Hace un año analizamos el incipiente programa Value-up de Corea, destacando su potencial para enjugar el prolongado descuento de valoración del mercado coreano, supeditado a una ejecución eficaz. Desde entonces, el nuevo presidente ha puesto en marcha reformas que benefician a los accionistas, lo que se ha traducido en una subida anual del 62% del índice MSCI Korea en USD, que supera así tanto al MSCI Asia-Pacific ex-Japan como al S&P 500.
La renta variable coreana marcha en cabeza este año.
El programa Value-up pretende mejorar la divulgación de información, la transparencia, el buen gobierno empresarial y las rentabilidades para el accionista, con el compromiso de los responsables políticos de apoyar a los pequeños inversores nacionales. En julio, la Asamblea Nacional enmendó la Ley Mercantil para incluir explícitamente los intereses de los accionistas en los deberes fiduciarios de los miembros del consejo de administración. Otros cambios consistieron en aumentar el número de consejeros independientes, imponer el voto electrónico en las grandes empresas y limitar el poder de voto del accionista mayoritario al 3% en las elecciones de la comisión de auditoría.
Estas reformas han obtenido apoyo de los dos partidos del parlamento, a pesar de la formidable presión de los chaebols, los conglomerados familiares que dominan muchas empresas. Así quedó patente en agosto, cuando se aprobó una segunda enmienda a la Ley Mercantil, a pesar de la intensa oposición de los chaebols. Esta enmienda introdujo un sistema de voto acumulativo para las grandes empresas que permite a los accionistas minoritarios consolidar sus votos para elegir más eficazmente a los consejeros independientes.
Prioridad a los intereses de los accionistas
Los cambios en la Ley Mercantil deberían obligar a las empresas a reconsiderar cuidadosamente las acciones corporativas que pudieran perjudicar a los accionistas minoritarios, facilitar la participación de los inversores minoristas y fomentar el activismo accionarial, lo que incluye atraer a fondos activistas locales e internacionales.
La mejora del gobierno corporativo ya es evidente. Por ejemplo, en julio, PharmaResearch y Hana Micron cancelaron escisiones que habrían beneficiado a los accionistas minoritarios. Aunque los planes podrían haber prosperado en una votación, la dirección los retiró para evitar una reacción contraria, una medida sin precedentes en Corea.
El gobierno está estudiando una tercera ronda de enmiendas a la Ley Mercantil que podrían limitar la autocartera y modificar el régimen fiscal de los dividendos. En agosto, el gobierno propuso un plan fiscal que incluía tramos impositivos más bajos para los ingresos por dividendos. Aunque los niveles propuestos fueron superiores a las expectativas del mercado, es posible que se produzcan nuevas mejoras.
Las empresas coreanas amortizan autocartera.
En un nuevo impulso a los minoristas, se desecharon los planes de reducir el umbral del impuesto sobre las plusvalías, lo que indica que los responsables políticos son sensibles a los accionistas minoritarios y aumenta las expectativas de futuras modificaciones.
El impulso reformista de Corea se refleja en el aumento de las rentabilidades. Las cotizaciones están subiendo y las empresas aumentan los porcentajes de beneficio destinados a dividendo.
Nos gustan especialmente los holdings en los que prevemos una reducción sostenida del descuento sobre el valor de activo neto (NAV). Creemos que la revalorización de la renta variable coreana puede continuar. También seguimos de cerca los acontecimientos a más largo plazo, como la posible reforma del impuesto de sucesiones y la posible reclasificación de Corea de mercado emergente a desarrollado por parte de MSCI, lo que podría atraer importantes entradas de capitales internacionales.
Tribuna de Jaemin Shim, analista de renta variable en Fidelity International
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