El uso diario de la inteligencia artificial (IA) entre asesores financieros se ha duplicado en el último año, con profesionales reportando importantes avances en rapidez, eficiencia y calidad de la comunicación. Sin embargo, casi uno de cada cinco de ellos aún no la utiliza y solo el 11% se describe a sí mismo como muy confiado al aplicarla en su trabajo, según una encuesta realizada por Horsesmouth entre más de 400 profesionales de la industria. El estudio enfatiza que las principales barreras para su adopción siguen siendo preocupaciones de cumplimiento/privacidad, falta de tiempo e incertidumbre sobre cómo integrar la IA en los flujos de trabajo existentes.
El estudio muestra cómo los asesores están integrando herramientas como ChatGPT, Copilot, Claude, Gemini y Perplexity en sus prácticas, y describe una industria en movimiento: los usuarios avanzados (Power Users) se distancian, los experimentadores (Dabblers) prueban la tecnología, y los rezagados (Sideliners) que aún no han adoptado la IA son cada vez menos.
“La IA ya no es solo una novedad”, afirmó William T. Nicklin, CEO de Horsesmouth. “Se está integrando en los flujos de trabajo diarios de un número creciente de asesores. Dicho esto, muchos aún carecen de confianza o de rutas claras hacia la integración», agregó.
Uno de los hallazgos clave de la encuesta tiene que ver con la usabilidad de esta nueva tecnología, que se duplicó el año pasado. Además, la proporción de asesores que usan IA varias veces al día creció del 9% en 2024 al 24% en 2025. Por otro lado, casi dos tercios de los asesores ahora usa IA en un proceso iterativo y conversacional, en lugar de consultas aisladas. Y los no usuarios se redujeron del 38% al 22% en el mismo periodo.
“Ya no empiezo desde una hoja en blanco -escribió un asesor-. La IA me da impulso para escribir, preparar presentaciones e incluso estructurar reuniones”.
El segundo punto importante que surge del estudio es que, aunque el 43% usa la IA para redactar correos y comunicaciones con clientes y un 29% la emplea para mejorar las notas de reuniones, también existen otros usos, como simplificar temas financieros complejos (25%) y crear contenido educativo (25%).
“Estamos viendo que los asesores van más allá de la redacción y se adentran en la planificación, la interacción con clientes y la gestión estratégica”, señaló Sean Bailey, editor en jefe de Horsesmouth. “Eso es usar la IA como co-inteligencia, no solo como herramienta”, añadió.
Bailey enfatizó además que la mentalidad clave es ‘ser pro-IA, no IA primero’. Es que persisten brechas en torno a esta tecnología. De acuerdo a la encuesta de Horsesmouth, el 44% de los asesores ya se siente confiado en sus habilidades de IA (vs. el 34% en 2024), pero solo el 11% se describe como “muy confiado”. Las principales barreras siguen siendo preocupaciones de cumplimiento/privacidad, falta de tiempo e incertidumbre sobre cómo integrar la IA en los flujos de trabajo existentes, señala el informe.
“El salto de experimentar con IA a convertirse en usuario avanzado no requiere saber programar, sino aprender a pensar con IA: hacer mejores preguntas y aplicarla con criterio”, concluyó Bailey.