Los mercados emergentes han tenido un desempeño sólido este año, apoyados por factores macroeconómicos, estructurales y geopolíticos, aunque las gestoras reconocen que sigue siendo necesaria una selección cuidadosa de países y sectores. ¿Por qué los inversores deberían asignar fondos a los mercados emergentes, sobre todo teniendo en cuenta los mayores riesgos que conlleva invertir en ellos?
En opinión de Tom Wilson, director de renta variable de mercados emergentes de Schroders, invertir en acciones de mercados emergentes proporciona acceso a oportunidades en países que representan más del 40% del PIB nominal mundial. «Esto es difícil de ignorar. Además, los mercados emergentes ofrecen ventajas de diversificación dentro de una cartera global», afirma.
En general, considera que el aumento de la tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, junto con el auge del proteccionismo, está generando más volatilidad y riesgo en los mercados emergentes que el observado entre 2001 y 2020. «Sin embargo, las valoraciones siguen siendo razonables, existen motores de crecimiento en todo el universo de los mercados emergentes que presentan un interesante conjunto de oportunidades y la depreciación del dólar estadounidense, si persiste, será un importante factor favorable para la renta variable de los mercados emergentes», añade.
En este sentido, según BlackRock, hay varios motores a favor de su comportamiento a destacar: «El primero es la debilidad del dólar estadounidense, que ofrece un respiro a muchas economías. El segundo, un panorama macroeconómico relativamente estable, acompañado de recortes en los tipos de interés y de un crecimiento sólido en determinadas regiones. El tercero, las grandes tendencias globales, desde la adopción acelerada de la inteligencia artificial, hasta la creciente fragmentación geopolítica», indican en su último informe. Con este telón de fondo, la renta variable emergente se mantiene en equilibrio, mientras que la deuda en divisa local aparece como una alternativa más interesante frente a la emitida en divisas fuertes.

Renta variable: mercados clave para diversificación
Algunas firmas de inversión, como es el caso de Julius Baer, reconocen que relación riesgo-rentabilidad en renta variable ha mejorado significativamente en los últimos meses, lo que les ha llevado a sobreponderar las acciones emergentes en sus estrategias. «Tras una década de rendimiento inferior al de los mercados desarrollados, el ciclo está cambiando a favor de los mercados emergentes, con una mejora de las tendencias políticas y monetarias (flexibilización de la Fed, debilitamiento del dólar estadounidense), una reaceleración del impulso de los beneficios y una disminución de los riesgos arancelarios. En cuanto al momento, reconocemos la fuerte racha de los mercados emergentes hasta ahora, pero los inversores globales siguen estando muy por debajo de su posicionamiento histórico y la confianza está mejorando gradualmente, sin llegar a la euforia», explica Nenad Dinic, estratega de Renta Variable de Julius Baer.
En este sentido, matizan que la renta variable de los mercados emergentes continúa mostrando oportunidades selectivas. En cuanto a esto se refiere Yves Bonzon, de Julius Baer, quien destaca como mercados clave a China e India. En este sentido explica que «en China, las acciones se perciben como una reserva a largo plazo, respaldadas por la estabilización económica y la innovación en inteligencia artificial. Y, en India, el crecimiento secular y el fuerte consumo interno refuerza su atractivo».
Según James Cook, de Federated Hermes, el rendimiento del MSCI Emerging Markets en 2025 ha superado tanto a los mercados desarrollados como al S&P 500, respaldado por valoraciones históricamente bajas y expectativas de beneficios sólidos, así como por la resiliencia de los países emergentes ante las barreras comerciales y su adaptabilidad a nuevas condiciones globales. A nivel de estilos, persiste la divergencia global. En Estados Unidos, el crecimiento lidera, mientras que en Europa el valor se sitúa a la cabeza. La renta variable de calidad todavía está por debajo de los índices generales, pero se espera que recupere liderazgo a medida que se supere el impulso actual. Esta dinámica refuerza la importancia de una selección cuidadosa de mercados y sectores para maximizar oportunidades en el universo emergente.
Por último, el director de renta variable de mercados emergentes de Schroders recuerda que una decisión clave con respecto a la gestión de cualquier asignación a los mercados emergentes es la perspectiva sobre el dólar estadounidense. «La apreciación del dólar ha sido un lastre persistente para los mercados emergentes durante más de una década, hasta principios de 2025, al tiempo que ha respaldado el crecimiento, los flujos de inversión y las valoraciones en Estados Unidos. El impulso de las divisas puede persistir durante períodos prolongados y mucho más allá de lo que podría considerarse su valor razonable, especialmente en el caso del dólar, debido a la tesis del excepcionalismo estadounidense», concluye Wilson.
Deuda local emergente
La deuda en moneda local de los mercados emergentes se ha consolidado como una de las clases de activos más rentables en 2025 y podría cerrar el año con su mejor desempeño desde 2009. Como señala el informe de Generali AM, de Guillaume Tresca, este buen comportamiento se explica por un entorno macroeconómico favorable: tipos reales en máximos históricos, desinflación sostenida, debilitamiento del dólar y mayor flexibilidad en los bancos centrales emergentes.
El informe destaca que las valoraciones siguen siendo atractivas, especialmente en Latinoamérica y Europa Central y Oriental, mientras que las divisas locales se han consolidado durante el año, ofreciendo oportunidades para posiciones largas. Además, las preocupaciones fiscales son menores que en los mercados desarrollados, y se esperan ajustes positivos en los saldos primarios en los próximos años. Según los expertos, estos factores combinados refuerzan la perspectiva positiva para la deuda local de los mercados emergentes de cara al cierre de año.
Los mercados emergentes presentan un panorama atractivo tanto en renta variable como en deuda. La combinación de fundamentos macroeconómicos sólidos, innovación tecnológica y dinámica geopolítica ofrece oportunidades diferenciadas que requieren un enfoque selectivo. Para los inversores, la clave está en identificar regiones, sectores y activos específicos capaces de beneficiarse de estas tendencias, mientras se mantiene una gestión prudente del riesgo en un entorno global aún volátil.



