Revisión macro: bajar en ascensor y volver a subir por las escaleras

  |   Por  |  0 Comentarios

Hans Staircase Pixabay
Pixabay CC0 Public DomainFoto: Hans. Foto: Hans

Desde que publicamos nuestros tres posibles escenarios económicos a principios del mes de mayo, hemos actualizado nuestras cifras para reflejar la fuerte contracción de la actividad mundial en abril, cuando los países decretaron el confinamiento, y los diferentes grados de aceleración de la actividad, que ha rebotado con fuerza en algunas áreas con el inicio de la reapertura de la economía.

Aunque el reparto de probabilidades de los diferentes escenarios no ha cambiado (60% para la hipótesis de referencia, 30% para la hipótesis optimista y 10% para la hipótesis pesimista), hemos revisado a la baja nuestras cifras de crecimiento para 2020 en los tres escenarios, tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes. Las cifras para 2021 no han sufrido variaciones en su mayor parte.

Por debajo del consenso

Las intervenciones de las autoridades hasta la fecha han conseguido estabilizar en gran medida las rentas de las familias durante la crisis y posibilitar un funcionamiento fluido en los mercados, limitando con ello, hasta cierto punto, los argumentos bajistas en la fase de reapertura. Sin embargo, las perspectivas para la segunda mitad de este año y más allá vendrán determinadas por las políticas futuras y seguiremos revisando nuestros escenarios dependiendo de las medidas que tomen las autoridades.

Ahora pronosticamos un crecimiento mundial del -2,9% en 2020 y del 3,9% en 2021, ligeramente por debajo del consenso. Seguimos siendo más pesimistas sobre el Reino Unido y la zona euro, aunque las sorpresas positivas en forma de iniciativas de los gobiernos que han surgido en la segunda han sesgado al alza nuestras cifras de crecimiento. Dentro de los mercados emergentes, somos algo más optimistas que el consenso sobre México y Turquía. Las tablas 1 y 2 ilustran las cifras más recientes. 

Fidelity International

Fidelity International

Seguimos creyendo que la recuperación llevará tiempo: en la mayoría de las economías, el PIB tiene pocas probabilidades de regresar a los niveles anteriores a la crisis a finales de 2021, como ilustra el gráfico 1. En nuestra hipótesis de referencia, sólo las economías de China, la India e Indonesia podrían registrar una expansión a finales de 2021 con respecto a finales de 2019. En nuestro escenario pesimista, únicamente China podría crecer en este periodo. 

Fidelity International

Rebote de la actividad con la reapertura de las economías

A raíz de la reapertura de las economías a lo largo del mes de mayo se ha producido una importante mejora en los indicadores de alta frecuencia, como la movilidad de las personas según los datos de Google, el tráfico de pasajeros, la demanda de combustible, el uso de la red eléctrica y el gasto mediante tarjeta de crédito, por dar algunos ejemplos. Los indicadores mensuales también depararon varias sorpresas positivas en mayo y junio en las grandes economías. La confianza empresarial ha rebotado de forma generalizada en el sector manufacturero y los servicios, que siguieron mejorando en junio a juzgar por los índices PMI de la zona euro (gráfico 2), del Reino Unido y de EE.UU. Por increíble que parezca, los PMI del sector manufacturero de Francia y el Reino Unido, así como el índice ISM del sector manufacturero de EE.UU., se encuentran por encima de 50, nivel que indica expansión. 

Fidelity International

El rápido retorno de la demanda de consumo ha sido una de las principales sorpresas de esta reapertura, especialmente en EE.UU., donde las ventas minoristas se dispararon un 17,7% en mayo después de haber caído un 14,7% en abril, a pesar de que la reapertura de la economía ha sido solo parcial. La composición fue diversa y la mejoría más importante se registró en confección, seguida de mobiliario, artículos deportivos, electrónica y automóviles. El levantamiento de las restricciones a la movilidad, combinado con cierta demanda contenida, son los grandes responsables de la reactivación del consumo. Sin embargo, a pesar de este fuerte rebote las ventas minoristas se mantienen un 8% por debajo de los niveles previos a la crisis, como se muestra en el gráfico. 

Fidelity International

Los datos más recientes sugieren que el ciclo mundial tocó fondo en abril, cuando se dejó atrás el “pico de confinamiento” en todo el mundo. Este rebote de la actividad durante la fase de reapertura no debería ser una sorpresa y la transición automática desde el confinamiento hasta la reapertura traerá consigo tasas de crecimiento mensual de dos dígitos durante los próximos dos o tres meses. Aunque eso sugiere que la contracción probablemente no fue tan acusada o tan larga como algunos habían temido, los datos actuales no son necesariamente representativos del ciclo real.
 
Conviene señalar que ya se observan en los indicadores de alta frecuencia las primeras señales de que el acusado rebote del mercado laboral estadounidense en mayo parece estar agotándose. Las peticiones de subsidio de desempleo han sorprendido negativamente al mantenerse en niveles elevados en junio y la encuesta a pequeñas empresas de la Oficina del Censo de EE.UU. sugiere que el aumento del empleo y las horas trabajadas parece estar moderándose. Sin embargo, todavía es demasiado pronto para sacar conclusiones.
 
Conforme la actividad vaya reactivándose, tendremos una idea más clara sobre la verdadera magnitud del daño infligido a las economías y si éste es permanente o temporal. Las perspectivas siguen dependiendo de cómo los países salgan del confinamiento y con qué rapidez, de las intervenciones de las autoridades y las medidas de estímulo que ayuden a la recuperación, y de la capacidad de los países para controlar futuros repuntes de los contagios. 

La fase de recuperación

Mientras recorremos el camino desde la reapertura hasta la fase de recuperación, estaremos atentos a tres áreas: 

  • En el plano de la demanda: la magnitud del daño permanente sufrido por el mercado laboral y las pérdidas de rentas resultantes.
  • En el plano de la oferta: la solvencia del sector empresarial.
  • En el plano de las políticas públicas: nuevas medidas centradas en la recuperación y las posibles alteraciones derivadas de la retirada de las intervenciones sin precedentes de las autoridades desde que comenzó la crisis.

En EE.UU. ya se observan evidencias de que alrededor del 30% del empleo destruido podría ser permanente. Dada la naturaleza de la crisis del coronavirus, probablemente veamos cierta redistribución estructural de los trabajadores entre diferentes sectores a media que el mercado laboral se adapta a la “nueva normalidad”, lo que dificultará el descenso del desempleo. Esperamos que la tasa de paro de EE.UU. se sitúe ligeramente por encima del 10% a finales de 2020 y entre el 6% y el 9% a lo largo de 2021. A pesar del reciente rebote por sorpresa de los datos de empleo, creemos que el mercado laboral tardará años en sanar.
 
En el plano de la oferta, la desaparición de demanda a consecuencia de las pérdidas de renta de los desempleados y las restricciones continuadas relacionadas con el virus impedirán que la actividad se retome plenamente en muchos sectores durante meses, dependiendo de la disponibilidad de una vacuna, lo que se traducirá en una “economía al 90-95%” (el tope de actividad variará de un país y sector a otro).
 
Cuando los programas de ayudas a las empresas finalicen y estas acumulen más deuda, probablemente veamos que los problemas de liquidez se convierten en problemas de solvencia y dan lugar a una oleada de quiebras, recapitalizaciones y rescates. Aunque el consenso sigue siendo relativamente optimista sobre las perspectivas de los impagos, creemos que los riesgos apuntan a tensiones más elevadas en el sector empresarial de lo que se prevé actualmente. 

Abandonar los estímulos podría costar

En el plano de las políticas públicas, el proceso de retirada de los diferentes programas monetarios y fiscales previsiblemente será convulso. Algunas políticas tendrán que prorrogarse, tanto las fiscales (se prevé que las autoridades estadounidenses aprueben otro paquete de ayudas fiscales a finales de julio o comienzos de agosto) como las monetarias (los grandes bancos centrales probablemente tengan que aplicar nuevos estímulos). El desmantelamiento de algunas políticas será acogido con “pataletas” de los mercados similares al taper tantrum de 2013, cuando la Fed anunció su intención de empezar a reducir el ritmo de sus compras de activos. Un aspecto más importante es que los gobiernos tendrán que pasar de las políticas contra la crisis a las políticas de crecimiento, que serán cruciales para dar forma a la recuperación. Los posibles retrasos a la hora de legislarlas y ponerlas en marcha podrían tener un coste muy alto, especialmente en una coyuntura de descontento social en todo el mundo.

En definitiva, aunque lo peor de la crisis de la COVID-19 probablemente haya quedado otras, el retorno a la normalidad —o, de hecho, alguna forma de “nueva normalidad”— no va a ser fácil. A pesar del rebote mayor de lo previsto derivado de la reapertura de la actividad en varias economías, la recuperación será un proceso dilatado en el tiempo, con mucha incertidumbre en torno a la evolución del virus, el comportamiento de los consumidores y las empresas y las decisiones de las autoridades.

Por ahora, los mercados están adoptando una visión más optimista, lo que tal vez no debería sorprendernos a la vista de la ingente liquidez inyectada por los bancos centrales y la idea de la “put de la Fed”. Sin embargo, cuando la marea de liquidez se retire (antes o después), la brecha entre los fundamentales económicos y los mercados podría dejar de ser sostenible. Como declaró recientemente el presidente de la Fed de Richmond Tom Barkin: “La economía bajó en ascensor, pero tendrá que subir por las escaleras”.

 

 

Columna de Anna Stupnytska, economista global en Fidelity International

 

Información legal importante

El valor de las inversiones y las rentas derivadas de ellas pueden bajar o subir y el inversor puede recibir menos de lo que invirtió inicialmente. Las rentabilidades pasadas no son un indicador fiable de los resultados futuros. Este documento tiene una finalidad exclusivamente informativa y está destinado exclusivamente a la persona o entidad a la que ha sido suministrado. Este documento no constituye una distribución, una oferta o una invitación para contratar los servicios de gestión de inversiones de Fidelity, o una oferta para comprar o vender o una invitación a una oferta de compra o venta de valores o productos de inversión. Fidelity no garantiza que los contenidos de este documento sean apropiados para su uso en todos los lugares o que las transacciones o servicios comentados estén disponibles o sean apropiados para su venta o uso en todas las jurisdicciones o países o por parte de todos los inversores o contrapartes. Se informa a los inversores de que las opiniones expresadas pueden no estar actualizadas y pueden haber sido tenidas ya en cuenta por Fidelity. Son válidas únicamente en la fecha indicada y están sujetas a cambio sin previo aviso. Este documento ha sido elaborado por Fidelity International. No puede reproducirse o difundirse a ninguna otra persona sin permiso expreso de Fidelity.
Esta comunicación no está dirigida a personas que se encuentren en los EE.UU. y no debe ser tenida en cuenta por dichas personas. Está dirigida exclusivamente a personas que residen en jurisdicciones donde los fondos correspondientes se hayan autorizado para su distribución o donde no se requiere dicha autorización. Todas las personas que accedan a la información lo harán por iniciativa propia y serán responsables de cumplir con las leyes y reglamentos nacionales aplicables, debiendo además consultar con sus asesores profesionales. Estos contenidos podrían contener materiales de terceros que son suministrados por empresas que no mantienen ningún vínculo accionarial con ninguna entidad de Fidelity (contenido de terceros). Fidelity no ha participado en la redacción, aprobación o revisión de estos materiales de terceros y no apoya o aprueba sus contenidos explícita o implícitamente.

Fidelity International es el nombre del grupo de empresas que forman la sociedad internacional de gestión de activos que ofrece productos y servicios en jurisdicciones específicas fuera de Norteamérica. Fidelity, Fidelity International, el logo de Fidelity International y el símbolo F son marcas registradas de FIL Limited. Fidelity sólo informa sobre sus productos y servicios y no ofrece consejos de inversión o recomendaciones basados en circunstancias personales. Recomendamos obtener información detallada antes de tomar cualquier decisión de inversión. Las inversiones deben realizarse exclusivamente teniendo en cuenta la información contenida en el folleto vigente y el documento de datos fundamentales para el inversor (DFI), que están disponibles gratuitamente junto con los informes anuales y semestrales más recientes a través de nuestros distribuidores y nuestro Centro Europeo de Atención al Cliente en Luxemburgo: FIL (Luxembourg) S.A. 2a, rue Albert Borschette BP 2174 L-1021 Luxemburgo o en esta misma página web. Fidelity Funds (“FF”) es una sociedad de inversión de capital variable (UCITS) con sede en Luxemburgo y diferentes clases de acciones.

Publicado por FIL (Luxembourg) S.A., entidad autorizada y supervisada por la Comisión de Vigilancia del Sector Financiero de Luxemburgo (CSSF). 20ES0155 / ED20-216

 

El último cliente es el más rentable

  |   Por  |  0 Comentarios

Dollars 401k 201
Pixabay CC0 Public DomainDollars 401k. Dollars 401k

Es propio de la naturaleza humana intentar prever el futuro basándose esencialmente en el pasado reciente. Los psicólogos podrían decir que estamos sucumbiendo al «sesgo de inmediatez» cuando actuamos de esa manera, es decir, otorgamos demasiada importancia a lo que ha sucedido recientemente cuando intentamos apreciar lo que ocurrirá después. A veces, nuestros cerebros optan por ese atajo mental cuando digieren grandes cantidades de información.

No obstante, el sesgo de inmediatez puede introducir ineficiencias en los mercados financieros, ya que las estadísticas más recientes pero menos relevantes ahogan la información más importante. Como mencionamos en nuestra reciente edición Strategist’s Corner, «Una rápida recuperación parcial dará paso a un largo y arduo camino«, la retirada de las medidas de confinamiento y los primeros indicios de recuperación de la actividad económica han impulsado un repunte en los precios de los activos de riesgo. Ahora bien, puede que algunas personas reanuden sus visitas a los parques temáticos, frecuenten las cafeterías y se alojen en hoteles, pero no todos harán lo mismo. Bastantes personas no se sentirán lo suficientemente cómodas para embarcar en un avión o sentarse en un restaurante lleno de gente hasta que una vacuna segura no se encuentre ampliamente disponible. Así pues, aunque la generación de un 75% de los ingresos de 2019 por parte de una compañía es considerablemente mejor que el nivel del 15% que podría haber generado durante el confinamiento, lo que, obviamente, garantiza una apreciación del valor empresarial, dicho ajuste de precios no irá más allá y, sin duda, no se registrarán los niveles previos a la COVID-19.

Dado que la inversión consiste en un intercambio de capital por unos flujos de caja futuros, los activos financieros derivan su valor de las estimaciones agregadas del mercado sobre esos flujos de caja prospectivos. Cada compañía tiene unos costes fijos y, por lo tanto, un nivel de ingresos específico para alcanzar el punto de equilibrio. Asumiendo el riesgo de simplificar en exceso, podemos decir que cada nuevo dólar de ingresos por encima de los costes fijos añade un dólar a los márgenes. En otras palabras, los beneficios no describen una trayectoria lineal. El último cliente es el más rentable. La escala importa, y mucho. La recuperación del 25% restante de los ingresos de 2019 es lo que revestirá importancia para los inversores.

Con la reapertura de las empresas, aunque con capacidad reducida, el tráfico se acelerará y las comparaciones de las ventas parecerán sólidas como consecuencia de los efectos de base. En definitiva, lo que cobra cierta relevancia para los mercados financieros es si las compañías recuperan los márgenes previos a la crisis con una capacidad parcial. Exploremos lo que los inversores están señalizando. Desde el máximo registrado el 19 de febrero, el gráfico 1 traza el retroceso del índice S&P 500.

MFS Investment Management

Como se muestra con anterioridad, una parte considerable de la pérdida se recuperó en un periodo de tiempo muy breve. El gráfico 2 ilustra los cuatro últimos episodios en los que el índice cayó en un 20% como mínimo.

MFS Investment Management

El S&P tardó 500 días de negociación en recuperar los máximos precrisis de 1980 y 1987. Las recuperaciones tras el estallido de la burbuja tecnológica y la crisis financiera mundial llevaron mucho más tiempo. Dependiendo de la magnitud del exceso económico o de los mercados financieros que desencadena una crisis, existe por lo general un amplio intervalo entre su comienzo y la plena recuperación. Si bien el tiempo cura todas las heridas, algunas duran más que otras.

¿Será diferente esta recuperación?

Cada empresa tiene un punto de solvencia. Muchas se situaron por debajo de ese punto en los compases previos a la crisis. La respuesta a la pandemia (paralización económica impuesta por los gobiernos) adelantó una recesión que probablemente era inevitable. No sabemos todavía si se ha logrado contener la pandemia, y solo el tiempo revelará la elasticidad de la economía real, de los ingresos y, en última instancia, de los márgenes de flujos de caja libre.

Ante el colapso de la demanda, las empresas han acumulado rápidamente niveles de deuda sin precedentes. Sin embargo, endeudarse para sustituir los ingresos perdidos, en lugar de invertir en el futuro, debilita, en lugar de mejorar, los balances. Hoy en día, las empresas son estructuralmente más débiles que antes de la crisis.

En nuestra opinión, la combinación de solo una recuperación parcial de las ventas y un mayor apalancamiento financiero (pese a los bajos costes de financiación) reduce la probabilidad de que el S&P 500 alcance las proyecciones del consenso sobre los beneficios por acción o los flujos de caja libre. Los mercados financieros son una máquina de votación metafórica. Durante la sesión de negociación, los inversores expresan sus opiniones sobre los futuros márgenes de flujos de caja libre. El flujo de caja libre depende de la escala y la capacidad. Tememos que el sesgo de inmediatez de los inversores haya invalidado este punto indiscutible e indispensable.

 

Columna de Robert M. Almeida, Jr., gestor de carteras y estratega de inversión mundial, y Erik Weisman, Ph.D. gestor de carteras y economista jefe, en MFS Investment Management.

 

Información importante: 

El índice S&P 500 mide el mercado global de renta variable estadounidense. «Standard & Poor’s® » y «S&P® » son marcas registradas de Standard & Poor’s Financial Services LLC («S&P») y Dow Jones es una marca registrada de Dow Jones Trademark Holdings LLC («Dow Jones»); S&P Dow Jones Indices LLC cuenta con la debida licencia para la utilización de estas marcas registradas, y MFS dispone de la adecuada sublicencia para determinados fines. El índice S&P 500® es un producto de S&P Dow Jones Indices LLC, y MFS cuenta con la debida licencia para su utilización. Ni S&P Dow Jones Indices LLC, ni Dow Jones, ni S&P ni sus respectivas entidades afiliadas patrocinan, avalan, venden o promocionan los productos de MFS. S&P Dow Jones Indices LLC, Dow Jones, S&P y sus respectivas entidades afiliadas tampoco ofrecen garantía alguna respecto de la conveniencia de invertir en tales productos.

Las opiniones expresadas pertenecen al autor o autores y pueden variar en cualquier momento. Dichas opiniones se ofrecen exclusivamente a título informativo y no deberán considerarse una recomendación para comprar ningún título ni una incitación o asesoramiento de inversión del Asesor. A no ser que se indique lo contrario, los logotipos y los nombres de productos y servicios son marcas comerciales de MFS® y sus fi liales, y pueden estar registrados en determinados países. Distribuido por: EE. UU. – MFS Investment Management; América Latina – MFS International Ltd.; Canadá – MFS Investment Management Canada Limited. Ninguna comisión de valores o autoridad reguladora similar en Canadá ha revisado este comunicado. Se ruega tener en cuenta que en Europa y Asia-Pacífi co, este documento está destinado exclusivamente para su distribución a profesionales de la inversión y clientes institucionales. Reino Unido – MFS International (U.K.) («MIL UK»), una sociedad de responsabilidad limitada registrada en Inglaterra y Gales con el número 03062718, autorizada y regulada para el desempeño de actividades de inversión en Reino Unido por la Autoridad de Conducta Financiera (Financial Conduct Authority, FCA). MIL UK, One Carter Lane, Londres, EC4V 5ER (Reino Unido) ofrece productos y servicios de inversión a inversores institucionales. Este material no debe ser transmitido o distribuido a personas que no sean inversores profesionales (según lo autoricen las normativas locales) y no debe considerarse fi able ni distribuirse a personas cuando dicha consideración o distribución contravengan la normativa local. Singapur – MFS International Singapore Pte. Ltd. (CRN 201228809M); Australia/Nueva Zelanda – MFS International Australia Pty Ltd («MFS Australia») posee una licencia de servicios fi nancieros de Australia (número 485343). MFS Australia está regulada por la Comisión de Valores e Inversiones de Australia; Hong Kong – MFS International (Hong Kong) Limited («MIL HK»), una sociedad de responsabilidad limitada autorizada y regulada por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong (la «SFC»). MIL HK está autorizada para realizar operaciones con valores y actividades reguladas de gestión de activos y puede ofrecer determinados servicios de inversión a «inversores profesionales», según se defi nen en la Ordenanza de Valores y Futuros («SFO»). Para inversores profesionales en China – MFS Financial Management Consulting (Shanghai) Co., Ltd. 2801-12, 28th Floor, 100 Century Avenue, Shanghai World Financial Center, Shanghai Pilot Free Trade Zone, 200120, China, una sociedad de responsabilidad limitada china regulada para ofrecer servicios de asesoramiento de gestión fi nanciera. Japón – MFS Investment Management K.K. está registrada como Operador de Negocios de Instrumentos Financieros ante el Kanto Local Finance Bureau (FIBO) con el n.º 312, miembro de la Investment Trust Association y de la Investment Advisers Association, Japón. Dado que las comisiones a cargo de los inversores varían en función de circunstancias tales como los productos, los servicios, el periodo de inversión y las condiciones del mercado, el importe total y los métodos de cálculo no pueden revelarse por adelantado. Todas las inversiones implican riesgos, incluidas las fl uctuaciones del mercado, y los inversores pueden perder el capital invertido. Los inversores deben obtener y leer cuidadosamente el folleto y/o el documento establecido en el artículo 37-3 de la Ley de Instrumentos Financieros y Bolsas de Valores antes de realizar cualquier inversión.

 

El rating de España está sujeto a riesgos a la baja

  |   Por  |  0 Comentarios

airport-731196_1920
Pixabay CC0 Public Domain. El rating de España está sujeto a riesgos a la baja

La calificación A-/Estable que Scope mantiene para España está sujeta a riesgos a la baja, ya que la crisis de COVID-19 está exacerbando los desequilibrios estructurales fiscales y del mercado laboral del país. 

Esperamos una profunda recesión para este año (de alrededor del 12%), un aumento significativo de la relación deuda/PIB hasta alrededor del 120% del PIB y, dado el uso generalizado de contratos temporales y el hecho de que alrededor del 40% de los empleados trabajan en sectores fuertemente afectados por la crisis (incluido el turismo), también un fuerte aumento de la tasa de desempleo por encima del 20%. 

Como resultado, esperamos que el PIB de España tarde al menos cinco años en recuperarse hasta los niveles de 2019, mientras que es muy probable que el stock de deuda pública se mantenga sin cambios en torno al 120% del PIB en los próximos años. 

La principal incertidumbre viene por el lado de la recuperación: si bien el potencial de crecimiento de España está por encima del de la eurozona, lo que refleja positivamente las reformas aplicadas durante la crisis de la zona euro, las medidas de estímulo fiscal adoptadas por el gobierno en respuesta a la crisis del COVID-19 son relativamente modestas en comparación con las de otros miembros de la región. Si bien un estímulo fiscal más modesto puede dar lugar a un menor impacto directo en el déficit, también puede obstaculizar una recuperación más rápida en el futuro. 

Por lo tanto, el acto de equilibrio consiste en proporcionar un amplio estímulo ahora para facilitar una rápida recuperación económica para 2021 y en adelante, al tiempo que se proporciona un plan de consolidación fiscal a medio plazo que revierta los desequilibrios resultantes de esta crisis en los próximos años. Será fundamental para este Gobierno aprobar unos presupuestos generales para 2021 que reflejen este delicado equilibrio.

Por último, la crisis del COVID-19 también pone de relieve el fuerte apoyo institucional europeo de que dispone España. Las acciones del BCE están apuntalando un acceso favorable al mercado para los países de la zona euro, lo que es crucial para evitar una crisis de liquidez a corto plazo, así como para apoyar la sostenibilidad de la deuda a medio plazo. Hasta ahora, las presiones sobre los costes de financiación del gobierno español han sido menores, si se comparan con la crisis de la eurozona en 2012. Teniendo en cuenta los últimos anuncios del BCE, no esperamos que el tesoro español se enfrente a ninguna dificultad a la hora de obtener fondos para hacer frente a sus necesidades de financiación significativamente mayores para 2020 o incluso 2021.

Tribuna de Alvise Lennkh, analista de Scope Rating

Valores de recuperación, estructurales y que aprovechan el momento de mercado: la fórmula del equilibro temático

  |   Por  |  0 Comentarios

Valores de recuperación, estructurales y que aprovechan el momento de mercado, la fórmula del equilibro temático
Pixabay CC0 Public Domain. Valores de recuperación, estructurales y que aprovechan el momento de mercado, la fórmula del equilibro temático

Desde la irrupción de la crisis del COVID-19 en Europa a mediados de marzo, los mercados han vivido una particular carrera en la que se han encontrado con no pocos obstáculos -como las revisiones a la baja de las ganancias- y algunas alegrías -como las inyecciones de liquidez del banco central-. En este escenario, convulso y cambiante, mantener el equilibrio se ha convertido en la máxima del equipo de gestión de renta variable global de Mirabaud. Nuestra estrategia de inversión centrada en la selección de temáticas que lideran el crecimiento global a largo plazo con un enfoque neutro en cuanto a sectores y regiones, nos ha permitido aprovechar las oportunidades que brindaba este rally.

En esta carrera de fondo, la clave reside en encontrar la fórmula del equilibrio perfecto, que, para nuestro equipo, conjuga tres elementos básicos: los valores de crecimiento que aprovechan las tendencias del momento como “stay at home”, los que forman parte de la “recuperación” y los que conforman los “estructurales de recuperación”. Este es el enfoque que guía la configuración de nuestras carteras en nuestras dos estrategias: Equities Global Focus y Global Equity High Income.

Valores “Stay at home”

Las compañías que se han beneficiado de la temática «stay at home» han ocupado un papel destacado en sendas estrategias. La cartera del Equities Global Focus cuenta con firmas como NVIDIA, que opera en el mundo de los videojuegos, un área que ha experimentado un crecimiento espectacular durante el confinamiento. Otra de nuestras apuestas dentro de la temática «explosión de datos» ha sido PayPal, sin duda uno de los grandes beneficiados por el auge de los pagos digitales. Por su parte, en Global Equity High Income se encuentran compañías que merecen un reconocimiento por su buen rendimiento como Digital Realty, el principal operador mundial de centros de datos que ha visto cómo se ha acelerado su negocio con el teletrabajo, el juego online y los servicios de streaming.

Ambas estrategias coinciden en su exposición a Microsoft, cuyo negocio aprovecha el impulso de la transformación digital, especialmente su área de negocio Azure.

Recuperación de apuestas estructurales

La pandemia no ha sido una época dorada para muchas compañías. Los valores estructurales, que, a priori, crecen a buen ritmo en cualquier entorno, se han visto sometidos a una gran prueba de fuego. A medida que las economías mundiales entraban en un período de bloqueo por el confinamiento, se generaron vientos contrarios para muchas de ellas, a pesar del recorrido a largo plazo del que gozan las temáticas en las que operan. Identificar las oportunidades que ofrecen es determinante.

En Global High Income, contamos con Vinci, la empresa francesa de infraestructuras, una franquicia de muy alta calidad, que vio mermados sus ingresos procedentes de los peajes de las autopistas en Francia. Con el desconfinamiento, el tráfico se está recuperando rápidamente beneficiando a este valor.

Aprovechar el entorno de recuperación

El tercer elemento de nuestra fórmula magistral son los valores de recuperación, compuesto por aquellas compañías que están bien posicionadas en un entorno macro de recuperación o aceleración.

En este ámbito, la cartera del Equities Global Focus tiene a United Rentals, la principal empresa de alquiler de equipos con sede en EE.UU., que se beneficia de la tendencia a largo plazo hacia el alquiler y la no propiedad. Otro ejemplo es Zebra Technologies, líder en el mercado de AIDC (Identificación Automática y Captura de Datos). Su foco en la mejora de la eficiencia de la cadena de suministro que permite a las empresas hacer un seguimiento de sus inventarios en tiempo real utilizando impresoras de códigos de barras, etiquetas RFID y escáneres se verá impulsado por la tendencia hacia el comercio online. Un viento de cola que estamos convencidos que sabrá aprovechar.

En Global High Income, Union Pacific forma parte de las compañías de recuperación, que actualmente sufre por la caída de los desplazamientos por ferrocarril. La compañía está reduciendo y ajustando sus costes, obteniendo un gran apalancamiento operativo en el negocio que podrá aprovechar cuando la situación sea más favorable.

Más volatilidad en las ganancias

Con el segundo trimestre finalizado, ya conocemos los primeros resultados de ganancias de los valores de nuestra cartera. Este trimestre es difícil de pronosticar, si bien ya podemos avanzar que, aunque habrá revisiones positivas, no serán tan fuertes como en periodos anteriores. Cabe destacar algunos casos significativos, como Accenture, que aumentó sus ingresos en un 1%, en línea con las expectativas y que se ha visto impulsada por el área digital, que ahora representa el 70% de su negocio.

Por su parte, los resultados de Nike fueron más volátiles de lo esperado, con una caída de los ingresos del -38%; sin embargo, sus ventas online representan ahora un 30% de negocio y aumentaron en más de un 80%. La compañía mantiene una buena posición para seguir creciendo a largo plazo dentro de la temática de salud y bienestar.

Todavía es pronto para prever qué ocurrirá en la segunda mitad del año. La crisis sanitaria sigue marcando la agenda política y económica. La escalada de infecciones de coronavirus en tres estados que representan alrededor del 28,5% del PIB de los Estados Unidos invita a una reflexión profunda. Hasta que no se contenga la enfermedad, el mercado seguirá sufriendo a pesar de los estímulos económicos. Si se aceleran los casos de coronavirus, es probable que los valores de la temática «stay at home» sigan cosechando éxitos.

En definitiva, la fórmula del equilibrio en las carteras seguirá marcando la pauta de nuestra estrategia de inversión en un mercado con oportunidades para aquellos que saben capitalizar su oportunidad temática.

Tribuna de Paul Middleton, portfolio manager del equipo de renta variable global de Mirabaud Asset Management

Préstamos puente: retornos sólidos para tiempos difíciles

  |   Por  |  0 Comentarios

Captura de Pantalla 2020-07-14 a la(s) 14
Pixnio. ,,

El año 2020 sigue siendo un año desafiante. Las perspectivas de inversión siguen siendo turbias, ya que muchas economías han comenzado a recuperarse muy lentamente de la parálisis económica causada por la epidemia de COVID-19. Sin embargo, los mercados bursátiles se han recuperado con fuerza, impulsados por un estímulo fiscal y monetario masivo. Los niveles de valoración de la renta variable han alcanzado niveles récord, limitando el potencial. Al mismo tiempo, la renta fija sigue siendo poco atractiva, por el entorno persistente de bajas tasas de interés. Por lo tanto, los inversionistas continúan explorando nuevas oportunidades de inversión innovadoras que ofrecen retornos ajustados al riesgo más atractivos.

Para los inversionistas conservadores, la deuda privada sigue siendo la clase de activo con el perfil de riesgo-recompensa más atractivo. El área de préstamos directos continúa beneficiándose de la falta de financiamiento de los bancos a las pequeñas y medianas empresas. Numerosos fondos de préstamos privados se lanzaron después de la Gran Crisis Financiera para llenar el vacío de financiación causado por regulaciones bancarias más estrictas. El crecimiento del área de la deuda privada ha sido espectacular. El proveedor líder de información alternativa Preqin informó que los activos bajo administración han crecido constantemente cada año y, a junio de 2019, alcanzaron un récord de $ 812 mil millones. Y un reciente estudio de BlackRock muestra un rendimiento esperado anual del 10.4% en los próximos siete años para los préstamos directos. Según el estudio que incluye todas las clases de activos, solo los fondos de capital privado tienen mayores retornos esperados (10.8% por año). Sin embargo, mientras los rendimientos de la deuda privada son relativamente estables, los rendimientos intercuartiles de capital privado oscilan entre -1.8% y + 24.8%, lo que implica un perfil de riesgo completamente diferente.

La deuda privada incluye una amplia gama de estrategias. Algunas áreas, como la deuda de riesgo (venture debt), los préstamos subordinados y la deuda intermedia (mezzanine debt) no están exentos de riesgos. Los inversionistas conservadores deberían centrarse en préstamos garantizados de primer rango (senior secured debt). Uno de los nichos más atractivos que ilustra el atractivo de los préstamos privados es el mercado de préstamos puente del Reino Unido. Los préstamos puente inmobiliarios son préstamos a corto plazo totalmente respaldados por el valor de una propiedad.

El Reino Unido es el mayor mercado de transición en Europa con un marco legal bien establecido y una sólida protección del prestamista. Según the Association of Short Term Lenders (ASTL), los libros de préstamos puente del Reino Unido crecieron un 19,7% a 4.500 millones de libras esterlinas en 2019, que es más que el tamaño de mercado combinado de todos los demás países europeos. Al mismo tiempo, el mercado de transición del Reino Unido está menos concurrido que en los EE.UU., ofreciendo mayores rendimientos y tasas de incumplimiento más bajas. Los inversionistas se benefician de retornos atractivos con una fuerte protección. Las tasas de interés mensuales promedio son cercanas al 0.9% por mes, o más del 11% anualizado, un fuerte contraste con la tasa bancaria clave del Banco de Inglaterra que se redujo a un mínimo histórico del 0.1% durante la epidemia de Covid-19.

¿Por qué los desarrolladores están dispuestos a pagar tasas tan altas? La respuesta breve es la falta de financiación por parte de los bancos. No es sorprendente que en una encuesta realizada recientemente por Ernst & Young, la consideración clave al elegir un prestamista puente sea la velocidad de ejecución. El propósito más importante para los préstamos puente son proyectos de renovación con una duración corta. Otra razón es un puente de adquisición para completar el pago inicial necesario dentro de los 30 días posteriores a la compra de una propiedad en una subasta. Los desarrolladores también pueden buscar financiación puente para comenzar un desarrollo antes de reemplazar el préstamo puente con una hipoteca o préstamo de construcción más barato. A veces, una construcción parcial o un cierto nivel de preventa ayudan a obtener un préstamo bancario a largo plazo más favorable que más que compensa las altas tasas temporales de un préstamo puente.

Los inversionistas se benefician de una corta duración y una fuerte protección. En el Reino Unido, la duración promedio es de solo 9 a 12 meses, y los préstamos están totalmente garantizados por el valor de la propiedad que excede significativamente el monto del préstamo. El promedio de préstamo a valor (LTV) es de alrededor del 60%. Esto significa que incluso si los precios de las propiedades caen un 40%, no habrá deterioro. Es importante destacar que los inversionistas pueden contar con las mejores empresas de valoración de su clase que aseguran una valoración justa y actual de las propiedades. Curiosamente, los precios de las propiedades, especialmente en los segmentos residenciales de clase baja y media fuera de Londres, se han mantenido muy estables, incluso después del Brexit y durante la recesión de Covid-19. Esto se debe principalmente al grave déficit de viviendas que ha existido durante muchos años, ya que la oferta de viviendas nuevas no ha logrado satisfacer la creciente demanda del crecimiento de la población.

La Gran Crisis Financiera fue el principal catalizador del auge del mercado de deuda privada, ya los gestores de fondos privados comenzaron a aprovechar la oportunidad de reemplazar a los bancos para proporcionar el financiamiento necesario a las pequeñas y medianas empresas. El impresionante crecimiento del mercado de préstamos puentes del Reino Unido es un excelente ejemplo de esta tendencia. Los inversionistas pueden aprovechar esta atractiva oportunidad de inversión a través del fondo Katch Real Estate Lending que ofrece una alta transparencia y un rendimiento superior, comparado con otras clases de activo.

 

Pascal Rohner, CFA, es Chief Investment Officer de Katch Investment Group

 

Centros de datos: ¿el villano oculto en la lucha contra el cambio climático?

  |   Por  |  0 Comentarios

Centros de datos: ¿el villano oculto en la lucha contra el cambio climático?
Pixabay CC0 Public Domain. Centros de datos: ¿el villano oculto en la lucha contra el cambio climático?

¿Ver Netflix durante media hora es tan malo para el planeta como conducir un coche durante 6 kilómetros? Eso es lo que afirmaba el blog «Big Think» en octubre de 2019 en una historia que rápidamente alcanzó los titulares. La mayoría de los consumidores no son conscientes de que sus hábitos de consumo de vídeo en streaming y el uso de la nube necesitan el funcionamiento de centros de datos en todo el mundo que exigen mucha energía. Las estimaciones varían, pero en 2018 a nivel global los centros de datos podrían haber consumido hasta 400 teravatios/hora de electricidad, una cantidad que equivale aproximadamente a la demanda de toda Francia.

Ya que dos tercios de la producción mundial de electricidad siguen procediendo de combustibles fósiles, existe el peligro de que nuestra insaciable demanda de datos se vuelva incompatible con los esfuerzos por mitigar el cambio climático. ¿Teniendo en cuenta que los bonos de las empresas de centros de datos están valorados en unos 47.000 millones de dólares, es este un factor que debe preocupar a los inversores?

Los centros de datos son edificios que albergan decenas de miles de servidores que contienen grandes cantidades de información y los conectan a Internet. Para acceder y procesar esta información se requiere energía y para evitar que los servidores se sobrecalienten se requiere aún más. Uno de los centros de datos de Equinix en Nueva York tiene ocho generadores de 2,5 megavatios: cada uno sería capaz de alimentar una pequeña ciudad.

Los propietarios de los centros de datos disfrutan de muchas fuentes de crecimiento futuro, o eso es lo que explican a los inversores. Entre los factores que sustentarán esta evolución se encuentran el aumento de la computación en la nube, la mayor calidad y cantidad de transmisión de vídeo, el 5G, el aumento de la adopción de teléfonos inteligentes en todo el mundo, el «Internet de las cosas», los vehículos autónomos y la inteligencia artificial.

Estas previsiones de demanda han llevado a muchos analistas a afirmar que los centros de datos pronto superarán a la industria aeronáutica en emisiones de dióxido de carbono. Esta información llega en un momento en que el mundo está tratando de reducir el consumo de energía y las emisiones. ¿Se considerará cada vez más la inversión en este sector como una contribución imprudente al cambio climático?

Hay razones para el optimismo. En primer lugar, el aumento del consumo de datos no equivale a un aumento del consumo de energía.  «La Ley de Koomey» establece que la intensidad energética de un gigabyte de datos entregado a través de los centros de datos se reduce a la mitad cada dos años. Esto se apoya en la experiencia de Google, cuyos centros de datos tienen hoy en día siete veces más potencia de cálculo usando la misma energía eléctrica que hace cinco años. Entre otras cosas, esto se consigue gracias al aumento de la eficiencia de la computación, mejores sistemas de refrigeración o la inteligencia artificial para dirigir la energía.

Existen incentivos para que esta tendencia continúe, tanto para los fabricantes de equipos como para los operadores de centros de datos, que están acostumbrados a ahorrar energía a fin de reducir los costes y cumplir los objetivos de sostenibilidad de sus clientes. Un artículo publicado en la revista Science en febrero constató que la proporción de electricidad consumida por los centros de datos es la misma hoy que en 2010. Por lo tanto, el consumo de datos puede seguir aumentando sin que aumente el consumo de energía y las emisiones.

Aunque el sector logre evitar un auge en el consumo de electricidad, el funcionamiento de los centros de datos sigue siendo intensivo en energía y se verá sometido a presiones para garantizar que esto no se traduzca en un exceso de emisiones. Tomemos como ejemplo a Digital Realty, la única empresa de centros de datos que ha emitido bonos verdes: en 2018, la energía que compró emitió 720 toneladas de CO2 por cada millón de dólares de ingresos en la empresa. Esto es el doble de la intensidad media de las emisiones de la industria del gas y solo un 20% menos que la de la industria aérea. Sin embargo, a diferencia de otros sectores tradicionalmente «sucios», los centros de datos tienen una ruta clara y viable para reducir sus emisiones a cero: la energía renovable.

Consciente de ello, Digital Realty ha trasladado toda su cartera europea a fuentes de energía renovable y se ha fijado el objetivo de ponerla a disposición de los clientes en sus 275 centros de datos. Tener 324 megavatios de proyectos eólicos y solares bajo contrato en EE.UU. ayudará, pero alrededor del 70% de los centros de datos de la empresa siguen funcionando con combustibles fósiles.

Por su parte, Equinix, que también opera más de 200 centros de datos, tiene un historial ejemplar: a pesar de haber duplicado el tamaño de su cartera en los últimos cinco años, pudo pasar del 33% de energía renovable al 92% actual. Por lo tanto, las huellas de carbono de los centros de datos pueden reducirse con relativa rapidez, en particular porque las energías renovables cada vez son más baratas.

El aumento de la preocupación pública por el cambio climático ha colocado este asunto entre las prioridades de muchos responsables políticos e inversores, y los científicos reiteran que esta debe ser la década del cambio. A los bonos emitidos por las empresas de centros de datos les quedan, de media, más de seis años para su vencimiento y a algunos hasta 30. Durante este período, es inevitable que se intensifique la presión de los clientes, los reguladores y los inversores para que abandonen los combustibles fósiles. La identificación de los emisores que están reduciendo proactivamente sus emisiones hoy en día es vital para los inversores en bonos que evalúan el riesgo de crédito.

Nuestro insaciable apetito por los datos no va a disminuir, pero la eficiencia de la informática y de los centros de datos mantendrá a raya la demanda de energía. El «Data Centre Knowledge» calcula que media hora de transmisión de Netflix es igual, en términos de emisiones, a conducir un coche 140 metros, no 6 kilómetros. Mientras, la creciente adopción de energías renovables por las empresas de centros de datos reducirá esta situación. Esto es algo que los inversores deberían alentar, ya que al final podrán ver Netflix sin sentimiento de culpa.

Tribuna de Thomas Leys, investment manager de renta fija de Aberdeen Standard Investments

¿Podría la crisis ser un catalizador de soluciones para los retos globales?

  |   Por  |  0 Comentarios

Binoculars Skitterphoto Pixabay
Pixabay CC0 Public DomainSkitterphoto. Skitterphoto

Las medidas tomadas para frenar la pandemia de coronavirus han supuesto el cierre de áreas enteras de la economía mundial y propiciado la mayor recesión en varias generaciones.

Los temores de los inversores sobre la duración y profundidad de esta crisis económica han conducido a la mayor caída de los mercados de renta variable desde la crisis financiera global. Aunque se ha debatido mucho sobre qué tipo de recuperación cabe esperar (en forma de U, de V o de W), creemos que puede pasarse por alto una pregunta importante: ¿Qué características tendrá la recuperación?

Esta crisis ha puesto de relieve lo interconectadas que están nuestras perspectivas económicas, no solo con nuestra salud, sino también con la de los animales y el entorno en el que vivimos. También ha subrayado varios de los retos más importantes que deberá superar la sociedad global.

De igual modo que las autoridades se plantean cómo podemos ayudar a fortalecer nuestra sociedad, consideramos importante que los inversores se planteen cómo las empresas pueden dar forma al futuro. Las que proporcionen soluciones a los retos globales más apremiantes no solo tendrán un impacto positivo, sino que también triunfarán a nivel financiero.

Una oportunidad para replantearnos prioridades

La volatilidad de los mercados, como la presenciada a comienzos de 2020, incita a los inversores al cortoplacismo. No obstante, existen motivos para creer que algunos de los retos a los que nos enfrentamos hoy en día podrían llevar a muchos a recalibrar sus horizontes de inversión.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por Naciones Unidas, que codifican los desafíos medioambientales y sociales más apremiantes, proporcionan un marco para determinar qué aspectos deberían tener prioridad en las agendas políticas, sociales y económicas a largo plazo.

El sector sanitario es un ejemplo obvio de que superar estos retos presentará sin duda alguna oportunidades de inversión a largo plazo. Antes de la pandemia, el envejecimiento de la población ya ejercía presión al alza sobre los costes de la atención sanitaria. Para lograr el ODS 3 —garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades— será necesaria una inversión significativa.

De igual modo, es cada vez más indefendible demorar la adopción de medidas urgentes para combatir las causas y consecuencias del cambio climático: el ODS 13. Afortunadamente, las soluciones —como la construcción de edificios más eficientes, la reducción del despilfarro alimentario y la transición a una economía circular— son técnicamente factibles y presentan enormes oportunidades a aquellas empresas capaces de abordar con éxito este reto global.

Hacerlo requiere atención y voluntad. En nuestra opinión, es posible que la lucha contra el coronavirus y sus repercusiones acelere la adopción de medidas para abordar algunos de estos problemas a largo plazo.

¿Una recuperación transformativa?

El cierre de la economía global podría tener consecuencias positivas duraderas para el planeta. Nos hemos visto obligados a vivir de con una menor huella de carbono, por ejemplo trabajando desde nuestras casas en lugar de desplazándonos al trabajo, y comiendo productos más locales allí donde las cadenas de suministro globales se han visto trastornadas. El atractivo de un aire más limpio es evidente para todos.

Otra posibilidad es que los gobiernos ejerzan presión para reconstruir una economía más limpia y más verde. Por primera vez desde la crisis financiera global, estamos viendo un fuerte aumento del gasto público en todo el mundo desarrollado. Dado el imperativo global para abordar el cambio climático, sería difícil creer que el estímulo gubernamental no se oriente en cierta medida al fomento de la sostenibilidad, sobre todo en Europa.

Además de su potencial para catalizar la transición a una economía de bajas emisiones de carbono, pensamos que también tratará de remediar los retos sociales que, en muchos casos, se verán exacerbados por la pandemia. El cierre de la economía, que creará más pobreza, ha revelado lo precario que puede ser el empleo en la economía moderna. Es posible que el COVID-19 suscite un mayor entusiasmo público para abordar los desafíos sociales e invertir para solucionarlos.

Vientos de cola a largo plazo

Para quienes invierten en compañías posicionadas para ayudar a resolver los mayores retos mundiales, el desplome bursátil ha creado en nuestra opinión, puntos de entrada atractivos para inversiones a largo plazo.

No obstante, creemos que las oportunidades no están confinadas a la renta variable. Tanto gobiernos como empresas están emitiendo más bonos para financiar proyectos dirigidos específicamente a abordar cuestiones sociales o de sostenibilidad. En abril, el Banco Interamericano de Desarrollo (un organismo supranacional) emitió un bono de 2000 millones de dólares para respaldar a países latinoamericanos y caribeños en su lucha contra el coronavirus.

Aunque la pandemia está teniendo ciertas consecuencias imprevistas —como el mayor uso de plásticos desechables y de coches privados—, estas son a corto plazo. Incluso ahora que los precios globales del crudo han caído hasta su menor nivel en dos décadas, fuentes de energía renovables como la eólica y la fotovoltaica son competitivas con el gas y el petróleo en términos de coste, incluso sin subsidios.

La presión regulatoria también parece estar impulsando con fuerza a las empresas que juegan un papel positivo en la sociedad. La legislación de la Unión Europea, por ejemplo, exige a las grandes compañías que revelen cómo gestionan ciertos retos sociales y medioambientales. A nivel global, las empresas socialmente irresponsables tienen menos lugares en los que esconderse.

Por supuesto, la prioridad inmediata de la sociedad es combatir la pandemia y mitigar sus efectos, entre ellos la pobreza y el paro. Pero una vez la economía global vuelva a una senda de crecimiento, confiamos en que será posible galvanizar soluciones para los retos a largo plazo a los que se enfrenta a el mundo. Los inversores pueden jugar un papel clave como catalizadores de este proceso.

 

Columna de opinión de Maria Municchi y Randeep Somel, gestores en M&G Investments

 

 

Información importante:

Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.

Invertir implica riesgos, incluida la pérdida de capital. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.

Dirigido exclusivamente a inversores profesionales. Prohibida su posterior distribución. Ninguna otra persona o entidad debe utilizar la información contenida en este material. Los pareceres expresados representan las opiniones de M&G Investments, que pueden ser objeto de cambios y no se proporcionan como consejo o recomendación de inversión ni como pronóstico o garantía de resultados futuros. Dicha información se proporciona exclusivamente a efectos informativos, y procede de fuentes propias y de terceros cuya precisión o exhaustividad no se han verificado de forma independiente. Aunque M&G Investments considera que la información es precisa y fiable, no presume ni se hace responsable de la exhaustividad, exactitud o fiabilidad de la misma. Las declaraciones sobre futuras expectativas, estimaciones, proyecciones y otras afirmaciones a futuro se basan en la información disponible y en la opinión de los gestores en el momento de emitirlas. Por consiguiente, tales afirmaciones son inherentemente especulativas, al basarse en hipótesis que podrían implicar riesgos e incertidumbres conocidos y desconocidos. Los acontecimientos, resultados y rentabilidades registradas podrían diferir sustancialmente de los expresados o implicados por dichas afirmaciones. Esta promoción financiera es emitida por M&G International Investments S.A., con sede registrada en 16, boulevard Royal, L-2449, Luxemburgo.

¿Cuál es el atractivo de la inversión temática?

  |   Por  |  0 Comentarios

Los fondos temáticos se centran en las tendencias mundiales a largo plazo más potentes que están transformando el mundo y creando una gran cantidad de oportunidades de inversión. En Schroders creemos que el propósito de un fondo temático es invertir en temas de inversión poderosos en los que el ingenio humano enciende la mecha de la innovación para abordar los desequilibrios del mundo.

Estos desequilibrios podrían ser entre poblaciones y recursos como el cambio climático, cuya respuesta podría venir de la transición energética. Los desequilibrios también podrían ser entre la oferta y la demanda en industrias concretas en las que hay una demanda insatisfecha o una oferta ineficiente, cuya respuesta sería el tema de la disrupción a medida que los innovadores desafían el statu quo.

Estos tipos de desequilibrios suelen estar relacionados. El tema de la innovación sanitaria, por ejemplo, es una respuesta a los desequilibrios demográficos, así como a las ineficiencias de la oferta dentro de la propia industria sanitaria.

Los fondos temáticos, en nuestra opinión, deberían por lo tanto invertir en aquellas empresas que tengan el ingenio de innovar y ayudar a abordar estos desequilibrios.

Creemos que un enfoque de inversión activo, global y sin restricciones es óptimo para un fondo temático. Si los temas son tan poderosos como creemos, no deben estar limitados por las ponderaciones de los índices de las acciones, los sectores e incluso las regiones. De esta manera, tratamos de identificar e invertir en las empresas que mejor puedan aprovechar las oportunidades de los poderosos temas globales a largo plazo que hemos identificado.

¿Cómo se identifica un tema?

En primer lugar, consideramos si el tema está impulsado por el ingenio humano encendiendo la innovación para abordar los desequilibrios del mundo. Cuando hemos identificado los temas potenciales, los evaluamos utilizando una serie de criterios:

  1. Es fundamental que los temas tengan longevidad y, por lo tanto, deben ser de naturaleza estructural en lugar de modas cíclicas o de corta duración. A este respecto, suele ser muy útil examinar lo que llamamos la «historia del futuro» porque muchos de los temas futuros más poderosos son los que han impulsado las innovaciones en el pasado. De hecho, desde la antigüedad, el ingenio humano ha ayudado a transformar el mundo y la forma en que vivimos y trabajamos con innovaciones en áreas como la fabricación, el comportamiento del consumidor, la atención sanitaria y el entretenimiento.
  2. Los temas también necesitan tener potencial de crecimiento en su valoración. Invertimos en acciones concretas, no en temas abstractos.
  3. Por último, los temas que elijamos también deben tener un universo de acciones para seleccionar, que no sea ni demasiado estrecho ni demasiado amplio. Si son demasiado estrechos, privan al gestor de la flexibilidad necesaria para trazar su camino a través de los temas en evolución. Si son demasiado amplios carecen de la precisión que buscan los clientes cuando invierten en un tema en particular.

En Schroders, nuestra Data Insights Unit, liderada por científicos de datos, es crítica para ayudarnos a construir estos universos de inversión. El equipo es fundamental para llamar nuestra atención sobre empresas fascinantes expuestas a nuestros temas favoritos que aún no han sido plenamente reconocidas por el mercado.

En términos de popularidad, los temas que tienen una resonancia particular para nosotros incluyen el cambio climático, la urbanización, las disrupciones, la transición energética, la innovación en la atención sanitaria, la innovación en la fabricación y el cambio de estilos de vida.

¿Por qué la inversión temática está creciendo en popularidad?

La inversión temática es cada vez más atractiva porque proporciona una exposición activa a largo plazo a temas potentes y duraderos que están transformando nuestro planeta y nuestra vida cotidiana. Este tipo de inversión permite a los clientes invertir con precisión en las tendencias que son importantes para ellos. De hecho, a medida que se han fortalecido las conexiones intelectuales y emocionales de los clientes con los temas, los fondos temáticos se están convirtiendo cada vez más en una parte del pensamiento de los inversores.

A través de estos fondos, los inversores pueden exponerse a las empresas menos conocidas dentro de los temas a largo plazo, cuyas perspectivas de crecimiento aún no se reconocen en sus cotizaciones y están por tanto infravaloradas.

Además de esta búsqueda de rentabilidad, muchos fondos temáticos ofrecen exposición a una serie de temas cuyo eje es la sostenibilidad. Temas como el cambio climático, la transición energética y la innovación en materia de salud desempeñan un papel fundamental en este sentido. En cualquier tema, es imperativo que las empresas tengan una mentalidad de sostenibilidad si quieren prosperar a largo plazo.

Sin embargo, por muy poderosos que sean estos temas, no operan en el vacío. La rentabilidad de las inversiones temáticas puede verse influida por otras variables, como el entorno económico más amplio y los altibajos de determinados estilos de inversión en los mercados.

 

Columna de opinión de David Docherty, director de inversión temática en Schroders

 

Hacia la digitalización

  |   Por  |  0 Comentarios

Los confinamientos globales han resultado ser un importante catalizador para acelerar la revolución digital y han hecho surgir nuevas oportunidades vitales y de inversión.

  1. Focalización en los servicios digitalesLa estrategia invierte en empresas basadas en la web que aprovechan los datos para prestar servicios interactivos a través de algoritmos inteligentes. Dichas empresas integran los negocios digitales más disruptivos e innovadores que contribuyen a crear soluciones más rápidas y baratas para empresas y consumidores a nivel mundial y ofrecen una mejor base para la toma de decisiones.
  2. Enfoque “bottom-up” de alta convicciónNuestro enfoque se centra en la pura selección de títulos, sin restricciones por índices de referencia.
  3. Conocimientos expertosNuestro equipo de inversión reúne en total más de 60 años de experiencia. Gracias a un Comité Consultivo de expertos externos obtenemos orientación sobre la evolución de la industria y las perspectivas a largo plazo.

Una clase de yoga por la mañana, ocho horas en la oficina (con una pausa para comprar a la hora del almuerzo) y una copa con los amigos a última hora de la tarde. Hasta hace bien poco, este día laborable normal se habría desarrollado en varios lugares diferentes de cualquier población o ciudad. Ahora, en la era del coronavirus, estas actividades se realizan online. Y es probable que estos nuevos hábitos digitales perduren después de la pandemia.

De hecho resulta evidente, desde todos los puntos de vista, que estamos viviendo una expansión sin precedentes de nuestro mundo digital. La experiencia vivida ha despertado un deseo de más y mejor tecnología –lo que brinda oportunidades atractivas a las empresas que puedan ofrecerla.

Durante el confinamiento, los proveedores de servicios de televisión, videojuegos online, compras electrónicas, redes sociales, telemedicina, educación online, etc. han registrado un crecimiento descomunal de su volumen de negocio.

Netflix consiguió 16 millones de cuentas nuevas en el primer trimestre de 2020, –casi el doble que en los tres meses anteriores. Por su parte, los ingresos por juegos online de la empresa china Tencent registraron un incremento interanual del 31% gracias a los clientes que intentaron evadirse con títulos como “Honor of Kings” y “Peacekeeper Elite”. Los italianos pasaron un 70% más de tiempo utilizando las aplicaciones de Facebook.

A medida que se vayan levantando las restricciones a la movilidad en todo el mundo, sería lógico esperar que ese crecimiento se fuera desvaneciendo con el tiempo. Pero los fundamentales reflejan un panorama diferente. Al fin y al cabo, por el momento solo el 59% de la población mundial tiene acceso a Internet. Además, con el aumento de la edad y el poder económico de la denominada “generación hashtag” –el grupo de nativos digitales nacidos entre 1991 y 2005– se incrementará la demanda de tecnología digital. Este segmento demográfico representa alrededor del 34% de la población total en la actualidad.

Pictet AM

El despliegue de las redes 5G impulsará aún más esta tendencia. El 5G, que ya está avanzando en EE.UU., China, Corea y otros mercados desarrollados, puede transmitir datos mucho más rápido que las redes telefónicas actuales y administrar volúmenes mucho mayores de información con un consumo mucho menor de energía de la batería. Parece probable que el despliegue de las redes 5G será más rápido a partir de ahora, ya que las demandas digitales durante el confinamiento han ejercido una gran presión sobre la capacidad de las ya existentes. Esto, a su vez, estimulará la expansión del Internet de las cosas, abriendo un abanico casi infinito de posibilidades digitales.

En el ámbito doméstico esto podría traducirse en, por ejemplo, plantas que avisan de cuándo hay que regarlas, tejados que alertan de sus desperfectos tras un fenómeno meteorológico extremo, chaquetas que mantienen a los padres informados de la ubicación de sus hijos, cubos de basura que indican cuándo deben ser vaciados y cartones de leche que advierten de sus fechas de caducidad.  En el tránsito por la ciudad se podría disponer de alertas sobre los aparcamientos disponibles, de datos actualizados segundo a segundo sobre el tráfico circundante para los automóviles autónomos, de advertencias sobre la calidad del aire en cada lugar, etc.

La mejora de la conectividad impulsará el crecimiento tecnológico en varios frentes. Entre ellos hay tres que destacan especialmente. Los tres habían experimentado anteriormente períodos de auge pero, como consecuencia de la pandemia, han ampliado enormemente sus bases de clientes y usuarios. Ahora que mucha más gente ha experimentado hasta dónde llegan las posibilidades, cabe esperar que continúe este fuerte ritmo de crecimiento.

El primero es el comercio electrónico. El confinamiento empujó a millones de personas a utilizar la compra online de comida y otros productos y, según nuestras previsiones, muchas de ellas han quedado convencidas por su comodidad y sus precios competitivos, al menos para algunas de sus adquisiciones. En abril, PayPal registró un promedio de 250.000 nuevas cuentas al día, según una reciente actualización de transacciones.

En el ámbito del software como servicio (SaaS) también se prevé un fuerte crecimiento. El SaaS abarca toda la tecnología que subyace tras las plataformas de teletrabajo, educación online, almacenamiento en la nube y teleconferencias. Prevemos que, incluso cuando se levanten totalmente las restricciones a la movilidad, tanto las empresas como los trabajadores adoptarán prácticas laborales más flexibles que las anteriores a la pandemia. En el ámbito docente también se producirán cambios –la Universidad de Cambridge ya ha comunicado que las clases continuarán impartiéndose a través de Internet al menos hasta el verano de 2021.

La vida digital es otra área clave. Tras el negocio siempre viene el ocio, y el confinamiento ha demostrado la gran cantidad de actividades de esparcimiento y socialización que pueden realizarse gracias a la tecnología digital. En este caso, la entrega a domicilio de comidas preparadas o alimentos, los servicios de vídeo en tiempo real y los juegos online podrían encontrarse entre los sectores más beneficiados. La telemedicina también está en auge –este año, solo en EE.UU. se habrán realizado cerca de 900 millones de videoconsultas médicas– y ha registrado una subida del 64% respecto a 2019, según el grupo de investigación sanitaria Frost & Sullivan.

Aunque los confinamientos han sido temporales, han revelado hasta qué punto y con qué rapidez se pueden lograr avances en el progreso digital. Además, cuanto más avanzamos por el camino de la digitalización, de más datos disponemos para mejorar la experiencia y el proceso. La inteligencia artificial irá ocupando una parcela cada vez mayor de nuestra vida cotidiana mediante los servicios digitales basados en sus algoritmos ultrasofisticados.

 

Columna de Sylvie Séjournet, Senior Investment Manager en Pictet Asset Management.

 

Haga clic aquí para obtener más información sobre nuestras estrategias de renta variable temática

 

Este artículo fue publicado por primera vez en FT Adviser.

 

La información, opiniones y previsiones incluidas en este documento son el resultado de las estimaciones en su fecha original de publicación y pueden verse afectadas por riesgos e incertidumbres que podrían hacer que los resultados reales sean sustancialmente diferentes de los presentados en este documento.

Notas importantes

Este material va dirigido exclusivamente a inversores profesionales. Sin embargo, no deberá ser distribuido a ninguna persona o entidad que sea ciudadano o residente de cualquier lugar, estado, país o jurisdicción en el que dicha distribución, publicación o uso sea contrario a sus leyes o normativas. La información utilizada para la elaboración del presente documento se basa en fuentes que consideramos fiables, pero no se hace ninguna manifestación ni se da ninguna garantía en cuanto a la exactitud o integridad de dichas fuentes. Cualquier opinión, estimación o previsión puede modificarse en cualquier momento sin previo aviso.  Los inversores deben leer el folleto o el memorándum de oferta antes de invertir en cualquier fondo gestionado por Pictet. El tratamiento fiscal depende de las circunstancias individuales de cada inversor y puede cambiar en el futuro.  Las rentabilidades pasadas no son indicativas de rentabilidades futuras.  El valor de las inversiones, así como la renta que generen, puede disminuir o aumentar y no está garantizado.  Es posible que usted no recupere el importe inicialmente invertido.

Este documento ha sido publicado en Suiza por Pictet Asset Management SA y en el resto del mundo por Pictet Asset Management Limited, sociedad autorizada y regulada por la Financial Conduct Authority, y no podrá reproducirse ni distribuirse, ni parcialmente ni en su totalidad, sin su autorización previa.

Para los inversores estadounidenses, la venta de acciones en los Estados Unidos o a Personas de los Estados Unidos solo se puede realizar mediante colocaciones privadas a inversores acreditados según las exenciones de registro en la SEC en virtud de las exenciones a colocaciones privadas de la Sección 4(2) y el Reglamento D conforme a la Ley de 1933 y a clientes cualificados según lo definido en la Ley de 1940. Las acciones de los fondos de Pictet no se han registrado según la Ley de 1933 y, salvo en operaciones que no violen las leyes de valores de los Estados Unidos, no pueden ser ofrecidas ni vendidas ni directa ni indirectamente en los Estados Unidos ni a Personas de los Estados Unidos. Las Sociedades de Gestión de Fondos del Grupo Pictet no se registrarán según la Ley de 1940.

Europa, en una encrucijada

  |   Por  |  0 Comentarios

Europa, en una encrucijada
Pixabay CC0 Public Domain. Europa, en una encrucijada

En las últimas semanas, Europa se ha despertado del coma inducido por la COVID-19, tras tres meses de estancamiento. Las terrazas de los bares y las oficinas de las ciudades vuelven a llenarse poco a poco, y los paseos marítimos ya cuentan con algunos veraneantes. Las bolsas también se han recuperado tras las impresionantes pérdidas de la primavera. Casi todos los activos de riesgo han recuperado al menos el 50% de sus pérdidas sufridas durante esta crisis. Mientras que los ganadores de la crisis de los sectores de tecnología y salud registraron una fuerte demanda durante el confinamiento, a partir de mediados de mayo el apetito de riesgo de los inversores se centró en los valores industriales cíclicos.

La crisis del coronavirus reforzó aún más las tendencias estructurales a largo plazo, como la digitalización, la inteligencia artificial y la sostenibilidad. Gracias al respaldo de los bancos centrales en Europa y EE.UU., los bonos high yield recibieron importantes flujos de inversión en todo el mundo. Por tanto, ¿ha vuelto todo a la normalidad? ¿O han vuelto los mercados de capitales a desvincularse de la realidad macroeconómica?

Al fin y al cabo, la sostenibilidad del repunte tras uno de los ciclos bajistas de mercado más breves hasta la fecha dependerá de si logramos ralentizar los contagios. En la mayoría de los países desarrollados, están disminuyendo. Sin embargo, sigue habiendo regiones con rebrotes, y el riesgo de una segunda ola seguirá con nosotros durante bastante tiempo.

¿Salir más fuerte de la crisis?

Por grave que haya sido el shock provocado por las medidas de confinamiento global, el crecimiento podría aumentar ahora igual de rápido. Así lo indica el fuerte repunte de los datos de inversiones en infraestructuras y consumo minorista en China. El factor decisivo de desarrollo en Europa fue la reacción de los gobiernos y los bancos centrales, que actuaron con rapidez y a gran escala. Con el plan de recuperación propuesto por la Comisión Europea, por primera vez hay posibilidades de un equilibrio basado en la solidaridad entre países con margen fiscal, como Alemania y Francia, y los que no gozan de dicho margen, como España e Italia. Europa se encuentra en una encrucijada: si logra compaginar la solidaridad con inversiones que creen valor, podría salir más fuerte de la crisis.

Aparte de la temida segunda oleada de coronavirus, hay otros riesgos que amenazan con frenar el repunte. Salvo por EE.UU., donde los rápidos planes de reasignación laboral son posibles gracias a la estructura del mercado, el desempleo podría ser más persistente de lo esperado debido a los cambios estructurales provocados por la pandemia. Si la recesión fuese más grave de lo previsto, será inevitable que más empresas entren en quiebra.

Las elecciones presidenciales estadounidenses del otoño y las negociaciones del Brexit aumentan la incertidumbre política. En EE.UU., una victoria de los demócratas supondría un fuerte aumento del impuesto de sociedades, lo que tendría un impacto directo en el beneficio por acción. Queda por ver si las valoraciones actuales reflejan debidamente dichos riesgos. ¿Cómo deberían posicionarse los inversores en este contexto?

¿Ha comenzado la gran rotación?

Si nos fijamos en la rentabilidad del mercado de renta variable y las ratios precio-beneficio, parece como si 2020 ya no se tuviese en cuenta. Cabe señalar que las acciones value han superado claramente a las acciones growth y de calidad desde mediados de mayo. ¿Ha empezado finalmente la gran rotación que muchos inversores esperaban desde hace mucho tiempo?

Esto podría deberse en parte a la gran diferencia de valoraciones entre acciones growth y value en cuanto a la ratio precio-beneficio. En concreto, los valores de tecnología informática fuertemente demandados durante la crisis del coronavirus han alcanzado máximos históricos de valoración. Sin embargo, ante los escasos indicios de aumento de la inflación y los tipos de interés, el repunte del valor podría no tener base suficiente para perdurar.

Sectores típicos value, como automóviles o telecomunicaciones, se enfrentan también a graves desafíos, con inversiones necesarias en movilidad eléctrica y la expansión de la red 5G. En este contexto, seguimos apostando por valores de los sectores de tecnología informática y salud que se benefician de las tendencias a largo plazo, valores industriales respaldados por la recuperación económica y bancos que ya se han adaptado en gran medida al entorno normativo más estricto.

En renta fija, el high yield se ha recuperado rápidamente, gracias en buena parte al respaldo de los bancos centrales y la oferta reducida (solo compensada en parte por los denominados “ángeles caídos”, anteriores bonos investment grade). Aunque positivos de medio a largo plazo, creemos que podría haber menor potencial en este segmento a corto plazo. En cambio, la deuda pública de los países periféricos y el crédito investment grade siguen ofreciendo al menos cierto potencial de rendimiento.

Divisas: Estamos convencidos de que el euro finalmente podría revalorizarse frente al dólar. Creemos que esta subida se va a ver impulsada por un diferencial de tipos de interés limitado, la profundización de los déficits cada vez mayores de EE.UU. y la solidaridad europea sin precedentes orientada hacia el crecimiento y la inversión. Por último, hay que mencionar la pandemia, actualmente más problemática en EE.UU. que en Europa.

Por tanto, hay muchos indicios de que los activos de riesgo seguirán recuperándose: el descenso de las cifras de contagio, el respaldo de los gobiernos y los bancos centrales, la menor volatilidad, la vuelta de empresas a la normalidad al final de la fase de confinamiento o los primeros indicios de recuperación económica. En cuanto las expectativas de beneficios empresariales empiecen a destacar otra vez, podremos volver a la normalidad. Pero hasta entonces, hay que ser precavidos.

Tribuna de Laurent Denize, co-CIO global de ODDO BHF Asset Management