Cinco puntos clave del SFDR: nivel 2, definición, integración en MiFID II, plantilla ESG y taxonomía

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En marzo de 2021, una ola normativa llegó a la Unión Europea, el nivel 1 del SFDR. En opinión de Candriam, esta ha sido la primera de una serie de normas y reglamentos para algo transcendental: el cambio climático y las emergencias medioambientales y sociales que conlleva. 

“El Plan de Acción de la UE sobre Finanzas Sostenibles ha puesto en marcha iniciativas como el Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR) y la Taxonomía de la UE, así como los índices de referencia y etiquetas ecológicas relacionados con la sostenibilidad. En marzo de 2021 comenzó la entrada en vigor gradual del SFDR. Tras la introducción del SFDR nivel 1, se han publicado las normas técnicas regulatorias para el nivel 2 de la SFDR, que será vinculante en enero de 2023. Los preparativos para el nivel 2 del SFDR están en marcha. Para el otoño de 2022, el SFDR y la Taxonomía de la UE se integrarán en MiFID II, la Directiva sobre OICVM y la Directiva sobre fondos de inversión alternativos (AIFMD) a través de Leyes delegadas de la UE”, explican en uno de sus últimos informes sobre normativa sostenible. 

Así pues, en abril de 2022, la Comisión Europea (CE) publicó la esperada Norma técnica regulatoria para el nivel 2 de SFDR para ofrecer nuevas directrices sobre contenido, metodologías y presentación de información. Según destaca la gestora, en este nuevo nivel se aclaran las definiciones de los productos conformes a los artículos 9 y 8. Pero, ¿cómo de claras son estas definiciones modificadas? 

“Las Normas técnicas regulatorias especifican que los productos conformes al artículo 9 deben contener inversiones sostenibles casi exclusivamente, es decir, deben consistir en inversiones en actividades económicas que contribuyan a objetivos medioambientales o sociales, deben garantizar la buena gobernanza, y deben seguir el principio de no causar grandes perjuicios , incluido en la medida en que se aplica a los principales impactos adversos y las salvaguardias mínimas. Sin embargo, el porcentaje exacto de inversiones sostenibles y la determinación de lo que significa contribuir a los objetivos medioambientales o sociales sigue siendo definido individualmente por cada participante en el mercado financiero”, explican.

Otro aspecto relevante es que las Leyes delegadas de la UE, que se publicarán en otoño de 2022, integrarán el SFDR y la Taxonomía de la UE en MiFID II. Según la gestora, uno de los requisitos más notables es que los proveedores de productos financieros prueben las preferencias de sostenibilidad de los inversores y tengan en cuenta estas preferencias en el asesoramiento de sus productos. Esta evaluación debe incluir los siguientes criterios: un producto con una proporción mínima invertida en inversiones medioambientalmente sostenibles, según la definición de la Taxonomía de la UE (artículos 1-2); o un producto con una proporción mínima invertida en inversiones sostenibles, según la definición del SFDR (artículos 2-17); o específicamente, en virtud de la MiFID II; o un producto que tiene en cuenta los principales impactos adversos en los factores de sostenibilidad, cuando el cliente determina los elementos cualitativos y/o cuantitativos que demuestran que se tienen en cuenta. 

En su opinión, “el calendario provoca una especie de desajuste, ya que las modificaciones de MiFID entran en vigor en el verano/otoño de 2022, mientras que la divulgación de información del SFDR sobre los porcentajes de inversiones sostenibles será obligatoria a partir del 1 de enero de 2023”.

Durante el periodo de transición, la Plantilla europea de información ESG desarrollada por el sector debería facilitar la comunicación de datos fundamentales entre fabricantes de productos y distribuidores, según explica la gestora. “La plantilla recoge varios reglamentos, entre ellos el SFDR, MiFID y la Taxonomía, para reflejar los datos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) que exige el nuevo entorno regulatorio a nivel de entidad y los fondos”, indican. Por ejemplo, la plantilla debería permitir a los distribuidores y los selectores de fondos acceder y filtrar productos basados en criterios ESG vinculados a la evaluación de preferencias de sostenibilidad de MiFID. “Se invita a los gestores de activos a que publiquen sus primeras plantilla en junio de 2022. Esta debería ser una primera prueba para los bancos, las aseguradoras y otros distribuidores para evaluar concretamente la disponibilidad de datos y la forma en que estos datos se integran en sus procesos de inversión”, añaden desde Candriam. 

Por último, la otra gran clave para consolidar el desarrollo de la inversión sostenible es la Taxonomía, tanto la medioambiental como la social. “Dado que estos criterios relacionados con la Taxonomía están ahora estrechamente interrelacionados con el SFDR y las consiguientes modificaciones de MiFID, las plantillas precontractuales de nivel 2 del SFDR y las evaluaciones de sostenibilidad de MiFID incluyen referencias a los niveles de armonización de la Taxonomía. Sin embargo, cabe señalar que actualmente no es posible medir de forma automática y precisa la armonización de la Taxonomía de la mayoría de las empresas debido a la falta de normas de información y datos pertinentes. Esta dificultad afecta a todos los gestores de activos y, en cierta medida, a todo el sector financiero”, advierten.

Según reclaman desde Candriam, una vez más, se trata de la falta de datos de calidad para evaluar rigurosamente la armonización de la Taxonomía. “Esto solo puede resolverse cuando haya disponibles más y mejores datos. Aunque la entrada en vigor de la Directiva sobre la presentación de información de sostenibilidad de las empresas (CSDR) debería proporcionar cierta ayuda al respecto a partir de 2024, al menos para los emisores de la UE, es importante que los participantes del mercado financiero sigan utilizando su influencia, especialmente a través del voto y el compromiso, para promover una mayor divulgación de información no financiera”, concluyen.

Bank of America, BNY Mellon y Citi invierten en una empresa tecnológica con base en Miami

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Genesis Global anunció que recibirá 20 millones de dólares en nuevas inversiones de Bank of America, BNY Mellon y Citi.

Estas inversiones estratégicas siguen a la financiación de serie C de 200 millones de dólares de la empresa anunciada en febrero.

«Este apoyo estratégico de Bank of America, BNY Mellon y Citi demuestra su confianza en low-code como acelerador de la próxima ola de innovación en TI», dijo Stephen Murphy, CEO de Genesis, según un comunicado al que accedió Funds Society.

Por otro lado, David Trepanier, Jefe de Productos Estructurados, Crédito Global y Situaciones Especiales de Bank of America comentó que sus clientes y su entorno “exigen más innovación y productividad en términos de producción de TI” y agregó que «la solución de bajo código proporcionada por Genesis acelera el proceso de desarrollo y nos permite construir y lanzar más rápidamente nuevos protocolos y procesos de negociación».

Desde BNY Mellon están convencidos que la inversión con la empresa tecnológica ayudará a satisfacer necesidades de los clientes.

«Nuestra inversión y colaboración con Genesis nos permite crear aplicaciones y soluciones más rápidamente para satisfacer las crecientes demandas de nuestros clientes», dijo Avi Shua, CIO, Jefe de Gestión de Inversiones, Gestión de Patrimonio y Tecnología Pershing en BNY Mellon.

Por Citi, Nikhil Joshi, Jefe de Tecnología de Mercados en Norteamérica destacó que «la plataforma de Genesis está construida para los mercados financieros” y explicó que “la plataforma elimina el trabajo repetitivo y no diferenciado que es el núcleo de muchas aplicaciones de la industria financiera, liberando a los desarrolladores para que se centren en el trabajo innovador y haciendo que los departamentos de Tecnología sean más productivos y más estratégicos.»

Citi invirtió por primera vez en Genesis a finales de 2020.

La transformación digital es una prioridad en todos los servicios financieros, ya que las empresas buscan diferenciarse, innovar, reducir el coste y la complejidad de los sistemas existentes y responder de forma más ágil a la cambiante regulación, agrega el comunicado.

Las empresas de servicios financieros utilizan Genesis en toda la cadena de valor del software para automatizar los procesos de la hoja de cálculo, mejorar los sistemas existentes, sustituir la tecnología heredada y crear nuevas y sólidas aplicaciones de primera mano.

“En 2021, Genesis triplicó sus ingresos y el tamaño de su equipo. El crecimiento continúa en 2022, impulsado por el creciente interés de los clientes en adoptar el modelo Genesis buy-to-build para la transformación de TI. Con el buy-to-build, las instituciones aceleran el ritmo de la transformación de las TI porque la construcción de nuevas aplicaciones y la mejora o sustitución de los sistemas heredados es dramáticamente más fácil y rápida a través de la plataforma de Genesis”, dice el press release.

Sobre Genesis

La plataforma de código reducido Genesis, diseñada específicamente para organizaciones de mercados financieros, potencia el desarrollo de aplicaciones con la velocidad, el rendimiento y la flexibilidad que estas organizaciones necesitan para obtener una ventaja competitiva sostenida.

Construida con tecnologías modernas y una arquitectura basada en eventos, la plataforma puede manejar las necesidades de rendimiento y escalabilidad de las principales instituciones de los mercados financieros del mundo, según la información de la compañía.

Tiene oficinas globales en Miami, Nueva York, Charlotte, Londres, Leeds, São Paulo y Dublín.

 

 

La familia Saieh deja la presidencia de Itaú Corpbanca tras su proceso de reorganización en EE.UU.

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La salida de Jorge Saieh le cerró la puerta a la era de CorpGroup en la cúpula del banco Itaú en Chile esta semana. El ejecutivo abandonó el directorio de la firma, luego de que el proceso de reorganización en que el holding CorpGroup Banking se encuentra inmerso marcara su salida de su participación en el banco.

En su sesión del directorio del miércoles, Jorge Saieh Guzmán –hijo del empresario Álvaro Saieh– presentó su renuncia al cargo de director de la firma, donde se desempeñaba como presidente, según informaron a través de un hecho esencial al regulador.

Lo reemplazará al mando de la mesa Ricardo Villela Marino, mientras que Milton Maluhy fue nombrado como vicepresidente. Su silla en el directorio, por su parte, quedará en manos del director suplente Álvaro Rizzi, hasta la próxima junta ordinaria de accionistas de la firma.

Este cambio responde a la salida de CorpGroup de su participación en Itaú, en el marco de la reorganización de la compañía en Estados Unidos.

El acuerdo implica que el holding de la familia Saieh –junto con las sociedades Compañía Inmobiliaria y de Inversiones SAGA SpA y algunas filiales de CorpGroup– dejaría de tener acciones de Itaú Corbanca, entregándolas a sus acreedores.

En el marco del proceso, se disolvió el pacto de accionistas entre el grupo chileno y el banco brasileño –producto de la fusión que concretaron en 2016–, y CorpGroup Banking le transfirió a éste último un total de 94.078 millones de acciones de Itaú Corpbanca. Con esto, Itaú Unibanco quedó como dueño del 65,62% de la compañía financiera.

CorpGroup es un grupo empresarial chileno que participa en el mercado inmobiliario local, a través de VivoCorp; en el rubro del retail, a través de la supermercadista SMU; en el sector comunicacional, a través de Copesa, compañía que publica el diario La Tercera; y en el mundo hotelero, con participaciones en Mandarin Oriental Santiago, Hyatt Place Vitacura y City Express.

Por su parte, Itaú Corpbanca es uno de los principales bancos del mercado local, con participación en el negocio de administración de activos y asesoría de inversiones.

El crecimiento de EE.UU. vuelve a caer mientras aumentan los temores de recesión

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La economía estadounidense se contrajo por segundo trimestre consecutivo, ya que la reducción de los inventarios y el desplome de la construcción residencial contrarrestaron las buenas cifras comerciales y el aumento del gasto de los consumidores, dice un informe de ING Bank.

“Hay una recesión técnica en EE.UU., con una contracción del PIB en el segundo trimestre del 0,9% anualizado, tras una caída del 1,6% anualizado en el primer trimestre”, dice el informe.

El consenso de los técnicos esperaba un crecimiento del 0,4%. La razón principal fue una gran reducción de los inventarios, que restó dos puntos porcentuales a la tasa de crecimiento general, mientras que la inversión residencial se contrajo un 14% anualizado (restando 0,7 puntos porcentuales al crecimiento general).

También se observó debilidad en la inversión empresarial (la inversión fija no residencial cayó un 0,1%) y el crecimiento del gasto de los consumidores se redujo a sólo un 1%. La única buena noticia de este informe es el repunte del comercio neto, que contribuyó con 1,4 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento general.

“El verdadero dolor está aún por llegar”, dice el informe.

Aunque se trata de una recesión técnica, la Fed tiene razón al decir que aún no estamos en una recesión «real», ya que el desempleo sigue bajando y los consumidores siguen gastando, pero parece ser sólo cuestión de tiempo.

El banco tiene la esperanza de un repunte decente del PIB en el tercer trimestre del orden del 2%, “dadas las continuas mejoras en las cifras comerciales y el repunte en la contribución de los inventarios, pero una vez más esto enmascarará lo que está ocurriendo en la demanda interna”.

Por otro lado, los consumidores siguen sometidos a una presión real, ya que la inflación reduce el poder adquisitivo, mientras que el desplome de los mercados de valores es otro factor que pesa sobre el sentimiento.

Los tipos de interés siguen subiendo, el dólar es un viento en contra y los diferenciales de crédito se amplían, por lo que no cabe duda de que las fuerzas de la recesión se intensifican. Si el mercado de la vivienda se derrumba y los precios empiezan a caer, esto aumentará el pesimismo.

Por ahora, sin embargo, la atención se centra en la inflación, y la Fed ha dejado claro que está dispuesta a sacrificar el crecimiento para que la inflación vuelva a ser un objetivo.

«Al haber retrasado el endurecimiento durante demasiado tiempo, están jugando a ponerse al día y es posible que acaben teniendo que dar marcha atrás el año que viene. Históricamente, el intervalo entre la última subida de tipos y la primera bajada es de seis meses. Esta vez podría ocurrir incluso más rápido», concluyen los expertos del banco holandés.

BME e ISDE extienden a Braindex su acuerdo de colaboración

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BME e ISDE han anunciado en el Palacio de la Bolsa de Madrid un acuerdo de colaboración a través del cual Braindex, la plataforma de formación financiera 100% online de BME, ampliará su oferta con cursos de ISDE. BME e ISDE ya firmaron un acuerdo en 2020 por el que Instituto BME se encargaría de impartir a los alumnos de grado en Derecho un Máster en Bolsa a la vez que cursan sus estudios universitarios, dotando a los alumnos de una preparación excepcional.

De esta forma, Braindex la plataforma MOOC de BME, incluirá cursos de ISDE y sus usuarios podrán acceder así a la calidad y el prestigio de los cursos de esta universidad. Al acto de la firma del acuerdo han acudido Javier Hernani, consejero delegado de BME; Juan José Sánchez Puig, consejero delegado de ISDE y Enrique Castellanos, director de Instituto BME.

Braindex, que fue lanzada por BME en septiembre de 2021, ofrece ya 44 cursos orientados a distintos niveles, desde quien desea adquirir nociones básicas sobre los mercados financieros hasta profesionales del sector que quieran ampliar sus conocimientos. Los cursos pertenecen a estas categorías: Mercados y Productos Financieros, Divulgación, Tecnología y Regulación aplicada al sector. ISDE es así la segunda universidad en sumarse a Braindex después de que lo hiciera en febrero CUNEF Universidad.

Braindex se consolida así como una ventana al mundo para que cualquier persona, esté donde esté, pueda acceder a formación financiera de calidad con profesores e instituciones de prestigio.  

“Estamos muy satisfechos con este acuerdo ya que es un paso más en el ámbito de colaboración entre Instituto BME e ISDE.  Llevamos colaborando más de dos años en el Máster en Bolsa y nos encontramos muy a gusto. ISDE es una institución prestigiosa y que se preocupa mucho por el rigor y la calidad de su oferta formativa, igual que nosotros”, afirma Javier Hernani, consejero delegado de BME.

Por su parte, Juan José Sánchez Puig, consejero delegado de ISDE, explica que “para ISDE es muy importante poder contar con partners excelentes como BME, una institución ejemplar, bien dirigida, con una gestión impecable y que goza de un gran prestigio nacional e internacional. Entendemos que la seguridad jurídica y optimización fiscal se convierten en elementos claves a la hora de prestar un servicio de asesoramiento financiero óptimo”.

La evolución histórica de las criptomonedas

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Hasta hace algún tiempo, las criptomonedas eran una clase de activo de nicho de los que solo habían oído hablar los expertos en informática y algunos iniciados. Sin embargo, todo eso cambió en 2017 cuando estos instrumentos comenzaron a dominar los titulares, tras alcanzar ganancias sin precedentes en tan solo unos meses. De hecho, a finales de ese mismo año, el bitcoin había subido un 2000% para alcanzar un máximo diario de 19.650 dólares, analizan desde Libertex.

Sin embargo, aún pasaron otros tres años antes de que las monedas digitales se convirtieran en un elemento habitual en la mayoría de las carteras institucionales.

Los primeros días (2009-2012)

Inmediatamente después del lanzamiento de la criptomoneda original en 2009, por parte de Satoshi, los precios rondaron el cero durante casi dos años. No fue hasta 2011 que BTC alcanzó la paridad con el dólar estadounidense. Lo que siguió no fue diferente a lo visto durante el gran auge y caída de 2017. Los precios en Mt. Gox aumentaron de 1 a 30 dólares, antes de volver a caer a 5 a finales de 2011.

A pesar de las ganancias porcentuales, que fueron tan impresionantes como las vistas en mercados alcistas recientes, todo este episodio pasó más o menos desapercibido en los medios. Más allá de los primeros aficionados a las criptomonedas y los delincuentes de la web oscura, casi nadie poseía BTC o sabía lo que era. De hecho, en 2010, el usuario de BitcoinTalk, SmokeTooMuch, intentó subastar 10000 BTC (actualmente con un valor de 350 millones de dólares), por solo 50 dólares… pero no pudo encontrar un comprador.

El punto de inflexión

Hace diez años, la única empresa de renombre que aceptaba bitcoin era WordPress y usar BTC, legítimamente, era bastante difícil. Pero todo esto cambió a principios de 2013, cuando Internet Archive comenzó a aceptar donaciones de bitcoin e, incluso, ofreció pagar parte de los salarios de sus empleados en la moneda digital.

Poco tiempo después, OkCupid y Foodler comenzaron a permitir que los usuarios pagaran los servicios en BTC. A esto le siguió la apertura del primer cajero automático bitcoin del mundo en Vancouver. Incluso, la Universidad de Nicosia, en Chipre, comenzó a permitir que los estudiantes pagaran sus tasas de matrícula en criptomoneda. Todo esto allanó el camino para que muchas más empresas agregaran bitcoin a sus métodos de pago y se produjo la primera ola de inversionistas minoristas ordinarios, que ingresaron al mercado a un precio promedio de alrededor de 500 dólares.

El gran auge de bitcoin 1.0

Bitcoin comenzó 2013 en alrededor de 13 dólares, pero en diciembre valía más de 1.000. A pesar de las fluctuaciones y correcciones a corto plazo, todos los hodlers que ingresaron en ese momento han tenido retornos que les cambiaron la vida, en menos de una década.

No obstante, no fue hasta 2017 que BTC realmente llegó al radar de los principales medios. Las ganancias fueron realmente espectaculares: bitcoin pasó de un precio de alrededor de 900 dólares en enero a un máximo de 19.650 el 15 de diciembre, duplicando su recuperación del 1000% de cuatro años antes. La diferencia clave esta vez fue que bitcoin nunca volvió a caer a sus mínimos anteriores a 2017.

Esta carrera alcista hizo que ingresaran un gran número de nuevos inversores minoristas. Si bien muchos tuvieron pérdidas significativas en 2018, aquellos que aguantaron obtuvieron importantes ganancias. Además, el rumor en torno a bitcoin también ayudó a proyectos incipientes como ethereum (2015) y cardano (2017), a atraer nuevos usuarios y capital a medida, comenzando a tomar forma el llamado mercado de «altcoin».

Un mundo de posibilidades

Quizás la faceta más interesante del auge criptográfico reciente fue el impulso, en gran medida, por la tan esperada llegada de instituciones e inversores heredados. De hecho, la asombrosa cifra de 9.300 millones de dólares de capital institucional fluyó hacia los activos digitales en 2021, lo que supuso un aumento de casi el 36% frente a los 6.800 millones de dólares de 2020 y prácticamente nada en 2017. La criptomoneda original ha asumido nuevos roles como reserva de valor en Turquía, afectada por la inflación y como un medio seguro de intercambio transfronterizo gratuito, en países devastados por la guerra en todo el mundo.

Pero uno de los desarrollos más emocionantes desde 2020 es el surgimiento de los segmentos DeFi y NFT, que tienen CAGR respectivas del 47% y el 35%. Además, este mercado es prácticamente todo altcoin. Bitcoin apenas está presente; en cambio, son ethereum, cardano, solana, terra luna y otras monedas las que gobiernan el espacio.

Estos podrían ser los proyectos que experimenten el mayor crecimiento en el futuro y muchos inversores con visión ya los están acumulando, como los pioneros de Bitcoin Hodlers de principios de la década de 2010.

 

Todo lo que debes saber sobre el nuevo test de preferencias de sostenibilidad de Green MiFID

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Agosto traerá novedades regulatorias. El próximo día 2 entra en vigor Green MiFID, que introduce el requisito de analizar las preferencias de sostenibilidad como parte de la actual evaluación de idoneidad de MiFID II

Para comprender su trascendencia y las claves que introduce, Schroders ha analizado los nuevos requisitos de evaluación de las preferencias de sostenibilidad y cómo se inscriben en la agenda más amplia de las finanzas sostenibles en toda Europa; cómo podría funcionar en la práctica la evaluación de las preferencias de sostenibilidad; cuáles son los principales desafíos de implementación y qué podrían hacer los asesores.

¿Qué es la evaluación de las preferencias de sostenibilidad de MiFID II?

Elisabeth Ottawa, responsable adjunta de políticas públicas de Schroders, explica que «lo esencial de las preferencias de sostenibilidad de MiFID es que se debe preguntar a cualquier cliente, tanto a los existentes como a los nuevos, sobre sus preferencias de sostenibilidad». 

Hay tres opciones para elegir: una alineación con la Taxonomía, un porcentaje en inversiones sostenibles según lo definido por el SFDR, o una consideración cuantitativa o cualitativa de los Principales Impactos Adversos (PAIs, por sus siglas en inglés). Como recordatorio, los PAIs pretenden captar cualquier efecto negativo material que las inversiones tengan sobre el medio ambiente y/o la sociedad.

«Una vez que el cliente elige una de estas opciones o una combinación de ellas, el asesor debe asegurarse de que el producto ofrecido se ajusta a las preferencias de sostenibilidad del cliente. Si no es así, el producto no puede ofrecerse a menos que el cliente cambie sus preferencias de sostenibilidad», aclara. 

¿Cómo se inscribe el requisito de las preferencias de sostenibilidad en el programa más amplio de financiación sostenible de la UE?

Según explica Ottawa, el objetivo último del programa de finanzas sostenibles de la UE es canalizar más inversiones hacia activos sostenibles y, por tanto, hacer más ecológica la economía de la UE. La forma en que se pretende que esto funcione en toda la cadena de inversión es la siguiente.

En primer lugar, empresas comunican información no financiera, de «sostenibilidad», y la alineación de sus actividades económicas con la taxonomía. Los participantes en el mercado financiero utilizarían entonces esta información para divulgar información sobre el nivel de sostenibilidad de sus productos, y también para informar sobre cómo integran las consideraciones de sostenibilidad en conjunto. 

En el siguiente paso, los asesores tendrían que preguntar a los clientes sobre sus preferencias en materia de sostenibilidad y ajustar los productos en consecuencia. «Entonces el inversor tendría la seguridad de que invierte en un producto financiero que se ajusta a sus preferencias. Y como todos los productos sostenibles tendrían que cumplir estas normas de divulgación, habría más comparabilidad y, por tanto, más competencia entre esos productos», explica la experta. 

¿Cuáles son los primeros pasos de los asesores a la hora de abordar las preferencias de sostenibilidad?

Anastasia Petraki, directora de Inversiones ESG de Schroders, responde señalando que «hay dos cosas que los asesores tendrían que hacer. La primera es la de siempre, es decir, seguirán teniendo que recopilar toda la información para evaluar la situación del cliente, su situación financiera, cuál es su nivel de conocimiento y experiencia, y sus objetivos de inversión. El siguiente paso sería explicar al cliente qué son los factores ASG y las diferentes formas en que pueden expresarse». 

Los asesores también deberían exponer la diferencia entre los productos con enfoque de sostenibilidad y los productos que no tienen ese enfoque. Una vez establecido el escenario, los asesores pasarían a la pregunta propiamente dicha: «¿Tiene usted preferencias en materia de sostenibilidad? Sí o no».

Si el cliente dice que no, el asesor puede recomendar el producto sostenible, siempre que lo considere adecuado en función de sus conocimientos, su situación financiera y sus objetivos de inversión. En cambio, si el cliente dice sí, lo que esperamos que haga la mayoría, entonces el cliente tendría que hablar sobre si su preferencia es por esa alineación con la taxonomía, o el porcentaje de inversión sostenible, o las principales consideraciones de impacto adverso.

¿Qué ocurre si eligen varias opciones?

«Las directrices no dicen nada sobre lo que ocurre si un cliente elige una combinación de opciones, pero esto es algo en lo que quizás veamos más orientaciones a finales de este año. Si el cliente elige la alineación con la Taxonomía, el siguiente paso sería identificar un rango o el porcentaje mínimo de esa alineación. Si el cliente opta por el porcentaje en la inversión sostenible, entonces, de nuevo, la idea es identificar ese porcentaje mínimo, pero también discutir si la atención debe centrarse en la E, la S o la G. Si el cliente opta por las consideraciones del principal impacto adverso, es una cuestión que el cliente debe discutir si quiere centrarse más en la E, o la S o la G», aclara Petraki.

¿Y si las preferencias del cliente no coinciden con un producto que se ofrece?

Si el cliente expresa sus preferencias de una forma en la que no se identifica inmediatamente ningún producto como adecuado para recomendar, Petraki explica que probablemente seguirá un proceso bastante reiterativo. «Habrá que ver hasta qué punto el cliente está dispuesto a adaptar la forma en que expresa sus preferencias de sostenibilidad», apunta.

«Si adaptan esas preferencias, entonces este proceso reiterativo vuelve a empezar. Si no lo hacen, es prácticamente el final de la discusión. Creemos que es muy importante que los asesores registren y documenten todo, independientemente de cuál sea el resultado. Esperaríamos un enfoque específico en los casos en los que un cliente adapte sus preferencias», añade. 

¿Qué herramientas hay para los asesores?

Nathaële Rebondy, responsable de Sostenibilidad de Schroders en Europa, explica que una de las herramientas clave a disposición de los asesores para ayudarles a filtrar y elegir los productos pertinentes en función de las preferencias expresadas por sus clientes es la Plantilla Europea ESG (EET). En ella se reúnen todos los datos ESG útiles y necesarios para que los distribuidores puedan tener en cuenta los requisitos normativos y responder a ellos.

Aunque la EET es voluntaria, es probable que sea el principal medio a través del cual los “fabricantes” de productos puedan informar sobre las tres opciones de preferencia de sostenibilidad en sus productos. 

¿Cuáles son los retos de la aplicación?

Al observar el calendario del reglamento, Petraki identifica al menos cuatro problemas.

Las directrices definitivas sobre cómo realizar la evaluación de las preferencias de sostenibilidad estarán disponibles en el regulador a finales de año, es decir, un par de meses después de que los cambios entren en vigor a principios de agosto.

Las declaraciones detalladas reales para los productos artículo 8 y 9 que ayudarán a esta evaluación de las preferencias de sostenibilidad, aparecerán dentro de las plantillas de divulgación del Nivel 2 del SFDR que entran en vigor en enero de 2023.

La Taxonomía, que es una de las opciones clave para la evaluación de las preferencias de sostenibilidad, sigue en proceso.

Las empresas solo informarán de los datos no financieros necesarios, ya que el Reglamento sobre la Taxonomía solo se aplica actualmente a un pequeño número de empresas y la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD) no entrará en vigor antes de 2024.

¿La evaluación en torno a las preferencias debe centrarse en esas tres opciones?

Según Petraki, los reguladores fueron bastante explícitos cuando enmarcaron las preferencias de sostenibilidad, lo que significa que la evaluación real tendrá que girar en torno a esas tres opciones. «Creo que, en el contexto de intentar explicar el marco a los clientes, puede haber un debate más amplio en torno a la ASG, los diferentes enfoques de inversión y cómo pretenden lograr la sostenibilidad. Entender el enfoque de inversión es quizás más importante que entender los números individuales, porque los números aislados y fuera de contexto no te dirán mucho sobre cómo se gestiona un fondo», apunta.

«Yo tomaría la analogía de hojear el menú de un restaurante. La conversación podría ir en una dirección en la que se empieza explicando: «¿Qué suele ser un entrante? ¿Qué suele ser un plato principal? ¿Qué suele ser un postre?». No hace falta que vengas a explicar la receta exacta de cada plato, pero sí que expliques un poco cuál es el concepto de cada uno de esos grupos de platos y cuál es quizá su característica principal», explica Ottawa.

«¿Es un plato vegetariano? ¿Es algo con carne o es pescado? En un siguiente paso, tu cliente expresaría qué categoría de plato quiere y cuál es su preferencia de sabor particular. Y entonces tendrá que ver si tiene un plato que ofrecer de la categoría elegida. Entonces es de esperar que se inicie una conversación, que no se salga completamente de los requisitos regulatorios, porque no se empieza y se acaba sirviendo únicamente los platos que se tienen», aclara.

Thibault Douard: «Buena parte de las peores previsiones podrían estar recogidas en los precios»

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Aunque el segmento de las subordinadas financieras ha corregido con fuerza durante el año, desde Tikehau Capital observan varios catalizadores positivos y mejores perspectivas en el medio plazo para la clase de activo, entre otros por la subida de tipos y los sólidos fundamentales del sector bancario. Thibault Douard, gestor del Tikehau Subfin, explica el actual posicionamiento cauto del fondo y las ventajas que le otorga la capacidad de asignar posiciones en los distintos instrumentos. 

Tras un comienzo de año complejo para la clase de activo, ¿cuál es vuestra actual visión sobre las subordinadas financieras?

Bajo nuestro punto de vista, a pesar de que el mercado puede permanecer volátil en el corto plazo, observamos varios catalizadores positivos y, por tanto, perspectivas mejores en el medio plazo. Por un lado, pensamos que la corrección vivida en lo que llevamos de año devuelve a la clase de activo a una zona de valoraciones atractivas. Por su parte, esperamos que la volatilidad en crédito se estabilice teniendo en cuenta que el potencial de los tipos soberanos es cada vez más limitado. Finalmente, teniendo en cuenta la tendencia negativa de las noticias en el plano macro, la potencial normalización de los datos de inflación, crecimiento y flujo de noticias del conflicto Rusia/Ucrania debería resultar un factor positivo.

No obstante, aunque hemos aumentado la exposición a mercado de nuestro fondo, Tikehau Subfin, mantenemos un posicionamiento cauto ante los riesgos vigentes: i) el quantitative tightening a nivel global continuaría presionando a los mercados de crédito; ii) la materialización de nuevas desinversiones en crédito afectaría a los precios del mercado; iii) cifras de inflación sorprendiendo al alza añadirían mayor presión sobre volatilidad y los tipos; y iv) el empeoramiento de las condiciones macroeconómicas aumentaría el riesgo de recesión.

¿Están preparados los bancos para una nueva recesión?

A pesar de que el sentimiento negativo de mercado ha arrastrado las cotizaciones del segmento de las subordinadas financieras, en nuestra opinión los fundamentales del sector bancario son sólidos. Las métricas crediticias marchan en la buena dirección, la posición de solvencia es fuerte y, por el momento, no se observan signos de deterioro en la calidad de los balances. Además, la subida de tipos ha mejorado sus márgenes y los volúmenes en banca retail y corporativa han mantenido una tendencia positiva.

Si echamos un vistazo a la evolución del ratio CET1 (Common Equity Tier 1), observamos cómo la capitalización de las entidades bancarias durante estos últimos años ha mejorado sustancialmente. Aunque es cierto que esta métrica ha empeorado en el último trimestre en 55 puntos básicos, los principales contribuidores han sido factores que solo se repetirán una vez o one-offs: i) el final de algunas medidas regulatorias transitorias implementadas para paliar la crisis pandémica por parte del BCE y ii) el impacto de los ajustes por precio de los bonos gubernamentales en los balances bancarios.

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Por su parte, durante los últimos años los bancos han hecho una buena labor en cuanto a la mejora en la calidad de sus balances, como muestra la evolución del ratio de NPLs (Non-Performing Loans) desde 2014. Además, las entidades europeas fueron proactivas a la hora de dotar de provisiones ante el potencial impacto del COVID-19 y buena parte de estas todavía se encuentran en sus balances. Así, aunque el empeoramiento de las condiciones macroeconómicas podría cercenar las métricas de calidad de los activos, creemos que los bancos europeos se encuentran en una buena posición para hacer frente a este escenario.

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Parece que en las últimas semanas los mercados de crédito se han estabilizado, ¿cómo se está comportando el segmento de las subordinadas financieras?

Efectivamente hemos visto cierta normalización o estabilización en estas últimas semanas. Con una inflación disparada e incertidumbre alrededor de las subidas de tipos y la acción del BCE, los tipos soberanos han escalado con fuerza a lo largo del año limitando potenciales revalorizaciones. Además, la narrativa del organismo monetario frente a la fragmentación entre países periféricos y el resto de Europa ha podido aportar cierta dosis de tranquilidad al mercado.

 

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Como muestra el gráfico superior, el segmento de las subordinadas financieras ha corregido con fuerza durante el año. Después de la primera mitad del año, tanto los diferenciales como la yield-to-worst de los AT1 europeos se encuentran en niveles históricamente elevados, solo comparados con el shock provocado por la pandemia, que fue disipado con rapidez. De hecho, actualmente los diferenciales se encuentran en niveles similares a los observados a finales de 2018 y comienzos de 2016. Y, debemos destacar, que ambos periodos precedieron a un rendimiento de la clase de activo en los trimestres siguientes.

Por tanto, pensamos que los precios actuales podrían recoger buena parte de las malas previsiones y, aunque es difícil anticipar donde puede encontrarse el suelo, los diferenciales cotizan en sus niveles más elevados de los últimos diez años, mientras los fundamentales del sector se mantienen sólidos.

Finalmente, es importante remarcar que los diferenciales con el high yield corporativo comparable también han aumentado a lo largo del año. Bajo nuestro punto de vista, las compañías han sido las principales beneficiarias de la era de tipos negativos, incrementando su apalancamiento con deuda barata y aumentando su riesgo en caso de una reversión de las condiciones de financiación. Por su parte, el sector bancario se beneficia de una subida de tipos mejorando la rentabilidad de un negocio cuyos márgenes se encontraban altamente presionados.

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¿Cómo estáis posicionando vuestra estrategia, Tikehau Subfin, para los próximos meses?

Del mismo modo que en las otras estrategias de crédito, la gestión de Tikehau se caracteriza por su enfoque total-return. En el caso de Tikehau Subfin, la capacidad del fondo de asignar posiciones en los distintos instrumentos (AT1, Tier 2, Sr Debt, Insurance Debt o Legacy) le otorga una ventaja y le da la posibilidad de cambiar de posicionamiento de acuerdo con el convencimiento del equipo gestor sin tener que seguir al índice.

En cuanto al posicionamiento actual, con muchos de los riesgos ya recogidos en las correcciones de los precios, nuestra cartera muestra las ideas en las que somos constructivos:

  • AT1s – actualmente ocupan en torno a un 45% de nuestra cartera y, a pesar de que pensamos que los diferenciales son atractivos, preferimos esperar a tener mayor claridad sobre el devenir del mercado para añadir una mayor exposición a CoCos.
  • Tier 2 – especialmente en entidades periféricas, que no ofrecen un gran potencial de contracción, pero sí buenos niveles de carry. Estas emisiones suponen cerca de un 15% de la cartera.
  • Legacy Tier 1 – bajo nuestro punto de vista, la presión del regulador para refinanciar este tipo de papel en los próximos meses es muy elevada y la corrección vivida durante febrero/marzo otorga a este tipo de papel un potencial de revalorización interesante. También ocupan una posición cercana al 15% de la cartera.
  • Senior – aunque no ocupen una posición muy relevante en la cartera (aproximadamente 10%) estamos viendo oportunidades en papel a corto plazo con un carry atractivo, buena liquidez y muy poca volatilidad.

A modo informativo, la yield-to-worst de Tikehau Subfin a 25 de julio era de 7,82% para una duración de tipos y crédito de 3,0 y 3,5 años, respectivamente, y una calidad crediticia media de BB+. A comienzos de año (31 de diciembre de 2021), la yield-to-worst del fondo era del 3,20% para una duración de tipos y crédito de 3,3 y 3,8 años, respectivamente, y la misma calidad crediticia media.

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A&G amplía su oferta de inversiones alternativas con un nuevo fondo de transición energética

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A&G continúa ampliando su oferta de inversiones alternativas y su apuesta por la transición energética con el lanzamiento del fondo A&G Energy Transition Tech Fund FCR (A&G ETTF), ya registrado en la CNMV. El fondo, que cuenta con un volumen objetivo de 150 millones, invertirá en compañías de base tecnológica que aceleren la transición energética y ayuden a la descarbonización de la sociedad.

Según explica, se trata de un fondo de capital riesgo cuyas inversiones se realizarán principalmente en Europa y EE.UU., donde radican los principales núcleos de innovación en materia de transición energética. Además, está constituido como artículo 9, bajo las directrices de la taxonomía europea de ESG y con criterios de inversión de descarbonización y sostenibilidad. Contará entre sus inversores con grupos industriales interesados en la transición energética, dispuestos a crear una plataforma y ecosistema sinérgicos para corporaciones, participadas e inversores. El fondo se centrará en buscar compañías en 5 áreas: generación descarbonizada, transporte y distribución de energía, consumo y usos finales, circularidad y tecnologías habilitadoras transversales.

Este es el segundo fondo que lanza el departamento de inversiones alternativas en su apuesta por la transición energética, el primero fue el A&G Renewables Iberian Solar I en 2019, que cuenta con 9 proyectos fotovoltaicos en cartera y un total de 330MWs.

“Durante los últimos años hemos dedicado muchos recursos a apostar por un sector en plena transformación que requiere grandes volúmenes de capital y que se presenta como una de las grandes oportunidades de inversión a medio y largo plazo. Con el lanzamiento de A&G ETTF vamos a dar exposición a nuestros inversores a una tendencia con unos fundamentales muy sólidos, con un ángulo y tesis de inversión diferenciales y de la mano de un equipo experto que reúne el conocimiento del sector energético, la tecnología y la inversión en venture capital”, apunta Alejandro Nuñez, director de Inversiones Alternativas de A&G.

Juan Diego Bernal, con una dilatada experiencia en venture capital y transición energética, se incorpora como Managing Director y responsable del fondo. En su opinión: “La transición energética es un reto lo suficientemente complejo como para que deba acometerse mediante el esfuerzo colectivo de la sociedad, involucrando a grandes corporaciones, centros tecnológicos, start-ups innovadoras y grupos inversores. Este desafío debe resolverse invirtiendo no solo en infraestructuras, sino también en el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías y modelos de negocio que habiliten el funcionamiento ordenado y eficiente de todo el sistema. De otra forma, no será posible alcanzar los ambiciosos objetivos que necesitamos afrontar como sociedad”. 

La Fed intenta un aterrizaje suave: frenar la inflación sin afectar mucho el crecimiento

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Dicho y hecho. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) cumplió ayer las expectativas al anunciar una subida de 75 puntos básicos y dejar abierta la puerta a otra alza similar en septiembre. Según el análisis de los expertos, después de haber hecho ya cuatro subidas de tipos este año, la Fed afronta la parte más peligrosa y pedregosa de su pista de aterrizaje.

Según explica Eva Sun-Wai, gestora M&G Investments, la Fed tiene que seguir adelante y depender realmente de los datos. “Deberían mantener las opciones abiertas, ya que hay muchas fuentes de datos que vigilar, con algunos indicadores más retrasados que otros. Los mercados laborales de EE.UU. han contrarrestado todas las demás señales de debilitamiento de la economía señaladas por el presidente de la Fed, Powell, tras el anuncio”, apunta.

El FOMC se ha reafirmado en su misión de seguir atentamente los riesgos de inflación existentes y su compromiso con volver a situar la inflación en el objetivo del 2%. “La Fed señaló que la producción y el gasto se han debilitado, pero al mismo tiempo notó que el mercado laboral sigue fuerte. Esta es una combinación ideal para la institución, ya que su objetivo actual es desacelerar la demanda de bienes y servicios, pero idealmente sin causar recesión. Además, vemos que la Fed se volvió más dependiente de los datos, es decir, va a ir tomando las decisiones sobre los tipos de interés sobre la marcha. De esta forma, se espera que siga  subiendo las tasas, pero saber a qué  velocidad lo hará es todavía una pregunta abierta”, señala Priscila Robledo, experta en temas macroeconómicos a nivel LATAM y Economista en jefe de Fintual.

Para algunos expertos, reconocer este debilitamiento es el primer paso para asumir que vamos hacia una ralentización de la economía estadounidense y, a su vez, una señal de que puede frenar su ritmo de subida futuras. “La magnitud de las nuevas subidas dependerá en gran medida de los datos sobre la inflación a corto plazo, pero si se mantiene la trayectoria actual, cabe esperar que el FOMC reduzca el ritmo de las subidas a medida que avance el año. Además, el hecho de que la tasa de interés terminal no parezca haber cambiado pone de manifiesto que se está avanzando hacia el final del ciclo actual”, apunta Charles Diebel, director de Renta fija de Mediolanum International Funds Limited (MIFL)

En opinión de Scott Ruesterholz, gestor de carteras en Insight Investment (parte de BNY Mellon IM), a la hora de la verdad, si la Fed tiene que escoger entre inflación o recesión, escogerá recesión. “Aunque un aterrizaje suave sigue siendo posible, las probabilidades son cada vez menores y el entorno de inversión se complica por momentos. Durante los últimos 15 años, los mercados sabían que podían contar con el respaldo de la Fed, pero ahora ya no es así porque la autoridad monetaria está intentando activamente ralentizar el crecimiento, lo que podría debilitar la economía y hace que la selección de bonos cobre aún más importancia”, afirma Ruesterholz.

Para Salman Ahmed, responsable global de Macroeconomía y Asignación Estratégica de Activos de Fidelity International, ya se está gestando una importante desaceleración que comenzará a evidenciarse en las estadísticas durante las próximas semanas y meses. En su opinión, el ritmo de subida puede que tarde en relajarse ya que el mercado laboral no da señales de relajación y la Fed está centrando su atención en las estadísticas retrasadas, lo cual hacen que sea posible otra subida de 75 puntos básicos durante la próxima reunión.

Desde Lombard Odier consideran que dada la ralentización de la demanda, los menores indicios de sobrecalentamiento de los mercados laborales y la probable tendencia a la baja de la inflación durante el segundo semestre – ahora que la Fed se ha vuelto más o menos neutral-, esperan que tome medidas más cautelosas a medida que la política se vuelva restrictiva. “Cuando la Reserva Federal sube los tipos de interés en 75 puntos básicos y la reunión se considera bastante tranquila, se demuestra lo lejos que hemos llegado en este ciclo de endurecimiento todavía muy joven. Prevemos un aumento de 50 puntos básicos en septiembre, seguido de incrementos de 25 puntos básicos en las siguientes reuniones”, sostiene Bill Papadakis, estratega macroeconómico de Lombard Odier.

En este sentido, Morgane Delledonne, Head of Investment Strategy Europe de Global X, considera que “existe el riesgo de que la Fed dé una sorpresa dovish a medida que avanza el segundo semestre, en medio de una marcada desaceleración económica, un bajo nivel de confianza empresarial y una mayor diversidad en la presentación de resultados del segundo trimestre, así como una desaceleración mundial”. 

Delledonne considera que es “probable que veamos un aterrizaje suave en EE.UU., mientras que Europa se enfrenta a vientos en contra más fuertes en el frente de la energía que apuntan a una recesión más aguda tal vez antes de fin de año”.

En opinión de Jack Janasiewicz, gestor de fondos y estratega de Natixis IM Solutions, el mercado está comenzando a valorar ese ligero giro dovish. “Sin reunión de la Fed prevista para agosto, hay muchos datos que digerir de aquí a la reunión de septiembre, suponiendo que Jackson Hole siga siendo tranquilo. La dependencia de los datos se da en ambos sentidos. Si los datos siguen siendo buenos, la Reserva Federal se reserva el derecho a subir. Si los datos se relajan, la Fed tiene la opción de retroceder. Un giro dovish dependerá de los datos”, argumenta.   

Calibrar las subidas

Sin duda el debate y la clave para Fed está en calibrar las subidas de tipos. Para Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica de Nordea AM, “lo más probable es que la Reserva Federal siga yendo a la zaga de la inflación y que se produzca un mayor endurecimiento, ya que el mercado laboral está demasiado ajustado, especialmente con la probable baja inmigración legal e ilegal”. Según Galy, la dinámica que han usado algunos de los bancos centrales de los países emergentes para perseguir la inflación puede que no le sirva a la Fed.

“Corremos el riesgo de que la Fed endurezca su política con demasiada fuerza y demasiado rápido, lo que haría inevitable un aterrizaje forzoso. Durante los últimos días, los mercados han moderado el nivel de los tipos terminales en este ciclo hasta alrededor del 3,25%, con un perfil de mayor concentración inicial de las subidas. Estamos de acuerdo con este planteamiento actual, pero pensamos que a corto plazo la Fed podría volver a subir tipos llevada por los datos económicos (retrasados). A la vista de las presiones para reducir de forma apreciable la inflación a través de la política monetaria, las señales contradictorias hacen que la evolución a corto plazo de la política de la Fed siga siendo incierta”, añade, por su parte, Ahmed. 

Christian Scherrmann, U.S. Economist en DWS, se muestra prudente y considera que habrá que esperar a septiembre para obtener una actualización importante sobre la evolución del pensamiento del FOMC. “En el Simposio de Jackson Hole -previsto para finales de agosto- podrían surgir posibles reajustes en la futura postura de la Fed. Sin embargo, a menos que se produzcan grandes y agradables sorpresas en los precios, esperamos que la Fed siga insistiendo en su estrategia de endurecimiento, aunque es probable que sus cambios de tipos en otoño sean de menor intensidad”, señala Scherrmann.

En el momento de actuar ante la inflación, las gestoras destacan que comienzan a percibirse diferencias entre los principales bancos centrales. Por ejemplo, según explica Hernán Cortés, socio fundador de Olea Gestión, “la Fed tiene un doble objetivo: controlar la inflación y favorecer el crecimiento del empleo, que viene a ser igual que facilitar el crecimiento económico. Y el BCE, sin embargo, solo tiene el mandato de controlar la inflación”.