Los inversores internacionales siguen siendo los mayores propietarios de la bolsa española, aunque su participación cae levemente, mientras que la de las familias baja hasta mínimos de 32 años y la del sector público se eleva hasta su nivel más alto en 27 años. Son las principales conclusiones del Informe de Propiedad de las Acciones publicado por el Servicio de Estudios de BME con datos a cierre de 2024.
La participación de los inversores internacionales en la bolsa española se sitúa en el 48,7%, tres décimas menos que un año antes. Dentro del grupo de los inversores foráneos destacan los institucionales. Según los datos de FactSet, al cierre del primer trimestre de 2025, un total de 8.634 fondos privados participaban en el Ibex 35, con un valor de mercado de 207.300 millones de euros. De ellos, el 70,7% del número de fondos y el 48,7% de la capitalización es de fondos europeos, mientras que los norteamericanos suponen el 25% del total y el 46,9% de la capitalización.
Hay 72 gestoras con más de 500 millones de euros de participación en el selectivo español y, de ellas, once poseen en sus carteras acciones de todas las compañías del Ibex 35. Por grupos, destacan BlackRock (32.395 millones), Vanguard (22.989) y Capital Group (14.393).
El informe demuestra que cotizar en bolsa atrae la inversión extranjera. El peso del capital internacional en las compañías cotizadas casi duplica al de las no cotizadas: 48,7% frente al 25%, según los datos de las cuentas financieras del Banco de España. En las últimas dos décadas, el porcentaje de la propiedad foránea de las cotizadas ha crecido 11,6 puntos porcentuales, frente a los apenas 2,7 puntos porcentuales de las no cotizadas.
Por su parte, la participación del sector público en la bolsa española marca máximo de los últimos 27 años y llega gasta el 4,1%, ocho décimas más que el año anterior. A través de entidades como la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enaire y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el Estado mantiene posiciones estratégicas en compañías clave como Aena, CaixaBank, Indra, Telefónica, Enagás y Redeia.
Por el contrario, la participación de las familias en la propiedad de las acciones cae hasta el 15,8%, su nivel más bajo en 32 años. El dato contrasta con los niveles alcanzados a finales del pasado siglo, cuando los inversores minoristas participaron ampliamente en las grandes privatizaciones de empresas públicas y su peso en la Bolsa española llegó a superar el 35%.
El informe resalta la importancia de impulsar la presencia de inversores minoristas en la Bolsa, como persigue la iniciativa europea Saving and Investment Union (SIU), y comparten también estudios como el informe de la OCDE sobre los mercados de capitales en España o el Libro Blanco de BME.
Completan la estructura de la propiedad de las acciones españolas las empresas no financieras (un 21,6%, tres décimas menos que el año anterior), las instituciones de inversión colectiva (un 5,8%, una décima menos) y los bancos (un 4%, cinco décimas más).