Los mercados han mostrado una gran agitación desde el pasado 2 de abril, con motivo del “Día de la Liberación”, pero, si se aplica la lupa, se puede observar que no todos los inversores mostraron el mismo comportamiento. De hecho, Kirst Kuipers, responsable del negocio institucional de iShares para EMEA, comenta que muchos de sus clientes “han adoptado una actitud de esperar y ver” tras el Día de la Liberación, y prefiere destacar en cambio lo diferente que está siendo 2025 en términos de flujos respecto a 2024.
El experto indica que todos los segmentos dentro de los clientes europeos de la firma (no solo institucionales) mostraron el año pasado un tremendo apetito por renta variable estadounidense, con una entrada récord de 107.900 millones de dólares hacia esta clase de activo a través de ETFs, mientras que solo entraron 12.100 millones en renta variable europea. En cambio, Kuipers considera que este año los flujos muestran un patrón “más equilibrado”, con entorno a 6.000 millones de dólares entrando en acciones europeas y otros 6.000 en EE.UU. (datos de abril de 2025).
Más allá de los flujos de los últimos doce meses, el experto prefiere hablar del gran cambio de paradigma sobre el uso de ETF entre inversores institucionales en los últimos cinco años, dado que él ubica el punto de partida para la aceleración en la adopción de ETF en la llegada de la pandemia: “En 2020, muchos clientes se dieron cuenta de que necesitaban más liquidez en sus carteras de la que habían anticipado inicialmente”.
Cabe destacar que lo interesante del rol de Kuipers es que atiende tanto a clientes institucionales (fondos de pensiones, aseguradoras, family offices) como a bancos centrales y fondos soberanos. Por tanto, en este contexto, resulta lógico constatar que, durante eventos de mercado como la crisis del Covid-19, esta clase de clientes se dieran cuenta de que “resultaba muy difícil reposicionarse a sí mismos”, dado que no podían operar con los mismos volúmenes ni a los mismos precios… “mientras que, al mismo tiempo, los mercados de ETF seguían funcionando realmente bien”. Como resultado, apunta el experto, en los últimos cinco años se ha registrado una tasa de crecimiento cercana al 30% anual entre clientes institucionales en Europa que demandan productos iShares, enfocándose fundamentalmente en el formato UCITS.
El experto apunta que el hecho de que haya bancos centrales empleando ETF – como la propia Reserva Federal durante la pandemia- “suele considerarse un fuerte respaldo a las características de los ETF”. Éste aclara que, actualmente, hay 17 bancos centrales en Europa que emplean ETF de iShares para gestionar sus propias reservas, empleando estos instrumentos por sus cualidades de diversificación y liquidez. Kuipers aclara que tanto los bancos centrales como otros grandes tenedores de activos suelen tener importantes capacidades propias, pero que puedan estar restringidas en algunas áreas, por lo que típicamente “muchos clientes, incluyendo a los bancos centrales, emplean ETFs para completar sus propias competencias”. Así, indica que típicamente la proporción es un 70% de ETF de renta variable, un 29% de renta fija y un 1% en ETF de materias primas.
¿Qué factores explican este crecimiento?
Más allá de lo que sucedió durante la pandemia, Kuipers considera que hay más factores que explican el tremendo apetito de los inversores institucionales por añadir ETFs a sus carteras en el último lustro. En primer lugar, están la mayor profundidad del mercado: en la última década, el mercado global de ETF ha pasado de estar valorada en 2,5 billones a 15 billones de dólares. A mayor tamaño, inferior tracking error y menores diferenciales bid-ask, y además han surgido nuevos productos. “Estos productos cada vez son más eficientes en costes frente a otros productos indexados”, resume.
El segundo factor es “el creciente reconocimiento por parte de los clientes de que lo más importante es cómo construyen sus carteras”, en referencia a que se ha pasado de un pensamiento más enfocado a emisiones concretas o títulos individuales de bolsa a la aceptación de que “la asignación a través de soluciones basadas en índices es en sí misma una decisión activa”. Y el siguiente paso, el hecho de que los clientes reconozcan que los ETFs son “un producto muy bueno para construir una cartera de forma más comprensiva, atendiendo a todas las clases de activos y geografías”.
El último gran factor no mira hacia el pasado, sino hacia el futuro, dado que Kuipers insiste en que se trata de una tendencia súper relevante que ya se está desarrollando ante nuestros ojos. Se trata de lo que describe como “una transición masiva” en la industria de las pensiones, al pasar de un modelo basado en prestaciones definidas a otro de contribuciones definidas. De hecho, desde BlackRock pronostican que el volumen total de activos en pensiones por contribución definida se triplicará a cinco años vista, pasando de los 4 billones de dólares actuales hasta 12 billones en 2030. La punta de lanza de este cambio viene de la mano de la reforma del sistema público de pensiones de Países Bajos, donde se espera que todas las pensiones existentes – unos dos billones de dólares- pasarán a ser de contribución definida para enero de 2028.
El experto explica que el envejecimiento progresivo de la población, combinado con una década de tipos de interés en niveles muy bajos, explica esta transición, porque ambos factores han planteado a fondos de pensiones y aseguradoras desafíos a la hora de gestionar su pasivo. Kuipers considera que los ETFs son relevantes en este cambio porque al pasar de un objetivo colectivo garantizado a uno más individual en el que básicamente los riesgos y beneficios de las carteras se transfieren a los participantes individuales, “los ETF juegan un rol muy natural en la construcción de dichas carteras”. El experto anticipa cambios similares en los planes de empleo de numerosas industrias y empresas en Europa: “Estas empresas obviamente quieren reducir el riesgo de esos activos de pensiones para la volatilidad de sus pérdidas y ganancias”.
Innovación en ETFs
El último punto que toca Kuipers en su conversación con Funds Society tiene que ver con la innovación de producto, que ha contribuido significativamente a ese movimiento masivo de adopción de ETFs que describe el experto. iShares ha destacado en este tiempo por el lanzamiento de productos como el ETF de activos digitales y la gama iBonds, que ofrecen exposición a renta fija a vencimiento. El experto subraya el rol de los ETF de renta fija en general: “De pronto, un mercado que es OTC por naturaleza, se vuelve más fácil, accesible y más transparente”.
Los ETF activos suponen otra gran innovación. Según el representante de iShares “intentan combinar las ventajas de tener cierta libertad para superar potencialmente un índice de referencia con las ventajas del ecosistema de los ETFs y las ventajas de los ETFs como envoltorio, así como la eficiencia fiscal y la liquidez”. De hecho, insiste que, en Europa, donde todavía es relativamente pronto, los ETFs activos van a aportar beneficios clave a pesar de no proporcionar la misma eficiencia fiscal de la que sí disfrutan en EE.UU.: “Existe el beneficio clave de que, con un ETF, tienes liquidez intradía, y tienes los beneficios de un ecosistema más amplio, hay un montón de corredores de bolsa que hacen mercado. Además, cuentas con el beneficio de tener cierta libertad con este instrumento para tratar de superar el índice de referencia subyacente”.
La última gran novedad está en la tarta de activos alternativos. Kuipers indica que hay clientes que siguen una estrategia barbell, consistente en construir la parte central de las carteas con ETF y después añadir una asignación a alternativos. Pero también constata una demanda creciente de ETF que puedan emular el comportamiento de estos activos: “Hemos visto que los clientes usan ETF básicamente para asignar los activos que tienen por alternativos en una referencia cotizada. Con técnicas de construcción de carteras, puedes imitar una cartera de private equity con una cartera de ETF, porque una cartera de private equity tiene ciertas características en términos de exposición por factores y beta”. Con los ETFs de iShares, es posible obtener una exposición indirecta a activos alternativos mediante la construcción de una cartera diversificada, pero con mayor liquidez y transparencia, con el objetivo de mantener el capital disponible y minimizar el impacto sobre los retornos de una retirada antes de tiempo en caso de necesitar liquidez.