Las acciones europeas han superado ampliamente a las estadounidenses este año. En concreto, si observamos los rendimientos, el S&P 500 ha subido un 2%, mientras que el MSCI Europe ha subido un 13% (a 20 de octubre de 2025). Según explica Hywel Franklin, responsable de Renta Variable Europea en Mirabaud Asset Management, los flujos han comenzado a desplazarse hacia Europa, pero todavía estamos en una fase inicial. “La mayoría de los inversores siguen apostando fuertemente por EE.UU., con una ponderación del 72% en el MSCI World, cerca de su máximo histórico”, apunta. Teniendo estos dos datos en cuenta, hemos abordado con él qué posición está teniendo realmente la renta variable europea en las carteras.
En este año hemos hablado de la vuelta a la renta variable europea, pero los máximos en la bolsa norteamericana continúan. ¿Hasta qué punto se ha materializado un giro hacia la renta variable europea? ¿Qué tendencias habéis observado vosotros?
Las acciones europeas han superado ampliamente a las estadounidenses este año: si observamos los rendimientos, el S&P 500 ha subido un 2%, mientras que el MSCI Europe ha subido un 13% (a 20 de octubre de 2025). Los flujos han comenzado a desplazarse hacia Europa, pero todavía estamos en una fase inicial. La mayoría de los inversores siguen apostando fuertemente por EE. UU., con una ponderación del 72 % en el MSCI World, cerca de su máximo histórico.
¿El llamado “fin del excepcionalismo americano” cree que es real?, ¿estáis realizando rotaciones en vuestras estrategias de renta variable global o temática hacia valores europeos
Al cien por cien. Incluso los propios estadounidenses reconocen ahora que se ha acabado. Esta era en la que una sola potencia ejercía un dominio global indiscutible era, en realidad, muy poco habitual. Y no hace falta que me creáis a mí, basta con fijarse en lo que dice el secretario de Estado estadounidense: Marco Rubio afirmó en una entrevista con Megyn Kelly en enero que “eso fue una anomalía”. Creemos que Europa es interesante ahora.
Hemos escuchado a muchos gestores decir que el mayor gasto europeo, la política fiscal y unas valoraciones más baratas explican el mayor atractivo por las inversiones europeas. ¿Cree que hay algo más aparte de esto? ¿Considera que estos argumentos son sostenibles en un horizonte de inversión a largo plazo?
Las valoraciones no resultan tan apasionantes como hablar de nuevas tecnologías, coches voladores o la llegada de la singularidad, pero lo cierto es que importan mucho. La mayoría de las veces, los inversores se centran en las grandes empresas o en las que han obtenido buenos resultados porque tienen una historia maravillosa que contar. Sin embargo, lo que más importa es lo que se paga por una inversión. Eso es lo que suele reducir el riesgo y sentar las bases para obtener rendimientos positivos. Con las valoraciones actuales, Europa sigue siendo atractiva a largo plazo.
De cara a prepararse para 2026, ¿cómo están ajustando las carteras ante la incertidumbre política y comercial?
No estamos haciendo cambios top-down; preferimos centrarnos en los nombres que nos gustan y que presentan perfiles de riesgo asimétricos potentes.
Si nos centramos en la parte de incertidumbre comercial. ¿Cuál es tu lectura y valoración sobre el impacto que tendrán los altos aranceles propuestos con Trump para el mercado de renta variable? ¿Está descontando el mercado nuevas tensiones comerciales o ya se le ha pasado el susto?
Creo que ya hemos superado el “pico de aranceles”. El abanico de resultados posibles se ha reducido mucho desde principios de año. Es un avance importante, porque ahora las empresas tienen más visibilidad sobre las reglas del juego, por lo que pueden planificar y seguir adelante. Los mercados miran hacia el futuro y ya están anticipando el final de este año y el inicio de 2026.
De todas las oportunidades de inversión que hemos ido hablar a partir del entorno actual, la más repetida es defensa. ¿Coincide con esta visión? ¿Hay algo más a parte del sector de defensa europeo que se pueda beneficiar del entorno actual?
La defensa acapara mucha atención, pero algunas de esas acciones me parecen algo caras. La mejora de la confianza gracias a la reducción del caos político, la mayor estabilidad económica, etc., debería provocar una marea ascendente que beneficie a muchos sectores, no solo al de la defensa.
El otro gran debate es si en el mercado de la IA se está generando una burbuja, ¿cuál es su visión sobre ello?
Creo que se está formando una burbuja, sí. La IA es fundamental para el mercado. La única pregunta es cuán avanzada está esa burbuja. Lo que es seguro es que es más difícil crecer rápidamente como empresa cuando se tiene una valoración de 4 billones de dólares que cuando se tiene una de 400 millones: hay demasiada gente que quiere una porción del pastel. Ahora tenemos a funcionarios del FMI y del Banco de Inglaterra advirtiendo sobre una burbuja de IA en Estados Unidos, y hemos tenido a la Fed de San Francisco y a Jeff Bezos diciendo que es una «burbuja buena». No sé qué tipo de burbuja es, pero el problema de las burbujas es que acaban estallando.
Teniendo en cuenta todo este entorno, ¿qué tipo de estrategia considera que es la más adecuada para capturar las oportunidades? (dividendos, inversión temática, ETFs activos…)
Hay que diversificar, y quizá convenga replantearse la exposición a EE.UU. Estados Unidos tiene una deuda considerable y va a emitir mucha más. Algunas acciones estadounidenses se cotizan a más de 20 veces sus ganancias, lo que me parece increíblemente caro. Por lo tanto, creo que tener una cartera diversificada será más importante que nunca y adoptar posturas contrarias al consenso dará sus frutos si el futuro difiere bastante del pasado reciente.
Según su experiencia, ¿qué errores suelen cometer los inversores al abordar la renta variable europea?
El error clásico en los mercados es fijarse en lo que acaba de ocurrir y dar por sentado que el futuro será más de lo mismo. Un buen ejemplo son los bancos europeos, cuyas acciones nadie quería hace cinco años, pero que desde entonces han superado incluso a los titanes tecnológicos. En este momento, los inversores no creen que Europa tenga mucho que ofrecer, pero aquí hay grandes empresas, innovación de primer nivel y un enorme potencial de inversión.
Si tuviera que resumir su visión para el inversor europeo a cinco años vista, ¿cuál sería su mensaje clave?
Confíen en Europa. A veces, las mejores oportunidades se esconden a plena vista.



Por Alicia Miguel Serrano