Value Tree -compañía independiente de gestión de patrimonio financiero- es una de las últimas firmas en entrar en los mercados privados. La entidad acaba de anunciar el lanzamiento de su nuevo servicio de asesoramiento en inversión no cotizada, diseñado para inversores que buscan oportunidades muy exclusivas y de alto valor añadido. La firma, que celebrará su 25º aniversario en España el próximo año, ofrecía hasta ahora un servicio de gestión discrecional de patrimonio financiero cotizado, complementado con un servicio patrimonial personalizado.
Con este nuevo servicio, Value Tree da un paso más hacia un modelo 360º, consciente del creciente papel de los activos alternativos, especialmente del private equity. Parte del equipo de la compañía –Ana Ollinger, wealth manager y socia, Isabel Gaya, wealth manager y Lucas Monjardín, vicepresidente, director de inversiones y socio- detalló a Funds Society algunos aspectos de este lanzamiento.
¿A qué responde esta entrada en el negocio de activos alternativos?
En Value Tree siempre hemos sido conscientes del papel creciente que juegan los activos alternativos, en particular las oportunidades en private equity. Durante los últimos años hemos seguido muy de cerca este mercado, pero con la prudencia que nos caracteriza: no todo lo que brilla en este sector acaba siendo lo mejor. Por eso hemos preferido esperar el momento adecuado, analizar en profundidad el mercado hasta identificar opciones que de verdad cumplen con nuestros exigentes criterios: fiabilidad, exclusividad, atractivo, eficiencia en costes y, por supuesto, rentabilidad.
¿Han tenido muchas consultas por parte de clientes respecto a activos no cotizados?
Hemos percibido un creciente interés tanto de clientes actuales como de clientes potenciales, a quienes también va dirigida esta oportunidad. En especial, durante los últimos tres años este interés ha venido sobre todo de un perfil de inversores más jóvenes, concretamente, la franja de edad a partir de los 35-40 años.
¿Cuántas estrategias aconsejan a sus clientes?
En Value Tree llevamos casi 25 años -el año que viene celebraremos nuestro 25 aniversario- ofreciendo el servicio de gestión discrecional de cartera en activos cotizados. Ahora damos un paso adelante e iniciamos nuestra andadura en los mercados privados. Como primera aproximación para la mayoría de nuestros clientes, nos hemos decantado por una estrategia de buyout global a través de fondos de fondos. Esta elección nos permite optimizar el binomio riesgo-rentabilidad con una alta diversificación, aspectos clave en nuestra filosofía de inversión.
¿Cómo ha sido el proceso para elegir estas estrategias?
Llevamos varios años analizando en profundidad el mercado y reuniéndonos con actores clave —gestoras, asesores, clientes—. Sin embargo, lo más importante ha sido escuchar y entender las necesidades y el apetito inversor de nuestra clientela actual y futura. De ese trabajo hemos concluido que la estrategia de buyout elegida para esta entrada en los mercados privados es la que mejor encaja tanto con nuestros exigentes criterios de inversión.
A partir de ahora, ¿va a contar Value Tree con personal especializado en mercados privados?
Estamos en un momento clave de crecimiento y desarrollo en diferentes áreas y servicios. Nuestro core business en el plano de gestión -porque también ofrecemos servicio fiscal, patrimonial, legal, etcétera- son los mercados cotizados. Pero entendemos que los mercados privados, en determinados casos, complementan positivamente las carteras de los inversores aportando valor añadido y, por lo tanto, seguiremos, reforzando esta área para dar respuestas a las demandas de nuestros clientes actuales y futuros.
¿Ven alguna tendencia relevante en mercados privados?
Vemos una tendencia clara a la democratización, si bien creemos que hay que ser muy cautelosos y no dejarse llevar por las modas. Son activos ilíquidos, con el riesgo que ello conlleva, y complejos. Por ello, el papel de profesionales, como el equipo que conformamos, nos parece absolutamente vital en este contexto para que la selección de las oportunidades sea óptima y ajustada al perfil de cada inversor.