La escasez de viviendas en Estados Unidos alcanzó un máximo histórico de 4,7 millones de unidades, según un nuevo análisis de Zillow basado en los últimos datos del Censo. A pesar del auge en la construcción de nuevas viviendas, el creciente déficit habitacional sigue siendo el principal motor de la crisis de asequibilidad en el país. Como consecuencia, 8,1 millones de familias se ven obligadas a “compartir piso” con personas no emparentadas, muchas veces por necesidad económica más que por elección.
Aunque en 2023 se añadieron 1,4 millones de viviendas al parque habitacional, esta cifra no fue suficiente frente a la formación de 1,8 millones de nuevas familias, lo que provocó un aumento del déficit de 159.000 viviendas. Si bien el incremento fue menor que el salto de 257.000 unidades registrado en 2022, pone de manifiesto la persistente brecha entre oferta y demanda.
“La construcción ha evitado que el déficit se dispare aún más, pero todavía no hemos empezado a cerrar esa brecha”, afirmó Orphe Divounguy, economista sénior de Zillow. “Sabemos qué funciona: menos restricciones a la construcción para permitir más densidad y viviendas más asequibles”, agregó.
Los millennials son los más afectados por esta escasez, representando el 38% de los hogares que comparten vivienda con personas no emparentadas, la proporción más alta entre todas las generaciones. Les siguen la Generación Z (29%), la Generación X (17%) y las generaciones mayores (16%).
El problema se agrava especialmente en los grandes núcleos urbanos. Entre las 50 mayores áreas metropolitanas del país, Nueva York, Los Ángeles, Boston, San Francisco y Washington D.C. registran los mayores déficits habitacionales. Aunque tasas tasas hipotecarias han bajado ligeramente respecto al año pasado, una familia con ingresos medios en 2024 necesitaría 17.000 dólares adicionales para poder permitirse una vivienda típica, una subida significativa respecto a los niveles de asequibilidad de 2019.
Los datos sobre viviendas vacías sugieren que la oferta existente no siempre es accesible. Las cifras del Censo indican que en 2023 había 3,4 millones de viviendas vacías puestas en alquiler o venta, pero las barreras económicas siguen impidiendo que millones de personas accedan a una vivienda independiente.
Según Zillow, las normativas urbanísticas restrictivas son un obstáculo clave. En las ciudades y estados con menos trabas a la construcción, los promotores pudieron responder más rápidamente a la demanda generada durante la pandemia, contribuyendo a estabilizar antes los precios y los alquileres. Los constructores terminaron 1,45 millones de unidades en 2023 y 1,63 millones en 2024, las cifras más altas desde 2007.
Expertos y defensores del derecho a la vivienda, incluido Zillow, están pidiendo a los gobiernos locales y estatales que flexibilicen las leyes de zonificación y fomenten el desarrollo de mayor densidad, como las viviendas accesorias (ADUs), dúplex y tríplex. Este tipo de “vivienda intermedia” podría aumentar significativamente la oferta, especialmente en las zonas urbanas con mayor demanda.
“Más medidas de este tipo a nivel local pueden ayudar a construir más viviendas y a aliviar esta enorme carga económica para millones de estadounidenses”, añadió Divounguy.