en el riesgo bajista cuando los mercados descienden. No obstante, su enfoque debería ser justo el contrario.

En los últimos años, nos hemos centrado en la errónea asignación del capital realizada de forma casi sistemática por compañías obcecadas en aumentar las cotizaciones y devolver el capital a los inversores por medio de recompras de acciones y mayores dividendos (lo que se ha financiado con unos tipos de interés en niveles históricamente reducidos y unos estrechos diferenciales de crédito), al tiempo que evitaban la realización de inversiones de capital productivas a largo plazo.

Esta asignación errónea desembocó en beneficios y márgenes sin precedentes, así como en valoraciones que rozaban niveles récord. Ahora bien, las empresas habían sido diseñadas para ganar un sprint, no para vencer en una maratón. Bastó que llegara el COVID-19 para desvelar la fragilidad de esos exagerados beneficios y la economía mundial. En estos momentos, la atención debería concentrase en las oportunidades. ¿Qué empresas sobrevivirán y cuáles estarán mejor posicionadas una vez finalizada la crisis si se reduce el número competidores a la mitad? En nuestra opinión, las compañías que producen bienes o servicios que las personas necesitan o quieren, que no dependen de la financiación a corto plazo y cuyas cotizaciones se han visto diezmadas de forma arbitraria resultarán interesantes en retrospectiva, cuando dejemos la crisis atrás. Este es nuestro foco de atención.

La liquidez se mantiene en cotas decepcionantes, pero debería mejorar

Los inversores podrían atravesar dificultades para sacar partido de las oportunidades hasta que mejore la liquidez, ya que resulta difícil comprar o vender en el entorno actual. Las medidas adoptadas estos últimos días por la Reserva Federal estadounidense comienzan a aliviar las tensiones en los mercados monetarios. La salud de los mercados de financiación a corto plazo cobra vital importancia para el buen funcionamiento de los demás mercados financieros.

Una actividad eficiente de estos mercados constituye la máxima prioridad. Los bancos centrales no pueden dar solución a una pandemia o a una crisis del petróleo, pero sí pueden asegurarse de que el entramado del sistema financiero funciona correctamente.

Desde un punto de vista operativo, las firmas de Wall Street han trasladado sus actividades al mundo virtual, al solicitar a sus mesas de negociación y sus equipos de gestión de carteras que trabajen en centros de operaciones de emergencia o desde casa. En MFS, nuestros equipos de inversión pueden celebrar reuniones por videoconferencia, y las visitas a los equipos directivos de las empresas se están realizando de forma digital, al igual que las presentaciones itinerantes («roadshows»). Pese a la distancia, estas reuniones se están desarrollando, más o menos, como de costumbre. Hemos aumentado la frecuencia de nuestras evaluaciones de riesgo durante este periodo de mayor volatilidad.

Una bola de cristal poco transparente

La formulación de previsiones de beneficios cuando gran parte del mundo desarrollado se halla en aislamiento resulta, de por sí, una ardua tarea. Ahora bien, hemos de añadir otra variable a la ecuación: las perturbaciones en la oferta del petróleo. Los mercados se están viendo obligados a absorber dos perturbaciones al mismo tiempo, en un contexto en el que los inflados beneficios caen desde niveles máximos y los bancos centrales disponen de escasas herramientas monetarias en la recámara.

En mi opinión, las repercusiones de la guerra de los precios del petróleo, aunadas a las de la crisis del coronavirus, no describirán una trayectoria lineal. El impacto combinado de ambos acontecimientos será más significativo que el de cualquiera de los dos de manera aislada. De ahí que resulte especialmente complicada la formulación de previsiones de beneficios para 2020 en relación con los índices, aunque realizamos constantemente análisis fundamentales a nivel de las empresas, en busca de oportunidades a largo plazo entre los activos de elevada calidad.

Triaje de la cartera

Desde el punto de vista de la inversión, los inversores están efectuando una suerte de «triaje» cuando organizan sus carteras y se preguntan si determinadas empresas son capaces de sobrevivir a una escasez mundial de liquidez, una profunda recesión y unos precios del petróleo por debajo de los 30 dólares, por citar tan solo unas pocas de las nuevas realidades. En el caso de las firmas que se mantendrán en pie, ¿durante cuánto tiempo atravesarán dificultades?¿Necesitarán ampliar capital, con el consiguiente riesgo de dilución del capital para los accionistas? ¿Se deteriorarán los BPA en los próximos años? ¿Se está generando una nueva generación de empresas «zombis»?

La realización de evaluaciones de este tipo revestirá una importancia crucial en los próximos meses: nos centraremos en las firmas que, a nuestro parecer, sobrevivirán y, a continuación, llevaremos a cabo los análisis necesarios para sacar partido de las oportunidades. 

Ante las pérdidas: ¿Cambiar de Afore? ¿Resignarse? ¡Ahorro Voluntario! ¡Invertir!

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Pixabay CC0 Public Domain. Columna de Arturo Rueda

La idea de cambiar de Afore tienta al afiliado del SAR para tratar de aminorar el ritmo de disminución de su saldo. No lo piensa porque sepa que es efectiva sino por sentir que es lo único que le queda. ¿Qué se puede hacer en pleno colapso para que a mediano plazo los ahorros sean mayores?

Debido a que todos los instrumentos o mecanismos contienen riesgo, unos más, otros menos, y a que ni el dinero invertido ni los rendimientos están garantizados, los ahorros de toda clase han perdido valor por la pandemia. Y como hacia fines de marzo no había visos de solución, contención o vuelta a la normalidad, cabe esperar que en el siguiente estado de cuenta se refleje la minusvalía, pérdida o reducción del saldo (minusvalía y pérdida son sinónimos. Es ocioso darle vueltas). De hecho, quien tenga la aplicación de Afore Móvil puede percatarse ya de la merma al comparar su saldo actual contra el del estado de cuenta previo.    

¿Tiene sentido cambiar ahora de Afore?

Cambiarse puede ser inútil o incluso lamentable. No es la solución. Primero, porque no revertiría las pérdidas pasadas ni significa certeza de que a partir del cambio se perderá menos que en la Afore actual. En caso de que el descalabro generalizado siga, no será posible saber si la gestora que genere menores pérdidas al corte de abril seguirá siendo la menos perjudicada. Segundo: las Afores menos perdedoras serán las que hayan invertido menos en productos más riesgosos. Las que asumen riesgos menores de forma consistente aspiran a generar rentabilidad más baja, de modo que pasarse a alguna de ellas en la fase crítica significa restar (por no decir descartar) posibilidades de recuperar el cien por ciento de lo perdido cuando los mercados suban. Tercero: como el traspaso de saldo no es de un día para otro, pudiera ser que cuando el trabajador lograra el cambio los mercados estuvieran ya en otra dinámica, o que las Afores hubieran cambiado sus proporciones de inversión. Como todo esto no se sabe, cambiarse es aventurado.

¿Se recuperará lo perdido?

La historia nos dice que a cada crisis sobrevino la recuperación. Claro que no con la misma celeridad de la baja, sino pausada. Así, cuando la pandemia se controle o se cuente con vacuna o fórmula para curarla, puede que para ver la regeneración del dinero haya que esperar muchos meses, como luego de la crisis de 2008-2009; o incluso algunos años, como después de la recesión estadounidense de 2000-2003.

Todo depende de la profundidad del daño a la economía global, y a la local en particular, y de lo que hagan el gobierno, banco central y empresas para regresarla a las condiciones y números que tenía a inicios de año.

Es verdad que desde 1945 las crisis se originaron por disfunciones económicas o por otras guerras, que esta es la primera que se deriva de una pandemia y que por eso la solución no depende solo de medidas monetarias o fiscales. El antecedente de la gripe española, que mató a millones y retardó la recuperación, ha de verse aparte, no como antecedente, porque la economía de Europa ya estaba devastada por el desastre de la primera guerra mundial, y porque los mercados financieros, las alternativas de ahorro y el mismo concepto del dinero, no eran como son ahora.

Ante la pandemia: saber ser paciente y hacer aportaciones voluntarias

Hay que asimilar que las pérdidas son generalizadas, en México y el mundo, para todo tipo de ahorradores, inversionistas, empresarios, empleados, y esperar a que la contención de la pandemia permita volver a la normalidad. ¿Queda algo aparte de resignarse? Sí, y es crucial, pues cada ocasión negativa puede ser una oportunidad.

Al paso del tiempo, quien sabe ser paciente, recupera lo perdido. Los que aprovechan las crisis financieras para invertir, suelen ganar mucho. Ahorrar o inyectar dinero ahora significa comprar valores muy baratos, con alto potencial de alza. Un ejemplo fresco: los grandes rendimientos de 2019 se dieron por comprar o mantener instrumentos durante la caída estrepitosa de septiembre-noviembre de 2018.

Quien tenga algo disponible bien podría considerar esta debacle histórica para hacer aportaciones voluntarias. O cualquier tipo de ahorro, no solo para el retiro.

Columna de Arturo Rueda

 

¿Cómo evolucionan los agentes en las agencias y sociedades de valores, EAFs y gestoras?

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CC-BY-SA-2.0, Flickr. madrid

El número de agencias y sociedades de valores continúa creciendo. Mientras que en febrero de 2019 el número era de 91, un año después suman un total de 94, algunas de ellas son transición de ser EAFs.

Durante el año 2018, estas entidades sufrieron un año de incertidumbre ante la implantación de MiFID II, registrando un beneficio neto conjunto de 99,23 millones de euros, lo que supuso un 41,27% menos que en 2017. Pero tras esta bajada en 2018, el mercado se ha recuperado y en 2019 ha vuelto a aumentar, siendo una de las personas jurídicas con más futuro en el sector financiero.

De las 94 agencias y sociedades de valores, 33 cuentan con agentes financieros dentro de su estructura comercial, lo cual supone más del 35% del total, un porcentaje que no para de crecer año tras año. La suma del total de agentes entre agencias y sociedades de valores es de 2.321, si bien tiene gran peso los agentes de Mapfre y Catalana Occidente.

El pasado año, el total de AV y SV que contaban con agentes eran 20, por lo tanto, hay 13 nuevas AV y SV que han incorporado esta figura, dándose cuenta de su importancia. Dichas entidades son Corecapital Finanzas, A.V, Solventis, A.V, Ursus-3 Capital, A.V., Abante, Value Tree A.V., Intermoney Valores Sv, Norwealth Capital, A.V., Arfina Capital A.V., Fundslink Capital A.V., Globalfinanzas Investment Group, A.V., Inbestme Europe, A.V, New Momentum, A.V, Renta Markets, S.V.

Mapfre Gestión Patrimonial, que ha superado los 500 millones de euros en activos bajo gestión procedentes de unos 4.500 clientes, cuenta con 1.699 agentes financieros. Mapfre apuesta fuertemente por esta figura, potenciando al máximo su red de agentes.

En segundo lugar, se encuentra Catalana Occidente, que el pasado año contaba con 209 agentes y ha seguido creciendo hasta los 235. En tercer lugar, GVC Gaesco se mantiene con un alto número, 142, a pesar de tener 14 agentes menos que hace un año.

Destaca el caso de Caser, que ha pasado en un año de 5 a 15 agentes, ya que “realmente sí le aporta mucho valor y mucha tranquilidad al cliente, su modelo de negocio, y más ahora que ya tiene una entidad internacional muy solida que compró la aseguradora y apuesta claramente por este proyecto de agentes de banca privada”.

El resto de entidades como Tressis, Esfera Capital en proceso compra, Talenta Gestión, Alantra, Dux Inversores Capital o Gestión De Patrimonios Mobiliarios también han continuado aumentando su red de agentes financieros, y son modelos con alto futuro al tener un nivel de agentes de alto perfil.

Con respecto a las Empresas de Asesoramiento Financiero (EAF), desde el pasado 17 de abril de 2019 pueden inscribir agentes en el registro de la CNMV. La figura, que fue muy demandada por el sector de las EAF, en este primer año  tan solo tres EAFs han inscrito un total de cinco agentes. Las razones del escaso número de agentes de EAFs hay que buscarlas en su limitada capacidad de actuación versus control que ejerce el regulador sobre ellas, ya que su papel es mas de prescriptor o presentador que de asesor, una fórmula intermedia que no acaba de satisfacer al mercado de asesores independientes.

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Agentes en gestoras

Mientras que el número de gestoras registradas no para de aumentar, pasando de las 121 hace un año a las 129 gestoras registradas actualmente en la CNMV, también lo hacen los agentes financieros que trabajan dentro de ellas.

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Esta entrada de la figura del agente financiero en las gestoras se debe en parte a la transformación creciente de empresas de asesoramiento financiero (EAF) en gestoras. Una situación que se une al hecho de que, según los expertos, con la nueva normativa las gestoras se convierten en la figura más potente para prestar asesoramiento financiero.

De las 129 gestoras registradas en la CNMV, sólo 16 de ellas cuentan actualmente con agentes, lo cual representa el 12% del total. Este número se mantiene desde el año pasado, y destacamos realmente el proyecto de Orienta Capital como el referente en las gestoras como un proyecto solido y de crecimiento, y del nivel equivalente a los mejores proyectos agenciales de agencias de valores, señalando que en 2019 era la primera en número de agentes (19) y que actualmente ocupa el segundo puesto, con un total de 22 agentes.

Destaca el caso de Santalucía Asset Management, que en el año 2019 fusionó las dos gestoras del Grupo Santalucía —Santalucía Gestión y Alpha Plus Gestora Santalucía AM – gestionando más de 5.000 millones de euros de activos en fondos de inversión (1.850 millones de euros) y mandatos de planes de pensiones (3.000 millones de euros). Ha crecido desde en mayo de 2019, cuando tenía 14 agentes, hasta los 36 registrados actualmente, si bien su perfil no es de banca privada.

En tercer lugar, se sitúa la valenciana Egeria, que tras la compra por parte de la madrileña gestora Welzia en octubre de 2019, se sitúan en los más de 1.000 millones de euros gestionados, y suman 4 agentes.

Mientras que estas entidades crecen en número de agentes, Acci Capital Investments ha reducido su número con respecto al pasado año, pasando de 9 agentes a uno.

Tribuna de Santiago Diez Rubio, socio de IntelectSearch.

Medidas y ayudas de ámbito financiero: todos los actores se ponen en marcha

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La situación generada a consecuencia de la pandemia originada por la transmisión del COVID-19 es, sin duda, preocupante a todos los niveles: sanitario, económico, social… y a escala global.

En nuestro contexto europeo y español, y tras la aprobación del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, tanto la Unión Europea como la Administración del Estado y de las Comunidades Autónomas, Instituciones y Organismos europeos, nacionales y autonómicos, entidades financieras, sociedades de garantía recíproca y otros organismos han iniciado ya el diseño y la implantación de programas y ayudas para contribuir a la liquidez de las empresas. Todos ellos están lanzando diferentes medidas y planes con la intención de minimizar en lo posible el impacto económico de esta crisis. En este contexto, se convierte en prioritario contribuir a la supervivencia a corto plazo del tejido empresarial y prever la situación con la que nos encontraremos «el día después».

En estas líneas pretendemos destacar unas primeras ideas de los programas y ayudas que a lo largo de próximas semanas debieran ir concretándose por todos estos actores. Esta nota tiene un carácter orientativo dado que en próximas semanas las administraciones, entidades financieras e instituciones irán definiendo con mayor detalle sus programas de actuación y nuevos organismos se sumarán a estas ayudas para el sostenimiento del tejido empresarial en el ámbito financiero.

El Gobierno de España, a través del mencionado decreto-ley, aprueba una línea de avales por cuenta del Estado para empresas y autónomos de hasta 100.000 millones de euros, que cubra tanto la renovación de préstamos como nueva financiación por parte de entidades de crédito, establecimientos financieros de crédito, entidades de dinero electrónico y entidades de pagos, para que empresas y autónomos puedan atender sus necesidades derivadas, entre otras, de la gestión de facturas, necesidad de circulante u otras necesidades de liquidez, incluyendo las derivadas de vencimientos de obligaciones financieras o tributarias, para facilitar el mantenimiento del empleo y paliar los efectos económicos de COVID-19.

Como complemento a la medida anterior, se permite ampliar la capacidad de endeudamiento neto del Instituto de Crédito Oficial en la Ley de Presupuestos del Estado en 10.000 millones de euros, para facilitar inmediatamente liquidez adicional a las empresas, especialmente a las pymes y a los autónomos, a través de las líneas de ICO de financiación ya existentes. Y con el fin de reforzar la liquidez de las empresas exportadoras, se refuerza la capacidad de CESCE para el aumento de las líneas de cobertura por importe de 2.000 millones de euros.

El Ministerio de Ciencia e Innovación lanzará, a través del CDTI, una serie de medidas urgentes para movilizar cerca de 500 millones de euros para pymes y midcaps con actividad en I+D+I. Estas medidas podrán ponerse en marcha, de manera inmediata, al ser aplicadas sobre los instrumentos CDTI ya en funcionamiento. El Estado apoyará, mediante la financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para las pymes, la compra y leasing de equipamiento y servicios para la digitalización y soluciones de teletrabajo, movilizando en los próximos dos años más de 200 millones de euros.

En el ámbito europeo, la Comisión Europea propuso el 17 de marzo a los Estados de la Unión Europea adoptar un «marco temporal» que les permitiría, de manera excepcional, canalizar ayudas en forma de ventajas fiscales, avales y préstamos públicos a empresas, y apoyos a la banca para hacer frente a la pandemia. En concreto, este marco permitiría cuatro tipos de ayudas: los gobiernos podrán conceder avales directos o beneficios fiscales por un valor de hasta 500.000 euros para las empresas que tengan problemas de liquidez. También podrán dar avales con tipos de interés inferiores a los de mercado para préstamos nuevos que las empresas, grandes o pymes, hayan solicitado como consecuencia del brote. En tercer lugar, podrán conceder directamente préstamos públicos o privados «subsidiados» a las empresas que lo necesiten. Y, por último, Bruselas propone permitir las ayudas públicas directas a la banca, de la que destaca «el importante papel» que jugarán para lidiar con los efectos económicos del COVID-19.

En cuanto a la entidades financieras, en los últimos dos días, la mayoría de las entidades bancarias españolas se han mostrado dispuestas a facilitar liquidez y financiación a las empresas. Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Bankia y Abanca anunciaron programas de financiación y líneas de liquidez de crédito preconcedidas por un importe de aproximadamente 100.000 millones de euros. Entidades financieras como Kutxabank, Caja Laboral, Bankoa, Bankinter, etc., están trabajando en iniciativas que se sumarán a las aprobadas por el Gobierno con el objetivo de poder facilitar la financiación a empresas y autónomos.

Por otra parte, las sociedades de garantía recíproca tendrán, en el conjunto del Estado, un protagonismo especial para la canalización de toda la financiación que se pretende inyectar.

A este respecto, desde Norgestión queremos resaltar la relevancia que van a tomar las plataformas de tramitación online de ayudas. Con relación a la concesión de avales, las sociedades de garantía recíproca cuentan con la plataforma on-line www.conavalsi.com que posibilita la agilización de estos trámites frente a los métodos más tradicionales. Como hemos mencionado anteriormente, Elkargi, Sonagar y otras SGR como Avalis, Sogarpo y Garántia han dado forma a nuevas iniciativas a las que se sumarán próximamente otras entidades avalistas en el resto de España.

El resto de administraciones, comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos, preparan, cada uno a su nivel, diferentes medidas y ayudas para contribuir a que, entre todos, vayamos poniendo los mimbres para recuperarnos lo ante posible. No queda otra. Ánimo.

Tribuna de José Antonio Barrena, director general de Norgestión

COVID-19: ¿Está inmunizada su póliza de seguro? 

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La pandemia global COVID -19 en pocas semanas ha alterado nuestra vida tal y como la conocíamos. Esto es cierto para nuestra población más joven que está adquiriendo su educación en línea desde sus casas; para los padres que ahora trabajan remotamente desde casa; y especialmente para aquellos que han dado positivo y se están recuperando o han perdido sus vidas por este enemigo invisible.

Mientras seguimos las noticias cada hora con gran preocupación y cierto pánico, tanto personas con seguros de vida como aquellas que consideraron asegurarse en algún momento, ahora temerosos por sus propias vidas y de la seguridad de sus familias, se preguntan: ¿Qué impacto podría tener el brote del coronavirus COVID-19 sobre mi póliza de seguro de vida o sigo siendo elegible para comprar una póliza de seguro de vida en medio de este caos?

Si ya tiene un seguro de vida…

Si ya tiene un seguro de vida, no tiene que preocuparse de que el coronavirus COVID-19 afecte su póliza existente. Sin embargo, si debe preocuparse de contraer el virus o de propagarlo. Por lo que, siga lavándose las manos y siga los consejos de los expertos sobre el distanciamiento social y los viajes restringidos.

Pero en el universo de preocupaciones introducidas por el coronavirus COVID-19, que incluye la caída de la bolsa de valores, los recursos limitados y una alarmante perspectiva económica, puede tachar la amenaza a su póliza de seguro de vida de su lista de preocupaciones.

En palabras de Ana Gómez, Presidenta de American Fidelity International Ltd.: “Una póliza de seguro de vida está diseñada para ofrecernos tranquilidad y brindar protección a nuestros seres queridos en el momento de nuestro fallecimiento.  Nuestro portafolio de productos de seguros de vida están diseñados para ofrecer un beneficio a los beneficiarios designados en la póliza, en caso de fallecimiento del asegurado, incluso si el fallecimiento es ocasionado por un virus como el Coronavirus (2019-nCoV).”

Las pandemias globales no anulan su beneficio por fallecimiento, incluso si usted reside, trabaja o tiene la intención de viajar a los puntos críticos de COVID-19. El seguro de vida se suscribe antes de su emisión. Las condiciones de la póliza están garantizadas y ningún evento posterior puede alterarlas.

Aunque el coronavirus COVID-19 es una razón para preocuparse por su salud, definitivamente no es una razón para preocuparse por la salud de su póliza de seguro de vida. Incluso en el peor de los casos sus beneficiarios estarán protegidos.

Si está considerando comprar un seguro de vida…

Si está considerando adquirir una póliza de seguro de vida, tanto las compañías de seguros estadounidenses como las internacionales están aceptando nuevas solicitudes y aun podría solicutarla y obtener cobertura a través de una aseguradora de alta calificación con tarifas competitivas. Sin embargo, a medida que esta situación evoluciona, puede ser más difícil suscribirse bajo los mismos términos y en un plazo de tiempo razonable. 

Hasta ahora, las tasas y condiciones siguen siendo las mismas específicamente para los productos de seguro de vida de término.  Es importante señalar que los suscriptores establecen los términos de la póliza basándose en una evaluación de riesgos. Los factores que afectan a esta evaluación de riesgos incluyen su salud, estilo de vida y edad en relación con el promedio de vida actual.

La pandemia COVID-19 ha añadido incertidumbre a la ecuación de evaluación de riesgos, a lo que las compañías aseguradoras son adversas. Las principales aseguradoras ya han tomado medidas para reducir su exposición en medio de tanta incertidumbre.

La aseguradora Lincoln Financial Group (LNC) acaba de anunciar un período de espera de 30 días para las solicitudes presentadas por los aplicantes que han viajado a zonas «críticas » de la pandemia como China e Italia. American International Group (AIG) ha retenido de forma similar todas las solicitudes de viajeros recientes de zonas críticas hasta 30 días después de su regreso de los EE.UU. Otras compañías aseguradoras han añadido un breve cuestionario sobre el coronavirus COVID-19 a su aplicación.

Los residentes de América Latina o de los EE.UU. que estén considerando la compra de una nueva póliza de seguro de vida no deben esperar para contactar a su asesor de seguros antes de que la aceptación de nuevas solicitudes se cierre por completo.

 

LAS TRES PREGUNTAS MAS FRECUENTES…

Pregunta 1:

¿Mi póliza de seguro de vida cubre la muerte por una pandemia global como el nuevo coronavirus COVID-19?

Respuesta:   Sí. No se aplican exclusiones por virus o pandemias globales. Las pólizas de seguro de vida existentes cubren a los beneficiarios incluso en caso de la muerte del titular de la póliza por una pandemia global como la COVID-19.

Pregunta 2:

No he visitado China, Europa u otro país fuertemente impactado por la pandemia del coronavirus COVID-19. ¿Puedo obtener un seguro de vida?

Respuesta: Absolutamente, pero debe actuar rápidamente ya que otras variables pueden afectar el proceso de evaluación de riesgo.

Pregunta 3:

¿La pandemia mundial de COVID-19 desmejorará la capacidad de mi aseguradora para pagar un reclamo?

Respuesta: No con una aseguradora altamente calificada y con solidez financiera. Las aseguradoras de alta calificación obtienen dichas calificaciones manteniendo reaseguro y una liquidez substancial, salvaguardando su capacidad de pagar sus responsabilidades por reclamaciones.

 

Columna de Mary Oliva: www.maryoliva.com

 

Los metales preciosos están listos para un fuerte rebote

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Pixabay CC0 Public Domain. Los metales preciosos están listos para un fuerte rebote

Los precios de las materias primas se han enfrentado a mucha volatilidad en los últimos meses. En principio, tuvieron que enfrentarse a un shock de la demanda (el coronavirus en China y su propagación en el extranjero), luego a un shock positivo de la oferta (la sobreproducción de la OPEP y Rusia). Ahora se producirá un shock negativo de la oferta debido a las paradas de las industrias de producción de materias primas que implican un procesamiento y una manipulación intensivas en mano de obra.

Son estas cuestiones logísticas y de producción las que comienzan a presionar ahora a los exportadores de materias primas en América del Sur. Algo que ocurre mientras China se recupera lentamente de la crisis y por lo tanto necesita importar más granos y carnes a medida que se normaliza la actividad.  Sin embargo, vemos que cada vez más puertos de América del Sur y África se cierran por razones de seguridad. También las grandes empresas mineras de América del Sur, África e Indonesia comenzarán a trabajar con una capacidad reducida que reducirá la oferta introduciendo el riesgo de que China (el mayor consumidor de productos básicos) vuelva a los niveles normalizados y que los problemas de producción se mantengan en el resto del mundo.

Por su parte, el mercado de petróleo tiene que hacer frente a acumulaciones extremas de inventarios. En este contexto, la pregunta que cabe hacerse es cuándo se enfrentarán Rusia y Arabia Saudita a la realidad para decidir que su batalla no es una lucha en la que todos ganan. El actual exceso de oferta destruirá los planes de inversión y financiación a largo plazo de los productores de esquisto y las grandes petroleras, pero también pondrá precio a la demanda de energías renovables. Así que cuanto más tiempo permanezca el exceso de oferta a corto plazo, mayores serán las ganancias a largo plazo.

El gas natural sufrirá un contango extremo debido a la limitada capacidad de almacenamiento y a que las exportaciones de GNL se han detenido. Nuestro modelo de demanda de gas en EEUU refleja los patrones de demanda de los fines de semana, el suministro de gas asociado bajará lentamente pero esa respuesta ocurrirá a finales de este año.

Mientras tanto, los metales preciosos están listos para un fuerte rebote. Sí, el oro (precios en dólares) también se comportó peor que en las últimas semanas, principalmente porque los tipos nominales reaccionaron más rápido que los rendimientos reales y los fondos de cobertura y las economías emergentes se vieron obligados a liquidar el oro para tener liquidez en dólares. Pero una vez acabe la restricción de liquidez en divisa estadounidense. El metal preciosos experimentará una fuerte subida cuando veamos tipos negativos por parte de los bancos centrales, la llegada del dinero helicóptero, así como la expansión incontrolada de los balances de los gobiernos.

Tribuna de Michel Salden, gestor de Vontobel AM.

Prevención ante el COVID-19: una crisis económica mundial sin precedentes

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Prevención ante el COVID-19: una crisis económica mundial sin precedentes
Pixabay CC0 Public Domain. Prevención ante el COVID-19: una crisis económica mundial sin precedentes

Muchas ciudades e instituciones de todo el mundo están anteponiendo la prevención a la producción, restringiendo actividades hasta marzo o más tarde para contener el virus. Las acciones locales y la prohibición federal de EE.UU. de viajar durante 30 días a/desde Europa y partes de Asia son conmociones económicas globales tremendas que traerán una gigantesca destrucción a corto plazo del lado de la oferta y la demanda.

Estas disrupciones son comparables o peores que las que se produjeron después del 11 de septiembre de 2001 y con la crisis financiera a finales de 2008. Sin embargo, esta conmoción y la recesión económica deben ser breves; sin guerras posteriores ni reparaciones prolongadas de los balances. El crecimiento del PIB debería repuntar con fuerza en la segunda mitad de 2020.

Además, pensamos que este choque económico será menos perjudicial para los beneficios del S&P que en recesiones pasadas; porque las perturbaciones de este shock de seguridad sanitaria se inclinan hacia los servicios en persona. Mientras, el S&P 500 se inclina hacia la economía virtual o los servicios electrónicos, como la tecnología, la comunicación y la venta minorista en internet; que son aproximadamente un tercio de los beneficios del S&P.

Los servicios virtuales y los esenciales de salud, bienes de consumo y servicios públicos son ahora cerca de la mitad de las ganancias del S&P. Aunque la industria manufacturera pesada y los servicios financieros siguen contribuyendo en gran medida a los ingresos, lo hacen mucho menos que en otro momento, la energía es minoritaria, y es poco probable que se produzca un aumento de los impagos de hipotecas y de las dificultades en el sistema financiero, como en 2008.

Recortes en las previsiones

Pronosticamos que el beneficio por acción (BPA) del S&P caerá alrededor del 10% respecto a los 164 dólares de 2019, hasta alcanzar los 150 dólares en 2020. Esperamos que el S&P del primer semestre baje entre un 15% y un 20% anual, seguido de ganancias planas en la segunda mitad del año. Nuestras estimaciones trimestrales del BPA del S&P son: 33+34+41+42 = 150 dólares. Introducimos el BPA del S&P estimado para 2021 de 171 dólares. Ajustando con unos tipos de interés más bajos, el precio del petróleo y las perspectivas de capex relacionadas, ahora estimamos el BPA del S&P normalizado de 2020 en 160-170 dólares.

Cuando ocurren recesiones, los inversores a largo plazo se centran en el BPA normalizado o de recuperación para medir las valoraciones, y también utilizan métricas como el BPA del S&P excluyendo los negativos. Aunque las ganancias negativas pueden amenazar con la quiebra en algunas empresas, no son perpetuas y enmascaran el poder de ganancias del índice. Prevemos grandes pérdidas en la primera mitad del año en aerolíneas, energía y hoteles, y caídas en las ganancias del sector minorista, automóviles, transporte, restaurantes y aviación. Muchas industrias recibirán liquidez del gobierno e indulgencia regulatoria y de los acreedores.

Durante las recesiones de 1982, 1991 y 2001, el BPA del S&P cayó cerca de un 20% desde su pico hasta su punto más bajo. Los descensos fueron liderados por caídas del 25-50% en energía, materiales e industrias. Las ganancias de los sectores de tecnología y consumo discrecional cayeron menos que los otros, aunque más que el promedio del S&P, pero sobre todo en hardware y automoción, que son partes mucho más pequeñas de estos dos sectores hoy en día. Excepto en 2008-2009, cuando el BPA cayó un 45% impulsado por el sector financiero, los ingresos de este, especialmente la banca, no suelen disminuir más que el promedio del índice.

Por otro lado, el S&P 500 descendió un 27% desde su pico de 3.386 del 19 de febrero hasta su reciente depresión de 2.480, una de las mayores caídas de su historia. Nuestra previsión es que volverá a sus mínimos a corto plazo, muy posiblemente más bajos, pero luego se negociará en un amplio rango de entre 2.500-3.000 hasta las elecciones estadounidenses. Nuestra estimación intrínseca de valor razonable para el S&P a finales de 2020 es de 3.150, nuestro objetivo de fin de año es de 3.100 y nuestro objetivo de 12 meses hasta finales de marzo de 2021 es de 3.200.

Incertidumbre y valoraciones

La viabilidad y la visibilidad de las estimaciones de las ganancias normalizadas serán cruciales para transitar este mercado. Nuestras preferencias sectoriales se inclinan hacia valoraciones atractivas donde tenemos más confianza en las estimaciones de ganancias normalizadas. Nuestra confianza se ve muy afectada en el sector industrial, el de materiales y el financiero y está destrozada en el energético.

Nuestra estimación de 150 dólares para el BPA del S&P en 2020 incluye solo 1 dólar de energía, cuando suele ser de aproximadamente 6. El sector de consumo discrecional -excluyendo las ventas por internet- y las aerolíneas dentro del industrial son los más afectados por este shock en los servicios prestados en persona. Aquí la incertidumbre es menor en cuanto a las ganancias normalizadas, pero más bien cuando se produzca un retorno a la normalidad. Es probable que las existencias del consumo discrecional sean las más sensibles a la evolución del virus a nivel nacional.

Regresar al trabajo será prioritario

Esperamos que el desempleo salte temporalmente, pero, siempre que las nuevas infecciones diarias se estabilicen en las próximas semanas, creemos que muchas empresas y empleados comenzarán a buscar formas seguras de regresar al trabajo con precauciones. Lavarse las manos frecuentemente, desinfectar las instalaciones, distanciarse, usar mascarillas y controlar la temperatura será la nueva norma. Pero no ir a trabajar es insostenible.

Tribuna de David Bianco, director de inversiones en América de DWS

 

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Manual de crisis: el miedo a perder y a arrepentirse

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Pixabay CC0 Public DomainFoto: Benjamin Davies. Foto: Benjamin Davies

Los primeros datos de contagio por el coronavirus se dieron a conocer a finales de enero. En el epicentro de la enfermedad, Wuhan, la capital de la provincia de Hubei de China. Rápidamente comenzaron los primeros casos fuera del gigante asiático: antes de que finalizara el mes ya se habían reportado casos en Corea del Sur, Japón, Taiwán, Vietnam, Camboya, Tailandia, Malasia, India, Filipinas y Australia. Del corazón de Asia, se expandió a Europa y Estados Unidos. En la actualidad, la epidemia ya se ha extendido a todos los continentes y los países más afectados han establecido protocolos de contención. 

El riesgo existe. Los mercados mundiales de renta variable iniciaron 2020 en condiciones ideales, con unos tipos de interés bajos y unos indicadores económicos de ciclo corto que habían tocado fondo. Los mercados se habían centrado sobre todo en la election put ―la idea de que la administración Trump no permitirá un desplome de los mercados antes de las elecciones― y en el enfoque de China en la estabilidad económica de cara a 2021. Los múltiplos subieron.

Luego, la mariposa batió sus alas y nos encontramos con el COVID-19, el nuevo coronavirus. El COVID-19 introdujo un riesgo mal gestionado por la política monetaria, la herramienta preferida en todo el mundo para la estabilidad económica. Junto con el virus, un shock de oferta empezó a expandirse desde China.  

El COVID-19 parece muy contagioso, pero es relativamente leve comparado con virus como el ébola y el MERS, pero las pandemias traen sufrimiento y muerte y deben combatirse urgentemente. El control inmediato del COVID-19 es especialmente complejo, dado que muchas de sus víctimas no enferman o no lo hacen con la gravedad que permita identificarlas y aislarlas rápidamente.

Un virus más violento ―con el que la mayoría de contagiados enferman gravemente, como el MERS o incluso el SARS― podría ser más fácil de controlar y, por tanto, parece lógico que un virus con estas características pueda propagarse por todas partes. Al mismo tiempo, parece que el COVID-19 no supone una amenaza mortal para la mayoría de la gente. Lógicamente, se trata de una conjetura, puesto que no soy experto en virología o salud pública. Estamos muy atentos a la evolución de la crisis y modificaremos nuestro planteamiento en función de la situación.

Sin embargo, un virus que es nuevo y se expande a lo largo y ancho provoca pánico y volatilidad en los activos de los precios, al prestar riesgos imprevistos. Tenemos la tarea de gestionar una cartera de renta variable global dadas las circunstancias y, en momentos como este, estoy enormemente agradecido por nuestra plataforma de análisis global y nuestros recursos. Es un lujo contar con un ejército de expertos sectoriales en todo el mundo, por el debate enriquecedor que aportan.

Nuestro primer deber es actuar pronto. Hicimos movimientos para recoger liquidez de los componentes de riesgo de la cartera cuando el virus empezó a salir de China y el sudeste asiático y llegó a Europa. Esto nos permitirá reutilizar dicha liquidez en las mejores oportunidades cuando surjan. Incrementamos nuestros intercambios en mercados financieros y suministros públicos, que creemos que deberían comportarse ante el aumento de la volatilidad, y hemos reducido nuestro nivel de exposición a valores sensibles a los tipos de interés. Aunque es importante actuar con rapidez cuando cunde el pánico, la propia ventana de pánico suele ser breve antes de que los precios reflejan la situación y se mueven hacia extremos. Es obvio que estamos claramente más cerca de los extremos que hace un mes.

Estamos tratando de entender y evaluar el riesgo de que la reacción global al virus pueda provocar un evento de crédito. El desplome de los precios del petróleo y los aviones aparcados tendrán consecuencias en los flujos de caja y los balances. Los eventos de crédito son lo que provoca daños reales a los inversores en renta variable a medio plazo y estamos trabajando con nuestros analistas y gestores de carteras de renta variable y renta fija para evaluar y hacer un seguimiento de estos riesgos.

Es hora de usar nuestra imaginación y pensar en cómo estará el mundo dentro de un año. ¿Estaremos en cuarentena, ya no habrá tráfico aéreo y celebraremos nuestras reuniones a través de videoconferencia? Es una posibilidad extrema e improbable. En resumen, no creemos que el mundo haya entrado en un nuevo paradigma en el que no podamos viajar y reunirnos con otros, aunque el mercado pueda reflejar ese temor. Los viajes y las reuniones disminuirán considerablemente en los próximos seis meses más o menos, al igual que la actividad económica.

Dedicamos nuestro tiempo a encontrar oportunidades en acciones de gran calidad que generan valor, a través de nuestra plataforma de análisis. Hemos pedido a todos los analistas que se enfoquen en las dos o tres ideas que crean que pueden generar más valor económico de medio a largo plazo para nuestros clientes. Cómo ofrecer el mejor vehículo para que nuestros clientes conviertan las crisis en fuertes rentabilidades requiere un equilibrio de riesgo y rentabilidad, además de paciencia para medir nuestras decisiones.

Independientemente de la situación de incertidumbre actual, creemos que lo correcto es invertir en nuestras mejores ideas, asumiendo el hecho de que ello requiere tomar decisiones difíciles. El miedo a sufrir pérdidas es grande y puede llevar a tomar malas decisiones. El miedo a arrepentirse en el futuro es algo que a la gente que cuesta más dominar. ¿De qué se arrepentirá en el futuro? Esto sirve tanto en la vida como en la inversión. Lo que he visto a lo largo del tiempo es que los inversores se arrepienten de no haber comprado activos en tiempos de crisis. A corto plazo, puede suceder cualquier cosa, pero la historia nos dice que, a largo plazo, si nos centramos en activos excelentes para beneficiarnos de los cambios, estaremos dando un mejor servicio a nuestros clientes.

El virus ha trastocado las probabilidades de una aceleración económica moderada en la primera mitad de 2020 que esperábamos. Sin embargo, creemos que, dado el nivel de liquidez global y la probable respuesta política, es muy posible que, más que anularse, la aceleración económica se retrase. Una vez pase el brote del virus, puede haber un repunte importante de la actividad. Queremos ser moderadamente optimistas sobre esta hipótesis. Estamos empleando nuestros recursos y nuestro marco de inversión para tomar las mejores decisiones posibles para nuestros clientes, equilibrando el riesgo y la rentabilidad, el miedo a perder y a arrepentirse.

 

Columna de David Eiswert, gestor de carteras y analista en la división de renta variable estadounidense de T. Rowe Price

 

 

Riesgos

Los riesgos siguientes son especialmente relevantes para la cartera:

  • Riesgo país (China): todas las inversiones en China están expuestas a riesgos similares a los de las inversiones en otros mercados emergentes. Además, los instrumentos adquiridos o mantenidos en relación con una licencia QFII (Inversores Institucionales Extranjeros Cualificados) o del programa Stock Connect podrían estar expuestos a riesgos adicionales.

  • Riesgo país (Rusia y Ucrania): en estos países, los riesgos relacionados con la custodia, las contrapartes y la volatilidad del mercado son mayores que en los países desarrollados.

  • Riesgo de divisas: las variaciones de los tipos de cambio de las divisas podrían reducir las ganancias o incrementar las pérdidas de las inversiones.

  • Riesgo de mercados emergentes: los mercados emergentes están menos consolidados que los mercados desarrollados y, por tanto, conllevan mayores riesgos.

  • Riesgo de pequeña y mediana capitalización: los valores de empresas de pequeña y mediana capitalización pueden ser más volátiles que los valores de empresas más grandes.

  • Riesgo de estilo: los diferentes estilos de inversión suelen gozar o no del favor de los inversores dependiendo de las condiciones de mercado y de la confianza de los inversores.

Riesgos generales de las carteras

  • Riesgo de capital: el valor de la inversión variará y no está garantizado. Se verá afectado por las variaciones del tipo de cambio entre la divisa base de la cartera y la divisa de suscripción, si fueran distintas.

  • Riesgo de renta variable: en general, la renta variable conlleva mayores riesgos que los bonos o los instrumentos del mercado monetario.

  • Riesgo de concentración geográfica: en la medida en que una cartera invierta una parte importante de sus activos en una región geográfica específica, su rentabilidad se verá más afectada por los acontecimientos que incidan en dicha región.

  • Riesgo de cobertura: los intentos de una cartera de eliminar o reducir determinados riesgos mediante cobertura podrían no dar los resultados esperados.

  • Riesgo de carteras de inversión: la inversión en carteras conlleva ciertos riesgos a los que un inversor no haría frente en caso de invertir directamente en los mercados.

  • Riesgo de gestión: en ocasiones, el gestor de inversiones o sus delegados podrían considerar que sus obligaciones con una cartera entran en conflicto con sus obligaciones con otras carteras de inversión que gestionan (aunque, en dichos casos, todas las carteras recibirán un tratamiento equitativo).

  • Riesgo operativo: los fallos operativos podrían provocar interrupciones en la actividad de las carteras o pérdidas financieras.

 

Información importante.

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A 20 años desde el colapso de las punto-com: lo que es diferente hoy

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Foto: NeedPix CC0. A 20 años desde el colapso de las punto-com: lo que es diferente hoy

La semana pasada se cumplió el vigésimo aniversario del estallido de la burbuja de las puntocom. A la luz de la corrección actual del mercado, es difícil no reflexionar sobre dónde estábamos, qué aprendimos y qué es diferente ahora. Lo que la historia nos ha enseñado es que centrarse en empresas de calidad a precios razonables ha servido bien a nuestros clientes. Nuestro enfoque de inversión disciplinado nos ha impedido ceder ante el atractivo de las tendencias más actuales y nos ha llevado de manera segura a través de ciclos completos de mercado.

Mirando hacia atrás en 1999 y 2000, estos fueron dos años muy divergentes para nosotros, tanto en términos de rendimiento como de posicionamiento de cartera. En 1999, tuvimos una exposición cero a las acciones tecnológicas, mientras que el S&P 500 tenía alrededor del 40% en tecnología. Muchas de las llamadas acciones tecnológicas tenían modelos comerciales endebles y poca o ninguna ganancia, pero los inversores estaban dispuestos a pagar precios exorbitantes por ellas. Ese año, nuestra Estrategia de Renta Variable de EE.UU. tuvo un rendimiento inferior al S&P por un amplio margen.

En ese momento, estábamos fuertemente invertidos en acciones de seguros, que creíamos que estaban muy infravaloradas, y pensamos que el ciclo estaba a punto de cambiar, pero todo lo «punto-com» estaba en boga, por lo que el mercado subió mucho, y nosotros acabamos con un bajo rendimiento.

A principios de 2000, estalló la burbuja tecnológica y enfrentamos un cambio de corriente. Como todos sabemos, las acciones tecnológicas se desplomaron, nuestras acciones de seguros se recuperaron y nuestra estrategia cosechó los beneficios. Lo que presenciamos fue realmente un revés único en la vida. Como sabemos en retrospectiva, muchas de las compañías tecnológicas no tenían ganancias. Aún así, el mercado estaba pagando cualquier precio por cualquier cosa con un aura punto com.

¿Qué es diferente hoy?

Las empresas tecnológicas de hoy no son las empresas tecnológicas que conocíamos hace 20 años. Hoy, estas compañías tienen modelos comerciales legítimos y rentables, como Amazon, Microsoft y Alphabet. Muchos de ellos dependen de la publicidad y se benefician de la transición a la nube.

El mercado en su conjunto también ha visto algunos cambios en los últimos 20 años. En primer lugar, hay menos empresas para invertir ahora. Muchas compañías se vuelven privadas y nunca se hacen públicas. Muchas han sido recompradas y simplemente sacadas del mercado. En segundo lugar, los mercados se han vuelto mucho más competitivos. Superar el mercado hoy es más difícil que hace 20 años. Wall Street ha sido un lugar muy rentable para estar, y por eso hay muchas más abejas atraídas por la miel, por así decirlo. Por supuesto, los datos están disponibles al instante ahora en comparación con hace 20 o 30 años. Retrocediendo más en el tiempo, por ejemplo, hace 40 años, las personas podían obtener una entrevista con el jefe de una empresa y obtener información mucho antes que otras. Hoy, la accesibilidad a los datos es drásticamente diferente.

¿Qué está en riesgo hoy?

Las burbujas siempre se manifestarán eventualmente en los mercados. Nos preguntamos si hay una burbuja hoy en el mercado de renta fija. Si bien el mercado de renta variable, hasta la corrección reciente, podría parecer un poco rico en función de las relaciones precio / ganancias y otras medidas tradicionales, el rendimiento del flujo de caja libre del mercado de renta variable en comparación con el rendimiento de los bonos del Tesoro hace que las acciones sigan siendo bastante atractivas, particularmente después del reciente recorte de tasas de la Fed. También una fuente de preocupación está en el private equity, que se ha disparado recientemente, porque el costo de la deuda ha sido tan bajo que las empresas de PE se han apalancado en una cantidad tremenda.

Las empresas de crecimiento de calidad pueden ayudar a llevar a los inversores a través de tiempos difíciles

Si bien es un ejemplo extremo, un evento de mercado trascendental como el del 2000 ilustra la importancia de apegarse a su disciplina de inversión, incluso cuando el mundo está haciendo otra cosa. Seguimos comprometidos con nuestro enfoque de alta convicción y no sucumbimos al atractivo de la última tendencia. Si bien mucho ha cambiado en el mundo de las inversiones en los últimos 20 años, la única constante que teníamos y que tenemos ahora es un enfoque sensato. En aquel entonces, estábamos comprando lo que pensábamos que eran compañías legítimas, viables y de calidad. Hoy estamos haciendo exactamente lo mismo: depender de una investigación bottom-up para encontrar y comprar lo que creemos que son empresas de buena calidad a precios razonables. Y con una mentalidad paciente y a largo plazo, podemos proporcionar a los inversores la seguridad de que pueden depender de un proceso repetible que ayude a obtener resultados sostenibles.

Independientemente de la década en la que se encuentre o de las condiciones del mercado, es imprescindible que los inversores conozcan las perspectivas comerciales a largo plazo de una empresa. No es suficiente considerar solo lo que podría suceder en los próximos seis meses o las próximas seis semanas. Lo que importa son las perspectivas a más largo plazo: el valor de cada empresa es simplemente el valor presente de sus flujos de efectivo futuros. Si bien no siempre es fácil apegarse a su disciplina, especialmente cuando su estilo de inversión no es favorable, un estómago fuerte es tan importante como la mente. Sea paciente y ejerza disciplina. Eso debería darle la confianza para el éxito a largo plazo.

Columna de Vontobel escrita por Edwin Walczak

Invertir en compañías sólidas a largo plazo: más clave que nunca para hacer frente a condiciones macroeconómicas inestables

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Pixabay CC0 Public Domain. First Management, gestora especializada en oficinas flexibles, aterriza en España

El ‘quantitative easing’ (QE) -o expansión cuantitativa- está de vuelta en Europa desde finales del año pasado. En octubre de 2019 se anunció el último programa de compra de activos a un ritmo de 20.000 millones de euros al mes y hace unos días se sumaron unos 120.000 millones de euros adicionales. Anoche, además, el BCE anunciaba un nuevo programa de compras de deuda por 750.000 millones de euros, así que el QE sigue más vivo que nunca. Además, todavía hay cambios adicionales que llevar a cabo después de la llegada de Christine Lagarde y la confirmación de la revisión de la estrategia del BCE que tendrá lugar a lo largo de 2020.

Desde Tikehau, entendemos que una década con tipos de interés próximos a cero ha reducido el rendimiento esperado de todas las clases de activos y, al mismo tiempo, ha aumentado el riesgo de mantener activos por sus altas valoraciones. En este contexto, la mayoría de los fondos diversificados y flexibles tienen una cartera construida con una asignación a diferentes clases de activos (acciones, bonos corporativos y bonos del Estado).

Históricamente, este modelo de macro-asignación ha generado grandes rendimientos porque los bancos centrales han ido reduciendo de forma gradual los tipos de interés durante los últimos 40 años. Esto ha inflado los precios de todos los tipos de activos y ha impulsado su rendimiento. Actualmente, los fondos diversificados se enfrentan a que todas las clases de activos tienen un potencial de desempeño limitado debido a la alta valoración y los rendimientos bajos.

Además, los fondos con diferentes clases de activos también han experimentado reducciones limitadas, sobre todo porque las acciones y los bonos gubernamentales tienen tendencias de rendimiento opuestas cuando el mercado afronta condiciones volátiles. Sin embargo, como vimos en 2018, en ocasiones, las clases de activos pueden ir en la misma dirección, lo que anula los beneficios esperados por la diversificación. No nos sorprende que en los últimos años los fondos flexibles no hayan funcionado como antes, generalmente porque los tipos de interés no pueden ser mucho más bajos que cero.

El proceso de inversión de nuestro fondo de multiactivos Tikehau Income Cross Assets se basa en tres pilares: invertimos en una selección concentrada de compañías que consideramos de alta calidad, dirigidas por personas competentes, generalmente alineadas con la compañía que dirigen y con barreras de entrada, así como un elevado nivel de experiencia. Tenemos un enfoque global y flexible a través del cual invertimos en clases de activos cuando creemos que los riesgos son justamente recompensados. Por último, nos centramos en las oportunidades a largo plazo en lugar de las fluctuaciones a corto plazo.

Desde marzo 2018, el fondo no depende de la asignación entre diferentes clases de activos mientras el equipo de gestión considere que activos como los bonos continúan ofreciendo expectativas de rendimiento bajas debido a los tipos de interés próximos a cero. En lugar de diversificar las clases de activos, preferimos analizar los rendimientos en relación a los riesgos, lo cual es uno de los aspectos más importantes de nuestro proceso.

La construcción de la cartera del Tikehau Income Cross Assets se centra en la selección de acciones: invertimos en compañías de calidad cuando pensamos que ofrecen un perfil atractivo de riesgo/retorno a largo plazo. Además, gestionamos activamente nuestro nivel de liquidez y usamos instrumentos de protección cuando las valoraciones del mercado son altas para estar en posición de comprar acciones cuando, en nuestra opinión, la valoración es más baja.

Desde nuestro punto de vista, la asignación a finales de febrero aún era defensiva, a pesar de que se reinvirtió alrededor del 15% en renta variable tras la corrección de los mercados de renta variable provocada por los temores al coronavirus (a finales de febrero, las exposiciones netas/brutas de renta variable eran de 35%/58%, las de las coberturas de -22%/3% y 38% para efectivo y equivalente).

Es importante destacar la sólida experiencia de los equipos de investigación de Tikehau Capital que han estado cubriendo 800 bonos y 150 acciones durante años. Sabemos lo que queremos comprar y a qué precio, lo que nos da la flexibilidad de utilizar el capital cuando las valoraciones devuelven el rendimiento esperado en línea con nuestros objetivos de inversión. La naturaleza flexible del fondo, junto a su proceso de selección de acciones, ha estado generando uno de los mejores rendimientos ajustados al riesgo en la categoría Euro Flexible Global Morningstar durante los últimos tres y cinco años.  

Tribuna de Vincent Mercadier, responsable de renta variable y estrategias balanced de Tikehau Investment Management, y Christian Rouquerol, director de ventas de Tikehau IM Iberia