Pixabay CC0 Public Domain. Deutsche Bank abre su gama de fondos Strategic Asset Allocation a todos los clientes en España
El año 2021 llegará con expectativas muy positivas para los mercados de renta variable europeos. Es cierto que esta visión está condicionada por la incertidumbre acerca del éxito de una vacunación masiva y exitosa contra el COVID-19.
No obstante, hagamos el ejercicio de asumir un verano 2021 “casi normal”, acercándonos a los patrones de consumo habituales: es probable que el mercado valorelas consecuencias negativas de la pandemia sobre los resultados de las empresas de forma no muy diferente a cómo valoraría un “extraordinario negativo”. Es decir, aquellas empresas cuyas expectativas a medio y largo plazo no se hayan visto materialmente modificadas volverán a ser valoradas de forma similar a como lo eran antes de la crisis. Esto podría significar múltiplos de beneficios calculados sobre el año 2021 más altos de los habituales, más allá de consideraciones sobre los tipos de interés, dado que los inversores no basarían sus decisiones en unas ganancias todavía por debajo de su potencial sino en la certeza del final de una pesadilla, con un impacto limitado en la valoración fundamental de las compañías.
Nuestra visión optimista está también basada en la reacción de los gobiernos y bancos centrales para mitigar el impacto de la crisis. Creemos que en esta ocasión la respuesta ha sido más rápida y contundente. En Europa, un factor adicional a subrayar es el fondo de recuperación, todo un hito para la Eurozona al financiarse mediante deuda mutualizada. La combinación de intensos estímulos para impulsar la actividad económica con un ciudadano que probablemente actúe de forma entusiasta ante su recuperada libertad podría resultar en una expansión mucho más intensa de lo esperado. Frente a la visión pesimista de un consumidor “atemorizado” con miedo a viajar que limita su vida social, desde EDM tenemos la perspectiva alentadora de uno con un intenso deseo por satisfacer necesidades básicas que han estado condicionadas, principalmente la relación plena con otras personas.
De cara al año 2021, en nuestra cartera de renta variable europea estarán presentes compañías que operan en sectores cuya actividad ha sido severamente limitada por la crisis del COVID 19. Por ejemplo, entre otros, aquellos en los que las restricciones han impedido al consumidor disfrutar de su ocio (viajes y turismo: Airbus), visitar un comercio (consumo discrecional: Essilor Luxottica) o recibir la atención hospitalaria habitual ante el colapso de los sistemas sanitarios (Fresenius). Pero, como siempre, será necesario seleccionar cuidadosamente las oportunidades; no debemos olvidar que hay sectores y compañías que ya estaban en una situación poco atractiva antes de la epidemia. En estos casos la crisis no ha hecho más que agravar su situación. En contraposición, tampoco es deseable caer en la tentación de buscar retornos rápidos en el alivio del final de la crisis en sectores donde el futuro ahora es tan incierto como lo era en enero de 2020. Dicho de otro modo, el hecho de que algunas acciones hayan descendido con fuerza en los últimos trimestres no implica necesariamente que la valoración sea atractiva.
Por otra parte, también tendrán el sitio habitual en nuestra cartera compañías en sectores que no se han visto afectados tan duramente por la crisis debido a la naturaleza de su negocio o a la tremenda fortaleza de su tendencia de crecimiento a largo plazo, como pueden ser nombres relevantes en el sector de Tecnología (ASML), Farmacia (Novo Nordisk), Industria (Brenntag) o ciertos subsectores vinculados al crecimiento del comercio electrónico (Deutsche Post DHL). Siempre que la valoración siga siendo razonable, el hecho de que el precio de un título no haya sufrido especialmente durante el peor momento de la recesión no quiere decir que haya perdido atractivo relativo para un inversor con una perspectiva a medio y largo plazo.
En conclusión, a pesar de la severidad de la pandemia en todos los aspectos, si se confirma la mejora desde un punto de vista sanitario, estamos convencidos de que la oportunidad de inversión europea es evidente: una cartera bien balanceada formada por compañías de calidad líderes en sectores atractivos a largo plazo puede obtener buenos retornos en el próximo año.
Tribuna de José Francisco Ruiz y Beatriz López, cogestores del fondo EDM Strategy
Despejada la incógnita de quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca, todavía queda por conocer la composición final del Senado, pero para ello habrá que esperar hasta el mes de enero. Por ahora, la Cámara de Representantes queda en manos demócratas, y en el Senado, los republicanos tendrían una ligera ventaja, con 50 sobre 48 escaños y otros dos que pertenecen al estado de Georgia, que están pendientes de ser revisados. Se espera que al menos uno de estos escaños, si no los dos, sean para los republicanos, anticipando un Congreso dividido en la próxima legislatura.
El equilibrio de poder entre republicanos y demócratas en el Senado dará forma a la agenda legislativa del presidente electo Joe Biden, determinando en qué medida podrá sacar adelante subidas de impuestos e influir en el tamaño y el alcance del gasto asociado a los paquetes de medidas de ayuda y recuperación de la pandemia.
Si el partido republicano mantiene el control del Senado (lo que incluiría sus comités y planes de trabajo), Biden necesitará el apoyo de al menos uno o dos de sus senadores para lograr sus objetivos legislativos.
Biden ha dejado clara su intención de echar mano de la potestad reguladora y reglamentaria del gobierno federal para impulsar muchas de sus prioridades de política interna. Los inversores no deberían subestimar en qué medida los posibles cambios en materia de medio ambiente, salud y tecnología podrían incidir en algunos sectores e industrias.
Políticas medioambientales
Biden apoya la promulgación de una batería de normas sobre “infraestructuras verdes” para ayudar a la economía a recuperarse de la pandemia de coronavirus. A lo largo de su campaña, Biden propuso créditos fiscales para vehículos eléctricos, producción industrial limpia, energías renovables y proyectos de almacenamiento de energía, así como planes de gasto en estaciones de recarga de vehículos eléctricos y otras iniciativas de infraestructura.
Si bien una mayoría republicana en el Senado limitaría el alcance de la legislación ambiental de Biden, los esfuerzos de su administración para hacer frente al cambio climático podrían centrarse en el ámbito normativo. Este enfoque implicaría la aprobación de reglamentos medioambientales más estrictos que los derogados o debilitados por el presidente Donald Trump.
El presidente electo ha prometido tomar medidas enérgicas contra las emisiones de gases de efecto invernadero a través de normas más exigentes sobre ahorro de combustible para vehículos y límites más estrictos a la liberación de metano en la atmósfera por parte de las explotaciones de petróleo y gas. Es probable que las agencias reguladoras endurezcan los requisitos para conceder licencias, lo que incrementaría los costes de cumplimiento legal de los pozos de petróleo y gas, oleoductos y gaseoductos, así como de otras infraestructuras de combustibles fósiles.
Biden es contrario a una prohibición nacional de la fractura hidráulica, una técnica usada para extraer hidrocarburos atrapados en formaciones de esquisto. No obstante, ha expresado su apoyo a una moratoria en la concesión de nuevas licencias para explotar yacimientos de petróleo y gas en tierras federales, deteniendo la emisión de nuevos permisos de perforación en estas zonas, y ajustando la estructura de cánones para los pozos de manera que reflejen los costes medioambientales.
Los inversores deberían esperar igualmente que Biden adopte un enfoque más holístico de la regulación ambiental, incorporando procesos de revisión del impacto climático en toda la administración federal y recurriendo a más agencias para aplicar las normas relacionadas con el cambio climático y no solo a la Agencia de Protección del Medio Ambiente.
Salud y las grandes tecnológicas
Si bien el nombramiento de Biden como candidato presidencial demócrata ya redujo considerablemente las posibilidades de una reforma radical del sistema de salud de Estados Unidos, su gobierno podría poner en marcha medidas normativas para abordar la fijación de precios en la industria farmacéutica. También cabría esperar que los reguladores reviertan la normativa aprobada por el gobierno Trump para desalentar la participación en la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible, introduciendo igualmente cambios para ampliar la cobertura del seguro médico público a más personas.
El mayor control regulatorio debería seguir siendo una realidad cotidiana para las “big tech” (las grandes tecnológicas), ya que es probable que tanto el Departamento de Justicia como la Comisión Federal de Comercio de una administración Biden arremetan contra las empresas de Internet y redes sociales dominantes en Estados Unidos en aplicación de la normativa de defensa de la competencia. Si bien a ambos partidos les preocupa el creciente poder de estas compañías, la falta de consenso sobre la mejor forma de abordar las cuestiones relacionadas con la privacidad de los datos y la responsabilidad por los contenidos debería limitar el riesgo a corto plazo de que se adopten medidas legislativas en estos frentes.
Algunas reservas
A mi juicio, la regulación será una herramienta importante de la administración Biden para llevar a cabo sus objetivos de políticas públicas, pero llevará tiempo poner en vigor todos estos cambios normativos. Si mantiene su mayoría en el Senado, el partido republicano podría intentar retrasar el nombramiento de las personas elegidas por el nuevo presidente para dirigir las agencias federales. Si bien los cargos públicos “en funciones” pueden realizar las “tareas no delegables” de las funciones vacantes, cualquier retraso en las confirmaciones influirá en la productividad de las agencias. Asimismo, estos organismos federales necesitarán tiempo para hacer la transición, reforzar sus plantillas y cumplimentar todas las fases del proceso normativo.
Los inversores también deberían tener en cuenta que las prioridades políticas de la administración Biden podrían cambiar en función del éxito de los esfuerzos del gobierno federal para frenar la pandemia de coronavirus y respaldar la economía estadounidense.
Columna de Katie Deal, analista en la división de renta variable estadounidense de T. Rowe Price, especializada en Washington.
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A principios del pasado mes de septiembre, me reunía por videoconferencia con el equipo de relación con inversores de Grifols (GRF). Como gestor de Draco Global y accionista de la empresa, hacíamos un repaso de la evolución del negocio. Hablábamos de la aceleración de las ventas de inmunoglobulinas en mercados desarrollados como EE.UU, Canadá y algunos países de Europa. GRF produce y vende inmunoglobulinas para su administración por vía intravenosa y subcutánea, y se utilizan en parte para tratar enfermedades de pacientes con inmunodeficiencias primarias (IDP o PIDD en inglés).
Durante la última semana de septiembre, mantenía una conversación con un gestor de hedge funds americano, ya que ambos somos contribuidores de research en Seeking Alpha. En esa conversación, el gestor me recomendó una empresa que estaba siendo muy penalizada por el mercado pero que el negocio subyacente era muy bueno. La empresa en cuestión era Koru Medical Systems, fabricante americano de dispositivos de bajo precio de infusión subcutánea (SCIg) para administración de terapias de inmunoglobulina en enfermedades crónicas como inmunodeficiencias primarias (PIDD), polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica (CIDP) y otras.
Las IDP o PIDD son un grupo diverso de trastornos genéticos causados cuando algunos componentes del sistema inmunológico (en especial células y proteínas) no funcionan correctamente.
¿Os suena? Repito, pacientes con inmunodeficiencias primarias (IDP o PIDD)
Gracias a la inversión en GRF y a las buenas perspectivas del negocio de las inmunoglobulinas, decidí investigar más sobre Koru Medical Systems (KRMD).
Su modelo de negocio es muy atractivo por su alto componente de ingresos recurrentes, consecuencia de que en muchas ocasiones un enfermo de PIDD deberá tratarse de por vida. También el mantenimiento y la compra de accesorios genera ingresos recurrentes y altos costes de cambio, consecuencia de que una máquina solo puede utilizar recambios de la misma marca.
Entonces, ¿cuáles son los principales drivers del crecimiento futuro?
Diagnosticar más pacientes de PIDD y SID.
Las PIDD (inmunodeficiencias primarias) son un grupo de más de 400 enfermedades genéticas minoritarias que provocan un mal funcionamiento del sistema inmunitario. Estas enfermedades afectan a una de cada 2.000 personas, 60% de los casos se diagnostican durante la infancia y hasta en un 10% se pueden detectar al nacimiento en los países con el programa de cribado correspondiente. Según diferentes estudios académicos, se estima que a nivel global existen 650.000 personas diagnósticas y 6 millones que aún no lo han sido.
Gran parte de las personas diagnosticadas de PIDD se encuentran en EE.UU, concretamente 500.000, de las cuales 130.000 están recibiendo alguna terapia con inmunoglobulina (Ig). De estas 130.000, 35.000 están recibiendo inmunoglobulina subcutánea (SCIg), por tanto, existe la posibilidad de convertir 95.000 paciente de intravenosa (IVIg) a subcutánea. Las terapias de PIDD representan un ingreso recurrente anual por paciente de 750 dólares según datos de Koru Medical.
A veces y debido a factores externos (los que no son causados por la genética), las personas desarrollan lo que se conoce como inmunodeficiencia secundaria (SID). Como resultado, los pacientes pueden sufrir rondas repetidas de antibióticos y hospitalización para recibir tratamiento. Las SID son mucho más comunes que las inmunodeficiencias primarias (genéticas).
La polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica (CIDP) es un trastorno neurológico poco común que causa inflamación de los nervios del cuerpo. Aunque su sistema inmunológico generalmente lo mantiene saludable al combatir los gérmenes, su sistema inmunológico no reconoce partes de sus nervios y los ataca. Con el tiempo, esto puede causar debilidad gradual, entumecimiento y pérdida de sensibilidad en brazos y piernas. Si no se trata, la CIDP puede causar daño permanente a los nervios. Las terapias de CIDP representan un ingreso recurrente anual por paciente de 1.500 dólares según datos de Koru Medical.
2. Incremento de la adopción de terapias subcutáneas.
Existen muchas razones que explican la preferencia de las terapias subcutáneas vs. intravenosas, tanto por parte de pacientes como médicos. Algunas de ellas son: 1) Se puede autoadministrar en casa sin la ayuda de una enfermera/o, 2) menores efectos secundarios en paciente con presión en sangre baja, 3) flexibilidad de la programación de las inyecciones, 4) adsorción gradual de la Inmunoglobulina, 5) no requiere de premedicación, 6) el paciente puede seguir realizando sus tareas mientras se inyecta y 7) mayor frecuencia de administración (semanal) en SGIg.
Aunque la terapia de SCIges más costosa en términos de precio por gramo que la IVIg, existen estudios que indican que a lo lago de un año un paciente genera unos ahorros medios de 10.000 dólares.
3. Dispositivos médicos y accesorios para la autoadministración en el hogar.
Existen tres sistemas diferentes de infusión SCIg, mecánica, electrónica, elastomérica y push. Las mecánicas son las más económicas y es el segmento donde opera Koru Medical. Las electrónicas inyectan un flujo constante, son programables pero su precio de venta es superior y requiere de baterías y cierto entrenamiento previo del paciente. Vamos a analizar más en detalle las bombas mecánicas y una semi electrónica.
3.1) FREEDOM60 de Koru Medical Systems: Sistema de infusión de jeringuilla completamente portátil, sin necesidad de electricidad ni baterías y que funciona a una presión constante y segura. La bomba FREEDOM60 se puede utilizar durante casi cualquier administración subcutánea o intravenosa en un estándar de jeringuilla de 60 ml.
3.2) Crono S-PID 50 de IntraPump: La bomba de infusión más novedosa y de alto volumen ambulatoria para terapias subcutáneas en medicamentos siempre con receta médica. Combina alta tecnología con un diseño innovador. Es pequeña y ligera, precisa y tiene la flexibilidad para cambiar los caudales durante una infusión con facilidad, lo que la hace ideal para terapias en el hogar. Se utiliza con 50 ml dedicados de jeringuilla. También hay una bomba Crono Super PID diseñada para pediatría con jeringuillas dedicadas de 10, 20 y 100ml.
3.3) SCIg60 Self-Powered Pump de EMED Technologies: Utiliza una bomba mecánica de presión constante reutilizable monitorizada por el controlador de flujo VersaRate, un dispositivo desechable que permite al médico y al paciente un mejor ajuste del flujo de entrada. Hoy, este dispositivo aún está pendiente de autorización por parte de la FDA.
A mediados de noviembre y después de hablar con la dirección de la empresa, ya tenía claro que Koru Medical estaba presente en un negocio con grandes posibilidades de crecimiento y ubicado en el segmento correcto (inmunoglobulinas subcutáneas) pero me faltaba aún resolver tres preguntas:
¿Existía margen de seguridad?
¿Cuál es el mejor dispositivo médico para administrar SCIg?
¿Es escalable el modelo de negocio fuera de EE.UU?
Para responder a la primera y más sencilla de las tres preguntas, debemos realizar una valoración aproximada del negocio. Sabemos que el plan estratégico de Koru Medical es alcanzar los 50 millones de dólares de ventas en el año 2022, un margen bruto del 70% y un crecimiento de ventas orgánico y anual del 20%. Planteamos la valoración fundamental en base a dos métodos y para simplificar no incluimos los segmentos de clinical trails e internacional (Menos del 20% de las ventas totales).
Crecimiento de ventas (global).
Crecimiento del 15% para 2020, 20% para 2021 y 25% para 2022. En margen bruto partíamos del 68% en 2020 hasta el 70% en 2022. En margen operativo, pensamos que la empresa podrá reducir su coste salarial hasta el 40% de las ventas, lo que implica un Ebit margin del 23% en 2022. Para estimar el valor objetivo, aplicábamos 5x ventas o 25x beneficios para alcanzar un valor teórico de 6,35 dólares. Al precio de cotización de ese momento (3,90 dólares el 11 de noviembre), obteníamos un potencial alcista superior al 60% para unas estimaciones que estaban por debajo del objetivo de la empresa.
Mercado potencial o TAM (US).
FREEDOM60 se utiliza en 35.000 pacientes de subcutánea pero los pacientes de intravenosa son 130.000, por tanto, Koru Medical tiene la oportunidad de convertir 95.000 pacientes adicionales. Si realizamos el mismo cálculo para CIDP, observamos la posibilidad de convertir 4.750 pacientes. Si estimamos que Koru Medical será capaz de capturar el 30% de la oportunidad de mercado en PIDD y el 15% en CIDP; alcanzamos unas ventas objetivo de 51,3 millones de dólares, cifra muy en línea con el plan estratégico de la empresa. Aplicando los múltiplos de valoración anteriores, obteníamos un precio objetivo de 7,65 dólares o un potencial alcista del 96%.
A la vista de la valoración alcanzada, no hay duda de que obteníamos un margen de seguridad suficiente pero aún debíamos responder a dos preguntas más. La mayoría de los análisis fundamentales finalizan en este punto o mucho antes, pero en Draco Global vamos un paso más allá y necesitamos contrastar la información que hemos obtenido por parte de la empresa, analistas o colegas de profesión.
Contraste de información
En Draco Global no hacemos un acto de fe y nos creemos lo que nos dice la empresa, un informe o un analista; sino que contrastamos la información con quien mejor conoce su producto o servicio (clientes, proveedores, distribuidores, etc.). En esta ocasión, nos pusimos en contacto con la Barcelona PID Foundation (http://www.pidfoundationbcn.org/) y hablamos con su presidente e inmunólogo pediátrico Pere Soler Palacín.
La PID Foundation es una organización sin ánimo de lucro fundada en 2014 como iniciativa de un grupo de profesionales dedicados a la atención de pacientes pediátricos con inmunodeficiencias primarias (IDP) y a los familiares de los pacientes. Su objetivo es promover el conocimiento, estudio, investigación y difusión de las IDP y las complicaciones derivadas de estas enfermedades.
Como presidente de la fundación y con más de 25 años de experiencia en IDPs, el Dr.Soler nos ampliaba información a nuestro estudio con las siguientes palabras:
Existe mucha variedad de enfermedades IDP, algunas son más o menos comunes y más o menos graves.
Son identificadas con mayor frecuencia en niños, pero también se pueden dar en adultos.
El tratamiento para las IDP puede reducir la cantidad y gravedad de las afecciones y ayudar a niños y adultos a llevar una vida lo más normal posible.
El tratamiento con inmunoglobulinas es el tratamiento más importante para muchas de estas IDP, ya que ayuda a proteger contra una amplia gama de infecciones y a reducir los síntomas autoinmunes.
El Dr. Soler nos confirma que utilizan de forma mayoritaria la vía subcutánea por: menor necesidad de inyecciones, autoadministración en el hogar previa instrucción al paciente, administración más rápida, menores efectos secundarios y menor QoL.
El plasma artificial podría ser una opción a muy largo plazo, pero hoy no es posible en ningún caso.
Las SID (secundarias) también son una oportunidad muy interesante, aunque aún hay mucho trabajo que realizar.
Mientras hablaba con el Dr. Soler estaba convencido de que había encontrado una gran idea de inversión, pero cuando le pregunté sobre los dispositivos médicos existentes su respuesta me dejó en blanco.
Desde 2006 a 2009, utilizaron la típica bomba mecánica de bajo coste Llamada Infusa T1 de Physan. Según su experiencia, la bomba de infusión no generaba un flujo constante, se obstruía con facilidad y dificultaba la administración de medicamento. Así fue como en 2009 optaron por cambiar de proveedor a la InterPump, empresa propietaria del dispositivo Crono S-PID 50. Este dispositivo reducía significativamente los problemas relativos a la oclusión del tubo y fluidez de entrada de medicamento. Su tamaño es menor y su diseño más liviano, lo que la hace ideal para terapias en el hogar y brinda total libertad para que el paciente administre medicamentos en cualquier momento del día sin interrumpir la vida diaria o las actividades de ocio.
Después de esta revelación fui a la web de InterPumpy empecé a leer comentarios de testimonios que habían usado ambos dispositivos y justo confirmaban todo lo que me decía el Dr. Soler.
Por último, le pregunté al Dr. Soler si había alguna explicación de porqué en EE.UU se utilizaba más FREEDOM60 que Crono S-PID 50 y según su opinión, el hecho de que la sanidad sea privada y costosa incentiva a comprar dispositivos de bajo coste como FREEDOM60. En cambio, en Europa y España la sanidad está subvencionada y el coste no es el problema principal.
Finalmente, entendí que la tesis de inversión podría ser válida en EE.UU mientras prosiga el actual sistema sanitario pero no en Europa. Una parte del crecimiento futuro de Koru Medical es la expansión internacional, Europa incluido, pero después de la revelación del Dr. Soler mi opinión cambió radicalmente hasta el punto de que me estoy replanteando mi inversión en Koru Medical Systems.
Siempre existe la posibilidad de que Koru Medical consolide el mercado y compre otra empresa y por qué no a uno de sus mejores competidores. InterPump (Crono) es una empresa italiana de reducido tamaño y aunque no cotiza en la bolsa nunca se sabe si el propietario estaría dispuesto a venderla. En la publicación de resultados del 3Q20, el CEO de Koru Medical habló de que siempre están atentos a las posibilidades de M&A que ofrece el mercado y que después de la ampliación de capital de junio, podrían utilizar los 32 millones de dólares que tienen en la caja.
En este artículo he querido mostrar en detalle cómo analizamos y contrastamos la información en Draco Global antes de realizar una inversión, sobre todo en pequeñas empresas. Desafortunadamente no es una práctica habitual en el sector, pero en Draco Global es lo que tratamos de realizar.
PD: Quiero dar las gracias públicamente al Dr. Soler por su tiempo, su amabilidad y animar a la gente a que lea este artículo y entre en la web de la PID Foundation.
Tribuna de Quim Abril, presidente y gestor de Draco Global Sicav. Gesiuris Asset Management.
Pixabay CC0 Public Domain. Las diez temáticas que marcarán las decisiones de inversión durante 2021
El año 2020 está siendo un desafío para todos. La recesión económica más intensa de las últimas décadas ha desencadenado una gran relajación monetaria y paquetes de apoyo fiscal que han alterado el escenario de las inversiones.
A medida que nos acercamos a 2021, la esperanza de las vacunas abre nuevos horizontes y con ello un aliento para el regreso a la normalidad prepandémica. Las vacunaciones masivas, las medidas de salud pública, el gasto extraordinario de los gobiernos y el apoyo de la política monetaria deberían acelerar la recuperación económica.
Si bien los efectos de la pandemia se sentirán a lo largo de 2021, esperamos un crecimiento económico, aunque desigual, a medida que avance el año así como una recuperación mundial rápida y sólida. Al fin y al cabo, esta crisis se debe a una conmoción externa causada por el coronavirus, y no a una debilidad estructural de la economía mundial.
Hasta que no se lleve a cabo un plan de distribución de vacunas a nivel mundial y estas lleguen a miles de millones de personas, las empresas y los consumidores seguirán necesitando apoyo para compensar las pérdidas de sus ingresos. En esta línea, el mayor problema sería que los responsables de la adopción de políticas suprimieran progresivamente dicho apoyo. Con los tipos de interés en nuevos mínimos a nivel mundial, es poco probable que la vuelta a la normalidad de la inflación limite las intervenciones de los bancos centrales.
Las fases de recuperación económica varían según los mercados; desde algunas economías casi totalmente recuperadas de Asia hasta los mercados de Estados Unidos y Europa sufriendo la segunda ola del virus. Además, entre los sectores económicos prevemos también recuperaciones desiguales. Esperamos que sectores como el de la vivienda, la manufactura y el comercio superen a industrias como la de servicios, financiera y energética. Por último, anticipamos una reactivación del comercio mundial gracias a un cambio en el diálogo entre China y EE.UU., así como una mejora del clima empresarial para los sectores que dependen de cadenas complejas de producción y logística. Esto debería impulsar a las economías emergentes a una fuerte recuperación.
Los inversores deben observar atentamente el desarrollo de las tendencias geopolíticas tras el COVID-19. El catalizador más importante serán las ambiciones multilaterales de la presidencia de Biden. La relación entre las dos superpotencias del mundo iniciará un nuevo capítulo a medida que evolucione el equilibrio del liderazgo mundial. A medida que se restructuran las relaciones multilaterales, es posible que veamos a Irán volver a los mercados mundiales del petróleo.
En referencia a nuestras carteras, ya reflejan cómo la pandemia ha acelerado muchas tendencias estructurales. Hemos identificado tres aspectos que seguirán impulsando las carteras de inversión resistentes: considerar a China como una inversión independiente, las tendencias de temáticas específicas y la utilización de los mercados privados para obtener valor.
En este contexto complejo y, en cierta manera, incierto, hacemos 10 recomendaciones a la hora de realizar inversiones los próximos meses:
Mantener la inversión en activos de riesgo. La positiva evolución y desarrollo de la vacuna y el continuado apoyo monetario y fiscal están destinados a acelerar la recuperación económica. Los beneficios empresariales ofrecieron una grata sorpresa en el tercer trimestre y, dado que se espera que los tipos de interés se mantengan bajos, las acciones deberían seguir subiendo y las estrategias de inversión en renta fija deberían seguir proporcionando beneficios. Las sólidas perspectivas a medio plazo recompensarán a las carteras que continúen invirtiendo y ampliamente diversificadas, al tiempo que se añade gradualmente la exposición a algunos de los rezagados cíclicos de la renta variable de 2020.
Contrarrestar la cartera. La recuperación gracias a una vacuna no será un proceso lineal. El contexto de baja rentabilidad provoca que los estabilizadores de cartera tradicionales, como los bonos del Estado, sean menos eficientes. Por lo tanto, es recomendable mantener un conjunto diversificado de coberturas. Éstas pueden ir desde los bonos del tesoro estadounidenses o los bonos del gobierno chino hasta el oro, el yen o las opciones de venta. Estos activos pueden evolucionar independientemente del riesgo de la renta variable que queremos contrarrestar y, por lo tanto, necesitan una gestión táctica.
Conservar el oro, por ahora. Las incertidumbres a corto plazo deberían mantener el precio del oro en el rango de 1.850 a 2.000 dólares por onza. Esto ofrece una cobertura eficiente contra la volatilidad de la renta variable. La depreciación del dólar estadounidense puede ayudar a la demanda física de oro, pero esperamos que la demanda financiera siga siendo el impulso al precio más fuerte. En vistas a más largo plazo, en 2021 una vez que se produzca una recuperación, los tipos reales es probable que vuelvan a sus niveles normales y los inversores vuelvan a aumentar su exposición ante activos de riesgo, y probablemente el precio del oro tenderá a acercarse a nuestro objetivo a 12 meses de 1.600 dólares por onza.
Diseñar estrategias para generar rentabilidad. Aunque las inversiones tradicionales de cobertura de cartera en los activos de renta fija del Estado pueden reducirse dados los bajos niveles de rendimiento actuales, el crédito empresarial debería seguir beneficiándose a medida que los inversores buscan rentabilidad. Esta dinámica probablemente continuará, en un contexto de baja inflación y con una política monetaria anclada. En esta línea, los bonos en divisa fuerte de los mercados emergentes resultan especialmente atractivos.
Alcanzar la recuperación con acciones cíclicas y de crecimiento equilibradas. La noticia de una vacuna eliminó el peor escenario posible para la recuperación, haciendo de las acciones cíclicas, incluyendo las pequeñas capitalizaciones, más convincentes. Esto prepara el terreno para una recuperación parcial de las valoraciones y beneficios de las acciones industriales, del sector de la construcción, las financieras y energéticas, así como en los mercados europeos donde estos sectores son predominantes. Todos estos sectores sufrieron la desaceleración consecuencia de la pandemia, pero tienden a tener un rendimiento más rápido en un repunte económico. La demanda de los valores de calidad en el sector sanitario y tecnológico continuará en 2021, especialmente después de la fase inicial de recuperación, ya que sus cimientos siguen siendo fuertes.
No perder de vista las acciones asiáticas. La recuperación económica de China y el hecho de que su economía esté más impulsada por el mercado interno hace que los mercados de valores del país estén cada vez menos correlacionados con los índices del resto del mundo. El país también será uno de los primeros beneficiarios de cualquier intento por retomar las relaciones comerciales con EE.UU. bajo la presidencia de Biden. Además, en otros mercados emergentes, las perspectivas deberían mejorar gracias a la reactivación del comercio mundial, tras dos años de contracción.
Invertir en la economía real. Los inversores privados pueden hacer más resistentes sus carteras poniendo el foco en empresas que no cotizan en bolsa. La actividad de inversión en este mercado se desaceleró durante la pandemia. Las bajas valoraciones de las empresas para muchos objetivos de inversión y los niveles récord de efectivo están abriendo la puerta a grandes oportunidades. Este capital debería ayudar a reconducir a las empresas, así como generar un crecimiento sostenible. Además, los activos de infraestructura están preparados para beneficiarse de los altos niveles de gasto gubernamental destinados a la pandemia. En cuanto a los mercados inmobiliarios, el cambio al teletrabajo está desplazando la demanda de propiedades comerciales a corto plazo.
Tener en cuenta la debilidad del dólar. A pesar de la caída del dólar americano en un 12% desde marzo de 2020, la moneda sigue sobrevalorada y todavía recoge algunos de los riesgos del caos electoral vivido en Estados Unidos. La victoria presidencial de Joe Biden representa una vuelta a la normalidad que, junto con los avances en las vacunas, debería permitir la recuperación del crecimiento y el comercio mundial. Mientras eso sucede, es probable que veamos más debilidad del dólar hasta 2021. Las principales monedas del G10 como el euro, la libra esterlina y el yen deberían seguir teniendo apoyo. Sin embargo, los mercados se orientarán selectivamente hacia las monedas de los mercados emergentes.
Exponer las carteras a la mejora del comercio en divisas emergentes. En concreto, la recuperación del crecimiento de los mercados emergentes, la esperanza de una vacuna y la reducción de los riesgos extremos para las divisas emergentes más débiles deberían hacer subir el Índice de Divisas de Mercados Emergentes de JP Morgan en el primer trimestre de 2021. Nos gustan las divisas que cuentan con un respaldo en cuanto a su valoración, buenos equilibrios externos y una exposición a una recuperación del comercio mundial como el yuan chino, el won surcoreano, la corona checa y el peso chileno, así como las que, como el dólar taiwanés y el siclo israelí, se comportan bien en un contexto de tipos de interés “bajos por largo tiempo”.
La sostenibilidad: clave para el rendimiento de la cartera.Toda la actividad económica depende de los recursos naturales y, sin embargo, el modelo económico actual es insosteniblemente derrochador. Las empresas con soluciones ambiciosas y sostenibles en todos los sectores e industrias están impulsando la transición hacia alternativas más limpias, más eficientes, inclusivas y circulares y lo que llamamos la economía CLIC™. Apostamos por las empresas que desarrollan nuevas tecnologías y productos para frenar sus elevadas emisiones de CO2, contribuyendo así de manera significativa a la lucha contra el cambio climático. Del mismo modo, creemos que existen oportunidades de inversión sin explotar en empresas que utilizan enfoques regenerativos para los recursos naturales del planeta. Estos modelos de negocio positivos para el medio ambiente ofrecen una gran promesa para el crecimiento económico futuro. Invertir en estas soluciones sostenibles es un factor clave para el rendimiento futuro de la cartera.
Tribuna de Stéphane Monier, CIO de Lombard Odier Private Bank.
Pixabay CC0 Public Domain. ESG: ¿Qué futuro tiene por delante la renta variable europea?
Europa se ha situado como líder mundial en cuanto a su nivel de ambición por la sostenibilidad. El Acuerdo Verde de la UE es la manifestación más clara de este compromiso. De hecho, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, lo describió como «el momento europeo del hombre en la luna».
El acuerdo pretende movilizar un billón de euros de inversiones durante la próxima década para ayudar a Europa a alcanzar su objetivo de una economía neutra en emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. El plan dará prioridad a abordar los desafíos relacionados con el clima y el medioambiente, destinando el 25% del presupuesto. Es importante que, mientras tratan de alcanzar ese objetivo, los responsables de la formulación de políticas creen puestos de trabajo.
Aunque su implementación necesitará tiempo, fija la dirección de la estrategia europea. En un intento de reforzar sus credenciales de liderazgo, en septiembre la Comisión Europea también propuso un mayor endurecimiento de los objetivos de emisiones para 2030: de una reducción del 40% frente a los niveles de 1990 a un recorte de «al menos» el 55%.
Una recuperación verde de la pandemia
En respuesta a la pandemia de COVID-19, la UE anunció un paquete de 750.000 millones de euros que tenía como parte nuclear el Acuerdo Verde de la UE. Aunque todavía se están ultimando algunos detalles, hay prioridades que probablemente se verán afectadas por los vientos de cola de la reglamentación durante la recuperación.
En primer lugar, hay un claro foco en los proyectos de renovables para continuar la descarbonización de la generación energética europea. Esto debería hacer que la combinación de energía renovable pase del 33% actual a más del 50% en 2030. En segundo lugar, hay un enfoque en el transporte y la logística limpios, incluyendo la inversión en la infraestructura de vehículos eléctricos. En tercer lugar, la Unión Europea ha puesto de relieve el deseo de impulsar la renovación de edificios e infraestructuras. Y, por último, se hace hincapié en el impulso de la economía del hidrógeno limpio.
Encontramos evidencias de esta ambición y liderazgo ESG tanto a nivel de país como de empresas. Las compañías obtienen los resultados más altos dentro de la puntuación general del MSCI en ESG. Un reciente análisis de BAML concluyó que el 64% de las empresas calificadas como AAA por el MSCI estaban en Europa. Además, el 50% de las compañías europeas se clasificaron como líderes (puntuaciones de AAA-AA), mientras que solo el 3% se quedaron rezagadas. Con datos de noviembre de 2019, la entidad concluía que Europa está a la cabeza en los criterios ESG, ya que el 83% de las empresas del viejo continente registran mayores puntuaciones que sus pares del sector.
La taxonomía de la UE: el cambio para la inversión responsable
Para ayudar a facilitar sus planes, la UE está creando una Taxonomía para las finanzas sostenibles. Formado por seis objetivos medioambientales, se trata de un sistema de clasificación claramente definido para las actividades sostenibles. Su objetivo general es permitir inversiones, combatir el riesgo de «lavado verde» y garantizar la rendición de cuentas en el camino hacia la consecución de las ambiciones climáticas.
Por ejemplo, cualquiera que comercialice un producto de inversión como «sostenible desde el punto de vista medioambiental» debe utilizar esta Taxonomía. Para ser incluida, una actividad debe contribuir a uno de los seis objetivos y «no hacer daño significativo» en los otros cinco. Al mismo tiempo, debe cumplir con los convenios sociales y laborales mínimos. La UE espera tener todos los objetivos en marcha para 2022.
Un aumento de la popularidad de la inversión ESG
La opinión popular refleja la creciente importancia de los factores ESG. Una encuesta realizada en 2019 entre los ciudadanos de la Unión Europea reveló que el 93% cree que el cambio climático es un problema grave y el 92% considera importante que los gobiernos nacionales establezcan objetivos ambiciosos en materia de energía renovable. La creciente atención que el público en general presta a los temas de sostenibilidad ha hecho que este se convierta en un tema prioritario en la agenda política.
Esta realidad también se ha puesto de manifiesto en los mercados financieros, en particular a través del aumento exponencial de la popularidad de la inversión en ESG. En 2019, un informe de BAML mostró que el 67% de los fondos mundiales ESG se lanzaron en Europa. Las entradas también fueron impresionantes. Esto se debe en parte a factores demográficos y a la existencia de generaciones más jóvenes, que son más conscientes del medioambiente y de la sociedad.
¿Qué significa esto para sus inversiones?
A pesar de los numerosos desafíos, somos optimistas en cuanto a las perspectivas de la renta variable europea. El Acuerdo Verde de la UE anuncia un intento serio y de gran alcance para abordar los principales problemas que enfrenta el mundo.
En el mundo corporativo, numerosas compañías europeas son líderes mundiales en ESG. Hay una gran cantidad de empresas innovadoras en la generación de energía, vehículos eléctricos, infraestructuray mucho más. Creemos que son este tipo de compañías las que ayudarán a impulsar los mercados de valores durante la próxima década y más allá.
Sin embargo, lo más importante de todo es que los europeos están colocando cada vez más en primer plano de sus decisiones de inversión las consideraciones relativas a los factores ESG. El rápido aumento de la popularidad de los fondos relacionados con estos factores es una prueba de este entusiasmo. Confiamos en que esta tendencia seguirá creciendo a medida que todos sigamos centrados en construir un mundo más justo y sostenible.
Tribuna de Jamie Mills O’brien, investment manager; y Stuart Brown, investment director de Aberdeen Standard Investments
Pixabay CC0 Public Domain. Brexit: fin de la saga… ¿Y ahora?
Suponiendo que ambas partes puedan ponerse de acuerdo, el proceso de ratificación del Brexit no será fácil y habrá discrepancias después del 1 de enero de 2021. No obstante, una última apreciación de las acciones del Reino Unido permanecerá durante el próximo año.
Dados los años de Sturm und Drang*, el proceso del Brexit se califica como una «saga». El 31 de diciembre de 2020, el Reino Unido terminará el período de transición que comenzó el 1 de febrero de 2020, el día después de que el Reino Unido dejará oficialmente la Unión Europea.
El Acuerdo de retirada y el período de transición continuaron el status quo de la pertenencia (incluidas las relaciones comerciales y los pagos al presupuesto de la UE) durante todo el año 2020. Si bien muchos plazos han sufrido un vaivén de fechas desde la votación del referéndum del 23 de junio de 2016, el final de 2020 es uno de los pocos plazos inmutables, ya que ambas partes han prometido no ampliar la transición.
En las negociaciones comerciales, los retos derivan del alcance y el método de convergencia de los diferentes sistemas económicos y legislativos. Es la primera vez en la historia que se crea un nuevo acuerdo comercial cuyo objetivo es la divergencia, dada la integración del Reino Unido en las estructuras de la UE desde 1973. Lo que debería haber sido un proceso sencillo se ha complicado, como tantas veces a lo largo de la historia europea, por la política.
La UE se ha visto impulsada por lo que considera una amenaza existencial a su razón de ser (que la pertenencia a la UE confiere beneficios que justifican el precio a los contribuyentes netos) y ha hecho amplias demandas al Reino Unido después de su salida. El Reino Unido ha tenido que justificar la perturbación derivada del resultado del referéndum demostrando que su nueva condición se traducirá en un aumento de la soberanía y los beneficios nacionales.
Tres grandes áreas de desacuerdo
Dada la naturaleza integrada del Reino Unido dentro de la UE, es positivo que «solo» haya tres áreas principales de desacuerdo. De mayor preocupación inmediata, es desalentador que estos hayan sido los temas pendientes desde la primavera y que se hayan hecho limitados progresos «oficiales» para resolverlos. El éxito de la Unión Europea al asegurar sus ambiciones clave en las negociaciones de retirada (acuerdo financiero, derechos de los ciudadanos de la Unión Europea en el Reino Unido y la frontera irlandesa) proporcionó un sentido inflado de la dinámica de poder en las negociaciones. Durante la fase actual de las negociaciones, el Reino Unido cuenta con sólidas bazas de negociación (pesca, un notable déficit comercial de bienes y una relación de intercambio más atractiva en cuanto a los aranceles aplicados en un escenario de la OMC) y la UE se ha mostrado reacia a hacer concesiones a sus exigencias de que el Reino Unido se ajuste a la política de la UE en materia de reglamentación.
Las tres cuestiones polémicas siguen siendo la pesca, la política de ayuda estatal y los mecanismos de aplicación para garantizar que ambas partes cumplan un eventual acuerdo. La confianza no se ha visto favorecida por la propuesta de Ley de Mercado Interior del Reino Unido, que aún está en trámite en el Parlamento del Reino Unido. Sin embargo, a pesar de las diferencias públicas, se han identificado «zonas de desembarque» y ciertamente se vislumbran compromisos prácticos.
La realidad es que, en los últimos cuatro años, el Reino Unido se ha alejado del suave Brexit que el Primer Ministro May y la UE esperaban originalmente. En consecuencia, a pesar de algunas posibles perturbaciones a corto plazo, el acuerdo que se espera aprobar a finales de año no difiere notablemente de las condiciones comerciales de la OMC. Como el jefe negociador de la UE ha señalado, «habrá interrupción de todos modos» a partir del 1 de enero de 2021. Si bien el Primer Ministro Johnson puede preferir un acuerdo y ver una pequeña ganancia política por la firma de un acuerdo, la presión no es ni mucho menos tan intensa como lo fue en los dos primeros años para evitar un resultado de no-tratamiento.
Donde hay voluntad, hay camino
Suponiendo que ambas partes puedan llegar a un acuerdo, el proceso de ratificación del Brexit no es sencillo y tendrá que acelerarse. El Parlamento del Reino Unido debe aprobar el tratado, pero la fuerte mayoría del Primer Ministro Johnson debería permitir que se apruebe rápidamente (dado que la oposición es más pro-UE que el partido conservador y votará a favor).
Por el lado de la UE, el Parlamento de la UE tendrá que trabajar con celeridad para dar su aprobación, sin plantear objeciones. Normalmente, los tratados comerciales deben ser ratificados por los parlamentos nacionales (y algunos parlamentos regionales, como fue el caso del acuerdo CETA), lo que incrementa el tiempo necesario.
«Donde hay voluntad, hay camino» y la UE desempolvará su capacidad de esquivar la aprobación del tratado a tiempo (como se ha visto tantas veces durante la crisis de la zona del euro). Además del resurgimiento del virus en todo el continente, la UE también está lidiando con la aprobación de su nuevo presupuesto del marco de financiación multianual, así como con el plan de la UE de la próxima generación para ayudar a estimular las economías después de la Covid.
Después de cuatro años de baja rentabilidad, el FTSE All-Share se negocia al mismo nivel relativamente bajo del S&P500 que el alcanzado en 1974. Una lista creciente de bancos de inversión e inversores ve un alza significativa en las acciones del Reino Unido. Con la resolución (parcial) de Brexit, así como las noticias positivas sobre la derrota de Covid, una recalificación sostenida de las acciones del Reino Unido es ciertamente posible en 2021.
Tribuna de Stephen Surpless, director de inversiones en Edmond de Rothschild Private Merchant Banking.
Pixabay CC0 Public DomainNaveen Kumar. Naveen Kumar
Los beneficios de las tres estrategias globales del equipo International Equity se muestran planos, de media, desde principios de año, frente a una caída del 15% del índice MSCI World. Bruno Paulson reflexiona sobre por qué los compounders de alta calidad no suponen una prima mayor.
Los compounders se revalorizan mejor
La clave de los compounders es que hacen crecer, o «revalorizan», los beneficios mejor que las compañías «estándar» a lo largo de los ciclos, en gran parte porque sus beneficios resisten mejor en tiempos difíciles… como 2020. Los beneficios de nuestras tres estrategias globales se muestran planos, de media, desde principios de año, frente a una caída del 15% del índice MSCI World.
El misterio es la falta de una prima mayor
El simple hecho de hacer crecer los beneficios más rápidamente a tasas elevadas no es suficiente para obtener un resultado relativo positivo, ya que esto también depende de la valoración inicial; a fin de cuentas, todas las acciones de crecimiento son conocidas por negociarse con una prima en previsión de un avance más rápido de los beneficios. El sostenido rendimiento relativo positivo de los compounders durante décadas implica que el mercado no les otorgue una prima suficiente que compense el crecimiento más fuerte de los beneficios entre ciclos, una anomalía que, en nuestra opinión, continúa hasta el día de hoy.
No debería ser un misterio que mantener altos retornos sobre el capital debería impulsar un crecimiento superior de los beneficios a lo largo del tiempo, pues la combinación de poder de fijación de precios e ingresos recurrentes con baja intensidad de capital es naturalmente atractiva. Los compounders también son generalmente compañías bastante conocidas y sujetas a escrutinio, lo cual contrasta, por ejemplo, con los misteriosos valores de pequeña capitalización. En nuestra opinión, el éxito de la subclase de activos de los compounders se explica mejor como un fallo, o más bien fallos, del mercado en su conjunto. Estos fallos se deben a la medición de factores incorrectos, principalmente, el rendimiento relativo a corto plazo y los múltiplos de precio-beneficio a futuro.
La estructura de la industria impulsa el enfoque hacia el rendimiento relativo
El primer fallo de medición viene de la mano de la estructura de la industria. Por lo general, hay varias partes en la cadena de valor de la inversión que, por ejemplo, podrían incluir al consejo de una compañía con un plan de pensiones, el personal que gestiona el fondo de pensiones de la compañía, el consultor del plan de pensiones o los gestores de carteras. Además, aunque todos estos participantes permanecieran sin cambios durante el periodo de medición, la habilidad de los participantes en la cadena es muy difícil de medir, ya que pueden contribuir significativamente al rendimiento a corto y medio plazo factores de estilo e idiosincráticos.
Como resultado, la industria termina centrándose en el rendimiento relativo, más concretamente en el rendimiento a bastante corto plazo, ya que los participantes de toda la cadena intentan justificar el valor que aportan y, en última instancia, procuran evitar ser despedidos. Esto conduce a un comportamiento «relativo» de aversión al riesgo y los participantes tienen presupuestos de riesgo limitados basados en el tracking error, en lugar de centrarse en el riesgo absoluto: el riesgo de perder dinero. Dados estos incentivos, se pueden descuidar estrategias con riesgo relativo o tracking error elevados, pero con riesgo absoluto bajo. Es el caso concreto de los compounders, cuando el rendimiento relativo positivo puede ser episódico y concentrarse en periodos de turbulencias del mercado y registrar un comportamiento más ordinario, al menos en términos relativos, durante los periodos entre crisis.
El ratio del PER puede resultar ser engañoso.
El segundo error de medición radica en centrarse en los indicadores de precio-beneficios a futuro. Esto presenta fallos por una serie de razones. Nos gusta referirnos a la parte de los beneficios como «conjeturas sobre mentiras»: «conjeturas», porque las estimaciones a futuro son sistemáticamente demasiado optimistas: los beneficios reales decepcionan a una media del 8% a un año y del 15% a dos años; y «mentiras», porque son beneficios ajustados o, como preferimos llamarlos, «beneficios antes de descontar aspectos negativos», por ejemplo, amortizaciones o pagos al personal mediante acciones. Durante los últimos cinco años (2015-2019), el 15% de los beneficios ajustados del índice MSCI World, la medida utilizada para el consenso y, a menudo, para la remuneración de los equipos directivos, ha desaparecido antes de llegar a la cifra final de la cuenta de resultados (Fuente: Factset). Es decir, en cinco años se han desvanecido 1.700 billones de dólares.
Juntando los elementos de conjeturas y mentiras, las estimaciones de beneficios a dos años probablemente sean de media un 30% demasiado altas, por lo que los múltiplos nocionales serían un 40% demasiado bajos. Es menos probable que las compañías de alta calidad decepcionen por ambos motivos, pues tienen beneficios más predecibles, como se ha demostrado este año, y menos tendencia a verse afectadas más allá de la partida de amortizaciones, entre otras cosas, porque que sus activos intangibles estén en el balance es menos probable que en el caso de los activos tangibles de otras compañías, ya sean fábricas ya sean reservas de petróleo, pues los activos intangibles se integran en la cuenta de resultados más que en las inversiones en inmovilizado.
Los puntos anteriores sugieren que se está utilizando un dato de beneficios incorrecto, aunque ese no es el único problema. Usar el múltiplo de beneficios es problemático, incluso si se usa el dato de beneficios correcto. Las dos preocupaciones son el apalancamiento y la conversión de efectivo. También preferimos analizar el múltiplo sin apalancamiento, comparando el valor de una empresa (EV), que es el valor de mercado del capital más el valor de la deuda, con el NOPAT, que son los beneficios de la compañía si no tuviera deuda, es decir, añadiendo nuevamente los costes por intereses. El análisis de la ratio EV/NOPAT elimina la ventaja de adornar los beneficios a través del apalancamiento y, como resultado, las compañías apalancadas, con razón, parecerán más caras.
También nos gusta centrarnos en el flujo de efectivo libre, cruzando la información de su rentabilidad con la de los flujos de efectivo descontados. Nuestro enfoque hacia el efectivo es natural, ya que los beneficios (una medida contable) en realidad no generan nada. Se requiere efectivo para invertir en el futuro, pagar dividendos, ejecutar recompras o adquirir otras compañías. Tener un mayor retorno sobre el capital operativo también significa que una mayor parte de los beneficios se convierte en efectivo, pues la inversión en inmovilizado y los requisitos de capital circulante no lo absorben. Las elevadas rentabilidades operativas también hacen que haya menos necesidad de apalancamiento para obtener un retorno respetable sobre el capital. Comparemos estos datos con los del sector de suministros, que ofrece un rendimiento promedio del 8% sobre el capital operativo, o el bancario, donde a menudo se halla por debajo del 1% para las rentabilidades no apalancadas.
En términos ajustados, la prima de la cartera frente al mercado es muy baja
El ajuste por apalancamiento y la conversión de efectivo es útil cuando se comparan valoraciones de inversiones potenciales para las carteras, pero también sugiere que los compounders son más baratos de lo que sugieren los simples datos de precio-beneficio. Nuestras tres estrategias globales se negocian actualmente con una prima media del 15% de los beneficios a plazo del índice MSCI World. El cambio al ratio EV/NOPAT reduce el 4% de esta prima y el cambio a efectivo el 5%, lo que significa que solo queda el 6% de la prima del 15%, incluso si se aceptan las «conjeturas sobre mentiras» generadas por la comunidad de analistas, tal como se establece anteriormente. Esto no parece lo suficientemente elevado en ningún momento, dada la calidad mucho mayor y el historial de revalorización de los beneficios. Parece aún menos suficiente en la actualidad, dadas las innumerables incertidumbres económicas y geopolíticas. En un mundo muy frágil, las compañías que ofrecen resistencia a la fragilidad, como los compounders que poseemos, definitivamente cuentan con sus atractivos.
Tribuna de William Lock, responsable del equipo de International Equity y Portfolio Manager, y Bruno Paulson, Managing Director y Portfolio Manager en Morgan Stanley Investment Management.
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Por donde se le mire, los mercados financieros están en un punto máximo de irracionalidad que ya raya con el miedo en muchos sentidos. Esta irracionalidad alimentada por el exceso de liquidez de los bancos centrales, que mete más “gasolina al fuego” y que sigue empujando al alza a los valores (especialmente las acciones) en muchos casos nos deja a los analistas o asesores sin argumentos para justificar lo que está sucediendo.
Comenzamos este 2020 con una capitalización bursátil global de algo más de 60 trillones de dólares, y ya en semanas pasadas sobrepasamos los 100 trillones de dólares, justo en el año en que económicamente el mundo se encuentra más mal desde la segunda guerra mundial. Así, la capitalización bursátil global ha subido 39 trillones de dólares, más que el valor de las dos economías más grandes del planeta, USA y China, sumadas.
Así, tenemos unos desempleos disparados (que aunque se han ido moderando, en gran parte son por una salida masiva de personas de la Tasa Global de Participación, o por un subempleo creciente); casi 100 países en recesión, más de 170 bancos centrales en el mundo han bajado sus tasas de interés, y mucha gente al borde del precipicio: leía en estos días, que una encuesta entre los pequeños negociantes en USA, arrojó que el 48% pensaba que iba a tener que cerrar definitivamente pronto o muy pronto, y que las asistencias alimentarias en ese mismo país, están en niveles nunca antes vistos, ni siquiera en lo peor de la Gran Depresión.
Todo esto mientras los activos financieros siguen subiendo y no dan tregua, con las relaciones de apetito de riesgo en sus máximos históricos (por ejemplo, la relación Put/Call nunca había estado tan baja, lo cual quiere decir que las opciones Call están en su máximo esplendor), y los bancos centrales que siguen disparados: menciona Michael Harnett, CIO de Bank of America (BofA), que desde marzo los bancos centrales han lanzado 1.300 millones de dólares cada hora a la economía.
Dirán los macroeconomistas, siguiendo los libros de texto, que esto es política monetaria expansiva que se usa para impulsar crecimiento y empleo, aunque la realidad es que ni está impulsando el crecimiento y mucho menos el empleo. Las cosas, económicamente (la economía del día a día, de esa que la gente no entiende pero sí sufre) está muy fea.
La impresión monetaria, también ha impactado fuertemente a la deuda global: sumando nuevas emisiones de tesoros, de bonos grado de inversión, de bonos high yield y de préstamos apalancados, en USA se ha emitido casi 6 trillones de dólares en todo 2020, record histórico por donde se le mire. Y el mundo, nunca antes, había estado más apalancado: ya superó la deuda total (bonos, créditos, préstamos inmobiliarios, etc) los 280 trillones de dólares, lo cual es una bomba de tiempo. Claro, hoy las tasas de créditos son mucho más bajas, sin duda alguna, pero en algún momento hay que pagar el capital principal. Si bien cada vez la deuda se alarga más, si la cosa económicamente no mejora, van a existir dificultades futuras. Y cuando menciono que la deuda se alarga, es que para encontrar tasas positivas en muchas regiones, los inversionistas deben irse a bonos de más de 10 años, pues por solo poner un ejemplo, ya Portugal y España, dos de los GIPSI que en 2011 dieron demasiados problemas a los mercados globales, emiten a 10 años con tasa de interés negativa.
Para que entendamos un poco la irracionalidad, solo hay que mirar lo que puede suceder con Tesla: una compañía que a inicio de 2020 tenía una capitalización bursátil por debaho de los 50.000 millones de dólares, hoy vale casi 12 veces mas (cerca de 580.000 millones de dólares vs los 225.000 millones que vale Toyota, la segunda…la diferencia: Toyota vende más de 10 millones de unidades por año, Tesla vende 375 mil carros anualmente).
Claro, muchos dirán que el futuro es tecnológico, y estoy de acuerdo, sin embargo Tesla vende automóviles, que deben ser comprados por personas de carne y hueso (todavía, quizá más adelante un robot compre un carro), que se están quedando sin empleo o afectados en sus ingresos.
El tema Tesla lleva a una segunda parte de esta reflexión: dicha compañía va entra al índice S&P 500, y muchas cosas deben alinearse: los fondos pasivos y los fondos índice, están comprando Tesla al precio que sea para poder replicar el índice, y muchos managers de inversiones que tiene por benchmark el S&P 500 van a tener que hacer lo mismo (si Tesla sigue subiendo y no compran, se van a quedar rezagados del benchmark, clarísimo).
El problema es que a estos precios, Tesla luce muy costosa y personalmente creo que en algún momento va a caer (al igual que quizá lo hagan Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google, las denominadas FAANG, y que hoy son cerca del 30% de capitalización del S&P 500), corrigiendo gran parte del desempeño que lleva el índice en 2020. El problema: hay más de 490 acciones que no se han comportado igual que las tecnológicas, y que tienen unas potencialidades interesantes aún, en la medida en que la economía se vaya recuperando en los próximos años. Pero si caen las tecnológicas, caerán todos índices, todos los benchmarks y todos los fondos que los tienen como referencia.
Aquí viene una pregunta y una reflexión: ¿qué quisieras de tu manager de inversiones en un momento en que el mercado haga “crash”? Antes de la reflexión, cabe mencionar que es el mismo Michael Harnett, de BofA, quien mencionó en uno de sus últimos informes, que las autoridades saben que están empujando a los mercados a un “crash” sin precedentes…y personalmente creo que ‘Powi’ de la FED y ‘Cris’ del BCE, entre otros, lo saben perfectamente.
Ahora sí, luego de la aclaración, la reflexión: en estos momentos, todas las razones financieras, quedarán revaluadas en su idea original y en la forma en que las aprendimos. Por ejemplo, el Tracking Error (aunque esta más relacionado con los fondos índice, se vuelve importante en estos momentos en la gestión activa), pues la teoría tradicional dice que este, entre menor, es mejor. Veamos matemáticamente este indicador:
TE = o (Rf – Rm)
Así, la teoría tradicional nos dice que es mejor tener una rentabilidad del fondo mayor que la rentabilidad del mercado, con una baja desviación. Sin embargo, cuando se venga una corrección del mercado en general, que empuje el índice hacía abajo, vamos a querer de nuestro manager algo totalmente diferente: una desviación muy alta, pues la única manera de lograr retornos mucho más altos que el mercado (no es solo “ganarle” al mercado, es realmente lograr algo radicalmente diferente, si son solo unas pocas acciones la que jalonan todo hacía abajo), es desviarse radicalmente del índice o del benchmark.
Son estos momentos cuando las finanzas son muy, muy diferentes a las que estudiamos y aprendimos normalmente. Y sí, quisiera que cuando llegue el crash, mi manager tenga un Tracking Error gigantesco. Porque el mercado no caerá en conjunto, sino que hay que ser muy selectivo (de la misma forma que subió, caerá: así, en la subida, tener un TE pequeño; en la bajada, un TE muy grande).
No creo que el mercado corrija en 2021, pues aún la máquina de imprimir tiene que estar prendida: la economía la necesita. No estar “en la fiesta” es muy costoso en términos de oportunidad. A los inversionistas les gusta la rentabilidad, aún en medio de la euforia, aunque eso después salga muy caro y la “resaca” sea muy dura.
Anticiparse demasiado (aunque saber el momento exacto es difícil, muy difícil, por no decir, imposible) puede tener sus complicaciones, si no que lo diga Jeffrey Vinik, manager del fondo Magellan de Fidelity en 1995 (y en ese momento, el fondo mutuo más grande): a finales de 1995 empezó a pasar dinero del fondo de acciones hacía bonos, por la euforia existente entre los inversores. Aunque el mercado sí estaba “desbordado”, siguió subiendo y el fondo se quedó rezagado. Vinik dimitió en mayo de 1996. Su sucesor, Robert Stansky, aumentó las posiciones en tecnológicas, incluso en 1999…como todo el mercado, el fondo Magellan cayó (¿estrepitosamente?) cuando estalló la crisis…a diferencia de Vinik, Stansky mantuvo su posición; y aunque Vinik estaba en lo correcto, lo estuvo demasiado pronto: su análisis era correcto, los supuestos, tambien; el ‘timing’, no.
Pero, ¿cómo saber cuándo es el momento adecuado? Solo lectura, análisis y reflexión constante, es lo que sirve en estos momentos en que todo parece (¿un poco?) irracional.
Manuel Felipe García Ospina es vicepresidente Wealth Management de Skandia
Pixabay CC0 Public DomainNaveen Kumar. Naveen Kumar
Los beneficios de las tres estrategias globales del equipo International Equity se muestran planos, de media, desde principios de año, frente a una caída del 15% del índice MSCI World. Bruno Paulson reflexiona sobre por qué los compounders de alta calidad no suponen una prima mayor.
Los compounders se revalorizan mejor
La clave de los compounders es que hacen crecer, o «revalorizan», los beneficios mejor que las compañías «estándar» a lo largo de los ciclos, en gran parte porque sus beneficios resisten mejor en tiempos difíciles… como 2020. Los beneficios de nuestras tres estrategias globales se muestran planos, de media, desde principios de año, frente a una caída del 15% del índice MSCI World.
El misterio es la falta de una prima mayor
El simple hecho de hacer crecer los beneficios más rápidamente a tasas elevadas no es suficiente para obtener un resultado relativo positivo, ya que esto también depende de la valoración inicial; a fin de cuentas, todas las acciones de crecimiento son conocidas por negociarse con una prima en previsión de un avance más rápido de los beneficios. El sostenido rendimiento relativo positivo de los compounders durante décadas implica que el mercado no les otorgue una prima suficiente que compense el crecimiento más fuerte de los beneficios entre ciclos, una anomalía que, en nuestra opinión, continúa hasta el día de hoy.
No debería ser un misterio que mantener altos retornos sobre el capital debería impulsar un crecimiento superior de los beneficios a lo largo del tiempo, pues la combinación de poder de fijación de precios e ingresos recurrentes con baja intensidad de capital es naturalmente atractiva. Los compounders también son generalmente compañías bastante conocidas y sujetas a escrutinio, lo cual contrasta, por ejemplo, con los misteriosos valores de pequeña capitalización. En nuestra opinión, el éxito de la subclase de activos de los compounders se explica mejor como un fallo, o más bien fallos, del mercado en su conjunto. Estos fallos se deben a la medición de factores incorrectos, principalmente, el rendimiento relativo a corto plazo y los múltiplos de precio-beneficio a futuro.
La estructura de la industria impulsa el enfoque hacia el rendimiento relativo
El primer fallo de medición viene de la mano de la estructura de la industria. Por lo general, hay varias partes en la cadena de valor de la inversión que, por ejemplo, podrían incluir al consejo de una compañía con un plan de pensiones, el personal que gestiona el fondo de pensiones de la compañía, el consultor del plan de pensiones o los gestores de carteras. Además, aunque todos estos participantes permanecieran sin cambios durante el periodo de medición, la habilidad de los participantes en la cadena es muy difícil de medir, ya que pueden contribuir significativamente al rendimiento a corto y medio plazo factores de estilo e idiosincráticos.
Como resultado, la industria termina centrándose en el rendimiento relativo, más concretamente en el rendimiento a bastante corto plazo, ya que los participantes de toda la cadena intentan justificar el valor que aportan y, en última instancia, procuran evitar ser despedidos. Esto conduce a un comportamiento «relativo» de aversión al riesgo y los participantes tienen presupuestos de riesgo limitados basados en el tracking error, en lugar de centrarse en el riesgo absoluto: el riesgo de perder dinero. Dados estos incentivos, se pueden descuidar estrategias con riesgo relativo o tracking error elevados, pero con riesgo absoluto bajo. Es el caso concreto de los compounders, cuando el rendimiento relativo positivo puede ser episódico y concentrarse en periodos de turbulencias del mercado y registrar un comportamiento más ordinario, al menos en términos relativos, durante los periodos entre crisis.
El ratio del PER puede resultar ser engañoso.
El segundo error de medición radica en centrarse en los indicadores de precio-beneficios a futuro. Esto presenta fallos por una serie de razones. Nos gusta referirnos a la parte de los beneficios como «conjeturas sobre mentiras»: «conjeturas», porque las estimaciones a futuro son sistemáticamente demasiado optimistas: los beneficios reales decepcionan a una media del 8% a un año y del 15% a dos años; y «mentiras», porque son beneficios ajustados o, como preferimos llamarlos, «beneficios antes de descontar aspectos negativos», por ejemplo, amortizaciones o pagos al personal mediante acciones. Durante los últimos cinco años (2015-2019), el 15% de los beneficios ajustados del índice MSCI World, la medida utilizada para el consenso y, a menudo, para la remuneración de los equipos directivos, ha desaparecido antes de llegar a la cifra final de la cuenta de resultados (Fuente: Factset). Es decir, en cinco años se han desvanecido 1.700 billones de dólares.
Juntando los elementos de conjeturas y mentiras, las estimaciones de beneficios a dos años probablemente sean de media un 30% demasiado altas, por lo que los múltiplos nocionales serían un 40% demasiado bajos. Es menos probable que las compañías de alta calidad decepcionen por ambos motivos, pues tienen beneficios más predecibles, como se ha demostrado este año, y menos tendencia a verse afectadas más allá de la partida de amortizaciones, entre otras cosas, porque que sus activos intangibles estén en el balance es menos probable que en el caso de los activos tangibles de otras compañías, ya sean fábricas ya sean reservas de petróleo, pues los activos intangibles se integran en la cuenta de resultados más que en las inversiones en inmovilizado.
Los puntos anteriores sugieren que se está utilizando un dato de beneficios incorrecto, aunque ese no es el único problema. Usar el múltiplo de beneficios es problemático, incluso si se usa el dato de beneficios correcto. Las dos preocupaciones son el apalancamiento y la conversión de efectivo. También preferimos analizar el múltiplo sin apalancamiento, comparando el valor de una empresa (EV), que es el valor de mercado del capital más el valor de la deuda, con el NOPAT, que son los beneficios de la compañía si no tuviera deuda, es decir, añadiendo nuevamente los costes por intereses. El análisis de la ratio EV/NOPAT elimina la ventaja de adornar los beneficios a través del apalancamiento y, como resultado, las compañías apalancadas, con razón, parecerán más caras.
También nos gusta centrarnos en el flujo de efectivo libre, cruzando la información de su rentabilidad con la de los flujos de efectivo descontados. Nuestro enfoque hacia el efectivo es natural, ya que los beneficios (una medida contable) en realidad no generan nada. Se requiere efectivo para invertir en el futuro, pagar dividendos, ejecutar recompras o adquirir otras compañías. Tener un mayor retorno sobre el capital operativo también significa que una mayor parte de los beneficios se convierte en efectivo, pues la inversión en inmovilizado y los requisitos de capital circulante no lo absorben. Las elevadas rentabilidades operativas también hacen que haya menos necesidad de apalancamiento para obtener un retorno respetable sobre el capital. Comparemos estos datos con los del sector de suministros, que ofrece un rendimiento promedio del 8% sobre el capital operativo, o el bancario, donde a menudo se halla por debajo del 1% para las rentabilidades no apalancadas.
En términos ajustados, la prima de la cartera frente al mercado es muy baja
El ajuste por apalancamiento y la conversión de efectivo es útil cuando se comparan valoraciones de inversiones potenciales para las carteras, pero también sugiere que los compounders son más baratos de lo que sugieren los simples datos de precio-beneficio. Nuestras tres estrategias globales se negocian actualmente con una prima media del 15% de los beneficios a plazo del índice MSCI World. El cambio al ratio EV/NOPAT reduce el 4% de esta prima y el cambio a efectivo el 5%, lo que significa que solo queda el 6% de la prima del 15%, incluso si se aceptan las «conjeturas sobre mentiras» generadas por la comunidad de analistas, tal como se establece anteriormente. Esto no parece lo suficientemente elevado en ningún momento, dada la calidad mucho mayor y el historial de revalorización de los beneficios. Parece aún menos suficiente en la actualidad, dadas las innumerables incertidumbres económicas y geopolíticas. En un mundo muy frágil, las compañías que ofrecen resistencia a la fragilidad, como los compounders que poseemos, definitivamente cuentan con sus atractivos.
Tribuna de William Lock, responsable del equipo de International Equity y Portfolio Manager, y Bruno Paulson, Managing Director y Portfolio Manager en Morgan Stanley Investment Management.
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Pixabay CC0 Public Domain. Regalos de Navidad anticipados para apoyar el repunte de fin de año
A medida que nos acercamos a final de año, los mercados pueden contar con dos noticias que impulsan el optimismo. La primera viene de Estados Unidos, donde la victoria de Biden sin una «ola azul» es vista por los mercados como el mejor resultado posible. Un republicano, o incluso un Senado al 50%, haría muy difícil que el nuevo presidente aprobara cualquier medida extrema en términos de impulso fiscal, legislaciones más drásticas o aumentos de impuestos. Las otras noticias positivas provienen de Pfizer/BioNTech y Moderna por la alta eficacia de sus vacunas, al tiempo que otros ensayos también se están acelerando.
Sin embargo, ambas noticias traen algunas sombras también. Los mercados están subestimando que Biden tendrá que hacer algunas concesiones al ala más radical de su partido. Además, el desarrollo de vacunas para una gran parte de la población es un desafío. El escenario más probable es uno de paradas y arranques impulsado por la evolución del virus, antes de que llegue la reaceleración de la economía.
Sin embargo, los mercados tienen un fuerte apetito por mirar las cosas de forma optimista. La mayoría de los activos de riesgo han regresado a territorio positivo YTD a pesar del colapso en marzo. En general, se trata de un muy buen resultado si consideramos la excepcionalidad de este año. La creencia generalizada es que una victoria de Biden y la vacuna podrían llevar a que el impulso de crecimiento mundial mejore, pero no tanto y no tan rápido, ya que la segunda ola todavía está en marcha, especialmente en Europa.
Esto implica que la hipótesis de tipos bajos sigue siendo válida, pero al mismo tiempo el crecimiento debería reanudarse en un futuro próximo. Por lo tanto, el apoyo de los bancos centrales continúa y vuelve a tomar la delantera, ahora que el gran acuerdo fiscal en Estados Unidos está fuera de la mesa. La política fiscal también debe mantenerse en esta trayectoria de cooperación con la monetaria. La segunda ola está impulsando a los gobiernos a aumentar sus presupuestos, y empujará aún más a la UE a acelerar la entrega del Fondo de Recuperación.
La victoria de Biden ha reducido (¡pero no eliminado!) el riesgo político y esto es positivo para los mercados. En política exterior, podemos esperar una tendencia hacia un enfoque multilateral, lo que es bueno para Europa. El riesgo de aranceles comerciales en el sector automovilístico ha disminuido significativamente. Sin embargo, en cuanto a China, dudamos de que la relación se vaya a suavizar mucho. Los demócratas también la ven como un desafío, aunque el tono será menos duro que con Trump: la competencia se mantendrá especialmente en el frente tecnológico, pero es probable que Biden asuma un enfoque más estratégico. Con Irán, es probable que utilice la diplomacia para alcanzar un nuevo acuerdo nuclear y reducir la tensión.
Una consecuencia positiva es que, con Biden, podremos ver una reaceleración de la temática ESG, el clima y la igualdad social. El debate de estos días es si la Fed debería dar un paso más explícito hacia la lucha contra las desigualdades como una tercera pata de su mandato, lo que supondría un gran cambio. Podríamos esperar más mejoras de las empresas estadounidenses en cuanto a la adopción de la ESG. Para los inversores, esto significa que la temática a largo plazo del crecimiento de Asia impulsado por China y el foco de EE.UU. en la innovación y la ESG se vería reforzada.
Con una visión cíclica, de cara a 2021, vemos que se aproxima la fase de recuperación, aunque todavía dentro de un régimen de tipos bajos y abundante liquidez. Esto, en nuestra opinión, apoyará a los activos de riesgo y a la renta variable en particular con una rotación de temáticas, buscando oportunidades cíclicas y una recuperación en los poco apreciados sectores de valor.
Es probable que los mercados emergentes (EM) se beneficien de un alto diferencial de crecimiento frente a los desarrollados, especialmente en la primera mitad de 2021, cuando Europa y EE.UU. todavía podrían verse afectados por la segunda ola, mientras que el ciclo del virus está mejorando en el hemisferio sur y China sigue en su senda de recuperación. Esto, unido a un dólar todavía débil, es un buen augurio para los bonos y divisas emergentes, donde la selección sigue siendo importante.
En renta fija, los bonos corporativos se apoyan en una abundante liquidez, pero su atractivo relativo frente a las acciones está disminuyendo a medida que avanzamos hacia una fase de recuperación. Además, continuarán los impagos en los valores de baja calificación y muchas empresas no sobrevivirán. Por lo tanto, en crédito, creemos que no es el momento de hacer una apuesta a ciegas, pero los inversores deberían reforzar su enfoque en la investigación crediticia en busca de empresas de calidad, con modelos de negocio sólidos. Los bonos gubernamentales siguen siendo poco atractivos y deberían considerarse principalmente para liquidez o cobertura.
En conclusión, creemos que es demasiado simplista ceder al optimismo desenfrenado: es probable que nos queden unos meses difíciles por delante. La atención a la cobertura y la liquidez debería mantenerse, porque el camino hacia un crecimiento más fuerte no será lineal. Sin embargo, creemos que la fase de adaptación podría ofrecer algunas oportunidades para reajustar las carteras hacia nuevas temáticas.
Tribuna de Pascal Blanqué y Vincent Mortier, CIO y CIO adjunto, respectivamente, del Grupo Amundi
Este artículo forma parte del informe «Global Investment Views» publicado por Amundi en diciembre.