Los inversores institucionales ven en el bitcoin un activo para protegerse de la inflación y de la devaluación de las divisas

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Pixabay CC0 Public Domain. Los inversores institucionales ven en el bitcoin un activo para protegerse de la inflación y de la devaluación de las divisas

Durante la primera semana de 2021, el bitcoin alcanzó la barrera de cotización de los 30.000 dólares, lo que presenta un nuevo máximo histórico para esta criptomoneda. No es algo aislado, sino que desde finales de año ya venía marcando una importante tendencias al alza, que comenzó en el verano de 2020.

Las criptomonedas ganan popularidad, en particular el bitcoin, lo que ha hecho que los inversores institucionales se fijen en ella y se planteen si puede tener cierta utilidad en sus carteras. Según un estudio realizado por Evertas, compañía de seguros de criptoactivos, este tipo de inversor considera que el bitcoin podría ayudar a proteger sus inversiones contra la inflación y la devaluación de las divisas. Sin embargo, reconoce que no es un activo seguro ni saben cómo cubrir el riesgo que conlleva estar expuestos.  

Según la encuesta en que se basa este estudio, el 80% de los inversores institucionales cree que las recientes políticas de relajación cuantitativa de los bancos centrales y gobiernos puestas en marcha ante la crisis generada por el coronavirus podrían provocar un aumento de la inflación. Ante esta tendencia, el documento apuesta que los inversores institucionales buscarán cada vez más invertir en bitcoin para protegerse de la inflación y de la devaluación de las divisas. 

Los resultados también revelan que entre 2021 y 2025, el 90% espera que los inversores institucionales inviertan más en criptoactivos como el bitcoin, y el 80% espera que los inversores minoristas hagan lo mismo.

Sin embargo, uno de los mayores obstáculos para el crecimiento del mercado de inversión en criptoactivos es el bajo nivel de seguros adecuados para cubrir estos activos. Más de la mitad de los inversores institucionales están “fuertemente de acuerdo” con que la falta de un seguro adecuado para cubrir los criptoactivos está frenando dramáticamente su nivel de inversión, así como a los gestores de fondos de cobertura y a los inversores minoristas en criptoactivos. 

«Un nivel inadecuado de coberturas o seguros está frenando el crecimiento del mercado de los criptoactivos. Los aseguradores necesitan invertir fuertemente en sus procesos de gestión de riesgos y de suscripción para desarrollar una fuerte comprensión de los riesgos que implica la propiedad y la presencia de criptoactivos en la cartera”, apunta Raymond Zenkich, presidente y director de operaciones.

Los fondos de pensiones chilenos cierran 2020 con una rentabilidad real de 4,32%

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Wikimedia Commons. Los fondos de pensiones chilenos cierran 2020 con rentabilidad real de 4,32%

Pese a la alta volatilidad que el año pasado experimentaron los mercados financieros a nivel global debido a la crisis económica gatillada por la pandemia del COVID-19, el desempeño de los multifondos de pensiones chilenos igualmente terminó siendo positivo, cerrando al 31 de diciembre último con activos 213.676,46 millones de dólares.

De acuerdo a los datos de la superintendencia de Pensiones, el Fondo E (más conservador) tuvo el mejor desempeño de 2020, con una rentabilidad real anual de 4,47%, secundado por los fondos C (intermedio) y D (conservador), los que cerraron con un retorno real anual de 4,32% y 4,12%, respectivamente.

El rendimiento de estos fondos se debió principalmente a las ganancias obtenidas por las inversiones en instrumentos extranjeros y títulos de deuda local. Los fondos A (más riesgoso) y B (riesgoso) también terminaron con cifras en azul, al obtener rentabilidades reales anuales de 1,74% y 3,38%, respectivamente. En este caso, dicho resultado tuvo directa relación con los retornos de las inversiones en instrumentos extranjeros.

 

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Fondos de Pensiones en diciembre 2020

 En diciembre pasado, los fondos de pensiones A, B y C terminaron con pérdidas mensuales reales de 1,88%, 1,30% y 0,45%, respectivamente. En este desempeño influyeron principalmente las pérdidas de las inversiones en instrumentos extranjeros. Al respecto, la rentabilidad en pesos del índice MSCI mundial cayó 4,03% en diciembre pasado.

 Por su parte, los fondos D y E rentaron 0,39% y 0,54% real, respectivamente, en especial por el retorno positivo de las inversiones en instrumentos de renta fija nacional. En diciembre 2020 las tasas de interés de los instrumentos de renta fija nacional cayeron, lo que implicó un aporte positivo a la rentabilidad por la vía de las ganancias de capital.

En relación a la inversión en el extranjero, pese a que en diciembre de 2020 hubo resultados positivos en los principales mercados internacionales, estas inversiones fueron castigadas por la apreciación del peso chileno respecto de las principales monedas extranjeras, lo que afectó negativamente a las posiciones sin cobertura cambiaria.

Medido en pesos, las bolsas de Estados Unidos y Alemania cayeron 4,84% y 2,25%, respectivamente. Mientras que las de Japón y China también cayeron 3,99% y 4,01%, respectivamente. Brasil, en tanto, tuvo un alza medida en pesos de 3,08%, mientras que el IPSA chileno subió 3,58%. En tanto, el dólar se depreció frente al peso chileno un 7,23%.

Fondos de Pensiones en enero-diciembre 2020

Al analizar el desempeño anual de los fondos de pensiones chilenos, los buenos datos del fondo A se explicaron principalmente por las inversiones en instrumentos extranjeros. Como referencia, el índice MSCI mundial tuvo una rentabilidad en pesos de 9,21% en 2020.

 Los retornos de los fondos B, C, D y E se debieron principalmente a las ganancias de las inversiones en instrumentos extranjeros y títulos de deuda local. En 2020, las tasas de interés de los instrumentos de renta fija nacional cayeron, lo que contribuyó a la rentabilidad por la vía de las ganancias de capital. El retorno positivo de los multifondos, sin embargo, fue parcialmente contrarrestado por las pérdidas de las inversiones en acciones locales. En 2020, el retorno anual de los títulos accionarios locales medido por el IPSA cayó un 10,55%.

A nivel global, en 2020 hubo resultados mixtos: medidos en pesos, los mercados desarrollados subieron 9,21% y Latinoamérica cayó 19,36%. Asimismo, las bolsas de Estados Unidos y Alemania ganaron 10,66% y 8,31%, respectivamente, mientras que Japón avanzó 17,20% y China un 28,39%. Brasil, sin embargo, retrocedió 23,14%. En tanto, en 2020 el dólar se depreció frente al peso chileno un 4,48%, lo que repercutió negativamente sobre las inversiones en instrumentos extranjeros sin cobertura cambiaria.

BID Invest apoya a las medianas empresas de la región andina con el Fondo HMC Deuda Privada Andina

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Pixabay CC0 Public Domain. BID Invest apoya a las medianas empresas de la región andina con el Fondo HMC Deuda Privada Andina

BID Invest, el banco multilateral de desarrollo comprometido a promover el desarrollo económico de sus países miembros en América Latina y el Caribe a través del sector privado, firmó un compromiso de inversión de capital de hasta 20 millones de dólares en el Fondo de Inversión HMC Deuda Privada Andina, administrado por HMC, S.A. AGF.

El Fondo, con un plazo de hasta 7 años, proporcionará soluciones financieras a empresas medianas en Perú, Colombia y Chile, contribuyendo a cerrar la brecha de financiamiento en este segmento. El financiamiento estará dirigido a empresas que requieran soluciones financieras hechas a la medida y de mediano plazo, para respaldar oportunidades de crecimiento, o reactivación de sus operaciones en el caso de las empresas impactadas negativamente como resultado de la actual crisis sanitaria generada por el COVID-19.

Esta transacción busca aumentar la oferta de deuda privada, la cual consiste en una fuente alternativa de fondeo que complementa el financiamiento de la banca comercial, reduciendo la brecha de financiamiento disponible para empresas medianas.

Se espera que la interacción del Fondo con las empresas las prepare para un potencial uso del mercado de capitales en el mediano plazo, por medio de asesoramiento y una debida diligencia más detallada y enfocada en los requisitos para realizar emisiones en los mercados de capitales. La participación de BID Invest en el Fondo será clave para atraer más inversionistas institucionales y para que el Fondo alcance un tamaño que le permita ejecutar eficazmente su estrategia de inversión.

Adicionalmente, BID Invest brindará servicios de asesoría enfocados a fortalecer los esfuerzos de HMC para cerrar brechas de inclusión, diversidad y equidad de género en el Fondo, incluyendo el establecimiento de un programa de reclutamiento y tutoría de analistas diversos. Adicionalmente, se promoverá el uso de herramientas de diagnóstico y monitoreo de prácticas y políticas de igualdad de género a nivel del Fondo y, de manera selectiva, a nivel de las empresas del portafolio del Fondo.

Con esta transacción se espera contribuir a tres Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas: Igualdad de género (ODS 5), trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8) y reducción de las desigualdades (ODS 10).

El nuevo año comienza con alboroto y sorpresa

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Pixabay CC0 Public Domain. El nuevo año comienza con alboroto y sorpresa

El pasado miércoles una multitud de miles de ciudadanos afines a Trump asaltaron el Capitolio (Washington) -símbolo de la democracia estadounidense- en un intento infructuoso de obstaculizar el conteo de votos del Colegio Electoral, que certificaba oficialmente la victoria de Joe Biden en la madrugada del jueves. Las consecuencias del ataque (donde 4 personas perdieron la vida) generaban estupor entre congresistas (que huyeron buscando refugio) y medios de comunicación especializados y dejaban pasmado al resto del mundo.

Casi al mismo tiempo, pero a más de 1.100 kilómetros de distancia, los demócratas Jon Ossoff y Ralph Warnock se proclamaban vencedores en Georgia, y facilitaban la mayoría de su partido en el Senado al apuntarse el voto de la vicepresidenta, Kamala Harris (50+1). Más que una ola, una “olita azul”, porque si bien es cierto que, al menos, hasta 2022 mantendrán el control de ambas cámaras del Congreso, los demócratas tendrán un margen de maniobra limitado: empate técnico en la cámara baja y una mayoría débil en el House of Representatives (solo 11 diputados más que los republicanos, de los cuales al menos cuatro se han pronunciado de forma desfavorable respecto a algunas de las propuestas de campaña de Biden como  el Green New Deal o la suspensión del voto filibustero).

En cualquier caso, es razonable pensar, en base a su ideología, que Biden exprimirá su ventaja para posicionarse ligeramente a la izquierda del centrismo socialista que defendió Barack Obama.

Esto significa, en primer lugar, que la aplicación de propuestas fiscales más generosas es ahora más probable (máxime cuando las iniciativas políticas encaminadas al equilibrio presupuestario pueden ser aprobadas en el Senado con 50+1), y esto gusta a los inversores: un incremento en la cuantía de los cheques de estímulo a los hogares a 2.000 dólares (desde 600 dólares) y la ejecución del proyecto de ley HEROES de los demócratas (que podría significar ayudas adicionales que superen los 1,5 billones de dólares -trillones anglosajones-) podrían catapultar el crecimiento del PIB estadounidense en 2021.

No obstante, el efecto neto de la “olita azul” acabe muy probablemente resultando neutro (o ligeramente negativo) sobre la economía.

Recordemos que, sin quitar mérito al programa de gasto en infraestructura de 1 billón de dólares en 10 años que defiende el presidente electo, en EE.UU. ya se dedican 0,5 billones/año a este fin, de forma que el beneficio marginal de la iniciativa puede ser menor que el que parece estar descontando el mercado.

Adicionalmente, la nueva administración buscará cuadrar las cuentas, y para ello acudirá antes o después a las subidas de impuestos (para empresarios e individuos). Esta fue una piedra angular del discurso de Joe Biden a lo largo de toda su campaña; la tasa impositiva (efectiva) para empresas del S&P 500 se sitúa en el nivel más bajo de los últimos 30 años y la desigualdad social es cada vez mayor (la tasa marginal más alta es del 37% cuando la media desde 1920 ha estado cerca del 50%); el nuevo presidente buscará apuntarse el tanto con sus bases en un momento en el que, además, un incremento en la presión fiscal estaría justificado políticamente; de acuerdo al Instituto Pew, un 78% de los votantes azules y un 61% de los ciudadanos mayores de edad consideran que EE.UU. enfrenta un problema de desequilibrio socioeconómico.

Una subida moderada del ~4% en la tasa estatutaria del impuesto sobre sociedades (hasta 25%; antes de 2017) drenaría ~9 dólares a los beneficios por acción (BPA) que el S&P 500 producirá en 2021 (que el consenso estima serán de 168 dólares). Si somos más pesimistas y tomamos a Biden al pie de la letra, el impacto sobre el bolsillo de los empresarios resultaría más grave al movernos desde el 21% al 28% (o incluso por encima, con un mínimo efectivo del 15%). Este escenario, menos probable, restaría un 11% al BPA de las grandes multinacionales norteamericanas (18,5 dólares) impactando con especial virulencia sobre las de bienes raíces y de tecnología.

Tabla 1 LME enero

Para el ciudadano de a pie con rentas por encima de la media el panorama no es mucho más prometedor (el tipo más alto se movería hasta el 40%). Como ya hizo Trump con su Tax Cuts & Jobs Act, esta iniciativa tan solo necesitaría de una mayoría simple en el Senado (50+1) y podría ser aprobada en 2021 y puesta en práctica en el ejercicio fiscal 2022.

El efecto en el mercado de valores es confuso, pero la historia (como mostramos en este foro el pasado mes de noviembre, no es favorable en los primeros dos años de un gobierno demócrata con mayoría en el Congreso). Las ondas expansivas serán más evidentes a nivel sectorial, vía expectativas de inflación y pendiente de la curva (cosa que, por cierto, la Fed ve con buenos ojos, que nosotros anticipamos aquí y que comienza a ser consenso entre analistas e inversores profesionales).

Un mayor estímulo, un dólar más débil y lecturas de inflación más altas ayudarán a industriales, materiales básicos y bancos y perjudicarán a tecnológicas y compañías de crecimiento en general. Asimismo, es probable que los inversores exijan una mayor prima de riesgo a empresas farmacéuticas y de salud; la reactivación del Obamacare (Affordable Care Act) será una prioridad para los demócratas, que buscaran limitar el incremento en el precio de las medicinas y estimular el uso de genéricos y de producto importado más barato.

El aumento en el déficit y su impacto positivo en el crecimiento a corto plazo es, sin embargo, negativo para el dólar americano. Con una Reserva Federal que se mantiene firme en su intención de no cambiar de política hasta 2023, es probable que el impulso al crecimiento levante las expectativas de inflación y ejerza presión a la baja sobre los tipos de interés reales. Esto es positivo para el rendimiento relativo de la bolsa europea respecto a la norteamericana y también refuerza los argumentos para seguir apostando por el oro – a pesar de su reciente comportamiento- como activo diversificador del riesgo del portafolio.

Crecimiento económico y más estímulos, las claves tras el ruido político en Estados Unidos

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Pixabay CC0 Public Domain. Crecimiento económico y más estímulo fiscal tras el ruido político en Estados Unidos

Tras el episodio vivido esta semana en el Capitolio, llega un nuevo giro en la política estadounidense: Donald Trump se muestra indignado por lo ocurrido y reconoce su derrota, comprometiéndose a garantizar una transición ordenada. En un contexto más relajado, el foco vuelve a situarse en lo relevante: el control de la pandemia y las oportunidades de inversión que traerá la administración Biden. 

Los analistas Banca March destacan el buen comportamiento que tuvieron ayer las bolsas del país, que dejaron a un lado lo ocurrido y marcaron nuevos máximos históricos. “La renta variable de Estados Unidos parece así descontar nuevas políticas expansivas, que traigan consigo una reactivación del crecimiento y el retorno a ciertos niveles de inflación”, señalan en su análisis diario. 

El que sí ha sufrido ha sido durante este evento político ha sido el dólar, muestra de ello fue la caída de medio punto del índice DXY el pasado 6 de enero. “Esta acción crea un precedente de crisis constitucional severo en los EE.UU., provocando una mayor desconfianza en el dólar y otros activos domésticos”, explican los expertos de Monex Europe, que además destacan: “En el ámbito fiscal, este resultado podrá permitir a los demócratas llevar a cabo un programa de estímulos favorable a la recuperación de la economía y del mercado laboral, lo que quita presión de la Reserva Federal como protagonista en el frente de política económica. En consecuencia, podría esperarse un rebote del dólar en el horizonte de mediano plazo”. 

En este sentido, Keith Wade, economista jefe de Schroders, recuerda que el control del Senado y la Cámara de Representantes por parte del Partido Demócrata le permitirá a Joe Biden implementar gran parte de su agenda. En este sentido, señala que aunque los acontecimientos del miércoles por la noche significan que continúan los riesgos para una transición tranquila de poder, la probabilidad de una recuperación global en forma de V ha aumentado.

“Si bien todavía hay por delante un invierno difícil, con el aumento de los contagios por COVID-19, y habrá que ver los detalles del estímulo fiscal, los multiplicadores normales sugerirían añadir un punto porcentual al PIB de EE.UU. este año y el próximo. Esto llevaría nuestras previsiones al 4,8% y al 4,5% para 2021 y 2022, respectivamente (desde el 3,8% y el 3,5%). Tal crecimiento reduciría el desempleo y cerraría la brecha de producción más rápidamente, lo que a su vez significaría una mayor presión inflacionaria. En consecuencia, se buscaría un aumento más temprano de los tipos de interés de la Reserva Federal, potencialmente en 2023, en vez de 2024”, argumenta Wade.

También se espera que la nueva administración realice un mayor gasto fiscal. “Las implicaciones políticas del llamado blue sweep son numerosas. Esperamos que la administración de Joe Biden, con mayoría en el Congreso, impulse una ayuda fiscal adicional relativamente pronto. Después del paquete de 900.000 millones de dólares aprobado a finales de diciembre, se podría acordar una ayuda fiscal adicional de emergencia de hasta 1 billón de dólares cuando el nuevo gobierno asuma el poder, incluyendo transferencias más generosas a los hogares estadounidenses. Esto conducirá a un mayor repunte del consumo cuando las perturbaciones del COVID-19 se alivien y estimulará el crecimiento en el segundo y tercer trimestre por encima de nuestras previsiones reales”, explica Sandrine Perret, economista de Vontobel Wealth Management.

Además, Perret considera que, en una segunda etapa, Biden impulsará un paquete de gastos en infraestructura con una inclinación de inversión verde a finales de este año. “Por último, podrá aprobar un aumento del impuesto de sociedades para las grandes empresas. Aquí la ley final probablemente será diluida de la propuesta inicial de un aumento al 28% (desde el 21%), dada su escasa mayoría en el Congreso y los demócratas moderados nombrados en el gabinete de Biden”, añade.

“Más allá de la política fiscal, la atención de los inversores se centrará ahora en otras áreas del programa político demócrata, como el gasto en infraestructura, los aumentos de los salarios mínimos y una mayor intervención reguladora en una serie de industrias clave”, comenta Paul O’Connor, responsable de Multiactivos en Janus Henderson. Su compañero Matt Peron, director de análisis de Janus Henderson y Jim Cielinsky y responsable global de renta fija, destaca que el estímulo fiscal ayudaría a apoyar la economía y podría compensar los efectos negativos de una regulación más estricta y unos tipos impositivos más elevados. «Ambos elementos del programa demócrata. Estas medidas podrían verse retrasadas por la pandemia, mientras que las tendencias seculares de crecimiento y la política monetaria ultramoderna siguen siendo fuerzas igualmente fuertes en la economía«, añade Peron. 

En opinión de Christine Todd, directora de renta fija EE.UU. en Amundi, y de Paresh Upadhyaya, director de estrategia de divisas y gestor de fondos EE.UU. en Amundiun mayor estímulo fiscal y la consiguiente emisión de bonos, así como un posible presupuesto de infraestructura, presionarán al alza los rendimientos estadounidenses. «La curva debería continuar empinándose a medida que aumenten las expectativas de un crecimiento más sólido y la tasa de los fondos federales se mantiene cerca de cero. Los diferenciales crediticios corporativos pueden estar respaldados inicialmente por un mayor gasto en estímulos y una demanda contenida de los servicios. Posteriormente, afrontarán un viento en contra con una rentabilidad más débil asociada con mayores gastos impositivos, los costes del endeudamiento y la regulación. El QE de la Fed seguirá respaldando los agency mortgage-backed securities (MBS). El riesgo de dislocaciones crediticias en las finanzas de los gobiernos estatales y locales es materialmente menor con los Demócratas impulsando la asignación de estímulos adicionales. Si bien los incrementos de productividad podrían servir para contrarrestar las presiones inflacionistas a medio plazo, el aumento de los déficits y la debilidad del dólar respaldan a largo plazo una mayor inflación en Estados Unidos. Es probable que el mercado bajista del dólar estadounidense gane momentum, ya que el creciente déficit presupuestario lastra al dólar«, explican ambos.

Biden, sin carta blanca 

Pese a que el ruido político se ha calmado y la victoria de los demócratas no tiene discusión, Biden tiene por delante un laberinto político que sortear para sacar todas sus medidas con éxito. Según explica David Page, jefe de Macro Research de AXA Investment Managers, el control demócrata del Senado es un hecho material e inesperado. Sin embargo, Page advierte que no le dará a Joe Biden carta blanca para aplicar su manifiesto. 

“En primer lugar, este control permitirá a los demócratas controlar la agenda del Senado, lo que significa que elegirán qué temas se votarán (y cuáles se pueden evitar). En segundo lugar, le dará a los demócratas una mayoría en los comités. Sin embargo, el control demócrata es muy débil. Cualquier complicación, desde las ausencias de Covid a las renuncias prematuras o las muertes eliminaría esta mayoría. Además, los demócratas (e independientes) tendrían que estar unidos para garantizar una mayoría, algo que no se puede garantizar en una variedad de temas. Lo que es más importante, los demócratas están muy por debajo de la supermayoría (60) necesaria para impedir el filibusterismo republicano, que puede bloquear eficazmente la aprobación de legislación”, explica Page sobre el contexto político. 

Y añade como conclusión: “Dicho esto, los demócratas todavía pueden utilizar el llamado proceso de reconciliación para aprobar legislación con una mayoría simple, aunque las condiciones en que se puede aplicar la reconciliación han cambiado en el último decenio y son restrictivas”.

La renta fija global en 2021: mejor, pero todavía accidentada

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Foto cedidaNick Maroutsos, director de bonos globales y gestor de fondos en Janus Henderson Investors. Nick Maroutsos, director de bonos globales y gestor de fondos en Janus Henderson Investors

Según Nick Maroutsos, director de bonos globales y gestor de fondos en Janus Henderson Investors, la evolución de los mercados de renta fija a principios de año vendrá marcada en gran medida por factores opuestos, como la distribución de la vacuna contra la COVID-19 y los posibles confinamientos económicos.

Dada la grave disrupción que la provocado la pandemia, algunos inversores pueden olvidar que los mercados de renta fija han generado rentabilidades positivas en 2020. A pesar de estas ganancias aceptables, en Janus Henderson creen que los bonos siguen teniendo recorrido.

Su moderado optimismo se basa en la convicción de que estamos más cerca del final que del principio de la crisis. Sin embargo, aunque les alienta saber que las autoridades políticas están guiando la economía para dejar atrás los peores momentos, creen que los inversores todavía no las tienen todas consigo.

Un equilibrio delicado

Las próximas semanas resultarán fundamentales, ya que los mercados pondrán en la balanza la promesa de que las potenciales vacunas propicien una vuelta a la normalidad, con los daños económicos adicionales de nuevos confinamientos.

Cada día que pasa parece haber avances en relación con las vacunas, por lo que las perspectivas de los activos de riesgo, como el crédito corporativo, resultan favorables. Aunque la diferencia entre las rentabilidades de los bonos corporativos y las de valores de referencia sin riesgo ya se han reducido sustancialmente, en Janus Henderson creen que una salida inminente de la pandemia, junto con unas condiciones financieras favorables, serían buenos presagios para una mayor reducción de los diferenciales de la deuda corporativa.

Y aunque no les sorprendería que los tipos de la deuda pública subieran algo a medida que la recuperación económica cobra impulso, la reducción de los diferenciales debería bastar para compensar esas pérdidas.

La Fed continúa en el juego

Un factor fundamental de las condiciones financieras laxas es la política monetaria flexible propugnada por la Reserva Federal (Fed) y otros bancos centrales. En Janus Henderson confían en la palabra de la Fed de que no tiene intención alguna de subir sus tipos oficiales a medio plazo. Aunque el banco central podría permitir unos tipos ligeramente más altos en los vencimientos a más largo plazo, y creen que reaccionaría rápidamente para frenar las rentabilidades si el mercado impulsa los tipos excesivamente al alza. Aunque oficialmente puede que no equivalga a un control de la curva de tipos, el discurso firme probablemente resultados similares: mantener bajos los costes de endeudamiento.

La reacción sorprendentemente rápida por parte de la Fed este año es una de las razones principales de la pujanza de los mercados de renta fija y de que se haya evitado un desastre económico. Esto contrasta con el principio de la crisis financiera global, cuando las dudas de las autoridades políticas probablemente empeoraron la situación. Queriendo evitar una crisis de liquidez la pasada primavera, el primer paso de la Fed consistió en preservar el funcionamiento del mercado, asegurándose de que los prestatarios seguían teniendo acceso al crédito. Su respuesta ha funcionado y, como demuestra la recuperación de los activos de mayor riesgo, probablemente mucho mejor de lo que algunos podían imaginar.

Evitar la próxima crisis

Mientras que los bancos centrales lograron relajar la tensión en los mercados, aún no se sabe si podrán prevenir otra posible crisis de solvencia. El respaldo fiscal ampliado a los trabajadores y las pequeñas empresas permitió amortiguar el impacto en los peores momentos de los confinamientos de la primavera. Pero han pasado meses desde el último plan fiscal y EE. UU., como gran parte de Europa, se enfrentan al abismo de una segunda ola de contagios de covid-19. La situación financiera de las pequeñas empresas y las familias sigue siendo frágil, un aumento de las insolvencias podría provocar una subida aún mayor del desempleo, lo que a la larga lastraría la recuperación, al hundir el motor del crecimiento del consumo. Aunque esperamos estímulos fiscales adicionales, en 2021 habrá que estar atentos al riesgo de insolvencia y sus efectos de rebote.

Momento para la preservación del capital

Ante esta incertidumbre a corto plazo, se espera que la volatilidad del mercado de renta fija se mantenga elevada. No es momento de considerar la asignación a la renta fija como «renta variable ligera». La alta volatilidad de mercado que se espera en los próximos meses no valdrá la pena en el persistente entorno de tipos bajos.

Una táctica importante para preservar el capital consistirá en enfocarse en los emisores corporativos de mayor calidad. Dadas las diferencias en los tipos de interés, se cree que muchos de los títulos más atractivos se encuentran fuera de EE. UU. Entre ellos están los bancos australianos y las emisiones corporativas cuasisoberanas, especialmente de la región de Asia excepto Japón, que cuentan con el aval implícito de los gobiernos.

En Janus Henderson creen que es mejor seguir evitando muchos títulos del sector de viajes y ocio, ya que el cambio de paradigma en los viajes de negocios probablemente tendrá muchos efectos en las compañías aéreas y esperamos ver cómo lo compensan sus modelos de negocio. Pese a la evidente fortaleza secular del sector tecnológico, sus elevados precios requieren un enfoque más selectivo y disciplinado.

Dado que las perspectivas generales de la gestora siguen siendo moderadamente positivas, en Janus Henderson creen que no cabe descartar el riesgo de unas rentabilidades algo más altas de los bonos del Tesoro de EE. UU. a largo plazo. En consecuencia, creen que limitar la duración de la cartera ―enfocándose en los tramos cortos de la curva de tipos― es una táctica prudente, especialmente con la curva todavía plana desde el punto de vista histórico.

 

 

Glosario:

Diferencial de crédito: la diferencia de rentabilidad entre valores con un vencimiento similar, pero con una calidad crediticia diferente. Los diferenciales de amplitud creciente indican generalmente un deterioro de la solvencia de los prestatarios corporativos, y si se están estrechando indican una mejora.

Duración: mide la sensibilidad del precio de un bono a los cambios en los tipos de interés. Cuanto mayor es la duración de un bono, mayor es su sensibilidad a los cambios en los tipos, y viceversa.

Volatilidad: mide el riesgo utilizando la dispersión de las rentabilidades de un instrumento determinado.

Información importante:

Los valores de renta fija están sujetos al riesgo de tipo de interés, inflación, crédito e impago. Cuando los tipos de interés suben, los precios de los bonos normalmente bajan, y viceversa. Los bonos high yield o «bonos basura» conllevan mayor riesgo de impago y una mayor volatilidad de precios. Los valores extranjeros, como la deuda soberana, están sujetos a fluctuaciones de divisas, incertidumbre política y económica, mayor volatilidad y menor liquidez, factores que cobran mayor relevancia en los mercados emergentes.

Este documento recoge las opiniones expresadas por el autor en el momento de su publicación y podrían ser diferentes de las de otras personas y otros equipos de Janus Henderson Investors. Los sectores, los índices, los fondos y los valores que se mencionan en este artículo no constituyen ni forman parte de ninguna oferta o invitación para comprarlos o venderlos. La rentabilidad pasada no es indicativa de rentabilidades futuras. El valor de las inversiones y las rentas derivadas de ellas puede disminuir y aumentar y es posible que los inversores no recuperen la cantidad invertida inicialmente. La información recogida en este artículo no reúne las condiciones para considerarse recomendación de inversión.

Emitido por Janus Henderson Investors. Janus Henderson Investors es la denominación con la que ofrecen productos y servicios de inversión Janus Capital International Limited (número de registro: 3594615), Henderson Global Investors Limited (número de registro: 906355), Henderson Investment Funds Limited (número de registro: 2678531), AlphaGen Capital Limited (número de registro: 962757), Henderson Equity Partners Limited (número de registro: 2606646) (registradas en Inglaterra y Gales, con domicilio social en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y reguladas por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (número de registro:  B22848, con domicilio social en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier).

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Flexstone Partners nombra a Caroline Gibert directora de ESG

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Foto cedidaCaroline Gibert is Head of ESG at Flexstone Partners. Flexstone Partners Appoints Caroline Gibert as New Head of ESG

Flexstone Partners, gestora afiliada a Natixis IM, ha anunciado el nombramiento de Caroline Gibert como nueva directora de ESG, con el objetivo de mejorar su enfoque en esta materia. Desde este puesto, Gibert dirigirá la estrategia ESG de Flexstone Partners tanto a nivel de empresa como de cartera, siendo responsable de la estrategia, las políticas, la recopilación de datos, la presentación de informes y los procesos.

La gestora explica que sigue un enfoque inclusivo con un equipo diverso y orientado a los valores, dedicado a abordar cuestiones sociales, ambientales y de gobernanza. «En 2020, trabajamos en un enfoque concreto para reforzar nuestro compromiso ESG y un nuevo pensamiento sobre cómo utilizar la inversión responsable para beneficiar tanto a nuestros clientes como a la empresa en su conjunto», apunta Caroline Gibert.

Flexstone Partners ha seleccionado cuatro objetivos de desarrollo sostenible (ODS) para orientar su función de «empresa ciudadana«. Sobre todo, su aspiración es seguir contribuyendo a la protección del medio ambiente (objetivo 13); promover la igualdad social y de oportunidades (objetivos 4 y 5); y mejorar la diversidad y la inclusión (objetivo 8).   

Además, ha remodelado sus instrumentos de análisis y presentación de informes de ESG para aplicar un enfoque activo en todo su proceso de inversión. «Nuestra misión es ofrecer a nuestros clientes un atractivo rendimiento a largo plazo ajustado al riesgo. El objetivo de la integración de los criterios ESG es enriquecer nuestra misión asegurándonos de que todos los gestores de carteras y las empresas subyacentes estén bien situados para desarrollar un modelo de negocio sostenible», destaca Eric Deram, Managing Partner de Flexstone.

Caroline Gibert contará con el apoyo de un grupo de trabajo de ESG con responsabilidades interdisciplinarias para asegurar una integración consistente de los principios ESG en toda la compañía. En concreto, se han establecido tres objetivos: producir informes ESG dedicados a cada cliente y un informe ESG global; alcanzar el objetivo de que las mujeres representen el 40% de los equipos de inversión para el 2030 y convertirse en una empresa neutral en carbono para 2050 «También trabajaremos activamente y participaremos en iniciativas en la industria de la inversión para impulsar cambios y encontrar nuevas formas de invertir el capital», concluye Caroline Gibert. 

Desde la gestora destacan que el nombramiento de Caroline Gibert es “un nuevo paso en el camino de Flexstone hacia la integración de los principios ESG”. La nueva función de Caroline se sumará a su papel actual de jefe de relaciones con los inversores y desarrollo de negocios, trabajando mano a mano con los clientes de Flexstone para adaptar los informes dedicados al ESG a sus propios valores y directrices.

AIS Financial Group lanza un fondo temático centrado en préstamos directos a clubes de fútbol

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Pixabay CC0 Public Domain. AIS Financial Group lanza un fondo temático centrado en préstamos directos a clubes de fútbol

AIS Financial Group lanza su primer fondo temático in-house centrado en el lending dentro del sector deportivo. Según explica en un comunicado, la firma ha tomado la decisión estratégica de explorar nuevas áreas en la industria de gestión de activos y elaborar su primera solución de inversión. 

El AIS Global Sports Lending Fund, registrado en Luxemburgo, buscará oportunidades de inversión en préstamos directos y garantizados a corto plazo a clubes de fútbol. Según explica la firma, cada actividad de financiación estará respaldada por sólidas garantías, como los flujos de efectivo asociados al pago relacionado con la transferencia de jugadores de fútbol, los derechos de televisión del club que se financia y los acuerdos comerciales con los patrocinadores.

El fondo tiene una liquidez trimestral y será muy activo en el mercado de transferencia de jugadores (invierno y verano), en el que los clubes de fútbol son especialmente activos en la sustitución de jugadores. Con una cobertura global, tendrá un enfoque específico para los clubes de fútbol de América Latina y Europa. En este sentido, AIS ofrecerá a sus clientes una oportunidad de inversión que de otra forma cuenta con altas barreras de entrada y que puede ofrecerles rendimientos atractivos y menor correlación con otros mercados.

La firma aprovechará toda su red y presencia en Europa y América Latina, y apoyándose en sus asesores legales de deporte y entretenimiento, para identificar las mejores oportunidades de inversión. AIS Financial Group espera que esta estrategia sea un éxito entre sus clientes latinoamericanos, una región que se ha vuelto muy atractiva desde el lanzamiento de la compañía en 2016. Además, buscará ampliar su red de clientes tanto en América Latina como en otras regiones, ya que la demanda de estrategias de deuda privada a corto plazo está creciendo entre los intermediarios financieros.

La empresa suiza anunció a principios de 2020 que buscará desarrollar una línea de fondos mutuos de terceros. Este nuevo fondo consolida el compromiso de la firma con esta nueva línea de negocios junto con los anteriores acuerdos de distribución firmados el año pasado (Nomura, Alken y Katch entre otros) y refuerza su presencia entre sus clientes objetivo para 2021.

Las empresas participadas por venture capital impulsan su facturación 20 veces más rápido que su competencia

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Las empresas participadas por venture capital impulsan su facturación 20 veces más rápido que su competencia
Foto: deaffish, Flickr, Creative Commons. Las empresas participadas por venture capital impulsan su facturación 20 veces más rápido que su competencia

La Fundación ICO ha presentado el informe Valoración del impacto económico y social de las inversiones de venture capital realizadas entre 2005 y 2013, en el que se realiza un diagnóstico sobre el impacto real que tiene este tipo de financiación en el éxito o fracaso de las empresas. El estudio compara más de 1.000 empresas durante los primeros tres años después de la inversión de venture capital y durante sus siguientes años de expansión.

El informe, coordinado por el profesor José Martí Pellón, catedrático de Economía Financiera de la Universidad Complutense de Madrid, pone de manifiesto que efectivamente el venture capital contribuye de manera muy significativa al éxito de las empresas durante sus primeros años de existencia: durante los tres primeros años, el ritmo de crecimiento de las empresas analizadas se dispara de manera muy notable tanto en facturación como en resultados, plantilla, y activos.

1.035 empresas analizadas

El estudio analiza el apoyo a través de venture capital  a 1.330 empresas en etapas iniciales a lo largo del periodo 2005-2013. Para constituir la muestra se han tenido en cuenta exclusivamente las 1.035 empresas con datos contables completos para las que fue posible encontrar una empresa no apoyada por venture de características similares (grupo de control). Para la selección del grupo de control se revisaron datos de 15.000 empresas con características similares a las de la muestra de empresas apoyadas por venture capital.

El estudio considera dos momentos de análisis: los tres primeros años después de la inversión (impacto inicial), y hasta 2015 (persistencia del impacto). Además de los datos globales para el conjunto de la muestra, se ofrecen resultados para una clasificación en seis sectores: primario y suministros / industria / comercio / otros servicios / tecnologías de la información y comunicaciones / farma y otro I+D.

El impacto del venture capital en valores absolutos

En la primera parte del estudio se analizan los crecimientos agregados de las empresas de la muestra de 1.035 empresas apoyadas por venture capital. Se concluye que estos proyectos tuvieron un crecimiento medio anual de entre el 40% y el 73,5% en todas las variables analizadas hasta el tercer año.

Como refleja el cuadro 2, estas empresas lograron crear 9.612 empleos netos durante los tres primeros años, lo que implica un crecimiento medio del 48,8% anual, aumentando hasta 11.525 empleos si se amplía la perspectiva hasta el año 2015. Mayores crecimientos se registraron en ventas y margen bruto, con 1.938 y 715 millones de euros, con incrementos anuales del 73,5% y del 62,2% hasta el tercer año, respectivamente. Estas cifras aumentan hasta 2.209 millones y 1.023 millones, respectivamente, al ampliar el seguimiento de las empresas hasta el año 2015. Estos elevados porcentajes se explican por la reducida edad de la mayor parte de las empresas apoyadas al recibir la primera aportación de venture capital.

Los activos totales agregados se incrementaron en 3.391 millones de euros (55,4% anual) hasta el tercer año de recibir financiación, cayendo dicho incremento hasta 2.569 millones al ampliar el análisis hasta 2015. La reducción observada al ampliar el periodo se explica tanto por las amortizaciones de las inversiones realizadas a la entrada del inversor como por el efecto de la crisis. Por último los activos inmateriales se incrementaron en 314 millones de euros (40,3% anual) hasta el tercer año, subiendo hasta 458 millones al extender el cómputo hasta 2015.

En la última columna se recoge la variación porcentual no anualizada con relación a la situación de partida, que nuestra que las cifras alcanzadas hasta 2015 fueron entre dos (activos totales) y casi cinco veces (ventas y resultado bruto) las cifras registradas antes de la entrada el inversor de venture capital. En el caso del empleo, la cifra alcanzada era de casi tres veces la plantilla agregada contabilizada en el momento inicial.

Empresas participadas por venture capital frente a empresas del grupo de control

El contraste de los resultados conduce a una conclusión clara: las empresas participadas por venture capital superan de forma significativa a las empresas del grupo de control en los tres años que siguieron a la inversión en todos los valores analizados.

Empleo: según los datos del cuadro 3, durante los tres primeros años las empresas apoyadas lograron incrementar su plantilla en más de nueve empleados, mientras que las que no estuvieron participadas por venture capital apenas aumentaron en un empleado. Al extender el análisis al año 2015 las diferencias aumentan hasta más de 11 veces lo registrado en empresas de grupo de control.

Ventas: en lo tocante a la facturación anual, la diferencia es más acentuada. Las empresas apoyadas por venture capital aumentaron su facturación hasta el tercer año, en promedio, en 1,87 millones de euros por empresa, mientras en el grupo de control no llegaron a los 100.000 euros. Al extender el análisis al año 2015, el aumento en la facturación por empresa alcanzó los 2,1 millones, mientras que las empresas del grupo de control registraron una reducción media de casi 50.000 euros.

Resultado bruto: en promedio, cada empresa apoyada por venture capital aumentó su resultado bruto en torno a los 700.000 euros hasta el tercer año, lo que supone un 775% más que las empresas del grupo de control. En la evolución hasta 2015, la diferencia aumenta aún más al crecer el resultado medio de las primeras hasta 989.000 euros, frente a un incremento medio en las segundas de tan sólo 70.000.

Activos totales: más abultada es aún la diferencia en el aumento de los activos totales (por el efecto de los fondos aportados por venture capital). En este caso, se puede apreciar que las empresas del grupo de control casi no incrementaron sus activos totales, en contraste con las empresas apoyadas por venture capital, que cuentan con una sólida base de activos por valor de varios millones de euros.

Activos inmateriales: en esta categoría se han contemplado activos como las patentes y marcas. Nuevamente, existe una gran diferencia entre empresas apoyadas por venture capital (303.000 euros de valor al tercer año, y 442.000 euros hasta 2015) y las de control (5.880 y 26.000 euros, respectivamente).

Empresas antes y durante de la crisis

Antes de la crisis: las 547 empresas que recibieron financiación de venture capital antes del inicio de la crisis (hasta 2008) consiguieron diferencias muy significativas con respecto a las empresas del grupo de control. En promedio, por empresa, mayor creación de empleo (10 trabajadores), mayor crecimiento en ventas (2,4 millones) y en activos totales (4,2 millones) hasta el tercer año. Al extender el análisis hasta 2015, las diferencias se ampliaron algo más en ventas y resultado bruto. Además, debe destacarse que en todas las variables, excepto en los activos totales, el efecto de la crisis no supuso un retroceso de los valores registrados hasta el tercer año. Justo lo contrario es lo que se observó en las empresas de control, menos en los activos inmateriales.

Durante la crisis: los crecimientos fueron más modestos en las 488 empresas que recibieron la inversión de venture capital a partir del año 2009, con la crisis ya iniciada. Sin embargo, al comparar la evolución con empresas similares que no recibieron venture capital, las diferencias con dicho grupo son significativas para todas las variables hasta el tercer año y hasta el año 2015. Por ejemplo, las empresas apoyadas por venture capital aumentaron su plantilla en casi siete personas más por empresa hasta el tercer año y en casi ocho en el seguimiento hasta 2015.

Wells Fargo cierra su negocio offshore

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Wells Fargo Center Miami. Foto:

Wells Fargo ha decidido cerrar su negocio offshore para enfocarse en el cliente residente, así como estadounidenses en el extranjero por motivos relacionados con el servicio exterior o militar, según confirmó la firma a Funds Society.

La salida del segmento internacional de Wealth & Investment Management afecta a el broker Wells Fargo Advisors, Wells Fargo Private Bank, y Abbot Downing.

«Entendemos que este es un cambio difícil para nuestros asesores con enfoque internacional (ubicados en Miami, Nueva York, California y Texas) y que salir de este negocio es un proceso que tardará muchos meses», comentó Shea Leordeanu, del equipo de comunicación de Wells Fargo.

La directiva también mencionó que Wells Fargo trabajará «directamente con todos los asesores afectados sobre sus opciones individuales. Continuaremos enfocándonos en brindar a nuestros clientes un excelente servicio durante esta transición y procederemos de manera consistente con las expectativas regulatorias», trabajando «directamente con los asesores para que puedan ayudar a sus clientes con una transición sin problemas de sus cuentas fuera de la empresa».

Según un memo interno, citado por otros medios, a partir de enero 19 la firma no aceptará nuevos clientes internacionales y los asesores tendrán de aquí a septiembre para cerrar las cuentas de no residentes.

«Wells Fargo se está enfocando en cumplir con nuestros requisitos regulatorios, administrar el riesgo y simplificar las operaciones en toda la empresa. También estamos comprometidos a enfocarnos en nuestros negocios principales. Para Wells Fargo Advisors, Wells Fargo Private Bank y Abbot Downing, nuestro enfoque comercial principal es atender a clientes que residen principalmente en los EE. UU. También continuaremos dando servicio a las cuentas de los empleados militares y del gobierno de los EE. UU. en servicio activo que pueden estar estacionados en el extranjero», mencionó Leordeanu en su comunicación con Funds Society.