Los mercados fluctúan constantemente y los inversores deben hacer frente a esta incertidumbre. Desde JP Morgan Private Bank consideran que, a corto plazo, vamos hacia una desaceleración de la economía mundial, mientras los riesgos de una recesión aumentan. ¿Qué supone esto para el inversor? La entidad considera que, ahora más que nunca, conviene considerar soluciones que puedan aumentar la resistencia de su cartera.
«En última instancia, sin embargo, creemos que la economía demostrará su capacidad de resistencia y absorberá unos aranceles más elevados, con el apoyo de programas fiscales que favorezcan el crecimiento. Por supuesto, nadie puede predecir con exactitud la trayectoria de las políticas estadounidenses, y eso será un factor determinante para los mercados de todo el mundo», apuntan David Frame, CEO, U.S. Private Bank, y Adam Tejpaul, CEO, International Private Bank, el documento de perspectivas de mitad de año de la entidad.
Pérdida de la excepcionalidad estadounidense
La entidad de banca privada reconoce que una de las sorpresas que ha dejado la primera mitad del año es que, por primera vez en mucho tiempo, los mercados no estadounidenses han superado a la renta variable de EE.UU. «Hace seis meses los inversores no se hacían muchas preguntas. Muchos de ellos aplaudieron inicialmente al nuevo gobierno estadounidense, creyendo que favorecería el crecimiento y a los inversores. Sin embargo, esto ya no parece tan seguro. La cronología de las políticas adoptadas ha sido una sorpresa. Las expectativas de consenso preveían que las políticas favorables al crecimiento dominarían la agenda del gobierno de Trump», reconocen.
En cambio, las políticas menos benignas para el mercado (subida de aranceles, reducción de la inmigración y austeridad a través de recortes del gasto público orquestados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental [DOGE]) se están aplicando rápidamente. En su opinión, los inversores se están fijando especialmente en la caótica estrategia arancelaria del gobierno y en la posibilidad de que estos gravámenes limiten el crecimiento y disparen la inflación.
¿Hacia dónde nos dirigimos?
Según la visión de JP Morgan Private Bank para la segunda mitad de 2025, por ahora, los fundamentales económicos parecen sólidos, aunque su equipo espera una desaceleración de la economía mundial a corto plazo debido a la política arancelaria y consideran que los riesgos de recesión son mayores que a principios de año. «En ese contexto, observamos que los bancos centrales, especialmente fuera de Estados Unidos, mantienen un sesgo expansivo y podrían bajar los tipos de forma más agresiva para contrarrestar los daños de una fuerte caída del comercio y el consumo globales», comentan.
Dicho esto, reconocen que parece haberse superado el pico de incertidumbre arancelaria, dado que la subida de los aranceles ralentizará el crecimiento, pero no lo detendrá. «Los inversores deben lidiar con la incertidumbre política, con unas valoraciones y una concentración aún elevadas en los mercados de renta variable estadounidenses y con la persistente volatilidad. Fundamentos estables hoy, gran incertidumbre sobre el mañana: la desconexión es inevitable. Ante esta realidad, ¿se puede invertir dinero nuevo en los mercados de renta variable globales en el momento actual? Es una pregunta difícil, pero creen que la respuesta es que sí», añaden.
Desde la entidad creen probable que tanto los mercados de renta variable estadounidenses como los europeos y japoneses alcancen nuevos máximos en los próximos 12 meses. Según su visión, puede que los inversores estén subestimando los beneficios del sector tecnológico y el impacto de la desregulación en los préstamos bancarios. «Si miramos más allá de la renta variable, hacia un escenario de inversión más amplio, creemos que los inversores deberían considerar estrategias que aprovechen la incertidumbre y aseguren que las carteras tienen capacidad de resistencia suficiente como para alcanzar sus objetivos patrimoniales ante la ampliación del abanico de resultados económicos y de mercado posibles, tanto positivos como negativos», explican.
Según su experiencia, aunque la resistencia de las carteras suele centrarse en los posibles riesgos bajistas, también se debe reconocer el potencial de oportunidades alcistas. «Por último, dado el equilibrio de riesgos y la probabilidad de que el dólar estadounidense siga una tendencia a la baja, una cartera resistente y diversificada a escala global puede contribuir a darle la confianza que necesita para mantener su plan a largo plazo. Es hora de sentirse cómodo estando incómodo», matizan.
Cinco preguntas, cinco respuestas
En este contexto, consideran que los inversores han estado algo nerviosos. En su opinión es lógico ya que los pilares que daban por sentados —una expansión económica duradera, la limitación de nuevas barreras al comercio mundial y la continuación del gasto en inteligencia artificial (IA)— de repente están en peligro. Las altas expectativas de principios de año han chocado con una realidad mucho más dura.
“Incertidumbre es ahora la palabra más utilizada— para la empresas que se plantean inversiones de capital, para los hogares que reflexionan sobre su próxima gran compra, para los bancos centrales que fijan la política de tipos de interés y para los inversores que toman decisiones sobre la distribución de activos», indican.
De forma muy breve, la entidad apunta cinco preguntas que se hacen los inversiones y que el equipo de JP Morgan Private Bank responde:
- ¿Deben los inversores aplaudir o temer a Trump 2.0? «Creemos que los mercados de Estados Unidos, Europa y Japón alcanzarán nuevos máximos en los próximos meses».
- ¿Su cartera es resistente ante los riesgos crecientes? «La gestión de riesgos resulta fundamental en el momento actual, ante los riesgos para el crecimiento y para la inflación, más la persistencia de la incertidumbre política»
- ¿Estamos asistiendo al declive del dólar estadounidense? «El dólar sigue una tendencia bajista, pero creemos que seguirá siendo la divisa de reserva mundial».
- ¿Por qué ya nadie habla de la inteligencia artificial? «La carrera de la IA seguirá acelerándose, impulsada por la reducción de los costes y la mejora de los resultados».
- ¿Qué pasa con las operaciones corporativas? «El envejecimiento de los activos y el crecimiento de los fondos evergreen crearán oportunidades en los mercados privados».