“Ha sido un buen año para los activos de riesgo y una nueva demostración de que mantenerse invertido a largo plazo acaba compensando”, resumió Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia de J.P. Morgan Asset Management para España y Portugal, durante el desayuno de prensa en el que la gestora presentó su visión de mercados para el último trimestre de 2025 y sus perspectivas de cara a 2026.
En el encuentro, la firma también comentó la publicación del nuevo informe Long Term Capital Market Assumptions, un documento donde analizarán previsiones a largo plazo. Según el estudio, la renta variable europea ofrecerá una rentabilidad esperada del 8,5 % en la próxima década, frente al 6,7 % previsto para Estados Unidos y el 7,2 % de los mercados emergentes.
“El diferencial de crecimiento entre regiones es significativo y respalda nuestra visión más constructiva en Europa”, destacó Gutiérrez-Mellado. Subrayó que el continente está experimentando un cambio de mentalidad económica con mayor inversión en defensa, infraestructuras y transición energética.
Un año positivo para los mercados, pese a la incertidumbre
A pesar de un 2025 marcado por la incertidumbre derivada de los aranceles y la desaceleración global, la directora de Estrategia calificó el ejercicio como “sorprendentemente sólido” para los activos de riesgo.
Los mercados emergentes superaron a los desarrollados, el estilo crecimiento (growth) batió al value, y Japón se consolidó como uno de los grandes del año gracias al impulso de las exportaciones. Europa, en cambio, perdió a lo largo del año algo de tracción respecto a Asia y EE. UU., donde las expectativas de bajadas de tipos por parte de la Reserva Federal hicieron que la confianza de los inversores estuviese presente.
“Ha sido otro año que demuestra que vender en los peores momentos suele ser un error. Quienes se mantuvieron invertidos han recuperado lo perdido y están ganando más”. Gutiérrez-Mellado insistió en la importancia de mantener carteras globales y diversificadas, recordando que, incluso tras caídas pronunciadas, una estrategia equilibrada tiende a batir a la liquidez en horizontes de uno a tres años.
Europa: más constructiva, pero con matices
La gestora considera que Europa atraviesa un punto de inflexión tras años de crecimiento más débil que el estadounidense. El continente “está cambiando su filosofía económica”, impulsado por una política fiscal más activa, el uso aún pendiente de los fondos Next Generation EU y un aumento del gasto en defensa y energía.
No obstante, la gestora advierte que la región sigue expuesta a riesgos como la fortaleza del euro y las tensiones comerciales globales.
Además, el ahorro acumulado por los hogares europeos en los últimos años puede convertirse en un motor adicional para el consumo. “A diferencia de Estados Unidos, las familias europeas fueron más prudentes durante la crisis energética”, afirma la experta.
Estados Unidos: beneficios sólidos, pero “no todo vale”
La economía estadounidense muestra señales de moderación. La inflación ronda el 3 %, el mercado laboral se enfría ligeramente y la FED ha iniciado un ciclo de bajadas de tipos tras nueve meses de pausa. La gestora espera dos nuevos recortes antes de fin de año, lo que relajaría las condiciones financieras y daría apoyo al consumo y a las pequeñas empresas.
En el plano corporativo, “las compañías han sorprendido positivamente, demostrando una gran capacidad de adaptación y eficiencia”. De hecho, EE. UU. acumula nueve trimestres consecutivos de crecimiento de beneficios, tres de ellos por encima del 10 %.
Sin embargo, a juicio de la experta, el periodo de dominancia absoluta del mercado norteamericano podría estar tocando techo: “Seguimos teniendo exposición a EE. UU., pero somos más selectivos y creemos que otras regiones ofrecerán mejores oportunidades en los próximos años”, añadió. Actualmente, la gestora mantiene una posición neutral entre EE. UU. y Europa dentro de sus carteras globales.
China y emergentes: dos velocidades, una oportunidad
Respecto a China, la economía del país “está avanzando a dos velocidades”: mientras la crisis inmobiliaria y la debilidad del consumo continúan en el país, el sector tecnológico y la inteligencia artificial han disparado su crecimiento. “El liderazgo tecnológico chino es innegable y será uno de los ejes de disputa con Estados Unidos en la próxima década”.
“La diversidad regional ya no es un lujo, es una necesidad”, afirmó la experta, insistiendo en la importancia de carteras globales que combinen exposición a desarrollados y emergentes.
Estrategia: ligera sobreponderación en bolsa y gestión activa
En cuanto al posicionamiento actual, la firma mantiene una ligera sobreponderación en renta variable frente a renta fija. “El entorno sigue siendo constructivo para los activos de riesgo, aunque mantenemos duración en carteras por si el crecimiento decepciona”, explicó.
Tras el estrechamiento de diferenciales, la gestora ha reducido su sobreponderación en crédito y mantiene exposición táctica a deuda soberana.
Por sectores, desde JP Morgan AM muestran preferencia por tecnología de calidad, sanidad y energías renovables, segmentos con potencial estructural de crecimiento. En materias primas, la firma gestiona la exposición de forma diversificada entre metales preciosos y básicos, mientras que mantiene una visión neutral sobre el dólar, con expectativa de ligera depreciación a medio plazo.