Carlos San Basilio, presidente de la CNMV, ha realizado un balance de los mercados en 2025 y compartido sus perspectivas para 2026, durante unas jornadas organizadas por IEB bajo el título “Los desafíos financieros y económicos de España en 2026”. Basilio, a cargo de la conferencia inaugural, destacó que cerramos un año de exuberancia en los mercados, pero también un claro crecimiento de los desafíos y riesgos. Además, con la vista puesta en el próximo ejercicio, ha destacado que nos enfrentaremos a una agenda normativa que “redefinirá el marco regulatorio de los mercados en Europa”.
Empezando por su valoración sobre el comportamiento de los mercados en este año, San Basilio considera que este ha sido un buen año para los principales activos -renta variable, renta fija y private equity-: “La renta variable es la más atención mediática ha tenido, la realidad es que es difícil encontrar un índice que no haya subido entre un 10% y un 20% durante año. Lo mismo ocurre en renta fija, aunque también se ha observado una tendencia muy clara en los precios, una compresión de los diferenciales y una demanda pujante. Incluso hemos visto la consolidación de los instrumentos más relevantes del mundo cripto, básicamente el bitcoin que ha tenido una tendencia positiva durante todo el año y ha llegado a niveles de capitalización récord. Comienza a ser un componente del mercado relevante que no se puede obviar”.
Exuberancia y riesgos
Aunque ha insistido en el buen momento de los mercados, “mires a donde mires”, también ha señalado que esta gran exuberancia viene acompañada de un aumento de los riesgos, los desafíos y las amenazas. En este sentido, San Basilio señaló que las conversaciones sobre si habrá una corrección o no, y sobre cómo será, reflejan claramente que los riesgos del mercado han aumentado. “En 2025, hemos visto un claro debate sobre posibles burbujas de valoración en determinadas bolsas, en especial en valores relacionados con la tecnología y la inteligencia artificial. Un debate que nos retrotrae a lo ocurrido con la burbuja de las puntocom, aunque las circunstancias no sean exactamente las mismas”, ha señalado.
Es más, reconoce que lo que más le ha llamado la atención ha sido que esta evolución tan positiva de todos los mercados financieros se produce en un año en el que hemos tenido bastantes “malas noticias” desde el punto de vista de la geopolítica. “Estamos teniendo una geopolítica cada vez más complicada, con las alianzas tradicionales que están bajo revisión, con tensiones arancelarias, con un proceso de cambio en el sentido de globalización y con la vuelta de las luchas comerciales”, ha afirmado San Basilio.
A estos riesgos y desafíos, ha añadido el bajo nivel de crecimiento de la economía global, en particular en Europa. Según su visión, se trata de un escenario de crecimiento reducido, donde España muestra un mejor comportamiento frente a Italia, ni Francia, ni Alemania, ni Reino Unido, que hasta ahora eran los motores de la región. “Este entorno no es el más favorable para los mercados financieros en Europa. Además, frente a este crecimiento reducido, vemos unos elevadísimos niveles de endeudamiento del sector público y privado”, ha comentado.
Según San Basilio, a pesar de todos estos desafíos, los mercados han seguido creciendo y confiando en que “unas noticias se compensan con otras”, así como en las fuertes expectativas en torno a la IA. Sobre estas expectativas y la posibilidad de una burbuja, ha señalado que, probablemente, hay elementos fundamentales muy diferenciadores de la posible situación que se está generando ahora con la inteligencia artificial respecto a la que vivimos en principios de los 2000 con la burbuja de las puntocom y con la generalización de la utilización de las redes y de Internet. “La principal diferencia es que en aquella ocasión las expectativas se basaban en que, de forma rápida, la tecnología revolucionaría los modelos de negocio de las compañías y aumentaría los beneficios de las empresas, y aquello no ocurrió a la velocidad esperada. En cambio, ahora vemos cómo las empresas centrales que empujan esta tecnología ya tienen beneficios y nuevos modelos de negocio”, ha explicado.
Bolsa española
Al poner el foco en el mercado financiero español, el presidente de la CNMV ha destacado algunas de las tendencias vistas en 2025. “Empezando por la renta variable, el Ibex ha tenido un gran comportamiento, duplicándose en casi tres años y convirtiéndose en uno de los índices más dinámicos de Europa. También es verdad que ha sido uno de los índices que más ha tardado en recuperar sus niveles tras todos los episodios de volatilidad vividos, como el COVID. Si miramos los múltiplos en nuestro mercado, pues pensarías que todavía hay recorrido, comparándose no ya con los múltiplos americanos, sino con los múltiplos de otros mercados europeos”, ha afirmado tras recordar el alto nivel de concentración que tiene el Ibex.
Además, San Basilio ha destacado el aumento de la actividad de mercado. “Se ha producido una cierta recuperación de los niveles de negociación, tanto en el mercado primario como en el secundario, tendencia que no ha sido capaz de frenar la incertidumbre geopolítica. Aunque no se ha revertido la tendencia del bajo número de salidas a bolsa, que se lleva arrastrando en los últimos cinco años”, ha explicado.
En lo que sí considera que se ha producido un cambio es en las emisiones de renta fija. Según ha comentado, se han orientado más hacia el mercado doméstico frente al mercado extranjero: “Este año vamos a tener unas emisiones en conjunto por parte de las empresas españolas de renta fija parecidas a las del año pasado, pero va a estar casi 50-50 entre las emisiones que se van a realizar en el mercado español frente a las que se realizan fuera de España, que son en gran medida en Irlanda, pero también en algunos otros mercados europeos. Aquí, para nosotros como emisor, como supervisor, es importante que nuestras infraestructuras, en este caso puestos y mercados, ofrezcan soluciones para las empresas españolas eficientes y en tiempo, que no les obliguen a salir a otros mercados para conseguir los objetivos que persiguen, de poder hacer una colocación rápida y profunda en muy poco tiempo”.
Para terminar la foto de los mercados financieros en España en 2025, San Basilio ha comentado cómo el private equity ha continuado con su crecimiento, tanto en términos de número de vehículos como de activos bajo gestión, que ahora mismo se sitúan ya cerca de los 50.000 millones de euros, la décima parte de lo que los inversores españoles invierten en los fondos de inversión tradicionales.
“Empieza a ser uno de los elementos relevantes en nuestro mercado, que además es complementario al inversión en fondos de inversión tradicionales, que sigue manteniendo un dinamismo, Mientras los fondos de inversión tradicionales, los activos bajo gestión pueden crecer en torno a un 5% o 7% al año, en private equity, los fondos bajo gestión están creciendo un 10% o 15% al año”, ha señalado.
Una mirada a 2026
A la hora de comentar cuál es su visión para el próximo año, no ha querido compartir su opinión sobre qué ocurrirá en el mercado, pero sí ha reconocido que muchas de las dinámicas que han funcionado este año, serán objeto de mayor análisis en 2026, entre ellos el debate en torno a una posible burbuja de la IA y el sostenimiento del nivel de endeudamiento de los gobiernos de países desarrollados. “Estos niveles de deuda en un entorno de crecimiento en general bastante limitado no dejan de ser una amenaza. ¿Hasta qué punto esta deuda es sostenible en la zona euro? Tenemos un banco central que ha demostrado su capacidad para la gestión de crisis en el pasado, pero no deja de ser por sorprendente que, a pesar del crecimiento de la deuda de los soberanos europeos, los spreads sigan en niveles tan bajos y que incluso se vayan reduciendo con lo que este es junto con las valoraciones uno de los elementos a los que ir poniendo el foco en los próximos meses”, ha comentado sobre el último la deuda pública.
En línea con su valoración del año, San Basilio ha querido recordar que en 2026 habrá que observar la evolución del mundo cripto, en particular de las llamadas stablecoin. Según ha reclamado, no nos podemos quedar fuera del debate sobre qué ventajas puede tener para el sistema financiero una stablecoin vinculada al euro y cómo incorporar esta tecnología a los instrumentos financieros, así como los riesgos y desafíos que plantea.
“En resumen, en 2026 nos vamos a encontrar con la duda de si vamos a tener un nuevo 2025, es decir, con tensiones pero con un buen comportamiento por parte de los mercados; o si finalmente vamos a ver ajustes significativos y un cambio de tendencia”, ha concluido sobre su visión para el próximo año.
Agenda regulatoria
Desde su labor como regulador, San Basilio ha querido destacar que 2026 será un año relevante en términos de regulación; en concreto, considera que habrá un cambio de tendencia. “En línea con las conclusiones del informe Draghi, y tal y como ya estamos viendo en 2025, estamos asistiendo a un cambio en la orientación de la normativa, pasando de poner el foco en la protección del inversor, a generar un marco regulatorio que, sin perder este objetivo, se simplifique y no suponga una pérdida de competitividad de nuestras empresas”, ha afirmado.
En su opinión, hemos acumulado un “exceso de regulación” y una fragmentación en los mercados de la Unión Europea, “con lo que algunas de las ventajas fundamentales de todo el proyecto comunitario no terminan de desarrollarse”.
San Basilio ha defendido que no se trata de una desregulación, sino de una simplificación de las normas. “No se trata de un movimiento pendular que nos haga retroceder y nos lleve a los males originarios, si no de conseguir un equilibrio”, ha señalado. Para el presidente de la CNMV, en 2026 se redefinirá el marco regulatorio de los mercados en Europa”.



