A la vista de los recientes acontecimientos, el verano se presenta lleno de retos. En nuestra nueva sección «Un verano para invertir», Álvaro Braceras Romero, analista de fondos en Andbank Wealth Management SGIIC, nos explica sus previsiones: apuesta por estrategias de renta variable defensivas, en vista de toda la incertidumbre actual, y advierte de potenciales riesgos como los derivados de las tensiones geopolíticas y los aranceles. Como activos para tener cautela, señala al mercado estadounidense, tanto a industrias relacionadas con los aranceles y la inteligencia artificial en bolsa, como a su deuda pública.
De cara a los próximos meses: ¿cuál es la idea, la mejor idea, que destacarías para invertir?
El binomio rentabilidad/riesgo en estos momentos es poco atractivo, y más con unos mercados que están poniendo en precio un entorno económico más bien optimista. Por otro lado, no hay que olvidar que en los meses de verano el mercado se toma un respiro, la actividad disminuye, y con ella la liquidez. Por tanto, el periodo estival no se caracteriza por ofrecer históricamente un elevado potencial alcista, pero no es tan inusual tener caídas rápidas y pronunciadas.
El verano pasado, mismamente, tuvimos un ejemplo de lo que puede suceder cuando se ponen muchas órdenes de venta en el mercado a la vez, en un proceso de desapalancamiento, pero la liquidez es limitada, como sucedió con el carry trade en Japón. Por ello, nuestra recomendación para estos meses de verano, donde el mejor mercado es el mercado tranquilo, sería optar por estrategias de renta variable defensivas o de corte value, que ofrezcan un margen de seguridad que proteja en momentos de volatilidad, sin sacrificar rentabilidad en las subidas y que pueda aprovechar oportunidades que puedan surgir.
De forma contraria, un activo con el que habría que ser cautos este verano…
Tomar riesgo ahora mismo en determinados segmentos del mercado ofrece muy poco upside. Dadas las valoraciones del mercado americano, especialmente de las mega caps y algunos segmentos como el ligado a la temática de la inteligencia artificial, evitaríamos estas áreas donde el precio que pagamos es muy elevado para la rentabilidad potencial que nos ofrecen. Los sectores e industrias más expuestas a los aranceles también podrían sufrir si las negociaciones comerciales con el gobierno de Trump se tuercen o vemos una simple reactivación de los aranceles.
Otro de los activos que hay que vigilar es la deuda pública, especialmente los tramos largos de la deuda americana donde podríamos ver nuevos repuntes en las TIRes de los bonos si la estabilidad fiscal de EE.UU. vuelve a ponerse en duda.
También de cara al verano, ¿cuáles son los principales riesgos que podrán afrontar los inversores?
El impacto de los aranceles en la inflación está entre los principales riesgos al que se enfrentan los inversores en los meses de verano. La dificultad de proyectar la evolución de los precios tras el anuncio de las tarifas hace que el rango de escenarios posibles se amplíe y por tanto que el mercado sea más errático en sus movimientos, tanto al alza como a la baja, creando un mayor riesgo de movimientos rápidos y bruscos.
No obstante, otro de los riesgos que es difícil o imposible de cuantificar en términos económicos es el riesgo geopolítico. Aunque se trata de un riesgo exógeno, que tiende a pasar relativamente desapercibido en las bolsas pese a la gravedad de los eventos que puedan estar teniendo lugar, es un riesgo que ha resurgido con fuerza y que presenta las características de un riesgo de cola por su imprevisibilidad y el impacto que puede causar.
¿Cómo te gustaría encontrar los mercados cuando vuelvas en septiembre de vacaciones?
Si tuviéramos que pedir un deseo sería volver del verano y encontrarnos un entorno de mercado más benigno, con menos incógnitas entorno a la inflación, la política arancelaria de EE.UU., la salud de la economía americana, o las tensiones geopolíticas… básicamente un mercado más previsible pero que también ofrezca oportunidades, un deseo que rara vez se cumple.