Colchester Global Investor firma un acuerdo de patrocinio con la CFA Society Chile

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Colchester Global Investors anunció que se ha convertido en patrocinador oficial de CFA Society Chile. Este acuerdo se suma a otros similares con las CFA Society de Uruguay, Brasil y México.

“El patrocinio con la CFA Society en Chile está alineado con el compromiso de Colchester de ayudar a los inversionistas locales a lograr sus objetivos de inversión mientras comparte su profundo conocimiento sobre la gestión de bonos soberanos y divisas”, dijeron desde la firma especializada en bonos globales.

CFA Society Chile es una organización sin fines de lucro afiliada a CFA Institute que cuenta actualmente con 188 miembros.

«El pronóstico de inflación y la integración de ESG son el núcleo del enfoque de rendimiento real y tipo de cambio real de Colchester. Esperamos compartir su conocimiento e investigación en áreas como modelado de inflación, participación e incorporación de ESG en la gestión de deuda global, análisis de moneda y evaluación de estabilidad financiera con la comunidad de CFA en Chile”, añadieron desde la gestora.

Colchester Global Investors es una empresa de gestión de inversiones de propiedad privada que ofrece servicios de gestión de bonos globales orientados al valor. El presidente y director de información, Ian Sims, fundó el negocio de gestión de activos en 1999. La sede de Colchester se encuentra en Londres y la empresa también tiene oficinas en Nueva York, Dublín, Singapur, Sídney y Dubái.

La gestora tiene bajo administración fondos de aproximadamente 32.000 millones de dólares en todo el espectro de bonos soberano, desde grado de inversión global hasta deuda de mercados emergentes en moneda local y ligada a la inflación. La firma administra activos para instituciones globales, incluidos fondos de pensiones públicos y corporativos, fundaciones, dotaciones, seguros y clientes de riqueza soberana en todo el mundo.

 

Welzia desaconseja tomar decisiones de inversión de forma reactiva en momentos de alta volatilidad

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El primer semestre de 2022 ha finalizado con la inflación más elevada de los últimos 40 años y la confianza de los inversores en el nivel más bajo de las tres últimas décadas. Los mercados han reaccionado a este escenario, cerrando el peor primer semestre desde 1962 para el índice S&P 500, y el peor de la historia para el Nasdaq. También el mercado de bonos, habitual refugio de los inversores ante caídas bursátiles, ha vivido el peor semestre de su historia. Los temores ante una recesión aceleran las caídas en los mercados de renta variable. Sin embargo, desde la gestora Welzia Management recuerdan que realizar operaciones de entradas y salidas en momentos de alta volatilidad como el actual puede tener un importante coste.

“Ante una situación de desaceleración económica como la actual, y la sombra de la recesión planeando sobre los mercados, suele ser frecuente observar flujos de salida, a pesar de que la volatilidad es habitual cuando se invierte en renta variable. Pero los datos demuestran que intentar sincronizarse con el mercado puede incidir negativamente en la rentabilidad de las carteras”, subraya Carlos González Carreira, director general de Welzia Management.

La compañía ha analizado el comportamiento de los mercados bursátiles durante los últimos 100 años, con el objetivo de mirar más allá de la compleja coyuntura actual y reforzar su visión de gestión patrimonial a largo plazo. Del estudio de la rentabilidad del S&P 500 en los últimos 30 años se desprende que, si un inversor hubiera invertido 1.000 dólares en 1992, habría generado una rentabilidad del 1.835%, mientras que si se hubiera perdido solo los 30 mejores días del periodo analizado, la rentabilidad bajaría hasta el 233%.

En su análisis, los expertos de Welzia han observado que, entre 1951 y 2020, cada seis años se han producido caídas superiores al 20%, y tras cada una de estas caídas ha tenido lugar un período de recuperación en el que se han registrado nuevos máximos. Este primer semestre de 2022 el índice S&P 500 acumula una corrección superior al 20%, la mayor caída desde el flash crash de 1962 ante la crisis de los misiles de Cuba. 

“Aunque la rentabilidad pasada no debe tomarse como guía para los resultados futuros, sí indica que normalmente no es una buena idea vender después de haber sufrido una gran caída, y también nos permite observar cuál ha sido la capacidad del gestor del fondo para adaptarse y recuperarse después de haber sufrido esa gran pérdida”, apunta Carlos González Carreira.

En momentos de volatilidad como el actual, la gestora recomienda alejarse del ruido y las emociones para mantenerse fieles a los objetivos a largo plazo y no tomar decisiones de inversión de forma reactiva, contar con una cartera diversificada y confiar la gestión del patrimonio a gestores experimentados.

“Cuando estamos preparados desde el comienzo para los episodios de volatilidad, tenemos más probabilidades de reaccionar racionalmente y seguir centrados en nuestros objetivos a largo plazo”, destaca el director general de Welzia.

La gobernanza y la legislación contribuyen a impulsar los derechos humanos en la toma de decisiones de inversión sostenible

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La propuesta de Directiva de Debida Diligencia (DDCSR) que la UE presentó en marzo de 2022 contribuirá a que los derechos humanos ganen peso en las decisiones de inversión sostenible, como coincidieron los ponentes en el Encuentro ISR ‘Debida Diligencia y Derechos Humanos en las finanzas sostenibles’, organizado por Spainsif, el Foro de Inversión Sostenible y Responsable de España.

Esta propuesta de directiva está impulsada de manera conjunta por el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea y tiene como objetivo principal fomentar la sostenibilidad en las cadenas de suministro de las empresas de cara a 2025 para identificar y prevenir, eliminar o mitigar los impactos adversos de sus actividades sobre Derechos Humanos o el medio ambiente.

Francisco Javier Garayoa, director general de Spainsif, destacó que la directiva propone mejorar las prácticas de gobernanza para que a su vez mejore la gestión de riesgos y mitigación de impactos sobre Derechos Humanos y el medio ambiente, derivados de la cadena de valor en las estrategias empresariales, lo que influirá en las decisiones de inversión con criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG).

Cuando hablamos de finanzas sostenibles y derechos humanos es fundamental vincular la medición y los indicadores con los riesgos y la rentabilidad, pero también con las oportunidades que se generan desde el punto de vista social y medioambiental”, afirmó Garayoa, haciendo referencia al estudio ‘La gobernanza en las finanzas sostenibles’, elaborado por Spainsif con el apoyo de la Dirección General de Trabajo Autónomo de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Esta propuesta de Directiva pretende completar la actual Directiva de Divulgación de Información No Financiera (NFRD por sus siglas en inglés) y sus modificaciones propuestas en la Directiva de Información Corporativa de Sostenibilidad  (CSRD), añadiendo obligaciones corporativas para identificar, prevenir y mitigar los daños externos resultantes de impactos adversos sobre Derechos Humanos y el medio ambiente, derivados de las operaciones de las empresas, sus filiales y en la cadena de valor.

ASG e impacto empresarial

Sofía Condés, Senior Investor Outreach Manager en FAIRR, analizó en una ponencia especializada la importancia de los Derechos Humanos en la cadena de valor de la industria agroalimentaria. Desde 2016, esta red de inversores sin ánimo de lucro que promueve la Fundación Jeremy Coller, busca trasladar investigación, herramientas y mejores prácticas colaborativas para ayudar a los inversores a integrar los riesgos Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) en su toma de decisiones de inversión en este sector. Condés presentó al sector agroalimentario como uno de los más expuestos a violaciones de los derechos humanos y al trabajo forzado para el cual, a raíz de la pandemia, se lanzó un ‘engagement’ colaborativo para abordar los riesgos laborales en la industria cárnica en el que participaron siete de las compañías más significativas del sector que emplean a un millón de trabajadores.

Pablo Esteban, profesor de la UNED, moderó la conversación de expertos en Derechos Humanos en la que han participado Gloria González, del Área de Responsabilidad Social Corporativa e Inversiones Éticas de Economistas sin Fronteras (EsF); Orencio Vázquez, profesor de la UNED y director del Observatorio de Responsabilidad CorporativaAntonio Santoro, Head para Southern Europe en Principios de Inversión Responsable (PRI), y Eudald Puig, Research Associate en Mainstreet Partners.

Los ponentes coincidieron en las valoraciones sobre el estado de la cuestión del respeto empresarial a las cuestiones de derechos humanos y debida diligencia y consideraron la propuesta de Directiva de Debida Diligencia y RSC de la UE como buen punto de partida, que toma como referencia los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU (2011) de proteger, respetar y remediar para mejorar las normas y prácticas de las empresas y estados con los derechos humanos en su relación con las personas y las comunidades afectadas.

Desde el punto de vista financiero, resaltaron que la regulación presenta el potencial de impulsar un cambio de mentalidad en el sector, como ha sucedido con el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles SFDR, que genera una mayor consideración de los derechos humanos en la inversión.

Más del 80% de los bancos europeos cuenta con un CSO o equivalente en su estructura

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Según el reciente informe The Big Picture: How Chief Sustainability Officer can drive the banking sector’s sustainability efforts’elaborado por Deloitte y la European Banking Federation (EBF), la sostenibilidad es hoy una de las principales prioridades para los bancos europeos. Así, por ejemplo, el 82% de las entidades encuestadas tiene un responsable de sostenibilidad en su estructura, si bien ni su rol ni su título están todavía estandarizados.

Dentro de esta variedad de cargos, solo un 20% de las organizaciones tiene un Chief Sustainability Officer (CSO) -una figura relativamente nueva dentro de los bancos-; siendo las denominaciones más comunes las de responsable, jefe o director (61%).

A pesar de estas diferencias, existen características comunes: tienen experiencia profesional en negocios (72%), formaban parte del banco antes de ser nombrados en su cargo (88%), cuentan con formación específica en la materia (71%); y cubren otros roles adicionales (81%), como la relación con inversores, la exposición crediticia o el gobierno corporativo, entre otros. No obstante, tal y como apunta el informe, su función primordial es definir la estrategia de sostenibilidad del banco para generar retornos financieros competitivos que impacten de forma positiva en la sociedad y el medio ambiente, pero también son agentes de cambio, que conducen y gestionan el cambio cultural interno para que los empleados entiendan esta transición.

“La sostenibilidad ha pasado a convertirse en un elemento protagonista dentro del panorama bancario. No se trata de una moda sino de una realidad que ha llegado para quedarse. La emergencia climática y medioambiental, así como la presión de la sociedad en general, empujan a las entidades financieras a apoyar la aceleración de la transición. De ahí la generalización en el nombramiento de un responsable único para liderar la materia (CSO), por parte de los bancos”, señala Rodrigo Pérez, socio de Risk Advisory de Deloitte.

“Este nuevo rol del CSO como líder de sostenibilidad juega un papel clave debido a los grandes retos a los que se enfrenta (i.e. presiones regulatorias, expectativas de los stakeholders, etc). Esta figura requiere aunar un balance entre negocio, dirigiendo la estrategia de sostenibilidad para aprovechar las nuevas oportunidades, a la vez que comunicar esta nueva dimensión en un lenguaje común, garantizando que el mensaje llegue correctamente a todos”, añade.

Prioridades y roles

Mientras que los mandatos y las funciones específicas de los CSO pueden variar entre sí, existe una consistencia entre las prioridades de estos responsables. El estudio indica que los objetivos de los bancos y sus responsables en materia de sostenibilidad son: en primer lugar, proveer oportunidades de aprendizaje al staff –al existir una carencia de equipos con destrezas múltiples- y fijar la estrategia de sostenibilidad de la entidad (89% en ambos casos), seguido de generar compromiso con los grupos de interés (sociedad civil, ONG y grupos de activistas) y aumentar la sostenibilidad interna del banco (86% en ambos); y, en tercer lugar, definir el proceso de reporte (82%).

En cuanto a los recursos, la mayoría de los encuestados por Deloitte y la EBF (93%) reconoce que cuenta con los recursos y colaboradores necesarios para afrontar su labor actual. Y la mitad de ellos (54%) también asegura que ya colabora con otros departamentos dentro de sus compañías. No obstante, de cara a futuro manifiestan que necesitan mayor autonomía y poder para liderar la estrategia de sostenibilidad, actuar como una palanca del cambio en la efectiva transformación cultural de la organización y orquestar las acciones del resto de departamentos en materia de sostenibilidad, integrándolas en las actividades diarias del CSO y en la estrategia ESG global que se haya definido.

Retos de los CSO

En cuanto a los retos a los que se enfrentan los CSO, una vez identificados, se ha medido cómo evolucionarán en el tiempo. Ponderándose su nivel de exigencia a corto (uno a tres años), medio (tres a cinco años) y largo plazo (más de cinco años). Aunque no hay conclusiones generales, sí se pueden ver algunas tendencias comunes para algunos de ellos.

Un ejemplo de crecimiento exponencial es la presión del mercado que podría tomar una mayor importancia con el tiempo. Como tendencias lineales, encontramos los retos de presión regulatoria, oferta a los clientes, estrategia y personal que mantendrán su protagonismo en los tres horizontes. Por último, como tendencia a la baja encontramos la tecnología y los datos, cuya importancia en el corto plazo es la más alta y por ello es normal que disminuya a largo al ser el reto prioritario en el horizonte más cercano.

“Los datos jugarán un papel fundamental en la consecución de un futuro net zero y en los retos que tiene el CSO, siendo el principal reto en sí mismo la falta de estos”, apunta el socio de Deloitte. “No tener un dataset completo y de calidad impide una buena definición de la estrategia de sostenibilidad, una comunicación clara de los resultados a los stakeholder, así como la capacidad de disponer de una oferta de productos y servicios competitiva, la gestión óptima de los riesgos, o cumplir con exigencias regulatorias, es decir, afecta a todas las metas de la transición verde”, asegura y añade: “Además, esta falta de datos lleva a un entorno incierto y poco transparente, en contra del fin del EU Action Plan, donde el CSO ha de hacer de guía. Por el contrario, la disponibilidad y uso sencillo de los datos, junto con la tecnología, por ejemplo a través de la inteligencia artificial (AI) y Distributed Ledger technology (DLT), y la regulación, serán las llaves para gestionar de forma adecuada el proceso ”, concluye el socio de Deloitte.  

Línea de reporte

El 82% de los responsables de sostenibilidad reporta directamente al más alto nivel de gestión de su organización, bien sea el Comité Ejecutivo, a los miembros del Consejo o a la C-Suite; mientras que el 14% lo hace a un grupo de interés dentro de su departamento, el cual a su vez responde ante la alta dirección. Más de la mitad opina que informar a estas capas directivas es efectivo. Cuanto más alto reportan dentro del organigrama, más optimistas son con la utilidad e importancia de ello –de este porcentaje a favor, el 40% informa al Comité Ejecutivo o a un miembro del Consejo y otro 40%, al consejero delegado (CEO)-.

En cuanto a la relación con el CEO, la mitad de los encuestados declara que se reúne mensualmente con este, mientras que un cuarto asegura hacerlo semanalmente. Todavía existe margen para aumentar la frecuencia de este reporte, siendo ésta la dirección a seguir para poder reforzar la figura del CSO, ampliando su presencia y capacidad de comunicación, lo que le permitirá en última instancia abarcar sus crecientes retos.

Próximos pasos

El rol del CSO requiere de un balance entre la visión de negocio, conduciendo la estrategia de sostenibilidad de la organización para aprovechar las nuevas oportunidades que están surgiendo en este ámbito, y comunicar el plan de acción en un lenguaje que sea comprensible por todos los miembros de la organización, de manera que sea eficaz dicha estrategia.

En el sector bancario, este está evolucionando, su función nunca había requerido de tantas responsabilidades y de capacidades tan variadas y fundamentales a las que se le exigen hoy en día. A futuro, se señalan las siguientes buenas prácticas a proponer: ser capaz de liderar el cambio necesario hacia la sostenibilidad -con foco en temas de ESG relevantes para la entidad-; de orquestar a los diferentes departamentos implicados con una visión completa que genere un compromiso efectivo con los principales stakeholders; y tener la habilidad de adaptarse al horizonte actual con metas ambiciosas, una profunda fragmentación de la regulación europea y una medición de resultados con información incompleta.

A pesar del protagonismo y las crecientes expectativas puestas en la sostenibilidad en el sector bancario, la intensidad de involucración actual no es la misma a todos los niveles de la organización. La labor del CSO va más allá de transmitir las regulaciones o expectativas ESG, debe realizar un intenso trabajo de concienciación desde la base –empleados- hasta lo más alto de la organización, lidiando con un contexto dinámico y exigente que son los stakeholders. De ello depende que las entidades sean capaces de transformarse óptimamente a nivel operativo, en línea con lo que se espera de los pioneros en el sector.

¿Sigue vigente la fórmula 60/40 en tiempos de inflación disparada?

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La fórmula 60/40, de probada eficacia, para las carteras de inversión de compra y mantenimiento, tuvo su peor comienzo desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la estrategia, dividida entre el índice S&P 500 de acciones (60%) y los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años (40%), cayó cerca de un 20% en la primera mitad de 2022, la mayor caída registrada para el comienzo de un año, según Goldman Sachs Research.

Estas carteras «equilibradas», pensadas para combinar el mayor riesgo de las acciones con la relativa seguridad de los bonos del Estado, suelen tener diferentes formulaciones, como una mezcla de crédito corporativo o acciones internacionales, pero prácticamente todas han tenido uno de los peores comienzos de año de su historia, según Christian Mueller-Glissmann, jefe de investigación de asignación de activos dentro de la estrategia de carteras de Goldman Sachs.

“Casi todos los activos se encontraban en una posición precaria a principios de año, ya que las valoraciones de las acciones y los bonos rondaban sus niveles más altos en un siglo”, afirma Mueller-Glissmann.

Según el experto, décadas de inflación contenida permitieron a los bancos centrales bajar los tipos de interés para tratar de suavizar el ciclo económico, lo que a su vez hizo subir los activos, desde las acciones hasta los precios de la vivienda.

De hecho, en la década anterior a la crisis generada por la pandemia, una simple cartera estadounidense 60/40 triplicó su media a largo plazo de rentabilidad ajustada al riesgo.

Sin embargo, en el 2022, los precios al consumo y los salarios se aceleraron, los bancos centrales, como la Fed, se apresuraron a revertir sus políticas. Esto dio lugar a uno de los mayores saltos de la historia en los rendimientos reales (rendimientos de los bonos menos la tasa de inflación).

Mientras los responsables políticos intentan contener la inflación disparada, a los inversores en bolsa les preocupa cada vez más que esos esfuerzos frenen el crecimiento, lo que podría llevar a grandes economías como la estadounidense a una recesión.

La preocupación de los inversores se ha desplazado recientemente de la inflación a la preocupación por la recesión a medida que las expectativas de inflación disparadas han disminuido, pero podría ser demasiado pronto para desvanecer los riesgos de inflación, al menos a medio plazo, afirma Mueller-Glissmann.

«En contraste con el último ciclo, hemos tenido una mezcla de condiciones de crecimiento e inflación que son bastante poco amigables», asegura el experto.

El 60/40 puede seguir teniendo sentido como punto de partida para la asignación de activos. Ha sido la proporción óptima por término medio desde 1900 para maximizar la relación riesgo-recompensa de una cartera compuesta únicamente por acciones y bonos (aunque la asignación óptima a la renta variable ha variado sustancialmente a lo largo del tiempo en función de las condiciones macroeconómicas más generales), indica Goldman Sachs Research.

Sin embargo, las perspectivas para el 60/40 podrían no mejorar de inmediato, mientras la inflación se filtre y el endurecimiento de los bancos centrales pese sobre el crecimiento. «No creo que esté muerto, porque el entorno actual no durará para siempre, pero ciertamente no es adecuado para ese tipo de escenario», dice Mueller-Glissmann.

Para el experto, «en un entorno en el que hay tanto riesgo de crecimiento como de inflación, como la estanflación, las carteras 60/40 son vulnerables y hasta cierto punto incompletas. Hay que diversificar más ampliamente hacia las clases de activos que pueden hacerlo mejor en ese entorno».

Los inversores también pueden considerar los activos que luchan contra la inflación. «La automatización es un ejemplo, si se encuentran modelos de negocio que se benefician del crecimiento estructural debido a la mayor inflación», dijo. «Hay muchas oportunidades que surgen debido a este nuevo mundo en el que tenemos más inflación y más incertidumbre sobre la misma. Pero lo más importante es que son muy diferentes de lo que veíamos como la mejor inversión de los últimos 20 o 30 años».

En lugar de una startup tecnológica que podría no producir beneficios hasta dentro de muchos años, los inversores están favoreciendo a las empresas que ya pueden producir beneficios y dividendos. Los almacenes han sido una inversión popular a medida que se acelera el comercio electrónico. La demanda de empresas que fabrican baterías ha crecido en medio de una creciente atención a la infraestructura de energía renovable.

Pero a medida que aumentan los riesgos de recesión, algunos activos reales también se han vuelto más volátiles en los últimos meses. Se atribuye al premio Nobel de Economía Harry Markowitz la afirmación de que la diversificación es el único almuerzo gratuito en las finanzas. Mueller-Glissmann afirma que ese principio se aplica también a la inversión en activos reales. Suelen ser heterogéneos, con diferentes riesgos.

En el futuro, la gestión activa de la cartera, las asignaciones a activos alternativos -como la renta variable privada, aunque también puede incluir los fondos de cobertura- y las nuevas estrategias para mitigar el riesgo, como las coberturas de opciones, van a ser más importantes en la inversión en activos múltiples, dijo Mueller-Glissmann.

«No estoy de acuerdo con que la diversificación sea la única comida gratis en las finanzas», añadió, pero matizó asegurando que «ciertamente sigue siendo un principio de inversión fundamental para cualquier inversor».

Mark Mobius: “La vieja regla del impacto de los tipos estadounidenses en los mercados emergentes se ha roto”

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Singapur, Dubai, Sri Lanka y Egipto son los últimos países que Mark Mobius y Carlos von Hardenberg, cofundadores de Mobius Capital Partners, han visitado antes de su parada en España. Según reconoce el apodado “Indiana Jones de la inversión en mercados emergentes”, caminar por las calles y compartir la cotidianidad de la vida sigue siendo la mejor forma de descubrir oportunidades de inversión en estos mercados.

Bajo el pesado calor de Madrid y después de reconocer que aún no ha encontrado la palabra jubilación en el diccionario, hemos charlado con él y con su socio Carlos Hardenberg para conocer su visión de los mercados emergentes tras la pandemia del COVID-19 y con la guerra en Ucrania de fondo. Su primera reflexión al respecto es clave: “Una de las cosas más importantes que tenemos que recordar es que el significado de los mercados emergentes ha cambiado por completo”.

En este sentido, Mobius explica que antes el concepto se limitaba a un “puñado países”, ahora el concepto se ha abierto, en especial en Latinoamérica y Asia, pasando de una percepción de un país con ingresos bajos/medios a uno con mayor nivel de riqueza, como por ejemplo el caso de Corea. “Ahora tenemos más de 70 países en todo el mundo que consideramos mercados emergentes. En Asia, tenemos a Corea, Taiwán, China, Hong Kong, Filipinas, Vietnam, Tailandia, Malasia, Singapur, Indonesia, India y Sri Lanka. En Europa del Este, nos encontramos con Polonia, Hungría, República Checa, Turquía, y por supuesto, Rusia. En el caso de África, hay multitud de mercados fronterizos, donde los más grandes son Sudáfrica y Egipto; y en Oriente Medio destacan Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Omán. Y por supuesto luego estaría Latinoamérica”, explica detalladamente.

Según reconocen, este cambio de “significado” sobre los mercados emergentes les ha supuesto también cambiar el enfoque a la hora de invertir. “Después de 20 años trabajando juntos y de estar más orientados a tener grandes fondos, vimos que era complicado alejarse del índice, así que cambiamos la forma de abordar la inversión y pasamos a fondos más pequeños y especializados, centrados en las mejores empresas que no están en el índice y que podemos gestionar pisando el suelo de esos países”, afirma Mobius.

En opinión de Hardenberg este nuevo enfoque ha sido necesario porque el panorama de los mercados emergentes ha cambiado enormemente. Según explica, hace 15 años, todo giraba en torno a las materias primas y las telecomunicaciones, primando las compañías con modelos de negocio muy simples. “En aquel momento, la tecnología representaba menos del 5% del universo de los mercados emergentes y ahora las empresas orientadas a la tecnología son más del 30%. Hay mucha más innovación y marcas únicas que provienen de los mercados emergentes, por lo que es necesario analizar las empresas de manera diferente. Por ejemplo, antes solo exportaban bienes y servicios básicos, ahora exportan algunos de los productos más complejos del mundo, como es el caso de los semiconductores. La tecnología y la innovación son las nuevas commodities de los mercados emergentes”, afirma.

Un contexto complejo: pandemia, tipos de interés, geopolítica… 

La nueva visión e interpretación que hacen ambos expertos ha tenido que lidiar con un entorno complejo, comenzando con la pandemia del COVID-19 hace dos años y por el fuerte bloqueo que sufrieron todas las economías. Sin embargo, Mobius señala que, pese a que numerosas compañías quebraron, muchos de estos países hicieron “los deberes”.

“En este contexto, la aplicación masiva de la digitalización ha sido algo diferenciador en los mercados emergentes. De hecho, te diría que la tecnología ha tenido un mayor impacto en los países emergentes que en los desarrollados. Por ejemplo, hay compañías kenianas que han sido las primeras en el mundo en desarrollar sistemas de pagos con móviles porque allí no tenían nada más”, añade Hardenberg.

En este sentido, Mobius considera que la evolución y los cambios que han experimentado los mercados emergentes también les ha liberado de la “vieja regla” de que los tipos de interés más altos en EE.UU. tienen impacto desastroso en ellos. “En la primera mitad de la década de 1990, los mercados emergentes apenas tenían reservas de divisas. Ahora tienen una gran cantidad de reservas de divisas que cubren todas sus importaciones hasta un año. Eso es lo primero. En segundo lugar, son países menos apalancados, por lo que tienen menos deuda. El primer desarrollo de los mercados emergentes se financió en su totalidad con préstamos en dólares estadounidenses, lo que les hizo muy vulnerables a los tipos estadounidenses. Pero eso ya no es así, lo que explica el desacoplamiento que estamos viendo de los mercados emergentes”, explica.

Mobius y Hardenberg coinciden en que una parte del contexto actual ha sido generado por los propios bancos centrales y su política monetaria de los últimos años, de la cual no saben salir. “Los bancos centrales siempre han cometido errores. Es la misma historia de siempre: las cosas van mal, intentan reactivar la economía y luego intentan retirarse cuando llega la inflación. Y, si repasamos la historia, nunca ha salido bien. Las monedas no han funcionado desde los Romanos, las divisas siempre pierden valor. Por eso le decimos a la gente que invierta en renta variable porque las buenas empresas ajustan sus precios con la inflación”, argumenta Mobius.

Respecto a la mayor presencia de riesgos geopolíticos a la hora de invertir, los años de experiencia de Mobius le permiten hacer una interpretación serena: “El riesgo político siempre ha estado ahí. Siempre ha habido guerras, inflación, cambios políticos… Estábamos invirtiendo en Brasil cuando la inflación era del 3000%; y era una buena noticia porque pocos días antes había estado al 4000%. Con esto quiero decir que todo es relativo. Hemos pasado por muchos cambios y seguirá habiéndolos, solo hay que tenerlos en cuenta”.

Oportunidades de inversión

A la hora de hablar de oportunidades de inversión, Mobius empieza por su última gran apuesta: India. Según destaca, el país está lleno de “empresas estupendas y muy rentables, con una gestión inteligente”. Sus viajes por el país le han demostrado que una de las ventajas que tiene este mercado es que hablan inglés, por lo que pueden hacer negocios a nivel mundial, y cuenta con una población muy joven. “La edad media en India es de 26 años, en China es de 36 años. Es una gran diferencia. Así que, de cara al futuro, creo que India subirá. Verás la tasa de crecimiento, la de India es muy alta”, matiza.

En segundo lugar, señala a Brasil. Mobius explica que el sector más interesante es el tecnológico, seguido por la ingeniería industrial. “Brasil es una nueva Silicon Valley, con ciudades con una gran capacidad de innovación y fintech, polos de inversión en soluciones digitales. En consecuencia, hay una importante industria de venture capital en Brasil que está apoyando el desarrollo de estos polos”, añade.

Por último, otro mercado que considera que no se puede ignorar es China, pese a los riesgos que ha planteado para los inversores en este último año. En este sentido, afirma: “Hay muchas cosas que no compraríamos, como, por ejemplo, las empresas de educación, los grandes bancos chinos o las compañías de seguros, que tienen mucha competencia, o las grandes empresas tecnológicas chinas, que seguirán viendo cierta presión de los reguladores. A nosotros nos gustan compañías más pequeñas, siempre hay que tener tiempo para ellas. Además, no nos gustan las empresas que no les gustan a Xi Jinping”.

Por su parte, Hardenberg lanza una visión transversal de estos mercados e insiste en que su convicción es que lo más interesante en los mercados emergentes es más bien la innovación. “La innovación y los datos son las nuevas materias primas de los mercados emergentes. Es cierto que las materias primas tradicionales fluctúan su precio y generan rendimiento, pero hay muy poco valor añadido en ellas. Nos interesan las empresas que toman el cobre y lo convierten en algo innovador, como los chips o los semiconductores”, afirma.

Tal y como recuerdan al final de nuestra charla, los activos de mercados emergentes tienen un importante papel de diversificación y rendimiento adicional que aportar a las carteras de los inversores en este complicado contexto de mercado. “Si inviertes en las empresas adecuadas, logras un valor adicional y sustancial para la cartera. Pero, por supuesto, hay que tener cuidado y seleccionar muy bien en qué invertir”, concluye Hardenberg.

Robeco ficha a David Thomas como gestor jefe de cartera para su nueva estrategia RobecoSAM Biodiversidad

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Robeco ha nombrado a David Thomas gestor jefe de cartera para reforzar el equipo de inversión de la próxima estrategia RobecoSAM Biodiversidad. Según indican, Thomas se ha incorporado a las oficinas de la compañía en Zúrich y trabajará junto a profesionales de los equipos de Inversión Temática, Análisis de IS y Titularidad Activa de Robeco.

Junto con Aaron Re’em, veterano miembro del equipo de inversión temática de Robeco y uno de los principales arquitectos de la estrategia de inversión en materia de biodiversidad, Thomas se responsabilizará del lanzamiento de la estrategia de inversión temática RobecoSAM Biodiversidad en el cuarto trimestre de 2022.

Licenciado en Dirección de Empresas por la Universidad Swinburne y graduado en el Programa de Liderazgo de la Harvard Business School, David Thomas aporta 28 años de experiencia en los mercados financieros. Procede de Ellerston Capital, donde era gestor de cartera y gestionaba diversas estrategias, entre ellas un fondo para uno de los mayores patrimonios soberanos de activos del mundo. Ha trabajado para empresas globales como Price Waterhouse Coopers, Macquarie Bank, Morgan Stanley o CLSA, donde enriqueció sus conocimientos de los mercados de renta variable con el desempeño de diversos cargos en Sidney y Londres, especializándose en los sectores de consumo y TI.

“Estamos muy contentos de dar la bienvenida a David en Robeco. Nuestra oferta de inversión temática y por tendencias ha registrado un fuerte crecimiento, y gracias a nuestra dedicación, ambición y compromiso estamos en condiciones de atraer a profesionales de talla mundial. El nombramiento de David constituye un paso esencial para el lanzamiento de la estrategia de inversión temática RobecoSAM Biodiversidad, que marca un hito importante en la hoja de ruta de biodiversidad que expusimos a principios de año”, ha indicado Mark van der Kroft, CIO de renta variable cuantitativa y por fundamentales de Robeco.

Por su parte, David Thomas, ya como gestor jefe de cartera de la estrategia RobecoSAM Biodiversidad de Robeco, ha añadido: “La creciente pérdida de biodiversidad entraña riesgos significativos para la economía global: 44 billones de dólares, equivalentes a la mitad del PIB mundial, dependen de la naturaleza. El sector financiero tiene un papel determinante que jugar en la reducción continuada de la pérdida de biodiversidad, mediante la inversión en empresas que utilicen el capital natural de forma sostenible o lo preserven. Es un gran orgullo haber sido nombrado gestor jefe de cartera de la nueva estrategia. Estoy encantado de trabajar con Aaron y todo el equipo de inversión y especialistas de IS. Juntos nos proponemos ofrecer a los clientes una oportunidad muy interesante y significativa en el ámbito de la biodiversidad”.

Robeco tiene previsto lanzar la estrategia RobecoSAM Biodiversidad en el cuarto trimestre de 2022. Según explican desde la gestora, será una estrategia de gestión activa, que invertirá en una cartera focalizada, aunque diversa, de empresas sostenibles. El universo de inversión estará integrado por empresas que fomenten el uso sostenible de los recursos naturales y los servicios ecosistémicos, así como tecnologías, productos y servicios que sirvan para reducir amenazas a la biodiversidad o restituir los hábitats naturales. “Esta estrategia estará clasificada en el artículo 9 del Reglamento sobre divulgación de información de sostenibilidad de la UE (SFDR)”, añaden desde Robeco.

Scope Ratings recibe el mandato de la Comisión Europea para calificar su solvencia

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Pixabay CC0 Public Domain

Scope Ratings ha recibido un mandato de la Comisión Europea para calificar los instrumentos de deuda de la UE. “El mandato llega en un momento en que la respuesta de Europa a la pandemia y a los retos medioambientales está convirtiendo a la UE en uno de los mayores emisores de deuda en euros del mundo”, explican desde la compañía.

De esta forma, Scope Ratings se convierte en la primera agencia de calificación europea que recibe el mandato de la Comisión Europea, que se financia en los mercados de capitales en nombre de la UE, para calificar sus instrumentos de deuda. “Este mandato de calificación de la Comisión Europea marca otro hito para Scope Ratings como agencia de calificación fiable e independiente en el centro de los mercados de capitales en Europa», ha afirmado Florian Schoeller, director general y fundador de Scope Group.

En el marco de sus programas NextGenerationEU (hasta 806.000 millones de euros) y SURE (hasta 100.000 millones de euros) de respuesta a la pandemia, así como de los programas consecutivos destinados a los Estados miembros de la UE y a terceros países, la UE ha emitido hasta la fecha más de 220.000 millones de euros desde octubre de 2020, incluidos 91.800 millones de euros en bonos sociales y 28.000 millones de euros en bonos verdes NextGenerationEU.

Además, para apoyar la agenda verde europea, la Comisión emitirá hasta 250.000 millones de euros en bonos verdes, consolidándose como emisor de referencia a nivel mundial para los inversores que buscan invertir en instrumentos financieros sostenibles. La respuesta de la UE a la pandemia también supone un impulso adicional para la profundización y ampliación de los mercados financieros en Europa y la finalización de la Unión de Mercados de Capitales (UMC, por sus siglas en inglés).

“Scope asignó por primera vez una calificación a la UE en febrero de 2019 de forma voluntaria y ratificó las calificaciones AAA/Estable en octubre de 2021. Además de la Unión Europea, Scope también califica públicamente a las siguientes entidades supranacionales voluntariamente: Banco Europeo de Inversiones, Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, Banco de Comercio y Desarrollo del Mar Negro, Mecanismo Europeo de Estabilidad y Fondo Europeo de Estabilidad Financiera”, destacan desde la compañía.

Novedades en Scope

El mandato de la Comisión Europea es un nuevo e importante paso para la agencia, la cual se apoya especialmente en la fuerza de su base de accionistas europeos. En este sentido, la firma informa de que, recientemente, AXA se ha convertido en accionista estratégico, ampliando la base de inversores institucionales que respaldan a la agencia de calificación europea.

«La inversión de AXA acelera el desarrollo de Scope, además de ser un voto de confianza en la alternativa de calificación europea por parte de la mayor compañía de seguros de Europa», ha añadido Schoeller.

Según indica, AXA se ha unido a las filas de otras compañías de seguros, como HDI/Talanx, die Mobiliar y Signal Iduna, así como a la mayor fundación alemana RAG-Stiftung, que han invertido en Scope en los últimos años. Los accionistas principales del Grupo Scope siguen siendo Florian Schoeller y Stefan Quandt (AQTON).

GAM nombra a Sally Orton directora financiera del Grupo

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En el marco de la presentación de sus resultados del primer semestre del año, GAM Holding AG ha anunciado el nombramiento de Sally Orton, actual directora financiera adjunta, como nueva directora financiera del Grupo (CFO) y miembro del Consejo de Administración del Grupo (GMB), en sustitución de Richard McNamara.

Según ha explicado la compañía, McNamara ha decidido dejar su cargo después de haber ocupado el puesto de CFO del Grupo desde 2015. Desde GAM han matizado que el nombramiento de Orton tendrá efecto inmediato, aunque la salida de McNamara no se producirá hasta finales del año, “facilitando así un traspaso fluido”. 

“Estoy encantado de que Sally haya sido nombrada directora financiera del Grupo y me gustaría darle una cálida bienvenida al Consejo de Administración del Grupo. También me gustaría agradecer a Richard su enorme contribución a GAM durante los últimos siete años. Ha sido un gran apoyo para mí personalmente y ha trabajado incansablemente para ayudarnos a gestionar un período difícil. Sally ha desempeñado el papel de subdirectora financiera desde principios de este año, tiene una amplia experiencia en la gestión de activos y es un miembro inestimable de nuestro equipo directivo”, ha indicado Peter Sanderson, CEO de GAM Investments.

Sally Orton, que cuenta con más de 25 años de experiencia, se incorporó a GAM en mayo de 2022 como directora financiera adjunta. A lo largo de su trayectoria profesional, ha desempeñado funciones de liderazgo y ejecutivas en empresas cotizadas de gestión de activos, seguros, banca e infraestructuras. Sally también cuenta con 15 años de experiencia en la práctica contable, obteniendo el título de KPMG en Australia antes de trasladarse al Reino Unido, donde pasó un período combinado de 10 años con PwC y EY, especializada en tareas de auditoría y asesoramiento para empresas bancarias y de mercados de capitales.

Lo que piensan los inversionistas de la Costa Oeste de EE.UU. sobre América Latina

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Los inversionistas de la Costa Oeste de Estados Unidos están mirando a América Latina con cierto resquemor. Eso es lo que revela un reporte de BBVA Corporate & Investment Banking sobre las reuniones que han estado teniendo recientemente con clientes.

“Encontramos que los clientes están bastante cuidadosos con América Latina, debido al escenario externo desafiante y turbulencias políticas locales”, señaló el estratega de tasas locales de la firma, Mario Castro, tras dos semanas de reuniones con clientes en la Costa Oeste.

Por el lado externo, señaló el ejecutivo, la mayoría de los clientes están de acuerdo con que el entorno seguirá siendo desafiante, producto de “una combinación tóxica, de una desaceleración económica combinada con una inflación potencialmente pegajosa” en varios países.

Castro también reportó que la mayoría de los clientes con los que se reunieron también sienten que este escenario seguirá apoyando la fortaleza del dólar, y un apetito reducido por activos de mercados emergentes.

“Algunos de ellos señalaron que invertir en emergentes en los próximos trimestres va a ser un ejercicio de selección, con una discriminación más alta de lo normal contra países con antecedentes de debilidad en macroeconomía y/o política”, agregó el ejecutivo.

Región andina

En este contexto, BBVA destacó que los países de la región andina –es decir, Chile, Perú y Colombia– concentran la atención de los inversionistas de la Costa Oeste. En particular, Colombia fue el foco de las preguntas, considerando que las últimas elecciones terminaron con la histórica victoria del primer presidente de izquierda en la historia del país, Gustavo Petro.

“En el caso colombiano, la mayoría de las preguntas estaban centradas en la probabilidad de que se aprueben las reformas que probablemente van a presentarle al Congreso en el corto y mediano plazo (como impuestos y pensiones), y sus implicaciones”, describió Castro en su reporte.

En esa línea, el ejecutivo señala que hubo preguntas sobre la probabilidad y posibles resultados de la propuesta de paralizar nuevos contratos de exploración petrolera.

Más allá de estas preguntas, que en el banco de inversiones califican como “normales”, Castro reportó “mucha más curiosidad de lo normal” sobre las perspectivas para el déficit de cuenta corriente, la probabilidad de mejora o empeoramiento, y cómo las políticas del nuevo gobierno podrían llevar a un estrechamiento de las condiciones de financiamiento externo.

“A pesar de la curiosidad sobre Colombia, no percibimos mucho apetito por su deuda local (desde el punto de vista estratégico), dada la compleja combinación de incertidumbre externa y local”, comentó el estratega de BBVA.

Eso sí, aseguró, desde una perspectiva de más corto plazo, “los clientes todavía están dispuestos a explorar oportunidades, dada la alta volatilidad, niveles de entrada atractivos y que las tasas de los bonos del Tesoro de EE.UU. se ven limitadas en el upside (al menos temporalmente), considerando la inminente desaceleración de la economía estadounidense”.