La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) ha publicado su programa de trabajo para 2026, un documento que continúa la estrategia plurianual 2023-2028 centrada en la estabilidad financiera, la integridad de los mercados y la protección del inversor. La institución, que presentó el plan el 3 de octubre de 2025, adelanta que podría recibir nuevas competencias en los próximos meses, lo que podría ajustar tanto el programa como su hoja estratégica.
«El plan sitúa entre sus ejes principales la simplificación normativa y el apoyo a la Unión de Ahorros e Inversiones, con el objetivo de mejorar la competitividad y reducir cargas administrativas. La ESMA confirma que en 2026 seguirá trabajando en expedientes legislativos relevantes, entre ellos EMIR 3.0, la puesta en marcha del punto de acceso único europeo o el desarrollo de la Estrategia de Inversión Minorista», señalan desde finReg360.
Según el análisis que hacen de este plan, la autoridad propone además un enfoque holístico para evaluar y simplificar la normativa financiera, revisando ámbitos como la información integrada de fondos, el reporting transaccional de MiFIR, EMIR y SFTR, y el análisis del denominado “investor journey”. Y añaden que, en cuanto a prioridades operativas, el programa se articula en tres grandes bloques: el refuerzo de mercados eficientes y estables, la mejora de la supervisión mediante herramientas homogéneas y avanzadas, y la protección del inversor minorista, con especial atención a la distribución digital de productos financieros y la gestión de conflictos de interés.
«El plan identifica dos ejes temáticos transversales: el avance en finanzas sostenibles, con nuevas guías para combatir el greenwashing, y la innovación tecnológica, que incluye el desarrollo de la futura ESMA Data Platform para el análisis conjunto de datos con autoridades nacionales y la exploración del uso de inteligencia artificial en labores de supervisión», apuntan
La agenda sectorial incorpora iniciativas en gestión de inversiones (con revisiones de AIFMD y UCITS), servicios de inversión, emisores y transparencia, incluido el impulso al single rulebook y al Listing Act, así como actuaciones en integridad de mercado y supervisión de infraestructuras críticas, especialmente en el marco del reglamento DORA.
Según la ESMA, las entidades financieras deben prepararse para posibles ajustes regulatorios vinculados a sostenibilidad, digitalización, protección al inversor e integridad de los mercados. La institución anunciará próximamente el detalle de las nuevas competencias que se le asignarán y que completarán las actuaciones previstas para 2026.



