Pixabay CC0 Public Domain. Dónde poner el foco al invertir en renta fija
¿Dónde invertir ahora en renta fija? Es la pregunta que nos siguen haciendo muchos clientes en estas semanas, tras la fuerte compresión experimentada por las tires de los bonos gubernamentales. Para contestarla, es necesario recordar las dos razones fundamentales por las que los inversores han utilizado la renta fija: para obtener rendimientos y como fuente de diversificación en carteras.
Partimos de una situación en la que el rendimiento de los activos libres de riesgo, como los bonos gubernamentales, es muy escaso. Para obtener de los bonos el mismo nivel de rentas que se recibía hace 10 años, hoy en día hay que asumir mucho más riesgo. Este riesgo puede incluir bonos de high yield o deuda distressed (con una elevada probabilidad de no recuperar íntegramente el principal aportado), o activos ilíquidos (con una elevada probabilidad de no poder recuperar el dinero cuando se necesita).
Si lo que se desea es obtener una rentabilidad concreta de nuestra inversión en renta fija, nos veremos forzados a concentrar más riesgo en activos cada vez más caros (debido a la compresión de tires y diferenciales). Hacia el final del ciclo económico, los activos con un rendimiento atractivo son en general muy caros. Esto se debe a que todos los inversores han perseguido el mismo objetivo, el llamado “fenómeno de la búsqueda de rentas” ocurrido en la última década. Como ejemplo, los diferenciales de la renta fija corporativa, que suelen estar muy ajustados al final del ciclo económico. Se incrementa así el riesgo de que el valor de la inversión disminuya a medida que dichos diferenciales se amplían, algo que suele ocurrir también en las últimas etapas del final del ciclo.
Diversificación
Así pues, la renta fija no es ahora una cuestión de rendimiento, sino de diversificación, y de su rol en la obtención de ganancias de capital en un escenario de aversión al riesgo, “suavizando” el retorno total de una cartera mixta. Los fundamentales de la construcción de carteras dictan que, para optimizar la rentabilidad ajustada por el riesgo, la cartera debe consistir en activos diversificados y no correlacionados.
Se piensa, de una manera simplista, que debido a que en los últimos diez años tanto los bonos como la renta variable han subido, ambos deben estar altamente correlacionados. No es cierto. Los bonos gubernamentales han mostrado predominantemente correlaciones negativas con las acciones, con algunos periodos de correlación de alrededor de cero.
En la medida en que los bonos seguros (refugio) tengan una correlación negativa con los activos de riesgo, mediante la compra de dichos bonos estamos liberando presupuesto de riesgo para asumir en el resto de la cartera. Esta es la razón por la que no se debe renunciar a los bonos y tener el 100% en renta variable.
¿Y por qué no invertir en bonos de mayor rendimiento? Porque simplemente no ofrecen este beneficio de diversificación. Es precisamente este componente adicional de riesgo (prestar a emisores que pueden hacer impago) lo que provoca, por ejemplo, que los bonos corporativos tengan una alta correlación positiva con la renta variable.
Los bonos refugio (¡no los que están altamente correlacionados con la renta variable!) deberían ser una pieza clave en las carteras mientras sigan siendo diversificadores. Con las tires los bonos gubernamentales en niveles tan bajos, ¿tienen que conformarse los inversores con rendimientos bajos para poder diversificar sus carteras?
Una alternativa puede ser el fondo Allianz Strategic Bond. Hemos escuchado a muchos clientes decir: «Nos gusta la idea de fondos de renta fija flexible, pero en la práctica muchos de ellos están invirtiendo en activos de mayor riesgo, dentro del segmento de los bonos corporativos o las titulizaciones». Esto significa que muchos fondos de renta fija global flexible no están proporcionando el beneficio de la diversificación para los inversores.
Cuando lanzamos Allianz Strategic Bond, queríamos que fuera diferente a los fondos de renta fija flexible que había en el mercado. Queríamos que proporcionara el beneficio de la diversificación y, por ello, el fondo tiene un objetivo de correlación específico. Aspiramos a alcanzar una correlación nula con la renta variable global, fijándonos un límite máximo de 0,4 en un ciclo continuado de 3 años.
Con esta estrategia, no pretendemos generar rentabilidad centrándonos en los activos que ofrecen un mayor rendimiento (y que tienen también un mayor riesgo y una mayor correlación con la renta variable). La flexibilidad de no tener que alcanzar un objetivo de rendimiento predefinido nos permite optimizar el retorno total de la cartera, siendo capaces de ofrecer buenos resultados en mercados más volátiles, con el propósito de servir como ancla dentro de una cartera.
Tribuna de Mike Riddell, gestor del fondo Allianz Strategic Bond y autor del blog BondIssues.com.
Pixabay CC0 Public Domain. De una posible rotación a los mercados emergentes: estas son las claves de la renta variable para 2021
El primer desafío que enfrenta cualquier inversor al construir una cartera es cómo darles sentido a miles de compañías, industrias y mercados en un mundo siempre cambiante. Hay varias maneras diferentes de hacerlo, cada una con sus propios beneficios.
El enfoque tradicional «top down» agrupa a las empresas por una amplia área de operación – finanzas o tecnología de la Información, por ejemplo – y analiza cómo los factores macroeconómicos como el crecimiento del PIB y la inflación pueden impulsar su rendimiento como grupo.
El enfoque «bottom-up» se centra en los fundamentales de una empresa, como la relación precio/beneficio, el rendimiento del capital, la cuota de mercado y el crecimiento de las ventas, identificando las empresas prometedoras de un sector sin examinar demasiado las condiciones del mercado y los indicadores económicos.
Y hoy en día existe una conciencia cada vez mayor de un tercer enfoque: uno que los inversores minoristas e institucionales orientados al futuro están utilizando cada vez más para basar su estrategia de inversión. Este enfoque da un paso más hacia atrás, observando primero las «megatendencias» globales que están remodelando el mundo ante nuestros ojos, y luego analizando cómo afectarán a las empresas a lo largo del tiempo. Esto se denomina inversión temática, y es una forma simple pero poderosa de construir carteras a largo plazo que podrían prosperar en un mundo de rápidos cambios.
¿Qué es la inversión temática?
La inversión temática es una especie de enfoque “top down” que se centra menos en los indicadores económicos tradicionales como la inflación y el crecimiento del PIB y da más énfasis a las tendencias estructurales a largo plazo en el mundo, que podrían impulsar el rendimiento de manera que los inversores tradicionales aún no pueden darse cuenta.
Éstas podrían ser geopolíticas, como el aumento del poder y la riqueza en las economías emergentes, o tecnológicas, como el impacto transformador de la tecnología disruptiva y la digitalización, o sociales, como la forma en que la aceleración de la urbanización expandirá las ciudades del mundo muchas veces en las próximas décadas. El cambio climático y la escasez de recursos es otra de esas «megatendencias» que se extenderá en cascada a través de las empresas globales en los próximos decenios, un cambio que un enfoque tradicional de inversión a corto plazo tal vez no pueda incorporar.
La visión global y a largo plazo de las inversiones temáticas no se ve limitada por las categorías geográficas o sectoriales de los enfoques de inversión tradicionales. Su objetivo es identificar las empresas, dondequiera que se encuentren en el mundo, que puedan estar en condiciones de beneficiarse de los temas emergentes que se desarrollarán a lo largo de años o incluso décadas, y no sólo en el próximo trimestre financiero.
Este enfoque de inversión con visión de futuro analiza la forma en que los cambios tectónicos aportarán a algunas empresas un gran éxito y a otras una lucha existencial. Las empresas líderes del mañana pueden ser desconocidas hoy en día, operando en áreas que llegarán a revolucionar algún aspecto de la vida cotidiana, ya sea la inteligencia artificial, la tecnología carbono neutral, los vehículos totalmente autónomos o los hogares inteligentes.
A la inversa, los ganadores de hoy -las empresas más grandes del mundo, preferidas sistemáticamente por los fondos ponderados por capitalización de mercado- pueden tener dificultades en un nuevo entorno de energía verde, transformación digital y tecnología disruptiva dirigido por los millennials.
Cómo capturar temas en las carteras de inversión
La inversión temática no es un concepto nuevo. Algunos inversores activos han practicado este enfoque durante décadas, utilizando un control de calidad basado en el ser humano y una selección dinámica de acciones. Esto ha ido acompañado a menudo de mayores costes de gestión y de una falta de transparencia. La novedad de la inversión temática en los últimos años es la democratización y la reducción de los costes de la estrategia: la introducción de tecnologías avanzadas y de vehículos de inversión pasiva de bajo coste en un espacio que antes estaba reservado a la gestión activa.
Lyxor se ha asociado con el gigante de la indexación y datos MSCI para crear un nuevo conjunto de índices que cubren algunas de las mayores tendencias de inversión temática de nuestro mundo. Estos combinan la supervisión humana activa, la implementación pasiva y las últimas tecnologías de ciencia de datos para construir carteras que deberían prosperar en el futuro, por una fracción del precio de la mayoría de los fondos activos estándar.
Los cinco nuevos ETFs temáticos cubren lo que creemos que son los temas de inversión emergentes más importantes de nuestra época: el crecimiento de la economía digital y la tecnología disruptiva, el cambio urbano con la movilidad del futuro y las ciudades inteligentes, y los hábitos de compra de millennials.
La economía digital se refiere a la actividad económica resultante de las conexiones digitales entre empresas, dispositivos y personas. Incluye áreas establecidas como el comercio electrónico, los pagos online y la publicidad digital, así como campos en rápido desarrollo como la ciberseguridad, la tecnología financiera (fintech) y la economía de intercambio.
Respecto a la movilidad futura, las revoluciones en el transporte han transformado el mundo en los últimos 300 años. La red de canales, la creación de los ferrocarriles, los barcos de vapor, la introducción de motores de combustión interna de gasolina y diésel en los coches, y la invención del vuelo fueron los mayores avances. La movilidad futura captura las siguientes etapas del transporte humano, que volverán a poner en marcha nuestras vidas.
Las ciudades ya albergan a la mitad de los habitantes de la Tierra, y se espera que otros 2.500 millones de personas se unan a ellas hasta 2050. El 90% de este aumento será en África y Asia. Las ciudades inteligentes abordan desafíos como la urbanización y el cambio climático con nuevas tecnologías como la automatización, el Internet de las Cosas y las redes inteligentes.
La nueva tecnología disruptiva ofrecerá soluciones más simples, más accesibles y a menudo más rentables para muchos de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad. Esto es a veces llamado «la cuarta revolución industrial», una revolución que transformará la forma en que vivimos y trabajamos. Las empresas que adoptan la tecnología disruptiva tienen el poder de reinventarse a sí mismas y crear nuevos mercados.
Por último, los millennials o la Generación Y, como también se les conoce, están destinados a tener un enorme impacto en la economía mundial. Sus decisiones de gasto y ahorro significarán la desaparición de algunos modelos de negocio establecidos desde hace tiempo y el surgimiento de otros nuevos. Los millennials incluyen a los 2.400 millones de personas nacidas en los años 80 y 90. Constituyen casi un tercio de la población mundial y ya están tomando el relevo de los «baby boomers» y de la Generación X que impulsaron la economía en las últimas décadas.
Cada uno de nuestros ETFs temáticos combina el conocimiento humano, la ciencia de datos de vanguardia y las técnicas de inteligencia artificial de una manera única para identificar las empresas que más importan, y asegurar que su cartera se mantiene un paso por delante. Como proveedor pionero de ETF con una historia de innovación, hemos ido más allá para construir algunos fondos verdaderamente de vanguardia para una nueva mentalidad.
Tribuna de Pedro Coelho, responsable de ventas de productos de Lyxor ETF para España, Portugal y Latinoamérica
Teamwork by Nick Youngson CC BY-SA 3.0 Alpha Stock Images. Foto:
Trabaja en equipo para lograr tus mejores resultados. Siempre que asesoro a clientes les digo que como equipo podemos lograr más juntos. El rol de cliente es ser disciplinado, consistente, colocar anualmente, especialmente cuando los mercados están bajando y el mundo da miedo (piensa: oportunidad de comprar barato). Los mejores clientes no se desvían de sus presupuestos y compromisos. El rol del experto (asesor) es ayudar a descubrir las mejores estrategias con el potencial de lograr los objetivos de inversión con el menor riesgo posible. Juntos, este tipo de trabajo en equipo tiende a producir mejores resultados que asignar a fondos al azar.
A principios de 2012, siguiendo mi rol en un equipo, atendí una reunión exploratoria con un reconocido gestor de un mega fondo para entender cómo generan/crean valor. El socio senior, sentado opuesto a nosotros, explicó que la manera principal que sus equipos generaban valor en sus mega fondos era por medio de ahorros en las compras de papelería de empresas dentro del portafolio (piensa: comprar lápices y plumas más barato). Pensé que estaba bromeando y me reí en alto, pero la persona hablaba en serio y tuve que mantener la compostura. Este episodio es uno, de varios, que me alertó de algo terriblemente mal en el espacio de mega fondos. Estos gestores estaban quedándose sin formas de generar valor en sus empresas de portafolio aparte de usar ingeniería financiera, y estaban volviéndose creativos en la manera de responder mis preguntas.
Desde 2012, los mega fondos han seguido pagando mucho por empresas que han adquirido muy probable por medio de procesos de subastas competitivas (los datos no mienten). Aun en 2019, otro récord fue logrado por recaudación de capital. De nuevo los grandes inversores institucionales destinan la mayoría de su capital (billones) a estos gestores.
Como hemos comentado en artículos anteriores, cuando uno va más allá de la superficie, uno se de cuenta de lo peor de las inversiones privadas. Donde el riesgo es explicado casualmente y no es considerado a profundidad. La alineación de interés es ignorada. Los fondos con nombres reconocidos son seleccionados ya que ofrecen una sensación (falsa) de seguridad. Hay más de 8.000 gestores de fondos en nuestro universo, todavía hay decenas y quizás unos cien que no han perdido el enfoque de generar valor y merecen nuestra consideración para invertir con ellos. Cambiar su enfoque para recaudar más capital no les ha tentado.
Una vez que usted junto con su experto encuentre estos gestores y analicen las estrategias a su satisfacción, necesita decidir cómo asignar su capital apropiadamente a esta clase de activo. Dependiendo de su nivel de tolerancia de iliquidez y la habilidad de poner a un lado una porción de su portafolio por un periodo de hasta una década, debería considerar asignar 10-40% de su portafolio/patrimonio a esta clase de activo que puede dar buena recompensa (si es abordado apropiadamente). Este rango de asignación va en línea con el de universidades y family offices de respeto con empleados de experiencia dedicados a inversiones privadas y otros inversores institucionales de renombre. Usted debería hacer un presupuesto de compromisos de capital a lo largo de un periodo de años, entendiendo que cada compromiso tomará entre 2 a 5 años de implementarse por completo antes de empezar a recibir distribuciones de capital, y la asignación comience a disminuir de nuevo. En dicho momento, el inversor deberá recordar que debe continuar alocando capital a la clase de activo para poder mantener su asignación objetivo (%).
Por lo tanto para lograr su asignación objetivo (%), comprometer de frente la mayoría del presupuesto hace sentido (un 40% de la asignación objetivo debería de ser comprometido en el primer año) en vez de comprometer de forma lineal (20% anual) y constante por 5 años. Al comprometer de frente, uno tiene la posibilidad de lograr su asignación objetivo (%) dentro de 4 a 5 años, en vez de hacerlo de forma lineal donde uno nunca lo logra.
Por supuesto, nunca hay que olvidarse de diversificar apropiadamente y de no sobre diversificar compromisos anuales. Mantener disciplina estricta de comprometer capital cada año a la clase de activo. Esto es especialmente importante cuando los mercados se tornan volátiles o se entra en recesiones. Frecuentemente los mejores años de cosecha son aquellos de recesión cuando los gestores logran obtener mejores precios al hacer inversiones. En cualquier año, un inversor disciplinado debería de comprometer capital a entre 3 a 5 estrategias complementarias.
Hay una mejor manera de invertir en esta clase de activo. Como un inversor aspirante o con experiencia, asociarse con un experto experimentado que le ayude a hacer las preguntas correctas y tomar mejores decisiones es fundamental. Igualmente es importante mantener la disciplina de asignación y diversificación de estrategias. Seguir estos consejos le ayudará a lograr resultados por encima del promedio en esta atractiva, y potencialmente confusa, clase de activo. Trabaja en equipo con un experto capaz y verán los resultados.
Pixabay CC0 Public Domain. La esclavitud moderna: actualizamos nuestro compromiso
Nuestro compromiso en 2018 se centró en las empresas que debían publicar declaraciones sobre la esclavitud moderna, de acuerdo con la histórica Ley de Esclavitud Moderna del Reino Unido de 2015. Desde la introducción de esta norma, la legislación sobre la esclavitud moderna ha progresado en varios países, entre ellos Australia, Canadá, Francia y los Países Bajos. La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de esta normativa, ya que en tiempos de crisis las víctimas de la esclavitud moderna corren un mayor riesgo de ser explotadas.
Una revisión independiente de la ley publicada en mayo de 2019 llegó a la conclusión de que varias empresas están enfocando sus obligaciones como un mero ejercicio de marcar casillas y aproximadamente el 40% de las incluidas en el ámbito de aplicación no están cumpliendo con la legislación.
En resumen, esta normativa sigue progresando en todo el mundo, y las empresas -en particular las grandes con presencia mundial- pueden sufrir consecuencias materiales si no identifican, abordan e informan sobre los riesgos de la esclavitud moderna.
Identificar las mejores prácticas
En 2019 y el primer trimestre de 2020, tuvimos 66 interacciones con 32 empresas sobre la esclavitud moderna. Nos enfocamos en compañías de ropa, automóviles y tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) de alto riesgo comparativo.
Creemos que todas las empresas deben profundizar en las siguientes seis áreas a las que se refiere la ley del Reino Unido de 2015:
Estructura y cadenas de suministro
Políticas vinculadas a la esclavitud y la trata de personas
Procesos de diligencia debida en relación con la esclavitud y la trata de personas
Evaluación y gestión de riesgos
Medidas eficaces adoptadas para hacer frente a la esclavitud moderna
Capacitación sobre la esclavitud moderna y la trata de personas
Transparencia en la cadena de suministro
La transparencia refuerza la diligencia debida, mejora la reputación de una empresa y demuestra su compromiso de rendir cuentas si se producen violaciones de los derechos humanos en su cadena de suministro y puede hacerlo.
H&M ha mejorado la transparencia de su cadena de suministro. Es una de las 22 empresas (a noviembre de 2019) que están totalmente alineadas o comprometidas con el Compromiso de Transparencia, que exige a las empresas de moda que publiquen información normalizada sobre las fábricas de sus proveedores. H&M divulga los nombres, las ubicaciones y algo de información adicional sobre las fábricas que elaboran sus productos. Es importante señalar que las empresas que fabrican bienes de mayor precio no son necesariamente más transparentes: Armani y RalphLauren son ejemplos de marcas de lujo que aún no han revelado públicamente la información de la cadena de suministro.
Auditorías sólidas
La auditoría de las cadenas de suministro es un área que está evolucionando rápidamente. A través de nuestro compromiso, nos enteramos de que un proveedor externo realizó auditorías de sostenibilidad in situ a 947 proveedores de Volkswagen en 2018 y, en 551 casos, los resultados condujeron a un plan de acción.
Nuestro diálogo con los fabricantes de automóviles demostró hasta qué punto el aumento de la demanda de vehículos eléctricos, que dependen del cobalto en sus baterías, plantea mayores riesgos de reputación, operacionales y reglamentarios. Más de la mitad del suministro mundial de cobalto proviene de la República Democrática del Congo, que tiene una puntuación extremadamente alta en “vulnerabilidad a la esclavitud moderna” en el Índice Global de Esclavitud de 2018.
En la minería del cobalto, son frecuentes las violaciones graves de los derechos humanos, incluyendo el trabajo infantil y los riesgos para la salud derivados de los altos niveles de metales tóxicos. Las empresas con productos que contienen cobalto deben ser lo más transparentes que sea posible en cuanto a las medidas que adoptan para abordar y mitigar los riesgos relacionados con su abastecimiento.
En conclusión
Aunque hemos identificado muchos ejemplos de empresas que han mejorado sus políticas para identificar y gestionar los riesgos de la esclavitud moderna e informar sobre los principales acontecimientos, somos muy conscientes de la creciente brecha entre los líderes y los rezagados.
Asia-Pacífico es un hub manufacturero global y la segunda región con mayor prevalencia de esclavitud moderna del mundo. A menudo resulta difícil para los interesados evaluar las prácticas laborales de las empresas con sede allí. Nuestro compromiso con Anta Sports, una empresa de ropa deportiva basada en China, ilustra esta cuestión: la alentamos a publicar sus políticas de trabajo infantil y forzoso porque podíamos encontrar muy poca información de dominio público sobre ellas.
Como inversores, estamos prestando especial atención a las empresas de mayor riesgo, pero reconocemos que todas están potencialmente expuestas a riesgos financieros, operativos, normativos y de reputación derivados de la esclavitud moderna por ser tan omnipresente. La esclavitud moderna tiene que ser más ampliamente reconocida no solo como una tragedia humana, sino también como un riesgo comercial material.
Tribuna de Catherine McCabe, analista de inversión responsable en BMO Global Asset Management
Pixabay CC0 Public Domain. TRIBUNA AQUILINO PEÑA, PRESIDENTE DE ASCRI
Como recién nombrado presidente de Ascri, mi misión para los próximos dos años es consolidar Ascri como la asociación referente del sector de inversión, siendo reconocida como tal por las administraciones públicas y la industria a nivel global (especialmente a nivel europeo). 2020 y 2021 serán años difíciles en relación con la situación económica y el entorno legislativo y fiscal, y ahora más que nunca el capital privado es parte fundamental de la solución.
Los principales objetivos y líneas de trabajo de la asociación en los próximos dos años serán: conseguir atraer capital a nuestro asset class y reivindicar el papel positivo del venture capital & private equity en la sociedad a través de nuestros estudios de impacto económico y social de nuestra actividad en el tejido industrial y tecnológico, empleo, crecimiento y rentabilidad, lo cual significa riqueza, más impuestos y una red de asesores y trabajo cualificado alrededor de nuestra industria.
Todo ello con la implantación de buenas prácticas entre nuestros gestores en términos de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa. También será claveconsolidarnos como interlocutor de las administraciones públicas y como referencia estadística del sector en España.
El sector privado es clave para garantizar la supervivencia de las compañías en términos de generación de empleo y de cara a afrontar las consecuencias de la crisis económica a la que nos enfrentamos. Hay que reivindicar el valor de los empresarios, sus equipos y del capital que los apoya. Desde el punto de vista de capital, la industria de venture capital & private equity está detrás de los principales casos de éxito de emprendedores que han logrado crear mucho valor con empresas muy escalables y de impacto global. Nuestros éxitos generan negocios que crean un gran número de empleos, impuestos y valor para sus inversores, lo que repercute positivamente en la economía. Y en talento a disposición de la sociedad como hemos visto en numerosos casos de apoyo a la sociedad por parte de empresas privadas en la pandemia.
Desde Ascri continuaremos trabajando también para impulsar un marco normativo acorde con el de los países de nuestro entorno que incentive la inversión en nuestro sector, permita a los gestores nacionales desarrollarse e internacionalizarse y apoye a nuestras compañías, especialmente a las más jóvenes, para dotarlas de flexibilidad y capacidad de atraer talento.
Pixabay CC0 Public Domain. Encontrando la forma de invertir en rentas durante la pandemia
Nos encontramos en aguas desconocidas como consecuencia de la pandemia. La vida cotidiana se ha visto alterada de forma considerable para muchos de nosotros y es probable que siga siendo así durante algún tiempo. Los inversores también se mueven en territorio desconocido, ya que se enfrentan a los efectos que el confinamiento a gran escala ha generado en empresas, economías y mercados financieros.
Para los inversores en rentas en particular, la actual situación no tiene precedentes. En Reino Unido, 43 de las 100 empresas del FTSE han cancelado, recortado o suspendido sus pagos de dividendos. Eso incluye a las principales compañías del país que antes se consideraban tótems en cuanto a la seguridad de sus dividendos.
Las empresas han tomado estas medidas por razones muy diversas. Los bancos y las aseguradoras se enfrentan a presiones reglamentarias, y la Autoridad Reguladora Prudencial del Banco de Inglaterra les ha dicho que no paguen dividendos. Otras compañías han aceptado las ayudas del gobierno durante la pandemia y se han abstenido de pagar a los accionistas por temor a una mala prensa. Sin embargo, para algunas empresas la decisión ha estado motivada por adoptarun enfoque cauteloso y preservar el efectivo cuando el panorama económico sigue confuso.
Este contexto es relevante para los inversores en rentas, dada la importancia de los dividendos y su crecimiento para el rendimiento de las inversiones. Ya nos estábamos moviendo en un mundo de bajo crecimiento, bajos tipos de interés y baja inflación. Entonces llegó la pandemia y se sumó a estas presiones. Este año, se espera que los ingresos sean un 40-50% más bajos que en 2019. Teniendo en cuenta esta realidad, ¿qué tipo de enfoque de inversión podría ayudar a los inversores en rentas en este nuevo escenario?
La calidad importa
Últimamente, la inversión en rentas no ha contado con la prensa más positiva debido al colapso de un fondo muy conocido y a otros escándalos. Siempre hemos sostenido que la inversión en rentas no debe basarse en la búsqueda de altos rendimientos. Más bien, debería hacerlo sobre la calidad y la sostenibilidad a largo plazo de estos. Y es en momentos como el actual, cuando las dificultades corporativas son elevadas, cuando este enfoque muestra su función.
Buscamos empresas fiables y de alta calidad con balances sólidos, que les permitan que su negocio siga creciendo, reinvertir en él, quizás participar en fusiones y adquisiciones, y aumentar sus beneficios año tras año. Estas empresas de calidad tienen más probabilidades de poder pagar dividendos, incluso cuando las condiciones cambian o son difíciles. Del mismo modo, nos centramos en entidades con robustas trayectorias de crecimiento estructural a largo plazo, que cuenten con marcas globales o con una propiedad intelectual valiosa. En el entorno actual, algunas de las compañías más fuertes deberían ser capaces de crecer con más vigor.
Diversificación y conocimiento
La pandemia ha afectado y seguirá afectando a diferentes empresas y sectores de distintas maneras y en distintos momentos. Como siempre, tiene sentido estar bien diversificado y no depender excesivamente de un solo escenario económico, sector o compañía. La dispersión que se produce entre las empresas de gran y mediana capitalización también puede ser una buena idea, igual que la exposición a otros tipos de inversiones.
Los fundamentales importan, ahora más que nunca, y vale la pena conocer por dentro y por fuera las compañías participadas. Comprender sus modelos de negocio, creer en sus equipos de gestión y reconocer sus ventajas competitivas puede ayudar a gestionar el riesgo de la inversión.
La forma en que una empresa se ocupa de los aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) de sus operaciones también puede ser una señal de calidad. Este tipo de factores están integrados en el proceso de inversión de Aberdeen Standard Investments. Esto se debe a que creemos que las empresas que se comportan de manera responsable y cuidan sus asuntos ASG tienen más posibilidades de obtener beneficios de inversión sostenibles y mejores resultados.
Una combinación de un profundo análisis propio, equipos de análisis experimentados y especialistas en ASG puede realmente mostrar su valor, sobre todo durante una crisis. Puede ayudar a llegar al centro de la dinámica de una empresa e identificar lo que podría estar cambiando en su negocio. Incorporar las opiniones de expertos independientes y las conclusiones procedentes de las reuniones con la dirección de la empresa puede revelar la foto completa de una inversión. Y la identificación de una mejora en una empresa antes de que lo haga el mercado puede dar lugar a ganancias atractivas.
El foco en el largo plazo
En situaciones como la actual, siempre existe la tentación de rotar las carteras y reaccionar ante el flujo de noticias y el ruido a corto plazo. Sin embargo, es exactamente en estos momentos cuando es más importante poner el foco en el largo plazo y mantener un enfoque conservador.
También está el «canto de sirena» de invertir en empresas de menor calidad con mejores dividendos a corto plazo. Sin embargo, creemos que rara vez funciona. En nuestra opinión, nunca es el momento adecuado para comprar compañías de baja calidad y elevada rentabilidad por dividendo. Preferimos mantener un enfoque en compañías de calidad que creemos que pueden diferenciarse del resto. Al mismo tiempo, nos mantenemos atentos ante los riesgos y las oportunidades que surgirán al transitar estos tiempos inciertos.
Tribuna de Charles Luke, director de inversiones en renta variable británica de Aberdeen Standard Investments
Pixabay CC0 Public Domain. Bonos high yield de los países nórdicos en la era del coronavirus
Tras la enorme ampliación que experimentaron en marzo los diferenciales de la deuda corporativa, se observa ya una reducción en el mercado de bonos de alto rendimiento de los países nórdicos, aunque sigue rezagado con respecto a EE.UU. y Europa. En los países nórdicos, la ampliación obedeció al fuerte incremento de la incertidumbre en la economía mundial y al riesgo de impago, pero también a algunos factores específicos. Fue el caso de las excesivas ventas que se registraron en Noruega para generar liquidez destinada a las coberturas cambiarias, y de las enormes salidas de capitales que sufrieron los fondos de deuda corporativa de Suecia, con el consiguiente cierre o suspensión temporal de varios productos.
Dado que este peor comportamiento relativo tiene que ver fundamentalmente con características específicas de los mercados de Noruega y Suecia, que han mejorado considerablemente, los bonos high yield de la región ofrecen oportunidades de cara al futuro.
Noruega: presión vendedora
Los fondos de deuda de alto rendimiento domiciliados en Noruega tienen una clientela fundamentalmente local y generalmente están cubiertos frente a la corona noruega. Entre finales de febrero y el 20 de marzo, la corona noruega perdió un 25% frente al euro, un 21% frente al dólar estadounidense y un 15% frente a la corona sueca. Además, la volatilidad de la moneda local aumentó y se observaron movimientos diarios del 10% o más: por ejemplo, entre el 18 y el 19 de marzo la corona noruega llegó a perder más de un 13% frente al euro.
Estos movimientos tuvieron lugar con volúmenes muy bajos en el mercado de divisas. La velocidad y magnitud sin precedentes de la depreciación de la corona noruega provocó una enorme presión vendedora en el mercado, ya que los fondos de bonos high yield de Noruega tenían que vender grandes volúmenes para atender las necesidades de liquidez de los contratos de coberturas de divisas. Esta situación se agravó por las salidas de dinero de los fondos, que también fueron importantes, aunque no constituyeron un gran problema en sí mismas. La mayor parte de los capitales regresaron en abril y el flujo neto positivo continuó en mayo.
Suecia: salidas masivas de capitales
En Suecia, los fondos de inversión no sufrieron los mismos efectos cambiarios que en Noruega. Sin embargo, se registraron salidas masivas de los fondos de deuda corporativa, lo que, en última instancia, provocó que 35 fondos suecos suspendieran temporalmente los reembolsos, incluidos productos de algunas de las gestoras más grandes, como Spiltan, Carnegie y Danske Bank.
La diferencia es bastante llamativa: el mercado noruego registró importantes salidas de fondos en marzo, pero la mayor parte del dinero regresó en abril y los flujos netos positivos continuaron en mayo. Mientras, en Suecia, las salidas de fueron muy pronunciadas en marzo, pero los fondos no regresaron en abril, probablemente debido a que durante ese mes había un número muy elevado de clientes que no pudieron reunir liquidez.
La reciente evolución de los flujos de capitales en el mercado sueco ha tenido claramente un impacto en las cotizaciones del mercado de bonos de alto rendimiento. Un ejemplo son los bonos del sector inmobiliario, que es un subsector especialmente grande del mercado sueco. En el gráfico se muestra la evolución de los diferenciales de los bonos de alto rendimiento del sector inmobiliario en todo el mundo y en los países nórdicos.
Los diferenciales del sector inmobiliario nórdico se movieron de forma bastante parecida a los diferenciales mundiales, pero durante los últimos meses hemos visto una divergencia considerable, relacionada probablemente con una recuperación más lenta del conjunto del mercado sueco de bonos high yield. Durante las últimas semanas, hemos asistido a una reactivación de la actividad en el mercado sueco.
En resumen, el mercado de bonos de alto rendimiento de los países nórdicos se ha comportado peor que sus homólogos estadounidenses y europeos, especialmente en la fase de recuperación después de la oleada de ventas de marzo. Dado que este peor comportamiento relativo se debe principalmente a las características específicas del mercado noruego o sueco, que han mejorado ostensiblemente, los bonos high yield nórdicos están captando la atención de los inversores cada vez con más fuerza.
Tribuna de Svein Aanes, responsable de renta fija de DNB Asset Management
Pixabay CC0 Public Domain. Los fondos a vencimiento, ¿una oportunidad en el entorno post-COVID?
Muchas empresas se verán perjudicadas por el periodo de confinamiento. Algunas no se recuperarán, otras lo harán más o menos rápido, mientras que otras destacarán como ganadoras en el mundo posterior al COVID-19. A pesar de que los bancos centrales y los gobiernos de todo el mundo están haciendo todo lo posible para proporcionar liquidez suficiente para contener el aumento de los impagos, quiebras y tasas de desempleo, habrá algunas bajas, ya que liquidez no equivale a solvencia.
Esto es exactamente por lo que, en este entorno, es esencial confiar en el análisis de fundamentales del mercado y la capacidad de selección de bonos al invertir en los mercados de crédito. Tikehau Capital ha estado implementando este enfoque de inversión durante muchos años. Así, los gestores de carteras están trabajando en estrecha colaboración con un equipo de 15 analistas que cubren aproximadamente 450 emisores, abordando los antecedentes de crédito individualmente desde un punto de vista ascendente.
En el contexto actual, lo primero es identificar los emisores con una posición de liquidez sólida (en el balance general, a través de facilidades bancarias comprometidas o capacidad para acceder a programas de préstamos gubernamentales) que les permita capear la tormenta. Tras este primer pilar viene el análisis del modelo de negocio: cómo se ve afectado por la crisis sanitaria y cómo le irá en el corto plazo, junto con la sostenibilidad de la estructura de capital (apalancamiento, vencimientos). Así, podemos determinar el grado de apoyo del accionista/sponsor en caso de que la empresa necesite una nueva inyección de liquidez. Finalmente, se debe evaluar cómo le irá después de la crisis, cómo se adaptará y cuánto tiempo tardará a volver a sus niveles anteriores.
Una vez realizada esta evaluación, el equipo de gestión de la cartera aplica su enfoque “value” para seleccionar e invertir en sus mejores opciones y construir una cartera resistente que muestre lo que consideramos un perfil atractivo de retorno/riesgo, tal y como se muestra en el fondo de reciente lanzamiento Tikehau 2027.
Un fondo con un proceso similar y un universo de inversión parecido es el Tikehau 2022. Cuando se lanzó, Tikehau Capital quería traer algo nuevo a la mesa. La idea era destacar tanto en contenido como en estructura cuando se comparase con fondos de vencimiento tradicionales. En primer lugar, se diferencia en estructura al ser un fondo abierto (sin período de suscripción) y sin comisiones de entrada o salida (solo un swing price). En segundo lugar, invierte en el mercado crediticio europeo y mantiene un estilo de gestión muy activo.
El enfoque de inversión activa de Tikehau IM permite optimizar diariamente el perfil de riesgo/rendimiento de cada posición del fondo, asegurando así que los riesgos subyacentes se compensen, además de gestionar de forma eficiente las suscripciones/reembolsos dentro del fondo. Dependiendo del mercado, eso podría evitar una dilución del rendimiento general de la cartera en caso de una suscripción.
Por ejemplo, el fondo ha registrado importantes entradas desde las fuertes ventas experimentadas a finales de febrero/marzo de este año por el mercado, lo que dio al equipo de gestión de la cartera la flexibilidad necesaria para identificar e invertir en créditos resistentes, mostrando un punto de entrada atractivo según nuestro análisis. Las suscripciones en este contexto son beneficiosas tanto para los inversores actuales como para los nuevos, ya que aportan liquidez que permite al equipo de gestión de la cartera aprovechar oportunidades en un mercado donde los precios se dislocaron a niveles extremos, y que no reflejan los fundamentales de mercado.
En un entorno sometido a un alto nivel de estrés como el que vivimos, el enfoque de inversión de Tikehau Capital, basado en un análisis fundamental en profundidad, es primordial para mantener la cabeza fría y beneficiarse de los puntos de entrada que consideramos atractivos.
Tribuna de Laurent Calvet, gestor de renta fija en Tikehau Investment Management y a cargo de los fondos Tikehau 2022 y Tikehau 2027
Pixabay CC0 Public Domain. ESG: proveedor de alpha en entornos de crisis
Los inversores están teniendo cada vez más en cuenta factores ESG como parte de su proceso de análisis para identificar los riesgos materiales y las oportunidades de crecimiento. La crisis del COVID-19 es la prueba de fuego definitiva para las empresas cuya gestión ha integrado estos factores extrafinancieros.
Cualquier organización que adopte un enfoque holístico para la creación de valor es más flexible y más apta para amortiguar los shocks de mercado a corto plazo. Por lo tanto, cualquier cisne negro puede ser afrontado mucho mejor si se anticipa y se adopta una posición flexible. En este sentido, las empresas que integran factores ESG son más ágiles a la hora de hacer cambios.
Durante la reciente corrección del mercado, las empresas con fuertes criterios ESG superaron a sus comparables, tanto en los mercados bajistas como en los alcistas. Hay que admitir que el horizonte temporal es corto, y deberíamos estar cansados de las generalizaciones. Sin embargo, al final del año, será interesante reflexionar sobre el rendimiento generado en 2020.
Cabe imaginar que factores principalmente técnicos, como los sesgos sectoriales, han influido en los notables resultados obtenidos desde principios de año. Sin embargo, incluso cuando se neutralizan los sesgos sectoriales, las empresas de ESG de alta calidad superan a la mayoría de los sectores. A nivel regional, el margen de rendimiento superior obtenido por las empresas ESG es más pronunciado fuera de Europa, especialmente en Estados Unidos, donde la inclusión de factores extrafinancieros es más reciente y, por lo tanto, menos generalizada. Las diferencias en las regulaciones sociales y ambientales entre Europa y Estados Unidos también pueden dar lugar a diferencias más notables entre las empresas con estándares ESG superiores a la media.
Durante los mercados bajistas, en nuestra opinión, fue sobre todo la fuerza de los factores sociales y de gobernanza lo que condujo a esta relativa solidez: la fuerte gestión del capital humano permitió una protección eficaz de los empleados y un proceso de reorganización y, en consecuencia, redujo al mínimo las disrupciones. Los inversores consideraron que estas empresas podrían reanudar la actividad más rápidamente que sus competidoras. Al mismo tiempo, una sólida gobernanza condujo a una comunicación transparente con los inversores y a la asunción de responsabilidades frente a sus accionistas. Los inversores se tranquilizaron y obtuvieron mayor visibilidad.
Muchos observadores se sorprendieron cuando las empresas ESG con altas calificaciones superaron a otras no ESG dentro de los mismos sectores durante los mercados alcistas, especialmente teniendo en cuenta que las acciones cíclicas lo hicieron mejor que las defensivas.
En el punto más bajo del mercado, se abrió una ventana de oportunidad para las acciones ESG y los inversores aprovecharon la caída de los precios para redirigir los flujos hacia inversiones ESG, lo que explica en parte la fuerza del rebote posterior. Podría ser utópico creer que el mundo después de esta crisis será radicalmente más verde que el anterior. Sin embargo, es plausible si una proporción significativa de los estímulos gubernamentales se dirige hacia la infraestructura sostenible y la movilidad eléctrica. La crisis climática no ha quedado en suspenso por la actual pandemia. Por el contrario, ahora se considera una amenaza aún mayor para la humanidad.
Profundizando en los detalles
Creemos que el rendimiento superior de las acciones ESG puede estar relacionado con factores fundamentales. En nuestra opinión, no sólo la falta de visibilidad fue lo que hizo que los inversores huyeran hacia activos seguros ESG de alta calidad para refugiarse y capear la tormenta. Además, creemos que las empresas ESG ofrecen mejores oportunidades de inversión durante los mercados bajistas y alcistas.
Con respecto a la relación de la empresa con sus proveedores, clientes y accionistas, parece que las empresas con alta puntuación ESG, que cumplen con altos requisitos de transparencia, se comunican mejor y con mayor frecuencia. Por ejemplo, la compañía Microsoft comenzó a finales de enero a comunicar las posibles repercusiones financieras de la pandemia y, desde entonces, ha mantenido su comunicación actualizada. Este alto grado de transparencia no sólo es tranquilizador en cuanto a la capacidad de la directiva de seguir de cerca la evolución y de gestionar el proceso, sino que también permite que el consenso ajuste sus previsiones y logre una valoración más precisa. Da a los inversores la impresión de que hay «alguien a los mandos».
Otro ejemplo de buena gestión que ha causado cierta controversia en la sociedad es la empresa de ropa deportiva adidas. Esta compañía aceptó el apoyo financiero del Gobierno alemán para poder seguir pagando a sus acreedores, como los talleres de fabricación, que a su vez podrían ofrecer mejores soluciones a sus empleados, que a menudo operan en países con menor cobertura de seguridad social. La ayuda del Gobierno también permite a adidas seguir pagando el alquiler de sus tiendas a pesar del cierre de las mismas en todo el mundo. Al mantenerse unida y ser solidaria, adidas contribuye a garantizar que sus proveedores sean operativos una vez que la economía se reactive.
Capital humano
El capital humano también ha jugado un papel importante durante la crisis actual. La seguridad del personal ha sido un factor que ha preocupado a todos. La monitorización de la implementación de las medidas de protección de los trabajadores ha sido esencial en las últimas semanas. No es de extrañar que las empresas con mayor calificación en cuanto a protección del capital humano hayan resistido mejor la tormenta: el despliegue de medidas de distanciamiento social y de higiene para las plantillas permite un reinicio de la actividad más rápido. Por ejemplo, el fabricante de automóviles PSA pudo reactivar la producción a mediados de abril después de reorganizar las líneas de producción y proporcionar equipos de seguridad a los trabajadores.
Las medidas proactivas para proteger a las plantillas estimulan la moral de los trabajadores y los motivan. Este puede ser un factor clave para el éxito de cualquier compañía. Las empresas con una huella de carbono menor en comparación con su sector también han mostrado un rendimiento superior, ya que la emergencia climática sigue estando omnipresente. El siguiente gráfico excluye el sector de la generación de energía fósil, que ha estado sometido a una enorme presión debido a la fuerte caída de los precios del petróleo. Si se incluye, la discrepancia entre los emisores con bajos niveles de carbono y la tendencia mayoritaria sería aún mayor.
Huella de carbono baja
Creemos que hay dos explicaciones fundamentales para un mejor rendimiento de las empresas con una huella de carbono baja. En primer lugar, para lograr reducir su huella de carbono, una empresa debe reestructurarse en profundidad. Literalmente, todos los procesos internos y externos deben ser remodelados y digitalizados, dejando a la empresa con líneas de mando más cortas y, por tanto, más flexibilidad. Por lo general, una empresa de bajas emisiones de carbono es simplemente más moderna y puede afrontar mejor una tormenta. Para las empresas que están preparadas para luchar contra el desafío a largo plazo de la emergencia climática, la actual pandemia puede considerarse como un ensayo del desastre final.
En segundo lugar, muchos inversores esperan que «el mundo después del COVID-19» sea más verde, con fondos de estímulo que impulsen programas de infraestructura que potencialmente crearían un gran número de puestos de trabajo. Dado que el distanciamiento social podría seguir siendo la norma en un futuro más próximo, el aumento de los incentivos para la movilidad eléctrica individual en todas sus formas podría favorecer el mantenimiento de los empleos y la lucha contra el cambio climático.
La aplicación temprana de medidas ESG parece haber dado lugar a una ventaja competitiva que era evidente, a juzgar por el rendimiento superior de las empresas con un alto perfil ESG en los últimos meses. Sin embargo, esta tendencia sólo puede confirmarse si se analiza durante un período de tiempo más largo. En general, la implementación temprana de criterios ESG permitió que las empresas fueran más ágiles y capaces de hacer frente de manera más eficiente a cualquier tipo de incertidumbre, como la actual pandemia.
Retrospectivamente, podemos concluir que el aumento de ESG está dando paso a una clara ventaja en el actual entorno cambiante. Las declaraciones de los políticos apuntando a que, en la actual fase de inicio lento de la larga recuperación, los aspectos de sostenibilidad deben tenerse en cuenta al conceder ayudas y aplicar los programas de estímulo económico, actúan ahora como un refuerzo y pueden aumentar aún más la diferencia de rendimiento entre las acciones ESG y las empresas «convencionales».
Tribuna de Nina Lagron, responsable de renta variable de gran capitalización de La Française AM
Este comentario está dirigido a inversores profesionales en el marco de MiFID II. Se proporciona únicamente con fines informativos y educativos y no tiene la intención de servir como un pronóstico, producto de investigación o asesoramiento de inversión y no debe interpretarse como tal. No puede constituir un asesoramiento de inversión ni una oferta, invitación o recomendación para invertir en determinadas inversiones o para adoptar una estrategia de inversión. Las rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras. Las opiniones expresadas por el Grupo La Française se basan en las condiciones actuales del mercado y están sujetas a cambios sin previo aviso. Estas opiniones pueden diferir de las de otros profesionales de la inversión. Publicado por La Française AM Finance Services, con sede en 128 boulevard Raspail, 75006 París, Francia, empresa regulada por la Autorité de Contrôle Prudentiel como proveedor de servicios de inversión, nº 18673 X, filial de La Française. La Française AM ha sido aprobada por la AMF bajo el nº. GP97076 el 1 de julio de 1997. Para más información, consulte los sitios web de las autoridades: Autorité de Contrôle Prudentiel et de Résolution (ACPR) www.acpr. banque-france.fr, Autorité des Marchés Financiers (AMF) www.amf-france.org
El día viernes 24 de abril, la compañía chilena de hotelería y administración de casinos de juego Enjoy, anunció mediante un hecho esencial que entraba en un proceso de reestructuración de sus pasivos. Si bien no es la primera empresa chilena que entra en este tipo de proceso desde el inicio del estallido social, si es la primera con presencia en el mercado internacional de bonos.
Esta decisión viene poco después de la explosión de la crisis sanitaria producto del COVID-19, junto a una caída histórica en el precio del petróleo. El resultado de estos dos eventos globales ha sido una corrección de los mercados, tanto en deuda como renta variable, de una magnitud y velocidad pocas veces vista. Si bien existen tantas visiones como personas respecto al comportamiento y actual valorización de los mercados, también resulta valioso ver el flujo de información de manera inversa.
No es el objeto de este texto entregar opiniones respecto al comportamiento de nuestros mercados, sino extraer información implícita en los precios y ver como ésta se compara con otros eventos similares.
Un indicador importante en la renta fija, especialmente corporativa, en tiempos de crisis es la tasa de default de las compañías. Si bien las razones del aumento de este indicador pueden ser variadas (deterioro de fundamentos macroeconómicos, condiciones de liquidez y acceso a mercados o excesivo apalancamiento por parte de las empresas, entre otros), lo interesante es analizar qué expectativas tiene el mercado frente a este indicador en el contexto actual.
Para este ejercicio utilizaremos el índice de JPMorgan CEMBI Broad Latin America, uno de los tradicionalmente usados por inversionistas a nivel global. El spread de este índice, en su versión High Yield (es importante recordar que la convención generalmente es que las tasas de default se miden sobre el universo high yield de cualquiera sea la región, industria o subgrupo que se quiera analizar), al cierre del 24 de abril de 2020 era de 889 puntos base.
Este spread tiene implícito una tasa de default esperada para nuestra región de casi un 9%. Esta tasa incorpora además supuestos de premio por riesgo y tasas de recupero, las cuales no van a ser detalladas en este texto, porque su incorporación supone una segunda oleada de análisis también extensa.
Poniendo en contexto este número, desde el 2011 en adelante ha habido solo dos años en que nuestra región ha tenido tasas de default por sobre el 9%. El 2013 posterior a la crisis europea, llegando a un 10.6%, y el año 2016 cuando coincidieron la crisis política en Brasil y una corrección importante de los precios de los commodities, alcanzando la tasa de default un 9.2%.
Durante este año, el spread máximo del índice High Yield que utilizamos en este ejercicio ha sido 1.067 puntos base. El 2013 ese spread llegó a 911 puntos base y en 2016 a 1.015 puntos base. Si bien en el proceso de inversión siempre es deseable comparar y hacer análisis relativo, también es igual de importante notar que el contexto de cada una de estas crisis ha sido distinto.
A modo de ejemplo, la corrección del año 2016 se dio principalmente por Brasil por el caos político que vivía en ese momento, distinto a lo que hemos visto este año, donde ha sido un efecto más transversal en la región (y a nivel mundial también por supuesto).
Una diferencia importante en esta crisis del COVID-19 es el estado de solvencia de las compañías en nuestra región. Utilizando datos agregados, vemos que el nivel de endeudamiento (medido como deuda neta/Ebitda) ha venido bajando consistentemente los últimos 4 años. De la misma manera hemos visto mejoras en los índices de liquidez (caja/deuda de corto plazo) y de refinanciamiento (deuda de corto plazo/deuda total). Es decir, las compañías están hoy bastante mejor preparadas que en años anteriores para enfrentar una crisis.
¿Significa esto, entonces, que deberíamos esperar tasas de default menores que en las crisis antes mencionadas? No necesariamente. Bien sabemos que las compañías suelen incumplir sus pagos por problemas de liquidez mas que de solvencia. Si bien los índices de liquidez han venido mejorando, no hay compañía que aguante años con una economía detenida, y es probable que la tasa de default esté determinada por la duración de la crisis sanitaria.
Hoy las compañías están preparadas para sobrevivir entre 3 y 6 meses con niveles de actividad mínimos, mediante recorte de gastos, disminución de inversiones, menores pagos de dividendos, entre otros. Una tasa implícita de 9% pareciera ser alta dada la liquidez actual de las compañías, pero si la crisis se extiende, no se puede descartar que estos números superen los vistos en 2013 y 2016.
Artículo publicado por la CFA Society Chile en abril de 2020 (con datos a esa fecha)
Nicolás García-Huidobro es CFA – Senior Analyst and Co-Portfolio Manager, Compass Group